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Torturas de la Inquisición I

¿Qué fue la Inquisición?

Poco hay que añadir al saber común sobre esta materia. La inquisición fue un tribunal eclesiástico
establecido en la Edad Media para castigar los delitos contra la fe. Sus víctimas eran las "brujas", los
judíos, herejes, alquimistas, disidentes, homosexuales y cualquier persona no grata al clero. Los acusados
eran brutalmente torturados y ejecutados, y sus bienes requisados.
Se relatan aquí los instrumentos de tortura más comúnmente utilizados, su uso y sus víctimas.

AUTOS DE FE

Se distinguen tres tipos:

-Autos de fe generales: se pronunciaban sentencias de


relajación al brazo secular para que éste dictase sentencia de
muerte por fuego. Se celebraban en la plaza pública, con las
autoridades y corporaciones de la localidad presente (además
de la muchedumbre que acudía a ellos como auténticas
fiestas). El juez ordinario debía pronunciar las sentencias de
muerte. En ocasiones eran convocados con un mes de
anticipación, se celebraban en días festivos y constituían
todo un acto de solemnidad, pretendiendo ser demostración
de la fe y la unidad doctrinal de un pueblo.

-Autos de fe particulares: se celebraban sin aparato ni


solemnidad, en una iglesia y sin asistencia de autoridades ni corporaciones. Podían dictarse relajaciones
del brazo secular.

-Autos de fe singulares: destinados a un solo reo. Se celebraban


en salas del tribunal, y recibían el nombre de "autillos".

Su origen se remonta a la Inquisición medieval y su momento


de auge se sitúa en los siglos XVI y XVII en Roma, España y los
países de denominación castellana.

La noche anterior a su celebración se comunicaba la sentencia


los condenados a muerte, y una procesión recorría las calles de la
ciudad para poner una cruz verde como signo de la Inquisición, en la
plaza destinada al acto. Al día siguiente, después de la comida, se
iniciaba una procesión en la que los condenados iban vestidos con sus
correspondientes "Sambenitos" y tocados con corazas. Se colocaban
en el lugar donde iban a ser quemados y se procedía a la lectura de las
sentencias, un sermón y el juramento de la Inquisición.
Los autos generales y solemnes eran celebrados con ocasión de visitas oficiales del rey o
importantes cargos eclesiásticos a una determinada localidad, y de bodas reales.

Cayeron en desuso en el siglo XVIII.

LAS JAULAS COLGANTES

Hasta finales del siglo XVIII, en los paisajes


urbanos de Europa no era extraño encontrar abundantes
jaulas de hierro y madera adosadas al exterior de los
edificios municipales, palacios ducales o de justicia,
catedrales, murallas de las ciudades o en altos postes cerca
de los cruces de caminos. Es algo que habrás visto en las
películas y en lo que quizá no has reparado, pero que
existió.

Gran cantidad de ejemplos perduran hoy en día,


como en el palacio de Mantúa o en el ábside de la catedral
de Münster (Suiza). En Venecia, lugar de origen de la jaula
celular, las jaulas se colgaban en el Puente de los Suspiros,
y más a menudo en los muros del Arsenal. Una tradición
familiar cuenta que dicha jaula se descolgó en 1750-52,
años en que el segundo gran duque lorenés de Toscana,
Prieto Leopoldo, destruyó todos los elementos de tortura y
ejecución, y desde entonces se ha conservado en el palacio
familiar.

Las víctimas, desnudas o semidesnudas, eran


encerradas en las jaulas y colgadas. Morían de hambre y
sed; por el mal tiempo y el frío en invierno; y por el calor y
las quemaduras solares en verano. A menudo,
anteriormente habían sido torturadas y mutiladas para mayor escarmiento.
Normalmente los cadáveres se dejaban en descomposición hasta el
desprendimiento de los huesos, aunque a veces se cubrían
herméticamente con resina de pino, con el fin de retrasar los
efectos de la descomposición, y se rodeaban con correas para
impedir el desprendimiento de los miembros. De ésta manera, se
utilizaban como escarmiento moral. Evidentemente, las víctimas,
una vez muertas, eran pasto de todo tipo de animales.
LA SIERRA

Observando el dibujo, éste


instrumento de tortura no necesita
muchas explicaciones. Sus mártires son
abundantes.

Debido a la posición invertida


del reo, se asegura suficiente
oxigenación al cerebro y se impide la
pérdida general de sangre, con lo que la
víctima no pierde el conocimiento hasta
que la sierra alcanza el ombligo, e
incluso el pecho, según relatos del siglo
XIX.

La Biblia dice (II Samuel 12:31) que David, rey hebreo y santo
cristiano, exterminó a los habitantes de Rabbah y todas las ciudades amigas por el método de poner
hombres, mujeres y niños bajo sierras y rastrillos y hachas de hierro y hornos de ladrillo. Ésta especie de
aprobación, poco menos que divina, contribuyo a la aceptación de la sierra, el hacha y la hoguera.

La sierra se aplicaba a menudo a homosexuales, aunque principalmente a hombres. En España la


sierra era un medio de ejecución militar hasta el siglo XVIII según referencias contemporáneas, las cuales,
sin embargo, no citan ningún hecho concreto. En Cataluña, durante la Guerra de la Independencia (1808-
14), los guerrilleros catalanes sometieron a decenas de oficiales enemigos a la sierra. En la Alemania
luterana la sierra esperaba a los cabecillas campesinos rebeldes, y en Francia a las brujas preñadas por
Satanás.

COLLAR PENAL

Hay muchos tipos de ataduras que ligan a personas a


pesos inhumanos: tobilleras (la clásica "bola" que llevan los
presos de los dibujos), muñequeras, cinturones, collares...

El condenado debía llevar consigo éstas cargas durante


largo tiempo: semanas, meses, años o incluso toda la vida. El
bloque de la fotografía lleva una cadena con una anilla para el
cuello en el extremo. La piedra, de doce kilos, se sujetaba con
las manos, en cualquier momento y lugar. La víctima sufría un
mortal esfuerzo, y la abrasión del cuello y los hombros, con la
consiguiente infección y gangrena, que no solían ser mortales
en los primeros meses.
CINTURÓN DE SAN ERASMO

Los instrumentos provistos de pinchos en su interior


eran, y en determinados ambientes aún lo son, predilectos de
religiosos que se mortifican. Lógicamente, los mismos
instrumentos servían también para la tortura inquisitorial y
punitiva.

Su funcionamiento era el siguiente: se ceñía en torno a


la víctima, y rápidamente empezaba a herir y lacerar la carne
con cada pequeño movimiento, con cada respiración. Luego
llegaba la infección, la putrefacción y la gangrena. No pocas
veces, el verdugo agregaba gusanos carnívoros en la parte
descarnada que se introducían royendo hacia el interior del
abdomen.

LA CIGÜEÑA

Éste es otro de los instrumentos


de tortura que a primera vista no da fe
de los sufrimientos que es capaz de
crear, porque su misión no es
únicamente la de inmovilizar a la
víctima.

A los pocos minutos de su


utilización sobre la persona, ésta sufre
grandes calambres, primero de los
músculos abdominales y rectales,
luego de los pectorales, cervicales y de
las extremidades. Con el paso de las
horas, estos calambres conducen a un
continuo e insufrible dolor en
abdomen y recto. En tal situación, la
víctima solía ser golpeada, pateada,
quemada y mutilada a placer.
LA FLAUTA DEL ALBOROTADOR

Los instrumentos de tortura hechos con forma de


trompeta, trombón, flauta, dulce, oboe.... están fabricados en
madera, bronce o hierro. Probablemente, son de origen
holandés, y se asocian sobre todo a los siglos XVII y XVIII,
aunque se conocen algunos ejemplos anteriores y posteriores.

El collar de hierro se cerraba por detrás del cuello de la


víctima, y sus dedos colocados como los de un músico bajo
los cortes de la mordaza eran apretados a voluntad del verdugo
pudiendo llegar al aplastamiento de carne, huesos y articulaciones.

Ésta tortura era, sobre todo, una forma de la picota de exposición a la vergüenza pública, con todas
las consecuencias habituales, dolorosa y a veces fatales, que marcaban la suerte de los así expuestos.

Se imponía para castigar delitos menores: conflictividad, blasfemia en primer grado, palabrería
soez, alteración del orden público, etc. En Italia, según referencias de archivos romanos, napolitanos,
parmesanos y boloñeses, a menudo se aplicaba a los que montaban juerga y provocaban alboroto delante
de la iglesia durante las misas. En la República Veneciana, se aplicaban flautas pesadas de hierro a
quienes abusaban de la denuncia anónima contra otros, "empujados por la malicia, enojo o envidia".

EL APLASTAPULGARES

Simple y muy eficaz, el aplastamiento de los nudillos, falanges y uñas es una de las torturas más
antiguas. Los resultados, en términos de dolor infringido con relación al esfuerzo realizado y al tiempo
consumido, son altamente "satisfactorios".

Éste era uno de los muchos instrumentos utilizados en lo que se


conoce como "las preguntas dolorosas", que consistían en la extracción
de confesiones por medio de torturas descritas e ilustradas con precisión
científica, hasta los mínimos detalles: el grosor de cuerdas, el número de
eslabones de las cadenas, la longitud de clavos y tornillos, los grados de
mutilación permanentes permitidos para diferentes grados de
acusaciones, etc.

En el año 1629 en Prossneck, Alemania, dejaron a una mujer con éstos


tornillos puestos de diez de la mañana a la una de la tarde mientras que el
torturador y sus colaboradores fueron a almorzar.
EL PÉNDULO

Una tortura fundamental, que a veces constituía únicamente una


preparación de la víctima para posteriores tormentos, era la dislocación de
los hombros mediante la rotación violenta de los brazos hacia atrás y
arriba. El suplicio del péndulo es (como tantas otras torturas) barato y
eficiente. No necesita equipos complicados. Las muñecas de la víctima se
ataban por detrás de la espalda, y en esa ligadura se añade una cuerda y se
iza. Inmediatamente, los húmeros se desarticulan junto con la escápula y
la clavícula. Tal dislocación producía horribles deformaciones, a menudo
permanentes. La agonía se podía estimular mediante pesas agregadas
progresivamente a los pies, hasta que al fin el esqueleto se desmembraba.
Al final, la víctima, paralizada, moría.

LA PICOTA EN TONEL

Era una especie de vergüenza pública que se aplicaba sobre todo a


los borrachos.

Había dos clases de "picotas en tonel": las que tenían el fondo


cerrado, en las que la víctima se colocaba dentro, con orinas y estiércol o
simplemente con agua podrida, y las abiertas para que las víctimas
caminaran por las calles de la ciudad con ellas a cuestas, lo que les producía
un gran dolor debido a su gran peso.
Entre los instrumentos de escarnio pública también hay que destacar los collares para vagos y
maleantes. Consistían en pesadas "botellas" de madera o piedra, o gruesas "monedas" de hierro que se
colgaban al cuello de los borrachos las primeras y de mercaderes deshonestos las segundas. A los
cazadores furtivos se les ataban cadenas con los cadáveres de los animales cazados furtivamente, hasta la
putrefacción y desprendimiento de los mismos (castigo especialmente eficaz en verano)

Los collares rondaban los ocho o nueve kilos, por lo que su aplicación durante noches y días
enteros, provocaba heridas e infecciones y, en ciertos casos extremos, incluso gangrena.

EL APLASTACABEZAS

La barbilla de la víctima se colocaba en la barra inferior, y


el casquete era empujado hacia abajo por el tornillo. Los efectos
de este proceso son evidentes. Primero, se destrozan los alvéolos
dentarios, después las mandíbulas, y luego el cerebro se escurre
por la cavidad de los ojos y entre los fragmentos del cráneo.

Hoy en día ya no se utiliza como pena capital, pero goza


de gran estima para su uso como interrogatorios en buena parte
del mundo. En la actualidad, el casquete y la barra inferior están
recubiertos de un material blando que no deja marcas sobre la
víctima.

Existen unos instrumentos con una finalidad parecida


llamadas "rompecráneos", que como su nombre indica se
diferenciaban del "aplastacabezas" en que en vez de aplastar el
cráneo lo rompían. Esto aseguraba que el diablo saldria de la
cabeza del acusado.

LA RUEDA PARA DESPEDAZAR

Era el instrumento de ejecución más común en la Europa germánica,


después de la horca, desde la Baja Edad Media hasta principios del siglo XVIII.
En la Europa latina el despedazamiento se llevaba a cabo con barras de hierro
macizas y mazas herradas en lugar de ruedas.

La víctima, desnuda, era estirada boca arriba


en el suelo o en el patíbulo, con los miembros
extendidos al máximo y atados a estacas o anillas de
hierro. Bajo las muñecas, codos, rodillas y caderas se
colocaban trozos de madera. El verdugo, asestando
violentos golpes con la rueda de borde herrado,
machacaba hueso tras hueso y articulación tras
articulación procurando no asestar golpes fatales. La víctima se transformaba,
según nos cuenta un cronista alemán anónimo del siglo XVII, "en una especie
de gran títere aullante retorciéndose, como un pulpo gigante de cuatro
tentáculos, entre arroyuelos de sangre, carne cruda, viscosa y amorfa mezclada con astillas de huesos
rotos" . Después se desataba e introducía entre los radios de la gran rueda horizontal al extremo de un
poste que después se alzaba. Los cuervos y otros animales arrancaban tiras de carne y vaciaban los ojos de
la víctima hasta que a ésta le llegaba la muerte.

Como se ve, era una de las torturas más largas y agónica que se podía infligir.

Junto con la hoguera y el descuartizamiento, éste era uno de los espectáculos más populares de
entre los muchos similares que tenían lugar en las plazas de Europa. Multitudes de plebeyos y nobles
acudían a deleitarse con un "buen" despedazamiento, preferentemente de una o varias mujeres en fila.

EL COLLAR DE PÚAS

Está provisto de pinchos en todos los lados. El instrumento de la


fotografía pesa más de cinco kilos, se cerraba en el cuello de la
víctima, y a menudo se convertía en un medio de ejecución: la
erosión hasta el hueso de la carne del cuello, hombros y mandíbula, la
progresiva gangrena, la infección febril y la erosión final de los
huesos, sobre todo de las vértebras descarnadas conducen a una
muerte segura, atroz y rápida.

Aparte de ésto, el collar presentaba la ventaja de economizar


tiempo y dinero: su función es pasiva y no requiere el esfuerzo, ni por
tanto el pago, de un verdugo; "trabaja" por sí mismo, día y noche, sin
descanso, sin problemas y sin manutención. Por ésta razón todavía es usado por la policía en muchas
partes, no sólo del Tercer Mundo.

EL POTRO

El estiramiento o desmembramiento por medio de tensión


longitudinal se usó en el antiguo Egipto y en Babilonia. En Europa,
junto con el péndulo, constituían elementos fundamentales en
cualquier mazmorra desde la República Romana hasta la
"desaparición" de la tortura hacia el final del siglo XVIII. En
muchos países fuera de Europa ambos subsisten hoy en día.

La víctima es literalmente alargada por la fuerza del


cabestrante. Antiguos testimonios aseguran que el estiramiento era
de hasta 30 cm, longitud inconcebible que procede de la
dislocación y distorsión de cada articulación de brazos y piernas, del desmembramiento de la columna
vertebral y, por supuesto, del desgarro de los músculos de extremidades, tórax y abdomen, efectos éstos
por descontado letales.

Ésta tortura constaba normalmente de tres grados. En el primero, la víctima sufría la dislocación de
los hombros a causa del estiramiento de los brazos hacia atrás y hacia arriba, así como un intenso dolor de
los muslos al desgarrarse como cualquier fibra sometida a una tensión excesiva. En el segundo grado, las
rodillas, la cadera y los codos comienzan a descoyuntarse; en el tercero se separan ruidosamente. Ya en el
segundo grado el interrogado queda inválido de por vida, después del tercero queda paralizado y va
desmembrándose poco a poco. Las funciones vitales van cesando según pasan las horas y los días.

PINZAS Y TENAZAS ARDIENTES

Pinzas, tenazas, cizallas se utilizaban al "rojo vivo", aunque también


frías para lacerar o arrancar cualquier miembro del cuerpo humano, y eran otro
elemento básico más entre las herramientas de todo verdugo.

Las tenazas se utilizaban preferentemente ardiendo para las narices,


dedos de las manos y pies y pezones. Las pinzas alargadas, servían para
desgarrar o abrasar el pene.

Como queda explicado en la parte de la pera oral, rectal y vaginal, los


genitales masculinos siempre han gozado de una especie de inmunidad. Sin
embargo, en toda la larga serie de torturas, también se dan raros casos de
castración, extirpación del pene e incluso amputación de la tríada completa. Las
partes seccionadas a menudo eran quemadas dentro del puño de la víctima.

Éstos castigos no se aplicaban por actos de violencia contra la mujer como se podría pensar, sino
más bien por intentos de violencia o conspiraciones contra gobernantes o príncipes. La violación extra-
matrimonial raramente era castigada, y la violación matrimonial siempre ha sido sacrosanta.

EL CEPO

Se colocaba a la víctima con las manos y los pies


aprisionados en las aberturas correspondientes, de ésta manera eran
expuestos en la plaza pública, donde el vulgo les provocaba,
abofeteaba y embadurnaba con heces y orina.

En muchas ocasiones, los condenados eran también


golpeados, lapidados, quemados, lacerados e incluso gravemente
mutilados. También las incesantes cosquillas en las plantas de los
pies y en los costados llegaban a convertirse en una tortura
insoportable. Sólo los transgresores más inofensivos podían esperar liberarse con no más de unos pocos
cardenales.
EL POTRO EN ESCALERA

La finalidad de este suplico es similar a algunas de las ya vistas,


pero en éste caso se abrasaban los costados y las axilas mediante una
antorcha compuesta por siete bujías. Si la víctima, ya paralizada, con los
hombros destrozados y moribunda a causa de las infecciones producidas
por las quemaduras seguía sin confesar, el tribunal estaba obligado, como
siempre en un caso semejante, a reconocer su inocencia.

LA MORDAZA O EL BABERO DE HIERRO

Este artilugio sofocaba los gritos de los condenados para que no


estorbaran la conversación de los verdugos. La "caja" de hierro del interior
del aro es embutida en la boca de la víctima, y el collar asegurado a la nuca.
Un agujero permite el paso del aire, pero el verdugo lo puede tapar con la
punta del dedo y provocar la asfixia.

A menudo los condenados a la hoguera eran amordazados de ésta


manera, sobre todo durante los autos de fe, porque sino los gritos
interferirían con la música sacra.

Giordani Bruno, culpable de ser una de las inteligencias más luminosas de su tiempo, fue quemado
en la plaza del Campo dei Fiori en Roma en 1600 con la mordaza de hierro provista de dos largas púas,
una de las cuales perforaba la lengua y salía por debajo de la barbilla, mientras que la otra perforaba el
paladar.

ARMAS DE CARCELERO

Las armas para carceleros se distinguen de las armas militares


porque no son adecuadas para la guerra, ya que los enemigos van
provistos de corazas y armados, pero son muy útiles para controlar la
turba de prisioneros semidesnudos, evidentemente desarmados.

En el "agarracuellos" (a la izquierda) se puede observar el aro


con la abertura en forma de trampa a un extremo de un asta de dos
metros de longitud. Un preso, o cualquier fugitivo que intentara
escapar de un alguacil escondiéndose entre la multitud, es fácilmente
capturado: una vez que el cuello es aferrado por la trampa, no hay otra
posibilidad que seguir al captor.
El "agarracuellos" es usado todavía en centenares de cárceles, y muchas veces forma parte del
equipo de las fuerzas antidisturbios. Las versiones modernas incluyen, en algunos casos, el uso de
electricidad.

EL CINTURÓN DE CASTIDAD

La opinión tradicional sobre el cinturón de castidad es que


se usaba para garantizar la fidelidad de las esposas durante los
períodos de largas ausencia de los maridos, y sobre todo de las
mujeres de los cruzados que partían para Tierra Santa. Quizás
alguna vez, aunque no como utilización normal, la "fidelidad" era
de éste modo "asegurada" durante períodos breves de unas horas o
un par de días, nunca por tiempo más dilatado. No podía ser así,
porque una mujer trabada de ésta manera perdería en breve la vida
a causa de las infecciones ocasionadas por la acumulación tóxica
no retirada, las abrasiones y las laceraciones provocadas por el
mero contacto con el hierro. Asimismo, hay que tener en cuenta la
posibilidad de un embarazo en curso.

En realidad, el uso principal del cinturón era muy diferente: constituía una barrera contra la
violación, una barrera frágil pero suficiente en determinadas ocasiones, por ejemplo, en épocas de
acuartelamiento de soldados en las ciudades, durante estancias nocturnas en posadas, durante los viajes...
Sabemos por muchos testimonios que las mujeres se colocaban el cinturón por iniciativa propia, hecho
que algunas ancianas sicilianas y españolas aún recuerdan en nuestros días.

Entonces, es necesaria una pregunta. ¿El cinturón es o no un instrumento de tortura? La respuesta


ha de ser un SÍ inequívoco, puesto que ésta humillación, este ultraje al cuerpo y al espíritu es impuesto por
el terror al macho, por el temor a sufrir a causa de la agresividad humana.

EL DESGARRADOR DE SENOS

Frías o ardiendo, las cuatro puntas del "desgarrador de senos"


desgarraban hasta convertir en masas informes los senos de millares
de mujeres condenadas por herejía, blasfemia, adulterio y muchos
otros "actos libidinosos"; aborto provocado, magia blanca erótica y
otros delitos.

En varios lugares y en épocas distintas, se aplicaba un


"mordisco" con las puntas al rojo vivo en un seno de las madres
solteras, a menudo mientras sus hijos se retorcían en el suelo
salpicados por la sangre de sus madres.

Además de la función punitiva, el desgarramiento de senos


servía también como procedimiento inquisitorial y judicial.
EL GARROTE

Hay dos versiones


básicas de éste instrumento:

-La típicamente
española, en la cual el tornillo
hace retroceder el collar de
hierro matando a la víctima por
asfixia. Estamos hablando de la
Inquisición, y sin embargo, este
tipo de fue usado en España
hasta que en 1975 se abolió la
pena capital.

- La catalana, en la cual
un punzón de hierro penetra y
rompe las vértebras cervicales al
mismo tiempo que empuja todo
el cuello hacia delante
aplastando la tráquea contra el
collar fijo, matando así por
asfixia o por lenta destrucción de
la médula espinal. La presencia
de la punta en la parte posterior
no sólo no provoca una muerte
rápida, sino que aumenta las
posibilidades de una agonía
prolongada. Fue usado hasta
principios de éste siglo en Cataluña y en algunos países latinoamericanos. Se usa todavía en el Nuevo
Mundo, sobre todo para la tortura policial pero también para ejecuciones.

EL TORO DE FALARIS

Los alaridos y los gritos de las víctimas salían por la boca


del toro, haciendo parecer que la figura mugía.

De todas formas, no existen pruebas. Al contrario, Falaris


fue considerado por escritores casi contemporáneos un gobernante
culto y justo.

El toro de Falaris estaba presente en numerosas salas de


tortura de la Inquisición de los siglos XVI, XVII y XVIII.
GARRAS DE GATO O COSQUILLEADOR ESPAÑOL

Su tamaño
rondaba el de los
cuatro dedos de una
persona. Montado
encima de un mango y
se usaba para reducir a
tiras la carne de la
victima y extraerla de
los huesos en cualquier
parte del cuerpo: cara,
abdomen, espalda,
extremidades, senos....

LA CUNA DE JUDAS

Éste era un instrumento de tortura usado principalmente para


confesiones.

La víctima es izada de la manera


observada en la ilustración, y una vez
levantada, soltada sobre la punta de la
pirámide de tal manera que su peso se
posa sobre el ano, la vagina, bajo el
escroto o bajo el cóccix. Según las
indicaciones de los interrogadores, el
verdugo varía la presión desde nada hasta
todo el peso del cuerpo. También se puede
sacudir a la víctima o hacerla caer repetidas veces sobre la punta.

La "cuna de Judas" recibe el mismo nombre en italiano, alemán y


en inglés, denominándose en francés "la veille" ("la vigilia").

En la actualidad, éste es un método muy expendido por los


gobiernos latinoamericanos, con muy pocas variaciones respecto al
utilizado por los inquisidores, y siendo éstas principalmente la "mejora" de
los cinturones y la incorporación de la electricidad.
LA DONCELLA DE HIERRO

Hay multitud de instrumentos de tortura con


forma de sarcófago antropomorfo con dos puertas y
clavos en su interior que penetran
en el cuerpo de la víctima cuando
éstas se cierran.

Los clavos eran


desmontables, con lo que se
podían cambiar de lugar, con el fin
de poseer un amplio abanico de
posibles mutilaciones y heridas
que daban lugar a una muerte más
o menos prolongada, siempre entre
grandes sufrimientos.

LÁTIGOS

Hay gran variedad de látigos. Entre ellos, los hay de dos, tres y
hasta ocho cadenas provistas de abundantes estrellas o/y hojas de acero
cortante que se usaban y se usan para flagelar el cuerpo humano.

Para desollar se utilizaban látigos de muy diferentes tamaños;


gigantes como "el gato de nueve colas", que podía lisiar un brazo y un
hombro de un sólo golpe, o finos y pérfidos, como el "nervio de toro", que
con dos o tres golpes podía cortar la carne de las nalgas hasta llegar a la
pelvis.

El látigo de
desollar se empapaba en una solución de sal y azufre
disueltos en agua antes de utilizarlo, lo que unido a
sus estrellas lo convertían en una herramienta
destructiva y muy útil para el torturado. La carne, al
ser golpeada, se convertía en pulpa, dejando a la vista
diferentes órganos internos.

Los látigos se siguen usando en la actualidad.

En esta fotografía se incluyen: un látigo de


cadenas formadas por eslabones planos y ovales,
afilados como cuchillas en forma de hojas; otro de
cadena doble con cuatro pesadas estrellas de
hierro en la punta; y un fragmento de un látigo del
siglo XIV, denominado corona de espinas en honor
a Jesucristo.
LA HORQUILLA DEL HEREJE

Como se puede apreciar en la fotografía, la


"horquilla del hereje" estaba compuesta por cuatro
puntas afiladísimas que se clavaban profundamente en la
carne, bajo la barbilla y sobre el esternón. La horquilla
impedía cualquier movimiento de la cabeza, pero
permitía que la víctima murmurase, con la voz casi
apagada (lo que se conocía como "abiuro", palabra que
se halla grabada en un lado de la horquilla). Si se negaba
a confesar , el hereje,
considerado como
"impenitente", era
vestido con el traje
característico y conducido a la hoguera, con la condición de la
Extremaunción, en el caso de la Inquisición española. Si el inquisidor
era romano, el hereje era ahorcado o quemado.

LA PERA ORAL, RECTAL Y VAGINAL

Estos instrumentos se usaban y aún se usan en


formatos orales y rectales. Se embutían en la boca, recto o
vagina de la víctima, y allí se desplegaban por medio de un
tornillo hasta su máxima apertura. El interior de la cavidad
quedaba dañado irremediablemente. Las puntas que
sobresalen del extremo de cada segmento servían para
desgarrar mejor el fondo de la garganta, del recto o de la
cerviz del útero.

La pera oral normalmente se aplicaba a los


predicadores heréticos, pero también a seglares reos de
tendencia antiortodoxas. La pera vaginal, en cambio, estaba
destinada a las mujeres culpables de tener relaciones con
Satanás o con uno de sus familiares, y la rectal a los homosexuales pasivos.
Strappardo

La técnica de este método era atar las manos del acusado a su espalda para luego pasarle un largo palo
(llamado Strappardo) por el nudo de las muñecas, el cual, con un ingenioso mecanismo de poleas, izaba al
condenado unos metros. Para inflingir aún más dolor, solían atar a los pies o a los testículos de las
víctimas grandes pesos.

Generalmente esto bastaba para conseguir sus fines aunque, en casos extremos, llegaban a soltar
bruscamente las poleas, con lo que el condenado literalmente caía hacia el suelo impulsado por su propio
peso más la carga adicional atada a sus pies o testículos. A pocos centímetros del suelo frenaban
súbitamente la caida. Este sistema de soltar al condenado parándole con brusquedad en su caida se
llamaba "Squassation" y con mucha frecuencia lo que provocaba era la dislocación de los brazos de las
víctimas.

Crucifixion

En este cruel método de tortura, se situaba a la víctima encima de un taburete enfrente de una gran puerta
de madera cerrada. Sus brazos eran levantados verticalmente por encima de su cabeza. Por un lado la
muñeca era atada entre el cúbito y el radio y por el otro a la puerta. También los pies eran
convenientemente atados entre el primer y segundo metatarso. Los inquisidores, entonces y
simultáneamente, abrían súbitamente la puerta y quitaban el punto de apoyo de la víctima (el taburete) con
lo que el condenado quedaba literalmente crucificado en la puerta, inflingiéndole más o menos dolor
dependiendo de la fuerza con que abrían y cerraban la puerta, con independencia de las torturas añadidas,
menos sofisticadas como latigazos o calor, que aplicaban durante la crucifixión. Esta, con independencia
de otras posibles, fue una de las torturas que padeció el último Gran Maestre Jaques de Molais como
medio para arrancarle confesión.

Horno de pie

Otro de los métodos favoritos de los torturadores de la Inquisición era atar a los acusados a una pequeña
mesa de madera, impregnar los pies (que sobresalían de la longitud de la mesa) con grasa animal y acercar
la mesa a una horno abierto, con lo que la grasa entraba en ignición inglingiendo gravísimas quemaduras e
intenso dolor. Uno de los templarios que sufrieron esta tortura, Bernard de Vaho, fue llevado ante la corte
de justicia llevando una pequeña caja que contenía sus propios huesos del pié, totalmente calcinados.
La bota de hierro

Consistía en unas cuñas que se ajustaban a piernas, rodillas y tobillos. El verdugo con un martillo grande
golpeaba las cuñas, con cada golpe el inquisidor repetía la pregunta, las cuñas laceraban la carne y
aplastaban los huesos, a veces haciendo chorrear la medula.

Tortura del agua

Estandarizado en Francia pero usado a traves de la cristiandad la tortura mantenia al procesado totalmente
inmovilizado sobre una mesa de madera, le colocaban un trapo en la boca y le echaban agua, tragando el
reo por reflejo y llegando el trapo, muy largo, casi al estómago. Entonces tiraban de él produciendo un
terrible dolor ; Otra forma es colocarle en la garganta el trapo y verter el agua produciéndole al infeliz la
sensación de ahogamiento, como vemos en la foto. Una variación incluía alimentar a la víctima solamente
con alimentos salados y agua sucia. Estos y otros métodos se demostraron altamente positivos en los
interrogatorios a los templarios, de los 138 templarios interrogados en Paris, 134 confesaron todas las
cargas acusatorias.

No es de extrañar que, bajo aquellas bárbaras sesiones de torturas, los templarios confesaron toda suerte
de pecados contra la Iglesia, extrañas prácticas y rituales, Osculum Infame, adoración de ídolos... Sin
embargo, hoy en día esta probado que todas las acusaciones únicamente se hallaban en las retorcidas
mentes de los torturadores ya que la tortura, el increible terror anterior y el intensísimo dolor durante y
después de las sesiones, hace a las víctimas reconocer cualquier delito que se las quiera imputar. Uno de
los templarios sobrevivientes a las torturas admitió: "En aquellas circunstancias hubiera confesado haber
asesinado al mismo Dios".
La guillotina

El método más famoso de ejecución, normalmente asociado


con Francia. Se usó sin embargo de forma primitiva ya en el
siglo XIV en Escocia para ejecutar a nobles.

La versión moderna se invento a finales de 1700 por Joseph-


Ignace Guillotin, promovió una ley por la cual todas las
ejecuciones deberían hacerse con "una máquina que decapitara
rápidamente y sin dolor." La primera persona en perder su
cabeza con el dispositivo fue un bandolero el 25 de abril De
1792.

El sangrado

Se creía que la fuerza de las brujas podría ser controlada al hacerlas sangrar. Esto implicaba rebanar o
abrir a la víctima en la cara o cerca de una vena importante. Acusados sometidos a esta tortura perdían
rápidamente sangre y se desmayaban debido a esto, comprobando que el acusado era asistido por el
demonio al sacarle el alma del cuerpo para que no sufriera.

Tortuga

Comprimir o triturar bajo una madera con peso


encima (tambien llamado la tortuga) era un metodo
comun entre los ingleses. En esta foto del siglo XVI
se muestra la "tortuga" con su variacion de la
"balanza", un tronco puesto en la espalda de la
victima para que el espinazo se quebrara bajo el
peso. En la parte superior del dibujo se puede
apreciar un preso en el cepo. Esta tortura es
protestante.
La hoguera

Es una de las torturas más antiguas, victimas de ella fueron los herejes y brujas. Probablemente la muerte
más famosa en la hoguera fue la de Juana de Arco por herejía. San Agustín (354-430) declaró que los
herejes, paganos y judíos se quemarían por siempre en el fuego eterno a menos que cumplan con las leyes
de la Iglesia Católica, como resultado de esta declaración de este Santo se quemaron cientos de personas
como un presagio de lo que estaba por venir.

En Francia, Alemania y Escocia, los gastos de la cárcel y hoguera se cargaban a la propiedad de la víctima
o parientes. El quemar una bruja era un espectáculo público grande, la ejecución se llevaba al poco tiempo
de dictar sentencia, se contrataba al ejecutor de la justicia para que construyera el lugar de la ejecución y
recojiera la madera para la hoguera. En Escocia, antes de quemar una bruja se la hacia ayunar y orar por
varios días, primero se la estrangulaba, entonces su cadáver (muchas veces seminconsciente) y con el
cuerpo semidesnudo se ataba a una estaca y se vaciaba encima de su cuerpo un barril de alquitrán para
encenderlo. Se creía que si la bruja (víctima) estaba viva no saldrían llamas de su cuerpo, así que los
espectadores la golpeaban y pateaban para que la hoguera humana tuviera llamas.
El taburete de sumersión

Normalmente era un castigo


muy desagradable dado por lo
general a las mujeres. La
víctima se ataba a una silla que
se colgaba en el extremo de un
brazo de libre movimiento, se
hundía en el río mas adecuado
o en un estanque. Eran a los
operadores del brazo que
decidían cuanto tiempo debía
estar la víctima bajo el agua,
muchas mujeres mayores
murieron por temor del agua
fría o se las ahogo. Se usó en
EE.UU y Gran Bretaña para
castigar a violadoras de
menores, prostitutas y
gruñonas.

La atadura

Esta forma de torturar era muy específicamente para mujeres. Implicaba atar un palo en el pelo de la mujer
y torcer, torcer y torcer de éste. Cuando los brazos de inquisidor se cansaban, le encomendaría ésta tarea a
sus colaboradores mientras se contemplaba a la víctima de abajo. No solo el pelo sería desgarrado, sino
que muy a menudo se podía observar que el cuero cabelludo estaba abierto exponiéndose el casquillo del
craneo. Como era de esperar, solamente a las mujeres con pelo largo o grueso se le practicaba este método
de tortura.

La turca

Este método de tortura fue ideado para arrancar las uñas. En 1590 y 1591 Juan Fian fue sujeto a esta y
otras tantas torturas en Escocia. Después de que sus uñas fueron arrancadas, le introdujeron clavos en su
lugar.

Las mascaras

Estos artilugios, que existían con gran profusión de formas fantasiosas, desde 1500 hasta 1800, se
imponían a quienes habían manifestado imprudentemente su descontento hacia el orden, contra las
convenciones vigentes, contra la prepotencia del poder o, de cualquier forma, contra el estado de las cosas
en general. A través de los siglos, millones de mujeres, consideradas conflictivas por su cansancio de la
esclavitud doméstica y los continuos embarazos, fueron humilladas y atormentadas; así el poder
eclesiastico exponía el escarnio público a los desobedientes y a los inconformistas. La Iglesia castigaba
una larga lista de infracciones menores mediante este metodo.
La inmensa mayoría de las víctimas eran mujeres, y el principio que se aplicaba era siempre el de mullier
taceat in ecclesia, la mujer calla en la iglesia. Muchas máscaras incorporaban piezas bucales de hierro,
algunas de éstas mutilaban permanentemente la lengua con púas afiladas y hojas cortantes.

Las víctimas encerradas en las máscaras y expuestas en la plaza pública, también eran maltratadas por la
multitud. Golpes dolorosos, ser untados con orina y excrementos, y heridas graves (a veces mortales,
sobre todo en los senos y el pubis) eran su suerte.
Limpieza del alma

La creencia catolica es que el alma de las brujas son almas corrompidas. A las víctimas se las limpiaba
antes de castigarlas haciéndoles beber cosas calientes o hirvientes; como pueden ser agua, hierros,
carbones, e incluso jabón.

Frio calor

Tortura refinada. Se afeita la cabeza del torturado y se coloca sobre ella dos recipientes, uno con agua
hirviendo y otro con agua helada. Se deja caer en la coronilla de la víctima una gota de cada uno de ellos,
alternativamente. El cambio brusco de temperatura produce un efecto doloroso.

Tormento chino

Desconocemos si realmente se inventó en la lejana China. Se introducen astillas bajo las uñas de los dedos
de los pies o de las manos y se espera. Si el torturado no confiesa, se prende fuego a las astillas.

La melaza

Se unta a la víctima con melaza y se la deja inmovilizada en las inmediaciones de un hormiguero. Es


especialmente eficaz en las zonas tropicales, donde existen especies de hormigas particularmente voraces.

Bota malaya

La bota malaya es un artilugio con forma de bota de madera con un mecanismo de prensado. Al girar la
palanca, la bota se va encogiendo por dentro. El resultado final es como si a una persona que calza el 42 se
le pone una bota de madera del 30: huesos del pie rotos y terribles dolores.

El brasero

Simple pero efectivo. Se calienta en una fragua o brasero un hierro al rojo vivo y se quema con él
diferentes partes del cuerpo del torturado, al cual se le mantiene inmovilizado. El torturador puede actuar
sobre distintas zonas del cuerpo donde el dolor es más o menos intenso, prolongando el sufrimiento como
desee.

El yelmo

Se coloca al individuo un yelmo de metal de unos 40 cm de diámetro y se introducen en su parte superior


un par de ratas hambrientas, que se alimentarán vorazmente con la cara de la víctima. Existen variantes
para otras partes del cuerpo, como por ejemplo los genitales.

Insomnio

En Inglaterra ésta tortura no fue permitida contra las brujas, la tortura por insomnio era provocada por tal
afección, y las autoridades no la consideraban una tortura. Se uso en herejes menores.
Caminante

Esta "suave" tortura usada principalmente en Inglaterra se la empleaba en conjunto con la tortura del
insomnio, consistía en hacer caminar y recorrer a la victima hasta que se cansara y le salieran ampollas en
los pies.

La espinilla

Tortura aplicada en las piernas, la parte redonda se colocaba en la pantorrilla y la plana en la canilla, se
ajustaba los tornillos hasta astillar el hueso, en casos extremos se apretaba hasta que la sangre y la medula
chorreaban por la pierna de la víctima. Fue muy usada para sacar información y confesiones.

LA SILLA DE INTERROGATORIOS

Se trataba de un utensilio básico del inquisidor. El efecto de los pinchos


sobre la víctima, siempre desnuda, es evidente y no necesita comentarios. Ésta sufre
atrozmente desde el primer instante del interrogatorio, que puede ser más intenso si
se aplican sacudidas o golpes en brazos, piernas u otras partes del cuerpo.

El asiento era muchas veces de hierro, de manera que se podía calentar con
un brasero o una antorcha. Hoy en día esta función la realiza la electricidad.
DIOS NO ACEPTA UNA MEZCLA DE PAGANISMO EN EL CRISTIANISMO
PORQUE ES UNA ABOMINACIÓN ANTE ÉL

En el Testamento Antiguo de la Sagrada Biblia, habla de un tiempo cuando el pueblo de Israel hizo pasar
a sus hijos por el fuego. Lo encontramos en Ezequiel 23:37-39 que dice así: 'Porque han adulterado, y hay
sangre en sus manos, y han fornicado con sus ídolos; y aun sus hijos que me habían engendrado, hicieron
pasar por el fuego, quemándolos. Aun esto más me hicieron: contaminaron mi santuario en aquel día, y
profanaron mis sábados; Pues habiendo sacrificado sus hijos a sus ídolos, entrábanse en mi santuario el
mismo día para contaminarlo: y he aquí, así hicieron en medio de mi casa.' Se puede entender que
estaban mezclando algunos ritos religiosos para Dios, y al mismo tiempo habían cosas pagañas con
sacrificos humanos, que nunca puede ser aprobado por Dios. Como en I de Samuel 7:3-4: 'Y habló Samuel
a toda la casa de Israel, diciendo: Si de todo vuestro corazón os volvéis a Jehová, quitad los dioses ajenos
y a Astareth de entre vosotros, y preparad vuestro corazón a Jehová, y a sólo él servid, y os librará de
mano de los Filisteos. Entonces los hijos de Israel quitaron a los Baales y a Astareth, y sirvieron a solo
Jehová.'
Desgraciadamente, Roma no ha quitado los ídolos del paganismo, sino a lo contario, hay más paganismo
en todas sus ceremonias que otra cosa. No es equivocación en decir que no tiene nada de lo que predicaron
los Apóstoles y Padres de la Era Apostólica. Para querdar bien con la gente idólatra de los primeros siglos,
dejaron que se quedaran con todas sus creencias, con tal que permanecieron en la Iglesia de Roma. Esto
fue una abominación ante los ojos de Dios, porque solamente era una Iglesia Mundana llena de todo el
paganismo de Babilonia. La creencia de María LA REINA DEL CIELO, no es otra cosa sino
SEMIRAMIS quien se hizo LA REINA DEL CIELO en la Babilonia, y la nombraron Astareth, entre
otros nombres que le dieron en diferentes países. Ella es la misma, la mujer diosa con un niño en sus
brazos. Fué fácil para Satanás engañar de esa manera cuando sus corazones estaban tan lejos de servir a
Dios como dice las Sagadas Escrituras. Por eso pudieron hacer tantas cosas horribles, y crímenes por los
cuales no existe expiación o perdón de parte de Dios. Ellos lo hicieron con conocimiento de las verdades
divinas, y para satisfacer los gustos temporales de la carne, pecaron contra Dios y blasfemaron al Espíritu
Santo, que no hay perdón.

EL JUICIO FINAL SE ACERCA PARA RESPONDER POR ESOS MÁRTIRES

'Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre él, de delante del cual huyó la tierra y el cielo; y
no fué hallado el lugar de ellos. Y vi los muertos, grandes y pequeños, que estaban delante de Dios; y los
libros fueron abiertos: y otro libro fué abierto, el cual es de la vida: y fueron juzgados los muertos por las
cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar dió los muertos que estaban en él; y la
muerte y el infierno dieron los muertos que estaban en ellos; y fué hecho juicio de cada uno según sus
obras. Y el infierno y la muerte fueron lanzados en el lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que
no fué hallado escrito en el libro de la vida, fué lanzado en el lago de fuego.' Apocalipsis 20:11-15.

VEMOS LA ADVERTENCIA DEL APÓSTOL PABLO A LOS ROMANOS

¿Cómo pudiera haber cometido el asesinato de 68,000,000 (sesenta y ocho millones de muertos) en
torturas y martirios contra los cristianos? He aquí la respuesta escrita en la epístola a los Romanos 1:18-
20: 'Porque manifesta es la ira de Dios del cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres, que
detienen la verdad con injusticia: Porque lo que de Dios se conoce, a ellos es manifiesto; porque Dios se
lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterna potencia y divinidad, se echan de ver desde la
creación del mundo, siendo entendidas por las cosas que son hechas; de modo que son inexusables:'
A continuación el Apóstol Pablo nos dan los Pasos que los seres humanos toman en caminar alejándose de
Dios. Ponga atención:

LOS PASOS QUE ROMA TOMÓ CUANDO SE RETIRÓ DE DIOS

Romanos 1:21-23:
Paso #1: 'Porque habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios.'
Con toda soberbia, orgullo, y vanidad, se apartaron de la enseñanza de los Apóstoles. Tomaron para sí
mismos la gloria que sólo pertenecía a Dios. Esto empezó el proceso de la blasfemia contra el Espíritu
Santo.
Paso #2: 'Ni dieron gracias..'
Los Papas se pusieron en el lugar de Dios aquí en la tierra, enveciendose sus corazones, y no creían que
era necesario dar gracias a nadie, ni aún a Dios. ¿Porque tenía que dar gracias, siendo que ellos mismos
hicieron todo.
Paso #3: 'antes se desvanecieron en sus discursos..'
Sus palabras eran con toda soberbia, altivéz, altanería, orgullo, presuntuoso, y arrogante, creyendo que
tenía toda la autoridad por Dios en hacer cualquier cosa que quería hacer.
Paso #4: 'Y el necio corazón de ellos fué entenebrecido.'
Este es otro paso más en el proceso de la blasfemia contra el Espíritu Santo. La luz de Dios se va de sus
corazones, y las densas tinieblas llegan allí para ser guiados por el enemigo de nuestras almas, y Dios los
deja hacer lo que ellos quieren hacer, sin El y sin una conciencia.
Paso #5: 'Diciéndose ser sabios, se hicieron fatuos,'
Profesando ser muy sabios en lo religios, la verdad era que se hicieron necios delante de Dios, alejando
todavía más de El, aunque estaban tan envueltos en los asuntos religiosos. El poder y la presencia de
Cristo no estaba con ellos.
Paso #6: 'Y trocaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, y
de aves, y de animales de cuatro pies, y de serpientes.'
Al no dar la gloria que pertenece únicamente a Dios, se inventaron otras deidades para tomar el lugar de
El. Muy temprano pusieron a María en el lugar que ocupaba Semiramis de la Babilonia, quién se hizo LA
REINA DEL CIELO. Todas las inmundicias de la Babilonia vino a llenar Roma, para que entonces
Roma tomara el lugar de la Babilonia Espiritual. Fácil era para Satanás engañar a los Papas de Roma con
sus apariciones, que no era otra cosa sino los ángeles caídos, tomando forma de seres humanos: así como
lo han hecho por siglos y milenios.

ESCUDRIÑE LOS JUICIOS DEL APOCALIPSIS PARA ROMA

Apocalipsis 16:6; 17:6; 18:24; 19:1-3:


'Porque ellos derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado a beber
sangre; pues lo merecen.'
'Y vi la mujer embriagada de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús: y cuando
la vi, quedé maravillado de grande admiración.'
'Y en ella fué hallada la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido muertos en la
tierra.'
'Después de estas cosas oí una gran voz de gran compañía en el cielo, que decía: Aleluya: Salvación y
honra y gloria y potencia al Señor Dios nuestro. Porque sus juicios son verdaderos y justos; porque él
ha juzgado a la grande ramera, que ha corrompido la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre
de sus siervos de la mano de ella. Y otra vez dijeron: Aleluya. Y su humo subió para siempre jamás.'
Ella: (Babilonia Espiritual) derramó la sangre de los mártires de Jesús.
Nota: No pudo haber sido la Cd. de Babilonia, siendo que esa ciudad cayó mucho antes del tiempo de
Cristo, y la era Apostólica cuando el Apóstol Juan escribió el libro de Apocalipsis. Aquí hay
entendimiento.

Apocalipsis 17:3-5:
'Y me llevó en Espíritu al desierto; y vi una mujer sentada sobre una bestia bermeja llena de nombres
de blasfemia y que tenía siete cabezas y diez cuernos. Y la mujer estaba vestida de púrpura y de
escarlata, y dorada con oro, y adornada de piedras preciosas y de perlas, teniendo un cáliz de oro en su
mano lleno de abominaciones, y de la suciedad de su fornicación; y en su frente un nombre escrito:
MISTERIO, BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS FORNICACIONES Y DE LAS
ABOMINACIONES DE LA TIERRA.'
Roma y todas sus Papas han vestido elegantemente de púrpura, escarlata, oro, y adornada de piedras
preciosas y de perlas. Ella es la Babilonia Espiritual.

Apocalipsis 17:9, 18:


'Y aquí hay mente que tiene sabiduría. Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se asienta la
mujer.'
'Y la mujer que has visto, es la grande ciudad que tiene reino sobre los reyes de la tierra.'
En toda la tierra no hay otra ciudad tan conocida como Roma que está sentada sobre siete montes. Roma
ha exejida obediencia a todos los reyes de la tierra, y muchos han llegado al Papa para besarle el anillo.

Apocalipsis 17:1b-2, 15:


'Ven acá, y te mostraré la condenación de la grande ramera, la cual está sentada sobre muchas aguas:
Con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los que moran en la tierra se han embriagado con el
vino de su fornicación.'
'Y él me dice: Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos y muchedumbres y
naciones y lenguas.'
Las muchas aguas que habla aquí son pueblos, muchedumbres y naciones y lenguas. La palabra de Dios es
tan clara, que aún los niños pueden entenderla, y aceptar a Cristo como su Salvador, y ser salvos.

Apocalipsis 18:4-5:'Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, porque no seáis
participantes de sus pecados, y que no recibáis de sus plagas; Porque sus specados han llegado hasta el
cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades.'
La exhortación por Cristo mismo es: Salir de ella porque si permanece en ella, participará de las plagas
que pronto caerán sobre ella.
Modificado para la Escuela Bíblica Filadelfia, Sept. 26, 2002

Referencias:
Encyclopedia Britántica
Compendio Manual de la Biblia: Henry H. Halley
Babilonia, Misterio Religioso: Ralph Woodrow
La Sagrada Biblia, Versión Reina Valera (1602)
Evang. Javier Aguacero, Cd. Juárez, Chihuahua, México: Julio 12, 2000
Dibujos: Sacados del Video 'Ante el Trono Celestial en el Gran Juicio Final'
Fotos:
Ante el Trono Celestial en el Gran Juicio Final: Evang. Javier Aguacero, Derechos Reservados
1989
Sacados del Internet en Dominio al Público

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