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ADAPTACIÓN MATERIAL DIDÁCTICO ÁREA DE LENGUA. PROYECTO “LA CASA DEL SABER” DE LA EDITORIAL SANTILLANA. 4º EDUCACIÓN PRIMARIA.

 
ADAPTACIÓN PARA UN NCC DE 2º‐3º DE EP. ANA QUEVEDO MONTES (PT DEL CEIP AMÓS DE ESCALANTE. CANTABRIA). 

En muchos cuentos aparecen brujas, fantasmas y otros seres fantásticos que


nos dan mucho miedo. Pero, en este cuento de miedo los personajes no
consiguen asustarnos. ¿Por qué será?

Celia tenía 7 años y un miedo terrible a las señoras.

Su madre, la bruja fea, tenía mucho cuidado de que la


brujita no viera películas donde apareciera alguna señora.
Entonces Celia tendría pesadillas.

Los amigos de Celia también tenían miedo a las señoras.


Sus amigos se llamaban Rufián que era un fantasma y Lola
que era una pequeña demonio.

ESCRIBE SUS 
NOMBRES 
DEBAJO DE 
CADA DIBUJO. 

La primera vez que Lola miró un libro de cuentos vio un dibujo de una señora,
con el pelo muy largo y rubio. Tenía unos grandes ojos de color azul y la piel
muy fina y pálida.

 
Entonces Celia chillo muy nerviosa:

- ¡Mira, una señora! ¿Verdad que es feísima?

- ¡Sí, requetefeísima! – exclamó Lola – ¿Y dices que se come a las brujas


pequeñas?

Celia la miró muy seria, con cara de miedo y asintió.

Al día siguiente, nuestros amigos tenían clase de magia en el cole.

Lola estaba muy distraída y aburrida.

Mientras la bruja maestra iba escribiendo en la pizarra las palabras mágicas


que convierten a las personas en sapos, culebras y palos de escoba, ella sólo
pensaba en cómo podía ver de cerca a una señora.

Celia y Rufián intentaron convencer a Lola para que se quitara esa idea de la
cabeza.

Pero a Lola no había quien la convenciera. Era muy cabezota y estaba


empeñada en conocer de cerca a una señora.

Entonces, sus amigos Celia y Rufián decidieron ayudarla. Quedaron a las doce
de la noche junto al Gran Roble del Bosque.

A las doce en punto de la noche se encontraron debajo del árbol. Rufián


sacaba muy buenas notas en Prácticas de Vuelo, por eso les dijo a sus amigas
cómo tenían que agarrarse a él para no caerse.

Rufián cogió impulso, pegó un gran salto y… echó a volar. ¡Ventajas de ser un
fantasma!

 
En unos instantes atravesaron la puerta invisible que separa el mundo de las
personas del mundo de los fantasmas, las brujas y los demonios. Llegaron
enseguida a la puerta de una casa.

Los tres se asomaron a una ventana de la casa y, con la nariz pegada al cristal,
vieron a una señora que estaba tapando con la sábana a unos niños. La
señora besaba a los niños en la frente.

Lola, Rufián y Celia no daban crédito a lo que estaban viendo.

¡Las señoras hacían lo mismo que las mamás fantasmas, las mamás brujas y
las mamás demonios!

- ¡Mami, no apagues la luz! – dijo uno de los niños -. Tengo miedo de las
brujas, de los fantasmas y de los demonios.

- No tengas miedo – respondió la mamá señora – las brujas, los


fantasmas y los demonios sólo existen en los cuentos.

Celia, Rufián y Lola, asombrados, no se quedaron a ver más. Rufián hizo un


despegue de emergencia y salieron de allí disparados.

A la mañana siguiente, mientras desayunaba, la pequeña bruja preguntó a su


madre:

- Mami, ¿nosotros vivimos en un cuento?

Y la bruja Fea, que trasteaba como siempre entre pucheros y pócimas


mágicas, respondió:

- ¡Ande Celia! Déjate de cuentos y desayuna sin entretenerte que llegarás


tarde al colegio.

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