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acoso psicológico en el trabajo o mobbin G


introducció N
El acoso psicológico en el trabajo o mob- situación reduce la salud psicológica y
bing, a pesar de haber existido desde física de sus víctimas y afecta negativa-
siempre, se ha convertido en una reali- mente a su bienestar y la eficiencia de
dad emergente en España y en el resto otros empleados, al mismo tiempo que
de los países occidentales en los últimos aumentan el absentismo y las bajas por
años. Esto se debe a la difusión de este enfermedad (Zapf y Einarsen, 2001). A
problema laboral en artículos en revistas estas nefastas consecuencias que aca-
especializadas, libros de divulgación y rrea para la salud, tanto física como
publicaciones monográficas, hasta el psicológica de las víctimas, habría que
punto de que se ha llegado a describir sumarle los perjuicios que causa indi-
como «el tópico de investigación de la rectamente a las familias de los afecta-
década de 1990» (Hoel et al., 1999), y dos, así como la disminución de la efi-
tanto la relevancia del concepto como la cacia de las organizaciones laborales y
intensidad de la investigación al respecto el coste económico que supone para los
no han disminuido al inicio del siglo XXI. recursos sociales de un país (Barón et
Lo cierto es que esta modalidad de con- al., 2003).
ducta agresiva parece haber alcanzado
cifras verdaderamente preocupantes en Procurar evitar el ejercicio del poder
la sociedad actual. mediante el acoso moral o psicológico
es tarea de todos aquellos que puedan
El mundo contemporáneo gira alrede- aportar conocimientos y estrategias
dor de las relaciones interpersonales para afrontar situaciones de indefen-
que se establecen en el mundo laboral sión en el trabajo, pues el hecho de que
y, lógicamente, éste puede convertirse sea una realidad que ha existido desde
también en fuente de posibles conflic- el principio de los tiempos no quiere
tos. La investigación desarrollada sobre decir que sea lícito, ni mucho menos
los efectos del mobbing indica que esta ético, ni aceptable.

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definición y concepto de mobbin G


El concepto de mobbing proviene del fenómeno, indican que el mobbing se
verbo to mob, cuya traducción literal produce cuando «alguien, persistente-
podría ser atropellar, acosar, molestar, mente durante un periodo de tiempo, es
linchar, atacar en masa, etc. Tiene su objeto de acciones negativas por parte de
origen en los estudios llevados a cabo otra u otras personas, en una situación en
por el etólogo Konrad Lorenz, quien al la que el blanco de estas actuaciones, por
estudiar las conductas de superviven- diversas razones, se encuentra con dificul-
cia de algunas especies animales se tades para defenderse de las mismas».
dio cuenta de que los miembros más
débiles empleaban el ataque en coali- Mediante esta definición, al igual que
ción contra los miembros más fuertes Leymann (1996), se especifica de forma
que ellos (Correa y Coutinho, 1997). muy clara que el mobbing no se refiere
en absoluto a un hecho aislado. A modo
Lo significativo de esta situación es que de resumen, se podría destacar una serie
se produce en múltiples ámbitos: en el de características que ayudarían a iden-
medio laboral, en el escolar (en este tificar una posible situación de acoso
entorno se denomina bullying), en los laboral, y que se detallan en la tabla 2.
grupos o pandillas juveniles y en otro
tipo de organizaciones (voluntariado, Se describe, por lo tanto, el fenómeno
culturales, etc.). Sin embargo, el campo como una conducta hostil o intimidato-
de mayor interés para los investigadores ria que se practica hacia un trabajador
ha sido, sin duda, el laboral; fue Heinz desde una posición jerárquica superior
Leymann (1996), psicólogo alemán, o desde un grupo de iguales hacia los
quien en la década de 1980 retomó este que éste mantiene una subordinación
concepto y lo aplicó al estudio de la con- de hecho. Dicha conducta hostil es rei-
ducta humana en las organizaciones terativa y persistente en el tiempo, lle-
laborales, definiéndolo operativamente gando a adoptar métodos de influencia
como «aquella situación en la que una muy diversos, que van desde la infrava-
persona o grupo de personas ejercen
una violencia psicológica extrema, de
forma sistemática (al menos una vez por tablA 1 FINALIDAD DE LAS
CONDUCTAS DE ACOSO
semana) y recurrente (como mínimo 6 me-
ses), sobre otra persona o personas en el – Destruir el entramado de comunica-
lugar de trabajo». La finalidad de esta ción de la víctima
conducta se resume en la tabla 1. – Destruir su reputación
– Perturbar el ejercicio de sus labores
De un modo similar, investigadores como – Lograr finalmente que acabe aban-
Einarsen (2000) y Einarsen y Skogstad donando el lugar de trabajo
(1996) que han estudiado ampliamente el De Leymann, 1996.

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tablA 2 CARACTERÍSTICAS MÁS DESTACABLES DE LAS CONDUCTAS DE MOBBING
– Intencionalidad de dañar
– Repetición de la conducta de acoso (al menos 1 vez por semana)
– Persistencia en el tiempo (mínimo 6 meses)
– Asimetría (empleando posiciones jerárquicas más altas o cuando el acoso es
entre compañeros del mismo rango empleando el liderazgo)
Objetivo final: abandono «voluntario» de la organización por parte del trabajador

loración de las capacidades del trabaja- por agresiones como la ocultación de


dor hasta su desbordamiento por la asig- información, la difamación o el trato
nación de tareas irrealizables, pasando vejatorio (Barón et al., 2003).

epidemiologí A
Según las conclusiones de la Jornada servadoras en las que hay poca toleran-
sobre Mobbing, celebrada en Barcelona cia a la diversidad y fuertes vínculos
en el año 2000, se estimaba que la entre sus miembros. Son instituciones que
población afectada por este fenómeno consideran el poder y el control como
en el continente europeo alcanzaba los valores prioritarios sobre la productivi-
12 millones de personas, con una inci- dad y la eficacia (Fornés, 2001). Aunque
dencia ligeramente superior en mujeres su presencia no excluye ninguna entidad
(9 frente al 7 % en hombres). En España, pública o privada, esta presión psicoló-
el último informe de la Fundación gica se considera más sólidamente insta-
Europea para la Mejora de las Condi- lada y, por lo tanto, más probable, en la
ciones de Trabajo (2001) estimaba que Administración del Estado (escuelas, uni-
alrededor de 750.000 personas estaban versidades, fuerzas armadas, etc.), hos-
padeciendo acoso psicológico en su tra- pitales, sector inmobiliario, banca e inclu-
bajo. Estimación muy benévola si se so algunas ONG (González de Rivera,
compara con los datos derivados del 2000; Díaz, 2000).
Quinto Informe Cisneros desarrollado
por Piñuel en la Universidad de Alcalá, Según el estudio de Piñuel (2001), los
que hallaba que más de 1,5 millones de acosadores suelen ser personas con
personas en España son víctimas de posiciones jerárquicas superiores res-
acoso laboral, lo que supone un 15 % de pecto a los acosados hasta en el 46 %
la población en activo. de los casos, aunque no es infrecuente
que las agresiones se lleven a cabo
Esta problemática se ha descrito en insti- por compañeros del mismo nivel hasta
tuciones altamente reglamentadas y con- en el 44 % de los casos.

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¿qué no es mobbing ? el falso mobbin G


El acoso moral se ha convertido en un situaciones de verdadero acoso psicoló-
serio problema de salud laboral, tanto es gico y diferenciarlas de las que no lo
así que han proliferado las demandas de son, ya que el terrorismo psicológico no
trabajadores que argumentan que la debe confundirse con la conflictividad
patología que sufren está enmarcada cotidiana que se da en todos los
dentro del mobbing y, en consecuencia, ambientes y que es debida a las tensio-
su finalidad principal es que se les decla- nes y a la convivencia forzada en espa-
re en situación de incapacidad absoluta cios restringidos. En este sentido, la
por accidente laboral debido a este moti- resolución del Parlamento Europeo
vo. Es importante señalar aquí que el sobre Acoso Moral en el Lugar de
diagnóstico de mobbing no corresponde Trabajo advierte que una de las más
al médico, quien sólo puede certificar un terribles formas de acoso moral son las
trastorno secundario, sino a la autoridad falsas acusaciones de mobbing. A con-
judicial o a los técnicos de prevención de tinuación, en la tabla 3, se resumen las
riesgos; para que se declare tal situación características más comunes que pre-
es habitual que se exijan pruebas deta- sentan los casos de falso mobbing.
lladas y pormenorizadas de los hechos.
El falso mobbing es un cuadro cada
Es importante intentar establecer, con la vez más frecuente y que por sus terri-
mayor precisión y cautela posible, las bles implicaciones para la persona fal-

tablA 3 CARACTERÍSTICAS DE LOS CASOS DE FALSO MOBBING


1. Personalidad Interpretación sobrevalorada de las críticas normales
del acosador: Insatisfacción constante en el trabajador por expecta-
trastorno paranoide tivas desmedidas
(suele haber Relación con las personas basada en el patrón de
antecedentes seducción-desprecio
personales/familiares)

2. Entorno social Desinterés de la empresa, por considerarlo un proble-


ma interpersonal entre afectados
Total apoyo a cualquier víctima

3. Proceso utilizado por el Acumular testigos del supuesto acoso por parte del
falso mobbing acusador
Conseguir una baja con diagnóstico de mobbing, que
constará ya en los documentos oficiales y se converti-
rá en uno de los principales elementos del juicio

De García Campayo et al, 2005.

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samente acusada debe ser siempre Parlamento Europeo (García Campayo
tenido en cuenta, como recomienda el et al., 2004).

los protagonista S
la figura del acosadoR le tener un objetivo definido: acceder al
poder o mantenerse en él, para lo cual
Es importante empezar recordando que usará cualquier medio o bien ocultará su
un acosador puede existir en cualquier incompetencia. La psicología ha descrito
ámbito de la vida, aunque en este caso a estas personas como «perversas nar-
se trata del campo de las organizacio- cisistas» o «psicóticos sin síntomas»
nes laborales. Independientemente del (Hirigoyen, 1999). El perverso narcisista
ámbito que se trate, el perfil del acosa- podría ser descrito como una persona
dor suele ser muy concreto y posee unos con un gran vacío interior que sólo se
fuertes rasgos de personalidad, inclu- encuentra a sí mismo cuando se mira en
yendo, según diversos autores, entre el espejo del otro, por este motivo inten-
otras, las siguientes características: nar- tará conectarse al otro y sorber su vida.
cisismo, impulsividad, mediocridad pro-
fesional, ineptitud e inseguridad y au- Field (1996) realizó en su libro Bully in
sencia de culpa, que a continuación se sight, una descripción más minuciosa
irán desglosando. de los rasgos que delatan a un acosa-
dor, al que considera un «intimidador
El «acosador institucional», como los ha en serie». La síntesis de estas caracte-
llamado González de Rivera (2001), sue- rísticas se recoge en la tabla 4.

tablA 4 CARACTERÍSTICAS DEL ACOSADOR


– Personalidad Dr. Jekyll y Mr. Hide (habitualmente se muestra violento en privado con
la víctima y encantador con los demás compañeros)
– Mentiroso (continuos engaños para convencer a la gente)
– Encantador (ante sus superiores o iguales, a los que muestra su lado más amable)
– Falsa apariencia de seguridad
– Actitudes inapropiadas (relacionadas con prejuicios de raza, género, etc.)
– Controlador
– Crítico (en pocas ocasiones alaba el trabajo de los demás)
– Irritable
– Incapaz de asumir culpas (reacciona con irritabilidad y agresividad cuando se le
piden explicaciones)

Modificado de Field, 1996.

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Otros investigadores, como Piñuel Sin embargo, otros autores como
(2001), apuntan que se pueden dis- Matthiesen y Einarsen (2001) han apun-
tinguir tres tipos de comportamientos tado que, a pesar de que la afirmación
patológicos en los acosadores, y que previa puede ser cierta, los datos de su
éstos serían los que les llevarían a estudio indican que algunas víctimas de
hostigar a sus víctimas. Estos tres mobbing son más sensibles a éste o reac-
tipos de trastornos se recogen en la cionan de un modo más dramático que
tabla 5. otras ante situaciones de acoso. Esto ven-
dría a confirmar la diversidad con que
la figura del acosadO las personas, incluso las víctimas de aco-
so, pueden reaccionar ante los conflictos
Al hablar de mobbing y no de los con- interpersonales y ante el escalamiento
flictos normales derivados de la diná- del conflicto en el trabajo (Medina et al.,
mica cotidiana del ambiente laboral, 2002; Zapf y Gross, 2001). De esta
autores como Leymann (1996) han forma, muchas de las personas que se
indicado que la personalidad del aco- han identificado como víctimas de acoso
sado resulta irrelevante para que se psicológico en el trabajo son personas
desencadene la situación de acoso. sensibles y vulnerables, y este hecho
Hoy por hoy, siguen sin existir eviden- puede haber influido en la elección de
cias para afirmar que existan trabaja- sujeto-objeto del acoso.
dores que, debido a sus características
personales, puedan ser etiquetados González de Rivera (2002) clasifica a
como víctimas propiciatorias. los sujetos con riesgo de padecer mob-

tablA 5 TIPOS DE COMPORTAMIENTOS PATOLÓGICOS DE LOS ACOSADORES


Trastornos narcisistas Trastornos psicopáticos Trastornos paranoides
Continua necesidad de Ausencia de empatía Desconfianza y percepción
mostrar su valía Ausencia de remordimientos de amenazas en todas
Necesidad de destruir a Capacidad superficial de partes
los demás para encanto Puede interpretar cualquier
construirse ellos Estilo de vida parasitario hecho como un ataque a
Pueden ver su imagen Manipulador su persona
continuamente Mentira sistemática Introvertidos
amenazada y compulsiva Fríos y distantes
Grandiosidad Sentido grandioso de los Fondo frágil e inseguro
y egocentrismo propios méritos Fuerte sentimiento de rencor
Falta de empatía Voluntariosos,
Necesidad enorme muy responsables
de aprobación Habitualmente sin sentido
Envidiosos del humor

De Piñuel y Zabala, 2001.

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tablA 6 SUJETOS CON RIESGO DE PADECER MOBBING
Envidiables Vulnerables Amenazantes
Personas brillantes y Personas con alguna Personas activas, eficaces
atractivas, con su mera peculiaridad o defecto o y trabajadoras, que
presencia amenazan simplemente necesitados ponen en evidencia lo
los sentimientos de supe- de afecto y aprobación establecido y pretenden
rioridad del Estas personas presentan implantar reformas
acosador rasgos de debilidad o Aquí suelen ser los
Son personas de éxito y, de dependencia que compañeros (no tanto
como el acosador es «disparan» los rasgos los jefes) los acosadores,
mediocre, «no soporta la sádicos del acosador ya que no soportan la
comparación» (puede ser superior o igual) eficacia de la víctima
(generalmente un superior)

Modificada de González de Rivera, 2002.

bing en tres grupos (tabla 6) y otros to cotidiano de estas personas; son,


autores como Piñuel (2001) han esbo- además, escrupulosas y perfeccionis-
zado lo que sería la tipología de los tas, apegadas al orden y a la respon-
posibles acosados (tabla 7). sabilidad, tanto en el ámbito del traba-
jo como en las relaciones sociales.
En líneas generales, los estudiosos de
este tema coinciden en describir a fases del acoso laboraL
estas personas, globalmente, como
honestas y con unos valores éticos muy Desde el punto de vista organizacio-
sólidos, que no dudan en defender nal, Leymann (1996) refleja cuatro
públicamente la justicia y la equidad, etapas típicas en el desarrollo del
valores esenciales en el funcionamien- acoso moral que son comunes a

tablA 7 TIPOLOGÍA DE LOS POSIBLES ACOSADOS


– Personas con elevada ética, honradez y rectitud
– Autónomas, independientes y con iniciativa
– Altamente capacitadas por su inteligencia y aptitudes, que destacan por su brillantez
profesional
– Populares, líderes informales entre sus compañeros o con carisma para liderar grupos
– Alto sentido cooperativo y de trabajo en equipo
– Elevada capacidad empática, sensibilidad, comprensión del sufrimiento ajeno e
interés por el bienestar y desarrollo de los demás
– Personas con situaciones personales o familiares altamente satisfactorias y positivas

De Piñuel, 2001.

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muchas de las situaciones de acoso siendo capaz de explicarse el motivo de
que relatan las víctimas: esta situación, pero habitualmente no
actúa contra la empresa, confiando en
1. Aparición de algún incidente crítico. que tarde o temprano la presión pasa-
2. Persecución sistemática. rá y contará con la buscada integración
3. Intervención de los superiores. en el proyecto de la organización.
4. Abandono del trabajo.
Si el acoso continúa, la persona comien-
En cuanto a la persona objeto del za a preguntarse en qué ha fallado, refle-
acoso, este continuo conflicto en el que xiona sobre sus propios errores e insiste
se ve inmersa atraviesa también cuatro reiterativamente en el análisis de éstos. La
fases muy enlazadas y vivenciadas, excesiva preocupación suele producir tras-
con una elevada carga de sentimientos tornos del sueño e ideación recurrente en
de impotencia, que conduce en muchos muchas de estas personas. En este punto
casos a poner en peligro su salud, tanto se pueden producir los primeros síntomas
física como psicológica, llegando en de ansiedad en relación con el manteni-
casos extremos, como se verá más ade- miento del estatus laboral y algunas alte-
lante, a un final autolesivo con conse- raciones de los hábitos alimentarios.
cuencias irreparables para la víctima.
La víctima se encuentra en un impasse,
Si bien Leymann (1996) ha analizado buscando la manera de resolver el pro-
al objeto de hostigamiento como una blema sin que se vea perjudicado su
víctima aislada, diversos estudios han puesto de trabajo o su estatus laboral.
demostrado que sólo una minoría de Para ello tiende a recurrir a sus relacio-
afectados confiesa haber sido objeto nes más cercanas, esperando la ayuda
de acoso individualmente, ya que la necesaria y encontrando incomprensión
mayoría suele informar de que han o falta de contribución para resolver el
compartido su experiencia con algu- problema. En este momento se encuen-
nos de sus compañeros, e incluso en tra aislada ante el acosador y ante su
algunos casos aislados, con todo su responsabilidad con la organización
grupo de trabajo (Hoel et al., 2001). laboral.

A continuación se describen las fases La persona acosada se debate ante dos


propuestas por Leymann (1996), iden- alternativas: por una parte, la negación
tificando como víctima tanto a una del problema por su incredulidad de la
persona aislada como a un grupo de situación y por la esperanza de que
trabajo en su conjunto: aquello cesará; por otra, se plantea la
necesidad de un enfrentamiento abierto
primera fase: se inicia el acoso psicológicO con el agresor, con el riesgo implícito de
Ante las primeras presiones del hostiga- que el conflicto se generalice a la opi-
miento en el trabajo, el primer síntoma nión pública del resto de la organiza-
de la víctima es la desorientación, no ción. Será ésta la primera «tela de

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araña» en la que se verá atrapada la 2003). Esta espiral consiste en un bucle
persona o el grupo acosado, y éste tam- de retroalimentación negativa en el que
bién es un momento crucial para aca- la presión del acoso incide en los sínto-
bar con el acoso sin que se produzcan mas patológicos y éstos en la ineficacia
aún daños difíciles de reparar. de la respuesta laboral, justificando y
reforzando el hostigamiento de manera
segunda fase: se abre el conflictO progresiva.
Al igual que en la primera fase, ésta tam-
bién es propiciada por el acosador y se En esta etapa, la víctima comienza a
caracteriza por una graduación más perder interés por su tarea y habitual-
incisiva del acoso psicológico hacia la mente comienza un via crucis por las
víctima con el objetivo de intimidarla, consultas de diversos profesionales
haciéndole notar que cualquier movi- sanitarios, comenzando normalmente
miento para defenderse sólo conseguirá por la del médico de familia, el médi-
acrecentar el acoso. A veces, estas reac- co de empresa o algún conocido que
ciones de incremento de la presión se pueda proporcionar algún remedio a
acompañan de amenazas. una crisis puntual. Esta etapa puede
concluir en la consulta del psiquiatra o
tercera fase: intervención de los superioreS psicólogo, dada la imprecisión del
Ante este aumento de la presión, la per- cuadro fisiológico que presenta.
sona o grupo de afectados pueden recu-
rrir a algunos miembros de la organiza- En esta fase la víctima resulta un candi-
ción que pudieran ayudarles a resolver el dato idóneo para la elaboración de sín-
problema, generalmente personas con dromes patológicos (trastornos obse-
cierta capacidad de influencia en la sivos, depresión, ansiedad, etc.) provo-
organización, como otros superiores, cados por el mobbing o reactivados por
representantes de personal, representan- éste. La persona acosada comienza a
tes sindicales, etc. preocuparse por el empeoramiento de
su salud, cuya evolución coincide con el
El acosado o el grupo comienzan a sen- comienzo de su deterioro en el plano
tirse aislados, y a los iniciales síntomas interpersonal y destacando también en
de ansiedad se suceden los primeros esta etapa una cierta propensión a con-
sentimientos de culpa y, con ellos, algu- ductas de distracción y adictivas (abuso
nos episodios depresivos. Poco a poco se de consumo de alcohol, tabaco, consu-
va minando su fortaleza para afrontar la mo de drogas y psicofármacos, etc.).
situación. Si la persona o grupo de afec- Ante esta situación, el acosador dispo-
tados se repliegan sobre sí mismos dis- ne de una oportunidad perfecta para
poniéndose a aguantar todo lo que les conseguir su objetivo de perjudicar a la
venga, en ese momento la víctima se ha víctima; en este momento, la persona
dejado atrapar en una segunda tela de necesita ayuda urgente y, de no produ-
araña y con ello ha entrado directamen- cirse, las consecuencias llegan, en el
te en la espiral del mobbing (Barón et al., mejor de los casos, al abandono del

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puesto de trabajo con el agravante de su oficio o profesión en dicha organiza-
una enfermedad añadida. ción, puede considerar que ya es tarde
para volver a empezar un nuevo rumbo
cuarta fase: la huidA profesional y su carrera tiende a concluir
Tanto la presión como el progresivo dete- en un amarga prejubilación. En el caso
rioro del acosado pueden llegar a hacer de las personas más jóvenes, siguen
insostenible su presencia en el entorno soportando la presión durante algún
laboral. La simple idea de volver al tra- tiempo hasta que su trabajo se vuelve
bajo después de una baja médica tiende puramente instrumental y se mantienen
a convertirse en algo terrorífico. La vícti- en la organización de una manera buro-
ma suele optar ya, cada vez con más crática, en tanto les llega una oportuni-
seguridad, por buscar soluciones fuera dad para poder marcharse, lo que no es
de la organización a la que pertenece. del todo frecuente dadas las precarias
En el caso de que su historial laboral condiciones de salud de las que suelen
refleje una dedicación de muchos años a ser víctimas.

consecuencias físicas
y psicológicas del acoso en las víctima S
En definitiva, las múltiples modalidades bipolar, depresión y ansiedad (Agust
de aplicación del acoso psicológico en el y Beas, 2001; González de Rivera,
trabajo, si se mantienen de forma soste- 2001; Piles de la Fuente, 2001).
nida en el tiempo, sobre una persona o Conductas antisociales: tendencias
grupo de personas que no tienen los a adicciones relacionadas con el
recursos suficientes para hacerles frente consumo de drogas, de tabaco y
amortiguando sus influencias, pueden abuso de alcohol (Cervera et al.,
llegar a deteriorar su salud con manifes- 2001; González y Ramírez, 2001).
taciones de diversos síntomas como con- Afecciones fisiológicas, como hiper-
ductas de evitación, ideación recurrente, tensión, trastornos dermatológicos,
desarrollo de fobias, alteraciones del alteraciones digestivas y cierta pro-
sueño, etc. (Barón et al., 2003). pensión a incluir al sujeto en grupos
de riesgo de accidentes vasculares
Efectivamente, la investigación llevada y coronarios (Bruziches y Rinaldi,
a cabo en este ámbito ha demostrado 2000; D’Elia, 1997; Leymann,
la aparición de diferentes afecciones 1997).
patológicas asociadas a situaciones de Especial atención merecen las con-
mobbing, como las siguientes: ductas autolesivas como los conflictos
familiares, divorcios e incluso suici-
Alteraciones del estado de ánimo, dios (Leymann, 1997). De hecho, en
como el trastorno obsesivo, trastorno Suecia, país pionero en el estudio del

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mobbing, se estima que entre el 10 y tablA 8 INCIDENCIA ESTADÍSTICA
el 15 % de los suicidios tienen como DE SÍNTOMAS ENTRE LAS VÍCTIMAS
origen el hostigamiento psicológico DE MOBBING (%)
en el trabajo (Fornés, 2001). Trabajos
recientes realizados en España por Dolores de cabeza 51 %
los psiquiatras García-Silva y Camps Dolores de espalda 44 %
así lo manifiestan, estimando que, Perturbaciones en la
aproximadamente, un 10 % de los conciliación del sueño 41 %

suicidios consumados se relacionan Estado depresivo 41 %

con problemas de mobbing. Irritación fácil 41 %


Dolores en la nuca 36 %
La tabla 8 muestra una interesante esta- Deficiencias de concentración 35 %
dística realizada por Heinz Leymann Miedo al fracaso 32 %
(1996). Sueño interrumpido 32 %

tablA 9 SÍNTOMAS FÍSICOS DESCRITOS EN CUADROS DE MOBBING


– Reducción de la inmunidad
– Fibromialgia
– Síndrome de fatiga crónica
– Problemas menstruales
– Enfermedades de la piel (psoriasis, vitíligo, etc.)
– Cefaleas tensionales
– Aparición e incremento de alergias y asma
– Indigestión, colitis, colon irritable, alergias alimentarias
– Artritis reumatoide
– Dolores de espalda, cervicales, lumbares
– Alopecia psicógena
– Variaciones bruscas en el peso
– Hipertiroidismo
– Hipertensión
– Diabetes
– Úlceras de estómago, gastritis, hernias de hiato
– Palpitaciones
– Infarto de miocardio
– Derrame cerebral
– Cáncer
– Alteraciones en la micción
– Parálisis musculares
– Pérdidas de visión y audición

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Numerosas investigaciones relacionan el relevantes se pueden concretar en los
mantenimiento del estrés en el tiempo con siguientes aspectos:
la aparición de síntomas físicos, como se
resume en la tabla 9, a partir de lo des- Pérdida del potencial profesional para
crito por autores como Piñuel (2001) y la las organizaciones.
propia casuística de los autores. Daño difícil de reparar para la salud
física y mental de la víctima.
En resumen, se trata de situaciones Probable deterioro de sus relaciones
laborales que se caracterizan por los personales y familiares.
elevados costes humanos, económicos Elevado coste de asistencia sanitaria y
y sociales, y cuyos indicadores más de pensiones asociadas.

prevención y tratamiento del mobbin G


Dada su complejidad, el abordaje del normas, indicar dónde y cómo pue-
fenómeno social del mobbing requiere den obtener ayuda las víctimas, com-
un enfoque multidisciplinar, tanto en su promiso para garantizar el derecho a
conceptualización como en la interven- quejarse «sin represalias» y manteni-
ción para su prevención y tratamiento. miento de la confidencialidad, entre
otras.
La Agencia Europea para la Seguridad
y Salud en el Trabajo ha propuesto una Los datos obtenidos a partir de diver-
serie de recomendaciones concretas pa- sas investigaciones indican que, apro-
ra prevenir el acoso psicológico en el ximadamente, la mitad de los trabaja-
trabajo: dores sometidos a mobbing refieren
secuelas psicológicas o físicas produci-
Favorecer la difusión del significa- das por el acoso. Por ello, si se detec-
do de acoso psicológico. tan situaciones de hostigamiento, no se
Llevar a cabo investigaciones sobre debería esperar a que se manifestara
el alcance y la naturaleza del pro- el daño para establecer estrategias
blema. preventivas. En este sentido se han
Formular directrices claras para favo- identificado algunos factores de buen
recer interacciones sociales positivas pronóstico de las intervenciones pre-
que incluyan el compromiso ético por ventivas antimobbing, que son los
parte de los empresarios y los traba- siguientes (González, 2004):
jadores de impulsar un entorno libre
de acoso, explicar el tipo de acciones La corta duración del acoso o su
que son aceptables y las que no lo pronta detención.
son, establecer las consecuencias que La baja intensidad o frecuencia del
acarrean el incumplimiento de las hostigamiento.

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La elección correcta de un profesio- mantener la consideración del entorno,
nal que pueda asesorar bien a la asegurar el apoyo del entorno familiar
víctima sobre el problema. y social, reforzar y estabilizar la situa-
El apoyo social y familiar recibido por ción económica, incrementar el margen
la víctima, en especial de la pareja. propio de maniobra y adquirir y domi-
La ruptura de la indefensión y de la nar la capacidad de resolver problemas
paralización, mediante una estrate- mediante el entrenamiento en habilida-
gia de afrontamiento activo. des sociales.

Según Leymann (1996), existen algunos Finalmente, en la tabla 10 se propo-


factores que incrementarían la efectivi- nen algunas estrategias útiles para
dad de la persona para hacer frente al afrontar la situación de acoso.
acoso laboral, como son los siguientes:
una buena forma física y mental, incre- Para concluir, es importante tener en
mentar la confianza en uno mismo, cuenta que las estrategias para preve-

tablA 10 QUINCE ESTRATEGIAS PERSONALES PARA SUPERAR EL MOBBING


1. Identificar el problema del mobbing como tal: informarse y formarse sobre el problema
2. Documentar y registrar las agresiones de que se es objeto lo antes posible
3. Hacer públicas las agresiones que se reciben en la intimidad y en secreto, comuni-
carlas a los compañeros, jefes, directivos, asesores, pareja, amigos y familiares
4. Desactivarse emocionalmente, evitando reaccionar con ataques
5. Controlar y canalizar la ira y el resentimiento
6. Hacer frente al mobbing: el afrontamiento hace retroceder al acosador que, en
el fondo, suele ser cobarde
7. Ser asertivo, responder a las calumnias y críticas destructivas, aunque sin pasivi-
dad ni agresividad
8. Proteger los datos, documentos y archivos del propio trabajador, desconfiando
de las capacidades manipulativas de los hostigadores
9. Evitar el aislamiento social: salir y afrontar socialmente la situación de acoso
10. Evitar la autoinculpación; si se produce, utilizar mecanismos de extroyección
11. No intentar convencer o cambiar al hostigador
12. No caer en la inhibición, ni en la paralización, hablar del acoso y expresar las
emociones (risa, llanto) que sus conductas provoca
13. Autoestimular la capacidad profesional, acudir a cursos, mantenerse actualizado, etc.
14. Evitar la destrucción, solicitar ayuda médica, psicológica y legal, para diseñar el
plan terapéutico más indicado (actividades preventivas, tratamiento farmacológi-
co, baja laboral, etc.)
15. Perdonar al acosador como forma de liberación final

Adaptada de Piñuel, 2003.

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nir o tratar el acoso psicológico en el relacionados con el agente que ejerce
trabajo serán diferentes en cada caso el acoso, la víctima que lo padece y el
y dependerán de las características entorno organizacional en el que se
que se combinan entre los factores produce (Barón et al., 2003).

diagnóstico psiquiátrico
y tratamiento farmacológico del mobbin G
Desde el punto de vista práctico del debido a la frecuencia con que
médico de familia, del psiquiatra o de estos pacientes desarrollan cuadros
cualquier otro profesional que trate este depresivos y/o de trastorno de
tipo de cuadros, debe tenerse un extremo estrés postraumático, se recomien-
cuidado en no diagnosticar al paciente da tratarlos siempre con antidepre-
como mobbing, ya que éste es un con- sivos, bien sea serotoninérgicos o
cepto laboral y legal, y sólo puede ser duales. La duración es la habitual
ratificado por el juez o por un experto en en casos de depresión.
prevención de riesgos laborales. El médi- Tratamiento psicológico: a menudo
co o el psicólogo deben diagnosticar no es imprescindible la remisión a
exclusivamente el cuadro psicológico salud mental y el paciente puede
resultante, que habitualmente es, en el ser controlado desde atención pri-
Eje I, un trastorno adaptativo (con ánimo maria. Casi siempre suele ser
depresivo, ansioso o mixto), un trastorno necesario que el paciente relate su
de ansiedad o un trastorno depresivo. experiencia por la función curativa
Puede especificarse, además, en el Eje V, de la catarsis. Si es posible, resul-
la existencia de «problemática laboral» ta útil la agrupación de estos
pero no de mobbing. pacientes, en cuyas reuniones rela-
tan su experiencia y cuentan con
En cuanto al tratamiento, se recomien- todos los factores curativos de los
da asociar: grupos que se resumen en la tabla
11. Las asociaciones de pacientes
Tratamiento farmacológico: aunque también son un recurso importante
predominen síntomas de ansiedad, que se debe tener en cuenta.

tablA 11 FACTORES TERAPÉUTICOS DE LOS GRUPOS


1. Infundir esperanza
2. Universalidad: eliminar el sentimiento de vergüenza o aislamiento que, con fre-
cuencia, acompaña a la enfermedad mental al compartir el padecimiento con
otras personas

(Continúa)

acoso psicológico en el trabajo o mobbinG


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(Continuación)

3. Transmisión de información: tanto por medio de la instrucción didáctica llevada


a cabo por los terapeutas como mediante los consejos que intercambian los
miembros del grupo entre sí
4. Altruismo: se consigue que el individuo abandone la visión centrada únicamente
en su patología y, de este modo, se le da la oportunidad de contemplar el males-
tar psíquico de otros pacientes. Se le brinda la ocasión de «ayudarse ayudando
a los demás»
5. Desarrollo de técnicas de socialización, por la propia interacción humana que
conlleva la participación en el grupo
6. Comportamiento imitativo: las interacciones con el terapeuta, así como con el
resto de los miembros, suponen una experiencia interpersonal en que el pacien-
te puede entrenar sus habilidades de relación, recibiendo continuos refuerzos
que se van interiorizando
7. Catarsis: compartir el sufrimiento con los demás es una importante forma de alivio
8. Recapitulación correctiva del grupo familiar primario: en general, el comporta-
miento en el grupo refleja la relación con la familia de origen del individuo. La
experiencia grupal es un buen medio para comprender y modificar aquellas pau-
tas de conducta aprendidas en el seno familiar que resultan desadaptativas para
el funcionamiento cotidiano del paciente
9. Factores existenciales: en las terapias grupales no es infrecuente que surjan temas
trascendentales que pueden ayudar a descubrir y compartir la «soledad del existir»
10. Cohesión: es la base necesaria para que los demás factores que aquí se enume-
ran puedan darse. Es el sentimiento de «pertenencia» al grupo, que potencia y
refuerza todos los otros mecanismos
11. Aprendizaje interpersonal: de la importancia de relacionarse con los demás, de
los problemas que para ello conlleva una enfermedad determinada y de las
estrategias más adecuadas para superar dichas dificultades

consideraciones e implicaciones legale S


A día de hoy, ni el acoso psicológico, ni entonces por vía penal, debiendo
sus consecuencias, se encuentran en demostrar daños por lesiones, por aten-
España tipificadas como delito sanciona- tados contra la integridad moral, por
ble por las leyes del Código Penal y el incumplimientos en las medidas de pre-
reconocimiento de estas patologías como vención, etc. La persona que ha sufrido el
accidente de trabajo sólo se ha admitido hostigamiento se encuentra entonces con
en contadas ocasiones. La posibilidad de la dificultad añadida de la necesidad de
la víctima de solicitar responsabilidades aportar pruebas de un delito considera-
legales consiste en denunciar el daño en do tradicionalmente como un «crimen
el Juzgado de Instrucción, tramitándose limpio» del que no queda huella.

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Las propuestas que hacen todos los para conseguir el adecuado tratamien-
expertos en la materia se dirigen hacia to institucional, organizacional e inclu-
su consideración normativa, esto es, su so regulador de las conductas indivi-
tipificación como delito en el Código duales en el mobbing (Barón, 2003).
Penal, su inclusión como riesgo que se
debe prevenir en la Ley de Prevención Desde un análisis prospectivo de la
de Riesgos Laborales y su reconoci- situación, se vislumbran en un futuro
miento en la Ley de Seguridad Social próximo dos enfoques para el aborda-
como enfermedad profesional. je del problema. Uno como análisis
macro, que se concretaría en el abor-
Dichas pautas legales proveerían de daje de la organización laboral y otro
un medio disuasorio, preventivo e como de análisis micro, que engloba-
incluso paliativo y curativo, siendo esta ría el tratamiento del problema de la
ordenación legal la mejor herramienta víctima de acoso.

conclusione S
El acoso psicológico en el trabajo o deja sin apoyo a la mayoría de los
mobbing es un problema de compleja trabajadores, que prefieren abando-
solución por varios motivos: nar su puesto de trabajo antes que
pasar un nuevo calvario de justifica-
En primer lugar, porque es difícil ciones y enfrentamientos con directi-
aportar datos que justifiquen la agre- vos o, en último extremo, con la ley
sión psicológica, ya que ésta no suele (Fornés, 2001).
dejar huellas objetivas, a pesar de
que sus consecuencias puedan ser La intervención eficaz del afrontamien-
más nefastas que las producidas por to del mobbing debe partir de un ade-
un maltrato físico. cuado ordenamiento en el marco jurí-
En segundo lugar, porque sería nece- dico, aunque en cualquier caso este
sario sensibilizar al resto del grupo amparo en el ámbito jurídico requiere
para que entendiera el problema y ir acompañado de una terapia psicoló-
dejara de ejercer de cómplice, cosa gica que fortalezca las bases de auto-
que tampoco es fácil, ya que muchas estima e identidad de la persona y que
personas no están dispuestas a le ayude a recuperar las emociones
renunciar a ciertos beneficios secun- positivas vinculadas a la percepción de
darios que obtienen al mantener esta autoeficacia (Cisneros et al., 2000).
postura.
Finalmente, la carencia de una legis- El mobbing no es un juego patológico
lación que contemple este problema en el que el fracaso de uno permite la

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victoria de otro: al contrario, pierden los expertos recomiendan reconocer y
todos. En primer lugar, la víctima por las afrontar el problema en las fases inicia-
consecuencias tan nocivas para su salud les, cuando se está a tiempo de poder
física y mental, pero también pierde la intentar bloquear la espiral de boicoteo
empresa o institución debido a los costes y extorsiones. Una vez iniciado el hos-
indirectos que esta situación ocasiona tigamiento, su abordaje es una carrera
derivados de la disminución del rendi- contrarreloj, según palabras de Barón
miento, el absentismo laboral, el aumen- (2003) «simbólicamente, es como tra-
to de la accidentabilidad y el incremen- tar de parar una esfera que se desliza
to de las bajas laborales, entre otros. por una pendiente, y que, a medida
que recorre más camino, también es
Parece que, al igual que en otras pato- mayor la cantidad de energía que se
logías, en lo que respecta al mobbing precisa para detenerla».

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