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C A P Í T U L O 1 4

MELENAS EN VARÓN
CON CIRROSIS
DE CAUSA ETÍLICA
Y POR VIRUS C

CASO CLÍNICO

Varón de 49 años que acudió el 13 de noviembre de 2005 al ser-


vicio de urgencias por presentar una deposición de color negro y
consistencia pastosa acompañada de vómito oscuro. No había
tomado antiinflamatorios, ácido acetilsalicílico ni alcohol en los días
previos. Refería mal estado general y sensación de distermia junto
con escalofríos. La familia había observado que desde hacía 24 ho-
ras el paciente presentaba enlentecimiento de las funciones menta-
les superiores, así como un ligero tinte cutáneo amarillento. No se
apreciaba aumento del perímetro abdominal.
En los antecedentes personales destacaban: hipertensión arterial
sin tratamiento farmacológico, fumador de 20 cigarros al día y bebe-
dor de 3 a 5 copas de coñac al día hasta 3 años antes, cuando aban-
donó el hábito de la bebida después de un ingreso hospitalario.
Había sido diagnosticado de cirrosis de causa mixta debida al alco-
hol y al virus de la hepatitis C, con una primera descompensación
E. GARRIDO GÓMEZ 3 años antes por una hemorragia digestiva alta (HDA), probablemen-
F. HERNÁNDEZ RANZ te secundaria al sangrado de varices fúndicas, correspondiendo en
V. F. MOREIRA VICENTE ese momento a un estadio B-8 en la clasificación Child-Pugh; hasta
J. BLÁZQUEZ SÁNCHEZ* la fecha no había vuelto a requerir nuevos ingresos por descompen-
sación de su enfermedad hepática.
*Radiodiagnóstico En la exploración física presentaba presión arterial de 160/
80 mmHg, frecuencia cardiaca de 120 lat/min, temperatura de 36,5 ºC
y frecuencia respiratoria de 24 respiraciones/min. Se encontraba
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consciente, orientado en persona y lugar pero no Se consiguió extubar al paciente 9 días des-
en tiempo, con clara asterixis y habla disártrica. pués del inicio del cuadro, ya que se encontraba
Resaltaba una franca ictericia cutaneomucosa. En estable hemodinámicamente y no presentaba
la exploración con aparatos no destacaba ningún signos de nuevos sangrados; el paciente de-
otro signo patológico, descartándose la presencia sarrolló un cuadro de encefalopatía hepática ini-
de ascitis. El tacto rectal evidenció heces negras cialmente de difícil cuidado, pero que se consi-
con ligero tinte rojizo, y en el lavado gástrico por guió controlar una vez trasladado a la planta de
sonda se observaron restos hemáticos digeridos. gastroenterología al aplicar el tratamiento médico
La analítica en urgencias presentaba los adecuado en dosis máximas.
siguientes valores: creatinina, 1,28 mg/dl; urea, En la ecografía abdominal con Doppler se
73 mg/dl; BUN, 34 mg/ 100 ml; sodio, 132 nmol/l; observó un flujo hepatópeto en la vena porta co-
potasio, 6 mmol/l; albúmina, 2,9 g/dl; GOT, 109 U/l; mún a 36,2 cm/s y un flujo hepatófugo en las
GPT, 44 U/l; bilirrubina total, 5 mg/dl. En el ramas portales intrahepáticas; las venas suprahe-
hemograma destacaba: hemoglobina, 6,8 g/dl; páticas y la vena cava eran normales, y el shunt per-
VCM, 105 fl; leucocitos, 10 ⫻ 103/µl (neutrófilos, meable, con una velocidad de flujo de 119 cm/s.
76 %); plaquetas, 100 ⫻ 103/µl. En la coagula- Todos los hallazgos son compatibles con un buen
ción destacaba una actividad de protombina del funcionamiento de la derivación hepática.
35 %. El paciente fue valorado e incluido en lista de
Se inició una perfusión de somatostatina y trasplante hepático 1 mes después de su ingreso
pantoprazol a las dosis habituales, y se adminis- (en ese momento el paciente presentaba un valor
traron medidas antiencefalopatía, transfundién- de 23 en la clasificación MELD, Model for End
dose 2 concentrados de hematíes. El paciente stage Liver Disease). El paciente fue dado de alta
permaneció estable hemodinámicamente, pero el 23 de diciembre de 2005, en espera de dicho
inició un deterioro progresivo del nivel de con- trasplante hepático.
ciencia hasta alcanzar una encefalopatía hepática
de grado III en el momento de realizarse la
endoscopia oral, por lo que se decidió la intuba- DIAGNÓSTICO DEFINITIVO
ción orotraqueal antes de su realización.
En la endoscopia oral se observaron dos cor-
Hemorragia digestiva alta secundaria a
dones varicosos esofágicos de grado I sin ero-
varices fúndicas en un paciente con cirrosis
siones, grandes varices de aspecto seudotumo-
estadio C-11 de la clasificación Child-Pugh.
ral con puntos rojos en el fundus gástrico y
Colocación de una DPPI.
sangre digerida en la cavidad gástrica. Debido a
la dificultad para realizar un tratamiento endoscó-
pico y a la ausencia de sangrado activo en el
momento de realizar la prueba, se decidió instau- COMENTARIOS
rar tratamiento de forma reglada mediante la
colocación de una derivación portosistémica per- INDICACIONES DE LA DERIVACIÓN
cutánea intrahepática (DPPI). PORTOSISTÉMICA PERCUTÁNEA
Se decidió el ingreso en la unidad de vigilan- INTRAHEPÁTICA
cia intensiva con tratamiento médico, sin precisar
fármacos vasoactivos debido a la estabilidad HISTORIA
hemodinámica del paciente.
A las 24 horas se realizó la derivación desde La DPPI se conoce desde la década de 1960;
la vena suprahepática derecha a la rama intrahe- a principios de la de 1980 se empezó a utilizar de
pática derecha de la vena porta; la técnica con- forma experimental, y se introdujo en la práctica
cluyó sin complicaciones inmediatas. Se midió el clínica en la década de 1990 [1]. En 1995, en una
gradiente de presión venosa hepática basal conferencia patrocinada por el National Institute
(GPVH), que fue de 13 mmHg, y el gradiente for the Health, se afirma que la DPPI es efectiva
de presión venosa hepática postDPPI, que fue de tanto en el control agudo como en la prevención
5 mmHg. de la HDA por varices, pero no se acuerda en qué
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FIG. 1. Venografía, portografía indirecta.

situaciones debe utilizarse. Desde entonces se


han incluido a más de 1.000 pacientes en ensa-
yos clínicos con tratamiento mediante DPPI, y se
han publicado alrededor de unos 800 artículos
sobre este tema [2].
FIG. 2. Punción de la vena porta.
TÉCNICA

La técnica consiste en la realización de una


derivación portosistémica laterolateral. Previa-
mente se administra un antibiótico de forma pro-
filáctica, normalmente 2 g de ceftriaxona intra-
venosa, y una vez sedado (si el paciente se
encuentra inestable hemodinámicamente se pre-
fiere realizar anestesia general [3]), se canaliza la
vena yugular interna derecha y se alcanza la vena
suprahepática derecha. Se realiza una medición
de las presiones para conocer el GPVH, que se
define como la diferencia entre la presión venosa
portal y la presión venosa sistémica anulando el
efecto de la presión abdominal y de la presión
venosa central; esta medición se calcula restan-
do la presión de enclavamiento de la vena hepá-
tica a la presión libre en esta vena. El siguiente
paso es localizar la vena porta intrahepática (nor-
malmente la rama derecha) mediante control eco-
gráfico o la realización de una fluoroscopia con
CO2, una portografía indirecta o incluso sin con-
trol si se tiene gran experiencia (fig. 1) [4]. Se
debe realizar la punción a 2-3 cm de la bifurca- FIG. 3. Cateterización de la vena porta.
ción portal para asegurarnos que nos encontra-
mos intrahepáticamente, ya que la bifurcación
portal se localiza fuera del hígado en casi la mitad cateteriza la porta (figs. 3 y 4), a continuación se
de los casos (fig. 2) [5]. A través de una aguja se procede a la dilatación del trayecto elegido
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FIG. 4. Portografía directa. FIG. 5. Dilatación del trayecto con balón.

FIG. 6. Colocación de la prótesis. FIG. 7. Comprobación de la prótesis.

mediante un balón (fig. 5) y a la colocación de la En las figuras 1 a 7 se muestran los distintos


prótesis, que puede ser autoexpandible o balón- pasos que deben seguirse en la técnica de colo-
expandible (fig. 6). Se comprueba el shunt intro- cación de la DPPI.
duciendo contraste (fig. 7) y se vuelve a realizar
una medición de las presiones; el diámetro de la ÉXITO DE LA TÉCNICA [2]
DPPI suele oscilar entre 7 y 12 mm. Al no pro-
vocar ninguna alteración anatómica, la coloca- En el sangrado digestivo por varices el objetivo
ción de la DPPI no es una contraindicación para es conseguir un GPVH < 12 mmHg tras la coloca-
el trasplante hepático. ción de la DPPI [7]. Si existe un riesgo muy elevado
Se recomienda una vigilancia estrecha duran- de desarrollar encefalopatía hepática o fallo hepáti-
te las siguientes 24 horas, con mediciones fre- co después de la colocación de la DPPI, se puede
cuentes de las constantes vitales. Se ha observa- intentar disminuir entre el 40 y el 50 % el GPVH
do que durante esas horas puede aumentar la basal para intentar evitar estas complicaciones. En
temperatura unos grados sin que signifique infec- un estudio publicado en 2001 y en el que participa-
ción, presentarse una anemia de hasta 2 puntos ron 221 pacientes, se observa que si se disminuye
de hemoglobina sin que signifique sangrado, o el GPVH al 50 % del basal sólo hay un 1 % de nue-
incluso existir un empeoramiento transitorio de vos sangrados [8]. Se necesita el desarrollo de
las enzimas hepáticas [6]. estudios sucesivos para determinar si la menor
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reducción en el gradiente de presión venosa hepá- valor de bilirrubina mayor de 3 mg/dl, de GPT
tica es eficazmente aceptable con una disminución mayor de 100 U/l, la presencia de encefalopa-
de la incidencia de encefalopatía hepática. tía hepática previa a su colocación y la necesi-
Algunos autores aconsejan que si al introducir dad de colocar la DPPI de forma urgente [11].
el contraste para la comprobación del buen fun- – El tercer modelo incluye los valores de bilirru-
cionamiento de la derivación aparecen algunas bina, el índice de gravedad de APACHE-II, y la
varices, entonces se puede realizar su emboliza- indicación de forma urgente. Es muy buen
ción mediante sustancias químicas como el alco- pronóstico de la mortalidad a muy corto plazo
hol o con objetos metálicos como los coils [4]. [12, 13].
En la ascitis refractaria existen estudios contra-
dictorios sobre el valor de GPVH que es necesario CONTRAINDICACIONES
obtener para que el tratamiento sea considerado
exitoso. En un ensayo publicado en el año 2003 se Las contraindicaciones se clasifican en abso-
observa que es necesario alcanzar un valor de lutas y relativas [2].
GPVH igual o inferior a 8 mmHg para el control con
éxito de la ascitis refractaria, pero existen estudios Contraindicaciones absolutas
posteriores que no relacionan el menor GPVH con
el mejor control de la ascitis [9]. – Insuficiencia cardiaca congestiva (FEVI < 30 %).
El éxito de la técnica se consigue en el 95 % – Prevención primaria de la hemorragia por vari-
de los casos, y el clínico en el 90 %, aproxima- ces (ya que el riesgo de morbilidad y mortali-
damente [2]. dad supera al beneficio del proceso).
En los últimos años se han sugerido diferen- – Quistes múltiples hepáticos.
tes factores de riesgo asociados a la colocación – Sepsis o infección sistémica no controlada.
de una DPPI, e incluso se han agrupado en dife- – Hipertensión pulmonar grave.
rentes modelos para predecir la morbimortalidad – Encefalopatía hepática incontrolable.
pos-DPPI [6]:
Contraindicaciones relativas
– El modelo MELD modificado incluye como
variables los valores de bilirrubina, del cocien- – Hematoma intrahepático (especialmente si es
te internacional normalizado (INR) y de creati- central).
nina. El modelo MELD deriva de un estudio – Obstrucción al flujo venoso hepático (síndrome
publicado en el año 2000 en el que participa- de Budd-Chiari). Hay series recientes que de-
ron 231 pacientes a los que se les coloca una muestran la eficacia de la DPPI en este síndrome
DPPI por diferentes motivos, y a partir de – Trombosis de la vena porta (con transformación
estas tres variables, junto con la etiología de la cavernosa es una contraindicación absoluta;
hepatopatía crónica, se desarrolla una fórmu- una trombosis reciente o una nueva canalización
la que es capaz de predecir la mortalidad a los de la vena porta no son contraindicaciones).
3 meses tras la realización del shunt con un – Coagulopatía grave (INR > 5)*.
valor predictivo positivo entre el 80 y el 90 % – Trombocitopenia (< 20 ⫻ 103/µl plaquetas)*.
[10]; la fórmula inicialmente utilizada se simpli- – Hipertensión pulmonar moderada.
ficó, correspondiéndose con el valor actual de
MELD. Este modelo también se puede utilizar SEGUIMIENTO
como factor de predicción a largo plazo pero
con una menor exactitud, ya que entonces Eco-Doppler
puede influir la aparición de nuevos episodios,
como el desarrollo de hepatocarcinoma, un Se recomienda realizar en las primeras 24-
nuevo sangrado o la estenosis del shunt. 72 horas una primera ecografía con Doppler, y,
– El segundo modelo incluye como factores de posteriormente, repetir un seguimiento ecográfi-
mal pronóstico de la colocación de la DPPI un co cada 3-6 meses. Los parámetros que definen

*Se puede revertir la trombopenia o la alteración de la coagulación mediante la transfusión de plaquetas o de plasma fresco
congelado, respectivamente.
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ecográficamente la disfunción del stent no son COMPLICACIONES


uniformes, y tampoco lo son los resultados con
respecto a la sensibilidad y especificidad de esta Insuficiencia de la DPPI
técnica presentados en los diferentes estudios.
Entre los parámetros que se han considerado La primera dificultad radica en la definición
como factores de predicción de la disfunción del de insuficiencia, ya que se puede considerar
shunt se encuentra una velocidad de flujo en la una DPPI insuficiente en las siguientes situacio-
vena porta menor del 50 % de la conseguida nes [2, 3]:
después de la colocación de la DPPI o menor de
28 cm/s, con una sensibilidad del 82 % [4]. Otros – Pérdida de al menos el 50 % del descenso
parámetros utilizados han sido una velocidad conseguido en el GPVH tras la realización de
intrastent menor del 50 cm/s, la no inversión del la derivación.
flujo en las ramas portales intrahepáticas (es decir, – Gradiente de presión venosa hepática supe-
la persistencia de flujo hepatópeto en éstas), la rior a 12 mmHg.
disminución de la velocidad en la porta en más – Reaparición de la clínica.
del 75 % de lo conseguido pos-DPPI o menor de
19 cm/s, y la asociación de varios de estos fac- La disfunción de la DPPI se clasifica como:
tores [3]. En el año 2005 se publicó un artículo
español donde se concluía que los 2 parámetros – Temprana, si ocurre en los primeros 30 días
que indican disfunción del stent son la velocidad (aunque lo habitual es que aparezca en las
máxima portal (Vpmáx) y la dirección del flujo en primeras 24 horas) y presenta una frecuencia
las ramas portales intrahepáticas, considerándo- del 0 al 15 %. Se debe a la oclusión del stent
se disfunción si la Vpmáx es menor de 28 cm/s y por un trombo, y existe el riesgo aumentado
el flujo es hepatófugo, o si la Vpmáx es menor de de tromboembolismo pulmonar (TEP). Se ha
39 cm/s y el flujo es hepatópeto; se obtiene una publicado un ensayo en el que la profilaxis
sensibilidad del 90 %, una especificidad del 45 % con heparina disminuye el riesgo de trombo-
y un alto valor de predicción negativo (es decir, sis al 0-3 %, pero no se recomienda de
que si obtenemos resultados que indican el buen forma habitual debido al riesgo de sangrado
funcionamiento de la derivación, hay una alta [16].
probabilidad de estar en lo cierto); se desestiman – Tardía, si ocurre después del primer mes y su
como parámetros que indican una disfunción la frecuencia oscila entre el 31 y el 80 %. Se
velocidad intrastent (ya que la existencia de este- debe a la proliferación de la íntima vascular,
nosis puede aumentar la velocidad en el shunt) o y se forma una matriz de colágeno recubier-
la presencia ecográfica y no clínica de ascitis. ta de células endoteliales. Como causa de
Con estos valores, estos autores evitan la angio- esta disfunción destacan [4]: a) la comunica-
grafía en el 50 % de los casos [14]. ción entre la vía biliar y el shunt o la vena
hepática, y b) los estados de hipercoagulabi-
Angiografía lidad.

Es la técnica de elección. Se debe realizar si En un ensayo aleatorizado publicado en


la ecografía con Doppler sugiere disfunción, o si 1999 se realizó anticoagulación durante 4 sema-
no existe mejoría o incluso los síntomas recurren nas con heparina de bajo peso molecular y
[4]. Algunos autores recomiendan realizar esta antiagregación durante 12 semanas con ticlopi-
técnica al cabo de 1 año, aunque no exista nin- dina y otros antiagregantes, con lo que se con-
guna de las características anteriores [6]. siguió una disminución del 50 % de la estenosis
de la DPPI, aunque, sin embargo, aumentó el
Angio-TC helicoidal riesgo de nuevo sangrado y de trombocitosis
[17]; además, existen otros ensayos con resulta-
Existen estudios en los que se observa una dos contrarios a éstos. Se necesitan estudios
sensibilidad del 92 %, pero no se utiliza en la futuros para comprobar este hecho y valorar el
práctica clínica [15]. riesgo de sangrado.
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El tratamiento de la estenosis puede consistir hemocultivos positivos; se trata inicialmente


en una nueva dilatación por vía radiológica, la con antibióticos [6].
colocación de un stent paralelo, el cambio de la – Insuficiencia renal por contraste radiológico:
prótesis o incluso la trombólisis local. Un tercio esta complicación es controvertida, y existen
de las estenosis son clínicamente significativas estudios que concluyen que la cirrosis no es
[4, 18]. un factor de riesgo para el desarrollo de la
nefrotoxicidad producida por contrastes
Complicaciones de la técnica [2, 6, 16] radiológicos [19].

– Hemorragia intraperitoneal: ocurre en el 1-2 % La mortalidad debida a septicemia alcanza el


de los casos. En un tercio de las ocasiones se 2 % de los casos, a hemorragias graves otro 2 %,
debe a la perforación de la cápsula hepática, y a otras complicaciones de la técnica el 1 %.
aunque también puede ocurrir por la lacera- Estos porcentajes son mayores si en el centro
ción de la vena porta o de la arteria hepática. donde se realiza el procedimiento no se ha alcan-
– Otras hemorragias: por ejemplo, las causadas zado la curva de aprendizaje, es decir, si no se
al perforar el corazón o la vena cava. han colocado al menos 150 stents [4].
– Hemobilia: ocurre en menos del 5 % de los
casos, y su evolución varía desde la resolu- Complicaciones del shunt
ción espontánea hasta el fallecimiento del
paciente. – Deterioro de la función hepática por pérdida
– Fístula arteriovenosa: es poco frecuente y se de la perfusión hepática. Aunque de forma
diagnostica al detectar un flujo pulsátil portal transitoria ocurre en la mayoría de los casos,
con aumento de la velocidad intraprótesis y un únicamente en el 5 % no se recupera y apare-
cambio de color al realizar la ecografía abdo- ce insuficiencia hepática progresiva.
minal con Doppler. El tratamiento consiste en – Empeoramiento o aparición de encefalopatía
la embolización de la fístula mediante objetos hepática, que se presenta entre el 2 y el 31 %
metálicos (coils) [16]. de los casos. Se trata con los fármacos habi-
– Hemólisis: aparece entre 7 y 14 días después tuales (dos ensayos demuestran que la profi-
de la DPPI y ocurre en el 10-15 % de los laxis con lactulosa antes del procedimiento no
casos. Se encuentra un aumento de los valo- previene ni mejora la encefalopatía hepática
res de bilirrubina, una disminución del valor de posterior) [20, 21].
la hemoglobina, un aumento del porcentaje de – Fallo cardiaco derecho.
reticulocitos y una disminución de los valores
de haptoglobina en ausencia de componente El desarrollo de las dos primeras complica-
autoinmune. Se suele resolver en 3-4 sema- ciones depende tanto del diámetro del shunt
nas [6]. como de la reducción del gradiente portosistémi-
– Infarto hepático: por daño o trombosis de la co, de tal forma que el mayor diámetro y el menor
arteria hepática, aparece en menos del 1 % de gradiente se relacionan frecuentemente con
los casos. encefalopatía hepática y con deterioro de la fun-
– Migración de la prótesis: a la vena cava, la ción hepática [22].
vena porta, la aurícula derecha o la vena pul- La edad, el estado de Child-Pugh y la encefa-
monar, con una frecuencia que oscila entre el lopatía previa a la colocación de la DPPI también
10 y el 20 % de los pacientes. se relacionan con la aparición posterior de ence-
– Infección: las infecciones más frecuentes son falopatía hepática, y la encefalopatía previa es el
debidas a Staphylococcus aureus por vía he- factor de riesgo más importante.
matógena, aunque no hay que olvidarse de los Si existe un deterioro progresivo de la función
gérmenes gramnegativos entéricos que pue- hepática o una encefalopatía hepática muy impor-
den alcanzar el shunt por vía biliar. La endo- tante, lo primero que hay que descartar es que se
tipsitis es la infección local consistente en la trate de una fístula arteriovenosa; en este caso, se
presencia de un trombo o una vegetación en debe disminuir o incluso ocluir la DPPI (esto sólo
el stent asociado a fiebre, hepatomegalia y es necesario en el 3 % de los casos) [4].
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168 Melenas en varón con cirrosis de causa etílica y por virus C

INDICACIONES go de un sangrado temprano disminuye en mayor


medida (aunque no está demostrado mediante
Hemorragia ensayos aleatorizados).
Si el paciente precisa ventilación mecánica u
Hemorragia aguda por varices esofágicas [4] oxigenoterapia a más del 50 %, requiere soporte
inotrópico, presenta disfunción renal o sepsis, se
La DPPI en la hemorragia digestiva aguda por deberá cuestionar la colocación de la DPPI, ya
varices esofágicas es un tratamiento de segunda que existe un alto porcentaje de mortalidad.
línea cuando falla el tratamiento farmacológico y No existen ensayos aleatorizados que com-
endoscópico. Se considera que el tratamiento de paren el tratamiento mediante DPPI con el trata-
elección fracasa si se cumplen las siguientes miento endoscópico en la hemorragia aguda por
características aceptadas en reunión de consen- varices esofágicas; sí se ha comparando la
so de Baveno IV [23]: endoscopia con la realización de derivaciones
quirúrgicas, y estas últimas son más efectivas
– El fallo del tratamiento significa la necesidad pero con mayor tasa de mortalidad [2].
de cambiarlo; cualquiera de los siguientes cri-
terios define fallo terapéutico: Prevención del sangrado recidivante por varices
• Hematemesis de sangre fresca ≥ 2 horas tras esofágicas
el inicio del tratamiento farmacológico o
endoscópico específico. En pacientes con El riesgo de nuevo sangrado en el primer año,
sonda nasogástrica, aspirar más de 100 ml a pesar de emplear la profilaxis secundaria, bien
de sangre fresca. con medicación o bien con ligadura con bandas
• Caída de 3 g/dl de hemoglobina (aproxima- elásticas, es del 40 %, aproximadamente [4].
damente, 5 de caída en el hematocrito) si no La colocación de una DPPI en la prevención
se realiza transfusión. secundaria del sangrado por varices esofágicas
• Muerte. es un tratamiento de segunda línea [21], no acep-
• Requerimientos transfusionales ajustados tado como tratamiento de elección debido al au-
(RTA, véase posteriormente) ≥ 0,75 en cual- mento de porcentaje de pacientes que presentan
quier momento (el umbral de RTA que define encefalopatía hepática secundariamente a la
fracaso precisa validación). Índice de reque- colocación de la DPPI.
rimientos transfusionales ajustados (IRTA): Esta derivación es conveniente si el paciente
IRTA = unidades transfundidas/ [(Htofinal – presenta 2 o más episodios de sangrado por vari-
Htoinicial) + 0,01]. ces en 1 año a pesar de la adecuada profilaxis
mediante fármacos o mediante un programa
Hematocrito (o hemoglobina) medidos, como reglado de ligadura con bandas elásticas. Hasta
mínimo, cada 6 horas los primeros 2 días, cada el 20 % de los pacientes pueden necesitar la
12 horas los 3 siguientes. colocación de una DPPI [16].
El objetivo de la transfusión debe ser lograr En este caso deben tenerse en cuenta los
un hematocrito del 24 % o una hemoglobina de factores de predicción de mortalidad precoz y
8 g/dl. desestimar la colocación de la DPPI si el valor de
Se considera que hasta el 10 % de las HDA la bilirrubina es mayor de 3 mg/dl o el paciente
por varices precisarían la colocación de una DPPI. presenta un valor en la clasificación de MELD
Esta indicación es una urgencia y no se tiene superior a 18. Se ha demostrado que el valor de
en cuenta ningún factor de predicción de morta- la bilirrubina mayor de 3 mg/dl se encuentra
lidad precoz. El tratamiento es efectivo en el 90- estrechamente relacionado con la mortalidad en
100 % de las ocasiones, con un riesgo de nuevo los primeros 30 días pos-DPPI, y cada punto de
sangrado entre el 16 y el 30 %, y una mortalidad aumento en este parámetro aumenta el riesgo de
temprana (< 6 semanas) que oscila entre el 17 y mortalidad un 40 % [24].
el 55 %. En un metaanálisis realizado en el año 2002
Si la realización de la derivación se acompa- en el que se comparaba el tratamiento mediante
ña de la embolización selectiva de varices, el ries- DPPI y el tratamiento endoscópico asociado o no
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al tratamiento médico en la prevención de la HDA DPPI y alcanzar un menor valor de GPVH, ya que
por varices, se obtuvieron los siguientes resulta- se ha observado que estas varices pueden san-
dos [25]: grar con menor GPVH, aunque se discute su uso
si el GPVH basal es menor de 12 mmHg [26].
– El porcentaje de nuevos sangrados en el Aunque no existe uniformidad de criterios,
grupo donde se realizó la DPPI es significati- según la guía de la AASLD el empleo de la DPPI
vamente menor (19 %) que en el grupo de tra- en las varices gástricas se recomienda para pre-
tamiento convencional (47 %), y esta diferen- venir el sangrado [2].
cia es estadísticamente significativa.
– El desarrollo de encefalopatía hepática es Varices ectópicas
mayor en el grupo de la DPPI (34 %) compa-
rado con el 19 % en el otro grupo, y esta dife- La DPPI es eficaz en las varices ectópicas
rencia es también estadísticamente significa- (intestinales, periestomales o anorrectales) [2]. Se
tiva. recomienda, al igual que en las varices gástricas,
– En la mortalidad no hay diferencias entre los asociar la embolización de las varices [4].
dos grupos.
Gastropatía de la hipertensión portal
De este trabajo se concluye que de cada 8 pa-
cientes a los que se coloca una DPPI, en uno de Se ha determinado un porcentaje de respues-
ellos aparecerá o empeorará la encefalopatía he- ta entre el 89 y el 100 % de los casos [4]. Se
pática, y en 2 se evitará un episodio hemorrágico, puede realizar si aparece un nuevo sangrado
sin que ello afecte a la supervivencia. después de iniciar el tratamiento con beta-blo-
Cuando se compara la colocación de la DPPI queantes [2].
con la realización de un shunt quirúrgico como
profilaxis secundaria, se concluye que ambos tra- Ectasia vascular antral gástrica
tamientos disminuyen el porcentaje de sangrado,
que no hay diferencias en el desarrollo de ence- No se ha demostrado eficaz [2, 4].
falopatía hepática (aunque se espera mayor ries-
go de encefalopatía con la cirugía, esto no se ha Ascitis y complicaciones relacionadas
demostrado) y en la mortalidad, y que las DPPI
necesitan mayor número de reintervenciones [2]. Ascitis refractaria
Se necesitan futuros estudios para indicar la
aplicación de cada técnica; según la guía de la Se divide en dos tipos [1, 27]: a) ascitis resis-
American Association for the Study of Liver Dise- tente al tratamiento diurético: no responde a
ases (AASLD), publicada en diciembre del 2005, una dieta hiposódica asociada a dosis máximas
si la función hepática es buena se puede elegir de diuréticos (400 mg/día de espironolactona +
entre colocar una DPPI y la cirugía derivativa, 160 mg/día de furosemida) durante 7 días, y b)
pero si por el contrario el paciente presenta una ascitis intratable: no se pueden administrar las
mala función hepática (Child-Pugh C), el trata- dosis adecuadas de diuréticos debido al desarro-
miento de elección será la colocación de una llo de complicaciones inducidas por los diuréti-
DPPI [2]. cos (insuficiencia renal, encefalopatía hepática,
hiponatremia dilucional, hiperpotasemia o hipo-
Varices gástricas potasemia).
El tratamiento de la ascitis refractaria con DPPI
Se ha demostrado que la colocación de la ha sido demostrado de forma eficaz en 16 estu-
DPPI es tan útil en las varices gástricas como en dios (5 de ellos corresponden a ensayos aleatori-
las varices esofágicas, y se obtiene el éxito hasta zados) [4].
en el 90 % de los casos, con una tasa de nuevo Existe una respuesta completa con desapari-
sangrado entre el 14 y el 25 % [4]. ción de las ascitis en el 51 % de los casos, y una
Se recomienda embolizar las varices que no respuesta parcial pero sin requerir la realización
desaparecen después de la colocación de la de paracentesis posteriores en el 68 %. Según
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las diferentes guías, la DPPI es un tratamiento de – Un mejor control de la ascitis con la DPPI, pro-
segunda línea para la ascitis, que se recomienda bablemente debido a que la DPPI actúa sobre
si fallan las paracentesis y se puede realizar siem- las causas de hipertensión portal al disminuir
pre que la función renal esté preservada y en las resistencias e inhibir los sistemas vasoac-
ausencia de encefalopatía hepática [2, 4, 28]. tivos, y en cambio las paracentesis evacuado-
El 30 % de los pacientes tratados con DPPI ras no modifican los mecanismos mediadores
desarrollan encefalopatía hepática, y la mortali- de la hipertensión portal [1].
dad puede llegar a ser del 34 % [28, 29]. – Un ligero incremento de encefalopatía hepáti-
Al igual que en la prevención secundaria de ca con la DPPI que aunque en ensayos pre-
sangrado por varices, se debe desestimar si el vios no era estadísticamente significativo, en
valor de bilirrubina es mayor de 3 mg/dl o el 2 metaanálisis recientemente publicados ha
MELD es mayor de 18 [4]. alcanzado significación estadística [30].
En el algoritmo mostrado en la figura 8 se – Una ligera tendencia a mayor supervivencia con
representa la conducta que debe seguirse ante DPPI, sin ser estadísticamente significativa.
una ascitis refractaria: hay que tratar con para- – Se ha observado que la DPPI mejora la fun-
centesis evacuadoras durante 3-6 meses mien- ción renal (con mejoría de la creatinina sérica)
tras presente un curso no complicado y se reduciendo la incidencia de SHR al aumentar
necesite menos de una paracentesis al mes; si la excreción renal de sodio, disminuir la activi-
por el contrario la ascitis se complica (aparición dad plasmática de renina, disminuir la con-
de peritonitis bacteriana espontánea, síndrome centración sérica de aldosterona y mejorar
hepatorrenal [SHR]), hidrotórax hepático o gran tanto el flujo como el filtrado glomerular al
hernia umbilical), la técnica es difícil (p. ej., por aumentar el gasto cardiaco [1, 32].
el desarrollo de ascitis tabicada) o se realiza
más de una paracentesis al mes, se debe plan- No hay estudios que definan si se debe con-
tear la colocación de una DPPI, que se podrá tinuar con una dieta hiposódica una vez colocada
llevar a cabo siempre que no exista contraindi- la DPPI.
cación. De cada 6 pacientes en los que se trate la
En los ensayos realizados que comparan la ascitis con la DPPI, uno desarrollará encefalopa-
utilización de la DPPI con la realización de para- tía y se evitarán 2 episodios de ascitis, sin
centesis evacuadoras, se demuestra [30, 31]: aumento de la supervivencia.

Paracentesis
3-6 meses

Curso no complicado o Ascitis complicada y/o


pocas paracentesis (< 1 mes) paracentesis más frecuentes

Encefalopatía previa
Paracentesis de forma continua
o bilirrubina > 3 mg/dl

No: DPPI Sí: paracentesis de forma continua

FIG. 8. Algoritmo de la ascitis refractaria. Adaptada de Rössle [16].


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Hidrotórax hepático refractario Síndrome hepatopulmonar

Los resultados obtenidos son uniformes, Se ha realizado un estudio con 6 pacientes,


con una respuesta en torno al 75 % de los casos y en 5 de ellos se observó una disminución de
con resolución del hidrotórax o con disminución los shunts intrapulmonares, con una clara mejo-
en el número de toracocentesis. Según la guía ría. Se desconoce el mecanismo por el que esto
de la AASLD, es tratamiento de segunda línea si ocurre, y no se recomienda el empleo de una
falla la restricción de sodio y la toma de diuréti- DPPI [2].
cos [2].
Otras indicaciones
Síndrome hepatorrenal
Síndrome de Budd-Chiari (SBC)
El SHR se caracteriza por ser una insuficien-
cia renal funcional y, por tanto, reversible, ya Consiste en la obstrucción del flujo venoso
que no hay alteración estructural del riñón. Se hepático de forma primaria o secundaria. El trata-
produce en el contexto de una alteración inten- miento global consiste en eliminar la causa, tratar
sa de la hemodinámica sistémica. Es un diag- las manifestaciones (ascitis), iniciar la anticoagu-
nóstico de exclusión, y tienen que cumplirse una lación y corregir la obstrucción del flujo (seleccio-
serie de criterios. Existen dos tipos: el SHR tipo nar a los candidatos a la colocación de una DPPI)
1 se define como un aumento de la creatinina [18].
sérica hasta un valor mayor de 2,5 mg/dl en Está indicado en pacientes con pronóstico
menos de 2 semanas; el pronóstico de estos intermedio [2]:
pacientes es muy malo, con una supervivencia
menor de 1 mes. El SHR tipo 2 se caracteriza – SBC agudo: si no responden al tratamiento
por un aumento de la creatinina sérica mayor de médico se puede realizar una derivación como
1,5 mg/dl que no cumple los criterios del SHR paso previo a la realización del trasplante
tipo 1 [27]. hepático.
En el SHR tipo 2 existe una buena respuesta – SBC subagudo: cuando no son candidatos a
al tratamiento mediante la DPPI, probablemente la cirugía.
debido a la mejoría de la función renal que se ha
comentado antes en el apartado de ascitis refrac- Puede existir una rápida recuperación de la
taria (aumento de la excreción renal de sodio, dis- función renal y hepática, pero con mayor fre-
minución de la actividad de la renina y de la con- cuencia se presentan dificultades técnicas, y se
centración plasmática de aldosterona, aumento precisa un entrenamiento especial para su reali-
del flujo renal y del filtrado glomerular e incluso zación [33].
de la síntesis de albúmina [2]), mientras que esta
mejoría es excepcional en el SHR tipo 1. Se Trombosis reciente de la vena porta
puede recomendar como puente al trasplante
hepático, pero todavía se encuentra en investiga- La trombosis se puede resolver si no existe
ción. La bilirrubina, al igual que en las demás indi- transformación cavernomatosa y la rama derecha
caciones, actúa como factor pronóstico. de la porta está libre de coágulo.
Según la guía de la AASLD, no se recomien-
da la realización de una derivación en el trata- Síndrome de obstrucción sinusoidal [2]
miento del SHR [2].
Ocurre después del trasplante de células
Peritonitis bacteriana espontánea hematopoyéticas, por toxinas o por plantas. La
DPPI mejora la ascitis y disminuye los valores de
Se ha realizado un ensayo aleatorizado, en el transaminasas, pero no los de bilirrubina. Los
que se observa una disminución del desarrollo de pacientes mueren a pesar de la colocación de la
PBE al colocar la DPPI [4]. En la actualidad no se DPPI, por lo que no se recomienda la derivación
recomienda [2]. en esta situación (véase cap. 21).
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Hiperesplenismo Existe cierta controversia respecto a la mejora


del estado nutricional, ya que en algunos estudios
La colocación de una DPPI puede tener un se ha descrito mejora tanto del peso total como de
mínimo efecto sobre la plaquetopenia y puede la grasa, las proteínas y el nitrógeno, mientras que
provocar una mejoría del dolor si éste está presen- en otros no se ha observado esta mejora [16].
te. No está aprobada la DPPI en esta situación [2]. La mortalidad no depende tanto de la indica-
ción (siendo igual en la indicación para el trata-
Facilitar la cirugía abdominal mayor miento de la ascitis o en la hemorragia) como del
MEDL previo [6].
Esta indicación se ha llevado a cabo en 9 pa-
cientes, con resultados satisfactorios [4], aunque STENTS RECUBIERTOS [34, 35]
no existe consenso en esta situación [2].
Ya que el principal problema de estas deriva-
Antes del trasplante hepático ciones era la alta probabilidad de disfunción con el
tiempo, se están desarrollando diferentes materia-
No se ha encontrado beneficio, por lo que no les que recubren el stent para disminuir este por-
debe realizarse en el preoperatorio del trasplante centaje. Inicialmente se probó con dacrón, que es
hepático para descomprimir el sistema portal [18]. más trombogénico.
La realización de una DPPI no es una contrain- El material que hay actualmente en el mercado
dicación para el trasplante hepático [6]. es el politetrafluoruroetileno (PTEE), y su nombre
comercial es Viatorr®. Su coste es 3 veces supe-
COSTES [4] rior. Provoca una menor proliferación de la íntima
intrastent y evita la insuficiencia de aparición tem-
La implantación o revisión de una DPPI se tasa prana por trombosis, los stents suelen tener menor
en 2.000 euros. diámetro que los convencionales y tienen la venta-
ja de poderse insertar unos dentro de otros.
– Hemorragia por varices: si se compara el gasto En los ensayos publicados se observa un
de un tratamiento endoscópico (esclerotera- menor número de disfunciones de la DPPI (25 %
pia/ligadura) por paciente y año con el gasto de en 2 años) [34, 36].
un tratamiento con una DPPI también por Existen 2 ensayos controlados y aleatorizados
paciente y año, los costes son similares (23.000 con este tipo de materiales publicados reciente-
frente a 26.000 dólares). mente [34, 35]. En uno de estos ensayos, presen-
– Ascitis: al comparar los costes entre la coloca- tado por un grupo español, se aleatorizaron 80 pa-
ción de una DPPI en la ascitis refractaria y la cientes con diferentes indicaciones para la DPPI;
realización de paracentesis evacuadoras, el se observó un menor número de disfunciones y
gasto de estas últimas es inferior a la mitad de recaídas clínicas en el grupo de stents recu-
(9.200 frente a 26.000 dólares) [32]. biertos, sin encontrar un aumento de los episo-
dios de encefalopatía hepática (incluso existiendo
CALIDAD DE VIDA Y ESTADO NUTRICIONAL una menor número de ellos) y sin empeorar la
función hepática (medida por la clasificación de
Existen 3 estudios longitudinales no aleatoriza- Child-Pugh). No existían diferencias entre los dos
dos que analizan la calidad de vida al colocar una tipos de materiales respecto a la supervivencia.
DPPI para el control o prevención de una hemo- Futuros estudios de coste-efectividad valora-
rragia digestiva por varices; se llega a la conclu- rán las ventajas de los stents recubiertos.
sión de que la DPPI no empeora la calidad de vida,
pero tampoco la mejora.
Un estudio en Estados Unidos publicado en
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2004 encuentra una mejoría similar en la escala
física y mental en los pacientes cuya ascitis refrac-
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