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M. A. K. HALLIDAY Y R. HASAN, 1976. Cohesion in English.

London/New York:
Longman. Capítulo 6.
TRADUCCIÓN: M. Valentina Noblia
CATEDRA: Lingüística General
PROFESOR: Dr. Martín Menéndez

LA COHESIÓN LÉXICA 1

6.1 La clase de las “palabras generales”.

En los cuatro capítulos anteriores, hemos descripto los diferentes tipos de cohesión
gramatical: la referencia, la sustitución, la elipsis y la conjunción. Para completar el
cuadro de las relaciones cohesivas es necesario también tener en cuenta la cohesión
léxica. Entendiendo como tal, el efecto cohesivo logrado por la selección del
vocabulario.
La función cohesiva de las “palabras generales” opera en el límite entre la cohesión
gramatical y la léxica. Decimos que está en el límite porque una palabra general es, en
sí misma, un caso límite entre un ítem léxico (miembro de una serie abierta) y un ítem
gramatical (miembro de un sistema cerrado).
La clase de las palabras generales está constituida por una serie pequeña de nombres
que tienen una referencia generalizada en clases mayores de nombres, tales como: la
clase de los “nombres humanos”, de los "nombres de lugar, de los "nombres de
hechos", y otros por el estilo.
Algunos ejemplos de palabra general son:

• People / “Gente”, person / “persona”, man / “hombre”, woman /“mujer”,


child / “niño”, boy / “chico”, girl / “chica” (humano)
• Creature / “Criatura” (no humano - animado)
• Thing / “Cosa”, object / “objeto” (inanimado – concreto - contable)
• Stuff / “Materia o cosa 2 ” (masa concreta e inanimada)
• Business / “Negocio”, affair / “asunto”, matter / “tema” (abstracto
inanimado)
• Move / “Movimiento” (acción)
• Place / “Lugar” (espacio)
• Question / “Cuestión”, idea / “idea” (hecho)

1 NT: La traducción de los ejemplos ha intentado ser lo más literal posible. En algunos casos se
presentan excepciones que responden a la naturaleza de las expresiones y al género (literario)
de los textos citados. Por esa razón se mantienen los ejemplos en su lengua original, para que
puedan tenerse en cuenta los matices y diferencias que no se han podido (o conseguido)
traducir.
2 La traducción de la palabra “stuff” en español es similar a la de “thing”, o sea “cosa”. Más allá

de la dificultad que presenta traducirla es importante recordar la diferencia entre ambas


palabras. En esta traducción aclararemos en cada caso en el que se mencione la palabra “cosa”
el significado particular al que se está aludiendo.

1
Estos ítems suelen ser dejados de lado en las descripciones del inglés; a pesar de que
juegan un rol significativo en la interacción verbal y constituyen un importante recurso
cohesivo en el lenguaje hablado. Los ejemplos siguientes ilustran su función cohesiva:

[6:1]
a) Didn’t everyone make it clear they expected the minister to resign? –They did. But
it seems to have made no impression on the man
¿No dejaron en claro que esperaban que el ministro renunciara? Lo hicieron.
Pero parece no haber causado ninguna impresión sobre el hombre.

b) “I should like to be a LITTLE larger, sir, if you wouldn’t mind”, said Alice: “three
inches is such a wretched height to be”. “It’s a very good height indeed!” said the
Caterpillar angrily, rearing itself upright as it spoke (it was exactly three inches
high). “But I’m not used to it!” pleaded poor Alice in a piteous tone. And she
thought to herself, “I wish the creatures wouldn’t be so easily offended!”.
“Me gustaría ser un POCO más grande, señor, si a usted no le importa”,
dijo Alicia: “tres pulgadas es una altura tan miserable”. “Realmente es una
muy buena altura” dijo furiosa la oruga, estirándose hacia arriba a medida
que hablaba (medía exactamente tres pulgadas de alto). “Pero yo no estoy
acostumbrada” suplicó la pobre Alicia con un tono patético. Y pensó para sí
misma. “¡Desearía que las criaturas no se ofendieran tan fácilmente!”.

c) What shall I do with all this crockery? – Leave the stuff there; someone’ll come and
put it away.
¿Qué voy a hacer con este cacharro? Dejaré esa cosa allí, alguien vendrá y se
la llevará.

d) We all kept quiet. That seemed the best move.


Todos nos quedamos quietos. Ese pareció ser el mejor movimiento.

e) Can you tell me where to stay in Geneva? I’ve never been to the place.
¿Podés decirme dónde parar en Ginebra? Nunca estuve en ese lugar.

f) Henry seems convinced there’s money in dairy farming. I don’t know what gave
him that idea.
Enrique parece estar convencido de que el tambo da plata. No sé de dónde
sacó esa idea.

Como muestran estos ejemplos, la palabra general cuando tiene una función cohesiva
va generalmente acompañada por el determinante “el/la” (the). Este “el/la” (the) es
anafórico. El efecto que produce este complejo formado por “el/la + palabra general”
es el de un ítem referencial anafórico. La alternativa más común al “el/la” (the) es un
demostrativo. Cuando aparece un demostrativo, carga con el acento tónico del grupo
tonal: tal es el caso de “esa idea” (that idea) en el ejemplo (f). Este fenómeno se vincula
con el hecho de que, aun cuando aparezca en posición final (ubicación de prominencia
tónica no marcada) si la palabra general está funcionando cohesivamente, no carga por
sí misma con el acento tónico. En los ejemplos (a), (d), (e) y (f), sería improbable (y
fuertemente contrastivo) asignarle la prominencia tónica a “hombre” (man),
“movimiento” (move), “lugar” (place) o “idea” (idea).

2
Lo que hemos visto hasta ahora nos va dando algún indicio del status de las palabras
generales. Desde el punto de vista léxico, son miembros superordinados de una serie
léxica mayor y, por consiguiente, sus usos cohesivos responden al principio general,
según el cual un ítem superordinado opera anafóricamente como una clase de
sinónimo (ver 6.2, más adelante). Desde el punto de vista gramatical, la combinación
de una palabra general + determinante específico -tales como “el hombre” (the man),
“la cosa” (the thing)- es similar al ítem referencial. Hay una pequeña diferencia entre
“parece no haber causado ninguna impresión sobre el hombre “ ( it seems to have made
very little impression on the man) y “parece no haber causado ninguna impresión sobre
él” (it seems to have made very little impression on him): en ambos casos la interpretación
sólo es posible por referencia a algo que ha sucedido antes. No es que no haya
diferencia: la forma que tiene una palabra general (“el hombre”) abre otra posibilidad,
introduce un elemento interpersonal en el significado, significado que está ausente
cuando se usa el pronombre personal. (Vale la pena recordar una vez más que, si bien
las palabras generales tienen un significado muy general y que a menudo sólo pueden
ser interpretadas por referencia a algún otro elemento, no deja de ser importante su
función en el lenguaje. Dado que ellas necesitan recurrir a otro ítem, éste debe estar
ubicado previamente en el mismo texto; y por esto la palabra general juega un rol
importante para la cohesión del texto.
Expresar el significado interpersonal de una actitud particular del hablante es una de
las funciones más importantes de la palabra general. Esencialmente, la actitud
trasmitida es de familiaridad (en oposición a la de distancia) por medio de la cual el
hablante representa lo que dice del modo en que lo afecta a él personalmente. La
actitud específica puede ser despectiva o afectiva, pero siempre son formas de
compromiso personal (cfr. el significado de los diminutivos en muchas lenguas). Hay
algunas palabras generales que poseen este elemento interpersonal como parte
inherente de su significado, especialmente aquellos ítems que se refieren a seres
humanos, por ejemplo: “idiota” (idiot), “tonto” (fool), “maligno” (devil), “querido”
(dear); y que pueden suplantarse por términos más o menos ideolectales, difiriendo
entre grupos sociales y etáreos. Pero sea o no inherentemente actitudinal en su
significación, cuando funciona cohesivamente, una palabra general siempre puede
estar acompañada por un modificador de actitud. Tenemos ejemplos como, “los
amores” (the dears), “los pobrecitos” (the poor dears), “una estupidez” (the stupid thing),
“un tipo afortunado” (the lucky fellow), etcétera.

[6:2]
a. I´ve been to see my great-aunt. The poor old girl’s getting very forgetful these days.
Fui a ver a mi tía abuela. La pobre vieja está poniéndose muy olvidadiza estos
días.

b. Alice caught the baby with some difficulty, as it was a queer-shaped little creature,
and held out its arms and legs in all directions, ‘just like a star-fish’, thought Alice. The
poor little thing was snorting like a steam-engine when she caught it…
Alicia tomó al bebé con alguna dificultad, como él era una pequeña criatura
con formas raras, y estiró sus brazos y piernas en todas las direcciones, 'como

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un pez estrella', pensó Alicia. La pobre pequeña cosa estaba resoplando como
una máquina a vapor cuando ella lo tomó…

c. Henry’s thinking of rowing the Atlantic. Do go and talk to wretched fool.


Henry está pensando en cruzar a remo el Atlántico. Vaya y hable con ese necio
infeliz.

Estas formas que contienen elementos interpersonales en su significado poseen rasgos


particulares cuando operan cohesivamente. Se pueden categorizar la palabra general
en la escala de “inanimado-animado-humano”, tomando a “criatura” (creature) si es
usada como humano o animado y “cosa” para referirnos a los tres (cf 3.2.3 antes). Los
adjetivos asociados a ellas no pueden estar modificados con palabras como “muy”
(very), ni tampoco pueden ser comparados. Sólo pueden aparecer adjetivos con un
significado actitudinal. No es posible decir en [6.1 a] el hombre gordo (the fat man) sin
este sentido, porque si uno lo hace, su aparición en este contexto convierte a gordo (fat)
en un actitudinal. Una palabra general con función cohesiva puede sólo aceptar
modificadores no definidos. Como se refiere a un grupo nominal completo con el que
debe identificarse para su interpretación, conlleva cualquier elemento definido de este
grupo nominal y, por eso, él mismo permanece indeterminado. Los adjetivos
actitudinales son, por su naturaleza, no definidos. Tomemos un ejemplo
shakespeareano (“hombre bueno” / the good man, en referencia a Lear):

[6:3]
All blest secrets,
All you unpublish’d virtues of the earth,
Spring with my tears! Be aidant and remediate
In the good man’s distress

Todos los secretos benditos,


Todos los ignorados remedios de la tierra
Broten con mis lágrimas
Socorran y sanen el dolor de un hombre bueno

Como corolario de su carga de precisión, las palabras generales de la clase “humano”


son frecuentemente usadas como referencias anafóricas de los nombres personales. Es
interesante notar que el otro uso que se hace de estos nombres (cuando hay un
elemento actitudinal presente en su forma nominal o como modificador) es como
vocativo: en términos despectivos o afectivos (“loco lindo!” (you crazy fool!), por
ejemplo). En ese caso, son referencias exofóricas en lugar de anafóricas porque es el
contexto el que le asigna su función referencial; como ítems referenciales, refieren o
bien a la situación o bien al texto precedente.
El elemento interpersonal que marca la actitud, aunque frecuentemente está asociado
con el uso cohesivo de las palabras generales, no siempre está presente. Y en algunos
casos, este tipo de referencia anafórica no representa necesariamente un significado
actitudinal. Los siguientes casos, por ejemplo, son neutrales:

[6:4]
a. I’ve just read John Smith’s essay. The whole thing is very well thought out.

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Acabo de leer el ensayo de John Smith. Todo (la cosa) está muy bien pensado.

b. Robert seems very worried about something. I think you ought to have a talk with the boy.
Roberto parece muy preocupado por algo. Pienso que deberías charlar con ese
chico.

Aquí el ítem “cosa” (thing) y “chico” (boy) refieren anafóricamente a: “el ensayo de
John Smith” (John Smith´s essay) y a “Roberto” (Robert) respectivamente; y la identidad
referencial nuevamente está señalada por la presencia de la referencia anafórica de
“ese” (the).

6.2 Tipos de reiteración

El uso de la palabra general como agente cohesivo depende de su ocurrencia en un


contexto de referencia -tiene el mismo referente que el ítem que presupone; por eso va
acompañado por un ítem referencial.
Sin embargo, este uso cohesivo de las palabras generales, desde una perspectiva léxica,
solamente es un caso especial de un fenómeno mayor al que denominamos
REITERACIÓN. La reiteración es una forma de cohesión que involucra desde la
repetición de un ítem lexical (en un extremo de la escala), hasta el uso de una palabra
general para referir anafóricamente a un ítem lexical (en el otro extremo de la misma);
y, en el medio, se ubica el uso de sinónimos, cuasi-sinónimo, o superordinados.
Ilustraremos cada uno de estos usos:

[6:5]
a. There was a large mushroom growing near her, about the same height as herself; and,
when she had looked under it, it occurred to her that she might as well look and see what
was on the topo f it.
She stretched herself up on tiptoe, and peeped over the edge of the mushroom,…
Había un hongo grande creciendo cerca de ella, de casi su misma altura,
cuando ella miró debajo de él, pudo mirar y ver lo que había en la parte de
arriba.
Ella se puso en puntas de pie y espió por sobre el borde del hongo...

b. Accordingly… I took leave, and turned to the ascent of the peak. The climb is
perfectly easy…
De acuerdo con… yo me tomé un descanso y volví a ascender el pico de la
montaña. La subida es perfectamente fácil…

c. Then quickly rose Sir Bedivere, and ran,


And leaping down the ridges lightly, plung’d
Among the bulrush beds, and clutch’d the sword
And lightly wheel’d and threw it. The great brand
Made light’nings in the splendour of the moon…
Entonces rápidamente despertó el Señor Bedivere, y corrió,
Saltando ligeramente entre los cerros, hundiéndose,
entre las camas de juncos, tomó la espada
Y ligeramente la hizo girar y la tiró. El gran hierro
relampagueó en el esplendor de la luna…

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d. Henry’s bought himself a new Jaguar. He practically lives in the car.
Enrique se compró un nuevo Jaguar. Él prácticamente vive en el auto.

En (a) hay REPETICIÓN: “hongo” (mushroom) se refiere anafóricamente a “hongo”


(mushroom). En (b) “subida” (climb) se refiere anafóricamente a “ascenso” (ascent), del
cual es un SINÓNIMO. En (c) “hierro” (brand) se refiere anafóricamente a “espada”
(sword), del que es un cuasi-sinónimo. En (d), “auto” (car) se refiere anafóricamente a
Jaguar; siendo el primero un SUPERORDINADO del segundo –esto es, el nombre en
una clase más general (como “vehículo” (vehicle) es el superordinado de “auto” (car),
“cuchara” (spoon), de “cuchara de té” (teaspoon), etc.). Todos ellos son cohesivos en la
misma medida, también la PALABRA GENERAL ilustrada en [6:1-4]. Este último caso
difiere sólo en el nivel de generalidad.
Todas estas instancias tienen en común el hecho de que un ítem lexical refiere
anafóricamente a otro, con el que está relacionado por tener un mismo referente.
Llamamos a este fenómeno general REITERACIÓN. En síntesis, un ítem puede ser
reiterado por medio de una repetición, un sinónimo, un cuasi-sinónimo, un
superordinado o una palabra general. En muchos casos, puede estar acompañado por
un ítem referencia, típicamente “el/la” (the).
Por otro lado, cabe señalar que no existe una línea divisoria precisa entre estas formas:
todas están formadas por un ítem lexical + la referencia anafórica “el/la” (the) o
formas referenciales personales como “él/lo” (he/it) y podemos, en realidad, hablar de
un continuum de elementos cohesivos. Por ejemplo (adaptando [6:5b anterior]) el
siguiente caso:

[6:6] The ascent


The climb
I turned to the ascent of the peak. The task is perfectly easy.
The thing
It

Volví al ascenso del pico. El ascenso es perfectamente fácil.


La subida
La tarea
El asunto
Eso

Aquí tenemos en (1) el mismo ítem repetido, en (2) un sinónimo, en (3) un


superordinado, en (4) una palabra general y en (5) un ítem de referencia personal. En
este caso “ascenso” (ascent) y “subida” (climb) son ítems lexicales cuya interpretación,
en este ejemplo, demuestra ser (por la referencia anafórica del “el” (the) idéntica al ítem
lexical anterior con el que están relacionados, ya sea por repetición (ascenso/ascent) o
por sinonimia (subida/climb). Lo mismo vale para “tarea” (task), con la excepción de
que esta última es una palabra más general, mayor en la taxonomía lexical. Por otro
lado, su contexto cohesivo le agrega especificidad: cuando interpretamos el ítem “la
tarea” (the task) por referencia a “el ascenso al pico de la montaña” (the ascent of the
peak), identificamos el tipo particular de tarea a la que estamos haciendo referencia. La
palabra “asunto” (thing) es un término aún más general, pero que es usado del mismo
modo; y aún así es más específico que “eso” (it), que excluye a personas, animales,
cualidades, estados, relaciones, hechos y dichos. El más general de todos es el ítem

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referencial “eso” (it); a pesar de que “eso” (it) no sea un elemento referencial (phoric)
puro, porque conlleva cierta especificidad -aunque sea sólo mínima: la de excluir a
“personas”. La forma “eso” (it) está muy cerca de ser una realización alternativa de
una palabra general + un ítem referencial, como ocurre en “el asunto” (the thing).
Por lo tanto, los límites entre la cohesión léxica del tipo que llamamos REITERACION
y la cohesión gramatical del tipo denominado REFERENCIA, no son nítidos. Las
palabras generales proveen una forma de cohesión que se ubica entre ambas y es
interpretable como tales. En este caso, estamos considerándola como cohesión léxica y
ubicándola en lo que llamamos REITERACIÓN. Cuando hablamos de REITERACION,
sin embargo, incluimos no sólo la repetición del mismo ítem lexical, sino también la
aparición de un ítem relacionado, que puede ser un sinónimo o cuasi-sinónimo de la
palabra original, o la palabra general que domina la clase entera. Podemos clasificarlas
como lo hicimos más arriba, o sea, como una repetición de a) la MISMA PALABRA, b)
un SINONIMO o CUASI-SINONIMO, c) un SUPERORDINADO, o d) una PALABRA
GENERAL. Por ejemplo,
[6:7]
There’s a boy climbing that tree.
Hay un chico trepando ese árbol.

a. The boy’s going to fall if he doesn’t take care.


El chico va a caerse si no tiene cuidado.

b. The lad’s going to fall if he doesn’t take care.


El muchacho va a caerse si no tiene cuidado.

c. The child’s going to fall if he doesn’t take care.


El niño va a caerse si no tiene cuidado.

d. The idiot’s going to fall if he doesn’t take care.


Ese idiota va a caerse si no tiene cuidado.

En (a), se repite “chico” (boy). En (b), la reiteración toma la forma de un sinónimo


“muchacho” (lad); en (c), del superordinado “niño” (child); y en (d), de la palabra
general “idiota” (idiot). Es propio de las palabras generales, al menos de las que se
refieren a las personas que connoten la actitud del hablante, generalmente, de
familiaridad (sea peyorativa o apreciativa). Veamos otro ejemplo, en este caso con un
referente no humano:
[6:8]
There’s a boy climbing the old elm.
Hay un chico trepando el viejo olmo.

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a. The elm isn’t very safe.
El olmo no es muy seguro.

b. That tree isn’t very safe.


Ese árbol no es muy seguro.

c. That old thing isn’t very safe.


Esa cosa vieja no es muy segura.

En (a) se repite “olmo” (elm), en (c) se selecciona el superordinado “árbol” (tree), y en


(d) la palabra general “cosa” (thing). Es difícil hallar en este ejemplo un sinónimo que
tenga el mismo grado de especificidad; sí podemos encontrarlo en una serie como:
“Hay un chico trepando a través de las vigas” (There’s a boy climbing along the rafters).
Teniendo en (a) “esas vigas” (those rafters), en (b) “esos travesaños” (those beams), en (c)
“esas maderas” (those timbers), en (d) “esas cosas” (those things). La categoría de
superordinado –ilustrada en (c)- refiere a aquellos ítems cuyo significado incluye el
anterior; en términos técnicos, un ítem que domina al anterior en la taxonomía lexical.
A menudo, hay muchos términos posibles de ser superordinados, palabras
intermediarias entre un nivel más bajo representados por (a) y (b) y el más alto,
representado por (d). O sea, puede haber varios grados de generalidad intermedia
entre un mismo ítem presupuesto (por ejemplo: “olmo” (elm) en [6:8]), y una palabra
general como “cosa” (thing). Las palabras de nivel intermedio tienen más posibilidades
de ser modificadas y suelen cargar con un significado evaluativo, por ejemplo: “este
autor eminente” (this eminent author).
Las palabras generales que responden a clases mayores son usadas con fuerza
cohesiva. Están en el límite entre los ítems lexicales y los sustitutos. Los sustitutos
“uno” (one) y “hacer” (do) pueden ser concebidos como los puntos más altos en la
taxonomía lexical de los nombres y los verbos respectivamente. En ese sentido, ellos
constituyen una clase cerrada y, por eso mismo, adquieren una función puramente
gramatical. Por debajo de ellos, se ubican las palabras generales, tales como “cosa”
(thing), “persona” (person), hacer (make / do), etc. Aunque son limitadas en número, no
están delimitadas claramente, sin embargo, es muy posible compilar una lista
definitiva de ellas. Funcionan como ítems lexicales, por eso cuando funcionan
cohesivamente las debemos tratar como casos de cohesión léxica. Sin embargo, es
importante recordar que no hay una línea divisoria tajante entre los sustitutos y las
palabras generales, porque tampoco hay una línea precisa entre gramática y
vocabulario; el vocabulario o el léxico es simplemente el aspecto más delicado e
ilimitado de la gramática de un lenguaje.
No todas las palabras generales son usadas cohesivamente; de hecho, sólo los nombres
lo son, por la razón que explicamos más arriba. Una palabra general es cohesiva
solamente cuando aparece en un contexto de referencia: cuando tiene el mismo
referente que otra a la que presupone y cuando va acompañada por un ítem de
referencia. Todos los tipos de cohesión léxica que hemos considerado hasta este
momento involucran una identidad de referencia; no importa si el ítem reiterado ha
sido una repetición, un sinónimo, un superordinado o una palabra general, se asume
que comparten un referente común con el original. Manteniendo este supuesto por el

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momento, podemos cambiar nuestro punto de vista desde una perspectiva gramatical
a una léxica y observar a la referencia desde un ángulo lexical, interpretándola como
un medio de evitar la repetición de ítems lexicales y, de esta manera, poner en claro
que si el ítem lexical ha sido reiterado, es porque comparte el mismo referente.
Una ilustración muy simple la ofrecen los nombres propios. Supongamos que tenemos:
[6:9]
John took Mary to dance. John was left all alone.
Juan llevó a María a bailar. Juan se quedó completamente solo.

¿Cómo sabemos que se trata del mismo Juan? La respuesta a esto sería: “si quisieras
dejar en claro que se trata del mismo Juan, no lo llamarías “Juan”, lo llamarías “él”. En
otras palabras, usaríamos el ítem referencial; y éste significaría: “la presente oración se
relaciona con la última por el hecho de que ambas contienen una referencia al mismo
individuo”. Esto no significa que el nombre propio repetido nunca pueda tener el
mismo referente que el que tiene en su primera aparición; el segundo “Juan” (John)
refiere a la misma persona que el primero, lo que ocurre es que nosotros simplemente
no sabremos si tiene o no el mismo referente. Si “Juan” (John) está repetido,
necesitamos alguna otra señal que nos indique cómo interpretarlo.
Con los nombres comunes, los medios para reconocer esto están disponibles más
fácilmente; la señal está dada por el ítem de referencia, que típicamente se corresponde
con “el/la” (the). Así, por ejemplo en,
[6:10]
Just then a Fawn came wandering by: it looked at Alice with its large gentle eyes, but
didn’t seem at all frightened… “¿What do you call yourself?”, the Fawn said at last.
Entonces un Cervatillo vino correteando: miró a Alicia con sus grandes ojos
mansos, pero no parecía asustado en absoluto… "¿Cómo se llama? “, dijo al fin
el Cervatillo.

“El” (the) señala que “el Cervatillo referido en la segunda ocasión es el mismo
Cervatillo al que se refiere en la (o algunas) oración(es) precedente(s)”. No es la
repetición de la palabra “Cervatillo” (Fawn) la que tiene el efecto cohesivo, sino su
repetición más el ítem de referencia anafórico.
De este modo, parecería que no hay una categoría distinta en la COHESION LEXICA;
que lo que hemos estado llamando “cohesión léxica” es simplemente la reiteración de
un ítem lexical en un contexto de cohesión gramatical; en otros términos: la cohesión se
plantearía como un problema de referencia. Pero, de hecho, esto no es siempre así.
Porque, si bien es verdad que cuando la referencia es idéntica, la reiteración léxica se
hace explícita generalmente por medio de un ítem referencial anafórico, hay otros tipos
de cohesión léxica que no dependen de la identidad de referencia. Hay patrones de
ocurrencias de palabras que por sí mismas -por separado- desde una dimensión
puramente léxica dan cohesión interna al texto.

6.3 Relaciones léxicas como patrones cohesivos.

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El tipo más claro de relación léxica es la que se ilustra en “el cervatillo” (the Fawn) en
[6:10]; en donde se repite la misma palabra y, en ambos casos, el referente es el mismo.
Ya hemos visto que no es necesario para la segunda instancia ser una repetición exacta
de la misma palabra: puede ser cualquier clase de lo que llamamos REITERACION
(sinónimos, superordinados o palabra general). Damos por supuesto que debe haber
identidad de referencia entre los dos y esto lleva a pensar que “la cohesión léxica” es
simplemente un rasgo que está asociado a la referencia gramatical.
Sin embargo, no es necesario que las dos ocurrencias lexicales tengan el mismo
referente para que ellas sean cohesivas. Consideremos los siguientes ejemplos:
[6:11]
Why does this little boy have to wriggle all the time?
¿Por qué este pequeño chico tiene que moverse todo el tiempo?

a. Other boys don’t wriggle.


Otros chicos no se mueven.

b. Boys always wriggle.


Los chicos siempre se mueven.

c. Good boys don’t wriggle.


Los chicos buenos no se mueven.

d. Boys should be kept out of here.


Los chicos deben ser dejados afuera de aquí.

En (a), “chicos” (boys) se enlaza con “chico” (boy) aun cuando no sean co-referenciales.
Aunque en este caso pueda hablarse de referencia comparativa, señalada por la
presencia del ítem “otros” (other); pero en (b) no hay identidad de referencia ni
tampoco un ítem de referencia, y, aún así, “chicos” (boys) es cohesivo con “chico” (boy).
También es posible aquí usar un ítem de referencia personal (“ellos” /they) en lugar de
la palabra “chicos” (boys) (“ellos siempre se mueven”/ they always wriggle); hecho que
refleja una relación de co-referencia débil entre los dos – “chicos” (boys) refiere a “todos
los chicos” y por lo tanto, por implicación incluye a “este pequeño chico” (this little
boy). En (c), sin embargo, no hay ni implicación de inclusión ni ninguna otra forma de
referencia y, aún así, se mantiene la misma relación cohesiva entre “chicos” (boys) y
“chico” (boy). Tampoco esta relación depende de la presencia de otros ítems que
sugieran un mismo contexto general de referencia; o sea, no es “el movimiento” el que
provee el contexto de interpretación, como bien lo muestra (d). Muchos casos de
cohesión son puramente léxicos, una función simplemente de co-ocurrencia de ítems
lexicales que no dependen bajo ningún aspecto de la relación de referencia.

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Un ítem lexical, por lo tanto, es cohesivo con otra ocurrencia anterior del mismo ítem
exista o no una misma relación referencial entre ellos. La segunda aparición del ítem
puede ser, en cuanto a lo que concierne a la referencia, (a) IDENTICA, (b) INCLUSIVA,
(c) EXCLUSIVA o, simplemente (d) NO RELACIONADA. Así, por ejemplo:
[6:12]
There’s a boy climbing that tree.
Hay un chico trepando ese árbol.

a. The boy’s going to fall if he doesn’t take care.


El chico va a caerse si no tiene cuidado.

b. Those boys are always getting into mischief.


Esos chicos siempre están haciendo travesuras.

c. And there’s another boy standing underneath.


Y hay otro chico parado debajo.

d. Most boys love climbing trees.


A la mayoría de los chicos les gusta trepar los árboles.

En (a) “el chico” (the boy) tiene el mismo referente que el que tiene “un chico” (a boy); el
ítem de referencia “él” (he) puede aparecer en ese lugar. En (b) “esos chicos” (those boys)
incluye al chico referido previamente, y a otros; aquí tenemos un ítem de referencia
“ellos” (they) en base a una co-referencialidad débil, de la cual hicimos referencia en el
Capítulo 2, donde la relación es de inclusión (veáse el ejemplo [6:11b] más arriba). En
(c) “otro chico” (another boy) excluye al niño referido en la primera oración; aquí es
explícita la NO-identidad de referencia, y no tenemos un ítem referencial para
reemplazar a “chico” (boy) – podemos, sin embargo, tener un sustituto o una forma
elíptica, “otro” (another one/ another). En (d), “la mayoría de los chicos” (most boys)
conduce a una relación no referencial con el chico previamente mencionado; no
podemos deducir desde (d) si al chico en cuestión le gusta o no trepar a los árboles ni si
el hablante necesariamente puede saberlo. El hablante puede hacerlo explícito de
alguna manera mediante el uso de un patrón de entonación particular:

[6:12’]

d’ // 1 MOST boys love climbing trees//


A LA MAYORÍA de los niños les gusta trepar a los árboles.

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d’’ // 4 MOST boys// I LOVE climbing trees//
A LA MAYORÍA de los niños// A MÍ ME GUSTA trepar a los árboles.

Donde (d’) significa “del modo en que alguien hace algo” (just as that one does) y (d’’)
“dado que no estoy seguro acerca de ese alguien” (whereas I’m not sure about that one).
En (d) es característico que no haya relación referencial entre las dos ocurrencias de
“chico” (boy), porque hay mayor repetición léxica: no sólo el ítem “chico” (boy) sino
también “trepar” (climb) y “árbol” (tree) están repetidos, y esta repetición compensa la
falta de conexión referencial.
Es típico de la oralidad que la referencia no sea relevante para la cohesión léxica. No es
en virtud de alguna relación referencial que hay fuerza cohesiva entre dos ocurrencias
de un ítem léxico; más bien diríamos que la cohesión existe como una relación directa
entre las formas mismas (y por eso se puede hablar más de un caso de sustitución que
de referencia). Por ejemplo, hay cohesión entre dos ocurrencias de “moverse” (wriggle)
en [6:2a], y no se pone en cuestión si ellos refieren al mismo “movimiento” o no.
Comparemos los siguientes casos:
[6:13]
a. Henry presented her with his own portrait. As it happened, she had always wanted
a portrait of Henry.
Enrique se presentó ante ella con su propio retrato. Como ocurrió, ella
siempre había querido un retrato de Enrique.

b. The Forthright Building Society required, apparently, that a borrower should sign,
seal and deliver the mortgage deed in the presence of a solicitor, so that the solicitor
would sign it as the witness. This is quite a common requirement. Where a
borrower is legally represented, his own solicitor will usually be the witness to the
borrower’s execution of the mortgage deed 3 .
La Forthright Building Society requirió, al parecer, que un prestatario
firmara, la venta y entrega de la hipoteca en presencia de un abogado, para
que el abogado lo firmara como testigo. Éste es un requisito común. Si un
prestatario está legalmente representado, su propio abogado será el testigo
de la ejecución de la hipoteca del prestatario.

En (a), la segunda ocurrencia de “retrato” (portrait) es indefinida, pero aún así es


cohesiva. La última oración en (b) contiene las palabras “prestatario” (borrower),
“testigo” (witness), “abogado” (solicitor) y “ejecución de hipoteca” (mortgage deed),
todas ellas son repeticiones y, en tanto tales, cohesivas con las ocurrencias anteriores;
pero el argumento total es hipotético y la cuestión de la co-referencia no es aplicable o
decidible con facilidad.

6.4 Colocación.
Entramos ahora en la parte más problemática de la cohesión léxica, la cohesión que se
consigue a través de la asociación del ítems lexicales que coocurren regularmente.

3
The legal side of buying a house, Consumers’ Association, 1965.

12
Vimos que la reiteración lexical no se realiza solamente a través de la repetición de un
mismo ítem lexical sino también a través de la ocurrencia de un ítem lexical diferente
que está sistemáticamente relacionado al primero (como un sinónimo o un
superordinado de él). Este principio se aplica haya o no identidad de referencia; así,
por ejemplo, en [6:11] podíamos tener “los niños” (children) en vez de “los chicos”
(boys) desde el principio al fin de un texto y el efecto también hubiera sido cohesivo.
Además, encontramos que el efecto cohesivo está aún presente si en lugar de “chicos”
(children) tenemos ahora “chicas” (girls):

[6:14]
Why does little boy wriggle all the time? Girls don’t wriggle.
¿Por qué el pequeño niño se mueve todo el tiempo? Las niñas no se mueven.

“Chicas” (girls) y “chicos” (boys) son apenas sinónimos, ni siquiera existe la posibilidad
de que tengan el mismo referente; son categorías mutuamente excluyentes. A pesar de
eso, su proximidad en el discurso contribuye definitivamente a la textura.
Obviamente, hay una relación sistemática entre ese par de palabras (chico/chica –
boy/girl); ellos están relacionados por un tipo particular de oposición llamada
COMPLEMENTARIEDAD, según la clasificación de Lyons. En consecuencia, podemos
extender la base de las relaciones lexicales que se caracterizan por su fuerza cohesiva y
decir que siempre hay cohesión entre un par de ítems lexicales que tengan alguna
relación léxico-semántica reconocible. Esto incluiría no solamente a los sinónimos y a
los cuasi sinónimos como “subir” (climb) / “ascenso” (ascent), “travesaño” (beam) /
“viga” (rafter), “dolencia” (disease) / “enfermedad” (illness), y superordinados como
“olmo” (elm) / “árbol” (tree), “niño” (boy) / “chico” (child), “saltar” (skip) / “jugar”
(play), sino también pares de opuestos de diferente clase, complementarios tales como
“niño” (boy) / “niña” (chica), “pararse” (stand up) / “sentarse” (sit down), antónimos
tales como “gustar” (like) / “odiar” (hate), “mojado” (wet) / “seco” (dry), “atestado”
(crowded) / “desierto” (deserted), y conversos como “ordenar” (order) / “obedecer”
(obey).
También incluye pares de palabras derivadas de las mismas series ordenadas. Por
ejemplo, si “Martes” (Tuesday) aparece en una oración y “Jueves” (Thursday) en otra, el
efecto será cohesivo; de un modo similar “dólar” (dollar) / “centavo” (cent), “norte”
(north) / “sur” (south), “coronel” (colonel) / “brigadier” (brigadier). Del mismo modo,
ocurre con pares que derivan de series lexicales no ordenadas, como “base” (sótano) /
“techo” (roof), “camino” (road)/ “carril” (rail), “red” (rojo) / “verde” (green). Los
miembros de tales series mantienen con algún otro miembro alguna relación semántica
reconocible: pueden estar relacionados como una parte con el todo, como “car” (car)/
“freno” (brake), “caja” (box)/ “tapa” (lid), o como una parte con otra parte, como “boca”
(mouth) /”mentón” (chin), “verso” (verse) /coro o refrán (chorus/ refrain); pueden ser co-
hipónimos del mismo ítem superordinado, por ejemplo ambos miembros de la misma
clase general como “silla” (chair) / “mesa” (table) (ambos hipónimos de “muebles”
(furniture)), “caminar” (walk) / “conducir” (drive) (ambos hipónimos de “ir” (go),
etcétera.

13
Los miembros de cada una de estas series se colocan en algún tipo de relación
semántica con otra, para los propósitos textuales no es muy importante qué tipo de
relación es: siempre está la posibilidad de cohesión entre algún par de ítems lexicales
que estén asociados de algún modo con otro ítem en el lenguaje. Así que podemos
encontrar efectos cohesivos marcados por la proximidad en la aparición de un par con
otro, como en los siguientes ejemplos, cuya relación semántica no es fácil de clasificar
en términos semánticos sistemáticos: “risa” (laugh) / “chiste” (joke), “cuchillo” (blade) /
“filoso” (sharp), “jardín” (garden) /”cavar” (dig), “enfermedad” (ill)/ “doctor” (doctor),
“tratar” (try)/ “tener éxito” (succeed), ”abeja” (bee)/ “miel” (honey), “puerta” (door) /
“ventana” (window), “rey” (king) / “corona” (crown), “bote” (boat)/ “remar” (row), “luz
del sol” (sunshine) / “nube” (cloud). El efecto cohesivo de esos pares depende tanto de
una relación semántica sistemática como de la tendencia a compartir el mismo campo
léxico; en definitiva, por ocurrir en COLOCACION con otro. En general, dos ítems
lexicales que tienen los mismos patrones de colocación, esto es, que tienden a aparecer
en contextos similares, generarán fuerza cohesiva si aparecen en oraciones adyacentes.
Este efecto no está limitado a pares de palabras. Se da también en cadenas cohesivas
más largas que se construyen a partir de relaciones léxicas de este tipo, con patrones de
palabras como vela - llama - parpadeo, pelo - peine - rizo - onda, poesía - literatura -
lector - escritor - estilo, cielo - luz del sol - nube - lluvia (candle / flame/ flicker, hair/ comb/
curl/wave, poetry/ literature/ reader/ writer/ style, sky/ sunshine/ cloud/ rain) enlazando hacia
adentro y hacia afuera las oraciones sucesivas. Estos patrones aparecen libremente,
tanto en una misma oración como a través de los límites de ella; son independientes de
la estructura gramatical.
En vez de citar un número de pasajes cortos para ilustrar esto, citaremos un parágrafo
largo donde encontramos una reserva rica de este tipo de cohesión por colocación. Es
necesario observar la importancia del título en este análisis:
[6:15]
A RIDE ON AN AVALANCHE
Few Yosemite visitors ever see snow avalanches and fewer still know the exhilaration of
riding on them. In all my mountaineering I have enjoyed only one avalanche ride, and
the start was so sudden and the end came so soon I had but little time to think of the
danger that attends this sort of travel, though at such times one thinks fast. One fine
Yosemite morning after a heavy snowfall, being eager to see as many avalanches as
possible and wide views of the forest an summit peaks in their new white robes before
the sunshine had time to change them, I set out early to climb by a side canyon to the
top of a commanding ridge a little over three thousand feet above the Valley. On
account of the looseness of the snow that blocked the canyon I knew the climb would
require a long time, some three of four hours as I estimated; but it proved far more
difficult than I had anticipated. Most of the way I sank waist deep, almost out of sight in
some places. After spending the whole day to within half an hour or so of sundown, I
was still several hundred feet below the summit. Then my hopes were reduced to getting
up in time to see the sunset. But I was not to get summit views of any sort that day, for
deep trampling near the canyon head, where the snow was strained, started an
avalanche, and I was swished down to the foot of the canyon as if by enchantement. The
wallowing ascent had taken nearly all day, the descent only about a minute. When the
avalanche started I threw myself on my back and spread my arms to try to keep from
sinking. Fortunately, though the grade of the canyon is very steep, it is not interrupted
by precipices large enough to cause outbounding or free plunging. On no part of the
rush was I buried. I was only moderately imbedded on the surface or at times a little
below it, and covered with a veil of back-streaming dust particles; and as the whole mass

14
beneath and about me joined in the flight there was no friction, though I was tossed here
and there and lurched from side to side. When the avalanche swedged and came to rest I
found myself on top of the crumpled pile without a bruise or scar. This was a fine
experience. Hawthorne says somewhere that steam has spiritualized travel; though
unspiritual smells, smoke, etc, still attend steam travel. This flight in what might be
called a milky way of snow-stars was the most spiritual and exhilarating of all the
modes of motion I have ever experienced, Elijah’s flight in a chariot of fire could hardly
have been more gloriously exciting.
(from The Yosemite by John Muir, 1912)

UNA CABALGATA EN AVALANCHA


Pocos visitantes de Yosemite alguna vez ven las avalanchas y muchos menos
aún conocen la alegría de cabalgar en ellas. En todas mis experiencias de
alpinismo sólo he disfrutado de un paseo en una avalancha, y su comienzo fue
tan súbito y su final tan repentino que tuve muy poco tiempo para pensar en el
peligro que implicaba esa clase de viaje, aunque en esas ocasiones uno piensa
rápidamente. Una espléndida mañana en Yosemite, después de que cayera una
nevada pesada, deseoso por ver tantas avalanchas como fuera posible, las
amplias vistas del bosque, las crestas de los picos de la montaña con sus nuevas
túnicas blancas antes de que el sol tuviera tiempo para cambiarlos, salí
temprano para subir, por un cañón lateral, a la cima de un cerro imponente de
aproximadamente tres mil pies sobre el valle. Por la blandura de la nieve que
bloqueaba el cañón supe que la subida requeriría mucho tiempo, estimé unas
tres o cuatro horas; pero resultó ser más difícil de lo que yo había anticipado. La
mayor parte del camino estuve hundido hasta la cintura, en algunos lugares
quedé fuera de la vista. Después de haber pasado el día entero adentro y a
media hora de la puesta del sol, aún me encontraba a varios cientos de pies por
debajo de la cima. Entonces, mis esperanzas se redujeron a llegar al menos a
tiempo para ver la caída del sol. Pero no había alcanzado a ver la cima, cuando
por pisotear profundamente cerca de la cabeza del cañón dónde la nieve se
había colado, empezó una avalancha y caí al pie del cañón como por encanto. El
ascenso me había llevado todo el día; el descenso aproximadamente un minuto.
Cuando la avalancha empezó, me tiré de espaldas y extendí mis brazos para no
hundirme. Afortunadamente, aunque la superficie del cañón era muy
empinada, no estaba interrumpida por precipicios lo suficientemente grandes
como para ser despedido fácilmente. En ningún momento de la caída me
enterré. Sólo estaba apenas incrustado en la superficie y, a veces, un poco por
debajo de ella y cubría con un velo de partículas del polvo, que se unían a mí
como una masa entera que caía hacia abajo, a pesar de que yo era arrojado de
aquí para allá, tambaleándome de un lado a otro. Cuando la avalancha terminó,
yo me encontré encima de ese cúmulo, sin una lastimadura o cicatriz. Ésta fue
una experiencia excelente. Hawthorne dice en alguna parte que el vapor es un
viaje espirituoso; aunque los olores no espirituosos, los humos, etc., todavía
acompañan al viaje de vapor. Este vuelo en lo que podría llamarse una vía
láctea de estrellas de nieve fue el más espiritual y estimulante de todos los
modos de locomoción que yo haya experimentado alguna vez, el vuelo de
Elijah en el carro de fuego apenas podría ser un poco más gloriosamente
excitante.
(de The Yosemite, John Muir, 1912)

15
Los ejemplos de cadenas de colocación son: alpinismo ... Yosemite ... cumbres ... escalar ...
abismo ... horas ... el día entero ... (atardecer ... puesta del sol ...) todo el día ... minuto;
revolcarse... desprenderse ... enterrado ... sepultado; marcha ... marchando ... marcha ... viaje ...
viaje ... viaje ... vuelo ... locomoción ... vuelo.
El análisis e interpretación de este tipo de patrones léxicos son tareas importantes para
el análisis subsiguiente de la cohesión léxica. Aquí, solamente, agruparemos las
diferentes relaciones léxicas que NO dependen de la identidad referencial y NO son
una forma de reiteración + “el/ella” (the) o demostrativo; en otras palabras, todos
aquellos casos de cohesión léxica que no están sujetas a lo que denominamos
“reiteración”. Las trataremos bajo la clasificación general de COLOCACIÓN o cohesión
por colocación, sin intentar clasificar las diferentes relaciones semánticas involucradas.
Este es simplemente un nombre que permite clasificar la cohesión que resulta de la co-
ocurrencia de ítems léxicos que están, de una manera o de otra, típicamente asociados
con otros, porque tienden a aparecer en entornos similares: el tipo específico de
relaciones de co-ocurrencia es variable y complejo, y deberá ser interpretado a la luz de
una descripción semántica general del inglés. ∗

6.5 El concepto general de cohesión léxica

El marco sugerido para la descripción de la cohesión léxica es el siguiente:

TIPOS DE COHESIÓN LÉXICA RELACIÓN REFERENCIAL


1. Reiteración
(a) misma palabra (repetición) (i) mismo referente
(b) sinónimo (o cuasi sinónimo) (ii) inclusivo
(c) superordinado (iii) exclusivo
(d) palabra general (iv) sin relación
2. Colocación

El efecto de la cohesión léxica en un texto, especialmente el de la colocación, es sutil y


difícil de estimar. Con la cohesión gramatical el efecto es bastante claro: si uno se
encuentra con la palabra “él” (he), por ejemplo, no hay dudas de que se requiere de una
información esencial, o sea, de que la identidad de ese “él” (he) deberá recobrarse de
algún lugar. Los ítems referenciales, las sustituciones y las conjunciones presuponen
explícitamente algún elemento distinto de sí mismos.
En la cohesión léxica, sin embargo, no es una cuestión de que estén presentes algunos
ítems léxicos particulares que tengan siempre una función cohesiva. TODO ítem léxico
PUEDE entrar en una relación cohesiva; pero, en sí mismo, no lleva ninguna indicación


Para una discusión más extensa de este punto, y de cohesión léxica en general, ver Ruqaiya
Hasan: Language in the Imaginative Context, a sociolingüistic study of stories told by children,
London, Routledge & Keagan Paul (Primary Socialization, Language and Education, ed Basil
Bernstein), próximamente.

16
de si está funcionando cohesivamente o no. Eso sólo podrá establecerse en referencia al
texto.
Esto supondría que la cohesión léxica no carga significado y que el hecho de que el
discurso no pase de un tópico a otro azarosamente, sino que se realice en una línea
sistemáticamente razonable, con una cierta consistencia temática y predictibilidad de
desarrollo, es una consecuencia incidental. En general, esto se da así; la mayoría de los
discursos están bien organizados y el patrón de ocurrencia de ítems léxicos es una
consecuencia natural de ello. Pero esto no implica que la cohesión léxica carezca de
significado. Sin que nos demos cuenta, cada ocurrencia de un ítem léxico conlleva su
propia historia textual, un entorno de colocaciones particular que ha sido construido en
el transcurso de la creación textual y que proveerá el contexto en el que el ítem se
realizará en esta ocasión específica. Este entorno determina el “significado ocasional”,
o significado textual del ítem; un significado que es único y particular a cada instancia
específica.
Cuando leemos o escuchamos textos, vamos procesando continuamente y, por eso,
cuando un ítem léxico se nos presenta, contamos ya con su contexto. El contexto léxico
que lo precede es, quizás, el componente más significativo de ese contexto. Muchas
veces provee una gran cantidad de información que está oculta y que resulta relevante
para la interpretación del ítem en cuestión. Hay muchos ejemplos de esto en el párrafo
trascripto anteriormente. El entorno de colocación de “puesta de sol” (sunset) indica
que se relaciona con “atardecer” (sundown) de la oración anterior, y de una manera
menos inmediata, con las palabras “(largo) tiempo” (longtime)... “horas” (hours) ... “día
(entero)” (whole day) del contexto mediato. Estos dos temas de colocación viene juntos
en la frase “a media hora del atardecer” (within half an hour of sundown). Este entorno
define “puesta de sol” (sunset) en el contexto del tiempo, como un evento precedido
por un intervalo fijo y limitado, y prepara el escenario para el pasaje que servirá de
entorno inmediato para “puesta de sol” (sunset); es decir, “a tiempo para ver la puesta
de sol” (in time to see the sunset). El resultado es doble. Por un lado, cuando nos
encontramos con la frase “a tiempo para ver la puesta de sol” (in time to see the sunset),
la interpretamos en relación con lo que ya ha sido procesado mentalmente, y esto
define el significado instancial único de la frase “puesta de sol” (sunset) en esta ocasión.
Por otro lado, el hecho de que hagamos esto tiene el efecto de convertir a la frase
“puesta de sol” (sunset), en una frase cohesiva en relación con los ítems anteriores y,
por ende, otorgarle un rol significativo en la creación de la textura.
El entorno léxico de cualquier ítem incluye, naturalmente, no sólo las palabras que
están relacionadas con él de una u otra manera (en los términos en que ha sido
discutido en este capítulo), sino también todas las otras palabras en el pasaje
precedente. Todo ello contribuye a su interpretación específica en una instancia dada.
Es la ocurrencia del ítem EN EL CONTEXTO DE ÍTEMS LÉXICOS RELACIONADOS
lo que da cohesión y otorga al pasaje la propiedad de ser texto. La relación es una
cuestión de grados; no existe un límite o punto preciso tal que podamos decir que
“puesta de sol” (sunset), por ejemplo, está relacionado solamente al este conjunto de
palabras y no a otros. No obstante, sí podemos decir que está más próximamente
relacionado con algunos conjuntos que con otros; y es la proximidad de la relación la
que determina el efecto cohesivo.
La relativa fuerza cohesiva de la colocación se encuentra, en realidad una función de
dos tipos de relaciones; una tiene que ver con la relación en el sistema lingüístico y la
otra con la relaciones del texto. Los que denominamos “ítems léxicos relacionales”, está
relacionados en el sistema lingüístico. En el sistema lingüístico hay una relación más
próxima entre “puesta de sol” (sunset) y “atardecer” (sundown), que entre “puesta de
sol” (sunset) y “día” (day); estos últimos están más relacionados por proximidad que

17
“puesta de sol” (sunset) y “cumbre” (summit), o “puesta de sol” (sunset) y “montaña”
(mountain). Aunque, en este caso, hay también alguna relación menos remota que la
que existe entre “puesta de sol” (sunset) y “vista” (sight) o “puesta de sol” (sunset) y
“estimar” (estimate). Hay grados de proximidad en el sistema léxico, una relativa
probabilidad de que una palabra tienda a co-ocurrir con otra. En segundo lugar, en el
texto hay relaciones (o ligamientos) de otro tipo, una proximidad relativa en el sentido
de la distancia entre los ítems: el número de palabras, cláusulas u oraciones que se
encuentran entremedio. La fuerza cohesiva que es ejercida entre cualquier par de ítems
léxicos en un pasaje de discurso depende de su proximidad relativa en esos dos
aspectos.
Hay una gran proximidad entre “puesta de sol” (sunset) y “atardecer” (sundown) en lo
que respecta a la relación dentro del sistema lingüístico; están morfológicamente
relacionados (ya que ambos contienen el elemento “sol” (sun)) y son además cuasi-
sinónimos: “puesta de sol” (sunset) se refiere a un evento particular considerado como
un fenómeno perceptual y “atardecer” (sundown), se refiere al mismo evento
considerado como un momento definido en el tiempo. Si estos términos aparecen en
oraciones adyacentes, ejercen una fuerza cohesiva importante, que se debilitará
progresivamente a medida que se amplíe la distancia textual entre ellos.
Hay un tercer factor que influye en la cohesión de un par de ítems léxicos en un texto, y
tiene que ver con su frecuencia general en el sistema de la lengua. Una palabra que con
facilidad se relaciona por colocación con palabras de otros rangos de significación
léxica, establece poca cohesión con ellas. Palabras como ”go” (ir), “man” (hombre),
“know” (saber) o “modo” (way) difícilmente pueden contraer relaciones cohesivas
significativas porque pueden vincularse con cualquier cosa. Es decir, este tipo de
palabras tienen una frecuencia de aparición general en la lengua; y, a menudo, cuanto
más alta es la frecuencia de un ítem léxico (frecuencia general de aparición en el
sistema), menor será el rol que juegue en la cohesión léxica en el texto.
Cuando se analiza un texto en términos de su cohesión léxica, lo más importante es
utilizar el sentido común, combinándolo con el conocimiento que tenemos como
hablantes de la lengua, es decir, de su naturaleza y de la estructura de su vocabulario.
Tenemos una idea clara de la frecuencia relativa de las palabras de nuestra propia
lengua y también un saber internalizado de lo que constituye un patrón significativo y
uno que no lo es. Al considerar la cohesión léxica de un texto podemos tranquilamente
ignorar -como lo hacemos automáticamente- las ocurrencias repetidas de ítems
gramaticales (sistema cerrado) como los pronombres, preposiciones, auxiliares
verbales, etc., y también aquellos ítems léxicos de alta frecuencia como “tomar” (take),
“hacer” (do) y “bien” (good) y otros ya mencionados. La excepción a esto se presenta
cuando estas palabras aparecen con un sentido especial, en patrones restringidos de
colocación; por ejemplo: “tomando” (taking) en el sentido de “ganando” (earning), o
“bien” (good) en un contexto moral específico. Nuevamente, debe tenerse en cuenta el
sentido común. No habrá cohesión significativa entre dos ocurrencias de “bien” (good),
si una tiene un sentido moral y la otra se está utilizando como exclamación, en el
sentido de “asentimiento” (agree). Sí habría un lazo significativo entre el primero de los
usos y una palabra diferente pero relacionada como “virtud” (virtue) o “juicio”
(judgment).
En el esquema sugerido en el Capítulo 8, usamos un nombre simple para todas las
instancias de cohesión por colocación, sin diferenciar tipos de colocación o diferentes
grados de fuerza cohesiva. Una interpretación completa de la cohesión léxica requeriría
una mayor diferenciación en ambos sentidos, pero demandaría un estudio
independiente que va más allá de nuestra intención en este caso.

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Aún queda un punto para redondear la discusión acerca de la cohesión léxica. Un ítem
léxico no está ligado a una categoría gramatical particular o a una forma morfológica
específica. Por ejemplo, hay un solo ítem léxico “chico” (boy), que tiene las formas
“chico” (boy), “chicos” (boys), “del chico” (boy’s). De manera similar, “hablar” (talk),
“habla” (talks), “hablé” (talked) y “hablando” (talking) representan un ítem léxico
singular: “hablar” (talk). No existe un criterio perfecto para decidir hasta dónde puede
extenderse este principio. Por ejemplo, “ir” (go), “va” (goes), “yendo” (going), “fue”
(went) cada uno es un ítem léxico, como “bien” (good), “muy bien” (better) y “mejor”
(best); y presumiblemente también nombre -en el sentido de sustantivo- (noun),
“nominal” (nominal), “nominalizar” (nominalize) y “nominalización” (nominalization).
Más dudosos resultan pares como, “muela” (tooth) y “dental” (dental), “mapa” (map) y
“cartografía” (cartographic), “pueblo” (town) y “urbano” (urban); y más dudoso aún,
“joven” (young), “juventud” (youth) y “juvenil”. En el último caso no tienen mayor
importancia, ya que ese conjunto es de todas formas cohesivo; pero es posible guiarse
por el contexto –los casos son dudosos, precisamente, porque en un caso se trata de la
misma palabra y en el otro, no- así que los pares como “muela” (tooth) y “dental”
(dental) pueden ser usados como variantes morfológicas del mismo ítem léxico, o bien
como ítems léxicos diferentes. Éste, como otros recursos lingüísticos, es explotado por
formas de humor lingüístico: una expresión como the archiepiscopal gaiters está jugando
con el hecho de que “archiespiscopales” puede interpretarse simplemente como una
variante morfológica del ítem “arzobispo” (archbishop), aunque generalmente funcione
relacionada con otro ítem separado. En el otro extremo, habría pares como “inanición”
(starve) y “hambre” (hunger), o “enfermedad” (disease) y “malestar” (ill), que se
relacionan por sinonimia pero que no se las trata como formas de la misma palabra.
El concepto de “ítem léxico”, sin embargo, no está totalmente definido, como ocurre
con la mayoría de las categorías lingüísticas. Cuando es definido idealmente es claro
pero este concepto presenta muchas indeterminaciones en lo que respecta a su
aplicación real. A pesar de estas indeterminaciones –y cabe resaltar que el término
ÍTEM LÉXICO es menos indeterminado que el folklórico término lingüístico
PALABRA- es un concepto esencial para la comprensión del texto. Por más elaborada
que sea la cohesión gramatical desplegada en un fragmento de discurso si no se
combina con patrones de cohesión léxica, no formará un texto.
Un ejemplo final:

[6:16]
Sing a song of sixpence, a pocket full of rye,
Four-and-twenty blackbirds baked in a pie,
When the pie was opened, the birds began to sing,
Wasn’t that a dainty dish to set before a king?

The king was in his counting-house, counting out his money,


The queen was in the parlour, eating bread and honey,
The maid was in the garden, hanging out the clothes.
Along came a blackbird and pecked off her nose.

Canta una canción de peniques, un bolsillo lleno de centeno,


Cuatrocientos cuervos cocinados en una tarta,
Cuando la tarta fue abierta, los pájaros comenzaron a cantar,
¿No era ese un plato delicado para ofrecer al rey?

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El rey estaba en su casa-para-contar, contando su dinero,
La reina estaba en el salón, comiendo pan y miel,
La mucama estaba en el jardín, colgando la ropa.
Entonces vino un cuervo y le mordisqueó su nariz.

Hay reiteración de la misma palabra: “tarta ... tarta” (pie…pie), “rey ... rey” (king…king),
de cuasi-sinónimos “comiendo ... mordisqueó” (eating… pecked), superordinados: “tarta
... plato” (pie…dish), “peniques ... dinero” (sixpence…money), “cuervo ... pájaro”
(blackbird …bird); “plato” (dish) también podría interpretarse como una palabra general.
También hay cohesión por colocación: “rey ... reina” (king… queen), “salón ... jardín”
(parlour…garden), “plato ... comer, centeno…pan” (dish…eat, rye…bread). La rima (en
inglés) provee un buen ejemplo de la cantidad de cohesión léxica que se pone en juego
y de la naturaleza variada de la misma, característica incluso de textos muy cortos. ∗


En un trabajo reciente, no publicado, basado en una investigación sobre discurso oral, J. McH.
Sinclair sugiere que los patrones de cohesión léxica a través de los límites de las emisiones,
pueden ser usados por los hablantes para localizar marcos conceptuales individuales, u
ORIENTACIONES. Al elegir repetir el vocabulario del hablante anterior, uno señala su
predisposición a negociar en los términos del otro; y al usar sinónimos o paráfrasis, uno señala
lo contrario. Las palabras de referencia, como los pronombres y la sintaxis elíptica (por ejemplo,
las respuestas a una pregunta por medio de una sola palabra) realiza otras selecciones en la
orientación.

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