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GROHMANN
FACULTAD DE EDUCACIÓN
Educación
TACNA-PERÚ
2008
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PRESENTACIÓN
Se espera que este trabajo sea de su total agrado, que cubra las
expectativas que se tiene, y que sea de su total confianza. Así pues lo
invitamos a que se sumerja en este gran mar de conocimientos, a fin de que
salga con alguno para su desarrollo intelectual, un desarrollo que debe estar
proyectado al éxito.
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INTRODUCCIÓN
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Las diferentes concepciones filosóficas de la educación ; estudiadas
por los grandes Sócrates, Platón, Aristóteles y su contemporáneos,
y analizadas, modestamente, por nosotras, son de gran utilidad para evaluar
los cambios educacionales de hoy en día, y, esperemos , sea de gran ayuda
este pequeño aporte acerca de este interesante tema para el lector del
mismo.
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RESUMEN
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El ideal educativo de Aristóteles es netamente “liberal” y no sólo
condena a todas las artes mecánicas indignas del hombre libre y susceptibles
de generar una sensibilidad tosca y vulgar, sino que propugna porque las
mismas ciencias teoréticas se estudian sin finalidades profesionales.
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CONCEPCIÓN FILOSÓFICA INTEGRAL DE LA EDUCACIÓN
LA ESCUELA DE MILETO
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un profundo interés por todos los conocimientos de su tiempo, sobre los
cuales se basaban para efectuar sus audaces síntesis. Por ejemplo
Anaximandro se ocupó también de la geografía y trató de dibujar la
primera representación de las tierras de las tierras entonces conocidas,
sobre una plancha de bronce.
LOS PITAGÓRICOS
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Si la de Mileto no fue una escuela en el sentido que hoy tiene en
general el vocablo, la de Pitágoras fue, más que una escuela, una
asociación de iniciados; bajo este aspecto hace pensar en las sectas que
en ese mismo tiempo se difundían en Grecia, tanto más que compartía
con éstas la única creencia que se puede atribuir con seguridad a
Pitágoras en persona, la metempsicosis o trasmigración del alma. Se dice
que el propio Pitágoras proclamaba que él había sido Euforbo, y
combatido durante la guerra de Troya, y que le había sido permitido traer
a su vida terrenal la memoria de todas sus existencias previas.
EMPÉDOCLES Y ANAXÁGORAS
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constituye de forma homeomérica. Esto significa que en todas las partes
hay un poco de todo el universo. En todo hay de todo y todo está en todo.
Anaxágoras tendía a limitar la intervención de la Mente a los casos que de
otra forma no tendrían explicación, prefieriendo hasta donde era posible
las explicaciones puramente naturales. Debido a esto su pensamiento fue
considerado por Platón y Aristóteles esencialmente naturalista.
LOS ATOMISTAS
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2. LA EDUCACION SEGÚN SÓCRATES:
Sócrates no escribió nada. Se sabe que nació en 470 a.C. , que vivió
siempre en Atenas, menos cuando tuvo que participar como soldado en
campañas guerreras, que se mantuvo alejado de la política activa, pero
discutió siempre con fervor en toda ocasión y a lugar con los conceptos
rectores de la política y la vida humana en general, como la justicia, la
santidad, el valor y la virtud , y que en el periodo de la restauración
democrática posterior a la derrota de Atenas y la imposición por Esparta de
los Treinta Tiranos, fue acusado de corromper a los jóvenes y de enseñar
creencias contrarias a la religión del Estado. Procesado, se defendió
exaltando su misión educativa y declarando que no la descuidaría jamás en
interés mismo de los ciudadanos. Reconocido culpable, se le invito a proponer
él mismo una pena: propuso que se le mantuviese de por vida en el pritaneo
como se hacia con los beneméritos de la Patria. Fue condenado a beber la
cicuta por una mayoría más alta que la que lo había declarado culpable. Acató
la condena “con filosofía”, se rehusó a huir de la cárcel, como hubiera podido
hacerlo sin dificultad, y en fin bebió la cicuta serenamente después de haber
discutido sobre la inmortalidad del alma con un grupo de amigos y discípulos.
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Tenemos además una feroz caricatura del filósofo trazada por el
comediógrafo Aristófanes, quien lo representa al frente de una escuela propia
de pago donde, en un “pensadero”, contempla el cielo, suspendido en el aire
dentro de un cesto, mientras sus discípulos, con la nariz pegada al suelo,
indagan los misterios subterráneos. Pero la sátira de Aristofanes esta dirigida
contra todos los filósofos en general, y en especial contra los sofistas,
resumidos en la persona de Sócrates únicamente porque era el único
ateniense que se ocupaba de filosofía y era familiar a todos los espectadores.
Las tres fuentes precitadas concuerdan en negar que Sócrates haya
enseñado nunca por dinero, y tanto menos las doctrinas filozoistas que le
atribuye Aristófanes parecen repetir las de Platón y Jenofonte, aunque el de
este último es demasiado mezquino como para justificar la enorme influencia
que Sócrates ha ejercido en todos los tiempos , de forma que, en último
término , hay que atenerse únicamente a Platón, aprovechando a los otros
solo para distinguir en la compleja figura del Sócrates platónico el núcleo de
las doctrinas que pertenecen al Sócrates histórico.
Sócrates tuvo en común con los sofistas el interés por los problemas
del hombre más bien que por los cosmológicos ya naturales, así como por el
problema de cual es la mejor formación para que el ciudadano sea capaz, si
ocurre, de gobernar dignamente su ciudad. Los sofistas enseñaban el arte de
gobernar solo en el sentido de que enseñaban el arte de lucirse ante las
asambleas, cuando no francamente a servirse sin escrúpulos de todos los
medios, inclusive la demagogia y la violencia, para llegar al poder. Pero en
cambio no enseñaban lo que un hombre debería saber sobre todas las cosas:
en que residía el verdadero bien de la ciudad y por tanto cual era verdadero
bien para los hombres que la componían. Pretendían enseñar la virtud, pero
solo enseñaban a hacer carrera. Aunque a decir verdad, en ultimo término,
¿es verdaderamente posible enseñar la virtud?.
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tan es así que las virtudes no se pueden definir por separado, sino que todas
ellas implican una cierta conciencia superior de lo que es verdadera y
universalmente “preferible” para el hombre, es decir, del bien. ¿Es posible
enseñar esa conciencia?. La solución socrática del problema se puede
esquematizar de la manera siguiente: la virtud no se puede enseñar desde
fuera , es decir, no se puede transmitir con palabras, sin embargo, se la puede
suscitar en el animo de los seres humanos, que la llevan embrionariamente
dentro de sí , mediante una oportuna acción educativa. Esta acción educativa
se articula esencialmente en dos momentos, el de la ironía y el de la
mayéutica.
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La ironía socrática se reduce a esto: hacer que el interlocutor se
confiese ignorante, lo que es el primer paso hacia la sabiduría, el “choque”
salutífero que disipa el topor intelectual. En este procedimiento aparece con
frecuencia la ironía en el sentido común del vocablo, porque Sócrates abre el
dialogo con grandes declaraciones de ignorancia y desmesurados elogiosa la
sabiduría del interlocutor que este acepta lisonjeando; pero al final se pone de
manifiesto que el único sabio es Sócrates que por lo menos sabe que no
sabe, mientras el interlocutor creía saber sin saber realmente nada, puesto
que sus opiniones han sido confutadas por Sócrates con el método
“dialéctico”, que consiste en aceptarlas como verdaderas y luego demostrar
que de ellas se desprenden consecuencias absurdas y contradictorias.
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arrancan de el y que desarrollan o pretenden desarrollar su pensamiento o
ciertos aspectos de éste. En el próximo capitulo nos ocuparemos de la mas
importante, la academia platónica; por ahora nos limitaremos a mencionar
brevemente las escuelas megárica, cirenaica y cínica.
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otra, niega todo calor al placer, si acaso con la excepción de los más
sencillos y naturales.
Pero, por otra parte, ¿Cómo negar que exista una efectiva adherencia
al espíritu socrático de suprema independencia y autosuficiencia en el
comportamiento de Diógenes ante Alejandro el Macedonio? Alejandro,
atraído por la fama de Diógenes va a visitarlo y lo encuentra tomando el sol
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junto a su tonel. A la oferta de magno de satisfacer cualquier deseo que
pudiera abrigar el sabio en homenaje a la admiración que le merece,
Diógenes replica sin levantarse siquiera: “Quítate de ahí que me ocultas el
sol”.
Por lo demás, aparte de las anécdotas que, como quiera que sea son
reflejo de la repercusión que tuvo en la antigüedad este socratismo
rebajado al poder de los pobres y los humildes, hay testimonios que invitan
a una reflexión seria: los cínicos que se proclaman “ciudadanos del mundo”
y desprecian toda potencia terrena no desprecian por el contrario a los
desvalidos o incluso a los criminales, antes bien se acercan a ellos con
perfecto espíritu de igualdad e humildad, y a quienes alzan la voz en
escándalo responden: “ el medico, siendo agente de salud, no ejerce su
profesión entre los sanos”. Cuatro siglos más tarde otra boca dirá estas
palabras: “los sanos no tienen necesidad de medico, mas los que tienen
mal. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”. Cierto que
este paralelo no debe considerarse sin la debida prudencia, porque en los
cínicos hay un total ausencia de esa fe en una superior realidad espiritual y
en una justicia suprema que es la esencia del cristianismo; sin embargo,
sirva para ponernos a meditar acerca de la distancia que separa el
autentico pensamiento cínico de las deformaciones que se le han impuesto
y que remataron por fin en la atribución a la palabra “cínico” del significado
hoy corriente.
JENOFONTE E ISÓCRATES
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caballería, sobre la del jinete en general y sobre la nobleza del arte de la
caza; escribió también una Ciropedia donde expone la educación de Ciro el
grande, basándose más en el modelo espartano que en el persa.
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debía su profundo interés por la retórica considerada como el arte más
noble y propiamente humano, con el cual se actúa no sobre la materia
bruta sino sobre las almas; de Sócrates ,en cambio , le venia su sincera
preocupación ético-política que le hacia repudiar la indiferencia moral por
los fines a cuyo servicio se ponía la técnica oratoria y que caracterizaba a
los mas destacados sofistas. Isócrates, por el contrario, echa las bases de
la concepción clásica del orador como vir dicendi peritus.
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3. LA EDUCACIÓN SEGÚN PLATÓN:
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incorpora a quienes se integran a ella. En los textos de Platón el término
educación tiene un significado diferente. Quien transita la verdadera
educación se ve obligado a superar el sentido común, la forma media de
ver las cosas, para descubrir lo que hay detrás. La verdadera educación
implica la adopción de una óptica "nueva" que se adquiere cuando uno se
aleja de lo cotidiano o, mejor aun, cuando comienza a mirar lo cotidiano
con ojos diferentes.
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cuerpo, iba flotando a reunirse con el cortejo innumerable de sus iguales
en el sombrío reino de lo invisible. Jamás desandaba el camino. Estaba
lejos de los vivos, flotando aturdida y semiinconsciente en las entrañas de
la tierra, con una media voz (como el canto del grillo), débil e indiferente a
todo.
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escapar de este eterno retorno al cuerpo mediante la práctica de los ritos
órficos, el ascetismo y el desprecio hacia todo lo que ata el hombre a la
vida mortal y la corporeidad. Del orfismo, a través de los pitagóricos, tomó
Platón su concepción dualista del hombre. También para Platón el hombre
es su alma y el cuerpo no es sino una morada transitoria a la que se
accede para expiar una culpa.
LA ALEGORÍA DE LA CAVERNA
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la caverna de la ignorancia “se lo obliga a mirar la luz misma del fuego,
¿no herirá ésta sus ojos?” (Platón 1988). El aprendizaje es doloroso. Se
necesita esfuerzo para superar las opiniones cotidianas y elevarse a lo
que verdaderamente es. Sin embargo, la recompensa vale el esfuerzo: “Si
[quien ha salido de la caverna] recordara la antigua morada y el saber que
allí se tiene, y pensara en sus compañeros de esclavitud, ¿no crees que
se consideraría dichoso en el cambio y se compadecería de ellos?”
(Platón 1988)
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4. LA POLÍTICA Y LA EDUCACIÓN SEGÚN ARISTÓTELES
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Pero la enorme influencia de Aristóteles sobre la educación posterior
no se debe tanto a sus consejos en cuanto tales como al conjuntos de su
doctrina, y mas particularmente de su psicología y su ética. Su naturalismo
,que atribuye una importancia particular a cada fase del desarrollo en cuanto
tal, exige una didáctica gradual y ligada a los sentidos y ala imaginación ,así
como una educación moral basada en los hábitos y en el dominio de si mismo
conquistado con el ejercicio; por otra parte , su finalismo y la supuesta
superioridad de lo teorético sobre lo practico tiende que hacer prevalecer la
educación intelectual sobre cuales quiera otras, y ha desarrollar aquella sin
conceder mucha autonomía al educando , puesto que ha este no se le pide
que busque por cuenta propia nuevas sendas de conocimiento; el
conocimiento es el que es, una contemplación de las formas preconstituidas
de la naturaleza susceptible de completamiento, pero no de cambios
radicales, en las partes que esta realizada.
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forma primera. Las costumbres democráticas conservan la democracia, así
como las costumbres oligárquicas conservan la oligarquía, y cuanto más
puras son las costumbres, tanto más se afianza el Estado.
Todas las ciencias y todas las artes exigen, si han de dar buenos
resultados, nociones previas y hábitos anteriores. Lo mismo sucede
evidentemente con el ejercicio de la virtud. Como el Estado todo sólo tiene
un solo y mismo fin, la educación debe de ser necesariamente una e
idéntica para todos sus miembros, de donde se sigue que la educación
debe ser objeto de una vigilancia pública y no particular, por más que este
último sistema haya generalmente prevalecido, y que hoy cada cual educa
a sus hijos en su casa según el método que le parece y en aquello que le
place. Sin embargo, lo que es común debe aprenderse en común, y es un
error grave creer que cada ciudadano sea dueño de sí mismo, siendo así
que todos pertenecen al Estado, puesto que constituyen sus elementos y
que los cuidados, de que son objeto las partes, deben concordar con
aquellos de que es objeto el conjunto. En este punto nunca se alabará
bastante a los lacedemonios.
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hay aún nada que sea generalmente aceptado sobre los medios de hacer
a la juventud virtuosa; pero siendo tan diversas las opiniones acerca de la
esencia misma de la virtud, no debe extrañarse que lo sean igualmente
sobre la manera de ponerla en práctica.
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Aristóteles piensa en el final de la obra educativa, en el hombre
bueno y buen ciudadano, en el sabio, en los individuos que han alcanzado
la felicidad. La concepción teleológica de la naturaleza humana motiva esta
teoría de la educación como un proceso perpetuo.
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5. LA EDUCACIÓN EN EL MUNDO HELENISTICO-ROMANO
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a quienes se fiaba también la tarea de completar la formación intelectual de
los jóvenes salidos de los colegios fébicos.
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palabra, finalmente se adquiría seguridad y rapidez mediante interminables
ejercicios de copia y dictado.
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• Era una formación civil, puesto que el padre llevaba al hijo al foro
apenas vestía la toga viril (a los 16 años) para que asimilase directamente las
bases de la vida política y social de la urbe.
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La instrucción intelectual romana es igual a la griega del periodo
helenístico, como idéntica es también su articulación general.
CONCLUSIONES
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Es el verdadero esfuerzo, hábito y método que han sido, desde el
pasado, las claves para entender que se aprende mucho para llegar a saber
un poco. No hacen falta clases magistrales para que el alumno pueda
aprender mejor ya que puede hacerlo con solo observar y haciendo práctica
de ello.
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BIBLIOGRAFÍA
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• http://www.filosofia.org/cla/ari/azc03165.htm
• http://ar.geocities.com/desocratesalhumanismo/socrates.htm
ÍNDICE
PRESENTACIÓN 2
INTRODUCCIÓN 3
RESUMEN 5
37
4. LA POLÍTICA Y LA EDUCACIÓN SEGÚN ARISTÓTELES 25
5. LA EDUCACIÓN EN EL MUNDO HELENISTICO-ROMANO 30
CONCLUSIONES 34
BIBLIOGRAFÍA 36
38