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EMPRESARIAL
HERNAN YEPES VALDERRAMA
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Una buena cantidad de importantes empresas colombianas –entre ellas: Transmilenio y Empresa de
Acueducto y Alcantarillado de Bogotá- esperan recibir entre los años 2008 y 2012 más de mil
millones de dólares por Certificados de Reducción de Emisiones de gases de efecto invernadero,
ingreso nada despreciable y-ante todo- por trabajar en beneficio de la humanidad.
Dentro de muchos incentivos que se están ofreciendo a quienes trabajen en defensa del medio
ambiente, podemos destacar el que ofrece el Estatuto Tributario en su artículo 158-2, así: ““ Las
personas jurídicas que realicen directamente inversiones en control y mejoramiento del medio
ambiente, tendrán derecho a deducir anualmente de su renta el valor de dichas inversiones que
hayan realizado en el respectivo año gravable, previa acreditación que efectúe la autoridad
ambiental respectiva, en la cual deberán tenerse en cuenta los beneficios ambientales directos
asociados a dichas inversiones.”
Acorde con lo anterior publicamos el pasado 30 de abril de 2008 nuestro libro “CONTABILIDAD
AMBIENTAL: Técnicas y procedimientos”, como una guía para esta nueva especialidad contable de
urgente aplicación empresarial y realizaremos un seminario sobre el mismo tema el próximo 6 de
Junio.
HERNÁN YEPES VALDERRAMA
Sigue avanzando el tiempo y Colombia no toma decisiones acerca de las denominadas Normas
Internacionales de Contabilidad (NIC) y Normas Internacionales de Información Financieras (NIIF).
Solamente conocemos de la firme oposición de amplios sectores de la profesión contable (gremios y
academia) al proyecto de adopción indiscriminada de estas normas y de la tendencia mayoritaria a
que se establezcan normas especiales para las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES), que –al
fin y al cabo- son cerca del 97% de los negocios que funcionan en nuestro país.
Mientras tanto nos llegan noticias de nuestro vecinos venezolanos indicando que ya –desde este
año- entró en vigencia la aplicación de las NIC –NIIF y sus interpretaciones, junto con las Normas
Internacionales de Auditoría (NIA).
“1. Para las entidades en general, excepto las que cotizan en el mercado de valores y las que
califiquen como Pequeñas y Medianas Empresas (PYME), la fecha inicial de adopción será la
correspondiente al cierre del ejercicio económico que termine el 31 de diciembre de 2008, o la del
cierre inmediatamente posterior a esa fecha.
2. Para las Pequeñas y Medianas Empresas (PYME), la fecha inicial de adopción será la
correspondiente al cierre del ejercicio económico que termine el 31 de diciembre de 2010, o la del
cierre inmediatamente posterior a esa fecha.
3. Para las entidades que cotizan en el mercado de valores, la fecha inicial de adopción será la que
establezca la Comisión Nacional de Valores, como organismo regulador.
• Oportunamente, la FCCPV publicará los criterios que deberán considerarse para la calificación de
una entidad como PYME.
• Los principios de contabilidad y las normas de auditoria, así como el resto de las publicaciones
técnicas emitidas por la FCCPV, permanecerán de uso obligatorio por los profesionales de la
contaduría pública hasta las fechas previstas para la entrada en vigencia de las Normas
Internacionales de Contabilidad y de Auditoria, indicada anteriormente.”
El mencionado articulista analiza también las dificultades que traerá para bastantes empresarios
colombianos el hecho de que las normas contables aplicables en nuestro país difieran de la de
Venezuela; toda vez que seguramente los colombianos tendremos que entrar a reexpresar la
información financiera de acuerdo con las NIC-NIIF, para poder participar en el mercado binacional.
Y, según él, los contadores públicos de la frontera necesitarán prepararse a fondo en este tema.
BAMBOO EMPRESARIAL, No. 034 3.ASESORÍA TRIBUTARIA
Mayo de 2008
Frente a las sanciones debemos apelarlas, argumentando muy cuidadosamente nuestro alegato y es
posible –como ya ha sucedido en alto número de casos- que se anule la resolución sancionatoria o
que se disminuya notoriamente el valor de la sanción que inicialmente haya impuesto la autoridad
tributaria. Para citar un caso concreto: Uno de nuestros clientes fue sancionado con cerca de 240
millones de pesos por no presentar oportunamente la información en medios magnéticos. Luego de
la acción apelatoria, la sanción fue solamente de 25 millones.
En beneficio del contribuyente, el Consejo de Estado –en sentencia 15569 del 6 de marzo de 2008-
dijo que la administración tributaria debe tener en cuenta los criterios de justicia, equidad,
razonabilidad y proporcionalidad y que el funcionario sancionador no puede utilizar en forma
arbitraria la atribución de imponer sanciones.
“El éxito de las empresas al asumir los retos económicos, sociales y ambientales en su conjunto,
está principalmente en su capacidad de dirección y liderazgo (Gobierno corporativo).
El caso de la empresa internacional de auditorías Arthur Andersen, que debió cerrar sus puertas y
vender sus operaciones en el mundo entero como efecto de la destrucción de evidencia en la
investigación de uno de su clientes - la empresa americana de energía NERÓN -, llenó muchas
páginas de análisis de especialistas empresariales con opiniones sobre los errores en las decisiones
gerenciales. Curiosamente pocos concluyeron que se trataba, de tomar a la ligera o entender
equivocadamente el fundamento ético de la Responsabilidad Social Empresarial. Este ejemplo es
paradójico, pues mientras la empresa tomaba decisiones gerenciales poco éticas, la auditora , dentro
de suplan de donaciones y patrocinios entre los años 1987 y 1994, entregó US$5 millones para un
programa conjunto con 525 universidades, que buscaba concientizar y educar a muchos estudiantes
del área de negocios y finanzas sobre la ética empresarial.
Para muchos la Responsabilidad Social de la empresa de auditoría estaba cumpliéndose con estas
donaciones. Sin embargo, la RSE no es solamente la buena voluntad para donar recursos en
proyectos de interés social, sino que es parte integral de la gestión al interior de la empresa. Si
Arthur Andersen hubiera aplicado las enseñanzas de los cursos que estaba financiando con su
política de filantropía, probablemente todavía existiría en el mercado.
Esto mismo puede estar sucediendo en Colombia, muchos empresarios toman decisiones de
negocios a la luz de criterios básicos de rentabilidad o de “supervivencia”, sin darse cuenta que el
mundo ha cambiado y que además de estos criterios, aparecieron otros de mayor envergadura, que
son los de sostenibilidad. La pura rentabilidad podrá garantizar la existencia de las empresas en el
corto plazo, pero no en el mediano y largo plazo. La sostenibilidad se sustenta en la lógica de la ética
de la responsabilidad pues intenta prevenir o mitigar los efectos negativos de las acciones
empresariales, en aras de una relación sustentable de largo plazo, con el entorno económico, social
y ambiental…”
”…La ética, más allá de reflexiones filosóficas complejas, o de libros de texto para guardar en las
bibliotecas de los ejecutivos, es un ejercicio cotidiano para entender el efecto positivo o negativo que
tienen las decisiones en todos los ámbitos, no solo en el de la rentabilidad, para garantizar la
existencia de la empresa, en medio un mundo cada vez más exigente con el comportamiento de las
corporaciones.”