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DOCTOR OTHÓN ARRÓNIZ Y SU INTERES POR

CORDOBA.
Por JUAN FDO PERDOMO

En la vida de las personas hay espacios que dejan una gran huella y enseñanza. Pero, los mismos personajes
que provocaron ese impacto en la vida, nuestra vida, en la mayoría de las ocasiones no se dan cuenta.

Ese es el caso de una situación que viví, allá, a finales de los 70’s o principios de los 80’s (No recuerdo la
fecha exacta) cuando yo era presidente de la recién formada asociación de Exatec Córdoba – Fortín –
Orizaba y participaba con regularidad en actividades a las que nos invitaban la CANACINTRA, la
CANACO, la ASOCIACION DE EJECUTIVOS DE VENTAS Y MERCADOTECNIA y los CLUBES DE
LEONES Y ROTARIOS de Córdoba.

Un día, platicando con el Dr. Othón Arróniz, me comentaba sobre varias inquietudes que, sin duda, yo
compartía con el. Córdoba requería de “hacer algo” para tener un mayor desarrollo económico, cultural y
social. Se presentía un potencial estancamiento y no debíamos permitirlo.

Aunque, de alguna manera nos sentíamos impotentes para lograr, cada quien en lo individual, la realización
de esos proyectos que culminaran en una realidad de beneficio colectivo.

No se porque razón el Presidente y Director general del Periódico el MUNDO me tomaba en cuenta ya que
yo era, en ese entonces, un joven de escasos 23 años, pero las platicas con el resultaban muy interesantes.

Nos reuníamos en las nuevas instalaciones del periódico, en la zona industrial de Córdoba, en el Mezanine,
en una oficina que recuerdo era enorme, pero aun sin acomodarse totalmente, pues había libros por doquier,
algunas pinturas y una mesa y sillas para recibir a los amigos. Recuerdo que recién se estaba instalando en
ese espacio especifico y era su sitio de trabajo y reflexión.

En una de esas ocasiones comentamos que seria muy valioso si lográbamos reunir a todos los organismos
de la sociedad civil – en aquel entonces no se les llamaba así- como las cámaras, asociaciones y clubes de
servicio, y establecíamos un programa conjunto para beneficiar a nuestra querida ciudad.

De esa manera empezamos a realizar una serie de reuniones que fueron derivando en ejercicios muy
valiosos e hicieron que coincidieran las agendas de estas organizaciones. Por ejemplo, una de las acciones
fue el realizar, de manera conjunta, foros y conferencias. Así evitamos que cada organismo se desgastara
haciendo un evento de capacitación y los demás hicieran el suyo. Todos buscábamos participar porque era
un evento conjunto.

Recuerdo muy bien también el interés que el Doctor mostraba en las oportunidades que tendría contar con
un museo arqueológico en la región y siempre hablaba de la riqueza que existía en la zona de “palmillas”
en donde, por fin, ya se cuenta con un museo.

También fuimos el vehiculo para hacer llegar algunas demandas ciudadanas tanto al gobernador del estado
como a nuestra autoridad municipal.

Hace ya 14 años que el Doctor Othón Arróniz Báez nos dejo físicamente. Sin embargo hay cosas que tienen
algunas personas que los hacen ser parte de la historia, no solo de su espacio, sino a lo largo del tiempo.

La sencillez con la que participó en estos eventos; la disposición de su tiempo y de sus oficinas; la difusión
que hizo de las actividades de este antecedente de los CONSEJOS EMPRESARIALES o MUNICIPALES
con el que hicimos nuestros “pininos” y que, ahora, continúan con ese espíritu sus hijos y su distinguida
esposa.
Pude haber pensado muchas cosas sobre el interés del Doctor Arróniz en nuestra región, pero el haber
tenido la oportunidad de conocer de ‘viva voz’ su deseo de transformar para mejor a nuestra tierra me dejó
en claro que hay gente que se siente con un gran compromiso con Córdoba y ese cariño, esa misma entrega,
la deja como herencia a sus hijos quienes asumen con gran responsabilidad el honrar a la memoria de su
Padre, haciendo el mejor esfuerzo por sumar a lo que el creo e impulso.

Don Othón: Lo recordamos porque sigue presente en sus obras, sus acciones y su familia.

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