Versión digitalizada y corregida por Mi gloria fue en un tiempo su Procuro en vano
firmeza: César Coca Vargas No dar oído Y hoy su inconstancia vil me hace YARAVÍE I penar A aquel sonido
Fuera, fuera bajeza Que un día oí.
Todo mi afecto puse en una ingrata; Que durar mi esmero. Cuando mi prenda Y ella inconstante me llegó a Amor, amor no quiero, Juró ser mía olvidar No quiero más amar. Y me decía Si así, si así se trata ‘Seré de ti’. Un afecto sincero, YARAVÍE II Su voz entonces Amor Amor no quiero, Por más que quiere Fue mi contento: No quiero más amar. De la memoria Mas sus recuerdos
Juramos ser yo suyo y ella mía: Borrar la gloria Me son mortales.
Yo cumplí, y ella no se acordó más Que poseí; Y entre mil males
Mayor, mayor falsía Por todas partes Llego a gemir.
Jamás hallar espero, Cruel me persigue:
Por qué ha perdido Amor, amor no quiero, Siempre Me sigue, Su fiel firmeza, No quiero más amar. Siempre, ¡ay de mí! Su fiel firmeza Su juramento Me hizo feliz. Yaravíes Mariano Melgar Yaravíes
Y su promesa Quieres vil mando Mi dicha entera.
¿Olvido ruin? Tener en mí?
Ya su voz suave Cuando yo fino Borra esa ingrata Llenar no sabe Más la quería, Del pecho mío: Mi triste oído; Me borró impía No más impío Sus dulces ecos Del pecho vil. Me hagas morir Ya se han perdido.
Esta inconstancia YARAVÍE III
Murió el acento Cruel y severa La prenda mí, En que el contento Calmar debiera En quien tenía Tuve cifrado: Mi frenesí. Puesto mi gusto, Ya no me dice, Pero solo hace Hoy me persigue ‘Tu eres mi amado’. Que se acreciente Con odio injusto. Mi llama ardiente, Si me escuchara ¡Llama infeliz! Ya yo en sus ojos Yo la clamara, Solo hallo enojos; ‘¡Siempre eres mía!’ Amor infame, Cuando ántes era Y quizá entonces Dime ¿hasta cuando Su vista sola Se apiadaría. Yaravíes Mariano Melgar Yaravíes
Pero enojada Tu mano fuerte
Mi prenda amada, Con dardo impío.
Ni oírme quiere: Como al matarme
Ya mi esperanza Digas: ‘Es mío’.
Del todo muere.
Y por divisa
Prenda querida, De mi ceniza
Por quien la vida Pongas delante: Me quita el llanto: ‘Bajo esta losa ¿Por qué me tratas Yace mi amante’. Con rigor tanto?
Daré contento
Mi último aliento Si esto has querido: Pero no pienses Que infiel he sido.