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Trastornos fisicos y psicologia de la salud Factores psicolégicos y sociales que influyen en Ia salud La salud y 1a conducta relecionadda con ta salud Nanuraleze del estres Fisiologia del estres Contribuciones «ta respuesta de estrés Estrés, ansiedad, depresion y excitacion Estrés respuesta inmunolixica Ffectos psicosociales en los trastornos fisicos SIDA Cancer Problomas cardiounsculares Higertonsion Cardiopatias covonarias Dolor erdnico Diferencies de genero del dolor Sindrome de fariga eronica ‘Tratamiento psicosocial de los trastornos fisicos Biorretroalimentacion Relajacion y meiduacion Programa completo de reductan del dotor y el estres Programas farmacologices y de reduccion del estves ‘Negacion como medio de aivonuamiento Modijteacion de conductas para fomentar ba salut ‘Trastomes fisicos y psicologia de la salud Factores psicolégicos y sociales que influyen en la salud @ Distinga entre la medicina conductual y la psicologia de la salud. Identifique la relacion entre la funcion del sistema inmunotogico, el estrés y los trastornos fisicos La Direccion General de Salud publica de Estados Uni- dos y otras instituciones han sefialado que, a principios del siglo XX, Ins principales eausas de muerte eran la in. Aluenza, neuimonia, difteria, tuberculosis y las infeccio. nes gastrointestinales. Desde entanees, la tasa anual de mortalidad de estas afecciones se ha reducido de ma nera considerable, de 623 a 50 por cada 100,000 habi tantes (vase la tabla 7.1). Esta teducci6n representa tuna verdadera revolucién en la sallxd ptiblica que eli mind muchas enfermedades infecciosas y control6 mu: cchas mds. Pero el enorme éxito del sistema de salud pu- blica de ese pafs en la reduccién de la mortalidad por enfermedades revel6 un problema més complejo y desa- fiante. Algunos de los principales factores que contribu yen a las enfermedades ya la muerte en esa nacion son ppsicologicos y conductuales. En el capitulo 2, describimos los profundes efectos de los factores psicalézicos y sociales sobre la esiruc tura y funcién cerebrales, Parece que estos factores in- fluyen la actividad neurotransmisora, la secrecién de neurohormonas del sistema endocrino y, en un nivel mas fundamental, la expresion de los genes. Hemos visto repetidamente la compleja interaccién de los fac: tores biolégicos, psicolégicos y sociales en la produc. cién y mantenimiento de los trastornos psicolégicos. No es de sorprender que los factores psicologicos y so ciales Sean importantes en una gran cantidad de trastor- nos adicionales, incluidos los trastornos endocrinolégi -9s, como la diabetes v las perturbaciones del sistema inmunolégico, como el SIDA. Le diferencia entre éstos los otros trastornos analizados ea este capitulo radica «en que se trata con claridad de trastornos fisicos, en los cuales subyacen causes fisicas conocidas (0 que se infie- ren evidentemente) y, en su mayor parte, con tina pato- logia fisica observable (por ejemplo, el herpes genital, las lesiones del mésculo cardliaco, los tumores malig- nos, la hipertension mesurable). Compare esto con los trastornos somatoformes analizados en el capitulo 5: en Ios trastornas de conversién. por ejemplo, los pacientes se quejan de lesiones 0 enfermedades fisicas pero no muestran una patologfa fisica. En el DSMCIV-TR, los trastomnes fisicos como la hipertension y la diabetes se codifican por separado en el Eje III. Sin embargo, hay una disposicién para el reconocimiento de les Factores psicalégicos que afectan la condicién médica. Elcstudio dela forma en que los factores psicol6i- «0s y sociales influyen en los trastarnos fisices solia ser distinto y estar algo separado del resto de la psicopatolo- sia. En.un principio, el eampo se lamaba medicina psi- ‘cosomitica (Alexander, 1950), locual significaba que los factores psicolégicos inilufan en e! fancionamiento s0- miético (fisico). Los trastomos psicofisiologicos eran una categorfa empleada para comunicar una idea simi- Jar, Ena actualidad, tales términos se utilizan cada vez menos pues sonengafiosos, Describirun trastornocomo psicosomético, con un comporente fisico obvio, daba la impresién de que los trastornos psicoldgicos (‘menta~ les") del estado de animo y ansiedad no pesefan un com- ponente bialégico fuerte Coma sabemos ahora, tal suposicién no es viable. El separar las causas de los trastornos mentales y de los trastomnes fisicos no cuenta con el apoyo de las pruebas eee 1. Enfermedades cariovascuares (cordopatis apopleja) 345 Infuenze yneuronia 202 3. Tubereuioss 198 Gasirtis, duodenitis, enters y colts 13 Acoderres 2 Cloeer 4 0 31 13 528, Copa © 2008 per fe Fist Sates of te Unte US Govenment Protng fee |. Enfermedades cardowsculares 2 Céncer 3 Enfermedades cerebrovasculares ‘4. Enfermedades respitatorias crérices 5S Acdientes es & Diabetes ‘ 7. Influenza y neumonia 8. Enfermedad de Alzhermer 9. Neti, sindrome neftétca ynefrosis 10. Septiceria pth, 135 Ma oki Tine 970. del U5. urn ofthe Cons, 1975 Mashingan D.C 0 fo 2001" par 0 US Burea othe Corsi, 2003, Noto ia States a 264 Capicalo 7 acnsales. Los factores biol6gicoe, prieol6gicos y sociales tet froplicados en la causn y menicalmicaio do cada eae {a conmibucion de los factores psicosociales a la etiologia y tratamiento de los trastornos fisicos, ha sido estudiada ampliamente. Algunos de los descubrimien- foe actin ents les hellcges wate etna cn on tricologia y a biologia. For ejemplo, en el capitulo 2 describimos brevemente ls infiuencias espesticas no- civas de la ira en la funci6n cardiaca. La conclusién ten- tativa de tales investigaciones fue que disminuye la ef ee i eee asian arene sence ello ls pone en riesgo de porturbaciones peligrosas Oe Ios runes cardiacos (ronson y colaboradores, 1992; Robins y Novaco, 2000). Recuerde, también, el trigico deterioro fisico y mental que sobreviene entre la gente de edad avanzada cunnd oc les retira de las redes de iporp ail 6: Baier canes (reat plan y James, 1983; Grant, Patterson y Yager 1988). ‘Tambien el désempleo a largo plazo entre los hombres ‘ue mantuvieron siempre puestos cstables dupliea el eae arate los Gino casccgainrs <3 Siapatacién con los hombres que coutindan labo: rando (Mortis, cooky Shaper, 1999). Los investigadores aisiaon el str orzinado por le inceridumbre eson6- mica como la causa principal de la caida vertical de la Sberates de vida on le Europa Oriental a raiz de la caida del comunismo (Stone, 2000). La salud y la conducta relacionada con la salud Elcambio de enfoque en las enfermedades infeciosas a Jos factores psicolégicos se le ha dado en Jlamar la se- iqioda tevolucin on la salud pttdic. A exe respact so. deearrclaroa doe nasvos coupes de eatadio exreche- eg reel oe ete aca eee uictual (Agras, 1982; Meyess, 1991) el conocimiento derivado de la ciencia conductual se aplica a la preven- tidn, diagnésticny tratamiento de ls problemas medi. coe. Se trata de un campo intecdlocplinaro en cl cual Ios psicslogos, médicosy ots profesonalcs dla salud trabajan en conjunto para deserrollar nuevos tata imientosv estratezias preveativas (Schwartz ¥ Weiss, 1978). Un segundo campo, la psicologia de la salud, no es eee coe neg pees os thn subcampo dela medicina couduciual Los expo listas estudian los factores pstcologicos importantes para el fomento y mantenimiento de la salud; también analizan y recomiendan mejoras a los sistemas de cui- dodo de a ainda forracttn da una poltion e sla fn la disciplina do ln petcologia (Feucrstein, Labbe ¥ Rucamiereryk, 1986, Stone, 1987) Los factores psicol6gicos y sociales influyen en los problemas de salud y fisicos en dos formas distintas (véase figura 7.1). En primer lugar, pueden afectar los procesos biclégioce bésicos que conclacena dolencias 7 Enfermedarkes En segundo lugar los patroaes de con. dicta arraigados durante mucho tiempo pueden poner alas personas en riesgo de desarrollar ciertos trastarnos fisicos. Algunas veoes, ambos causes Hevan a la etiologia oalmantenimivato dela enfermedad (Kiccolt Closer y Newton, 2001; Taplon, Repety Ceesnan, 1997, Uchino, Oe cores paccscies (or ins enccines nepavas Yeletes tacccan le poseyse Blogcos bases, ‘taal tvs conchscnatanteres ysnanracaie © tes contutas aressass”oasionan contrbwen aura yen deca de sions acs enlenotases Figura 7.1 Ml Faccores psicosociiles que afeccan drectamente Ia salud fics Cacioppo y Kiecolt-Glaser, 1996; Uchino, Uno y Holt- Lunstad, 1999; Williams, Barefoot v Scheneiderman, 2003). Considere el trigico ejemplo del Sindrome de In. munodeficiencia Adquirida. EISIDA es una enferme- dad del sistema iamunolégico,el cual Se ve afectado de ‘manera directa por el estrés (Cohen y Herbert, 1996; Kennedy, 2000), de modo que éste puede estimalar el avance mortal del sindrome (una conclusion que exige ain la confirmacién de estuvtios adicionales). Este ¢> un ejemplo de como tal vez algunos factores psicol0gicos inlluyen en forma directa en ls procesos biol6gicos. Sa- bemos también que ciertas conductas que levemos a cabo nos ponen en riesgo de contraer el SIDA; por ejern plo, tener sexo sin proteccién 0 compavtir sgujes conta- minadas. Debido a que ne hay adn alguna cura meédi para el SIDA, nuestra mejor arma es ura modificacion a sran escala del comportamiento para prevenir el conta io de la enfermedad. Otros patrones conductuales contribuyen a la en fermedad. Por lo menos 50% de los decesos debidos a Jas 10 principales causas de muerte en Estados Unid pueden ubicatse en conducias comunes de ciertos est Jos de vida (Centros para Control de Eniermedactes 2003). Fl furnar es la causa principal, que puede prove. ninse, de decesos en Estados Unidos y se ha estimado ue es la responsable de 19% de (odes los fallecimientos en ese pais (Brannon y Feist, 1997; McGinnis y Foege, 1993). Otras conductas poco saludables incluyen los ‘alos hébitos alimenticios, falta de ejereicio, y un insu- ficiente control de posibles lesiones (no ponerse el cin- turén de seguridad del auto, por ejemplo). Estas con- lctas se agrupan bajo la categoria de estilo de vida, ya ‘que representan, en su mayor parte, los habites durade- rs que son parte integral del patron de vida cotidiano de wna persona (Faden, 1987: Oyama y Andrasik, 1992). Volveremos a los estilos de vida ea las piginas finales de este capitulo, cuando consideremos los esfuerzos que se hacen para modificarlos y fomentar la salud. "Tenemos mucho que aprender acerca de como in- Auyen los Factores psicol6gicos en los trastornos fisicos y las enfermedades. Las proebas disponibles sugieren {ue las misinas clases de factores causales activos en los trastornos psicoldgicos ~soctales, psicolégicos y biolé- ssicos- desempetian una funci6n importante en algunos trastornos fisicos (Mastofsky v Barlow, 2000; Taylor y colaboradores, 1997). Sin embargo, el estrés (tensién) es cl factor que atrae més el interés, en particular los componentes neurobiolégices de la respuesta al estrés Naturaleza del estrés En 1936, en Montreal, un joven cientifico lamado Hans Selye observ que un grapo de ratas.a Ia que ha- bia inyectado cierto extracto quimico desarroll dle ras yotres problemas fisiologicos, incluida una atrofia de les tefidos del sistema inmunol6gico. No obstante, ‘un grupo de control formado por ratas, que recibieron dieriamente una inyeccién salina (agua salada) y las tuales no deberfan haber sufrido ningtin efecto, desa- rollaron los mismes problemas fisicos. Selye prosiguis con este hallazgo inesperado y descubrié que eran las Snyeeciones diarias, mas que la sustancia inyeciada, las que al parecer eran las responsables. Adems, muchos tipos distintos de cambios ambientales produjeron los ‘mismos resultados. Tomo prestado un término de inge- nierfa ¥ decidié que la causa de esta reaccion no especi- fica era la tension (estrés). Como sucede tan a menudo tn la ciencia, una observacién accidental o “casual” Condujo a una nueva area de estudio, en este caso, la siologia del estrés (Selye, 1936). Seyle especul6 que el cuerpo airaviesa por varias tapas en respuesta al estrés sostenido. La primera fase fesun tipo de respuesta de alarma al peligro 0 a la ame heza inmediata. Con la texsién continua, pasamos al parecer a una etapa de resistencia, enla cual moviliza- mos diversos mecanismos dle afrontamiento para res- ponder al estrés, For tltimo, si éste es demasiado in- tenso 0 dum macho tiempo, quiz pasemios a una etapa de cansancio, en cuyo caso nuestro cuerpo sufre un ano permancate o la muerte (Seyle, 1936, 1950). Sesle llamo a esta Secuencia sindrome de adaptaclén gene- ral (SAG). Aunque Seyie no estaba en lo correcto en 1o- dos los detalles de su teorfa, Ia idea de que el estrés cr6- nico puede inilingir ua dao corporal permanente 0 Contribuira las enfermedades ha sido confirmada y ela- borada en anos recientes (Kemeny, 2003; McEwen y Stellar, 1993; Sapolsky, 1990, 2000b). Ta palabra tension (ests) tiene diversos significa- dos en Ia vida modema. En ingenierfa, la tensién es la presidn cjercida en un puente, digamos, porun cami6n muy pesado cuando éste Ip atraviess la tensién es la res puesta del puente al peso del eamion. Pero, la tension también es un estimalo, El eamién es un “estresor” (o ‘Trastornos fisioos y pricologia de Ia salud 265 tensor") para dl puente, dela misma manera que sufi eldespido deun trabajo o enfrentar un diel examen i nal son estimulos o estresores para una persona. Estos diversas signilicados pueden generar clerta confusiGn. pero nosolreo no concantraremos en el etrée comola Fespuesta psicclogica del individuo a un esresor: Fisiologia del estrés En el capitulo 2, describimos los efectos fisiolégicos de Ins primeras tapes del certs y apuntames en particular su efecto activador en el sistema nerviowo simpético, que moviliza nuestros recursos durante los momentos de amenaza o peligro al activar los 6rganos internos a fin de preparar al cuerpo para la accion inmediata, ya tea dehuida ode lucha: Estos cambios sumentan ries: tia fucrza y actividad mental. En ese mismo capitulo 2 tambien hicimos la observacion de que la actividad del sistema endocrino aumenta cuando nos hallamos bajo tension, principalmente por la activacién del eje HIVPAC. Si bien empieza a fair una gran varieded de rurotransrnisgees en el lsteaa nervioso buena porta d¢ la atencién se ha concentrado en los ncuromodula ores o neuropéptidos dl sistema endocrino, hormo: nas que influyen en el sistema nervioso y son secretadas porlas gldadulae directamente en l torrente sangufnco Gkrishaan, Doreiswamy, Venkataraman, Reed y Richie, 1991; Owens y colaboradores, 1997). tas hormonas neuromoduladoras actuan en forma muy parecida a los neurotransmisores en cuanto aque portan loc mensajes cerebrales a diversas partes dal cuttpo, Una de las newohormones, el factor Hera: dor de corticotropina (FLO), es secretada por el hipets- amo yestimula ala glindula pituitaria. Hacia el fal de Medicina conductual. Aproximacién interdiscplinaiaque aplica ls cienefa conductualenla prevenci6n,ciagnésticoya- tamieniode losproblemasmecios. Psicologfa dela salud. Subeampo dels medicina combuctual psicoldeieos mmportantesenelfomento Unser humano bajo extrés es come un puente que sopora un gan peso. 266 = Capitulo? Ja cadena del ee HYPAG, la glandula pituitaria (junto con el sistema nervioso auténomo) activa la glandula suprarrenal, la cual secreta, entre otras cosas, la hor- ‘mona cortisol. Por su muy estrecha relacién con la res puesta de ests, cl cortisol y ouas hormonas relaciona: das se conocen como hormonas del esis. Recuerde que el eje HYPAC tiene una relaciGn estre- cha con el sistema limbico, El hipotélamo, en la parte superior de la corteza cerebral, est justo al lado dal si tema limbico, el cual contiene al hipocampo y parece controlar nuestros recuerdos emocionales. El hipo- ‘campo es muy sensible al cortisal. Cuando es estim- lado por esta hormora durante la actividad de! cje HYPAC, el hipocampo ayuda a desactivar la respuesta de estrés, lo que completa ua cielo de retroalimenta ion, entre el sistema limbico y las diversas partes del eje HHYPAC. Este ciclo quiz4 sea importante por varias razones En su trakajo con primates, Robert Sapolsky y colabo- radores (por ejemplo, Sapolsky y Meaney, 1986; Sa polsky, 20003) demmostraron que el aumento de les nive- Jes de cortisol en respuesta al estrés crinico puede matarlas e¢lulas nerviosas del hipocampo. Si la activi- dad del hipocampo se compromete de este modo, una eantidad excesiva de cortisol es secretada y, con el tiempo, disminuye la capacidad de desactivar la res- de ests, io que conduce aun creciente exvejesi- Iiento del hipocampo. Estos hallazgos sefalan que el festrés erénico que conduce a la secrecién créniea de cortisol tal ve tenga efectos «largo plazo en el fancio: nnamiento lisico, entre los que se contarta un dao cere- bral. La muerte de las eélulas, a su vez, conduce a uaa capacidad deficiente de resoluci6n de problemas entre Tas personas de edad avanzada y, en dtima instancia ala demencia, Este proceso fsiologico puede tambicn afectar nuestra susceptibilidad a las enfermedades in- fecciosas y nuestra recuperacion de elias en 0110s sste- mas patofisioligicos. El trabajo de Salpolsky es impor- tante porque ahora sahemos que la muerte celular del hhipocampo, como resultado del estiés crénico y ls an- siedad, ocurre en los seres humanos que tienen, diga~ ‘mos, el rastorno de estrés postraumatico (vease el cap- tulo 4) y depresion (véase el capitulo 6). Los efectos a largo plaze de esta muerte celular no se conocen atin. Contribuciones a la respuesta de estrés La Gsiologia del estrés tiene una influencia profunda de factores psicoldgicas y sociales (Kemeny, 2003; Taylor y colaboradores, 1997). Bste vinculo lo ha demostrado Sapolsky (1990, 20005), quien ha realizado estudios en ‘monos babuinos que viven en libertad en tna reserva nacional de Keaya porque sus principales fuentes de es trés, como en el caso delos sexes humanos, son psicolS- gicas mas que fisicas. Como con muchas especies, los Babuinos se organizan en una jerarquia social con ‘miembros dominantes enla parte superior y miembros sumisos en la inferior. 'Yla vida es dura alé abajo! El continuo acoso de los animales dominantes hace que la existencia de los subordinados resulte dificil (Sapolsky lallama “estresante”), y &tos, ademés, cuenian con un ‘menor acceso al alimento, alos sitios de descanso prefe- dos a las parejas sextales. Son en particular intere santes los hallazgos de Sapolsky acerca de los niveles de cortisol en Jos babuinos como funcién de su rango so- ial en una jerargquia de dominacién. Reeuerde de nues tra descripcién del eje HYPAC que la secrecién de corti- sol de las gléndulas suprarrenales es Ja etapa final de un torrente de secteci6a hormonal que se origina en el sis- tema limbico en el cerebro durante los periodos de ten- sidn. La seereci6n de cortisol contribuye a nuestra scti- vacién y movilizacién en el corto plazo pero, si se produce en forma crénica, puede danar el hipocampo. ‘Ademas de la atrofia muscular, la fertilidad se ve afec- tada por la disminucién de testosterona, se genera una hipertensién en el sistema cardiovascular y se debilita Ja respuesta inmunol6gica. Sapolsky descubrié que los machos dominantes en la jeraryufa de los monos babui- nos tienen por lo general niveles menores de latencia de cortisol que los machos subordinados. Cuando sucedfa tuna emergencia, sin embargo, dichos niveles se eleva ban con mas rapidez en los machos dominantes que en los subordinades. Sapolsky y colaboradores buscaron las causas de estas diferencias remontando el cubrie~ ron una secreciGn excesiva del factor de liberacién de corticotropina por parte del hipoudlamo en los animales subordinados en combinacién con una sensibilidad menguada de la glandula pivaltaria (a Ja que estimula el FC), Por tanto, los animales subordinados, a diferen- cia de los dominantes, secretaban cortisol continsa- mente, quiz porque su vida es muy estresante. Ademds, su sistema HYPAC es menos sensible « Jos efectos del cortisol y, por consiguiente, menos eficaz en la desacti- vacion de la respuesta de estrés, Sapolsky tambien descubrié que los machos subor- dinados tienen menos linfocitos circulantes (gl6bulos Blancos) que los machos dominantes, signo de supre- sida del sistema inmunologico. Ademas, los machos su- bordinados manifiestan menor circulacion de coleste- rol de LAD (lipoproteina de alta densidad), Io cual los, one en un mayor riesgo de arierosclerosis y de cardio- patias coronarias, tema que analizaremos después de ‘ste capitulo, €¥ que hay con estar en la parte superior de la jerar- ‘quia que produce efectos positivos? Sapalsky llegs a la conclusién de que se trata principalmente de los benefi- ios psicolégicos de contar con la posibilidad de prede- Giry controlar los eventos de vida propios. Parte de estos Gatos se recopilaron durante los aos en les cuales un gran niimero de machos babuines se hallaban en la parte superior de la jerarqufa, sin un “ganador” def- nrido. Aungue estos machos dominaban al resto de los animales del grupo, se atacaban consiantemente unos a otros. En estas condiciones, manifestaban perfiles hor- maonales en buena medida como los de los subordina- dos. Por tanto, el dominio, combinado con la estabili- dad produjo perfiles hormonales 6ptimos de estrés. Sia embargo, el factor més importante en la regulacion de Ia fisiologia del estres parece ser una sensacion de con- trol (Sapolsky y Ray, 1989), un hallazgo confirmado fuertemente en investigaciones subsecuentes (Kemeny, 2003). Fl control de las situaciones sociales v la capaci dad para afrontar cualquier tensién que surja recorre un gran camino hacia la mitigacion de los efectos a largo plazo del estrés. Les babuinos de a parte superior dea jararcuft soil tenen un sentido de lee problemas y martener a Porque peieen oto Conse! sobre el acevo al abrento,alos sti de deccanco yas para preditbildad y contol que es permite afer [hue fiicaos Ge a parc inferior alfen le sntoreas dl ext Estrés, ansiedad, depresion y excitacion Si ya leyé usted los capftulos sobre los trastornos de an- siedad, del estado de énimo y trastornos psicoldgicos re- lacionadas, puede llegar, no sin razéa, a la conclusi6n de que los sucesos de vida estresantes en combinacion con las vulnerabilidades psicol6gicas, como un sentido de control inadecuado, son un factor determinante en os trastornos psivolégicos y fisicos. ¢Hay alguna rela- cidn entre los trasiornos emocionales y fisicos? Al pare cer, hay una relacion muy estrecha. George Vaillant (1979) estudié a més de 200 alumnos varones de se- gundo curso de la Universidad de Harvard entre 1942 v 1944 que gozaban de buena salud mental y fisica. Por mais de 30 afios llew a caboun scguimiento minucioso de ‘estos hombres. Los que desarrollaron trastomos psicol6- gicoso gue estaban bajo un intenso esirés se enfermaban ‘de manera crénica o fallecfan a una tasa significativa- mente més elevada que los hombres que permanecieron, ‘Sento de convo! o capacidadde atontemionto ‘Trastornos fisicas y psicologia de Ia salud 267 bien adaptados y libres de trastomos psicolégi- cos, un hallazgo que ha sido confirmado en. forma repetida (por ejemplo, Katon, 2003). Esto sugiere que los mismos tipos de factores psico- égicos relacionadas con el estrés que contribu- yen a los trastornos psicolégicos tal vez también ‘coadyuven al desarrollo posterior de los trastor- nos fisicos, y que el estrés, la ansiedad y la depre- sién tienen una relacién estrecha. ¢Podria decir cual es la diferencia entre saciones de estrés, ansiedad, depresion y excita- ‘Cl6n? Quizd considere que esia pregunta “no re- presenta mayor problema’, pero estos cuatro estados tienen mucho en comtn. Que usted ex perimente uno u otro tal vez dependa de su sen- tido de control en el momento 0 de qué tan bien sienta que puede afrontar la amenaza o el desa- ‘ho presentes (Barlow, 2002; Barlow, Chorpita y Turovsky, 1996; Barlow, Rapee y Reisner, 2001). nla figura 7.2 se aprecia este continuo de emo- cciones que van de la excitacién a la depresi6n, pasando por el estrés yla ansiedad. Considere la forma en cémo se siente cuando esté excitado. Podria experimentar pal- pitaciones, una oleada stbita de energia o un nervio: sismo que se refleja en el estémago. Sin embargo, si cuenta con buena preparacién para el reto, digamos, stesusted un aileta, con grandes dotes para el deporte y conta en su capacidad, 0 st es usted un musico es se- guro que se desempefiara en forma excepcional, tales Sensaciones de excitacién pueden ser en realidad pla- centeras, Algunas veces cuando se enfrenta a una tarea desa~ fiante, uno siente que podria manejaria si sélo contara con el tiempo o la ayuda necesarios, pero como no siem- pre se dispone de tales recursos, solemos sentimos pre- sionades. En respuesta, tal vez trabajemos con més ahinco, pare hacerlo mejor y legar a ser perfecio, aun cuando pense que al final todo estard bien, No obstante, si usted se encuentra bajo demasiada presién, tal vez se ponga tenso ¢ ieitable o le dé dolor de cabeza o se lerevuelva el estémago. Asi-es como se experimenta la tensi6n 0 es- trés, Si algo es realmente amenazador y cree que hay Figura 7.2. Respuescasa amenaraey desifios. Nue:tras emociones esclan alo large de un continuo que ve dela depresion an ex- Gon, pasando por la ansiedad y el etrés, odo esto suhordinado en parte 2 nuestro sentido de control y nuestra capaciéad de Sfroncarbento (De Masce-ing Sress 2001: A Lifestyle Approach, por D.H. Barlow. R.M. Rapee y LC. Reisner 2001. Copyright © 2001 or Amarican Health Publishing Co.Reproducido con permizo) 268 Capitulo 7 poco que pueda hacerte al respecto, quizé experimente ansiedad. Lasituactonamenazadora podriaser cualquiercosa, desde un ataque fisico hasta hacer el ridiculo frente aal- guien. A medida que su cuerpo se prepara para el desa. fio, usted se preocupa cada vez més. Su sentido de con- trol es considerablemente menor que siestuviera tenso. En algunos casos, tal vez no se trate en absoluto de nin- guna situaciéa dificil. En ocasiones, experimentamos ansiedad sin ninguna razén, salvo por el hecho de que sentimos que ciertos aspectos de nuestra vida se hallan fuera de control. Por ultimo, los individuos que siempre perciben Ia vida como amenazadora quiza pierdan la es. peranza de tener e! control en algtin momento y entren enunestado de depresién, sin tratarya de afrontarlo, En resumen, Ia fisiologfa subyacente de estos esta: dos emocionales particulares es mas menos similar. Es por elo que aludimosa un patron similar de activa- ci6n simpatica y de neurotransmisores v neurohormo- nas especfficos al analizar la ansiedad, la depresién y los trastomnos fisices relacionados con el estrés. No obs- tante, los factores psicolégices, en concreto, un sentido de control y confianza de que podemos afrontar el estrés (© los retos llamada autoeficiencia por Bandura (1986), parece diferir y. por ende, conducir a sencaciones distin. tas (Taylor y colaboradores, 1997), Estrés y respuesta inmunologica ¢Ha tenido un resfriado durante los ultimos meses? eCémo lo contrajs? Alguien estornudé junto a ustedes tando en clase? La exposicgn al virus del resfrado cs un factor necesario para contagiarse, pero el nivel de estes que expermente en ese momento parece desemperar una funcién importante en si la exposicién tendré por consectencia un resfiado, Sheldon, Cohen y colabors dores (Cohen, 1996; Cohen, Doyle y Skoner 1999; Co- hen, Tyrell y Smith, 1991, 1993), expusieroa a sujetos voluntaries 4 una determinada dosis de virus del res- friado y se les sometié a un sezuimiento minucioso. Descubrieron aut las probabilidades de que un sue jeto se enfermara se relacionaban on forma directa con Ta centidad de estnés que habia experimentado durante laktimo ano. #n un estudio posterior, Cohen y colabo- radores (1995) relacionaron la intensidad del estrés y el afecto negativo en el momento de la exposicién con la intensidad posterior del resfriado, conforme a medicio- nes de producci6n de macosidad. Cohen, Doyle, Tames, Alper y Skoner (2003) han demostrado tambien que lo Estudio de tos efectos de las emociones en ta salud fisica “Tas personas con los niveles mids bajos de socicbrilidad, tienen mavor probabilidad de resfriarse. mientras que las personas con los niveles ids ahos de sociabilidad, tienen menor probabilidad de desa- rrollar rn resid.” soctable que sea usted, es decir, la cantidad y calidad de sus relaciones sociales, afectard el que se resfrie al expo- nerse al virus, quiz porque socializar con amigos di minnye el esirés. Estos estudios se hallan entre los pri meros bien controlados que se han realizado para demostrar que el estrés y les factores relacionados at ‘mentan el riesgo de infeccion, Piense en su tltimo examen, ;Estaba usted res- friado (o su amigo mas cereano en el campus)? Se ha de mosirado que los poriodos de exdmenes son estresores que generan un aumento en as infeeciones, en particu. Jar de las vas respiratorias superiores (Glaser y colabo- adores, 1987, 1990). Por tanto, sies usted susceptible a los resfriados: tal ver le convenga exentar matersas 0 (po presentarse a los eximenes finales! Una solucion més realista es aprender a controlar el estrés que se expert- menia antes y despues de los examenes. Es casi sezur0 que el efecto de la tensién en la susceptibilidad a las in- fecciones esté mediado por el sistema inmunolégico, cl cual protege el organismo de cualquier agente ex. temo que pudiera entrar cn €l Las Investigaciones que se remontan alos informes originales de Hans Selye (1936) demuestran los efectos perjudiciales del estrés en el funcionamiento del sis- tema inmunol6gico, Los seres humanos bajo esiré> ma nifiestan con claridad mayores tasas de enfermedades infecctosas, entre las que se cuentan los resiriados, el hezpes y la mononucleosis (por ejemplo, Cohen y He: bert, 1996: Vander Plate, Aral y Magder, 1988). Las prue- Jas directas vinculan un gran riimero de sitaaciones es trosantes con un fancionamiento menguady cel sistema Jnmunologico, ineluidas las dispatas manitales o las d- ficultades en las relaciones (Kiecolt-Glaser, Malarke Cacioppoy Glaser, 19$4; Kiecolt-Glaser'y Newton, 2001; Uchino ycolaboradores, 1999), la pérdida del empleo y ¢lfallecimiento de un ser querido (Irwin, Daniels, Smith, Bloom y Weiner, 1987; Morris y colaboradores, 1994; Favalko, Elder v Cipp, 1993) ‘Ya hemos apuntado que los trastornos emocionales pparecen hacemos mis susceptibles a desarvollartrastor- nos fisicos (Katon, 2003; Vaillant, 1979). Suponemos ‘que esto se debe al efecto de los trastornos emocionales enel sistema inmunologico. Abora hay pracbas directas ‘que indicanque la depresion menguael funcionamiento Gel sisiema inmunolégice (Herbert y Cohen, 1993; Stone, 2000; Weisse, 1992), en particular en los de edad avanzada (Herbert y Cohen, 1993; Schleifer, Keller Bond, Cohen y Stein, 1988). Carol Silvia Weisse (1992) ssugiere que el nivel de depresién (y quiza el sentido sub- yacente de falta de control que acompana 2 la mayeria, de Ins depresiones) es un factor més indluyente en la ‘mengua del funcionamiento del sistema inmunolgico elo que son lossucesos devida estresantes como la pér- ida del empleo. La depresion también puede conducira tun mal cuidado personal ya una tendencia a entregarse a condluctas de mayor riesgo. Para los seres humanos, como para los monos babuinos de Sapolsky, la capac dad de mantener un sentido de control sobre los aconte- cimientos dela vida talvezsea una de lascontribuciones psicol6gicas més importantes alabuena salud. En la mayor parte de los estudios en los que se ha abordadole tensionyelsistema inmunoligicy, se exa- ‘mina algun estresor sibito 0 agudo. Sin embargo, el estrés crénico quizé sea més problemiatics porque los fecios son, por definicién, de mayorduracion. En 1979, en Three Mile Island, cerca de Harisburg. Pennsylva- nia, la planta nuclear sufrié una fuga parcial. Muchos residentes temian que cualquier exposicién alaredia- Cidn que pudiesen haber sufrido les causara cancer u biras enfermedades. y vivieron coneste temor por mu- hos afios. Mas de seis afios después de la fuganuclear, algunos de los individuos que estuvieron enel res du Fonte la crisis atin presentaban un funcionamiento menguado en el sistema inmunologico (McKinnon, Weisse, Reynolds, Bowles y Braum, 1989). Seinformé un resultado similar en personas que se ocupaban del Cuidado de familiares con enfermedades erénicas, como pacientes con lacnfermedad de Alzheimer (Rie: laser, 1987). + a forma en que nos protege el sis- tema inmanol6gico tenemos que comprender en pri- yer término emo faneiona, Haremos un breve reco- Dor dicho sistema y nos servicemos de la figura 7.3, gufa visual, nego examinaremos los aportes psi- cos a la Biologia que han hecho dos enfermedades dacionadas en forma estrecha con el funcionamiento 1 sistema inmunolégico: el SIDA y el efncer ‘Cémo funciona el sistema inmunolégico El sistema inmunolégico identifica y elimina Jos mate: Hales ajenos al cuerpo, Ilamados antigenos. Estos puc- den ser cualquiera de una gran cantidad de sustancias, por lo comin bacterias, virus 0 parisitos, Pero el sis {ema inmunolbgico también se concentra en las céhulas propias del organismo que se han vuelto anormales 0 ue han sufrido algun dano, quiz4 como parte de un t= mor maligno. Los érganos donados son ajenos, y por tanto, el sistema inmumnol6gieo los ztaca huego del irans- plante; en consceuencia, es necesario suprimir el sis ‘ema temporalmente después de la cirugfa ‘Trastarnos fisicos v psicologia dela salud = 269 El sistema inmunolégico consta de dos partes prin- ipales: Ja rama humoral, la celular, y hay clases espect- ficas de células que funcionan como agentes de ambas. Los glébulos blancos, llamados leucocitos, realizan la mayor parte del trabajo, y de éstos hay varios tipos dis- tintos. Los macréfages pedrian considerarse entre las, primeras lineas de defense del organismo: rodean alos antigenos identificables y los destruyen. Tambien se co- munican con los linfocites, que consisten en dos gru- pos: las células B y las células T. ‘Las células B operan dentro de la parte humoral del sistema inmunol6gico, liberando motéculas que bascan. a los antigenos en la sangre y otros fluidos corporales con el propésito de neutralizarlos. Las oélulas B gene- ran moléculas may especializadas lamadas inmuno- slobulinas que actdan como anticuerpos, y las cuales se combinan con los antigenos para neutralizarlos. Una vez realizada la neutralizacion de antigenos, se crea un subgrupo denominado eéiulas B de memoria, de modo gue cuando vuelva a aparecer el antigeno, Ia respuesta del sistema inmunolégico sea incluso mae veloz. Esta accion es la que explica el éxito de las vacunas que tal ‘vex haya recibido usted para las paperas o el sarampion cuando era nifio. La vacuna contiene en realidad una pequefia cantidad del organismo objetivo, pero no tanta Gomo para hacer que nos enfermemos. Su sistema i munologico “recuerda” a partir de entonces este antf- “Autoeficencia Peccepcéa de ueunoticaclacapacidad par Sistems inmunolégico Primera lines de defense Coast —— cotuias a —@ 86 =< 4 uprima neyietin Cliuse datmsriora Tnrmunsiégiea eenden aura cesiusee de artigirmenes Figura 7.3. Esquems del sistema inmunoiogie. @-- eo ax = i Pegerania ura lnmanogle eutalzacion ee co losatigenos ‘etigeno 270 Capitulo 7 geno y le previene a usted de contraer la enfermedad cuando esté expvesto aclia, Ellsegundo grupo de linfocitos, llamado célalas 7, Actia en la rama celular del sistema inmunclozico Es. fas eélalas no procucen anticuerpos. En realidad, hay: Ssubgmapo, las células T asesinas, que destruyen en directa a las infeceiones virales y desarticula los jeancerigenos (Borysenico, 1987; O Leary, 1990; 1988). Cuando se completa el proceso. se crean ‘Tdememoria para acelerar futurss respues” Bsal mismo antigeno. Otros subgrapos de células T Ayudan.a regular el sistema inmunldgico. Por ejemplo, Jas células T4 se llaman celulas T de ayuda porque a. ‘meni la respuesta del sistema inmunolégico al coma. nicara las células T un mensaje para que produzcan an. ticuerpos y que transmitan a otras cdlulas T el de destruir al antigeno, Las eélulas T supresoras eliminan, 1h produccién de anticuerpos de células B cuando ya no son necesarias. Deberiamos tener dos veces més othilas T4 (de avuda) que células T supresoras. Con demasiadas edlu- ]as Té el sistema inmunolégico reacciona en exceso y areca secmeles delcierpoen hips Figwn 74 Rien pcr mado ds beaks prs unr cokes antigens. Cuando esto sucede, tenemos lo que se facorar polos ork spencony shoei ean ee fftomina una enfermedad autoinmmumolégica, como medues medias fr el seca lnvrclopion for sera {a artritis reumatoide. Con demasiadas célules Tsu- fleas se orarean en una soladreeion deter racecar en resoras, al cuerpo esti sujeto ala invasion de una gran _col¢geas& fa enfermedad No se ssoc uns fade sear nee fantidad de antfgenos. El virus de inmunodeficiencia (De Cohen y Herbert 1996) (NC= Sstema Nervioce Cena), humana (VIH) ataca de manera directa a las células T de ayuda, linfocitos fundamentales tanto para la inrmuni- Cambios conductuales en respuesta a los sucesos gad humoral como celular, lo cual debilita en forma _estresantes, como fumar mucho » males Lakin one graveal sistema inmunolégico y ocasiona el SIDA menticios, también pueden suprimir al sistema nm Hasta mediados de Jos afios 70, la mayoria de los nolégico (véase la figura 7.4.) ientiicos erefan que el cerebro y el sistema inmunol6 gico funcionaba en forma independiente uno de otro, Sin embargo, en 1974. Rober: Ader y colaboradores, QQBRNCO Meester aul (por ejemplo, Ader y Cohen, 1975, 1993) hicieron un dione de voniestrombroso. Con ayuda de un para Balle Sus 6onocimienios soles el sigtemsa: a diene de condicionamientp casio, dieron agua edul- | aaltepet gue eolnetan lo crate au junio con un ammo auesupine css. [Gala SOR GIR GE tema inmunoliice Lvero, Ader Cohen demostraon _“rafagos (8) eaulasB, (0 inmunoelobulnay, Gh que.con slo dara lox mismos rocdores agus com sabor dulas B (0) vec. dules = productan cambios imilaresenel sistema in. egies Tasesinas: (¢ehilae7 ‘unoligico. En otras palabras, las ratas aprendieron™ HM oe oe (Pormetio de condicionamentocésco) arespondcral |‘ BRU EGNOde ei Teche camee ee gua, suprimiendo su sistema inmunoligice, En la ac- =e tualidad sabemos que hay oe has conexiones ae el Spe aps da aoa Se sistema nervioso y el sistema inmanologico, Por ef eecotito qué redea a los antigenos , existen terminaciones nerviosas en muchos tejidos Se al sistema iamunologico, entre ellos el timo, los tan. alos initicos yla méciula 6sca. Estos halls har ge- tu MU Eampo conocido como psiconeuroim. munologia (PNI) (Adery Cohen, 1993), lo cual significa, fencillamente que au objeto de estudio io representan Jas influcacias psicolégicas en las Tespuestas neurologi- cas asociadas con nuestra respuesta inmunoligica. Co. hen y Herbert (1996) ilustran las rutas por medio de las ‘cuales los faciorespsicolSgicos sociales inflaycn cx el fancionamiento del sistema inmunol6gico. Ya se han deserito las eonexiones directas entre el cerebro (sis. tema nervioso central) y el eje HYPAC (hormonal) y el sistema inmunelézico, ‘Trastornos fisicos y psicologia de la salud 271 Efectos psicosociales en los trastornos fisicos a Describa las relaciones entre el estrés y la enfermedad cardiowasculay, 1 SIDA y el cancer. 1 Defina los dolores erénicos y agudos y sus cerusas potenciales Con una mayor comprensién de los efectos de los facio- es emocionales y conductuales sobre el sistema inmu- ‘nologico, ahora podemos examinar cémo estos factores Influyen en Jos trastornos fisicos especifieos. Comenza- remos con el SIDA, SIDA ‘Los estragos de la epidemia de SIDA han hecho cue esta ‘enfermedad sea la prioridad més imporsante de nuestro Sistema de salud publica En el afio 2000, el niimero to- tal de personas alrededor del mundo con VIH sc esti- haba on 34.3 millones. Para finales del 2003, la cifra era de 40 millones, con cinco millones de nuevos casos tres millones de decesos sélo en 2003 (Stephenson. 5003). Se estima que en las regiones de mayor inciden Gian Sudéfrica, entre 20 y 40% de la poblacion adulta, Son VIH positivos. Adem, se esté diseminando con rie pidez en las regiones densamente pobladas dele India y China, donde se espera que aumente la prevalencia de “unos cuantos miles’ en 2000 a 10 millones en 2010 (China U. N. Theme Group, 2001; Schwartlandes, Gar- heft, Walker y Anderson, 2000; Steohenson, 2003). ‘Ga ver que la persona se infecta con el VIH el curso dela enfermedad es vatiable. Después de varios meses a Sarios aiios sin ningtin sintoma, los pacientes quizé pre- Senten problemas de salud menores como pérdida de peso, ficbre y sudoracién noctuma, sintomas gue coms: Flusen la condicidn conocida como complejo relacio- fado con el SIDA (CRS). Un diagnéstico de SIDA mismo no se hace, sino hasta que aparece alguna de las Hiversas enfermedades graves, como neumonfa neumo- Gistiea, cncer, demencia 0 sindrome de agotamiento, En cuyo caso el organismo, literalmente, se atrotia. El periodo promedio del inicio de la infeecion al desarrello BAI SIDA verdadero se ha calculado que oscila entre 7.3 $10 0 més afios (Moss y Bachett, 1989; Pantaleo, Gra- iosi y Fanci, 1993). Aun cuando la mayorta de la gente zen SIDA muere al afio de diagnosticeda la enfermedad, Justa 15% sobrevive cinco o més afios (Kertzner y Gor nan, 1992). Hastahace pocolos cientificos elinicas des Frollaron nuevas y poderosas combinaciones de farma- fos conocidas como terapia antiretroviral sumamente Setiva (TASA) que al parecer suprimen el virus en Jos in~ fectados con el VIH, aun en los casos avanzados (recht, Breitbart, Galietta, Krivo y Rosenfeld, 2001). ‘hunque éste es un desarrollo esperanzador, no parece Ser una cura, Ya que las pruebas mods recentes sugieren Gquc el virus pocas veces, i acaso, se elimina y mds bien ermancee latente en unos cuantos casos, asi 10S Pa- Premics infectados sc enfrentan a toda 1sna vida lena de tltiples farmacos (Cohen, 2002). También, es muy ele vado el porceniaje que suspend Ia terapia antirretrovi ral debido a cus severos efectos secundarios, el cual en Imestudio era de 61% (O'Brien, Clark. Besch. Myers ¥ Kissinger, 2003). Auin mids descorazonador es el hecho de que las cepas de VIH que resisten a los férmacos hora se estén transmitiendo, Debido a que el SIDA es una enfermedad relativa- mente nucra, con una latencia de desarrollo muy larga, dan seguimos aprendiend de los factore: relacionatles, fntre ellos los posibles faciores psicologicos que am- pllan la supercivencia (Kennedy, 2000). Los investiga: Gores identificaron aun grupo de personas que se han Expuesto en forma continua al VIH, perono han con- fraido el SIDA. Una distincién importante de estas per- Sonas es que su sistema inmunologico, en particular la roma celular. es muy fuerte y resistente (Ezzel, 1993) Por conziguiente, las tentativas por estimular el sistema Inumunelogico tal vez contribuyan a la prevencién del SIDA. “influyen acaso ls factores psicolégicosen la evolu. ceién del SIDA? Saberquesetiene una enfermedad termi: Sal incurable es sumamente estresante para cualquiera. "Yesto le sucede a diarioalos individuos infectados con el Vi. El estrés de saber que se es portador del virus del SiDAes algo devastador. Antoni y colaboradores (1991) estudiaron los efectos de admintstrar un tratamiento elcosecal de reduccion del estrés a un grupo de indlvi- Bios que crefan tener el VIE, durante las semanas pre~ Vlas a su cvaluacion. La mitad del grapo recibié el pro; rama de reducci6n del estrés; la otra mitad recibi6 el Sridado médico y psicoldgico acostumbrado. Lamenta- blemente, muchos de los individuos de este grupo resul- taron VIH positivos. ‘Sin embargo, quienes se sometieron a los proce ientos psicosociales de reducei6n del estrés, adiferen- Gia de sus contrapartes, no mestraron incrementos sus- fanciales de ansiedad y depresion, Ademsés, y lo que es nds importante, en realidad manifestaron incrementos a ‘Enfermedad autuinanme. Condicién enla cual el sistema in aa giee del cacrpo etasaalefido sanoen lugar dea losantt get0s. “Aricitisreamatoide. Efe degenerative ena heatacaash 272 Capitulo 7 en el funcionamiento de su sistema inmunolégico de acverdo con las mediciones de indicescomo eldecélulas ‘T de ayuda, inductoras (CD4) y células asesinas nature- -s. Ades, los participantes en el programa de reduc- cién de estrés presentaron disminuciones significa deanticuerpos contra dos virusdel herpes, logue sugiris tuna mejorfa del funcfonamiento del sisiem inmunol6- xgico (Esterling y colaboradores, 1992). Esto es impor- tante porque los virus del herpes se relacionan muy es- trechamente con el VIH y parece estimular la activacién de las células infectadas ¢on el VIH, lo cual produce una diseminacién mds répida y mortal del virus del VIAL Con todo, lo mas esperanzador de este estudio fue que el se- guimiento demostré un menor avance de la enfermedad en el grupo de reduccién de esirés a los dos aos (Iron- sony colaboradores, 1994). Un estudio més reciente ha confimade que los altos niveles de estrés y el bajo apoyo social estan asociadas con una progresion mas répida a In enfermedad en un grupo de hombres infectados con \VIH sin SIDA sometidos a un seguimiento de 75 afios (Leserman y colaboradores, 2000). No olvide, sin embargo, que los sujeios en el estudio de Antoni y colaboradores (1991) se hallaban en una clapa temprana asintomitica de la enfermedad. Impor- tantes estudios subsecuentes sugieren que el mismo programa cognitivo-conductual de manejo de estris tal ‘vez surta efectos positives en dl sistema inmunolégico de los indlividuos gue ya son sintometicos (Antoni ¥ co- laboradores, 2000; Lutgendorf y colaboradores, 1997), En concreto, el programa de intervencién disminuyé signifcativamente la depresién y Ja ansiedad en compa. racién con el grupo de control que no recibié el trata~ miento. Goodkin y colaboradores (2001) informaron ‘que un tratamiento psicoldgico de 10 semanas amorti- gud significativamente el aumento de la carga viral de VIE, lo cual es una prediceién poderosa y confiable de la progresién a un SIDA completo, en comparacion con el grupo de control, Por tanto, aun en la evolucién sinto- matica de la enfermedad del VI, las intervenciones psicosociales tal vez no s6lo mejoren el ajuste psicol6- gico, sino también influyan en el funcionamiento del sistema inmunolégico, y este efecto puede ser muy du- radero, ‘Es muy pronto alin para decir si estos resultados se- rrin lo bastante s6lidos © constantes como para que se traduzcan en un mayor periodo de supervivencia de los pacientes con SIDA, si bien log primeres resultados de Tronson y colaboradores (1994) y Antoni y colaborado: 's (2000) sugieren que st podria’ ser, Apoyo y educacién en el cancer de mama: “Las magjeres que tentan baja autoestiraa, un conirol eorpo- ral bajo, un sentido de control deficiente y una 4 en casa eran Ia mayor probabil Giarse de una i educativa” Pero observe quealgunosestudios anteriores de-los procedimientos dereduccicn del estrés en los pacientes con SIDA noencontraron ningtin efecto sobre otros s- pectos del sistema inmanol6gico (por ejemplo, Coates, McKusiek, Kuno y Stites, 1989). Si el estes y las varia bles relacionadas son clinicamente sigalficativas a la respuesta inmunologica en los pacientes infectados con VIH, de acuerdo con bo sugerido porlronson y cola- boradores (1994) y Antoni y colaboradores (2000), en tonces las intervenciones psicosociales para reforzar al sistema inmunoldgico podsvaaumentarlas tasas de Si- pervivenciay, en el 4nimo mas optimista,evitar el lento deterioro del sistema inmunolbgico (Kennedy, 20 Kiecolt-Glaser y Glaser, 1992). Estas intervenciones rian particularmente importantes para las mujeres y Jas minorfas, gue a menudo enfrentan numerosos es tresores en si entomo y cuentan con menos medios de afrontamiento (Cohn, 2003; Brown, Lourie yPao, 2000 Schneiderman, Antoni, Ironson, LaPerriere y Fletcher, 1992) Aunque los procedimientos de reduccién del estrés invluyen de manera directa en el proceso de la enferme- dad, quiza mediante el sistema inmunol6zico, no esta claro por qué son eficaces, Entre las posibilidades se en- cuenta el hecho de quellos procedimientos para reducir cl estrs tal vez den a los pacientes tn mayor sentido de conirol, disminuyan su desesperanza, constituyan res- puestas de afrontamiento activas, modifiquen les cogni- ciones negativas, les ayuden a valerse de las redes de apoyo social de moclo mas efcaz o bien alguna com nacién de estos factores (Uchino, Cacioppo y Kievolt= Glaser, 1996; Uchino y colaboradlores, 1999), No cono- ccemos la respuesia, pero hay pocas areas de estudio en la medicina conductual y la psicologia de la salud que sean mas urgentes Cancer Entre los desarrollos mas inconcebibles del estudio de Jas dolencias y las enfermedades se halla el descubri- miento de que el desarrollo y el curso de diferentes va- Hiedades de edimcer estn sujetas también a influencias psicosociales (Williams y Schneiderman, 2002). Esto ha dado origen a un nuevo campo de estudio llamado psi- cooncologia (Andersen, 1992; Andersen y Baum, 2001 Antoni y Goodkin, 1991: Greer, 1999). Oncologia signi- fica el estudio del edncer, David Spiegel, un psiquiatra de la Universidad de Stanford, y sus colaboradores (1989) estudiaron a 86 mujeres con cancer de mama avanzado con metastasis a otras areas del cuerpo, ¥ se esperaba que fallecieran en un lapso de dos afos. Bs evi- dente que la prognosis era mala. Aunque Spiegel y cola boradores ienfan muy pocas esperanzas de combatir la enfermedad, pensaron que tratando a estas pacientes por medio dela psicoterapia de grupo al menos podrfan aliviar algo de su ansiedad, depresion y suftimiento. ‘Todas las pacientes recibieron un cuidado médico rutinario para el edncer. Ademés, 50 (de las 86 pacien {es) se reunievon con su terapeuta para recibir la psico- terapia una vez a la semana en grupos pequenos, Para sorpresa de muchas de ellas, incluida la de Spiegel. el tiempo de supervivencia de las asistentesa la terapia de ‘grupo fue significativamente mayor que las del grapo decontrel que no recibieron la psivoterapia, pero que se (CAs de cincer de mar. habian benefictado de otra forma del mejor euidado mé dico disponible. De hecko, ¢l grupo que recibis la terapia vivi6 dos ‘veoes mas, en promedio, (aproximadamente tres afios) {gue el grupo de control (alrededor de 18 meses). Cuatro ‘anos despues de comenzar el estudio, uns tercera parte de las pacientes bajo terapia aun estaban con vida y to- Sas las pacientes que recibieron el mejor cuidado mné- Gico sin terapia habfan fallecido (véase la figura 7.5). Posteriormente, un anslisis que se repiti6 con cuidado del tratamiento médico recibido por cada grupo revels ‘que no habia ninguna diferencia que pudiese dar cucnta de los efectos del tratamiento psicologico (Kogon, Bis- Probabilided de supervivencia ‘Trastornos fisicos y psicologia de la salud. 273 ‘was, Peatl, Carlson, y Speigel, 1997). Estos hallazgos no Significan que las intervenciones psicolSgicas curaron cancer avanzado, 10 afios, slo ies pacientes del grupo de terapia sobreviven todavia, Spiegel y colaboradores (1996) demostraron mis tarde que st tratamiento puede ponerse en pricica con felativa senciller.en las elfmicas oncolbgicas de cual- ‘uier parte, lo cual resulta necesario si es que el rate- sniento va a ser realmente de utilidad, Ahora se llevan a Cabo ensayos clinicos en los que participan muchos pa- Gentes con edincer afin de evaluar de manera més minu- ‘losa los efecios de la prolongacién y mejoramiento de {a vida con os tratamlentos psicosociales para cl cancer. Tino de esos estudios confirm6 que los tratamientos psi cologicos redujeron la depresion y e! dolor yaumenta- fon el bienestay, pero fracasaron en replicar los efectos derealce de la supervivencia del tratamiento (Goodwin y colaboradores, 2001). Ast pues, se puede decir con se- guridad que el juicio sigue acerca del efecto especttico Acestos tratamientos en el reaice dela supervivencia Bl éxito inicial de estos tratamientos al menosen al gunos estudios ha generado un gran interés por saber la forma exacta en que pueden funcionar (Anderson y Baum, 2001), Lasposibilidades abarcan mejores habitos desaltd, un apego més estrechoal tratamiento medico, J un mejoramiento del funcionamiento endocrino v la a re ‘Céncer. Catezoriadeuna condicion medica a menudo fata gue crecanientoanonmals inigio deltas, Jooplucona IMeses desde a acmision on el estudio sla muerte Figura 75 I Periodo de supervivencis para mujeres con chncer de mama varzado,En tn eft dia de mujeres traradas de cincer de mama avanzado, les invesogadores descubrieron que hs rou jones de un grupo de tratamiento (N? “que recibieron inte-vencion psicosocal sobrevivieron por rr uempo aignifeatharsente més largo qe las mujeres que se hallaban en un grupo de concrol {14-35) sin samienespalcosocal Arconero.B=intervencén pacosocal (Adaptado e “fect of fyctotocalTeaenent on Survival of Psenee with Metastatic Breast Carcer” por D.Spigel, | A Bleom, H.Cokeramery E-Gothel, 1289, Lancer, |4,989-89. Copyrigh: © 1989 por The Lancer Ld (Reproducido con permiso). 274 Capituln7 respuesta al estrés, lo cual puede en conjunto mejorarla funcicn inmunoldgica (Classen, Diamond y Spiegel, 1998). Andersen, Kiecolt-Glaser. y Glaser (1994) han propuesto que hay factoressimilares que resulian impor. tantes, pero sélo destacaa los beneficios del aumento del ajuste social y el afrontamiento. Neat y colaboradores (1599) demostraron gue las habilidades para resolver problemas redujeron sustancialmente la angustia rela ‘Gonada con el cancer: Incluso hay pruehas preliminares de que existen factores psicoldgicos que quia contaibu yan no séloal curso, sino también al desarrollo del can- ‘ery otras enfermedades (por ejemplo, Stam y Stezgles, 1987). La percepci6n de una falta de control, respuestas de afrontamiento inadecuadas, sucesos devida abrama. doramente esiresantes 6 Is aplicacién de respuestas de afrontamiente inapropiadas (comola negacion), tal ver coadyuven al desarrollo del cancer (Antoni y Goodkin, 1991; Schneiderman y colaboradores, 1992: Williams y Schneiderman, 2002). Sin embargo, ia mayor parte de los estudios en los que se fundan estas conclusiones im. plican pruebas psicolégicas retrospectivas de personas que ya tienen cincer; se necesita prucbas mas solidas ‘para demostrar que tal vez contribuyan factores psicol6 ‘gicosa la aparicion del cancer. Los factores psicolégicos son también muy frecuen- tes enel tratamiento y la recuperacién del céncer en i fos (Koocher, 1996). Muchos tipos distintos de cancer cxigen procedinientos medicos agresivos ¥ dolorosos, ¥ elsufrimiento puede ser muy dificil de soportar, no sélo para los pequetios, sino también para los padres y quie nes proporcionan el cuidado médico Losnifios por lo comin forcejean y Horan en forma histérica, de modo que para completar muchos de los procedimientos hay que sujetatlos fisicamente. Su com Perramicnto no sélo interfiere con terminar de manera eficaz.los procedimientos, sino que el estrés yla ansie- dad asociadas con los procedimientos dolorosos repeti dos, en el proceso de la enfermedad, quizé ejerean st propio efecto perjudicial en el proceso de la enferme- dad. Los procedimientos psioldgicos disetados para rreducir el dolor y el estrés en estos nifios comprenden ejereicias de respiraciéa, ver peliculas acerca delo que sucede exactamente para eliminar la incertidumbre res- ecto del pracedimiento y ensayar esto iltimo con mu- fecos, lo cual en conjunio hace que las intervenciones sean més tolerables §, por consiguiente, mas afortuna- das para los pequefios pacientes (Hubert. Tay, Saltoun y Hayes, 1988; Jay, Flliott, O2olins, Olson y Pruitt, 1985; MeGrath y DeVeber, 1986). Buena parte de esta labor se basa en los esfuerzos precursores de Barbara Melamed y colaboradores, quienes demostraron la importancia ‘de incorporar los procedimientos psicolégicos en el cui- dado médico infantil, en particular en el caso de los ni los que van a someterse a cirugia (por ejemplo, Mela- med y Siegel, 1975). En cualguier caso, los psicologos pedidtricos ya emplean de manera més rutinaria estos procedimientos. Problemas cardiovasculares El sistema cardiovascular comprende el cori, los va- £08 sanguineos y los complejos mecanismnos de control ‘que sirven para regular su funcionamiento. Muchascosas pueden afectar este sistema y conducir-a una enferme- dad cardiovascular. Por ejemplo, muchos individuos, en particular los de edad avanzada, suftenapopleffas, ls, madas también accideates cerebrovasculares (ACV), que se deben a blogueos temporales dels vasos sangut, ‘eos que van al cerebro o aunaruptura delos vacos san guineos en el cerebro que tiene por consecuencia dasios cersbrales temporales o permanentes y perdida de fame cionamiento, Las personas que padecen la enfermedad de Raynaud pierden circulacion en partes periféricas del ‘cuerpo como los dedos de las manos y pies, lo cual los ‘hace suirir dolores y sensaciones continuas de frio endi- chas extremidades. Los problemas cardiovasculares ue recibenla mayor atcacion enla actualldad son la hiper. ‘ensidnyy las eardiopatas coronanas, las cuales aborda Temos en breve, pero antes consideraremos el caso de John. La preparaciinpsioldgca reduce el surimiento y facia a recupera- cin dels ios que se someten a crugia, Atos tiveles de ests personalidad tipo A + Stuaciones de ato nesgo de accidentes de ninos nexigercia anus + Male higiene dentalicuidado no frecueste + Exposicdn al sol + Male elced de relaionesiancyos + Riesgor ozvpacionalie Fuente: De "Pony Ga Medin’ por M Bir 1 cleboreres 17 Proetie Matic 9 (6) 951. Conroe © 290 8 Capitulo 7 todos para reducir las lesiones (Scheidt, Overpeck, Trif- Ieti y Cheng, 2000). Spielberg y Frank (1992) sekalan {que las variables psicol6gicas son eruciales para com, nicar practicamente todos los factores que condacen a las lesiones. Si bien no se han estudiado las contribucho, nes psicol6gicas sino hasta hace poco, ya estdn comer zando a recibir atencion. Un buen ejemplo es al trabajo de Lizete Peterson y colaboradores (por ejernplo, Peter, sony Roberis, 1992). Peterson mostr6 particular interes ‘en prevenir los accidentes en los nifios’ Las lesiones mua, tan a un niimero mayor de menores que las siguientes seis causas importantes de decesos de infantes com; nadas (Dershewitz y Williamson, 1977: Scheidt y cola: Doradores, 1995), sin embango, a mayorfa de las perso. nas, incluidos los padres, no piensan muchoven Ig Prevencién, ni tan siquiera en el caso de sus propios hit 408, porque por lo comtin consideran que las lesiones se deben al destino y, por tanto, no estd en sus manos evi. jatas (Peterson, Farmer y Kashani, 1990; Petcroon y Roberts, 1992) ‘Sin embargo, hay una variedad de programas de ef cacia comprobeda para preveniras lesiones en los nines (Skeet, Hammond, Jones, Thomas y Whitt. 2003). Por clemplo, a losnifiosseles ha ensefado sisteméticay ex ‘tOsamente cémo ponerse a salvoen caso de un incendig Gones y Haney, 1984), a identificar y reportar las emer, gencias Jones y Ollendick, 2002; Jones y Kazdin, 1980); 2 cruzar las calles con precaucién (Yeston y Bailey, 1978), montar en bicicleta con seguridad, y atender lee heridas como cortadas serias (Peterson y Thicle, 1968) ‘En muchos de estos programas, lo nifos que participay gn ellos conservaron por meses las destrezas de seguri. dad que habfan aprendido después de la intervensién, slemprey cuando se continuara con las evaluaciones, en Jamayor parte de los casos. Como hay pocas evidence de que las advertencias repetidas sean eficaces en lapre. vencién de las lesioncs, es muy importante que se hazan gefuerzos programaticos para modificar la conducn Sin embargo, todaviano existen tales programas en mu, chas comunidades Prevencion del SIDA En paginas anteriores documeniamos la aterradora Propagacién del SIDA, en particular en los paises en da, sarvollo. En la tabla 7.5 se ilustran algunas modalidacies de transmisién del SIDA en Estadlos Unidos. En les pat, ses en desarrollo, los de Africa por ejemplo, el contagio del SIDA est ligado casi exchasivamente al coito helen, semual con una pareja infectada (Center for Disease Control, 1994; World Health Organization, 2000). No existe ninguna vacuna para esia enfermesiad. La dnies gstrategia de prevencién eficaz es modificar cl compor, tamiento de riesgo (Catania y colaboradores, 2000), Es particularmente importante que existan progr: ‘mas completos.ya que la sola evaluaciGn para saber suns Persona es VIH positivo negative no lozra modificar mucho el compcrtamiento (por ejemplo, Landis, Earp y Koch, 1992).Incluso instruiraindividuosde alto riesgoes generalmente 10s0 para la modificacion de las conductas deriesgo (Helweg-Larsen Collins, 1991), Uno de los programas de modificacién conductual mis eficente se realiz6en San Francisco, Enla tabla 7.¢ semuestracudles fueron las conductasen las que se con Malo ees csl en ee SIDA entre adole See et Cao de poten sae Moin detons Cer a Contacto heterosexual isa Inyecdion ce na i emice an Otros 24 “leurs hemoftatanssores de sangre pera y spe no iformade 0 Keres Frome: De Ceres or Dense Contre (002), centr6 especificamentey cules fueron los métodosutilic zados para lograr el cambio conductual en diversos gr (Stall. McKusick, Wiley, Coates y Ostrow, 1986). En un Seguimientocn 1988, laincidencia hablabajadoa 17a 4.2%, respectivamemte en las mismas dos muestias (Ekstrand y Coates, 1990). Estos cambios no tavieron he, gat en grupos comparables enles que nose instituys un colaboradores, 1997) capacitaron a miembros populs, res y bien vinculados de la comunidad homosexual para que proporcionaran informacién e instraccion. Trae Pricticas sexucles arviesgadas se redujeron en tonne Sustancial en las cuatro ciudades en las que se aplied al programa, encomparacion con otras cuatrocidndes en las quesclose distribuy6 folletos educativos, La cuidadosa evaluacién de los grupes o individuas en menor riesgo demuestra que las practivas semialee de alto riesgo se redujeron en forma sustancial por me, dio de un programa completo de capacitacién coges 2 i Laprevalenie del SDA es elevaca en Afica donde estas mujeres to. ‘ian parte en ur cerernona para recordar'a quienes han faloces cebdo asa enfermedad, BYreyitoton “iformscien teers mesos trtrursotrelaorma en que se varsne vit Etetieamanns / fetes de cuca oe 0 aes Proparciorar mera edcatvo dar cases sore com se ‘eanamte dV ‘Serna sneer poet memati be a arsrsén + presencin deh Gatos de raat de ET, ce prea femary de Tetamlete de censors de dope: Distbur mater y madses 1 ideo sobre cémo se transite VEE ‘Oponcinescomuntarss ies, bes) Inet a conferenstasy boner disposiodn matera videos Carus de cris de antuees [sbirmatera sara a gnte sobre cémo se transite elViH Mociacién Proporcorar ejemelo: ds dfrenie czas deinuhidios a Inn inectado can dV Propuntar des bs paeres acer dolos fctores deneege ise tannin dl Recomercara lea padentes de ako ego que ve tagan anal Se antcaerpos pare VI Proporcon matetna los elecertes que © tanincado con IH (Dar eenglos de conrgufers Je aba) nfecados con el Hacer uo elucin minim oe ego deVH arnendara gers que ve haan ads de nt.zrpos ‘cota evi {Gar jersios ce cue los nchdues inetacos com eve sc sintares ales membros de civesy de cas orarizaioes Teles Exsefaraliepix aps ya usr condones epericdas Irmaraceta de tence de sexo sequrs dene 291 ‘Tiascornos fisicos y peicologia de Ia salad ado en una escala comuni De cheesy proyetersceoe per demas denen dl v0 9.0 Preporoonur cuts y prsintar modlos de tania da an. poe nyeccee de dogs leary ens ees de vev0 mis seco ce iyecisn de ‘opt curate ercunnror de meen conateros Dar cvs proyecar-wdeos Ge cease reccn Je rege ‘de SOA News Dnclparla elewad recuerdos conducasde aio nego Daal! demo de! aibico de que se mpartanclaes de sexo ris seguro se publique anand scbre ko de preevancs Informa Ios aadertes scbr as normas camunkaras reve Crean im de aceptacée dea gente otc con eH Dnuiprlas prcmmdnes de los estudartessbre la connie del sexo sare (Crearun anbiente de acest para las personas facta con eH lmparir des prover vides ob tones de redctign e ‘peigo de SIDA PobscalLegsacien Generar tarts y foment atin acerca del pales Prepugs per ue haya pati loves qua prevegan repagncen del Vi golew a os erudantsyaloraadimicor agus tabajon en gue Ye pera que aed sev tengaagar en ls cus isu duns enperldorns de condones oes santas puticos ernie que tab yen ls los niecadbs con VFL Mewar aos cents para que solcen espucon- risalaiones de Paaaninto adores ropigni por ees pola provecboss ‘Abog por m0 eh lapel) es lye cue propangan lz reaucon ce resgo de iH Propugrar pr a concenciad y lane dacrminacén ieteranbil 408 ote HY = nanan immunedeicency vrs: STD = sewaly vansmited dase Sure: From Srateges for Moding Sexi Behavior Primary and Secondary Preventen of HV Disease by I) Coates, 990, una ofConutng and Gina sco. 58 1) 57-49. Copy © 1990 by he Amentan Pycholugeal Assocation Rearnied with rms tivo-conductual de automanejo y el desarrollo de una red de apoyo social eficaz. Kelly (1995) ha desarrollado tun programa actualizado que se ajusta al individuo, sea joven de edad, hombre o mujer, citadino o rural, ¥ que one e] acento en ayudar a cada uno a que evaite el riesgo personal v a que modifique la conducta peligrosa (Kelly, 1995). El analisis de los factores que prevén la adopcién de pricticas de sexo seguro indica que los pro- zgramas de tratamiento deberfan concentrarse ea infur dir en los participantes un sentido de autoeficiencia y control sobre sus propias pricticas sexuales (Aspinwall, Kemeny, Taylor. Schneider y Dudley, 1991; Kelly, 1995; O'Leary, 1992), Resulta fundamental que estos programas se am- plien a las minorfas y a las mujeres, quienes con fre~ ‘uencia no se consideran a sf mismas en riesgo, quiza porque Ia mayor parte de la cobertura informativa de los medios de comunicacién se ha cancentrado en los homosexuales blancos (Mays y Cochran, 1988). En efecto, casi todas las investigaciones sobre la epidemio- Jogia y el historial natural del SUDA ha ignorado por mu- cho tiempo la enfermedad en las mujeres (Cohn, 2003; Tekovics y Rodin, 1992). En 2003, las mujeres dieron cuenta de 50% de nuevos casos de SIDA (World Health Organization. 2003). Un informe de los Centers for Di ease Control and Prevention indiea que las mujeres es- tén contrayeado el SIDA a uns tasa cuatro veces més ré pida que los hombres (Centers for Disease Control, 1994). Ademis, a edad de mayor riesgo para elas es en tae los 15 y 25 aiios de edad: el punto méximo de rieszo ppara los hornbares se halla entre finales de los 20'y princi- pios de los 30 anes. En vista de las circunsiancias tan distintas en que Jas mujeres se ponen en riesgo de contraer la infeccion de VIH, por ejemplo, le prostitucién en respuesta a las Privaciones econémicas, los programas de modifica. cién conductual deben ser diferentes para ellas de los desarrollados para ellos (World Health Organization, 2000). Tabaquismo en China Apesar delos esfuerzos del gobiemo de China por recu- cit el tabaquismo entre los ciudadaros, este pais cuenta con una de las poblaciones més adictas al tabaco del mundo. Alrededor de 250 millones de personas en China, £0% hombres, son fumadoras habituales, cifra 292 = Capicuto7 que fguala a la poblacién total de Estados Unidos. China consume 33% de todos los cigarrillos del mundo, y se calcula que el tabaquismo aniquilaré 2 100 millones de chinos en los préximos 50 aiios (Lam, Ho, Hedley, Mak y Peto, 2001) Unger y colaboradores (2001) informaron que 47% de los muchachos escolares chinos, del séptimo y no- vveno grados ~pero sélo 16% de jovencitas— ya han fu mado cigarrilos. En una tentativa temprana por legar a estos indisiduos, los profesionales de la salud se valie~ ron de los fuertes lazos familiares que prevalecen en China, y decidieron persuadira los hijos de los fumado- res para que intercedieran a favor de la salad de los pa dres. Para ello, levaron a cabo el estudio mis extenso informado ala fecha para tratar de modificar la con ducta y, as, promover la salud. En 1989 desarrollaron luna campefia antitabaquismo en 23 escuelas primarias en Hangzhou, capital de la provincia de Zhejiang. Los niftos llevaron a casa folletes y cuestionarios de antita- baquismo a casi 10.000 papis y mamas. Después escri- bieron cartas a sus respectivos paces en que les pedian ‘que dejaran de fumar, y presentaron informes mensua- les en la escuela sobre los habitos de consumo de tabaco dessus padres. Cerea de nieve meses después, se evalua ron los resuliados. Ciertamente, a intervenciéa de los ninos tuvo algin efecto. Casi 12% de los padres del grupo de intervencién dej6 de fumar al menos por seis meses. En comparacién, en un grupo de conirol for- mado por otros 10,000 hombres, la tasa de abstinencia fue aslo del 0.2%. Desde entonces, el goblerno chino se ha involu- ‘rado mas en los esfuerzos en la prevencién del taba- quismo. Un ejemplo notable es el intento Waban de pre vencién del tabaquismo, En este esfuerzo de salud pablica, les investigado- res de Estados Unidos y China estin colaborando para evitar el tabaquismo en mas de 5,000 adolescentes en Wahan yen el sur de California. En una investigacion inicial, Unger y colaboradores (2002) encontraron, de ‘manera sorprendente, que el fumar por parte de los pa~ dres y la disponibilidad de los cigarrillos eran factores de riesgo de la misma fuerza para los adolescentes, tanto en China como en Estados Unidos, v esto serfa un “objetivo principal en los programas de prevencién. Estudio de Stanford de tres comunidades Uno delos eshuerzos misconocidosy exitosos porreducir Jos factores de riesgo de enfermedades en la comunidad estadounidense ese Estudio de Stanford de tres comuni- ‘dades (Meyer, Nash, Medlister, Maccoby v Farquhar, 1980). Miés que reunira tres grupos de personas, estos in vestigadores estudiaron entre 1972 y 1975 a tres co. munidades completas en California central que eran razonablemente parecidas en cuanto a tamatio y tipo de residentes. El objetivo era la reduccién de los lacto- res de riesgo de cardiopatias cornarias (CC). Las con- ductas positivas que se introdujeron se concentraron en 4 tabaquismo, la presi6n sanguinea elevada y la redue- ‘cin de peso. No se realizaron intervenciones en Tracy, Ja primera comunidad, pero se recopil6 informacion de- tallada de una muestra aleatoria de adultes para evalar ‘lguier aumento en su conccimiento de los factores de riesgo, asi como cualquier cambio en dichos factores con al paso del tiempo. Ademés, los participantes de Tracy recibieron una ceveluacién médica de factores cardiovascalares. Los re- sidentes de Gilroy y parte de Watsonville fueron someti- dos a un bombardeo informative de los peligras de los factores de riesgo conduciuales de CC, la importaneia de reducir dichos factores y consejos ditiles sobre c6mmo hacerlo. La mayorfa de los residentes de Watsonville, la tercera comunidad, también tuvo una intervencién per- sonal en la que los asesores conductuales trabajaron con los habitantes de la ciudad, considerados como de alto riesgo de CC. A los sujetos de las tres comunidades, se les encucst6 una vez al afio por un periodo de tres ‘aftos después de la intervencion. Los resultados indica- ron que las intervenciones fueron marcadamente exito- sas en la reduecién de los factores de riesgo de CC en es- tas comunidades (véase la figura 7.9). Ademés, para los residentes de Watsonville que también recibieron ases0- ramiento individual, los factores de riesgo fueron sus- tancialmente menores que en el caso de los habitantes de Tracy, 0 incluso en Gilory y la gente en la parte de ‘Watsonville que sélo recibié el bombardeo afirmativo, y ‘sa conocimiento de los factores de riesgo fue sustancial- mente més alto, Si bien las intervenciones como el estudio de Stan- ford son costosas, en muchas comunidades de los me- dios de comunicacién estaa en la disponibilidad de do- nar tiempo para una tentativa tan digna de encomio. Los resultados demuestran que hacer un esfuerzo como éste, vale la pena pars los individuos, la comunidad y los funcionarios de salud piblica ya que se salvarin mu- cchas vidas y disminuirén los permisos por incapacidad en un grado que cubriré con mucho el costo original del programa, Desafortunadamente, la implementacion de este tipo de programa no se ha difundido, ‘= Contre oo racy Gilroy, selo medios ‘= Viatsorvile, solo medos = Viaisomvil,instruccidn exhaustva +0 : £ 2 § 3 i Figura 7.9 Ml Resultados del Exucio Stanford de wes come nidades, (De “Sls Training ina Cardiovascular Health Education| ‘Campaign’, por A). Mayer | D. Nash, A.L. McAlister, N. Mccoby y }¥Farqunar 1990, Journal of Consulting and Clirieal Psychol ‘gy, 48, 129-142. Copyright © 1580 por la American Psycholog- ‘al Association. Reproducido con permizo. ‘Compruebe sus conocimientos del tratamiento psicologico haciendo que concuerden os trata- ‘nientos con Tos escenarios cotrectos 0 aseveracio- nes: (a) biorretroalimentacién, (b) meditacion y relajamienio, (c) procedimiento de afrontacion “ cognitivo, (dl) negacién, (e) modificacion de con- ducts para fomentar la salud, (® Estudio Stan- ford de tres comunidades. 1. Mary a menudo se altera por cosas sin impor | tancia que hacen los demas. Su médico quiere © quesedé cuenta que su exageraci6n de estos su- 2. Karl parece no concentrarse en aada en el tra- Se siente demasiado estresado. Necesita ‘cémo restarle importancia a sus malos pensamientos para beneficio de su desempefio en el trabajo ala mayor brevedad. Resumen ‘Trastornos fisicos y psicologia de la salud 293 3. Ta presion sanguinea de Harry sube cuando se siente estresado. ‘Sumétio leh ens Factores psicoldgicos y sociales que influyen en la saiud * Los factores psicolégicos y sociales desempefian una funcién importante en el desarrollo y mantenimiento de cierto niimero de trastornos fisicos. ++ Han surgido dos campos de estudio como resultado del creciente interés por los factores psicologicos que coniribuyen a las enfermedades. La medicina con- ductual comprende la aplicacién de técnicas de las, ciencias de I conducta para prevenis, diagnosticar y tratar los problemas médicos. La psicologia de la sa- Tud es un subcampo que se concentra en los Factores psicolégicos asociados con la promocion de la salud y el bienestar, * Los Factores psicoldgicos y sociales quizé contriba- yan directamente allas dolencias y las enfermedades a ‘aves de los electos psicologices del estrés en el sis- tema inmunologico y otras funciones fisicas. Si se compromete el sistema inmunol6gico, quiz no tarde mucho en ser incapaz de atacary climinar los antige- nos del organismo de manera eficaz, 0 tal vez co- micnce incluso a atacar el tejido normal del cuerpo, proceso conocido comp enfermedad autoinmunols- ica. # La creciente conciencia sobre las diversas conexiones entre el sistema nervioso y el sistema inmunolégico hhan dado por resultado en nuevo campo de la psico- neuroinmunologta. Lasenfermedades que tal vez tenganrelacionen parte con los efectos del estrés en el sisiema inmunolégico abarcan el SIDA, la artritis reumatoide y el cancer. Efectos psicosociales sobre los trastornos fisicos * Los patrones de conducta duraderos 0 el estilo de vida puede poner a la gente en riesgo de desarrollar Giertos trastomnas fisicas. Por ejemplo, las préeticas sexuales enfermizas pueden conduciral SIDAY otras enfermedades de wansmision sexual, y a patrones conductuales poco saludables, como los malos habi- tos alimenticios, la falta de ejercicio, o el patrén de conducta tipe A, quiza contribuyan a enlermedades cardiovasculares, como la apoplejia, la hipertensién las cardiopatias coronarias. ‘De las 10 causes principales de muerte en Estados Unidos, 50% de las defunciones pueden atribuirse a Ins conductas de estilo de vida ‘+ Los factores psicolégicos y sociales contribuyen tam bien al dolor crénico. El cerebro inhibe el dolor me-

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