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Directores

Javier Pradera / Fernando Savater DE RAZÓN PRÁCTICA Marzo 1999


Precio 900 pesetas. 5,41 euros N.º 90

AURELIO ARTETA
Sobre la política lingüística vasca

MARCELO LASAGNA
Los límites de la democracia chilena

JON JUARISTI
Entre el Evangelio
y la neurología

ADAM MICHNIK JUAN VELASCO


Diálogo con ARROYO
el Dalai Lama La discriminación positiva

PERFECTO ANDRÉS IBÁÑEZ


MARZO 1999

Garantía judicial de los derechos humanos


DE RAZÓN PRÁCTICA
Dirección
JAVIER PRADERA Y FERNANDO SAVATER
S U M A R I O NÚMERO 90 MARZO 1999
Edita
PROMOTORA GENERAL DE REVISTAS
Presidente
JESÚS DE POLANCO
Consejero delegado
JUAN LUIS CEBRIÁN
Director gerente
IGNACIO QUINTANA
Coordinación editorial
JON JUARISTI 2 ENTRE EL EVANGELIO Y
LA NEUROLOGÍA
NURIA CLAVER
Maquetación
ITALA SPINETTI

PERFECTO
ANDRÉS IBÁÑEZ 10 GARANTÍA JUDICIAL
DE LOS DERECHOS HUMANOS

AURELIO ARTETA 18 ‘IN PRINCIPIO ERAT VERBUM’


Sobre la política lingüística vasca

FRANCISCO
RUBIO LLORENTE 28 EL FUTURO POLÍTICO DE EUROPA
2. El déficit democrático

Ilustraciones
PEDRO DOUGNAC (Granada, 1964)
Su obra, influenciada por la escuela
granadina de principios de siglo, refleja
JOAN SUBIRATS 38 LAS TRADICIONES DE LA IZQUIERDA
Y SUS PROBLEMAS ACTUALES
en el color y en los detalles arquitectó-
nicos claras reminiscencias árabes;
sin embargo, la composición, en la
que predominan formas rectangulares
y cuadradas, se rige por las pautas
del expresionismo abstracto.
MARCELO LASAGNA 45 LOS LÍMITES DE
LA DEMOCRACIA CHILENA

Dalai Lama

Entrevista
Adam Michnik 52 Diálogo con el Dalai Lama
Mao, los comunistas y el budismo

Historia de la cultura
Gabriel Jackson 57 La literatura como testimonio
Cinco novelistas del siglo XX

Caricaturas
LOREDANO

Correo electrónico: claves@progresa.es


Sociedad
Juan Carlos Velasco Arroyo 66 Luces y sombras de
la discriminación positiva
Internet: www.progresa.es/claves

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Impresión: MATEU CROMO.


Teoría política
María José Villaverde 72 Cosmopolitismo y patriotismo
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Mauricio Bach Paul Léautaud
ENTRE EL EVANGELIO
Y LA NEUROLOGÍA
La cultura española a finales del siglo XX

JON JUARISTI

1. El fin del siglo XIX inventó todos los fi- del tiempo conservaba aún el carácter cí- tamente la linealidad de la historia secula-
nes de siglo tras inventarse, en primer lu- clico del viejo folclor agrario: el de los al- rizada –inseparable del mito decimonóni-
gar, él mismo. Nunca antes había transita- manaques y menologías que todavía cir- co del progreso, del pensamiento hegelia-
do por la cultura europea una categoría se- culaban entre los campesinos, el de las no vulgarizado por krausistas y marxistas
mejante. No puede comparársele, por ediciones escolares de los poemas bucóli- y del evolucionismo de Spencer y Dar-
supuesto, la de milenio, cargada de conno- cos de autores como John Clare y, desde win– en los primeros ensayos de En torno
taciones apocalípticas. Milenio es término luego, el de las baladas tradicionales en al casticismo (1895). Según el escritor vas-
vinculado a la escatología cristiana: los mil que James Frazer encontraría abundantes co, las rupturas y espasmos revoluciona-
años que durará el reino mesiánico antes alusiones a la muerte y resurrección del rios pertenecen al orden de una historia
del fin de los tiempos. De ese significado espíritu del grano. A este esquema, la alta política que en nada turba la existencia
original nació una desviación popular y cultura anglicana superponía el de la his- intemporal, intrahistórica, del pueblo
quiliástica: el año mil de la era común ve- toria sagrada con su expectativa escatoló- eterno. Si, para la mayoría de los españo-
ría, a la vez, la Segunda Venida del Verbo gica. El fin de siglo británico fue el de los les, “fue el mismo sol después que el de
y la destrucción del mundo dominado por “victorianos eminentes” que Lytton Stra- antes del 29 de septiembre de 1868, las
el Mal. Pasados los terrores del año en chey sometería a una inmisericorde revi- mismas las labores, los mismos los canta-
cuestión, volvió la esperanza milenarista a sión biográfica tras la Gran Guerra. El de res con que siguieron el surco de la arada”,
nutrir los sueños de las muchedumbres Frazer, por supuesto. Pero también el de con mayor razón fueron idénticos soles,
empobrecidas y a catalizar movimientos los grandes conversos a la Iglesia de Ro- labores y cantares los de antes y después
colectivos que pretendían forzar la llegada ma: Manning, Newman, Chesterton… del 1 de enero de 1900 o de 1901 (según
del reino de los cielos, el cual, según la en- No muy distinto fue el fin de siglo es- dónde se decida poner la censura entre los
señanza evangélica, sólo por la violencia pañol. O, mejor dicho, su Zeitgeist. La siglos), fechas no marcadas en España por
habría de ser logrado. traducción del nuevo marbete francés re- acontecimientos de desusada relevancia.
La noción de fin de siglo nace, por el sultaba aquí inevitablemente ambigua: in- En la tarde de San Silvestre de 1900,
contrario, en un contexto laicista, y en el cluso la palabra siglo no podía menos que Indalecio Prieto, por entonces un joven y
país en que había culminado, antes que despertar asociaciones obligadas con la es- prometedor periodista, se dirigió a la bar-
en cualquier otro, el proceso de seculari- pera de la Segunda Venida, no en vano bería de su amigo Julián Laiseca, miem-
zación iniciado en el Renacimiento. Sur- había sido El Siglo Futuro la cabecera del bro como él de la Agrupación Socialista
gió, en efecto, en Francia, bajo el más periódico integrista más combativo de la de Bilbao. Encontró al barbero y a otros
secular de los regímenes políticos de la Restauración. Pero el matiz semántico de dos correligionarios atareados en compo-
época: la tercera República. Fin-de-siècle reversibilidad que contaminaba la visión ner, ayudándose de una guitarra, una
(la expresión se lexicalizó tempranamente, del tiempo predominante en la España fi- Marsellesa de la paz para saludar la llegada
y de ahí el recurso a los guiones en aque- nisecular no era deudor en exclusiva de la del siglo XX. Concluida, con ayuda de
llos países –entre otros, el nuestro– donde resistencia católica a la modernidad. Tam- Prieto, la labor de composición, el texto
fue importada en su lengua original) im- bién las élites secularizadas jugueteaban fue impreso en la prensa del semanario
plica una idea de discontinuidad o ruptu- con las grandes mitologías cíclicas del mo- La lucha de clases y distribuido, esa misma
ra ausente de la fórmula inglesa que pare- mento: con el eterno retorno del Zaratus- tarde, por los locales de las agrupaciones
ce corresponderle: The Turn of the Cen- tra nietzscheano o con las concepciones obreras. Así recuerda el dirigente socialis-
tury. Porque turn podría traducirse como religiosas orientales, brahmánicas y búdi- ta, 65 años después y desde su exilio me-
“turno” o “sustitución”, o quizá incluso cas, divulgadas en Europa por la filosofía xicano, la entrada del año 1901:
como “relevo”. Como relevo de una cen- de Schopenhauer y por la charlatanería Mientras se acercaba la hora solemnísima en
turia por otra –sin que sea descabellado ocultista de madame Blavatsky y sus se- que, con indiferencia de Clío, moriría un siglo y na-
leer aquí centuria en su antiguo sentido guidores. Miguel de Unamuno, al que se- cería otro, el vecindario echábase a la calle, yendo
desde los cuatro puntos cardinales y con hachones
militar–, pero también como “vuelta”, ría difícil considerar un ejemplo de laicis-
encendidos al paseo del Arenal, corazón de la villa.
“regreso” o “retorno” al origen. Vuelta a mo pero que, no obstante, tampoco enca- Hacia allí comenzaron a descender en masas com-
empezar. En el ámbito de la cultura victo- ja en la definición de un católico a la pactas los trabajadores, cantando al unísono la Mar-
riana, reacia a la secularización, la visión usanza tradicional española, desafió abier- sellesa de la paz. Yo caminé entre ellos. Otros grupos

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acompañábanse de charangas y rondallas. Más de volucionario de los ejércitos del Rhin po- fistas de 1901, que descendían también
un saludador que no se había concertado con nadie ne una nota militante, de seriedad casi re- hacia el centro de Bilbao desde los nuevos
llevaba, para usarlo en el saludo, un clarinete averia- ligiosa, en el bullicio festivo de la Noche- barrios suburbanos que se levantaban
do, una vieja corneta, una carraca estridente, un
tambor retumbante, cualquier instrumento capaz de
vieja popular. Tres años antes, Unamuno ahora en el antiguo alfoz rural de la villa,
hacer ruido en el momento decisivo1. había descrito en su primera novela –Paz habrían podido pasar por la expresión de
en la guerra (1897)– las formaciones “mi- la utopía spenceriana: sociedades indus-
Acaso baste este breve fragmento de litares” de los campesinos vascos que, triales, pacificadas, basadas en la división
las memorias de Prieto para imaginar có- acaudillados por sus párrocos, bajaban de del trabajo y en la cooperación interna-
mo vivieron los españoles de 1900 la las aldeas a las villas para votar en los co- cional. Sin embargo, el hecho mismo de
transición al nuevo siglo. La irrupción de micios a cortes constituyentes de 1869. que la letra del himno que cantaban hu-
“masas compactas” de trabajadores ento- Para Unamuno, estos aldeanos (que en biera salido, horas antes, de la imprenta
nando, con nueva letra, el viejo himno re- 1872 se enrolarían a millares en el ejército de un periódico llamado La lucha de clases
carlista) representaban lo que Herbert (“La chula de clases”, le llamaban por en-
Spencer habría llamado una militant so- tonces Sabino Arana y los suyos) desmen-
1 Indalecio Prieto, De mi vida, pág. 25, t. I, Mé- ciety: una sociedad agraria movilizada de tía la impresión optimista que un obser-
xico, Oasis, 1965. continuo para la guerra. Los obreros paci- vador ingenuamente spenceriano habría

Nº 90 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


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ENTRE EL EVANGELIO Y LA NEUROLOGÍA

podido extraer de la escena festiva. En el tir que su voluntad caiga bajo el influjo tes de tratar de extender o realizar el nuevo
siglo que nacía, las guerras de clases y las de la santurronería de su mujer y de los evangelio del trabajo y de la justicia. Tales
de naciones iban a reducir las contiendas manejos de Artola, director espiritual de procesos implican una crisis de fe, un
del XIX a insignificantes escaramuzas. ésta. Pedro, huérfano educado por su tío abandono subsecuente de las primitivas
Unamuno tendría ocasión de comprobar- Manuel, sigue las enseñanzas del empre- creencias –por lo general, el catolicismo
lo durante los cinco últimos meses de sario hasta convertirse –“a fuer de liberal”, heredado de las generaciones anteriores– y
1936, mientras se atormentaba recordan- como diría Unamuno– en un apóstol so- una búsqueda ascética de la luz del nuevo
do los irresponsables elogios que había cialista. Pero pronto se percatará, con ideal. Este camino de perfección es común a
prodigado desde 1895 a la guerra civil co- amargura, de la esterilidad de sus esfuer- vidas ficticias y vidas reales: el fin de siglo
mo acicate de las energías nacionales. A zos ante la implacable persecución que respira todavía romanticismo, necesidad
su modo, los obreros socialistas de 1900 desata contra él la buena sociedad de Re- de vivir literariamente o, mejor aún, nove-
eran un avatar más de los combatientes denta, instigada por su tía Rafaela, esposa lescamente. De ahí el visible ingrediente
por el reino milenario. Esperaban para de Manuel, y por don Santos. autobiográfico de algunas de las novelas de
muy pronto la instauración de ese reino El autor derrocha sarcasmo en la des- la época: Nuevo mundo y Paz en la guerra,
(o de esa República) de paz y de justicia y cripción de los personajes y, por supuesto, de Unamuno; Las confesiones de un peque-
sabían, porque así lo había asegurado Karl en el nombre mismo con que rebautiza a ño filósofo y La voluntad, de Azorín, o El
Marx, que sólo la guerra, partera de la Bilbao. La paradoja de una Iglesia anticris- árbol de la ciencia, de Baroja, por ejemplo,
historia, podría traerlo. tiana y de un socialismo (o un republica- y el correlativo carácter novelesco de cier-
La cultura española del fin de siglo nismo) crístico, rebosante de piedad hacia tos episodios críticos en la vida de los au-
mezcla, como en toda Europa, el imagina- el prójimo sufriente –es decir, hacia el tores (las sucesivas crisis religiosas de Una-
rio religioso con el político, y los socialis- obrero–, constituye el tópico común a una muno entre 1882 y 1897, sin ir más lejos).
tas no son una excepción. Para ellos, Cris- novelística “comprometida”, de sesgo ideo- Que este tipo de incidentes espirituales se
to fue, en cierta manera, un agitador con- lógico más republicano o radical que mar- expongan con un lenguaje tomado del
denado a muerte por los poderosos de su xista, que tendrá abundantes manifestacio- evangelio o de la literatura confesional de
tiempo. Contagiados del anticlericalismo nes epigonales en los primeros años del si- los místicos no debería ser motivo de ex-
republicano, los propagandistas del ideario glo. Obras como El intruso (1904), de trañeza: la crisis da paso a una auténtica
socialista comparan a la Iglesia con un Vicente Blasco Ibáñez, cuya acción se de- metanoia, a una conversión a la nueva fe
nuevo Sanedrín que persigue a los sembra- sarrolla también en Bilbao, reproducen la –laica, secular– que implica también un
dores de la buena semilla –otra metáfora historia arquetípica de un héroe burgués, desasimiento del mundo y un olvido del
evangélica que arraiga en el lenguaje del progresista y generoso, derrotado por las hombre viejo (en este caso, del hombre vie-
socialismo finisecular–, y cifran en la futu- asechanzas de los eclesiásticos y de las mu- jo cristiano). El Pachico Zabalbide, de Paz
ra revolución la verdadera y definitiva re- jeres que éstos controlan a través de for- en la guerra, descubre el sentido de la his-
dención del género humano. La simbolo- mas de devoción aberrantes y enfermizas. toria contemplando desde una de las cum-
gía cristológica se instala sin embozo en la El paradigma de este tipo de novela habría bres que rodean Bilbao la eterna lucha del
literatura militante de esos años. Así, por que buscarlo quizá en las llamadas “nove- mar y las montañas, antes de descender a
ejemplo, en Las almas muertas, novela fo- las de tesis” del Sexenio Democrático y, en la ciudad –como un Cristo que vuelve del
lletinesca de Timoteo Orbe publicada en particular, en Doña Perfecta, de Benito Pé- desierto– para convertirse en un luchador
1896 por La lucha de clases, de Bilbao, y rez Galdós, la primera en ofrecer, en su por la justicia social. A uno de esos mon-
que, tres años después vuelve a editarse en protagonista, el ingeniero Pepe Rey, una tes, si no al mismo, subía a orar Tomás
Sevilla con un título distinto: Redenta. figura de héroe positivo, combatiente con- Meabe, compañero de primera hora de Sa-
Historia de una familia burguesa2. tra la intolerancia y el oscurantismo, que bino Arana Goiri, cuyos escritos autobio-
Trasunto de la Bilbao industrial, Re- será finalmente sacrificado a la fanática gráficos nos revelan también algo parecido
denta es una ciudad inicua y levítica, brutalidad de las fuerzas sociales más reac- a una experiencia mística en su deslumbra-
aplastada por un clero intolerante que cionarias. Estos personajes (el Pedro de miento ante la verdad socialista:
dispone a su antojo de las voluntades de Orbe, el doctor Aresti de Blasco y otros Huía al monte; me pasaba días en el monte
los grandes patronos, gracias a la manipu- cortados por el mismo patrón que el Pepe con un cacho de pan; allí me golpeaba de verdad el
lación de las conciencias de las esposas de Rey galdosiano) son, cada uno de ellos a pecho y me ponía en asedio de cruces el alma. Ha-
éstos. Frente a la injusticia del capital, que su modo, un alter Christus, una encarna- cía con leños toscos muchas cruces, las plantaba a
mi alrededor y me estaba allí, sitiado de esos leños,
la Iglesia alienta, se levanta un joven bur- ción del ideal de un cristianismo disiden- pidiendo de rodillas, con toda mi alma, la fe o la
gués –Pedro Ranzade–, sobrino de un te, pasado por el cedazo republicano, so- muerte3.
empresario liberal de ideas sociales avan- cialista o incluso nietzscheano, como el
zadas que caerá al fin bajo la influencia protagonista de La casa de Aizgorri, de Pío Meabe, a quien Arana Goiri había en-
del cura Santos Artola, un feroz enemigo Baroja (1900). Caracteres fáusticos, desa- comendado estudiar la doctrina socialista
de los socialistas. Orbe juega, como es ob- fían la inercia de la costumbre, el fatalis- para mejor combatirla, llegó a tener un
vio, con las connotaciones evangélicas de mo y la hipocresía, a lo que oponen una destacado papel como publicista en las fi-
los nombres de los personajes centrales de voluntad de regeneración o, aún mejor, de las del partido de Pablo Iglesias y fundó,
la narración. Manuel Ranzade, el tío de redención. Ambos conceptos son equiva- en 1903, las Juventudes Socialistas. Jamás
Pedro, es un Cristo que se duerme, que lentes: la misión del nuevo Cristo es, ante abandonaría la retórica evangélica en sus
fracasa en sus afanes redentores al permi- todo, la redención de la sociedad, la lucha
contra los seculares males de la patria.
En algunos casos, el héroe crístico de- 3 Tomás Meabe, ‘Una conversión’, Obras, págs.
2 Sevilla, Tipografía de Francisco P. Díaz, 1899. be pasar por un proceso de conversión an- 35-38, Meabe, Bilbao, 1920.

4 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90


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JON JUARISTI

artículos, furiosamente anticlericales cultura propia y había sufrido, en mayor pueblos insalubres donde la tuberculosis
(“Pío X llevado a la riquísima silla gesta- medida que la burguesía, el impacto de la es aún endémica. El regreso de los solda-
toria. Jesús montado en un modesto bu- secularización. Newman veía en las mu- dos de Cuba, enfermos muchos de ellos
rro. Sarto rodeado de lujosos cardenales: chedumbres obreras los futuros ejércitos de paludismo, contribuyó a reforzar el es-
Cristo cimentando su religión con el con- del Anticristo que estaba al llegar, y no tereotipo de los españoles como pobla-
curso de 12 obreros”4), ni en sus escritos muy distinta debía ser la percepción que ción mórbida, necesitada de una regene-
memorialísticos, en los que se describe a buena parte del clero católico tenía de la ración que no se limitara a la economía y
sí mismo como un avatar de Jesús perse- sociedad urbana en ciudades como Barce- a las costumbres. El mito clínico de la
guido por los sucesores de los fariseos. lona y Bilbao, donde anarquistas y socia- ventilación, de las corrientes de aire puro,
Con todo, el nuevo Cristo no es solamen- listas se mostraban, en general, muy hos- se vuelve metáfora política, y así Unamu-
te una metáfora socialista. Su figura está tiles hacia la Iglesia. Los intelectuales bur- no invocará en el ensayo final de En torno
en el centro de los debates intelectuales gueses, por el contrario, jugueteaban con al casticismo el “ventarrón europeo” que
del momento. Azorín pone en él las espe- formas inéditas de espiritualidad, preten- ha de barrer los miasmas de una España
ranzas de regeneración de España que diendo marcar distancias respecto del fi- cerrada al exterior durante siglos.
animan a la “gente nueva”, como se des- listeísmo imperante, que se traducía en No es necesario insistir sobre el par-
prende de este fragmento de entrevista una actualización ecléctica de todos aque- ticular ni traer a colación los diagnósticos
con Unamuno: llos estilos del pasado considerados como de los males de España que se agolpan en
– Sin embargo –repuse–, hay una parte de la clásicos. No deja de resultar ilustrativo la prensa de esos años finales del XIX.
juventud, parte pequeña, es cierto, que alienta por que las rupturas estéticas del fin de siglo, Baste decir que se recurre en casi todos
nobles ideales de solidaridad universal, de amor y en las que se manifestaba el rechazo de un ellos a un léxico relacionado con los cam-
bienestar para todos los hombres, que sueña con eclecticismo desencantado y la condena pos semánticos de la enfermedad, la vejez
un Cristo nuevo…
de un realismo más o menos inspirado en y el vicio, cuando no se certifica tajante-
A lo que el escritor vasco, inmerso en la filosofía positivista, partiesen de secto- mente la muerte del cuerpo y, con más
la devastadora crisis espiritual que siguió a res abiertamente enemistados con la cul- frecuencia, del alma de la nación. La Es-
la muerte de su hijo Raimundo, en 1897, tura burguesa y liberal, pero sustentadores paña “escuálida y beoda” de Antonio Ma-
replica: de visiones del mundo antagónicas entre chado, la del “marasmo” unamuniano, el
– ¡El Cristo nuevo! Sí, ya sé… Usted ha hecho sí: del anarquismo y de la extrema dere- país “sin pulso” de Silvela pertenecen a la
de eso un artículo. ¿Son esos los ideales? Usted, cha católica. Antoni Gaudí era un tradi- imaginería de un patriotismo dolorido
querido amigo, y los que como usted piensan están cionalista de misa diaria, y Valle-Inclán, que desembocará en sueños de regenera-
equivocados. Son generosas sus aspiraciones, pero quizá por razones de orden estético, se ad- ción o en la retórica de una resignada de-
no es ésa precisamente la orientación; hay algo más
que eso...Cristo no puede ser viejo ni nuevo; Cristo
hirió con entusiasmo al carlismo. Una sesperanza. Sin duda, hay aspectos de la
es eterno, el Cristo verdaderamente eterno, el del nostalgia confusa de espiritualidad co- realidad nacional que avalan en parte tales
Evangelio, no el visto a través de Renan5. menzó a soliviantar a escritores y artistas visiones aflictivas, pero éstas escamotean
desde mediados de la década de los injustamente la vitalidad del conjunto. La
Pero, cualquiera que sea la interpreta- ochenta, arrastrando incluso a algún población crece, mejoran las comunicacio-
ción del ideal cristológico, es innegable miembro descollante de la vieja genera- nes interiores, la industrialización avanza
que responde a una necesidad de reden- ción realista, como Benito Pérez Galdós. en el País Vasco y Cataluña, se extiende la
ción hondamente sentida en la sociedad Una de las novelas de éste, Nazarín, figu- escolarización…, lo que no significa en
secularizada del fin de siglo, y también a ra entre lo más característico del retorno absoluto que todos se beneficien por igual
una cierta espera o temor del fin de los al Evangelio en la narrativa de la época, de esta situación ni que, sencillamente, la
tiempos. Según Hinterhäuser, hay distin- no exenta, por otra parte, de matices mi- mayoría se beneficie. La electrificación de
tas fuentes de ese presentimiento difuso lenaristas que contrastan con la declarada la España rural, por ejemplo, será un ideal
del apocalipsis: la esperanza milenarista y irreligiosidad de muchos de sus autores. nunca cumplido o, mejor dicho, cumpli-
la de los socialistas, pero también “el salto do sólo cuando la población de la España
brusco a la modernidad, para el que en 2. Mundus senescit. El antiguo tópico rural haya descendido en proporciones en-
modo alguno estaba preparada la burgue- sólo consiente, en el fin de siglo, una in- tonces imprevisibles. Tampoco la pobla-
sía transmisora de la cultura, formada en terpretación unívoca: el mundo cae in- ción urbana experimenta un súbito incre-
la tradición clásica”6. A lo largo del siglo, cluso por debajo de su propio estatuto de mento de sus niveles de bienestar a la altu-
la industrialización había arrancado de su mundo caído. El género humano degene- ra de 1900 (ni en España ni en Francia,
suelo nativo y de sus viejas culturas tradi- ra. Degeneración es precisamente el título dicho sea de paso), salvo quizá en un sec-
cionales a millones de campesinos de toda de un famoso ensayo de Max Nordau tor relativamente pequeño de las clases
Europa. Hacinado en las ciudades, el pro- que fue traducido tempranamente al es- medias. El resto –la extensa pequeña bur-
letariado industrial carecía ahora de una pañol y halló buena acogida entre los guesía retratada por Taboada y otros cos-
anarquistas. El darwinismo social, com- tumbristas de la baja Restauración– segui-
batido tanto por los libertarios como por rá viviendo muchos años en condiciones
4 Tomás Meabe, ‘Idólatras’, La lucha de clases,
los socialistas (Unamuno lo rebate en va- bastante parecidas a las descritas por aque-
461, 12 de septiembre de 1903.
5 Azorín, ‘Charivari en casa de Unamuno’, La rios artículos publicados en La lucha de llos autores. Hay resignación, estoica re-
Campaña, 26 de febrero de 1898. Citado en Laureano clases), preconiza la selección de los más signación en el campo (lejos queda la re-
Robles, Azorín-Unamuno. Cartas y escritos complemen- dotados para la lucha por la existencia y vuelta de 1892 en el agro jerezano); des-
tarios, pág. 45, Consellería de Cultura, Educació i deplora que el progreso de la medicina fa- contento en los trabajadores de las
Ciència de la Generalitat Valenciana, Valencia, 1990.
6 Hans Hinterhäuser, Fin de siglo. Figuras y vorezca la supervivencia de los débiles, lo regiones industriales, que nutren los na-
mitos, pág. 17, Taurus, Madrid, 1980. que resulta un sarcasmo en ciudades y cientes sindicatos socialistas y libertarios, y

Nº 90 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


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5
ENTRE EL EVANGELIO Y LA NEUROLOGÍA

síntomas de insurrección en unas clases La muerte, aquí todo está para recordarla. Y el pueblo para su propia posición privile-
medias irritadas por la política oligárquica. parece como si planease pesadamente por encima giada y sus pretensiones al liderazgo social:
Síntomas perceptibles no sólo en la agita- de estas centenas de cabezas inclinadas. Cada losa
de esta iglesia es una losa funeraria, y se tiene con- En realidad, ya no merecía ser llamado pueblo,
ción regeneracionista de la Unión Nacio- ciencia de que este suelo sobre el que se camina está sino masa. Su descubrimiento arrastró consecuen-
nal de Joaquín Costa, acicate externo del lleno de osamentas. Esta muchedumbre de campe- cias decisivas para la posición asumida por el inte-
“regeneracionismo” conservador de un sinos y de pobres, en la que dominan los viejos, ex- lectual en la sociedad y frente a la política. A la vez
que literatos y publicistas se comenzaban a llamar a
Gobierno de Silvela que supo integrar en hala un olor de cadáver que el incienso no disimula.
sí mismos intelectuales, generalizaron el uso de la
el sistema al potencial golpista Polavieja y Se oye aquí y allá toses que exageran la sonoridad
de la bóveda. Y, de hecho, no es sino el terrorífico voz “masa” para designar a lo que hasta bien poco
puso las bases de la ulterior “revolución antes llamaban “pueblo”10.
pensamiento de la muerte lo que esta noche reúne
desde arriba” que habría de abordar Mau- allí a todos estos seres de un día para el esfuerzo en
ra, sino también en las tentativas de fusión común de una plegaria8. ¿A qué “descubrimiento” se refiere el
republicana en torno a Salmerón, en la di- historiador? Aparentemente, a la incapaci-
sidencia radical que tiene su expresión en Por toda Europa se difunde ese hálito dad de los privados de voz propia para
Lerroux y Blasco Ibáñez, en la política de de muerte anticipada, desde la Brujas de mantener sus conquistas sociales y políti-
Solidaridad Catalana impulsada por Cam- Rodenbach hasta la Viena de Schnitzler y cas, a su inhibición ante la reacción restau-
bó y en el ascenso electoral de un naciona- Krauss, pero Francia o, más exactamente, radora representada sucesivamente por Sil-
lismo vasco todavía limitado a Bilbao. To- la literatura francesa hace de España el vela y el maurismo. El pueblo que se so-
do esto, incluyendo el dolor silencioso de país mortuorio por excelencia. La España mete, había decretado Unamuno en 1895,
los campesinos que habían sufrido más negra de los que después se autodenomi- deviene “masa imponible”. Para los inte-
que cualquier otro sector social la sangría narán generación del 98 resulta, en tal lectuales sólo era pueblo el que secundase
humana de la guerra, muestra a las claras sentido, un pleonasmo, una reescritura eventualmente su airada diatriba contra el
el vigor de un pueblo paradójicamente del tópico francés que acuñaron aquellos estado de cosas; es decir, contra el Estado.
percibido por sus élites intelectuales y ar- viajeros románticos como el anónimo co- Pero hay otro factor más profundo en ese
tísticas en estado preagónico. rresponsal del vasco Joseph-Augustin desencuentro: lo que, retorciendo una ex-
Además de la magnificación de la ya Chaho, que comparaba a Castilla con un presión de Paul Bénichou, podría llamarse
en sí misma catastrófica derrota militar de inmenso hospital donde agonizaba una la “desacralización del escritor” como cate-
1898, influyeron en la imagen tétrica de población de enfermos terminales atendi- goría social que, en la época romántica,
España que divulgaron el arte y la literatu- da por los curas9. Podría esperarse que los había tomado el relevo de los filósofos en
ra de fin de siglo, por una parte, la exten- intelectuales españoles, nacionalistas al fin el sacerdocio laico. La nación moderna,
dida creencia en la astenia y el agotamien- y al cabo, se atribuyesen una misión re- como observa Gellner, trata de hacer ex-
to de la raza latina, tópico que surgió en dentora, como desde décadas atrás lo ha- tensiva a todos los ciudadanos la condi-
Francia a raíz de la batalla de Sedan y que bía hecho la intelligentsia plebeya rusa, pe- ción de clérigo. La escuela obligatoria crea
fue alentado en los años posteriores por la ro aquéllos se limitaron a extender la noti- nuevos públicos capaces de leer, de opinar
celtomanía nacionalista contrapuesta al cia de la defunción de España. “Este sobre lo que leen e, incluso, de poner por
despertar cultural de Provenza (el Renaci- Cristo español como la muerte”, escribirá escrito sus discrepancias con el intelectual
miento latino auspiciado desde el movi- el umbrío Unamuno a propósito del Cris- de turno. El acceso de las clases populares
miento felibre) y, por otra, cierta visión de to yacente de las clarisas de Palencia, “no a la cultura escrita desestabiliza la posi-
lo español importado del simbolismo bel- resucita. ¿Para qué? No espera / sino la ción de privilegio del literato, basada has-
ga y francés. De la del belga fue máximo muerte misma”. Tras una inicial “marcha ta entonces en el monopolio de la escritu-
responsable, ya que no único, el poeta hacia el pueblo”, en el que ven el deposi- ra creativa. El modernismo podría ser in-
Émile Verhaeren, autor, con Darío de Re- tario genuino de las esperanzas de la na- terpretado, en tal sentido, como una
goyos, de La España negra, conjunto de ción –un “profesor de energía” colectivo, reacción de los escritores al ascenso de los
impresiones de un viaje por la Península para decirlo a la manera de Barrès–, los nuevos públicos semiletrados: una reac-
en 1888, que se publicaría, 10 años des- intelectuales se repliegan a unas desdeño- ción defensiva que recurre a la creación
pués, en una revista barcelonesa “paradóji- sas soledades desde cuyas altas galerías, de lenguas literarias neoculteranas, a la
camente llamada Luz”7. Azorín se encar- mejilla en mano, contemplan el espectá- sintaxis dislocada o a poéticas simbolistas,
garía de cimentar el culto a Verhaeren y a culo de una interminable danza macabra teñidas siempre de hermetismo (en tal
otros compatriotas de éste, no menos in- sobre la llanura castellana. sentido, La lámpara maravillosa, el breve
clinados a las tonalidades fúnebres (Mae- Santos Juliá ha sostenido, con acierto, tratado estético de un Valle-Inclán versa-
terlinck y Rodenbach, en particular). De que una de las causas endógenas de la “de- do en la tradición ocultista, representó
la parte de Francia vendría inspiración cepción” de los intelectuales (sustantivo de para España lo que fueron los manifiestos
abundante. Más de la que se reconoce de origen francés reciente, con el que se auto- del Moréas más joven para Francia o los
ordinario. Prescindiendo de Barrès, que bautizan los literatos díscolos en su afán artículos esotéricos de Yeats para la litera-
no publicaría hasta 1912 su Greco ou le sé- de editar una versión española de los drey- tura inglesa). La rebelión espiritual contra
cret de Toledo, cabe referirse también al ol- fusards) estriba en la amenaza que supone el filisteísmo burgués revela también un
vidado Pierre Loti que, en 1892, escribe terror filisteo a la nivelación cultural. El
de la misa de gallo en Fuenterrabía: espiritualismo, bajo cualquiera de sus
8 Pierre Loti, Pays Basque. Recueil d’impressions

sur l’Euskalleria, págs. 28-29, Calmann-Lévy, París,


1930.
7 Francisco Calvo Serraller, Paisajes de luz y 9 Joseph-Augustin Chaho, Voyage en Navarre 10Santos Juliá, ‘La aparición de los intelectuales
muerte. La pintura española del 98, pág. 11, Tusquets, pendant l’insurrection des Basques (1835), (2ª ed.), pág. en España’, pág. 4, CLAVES DE RAZÓN PRÁCTI-
Barcelona, 1998. II, P. Lespès, Bayonne, 1865. CA, 86, octubre de 1998.

6 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90


n
JON JUARISTI

nombres (simbolismo o idealismo, por plásticas y las incipientes ciencias sociales bía sido la novela realista del Sexenio y de
ejemplo), se opone tanto al materialismo se suman asimismo a lo que, en la última la primera Restauración, y regionalista
de derechas –es decir, a la versión biolo- década del XIX y, sobre todo, tras el De- también la novela naturalista de la condesa
gista del positivismo, llamada también sastre de 1898, se perfila como la tarea de Pardo Bazán y de Clarín. Del mismo
darwinismo social– como al de izquier- prioritaria de toda una generación. modo será regionalista la novela del natu-
das, y así, por ejemplo, Unamuno, tras ralismo rezagado, bien representada por el
sus fugaces escarceos con el socialismo 3. Imaginar la nación. Es decir, cons- ciclo valenciano de Blasco Ibáñez, que se
marxista, combatirá a un tiempo el evolu- truir la nación, porque la nación es una co- inicia en 1894 con Arroz y tartana. Son re-
cionismo spenceriano y darwinista de su munidad imaginada. La disolución del im- gionalistas Paz en la guerra y buena parte
juventud (en Amor y pedagogía, su novela perio deja a España enfrentada a la alterna- de las ficciones modernistas de Baroja y
de 1902) y el materialismo histórico, en tiva de disgregarse o reconstruirse como Valle-Inclán. Por regionalismo no hay que
nombre de una concepción espiritual y una comunidad política. El imaginario de entender aquí impulso vindicativo alguno
poscristiana de la existencia. la generación de fin de siglo, tomando esta relacionado con antiguos o recientes agra-
El pueblo, según esta concepción espi- última expresión en su acepción cronológi- vios centralistas. Nada tiene que ver este
ritualista, se desdobla en su visible mani- ca más generosa –desde los nacidos a fina- regionalismo con el de la Lliga catalana o
festación histórica y en un pueblo eterno, les de la década de los cincuenta hasta los con el fuerismo carlista. La región, en la
una sustancia oculta que permanece, más que llegan al mundo en la primera mitad novela del fin de siglo, es una metáfora de
allá de toda contingencia, como el factor de los ochenta, ambos inclusive–, contiene España. O, para decirlo de otro modo, Es-
de cohesión de la nación y de continuidad una rica variedad de enemigos internos de paña sólo es imaginable desde y en cada
de la historia nacional. Pero el pueblo visi- cualquier proyecto regenerador (la Iglesia y una de sus regiones.
ble, por el mero hecho de serlo, se convier- la monarquía, para los republicanos; la Y algo semejante ocurre en la pintura.
te en masa a los ojos de los intelectuales, y burguesía, para los socialistas; oligarcas y En la década de 1890 coexisten diversas
ello a pesar de que la masa es una idea de- caciques, para Costa, o los particularismos, tendencias. Todavía goza del favor del pú-
masiado abstracta, sin correspondencia al- para Ortega y Gasset), pero no acierta a blico la pintura de historia (y mucho más
guna en el mundo de la experiencia coti- definir el sujeto agente de la regeneración. la escultura historicista: el valenciano Ma-
diana (uno puede ver multitudes, muche- El pueblo podría ser el nuevo Cristo, pero riano Benlliure, autor de buena parte de la
dumbres, pero nunca masa). Sea como el pueblo es también su peor enemigo: em- estatuaria pública de la época, cultiva con
fuere, ese pueblo empírico es condenado brutecido por siglos de dominación ecle- éxito una síntesis de historicismo y regio-
sin remisión, mientras se apela al pueblo sial, degenerado, envilecido por el cruce nalismo). Las fórmulas realistas, avaladas
ideal e inmutable, no histórico, deposita- con razas decadentes, fácil presa de las en- por un Estado organizador de muestras y
rio legítimo del alma nacional. Cabe sor- fermedades del cuerpo y del alma y carente exposiciones, van a ceder gradualmente
prender la formación de ambos mitos en de minorías creadoras y rectoras, este pue- ante el empuje de una generación de pin-
la discusión que sostienen Ángel Ganivet y blo no sabría redimirse a sí mismo. tores, nacidos en su mayoría durante los
Miguel de Unamuno en las páginas de El La visión finisecular de España es con- años setenta, que combinan estilos y ten-
Defensor de Granada, entre junio y sep- tradictoria: idealiza y degrada a la vez su dencias diversos, pero, en todo caso, nue-
tiembre de 1898. Ganivet subraya los su- objeto. La verdadera España aguarda el vos. Desde el simbolismo medievalizante
puestos estigmas morales heredados por momento de manifestarse. España duer- de algunos pintores catalanes, que acusa la
los españoles de los diversos invasores que me. Pero, llegado el momento crítico –por influencia de los prerrafaelitas, hasta el im-
se sucedieron en el suelo ibérico, desde los ejemplo, el de la guerra con Estados Uni- presionismo más o menos asimilado por
romanos a los árabes. Unamuno niega la dos–, el viejo león dormido no despierta. valencianos y vascos. En principio, no se
importancia espiritual de las invasiones, El Cristo español no resucita. El pueblo trata de rupturas violentas (el prerrafaelis-
que jamás, según él, turbaron la idiosin- vegeta en una modorra fatalista que, según mo catalán implica cierta continuidad con
crasia colectiva de un pueblo arraigado en el mismo Unamuno que niega la influen- la pintura de historia, y el impresionismo,
sus orígenes prehistóricos y empecinada- cia deletérea de las invasiones, tiene quizá como más de un crítico señaló, supone un
mente reacio a cualquier mestizaje. su raíz en el quietismo islámico. ¿Dónde desarrollo no demasiado heterodoxo del
La verdadera tradición –el alma in- buscar, entonces, al pueblo genuino, al au- realismo). Con todo, hay rasgos generacio-
contaminada del pueblo– discurre por de- téntico pueblo que conserva las virtudes de nales inéditos: la recuperación de la tradi-
bajo de la historia de los acontecimientos la España indígena? No, desde luego, en ción de la escuela española (Velázquez, Ri-
y es sólo accesible al poeta o al místico. Si las multitudes urbanas, que acuden indife- bera, Zurbarán y, en particular, el Greco);
Unamuno inaugura un nacionalismo mís- rentes a los toros tras conocerse la noticia el tratamiento de la luz (deliberada oscuri-
tico, es sin duda Ramón Menéndez Pidal de la destrucción de la escuadra del almi- dad y hasta tenebrismo en Zuloaga, lumi-
–otro del 98, como él mismo gustaba defi- rante Cervera. De existir aún en algún si- nosidad mediterránea en Sorolla, que llega
nirse– el gran rastreador de la tradición tio, la España latente debe hallarse en la a pintar un imposible Cantábrico griego);
poética nacional, coagulada en la épica de provincia, en los alfoces de las ciudades protagonismo del paisaje, tan olvidado por
los tiempos heroicos de Castilla –los de muertas. La novela del fin de siglo es regio- la pintura anterior.
Fernán González, los infantes de Lara y el nalista –aunque no toda ella regional, en el El paisaje fue, en efecto, el gran tema
Cid Campeador– y viva todavía en un ro- sentido tradicionalista y católico que había de la imaginación nacionalista. Si el regio-
mancero oral que los campesinos seguían dado a este término José María de Pereda–; nalismo funcionó como sinécdoque, el pai-
cantando en las aldeas. Pero no serán el es regionalista sin saberlo, porque, como sajismo lo hizo como metonimia, como
ensayismo y la filología las únicas vías de forma literaria de la imaginación naciona- juego de contigüidades. Eduardo Martínez
acceso al hontanar escondido e inagotable lista, trabaja con la sinécdoque pars pro to- de Pisón ha observado que la cultura del
de la nación. La novela, la poesía, las artes to, la región por la nación. Regionalista ha- 98 descubre el paisaje, pero no engendra

Nº 90 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


n
7
ENTRE EL EVANGELIO Y LA NEUROLOGÍA

una geografía11 (lo que quizá sea una afir- Antes de que su siglo terminara, ya existían nacionales en sentido estricto (el Dos de
mación un tanto injusta, toda vez que im- en España equipos de fútbol, embrionarios Mayo se celebraba en Madrid y Bilbao, pe-
plica sustraer de dicha cultura generacional sindicatos y divos de la canción ligera. Pero ro en la primera como conmemoración de
al padre de la geografía española moderna, no se habían visto aún los primeros auto- la insurrección antifrancesa y en la segunda
otro Martínez de Pisón, por cierto). Es ver- móviles. Carruajes y tranvías tirados por ca- para recordar el levantamiento del sitio
dad que la imaginación literaria y pictórica ballos recorrían calles adoquinadas y pocos carlista). Los carnavales representaban la
no concibe sino paisajes, y paisajes espiri- eran los españoles que podían permitirse fiesta por excelencia, con su vertiente de
tualizados, dicho sea de paso. En la obra un veraneo en la playa. Dígase lo que se protesta plebeya: comparsas enmascaradas
juvenil de Unamuno, la descripción paisa- quiera, había poca democracia, pese a la re- cantaban coplas alusivas a las huelgas obre-
jística forma parte inexcusable del paradig- ciente conquista del sufragio universal mas- ras o a la guerra de ultramar. En Arroz y
ma positivista, el de Darwin o Taine, que culino. El ejército culpaba a los políticos de tartana, Blasco Ibáñez escande la historia
privilegia el medio geográfico entre los fac- la pérdida de las colonias y se abroquelaría de la ruina de la familia Pajares siguiendo
tores determinantes de la evolución bioló- contra toda crítica tras la Ley de Jurisdic- el calendario festivo entre Navidad y julio
gica y cultural. Pero en sus obras posterio- ciones de marzo de 1906. Casi cinco millo- (e incluyendo en el mismo, por supuesto,
res a 1897, el paisaje, independizado por nes de españoles vivían y trabajaban en los las fiestas locales valencianas, como las Fa-
completo de la narración, se hace prosopo- campos, utilizando aperos de la edad del llas por San José y la de la Virgen de los
peya y adquiere una dimensión moral. En hierro, como layas o trillos de pedernal (la Desamparados). Las memorias de la gene-
rigor, el paisaje sustituye al pueblo inalcan- mecanización apenas se insinuaba y lo más ración de fin de siglo se acogen a un proce-
zable por la imaginación. Los encinares avanzado era aún el arado de vertedera). La dimiento semejante en su evocación de la
machadianos son figura del alma eterna de población española era, en su mayoría, ca- infancia (por ejemplo, los Recuerdos de ni-
Castilla. Son los de fin de siglo, en efecto, tólica y conservadora. Comenzaba a difun- ñez y de mocedad, de Unamuno, publica-
paisajes con alma, y el alma del paisaje se dirse el uso de la bicicleta. dos en 1908), pero hay que subrayar que
convierte en garantía de un carácter nacio- La zarzuela y la corrida seguían siendo lo mismo rige para otras memorias españo-
nal, pues si los pueblos históricos pasan, el los espectáculos que atraían a públicos más las de nuestro siglo12.
paisaje ahistórico permanece y modela el amplios, marcado el último por la rivalidad En la historia de la sentimentalidad, el
espíritu de las nuevas generaciones –o in- de Lagartijo y Frascuelo. El cine era todavía fin del siglo XIX supuso una saludable
cluso de posibles nuevos pueblos– que ven- curiosidad de feria, aunque cada proyec- reacción contra la doble moral y la hipo-
drán a vivir sobre las mismas tierras. “Ve- ción registraba grandes llenos. Composito- cresía que había dominado en las relacio-
réis llanuras bíblicas y páramos de asceta”, res y libretistas nutrían el género chico, en nes amorosas desde la época moderada. In-
escribe Antonio Machado de esos campos detrimento de las formas serias del teatro. cluso podría hablarse de una cierta libera-
quemados cuyo numen “es sanguinario y El nacionalismo musical –otra forma de ción del lenguaje, ya que no todavía de las
fiero”. El determinismo positivista se muda imaginar España– rebasó, sin embargo, los costumbres (persistió, en la mayoría de los
en un determinismo espiritualista, pero no límites de la zarzuela con Pedrell, Chapí y ámbitos sociales, la separación de sexos).
menos constrictivo, no menos fatal. Vives, y, más tarde, con Albéniz y Turina, La novela finisecular fustigó la moralina
Granados y Falla, pero la tonadilla popular burguesa, como ya lo habían hecho antes
4. Pero, ¿qué hay del pueblo histórico, sufría la competencia de géneros nada au- Galdós, Clarín o la Pardo Bazán, y la poe-
de los españoles que viven y mueren sobre tóctonos como la habanera y el cuplé. El sía, la pintura y las artes decorativas se lle-
esos paisajes del fin del siglo XIX? No están llamado teatro de variedades, importado de naron de un provocador erotismo. Creció
muy lejos de nosotros. Quizá nos parece- Francia, ganaba a los públicos urbanos des- el número de practicantes de algún depor-
mos más a ellos que a nuestros hijos. Cuan- de principios de los años noventa y se enri- te, pero el sport no salió todavía de los cír-
do menos, nuestra lengua –aunque resulte quecería en la primera década del siglo XX culos de las clases ociosas. Faltaban aún al-
sorprendente– es más semejante a la suya con aportaciones del music hall americano. gunos años para la aparición de los prime-
que a la que hablará la generación que aho- También en los gustos populares se advier- ros clubes y federaciones populares de
ra nace. Hablamos aún el español –o inclu- te una tensión entre lo castizo y lo cosmo- atletismo. No había llegado la hora de la
so el catalán– surgido de la gran revolución polita, similar a la que caracteriza a la lite- emancipación de los cuerpos. Las dietas
modernista. Nuestros clásicos se llaman to- ratura y al arte del modernismo. pecaban por exceso (véanse los menús bur-
davía Juan Ramón Jiménez o Pío Baroja. Es dudoso que el pueblo histórico, el gueses descritos por Blasco Ibáñez) o de-
Fue la suya la generación que vio, en los úl- realmente existente, compartiera las ansias fecto, y la formación universitaria de los
timos años de la centuria, el extraordinario de regeneración o redención de los intelec- médicos era, si hemos de creer a Baroja,
desarrollo de la prensa diaria, de las revistas tuales. Pero no buscaba divertirse hasta miserable. Tanto como las condiciones
ilustradas con fotografías, el nacimiento del morir. El tiempo de ocio era escaso para la materiales en que trabajaban los investiga-
alumbrado eléctrico, de los alimentos enla- población trabajadora que, tanto en el dores. Y, sin embargo, nada de eso impidió
tados, de la cámara portátil de fotos, de la campo como en la ciudad, encontraba oca- que otro del 98 y con más méritos para
aviación y del cinematógrafo. Llegaron a la sión de esparcimiento, sobre todo, en las serlo que nadie, don Santiago Ramón y
guerra civil de 1936-1939 con edades pare- grandes festividades del ciclo litúrgico. Cajal, descubriese la neurona; es decir, el
cidas a las que hoy cuentan quienes partici- Porque las formas de la temporalidad no sustrato de la historia y de la intrahistoria,
paron en ésta o la sufrieron cuando niños. habían cambiado gran cosa en los últimos de los intelectuales y del pueblo. n
400 años. Casi no existían fiestas laicas,

11 Eduardo Martínez de Pisón, Imagen del paisa-


Jon Juaristi es catedrático de Filología Española
je. La Generación del 98 y Ortega y Gasset, pág. 16, 12 Véanse, por ejemplo, las de Julio Caro Baroja en la Universidad del País Vasco. Autor de El bucle
Caja Madrid, Madrid, 1998. (Los Baroja, Taurus, Madrid, 1972). melancólico.

8 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90


n
GARANTÍA JUDICIAL
DE LOS DERECHOS HUMANOS
PERFECTO ANDRÉS IBÁÑEZ

En recuerdo de Claudio Movilla cer un límite mínimo, un umbral sine qua tación de esa relevante garantía existe co-
non, el horizonte, incluso en el mejor de mo tal y es de una vigencia y de una vali-
los casos, permanecerá siempre lejano. Y dez indiscutibles. Hoy forma parte del de-
también abierto a nuevos desarrollos, a ber ser constitucional del derecho, que así
‘Cumpleaños’ en derechos humanos: contenidos inéditos que, como ha sucedi- incorpora estructuralmente un momento
siempre poco que celebrar do en la parte positiva de esta historia de tensión, una dialéctica interna en su
Este trabajo tiene su origen en una inter- (que es el lado positivo de la historia), po- propia realidad normativa. Por otra parte,
vención motivada por la celebración del drían incorporarse merced al esfuerzo de a estas alturas se cuenta con información
quincuagésimo cumpleaños de la Declara- quienes aspiran a dejar tras de sí un mun- suficiente y lo bastante contrastada como
ción Universal de 1948. Por definición, el do más habitable. para sostener que la existencia de una ga-
uso del verbo “celebrar” sugiere en el suje- La afirmación de que al juez le incum- rantía jurisdiccional de un determinado
to de la oración una actitud satisfecha: la be una función de garantía de los derechos estándar de calidad es condición necesa-
propia de quien festeja. No diré que falten humanos expresa lo que, a simple vista, ria, aunque no suficiente, para que los de-
motivos para que quien en este caso hu- al menos entre juristas, es una obviedad. rechos humanos puedan gozar de algún
biera oficiado de celebrante pudiese parti- Pero se trata de una obviedad normativa, grado estimable de realización práctica.
cipar de tal estado de ánimo, pues que la de un postulado recurrente de las cartas de
Declaración Universal emergiera en el ho- derechos y del constitucionalismo actual, Derechos humanos
rizonte político y jurídico-cultural del que podría ilustrarse, sin ningún trabajo, y ‘constitucionalismo emancipador’
mundo de finales de los cuarenta, conmo- con un nutrido aparato de erudición juris- Derechos humanos son hoy los derechos
cionado por la entonces reciente escenifi- prudencial de todos los tribunales nacio- fundamentales, es decir, los que constitu-
cación de la apoteosis de la barbarie que le nales e internacionales. Algo a lo que re- yen la condición de persona y que, por
había tocado vivir, fue todo un logro. Y nuncio de antemano. Por otro lado, es un eso, corresponden universalmente a todos
que a 50 años de distancia siga siendo un postulado al que acontecimientos recien- los seres humanos. Esta idea está –progra-
punto de referencia, haya inspirado y con- tes han dotado de nuevos y riquísimos máticamente– en la raíz del primer cons-
tinúe inspirando –aunque sea modesta- perfiles, a los que sí me referiré. Así, pues, titucionalismo liberal, le ha acompañado
mente– prácticas de humanización de la el título de la intervención contiene, en en todas sus vicisitudes posteriores y ha
convivencia, y sirva como autorizado pa- realidad, una proposición prescriptiva: “El pasado a ser el núcleo mismo del constitu-
radigma para deslegitimar las que se juez debe ser el garante de los derechos hu- cionalismo actual, que la ha dotado de
orientan en sentido contrario, es algo que manos”. Pero la obviedad del enunciado consistencia positiva y de nuevos horizon-
ninguna persona sensible, y más si jurista, no debe tomarse como indicativa de la tes. Horizontes necesariamente abiertos,
debería dejar de valorar. aproblematicidad de su contenido. De és- entre otras cosas, a la incidencia de la
Pero al mismo tiempo es obligado de- te forma parte una compleja gama de im- multiculturalidad, indudablemente llama-
cir que hablar de derechos humanos y de plicaciones que expresan otras tantas exi- da a introducir un contrapunto enrique-
su garantía es tratar de una frustración. gencias, dirigidas a la política y al derecho, cedor al marcado eurocentrismo de las ac-
Una frustración que pertenece a la misma cuya realización aparece condicionada a la tuales cartas internacionales de derechos.
naturaleza de la cosa, porque la categoría concurrencia de una articulada serie de Pero lo cierto es que, por debajo de
de referencia expresa un ideal, consagra presupuestos de diversa índole y cuya esa continuidad aparente en la materia, el
un modelo, como tal, de imposible plena prestación exige, a su vez, un fuerte com- constitucionalismo surgido a partir de la
realización. Es así no sólo en virtud de promiso ideal incompatible con actitudes segunda posguerra aporta un importantí-
consideraciones empíricas, ya que hay la pragmáticas en favor de las que, es sabido, simo elemento de ruptura en positivo con
suficiente experiencia acumulada como militan viejas y elaboradas razones de real- la precedente forma de tratamiento de la
para tener por cierto que el ser humano politik muy asentadas en un difundido cuestión de los derechos como objeto de
va a seguir negándose a sí mismo en los sentido común. Muy común, también en- regulación constitucional. Tanto es así,
demás, sino también por razones concep- tre los operadores del derecho. que Di Giovine y Dogliani se han referido
tuales, puesto que en materia de derechos Con todo, lo cierto es que el impera- a aquél como promotor de una “democra-
fundamentales, si resulta posible estable- tivo deóntico que impone al juez la pres- cia emancipadora”, resultado de un tipo

10 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90


n
de textos fundamentales que no sólo ga-
rantizan, al positivizarlos, los derechos ci-
viles y políticos tradicionales, sino que in-
corporan, con los derechos sociales, un
proyecto que compromete a todos los po-
deres con la realización empírica de una
sociedad tendencialmente igualitaria.
Así se verifica el paso de la constitu-
ción programa o la constitución marco a la
constitución ordenamiento o norma jurí-
dica, que es también constitución-tarea
(Gozzi). De este modo se pasa de un Esta-
do legislativo de derecho a un Estado cons-
titucional de derecho, que es Estado de
derechos. En el Estado del constitucionalis-
mo liberal el componente “de derecho” se
resumía en la primacía de la ley, y el mo-
mento democrático en la omnipotencia de
la mayoría u omnipotencia del legislador.
En él era evidente la radical autonomía de
la política y, como consecuencia, la preca-
riedad de la garantía jurídica. No es una rreno de la metáfora para constituirse en
casualidad que el cambio de paradigma elemento central y fundante del Estado y
constitucional se presente en la escena his- del ordenamiento democráticos. Integran
tórica como una forma de reacción a la cri- “la dimensión sustancial de la democra-
sis de la democracia representada por la ex- cia” (Ferrajoli), dan sentido a la política y
periencia de los fascismos ni que ese cons- al derecho y son su paradigma de legiti-
titucionalismo normativo se postule como mación, y de deslegitimación, por tanto.
un modo de asegurar el futuro de la demo-
cracia, precisamente, mediante el reforza- Estado constitucional
miento del componente “de derecho” que de derecho y jurisdicción
implica la rigidez constitucional. El ordenamiento jurídico resultante del
Los derechos fundamentales dejan de nuevo constitucionalismo experimenta
ser una suerte de punto de referencia ex- cambios de relevancia en su estructura y
terno para constituirse en “fundamento en su dinámica interna, que afectan inten-
funcional de la democracia”, según señala samente al papel de la jurisdicción y del
Häberle, porque es sólo “a través del ejer- juez. El primero y esencial es que la cons-
cicio individual de los derechos funda- titucionalización de los derechos funda-
mentales como se realiza un proceso de li- mentales como vínculo del poder legislati-
bertad que es elemento esencial de la de- que no es concebible sin el aseguramiento vo se traduce de inmediato en un nuevo
mocracia”. El reconocimiento jurídico de de una esfera de autonomía individual a sentido de la validez de la legislación ordi-
que pasan a ser objeto hace de los dere- sus protagonistas. Es también este autor naria. Como ha señalado Ferrajoli, en
chos “la esfera de lo indecidible” (Ferrajo- quien se ha referido a los derechos funda- oposición al tradicional paradigma positi-
li), es decir, un límite de derecho demo- mentales en esta versión como “las leyes vista, la validez no es una simple connota-
cráticamente impuesto a la mayoría, o sea, del más débil”, y es que, por primera vez ción o un valor implícito en la mera vi-
a la política, en garantía de la democracia, en la historia, aquéllos han salido del te- gencia de los actos normativos. La validez

Nº 90 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


n
11
GARANTÍA JUDICIAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

tiene que ver con el significado de éstos, existir sobre la base de una ciudadanía in- constitucionalismo liberal. En éste, los
es una cuestión de coherencia o compati- tegrada por sujetos cuya autonomía indi- únicos derechos consagrados, los de la pri-
bilidad de las normas producidas con las vidual esté bien garantizada, en el plano mera generación, claros en la formulación
que disciplinan en un plano de superiori- normativo y en el de la efectividad de las normativa, padecían seriamente por la
dad su contenido material. La validez, en normas. notable precariedad de la garantía jurídica.
la nueva lógica del ordenamiento, no es ya En el modelo, con muy diversas cali- Esto es, seguramente, lo que llevó a los
un dato apriorístico, sino una cualidad só- dades de realización práctica, el corolario teóricos y, en general, a los juristas a asimi-
lo predicable de la norma después de un de la atribución del indicado papel consti- lar de manera intuitiva efectividad a exis-
juicio que el legislador constituyente ha tucional a la jurisdicción es un reforza- tencia en materia de derechos fundamen-
puesto a cargo del juez-intérprete. El pa- miento cualitativo de la independencia, tales; a considerar que allí donde no estu-
trón sustancial conforme al que se lleva a con el correspondiente soporte institucio- viese asegurada la posibilidad de
cabo el control de validez está integrado nal. Reforzamiento que, por primera vez, realización y la reacción frente a las viola-
por los derechos fundamentales: paráme- contempla de manera expresa la doble ver- ciones, el déficit no era sólo de protección,
tro de legitimidad, por tanto, del derecho tiente –externa e interna– de ese valor e sino, por así decirlo, ontológico: no había
aplicable, y, como luego veremos, paráme- implica la exigencia de rescindir la vincula- derecho donde no hubiera garantía insti-
tro de legitimidad, también, de la actua- ción del juez al Ejecutivo, propia del siste- tucional. Tal es el punto de vista de autor
ción jurisdiccional misma. ma napoleónico de organización judicial, tan significativo como Kelsen, para quien
Este paradigma implica, pues, no sólo por lo que tiene de negación del principio no existe el derecho sin el cumplimiento
un cambio en la relación legislador/ley- de sujeción del juez sólo a la ley. Sujeción del correspondiente deber por parte de
juez, sino que produce consecuencias rele- sólo a la ley (que es ley más Constitución), quien se encuentra obligado, pues “tener
vantes en el plano de la legitimación de la pero inequívocamente a la ley. Cierto que la un derecho subjetivo significa (…) tener el
jurisdicción y de la independencia judi- Constitución impone una lectura crítica poder de tomar parte en la generación de
cial. En este modelo constitucional, puede de aquélla, pero tal lectura deberá ser inte- una norma jurídica individual por medio
decirse, encuentra el que hasta la fecha es lectualmente honesta, rigurosa en el uso de una acción específica: la demanda o la
su máximo de realización, el desideratum de las normas del discurso racional y técni- queja”. Y, todavía con más claridad, Dani-
contenido en el artículo 16 de la Declara- co-jurídico y dotada del máximo de trans- lo Zolo: “un derecho formalmente recono-
ción de derechos del hombre y del ciudada- parencia en la justificación. cido pero no justiciable –es decir, no apli-
no, de 1789: “Toda sociedad en la cual la Es, asimismo, cierto que la sujeción cado o no aplicable por los órganos judi-
garantía de los derechos no está asegurada en exclusiva a la ley como garantía de de- ciales mediante procedimientos definidos–
ni la separación de poderes establecida no rechos puede dar lugar a que, en ocasio- es, tout court, un derecho inexistente”.
tiene Constitución”. En efecto, mientras, nes, la decisión judicial entre en colisión Semejante concepción ha pasado in-
por un lado, los derechos fundamentales con posiciones políticas coyunturales de cluso a formar parte de un cierto sentido
se convierten en una esfera de derecho mayoría. Pero de esta posibilidad, que co- común de cultura jurídica, que incluye el
destinada al poder, en una suerte de dere- rresponde a la fisiología del sistema cons- cuestionamiento de la juridicidad de los
cho positivo sobre el derecho, para el le- titucional, no cabe derivar la atribución al derechos consagrados por las cartas inter-
gislador, por tanto, en primer término; juez de una función política de contrapeso nacionales como consecuencia de su im-
por otro, se rediseña la institución judi- en sentido propio. Porque el juez no es un posible justiciabilidad. Déficit éste exten-
cial, a la que se atribuye como cometido interlocutor sistemático del poder político sible a los derechos sociales, a los que de
primordial la garantía erga omnes de la y tampoco su fiscalizador permanente. la misma manera se suele considerar tam-
efectividad de aquéllos; por eso, la inde- Sus actuaciones precisan del impulso ex- bién aquejados de una conocida precarie-
pendencia. terno y se producen caso por caso. De ahí dad jurídica. El planteamiento tiene una
En tal planteamiento hay algo de im- que sólo podría hablarse de contrapeso ju- inteligente proyección en la obra de Hä-
plícita redistribución de competencias y dicial en el sentido de que el poder judi- berle. Para este autor, la exigencia de que
también una atribución condicionada de cial, esto es, la jurisdicción, debe estar “el hombre (no sólo el ciudadano) debe
sentido tanto a la legislación como a la ju- siempre en condiciones de enjuiciar con ser tutelado de forma óptima frente a las
risdicción. Gozarán de él, es decir, de legi- eficacia una concreta actuación de poder amenazas para su libertad conduce nece-
timidad como poderes en tanto y sólo en que afecte a derechos cuando concurra el sariamente, en las actuales condiciones, a
la medida en que cumplan con fidelidad supuesto de hecho legalmente habilitante los derechos fundamentales como garantías
el papel constitucionalmente asignado. y la necesaria demanda de intervención. procesales”. O lo que es lo mismo: “la afir-
Semejante criterio de legitimación a través mación y la tutela procesal de un derecho
de los derechos tiene una peculiar com- La garantía judicial fundamental pertenecen a su ‘esencia’
plejidad. De una parte, se presenta con en la economía de los derechos (…) la idea de una efectiva tutela jurídica
una cierta valencia antimayoritaria: los de- Ya he señalado que los derechos funda- procesal se ha añadido al ‘contenido esen-
rechos que se trata de garantizar son, por mentales encarnan un modelo que, en cial’ del derecho fundamental”.
antonomasia, los de la parte débil, del in- cuanto tal y como abierto siempre a nue- La propuesta es inicialmente sugestiva
dividuo, del disidente, del imputado, y vos contenidos eventuales, está condenado y, al menos en una primera aproximación,
deben serlo frente al poder por antono- a padecer un no despreciable grado de parece la más coherente con la relevancia
masia: el de la mayoría política. Pero, al frustración. Con todo, no cabe duda que que la garantía jurisdiccional de los dere-
mismo tiempo, si esos derechos se cons- el constitucionalismo actual supone un chos adquiere en el vigente constituciona-
truyen como imperativo jurídico, es por- paso significativo, en lo que se refiere a las lismo. Según esto, la incorporación del
que son el presupuesto de la democracia condiciones de posibilidad de la efectivi- momento de tutela al propio contenido
política misma. En efecto, ésta sólo puede dad de la garantía de aquéllos, respecto del del derecho objeto de ésta atribuye a la

12 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90


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PERFECTO ANDRÉS IBÁÑEZ

primera una dignidad sustancial, la cali- la correspondiente tutela. Es el caso de los El juez del Estado liberal, juez sin
dad de verdadera condición sine qua non, derechos civiles y políticos, respecto de constitución, con un status de objetiva su-
y no del disfrute en los casos en que éste los que la propuesta de Häberle parecería bordinación política al Ejecutivo, no nece-
resulte impedido por alguna acción obta- que produce un efecto de reforzamiento. sitaba de otra legitimidad que la, apriorís-
tiva, sino de la propia existencia del dere- Pero la distinción que se propugna, ade- tica, implícita en la formalidad de la inves-
cho como tal. más del rigor teórico, tiene, en general, tidura, y ejercía su función en un marco
Pero, como señala Ferrajoli, en ese claros efectos prácticos, especialmente vi- sin referencias constitucionales; el juez de
punto de vista del sentido común hay un sibles en casos como el de los derechos so- nuestro ordenamiento debe revalidar su le-
engaño: lo que gana en relevancia el papel ciales. Para éstos, la consagración consti- gitimidad –caso por caso– aplicando de
de la garantía lo pierde, paradójicamente, tucional, en defecto de justiciabilidad, al manera independiente la ley válida en un
el derecho mismo, que será débil en su implicar la inexistencia, carecería de toda contexto de precisas exigencias procesales
realidad normativa donde aquélla sea dé- relevancia jurídica. O lo que es lo mismo, de relevancia constitucional. Emerge así,
bil, e inexistente allí donde no se dé. Hasta en términos prácticos, la asimilación de con carácter prescriptivo, un paradigma de
el punto de que, concluye el mismo autor, derecho y garantía no añadiría nada allí legitimación del juez de carácter material o
“si confundimos derechos y garantías resultan donde ésta ya concurre, mientras que ce- sustancial que es implicación directa del
descalificadas, en el plano jurídico, las que son las más rraría el paso a toda posibilidad de garan- rango normativo de los derechos funda-
importantes conquistas del constitucionalismo de este tía efectiva donde ello no sucede. En efec- mentales y que tiene proyección, al menos,
siglo: la internacionalización de los derechos funda-
mentales y la constitucionalización de los derechos so- to, pues el juez que, en presencia de un en tres sentidos, con la correspondiente
ciales, reducidas una y otra, en defecto de garantías derecho de indudable existencia normati- contrapartida de deber profesional. El pri-
adecuadas, a simples declamaciones retóricas o, a lo va, aunque legalmente no garantizado de mero se concreta en el aludido imperativo
sumo, a vagos programas políticos jurídicamente irre-
levantes”.
manera suficiente, tendría motivos para de lectura crítica de la ley para verificar su
sentirse interpelado por una eventual exi- compatibilidad sustancial con la Constitu-
La crítica de este autor encuentra fun- gencia de tutela, donde el derecho –por el ción. El segundo lo hace en la obligación
damento en la propia naturaleza del orden defecto de ésta– no existiera, carecería de de observar escrupulosamente las garantías
jurídico. En los sistemas normativos no- toda razón jurídica para sentirse concerni- procesales en que se traduce el derecho
moestáticos como la moral, la existencia do. De lo expuesto se sigue que la tutela fundamental a la tutela judicial, que son
del derecho implica la de la correlativa jurisdiccional de los derechos no forma cautelas frente al propio juez. El tercero,
obligación, por simple deducción racio- parte del contenido de éstos, sino que es, en la obediencia al deber de motivar la de-
nal; los sistemas nomodinámicos, como el a su vez y por disposición constitucional, cisión, para asegurar tanto la racionalidad
orden jurídico-positivo, en cambio, se un derecho fundamental. Pero un dere- en el uso del poder que mediante ella se
realizan de manera diacrónica: en ellos ca- cho fundamental por derivación, en la me- ejerce como la adecuada comprensión de
da norma debe ser concretamente produ- dida en que resulta necesario para la efec- su fundamento real por terceros.
cida, de tal manera que la proclamación tividad de aquéllos. Y es un derecho de Estos tres deberes constitucionales –se
constitucional o legal del derecho lo cons- peculiar configuración: “derecho a orga- insiste que dados en garantía de los dere-
tituye normativamente como tal, le dota nización y procedimiento”, en expresión chos fundamentales– operan, en caso de
de existencia, le crea como derecho. Pero de Alexy, puesto que su prestación eficaz incumplimiento, como factores de desle-
sólo como derecho si no se produce, me- requiere la predisposición por parte del gitimación. Porque la legitimidad del ejer-
diante otro acto normativo, la predisposi- Estado de una legalidad procesal y de la cicio jurisdiccional ha dejado de ser un a
ción del correspondiente mecanismo de adecuada infraestructura burocrática de priori, una calidad formal-trascendente
garantía. personal y medios. que acompañe siempre, para convertirse
Ahora bien, tratándose de ordena- en resultado eventual, condicionado a la
mientos constitucionales de constitución Derechos fundamentales, calidad de la actuación, y, en consecuen-
rígida, como el español, el establecimiento estatuto y cultura del juez cia, sólo predicable en virtud de una valo-
de la garantía no queda librado al arbitrio La incorporación de los derechos funda- ración ex post de ésta. La constatación
del legislador: los derechos proclamados mentales a la legalidad positiva produce de este cambio de paradigma en el orden
como fundamentales representan una efectos de singular relevancia en la esfera de la legitimación plantea requerimientos
obligación para él. Y esto sucede porque del juez. De una parte, como ya se ha an- en materia de independencia. Si ésta tiene
la enunciación normativa equivale al acto ticipado, refuerza, en el plano de la legiti- toda su razón de ser en el aseguramiento
de creación de tales derechos por el legis- mación, el fundamento de la división de de la obediencia a la ley válida, habrá de
lador constituyente y a la generación del poderes y de la independencia de aquél y, implicar –dicho con Borré– la desobe-
deber correspondiente a cargo del legisla- por otra, y correlativamente, comporta diencia a todo lo que no sea el imperativo
dor ordinario. Si éste omite la actuación una evidente profundización del sentido legal. De aquí se derivan precisas exigen-
debida no compromete la existencia del de las garantías, tanto orgánicas como cias culturales, de actitud y de sensibili-
derecho como tal, blindado por su natu- procesales. Las primeras son presupuesto dad. Y, desde luego, la ruptura reflexiva
raleza de fundamental, sino que –conclu- de la adecuada prestación de las segun- con un viejo y actual antimodelo. El de
ye Ferrajoli– abre una laguna en el trata- das, las propiamente jurisdiccionales. cierto juez tan hermético y distante en sus
miento de su desarrollo. Unas y otras operan en niveles formal- relaciones con el justiciable como natural-
No faltará, tal vez, quien piense que mente diferenciables del universo judi- mente abierto a las sugestiones políticas
al razonar así se incurre en un exceso de cial, pero se hallan en una relación estre- del establishment, sobre todo si son esti-
sofisticación, puro ejercicio teórico, sobre cha de implicación recíproca y son fun- muladas mediante contraprestaciones de
todo cuando se trata de derechos que en ción exclusivamente de los derechos que carrera. Ese juez al que, según Casamayor,
el statu quo legislativo actual gozan ya de se trata de tutelar. no habría necesidad de comprar, puesto

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GARANTÍA JUDICIAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

que bastaba con producirlo en una cierta tad discrecional del juez”. El caso es singu- Constitución española), que es como ésta
clave. Hoy diríamos que programarlo de lar por la franqueza y la elocuencia de la llama a los derechos de que aquí se trata, el
una determinada manera. expresión. Repárese en la intolerable filo- artículo 53.3 de la misma es claro: su ale-
Así, pues, la estricta funcionalidad de sofía de la jurisdicción que subyace a ese gación ante la jurisdicción ordinaria sólo
la jurisdicción a la efectividad de los dere- modo de expresarse, que, a mi juicio, no podrá producirse “de acuerdo con lo que
chos fundamentales requiere la adecuada permite el fácil consuelo de la hipótesis del dispongan las leyes que los desarrollen”.
prestación por el juez de ese deber funda- supuesto aislado. Pues esa filosofía recurre Ahora bien, el mismo texto fundamental
mental-medio que es la tutela judicial. Ha- en todas las ocasiones en que se dan moti- prescribe que tales principios “informa-
cerlo en condiciones demanda idealmente vaciones herméticas, autodefensivas, la- rán… la práctica judicial”, lo que implica
la concurrencia de esas “virtudes judicia- mentablemente bien frecuentes. Por no algo más que la mera no-indiferencia de su
les” a que se ha referido Manuel Atienza, hablar de aquéllas en los que ni siquiera se consagración: la producción de alguna cla-
de difícil plasmación normativa y más motiva. No es éste lugar para ahondar en se de eficacia jurídica.
bien fruto posible y deseable de un clima este asunto, pero sí para decir que en me- Desde la perspectiva que aquí interesa,
cultural que habría de promoverse reflexi- dio de una cierta trivialización, por su- la de la posible justiciabilidad de los dere-
vamente con esfuerzo sostenido. Pero re- puestamente obvio, de lo que la Constitu- chos sociales, se ha objetado como obstá-
quiere, asimismo, un fuerte compromiso ción representa –debe representar– para culo insalvable que su efectividad requiere
deontológico del juez, con traducción en el juez, discurren unas prácticas en las que una compleja mediación estatal (legislati-
el cumplimiento satisfactorio de los debe- el influjo de la norma fundamental, mu- va, presupuestaria, organizacional) en la
res profesionales legalmente establecidos, chas veces, no se advierte fácilmente. El que el juez no podría, en modo alguno,
mucho más concretos. Cuando tal com- ideal garantista, como tal, no conoce pun- subrogarse o actuar por sustitución, en vir-
promiso no informe eficazmente la prácti- to de llegada. Pero, de haberlo, en hipóte- tud del principio de separación de pode-
ca del juez, el dato debería tener la necesa- sis, estaríamos aún muy lejos de él. res. Así resulta que el ámbito del discurso
ria repercusión negativa en las expectativas Creo que en los jueces, en general, ha en la materia se encuentra circunscrito por
profesionales que dependan de una deci- calado lo bastante la conciencia del refor- los límites representados, de un lado,
sión discrecional del Consejo General. Y, zamiento del propio poder que se deriva por la ineludible trascendencia normativa
en los casos graves, dar lugar a un ejercicio de la Constitución vigente. No estoy tan de todo enunciado constitucional y la ne-
riguroso de la disciplina directamente seguro de que lo haya hecho de igual for- cesidad de tomarse en serio al legislador
orientado –diría que exclusivamente orien- ma la idea de que ese poder sólo tiene sen- constituyente, y, de otra parte, por el obs-
tado– a asegurar la prestación de tales de- tido como independencia de una determi- táculo fáctico en que puede erigirse la falta
beres. Esto último remite a un problema nada calidad y para un solo fin: dotar de de voluntad política del legislador ordina-
que no se encuentra bien resuelto ni en la eficacia a la jurisdicción –que es actividad rio de producir el correspondiente desarro-
legislación ni en la experiencia y que im- del caso concreto– como función de ga- llo constitucional.
plica una delicada cuestión de límites: el rantía de derechos fundamentales. En esto, La doctrina jurídica ha explorado ese
hasta dónde de la intervención administra- es decir, la garantía de los derechos funda- territorio, con resultados de indudable in-
tiva sobre una actividad como la jurisdic- mentales (prestación de un servicio públi- terés desde el punto de vista de la jurisdic-
cional que debe responder al principio de co) desde la independencia (poder), se re- ción, como han puesto de relieve Abramo-
independencia. Aunque hay un espacio suelve el papel constitucional de la juris- vich y Courtis en un detallado análisis.
cierto en el que debe operarse con energía dicción. Para empezar, es claro que ya no resulta
cuando sea necesario, en la realidad no posible sostener que exista algún tipo de
siempre acontece; al tiempo que no son Acerca de los derechos sociales derechos fundamentales que implique pa-
inusuales en el órgano de gobierno de los y su problemática justiciabilidad ra el Estado la única exigencia de no hacer
jueces las inclinaciones a un cuestionable Para una concepción de los derechos co- o de abstenerse de actuar. No hay derecho
uso ejemplarizador de la disciplina, dirigi- mo la que antes se ha ilustrado, los cono- civil y político cuya garantía no obligue al
do a incidir sobre actos o actitudes no es- cidos como derechos sociales –“derechos Estado a predisponer recursos y medios de
trictamente profesionales; sobre todo, en fundamentales sociales”, al decir de diversa índole, con la consiguiente reper-
algunos asuntos estridentes de relevancia Alexy– serían los más típicos derechos ine- cusión presupuestaria. Por otra parte, hay
política y mediática. xistentes o no-derechos por la notable pre- violaciones de derechos sociales que tienen
En todo caso, es evidente que el juez cariedad de su tutela jurídica y judicial. su origen en el incumplimiento de obliga-
garante sólo puede ser resultado de la con- Ahora bien, según se ha anticipado, fuer- ciones negativas por parte del Estado, en
currencia de una doble condición de posi- tes razones de orden teórico autorizan a especial la de no discriminar (artículo
bilidad. A saber: que él mismo se encuen- sostener que el enunciado constitucional 14.1 CE). De modo que la diferencia en-
tre suficientemente garantizado en su in- del derecho lo constituye como tal dere- tre esos derechos y los económicos, socia-
dependencia y que, a la vez, existan cho, es decir, le confiere existencia como les y culturales debe ser relativizada al tra-
efectivas garantías frente a él en las actua- expectativa de satisfacción normativamen- tarse de una cuestión más de grado que de
ciones que protagonice. Un juzgado de te sancionada y, por consiguiente, genera naturaleza. El resultado inmediato es que,
ejecutorias de Madrid, hace apenas unos la correspondiente obligación para el legis- al menos en el caso del primer grupo de
meses, al informar en un recurso de queja, lador. Como ha escrito Prieto Sanchís, derechos, los civiles y políticos, su conte-
justificaba una más que, ya a prima facie, “todos los enunciados constitucionales, por el me- nido –en alguna medida– prestacional no
discutible negativa a sustituir la pena de ro hecho de serlo, han de ostentar algún contenido o representa un obstáculo a la intervención
prisión, con el argumento de que la deci- núcleo indisponible para el legislador”. judicial.
sión correspondiente había sido adoptada En el caso de “los principios reconoci- El artículo 2 del Pacto Internacional
en el uso de lo que constituye “una liber- dos en el capítulo III” (del título I de la de Derechos Económicos, Sociales y Cul-

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PERFECTO ANDRÉS IBÁÑEZ

turales (PIDESC) obliga a los Estados “a especialmente significativos de la jurispru- con horizontes que cabe presumir amplios
adoptar medidas (…) hasta el máximo de dencia del Tribunal Europeo de Derechos y muy abiertos a nuevos temas de discu-
los recursos de que dispongan, para lograr Humanos (TEDH). sión, que implicarán las correspondientes
progresivamente por todos los medios Es bien sabido que el Tribunal Cons- demandas de respuesta desde el derecho a
apropiados, inclusive en particular la titucional español no ha sido especialmen- cuestiones (la disposición del propio cuer-
adopción de medidas legislativas, la plena te avanzado en el tratamiento de los dere- po, la identidad y la diferencia) que tienen
efectividad de los derechos aquí reconoci- chos sociales, para los que, por lo demás, que ver directamente con el derecho a la
dos”. A partir de aquí, el Consejo Econó- es claro que tampoco corren los mejores vida, a la salud, a la dignidad, en una pers-
mico y Social (Ecosoc) ha declarado que, tiempos. Pero también lo es que, en refe- pectiva muchas veces inusual hasta la fe-
si bien el logro de la plena efectividad de rencia a alguno de éstos, ha reconocido cha. En estos supuestos, como ha escrito
los derechos puede ser de realización pro- expresamente la existencia de un “núcleo o Rodotà, se replantea con particular inten-
gresiva, existen obligaciones con “efecto reducto indisponible por el legislador” sidad la opción entre dos modelos cultura-
inmediato”, como es la de garantizar que (STC 37/1994). Algo, por otra parte, im- les de tratamiento: el de la jurisdicción y
los derechos de que se trata se ejercerán sin plícito en la propia calidad del enunciado el de la legislación. Naturalmente, no se
discriminación y la de “adoptar medidas”. constitucional como creación normativa trata de una opción radical y en términos
De donde resulta que, si ciertamente un de un derecho. La jurisprudencia constitu- excluyentes por uno de los integrantes del
masivo incumplimiento de un determina- cional no puede ser indiferente para el par, que no cabría en ningún caso. Ni el
do deber estatal en materia de derechos juez que, cualquiera que fuera su sentido, legislador puede dejar de sentirse interpe-
económicos, sociales y culturales sería con no está legitimado para operar como si és- lado y de responder a la demanda social ni
toda probabilidad judicialmente irremovi- ta no existiera. Ahora bien, cuando aquél su respuesta, desde la generalidad de la ley,
ble (se piensa en la jurisdicción no consti- encuentre motivos para la discrepancia y podrá prescindir de la mediación jurispru-
tucional), puesto que implicaría, entre se halle en condiciones de argumentar de dencial. El problema está en que, a juicio
otras cosas, un defecto de ley ordinaria, en forma convincente con buen fundamento de este autor, las materias de que se trata,
presencia de incumplimientos parciales, el constitucional, deberá hacerlo. Creo que en buena medida abiertas y, en todo caso,
citado precepto del artículo 2 del PIDESC alimentar, con rigor y desde el caso con- muy conflictivas, no suelen ser suscepti-
abre un evidente espacio a la intervención creto, una dialéctica de esa clase en el mar- bles de un tipo de tratamiento legislativo
jurisdiccional. Me refiero a la posibilidad co de la aplicación constitucional de la ley dirigido a solventar, en cada caso, el anta-
de actuaciones inspiradas, aparte de en el es un deber exquisitamente judicial. El de- gonismo de las posiciones, primando uni-
principio de no discriminación, en el de- ber de tutela de los derechos fundamenta- lateral y definitivamente una de ellas, que
ber de progresividad y en la consiguiente les lleva implícita la obligación de estimu- sería la forma de pacificar normativamente
obligación de no regresividad; en las que, lar –con rigor y consistencia argumental– el conflicto con carácter general.
además, dada una razonada afirmación una tensión permanente hacia la defen- Ahora bien, la naturaleza esencialmen-
por parte del demandante de justicia de la sa/dilatación de sus límites; por la misma te pluralista de nuestras sociedades, que se
existencia de indicios de incumplimiento, razón de que las prácticas político-admi- refleja de forma emblemática en tales ma-
es claro que tendría que producirse una in- nistrativas suelen aquejar una marcada terias, tratándose de cuestiones extremada-
versión del deber de probar en perjuicio de tendencia al redimensionamiento reducti- mente polémicas y con fuertes implicacio-
la instancia concernida. Y, acreditada la vo de los mismos. Proclamar ese deber no nes éticas, no se acomoda bien a esa clase
realidad de la discriminación, correspon- es postular una suerte de activismo volun- de técnicas de intervención, que no me-
dería ahora a esta última la carga de justifi- tarista y gratuito, es contribuir a crear dian, sino que cortan drásticamente. La
car que la regresividad de la concreta me- conciencia o a que no se pierda la memo- naturaleza y el estado de la cuestión en es-
dida sería el coste necesario de una política ria de que existe como tal deber para quie- tos asuntos, intensamente debatidos en
general significativa de un avance en la nes –los jueces– tienen normativamente marcos sociales pluralistas, es lo que está
perspectiva de la generalidad de los dere- encomendada la garantía de unos dere- llevando a optar por el modelo cultural de
chos previstos en el PIDESC, según la in- chos que cuentan con existencia constitu- la jurisdicción, de la decisión caso por ca-
terpretación dada a éste por el Ecosoc. cional-normativa. Sólo se trata, como ha so, en marcos de legalidad flexible o por
De lo que acaba de exponerse hay que escrito García Herrera, “de mantener vi- principios, necesariamente abierto por el
extraer una consecuencia: el de los genéri- gente la inspiración transformadora de la propio carácter abierto y fluido de las
camente conocidos como derechos sociales Constitución y de preservar la tensión que cuestiones objeto de regulación. Según el
no es un campo vedado a la jurisdicción. el propio texto alienta entre realidad y mismo Rodotà, la decisión judicial, en esta
Por el contrario, ésta se encuentra llamada proyecto”. sociedad
en causa ya, al menos de entrada, por la “caracterizada por un politeísmo de los valores
consagración normativa de los mismos co- En las nuevas fronteras de los derechos: (…) garantiza, además, una mayor adherencia a la si-
mo tales derechos (“principios” en el artí- un plus de judicialización inevitable tuación concreta, evitando rigorizar la regla y permi-
tiendo así una permanente adaptabilidad a una reali-
culo 53.3 CE) y, después, porque allí don- Hay una esfera –semillero de serios pro- dad en continua transformación, como es, precisamen-
de se dé algún grado de desarrollo legal, la blemas– de reciente emergencia desde el te, la que experimenta la incidencia de la innovación
actividad interpretativa –inspirada en el plano de la especulación ética al de la polí- científica y tecnológica”.
principio pro homine– deberá estar reflexi- tica del derecho y de la legislación. Es la Salta a la vista que estamos en presen-
vamente orientada a dotar al derecho de esfera de la bioética, que ha acentuado el cia de un espacio para la jurisdicción en
que se trate del máximo de efectividad, pa- estatuto del cuerpo humano como zona de gran medida nuevo, con fuerte implica-
ra lo que pueden ser de indudable ayuda conflicto. El asunto tiene viejos anteceden- ción en materia de derechos fundamenta-
los criterios a que se ha hecho referencia y tes, como lo prueba la cuestión del aborto. les y con serias exigencias en tema de res-
los que pueden recabarse de algunos casos Pero ahora surge con renovados perfiles y ponsabilidad y de bagaje cultural.

Nº 90 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


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15
GARANTÍA JUDICIAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Por una nueva geografía propuesta de avanzar hacia La paz por me- xión en una triple perspectiva, que cabe
en la garantía de los derechos dio del derecho, que el mismo Kelsen ex- concretar en tres afirmaciones.
humanos fundamentales presó dando este título a una de sus obras, La primera es que ha de quedar defi-
La pretensión de universalidad en la ga- en la que desarrolla el proyecto kantiano nitivamente claro que no habrá derechos
rantía de los derechos que expresa la De- de “despolitizar” las relaciones internacio- suficientemente garantizados, si no lo es-
claración de 1948 ha encontrado el mayor nales por la vía de la “juridificación”. tán, tanto en el ámbito internacional co-
obstáculo para su realización en el viejo Naturalmente, no es una propuesta mo en el orden interno, sobre todo, frente
concepto de soberanía como suprema po- planteada en términos de sustitución. Tan a quienes se han manifestado como sus
testas superiorem non recognoscens, atributo sólo postula que en las relaciones interes- primeros y más acervos infractores, los
de un poder legibus solutus. Semejante tatales se dé a la política lo que es de la propios Estados; y mientras el sistema de
concepción del poder estatal ha experi- política y al derecho la garantía de los de- límites y las acciones de restauración y, en
mentado una relevante pérdida de vigencia rechos. Sobre todo, la garantía jurisdiccio- general, de tutela no se encuentren jurídi-
en el orden jurídico merced a la implanta- nal, la garantía en última instancia. Del camente predispuestos erga omnes, de for-
ción –con todas las limitaciones que se mismo modo que en la historia el Estado ma rígida y eficaz, a salvo de cualquier
quiera– del Estado de derecho; desde lue- se constituye progresivamente a partir de derogación por razones de oportunidad
go, en los países del llamado “primer mun- la jurisdictio, o “modo judicial de gober- política. En este punto, no hay duda de
do”, aunque no sólo. Pero, por desgracia, nar” (Anderson) y que la centralización de que la jurisdicción y la independencia ju-
la soberanía de modelo Wesfalia permanece la función de aplicar la ley precedió a la dicial tienen que jugar un papel esencial.
con notable vigor en el mundo de las rela- centralización de la función de producirla, Será la jurisdicción del país de que se tra-
ciones internacionales, que, salvo en lo Kelsen entendió que la creación de una te, obviamente en primer término, cuan-
que se refiere a la economía, hoy globaliza- jurisdicción internacional podría desenca- do esté en condiciones de hacerlo con efi-
da, siguen dándose entre naciones sobera- denar un proceso similar de articulación cacia. Pero, en su defecto y en defecto de
nas al viejo estilo. Éstas suelen ser llamati- político-jurídica de la sociedad internacio- una instancia judicial internacional real-
vamente respetuosas de sus ámbitos de au- nal en torno a los valores del derecho co- mente operativa, y preventivamente, en
tonomía en la cuestión del tratamiento de mo garantía de convivencia pacífica. Mi cualquier caso, se impone dotar de eficacia
los derechos humanos. Aquí, en la prácti- perspectiva aquí es mucho más reducida. al fuero universal del juez nacional para
ca, y a despecho de los pactos internacio- No cabe duda de que el avance imparable que exista una auténtica alternativa a la
nales, prevalece en la mayor parte del de la globalización económica hacia una impunidad de los crímenes de lesa huma-
mundo una perspectiva de derecho interno, preocupante sociedad-mercado interna- nidad, que ha estado siendo la regla y que
que ha demostrado ser en muchísimas cional sin Estado hace cada vez más pe- tiene tantos partidarios. En la conocida fá-
ocasiones garantía de no-derecho, de ma- rentoria la necesidad de un proceso de bula del molinero y Federico II, rememo-
nos libres para poderes salvajes y de impu- constitucionalización e institucionaliza- rada por Radbruch, la garantía de su dere-
nidad para sus políticas homicidas. De este ción a esa misma escala si se quiere preser- cho estaba en que hubiera “jueces en Ber-
modo, y todavía en la segunda mitad del var con un mínimo de eficacia los dere- lín”. Ahora, es más claro que nunca, sólo
siglo que concluye, hemos asistido al desa- chos. Pero sin renunciar a ese ambicioso puede radicar en la previsión cierta de que
rrollo a gran formato de una lacerante pa- horizonte necesario, lo cierto es que hoy existirá un juez para cualquier crimen
radoja: mientras el Estado de derecho co- ya se dispone de unos instrumentos de le- contra los derechos humanos, sea cual fue-
nocía un sensible afianzamiento en el or- galidad y jurisdicción que permiten un ni- re el lugar donde se produzca. Lo que has-
den estatal, la escenificación del modelo, vel de respuesta a las más graves violacio- ta aquí ha sido garantía de impunidad de-
presupuesta simbólicamente en la institu- nes de los derechos que no debería dejar be traducirse en garantía judicial de tales
cionalidad y el marco de relaciones deriva- de darse en todas las ocasiones que ello derechos.
dos de la Carta de la ONU, tiene traduc- fuera posible. La segunda es que la preservación ha-
ción en lo que Rigaux ha descrito como El caso de los procesos judiciales se- cia el futuro de ese riquísimo pero frágil
una “caricatura de Estado de derecho”. guidos en España y otros países contra las patrimonio, que tiene adecuada expresión
En efecto, la idea de límite y contra- dictaduras del Cono Sur es paradigmático normativa en la Declaración Universal y
punto de la política democrática represen- al respecto y pone de relieve que una parte en los textos complementarios, exige un
tada por la dimensión de derecho del Esta- del vacío de persecución de los crímenes urgente desarrollo legislativo internacional
do, bastante afianzada en el plano interno de aquéllas que se denunciaba estaba sien- que se traduzca en la pronta publicación
de los Estados constitucionales, está prác- do en la práctica una forma, siquiera im- del Código Penal de ese ámbito, en el que
ticamente ausente de las relaciones entre plícita, de renuncia a la persecución por la la ONU está desde hace tanto tiempo tra-
Estados. En el espacio interestatal reina el no utilización de instrumentos legales y bajando, y en la consiguiente puesta a
dogma de la soberanía, “máximo instru- procesales ya disponibles para las jurisdic- punto de un verdadero Tribunal Penal In-
mento de la ideología imperialista del de- ciones nacionales. En esa interesantísima y ternacional realmente accesible a todas las
recho contra el derecho internacional”, se- fundamental experiencia en curso, que ha víctimas de crímenes de lesa humanidad.
gún Kelsen. La experiencia de lo que sig- tenido su punto álgido en la petición de La tercera es que no cabe engaño: la
nifica en términos prácticos ese terrible extradición de Pinochet y que está gene- elaboración jurídico-cultural de los dere-
reinado, enriquecida por algunas emble- rando un consenso prácticamente univer- chos humanos y su garantía es una tarea
máticas actuaciones judiciales de tribuna- sal, hay, a mi juicio, algo de anticipación permanentemente inacabada, incompati-
les españoles y por el perfil no menos em- más que simbólica –modesta si se quiere, ble con actitudes conformistas y burocráti-
blemático de miseria moral y jurídica de pero cierta– de ese orden jurídico univer- cas. Cierto que en marcos constitucionales
muchas de las actitudes de oposición a las sal que con tanta urgencia se necesita. En no ha de ser cosa de aventureros y que no
mismas, hace pertinente la evocación de la tal consideración, debe ser objeto de refle- puede discurrir al margen de las reglas de

16 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90


n
PERFECTO ANDRÉS IBÁÑEZ

la democracia política ni de las jurídicas BONNANATE, L.: I doveri degli stati. Laterza, Roma- GARGARELLA, R.: ‘Para una teoría de los derechos
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Ihering a Bobbio, se haya hablado de ella bate, núm. 31, págs. 11 y sigs., marzo 1998.
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en términos de “lucha¨, vocablo que en es- cratica’, en N. Rossi (ed.), Giudici e democrazia, GOZZI, G.: ‘Per una teoria constituzionale della de-
te contexto carece de cualquier connota- págs. 41 y sigs. Franco Angeli, Milán, 1994. mocrazia’, en G. Gozzi (ed.), Democrazia, diritti,
ción agresiva. Aquí lucha sólo denota es- costituzione. I fondamenti costituzionali delle democra-
CALAMANDREI, P.: Costituzione e leggi di Antigone.
zie contemporanee, págs. 19 y sigs. Il Mulino, Bolo-
fuerzo o, mejor, sobreesfuerzo constructivo Scritti e discorsi politici, con notas introductorias de
nia, 1997.
y reconstructivo, tensión ideal, compromi- A. Galante Garrone y M. Cappelletti. La Nuova Ia-
lia Editrice, Florencia, 1996. GREPPI, A.: ‘Una definición estructural de los dere-
so con los valores más altos del ordena-
chos fundamentales en la obra de Luigi Ferrajoli’, en
miento. Esto quiere decir también apertu- CAPELLA, J. R.: Los ciudadanos siervos. Trotta, Ma-
Revista de la Facultad de Derecho de México, mayo-
ra cultural, porque el derecho no se nutre drid, 1993.
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de su propia sustancia, pues, como dice el CASAMAYOR: Les juges. Editions du Seuil, París,
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rín, 1995.
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HÄBERLE, P.: Le libertá fondamentali nello Estato cos-
el libro de Ferrajoli: ni siquiera el más per- Ediciones PPU, Barcelona, 1986.
tituzionale. La Nuova Italia Scientifica, Roma,
fecto sistema del garantismo puede encon- –– ‘Estado social de derecho y ley general’, en Jueces
1993.
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3/1994.
hombre. Aymá, Barcelona, 1969.
DE GIOVINE, A., Y DOGLIANI, M.: ‘Della democra-
zia emancipante alla democrazia senza qualitá?’, KANT, I.: La paz perpetua, trad. de J. Abellán. Tec-
[Este texto es la amplia reelaboración de una inter-
Questione giustizia, núm. 2, págs. 321 y sigs. 1993. nos, Madrid, 1985.
vención oral en las jornadas organizadas por el
Consejo General del Poder Judicial, con ocasión DELGADO BARRIOS, J.: Los derechos y los jueces (dis- KELSEN, H.: La pace attraverso il diritto, edición de
del 50º aniversario de la Declaración Universal de curso leído por el presidente del Tribunal Supremo Luigi Ciaurro. Giappicheli Editore, Turín, 1990.
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de 1998]. tura del año judicial). Madrid, 1998. lory Jacobs. Trilla, México.
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Nº 90 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


n
17
‘IN PRINCIPIO ERAT VERBUM’ Sobre la política lingüística vasca

AURELIO ARTETA

D
e principios viciados se siguen, por Y, mientras escribo esto, Noam nores, secundarias y dependientes de la
lo general, nefastas consecuencias. Chomsky acaba de decir en la Universi- primera, y sólo cabe plantearlas, o pier-
Para venir enseguida al caso, no dad de Tarragona (27 de octubre de den del todo su sentido, una vez respon-
acierta uno a calcular el grado de confu- 1998) que ni científicos del lenguaje ni dida aquella inicial.
sión mental y moral, de molestias de todo políticos poseen autoridad alguna para O, lo que es igual, la pregunta clave de
género, de disimulo en las conductas pri- delimitar las lenguas llamadas nacionales una política lingüística, como de toda po-
vadas y de ficción en las públicas, de ten- ni para establecer su normativa. lítica, es la de su legitimidad, la de los títu-
sión y enfrentamiento permanentes, de Pero, entre nosotros, si las políticas los que la justifican. La política lingüística,
injusta discriminación en múltiples actos lingüísticas las han comerciado y dictado antes que probar su eficacia (aunque sin
de gobierno, de falseamiento de las nece- los políticos, antes las han fraguado filólo- desdeñarla), debe someterse a la prueba de
sidades sociales verdaderas, de atribución gos exquisitos e historiadores de las glorias la justicia distributiva. Ahora bien, para un
de falsos derechos y no menos absurdos pasadas, las han apuntalado antropólogos nacionalista, la mera invocación crítica de
deberes… se han derivado en España a de los hechos diferenciales y sociólogos- esa legitimidad suena ya a un agravio es-
partir de la irracionalidad fundante y cre- encuestadores al servicio del poder local, candaloso: hasta tal punto parece (o se si-
ciente (así como crecientemente consenti- las han aplicado funcionarios obedientes a mula que parece) una política obvia, natu-
da) de las políticas lingüísticas nacionalis- quien manda. Todos menos los que, por ral e indiscutible que la erige en indiscuti-
tas. Pero los desmanes están ahí y no su saber particular, hubieran podido in- da. Se acude para ello al plano de la simple
abundan los ciudadanos dispuestos a de- troducir los criterios más pertinentes al legitimación, o de la mera creencia social
nunciarlos o impedirlos. caso: supongo que serían los pensadores en aquella legitimidad, porque nada más
de la política y del derecho. Digo “pensa- fácil que propagar entre las gentes falsos
Una cuestión de legitimidad dores” del derecho, y no esos meros técni- sentimientos y conceptos erróneos acerca
Son muchos los teóricos que sólo desde la cos de la ley a los que ordinariamente se de la lengua. O se arguye sin más, a falta
consideración de la naturaleza de la len- recurre para encauzar unos conflictos lin- de argumento mejor, desde la pura y dura
gua niegan ya que una política lingüística güísticos que arraigan fuera y en zonas legalidad; como si la ley en litigio no fuera
tenga algún sentido razonable. Para ser mucho más profundas que la ley. Para és- ya el producto de la hegemonía nacionalis-
más exacto, los que sostienen que toda tos, como afirma el dicho, “lo que no está ta local, como si la regla de la mayoría
política sobre una lengua constituye un en el código no está en el mundo”, y lo agotara el principio democrático o como si
abuso intolerable, un intento a un tiempo que está en la letra del decreto, por fuerza la norma fuera intocable.
injustificable e inútil de imponer normas ha de plasmarse en la realidad. Pero la Lo que es más: se llega a mantener la
a lo que no las acepta y de transformar en máxima más apropiada diría que lo que legalidad a costa de y contra la realidad
arma hostil lo que es un medio para el en- no debe estar en el mundo tampoco debe misma; si ambas se oponen, tanto peor
tendimiento. El recientemente desapare- figurar en el código. para la realidad. La deficiencia real no es
cido profesor Alarcos Llorach repetía con Pues la primera y más crucial cues- indicio de la arbitrariedad de la ley, sino
insistencia: tión a la que debe responder toda política prueba fehaciente de la nueva injuria su-
“Ninguna institución humana posee sobre sí lingüística es la del porqué. No, según es frida y una razón más para exigir el cum-
misma la autonomía y el poder decisorio de las len- habitual, la del cómo (inmersión, zonifica- plimiento a rajatabla de la ley2. El Plan
guas (…). La lengua va por donde inconsciente- ción, otros modelos educativos) ni la del General de Promoción del Uso del Euske-
mente quieren sus hablantes. Pero jamás por don- cuándo (ritmos de aplicación, plazos de ra, aprobado por el Consejo de Gobierno
de pretenden los dirigentes que convierten la len-
ejecución) ni la del cuánto (ya sea el nú-
gua en instrumento de acción”1.
mero de funcionarios que es preciso alfa-
betizar o la cantidad de millones anuales 2 Un ejemplo entre un millón: “El Gobierno in-
que cuesta el esfuerzo). Las reales o ficti- cumple la ley del euskera al traducir apenas el 16%
1 E. Alarcos: ‘El español: multinacional lingüísti-
cias bondades del bilingüismo para el de sus documentos” (El País del País Vasco, 22 de
ca’ en Las lenguas de España, págs. 295-296. Funda- aprendizaje o, mejor, de este corto bilin- octubre). Y eso no se airea para proponer una refle-
ción El Monte, Sevilla, 1995. Cfr. El destino de las xión sobre el fundamento de esa ley, sino para adver-
lenguas. Discurso de investidura doctor honoris causa, güismo del que se trata están aquí fuera tir del “grave riesgo de invalidez” de la actuación ad-
págs. 15 y sigs. UNED, Madrid 1998. de lugar. Todas estas cuestiones son me- ministrativa.

18 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90


n
del Gobierno vasco el 28 de julio pasado
(al que en adelante me referiré a menu-
do), confiesa que “en la mayoría de los ca-
sos, el amparo legal va por delante de la
realidad” (pág. 26), pero unas páginas
después no tiene reparo en dejar sentado:
“Todavía queda una gran labor a realizar
para cumplir lo recogido en la normativa
vigente” (pág. 34). La ley sería el lecho de
Procusto, en el que ha de tenderse la so-
ciedad vasca para ser recortada o estirada
conforme al patrón establecido. Todo an-
tes de atreverse a poner en cuestión el
punto de partida legal y, por qué no, tal
vez a desandar lo mal andado.
Menos estricto que los profesores
Alarcos o Chomsky, sin embargo, no me
atrevería a rechazar de antemano la posi-
bilidad de alguna circunstancia pública
más o menos excepcional que pudiera jus-
tificar una intervención política en esta
materia. En principio, cabe admitir una
política lingüística legítima. Por ejemplo,
en el caso hipotético de los hablantes de
una lengua minoritaria, miembros de una
comunidad más amplia y de otro idioma,
que fueran perseguidos por usar aquella
lengua minoritaria e impedidos de ense-
ñarla. O bien la que sirviera para poner
fin a una situación en que una lengua ex-
tendida en el uso de la población no tu-
viera presencia en las instituciones. Aun-
que en ambos casos, más que ante un pro-
blema de política lingüística, estaríamos
ante otro de simple protección de las li-
bertades individuales. Podríamos hablar
tal vez de un país cuya lengua, viva hasta
hace poco, hubiera sido después despóti-
camente machacada por un invasor ex-
tranjero o un régimen dictatorial; parece
justificado que, tras reconquistar la liber-
tad y mediante el suficiente consenso, se
fomentara una política de incentivos espe-
ciales con vistas a recuperarla o siquiera a
conservarla. Ésta sería una política de dis-
criminación positiva seguramente justa.

Nº 90 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


n
19
‘IN PRINCIPIO ERAT VERBUM’

Pero, a mi juicio, ninguno de estos re- tos grupos políticos –y no sólo nacionalis- duro de escuchar, digamos al menos que
quisitos concurren en las situaciones a las tas– pretenden modificar con vistas en úl- se ha asesinado por idénticas razones y
que se aplican las políticas lingüísticas na- timo término a implantar la cooficialidad objetivos de los que se reclama abierta-
cionalistas en España. No hay una lengua del euskera? mente la política lingüística vasca. Es
mayoritaria en su particular comunidad Pero la segunda distinción es más gra- ETA la que escribe en su comunicado de
que se vea negada por la común lengua es- ve todavía: en Euskadi esa política no ha septiembre de 1998:
pañola, sino una lengua que es de conoci- sido ajena al terrorismo de ETA. De una “El euskera es la manifestación primera e im-
miento y uso minoritario incluso en el se- parte, la política lingüística llama a la vio- prescindible del carácter vasco. Aquello que da per-
no de su propia comunidad. No ha habi- lencia cuando la lentitud en el cambio de sonalidad y unidad a Euskal Herria. Suele decirse
do “genocidio lingüístico” impuesto por los hábitos lingüísticos de la población o repetidamente que ‘sin euskera no hay Euskal He-
rria’ (…). El euskera, además de ser la mayor ma-
un poder invasor. Hubo, desde luego, una el forzoso incumplimiento de una ley in- nifestación del carácter vasco, también es un ele-
dictadura que, sobre todo en sus primeros capaz de acomodarse a la realidad sin for- mento fundamental de la construcción como pue-
años, reprimió la expresión de esas lenguas zarla… induce a algunos a reclamar el re- blo vasco (…) El futuro de Euskal Herria vive en
minoritarias; pero de unas lenguas que, al curso a métodos más expeditivos. Todo euskera”, etcétera.
menos en el caso de la vasca, venían retro- crítico de la política lingüística nacionalis- Pero no dice otra cosa el organismo ofi-
cediendo desde muchos siglos atrás. En ta recibe sin más el apelativo de “enemigo cial de alfabetización, así como tampoco
definitiva, aquellas políticas se aplican del euskera”3, la amenaza consiguiente y el mencionado Plan General de Fomento
porque hay poder político dispuesto a la condena de expulsión del país. Ahí está, del Uso del Euskera aprobado por el Go-
aplicarlas, no porque haya razones funda- para no ir más lejos, el conflicto suscitado bierno Vasco. Por ejemplo, que “tenemos
das que las legitimen. En realidad, como –por parte de una asociación de abogados el convencimiento de que nuestro patri-
se ha de ver, apelan a unos fundamentos e abertzales– a cuenta del rechazo de la tra- monio cultural más importante es el eus-
introducen unas medidas discriminatorias ducción en las vistas orales, la amenaza kera” (pág. 19); o, en política cultural,
que, en lugar de reparar alguna presunta nada velada contra la seguridad personal que “si los caminos de profesionalización
injusticia, la crean. de los jueces en el País Vasco y el conse- se desarrollan en castellano, estamos con-
cuente ascenso de su demanda de euskal- denados a ser esclavos” (pág. 29); o, en
Desde Euskadi, con temblor dunización… Pero, del otro lado, se repa- fin, que el objetivo fundamental de ese
1. Pero es hora de decir que estas reflexio- ra menos en que ya la mera violencia en- plan consiste en garantizar esta alternati-
nes se inspiran sobre todo en la política gendra –y no sólo por el miedo que va “a quienes pretenden vivir en euskera”
lingüística puesta en práctica en la comu- propaga– una disposición inconsciente fa- (pág. 42). Se dirá que un objetivo no de-
nidad autónoma vasca (y en Navarra), vorable a esa euskaldunización. Y es que ja de ser legítimo o simplemente deseable
por más que sostengan la presunción de unos crímenes tan feroces han creado en por el hecho de que unos salvajes pro-
que, en sus premisas y conclusiones, valen bastantes la impresión de que semejante pugnen alcanzarlo mediante la violencia
también para las implantadas en otras co- desmesura sólo puede entenderse como la armada; replico que alguna sospecha de
munidades españolas. Eso sí, se revelan a represalia proporcional a alguna injuria ilegitimidad debería cernirse sobre un
este propósito dos diferencias decisivas previa no menos inicua y brutal. No es, objetivo que se viene a propugnar por las
entre el País Vasco y Cataluña. como suele creerse, que unos medios tan mismas razones que exhiben quienes lo
La primera estriba en el mismo punto ilegítimos invaliden unos fines que por sí intentan conquistar por la fuerza.
de partida real. En Cataluña florecía y mismos serían honorables. Ocurre, al re- Algunos ingenuos todavía repiten an-
florece un bilingüismo real (al menos, vés, que objetivos tan infundados requie- gélicamente el sonsonete de que no hay
una suficiente comprensión de los dos ren instrumentos así de drásticos; o sea, que politizar el euskera, como si la políti-
idiomas) bastante extendido y cotidiano, que sólo medios tan bestiales pueden legi- ca lingüística resultara cualquier cosa me-
sea por la conservación efectiva de su len- timar o hacer creíbles fines de por sí ilegí- nos política. Los terroristas, en cambio,
gua, por su cercanía gramatical al castella- timos. Este mecanismo lo ha expuesto co- aciertan al recordar que “el euskera no es-
no o por su rica producción literaria. En mo nadie R. Sánchez Ferlosio: tá fuera de la política”; y también cuando
la comunidad autónoma vasca, en cam- “La función de la sangre es la de provocar una proclaman que el euskera se ha converti-
bio, el bilingüismo efectivo era y es muy íntima y pública convicción de realidad (…) Para do en “campo de batalla entre dos pro-
reducido, limitado a ciertas áreas rurales y dar realidad a la Causa y hacer verdadero a su dios, yectos políticos contrapuestos”. Pero
costeras, seguramente por las razones con- nada mejor que una buena carga de muertes. Tal es mienten o se engañan cuando definen esa
el principio. Y ciertamente, ¡mucho ha matado Eus-
trarias a las anteriores. De manera que la batalla como la que enfrenta al pueblo
kadi para que pueda dudarse ya de su existencia!”4.
abusiva meta de la política nacionalista en vasco contra los defensores del proyecto
esa primera comunidad se presenta como O para dudar de la existencia del eus- español o francés; se trata más bien del
el monolingüismo catalán, mientras en la kera y de su opresión secular, habrá que combate entre un proyecto nacionalista y
otra el nacionalismo vasco (con la impor- añadir, pues aquí se ha matado también otro no nacionalista o, para ser del todo
tante excepción de HB) se contente de en nombre de esta lengua; y, si ello resulta precisos, entre un espíritu y modo totali-
momento con un bilingüismo del caste- tario y otro democrático. Y si última-
llano y euskera, no menos abusivo. ¿Y pa- mente la barbarie etarra ha podido desa-
ra qué referirnos a Navarra, donde tan só- 3 J. Torrealdai: El libro negro del euskera. Ttartta- creditar un tanto –según lamentan los
lo un 9% de sus habitantes es de lengua lo, San Sebastián, 1998. En un comunicado de sep- nacionalistas– la causa sagrada de la len-
materna euskaldún (a los que hay que su- tiembre de este mismo año, ETA sentenciaba: “Los gua, ésta se ha beneficiado durante déca-
mar los alfabetizados en tiempos recien- enemigos del euskera no tienen derecho a vivir en das de la existencia de ETA, lo mismo
nuestro pueblo”.
tes), en la que rige una muy generosa Ley 4 R. Sánchez Ferlosio: Ensayos y artículos, vol. I, como amenaza que como estímulo. La
Foral del Vascuence que hoy mismo cier- págs. 216-217. Destino, Barcelona, 1992. sociedad vasca, con el apoyo de parte de

20 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90


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AURELIO ARTETA

la española, ha alimentado un descomu- Por eso resulta más indignante toda- causa de un socialismo democrático de izquierdas,
nal síndrome de Estocolmo, un enorme e vía el absurdo y cobarde entreguismo de se han pasado al campo de la derecha”6.
infundado sentimiento de deuda que ha- los demás partidos en este punto a los re- Y así es como este estrambótico derechis-
bía de satisfacer a ETA por su resistencia clamos nacionalistas. Al menos aquí esos mo de la izquierda ha contribuido a man-
antifranquista. ¿Aún no se ha visto que, partidos han desoído el mandato consti- tener el artificio lingüístico y la tensión
en su lucha contra la dictadura, ETA no tucional de concurrir “a la formación… social correspondiente, amén de desviar la
defendía los derechos reales de las perso- de la voluntad popular” (artículo 6 de la atención pública y las mejores energías
nas, sino los imaginarios derechos de su CE), si en un sentido básico entendemos respecto de los verdaderos problemas de
pueblo? esa formación como educación de tal vo- la sociedad.
luntad. De manera especial alcanza la res- Claro que hay que descender más a
2. A nadie extrañará, por tanto, que ponsabilidad a los partidos sedicentes de fondo todavía y alcanzar en lo posible ese
me anime –y no pienso disimularlo– una izquierda, y en particular al PSOE, que inconsciente colectivo en que se asienta la
fuerte dosis de indignación; pues ésta, ya en Euskadi y Navarra (y en la medida que incultura democrática (o política, a secas)
saben, es una pasión de tristeza que sea, en Cataluña) han sido corresponsa- de muchos que se tienen por modelos de
acompaña a la virtud de la justicia. Toca bles de una política lingüística de cuyas ciudadanía. Para el progre, por lo visto,
indignarnos, en primer lugar, de que a la numerosas concesiones ahora ciertos altos España es un concepto de derechas y has-
política lingüística nacionalista los adver- dirigentes, en privado, se confiesan arre- ta franquista, de suerte que toda derecha
sarios no le hayan reconocido su impor- pentidos. autonómica que se oponga a la derecha
tancia capital. Porque no es sólo algo pro- Se han rendido, desde luego, por falta estatal se convierte sólo por eso en casi re-
visto de dimensiones cuantitativas, sino de principios y de unas mínimas ideas volucionaria. Desde un anarquismo in-
sobre todo cualitativas; no es una cues- claras, pero también por temor a enfren- fantil, sostendrá asimismo la maldad del
tión que afecte tan sólo al presente, sino tarse al eventual desconcierto de sus mili- Estado y la bondad de todo lo que le de-
en mayor medida al futuro; no admite un tantes y hasta de su base electoral. Aún es bilite, así como la creencia en la inocencia
tratamiento partidario, sino que demanda peor que sus continuas concesiones hayan inmaculada de la sociedad civil (o sea,
un enfoque político general; no constitu- venido a menudo como contrapartida del mercantil). Llamará tolerancia a la cómo-
ye ya un grave problema político, sino más turbio tráfico de votos o apoyos par- da indiferencia, cuando no a la cobardía
que rebasa con creces los límites de la po- lamentarios. Pero resulta el colmo que es- moral y a la pereza mental. Entenderá por
lítica para convertirse en problema ético o tos partidos llamados de izquierda hayan solidaridad la defensa acérrima de quienes
moral, en tanto que formador del ethos y actuado así bajo la arraigada confusión de son “de los suyos”, y simplemente por ser-
de las mores de las gentes. Y eso sin contar que su “progresismo” naturalmente de- lo, aunque ello conlleve la más feroz inso-
que aquello mismo que se considera un mandaba secundar las propuestas euskal- lidaridad con el resto. Estará dispuesto a
derecho incuestionable tiene que convo- dunizadoras (o catalanizadoras). Han jurar que, en democracia, cualquier deseo
car a una violencia liberadora en caso de compartido las premisas de la política lin- más o menos colectivo equivale sin más a
ser vulnerado. güística y, claro está, sólo se han atrevido derecho incontestable. Y sostendrá tan sa-
Aún no se ha comprendido bastante a moderar levemente los más patentes de tisfecho esa enorme y peligrosa necedad
hasta qué punto la supervivencia y ex- sus atropellos. Ni que decir tiene que, de que, al igual que las ideas, también to-
pansión de su “lengua nacional” es el siendo el nacionalismo de esencia inte- dos los sentimientos son respetables; pon-
proyecto medular de la política naciona- grista y conservadora, tales formaciones gamos por caso, que tan decente es la
lista. In principio erat verbum. Cuando han llevado aquí una política netamente compasión como la venganza. Pues bien,
Pujol advierte que “la lengua tiene una de derechas. Seguramente sus cabezas todo esto ofrece el más idóneo caldo de
importancia primordial. Si la lengua se pensantes no han leído a Hobsbawn: cultivo para sembrar los propósitos nacio-
salva, se salvará todo”; cuando Arzalluz “El proyecto político de la izquierda es univer- nalistas en relación con la lengua.
truena que prefiere a un negro que hable salista: es para todos los seres humanos (…). Y la
euskera a un vasco que no lo hable, para política de identidad no se dirige a todos, sino úni- La manipulación
contrarrestar su énfasis anterior en el RH camente a los miembros de un grupo específico. de lenguaje y sentimientos
Esto es perfectamente evidente en el caso de movi-
como factor diferencial de la raza vas- 1. El lenguaje de que se sirve la ideología
mientos étnicos o nacionalistas (…). Éste es el mo-
ca…, no están expresando su gusto por la tivo por el cual la izquierda no puede basarse en la nacionalista para referirse a su lengua está,
boutade o cediendo a sus manías persona- política de identidad”5. como no podía ser menos, cuajado de
les. Están expresando el núcleo mismo trampas. Una argucia recurrente estriba
del credo independentista que, en forma A lo mejor debían ponerse a meditar esta en llamarla lengua propia y dar al adjetivo
de silogismo, dice que toda nación es hija reflexión de M. Viroli: un significado que no tiene. Pues, en un
de una lengua; toda nación tiene derecho “La necesidad de enfrentarse en serio al nacio- sentido, “propia” es la lengua peculiar, dis-
a constituirse en Estado; luego hemos de nalismo tanto intelectualmente como políticamen- tinta, original o exclusiva de un territorio
poseer una lengua para ser una nación te es ante todo urgente para la izquierda democrá- cualquiera; en otro, denota que es la len-
que llegue a erigirse en Estado. Y tal silo- tica. La retórica nacionalista ha sido y aún es muy gua materna de la mayoría en ese territo-
influyente con respecto a los pobres, los desem-
gismo de hecho funciona, por más que pleados, los intelectuales frustrados y la clase media
rio, una lengua efectivamente poseída. Pe-
sus premisas teóricas sean notoriamente en declive (…). El resultado de ello es que fuerzas ro el fanático de la recuperación lingüista
falsas y forzosamente errónea su conclu- sociales importantes, que deberían contribuir a la deduce que si es la lengua distintiva de su
sión práctica. Herder, Fichte, Mazzini lo
habrían aplaudido con entusiasmo, pero
no hay demócrata de nuestros días que 5 E. Hobsbawn, ‘Izquierda y políticas de identi- 6 M. Viroli: Por amor a la patria, págs. 31-32.

pueda aprobarlo. dad’, El Viejo Topo, 107, págs. 26-27, 1997. Acento, Madrid, 1997.

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‘IN PRINCIPIO ERAT VERBUM’

tierra (porque allí tuvo su cuna, y no en minorizada, no ya minoritaria7. Es decir, “enormes conglomerados de la humanidad
otro lugar), entonces tiene que ser la len- según el diccionario en su término más unidos por un sentimiento común de resentimien-
to contra los que suponen (acertada o equivocada-
gua real de sus hablantes; por ejemplo, co- próximo (“minorar. Disminuir, acortar o
mente) que les han agraviado o humillado (…). El
mo se le llamó lingua navarrorum, algu- reducir a menos una cosa”), una lengua nacionalismo de los dos últimos siglos prende de
nos navarros se sienten impelidos a apren- hecha menor, aminorada, venida a me- este sentimiento”10.
der y usar el vascuence. Y si es propia, nos…, en virtud de las perversas maqui-
pero sólo poseída por una minoría, enton- naciones de algún enemigo que la ha abo- Así las cosas, ese particular sentimiento
ces ese mismo fanático obtiene dos con- cado a su actual postración. Que haya nacionalista se traduce aquí en la emo-
clusiones inapelables: primera, que la ha múltiples causas estructurales del perma- ción de la culpa ante una lengua propia y
perdido o le ha sido arrebatada; segunda, nente retroceso del vascuence en la edad patrimonio irrenunciable que nosotros (o
que el castellano, o sea, su lengua en ver- moderna (su casi exclusiva oralidad, rura- nuestros padres) hemos dejado por desi-
dad propia, es para él una lengua ajena. lismo, localismo, etcétera, frente al indus- dia perder. No anda muy lejos del senti-
Se repite hasta la saciedad, por ejem- trialismo, la inmigración, el mercado miento de melancolía que Jon Juaristi
plo, que el euskera es un patrimonio cul- mundial o la invasión tecnológica, etcéte- descubre en la entraña de ese nacionalis-
tural que debemos recobrar. Pero, además ra), eso no cuenta; lo que cuenta es detec- mo. Conciencia culpable o melancólica,
de que en la Euskadi actual (y hace ya si- tar al responsable del expolio. lo cierto es que enseguida adopta la forma
glos) el primer y más rico patrimonio lin- ¿Y qué decir, por último, de ese para- de un deber moral, individual y colectivo,
güístico es el castellano, gracias al cual he- dójico nombre de normalización lingüísti- de restitución, de reparar semejante desi-
mos entrado en posesión de otros patri- ca? Debería avergonzarnos haber dejado dia y recuperar cuanto antes lo perdido.
monios universales…, se pasa por alto correr sin rechistar una expresión según la Pero, con mayor exactitud, el resenti-
que no vale igual un patrimonio vivo que cual la lengua socialmente normal se con- miento lingüístico del nacionalismo vasco
otro para la mayoría muerto, que a me- dena o margina como políticamente (y aflora ante la representación de una len-
nudo perdemos patrimonios que nos per- moralmente) anormal y, en sentido contra- gua propia minorizada, de una propiedad
tenecían para así ganar otros que nos son rio, se decide que lo anormal se transfigure que injustamente, y sin duda por la fuer-
más útiles, que unos patrimonios llaman porque sí en normal; esto es, que la norma za, nos han arrebatado. Y así, ésta de la
como mucho a su conservación y otros a lingüística se convierta en excepción y la lengua es una de las ocasiones privilegia-
su restauración. Y, last but not least, que el excepción se eleve a norma. A propósito de das para ejercer el victimismo, hasta el
patrimonio es un objeto y no un sujeto o, la política sobre el gallego, alguien ya escri- punto de que el plan tantas veces citado
lo que es igual, que nosotros somos due- bió que “la normalización lingüística es no desdeña poner a su servicio incluso el
ños de éste como de cualquier otro patri- una anormalidad democrática”8. precepto evangélico:
monio, y no el patrimonio dueño nues- “En sentido estricto”, escribe F. Ovejero, “Quien desee cumplir el mandato evangélico
tro. A no ser que el legado de los antepa- “normalizar una lengua es un desatino. Si algo es de solidarizarse con los necesitados y los débiles,
sados (los más remotos, porque los normal, común, no hace falta normalizarlo; si ha también puede fácilmente adoptar la postura favo-
recientes en buena parte ya lo habían de ser normalizado, es que no es normal”9. rable a las lenguas débiles y minoritarias” (pág. 8).
abandonado) deba imponerse sobre la vo- Naturalmente, hay demasiados hechos Es una nueva figura de la perversa doctri-
luntad de los ciudadanos presentes. Aquel por desgracia “normales” que no deben na de la socialización del sufrimiento: si su-
plan general hace sólo meses aprobado ser respetados y que justifican su transfor- frimos por esta pérdida, es justo que to-
por el Gobierno vasco no duda en reco- mación, como la pobreza, lo mismo que dos sufran para su recuperación; el sufri-
nocer: hay otros en los que lo inmoral radica en miento de los menos se atenúa por el
“Durante siglos, prácticamente el único me- violentarlos. Pero la política lingüista que sufrimiento de los más. Al fin y al cabo, la
dio existente para aprender a leer en euskera han más me atañe no se esmera precisamente impostura de la falsa víctima llega hasta
sido las catequesis y los rezos y cánticos litúrgicos” en dar razones explicativas de la presunta hacerle pensar que si se ha cometido una
(pág. 54). anormalidad social del castellano ni razo- injusticia con ella, también ella puede co-
Según eso, ¿en qué consistía ese patrimo- nes justificativas de la normalidad deseada meter injusticia con cualquiera. “Preten-
nio y cómo, cuándo y en cuánto cifrar su del euskera. Más bien se diría que esta- derse perseguido se convierte en una ma-
pérdida? Pero es un patrimonio de la hu- mos ante un programa a medio plazo de nera sutil de perseguir a los demás”11.
manidad, se dirá. Sin ninguna duda, pe- “limpieza étnica” en su versión lingüista.
ro, ¿con qué derecho hablaremos en nom- Las dos cuestiones capitales
bre de la humanidad y de una humanidad 2. Ese tramposo lenguaje se orienta 1. Sea la primera la relativa a la naturale-
que en su historia ha contemplado ya, y en primera instancia a hacer brotar los za de una lengua. Que uno sepa, la len-
seguirá contemplando, la desaparición de afectos más favorables al cambio lingüís- gua no implica por sí sola una cosmovi-
múltiples lenguas y el nacimiento de otras tico. Isaiah Berlin ha dejado escrito que sión. Lo siento por Fichte y sus bellos
nuevas? el nacionalismo ha enraizado en Discursos a la nación alemana, pero suje-
Se extiende también en el lenguaje tos hablantes de la misma lengua acos-
común la insidia de que el euskera es –y tumbran tener concepciones del mundo
aquí viene el neologismo– una lengua 8 M. Jardón: La ‘normalización lingüística’, una
francamente diferentes y aun opuestas.
anormalidad democrática. Siglo XXI, Madrid, 1993.
La famosa hipótesis de Sapir-Whorf está
9 Igualdad de las lenguas, igualdad de los ciudada- ampliamente desacreditada: el pensa-
nos. Trabajo inédito.
7 Uno recuerda cómo lo que en ciertas declaracio- 10 I. Berlin: ‘Logros y crímenes de los nacionalis-
nes internacionales figuraba bajo la rúbrica de langues mos’. Recogido de El País, 25 de octubre de 1998
minoritaires o languages less used se convertía en la ver- (Babelia, pág. 5). El sentido de la realidad. Sobre las 11 P. Brückner: La tentación de la inocencia, 2ª y

sión española para Euskadi en “lenguas minorizadas”. ideas y la historia. Taurus, Madrid, 1998. 3ª partes. Anagrama, Barcelona, 1996.

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AURELIO ARTETA

miento del hablante no está determina- nada menos que el derecho de la lengua
do por sus categorías lingüísticas12. En el tiempo libre, dice también así: misma14. En línea directa con la concep-
cambio, lo que sí suele contener ya una “Mediante simples actos en favor del euskera, ción de la lengua como identidad su-
predeterminada manera de entender la ofrecer servicios de tiempo libre en el ámbito edu- praindividual, aquí se atribuyen derechos
vida y las relaciones entre los hombres, cativo: uniendo el pueblo, la identidad, la igual- a un ente abstracto y superior a cada uno
en especial las políticas, son ciertos usos dad, la historia y la lengua” (pág. 54). de los hablantes. Algo así como si “el fút-
ideológicos (oficiales o reivindicativos) Pero la lengua, nada más obvio, es an- bol” fuera sujeto de derechos, más allá y
que se hacen de una u otra lengua en el te todo y sobre todo un medio de comuni- por encima de los derechos que puedan
simbolismo que le acompaña, en el mo- cación, y cualesquiera otras tareas que se corresponder a los futbolistas, socios de
do de su educación o en su simple em- le impongan, cualesquiera otros fines que los clubes, directivos, aficionados, publi-
pleo. Creo que es Fernando Savater a se le atribuyan la desnaturalizan y co- citarios o espectadores… No es sino pro-
quien he oído decir que el euskera es rrompen. Esto le trae sin cuidado al na- ducto de una particular “alienación lin-
una lengua “que viene con los conteni- cionalismo exaltado, para quien su lengua güística”, muy parecida a esa construcción
dos puestos”. Hasta tal punto transporta es precisamente el instrumento de clausu- especulativa que Marx denuncia en He-
una carga afectiva y simbólica de carác- ra de toda comunicación incluso con el gel, un “fetichismo” o personificación de
ter partidario, que el nacionalista resulta otro nacional; la lengua que les comunica la lengua que invierte las relaciones entre
incapaz de aceptar a quien exprese en ha de subordinarse a la lengua que les in- el sujeto y su objeto o predicado; de ella
euskera (y cuanto más perfecto sea ese comunica y les vuelve hostiles. En el caso procede que se pueda tildar de “enemigos
euskera, tanto peor) su antinacionalismo vasco, para mayor despropósito, el euske- del euskera”, por ejemplo, a quienes po-
o sus reservas críticas. Hágase la misma ra en curso ni siquiera serviría para comu- nen en cuestión su política lingüística, co-
encuesta sobre actitudes sociales, políti- nicar con gran precisión o riqueza de ma- mo si tal enemistad fuera siquiera pensa-
cas o morales entre alumnos (y profeso- tices a sus hablantes, si es cierto, como ble y tal expresión guardara sentido. Salta
res) de la rama vascófona y de la castella- reitera el Gobierno vasco, que en el depó- a la vista que si la lengua (en puridad, la
na en cualquier nivel de enseñanza; com- sito de tal lengua “es muy grande la esca- Lengua) tuviera derechos, sería a costa de
párense las respuestas y se comprenderá sez terminológica” y se dispone a crear en desposeer de ellos a los individuos y los
lo que digo. Pese a los gritos horroriza- lo posible todo el léxico necesario (págs. ejercería sobre y contra los individuos
dos del nacionalismo llamado modera- 33, 34, 35, 51 y 55), o, de ser verdad, y mismos, tanto si son hablantes de ella co-
do, analícese la segura correlación entre no hay que ponerla en duda por venir de mo si no. Éstos –repito: hablantes y no
los chicos protagonistas de la kale borro- quien viene, que “la calidad general de la hablantes, propios y extraños– se habrían
ka y los matriculados en (o procedentes lengua es preocupante” (pág. 31 y tam- vuelto los objetos de los derechos de la
de) las ikastolas, y sáquense las conse- bién págs. 30 y 35). lengua, de las libertades que se toma la
cuencias de rigor. En este terreno, pues, no hay deber lengua a mayor honor y gloria de la len-
Tampoco ha de reducirse, por tanto, más alto y mayor sensatez que los expre- gua misma.
la lengua a una hipotética función de sados por Arcadi Espada: “Convendría Háblese entonces mejor del derecho a
otorgar identidad. Mejor dicho, o por de- empezar a pensar lo que decimos, después la lengua. Ahora bien, entre los nacionalis-
cir una tautología, la lengua es signo de de tantos años pensando en qué lengua lo tas (y los muchos necios culpables que les
identidad lingüística, pero de ninguna decimos”13. En cambio, un Gobierno na- secundan), este derecho se interpreta casi
más. Como se sabe, tenemos múltiples cionalista, que reconoce una comunica- sin excepción como un derecho colectivo,
propiedades y, si se quiere, gozamos de ción general francamente deficiente a re- como un derecho del pueblo (en este caso,
otras tantas identidades, y entre ellas la sultas de un extendido uso lingüístico in- del pueblo vasco). Monseñor Setién, por
lengua ni siquiera es el signo incontrover- correcto, supedita aquel deber y aquella ejemplo, remite en todas sus pastorales y
tible de nuestra identidad cultural, sino conducta racional del ciudadano a un ob- alocuciones a este sujeto, y argumenta una
un signo entre otros varios. Menos aún jetivo político más elevado: “De todos y otra vez desde tales derechos colectivos15.
cuando se pretende, no ya que la lengua modos, la cuestión de la corrección, ade- Pero quienes no creemos que pueda haber
manifieste nuestra identidad, sino que ya cuación, etcétera, en gran medida, está más sujetos que los singulares, nos adscri-
ella misma forje o coincida con esa iden- subordinada a la misma normalización” bimos más bien a tesis como la del profe-
tidad. Aún menos cuando se trataría en (pág. 35). Pues ese Gobierno ha decreta- sor Nino, para quien hay que
todo caso de una identidad propia de al- do que los individuos son para su lengua “excluir que puedan ser titulares de los intere-
gunos, en modo alguno la pretendida de y no la lengua para los individuos. ses que son objeto de derechos y, por tanto, que
casi todos, a no ser –como quiere todo puedan ser personas morales las entidades colecti-
nacionalismo– que nuestra identidad per- 2. La otra cuestión central de este de- vas o supraindividuales (…). Por tanto, si bien, por
supuesto, es legítimo hablar de los derechos y de-
sonal coincida con la colectiva y, todavía bate es la que atañe a la lengua como de-
beres de un Estado, de una asociación, de una cor-
mejor, esta identidad platónica nos prece- recho. Su enunciado extremo y más irra- poración de personas, ellos no son derechos y de-
diese y nos agotase. Pero ésta no sólo es la cional, pero nada infrecuente, formula beres morales irreductibles, sino que la referencia a
doctrina hegeliana del Volkgeist ni la de ellos es una manera conveniente y simplificada de
ETA, como antes se expuso. Aquel plan
del Gobierno vasco, y a propósito de la 13 A. Espada: Contra Cataluña.
política euskaldunizadora en relación con 14 Dos muestras recientes entre mil: J. Torreal- 15 Pueden repasarse sus Obras completas. I. Dios:

dai, op. cit., pág. 9. Henrique Knörr, ‘La lengua de- política-paz. Idatz, San Sebastián, 1998. Para su de-
nostada’, El País, 8 de octubre de 1988. Este último fensa de los derechos colectivos, cfr. ‘Savater y Setién.
es el vicepresidente de la Academia de la Lengua Vas- Un diálogo sobre la Ética’, Talaia 1, 1997.
12 S. Pinker: El instinto del lenguaje, págs. 59 y 16 C. Nino: Ética y derechos humanos, pág. 364.
ca y miembro del Consejo Asesor del Euskera del Go-
sigs. Alianza, Madrid, 1995. bierno vasco. Ariel, Barcelona, 1989.

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‘IN PRINCIPIO ERAT VERBUM’

aludir a un complejo de derechos y deberes de in-


dividuos”16. crea semejante deber a la Administración.
De modo paralelo, podrá esta Adminis-
Los mismos derechos “por pertenen- tración –por razones que tocará debatir–
cia a grupo”, a los que Kymlicka se refiere proponer ciertos estímulos al aprendizaje
en su Ciudadanía multicultural, son tam- de y hasta en esa lengua minoritaria, po-
bién derechos individuales. drá destinar ayudas especiales para su li-
Pensar otra cosa sería fabricar de nue- bre recuperación…, pero en modo algu-
vo un fetiche y adorarlo. Si antes era la no imponerlo (ni siquiera indirectamente,
lengua, ahora es el pueblo, y lo que se de- porque caería en discriminación ilegíti-
cía de la primera habrá que decirlo del se- ma) como una obligación general. Y, a mi
gundo17. Pues los derechos individuales a parecer, se incurre en esta virtual imposi-
la lengua sólo serían derechos ficticios, so- ción cuando se eleva a la lengua minorita-
metidos a los derechos de esa entidad se- ria en una comunidad –con desprecio de
parada que es el pueblo; se trataría en ver- su realidad, es decir, de las condiciones
dad no de derechos, sino de obligaciones arriba mencionadas– al rango de cooficial,
para con aquella cosa suprapersonal. Al fi- al mismo nivel de la lengua más común.
nal, resultaría que no nos dotamos de de- Aunque sólo fuera por uno solo de los re-
rechos entre nosotros y por el ejercicio de sultados que trae consigo: la inmensa fic-
nuestra razón práctica; esos derechos ción o impostura que así se instala en esa
emanarían de aquella voluntad preexis- comunidad. En ella casi nadie o nadie lee
tente. En definitiva, ese pretendido sujeto su boletín oficial en euskera, pero está
político, el pueblo (como trasunto de la mandado que se edite en las dos lenguas.
sociedad de los verdaderos sujetos), y sus En ella, abogados y fiscales, encausados y
derechos son categorías no sólo enfáticas fiere a una lengua minoritaria entre la po- testigos –en abrumadora mayoría–, ha-
sino predemocráticas. A ese sujeto sagra- blación, ya sea la lengua materna y usual blan y entienden y escriben mejor el cas-
do le convendrían, por cierto, los recien- de esa porción de ciudadanos, ya sea la tellano que el euskera, pero desde el prin-
temente renacidos derechos históricos. His- que otros hablantes de distinta lengua cipio de cooficialidad cabe exigir como
tóricos, todos los derechos lo son, puesto materna han adquirido por libre elección derecho el juicio oral en euskera. En ella,
que sólo tienen su origen en la historia y o conveniencia y se sirven de ella en su vi- el común de sus habitantes llama a sus ca-
no en alguna imaginaria transcendencia. da ordinaria. Así las cosas, el reconoci- lles como siempre las ha llamado y acude
Pero, en su uso nacionalista, los derechos miento público de esta lengua minoritaria a los edificios o servicios públicos guián-
serían históricos como si fuera la historia estará en función tanto del número de sus dose por su nombre, generalmente espa-
misma, y no los hombres en cada caso, hablantes, como del grado de su concen- ñol, pero impera por todos lados la rotu-
quien los hubiera engendrado y transmi- tración o dispersión en el territorio, del lación en ambas lenguas18. Y así sucesiva-
tido. He ahí otro nuevo ente metafísico, peso de otras necesidades colectivas o del mente.
la historia, a la que los sujetos históricos volumen de recursos públicos disponi- Se suele repetir la falacia de que esta-
no tendrían más remedio que rendirse. bles. En virtud de tales criterios de justi- mos ante un derecho cuyo ejercicio es op-
Unos derechos lingüísticos nacidos de (y cia, el Estado o la comunidad política res- cional y no conlleva obligaciones para
no en) la historia, además de ser privile- peta el derecho de estos últimos hablan- quienes decidan no hacer uso de él. Mas,
gios, serían desde luego anteriores a la tes, en ciertos casos, cuando eleva su primero, se instaura ya un gravísimo prin-
conciencia y voluntad de los individuos lengua al rango de cooficial; en otros, li- cipio al invocar, solicitar, otorgar o ejercer
presentes; o sea, pre y antidemocráticos. mitando esa cooficialidad (y, por tanto, como derecho lo que está lejos de serlo o
El derecho a la lengua, en suma, sólo los compromisos públicos que conlleva) resulta muy improbable que lo sea. Se-
puede ser un derecho individual. Es un tan sólo al espacio territorial donde sea de gundo, su ejercicio será ciertamente vo-
derecho del hablante, una libertad que uso efectivo y, en otros casos todavía, ne- luntario –como todo derecho–, pero in-
asiste a toda persona de usar privada y gándose a otorgarle tal carácter. Y otro mediatamente discrimina oportunidades
públicamente su lengua materna; Ahora tanto cabe decir sobre el derecho a la edu- dispares (para empezar, laborales) entre
bien, creo que el contenido de ese dere- cación pública en o de esa lengua, al mo- los sujetos que lo usan y los que no. De
cho varía según la realidad sociolingüísti- nolingüismo o bilingüismo de los servi- suerte que, además, son derechos que en-
ca de la comunidad política en cuestión. cios, actos, documentos o rótulos públi- gendran a continuación otros falsos dere-
Se trata de un derecho incondicionado, si cos, y así hasta donde se quiera. chos en cascada: el escolarizado en euske-
esa lengua materna es además la lengua Pero ya es un derecho más que dudo- ra exigirá como derecho disponer de mé-
mayoritaria, y por ello mismo (porque el so, por no decir simplemente infundado, dico, sacerdote y guardia municipal que le
mandato constitucional se limita a refren- cuando se trata sólo de un simple deseo atiendan asimismo en euskera. Y, tercero,
dar esa realidad), lengua oficial del Esta- de aprender esa nueva lengua por parte como es natural, esos derechos vienen
do. El Estado, o el cuerpo político del del ciudadano. No es que éste carezca del acompañados de sus respectivos deberes:
que tales hablantes son miembros, respeta derecho a expresar su demanda ni a estu-
este derecho cuando garantiza su uso, la diar ésa como cualquier otra lengua, pues
18 El último episodio conocido es la sarta de dis-
educación de y en esa lengua y su empleo no faltaba más; lo que no tiene es un de-
en las relaciones entre tales ciudadanos y recho neto a que ese aprendizaje corra a parates que la Comisión de Toponimia del Ayunta-
miento de Pamplona presenta al Consistorio para re-
la Administración Pública. Se trata de un cargo del Estado o de los fondos públicos novar el callejero de la ciudad (30 de octubre de
derecho condicionado, en cambio, si se re- de su comunidad, ese voceado derecho no 1998).

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AURELIO ARTETA

der modelar la política lingüística acorde al ritmo


para todos los ciudadanos, el de respetar aceptado por la mayoría…” (pág. l3). ra) de enseñanza primaria19. Ahora bien,
su ejercicio; para las instituciones públi- esa conformidad aparente contrasta con
cas, además y en particular, el de poner a No hará falta subrayar el empobrecimien- lo no menos sabido: que incluso los ciu-
disposición las partidas presupuestarias to y degradación del concepto de demo- dadanos que han aprendido el euskera
que aseguren ese ejercicio, unos medios cracia que aquí se maneja. Pues ésta, como “no perciben como valioso sustentar el
que habrá que detraer de un fondo co- aquí tiende a creerse, no se confunde con conocimiento y el uso de esa lengua”
mún que atiende la satisfacción de otros el gobierno de las encuestas ni en ella los (pág. 40); que “la mayor parte de los vas-
derechos, éstos sí, incuestionables. deseos, hasta los mayoritariamente expre- cófonos piensa que el euskera es única-
sados, obligan a los gobernantes a satisfa- mente una lengua de uso familiar o entre
Las falsas razones de la ‘normalización’ cerlos. Hay deseos, incluso multitudina- amigos” (pág. 34); en definitiva, que en
De un modo más implícito que expreso, rios, que son irracionales, injustos o abusi- casi todos los ámbitos de su vida, hasta
aunque a la menor acaben asomando, la vos. Y se olvida que el momento clave del los ciudadanos más euskaldunes entablan
política normalizadora vasca se apoya en proceso democrático es la deliberación pú- sus relaciones en castellano (págs. 27-35).
unos supuestos últimos comunes a todo blica que sopesa las razones o sinrazones ¿Acaso se puede confesar más paladina-
nacionalismo y que ya conocemos. Para que avalan esas voluntades y deseos ciuda- mente el clamoroso fracaso de una políti-
resumir, algunos de ellos son argumentos danos y, con vistas a una decisión justa, ca lingüística tras 20 años de implanta-
míticos o metafísicos (el pueblo y su des- clarifica y ordena las necesidades expuestas ción? Se diría, por tanto, que esa deman-
tino, el prestigio sagrado de los orígenes, según su grado de amplitud, gravedad o da social tan jubilosamente constatada y
la lengua como identidad); otros, invoca- urgencia. pregonada no acaba de ser demasiado fia-
ciones para borrar la historia efectiva (el Pero hoy, en las comunidades vasca y ble: tal vez porque la demanda misma es
valor del pasado, los derechos de los an- navarra el argumento más socorrido para nada más que superficial e inducida (los
cestros, la lengua más antigua); y las hay justificar (o ampliar, acelerar, etcétera) sentimientos que la arropan, el peso de lo
también de carácter netamente sentimen- esas medidas lingüísticas es, como pare- “políticamente correcto”, las expectativas
tal (la agonía de esa lengua, el vasco au- cen revelar las encuestas sociológicas, o laborales, el temor a la exclusión social,
téntico como euskaldún), etcétera. Pero bien la conformidad de buena parte de la etcétera), o tal vez porque las encuestas y
hoy expresamente, y aparte de las razones población o bien la demanda creciente de estadísticas que la miden resultan técnica-
estrictamente legales, el tantas veces men- matriculación en el modelo D (en euske- mente deficientes (por afán de contentar
tado plan invoca estos fundamentos: al organismo público que la encarga, por
“La política lingüística de la comunidad autó-
un sesgado planteamiento del cuestiona-
noma vasca está basada en tres criterios o pilares bá- 19 En el estudio Bilingüismo y rendimiento acadé- rio, por mala correlación de las variables
sicos: en la democracia, la política positiva y en la mico en la Comunidad Autónoma Vasca, dirigido por significativas, etcétera). Pero, aun en el
complementariedad de la iniciativa social” (pág. 13). Hernán Urrutia, catedrático de Lengua Española en la caso de que las encuestas fueran irrepro-
Universidad de Deusto, se concluye que los escolares
Dejemos este último y vayamos brevemen- vascos del modelo D presentan el peor rendimiento chables, habrá que recordar lo esencial:
te a los otros dos. entre todos. Al parecer, no ocurre lo mismo en Nava- una cosa es el derecho a la demanda y
rra, donde los alumnos de tal “modelo milagroso” otra el derecho al objeto demandado.
aprueban regularmente en las pruebas de selectividad
1. Cumplir ese criterio democrático en un porcentaje superior (que oscila entre un 10% y
significa para este Gobierno que la plani- un 15%) al resto de compañeros. Mi hipótesis acerca 2. Por “política positiva” el Gobierno
ficación lingüística de tan excepcional rendimiento es sencilla: la compli- vasco entiende lo siguiente: “No se puede
cidad entre unos profesores, que en buena parte pro-
ceden de unos cursos intensivos de reciclaje en euske-
aplicar una misma política lingüística a
“se ha de adecuar a la voluntad y deseos de la
mayoría de los ciudadanos. Para ello han de cono- ra, y unos alumnos en quienes se valora más su estu- lenguas que se encuentran en situaciones
cerse las posturas de los mismos, con el fin de po- dio en euskera que lo que aprendan con él. diferentes, siempre que el objeto no sea in-
‘IN PRINCIPIO ERAT VERBUM’

crementar el desequilibrio entre ellas. euskera, pág. 57), deporte (al contratar na peyorativamente “inercia”, esto es, una
Abandonarlas a su suerte, dejarlas tal y co- trabajadores o empresas, pág. 54), servi- pasividad indebida, una resistencia culpa-
mo están, aumenta la diferencia entre las cios básicos (pág. 51), actos religiosos ble ante un progreso considerado necesa-
lenguas, en detrimento de la más débil y (págs. 54-55), empresa y mundo laboral rio o una transformación de la conducta
menos extendida. Por tanto, la política lin- (págs. 24 y 53), publicidad (págs. 22- que se pondera como justa o más apropia-
güística ha de ayudar a la más débil y me- 23)…, en todos y cada uno de los espa- da. Así que el texto tenía que continuar y
nos extendida, sin vulnerar los derechos cios principales de la vida pública o social culminar en la pura aberración: porque
básicos de los ciudadanos” (págs. 13-14). Y el euskera debe ser el elemento discrimi- aquella inercia de las instituciones a seguir
este aserto desemboca, por cierto, en el ob- nador por excelencia. usando el castellano era “para adaptarse
jetivo de lograr una cierta igualdad entre Son aplicaciones como ésta a la políti- mejor a las necesidades de las nuevas gene-
las lenguas del lugar, porque la situación ca lingüística las que hacen del principio raciones, en lugar de modificar su compor-
real del euskera “no es con nada (sic) simi- de discriminación inversa o positiva algo tamiento lingüístico [cursiva mía]”. ¿Se
lar a la del castellano” (págs. 42 y 48). sumamente sospechoso, cuando no repu- puede ser más claro? La conveniencia de
Una vez más, he aquí la lengua como diable. Ya sería francamente costoso pro- que las instituciones se adapten a los ciu-
un fetiche, pues la cuestión a considerar bar que la situación actual de esta lengua dadanos se invierte, y ahora los ciudada-
no es el “detrimento” o el “desequilibrio” en la comunidad autónoma vasca haya de nos y sus necesidades se han de adaptar a
del euskera o del castellano, sino el detri- considerarse como discriminada o fruto las necesidades de sus instituciones. Éstas
mento o discriminación ilegítimos de sus de una anterior discriminación indebida no tienen ya el deber de respetar el com-
hablantes. No todas las igualdades son que ahora exigiera justicia; más aún, en es- portamiento lingüístico de los individuos,
posibles ni aún menos todas las igualda- te último supuesto, determinar qué o sino el de transformarlo al servicio de los
des son deseables. ¿Tiene sentido la igual- quién es el responsable y en qué consiste fines de la política lingüística.
dad lingüística? Más que la de las lenguas, el daño causado o sufrido, no vaya a ser Y es que nada debe asombrarnos si, co-
tiene sentido la de las personas: que se intente reparar una injusticia pasa- mo dice el plan, su objetivo fundamental
“La igualdad que podría interesar es la de da con una injusticia en el presente. Pero “consiste en decidir y promover las medidas
–oportunidades entre– los individuos para realizar la objeción capital en situaciones de respon- de política lingüística necesarias para garantizar es-
sus planes de vida. Cuando se discrimina a alguien sabilidad objetiva o sin culpa es que no ca- te tipo de alternativas a quienes pretenden vivir en
por razones de lengua (peso o edad), sí hay que be premiar a los que no lo merecen a costa euskera, habida cuenta de que tan sólo de esa ma-
pensar que algo que tiene que ver con la igualdad nera se garantizará la pervivencia y normalización
de castigar a quienes no son culpables.
ha sido incorrectamente maltratado. Pero sin per- de la lengua vasca” (pág. 42).
der el sentido de la medida. Al otorgar una beca “Suponiendo que las personas a las que se fa-
para una universidad de Estados Unidos, parece ra- vorece mediante una medida de discriminación in- Pues entonces la inversión entre el indivi-
zonable discriminar a quienes desconocen el inglés. versa sean las mismas que han resultado previa y duo y su lengua, entre el sujeto y su me-
Algo parecido sucede en la vida cotidiana, en el efectivamente discriminadas, lo que es muy difícil dio, es completa; el euskera, por sí sólo, es
trato con las instituciones. Por razones de elemen- y no debe darse por descontado, más difícil todavía
resulta que las personas excluidas por la medida de
“criterio básico de calidad” (pág. 41) de la
tal economía, hay que echar la cuenta sobre el nú-
mero de hablantes (…). Al final, como en muchas discriminación inversa sean efectivamente respon- vida. Que la lengua viva, aunque sus ha-
situaciones de justicia, aquí hay un problema de es- sables o, en todo caso, las favorecidas voluntaria- blantes (y, desde luego, sus no hablantes)
casez”20. mente por la discriminación previa”21. sólo vivan a su servicio. Ya no se trata de
Este argumento da en la línea de flotación vivir bien o mal, en la riqueza o con po-
Ahora bien, entendida su presente de- de la política lingüística discriminadora. breza, con libertad o sin ella, sino de vivir
sigualdad frente al castellano como un ca- Pero no hay argumento lo bastante en euskera. Ya no importa qué y cuánto
so flagrante de discriminación negativa potente como para atravesar la coraza de nos comunicamos, sino que el euskera se
hacia ella misma (o efecto de una discri- un nacionalismo capaz de todo por “su” comunique y se expanda. La lengua es el
minación negativa en el pasado), enton- lengua. Éste comienza por quejarse de ídolo al que, según sus sacerdotes, hay
ces se predica con absoluta naturalidad el que la realidad lingüista no sea lo que de- que ofrecer en sacrificio a sus fieles y a los
principio de discriminación positiva en fa- be ser y, a renglón seguido, por culpar a infieles. n
vor del euskera. Y así se proponen, como sus sujetos (públicos ¡y privados!) de no
rebosantes de justificación, una ristra de hacer todo lo que esté en su mano por
medidas discriminatorias lingüísticas que cambiarla. Por ejemplo, cuando señala
vulneran a las claras “los derechos básicos como una “amenaza” para la implanta- [Intervención en el seminario Lenguas, política y
derechos, organizado por el Instituto de Derechos
de los ciudadanos”. En la enseñanza (tras- ción del euskera… la lamentable tenden- Humanos Bartolomé de las Casas y celebrado en la
ladar de lugar a los profesores no euskal- cia general a hablar en español, es decir, Universidad Carlos III de Madrid. Días 3-5 de no-
dunes o adelantar su jubilación, pág. 47), una penosa inercia: viembre de 1998).
en la Universidad (qué carreras han de te- “La inercia de seguir bajo la norma social en
ner prioridad, págs. 27-28 y 51), en la favor de las lenguas distintas al euskera que tienen
Administración (al contratar servicios, las instituciones públicas y privadas…” (pág. 40).
conceder licencias, convocar subvencio- A la propensión natural de hablar la pro-
nes, etcétera, págs. 50-51), en la política pia lengua el redactor del plan la denomi-
del tiempo libre (pág. 54), cultural (pág.
30), televisión (ETB-1 debe dirigir las re-
laciones con el mundo de la creación en
21 A. Ruiz Miguel: ‘Discriminación inversa e

igualdad’, en A. Valcárcel (comp.), El concepto de


igualdad, pág. 82. Fundación Pablo Iglesias, Madrid, Aurelio Arteta es catedrático de Ética y Filosofía
20 F. Ovejero: ‘Igualdad de las lenguas…’, cit. 1994. Política en la Universidad del País Vasco.

26 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90


n
EL FUTURO
POLÍTICO DE EUROPA
2. El déficit democrático de la Unión Europea*

FRANCISCO RUBIO LLORENTE

L
a literatura sobre el déficit democrá- dos los Estados miembros o sólo de la un verdadero déficit de la Unión. Como
tico de la Unión es tan frondosa que mayoría. En este último caso, uno o va- del tema me he ocupado en algún otro
resulta imposible resumirla y, menos rios de los pueblos implicados en el pro- trabajo3, no insisto ahora más.
aún, analizarla con algún detalle en un es- ceso pueden verse obligados a aceptar de- En la misma línea, aunque no exacta-
tudio como éste. Por lo demás, los juicios cisiones o normas que explícitamente han mente por las mismas razones, la perte-
críticos, en los que con frecuencia apare- sido rechazadas por sus representantes, nencia a la Unión genera un déficit en las
cen mezcladas y confundidas las dos pers- pero también en el primero ningún pue- democracias nacionales al alterar el equili-
pectivas, la puramente jurídico-normativa blo puede dotar de validez a una norma brio entre poderes que la idea democráti-
y la político-sociológica, presentan un que querría crear si uno sólo de los demás ca impone. Como la relación con la
grado de coincidencia tan elevado que pa- partícipes se opone a ello2. Unión es asumida por los Gobiernos, el
rece razonable entenderlos como simple Esta merma del poder del pueblo, poder creciente de aquélla se proyecta en
reflejo de una convicción generalizada en- que es una limitación del ámbito abierto un continuo incremento del poder de és-
tre todos los estudiosos y quizá incluso a la decisión democrática en cada uno de tos frente a los respectivos parlamentos.
entre los propios actores de la integración. los Estados miembros es, sin embargo, no Del mismo modo, como las relaciones ex-
En lo que sigue, me limitaré a ordenar los sólo inevitable sino deliberada. Constitu- teriores son competencia de las instancias
distintos aspectos de este déficit de acuer- ye la finalidad inmediata del proceso mis- centrales del Estado, el poder de éstas res-
do con un esquema que resultará útil, mo y, por tanto, no puede ser entendida tringe en mayor o menor medida la liber-
creo, para el análisis de las distintas pro- como un “déficit” de éste. El déficit que tad de acción de los entes territoriales. El
puestas encaminadas a corregirlo1. en este plano existe no viene por eso di- aumento de la distancia entre el poder y
El aspecto más obvio de la relación rectamente de las transferencias de poder los sometidos, lo que Weiler llama “regio-
entre integración europea y democracia es en favor de la Unión, y en especial de la nalismo invertido”, no se produce sólo en
naturalmente el que viene determinado Comunidad, sino de la muy defectuosa la relación entre la Unión y los Estados,
por la inescindibilidad de las dos caras de manera en la que esa traslación, calificada sino también en el interior de éstos. Por
la soberanía nacional: toda transferencia unas veces de limitación de la soberanía y último, no hay que olvidar que, junto a
de poder del Estado soberano a una ins- otras de cesión de competencia o de sobe- estos déficit manifiestos, existe otro me-
tancia exterior implica necesariamente ranía, se ha formalizado en las constitu- nos visible pero en absoluto menos grave
una reducción del poder del pueblo sobe- ciones de los Estados miembros. Como y tal vez más: con el relajamiento en la
rano para decidir sobre lo que le atañe éstas siguen basadas en la idea pura de so- fuerza de las normas internas y la frecuen-
dentro de su propio territorio. Se produce beranía nacional, la existencia de la cia de los contactos internacionales que
con el acto mismo de la transferencia y Unión pone en cuestión su auténtico va- son consecuencia de la Unión, los apara-
con independencia de que el método lor normativo, y no sólo el de la propia tos administrativos e incluso judiciales de
adoptado para la formación de la volun- Constitución, sino el de una buena parte los Estados traban por encima de las fron-
tad de la instancia que recibe el poder de las reglas que disciplinan el modo de teras lazos que incrementan su autonomía
transferido requiera la unanimidad de to- aplicación del Derecho. En aquellos paí- y acentúan el fraccionamiento de la uni-
ses en los que, como sucede en el nuestro, dad del poder estatal y su alienación res-
la legitimidad democrática del sistema se pecto del pueblo.
* La primera parte de este artículo fue publicada apoya fuertemente en la autoridad de la El tercer aspecto del déficit democrá-
en el número 89 de CLAVES DE RAZÓN PRÁCTI-
CA con el subtítulo Espacio, fines y método. Constitución, en el sentimiento constitu- tico de la Unión y el más frecuentemente
1 Para una descripción más pormenorizada del cional, esta erosión del valor de la norma aludido es el que viene de la escasa aco-
déficit, vid. D. Curtin, Postnational Democracy. The fundamental puede ser considerada como modación de la organización y el funcio-
Europea Union in search of a political philosophy (Klu-
wer Law. International, 1997), págs. 41-48, y J. H.
namiento de la Unión a las exigencias
H. Weiler, The State ‘über alles’. Demos, Telos and the
German Maastricht Decision., en European Law Jour-
nal (1995). En la edición de la Colección de Working 2 En la literatura sobre la integración europea
Papers de la Universidad de Harvard, que es la que hay análisis muy agudos de esta limitación en la liber- 3 Así en ‘El constitucionalismo…’, citado en
utilizo, la descripción “resumida” del déficit está en tad de decisión de los actores nacionales por obra de nota 1 de la primera parte, CLAVES DE RAZÓN
páginas 16-22. la llamada “trampa de la decisión conjunta”. PRÁCTICA, núm. 89, enero-febrero 1999.

28 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90


n
Lo grave no está, sin embargo, en el peso
que esta poderosa máquina burocrática
tiene en el funcionamiento de la Unión,
pues también la de cada uno de los Esta-
dos deja sentir su fuerza en el interior de
éstos5. Lo que hace de la burocracia euro-
pea un peligro para la democracia viene
de la debilidad de los controles que sobre
ella operan, de una parte, y, de la otra, de
la inexistencia de canales eficaces a través
de los cuales puedan los intereses difusos
articularse y equilibrar la influencia de los
organizados. Los tribunales contencioso-
administrativos de los Estados no tienen
equivalente dentro de la Unión; ni la fun-
ción de control que en ellos desempeñan
los parlamentos, por pobre que sea, puede
ser comparada con la del Parlamento Eu-
ropeo, que ni tiene competencias eficaces
para ello ni es adecuado para esta fun-
ción, por la que sus miembros dan pocas
muestras de sentirse interesados.
Las esperanzas que en esta institu-
ción se han puesto para remediar el défi-
cit democrático de la Unión no se han
visto cumplidas hasta el presente. Las su-
cesivas reformas de los tratados han am-
pliado significativamente sus competen-
cias, pero éstas quedan aún muy lejos de
las propias de los parlamentos nacionales

propias de las estructuras democráticas. El per), y más aún, cualquiera de los cente-
5 Es evidente que, si bien desde el punto de vis-
hecho de que el órgano supremo de la nares (¿o millares?) de comités integrados
Comunidad sea un Consejo integrado por funcionarios de los distintos Estados ta ético, el análisis crítico del déficit democrático de
la Unión ha de partir, sin duda, de una concepción
por representantes de los Gobiernos que y de la Comisión que se mueven en la normativa de la democracia, el valor político de este
deliberan en secreto y en secreto adoptan sombra, en un espacio intermedio entre el análisis no puede prescindir de las conclusiones que
decisiones que se imponen a sus propios Consejo y la Comisión propicio a la ac- arroje un análisis del mismo género referido a la rea-
lidad de los Estados miembros. Como se ha dicho
parlamentos y a sus propios pueblos, ante ción de los grupos de interés organizados. más de una vez (así, por ejemplo, Weiler, en su res-
los que sin embargo no han de responder puesta a Mancini), resulta injusto y casi grotesco im-
por ellas, con ser grave, no es más que la putar a la Unión, más precisamente a la Comunidad,
defectos que están bien presentes en el seno de los
punta de un iceberg cuya parte sumergida 4 Vid. Deirdre Curtin, op. cit. pág. 45. En este Estados, como, por ejemplo, el del poder de la buro-
es aún más negativa4. excelente trabajo, que fue su discurso de toma de po- cracia. Es cierto que las decisiones del Consejo de la
De hecho, los autores reales de las de- sesión de la Cátedra de Derecho Internacional de la Comunidad están predeterminadas frecuentemente
cisiones no son ni siquiera los ministros Universidad de Utrecht, la profesora Curtin establece por el Coreper y por el cuasi secreto mundo de la co-
una distinción entre efectos outside-in y inside-out que mitología. Pero ¿quién podría decir que las decisio-
de los Estados miembros, sino el Comité se corresponde aproximadamente con la que en el tex- nes de los Gobiernos nacionales no están predeter-
de Representantes Permanentes (Core- to utilizo. minadas por las burocracias ministeriales?

Nº 90 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


n
29
EL FUTURO POLÍTICO DE EUROPA

por la simple razón de que no representa, fin de situar mejor las propuestas encami- El punto de partida del debate puede
como éstos, al titular de la soberanía, si- nadas a mejorarla, no es necesario sin em- situarse en Alemania y más precisamente
no a los pueblos de los Estados. De ello bargo entrar en un análisis más detallado. en la sentencia con la que su Tribunal
se sigue también el escaso relieve político Constitucional resolvió los recursos pre-
de los parlamentarios europeos, cuya El ‘demos’9 de la democracia europea sentados contra el Tratado de Maastricht.
elección no despierta generalmente más En lo que toca a su contenido, estas pro- Recursos de amparo, en nuestra termino-
interés que el que le viene de servir como puestas no son una novedad absoluta na- logía, porque lo que a través de ellos rei-
indicador de los cambios operados en la cida después de Maastricht. Lo que me vindicaban los recurrentes no era la sobe-
opinión interna después de las última parece radicalmente nuevo es la forma en ranía del Estado alemán como ente abs-
elecciones generales6. Si a esto se añaden la que se ofrecen, como enunciados abier- tracto, sino sus propios derechos como
la lejanía respecto de los electores y las ta y declaradamente normativos. Los mis- ciudadanos, como miembros del pueblo
dificultades materiales para llevar a cabo mos contenidos aparecen ya mucho antes, soberano; no el aspecto “objetivo” de la
un trabajo continuado y eficaz, como como pronósticos acerca del futuro de la soberanía nacional, sino su vertiente “sub-
consecuencia de la trashumancia de la Unión, en la obra de muchos científicos jetiva”, la democracia. La sentencia recha-
institución y de su complejidad lingüísti- sociales, pero es ahora, al pasar al primer za los recursos; pero su construcción, que
ca, se comprenderá que, sea cual sea, el plano de la escena, cuando el giro se pro- recoge, aunque en forma atenuada, las
grado de dedicación y la idoneidad de duce. Quizá porque la necesidad se ha he- ideas que como profesor había expuesto
sus miembros, la capacidad del Parla- cho más acuciante, pero quizá también mucho antes quien como juez actuó de
mento Europeo para controlar a las res- por la simple razón de que frente a los ju- ponente, traslada al campo del deber ser
tantes instituciones comunitarias o para ristas no opera el tabú de las teorías nor- las conclusiones de las teorías llamadas
dar presencia a los intereses difusos de mativas o prescriptivas que obliga a los neorrealistas en el ámbito de las ciencias
los europeos no está a la altura de las ne- científicos sociales a expresar como pro- sociales y tiene por eso, pese a sus defec-
cesidades. nósticos sus propias preferencias. tos o en razón de ellos, el mérito de lanzar
A estas manifestaciones del déficit de- Aunque estas propuestas no atienden un debate de fondo en el que participan
mocrático de la Unión desde la perspecti- sólo a la necesidad de remediar el déficit no sólo quienes directamente critican la
va jurídico-normativa podrían añadirse al democrático de la Unión y toman tam- decisión o la aplauden, sino también
menos otras tantas desde la perspectiva bién en cuenta la de fortalecer su presen- otros muchos10.
político-sociológica (inexistencia de parti- cia en el escenario mundial, tanto políti- De manera muy esquemática, lo que
dos políticos y sindicatos europeos, etcé- co como económico, esta última aparece, el tribunal alemán dice es que la Unión
tera), pero no es necesario y resulta casi cuando aparece, en un segundo plano, Europea es una unión de Estados sobera-
tautológico. En definitiva, como ha dicho subordinada a la primera y en cierto sen- nos, que son por eso dueños o “señores”
Habermas, el problema de la construc- tido como un efecto derivado de su satis- de los tratados en los que la Unión se ba-
ción de Europa no viene tanto del insa- facción. Como la condición de posibili- sa. Sus instituciones, que ejercen un po-
ciable apetito de soberanía de los Estados dad de la democracia es la existencia de der cedido por los Estados, no tienen una
como del hecho de que los procesos de- un sujeto colectivo, de un demos, sin el legitimidad propia sino derivada de la de
mocráticos, mal que bien, sólo funcionan cual las instituciones representativas no éstos, pues la democracia requiere la exis-
dentro de sus fronteras o, dicho de otra pasan de ser sino el disfraz democrático tencia de un pueblo, de un demos, y no
forma, de que el espacio público sigue es- de un poder despótico, carente de legiti- existe todavía un pueblo europeo sino di-
tando fragmentado nacionalmente7. La midad, el debate entre ellas se reduce en versos pueblos de Europa, organizados
exposición que precede deja de lado mu- último término a una disputa sobre qué como Estados. Mientras esa situación no
chos matices y no toma en consideración es lo que por demos debe o puede enten- cambie, mientras no exista un pueblo eu-
el argumento de quienes, sin negar la derse, pues sólo a partir de ahí cabe de- ropeo, el Parlamento Europeo, sean cua-
existencia del déficit, sostienen que la in- terminar cuál debería ser la forma política les sean sus poderes, no basta para asegu-
tegración también contribuye a mejorar de la Unión para atender las exigencias de rar el funcionamiento democrático de la
el funcionamiento de la democracia en el su relación con el resto del mundo. Unión. Ese cambio no es quizá imposi-
interior de los Estados miembros8. Para el ble, pero ni puede tenerse por dado ni pa-
propósito que aquí se persigue, que es rece estar en el horizonte11. Por ello, los
simplemente el de describir la situación a Institutional Discourse and Competing Polities’) que
he podido conocer gracias a la amabilidad de José Ma-
ría de Areilza. De acuerdo con la idea de democracia
10 La versión castellana de esta sentencia famosa
con la que opera, el argumento de Maduro está basa-
6 La interpretación de las elecciones europeas co- do, en definitiva, en el hecho de que la integración, en de 12 de octubre de 1993, que ha dado lugar a una
mo mid term elections no es una peculiaridad española, cuanto que obliga al legislador nacional a tomar en verdadera avalancha de estudios, fue publicada en el
sino común a todos los Estados miembros, sobre cu- cuenta intereses extranjeros, lo libera, por así decir, de Boletín de Legislación Extranjera de las Cortes Genera-
yos sistemas parlamentarios produce también los efec- las garras de los intereses organizados a nivel nacional les. Ponente fue el profesor Paul Kirchhof, cuya con-
tos que, con relación a España, he comentado en al- y en consecuencia le permite (o le lleva a) atender al cepción del proceso de integración puede verse, entre
gún artículo de prensa. La participación en las eleccio- interés de la mayoría. El razonamiento es sugerente, otros lugares, en el trabajo ‘Der deutsche Staat im
nes al Parlamento Europeo es, por lo demás, pero, como es obvio, no puede ser trasladado fácil- Prozess der europäischen Integration’, incluido en el
igualmente decreciente en todos los países miembros mente a ámbitos que no sean el de las regulaciones volumen VII del Handbuch des Staatsrechts (C. F.
desde que, en 1979, se celebraron por vez primera. económicas y, como el mismo autor precisa, no puede Müller, Heidelberg, 1992), del que es editor el mismo
7 Habermas, Staatsbürgerschaft und nationale ser aceptado sin una investigación empírica de una Kirchhof, junto con el profesor Josef Isensee. En el
Identität, incluido ahora en Faktizität…, citado supra, complejidad casi insuperable. mismo volumen aparece también un muy importante
pág. 645. 9 La utilización del término griego no es una pe- trabajo de Ipsen sobre el tema ‘Die Bundesrepublik
8 Un argumento de ese género he encontrado en dantería inútil. Se trata de evitar las connotaciones Deutschland in den Europäischen Gemeinschaften’.
11 En el pasaje decisivo [BVGE, 89, 155 (185)],
un brillante trabajo no publicado del estudioso portu- que tiene el término “pueblo”, aunque no sean tan
gués Miguel Poiares Maduro (‘Institutional Choice, fuertes como las del alemán Volk. el tribunal afirma que para que la democracia no sea

30 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90


n
FRANCISCO RUBIO LLORENTE

Parlamentos nacionales han de conservar De otro lado, en esa postura hay tam- nes sobre las motivaciones personales in-
en sus manos, sin cederlo a la Unión, el bién, en cierto modo, una resignada acep- teresadas que imputa a los enemigos de la
poder necesario para que los respectivos tación del déficit democrático de la federalización de Europa16.
pueblos sigan siendo dueños de su propio Unión, que difícilmente podría ser reme- Mancini es autor de talante polémico
destino; dicho de otro modo, para que la diado con una intensificación de los con- que no sólo ataca con energía tanto a los
democracia siga siendo real, sustancial, no troles a nivel estatal. También, aunque tal neorrealistas al estilo alemán como a los
una mera denominación sin contenido. vez sus críticos hayan exagerado ese supranacionalistas en la línea de Weiler o
La garantía de la democracia siguen sien- rasgo13, una idea de nación muy románti- Curtin, cuya tesis se analizará después, si-
do las instituciones estatales: en el caso de ca, muy herderiana, y una concepción de no que comienza su discurso con una
Alemania, el Bundestag y el propio Tribu- la relación entre nación y Estado muy an- enérgica crítica al Tratado de Amsterdam,
nal Constitucional. Éste se reserva, en clada en el pasado. Incluso una cierta incapaz de dotar a la Unión de un contra-
particular, la potestad de juzgar en última contradicción, pues si la realización de la peso político eficaz frente a un todopode-
instancia sobre el respeto por los órganos democracia sólo es posible en el seno de roso Banco Central, ridículamente cicate-
de la Unión de los límites inherentes a las una comunidad política nacional muy co- ro en la ampliación de poderes del Parla-
cesiones de poder hechas en su favor por hesionada, no tiene fundamento la espe- mento Europeo y decididamente cínico al
Alemania y de negar en consecuencia la ranza que la propia sentencia pone en el negarse a dar a los derechos de los ciuda-
aplicabilidad en territorio alemán de las gradual incremento de la capacidad del danos europeos un contenido sustancial
normas europeas que vayan más allá. Parlamento Europeo para asegurar el fun- que haga de ellos algo más que los sim-
Aunque la decisión del tribunal ale- cionamiento democrático de la Unión. ples “espejuelos y abalorios para engañar a
mán afirma la constitucionalidad del Tra- En el extremo opuesto de esta postura los indígenas” que actualmente son17.
tado de Maastricht y no exige la intro- realista14 se encuentra aquella otra que ve Pese a las críticas dirigidas contra los
ducción de cambio alguno en las normas en la sustitución de la unión de Estados “supranacionalistas” al estilo de Weiler o
existentes, el razonamiento que conduce por una federación la única solución posi- Curtin, la argumentación de Mancini
hasta ella, y en particular la reserva que el ble, tanto para el problema ético que coincide con la de ellos en un punto cen-
Tribunal hace de su propia competencia, plantea el déficit democrático de la Unión tral. Cabe concebir un demos cuya cohe-
es expresión de un cambio de doctrina como para el problema puramente prag- sión interna y cuya capacidad para perci-
que lleva a incrementar el poder de los mático que suscita la incapacidad de ésta birse y actuar como un sujeto colectivo
Estados y a frenar el de la Unión, sobre para actuar en una economía globalizada no esté basada en la tradición, la lengua o
cuya existencia, tal como hoy la conoce- y, en general, en el ámbito de las relacio- el origen común, sino en la adhesión a
mos, hace pender una peligrosa espada de nes internacionales, con la enérgica efica- unos mismos valores y principios, al mo-
Damocles. La potestad que el tribunal se cia con la que podría hacerlo un Estado do del “patriotismo constitucional” de
atribuye respecto de las normas europeas que aunase las fuerzas de todos los que Habermas, con cuya cita inicia su discur-
tiene probablemente una sólida base en la ahora la integran. Es una postura que se so. Aunque el razonamiento no resulta
Constitución alemana, pero es incompa- encuentra también en el campo de las del todo claro, parece que es un patriotis-
tible con la doctrina que el Tribunal de ciencias sociales15 y que, a juzgar por lo mo de este género el que explica, a su jui-
Justicia ha construido y ha considerado que dicen en sus intervenciones públicas, cio, no sólo la existencia de Estados mul-
hasta ahora esencial para el funciona- tiene un apoyo significativo entre muchos ticulturales, que, como Estados Unidos y
miento de la Unión. Tal vez esa amenaza de nuestros políticos. Una buena e inclu- Australia, tienen pese a todo una lengua
no se materialice nunca, como nunca se so brillante exposición de esta tesis puede común y un grupo nacional dominante,
ha puesto en práctica la competencia que encontrarse en un reciente trabajo del sino decididamente multinacionales, plu-
el mismo tribunal ha reivindicado siem- juez del Tribunal de Luxemburgo, Federi- rilingües e incluso multirraciales como
pre para controlar los actos de la Unión co Mancini, desgraciadamente empañado Bélgica o Canadá, la Unión Surafricana o
desde el punto de vista de los derechos por algunas desafortunadas consideracio- la India. Su divergencia con los autores
fundamentales, pero basta su existencia citados viene del hecho de que, frente a
teórica para perturbar el funcionamiento ellos, ni ve en la forma estatal (menos aún
13 La crítica muy dura que Weiler ha hecho de es-
del proceso de integración. Sobre todo si, en el caso de Estados multiculturales o
ta decisión (en ‘The state über alles…’, antes citado)
como es perfectamente posible, el ejem- acentúa los rasgos irracionales del concepto de Volk y
multinacionales) un mal a evitar ni cree
plo del tribunal alemán es seguido por los no concede el peso que a mi juicio tiene un componen- que la realización política del demos pue-
de otros Estados, y ya lo ha sido por el te perfectamente racional, la existencia de una lengua da prescindir de ella. Es un patriotismo
Tribunal Supremo danés12. común. El demos que sirve de base a la democracia ha de este género el que puede servir de base
de constituir una comunidad de comunicación, sobre
todo en la concepción habermasiana de la democracia
deliberativa que el propio Weiler parece aceptar. En es-
una mera imputación formal es necesario que exista te punto, la queja de Grimm (en ‘Does Europe need a
una opinión pública en la que se debatan los fines de la 16 F. Mancini: Europe: the case for Statehood. Este
Constitution?’, también ya citado) parece justificada.
acción política y que los electores puedan discutir con Sobre la cuestión se volverá más adelante en el texto. texto, que es el del discurso pronunciado por Mancini
los titulares del poder en su propia lengua. La creación 14 La oposición se produce, sin embargo, sólo en al recibir el título de profesor en la Universidad aus-
de ese espacio público requiere una acción decidida de lo que toca al tema central, el de la existencia o inexis- traliana de New South Wales (Sidney), ha sido publi-
los partidos y de los medios de comunicación. tencia de un demos específicamente europeo. Como se cado, junto con la respuesta de Weiler, en la colección
12 Sentencia de 6 de abril de 1998 (I 361/1997). señala en el texto más abajo, la postura de los federa- de Working Papers de la Universidad de Harvard
Una construcción alternativa a la del Tribunal Cons- listas duros coincide con la realista en la idea de que la (núm. 6/98).
titucional Federal sobre la relación entre las jurisdic- 17 Esta dura expresión, que aparentemente acep-
realización política de un demos requiere necesaria-
ciones nacionales y la de la Unión Europea puede ver- mente la creación de un Estado propio. ta sin reservas, la toma Mancini de D’Oliveira
se en Mattias Kumm, ‘Who is the final arbiter of 15 Vid., por ejemplo, John Pinder, European (‘Union Citizenship: Pie in the Sky?’, en Rosas y An-
Constitutionality in Europe?’, en Harvard Jean Mon- Community. The building of a Union. especialmente tola eds., A Citizens’ Europe in Search of a New legal
net Working Paper 10/98. páginas 216-8, Oxford University Press, 1991. Order, 1995).

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EL FUTURO POLÍTICO DE EUROPA

a una Federación Europea que si en razón principio, como no ofrece ningún indicio sumen será en este caso más incompleto
de ello es posible, es también sin duda de- sobre cuál podría o debería ser la estruc- y defectuoso de lo que los resúmenes sue-
seable. De una parte, porque sólo dentro tura institucional de la federación, se aho- len ser. Resulta punto menos que imposi-
de ella, es decir, dentro de un Estado con- rra el análisis de todos los problemas que ble dar cuenta abreviada de una concep-
figurado conforme a las pautas adecuadas, suscita la realización de la democracia en ción como ésta, no sólo por sus muchos
puede realizarse la democracia, y, de la un Superestado de tales dimensiones y matices, sino sobre todo porque, al pro-
otra, porque sólo constituyéndose como tan enrevesada complejidad. poner una forma política nueva, elude el
Estado podrá Europa hacer frente a las La tercera de las posturas es la que empleo de las categorías habituales y rehú-
consecuencias negativas que, junto con sostiene que la Unión debe dar lugar al sa de antemano las críticas que desde ella
las positivas, entraña la globalización de la surgimiento de una forma política abso- se le dirijan.
economía; llevar a cabo una política in- lutamente nueva: la primera forma polí- El punto de arranque no es, contra lo
migratoria, que sólo como política única tica de la posmodernidad, como dice la que pudiera pensarse, la hostilidad contra
cabe concebir en un mercado único, y ju- profesora Deirdre Curtin, uno de sus la nación o contra el sentimiento nacio-
gar el papel que debe en un mundo que principales abanderados19. Junto a ella, y nal. Una y otro son indispensables para
sigue siendo un mundo de Estados: un quizá antes que ella, el gran paladín de satisfacer dos necesidades básicas del ser
mundo que gira en torno a los principios esta concepción es el profesor Weiler, cu- humano: la de pertenencia y la que Wei-
de la soberanía y del poder. ler llama de originalidad, que tal vez en
La postura de Mancini, por tanto, castellano debería llamarse de identidad.
aunque enfrentada con la realista de im- Pero si la nación es una estructura natural
pronta alemana, coincide con ésta en la de la humanidad y ha de ser preservada,
convicción sobre la imprescindibilidad no es natural ni indispensable la identifi-
del marco estatal, si bien, a diferencia de cación entre nación y Estado, que a la lar-
la anterior, la conclusión a la que llega no ga resulta destructora para aquélla. Aun-
sea la de mantener y reforzar el control de que originariamente debía servir de ins-
los Estados sobre la Unión sino, por el trumento para su afirmación, el Estado
contrario, la necesidad de transformar és- ha terminado por subyugar a la nación,
ta en un nuevo Estado que absorba a los poniéndola a su servicio y violando las
actuales. La argumentación en la que fronteras entre ambos. Este desacopla-
apoya la posibilidad de la federación es, miento de nación y Estado que Weiler
sin embargo, más bien apodíctica, y la di- propugna no debe ser entendido, sin em-
rigida a sostener su deseabilidad manifies- bargo, como apelación a la destrucción de
tamente débil. Está construida, como aca- los Estados europeos sino a la necesidad
ba de decirse, en torno a dos tipos de ra- de concebir de manera distinta y menos
zonamiento, uno pragmático y otro ético. absorbente la relación entre nación y Es-
En lo que se refiere al primero, su análisis tado. De una parte, la nación, el senti-
pasa por alto la situación real de Europa miento nacional, debería encontrar en
en ese mundo de Estados guiado por la nuestro tiempo medios de expresión más
lógica de la soberanía y el poder; y aun- eficaces y menos destructores que el Esta-
que las necesidades que señala son proba- do y acentuar su componente específica-
blemente reales, la tesis de que se verían mente cultural. De la otra, y éste es el ele-
mejor satisfechas por una Europa federal mento central del razonamiento, hay que
que por la simplemente comunitaria es poner término a la identificación entre
por lo menos discutible18. En lo que toca nación y demos, a la confusión entre na-
al argumento ético, toda la construcción cionalidad y ciudadanía. Acabar así con la
está basada sobre el postulado, acrítica- idea de que el demos ha de ser necesaria-
mente asumido, de que la federación es la mente una comunidad de cultura y ori-
vía más eficaz para remediar el déficit de- yas ideas sirven de base a la exposición gen, una entidad cerrada, excluyente de
mocrático de la Unión. La afirmación de que sigue. He de advertir, sin embargo, cualquier otra de la misma naturaleza;
que este déficit subsistirá mientras el fun- que Weiler presenta estas ideas con un que nadie puede ser al mismo tiempo ciu-
cionamiento de la Unión se base en las estilo de una potencia expresiva realmen- dadano de dos comunidades políticas dis-
técnicas propias de las relaciones interna- te excepcional, que inevitablemente per- tintas, que la lealtad política no puede
cionales es irrebatible si la democracia se derán quienes se contenten con la versión orientarse simultáneamente en diversos
identifica con el aparato institucional típi- resumida y traducida que está a mi alcan- sentidos. Una vez abandonada esa con-
co de los Estados democráticos, pero por ce20. Sin buscar en ello una excusa, tam- cepción es perfectamente posible en cual-
eso es también tautológica: hace supuesto bién tengo que precisar que cualquier re- quier lugar del mundo, pero especialmen-
de la conclusión que pretende demostrar. te en Europa, que los hombres se sientan
De otro lado, hecha esta afirmación de miembros de diversas comunidades polí-
19 Op. cit., pág. 61.
20 Aparte de las obras citadas supra (notas 9 y
13) y de los trabajos recogidos en el volumen Europa, nity Legal Order: Throug the Looking Glass’, en cola-
18 Weiler la critica enérgicamente en la respuesta fin de siglo (CEC, Madrid, 1995), pueden verse, entre boración con Haltern, en Harvard international Law
al discurso de Mancini (The Case against), publicado otros, The selling of European Citizenship in the IGC Journal, núm. 37 (1996). Probablemente hay publica-
en el mismo número de los Working Papers. 1996 (W. P, 3/96) y ‘The Autonomy of the Commu- ciones posteriores que no he podido ver.

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FRANCISCO RUBIO LLORENTE

ticas imbricadas entre sí, componentes de peos, aunque tal vez puedan contribuir a davía no han producido resultados que
demoi, por así decir, superpuestos. Junto a la creación de una opinión pública conti- puedan ser asumidos sin grandes
los diversos demoi nacionales, propios de nental, no bastan para crear un demos eu- reservas22.
cada uno de los Estados, surgirá así un ropeo, e incluso pueden servir, en manos
demos europeo común, compatible con la de intereses nacionalistas o de otro géne- Observaciones finales:
diversidad de aquéllos (y, por tanto, tam- ro, para obstaculizar su aparición. La el regreso a Westfalia
bién con la diversidad de culturas y len- erección de un ágora cibernética sirve de Con la exposición que precede podría
guas y sentimientos nacionales) que no poco mientras no exista entre los ciudada- darse por finalizada mi tarea, puesto que,
podrá ser considerado como una nueva nos europeos un sentimiento de comuni- como al comienzo dije, mi propósito era
nación ni mucho menos servir de base dad que les haga percibirse miembros de simplemente el de dar cuenta de los tér-
para la creación de un nuevo Estado. El ella21. A diferencia de Curtin, Weiler no minos y el sentido de un debate crucial
demos europeo no puede ni debe servir de considera que baste para ello el célebre para nuestro futuro. Al llegar a este pun-
base a la creación de un Estado nuevo, de “patriotismo constitucional” habermasia- to, y aunque bien consciente de mis limi-
una poderosa federación que sume un ac- no, en lo que sin duda tiene razón; pero taciones, me siento moralmente obligado,
tor más a ese juego basado en la soberanía tampoco la referencia que, para sustituirlo sin embargo, a tomar postura en él e in-
y el poder que sigue siendo el de nuestro o complementarlo, hace a unos indefini- cluso a añadir alguna reflexión personal,
mundo. Esta creación sería sencillamente dos valores comunes, a la idea del Estado cuya pertinencia y utilidad habrán de juz-
la reversión de la idea original, la perver- de bienestar o a otras ideas nobles pero gar otros. Antes de ir a ello, debo comen-
sión idolátrica del ideal que impulsó el difusas, ofrece una base firme para el sur- zar, sin embargo, por introducir una co-
proyecto de construcción de una nueva gimiento de una comunidad política dife- rrección en los términos que he utilizado
Europa, y por eso Weiler combate ardien- renciada de las nacionales y compatible al comienzo e incluso en el título con el
temente la tesis de Mancini y de quienes con ellas. que este texto se ofrece a los lectores. Al
piensan como él. La Unión Europea, ba- El otro gran problema o conjunto de hablar de unas propuestas sobre el futuro
sada en una pluralidad de demoi, uno co- problemas aún sin resolver, en directa co- de Europa, o de un debate crucial para
mún y otros particulares, es mucho más nexión con el anterior, es el que viene de nuestro futuro, puedo haber inducido a
que una simple confederación unión de la necesidad de ofrecer una construcción pensar que esta discusión carece de in-
Estados, pero no entraña la abolición de teórica adecuada para explicar las relacio- fluencia sobre nuestro presente. Natural-
los existentes. Ha de ser concebida como nes entre el poder de la Unión y el de los mente no es así: el debate sobre nuestro
una forma política nueva, que sin duda li- Estados mientras aquél no pueda ser refe- futuro es también el diálogo sobre nues-
mita el poder de los Estados actuales pero rido directamente a un demos europeo tro presente y las diversas concepciones
que tiene también como finalidad esen- que dote de legitimidad democrática a las sobre lo que la Unión debe ser sirven de
cial justamente la de preservarlos, la de instituciones que lo ejercen y haga com- fundamento y justificación a las posturas
mantener la diversidad del continente; no prensible (y compatible con los princi- que ahora mismo se están adoptando so-
sólo la diversidad cultural, sino también pios sobre los que se sustentan las consti- bre lo que cada día, inaplazablemente, ha
la política. tuciones nacionales) esa transformación de hacerse. Seguramente hay medidas que
La novedad de ideas de esta concep- de los tratados fundacionales en un orden aisladamente consideradas son compati-
ción, el admirable impulso ético que la constitucional nuevo que el TJE ha dado bles con cualquiera de ellas, pocas que lo
anima e incluso su capacidad para descri- por hecha hace años como supuesto nece- sean cuando se las considera en su rela-
bir la situación actual de la integración, sario de toda su doctrina. Los esfuerzos ción con otras y algunas que decidida-
muy superior a la de las visiones alternati- por construir una nueva idea del Derecho
vas, no permiten ignorar, sin embargo, las Constitucional, una Teoría de la Consti-
dificultades que encuentra para dar res- tución adecuada a la integración, son ad- 22 Aunque no he podido dedicar al tema el estu-

puesta satisfactoria a dos cuestiones esen- mirables y quizá prometedores, pero to- dio que requiere, tengo la impresión de que la empre-
sa desborda con mucho los límites de esas disciplinas.
ciales. De una parte, la imprecisa deter- El Derecho Constitucional y la Teoría de la Constitu-
minación de cual sea lo que podríamos ción dan por supuesta la existencia del “sujeto colecti-
21 Tanto Curtin como Weiler sugieren la conve- vo”; pueden (y a mi juicio deben, pero la cuestión es
llamar el sustrato de ese nuevo demos eu-
niencia de recurrir a las nuevas tecnologías, en concre- desde luego polémica) ocuparse del problema de la le-
ropeo, que por definición no hay que to, a Internet, para crear un “espacio público euro- gitimidad de los poderes constituidos, pero no del
buscar, como el de la nación, en el pasa- peo”, y Weiler ha hecho algunas propuestas concretas problema que implica el hecho de que una determina-
do, sino en el presente y, sobre todo, en el en este sentido en un trabajo para el Parlamento Eu- da parte de la humanidad se perciba a sí misma como
futuro. Algún sentimiento de comunidad ropeo, en el que, a la que se menciona en la nota ante- sujeto diferenciado. Sin embargo, es un problema de
rior, agrega las de abrir una página en Internet para este género el que la teoría de la integración debe re-
ha existido siempre entre los europeos y cada iniciativa normativa de la Comisión y otorgar a solver para explicar (e incluso impulsar) el surgimien-
quizá sea actualmente más vivo que en el todos los ciudadanos europeos una especie de iniciati- to de un sujeto colectivo nuevo y complejo. De otra
pasado, pero del hecho de que hoy nos va legislativa que podría ejercerse simultáneamente parte, y sin entrar en el arduo problema del utilitaris-
con la elección de los miembros del Parlamento Euro- mo, también me parece dudosa la utilidad que una
parezca difícilmente imaginable una gue- peo. Curtin a su vez preconiza la conveniencia de ha- concepción de la democracia construida a partir de la
rra entre Estados europeos a que los habi- cer una especie de ley europea de asociaciones, que noción de la acción racional puede tener para dar res-
tantes del continente se consideren haga posible la creación de éstas al margen del dere- puesta a las críticas dirigidas contra el déficit demo-
cho de los Estados miembros y, por tanto, sin nacio- crático de la UE. La utilización del criterio propio del
miembros de una comunidad política di- nalidad propia. Las propuestas de Weiler pueden ver- sistema económico (relación coste-beneficio) para dar
ferenciada hay un largo trecho, que sólo se en ‘The selling of European Citizenship’ cit., supra. respuesta al problema específicamente jurídico de la
un impulso nuevo permitiría recorrer. Los Una versión resumida de las mismas en castellano fue validez, como hace, por ejemplo, M. P. Maduro en el
imaginativos y plausibles esfuerzos para publicada en el diario El País el 18 de diciembre de brillante trabajo antes citado, implica, me temo, un
1996. La propuesta de Curtin la conozco sólo a través error metodológico grave, un desconocimiento de la
ofrecer a los ciudadanos medios de mani- de la referencia que a ella hace en The Postnational imposibilidad de operar dentro de un sistema con ca-
festar su opinión sobre los asuntos euro- Democracy, citada antes. tegorías y gramáticas propias de otro distinto.

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EL FUTURO POLÍTICO DE EUROPA

mente sólo desde una de estas concepcio- es la concepción supranacionalista, la de La superioridad ética y política del
nes encuentra justificación. Es claro, por una Europa que refuerza, mediante la proyecto supranacional sobre los otros
ejemplo, que la empecinada resistencia de unión, el poder real de los Estados miem- dos futuros posibles no permite ignorar
los Gobiernos a conceder poderes más bros sin convertirse en un nuevo Estado o las debilidades que antes se señalaron, pe-
amplios al Parlamento Europeo se explica Superestado, la que mejor se adecua a la ro obliga a colaborar al esfuerzo de supe-
fácilmente desde la posición llamada “rea- situación real de Europa en el mundo, es rarlas. Como modesta colaboración a ese
lista”, pero no encaja ni con la federalista decir, en lo esencial, a su situación respec- esfuerzo, me atrevo a proponer una refle-
ni con la supranacional. Por lo demás, los to de Estados Unidos. xión que tal vez sea sólo un espejismo ge-
ejemplos, que podrían multiplicarse, no Robert Dahl dijo, hace ya algunos nerado por este año de aniversarios que
se encuentran sólo en el ámbito de las de- años, que todos los Gobiernos del mundo vivimos, pero que en todo caso creo obli-
cisiones sobre el sistema institucional. se están convirtiendo en Gobiernos muni- gado a someter a la crítica.
Hecha esta aclaración, apenas necesa- cipales26. Él llega a esta conclusión al tér- Las insuficiencias democráticas de la
ria, pasemos a precisar mi propia postura, mino de un razonamiento sobre el peso Unión son innegables, pero también lo
que también lo ya dicho permite adivinar. creciente de las fuerzas transnacionales y es, creo, que la integración ha incremen-
Y por fin, para concluir, mi propia opi- la consiguiente reducción del ámbito de tado la capacidad de las democracias na-
nión sobre el futuro de la Unión, es decir, libertad de los Estados nacionales, entre cionales para enfrentarse con un riesgo
sobre el proyecto de Unión que ya ahora los que están, por supuesto, también los que se había hecho cada vez más grave.
deberíamos adoptar. De las tres concep- europeos, aunque la capacidad de éstos En Estados cuya legitimidad depende
ciones en presencia, la “supranacional” es, para resistir la presión de estas fuerzas sea esencialmente de su capacidad para ase-
a mi juicio, la única adecuada a nuestro quizá mayor que la de los situados en gurar con recursos públicos el bienestar
presente y al futuro previsible, y por eso otras partes del mundo. La municipaliza- de las respectivas sociedades y que se ven
seguramente la más realista. Más, por su- ción de nuestros Estados tiene, sin embar- obligados por eso a operar como si el sis-
puesto, que la así llamada, que a fuerza de go, otra causa específica que no viene de tema económico pudiera ser indefinida-
atenerse a lo real termina por dejar de la- su relación con las fuerzas transnacionales, mente manipulado por el poder, pero que
do uno de sus componentes y sólo logra sino del hecho de que, desde el término al mismo tiempo pretenden asentarse so-
preservar (y aun eso, de manera más bien de la Segunda Guerra Mundial, éstos son bre una economía de mercado, la raciona-
precaria) la democracia interna mediante parte de una configuración política más lidad política y la racionalidad económica
mecanismos que amenazan la continuidad amplia, cuya política exterior está deter- estaban, desde hace tiempo, en un curso
de la Unión, sin aportar nada a su demo- minada en gran medida por la potencia de colisión. Estuviera o no entre las finali-
cratización. Y mucho más que la federalis- hegemónica. En la medida en la que el dades que llevaron a poner en marcha el
ta, que, precisamente porque tiene algún mundo sigue siendo un mundo hobbesia- proceso de integración, la de ayudar a los
sentido como utopía23, ha de incorporar no, que funciona de acuerdo con la lógica Gobiernos a enfrentarse con el riesgo que
elementos utópicos al ofrecerse como pro- del poder, la abrumadora superioridad implicaba la crisis fiscal del Estado so-
yecto realizable en el presente. Su falta de económica y militar de Estados Unidos cial28, parece innegable que la integración
realismo no viene sólo del olvido en el que condiciona decisivamente la actuación de ha sido cuando menos un punto de apo-
deja la previsible resistencia de los Estados los Estados europeos, separadamente o en yo importante para lograrlo. Gracias a
a aceptar que el término necesario de la unión, y por tanto elimina, o cuando me- ella, actuando en común y a través de la
empresa en la que están empeñados sea su nos reduce, mucho el peso de algunas de Comunidad, los Gobiernos de los Esta-
propia destrucción, sino también de que las razones que se aducen para propugnar dos han podido adoptar actitudes y tomar
da por lograda la existencia de un demos lo la conveniencia de transformar la Comu- medidas que, por separado, sometidos a
bastante denso para soportar un Estado de nidad en una federación poderosa. Tam- presiones de todo género, tal vez no esta-
ámbito continental24 y supone, contra to- bién, dicho sea de paso, priva en buena ban a su alcance.
das las enseñanzas de la historia, que la medida de justificación al temor de que Naturalmente, esa independencia ma-
afirmación de esa nueva federación podría ese Superestado federal pudiera reproducir yor o menor que merced a la integración
lograrse sin poner en riesgo la paz del con- algunas de las perversiones en las que in- han ganado de los Gobiernos en su rela-
tinente25. Por lo demás, también creo que currieron nuestros Estados nacionales en ción con las respectivas opiniones públi-
los tiempos en los que éstos partían de la cas, puede ser entendido como una re-
idea de que el destino del mundo era, en ducción del grado de democracia existen-
23 Su valor en este sentido está en función de las
todo caso, cuestión a decidir entre ellos27. te en los países miembros si la democracia
consideraciones acerca de su deseabilidad, entre las se identifica con la obligación de los go-
que no pueden olvidarse, como se ha apuntado antes
en el texto, las que resulten de la relación que habrá bernantes de seguir los dictados de la ma-
de establecerse entre estos Estados Unidos de Europa 26 Robert A. Dahl: Democracy and its critics, pág.
y Estados Unidos de América. 319 (Yale University Press, 1989). Por Gobierno (Go-
24 Sobre la problemática adecuación de este de- vernment) debe aquí naturalmente entenderse Estado,
mos federal a la idea germinal de la integración me re- pero la aclaración apenas parece ya necesaria. 28 Utilizo deliberadamente esta expresión, cada

mito a las observaciones de Weiler antes apuntadas. 27 Para quienes reflexionan sobre el futuro de vez más en desuso, para recordar que la finalidad asig-
25 Generalmente se pasa por alto el hecho de que Europa desde un punto de vista más político que aca- nada al Estado por el pensamiento político dominante
ni en Estados Unidos ni en Suiza, los dos ejemplos fa- démico, la relación con Estados Unidos es frecuente- en Europa hasta ahora (ahora quizá ya no), no era só-
voritos de los defensores de esta tesis, logró imponerse mente el factor fundamental. Vid., por ejemplo, J. At- lo la de dotar de bienestar a los ciudadanos, proteger-
la federación sin guerra. tali, Europe(s) (Fayard, París, 1994), especialmente los contra la adversidad, sino también la de favorecer
Sobre el ejemplo suizo, el último trabajo llegado págs. 12-17 y 179-199. Dos de las cuatro alternativas la integración de la sociedad. La construcción de las
a mis manos es el de Jean Blondel, ‘Il modelo svizze- que Attali cree posibles son estructuralmente adecua- obligaciones del Estado como un modo de dar satis-
ro: un futuro per l’Europa?’, en Rivista italiana di das a la concepción supranacional, aunque una de facción a los derechos sociales del individuo deja en la
scienza política, Año XXVIII, núm. 2 (agosto de ellas, la que él defiende, exige también una construc- sombra este aspecto de la cuestión y ayuda a sustituir
1998). ción a dos niveles, más que a dos velocidades. la idea de Estado social por la de Estado de bienestar.

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FRANCISCO RUBIO LLORENTE

yoría, sean cuales fueren sus contenidos, cleo mismo de la noción de democracia. Precisamente el respeto a la libertad de
pero ese entendimiento puramente rous- Al menos en su concepción actual, los de- conciencia y tras ella al resto (en expan-
seauniano ha dejado de ser hace mucho el rechos fundamentales como positiviza- sión hasta nuestros días) de los derechos
nuestro. ción de los derechos humanos son gene- individuales. Esta erosión del sistema de
El mismo Dahl que he citado poco ralmente entendidos como un límite al Westfalia no se detuvo ni cambió de sig-
más arriba explica que el paso de la de- legislador, como una barrera infranquea- no cuando el principio monárquico dejó
mocracia antigua, la de las ciudades clási- ble a la voluntad de la mayoría. Un ámbi- paso, tras muchos años y muchas luchas,
cas, a la democracia representativa en to indisponible para la voluntad popular al principio democrático y en el pensa-
grandes Estados territoriales trajo consi- y, por tanto, una limitación necesaria de miento occidental la idea de una demo-
go, al mismo tiempo que una ampliación la democracia como dominación de la cracia totalitaria se ha entendido siem-
enorme de las sociedades gobernadas de- mayoría. pre, no sólo como una amenaza para la
mocráticamente, una no menos enorme Para seguir esta pista basta quizá con libertad, sino, más simplemente, como
reducción en la capacidad del demos para tomarse en serio, y no como una mera una negación de la democracia. Y si en
influir directamente sobre el gobierno de figura retórica, la afirmación generaliza- este plano de los derechos como limita-
la comunidad29. En un razonamiento pa- da de que hemos salido del sistema de ción necesaria del poder hace ya mucho
ralelo, podría pensarse también que el Westfalia. En los célebres tratados de que el sistema de Westfalia quedó atrás,
mero cambio de dimensiones, el paso de Münster y Osnabrück se fijaron fronte- tal vez no sea irrazonable ver en el proce-
una democracia nacional a una democra- ras territoriales, se hizo el mapa político so de construcción europea un paso más
cia europea, ha de traer consigo una re- de Europa; pero el sistema de Estados, lo en ese camino, el establecimiento de una
ducción en nuestra propia capacidad para que se entiende por sistema de Westfalia, nueva condición limitativa al poder del
determinar o condicionar el ejercicio del no es una constelación concreta de Esta- soberano, cuyo origen democrático no
poder. Una modificación en el modo de dos, que después ha cambiado mucho, basta para dotarlo de legitimidad. Con la
concebir la democracia tan profunda co- sino el modo de entender el Estado. La diferencia de que en este nuevo tramo
mo la que significó el paso de la democra- consagración de la ruptura de la unidad del camino de regreso, la limitación no
cia directa a la democracia representativa. religiosa del continente y la consiguiente opera sólo hacia dentro, en la relación
Es una vía de razonamiento posible pero atribución al Estado de la capacidad po- del poder con los individuos o, si se
que sólo cabría seguir si existieran institu- tencialmente ilimitada para ejercer su quiere, de la nación con sus miembros,
ciones europeas que fueran, o se preten- poder en relación con cualquier asunto, de la libertad colectiva con la individual,
dieran, al tiempo democráticas y no re- respecto de cualquier materia. Este en- sino también hacia fuera, en la relación
presentativas. tendimiento, que no sólo no cambió si- de los Estados entre sí. En Maastricht,
En la propia obra de Dahl hay, sin no que incluso recibió una justificación para identificar también este suceso con
embargo, otra pista que vale la pena se- ética importante con el paso del absolu- una ciudad próxima a las de Westfalia, se
guir, aunque para ello hay que comenzar tismo a la democracia, es la que llevó a habría reconstruido así en cierto sentido
por hacer explícito lo que está implícito una concepción del poder político según la unidad rota en ellas.
en su construcción. Entre los rasgos pro- la cual éste no puede ser definido en ra- Aunque este paralelismo no puede
pios de las democracias modernas, de las zón de los fines perseguidos, que poten- ser llevado muy lejos sin olvidar muchas
que denomina “poliarquías”, incluye el de cialmente son todos los imaginables, si- diferencias significativas e incurrir por
la expansión de los derechos individuales, no sólo en atención al medio específico a eso en el puro disparate, no me parece
cuya existencia es indispensable para satis- su disposición. Lo que distingue el poder que la esencia del razonamiento sea
facer los criterios que permiten calificar político de cualquier otra forma de po- cuestionable. La Unión Europea implica
de democrático a un sistema dado30. Tan- der es su instrumento, la violencia física la reconstrucción de una cierta unidad
to la inclusión como la razón que la abo- legítima, que el Estado monopoliza den- política de Europa, quizá tan tenue co-
na son sin duda inobjetables: sin derechos tro de su ámbito territorial. Lo requerido mo la que Westfalia destruyó, pero que
no cabe hablar de democracia. Pero, aun- de legitimación es por eso el monopolio en todo caso, como aquélla, hace de Eu-
que manifiestamente sin derechos no ca- de la violencia32. ropa una comunidad, no un simple sis-
be hablar de opinión pública libre y, por La legitimidad es, en primer lugar, tema de Estados soberanos. No sólo sus-
tanto, tampoco de democracia, no es esta legitimidad de origen, pero, como antes trae a la libre decisión de cada uno de
relación instrumental la única que funda- he recordado, la legitimidad del poder ellos determinadas cuestiones, sino que
menta la obligación de respetar31, ni la de los soberanos se hizo depender tam- impone límites incluso a su acción con-
relación de instrumentalidad es tan sim- bién en los años que siguen a la Paz de junta, a las que los Estados han de resol-
ple que al aceptarla quede intacto el nú- Westfalia de una condición en cierto ver “mediante la puesta en común de
sentido contradictoria con el principio sus soberanías”.
cuius regio…33 que en ella se consagró. A partir de este supuesto, es claro
29 R. Dahl, op. cit., pág. 30. que la cuestión de la legitimidad demo-
30 Ibíd., págs. 219-222. crática de la Unión Europea plantea un
31 Una fundamentación puramente instrumental 32 Vid. Max Weber, Economía y sociedad, vol. I,
problema radicalmente distinto del que
es, sin embargo, en cierto sentido, la que intenta Ha- págs. 43-44, trad. española a partir de la cuarta edi-
bermas al justificarlos como condiciones de posibili- ción alemana (Fondo de Cultura Económica, México,
suscita la pregunta acerca de la legitimi-
dad del diálogo entre iguales. Como es lógico, no cabe 1964). dad del poder de los Estados, aunque los
33 Un curioso tratamiento de este principio co-
entrar aquí en la discusión de esta construcción mo- términos sean los mismos, por la pura y
numental, con la que el autor pretende ofrecer una al- mo categoría general, en A. J. Toynbee, A study of simple razón de que la Unión Europea
ternativa a las doctrinas tradicionales, a fin de liberar History, vol. I, págs. 549-66, edición abreviada por D.
el derecho positivo de toda dependencia del derecho C. Somervell (Laurel edition, Dell Publishing House, no dispone del uso de la violencia ni en
natural o de la moral. 1965). monopolio ni en competencia con otros

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EL FUTURO POLÍTICO DE EUROPA

poderes. Ese uso sigue estando, ahora co- de los existentes y, en lo esencial, sin otra o del juego de estos espejismos como de
mo antes, en manos de los Estados. Es función que la de regular el mercado, la estrecha relación existente entre el sis-
cierto que el uso que éstos hagan o pue- sustrayendo esta regulación del campo tema económico y los restantes ámbitos
dan hacer de él está condicionado (rara- de acción del legislador democrático na- de actividad social. La regulación comu-
mente determinado) por las decisiones cional, hay que concluir que es única- nitaria del mercado condiciona la políti-
de la Unión; pero entonces de lo que se mente la adhesión a esa finalidad precisa, ca general de los Estados integrados, e
trata no es tanto de la aparición de un a esa limitación, la que determina la incluso los ha obligado a abandonar al-
poder nuevo y libre como de la creación existencia del demos europeo. Una deter- gunos de los instrumentos que tradicio-
de un límite a los poderes existentes. Esa minación por así decir funcional y por nalmente utilizaba en los más diversos
creación necesita ser justificada o, si se eso menos fuerte que la construida por sectores. Este condicionamiento, que
quiere, legitimada, pero se trata ya de la historia, pero quizá la superposición por lo demás, a juicio de algunos, no
una necesidad nueva: no de la necesidad de demoi diversos sólo sea posible si éstos produce efectos muy diferentes a los que
de legitimar democráticamente un nuevo son de distinta naturaleza, de diferente en todo caso se originan en la globaliza-
poder, sino de la de fundamentar la exis- densidad36. ción39, resulta tolerable para la democra-
tencia de unos límites a la democracia34. No es fácil, sin embargo, sustituir la cia, en el esquema que propongo, mien-
Desde este punto de vista, parece religión por el mercado como funda- tras las instituciones comunitarias se
claro que al ocuparse del problema de la mento de la unidad europea ni cabe fan- mantengan dentro de sus límites propios
insuficiencia democrática de la Unión, tasear un proceso de separación entre y resistan la tentación de transgredirlos.
incluso los autores más resueltamente política y economía que de ningún mo- Una tentación que es intrínseca a toda
“supranacionalistas” y que más se esfuer- do pueda compararse con el proceso de situación de poder, pero que también
zan por alejarse de las categorías tradi- secularización del poder típico de Occi- puede venirles del deseo de los Gobier-
cionales son víctimas de un prejuicio es- dente. Entender la Unión37 como una nos de utilizar la acción común para elu-
tatista. Plantean el problema de la legiti- estructura que limita el poder de los Es- dir el control de sus propios parlamentos
midad democrática de la Unión casi en tados en un ámbito concreto, sólo es po- y de la presión de los intereses organiza-
los mismos términos que se utilizan para sible si ese ámbito está claramente defi- dos, que cada vez más frecuentemente se
analizar la de un Estado cualquiera y pa- nido y esa definición, que hoy no existe, dirigen a Bruselas para tratar de conse-
ra resolverlo apelan a un demos europeo no es fácil de hacer y quizá imposible de guir allí lo que no han logrado de las au-
que abarca un ámbito territorial más ex- preservar. La necesidad de definir por re- toridades nacionales40.
tenso que el de los demoi nacionales, a ferencia a los objetivos las competencias Llegados a este punto, quienes me
los que se superpone, pero que aparente- de una estructura que sólo existirá real- hayan acompañado a lo largo del discur-
mente ha de tener la misma consistencia mente cuando los alcance es incuestiona-
que éstos, su misma densidad, como si la ble, pero ni esa necesidad es permanente
estructura de poder que sobre él se sus- ni puede imputarse sólo ella la potencia-
nalidad propia la realización del Derecho (en realidad
tenta fuese del mismo género que la es- lidad expansiva de las competencias de la de los Derechos), que es el criterio que, desde Kant,
tatal. En la perspectiva que propongo, el Comunidad. La tendencia expansiva, suele utilizarse para distinguir el Estado de derecho
poder requerido de legitimidad en el ca- que se ve también favorecida por los tér- del que no lo es.
La limitación de los fines de la Comunidad ope-
so de la Unión no es un poder nuevo y minos, igualmente procedentes del espe- ra, por lo demás, sobre la esencia del Derecho creado
libre, susceptible de perseguir cualquier jismo estatista, que frecuentemente se por ella, que difícilmente se podría caracterizar como
finalidad imaginable y de utilizar como utilizan para definir o caracterizar la Co- medio de relación entre diversos subsistemas, que es
instrumento la violencia física legítima, munidad38, recibe su fuerza casi inconte- una de las funciones que, para volver a Habermas,
realiza el Derecho dentro de las sociedades definidas
sino un poder que, paradójicamente, no nible; sin embargo, no tanto de la im- por el Estado.
dispone del instrumento típico de lo po- precisión de las fórmulas de los tratados 39 Desde este punto de vista, la creación de la

lítico ni puede perseguir cualquier finali- unión monetaria no implica quizá, en contra de lo
que suele decirse, ni un cambio trascendental ni una
dad, sino actuar sólo como límite de los amenaza grave para las democracias nacionales. Al fin
poderes (políticos) de los Estados. Por 36 Por ello también parece razonable diferenciar y al cabo, la capacidad de las democracias occidentales
eso no tiene sentido tampoco intentar el significado que respecto de cada uno de ellos tiene para disponer libremente de sus monedas se produjo
la comunidad comunicativa y la unidad lingüística. El sólo con la desaparición del patrón oro e incluso, más
fundamentar la cohesión del demos con latín como lengua culta pudo sustentar durante mu- recientemente, con el abandono del sistema de Bret-
la idea del “patriotismo constitucional”35 cho tiempo una unidad espiritual compatible con la ton Woods.
40 Como ejemplo puede servir una información
o mediante la adhesión de sus miembros diversidad de las culturas y las lenguas que ahora lla-
mamos nacionales. El papel de la unidad lingüística aparecida en el diario El País el mismo día (13 de no-
a unos valores específicamente europeos,
en la formación de los Estados territoriales y, por tan- viembre de 1998) en el que se pronunciaba esta con-
cuya determinación no es nada fácil. Si to, en la creación de un demos, en el surgimiento de la ferencia, acerca de un intercambio de cartas entre el
el poder que se ha de legitimar carece de democracia, parece incuestionable. Como el caso es- comisario Europeo de Empleo y Asuntos Sociales y el
fines generales y actúa sólo como límite pañol demuestra, una vez lograda, esa unidad lingüís- presidente de la CEOE, en la que aquél invitaba a éste
tica del conjunto no es incompatible con la existencia a aceptar la nueva regulación de los contratos a tiem-
de una variedad de lenguas, incluso con carácter ofi- po parcial hecha por el Gobierno de acuerdo con los
cial, en ámbitos territorialmente delimitados. sindicatos y el presidente de la Confederación Empre-
34 En el sistema categorial de Max Weber, se tra- 37 Rectius, la Comunidad. Los otros dos pilares, sarial le pedía al comisario que recordase al Gobierno
taría quizá de la legitimidad de un orden, no de la le- basados esencialmente en la cooperación, requieren español la necesidad de ser sensible a las necesidades
gitimidad de una dominación. otro tratamiento. de las empresas. La cita no tiene más justificación que
35 La célebre, y manoseada, construcción de Ha- 38 Así, por ejemplo, al definirla como “Comuni- la coincidencia temporal. Los ejemplos pueden multi-
bermas me parece sumamente útil para reducir la ten- dad de derecho”, para establecer un paralelismo entre plicarse y los grupos de interés que invocan la inter-
sión del nacionalismo herderiano y librarlo de sus esta noción y la de “Estado de derecho”. Una cosa es, vención de las autoridades europeas, o la aplauden sin
efectos nocivos. Mucho menos, y quizá nada, para sin embargo, que la Comunidad haya sido creada por reparar mucho en lo que significan de restricción del
servir de base a la construcción de un nuevo demos instrumentos jurídicos y se sirva del Derecho como poder interno del Estado y de la democracia: no son
que no esté ya previamente definido. instrumento y otra, bien distinta, que tenga como fi- sólo económicos, sino de muchos géneros distintos.

36 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90


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FRANCISCO RUBIO LLORENTE

so podrán seguramente pensar que las ción de los objetivos de la Unión menos Gobierno, designado por el respectivo
consideraciones que en él se hacen, al retórica y menos potencialmente expan- Parlamento y responsable ante él. Con
margen de su exactitud o su problemáti- siva que la actual, y reflejar en las consti- ello se lograría al menos quebrar la cone-
ca novedad41, no ofrecen fórmula alguna tuciones nacionales la existencia de las li- xión que hoy existe entre el interés orgá-
para resolver el problema que plantea la mitaciones que la integración opera en el nico de los Gobiernos en liberarse del
insuficiencia democrática del proceso de ámbito abierto al poder del Estado, a la control parlamentario y la tendencia a
integración. Sin duda tienen razón al política42. Este cambio debería ir acom- una expansión incesante de las compe-
pensar así, pero tampoco soy yo tan ilu- pañado, claro está, en los Estados y en la tencias de la Unión. n
so que en ningún momento tuviera ese Unión, de reformas institucionales, tan-
propósito. Sí me atrevo a pensar que al- to para dotar de mayor transparencia a
go pueden ayudar en la determinación los procesos de decisión como para ase-
de los objetivos a cubrir e incluso en la gurar, en lo posible, la responsabilidad
elección de los caminos para alcanzarlos. de los titulares de las instituciones euro-
La definición clara de los límites peas ante los representantes de los diver-
competenciales de la Unión y la garantía sos demoi. Ampliar seguramente los po-
eficaz de su respeto, difícilmente podrán deres del Parlamento Europeo, pero
lograrse sin establecer en el texto de los también, tanto en las constituciones co-
tratados y de las constituciones naciona- mo en los tratados, las de los parlamen-
les cambios sustanciales y una coordina- tos nacionales. Quizá no sería imposible,
ción que hasta ahora no ha existido. Re- para terminar con una propuesta arbi-
formular aquéllos para dar una defini- trista, que la representación de los Esta-
dos en los consejos de la Unión, al me-
nos en el de Asuntos Generales, se enco-
41 En la obra de Weiler queda claro de que para
mendase a un órgano distinto del
él una conditio sine qua non de una Unión “suprana-
cional” es el mantenimiento de sus competencias den-
tro de límites estrictos. Su propuesta de crear, para 42 Es sorprendente que las campañas electorales
asegurarla, un tribunal especial, con participación de y el debate político en general en nuestros Estados si-
los tribunales constitucionales o supremos de los Esta- ga produciéndose como si la política económica conti- Francisco Rubio Llorente es catedrático de Dere-
dos me parece, sin embargo, de dudosa eficacia y pro- nuara siendo aún un campo totalmente abierto a las cho Constitucional y ha sido vicepresidente del Tri-
blemática aceptación. decisiones del poder. bunal Constitucional. Autor de La forma del poder.
LAS TRADICIONES DE LA IZQUIERDA
Y SUS PROBLEMAS ACTUALES
JOAN SUBIRATS

Los componentes cionaria del XVIII son un ejemplo de ello. der las raíces de la creencia de que es posi-
tradicionales de la izquierda No es, pues, extraño que las raíces históri- ble cambiar la sociedad desde un diseño
Si quisiéramos hacer caso de Bobbio, diría- cas de los movimientos de izquierda más racional fuertemente estructurado, surgido
mos que en el binomio igualdad-desigual- importantes a lo largo de los siglos XIX y de la mente privilegiada de los que saben
dad encontramos aún el fundamento de la XX fueran fuertemente influenciadas tan- lo que conviene al pueblo. De esta mane-
división entre derecha y izquierda. Esa dis- to por los principios de la Ilustración co- ra, el culto a la razón, el culto al progreso,
tinción nos explica cosas pero nos sumerge mo por una tradicional desconfianza o re- lo justificaría todo. Así, se tiende a descon-
en nuevos interrogantes. ¿Qué quiere decir celo frente a las instituciones liberales. fiar de la libre interacción social, o de los
hoy luchar por la igualdad? Deberemos re- La constatación del peso que ha teni- mecanismos de intercambio mercantil, y
conocer que la idea de igualdad no alcanza do la tradición ilustrada en el pensamiento se apuesta por estrategias más planificadas
en la actualidad el consenso que había al- de izquierdas es lo que nos permite enten- y dirigistas de organización social. Desde
canzado hace apenas unos años. El con-
cepto contemporáneo de igualdad se fun-
damenta en la creencia de que las perso-
nas, como seres humanos, con indepen-
dencia de su mérito, de su esfuerzo o de
las condiciones naturales, tienen derecho a
una satisfacción igual de sus necesidades
esenciales. Eso no quiere decir eliminar las
diferencias, ni tampoco que se deba consi-
derar que la idea de igualdad es de por sí
“natural”.
En la historia de la humanidad más
bien ha predominado la concepción de
que la gente ocupa el lugar que tiene asig-
nado en un orden o en una jerarquía que
se conciben como naturales. La moderni-
dad incorporó, en un binomio complica-
do (libertad-igualdad), la posibilidad de
romper estos designios y trabajar por la
igualdad desde la capacidad individual,
desde la libertad. Libertad quería decir la
posibilidad que se abría a cada individuo
de trabajar a fin de reducir las desigualda-
des, para salir del rígido esquema de es-
tructuración estamental característico de
la premodernidad. La izquierda fue sur-
giendo precisamente claramente vinculada
a los movimientos antiabsolutistas y libe-
rales, en los que fue desarrollando una
cierta reacción ante un nuevo estado de
cosas en el que si bien se proclamaban de-
rechos y libertades, su realización práctica
era mucho más dudosa. Los diggers y leve-
llers de la revolución inglesa del XVII o los
“iguales” de Babeuf en la Francia revolu-

38 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90


n
el mencionado recelo ante la denominada raciones de los derechos y libertades de un de este siglo. Esta especie de despotismo
democracia formal surge un notable equí- conjunto de derechos sociales y económi- ilustrado implícito, esta tendencia a con-
voco sobre los sacrificios de libertad que cos que llenasen de contenido una libertad fundir sociedad e individuos que la com-
conviene aceptar o tolerar a fin de conse- y una igualdad formalmente proclamadas ponen con movimientos sociales (o parti-
guir alcanzar la “verdadera” democracia. pero realmente vulneradas. Pero lo cierto dos), o esta tendencia a vincular el proceso
Los movimientos de izquierda lucharon es que a lo largo de decenios, con los ma- de transformación social a aquello que se
por la democratización del Estado liberal. tices que sean necesarios hacer en una ex- pueda hacer desde el poder, son algunos
Lucharon por la extensión del sufragio. plicación como ésta forzosamente simpli- de los elementos que atraviesan el conti-
Lucharon por el aumento y la profundiza- ficadora, la izquierda fue manteniendo nuum de la izquierda organizada europea
ción de los derechos civiles. Y presionaron fuertes equívocos sobre su grado real de hasta finales de los ochenta.
con éxito por la incorporación a las decla- adhesión estratégica a los principios libe- La caída del muro en 1989 es sólo el
ral-democráticos. episodio final del derrumbe de la concep-
A partir de consideraciones como las ción más extrema y antiliberal de la tradi-
realizadas será quizá más comprensible el ción que describimos. Pero también ha
tipo predominante de organización políti- entrado en crisis la visión más incardinada
ca que ha caracterizado a la parte más sig- en los principios demoliberales, y que en
nificativa de la izquierda en estos últimos buena parte ha liderado el consenso so-
cien años. El partido se convertía en la en- cialdemócrata (y democristiano) que ha
carnación de la racionalidad absoluta des- construido las estructuras de bienestar en
de la que todo podía justificarse. El parti- la Europa de la posguerra. La construc-
do era el intelectual orgánico colectivo ción y desarrollo del Estado de bienestar
que sabía qué convenía hacer y cuándo y ha tenido ventajas evidentes: cohesión so-
cómo convenía hacerlo. El partido era cial, reducción de las desigualdades, mejo-
quien tenía la misión de “convencer” a la ra general de la calidad de vida… Proba-
sociedad de lo que le convenía. Fuera a blemente hemos de atribuir a la izquierda
través del proselitismo y de la persuasión, en su conjunto buena parte del protago-
fuera a través de la educación forzosa, si nismo en la conquista de un welfare, que
así se consideraba necesario. El camino era puede ser considerado, junto con la con-
la conquista del poder para desde “arriba” solidación de las libertades fundamentales,
conseguir transformar la sociedad. Las ins- la característica más significativa del avan-
tituciones democráticas y la participación ce de la civilización en Occidente. Pero el
electoral eran sólo una de las alternativas welfare ha generado asimismo algunas
de acceso al poder pero no agotaban las consecuencias no tan positivas; o si más
posibilidades tácticas del movimiento. no, no previstas, y que podemos atribuir
Ilustración, jacobinismo, blanquismo, he- tanto a los grandes cambios de todo tipo
gelianismo son componentes diferentes de este final de siglo como a ciertas con-
que van conformando el combinado ideo- cepciones de la izquierda tradicional sobre
lógico que nutre a la izquierda más poten- las relaciones Estado-sociedad. Esta visión
te de primeros de siglo. La revolución ru- de que la responsabilidad de todo lo que
sa, las dos grandes guerras, cambiaron pasa es de los poderes públicos o debería
muchas cosas en la configuración ideoló- serlo ha provocado al mismo tiempo tanto
gica de las izquierdas europeas pero, aun a un grado de intervencionismo probable-
riesgo de simplificar, diríamos que en el mente injustificable en ciertos casos como
grueso del movimiento socialista y comu- una tendencia peligrosa al desarme civil, o
nista se mantuvieron ciertos patrones por decirlo de otra manera, una creciente
mentales comunes a lo largo de gran parte desrresponsabilización social. Si “ellos”

Nº 90 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


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39
LAS TRADICIONES DE LA IZQUIERDA Y SUS PROBLEMAS ACTUALES

son los que saben lo que nos conviene, años han tendido a identificar a la izquier- de siglo se caracterizan por la gran trans-
que lo hagan. No hemos de esperar enten- da con la defensa del intervencionismo formación productiva en un marco en el
der lo que sucede “allá dentro”; “nosotros” creciente de los poderes públicos y de su que las grandes plantas industriales desa-
simplemente pedimos y se nos da. De esta capacidad de gasto; y, por tanto, la han parecen en medio de fenómenos de out-
forma, la política se ha ido aislando de la identificado también con una cierta des- sourcing (deslocalización y diversificación
sociedad. Se ha profesionalizado y tecnifi- confianza en relación a la iniciativa indivi- territorial de partes del proceso producti-
cado; se ha ido haciendo extraña, y como dual y colectiva. Sobre todo cuando esta vo). Se puede ganar dinero sin necesidad
corolario se ha ido “librando” de los ciu- iniciativa no estaba estrechamente ligada o de concentrar trabajadores. La aplicación
dadanos. La potencia de los medios de co- subordinada a la intervención pública, la de nuevas tecnologías permite incluso sal-
municación ha acabado por llevar esta for- única que asegura la defensa de unos su- tarse etapas enteras de un hipotético pro-
ma de hacer política, cada vez más próxi- puestos intereses generales que eran inter- ceso de desarrollo consideradas como ine-
ma a un ritual representativo y una ficción pretados y protagonizados por el partido o vitables hace tan sólo unos años. Puede
ideológica, hacia algo de lo que depende- los partidos correspondientes. llegar a pasar, o ya está pasando, que en
mos pero que no comprendemos ni con- Los cambios tecnológicos y la mun- países en los que el desarrollo económico
trolamos: un espectáculo más. dialización económica, con lo que signifi- y productivo “salte” la etapa taylorista-for-
Por otro lado, la izquierda tradicional can de superación de fronteras y de límites dista, el hasta ahora considerado natural
no se ha sentido nunca cómoda en la pro- institucionales y con lo que suponen de surgimiento de la izquierda, ligado a esta
blemática nación-estado-internacionalis- reforzamiento de las capacidades indivi- particular fase de evolución del sistema
mo. El modelo liberal, que sirvió primero duales y colectivas fuera del marco de las productivo, no tenga porqué darse. En es-
de elemento unificador contra el absolu- instituciones tradicionales, juntamente ta línea, pierde asimismo valor el territorio
tismo y que después sirvió de marco de re- con la obsolescencia del modelo de plani- y su característica vinculación al poder; se
fugio para el desarrollo del movimiento ficación central, han comportado un fuer- puede producir en alta mar, en aguas in-
popular, incorporaba un modelo de na- te impacto en las convicciones más tradi- ternacionales, o si hablamos de control del
ción jacobino entendido como el único cionales de la izquierda. La izquierda se ha Estado en un territorio, la difusión de los
modelo capaz de asegurar un mercado y ido identificando con el “problema social” instrumentos de comunicación informáti-
un Estado unificados ante la fragmenta- generado por la revolución industrial y la ca permiten superar fácilmente las cons-
ción clerical y ruralista del Antiguo Régi- economía de mercado. Los trabajadores tricciones normativas de un país determi-
men. La izquierda llega, pues, a posiciones eran los portadores de una modernidad nado: ejemplo, el libro del médico de
centralistas, tanto desde la perspectiva de superior, que sería capaz de gestionar tan- Mitterrand, que vio prohibida su difusión
alternativa liberal como desde la posición to un nuevo desarrollo de las fuerzas pro- por el juez y al día siguiente se podía leer
racionalista e ilustrada antes mencionada. ductivas, como un nuevo gran desarrollo tranquilamente en una web cualquiera de
El problema es que este Estado es rápida- humano y social, mientras que sindicatos la red, o la reciente difusión vía Internet
mente hegemonizado por las fuerzas con- y partidos se constituían en los delegados de las encuestas electorales en Francia en
servadoras; y la izquierda ha de refugiarse sociales de estos trabajadores de fábrica. un periodo en el que la ley prohíbe su di-
en el internacionalismo (que acaba de- En esta nueva modernidad se aboliría la fusión por cualquier medio. Y pierde sen-
mostrando sus debilidades en la votación división capitalista del trabajo tanto en sus tido, sobre todo, la vieja lógica representa-
de los créditos de guerra en los inicios de aspectos sociales (propiedad privada, mer- tiva en la que decisiones y territorio pare-
siglo) o en una alternativa centralista rege- cado, explotación) como en sus aspectos cían indisolublemente unidos. Así, desde
neracionista. La construcción del Estado productivos, gestionando las fuerzas pro- un punto de vista más estrictamente polí-
de bienestar ha apuntalado las ideas del ductivas colectivizadas mediante un plan tico, se plantean problemas de gobernabi-
centralismo de izquierdas al conectar las explícito y formalizado. Es cierto que esta lidad y de atribución de responsabilidades.
viejas tradiciones reformadoras de tipo je- concepción maximalista de buena parte de Crecen los espacios de autonomía de
rárquico con la voluntad homogéneamen- la izquierda a lo largo de muchos decenios los colectivos y de los individuos. Las de-
te igualadora de las políticas sociales; de ha ido dejando ver sus debilidades y sus cisiones se diversifican y se cruzan, cre-
hecho hay quien considera que si bien las fracasos en los últimos tiempos; y que se ciendo la complejidad y la divergencia.
políticas de bienestar impulsadas después ha ido constatando que sin mercado y Para “dirigir” el conjunto resultante, los
de la segunda gran guerra resultaban cohe- propiedad privada resulta difícil funcio- mecanismos tradicionales de “decisión-
rentes con las necesidades objetivas de nar; y que la planificación centralizada no mando-control” resultan del todo insufi-
contar con un Estado homogéneo y con es superior a la economía de mercado ni cientes. Decía hace poco el catedrático de
una capacidad mínima de compra, hoy, desde el punto de vista económico ni tan Derecho Constitucional que fue reciente-
desde posiciones económicamente influ- sólo desde el punto de vista ético-político. mente primer ministro en Italia, Giuliano
yentes y dominantes, se podría perfecta- A estos factores, que ponen en crisis las Amato, que un Gobierno, por muy efi-
mente prescindir de estas políticas al dis- concepciones centrales de la izquierda y el cientemente que hiciera funcionar su apa-
poner ya de un mercado global y homogé- protagonismo histórico de la clase obrera rato de gobierno, llegaría como máximo a
neamente accesible. en su proceso de liberación, ya que las “gobernar” un 20% de los asuntos del país
contradicciones se multiplican como se (puedes aspirar a dirigir más o menos efec-
Problemas de adecuación multiplican los agentes de transformación tivamente a 30.000 trabajadores encerrán-
Este conjunto de concepciones que de for- posibles, deberemos añadir los fuertes im- dolos en una fábrica; pero distribuidos de
ma harto simplificada hemos aquí resumi- pactos de los últimos y trascendentales forma difusa, el sistema de gobierno ha de
do han ido conformando el pensamiento cambios que hacen pensar en el final de cambiar muy notablemente). Las interde-
de izquierdas a lo largo de muchos dece- un ciclo, el final del ciclo socialdemócrata. pendencias aumentan y cada vez más se
nios. Y sobre todo en los últimos cuarenta Las sociedades avanzadas de este final necesita más autogobierno, una mayor

40 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90


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JOAN SUBIRATS

asunción compartida de responsabilida- ticas son cada día más difíciles de defender buen sistema educativo para todos, consi-
des, para evitar que la fragmentación re- en un entorno de economía global y muy guen al mismo tiempo hacer prosperar la
sulte excesiva. competitiva. Desde la izquierda, en cam- igualdad e impulsar el crecimiento econó-
Podríamos decir, por tanto, que las va- bio, la respuesta debería ser la contraria. mico, sobre todo en momentos en que los
riables más significativas que fueron cons- La distancia social se ha reducido y, por cambios tecnológicos y la competición in-
tituyendo año tras año los estilos de hacer otro lado, no es posible establecer un tra- crementan la distancia entre los trabajado-
política de las izquierdas han ido cam- de-off negativo entre protección social y res más bien preparados y los que poseen
biando. Y, sobre todo, en los últimos años crecimiento económico. unas habilidades obsoletas o muy poco
lo han hecho de forma tan significativa, La realidad nos dice que las políticas adecuadas. Ciertamente, los profundos
cuantitativamente como cualitativamente, aplicadas en cada país explican muchas cambios que se han producido en las for-
que obligan a replantearse fuertemente las cosas. Así, en Estados Unidos o en el Rei- mas productivas, los cambios en la locali-
señas de identidad de eso que denomina- no Unido las desigualdades han aumenta- zación industrial, la obsolescencia de cier-
mos izquierda y que como concepto aún do; y eso parece coherente con estrategias tos procesos y productos, han hecho cre-
pervive en la batalla política diaria. tendentes a frenar el intervencionismo es- cer el número de “perdedores” o de
tatal. Pero la cosa no acaba de cuadrar en “damnificados” en los países más desarro-
Recomposición de las izquierdas Japón, un país con relativamente escasas llados. La tensión social aumentará, y cada
a) El debate sobre la igualdad desigualdades sociales, a pesar de tener vez será más urgente encontrar mecanis-
El mensaje de Bobbio con el que abríamos porcentajes de gasto público similares a los mos que consigan distribuir de manera
estas reflexiones continúa siendo válido. de Estados Unidos o claramente más bajos más amplia los beneficios de una mejor
Pero la lucha por la igualdad ha de cam- que los del Reino Unido. En este caso pa- eficiencia económica.
biar hoy como ha ido cambiando a lo lar- rece que la explicación la tendríamos en Si a este panorama que acabamos de
go de los años. En los siglos XVII y XVIII las estructuras sociales y familiares de ese describir añadimos la situación de los paí-
la “izquierda” de entonces luchaba por país, y en su capacidad de protección in- ses menos desarrollados, con sus especiales
conseguir la igualdad ante la ley. A media- dependiente de los fondos públicos, más condiciones de dependencia, entendere-
dos del XIX y hasta inicios del XX, exigía que en el análisis de las políticas aplicadas mos por qué se habla de que se está ges-
participar como iguales en la formación desde el Gobierno. Por otra parte, cada so- tando una auténtica “bomba social”, que
de la voluntad estatal. A lo largo de este si- ciedad ha ido consolidando una manera cuestiona permanentemente la viabilidad
glo se ha mantenido la idea de que no particular de entender las creencias, los del modelo de crecimiento económico
existía libertad real sin unos mínimos vita- ideales, las normas o las tradiciones de su que es hoy predominante. Por una parte
les garantizados. vida política. Desde este punto de vista, es se constata una tendencia a la baja estruc-
Así, en los últimos años se han utiliza- interesante constatar cómo en países como tural de las materias primas, hasta el pun-
do tres instrumentos básicos para favore- Estados Unidos la proposición que dice to de que en los últimos informes del
cer un nuevo equilibrio social. Por una que es el Gobierno quien, sobre todo, ha Fondo Monetario Internacional se aconse-
parte, se han utilizado sistemas impositi- de pelear para reducir las desigualdades jaba “resignación” a los países productores.
vos progresivos que extraen renta de los sociales sólo recibe el apoyo de un 29% de En muchos de los países de Latinoamérica
sectores económicamente más favorecidos. la población, mientras que la misma pro- se observa la ruptura de los vínculos de la
Por otra parte, se ha construido un siste- posición en el Reino Unido o en Alema- estructura familiar, que durante muchos
ma complejo de transferencias hacia los nia obtiene el 60% o el 70% de adhesión, siglos se había conseguido mantener es-
sectores de población de rentas más bajas. llegando en Italia o Austria a un 80% tructurándose como una verdadera red de
Y, finalmente, se ha creado una red de ser- (The Economist, 5-XI-94). Aquí tampoco protección social. La polarización social
vicios públicos también de carácter pro- el binomio derecha-izquierda lo explica aumenta, a pesar de que los planes de
gresivo que amplían el bienestar de esos todo. Son más bien las tradiciones cultu- ajuste económico puedan considerarse sa-
mismos sectores de población. Este con- rales de autoorganización social, las tradi- tisfactorios en muchos países del área. To-
junto de medidas nos ha conducido a la ciones religiosas, etcétera, lo que probable- do hace pensar a muchos de los observa-
situación actual. El problema es que últi- mente influye más en el momento de va- dores del momento social en Latinoaméri-
mamente han crecido las dudas sobre si lorar positiva o negativamente el papel del ca que sin un concepto mundial de
los efectos redistributivos y equilibradores Estado. “crecimiento económico compartido” que
que se perseguían con todo ello se han Pero, al margen del debate sobre el ni- tenga como objetivo evitar el peligroso bi-
producido realmente o no. ¿Se ha reduci- vel de intervencionismo del Estado, se dis- nomio “más riqueza a cambio de más po-
do realmente la desigualdad en la distribu- cute también si desde el punto de vista de larización”, la situación desembocará, en
ción de la renta? Y, por otro lado, ¿no está favorecer la competitividad de un país relativamente poco tiempo, en tensiones
siendo un handicap para el desarrollo de conviene luchar por conseguir una mayor insostenibles.
un país el seguir o mantener estas políticas igualdad. Desde una visión estrictamente También en el ámbito mediombiental
de igualdad? En buena lógica, podríamos eficientista, puede considerarse un riesgo se plantean fuertes interrogantes sobre có-
esperar que frente a estos interrogantes las para la mejora del desarrollo el hecho de mo establecer medidas de protección que
conocidas posiciones de derecha e izquier- destinar recursos a paliar las diferencias; aseguren el desarrollo sostenible cuando
da se mantuvieran sin fisuras. Desde la de- pero cada vez hay más expertos que consi- las condiciones de desigualdad entre países
recha se objetaría que estas políticas no deran que precisamente son las diferencias son bien evidentes. Holanda o Singapur
han alcanzado los objetivos perseguidos, las que pueden poner en peligro el creci- trasladan su producción de carne de cerdo
ya que las bases de la desigualdad son más miento sostenible. Por otro lado, parece fuera de sus fronteras para evitar el fuerte
naturales que sociales. Y desde la derecha evidente que ciertas políticas, como las componente tóxico de sus residuos. La
se añadiría también que este tipo de polí- que propugnan mejorar el acceso a un igualdad de condiciones entre generacio-

Nº 90 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


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41
LAS TRADICIONES DE LA IZQUIERDA Y SUS PROBLEMAS ACTUALES

nes nos obligaría a mantener ciertas res- nuevas formas de gestión pública en mo- gros que comporta la combinación de po-
tricciones en nuestro desarrollo, pero las mentos en que los interrogantes no se re- lítica-espectáculo y de política profesiona-
futuras generaciones no están hoy presen- fieren ya al “cómo” se gestiona sino que se lizada. El espacio público se ha ido convir-
tes en los mecanismos decisionales que dirigen más arriba, a “qué” debe regularse tiendo en un espacio monopolizado por
utilizamos. ¿Podemos legítimamente obli- y financiarse desde el sector público y los políticos. Un espacio donde reinan las
gar a países en vías de desarrollo a que “quién” ha de asumir esa obligación en ca- reglas de los medios de comunicación ma-
ajusten su crecimiento a las restricciones so de que exista. sivos, que unidimensionalizan a los perso-
ecológicas cuando nuestros países no lo Desde posiciones de defensa del patri- najes, ya que la única cosa que acaba con-
han hecho en su momento? Quizá la com- monio de las políticas sociales de estos tando es la capacidad de cada quien de pe-
plejidad de la situación exige encontrar años, hemos de aceptar que ha pasado la netrar, de hacerse un sitio en la batalla
mecanismos de compensación, como los época del monopolio público en lo refe- mediática. Un espacio que ha sufrido y su-
iniciados por Noruega al “comprar” los rente a la regulación, el financiamiento y fre un condicionamiento dramático por
derechos de uso de una parte de la selva la prestación de los servicios públicos. La parte del poder económico y de esa racio-
tropical de Costa Rica para evitar su ex- defensa de la equidad en las prestaciones nalidad (económica) que se nos presenta
plotación y contribuir así a políticas de no puede implicar su simple pura y dura como omnicomprensiva. Poco a poco, la
equilibrio ecológico global. estandarización, ni que los servicios públi- política ha ido convirtiéndose en un poder
cos se consoliden como rutinarios, desper- de alguna forma autorreferencial, blinda-
b) El debate sobre la gestión sonalizados e indiferentes. La única mane- do en relación al control de los ciudada-
Encontramos, pues, nuevas y más comple- ra de evitar que los servicios públicos se nos. Como dice Flores D’Arcais, la priva-
jas exigencias de igualdad. Estos nuevos acaben convirtiendo en periféricos, enten- tización de la política (una política cada
impulsos nos llevan a considerar que la didos aquí como sinónimo de beneficen- vez más sometida al doble mercado eco-
tensión igualdad-desigualdad continuará cia pública, es asegurar su diferenciación y nómico y televisivo) es la otra cara de la
formando parte de nuestro panorama flexibilización, sea en las formas de regula- privación que ha hecho la política en rela-
ideológico y político. No obstante, no po- ción y financiamiento, sea sobre todo en ción a los ciudadanos (alejándolos del po-
demos seguir creyendo que ello ha de las formas de prestación. La descentraliza- der y de un concepto completo de ciuda-
comportar una mera continuidad en las ción de las prestaciones, la capacidad de danía). Esta privación se hace cada vez
formas de intervención de los poderes pú- compartirlas con asociaciones y entidades más de forma “voluntaria”. La manera de
blicos frente a los problemas sociales plan- privadas, de voluntariado o de base social, hacer política aleja a los ciudadanos, los
teados. Las necesidades sociales se presen- extender la participación de los usuarios- hace más pasivos; y esto, en un círculo vi-
tan hoy de manera mucho más heterodo- ciudadanos en los servicios o bien mercan- cioso, hace más “libres” a los políticos,
xa que antes. Los poderes públicos, si bien tilizar ciertas prestaciones, aun mantenién- convirtiéndolos cada día en más arrogan-
han universalizado sus prestaciones, debe- dolas bajo el control público, son diversas tes y más susceptibles de ser corrompidos.
rán ahora conseguir diferenciar y flexibili- fórmulas y posibilidades que, con la expe- La democracia aumenta su carga de fic-
zar sus modalidades si lo que quieren es rimentación que sea necesaria, deberíamos ción, de espectáculo al que se invita a los
no sólo ganar la batalla de la cantidad sino probar si es que queremos mantener el ciudadanos de tarde en tarde (elecciones)
también la batalla de la calidad de los ser- máximo consenso posible en torno de lo vía campaña publicitaria, a fin de mante-
vicios públicos. esencial, es decir, del mantenimiento del ner las apariencias.
La izquierda ha presentado siempre núcleo esencial de las políticas de igualdad Se van perdiendo, pues, los nexos ori-
como una de sus señas de identidad la de- en este fin de siglo. Y para ello conviene ginales, las conexiones entre democracia
fensa a ultranza de lo público. Como ya asimismo ir difundiendo una filosofía de representativa y representantes, sin que
hemos visto, detrás de esa bandera se pre- corresponsabilidad que margine situacio- surjan alternativas creíbles. Pero esta dis-
tendían recoger las mayores garantías posi- nes de fraude o reduzca corporativismos tancia comporta también una menor fia-
bles para las políticas y las iniciativas ten- sin sentido. Un fin de siglo que mantiene bilidad en la implementación real de las
dentes a evitar las desigualdades que el la tensión por evitar desigualdades extre- decisiones políticas de las instituciones.
mercado genera o atenuar sus efectos. En mas pero que asimismo es un fin de siglo Las desautorizaciones populares ante deci-
esa defensa no se hacían muchas distincio- que, para los que defienden la plena sin- siones tomadas sólo por “ellos” son cada
nes entre ámbitos a regular, ámbitos a fi- gularidad de todos y cada uno de los indi- vez más frecuentes. La gente tiende a des-
nanciar y ámbitos en los que la gestión te- viduos, de los ciudadanos, se nos presenta rresponsabilizarse de los asuntos públicos,
nía que recaer en manos y en empleados pletórico de fuerza. y esto crea numerosos problemas: no
públicos. Después de años de confusión, asunción de la propiedad pública como
de ofensiva neoliberal y privatizadora pero c) El debate sobre propia; ningún sentido de culpabilidad ni
también de creciente preocupación desde la democracia representativa de autocontrol ante la defraudación fiscal
sectores de izquierda por los costes de esa ¿Tiene sentido, desde posiciones de iz- o el fraude en las prestaciones sociales;
defensa numantina de lo público, hoy em- quierda, seguir manteniendo las reticen- ningún tipo de vergüenza en pedir solu-
pezamos a estar en condiciones de distin- cias tradicionales sobre las promesas in- ciones públicas ante problemas estricta-
guir entre lo principal y lo accesorio en esa cumplidas de la democracia, criticando su mente privados… ¿Cómo se puede pensar
polémica. Y lo estamos, curiosamente, visión estrictamente ritual-formalista? La en reformar el sistema de welfare vía mo-
porque la sensación de que no es posible izquierda no puede hoy expresar duda al- dificaciones o recortes técnicos sin rehacer
mantener simplemente el continuismo y guna sobre las reglas democráticas como el círculo derechos-deberes, poder-respon-
el incrementalismo en las políticas sociales los instrumentos fundamentales de auto- sabilidad, que hoy esta visión cerrada y
tradicionales ha puesto de relieve lo relati- gobierno de una comunidad. Lo que sí monopolística de la política ha ido despe-
vamente accesorio de la polémica sobre las conviene hacer es poner de relieve los peli- dazando? La izquierda ha de buscar meca-

42 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90


n
JOAN SUBIRATS

nismos para ampliar esta “democracia a chas veces desilusionada. ¿Puede la iz- blema, ya no lo tenemos” de Aznar en el
tiempo parcial”, contribuyendo a encon- quierda organizada prescindir de esta es- incidente de los inmigrantes sedados, ata-
trar espacios de participación ciudadana pecie de izquierda sumergida? Se trata, dos y repatriados ocurrido en el verano de
en las decisiones colectivas que vayan más probablemente, del sector social que más 1996).
allá de la información sobre “lo que he- decisivamente es preciso implicar en aven- La izquierda ha encontrado dificulta-
mos pensado hacer” (“lo que hemos pen- turas políticas que comporten una recupe- des de adaptación en estos nuevos escena-
sado que os conviene”) y sin confundir ración de la política, de una política “vi- rios. Su fuerza igualitarista no encuentra
tampoco participación ciudadana con me- sionaria”, ilusionadora. ¿Qué es lo que ex- fácil acomodo en sus estratos naturales, los
canismos de colaboración-consociación plica que esta gente se sienta de izquierdas trabajadores, que tienen ya algo de lo que
con los grupos de intereses. y no se sienta hoy día atraída o ilusionada precisaban y que ahora, frente a las ame-
por ninguna formación política en parti- nazas existentes, se giran hacia otros por-
d) El debate sobre la forma partido cular? Si averiguamos algo más sobre sus tadores de seguridad. La fuerza igualitaria
En relación a las estructuras organizativas, características, podríamos quizá también de la izquierda se mueve mejor en temas
la recomposición de las izquierdas deberá, avanzar en las dinámicas organizativas a como identidad, autorrealización, lucha
sin duda, comportar un replanteamiento impulsar. frente a las diferencias no estructurales. Se
de la forma partido tal como la hemos ido En los últimos estudios de la sociolo- trata de una nueva izquierda, surgida en
entendiendo. De hecho, estamos cada vez gía electoral realizados en Italia o Suiza se plena edad de oro del welfare, que florece
más en una época en la que los partidos se pone de relieve que la tradicional cone- en medio de grupos más secularizados e
difuminan. En los medios de comunica- xión trabajadores dependientes-izquierda instruidos. No es, pues, extraño que la iz-
ción de masas no aparecen “partidos”: tiene hoy día poco sentido. Si hasta hace quierda tenga hoy problemas de identi-
aparecen “dirigentes de partido” o conflic- unos años la izquierda era vista como un dad, ya que sus bases naturales se alejan de
tos congresuales de partido. Se habla de la instrumento de mejora económica, como esta tradición, buscando en la derecha or-
política sin partidos; pero no hemos en- una garantía para alcanzar unos derechos den, autoridad, intolerancia étnica, nacio-
contrado aún mecanismos alternativos pa- sociales que asegurasen mínimos vitales, nalismo simple. Mientras, la izquierda
ra mantener viva la expresión del pluralis- hoy parece que estas conexiones cambian. mantiene un discurso que podríamos ca-
mo social sin los partidos. ¿Podemos con- La mayoría de la gente ve a la izquierda racterizar como de más a la “contra”: des-
tinuar manteniendo la ficción de que a los más conectada a procesos de emancipa- confianza ante instituciones y fuerzas de
partidos sólo les interesa lo que dicen sus ción civil y cultural. Elementos como “se- orden, cosmopolitismo y defensa de los
afiliados y cargos públicos? ¿O deberíamos guridad”, “trabajo”, “ocupación”, “coste de nacionalismos minoritarios, tolerancia ét-
aceptar sin remedio que la única cosa que vida” forman parte cada vez más en el nica…, en vivencias y sensibilidades que
cuenta es lo que asegure la ampliación del imaginario colectivo de elementos conec- se definen, por tanto, más por estar plan-
impacto mediático y el hacer creer que el tados con la derecha, mientras que la iz- teadas en oposición que por estar expresa-
partido funciona sin fisuras? Si nos referi- quierda se liga más estrechamente a “liber- das en positivo.
mos a lo que caracterizaba tradicional- tad”, a “derechos civiles”, a “participa- De este conjunto de elementos pode-
mente a los partidos de izquierda, debería- ción”, a “derecho de expresión”, a “defensa mos ir configurando una concepción de
mos referirnos a un ámbito en el que se del medio ambiente”. Y sobre todo entre izquierdas que debe alejarse de los compo-
elaboran estrategias, se forman dirigentes, los más jóvenes, “izquierda” es sinónimo nentes más racional-integradores (clase-
se articula la conexión partido-sociedad. de gente que valora la comunicación per- sindicato-partido) y más racional planifi-
¿Continúa todo ello siendo verdad? La in- sonal, las diferencias de género, las activi- cadores (programa, conquista del poder,
mediatez de la acción política, la constan- dades culturales. Neomaterialismo de de- planificación jerárquica). Tiene que buscar
te retransmisión en directo del debate en- rechas y posmaterialismo de izquierdas su fuerza en la recuperación de los ideales
tre partidos y del debate en el interior de parecen iconos detectables en las percep- comunitarios (¿parecidos quizá a aquellos
los partidos no permiten mantener figura ciones hoy emergentes. La derecha parece calificados hace ya tiempo como utópi-
alguna lejanamente parecida a la democra- garantizar más seguridad; y este es un cos?). Deberá partir de la hipótesis de que
cia interna ni tan sólo al centralismo de- valor nada despreciable en esta sociedad en la sociedad existen soluciones. Deberá
mocrático. Los partidos se hablan y ha- de incertidumbres en la que nos move- evitar caer en los corporativismos que sin
blan con su militancia vía “media”. mos. Inestabilidad del mercado, difusión duda secularizan (fidelizan), pero que res-
Si combinamos lo que decíamos en de fenómenos de criminalidad, crisis de tringen capacidad de adaptación y flexibi-
relación a la democracia y lo que ahora los bloques y de las ideologías, flujos mi- lidad, encorsetando los márgenes de ma-
manifestamos sobre la forma organizativa gratorios en ascenso (con la dosis de incer- niobra. Y tendrá que lograr recuperar para
partido, deberíamos concluir que hemos tidumbre y de inseguridad que acostum- la política espacios propios, los espacios de
de buscar formas como mínimo comple- bran a comportar). Los privilegiados tradi- una ciudadanía reconstruida.
mentarias en la relación partido-sociedad. cionales tienen miedo a perder aquello Por otro lado, el conflicto parece hoy
Deberíamos, para empezar, renunciar a que siempre han tenido; y los que han lle- desplazarse hacia terrenos que eran consi-
los exclusivismos. No hay fuerza política gado hace poco a una cierta y quizá pasa- derados como prepolíticos, como el que
alguna que pueda pretender ser o expresar jera seguridad aún se muestran más intole- podríamos denominar de ámbito de la le-
al mismo tiempo a la izquierda socialde- rantes, ya que son también los más vulne- galidad, de la justicia. No es, pues, extra-
mócrata, a la izquierda comunista, a los rables. Ante este panorama, la derecha ño que cada día oigamos hablar más de
nacionalistas de izquierda y a esa cuarta siempre tiene respuestas. Respuestas quizá jueces enfrentados a políticos y grandes
izquierda inquieta, transversal, difusa y a moralmente inaceptables, por lo que su- financieros. Reivindicar que se cumpla la
veces refractaria (o incluso hostil) frente a ponen de cerrazón e intolerancia, pero res- legalidad es hoy curiosamente el arma de
las izquierdas organizadas y sin duda mu- puestas (recordemos el “teníamos un pro- los que no tienen poder frente a aquellos

Nº 90 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


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43
LAS TRADICIONES DE LA IZQUIERDA Y SUS PROBLEMAS ACTUALES

que se saben lo suficientemente poderosos (ante la fuerza globalizadora, ante la fuerza contenida de la guerra fría, ha dejado paso
como para saltarse las reglas. y la dimensión de problemas que parece a una omnipresente preocupación por las
Reconstruir o reinventar la democra- que sólo podrán ser abordados desde la formas de gestión, por las alternativas de
cia representativa quiere decir trabajar pa- globalidad) puede llegar a ser, de hecho, el acción ante problemas que cada día pare-
ra superar la distancia, las desconfianzas, gran valor de la construcción transestatal cen resistirse más a ser paliados o solventa-
los escepticismos y la “comodidad” de europea. Será en el respeto a estas diferen- dos. Pero, al mismo tiempo, ha ido desa-
“dejarles hacer”, pero con la condición cias desde donde se podrá construir, por pareciendo la “visión” de la política. Pare-
de que tanto “ellos y nosotros haremos lo mencionar temas de actualidad, con ga- cemos más preocupados por cómo abrir la
que queramos”. Construir partido de iz- rantías de factibilidad unas políticas de la lata que por discutir si es esa la lata que
quierdas quiere decir seguramente hoy Unión Europea que lleguen a ser sentidas hemos de abrir.
construir partido en las fronteras de los y entendidas como propias por las diversas La teoría política se ha caracterizado
sin partido, con los movimientos, con las “partes” de este todo. siempre por pensar en cómo la sociedad
asociaciones, con los grupos informales, Las multinacionales hace tiempo que debería ser. Precisamente porque describía
con los individuos, en una visión de orga- trabajan bajo el lema: “Pensar globalmen- a la sociedad de forma exagerada, “irreal”,
nización-red de la que tanto se habla y te, actuar localmente”. Desde nuestras di- la visión política era un componente im-
tan poco se practica. Hoy día todo el mensiones de análisis, deberíamos invertir prescindible de la acción diaria. Eso no
mundo habla de la necesidad de caminar o completar esta idea con la frase “pensar quería decir desentenderse de lo que suce-
hacia organizaciones más horizontales, localmente, actuar globalmente”, ya que día. Precisamente, su constante confronta-
que permitan más contactos saltándose de esta forma se pone de relieve la necesi- ción con la realidad, su constante acción
niveles, ya que se piensa que de esta for- dad de enraizar los discursos globalizado- política, requería perentoriamente una
ma se aminora el riesgo harto frecuente res en realidades locales o en realidades perspectiva de futuro. En estos últimos
de que donde hay poder no hay informa- más revestidas de sentido, de comunidad tiempos, la política ha ido disolviéndose.
ción y donde hay información no hay po- percibida como propia. Sólo así la viabili- La política ha ido fragmentándose. La so-
der. Pero, en política, los sistemas de or- dad de los proyectos quedará garantizada. ciedad ha ido convirtiéndose en islitas que
ganización y relación entre niveles conti- Muchas veces desde una visión de izquier- tienden a autoexplicarse. Y entonces, ante
núan siendo sumamente arcaicos. Se das se nos habla de la obsolescencia de la pérdida de sentido general, la gerencia y
envían cartas, se filtran llamadas telefóni- una excesiva atención a la realidad local o la responsabilidad gerencial aparecen casi
cas en emisoras de radio y televisión, etcé- nacional, frente a la dimensión de los pro- como las únicas perspectivas posibles. La
tera. Si no rompemos estas distancias, los blemas globales; y se hace asimismo refe- ciudadanía, el ciudadano, queda entonces
políticos continuarán pensando que con- rencia a la tradición del mensaje progresis- disuelto en sus múltiples identidades, per-
trolan y la gente continuará sintiéndose ta, vinculada a la visión racional-vertical diendo significación general. Pero cada vez
desrresponsabilizada. aquí ya comentada. Es desde arriba, dicen, más empezamos a echar en falta esta pers-
desde donde será más fácil determinar pectiva integradora en la que cada indivi-
e) La izquierda: nacionalismo problemas y proponer soluciones. Pero la duo reúna las múltiples funciones de la
e internacionalismo desventaja es la posición de jerarquía con persona contemporánea y pueda por tanto
Sin entrar a fondo en este tema, sí quisiera la que inevitablemente los sujetos de la de- ser objeto y sujeto de un nivel mayor de
introducir algunos elementos al respecto cisión contemplan esta política. En políti- responsabilización. La política volvería a
de la relación izquierda-nacionalismo-in- ca, como ya hemos dicho, la jerarquía ca- tener entonces una capacidad integrativa
ternacionalismo. Uno de los aspectos más da vez servirá de menos. Sólo desde posi- (no controladora, no jerárquica) de direc-
evidentes de la rápida evolución de los úl- ciones más simétricas entre los actores ción, de estrategia social. La política volve-
timos años, y que ya hemos comentado podremos garantizar procesos que osten- ría entonces a ser el marco de participa-
aunque fuera de pasada, es la globaliza- ten legitimidad y que se asuman responsa- ción comunitaria de los ciudadanos. Es en
ción económica, comunicativa y cultural blemente. La recuperación de la comuni- este marco en el que las izquierdas han de
que ha potenciado el gran cambio tecno- dad, la recuperación de la idea de capital reencontrar sus nuevos fundamentos. Re-
lógico. Por otra parte, la dimensión y la social o cívico, la construcción de partido- construyéndose desde la aceptación que la
complejidad de los problemas, sus interco- red, puede tener mucho más sentido y en- lucha por la igualdad, por un mundo me-
nexiones, la dificultad en aislar unos temas raizarse mejor si lo hace en una realidad jor, más justo y solidario, continúa tenien-
de otros, unos factores de otros, está com- en la que el binomio comunidad-organi- do sentido, a pesar de todas las transfor-
portando una tendencia, parece que irre- zación política se presente como vínculo maciones producidas. n
frenable, a la globalización de problemas y natural y no artificial. La solidaridad, la
de respuestas. Pero, a pesar de la simulta- dimensión transnacional, encontrarán su
neidad de procesos económicos y sociales fuerza propulsora en el enraizamiento co-
a escala mundial, y a pesar de muchos ele- munitario y ciudadano en una pluralidad
mentos que nos hablan de homogeneiza- de realidades de articulación política que
ción política y cultural en el mundo, lo tienen hoy su gran oportunidad en el es-
cierto es que aún pesan mucho las diferen- pacio europeo.
cias. En uno de los últimos filmes de Ta-
rantino se caracteriza Europa como un es- Más allá de la gestión:
pacio en el que lo que sorprende son las la política como visión
diferencias (aunque sólo sean las idiomáti- El marco de la política se ha ido estre- Joan Subirats es catedrático de Ciencia Política
en la Universidad Autónoma de Barcelona. Autor
cas y de gastronomía). Lo que podría ser chando. El gran conflicto ideológico de la de Análisis de Políticas Públicas y Eficacia de la Ad-
considerado como obsoleto o retardatario primera mitad de este siglo, o la tensión ministración.

44 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90


n
LOS LÍMITES
DE LA DEMOCRACIA CHILENA
MARCELO LASAGNA

E
n este trabajo analizaremos las carac- mensa. Desde asegurar la inscripción en
terísticas del proceso de transición a el registro electoral de millones de chile-
la democracia en Chile y su impacto nos, pasando por obtener del régimen las
sobre la capacidad de los Gobiernos pos- mínimas garantías para un plebiscito lim-
dictadura para avanzar en la democratiza- pio, acceso igualitario a la televisión, con-
ción del país. Durante la transición a la trol de los resultados con un sistema de
democracia se dan multiplicidad de even- cómputo paralelo, hasta la exigencia de
tos e iniciativas que parecen obedecer a poner fin al exilio. Todo ello en un am-
una lógica y, en los cuales, además pue- biente de cierta tensión por el miedo de
den llegar a intervenir una multiplicidad que un eventual triunfo de la oposición
de actores conocidos y no conocidos. Este desencadenara un autogolpe.
proceso, y la forma e intensidad que Consumada la derrota de Pinochet,
adopte, condicionará la política del régi- que obtuvo un 43% de los votos frente al
men emergente (Sorensen, 1993). Las 55% de la oposición (opción no), se de-
nuevas reglas del juego, fruto de los pac- sencadenó la transición, que se desarrolló
tos, imposiciones y rupturas entre los ac- dentro de los plazos y condiciones estable-
tores contendientes, serán las que mode- cidos por el régimen, aunque parcialmen-
larán el proceso político en el régimen te modificados por la oposición, y que da-
entrante. Cómo se produce o qué caracte- ría lugar a unas elecciones generales en di-
rísticas adopta este proceso fragmentado y ciembre de 1989. El no despreciable
limitado en el tiempo es lo que nos inte- porcentaje obtenido por Pinochet hizo te-
resa desvelar para el caso chileno. En éste, mer alguna reacción negativa de los mili-
claramente las condiciones de la transi- tares; sin embargo, ello no ocurrió debido
ción han limitado la capacidad de los Go- principalmente a que el sector privado y la
biernos democráticos para transformar el comunidad internacional eran fuertemen-
orden institucional heredado del régimen te reacios a un fraude electoral u otra prác-
militar. plebiscito consiguió unificar a la oposi- tica involucionista (Arriagada y Graham,
ción en torno a una táctica precisa de en- 1994). La estabilidad macroeconómica
La modalidad de transición frentamiento con el régimen que, en defi- que disfrutaba Chile estaba vinculada con
y la autonomía de los Gobiernos nitiva, llevaría a la democratización del el mantenimiento del orden constitucio-
democráticos país: la derrota política, deshechándose nal democrático; y además, la democracia
La transición a la democracia se inicia a definitivamente como alternativa viable el se había convertido en prerrequisito para
partir del triunfo de la opción no en el derrocamiento del régimen vía desobe- la incorporación plena de Chile al sistema
plebiscito de 1988 sobre la prolongación diencia civil. En 1988 se creó la concerta- financiero internacional. Asimismo, no se
del régimen de Pinochet por otros ocho ción de partidos por el no, que constituyó puede despreciar el argumento de que la
años. Cuando la opción no ganó en octu- el abanico más amplio de fuerzas políticas arraigada tradición legalista en Chile hizo
bre de 1988, y las elecciones generales opositoras hasta entonces alcanzado. La menos probable que las Fuerzas Armadas
fueron convocadas para diciembre de inevitabilidad del plebiscito forzó a las desconocieran el resultado electoral1.
1989, se inició un diálogo delicado y difi- fuerzas opositoras a alcanzar un acuerdo
cultoso, así como una serie de negociacio- para buscar la derrota del régimen en su
nes entre el Gobierno militar y las fuerzas propia legalidad (Garretón, 1990). El 1 Los militares, además de tener una fuerte lealtad
opositoras. Con la derrota de Pinochet la Partido Comunista y los grupos de iz- a Pinochet, también sentían como suya la Constitu-
oposición consiguió romper la doble legi- quierda más extremistas se autoexcluye- ción de 1980, por lo que le debían una profunda fide-
timidad legal que ostentaba éste como je- ron al rechazar la estrategia de la derrota lidad. De hecho, los militares argumentaban que el
resultado había sido una derrota de Pinochet, pero no
fe de las Fuerzas Armadas y presidente de política del régimen. La tarea que se im- del sistema político y económico que ellos habían crea-
la República. Y más importante aún, el puso por delante la concertación fue in- do (Arriagada y Graham, 1994).

Nº 90 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


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45
LOS LÍMITES DE LA DEMOCRACIA CHILENA

Como señala Garretón (1990), la de- Constitución de 19805. Los acuerdos en- queña modificación del extremadamente
rrota de Pinochet trajo consecuencias de tre la concertación, que estaba en una po- rígido procedimiento de reforma consti-
índole diversa para el régimen. En primer sición política fuerte después de la victo- tucional, aunque la presencia de los sena-
lugar, se inició un retiro gradual de las ria en 1988, con Renovación Nacional dores designados continúa actualmente
Fuerzas Armadas del poder político, es- (RN)6 llevaron a cambios significativos haciendo difícil deshacer los enclaves au-
pecialmente del Ejército, que fue la insti- en la Constitución, que serían aprobados toritarios. Desde una perspectiva político-
tución que participó más activamente en por una amplia mayoría en un nuevo ple- ideológica, otra importante modificación
las tareas gubernativas2. En segundo lu- biscito en julio de 1989. El ministro del fue la supresión del artículo 8, tras cuya
gar, el régimen saliente intensificó la con- Interior, Carlos Cáceres, condujo las ne- invocación se amparaba la proscripción
solidación de enclaves autoritarios3 con gociaciones con el representante de la de los partidos de orientación marxista.
la finalidad de constreñir la acción del Concertación, Patricio Aylwin, y los líde- Textualmente, este artículo rezaba:
futuro Gobierno democrático entre ellos; res de RN y la UDI sobre el paquete de “Todo acto de persona o grupo destinado a
promulgación de las leyes orgánicas sobre 54 cambios constitucionales. Las refor- propagar doctrinas que atenten contra la familia,
partidos políticos; control político de la mas redujeron el poder del presidente en propugnen la violencia o una concepción de la so-
ciedad, del Estado o del orden jurídico, de carácter
Administración pública; mantenimiento tres áreas. Primero, la autoridad del presi-
totalitario o fundada en la lucha de clases, es ilícito
del funcionariado de la Administración, dente para designar, promover y llamar a y contrario al ordenamiento institucional de la Re-
especialmente de los alcaldes; el Poder retiro al personal de las Fuerzas Armadas pública… Las organizaciones y los movimientos o
Judicial, el control del Consejo Nacional fue reducida. Segundo, el poder de cole- partidos políticos que en sus fines o por la activi-
de Televisión; la automatización de las gislador del presidente fue retirado. Terce- dad de sus adherentes tiendan a esos objetivos son
Fuerzas Armadas como poder de seguri- ro, el derecho constitucional del presiden- inconstitucionales”8.
dad; la política de privatizaciones de em- te de disolver la Cámara de los Diputados Como G. Arriagada y Graham
presas públicas estratégicas, etcétera. Fi- también fue excluido. En compensación, (1994) apuntan, fue en el ámbito de las
nalmente, se produjo también una cierta la oposición ganó algunas ventajas. Los relaciones cívico-militares donde la Con-
descomposición del bloque civil de apo- negociadores acordaron aumentar el nú- certación hizo más concesiones. Es decir,
yo al régimen, lo que luego se materializó mero de senadores electos de 26 a 38 en en las normas constitucionales que regu-
en la presentación de dos candidaturas orden a mitigar la presencia de los 9 sena- lan las Fuerzas Armadas. Con todo, los
presidenciales en 1989. La candidatura dores designados por la Constitución de términos de los artículos 95 y 96 fueron
derechista con más posibilidades, la enca- 19807. A pesar de ello, si se examinan los suavizados de manera que el rol del Con-
bezada por el entonces ministro de Ha- resultados de la elección de 1989 (ver ta- sejo Nacional de Seguridad se hizo más
cienda, Hernán Büchi, no logró expresar bla núm. 1), los senadores designados sir- consultor que deliberante. Se añadió otro
a aquellos sectores de la derecha que bus- vieron para garantizar una mayoría de la miembro civil al Consejo, el contralor ge-
caban distanciarse del régimen para ase- derecha en el Senado. Con el Senado en neral, de manera que, contando el presi-
gurarse un papel de derecha democrática manos de la derecha, gracias a la presencia dente, los cuatro comandantes en jefe de
en el futuro4. de los senadores designados, la legisla- las Fuerzas Armadas y de orden podían
Por el lado de la oposición también se ción, así como todos los esfuerzos del Go- ser contrapesados por cuatro civiles. Las
produjeron cambios importantes. En pri- bierno democrático para reformar la negociaciones igualmente no llegaron a
mer lugar, se impuso la necesidad de bus- Constitución, pueden quedar bloquea- alterar el alto grado de autonomía que la
car un acuerdo con los sectores aperturis- dos. Precisamente, como señala Rabkin Constitución de 1980 atribuyó a los mili-
tas del régimen para desmontar el marco (1992-1993), la institución de los sena- tares. Por el contrario, este grado de inde-
institucional ultra-presidencialista y de dores designados es una de las restriccio- pendencia se elevó. Si bien se equilibró la
democracia tutelada que consagraba la nes más importantes para conseguir la de- representación civil con la militar en el
mocracia plena en el caso chileno. El Consejo de Seguridad Nacional y se le
cambio más destacado, si cabe, fue la pe- asignaron a éste funciones más de carácter
2 Para muchos autores, aunque en el régimen consultivo, en otros campos hubo retro-
militar participaron activamente miembros de las cesos. Los comandantes en jefe de las
Fuerzas Armadas, esto no puede llevarnos a pensar Fuerzas Armadas y de Carabineros pudie-
que en el caso chileno se trataba de un Gobierno de 5 Sobre el concepto de democracia tutelada apli-
las instituciones armadas. En Chile estamos más bien cado al caso chileno, véase a R. Rabkin (1992-1993).
ron permanecer en sus cargos durante
ante el caso de un Gobierno personalista apoyado por 6 Renovación Nacional (RN) es el principal par- ocho años más, sin posibilidad de ser re-
las Fuerzas Armadas. Éstas no asumieron como un tido de la derecha y el que encarna más vivamente los movidos. Además de designar cuatro se-
compromiso corporativo la actividad gubernamental, valores de la derecha tradicional chilena. Si bien estu- nadores institucionales y cuatro de los
sino que quienes se dedicaron a ella lo hicieron a títu- vieron al lado del régimen militar, su compromiso fue
lo personal y por deseo expreso de Pinochet. menor que el del otros partidos de la derecha, la ocho miembros del Consejo Nacional de
3 El concepto enclaves autoritarios como uno Unión Demócrata Independiente (UDI), cuyos diri- Seguridad, los militares también pueden
de los elementos explicativos de la transición chilena gentes se convirtieron en los ideólogos del proyecto nombrar a dos de los siete miembros del
fue introducido a ese análisis por Manuel Antonio político y económico del régimen. Uno de sus diri-
Garretón. gentes, Jaime Guzmán, fue el principal mentor de la Tribunal Constitucional. En la versión de
4 La victoria de la oposición en 1988 desencade- Constitución de 1980. 1980 los civiles conservaban el control
nó una intensa discusión entre las distintas fuerzas de 7 La forma de elección de los senadores designa-
sobre el nombramiento de los oficiales y
la coalición de apoyo al régimen militar. Renovación dos, que ejercen por un periodo de ocho años, es co-
Nacional (RN), el sector más aperturista y dialogante, mo sigue: el presidente de la República tiene derecho
sobre el presupuesto de defensa. Sin em-
quiso procurar un candidato que no representara tan a elegir a un ex rector de universidad y a un ex minis- bargo, en sus días finales, el Gobierno mi-
claramente los intereses del régimen saliente. Sin em- tro; la Corte Suprema elige tres senadores de entre los
bargo, la Unión Demócrata Independiente (UDI), el ex jueces de la misma corte y contralores generales de
partido más comprometido con el Gobierno militar, la República; los militares eligen cuatro senadores de
junto con sectores militares buscaron un candidato entre ex comandantes en jefe de cada una de las ra- 8 Constitución de la República de Chile, art. 8,
que representara vivamente el significado del régimen. mas: Ejército, Armada, Fuerza Aérea y Carabineros. pág. 9.

46 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90


n
MARCELO LASAGNA

litar dictó una ley orgánica que regulaba TABLA NÚMERO 1 plebiscito de reforma constitucional de
no sólo el nombramiento y jubilaciones Resultados elecciones presidenciales, 1989 julio de 1989. La alta legitimidad demo-
de este colectivo, sino también muchas crática conseguida por el nuevo Gobierno
otras materias entre las cuales estaba el Candidato y partido Porcentaje de votos ayudó a generar un clima favorable de en-
presupuesto de defensa. Estas reformas, Oposición tendimiento. La transición fue conducida
Patricio Aylwin
que tendieron hacia la mayor autonomía (Concertación) 55,18 a través de una serie de negociaciones y
del poder militar, fueron motivadas por el Derecha
pactos sucesivos –aunque limitados– den-
temor de Pinochet de ser objeto de algu- Hernán Büchi tro de la institucionalidad heredada. Cabe
na clase de “revancha” de los civiles; de (Democracia y Progreso) 29,39 destacar algunos elementos importantes de
ahí que buscara una forma de protección Francisco J. Errázuriz esta transición, por ejemplo, el hecho de
para los militares, tanto como institución (Unión de Centro-Centro) 15,43 que los militares chilenos, a diferencia
Fuente: Diario ‘El Mercurio’.
como individuos. de lo ocurrido en otros países latinoameri-
El segundo nivel de acuerdo que se canos, dejaron el poder con una economía
hacía necesario fue asegurar entre las fuer- TABLA NÚMERO 2 en buen funcionamiento. Esto les dio cier-
zas de oposición un Gobierno democráti- Resultados elecciones parlamentarias, ta fortaleza en el momento de negociar.
co mayoritario que completara la transi- 1989 (escaños) Los militares continuaron teniendo un
ción y empezara la consolidación. Ello Partido C. fuerte apoyo de los partidos de la derecha
y coalición Senado Diputados
implicó transformar la coalición ganadora y de los empresarios; sobre todo, lo más
Concertación de Partidos
del plebiscito de 1988 en una coalición por la Democracia 22 72 evidente es el apoyo que estos sectores
de Gobierno con candidato único, pro- manifiestan hacia la institucionalidad po-
Partido Demócrata
grama consensual y pacto electoral parla- Cristiano (PDC) 13 38 lítica y económica establecida por el régi-
mentario. Este último extremo fue forza- men militar. En general, a pesar de que
Partido Socialista
do por el sistema electoral de tipo mayo- (PS Almeyda) 1 6 los partidos miembros de la Concertación
ritario binominal impuesto por el provenían de tradiciones ideológicas di-
Partido Por la Democracia
Gobierno militar9. Este sistema electoral (PPD) 4 17 versas, y en algunos casos habían sido
poco se aviene, en primer lugar, con la parte de viejas pugnas de poder, el com-
Izquierda Cristiana (IC) 0 2
tradición multipartidista chilena y, en se- portamiento en este proceso fue bastante
gundo lugar, genera una fuerte distorsión Partido Radical (PR) 2 5 consensuado.
entre las preferencias de los votantes y los Partido Radical Socialista El primer nivel del entendimiento se
Democrático (PRSD) 1 0
escaños. Empero hasta ahora este sistema reflejó en las negociaciones para reformar
se ha mostrado eficaz en una consecuen- Partido Social Demócrata la Constitución. Aunque la transición no
(PSD) 1 1
cia no prevista ni deseada por Pinochet: el se apartó en forma radical del camino tra-
fuerte estímulo a la cooperación entre los Partido Alianza de Centro zado por los militares, esas reformas con-
(PAC) 0 1
partidos democráticos. El sistema sumió a formaron una suerte de transacción que
los partidos en tensas negociaciones para Partido Humanista dio lugar a una transición competitiva pe-
(PH) 0 1
formalizar el pacto electoral, con la difi- ro pactada. Además de las citadas refor-
cultad que después de 17 años de autori- Independientes 0 1 mas constitucionales, hubo otros ámbitos
tarismo ninguno sabía realmente qué pe- Democracia y Progreso 16 48 de negociación. Como señalan Arriagada
so electoral tenía. El efecto demostración Renovación Nacional y Graham (1994; 243), los acuerdos se
del caso coreano contribuyó a persuadir a (RN) 6 29 desarrollaron en cuatro áreas fundamen-
la oposición para no enfrentarse dividida Unión Demócrata tales: modelo económico, sistema políti-
al régimen. Independiente (UDI) 2 11 co, relaciones cívico-militares y relaciones
Independientes 8 8 Estado-sociedad. La tarea prioritaria de la
En las elecciones de 1989 el candida- Fuente: Elaboración propia a partir de información electoral del Diario ‘El Mercurio’. transición fue construir un consenso so-
to de la Concertación de Partidos por la bre estas cuatro áreas directamente vincu-
Democracia, Patricio Aylwin, fue elegido Con el triunfo electoral de las fuerzas ladas con los enclaves autoritarios (Garre-
presidente de la República con un 55,2% opositoras la transición democrática no tón, 1990).
de los votos (ver tabla núm. 1), y las fuer- llegaba a su punto final: estaba incomple- Los enclaves institucionales que here-
zas opositoras al régimen militar en su ta. Una de las principales tareas que de- dó el primer Gobierno democrático se re-
conjunto alcanzaron el 60% de la Cámara bió, por tanto, asumir el primer Gobier- fieren, en primer lugar, al procedimiento
de los Diputados (ver tabla núm. 2). En no y Parlamento democrático fue con- de reforma de la Constitución. Para el
el Senado la mayoría conseguida en las cluirla. La realización de esta meta, sin nuevo Gobierno se hizo imposible intro-
urnas fue alterada por la existencia de 9 embargo, no podía conseguirse a través de ducir reformas en áreas tan sensibles co-
senadores designados por Pinochet. la acción unilateral del nuevo Gobierno mo las Fuerzas Armadas, el Consejo de
democrático, ya que la mayoría consegui- Seguridad Nacional y el mecanismo de
da no fue suficiente para realizar cambios reforma de la Constitución. En segundo
9 Sobre el peculiar sistema electoral chileno y su en ciertas leyes de rango constitucional, lugar, el sistema electoral, diseñado para
incidencia sobre las estrategias de los partidos, véase el para cuya reforma el quórum requerido es permitir una sobrerrepresentación en el
excelente trabajo de Rabkin (1996). Esta autora plan- muy elevado. Esta circunstancia llevó a la Parlamento de la derecha en relación a sus
tea la interesante tesis que el sistema binominal ha necesidad de buscar acuerdos con la dere- votos. En tercer lugar, la autonomía de
contribuido a incentivar la competición política cen-
trípeta en Chile, lo que a su vez ha ayudado a la esta- cha moderada, con la cual ya se habían los militares respecto al poder civil. La
bilidad democrática. conseguido importantes acuerdos en el institucionalidad de Pinochet asignó a las

Nº 90 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


n
47
LOS LÍMITES DE LA DEMOCRACIA CHILENA

Fuerzas Armadas atribuciones desmedi- Este, junto con la experiencia del exilio, ción, desde mediados de los ochenta has-
das. En cuarto lugar, la Corte Suprema, a desdemonizó en la izquierda a la econo- ta finales de esa década, tuvo un proyecto
la que la institucionalidad heredada le mía de mercado. En el ámbito de toda la de modificación de la ortodoxia neoclási-
asigna capacidad para hacer nombramien- oposición se admitía que la economía du- ca que puso el acento en la introducción
tos en el Tribunal Constitucional, en el rante los últimos años del régimen de Pi- de una política industrial que llevara ma-
Consejo de Seguridad Nacional y en el nochet, a pesar de las críticas hacia los as- yor valor agregado, mejores remuneracio-
Senado. El problema estriba en que Pino- pectos negativos del modelo neoliberal, nes y elevara el nivel de calificación de la
chet, antes de dejar el Gobierno, nombró había funcionado relativamente bien. Fi- mano de obra y que impulsara la innova-
a 9 de los 17 miembros de esa Corte en nalmente, en la izquierda socialista chile- ción tecnológica11. Ese programa no pre-
un procedimiento más que dudoso na se aceptó la idea de que el crecimiento tendía partir de cero, sino profundizar la
(Arriagada y Graham, 1994). El sistema económico y el mantenimiento del equili- estrategia de liberalización basada en la
presidencial heredado por el Gobierno de brio macroeconómico constituyen una exportación de bienes de escaso valor
la Concertación estaba desmantelado. Los precondición para mejorar los niveles de agregado, por lo que el cambio no hubie-
poderes generalmente atribuidos al presi- vida de los sectores más desfavorecidos de ra sido radical. Quizá un tema más con-
dente quedaron confiscados por las insti- la población. flictivo hubiera sido la sujeción de la es-
tuciones arriba señaladas. La existencia de En tercer lugar, una vez aceptada la tabilidad macroeconómica a la ejecución
estos enclaves autoritarios exigió que la economía de mercado en el programa de de políticas sociales muy costosas. Aun-
transición se hiciera de una manera con- Gobierno, la Concertación siempre tuvo que no podemos decir que la Concerta-
sensuada. Quizá el proceso de negocia- el temor de que los sectores empresariales ción haya seguido sin ajustes sociales la
ción en sí mismo ha jugado un rol impor- no confiaran en que mantendría los linea- política económica de Pinochet, la no
tante en el mantenimiento de la confian- mientos básicos de la política económica aplicación de este modelo fue producto
za de los militares y la derecha en el del régimen saliente. Sin embargo, había de la incapacidad de la oposición al régi-
sistema. Con todo, si en el futuro se quie- razones para que los empresarios confia- men militar, de derrotarlo en el momen-
re profundizar el sistema democrático es- ran en Aylwin. Primero, la Concertación to de la crisis económica de comienzos de
tos enclaves tendrán que desaparecer. tenía un equipo económico altamente ca- los ochenta. Esa incapacidad para cam-
Un tema importante de la transición lificado. Fernando H. Cardoso, actual biar los términos de la transición estipu-
fue el mantenimiento del modelo econó- presidente de Brasil y un analista político lada en la Constitución de 1980 llevó a
mico. Tanto el Gobierno de Pinochet co- y social de primer nivel, tuvo la ocurren- que la Concertación tuviera que aceptar
mo el sector empresarial mayoritariamen- cia de bautizar al equipo económico del con cierto conformismo, debido a las
te estaban profundamente comprometi- Gobierno como los Cieplan monks, en condiciones y exigencias del proceso
dos con la continuidad de ese modelo. contraposición a los Chicago boys de Pino- transicional, la continuidad de la política
¿Por qué el Gobierno de Aylwin mantuvo chet10. Segundo, había una casi total con- económica del régimen militar12.
en líneas generales la política económica gruencia de opinión en la Concertación Como se ve, por tanto, el modelo
de Pinochet? En primer lugar, durante el acerca de la necesidad de mantener una económico del Gobierno militar se man-
régimen militar la oposición tenía un economía eficientemente administrada. tuvo –con algunos ajustes– a pesar de los
equipo de economistas formados en uni- Tercero, no es menos cierto que la presen- cambios en la estructura del régimen polí-
versidades extranjeras, algunos de ellos en cia de los militares en el sistema posauto- tico. Ello se debió a que la coalición em-
Chicago, que se encargaron de evaluar ritario dio garantías a los empresarios de presarial que propugnaba ese modelo sa-
críticamente la política económica del cierto control sobre las decisiones políti- lió fortalecida en el proceso de transición
Gobierno y de preparar el programa eco- cas del Gobierno. a la democracia. El Gobierno democráti-
nómico del futuro Gobierno democráti- La pregunta que flota en el aire es si co tuvo que contar con ella por la inviabi-
co. Esos economistas, principalmente so- la Concertación tenía un modelo econó- lidad de llevar a cabo la transición en un
cialistas y demócrata-cristianos, que mico alternativo que fuese diferente del clima de inestabilidad política y económi-
trabajaban en diferentes think tank vincu- legado de Pinochet. La Concertación no ca (Loveman, 1991). Y, como argumenta
lados a la oposición, constituyeron un tuvo un modelo radicalmente alternativo. Silva (1996), el problema de la Concerta-
grupo muy cohesionado y tecnocrático. Patricio Silva (1991) explica que el equi- ción fue cómo mantener la confianza del
Ese trabajo conjunto fue muy provechoso po económico de la Concertación, y pos- inversor y evitar unas relaciones antagóni-
por dos razones. Primero, morigeró los teriormente del Gobierno de Aylwin, cas con los empresarios.
temores históricos y prejuicios existentes provenía fundamentalmente de tecnócra- En el nuevo ordenamiento institucio-
entre los dos sectores. Segundo, la exis- tas formados en Estados Unidos que no nal democrático, las Fuerzas Armadas pa-
tencia de equipos técnicos multipartidis- tenían una visión demasiado diferente de saron a ocupar su lugar tradicional. Sin
tas facilitó la formulación de un progra- la economía; incluso entre círculos de embargo, hay que hacer algunos impor-
ma coherente para las elecciones. En se- izquierda, se pudo observar una creciente tantes matices a esta afirmación. La acep-
gundo lugar, entre los economistas aceptación de algunos postulados defen-
socialistas hubo un cambio radical en el didos por los Chicago boys bajo el Go-
pensamiento económico (P. Silva, 1991). bierno militar. Con todo, la Concerta- 11 Véase programa de la Concertación y, sobre
La experiencia del fracaso del programa todo, de su predecesora, la Alianza Democrática
económico de la Unidad Popular contri- (AD).
10 Cieplan es un centro de investigaciones eco- 12 En torno a la idea de si había un modelo eco-
buyó a que los economistas y políticos so-
cialistas se abstuvieran de recomendar la nómicas donde trabajaron la gran mayoría de los nómico alternativo y las razones de su no aplicación,
miembros del equipo económico del Gobierno de soy deudor de los comentarios siempre muy pertinen-
aplicación de un enfoque similar. El fra- Aylwin. Patricio Silva (1991) cita la autoría de esta tes del profesor Eduardo Silva, de la Universidad de
caso de las economías de los países del frase en su artículo. Misuri.

48 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90


n
MARCELO LASAGNA

tación por parte de la Concertación de la Aparte de las tensiones generadas por que no aceptaron el proceso consensual y
legitimidad de la Constitución de 1980 las investigaciones sobre la situación de gradual por el cual se transitó a la demo-
como parte de la transición proveyó a las los derechos humanos durante el régimen cracia. Con todo, estos actores parecen es-
Fuerzas Armadas, la derecha política y al militar y de algunos escándalos financie- tar aislados de la sociedad. La legalización
sector empresarial de un conjunto de nor- ros que implicaban a miembros de las del Partido Comunista contribuyó a res-
mas que fortalecieron su poder político. Fuerzas Armadas vinculados a la privati- tar fuerza a esta opción insurreccional.
Ese poder permitió a la nueva oposición zación de empresas públicas, cuando el
retrasar, impedir o vetar las iniciativas de Gobierno anunció su propósito de modi- A modo de reflexión final:
políticas democratizadoras de los Gobier- ficar la Constitución, leyes orgánicas u las elecciones de 1997 y el ‘caso Pinochet’
nos de Aylwin y Frei, limitando con ello otros estatutos que implicaban disminuir Como hemos visto, la transición demo-
su autonomía. las prerrogativas de las Fuerzas Armadas, crática en Chile se caracterizó por su ta-
Los militares, especialmente Pino- éstas manifestaron su abierta disconfor- lante moderado y posibilista. Fue un pro-
chet, fueron capaces de imponer impor- midad, máxime cuando se sienten las ga- ceso en el que se privilegiaron los acuer-
tantes limitaciones al proceso de transi- rantes del orden constitucional por ellos dos sobre los desencuentros como una
ción a pesar de la derrota en el plebiscito establecido. Las intervenciones de los mi- forma de sostener las necesidades del nue-
de 1988. En primer lugar, Pinochet obtu- litares en el debate político durante la vo régimen sin producir enajenaciones en
vo un importante apoyo de sectores eco- transición fueron importantes, llegando los opositores. De esta forma se pretendió
nómicos de clase media, algunos de los incluso a producirse dos movilizaciones que el cambio evitara las confrontaciones
cuales se habían beneficiado directamente de efectivos militares: en 1990 la llamada y con ello las estrategias involucionistas
de las reformas económicas poscrisis 1983 operación de enlace y el boinazo en 1993, en los actores menos partícipes del proce-
(Haggard y Kaufman, 1995). La Consti- donde los militares protestaron por el so democratizador. Además, se aspiró a
tución de 1980 aseguró algunos puntos curso de las investigaciones sobre los de- que el proceso fuera soportable para quie-
de acceso de los militares al proceso polí- rechos humanos. Las relaciones cívico- nes resultaron desplazados de las esferas
tico, como por ejemplo su presencia con militares estuvieron marcadas por la insti- del poder. Muchos analistas y actores gu-
cuatro de los ocho miembros del Consejo tucionalidad legal y política heredada del bernamentales han denominado a la tran-
de Seguridad Nacional, la designación de régimen anterior y por la estrategia gra- sición chilena como la “democracia de los
cuatro senadores designados y dos de los dualista adoptada por el Gobierno de acuerdos” (Garretón, 1995; Wilhelmy e
siete miembros del Tribunal Constitucio- Aylwin. Esta última fue también un resul- Infante, 1993, y Rabkin, 1992-1993).
nal y, sobre todo, la continuidad en sus tado de la primera. Las condiciones que permitieron el
cargos de los comandantes en jefes de las El Gobierno de Aylwin tuvo como cambio de régimen fueron adversas a
distintas ramas de las Fuerzas Armadas prioridad lograr la estabilidad política, cualquier proyecto maximalista de demo-
hasta 1998 13 (Arriagada y Graham, que pasaba por no provocar a las Fuerzas cratización. La voluntad ha estado com-
1994). Además, las Fuerzas Armadas con- Armadas. Esta estrategia tuvo como bene- prometida con un proyecto conciliador
siguieron, a través de algunas leyes orgá- ficio el asentamiento de un patrón de go- que evitara sobresaltos que comprometie-
nicas aprobadas en las postrimerías del ré- bernabilidad. Sin embargo, sus costos es- ran la estabilidad democrática14. Se pro-
gimen militar, mayores niveles de autono- tuvieron precisamente en la falta de capa- dujo una dinámica dialéctica entre la ne-
mía del poder político. Se garantizó un cidad del nuevo Gobierno democrático cesidad de democratizar la institucionali-
mínimo nivel del presupuesto de las Fuer- para implementar muchas de las reformas dad heredada y la exigencia de estabilidad
zas Armadas: por ley, éstas tienen derecho de políticas constitucionales, legislativas y y gradualismo para emprender dicha ta-
a percibir el 10% de los ingresos por ex- judiciales que estaban en el programa de rea. El corolario fue que los Gobiernos
portaciones de cobre de la estatal, Corpo- la Concertación. En medida importante, democráticos tuvieron una capacidad re-
ración del Cobre (Codelco). Y el presi- por tanto, las Fuerzas Armadas limitaron formadora limitada por los variados en-
dente de la República tiene un poder li- la autonomía de los Gobiernos democrá- claves heredados del régimen autoritario.
mitado para nombrar y remover a ticos no sólo a través de los poderes con- La Constitución, a través de la cual el
oficiales de las Fuerzas Armadas (Love- seguidos de los enclaves autoritarios, sino Gobierno de Pinochet quiso instituciona-
man, 1991). Antes de dejar el poder, el por medio de la presencia de un miedo lizar el autoritarismo, fue diseñada para
Gobierno de Pinochet creó las bases de ambiental vinculado al pasado reciente. encorsetar al futuro régimen democrático.
apoyo para los cambios institucionales- Un importante obstáculo a la transi- En esta perspectiva los acuerdos han
políticos y económicos iniciados durante ción fue lo que Garretón (1990) llamó el sido parte fundamental del proceso. En
el periodo autoritario. Así, las Fuerzas Ar- enclave de los actores políticos y sociales. efecto, en muchos aspectos de la vida po-
madas se convirtieron durante la transi- Además de las Fuerzas Armadas y los em- lítica, los Gobiernos democráticos intro-
ción en un verdadero punto de veto, no presarios, a los cuales ya hemos hecho re- dujeron la práctica de crear comisiones
tan sólo corporativo como en el pasado, ferencia, está la derecha, sobre todo el sec- multipartidistas para abordar diversos
sino en relación con aquellos temas más tor más identificado con el régimen, a la problemas nacionales. La naturaleza de la
sensibles para los creadores de la nueva que debió hacerse entrar en el juego de- transición política chilena puede conside-
institucionalidad política y económica. mocrático para evitar las posibilidades de rarse –en el contexto latinoamericano–
regresión. Esto se consiguió con los múl- como un caso más cercano al brasileño
tiples acuerdos suscritos con la derecha
13 Pinochet, como comandante en jefe del ejérci-
moderada (RN). La UDI, por su parte,
to, es el único de los que terminaron el periodo del ré- no implicó tampoco, a pesar de los temo- 14 Acerca del objetivo prioritario del Gobierno
gimen militar que continúa en el cargo, los otros han
renunciado “voluntariamente” después de algunas ac- res, un riesgo de involución. Por otro lado de Aylwin de consolidar la estabilidad política, véase
ciones seguidas por los Gobiernos democráticos. están los actores de la izquierda radical, Rabkin (1992-1993).

Nº 90 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


n
49
LOS LÍMITES DE LA DEMOCRACIA CHILENA

que al argentino, en cuanto los militares estrechó el rango de opciones de políticas dores, dejó un resultado adverso para la
chilenos propugnaron un proyecto de de los Gobiernos de Aylwin y Frei. consolidación de esta segunda vía. La de-
institucionalización bajo un esquema de Una transición desde las élites, como recha moderada y aperturista, representa-
democratización incompleta basado en fue el caso chileno, siguiendo la idea de da en RN, experimentó un importante
un pluralismo limitado y un desequili- Sorensen (1993), conduce a una democra- retroceso en las urnas en favor de la dere-
brio de poderes favorables al Ejecutivo en cia restringida, que crea constricciones al cha más apegada al ideario del régimen
detrimento del Poder Legislativo; todo nuevo Gobierno en sus capacidades para militar. El electorado derechista interpre-
ello bajo la atenta vigilancia del poder emprender reformas de políticas que va- tó los pactos entre RN y la Concertación
militar, que se autoasignó un rol tutelar yan contra los intereses de las élites. Si como renuncia expresa de ese partido al
en todos los aspectos de seguridad del sis- bien el Gobierno de Aylwin tuvo la habili- ideario pinochetista. El traspié electoral
tema político15. El ámbito de seguridad dad de conducir la transición conforme la llevó a RN a realizar una fuerte reestruc-
era definido, desde luego, por los propios prosecución del objetivo de garantizar la turación interna y un importante giro es-
militares, aunque el régimen autoritario estabilidad política, el coste que debió tratégico hacia posiciones más duras con
no entregó el poder en las condiciones asumir fue el de las limitaciones a la capa- el Gobierno de la Concertación. Con
exactas estipuladas en su proyecto insti- cidad gubernamental para innovar políti- ello, las posibilidades de generar un
tucional contenido en la Constitución de cas e imponer pérdidas a los grupos de in- acuerdo parlamentario se han hecho mu-
1980, debiendo aceptar reformas impor- terés. La presencia de grupos estratégicos
tantes –aunque parciales– en 1989, que –Fuerzas Armadas y empresarios– en la
ÚLTIMAS ELECCIONES
moderaron el rigor de la “democracia tu- transición supuso obviamente algunas in- Elecciones legislativas
telada” auspiciada por el general Pino- terferencias en el proceso democrático. En del 11 de diciembre de 1997
chet. Con todo, el hecho más significati- este sentido, la transición fue un producto Partido Diputados Senadores
vo es que la oposición democrática llegó de la negociación y la aceptación de un
Concertación de Partidos
al Gobierno y al Parlamento en marzo de conjunto de arreglos o pactos que definie- por la Democracia (CPPD) 69 20
1990 en un cuadro de condiciones que, ron las áreas vitales de interés para las éli- n Partido Demócrata
si bien han permitido un cambio efectivo tes (empresarios, militares, políticos). En Cristiano (PDC) 38 14
de régimen, está lejos de un proyecto ra- Chile estos pactos no tuvieron como con- n Partido por la Democracia

dical de redemocratización, excluyendo secuencia un neoclientelismo, esto es, el (PPD) 16 2


n Partido Socialista
medidas como la pronta remoción de los acceso privilegiado al Estado de las élites
de Chile (PS) 11 4
comandantes en jefes de las Fuerzas Ar- que apoyaron la democracia, ya que los
n Partido Radical
madas. Menos aún se pudo plantear un circuitos de acceso se institucionalizaron Socialdemócrata (PRSD) 4 -
cambio drástico de la política económica, formalmente. Los acuerdos básicos entre
ya que el éxito relativo del Gobierno mi- las élites sobre las reglas del juego llevaron Unión por Chile (UPC) 47 16
litar en este plano en los últimos años ve- a una democracia limitada pero conduje- n Renovación Nacional

nía creando fuertes expectativas de conti- ron a una transición gradual y ordenada. (RN) 23 7
n Unión Demócrata
nuidad básica de esa política en diversos Con ello se consiguió despejar y controlar
Independiente (UDI) 17 5
sectores empresariales y políticos nacio- en cierta medida la incertidumbre. Lo ne-
n Partido del Sur (PDS) 1 -
nales y sobre todo en el exterior 16. El gativo de esta forma de transición es la
n Independientes 6 4
pacto del Gobierno de la Concertación restricción de la democracia.
fue mantener los aspectos básicos del Los enclaves autoritarios sólo podrán Unión de Centro-Centro
modelo neoliberal pragmático a cambio deshacerse en la medida en que se conso- Progresista (UCCP)2 1 -
de que los empresarios, militares y la de- lide una mayoría parlamentaria que así lo Independientes 2 1
recha política aceptaran un cambio polí- posibilite. Esa mayoría podría conseguirse Senadores institucionales
y vitalicios 10
tico limitado y, sobre todo, renunciaran a por dos vías. La primera, que la Concer-
Total 120 48
estrategias desestabilizadoras (E. Silva, tación llegara a obtener suficiente apoyo
1996, y Arriagada y Graham, 1994). en las urnas que se expresara en una in- Elecciones presidenciales
Con ello, el nuevo marco institucional mensa mayoría parlamentaria, cosa difí- del 11 de diciembre de 1993
cilmente lograble dado el sistema electo- % de
Candidato votos válidos votos
ral prevaleciente. La segunda, que cree- Eduardo Frei Ruiz-Tagle
15 Para el análisis comparado sobre las transicio-
mos más viable aunque no menos (Concertación de Partidos
nes y los problemas de la consolidación democrática dificultosa, sería conseguir un gran acuer- por la Democracia, CPPD) 58,0 4.044.112
en América Latina, véase la obra clásica de O’Don-
nell, Schmitter y Whitehead (1988), el libro de Main- do democratizador con la derecha más Arturo Alessandri
waring, O’Donnell y Valenzuela (1992) que da una aperturista. Hasta ahora esta vía se ha (Unión por el Progreso,
perspectiva tanto teórica como empírica de los proble- UPP) 24,4 1.703.070
mostrado como efectiva, toda vez que
mas de las nuevas democracias latinoamericanas, y los José Piñera,
trabajos de Smith, Acuña y Gamarra (1993), Solà muchas de las reformas llevadas a cabo (Independiente) 6,2 431.176
(1993), Haggard y Kaufmann (1992 y 1995) que han sido acordadas con un sector de la Manfred Max-Neef
analizan los problemas económicos de las transiciones. derecha (RN). ¿Por qué –entonces– no (Independiente) 5,5 387.361
16 Las grandes organizaciones internacionales de

finanzas, como el FMI y el Banco Mundial, y la banca


explotar más este camino para avanzar en Eugenio Pizarro
la democratización de la institucionalidad (Movimiento de Izquierda
privada internacional estaban muy interesados en la
Democrática Allendista,
continuidad de la política económica de Pinochet por vigente? Las últimas elecciones legislativas MIDA) 4,7 327.404
el Gobierno democrático como una garantía del pago de diciembre de 1997 (ver tabla núm. 3),
de la deuda externa y por lo ejemplificador que el exi- Christian Reitze
toso modelo chileno podía ser para otros países en de- donde se renovó la totalidad de la Cáma- (Partido Humanista
sarrollo. ra de los Diputados y parte de la de sena- Verde, PHV) 1,2 81.814

50 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90


n
MARCELO LASAGNA

cho más difíciles. La única alternativa via- cracia para ganar el poder, y que ninguna O’DONELL, Guillermo; SCHMITTER, Philippe, y
ble para desmantelar la institucionalidad institución o grupo político tiene un po- WHITEHEAD, Laurence: Transiciones desde un go-
autoritaria es la que se basa en el entendi- der de veto sobre los formuladores de de- bierno autoritario. Perspectivas Comparadas, vol. 3,
Editorial Paidós, 1988.
miento de la Concertación con una parte cisiones democráticamente elegidos”17.
de la derecha; ahora que esa derecha ha La derecha hasta ahora ha aceptado el SCULLY, Timothy: ‘Reconstituting Party Politics in
interpretado la pérdida de votos como juego democrático, pero una parte im- Chile’, en Mainwaring y Scully, Building Democra-
consecuencia de su actitud pactista con el portante de ella se ha opuesto a la plena tic Institutions. Party Systems in Latin America,
págs. 100-137, Stanford University Press, 1995.
Gobierno, esa posibilidad se ha alejado. democratización. La convicción demo-
Si las elecciones de 1997 dejaron un crática de la derecha está actualmente en SILVA, Eduardo: ‘The State and Capital in Chile’,
panorama sombrío para las reformas polí- la encrucijada de mantenerse aferrada a Business Elites, Technocrats and Market Econo-
mics, Westview Press, 1996.
ticas necesarias para la democratización, las instituciones construidas para garanti-
–– ‘Capitalist Coalitions, The State and Neoliberal
creemos que, tal como se está desarrollan- zar el predominio de una minoría o con- Economic Restructuring. Chile, 1973-1988’,
do el caso Pinochet en Londres, se abren tribuir decisivamente a construir un país World Politics 45, págs. 526-559, 1993.
algunas oportunidades para que el Go- verdaderamente democrático. Con todo,
SILVA, Patricio: ‘Technocrats and Politics in Chile:
bierno chileno retome la iniciativa para aún es demasiado pronto para valorar en
from the Chicago Boys and Cieplan Monks’, Jour-
completar la transición política. Poco se qué medida el enjuiciamiento de Pino- nal of Latin American Studies, 23, págs. 385-410,
ha hablado de las consecuencias políticas chet puede ayudar a crear el clima necesa- 1991.
internas del enjuiciamiento de Pinochet. rio para generar un gran acuerdo nacional
SOLÀ, Lourdes: (editora) Estado, mercado y demo-
O si se ha hecho, los medios de comuni- entre los partidos para modificar la insti-
cracia. Política y economía comparadas, Paz e Terra,
cación principalmente se han centrado en tucionalidad heredada. n Brasil, 1993.
lo más visible: las expresiones callejeras de
satisfacción y repulsa que la detención de SORENSEN, Georg: Democracy and Democratiza-
tion, Westview Press, 1993.
Pinochet produce entre los chilenos. Sin
embargo, en Chile durante las últimas se- Bibliografía WILHELMY, Manfred, y INFANTE, Mª Teresa: ‘La
manas se están produciendo importantes ANGELL, Alan: ‘International Support for the Chi- política exterior chilena en los años 90: El Gobier-
movimientos, luego de la perplejidad en lean Opposition, 1973-1989: Political Parties and no del presidente Aylwin y algunas proyecciones’,
the role of exiles’, en Laurence Whitehead, The In- Estudios Sociales, núm. 75, págs. 97-112, Corpora-
que muchos se sumieron –incluso el Go- ternational Dimensions of Democratization, págs. ción de Promoción Universitaria (CPU), Santiago,
bierno– por la imprevisibilidad del suce- 175-200, Oxford University Press, 1996. 1993.
so, que podrían (y remarco podrían) re- –– ‘Chile: De Alessandri a Pinochet’, En busca de
sultar en un gran acuerdo –o en un la Utopía, Editorial Andrés Bello. Chile, 1993.
acuerdo holgadamente mayoritario– para ARRIAGADA, Genaro, y GRAHAM, Carol: ‘Chile:
reformar la institucionalidad heredada. Sustaining Adjustment during Democratic Transi-
¿En qué nos basamos para hacer este aser- tion’, en Haggard y Webb, Voting for Reform. De-
to? Principalmente, en que no pocos diri- mocracy, Liberalization and Economic Adjustment,
gentes de la derecha han caído en la Oxford University Press and World Bank, 1994.
cuenta de que el factor Pinochet genera GARRETON, Manuel Antonio: Hacia una nueva po-
una honda división entre los chilenos que lítica. Estudio sobre las democratizaciones, Fondo de
podría conducir al país a una situación de Cultura Económica, 1995.
inestabilidad imprevisible. De ahí que en –– ‘La posibilidad democrática en Chile’, en
AA VV, Democracia contemporánea: Transición y
algunos sectores de la derecha se escu-
Consolidación, págs. 177-190, Editorial Universi-
chen propuestas tendientes a retirar a Pi- dad Católica de Chile, Santiago, 1990.
nochet de la vida pública. Otros, aún los
menos, hablan de crear las condiciones HAGGARD, Stephan, y KAUFMANN, Robert: The
Politics of Economic Adjustment, Princeton Univer-
idóneas para una verdadera transición po-
sity Press, 1992.
lítica. ¿Qué puede ganar la derecha con –– The Political Economy of Democratic Transitions,
esto? En primer lugar, quizá la repatria- Princeton University Press, 1995.
ción de Pinochet, habida cuenta que el
LINZ, Juan, y STEPAN, Alfred: Problems of Demo-
mundo vería con buenos ojos que en
cratic Transition and Consolidation, The Johns
Chile se creen las condiciones que permi- Hopkins University Press, 1996.
tan la no impunidad de Pinochet. En se-
gundo lugar, la derecha ganaría credibili- LOVEMAN, Brian: ‘The Transition to Civilian Go-
vernment in Chile, 1990-1994’, en Drake y Jaksic,
dad democrática. Linz señala como uno
The Struggle for Democracy in Chile, University of
de los prerrequisitos de la consolidación Nebraska Press, 1991.
democrática cuando “ninguno de los ac-
tores políticos principales, partidos, o in- MAINWARING, Scott: ‘Transitions to Democracy and
Democratic Consolidation: Theoretical and Compa-
tereses organizados, o instituciones consi-
rative Issues’, en S. Mainwaring, G. O’Donnell y S.
deran que hay una alternativa a la demo- Valenzuela, Issues in Democratic Consolidation, págs.
294-343, University of Notre Dame Press, 1992.

O’DONELL, Guillermo, y SCHMITTER, Philippe: Marcelo Lasagna es profesor de Ciencia Política


17 Citado en Sorensen (1993). Juan Linz (1990), ‘Transiciones desde un Gobierno autoritario’, en la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona), in-
Transitions to Democracy, Washington Quarterly 13, Conclusiones tentativas sobre las democracias incier- vestigador-colaborador del Instituto Internacional
núm. 3, pág. 156. tas, vol. 4, Editorial Paidós, 1988. de Gobernabilidad (IIG) de Barcelona.

Nº 90 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


n
51
ENTREVISTA

DIÁLOGO CON EL DALAI LAMA Mao, los comunistas y el budismo

ADAM MICHNIK

E
l XIV Dalai Lama nació el 6 población, temerosa de que los demos hablar de una guerra reflexión. La economía capita-
de julio de 1935 en Amdo, chinos pudiesen secuestrarlo y abierta. Nos sublevamos porque lista genera riqueza y la reparte
provincia del noroeste del llevárselo a Pekín, rodearon su éramos víctimas de la opresión. de manera injusta, mientras que
Tíbet. Su madre tuvo 16 hijos, residencia. Estallaron disturbios Además, somos un pueblo distin- la economía socialista genera
de los que sobrevivieron sólo 7. antichinos. El Dalai Lama, que- to, con otras costumbres y con otra miseria, que también divide sin
El propio Dalai Lama afirma riendo evitar el derramamiento cultura, por cierto, muy antigua, justicia.
que fue un niño normal; pero de sangre, abandonó la ciudad que los chinos consideran una D. L. (Se ríe). El sistema rígido,
algunos de sus comportamien- disfrazado y, tras recorrer du- amenaza para ellos. desconfiado y despiadado que
tos son interpretados como sig- rante dos semanas los desfilade- A. M. Eso explica que destru- surgió no era auténticamente
nos de lo que sería en el futuro. ros y valles del Himalaya, llegó yan la cultura tibetana. marxista. Lo pusieron en prácti-
Le gustaba mucho meter sus co- a la India. Aunque ese país no D. L. Sí, aunque son conscientes ca Lenin, Stalin y el presidente
sas en una bolsa y gritar: “Me reconoció al Gobierno que creó de que el espíritu del Tíbet se- Mao. En el caso de Lenin las cir-
voy para Lhassa”. Cuando cum- en la emigración, Jawãharlãl guirá vivo mucho tiempo. Eso ex- cunstancias hicieron que se im-
plió los cinco años, ya identifi- Nehru le concedió el asilo. plica que, al mismo tiempo, tra- pusiesen la desconfianza, el odio y
cado como la encarnación del La ocupación china ha costa- ten de convertirnos en una mino- la crueldad. En definitiva, esas
XIII Dalai Lama fallecido, fue do la vida a un quinta parte de ría étnica en el Estado chino. tres lacras se convirtieron en ele-
llevado al palacio de Potala en la los seis millones de tibetanos y A. M. En su autobiografía reco- mentos del sistema marxista.
capital del Tíbet y oficialmente seis mil monasterios budistas noció que en la juventud se sin- A. M. ¿Cómo caracterizaría a
proclamado líder espiritual. Es- han sido arrasados. El número tió fascinado por el comunismo Mao?
tudió todo lo que tiene que saber de refugiados asciende a unos chino e incluso escribió poemas D. L. Cuando nos encontramos
un monje para conseguir el doc- 100.000. Los chinos, que han dedicados a Mao Zedong. me causó una enorme impresión.
torado del budismo y, sobre to- saqueado la riqueza forestal ti- D. L. No escribí el poema en ho- Me parecía que era un gran re-
do, filosofía budista, lógica, arte betana, han desarrollado una nor del tovarishch, Mao, por mi volucionario, un gran líder. Lue-
y cultura tibetanos, sánscrito y política de colonización del propia voluntad, pero confieso go llegaron los acontecimientos de
medicina. Estudió también in- país que ha convertido a los ti- que, efectivamente, entonces el 1957, la Revolución de las Cien
glés. Le apasionaba la técnica y betanos en minoría étnica en su marxismo y la idea del socialismo Flores el año 1964, en el que se
una de sus aficiones era reparar propio país. En diciembre de fascinaban. Además, reconozco deshizo del ministro de Defensa
relojes. Tras la invasión del Tíbet 1989 el Dalai Lama recibió el que sigo compartiendo muchas de Peng Dehuai; el comienzo de la
por el Ejército chino en 1950, Premio Nobel de la Paz que, se- las ideas de Marx sobre la econo- crítica contra Li Shaoqi y el ini-
el Gobierno lo entronizó, a sus gún dijo, le convenció aún más mía. Pienso que en la teoría eco- cio de la revolución cultural. A
15 años, el 17 de noviembre de de que con la verdad, el valor y nómica marxista hay un conte- todo eso hay que añadir lo que re-
ese mismo año. la determinación como armas nido moral muy importante. En veló en su libro el médico perso-
Durante mucho tiempo con- los tibetanos conseguirán liberar el capitalismo lo único que im- nal de Mao. Pienso que al prin-
fió en conseguir una solución su patria. porta es ganar dinero. No hay cipio pudo ser un honesto revolu-
pacífica del conflicto. Visitó preocupación alguna sobre cómo cionario, pero su naturaleza era
China, ingresó en el partido y se Adam Michnik. La agresión ha de ser gastado. El marxismo, demasiado retorcida y, cuando
entrevistó con Mao. Luego en- china contra el Tíbet y su ocu- el socialismo, se interesan tanto conquistó el poder, fácilmente se
vió una tras otra numerosas de- pación han costado ya la vida a por la manera de ganar dinero corrompió. Vi un programa de la
legaciones a Pekín hasta que un millón de tibetanos. Yo ten- como por la forma de repartirlo. BBC sobre una subasta de objetos
una de ellas fue obligada a fir- go la impresión de que los chi- La revolución marxista, la bol- que pertenecieron a Ceausescu.
mar un acuerdo de 17 puntos nos practican la misma política chevique, significó la abolición Un comunista que se presentaba
que equivalía a la capitulación que los bolcheviques rusos con- del poder de una clase que se de- como líder del proletariado pero
del Tíbet. La parte china jamás tra las repúblicas bálticas. dicaba a explotar a la gente. La que vivía en la opulencia: una
cumplió sus compromisos de Dalai Lama. Los comunistas revolución tenía como objetivo la sorpresa muy desagradable.
respetar la propiedad, la religión son ateos y por eso consideran que abolición de un sistema injusto. A A. M. A nosotros esas cosas no
y la cultura tibetanas. En marzo la cultura tibetana, todo lo que es veces yo me defino como medio nos sorprendieron porque vi-
de 1959 el Dalai Lama fue in- tibetano, es reaccionario y debe marxista y medio budista. víamos en un país comunista.
vitado al cuartel general del ser eliminado. Entre 1950 y A. M. Es usted una especie de D. L. Yo añadiría que al marxis-
Ejército chino en Lhassa. De- 1955 mantuvieron una actitud centauro mitológico. Pero sus mo le falta el espíritu humano,
bía personarse sin escolta. La menos hostil, pero desde 1956 po- palabras me obligan a hacer una le falta el espíritu de la piedad.

52 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90


n
Ése es el motivo de todas las des- D. L. Pienso que Jiang pertenece a Precisamente por todo eso tra- alcanzar una unidad y estabili-
gracias. Incluso cuando la clase una nueva generación. Cuando to de evitar toda actitud radical. dad verdaderas. Si el Gobierno
explotadora ya estaba desbancada se produjo la crisis de Tiananmen Soy consciente de que la principal de China nos diese un mínimo
se siguió practicando el odio. No era líder en Shanghai. En esa ciu- preocupación de los chinos es de autonomía tendríamos la ga-
se aplicó la piedad y, por eso, la dad también se produjeron gran- mantener al Tíbet dentro de su rantía de que la cultura tibetana
gente siempre fue desgraciada. des manifestaciones de protesta, Estado. Precisamente por eso no sería salvada.
A. M. ¿Hay diferencia entre el pero él resolvió el problema de exijo la separación. Creo que de A. M. ¿No le parece que los chi-
fascismo y el comunismo? manera pacífica. Proviene de la esa forma ayudo a los chinos a nos se asemejan a un enorme
D. L. Pienso que el comunismo China meridional, habla el in-
obliga a pensar en el trabajo des- glés y, por consiguiente, tiene un
de el punto de vista del provecho acceso más fácil a lo que pasa fue-
para la clase obrera. Es un inten- ra de China. Hay muchos libros
to de implantación de la igual- sobre Tíbet escritos en lenguas ex-
dad. Al menos así debería ser. El tranjeras y, sobre todo, en inglés,
fascismo, mientras tanto, es sinó- mientras que muy pocos en chino.
nimo de opresión y crueldad. Pe- Así están las cosas. Los comunistas
ro los Estados comunistas poco a siguen en el poder y se preocupan,
poco van asemejándose a los fas- ante todo, de los intereses de Chi-
cistas. Yo no soy un experto en es- na. En ese contexto a mí me pa-
tos asuntos, pero el marxismo no rece que Jiang es la persona más
establecía diferencias entre los adecuada de cuantas podríamos
pueblos, las razas, etcétera, mien- tener como interlocutores. Yo tra-
tras que en la Alemania fascista se to de entablar el diálogo con el
trataba de la raza, del naciona- Gobierno chino. La situación en
lismo. el Tíbet es grave. Tanto la cultu-
A. M. Pero somos testigos de có- ra tibetana como el budismo y el
mo el comunismo chino se va ambiente natural corren un serio
transformando en un chauvi- peligro. Además, la cuestión del
nismo étnico. Tíbet es sumamente irritante pa-
D. L. Eso es verdad. ra los chinos, porque siempre es
A. M. ¿Cree usted en la sinceridad un riesgo para la unidad y la es-
de las declaraciones de Jiang Ze- tabilidad de su Estado. Nosotros
min? Yo he llegado a la India de estamos interesados en mejorar las
una visita a China. Hablé con relaciones con China para el bien
comunistas chinos y cuando oían de nuestra cultura, del budismo y
la palabra Tíbet se endurecían y del ambiente. Esa mejora sería
repetían invariablemente que la también buena para los chinos,
intervención había sido indis- que podrían asentar la uni-
pensable porque el régimen que dad y estabilidad de su Es-
imperaba en el Tíbet era injusto. tado sobre bases mucho
Yo les respondía que luego, du- más sólidas.
rante la revolución cultural en
China, ocurrieron cosas 100 ve-
ces peores que en toda la historia
del Tíbet, pero que en el mundo
a nadie se le ocurrió liberar a
China de los chinos. Mi pregun-
ta es: ¿qué es lo que realmente
quiere Jiang Zemin si rechaza to-
das las ofertas que usted le hace? Dalai Lama

Nº 90 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


n
53
DIÁLOGO CON EL DALAI LAMA

elefante indio, que se moja las D. L. Me parece muy acertado. prohibición total de las armas Sadam Husein, ¿cómo controlar
patas en noviembre pero no En el Tíbet es muy fácil distin- nucleares. los de Pekín?
tiene catarro hasta abril? ¿No le guir a las víctimas de sus perse- A. M. ¿Y le parece realista esa D. L. Sin embargo, mantengo que
parece que lo hacen todo dema- guidores. Aunque son varios mi- reivindicación? en la situación actual enviar ins-
siado tarde? ¿No abordan acaso les los tibetanos que pertenecen D. L. Bueno, ya sé que es algo que pectores a Irak es injusto. La ma-
las reformas indispensables al Partido Comunista de China, no se conseguirá de un día para yoría de los Estados árabes está
cuando ya tienen el agua al cue- uno de los dirigentes de esa orga- otro, pero habría que recalcar con descontenta de lo que hace Sa-
llo? Pero ocurre que en situacio- nización confesó públicamente absoluta claridad que ése es el ob- dam Husein, pero también lo es-
nes tan forzadas las reformas ya que podía confiar solamente en jetivo final. tán de la política de Estados Uni-
no son reformas sino destruc- dos tibetanos. Yo pienso que in- A. M. ¿No le parece que más fá- dos y de los actos de la organiza-
ción. Fíjese usted en el ejemplo cluso esas dos personas llevan muy cil será que nos toque vivir en ción de las Naciones Unidas. Si
de Rusia y Chechenia. Si los ru- dentro su espíritu tibetano. un mundo en el que todos los Norteamérica aceptase la prohi-
sos hubiesen negociado antes A. M. ¿Pero no cree usted que países tendrán sus propias bom- bición total de las armas nuclea-
con los chechenos y les hubiesen esa certidumbre de que, en bas atómicas? res habría fundamentos para en-
dado la autonomía que hoy tie- tanto que colectivo no se es D. L. Yo pienso que hay que optar viar inspectores también a Rusia
nen, no hubiese habido guerra. culpable es muy peligrosa? Yo o por permitir que todos dispon- o China.
Si los rusos no hubiesen invadi- creo que la enfermedad más gan de esas armas o por que no A. M. Hay que admitir que el
do Afganistán, ese país no esta- grave del poscomunismo es la las tenga nadie. Creo que no hay mundo es injusto, y al mismo
ría hoy castigado por los inte- que hace pensar a las personas duda de que la única solución tiempo no aceptarlo y pregun-
gristas. ¿No piensa usted que que ellas mismas son inocen- sensata es la prohibición total. Es tarse qué hacer para que sea más
una variante igual de nefasta tes y carecen de toda culpa. ilógico que haya cinco países con justo.
puede relacionarse con el Tíbet? Cuando ocurre así renuncia- derecho a tener esas armas y otros, D. L. ¿Por qué luchasteis vosotros,
D. L. No descarto esa posibilidad. mos a buscar la responsabili- como Irak, controlados por los Solidaridad, por la independen-
Si la política de China no cam- dad en nosotros mismos y nos inspectores. Si se prohibiesen to- cia de Polonia a pesar de que la
bia, en los tibetanos crecerán el lanzamos a la caza de brujas. talmente las armas nucleares es- Unión Soviética era una potencia
sentimiento de hostilidad y el ren- Para mí, en la Europa posco- tarían más que justificados los tan enorme? ¿No parecía acaso
cor. Si el apogeo de esos senti- munista lo peor de todo es esa bombardeos contra aquellos que que vuestros objetivos eran inal-
mientos coincidiese con mi muer- tendencia a achacar la culpa a las fabricasen. canzables? Sin embargo, triun-
te, los tibetanos podrían sentirse los demás. La mayoría piensa: A. M. Es cierto, pero no se con- fasteis.
desesperados y optar por la vio- “Yo soy inocente, los culpable seguirá porque Estados Unidos A. M. Yo siempre estoy a favor
lencia. Todo es posible. Si hay al- son otros”. Sólo Vaclav Havel, jamás aceptará esa solución. de escoger objetivos irreales. Soy
gún buen amigo a la vez del Tí- el presidente checo, exhortó a D. L. Eso no significa que deba- de la generación del 68 y sé que
bet y de China, debería interce- todos a buscar su propia res- mos guardar silencio. En Estados ser realista es tratar de conse-
der ahora, mientras yo vivo. ponsabilidad por el pasado, su Unidos también hay mucha gen- guir lo imposible. Pero no ten-
A. M. Imaginemos ahora una propia culpabilidad. La ino- te que no apoya la política del go la menor duda de que noso-
evolución positiva. Suponga- cencia colectiva se consolida Gobierno. tros, solos, jamás habríamos
mos que Tíbet ya es libre. hoy en Letonia y Estonia y sir- A. M. Es verdad, pero pese a to- vencido a la Unión Soviética.
¿Piensa usted que habría que ve para discriminar a la pobla- do Estados Unidos es un país Empleamos el mismo arma que
tratar de marginar a los comu- ción rusa. Los que fueron víc- democrático, aunque su demo- usted, la no violencia, actuamos
nistas de la vida pública? ¿Sería timas con demasiada facilidad cracia no sea perfecta. como Martin Luter King, pero
conveniente dedicarse a la caza se transforman en verdugos. D. L. ¿Conoce usted algún país confieso que de nuestra debili-
de los colaboracionistas que sir- D. L. Lo que usted me está di- con una democracia perfecta? dad hacíamos una virtud. Sa-
vieron al poder chino? En Polo- ciendo es para mí algo totalmen- A. M. No. Yo soy de la opinión bíamos que éramos demasiado
nia y en otros antiguos países te nuevo, algo muy útil, porque que sólo las dictaduras son per- pocos para ganarle la guerra a
comunistas la discusión en tor- amplía mis conocimientos. Ten- fectas. China es un país totalita- pedradas a la Unión Soviética.
no a ese problema sigue siendo dré que reflexionar sobre ese fe- rio, no del todo ni en todo, pe- Pienso que por eso optamos por
muy viva. nómeno. ro totalitario. La diferencia con- la no violencia. Pero al mismo
D. L. Sí, conozco el problema y sé A. M. La India era un país que siste en que cuando Estados tiempo pensábamos que nuestra
que existe en la Alemania Orien- solía asociarse con la filosofía de Unidos dice que no hará uso del estrategia podría resultar eficaz
tal y en la República Checa. Yo la no violencia. Hace poco, sin arma nuclear, podemos confiar porque existía Estados Unidos,
creo que la solución mejor es la embargo, llevó a cabo varios en- en que mantendrá la palabra que chantajeaba a Moscú con
que se ha dado al asunto en la sayos nucleares. ¿Cómo expli- porque es un país democrático. la guerra de las galaxias. Noso-
República de África del Sur. Una carlo? D. L. Eso es verdad. tros estábamos en conflicto con
Comisión de la Verdad y la Re- D. L. Se trata de algo evidente- A. M. Cuando los chinos dicen los pacifistas de Europa Occi-
conciliación. Durante el encuen- mente negativo, porque las armas que no usarán el arma nuclear dental porque ellos decían que
tro que tuvimos los premios No- nucleares, todas, deberían de ser podemos estar seguros sola- era mejor ser rojos que muertos,
bel hablé de ese asunto con el prohibidas. Pero el mundo acep- mente de que lo han dicho. Por mientras que nosotros decíamos
obispo Desmond Tutu. No hay ta que los grandes pueblos tengan eso yo pienso que la consigna que no queríamos matar a nadie
que olvidar el pasado, pero hay privilegios y uno de ellos es dispo- del desarme general y total es pero no queríamos ser esclavos.
que perdonar. ner de armas nucleares. La In- dar cartas de triunfo a los em- Por eso defendíamos la idea de
A. M. Yo suelo decir: amnistía sí, dia tiene un gran pueblo. Por eso busteros. Ahora fíjese: si es tan que la única vía existente para
amnesia no. yo siempre defiendo la idea de la difícil controlar los arsenales de llegar al desarme es desmantelar

54 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90


n
ADAM MICHNIK

primero las dictaduras y los to- un cierto tiempo el Vaticano ha- ra poder superar esa contradic- chauvinismo étnico. Leí la con-
talitarismos. Sadam Husein es bla de distintas religiones y no so- ción es menester, a mi modo de versación que tuvo con usted el
uno de los que jamás se desar- lamente de una. Sé de sacerdotes, ver, que aceptemos que la reli- periodista francés Jean-Claude
mará porque así se lo exija una monjas y frailes católicos que no gión, cualquiera, y también el Carriere. Le aterroriza la ameri-
resolución de la ONU. De no solamente se interesan por el bu- modelo de razonamiento, pueden canización de Francia. A mí me
haber sido por la guerra del dismo sino que aplican también ser verdaderos y únicos solamen- parece que se trata de una pura
Golfo seguiría ocupando Ku- las técnicas budistas. Por eso pien- te para el individuo. Yo soy bu- obsesión francesa. Yo no temo
wait sin intención alguna de so que la comprensión mutua cre- dista y el budismo es para mí la la americanización de Polonia,
abandonarlo. Lamentablemen- ce entre las religiones. mejor de las religiones. Pero para porque creo que allí donde no
te, los dictadores entienden úni- A. M. ¿Pero no le parece que las mis hermanas y hermanos cris- hay violencia ni policía practi-
camente el lenguaje de la fuerza. religiones son utilizadas cada tianos la mejor es el cristianis- cándola no hay nada malo en
D. L. Eso es cierto. vez más como armas en las gue- mo. Cuando nos encontramos mi la interpenetración de las cul-
A. M. Si Pekín se ve obligado a rras políticas? En Estados Uni- hermano cristiano y yo surge el turas. Pienso que la India se-
tener en cuenta lo que usted di- dos hay enemigos del aborto mundo del pluralismo. Por eso guirá siendo la India por mu-
ce es porque usted es fuerte. No que disparan contra los médicos pienso que para las comunidades chos McDonalds que se cons-
hay que tener aviones y tanques ginecólogos que lo practican; en humanas, para los pueblos, nada truyan en ella.
para ser fuerte. Por otro lado, Israel un fanático religioso ase- hay mejor que el pluralismo. D. L. Yo pienso que la globaliza-
con la razón no basta. No hay sinó al primer ministro Rabín A. M. Los líderes religiosos sue- ción es, ante todo, un problema
resolución de la ONU que obli- porque desarrollaba una políti- len tener problemas no sola- económico. En lo que concierne a
gue a Husein a obrar de acuer- ca pacífica. mente con las demás religiones la economía vemos que las fron-
do con la justa razón. ¿Por qué D. L. También hay musulmanes sino también con la democra- teras ya no tienen importancia
tiene encima a los inspectores? fanáticos, ciudadanos de la In- cia, porque la fe se remite a lo alguna. Junto con la globaliza-
Porque agredió a Kuwait. Antes dia que son hindúes fanáticos y absoluto mientras que la demo- ción económica se produce la pro-
los inspectores no le molesta- tibetanos que son budistas faná- cracia, por su naturaleza, es una pagación de los valores culturales;
ban. Pero permítame que le ha- ticos. El fenómeno del sectarismo noción relativa y de ahí que no por ejemplo, de la música, del
ga otra pregunta: ¿por qué hay afecta a todas las religiones. sea perfecta. Usted es atacado rock. Y creo que cuando una per-
hoy tanto odio étnico y religio- A. M. Pero mi pregunta es: ¿pre- por los comunistas chinos co- sona tiene auténticos valores cul-
so? En Yakarta, en esta zona del senciamos un fenómeno del pa- mo símbolo de la teocracia. turales propios, el contacto con
mundo, la muchedumbre ase- sado o, por el contrario, se tra- Mientras tanto, precisamente otros valores sólo puede darle ale-
sinó a un cristiano. ¿Por qué ta de algo nuevo? usted es el único líder religioso gría. Lo que se tiene en propie-
hay tanta violencia vinculada a D. L. Tradicionalmente, el mun- del mundo que de manera con- dad no se pierde. Otra cosa es
lo étnico y lo religioso? do de la religión es el mundo de secuente se pronuncia a favor cuando se carece de un acervo
D. L. Todos los indonesios sufrie- una verdad única. En un mundo de la separación de la Iglesia del cultural propio, porque entonces
ron por culpa del régimen de así es muy difícil aceptar los va- Estado. la cultura mejor desplaza a la
Suharto. En sus entrañas llevan lores de otras religiones. En el pa- D. L. Pienso que las instituciones peor. En esos casos la cultura aje-
mucho rencor y resentimientos. sado la gente tenía menos con- religiosas y las políticas deben es- na triunfa. Yo acepto que la gen-
La situación económica del país tactos con los fieles de otras reli- tar separadas. Es mejor, no obs- te cambie su cultura, que asimile
es precaria. Pienso que las causas giones y, por consiguiente, no se tante, que los líderes políticos, en nuevos valores, siempre y cuando
de la violencia son, principal- trataba de un problema tan tanto que individuos, sean fieles a lo haga por su propia voluntad.
mente, de índole económica. Por grande. Ahora la circulación de alguna religión. Yo preferiría que Pienso que se trata de un proceso
avaricia y envidia las muche- la información, así como los con- el Tíbet, su Estado y su pueblo, natural de evolución. De la mis-
dumbres atacaron a los núcleos tactos humanos, han hecho que fuesen laicos. Si el Tíbet fuese go- ma manera que cambian los há-
de hombres de negocios chinos nos rocemos constantemente con bernado por una jerarquía reli- bitos en la alimentación y en el
adinerados. Pienso que en una otras religiones. Pero pienso que giosa, la budista, por ejemplo, los vestir, también cambian, aunque
situación tan tensa incluso un la gente que vive en un mundo musulmanes y cristianos que vi- en un grado menor, en el pensar.
motivo insignificante puede ser de una sola religión se siente in- ven hoy en él y los ateos que pue- En el caso del Tíbet tengo que
la causa de que la muchedumbre segura. Ésa es la razón de que dan aparecer en el futuro ten- decir que parte de su acervo cul-
agreda a la Iglesia. vean un peligro en los extraños, drían problemas. El gobierno de- tural es el sistema social tradicio-
A. M. Las postrimerías del siglo fieles de otras religiones, que en- be estar en manos laicas. nal, que también cambia. Otros
XX han acarreado una nueva ola tran en su mundo y ésa es una de A. M. ¿Piensa lo mismo la ma- elementos son valores más pro-
de odios y fanatismos étnicos y las causas del integrismo. Pero yoría de los monjes tibetanos? fundos como la calma interior y
religiosos. En la India los hin- por otro lado, gracias a un mejor D. L. Es probable, porque la reli- la actitud amistosa frente al
dúes destruyen las mezquitas. acceso a la información y del au- gión budista no se remite a lo ab- mundo. Esos valores son buenos;
D. L. Pero al mismo tiempo crece mento de los contactos, cobra soluto; no hay un Dios creador son la parte buena de la cultura y,
la armonía entre las diferentes re- fuerza el modelo del pluralismo. de todas las cosas; es un poco dis- por eso, creo que habría que con-
ligiones. Ésa es al menos la sensa- Los integristas y la gente de men- tinta. servarlos.
ción que yo tengo. Lo que pasa es te abierta tienen que andar paso A. M. Hay mucha gente que te- A. M. Hablemos también de los
que de eso no se escribe, no se ha- a paso, unos junto a los otros. me que la globalización pueda medios. Hay mucha gente que
bla. Hay una contradicción interna destruir las culturas nacionales. tiene miedo a una colonización
A. M. ¿Dónde crece la armonía? entre el pluralismo y la idea de Otros dicen que las protestas llevada a cabo con ayuda de los
D. L. Creo que eso sucede en Eu- que hay sólo una religión verda- contra la globalización están medios de difusión. Su interlo-
ropa y en América. Desde hace dera, un pensamiento único. Pa- animadas por los brotes de cutor francés comparó la inva-

Nº 90 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


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DIÁLOGO CON EL DALAI LAMA

sión de los medios norteameri- Unión Soviética la cosa sería dis- masiado críticos con su fe ante- autoridades hacen llamamientos
canos en Europa con la inva- tinta. rior y no busquen en esa crítica en contra del aborto, pero no leyes.
sión de los medios chinos en el A. M. Confieso que algo de eso su justificación por haberse pasa- A. M. Y la última pregunta. Us-
Tíbet. Yo creo que esa compa- también había. do al budismo. ted escribió que la vida es la
ración es absurda porque en el D. L. (Ríe a carcajadas). Uno de A. M. ¿Qué opinión le mereció preparación de la muerte. ¿Có-
Tíbet detrás de la televisión chi- vuestros objetivos es la democracia el capítulo consagrado al budis- mo hay que aprender a vivir pa-
na hay un gendarme. ¿Piensa y eso puede significar la destruc- mo en el libro del Papa Superar ra morir dignamente?
usted que debería existir algún ción del régimen totalitario chi- los límites de la esperanza, que D. L. Hay que vivir en paz con la
tipo de censura en los medios? no. Pienso que la solución ade- tantas protestas provocó en Sri propia conciencia y servir a otros
D. L. No, ninguna. cuada tendrá que ser hallada en Lanka? todo cuanto se puede.
A. M. ¿No hay valores que debe- común por los tibetanos y los chi- D. L. Define el budismo como una A. M. Muchas gracias. n
rían de ser protegidos con ayuda nos. El apoyo del pueblo chino religión pasiva que no se preocupa
de la censura? Su actitud es su- disminuiría si fuese derramada de la sociedad. Los monjes real-
mamente rara entre los líderes la sangre. mente han de aislarse de la socie-
religiosos y creo que me estoy A. M. ¿Y no teme usted que la dad, pero el budismo es una con- [Esta entrevista se realizó en diciem-
bre de 1998].
acercando cada vez más al bu- juventud tibetana pueda pensar cepción que ayuda a entender no
dismo. Entre la juventud tibeta- que va usted demasiado lejos en solamente a otras personas sino a Traducción: Jorge Ruiz Lardizábal.
na hay síntomas de impacien- el intento de conseguir un com- todas las criaturas vivas. Precisa-
cia. Usted siempre exhortó a lu- promiso? mente para poder ayudar a todos
char sin recurrir a la violencia. D. L. Sí, efectivamente, las orga- los seres se tiende a alcanzar la
D. L. Así es. nizaciones juveniles son muy crí- ilustración, el estado de Buda. Yo
A. M. ¿Dónde están los límites ticas en cuanto a mi posición. Yo creo que un razonamiento así no
de la paciencia? Gandhi decía trato de conseguir una autono- puede ser calificado de pasivo. Un
que la frontera está allí donde mía auténtica. Ahora bien, coin- observador superficial podría te-
tenemos que elegir entre la vio- cidimos en cuanto a los métodos a ner esa impresión, pero dimana
lencia o la cobardía. Decía que emplear en la lucha. del desconocimiento.
en situaciones así había que op- A. M. Hoy en Occidente, en A. M. Usted en su libro se ma-
tar por la violencia. ¿Cuál es su Europa, el budismo vive un pe- nifiesta a favor del control de
opinión? riodo de auge. ¿Qué es lo que los nacimientos. ¿Eso quiere de-
D. L. ¿Qué significa la no vio- propone el budismo a los euro- cir que acepta los anticoncepti-
lencia? Desde el punto de vista peos y que no les da el cristia- vos? ¿Cuál es su posición frente
del budismo es muy difícil dis- nismo? al aborto?
cernir entre la violencia y la fal- D. L. Yo no pienso que se trate de D. L. Sí, claro que acepto los an-
ta de violencia. Si tienes una que el budismo responde a pre- ticonceptivos, pero no el aborto.
sincera convicción fundada en guntas a las que el cristianismo Opinamos que abortar equivale
la compasión o la preocupación, no consigue contestar. La huma- a matar y por eso hay que tratar
aunque hagas uso de palabras nidad tiene muchos gustos y para de evitarlo. Estoy a favor del con-
duras e incluso golpees no estás muchos la idea mejor es la del trol de los nacimientos. En reali-
recurriendo a la violencia. Si al- Creador. Pero hay otros que pre- dad el budismo opina que la vi-
guien tiene la intención de esta- fieren la idea de la autocreación. da es algo muy valioso y no es
far o de explotar a otro, aunque Entre los muchos millones de seres demasiado lógico que queramos
emplee para conseguir su objeti- humanos hay también gente que limitar algo que vale mucho. El
vo las palabras más dulces, aun- se identifica con las concepciones problema consiste en que actual-
que haga regalos y tenga una ra- del budismo. Yo opino que todas mente, en la situación en que nos
diante sonrisa, está haciendo uso las grandes religiones del mundo encontramos, hay demasiados se-
de la violencia. No es la violen- tienen el mismo potencial. Inde- res humanos. Nuestra supervi-
cia física, porque sus métodos son pendientemente de sus distintas vencia está en peligro. Por consi-
pacíficos, pero es violencia. El filosofías, todas tienen el mismo guiente, para garantizar una vi-
ánimo que tiene la persona es lo contenido: amor, compasión y da mejor a los que existan
que determina si actúa o no con perdón. Ésa es la esencia de la re- tenemos que limitar los naci-
violencia. El budismo enseña ligión. Sólo los ritos son distin- mientos. Es indispensable. Ahora
que si el objetivo que se persigue tos. Por eso yo suelo decirle a la bien, de ninguna manera se pue-
es adecuado, la violencia física es gente que es mejor que sea fiel a de hacer semejante cosa con el
lícita. su propia religión, a su tradición. uso de la fuerza.
A. M. Entonces, de acuerdo con Cambiar de religión no es fácil. A A. M. Sí, pero en Irlanda se cas-
esa definición, el sindicato Soli- los que se han convertido al bu- tiga con la cárcel a quienes prac-
daridad hacía uso de la violen- dismo en Europa y en América tican el aborto, en la India se
cia, aunque sin la fuerza física. yo suelo decirles que es probable permite el aborto y en China,
D. L. Vosotros luchabais por vues- que sientan en sí mismos la nece- en determinadas condiciones,
tros derechos y ése era un objetivo sidad de justificarse por decisión. es obligatorio. ¿Cuál de esa so-
justo. Si la intención de Solida- Y les digo también que, a la hora luciones es la mejor? Adam Michnik es director del periódi-
ridad hubiese sido destruir a la de hacerlo, traten de no ser de- D. L. La que aplica la India. Las co Gazeta Wyborzca.

56 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90


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HISTORIA DE LA CULTURA

LA LITERATURA COMO TESTIMONIO Cinco novelistas del siglo XX

GABRIEL JACKSON

A
la vista de la inmensidad riencia histórica de los pueblos Mann estudió la totalidad del hanseática, está destinado, con
del campo de la literatura de Europa en el siglo XX más paisaje espiritual de la Europa su consentimiento pasivo, a con-
creativa durante el siglo que por su originalidad formal o de comienzos del siglo XX. La vertirse en ingeniero y adminis-
XX, que comprende narrativa, su excelencia estética. montaña mágica es un ejemplo trador de la empresa familiar.
teatro y poesía, e incluye impor- estelar del tipo de novela par- Esta preparación convencional
tantes subgéneros como la nove- Thomas Mann ticularmente cultivada por los para una vida convencional se
la de espionaje, el relato de mis- En La montaña mágica, publi- alemanes, el Bildungsroman, o ve interrumpida por lo que en
terio y la ciencia-ficción, quiero cada en 1924, seis años después novela que se centra en la edu- principio es una visita de tres se-
aclarar desde el comienzo que de finalizar la I Guerra Mundial, cación que proporciona la vida a manas a un primo suyo en un
sólo voy a tratar sobre la novela y mediada la vida de la inestable la figura central del relato. El jo- sanatorio para tuberculosos en
tradicional, siendo ésta una for- y constantemente atribulada Re- ven Hans Castorp, primogéni- los Alpes suizos. Al fin, ésta se
ma de literatura que he leído pública de Weimar, Thomas to de una familia comerciante convierte en una residencia edu-
con asiduidad y que en muchos cativa de siete años en el Berg-
casos constituye una sustancial hof, con menos requisitos que
contribución al conocimiento de una beca Erasmus o Fulbright
la historia y la cultura europeas. hoy día; más bien como un pe-
Pero, algo más importante que riodo de meditaciones intelec-
las cuestiones de forma, los no- tuales indefinidas, sin responsa-
velistas de todas las lenguas eu- bilidades y sufragado por su
ropeas han aspirado siempre a próspera familia. El regreso del
estudiar los problemas espiritua- joven Hans Castorp a la “tierra
les de su época. Los mejores –co- llana” no se produce hasta que
mo Jane Austen, las hermanas toma la decisión de presentarse
Brontë, George Eliot y Thomas voluntario para el servicio a la
Hardy en Inglaterra; Stendhal y patria en agosto de 1914.
Flaubert en Francia; Galdós y El lector es informado con
Emilia Pardo Bazán en España; abundantes pormenores sobre las
Manzoni en Italia; Storm y Fon- rutinas y la vida médica y social
tane en Alemania; Tolstói, Dos- del Berghof; se le ofrecen datos
toievski y Gogol en Rusia– ofre- enciclopédicos sobre la historia y
cieron, explícita e implícitamen- tratamiento de la tuberculosis, la
te, una crítica filosófica de la enfermedad que en efecto más
vida humana que se reflejaba en preocupaba a la Europa anterior
sus novelas. Ni siquiera las me- a 1914. A través de observaciones
jores versiones cinematográficas y conversaciones, el lector se en-
o televisadas de estas novelas tera de las circunstancias econó-
pueden sustituir la lectura refle- micas y sociales precisas de los
xiva (meditada) que pone al lec- múltiples pacientes, y de cómo
tor individual en contacto di- la enfermedad, la amenaza de
recto con el mundo mental del muerte y la experiencia de sufri-
escritor. Esta función sigue sien- miento intenso y de muerte afec-
do hoy tan importante como en tan a la perspectiva y la conduc-
el pasado. Sin deseo alguno de ta de los diversos individuos. El
propugnar una jerarquía de co- héroe se enamora perdida, pero
losos canónicos de la creación silenciosamente, de una seduc-
(algo para lo que, en todo caso, tora dama rusa que llega tarde a
no estoy en modo alguno cuali- las comidas y permite que la
ficado), voy a examinar una serie puerta del comedor se cierre de
de novelas importantes, elegidas golpe tras de sí. Sus ojos “kirghiz”
por su relevancia para la expe- Thomas Mann le recuerdan a un compañero de

Nº 90 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


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LITERATURA COMO TESTIMONIO

colegio al que había idolatrado a laica. Los hombres son débiles e alemana de 1918, evolucionó directores del sanatorio Berghof,
distancia y al que en una ocasión ignorantes por naturaleza; nece- sostenidamente hacia posiciones de escuchar discos de música
memorable había pedido presta- sitan autoridad y jerarquías, y la prodemocráticas y antinazis. Es clásica, de la compañía de un
do un lápiz. Su obsesión con ma- fe debe siempre dominar sobre esencial recordar que Settembri- plantador colonial holandés ya
dame Chauchat le induce a pro- el intelecto. Los ideales de ni y Naphta son creaciones ficti- jubilado con una personalidad
fundas meditaciones sobre la am- Naphta son los que atribuye a cias, por muy inspiradas que es- “apabullante” y de las sesiones
bigüedad y la extremada san Bernardo: “el molino” y “el tuvieran en las impresiones de de espiritismo con sillas levitan-
inhibición de sus impulsos se- campo arado” del trabajo terre- Mann de su hermano y de Lu- tes y todo.
xuales, sobre la relación entre en- nal en pro de la mayoría; la vida cacs. Pero el poder de una ima- La montaña mágica no ofrece
fermedad y amor, sobre las dife- contemplativa, la oración devo- ginación creativa dio a La mon- precisamente una visión opti-
rencias culturales entre la disci- ta y la disciplina penitencial pa- taña mágica la fuerza de una mista del destino de Europa (o
plinada y ordenada Alemania y ra la élite intelectual. Naphta profecía involuntaria, pues en humano). Dos de los principales
Rusia, “indómita y primitiva”. afirma con vehemencia que la 1924 Hitler era poco más que personajes se suicidan. Así, no
Pero, con respecto al tema de excomunión y la quema en la un poco conocido orador ver- obstante su inmensa vitalidad,
este libro, las partes más extra- hoguera en la Edad Media, y el borreico y Stalin una figura des- su riqueza y sociabilidad, y la fa-
ordinarias de La montaña mági- uso de tortura y la pena de tacada pero en modo alguno cilidad con la que domina to-
ca son los debates políticos en muerte en la Edad Moderna se máximamente poderosa de la das las conversaciones y disfruta
que el liberal anticlerical italiano han practicado en realidad por el nueva Unión Soviética. del amor protector de madame
Settembrini y el jesuita fanático bien del alma pecadora del hom- Pero todos los horrores de las Chauchat, el propietario de
Naphta compiten por dominar a bre. El pasado idealizado era el posteriores dictaduras nazi y es- plantación holandés, Mynheer
su discípulo Hans Castorp, in- predominio sin resistencia de la talinista (el odio homicida a la Peeperkorn, decide suicidarse
teligente y bien dispuesto pero Iglesia medieval sobre una so- burguesía, el odio a los intelec- con un veneno rápido antes que
reciamente independiente. Set- ciedad predominantemente ru- tuales, la justificación “racional” soportar el lento deterioro de la
tembrini es republicano, admi- ral. Este ideal quedó destruido de las confesiones arrancadas vejez. Y no obstante la aparente
rador de la ilustración y de la por la aparición de la burguesía; por la fuerza y las penas de certidumbre de sus conviccio-
tradición jacobina de la Revolu- y Naphta asocia todos los peca- muerte, la “salvación” de almas nes políticas y las múltiples co-
ción Francesa. Es un combativo dos del codicioso capitalismo mediante torturas inquisitoria- modidades materiales que la
defensor de la democracia laica, con el triunfo de la democracia les, la insistencia en la jerarquía proporciona su Orden, el jesui-
las plenas libertades intelectuales laica. Así, predice que la era bur- y la fe ciega, el trato a los seres ta Naphta también se quita
y el Gobierno constitucional. guesa pronto será destruida por humanos como receptáculos de- la vida. El motivo es el duelo
Desprecia lo irracional, inclui- una revolución en que se unirán sechables), todas estas caracte- con él que, en un momento de
dos los aspectos irracionales de comunismo económico y terror rísticas comunes al nazismo y el incontrolable pasión política,
los tratamientos médicos al uso, político2. estalinismo fueron imaginadas ha provocado Settembrini.
las ideas psiquiátricas y psicoló- Esta novela culta y fuerte- y dramatizadas con antelación a Naphta rechaza todos los es-
gicas vagamente definidas (o, mente intelectual fue creada a los hechos en la figura de Naph- fuerzos de sus amigos mutuos
aún peor, pretenciosas), propug- intervalos entre 1914 y 1924. La ta. Simultáneamente, la figura para evitar el fatal resultado.
nadas en las conferencias del di- figura de Settembrini está en rival, Settembrini, muestra mu- Cuando los dos hombres se en-
rector del Berghof, y las emo- gran parte inspirada en la perso- chas de las debilidades del típico cuentran cara a cara a tres pasos
ciones “dudosas” inducidas por nalidad del hermano mayor de intelectual liberal: subestima- de distancia, Settembrini, que
los ojos kirghiz y por la música. Thomas Mann, Heinrich, que ción de los elementos irraciona- se niega a matar por principio,
Para Settembrini, la ignorancia y se atrevió a ser profrancés du- les de la naturaleza humana, dispara al aire. Naphta, con un
la injusticia están tipificadas por rante la guerra y con quien Tho- tendencia a suponer que las pro- grito de “cobarde” a su enemigo,
los imperios austrohúngaro y ru- mas había discutido acremente clamas virtuosas serán seguidas se dispara un tiro en la cabeza.
so. La esperanza de la humani- por su propia adhesión a las pos- por conductas virtuosas, que to- Éste es el final temporal de
dad reside en las tradiciones de turas conservadoras y patrióti- dos los problemas de una socie- toda esta experiencia intelectual
Locke y Voltaire, en la presunta cas. La figura de Naphta debe dad compleja pueden solucio- y emocional que prefigura de
claridad racional de los pueblos mucho a la amistad de Mann narse con legislaciones raciona- manera extraordinaria los fines
latinos (franceses e italianos en con Gyorgy Lucacs, un destaca- les aplicadas por medio de espirituales no resueltos de la vi-
particular), en el desarrollo de la do marxista húngaro, hombre persuasión jacobina (en su ma- da europea en el siglo XX. La I
tecnología y el comercio al ser- de cultura enciclopédica y des- yoría pacífica). En cuanto a Guerra Mundial, mayoritaria-
vicio (como servidoras) de la li- treza dialéctica que, a comien- Hans Castorp, “delicada criatu- mente imprevista en el Berghof
bertad y en la acción internacio- zos de los años veinte, era pro- ra de la vida” como su creador le al igual que entre la mayoría de
nalista y republicana de la ma- bolchevique entusiasta. El pro- denomina repetidamente, él es- los ciudadanos europeos, estalla,
sonería y otras organizaciones pio Mann, después de la derrota tá dispuesto a aprender de to- y Hans Castorp, el joven alemán
democráticas laicas1. das sus experiencias: de los de- obediente, pese a ser intelectual-
Naphta no siente sino des- bates entre sus tutores rivales, mente independiente, regresa a
Fischer Taschenbauch Varlag, 161-170,
precio hacia toda la ilustración de su pasión por madame Chau- la “tierra llana” para incorporar-
259-266; y en inglés, A. A. Knopf Vinta-
ge pb., 156-164, 244-250. (Versión espa- chat, del honorable e idealista se al ejército alemán. Lo encon-
ñola: La montaña mágica, Plaza y Janés, prusianismo de su primo militar tramos por última vez avanzan-
Barcelona 1979). al que ha venido a visitar, de la do pesadamente en una de esas
1
Para los fragmentos principales en 2 Para la ideología de Naphta, Fischer
los que Settembrini expone sus convic- ed., 393-408, 414-428, 474-486; Vintage retórica en ocasiones culta y en aterradoras batallas de infante-
ciones, Thomas Mann, Der Zauberberg, ed., 372-386, 393-405, 450-462. otras de pacotilla de los médicos ría que caracterizaron el Frente

58 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90


n
GABRIEL JACKSON

Occidental. El autor no nos di- los nazis pero, inmediatamente


ce si Hans ha sobrevivido a la después de la victoria Stalin
guerra, ni considera que ésta sea reimplantó estrictos controles
una cuestión importante. Con ideológicos.
todo, no sería enteramente exac- Boris Pasternak gozaba ya de
to decir que siete años de Bil- reconocimiento por su talento
dung no habían producido otra poético en el momento de la
cosa que lúgubres pronósticos revolución. Entre 1917 y 1929
políticos y el derroche de una publicó varios volúmenes de
educación magníficamente rica poesía y una cantidad menor de
en una carnicería militar. Dos prosa literaria y autobiográfica.
elementos hacen soportable lo El talante de Pasternak no era
que sería de otro modo una lec- político. Aceptaba, más que
tura densa y pesimista. Uno es la aprobaba, la revolución. Su téc-
sensibilidad de Mann para el nica y su estética le relacionaban
lenguaje hablado y la otra su estrechamente con la vanguar-
sentido del humor, irónico y en dia occidental pero amaba a Ru-
ocasiones literalmente fantásti- sia como patria, así como la len-
co. El ingenio y la capacidad pa- gua rusa y sus modos de expre-
ra describir las tramas interiores sión. Durante la época de las
de la personalidad sugieren que purgas (1936-1939) quedó mi-
la vida merece ser vivida y estu- lagrosamente excluido de los
diada simplemente por su infi- arrestos y, quizá debido a su
nita variedad, porque es diverti- fuerte prestigio literario y a que
da y es dinámica. se había mantenido firmemente
Pero hay también un inci- al margen de políticas de partido
dente significativo en que el au- o literarias, también logró no de-
tor plantea la posibilidad de un nunciar a ninguno de sus com-
ideal positivo. El joven Hans se pañeros o ser fatalmente denun-
ha ido a esquiar, se ha perdido, ciado por ellos. Durante los años
corre el riesgo de morir congela- treinta y los de guerra no inten-
do y tiene una serie de sueños. tó publicar relatos de ficción, ga-
En ellos ve imágenes de la belle- nándose la vida con traduccio-
za racional e inundada de luz de Boris Pasternak nes de los grandes clásicos euro-
la escultura y la danza griegas, a peos, Shakespeare y Goethe en
la par que imágenes horripilan- particular. En la relajación ideo-
tes de brujería, tortura y sacrifi- protagonistas de aquella guerra: se preciaron mucho de proteger lógica que se produjo en los años
cios humanos. Al final de esta Inglaterra, Alemania y Francia, la libertad artística y considera- de guerra Pasternak inició el
serie de sueños de duermevela, y pero las culturas avanzadas vi- ron la radio y el cine como me- proyecto de una gran novela re-
cuando ha recobrado fuerzas pa- gentes de todo el globo ofrecen dios excelentes para entretener lativa a la revolución. Durante
ra volver esquiando al hotel, se altas oportunidades educativas y y educar simultáneamente a to- toda la década de 1946-1956
dice, en palabras destacadas en alto nivel económico a personas da la población de la futura so- trabajó en ella de manera más o
cursiva por el autor: “En aras del que van a dedicar su vida profe- ciedad políglota, multinacional menos clandestina. En el “des-
bien y el amor, el hombre no ha sional a “mejorar” armas nuclea- y desclasada. Pero cuando se hi- hielo” que siguió al discurso de
de permitir que la muerte se en- res, químicas y biológicas. zo rápidamente evidente que sus “desestalinización” de Jrushov,
señoree de sus pensamientos”3. ideales y sus lemas no se corres- se anunció que dicha novela se-
Y, sin embargo, si ésta fue la va- Boris Pasternak pondían con la experiencia real ría publicada en breve pero lo
liosísima lección aprendida por Al comienzo indicaba que en el de la gente sobre la que gober- cierto es que su publicación no
Hans Castorp en estos siete siglo XX la novela ha cedido naban procuraron establecer obtuvo jamás autorización de
años, ¿no cabía un final mejor mucho terreno como descrip- fuertes controles ideológicos so- Moscú. Esta obra apareció en
que el servicio en uno de los ción de la vida ante otras fuentes bre publicaciones, teatro y cine. 1957, en italiano primeramente
ejércitos que estuvo a punto de de entretenimiento e informa- Estas tendencias dogmáticas se y después en muchos otros idio-
destruir la civilización europea ción: el cine de ficción, el cine manifestaron con claridad en la mas europeos, basada en una co-
en la Gran Guerra? La pregunta documental, las series de radio y década de 1920 y quedaron fir- pia que Pasternak había permi-
sigue siendo pertinente, mal que televisión, las novelas de detecti- memente codificadas bajo la dic- tido que se llevara con él el edi-
nos pese, 70 años después. Pro- ves y espionaje. Esto es sin duda tadura de Stalin. La literatura tor italiano. En 1958 Pasternak
bablemente se haya llegado a aplicable a Occidente y también publicada en los años treinta te- recibió el premio Nobel de Lite-
una paz permanente entre los a los primeros años de la revolu- nía que ajustarse a los ideales ratura, honor que rehusó para
ción rusa, pues, en un principio, “proletarios” y “socialistas” ex- evitar ser encarcelado o expulsa-
los bolcheviques acogieron to- puestos por el partido. El dogma do de su amada Rusia. Doctor
3 Fischer ed., 516-525; Vintage ed., das las tendencias vanguardistas pareció ablandarse un tanto du- Zhivago no se publicaría legal-
490-498. del arte y la literatura europeos; rante la guerra de defensa contra mente en Rusia hasta 1988, du-

Nº 90 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


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59
LITERATURA COMO TESTIMONIO

rante el breve periodo de libera- revolucionaria de la gran mayo- las artes y las ciencias en Rusia y dos sin poder y sin riqueza. Su
lización de la Unión Soviética ría de la población. En diversos que consideraba la propaganda y Iglesia estaba abierta a todas las
bajo el Gobierno de su último lí- puntos de la novela, tanto Zhi- la violencia antisemitas como naciones y a todas las clases; y
der, Mijaíl Gorbachov. vago como otros personajes cu- uno de los aspectos más vergon- las circunstancias de su naci-
Desde el punto de vista de la yas opiniones reflejan las del au- zosos de la cultura popular rusa. miento no sólo simbolizaban es-
contraposoción entre civiliza- tor alaban la redistribución de la Varios de sus protagonistas, y ta inclusión, sino el énfasis en
ción y barbarie, existen al menos tierra, las iniciativas de los sóviets por consiguiente, podemos su- la salvación de la mayoría de los
tres razones importantes para locales en educación y sanidad, poner que el propio Pasternak, pobres y los explotados.
leer esta novela detenidamente. las nuevas leyes que protegían a se preguntan también por qué Para Pasternak, lo que le ha-
Una es por los pormenores bio- los obreros y las madres, el casti- no había más judíos conversos. cía falta al mundo era que las
gráficos íntimos de una decena go de las operaciones especulati- Estos personajes se preguntan fases iniciales de la revolución,
de personajes convincentemente vas y la presunta reorientación por qué los que desarrollaron las generosas, liberadoras y no na-
descritos, y debido al rígido dog- de la riqueza nacional hacia las grandes doctrinas de la cristian- cionalistas, estuvieran seguidas
ma impuesto por Stalin y sólo li- necesidades materiales de la lar- dad y que han hecho también por el universalismo interna-
geramente aflojado por Jrushov, gamente sufriente población. En sobresalientes contribuciones a cionalista y desclasado del
la literatura oficial soviética no este sentido, las revoluciones (la los movimientos de emancipa- Evangelio cristiano. Donde la
podía tratar francamente sobre revolución parlamentaria de ción del mundo moderno se revolución se había malogrado
la extraordinaria variedad del marzo y la revolución bolchevi- empeñan en mantener una había sido en su progresiva ri-
pensamiento humano. A media- que de noviembre) eran absolu- identidad religiosa-nacional se- gidez, en la insistencia en ma-
dos de siglo, en Occidente la no- tamente únicas en la historia parada. Dispersos por toda la nipular a los seres humanos con
vela tenía sin duda valiosos com- humana. Después, durante la novela hay breves análisis de te- fines que sólo comprendían los
petidores en esta labor; pero de- guerra civil, Zhivago, aunque mas religiosos. Algunos de ellos máximos líderes, en su sustitu-
bido a la censura en la Unión ha sido forzado a entrar en filas se adentran en pormenores teo- ción del derrocamiento de la
Soviética dependemos práctica- por un destacamento de parti- lógicos que probablemente no explotación económica capita-
mente de los escritos clandesti- sanos bolcheviques, y pese a sus interesen a la mayoría de los lec- lista por la coerción pura y du-
nos de un puñado de valientes simpatías hacia determinadas tores contemporáneos pero al- ra. Parte esencial de su ideal re-
poetas, filósofos y escritores de personas que sirven a las órde- gunos implican una visión del ligioso es una visión acaso “an-
literatura. La segunda razón es nes del general Kolchak, consi- mundo hondamente hermosa. ticuada” de la función de la
considerar la interpretación de dera que en términos generales Para Pasternak hay tres grandes mujer. Cuando el doctor Zhi-
la revolución que hace Paster- los bolcheviques han sido me- religiones monoteístas. Los ju- vago observa la mirada de con-
nak como fenómeno continuo, nos destructivos y menos arbi- díos, al liberarse de la esclavitud centración interior en el rostro
que ve como algo inevitable a trariamente crueles que la Guar- en Egipto, fueron guiados por de su esposa encinta, y cuando
causa de la prolongada historia dia Blanca. Al mismo tiempo, un príncipe (oculto entre los observa la atención total y la
de opresión zarista y de no ha- sin embargo, la revolución no juncos al nacer, pero príncipe al alegre disposición al sacrificio
berse cumplido las promesas de ofrece ninguna solución válida a fin). Moisés, que no pudo llegar en la conducta de las madres
reforma hechas a finales del siglo largo plazo a la cuestión de los en persona a la Tierra Prometi- más sencillas y menos cultas
XIX. No obstante las enormes ideales y la finalidad de la vida. da, dio unidad nacional y senti- hacia sus hijos, se dice: éste es el
diferencias de nivel de vida entre Los eslóganes de odio, de unifi- do de finalidad a su pueblo, cu- verdadero significado de la “In-
la gran mayoría de la población cación de clases o naciones bajo ya función fue la de difundir por maculada Concepción”, que el
y el pequeño contingente de la banderas militares, el ejercicio toda la humanidad el conoci- nacimiento y primera crianza
aristocracia y la burguesía urba- del poder arbitrario de la vida y miento de un solo Dios supre- de los hijos es una función sa-
na, los obreros, criados, peque- la muerte, le recuerdan al doctor mo y justo. Al mismo tiempo, grada para las mujeres, hasta el
ños tenderos y funcionarios ru- las guerras tribales del Antiguo los judíos permanecerían siem- punto de que el padre llega a
sos individualmente se expresa- Testamento, no esperanzas re- pre como pueblo diferenciado sentirse casi como un extraño,
ban con frecuencia de manera volucionarias. Y con esto llego a en el mundo grecorromano. El como el perplejo y amante José,
muy franca e inteligente. Paster- la tercera razón importante para fundador del islam era un mer- según es representado en mu-
nak tenía buen oído y simpatía leer esta novela: una interpreta- cader y practicaba la poligamia, chas esculturas medievales. Sea
personal suficientes para dar vi- ción de la cristiandad que se en- lo cual era parte normal de la como fuere, lo que toda socie-
da a estas personas en las páginas trelaza silenciosamente con los cultura árabe. La pertenencia al dad necesita, sean cuales sean
impresas. hechos violentos de la revolu- islam estaba abierta a toda per- sus condiciones materiales
Claramente, Pasternak se sin- ción y que es muy claramente el sona sin distinciones nacionales prácticas, es una atmósfera de
tió entusiasmado por las prime- mensaje personal de Pasternak a o tribales; pero su universalismo amor en las relaciones huma-
ras etapas de la revolución de lectores presentes y futuros. era limitado, al menos en sím- nas cotidianas. Para Pasternak,
1917. La libertad había apareci- Estos pasajes reflexivos sobre bolo e imagen, por la poligamia, dicho amor lo proporciona
do (según el doctor Zhivago) la cristiandad son a menudo por la riqueza relativa del profe- principalmente, si bien no ex-
como un regalo accidental e reacciones a algún incidente an- ta y por la clara subordinación clusivamente, la mujer, y el
inesperado de los dioses, no a tisemita entre las tropas o los de las mujeres que implicaba la principio humano máximo es
consecuencia de prédicas y pan- lugareños. Pasternak, por su par- poligamia. El fundador de la ter- la sacralidad de la vida humana:
fletos. La libertad se había pro- te, era un converso a la Iglesia cera gran religión monoteísta toda vida humana, sin prefe-
ducido a medias como resultado ortodoxa que al mismo tiempo (aunque cronológicamente fue- rencias ni privilegios para las
de la guerra y a medias como admiraba la larga contribución ra en realidad la segunda) nació diversas naciones, sexos, movi-
producto de la autoliberación judía a las profesiones liberales, en un pesebre, hijo de refugia- mientos políticos o clases.

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GABRIEL JACKSON

ner, pero pocos han sentido au- médico de Viena en su época.


ténticamente y menos aún han Perdió su puesto en el hospital y
demostrado. murió poco después, en estado
Este mismo hombre era tam- de alienación mental. Céline,
bién antisemita, colaborador li- evidentemente, sentía empatía
terario durante la ocupación na- con Semmelweis en tanto que
zi, un hombre que huyó a Ale- genio no reconocido y maltra-
mania con el ejército alemán en tado por sus colegas.
retirada y que, para evitar su A Céline mismo le interesaba
probable encarcelamiento y po- la salud pública y durante cuatro
sible muerte, vivió en Dinamar- años sirvió en la Organización
ca hasta ser oficialmente amnis- de la Salud de la Sociedad de
tiado en 1951. Parece ser tam- Naciones. Le gustaba el buen
bién cierto que sus pecados de sueldo que recibía y los frecuen-
guerra fueron literarios. Una tes viajes relacionados con el
prolongada investigación sobre puesto; pero no escribir infor-
su conducta no encontró prueba mes sobre temas como organi-
ninguna de que hubiera delata- zación de intercambios entre el
do a nadie ante la Gestapo. Pero personal de servicio sanitario de
sus escritos estaban llenos de ve- las colonias británicas, francesas
neno nazi, y se trataba abierta- y portuguesas de África, o las vi-
mente con los invasores. Una hi- sitas de médicos latinoamerica-
pótesis indulgente respecto a su nos a diversos hospitales muni-
indignante comportamiento en cipales de Estados Unidos. En
los años 1941-1945 podría ser 1928 dimitió de su puesto en la
que se veía como una especie de Sociedad de Naciones y abrió
bufón de corte, inmune a toda consulta en Clichy, el distrito de
responsabilidad política debido a París donde se había criado. Sus
esta función. El enigma y el que- ingresos no bastaban para man-
hacer interesante, en términos tenerse y pagar además sus con-
de civilización y barbarie, es siderables deudas del periodo
comprender a Céline como gran pasado en Ginebra. Así pues, en
L.-F. Céline escritor a la par que como cola- 1931 ocupó dos puestos de tra-
borador literario nazi. bajo a tiempo parcial: uno como
Louis-Ferdinand Céline una enfermera voluntaria norte- Céline, como su héroe de fic- escritor-asesor de una empresa
El tercer escritor creativo que de- americana y una artista de club ción, Bardamu, fue sargento de farmacéutica y el otro como mé-
seo analizar, Louis-Ferdinand nocturno parisina; y después con caballería destacado en las fuer- dico de medicina general de una
Céline, fue autor de una serie de su breve periodo como emplea- zas de reconocimiento. En oc- clínica municipal de Clichy. Las
novelas y memorias vívidas y po- do de una compañía comercial tubre de 1914 fue gravemente experiencias dramáticas y melo-
lémicas, pero en particular de en las colonias africanas, unos herido en el brazo y levemente dramáticas de “el médico” (refi-
una novela singularmente con- cuantos meses de aventura en en el cráneo. La herida del brazo riéndose a menudo a él con un
movedora sobre un “antihéroe”: Estados Unidos y unos cuantos necesitó una larga y dolorosa “yo”) en la novela son las del
Voyage au bout de la nuit (Viaje años trabajando como médico convalecencia. Nunca se supo propio Céline, contadas con un
al fin de la noche), publicada en de éxito más bien mediocre, con claramente la trascendencia de tanto de licencia poética pero
1932. Esta novela comienza con una clientela mayoritariamente la herida de la cabeza, pero du- esencialmente verídicas.
las experiencias en la I Guerra de clase obrera y del pequeño rante el resto de su vida sufrió Por los problemas de su vida
Mundial del personaje central, comercio, algunos de los cuales insomnio, oía ruidos dentro del profesional, y por sus cartas y
Bardamu, un sargento de reco- pagan las facturas y otros no. La cráneo y soportó prolongados escritos publicados, es evidente
nocimiento del cuerpo de caba- fuerza de esta novela estriba en la periodos de extrema sensibilidad que Céline se sintió siempre in-
llería. Bardamu no tiene preten- autenticidad de los múltiples y nerviosa. Cuando estaba finali- cómodo, cuando no claramente
sión alguna de superlativos pa- breves diálogos, dibujos y boce- zando sus estudios de medicina hostil, con la autoridad política
trióticos. Teme a los alemanes y tos de los personajes. Céline po- en 1923 escribió una tesis sobre y la profesional. Su superior in-
odia a los generales franceses, cu- seía una memoria fotográfica el doctor húngaro-judío Ignaz mediato en la Sociedad de Na-
yas tácticas están diezmando a tanto para escenas como para lo Semmelweis, que había descu- ciones era un médico polaco ju-
miles de soldados de infantería que decía la gente. Además, en bierto el origen de las fiebres dío, con el que mantenía una re-
en insensatos asaltos sobre la ar- contraposición con sus senti- puerperales de las que tantas lación normal, y aun cordial, y
tillería alemana y los puestos de mientos extremadamente nega- mujeres morían al parir. Los del que recibió ayuda profesio-
ametralladoras. Bardamu sueña tivas hacia la autoridad, hay sim- consejos de Semmelweis de que nal y también financiera. Pero
con ser hecho prisionero, pero, patía hacia la gente trabajadora, se desinfectara todo el instru- en sus escritos caricaturizó des-
en lugar de esto, es herido en ac- ordinaria, inculta y sin preten- mental y se lavaran las manos piadadamente a este doctor
ción. La novela prosigue con su siones; una simpatía que mu- antes de un parto no fueron Rajchman, describiéndole como
convalecencia y sus amores con chos escritores han afirmado te- apreciados por el establishment un funcionario diestro en “tratos

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LITERATURA COMO TESTIMONIO

bajo cuerda”, que combinaba sus inseguros sobre su propia valía. con frecuencia amontona un las que valoraba tanto o más por
viajes profesionales por todo el En la década de los treinta, mu- consejo tras otro, mientras aban- la compañía como por la rela-
mundo con propósitos persona- chos de ellos debían su promo- dona el piso de un paciente no ción física. A Céline le dolía el
les, y otorgando y negando su ción profesional a la proscrip- habiendo sido capaz de traer a sufrimiento de sus pacientes y
simpatía para utilizar de la forma ción de hombres que eran inte- colación la cuestión de sus ho- mantuvo siempre la esperanza
más ventajosa a burócratas y go- lectual y éticamente superiores norarios. Cuando se dirige a un en una mejora del sistema de sa-
bernantes. Unos años después, a ellos: los artistas, científicos e famoso instituto de investiga- lud público. Sentía una encona-
los superiores de Céline en la intelectuales de Italia, Alemania ción médica, con esperanza de da aversión por las personas de
empresa farmacéutica eran tam- y España. Si el Céline de los obtener información sobre una éxito y por las poderosas, espe-
bién judíos; por tanto, en cierta años veinte se sentía inseguro en forma atípica de tifoidea que es- cialmente si eran judíos. Es éste
medida, su antisemitismo es ex- su relación con la autoridad pro- tá destrozando a un niño por el un síndrome cuyas característi-
plicable por el frecuente estereo- fesional, el Céline de 1933 des- cual siente gran cariño, el espe- cas se dan con frecuencia en to-
tipo europeo de clase media del pués sentía un odio enconado cialista al que consulta resulta dos los países europeos. Céline
judío como personaje “prepo- hacia el establishment literario no serle de ninguna utilidad en dio expresión a toda la rabia, el
tente”, con excesiva influencia francés. Entre 1928 y 1932 ha- absoluto. humor tosco y la solidaridad de
en el ámbito del negocio y de bía trabajado intensamente en El doctor es regalado con una los perdedores eternos, muchos
las profesiones liberales, que sus- su novela Voyage au bout de la charla totalmente egoísta sobre de los cuales –si no habían sido
cita la envidia de compañeros nuit. El manuscrito había reci- la infecta política interna del ins- ganados por el marxismo– se hi-
menos enérgicos o menos listos, bido grandes alabanzas de im- tituto y sobre el plan de su in- cieron fascistas.
etcétera. No creo que el colabo- portantes críticos y editores. Ha- terlocutor de “estudiar la in-
racionismo de Céline haya de cia 1932 Céline y su editor esta- fluencia comparada de la cale- Alexander Solzhenitsin
explicarse principalmente por ban convencidos de que iban a facción central sobre la El novelista e historiador ruso
una coincidencia con el antise- ganar el prestigioso Premio incidencia de hemorroides en los Solzhenitsin fue otro gran escri-
mitismo racial nazi. Por un lado, Goncourt. Pero cuando se llevó países del Norte y del Sur”. El tor que transmutó su sufrimien-
muchas de sus referencias a los a cabo la votación en diciembre gran hombre cree que semejan- to personal en literatura de gran
negros de las colonias francesas sus ilusiones de varios meses se te tema será de interés para los calidad, y que tendió a resistirse
muestran simpatía hacia los mis- vinieron abajo. Muchos intelec- señores que van a juzgar su tra- a todo tipo de autoridad política
mos. Por otro, sus caricaturas de tuales han tenido que encajar el bajo; en su mayoría, de edad y profesional, pero sin la para-
los mandarines franceses del hecho de no haber ganado un avanzada. Cuando se refiere bre- noia de Céline. Nacido en 1918
ejército, las colonias y las cien- premio merecido, pero con Cé- vemente al asunto de la tifoidea, y educado en la ciudad meridio-
cias son tan brutales como todo line esa decepción se convirtió es para decir que hay muchas nal rusa de Tostov, Solzhenitsin
lo que escribió sobre el doctor en una obsesión que pudo haber opiniones encontradas y que el fue un polímata que cursó satis-
Rajchman. Hay en Céline una exacerbado sus sentimientos de doctor habrá de emplear su in- factoriamente las carreras de ma-
tendencia constante a atribuir inseguridad frente a toda autori- tuición. Momento en el cual el temáticas y física y encontró
las intenciones más aviesas a los dad y los efectos físicos a largo investigador muestra una inex- tiempo también para los estu-
detentadores de la autoridad. plazo de la herida recibida en la plicable prisa en marchar a cier- dios literarios. En el momento
Tienen que ser tramposos e hi- cabeza durante la guerra, ade- to café, y ambos hombres llegan de la invasión alemana, en junio
pócritas, alega Céline, o nunca más de los recurrentes ataques allí cuando las adolescentes del de 1941, esperaba con ilusión
habrían triunfado. de malaria a raíz de su estancia lycée de la acera de enfrente se iniciar una vida dedicada a la en-
Dejando a un lado por el mo- en África. han marchado ya. “Demasiado señanza y la escritura. Durante la
mento el caso individual de Cé- Viaje al fin de la noche es un tarde”, dice el gran hombre, “me guerra fue dos veces condecora-
line, en los intelectuales fascistas ejemplo supremo de la forma en conozco sus piernas de memo- do por sus servicios en la artille-
y nazis se unía muchas veces un que la desgracia personal puede ria”4. Acaso sea innecesario aña- ría de campaña durante la larga
rencor generalizado contra todo transmutarse en gran arte. El in- dir que el niño muere. marcha desde las afueras de
el que hubiera alcanzado éxito válido sargento Bardamu se de- Ésta fue la experiencia de Cé- Moscú hasta Berlín. Aunque de-
en los negocios o en las profe- fiende como puede y disfruta de line como médico de los pobres. bía saber, como cualquier solda-
siones liberales y un deseo de ac- los placeres que están a su alcan- Como escritor unía una prosa do, que los censores leían toda su
ceder a esa “masculinidad” auto- ce. Mientras está hospitalizado, expositiva clara y rítmica a un correspondencia, al parecer hizo
ritaria y violenta predicada por mantiene relaciones íntimas con oído afinado para el habla po- algunos comentarios poco hala-
Mussolini. La Falange española, una enfermera norteamericana pular, una fantástica imagina- gadores sobre el mariscal Stalin,
la Croix de Feu y los Cagoulards cuyas ideas le parecen absoluta- ción y un sentido del humor ra- crimen por el que fue sometido a
franceses, los Rexistas belgas, los mente ridículas pero cuyo cuer- belesiano. Su capacidad de afec- consejo de guerra y condenado a
partidarios de Mosley en el Rei- po y ademanes le encantan. to se volcó en el cariño a los ocho años de trabajos forzados,
no Unido y muchos abogados y Trasladado a África en compañía gatos y a sus parejas femeninas, a seguidos por el destierro perma-
profesores alemanes que sirvie- de unos militares que proyectan nente en Asia Central. Solzhe-
ron como Gauleiter compartían victimizarle por “civil” y cobar- nitsin pasó cuatro años trabajan-
todos ese talante “de puños ce- de, suelta un montón de pala- 4 Para ver los problemas del doctor, do en matemáticas aplicadas en
rrados y mangas remangadas”. brería patriótica que desarme del Voyage au bout de la nuit, Collection Fo- uno de los institutos científicos
Céline no parece un matón pero todo la hostilidad de los otros. lio, Gallimard, págs. 315-349; para su in- habitado por científicos presi-
compartía plenamente la ten- Una vez establecido como mé- fructuosa visita al instituto, págs. 354-364 diarios cerca de Moscú (El pri-
(ed. española, Viaje al fin de la noche [Ed-
dencia de los intelectuales fas- dico es incapaz de exigir el pago hasa, Barcelona, 1983, trad. de Carlos mer círculo de un infierno dan-
cistas a sentirse extremadamente de sus servicios a los pacientes, y Manzano]) tesco) y otros cuatro en un cam-

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GABRIEL JACKSON

po de concentración siberiano. bellón de cáncer, como Doctor rior A. Solzhenitsin llegó más vi- vida– se siente renuentemente
Liberado del campo en 1953, es- Zhivago, constituyen un testimo- vo que muerto al hospital onco- satisfecho. Los médicos vigilan
peraba poder pasar el resto de su nio único sobre algunos aspectos lógico de Tashkent, capital de cuidadosamente frente a los pe-
vida “libre”, aunque en exilio, de la vida soviética totalmente Uzbekistán. A través de la perso- ligrosos efectos secundarios de
como profesor en una pequeña ocultados por siete décadas de na de su contraparte de ficción, sus tratamientos de rayos X y ra-
ciudad de Kazajistán. censura. Hasta la creación de in- el sargento Oleg Kostoglotov, diación. No hay camas suficien-
El “deshielo” de Jrushov de tercambios científicos interna- nos enteramos con minucioso tes, pero la higiene es excelente,
los años 1955-1964 le permitió cionales en los años setenta, los detalle sobre cómo es la vida del la comida tolerable y las transfu-
regresar a Rusia y empezar a pu- ciudadanos occidentales no po- hospital y, en cierta medida, la siones de sangre y las inyecciones
blicar obras literarias, así como dían ir a ningún punto de la vida de una capital provincial so- de fármacos se aplican de forma
llevar a cabo largas entrevistas URSS, salvo Moscú y Leningra- viética habitada en gran parte competente. Las estadísticas in-
con objeto de preparar una his- do (ciudades en las que eran so- por uzbecos musulmanes. En ternas –y por ello razonable-
toria oral de los campos de con- metidos a estrecha vigilancia po- cuanto a la calidad de la medici- mente exactas– del hospital
centración soviéticos, el llamado licial en todo momento). na soviética, Kostoglotov –dubi- muestran muy pocas curaciones,
gulag. En 1962 su primera no- En febrero de 1955, el anti- tativo y cuestionador sempiter- pero también muy pocas muer-
vela, Un día en la vida de Ivan guo prisionero y exiliado inte- no, así como desterrado de por tes. Este último dato se debe par-
Denisovitch, recibió permiso de cialmente al hecho de que, por
publicación nada menos que del pura humanidad, así como por
propio Nikita Jrushov. En la par- control del volumen de trabajo,
cial restauración estalinista tras a los casos auténticamente sin
la retirada forzosa de Jrushov remedio se les suministra todos
(1964), a Solzhenitsin le resultó los calmantes posibles y se les en-
imposible publicar sus siguientes vía a casa. Pese a sufrir constan-
dos novelas; pero desde 1968 El temente de excesos de trabajo,
primer círculo y Pabellón de cán- los doctores y enfermeras son su-
cer circulaban clandestinamente mamente corteses con su polí-
en Rusia y se publicaron tradu- glota congregación de pacientes,
cidas en Europa occidental y Es- y no muestran prejuicios políti-
tados Unidos. Hombre tenaz y cos de ninguna clase en su trato
valeroso (que había sobrevivido con Kostoglotov ni con otros
al gulag y al cáncer), Solzhenitsin ciudadanos soviéticos menos dis-
siguió trabajando desafiante- tinguidos. Instruyen a las enfer-
mente en una novela documen- meras y personal sanitario uzbe-
tal e histórica, Agosto 1914, y en co y de otras repúblicas asiáticas
la historia oral Archipiélago Gu- sin la más mínima condescen-
lag. Ninguna de estas dos obras dencia étnica. Leen los últimos
pudo editarse en la Unión So- artículos en las revistas médicas,
viética, pero ambas circulaban consultan de forma habitual a
clandestinamente en Rusia. En sus mejores colegas de Moscú y
1974 la publicación del Gulag no escatiman gastos ni esfuerzos
en Occidente le valió la expul- personales para garantizar un ali-
sión de Rusia, después de lo cual vio considerable del sufrimiento
vivió en Estados Unidos (en ais- y una proporción considerable
lamiento relativo y autoimpues- de remisiones.
to en una finca de Vermont) y Las conversaciones de Kosto-
regresó triunfalmente a Moscú glotov con una estudiante de me-
poco antes de la disolución de dicina y enfermera coqueta e in-
la Unión Soviética. teligente indican la lamentable
Para fines del presente capítu- ignorancia de los ciudadanos so-
lo voy a concentrarme en Pabe- viéticos “libres” sobre el gulag.
llón de cáncer. Tanto Agosto 1914 Zoya quiere saber por qué Kos-
como El archipiélago Gulag tie- toglotov no ha venido a some-
nen un inmenso valor informati- terse a tratamiento antes de estar
vo e interpretativo; y El primer al borde de la muerte y se sor-
círculo es una novela fascinante, prende de que no haya medio de
al igual que Pabellón de cáncer. transporte; ¿no hay avión ni ca-
Pero hay un número considera- miones?, ¿por qué tantas copias
ble de memorias de científicos e de permisos diferentes para salir
intelectuales supervivientes que del pueblo? Y, por cierto, ¿es que
describen la vida en los institutos no había médicos en ese pueblo?
científicos dotados de personal Sí, dice Kostoglotov, había dos,
penitenciario, mientras que Pa- A. Solzhenitsin ambos obstétricos, “excedentes”

Nº 90 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


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63
LITERATURA COMO TESTIMONIO

de una sociedad que ha perdido la merecería ser leída. Pero en el


una generación entera de padres caso del mundo soviético, el co-
potenciales. En otro momento, la nocimiento que nos deparan las
estudiante desea saber por qué novelas de Pasternak y Solzhe-
tiene que regresar Kostoglotov a nitsin es inigualable.
ese pueblo que tan poco grato
parece, desde el cual se ha trasla- Iris Murdoch
dado al hospital. No, le explica El género de la novela se ha
Kostoglotov pacientemente; él mantenido también en el entor-
no es checheno ni miembro de no de libertad de Occidente; y
una banda de delincuentes. De como mejor ejemplo excelente,
hecho, si hubiera sido un delin- entre muchos ejemplos excelen-
cuente común podría haberse be- tes posibles, voy a hablar sobre la
neficiado de alguna de las múlti- conocida novelista inglesa Iris
ples amnistías. Pues bien, ¿no fue Murdoch. Esta autora de origen
juzgado y sentenciado? No; “re- angloirlandés estudió clásicas y
cibió un destierro eterno me- filosofía en Oxford, trabajó en la
diante una diligencia…, algo así Administración de Ayuda y Re-
como una factura”. La ingenua y habilitación de Naciones Uni-
archifemenina futura doctora si- das tras la II Guerra Mundial, y
gue sin comprender, y se empeña se casó con un crítico literario y
en preguntarle qué fue lo que en especialista en literatura rusa.
efecto hizo para haber sido exi- Entre 1954 y 1983 publicó una
liado5. Iris Murdoch veintena de novelas, además de
Menos humor y más morda- una serie de poemas y ensayos fi-
cidad hay en la descripción de se a la ciudad y a la fábrica don- te, supone que todas las mujeres, losóficos. Así pues, ha sido una
un burócrata soviético de éxito y de ambos hombres han sido im- al margen de su importancia nu- mujer de letras asombrosamente
paciente canceroso que insiste portantes funcionarios. Rusa- mérica en la vida profesional so- productiva, muy reconocida y
en que él no padece la enferme- nov, lleno de suficiencia y auto- viética, desean ante todo casarse, muy respetada en la élite acadé-
dad. Pavel Rusanov exige (pero compasión, exclama entonces: tener hijos y buscar seguridad mico-intelectual del Reino Uni-
no obtiene) trato preferente por “¿Qué derecho tienen a ponerle emocional en un marido. Tenga do durante la segunda mitad del
ser funcionario soviético; espera en libertad ahora? ¿Cómo pue- o no razón el autor en este pun- siglo XX.
que gracias a un enchufe de den traumatizar a la gente con to, el lector no puede dejar de Sus novelas versan en su ma-
Moscú le trasladen en cualquier tanta crueldad?”6. darse cuenta de la inmensa ter- yoría sobre la clase media britá-
momento a un hospital especial Pero la preocupación más nura y piedad que siente él hacia nica, tanto la acomodada como
sólo para funcionarios, y habla profunda de Kostoglotov, aparte esos millones de mujeres todavía la modesta, la que tiene forma-
encadenando frases propagan- de su propia recuperación, es la jóvenes que trabajan para ganar ción universitaria y la que tiene
dísticas soviéticas cuando con- situación de las mujeres soviéti- la vida, cuidan de sus padres an- apenas las primeras letras, la con-
desciende a participar en las cas. Está enamorado a partes cianos y de sus hijos sin padre, se vencional y la excéntrica. Sus
conversaciones del pabellón hos- iguales de Zoya, la muchacha de ocupan prácticamente de todas personajes de ambos sexos no
pitalario. Su estado ha mejorado 23 años que no puede entender las compras y tareas domésticas son de fantasía ni están idealiza-
notablemente pasadas unas se- por qué está en el exilio, y de la allí donde viven, y están conde- dos como en buena parte de
manas, pero entonces le descon- doctora Vera Gangart, de 33 nadas a toda una existencia viu- Pasternak y Céline y, en cierta
ciertan las noticias de la destitu- años, un ser humano muy reser- das o solteronas. medida también en Mann y
ción del principal sucesor de vado y muy sensible. Debido a Al describir las historias de Solzhenitsin. Es muy escéptica y
Stalin, Georgi Malenkov, y de su ascendencia alemana, a Vera muchos pacientes, las vidas per- buena observadora; desea hacer
varios jueces estalinistas del Tri- no le habían permitido servir en sonales de Zoya y Vera en la ciu- justicia a los móviles de sus per-
bunal Supremo (febrero, 1955). la II Guerra Mundial. Su pro- dad de Tashkent y los viajes de sonajes; está interesada sobre
Poco después su esposa le trae metido había muerto en batalla; Kostoglotov desde su aldea y de todo en los detalles de su con-
la devastadora nueva de que un ella había tenido una relación vuelta a ella tras su curación, ducta personal dentro de un
colega al que Rusanov había de- amorosa poco satisfactoria des- Solzhenitsyn nos ofrece lo mejor determinado contexto social, y
nunciado secretamente en las pués de la guerra, tras la cual se que pueden ofrecer las grandes carece de motivación política
purgas de 1937 ha quedado en había retraído emocionalmente novelas: un panorama de toda apasionada de ninguna índole.
libertad y es probable que regre- –y en la novela se insinúa que una sociedad, comprensivo, en Iris Murdoch parece asumir, pa-
definitivamente– en sus recuer- su mayor parte exacto y filosófi- ra ella y para su público, el tipo
dos. La actitud de Solzhenitsin co-crítico en el que la vida se de sensatez y tolerancia que es
5 Aleksandr I. Solzhenitsyn, The Can- (como la de Pasternak) es bas- pinta como la sienten aquellos en realidad más característico de
cer Ward, Dell Publishers, Nueva York, tante “anticuada”. Evidentemen- que la viven. Incluso si hubiera la cultura británica que de la ma-
1968. Para las dos conversaciones en que habido libertad de prensa, do- yoría de las demás. La sabiduría
explica el exilio interior a Zoya, págs. 39- cumentales cinematográficos y particular que se extrae de las no-
44 y 190-196 (ed. española, Pabellón de
cáncer [Tusquets, Barcelona, 1993]. Trad. 6 Para Rusanov y la Gran Purga, págs. estudiantes graduados escribien- velas de Iris Murdoch es un sen-
de Julia Paricacho). 202-228. do tesis en sociología, esta nove- tido de la complejidad y la am-

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n
bigüedad de los actos humanos espiritual”, pese a que esto apenas en autores tan distintos como
en la vida “corriente”. No cuen- parece suficiente para cumplir Mann, Pasternak, Céline y Solz-
ta ella historias de guerra, apoca- con sus obligaciones de sacerdo- henitsin. Por otra, un mundo en
lipsis, revolución o padecimien- te católico. En la novela se eluci- paz requeriría el tipo de com-
tos en masa, sino más bien dra- darán las creencias de ambos prensión escéptica y tolerante

www.progresa.es/claves
mas de la vida civil y las hombres, pero sin llegar a nin- que ella muestra. Y puesto que
importantes crisis que experi- guna definición cómoda y segu- los seres humanos no se confor-
mentan los seres humanos en re- ra. Cuando George MacCaffrey, marán nunca con el aburri-
lación a sus semejantes y a sus el decepcionado antiguo alum- miento, con una especie de exis-
emociones íntimas. no, finalmente arrincona a Roza- tencia bovina, es importante
Los ejemplos que ofrezco es- nov en la sala de un parador de la leer a novelistas que iluminan
tán sacados de una de sus narra- localidad está decidido a extraer los resortes de las pasiones hu-
ciones más complejas, The Phi- algún tipo de reacción humana manas en condiciones de paz re-

claves@progresa.es
losopher’s Pupil, en la que un na- de éste. ¿Hablará el profesor lativa y ausencia de ideología. Se
tural de la ciudad balneario de con él? No. ¿Qué piensa éste de podrían ilustrar estos aspectos
Enniston vuelve después de una George? No piensa nada, sólo de la civilización europea a tra-
lograda carrera profesional en quiere que le deje en paz. George vés de las obras de grandes dra-
Estados Unidos con la intención le pregunta desesperado si el pro- maturgos, como Bertold Brecht
de escribir el “gran libro” para fesor tiene conciencia de que ha y Harold Pinter; de poetas filó-
el que hasta el momento no ha destrozado las “ilusiones de su sofos, como T. S. Eliot y Anto-
tenido tiempo. Está también de- vida”, su “amor a sí mismo”. nio Machado; de directores de
seoso de reintegrarse en la co- Bien, dice Rozanov, si ha des- cine filosóficos, como Ingmar
munidad, donde no ha sido truido ese amor, tanto mejor. ¿Se Bergman y Rainer Werner Fass-
nunca plenamente apreciado; de da cuenta el despiadado profesor binder. La gran riqueza de la cre-
enfrentarse a los estallidos de de que “sin amor propio sólo ación literaria, dramática, poéti-
amor-odio de un antiguo estu- queda el mal”? Rozanov respon- ca y cinematográfica europea es
diante graduado y de casar a la de que “lo que usted llama mal es testimonio de la sostenida vitali-
nieta a la que no ha hecho el simplemente vanidad…”. Y la dad espiritual de Europa en sí. n
menor caso durante su infancia tensa conversación continúa en
y hacia la cual tiene emociones estos términos. En el transcurso
muy conflictivas en el momento de la novela descubrimos muchas [Este texto corresponde al capítulo adi-
cional para las ediciones inglesa y ale-
que narra la novela. Las pasiones cosas, pero nada totalmente defi- mana de Civilización y barbarie en la
privadas y la ambigüedad en la nitivo, sobre los diversos signifi- Europa del siglo XX.]
acción caracterizan de modo cados de la esperanza, el mal, el
particular esta novela. La narra- amor a sí mismo, la vanidad, et-
ción comienza con un accidente cétera.
de coche en una noche lluviosa. Las restantes novelas que he
¿Empujó George McCaffrey de- examinado en este capítulo pue-
liberadamente el coche hacia el den ayudarnos a comprender las
canal en un intento de matar a grandes convulsiones del siglo
su mujer, Stella, o fue realmente XX. Iris Murdoch nos ayuda a
un accidente?. Nunca tenemos comprender cómo es la vida pa-
certeza sobre los hechos, pero la ra la clase media contemporá-
autora no está escribiendo una nea; o quizá, cómo sería la vida
novela de intriga. En el trans- para los seres humanos en gene-
curso del relato nos muestra que ral si pudiéramos alcanzar un
ni siquiera George y Stella pue- mundo sin pobreza profunda,
den estar seguros sobre lo que sin guerras terribles y sin suici-
ocurrió, y por qué motivo, aque- dio ecológico. No sería sin duda
lla noche. un mundo sin conflicto; pero
Cuando el filósofo jubilado dichos conflictos quedarían con-
correo electrónico
dirección internet

Rozanov y el sacerdote homose- tenidos con un mínimo de es-


xual padre Bernard se conocen, el fuerzo en pro de la mutua tole-
filósofo pregunta bruscamente: rancia, dentro de los confines de
“¿Cree usted en Dios?”. “No”. la vida civil. Las novelas de Iris
“Vamos, cualquier cosa vale co- Murdoch ilustran también gran
mo creencia en estos días”. “No”. variedad de creencias y escepti-
Según va desarrollándose el diá- cismos que coexisten en la cul-
logo descubrimos que ambos tura europea. Por una parte, no Gabriel Jackson es profesor emeritus
hombres “abominan” el concep- están alimentados por las pasio- de Historia en la Universidad de Cali-
fornia en la Jolla. Autor de La Repúbli-
to de un Dios personal; pero el nes intelectuales y políticas que ca española y la guerra civil y El difunto
padre insiste en una “realidad figuran con tanta prominencia Kapellmeister Mozart (novela).

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n
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SOCIEDAD

LUCES Y SOMBRAS
DE LA DISCRIMINACIÓN POSITIVA
JUAN CARLOS VELASCO ARROYO

L
a integración de los grupos consecuencia de la presión ejer- tablecido en los órganos de di- dichos colectivos –yendo, pues,
sociales desfavorecidos sigue cida por el movimiento de dere- rección cupos mínimos de re- más allá de la igualdad de opor-
constituyendo en teoría chos civiles contra la segregación presentación reservados a las tunidades aparentemente neu-
uno de los puntos más destaca- racial y bajo la cobertura jurídi- mujeres. tral–, se trataría de superar
dos de la agenda política de casi ca de distintas sentencias del Tri- una situación de desigualdad
todos los Gobiernos. La presen- bunal Supremo norteamericano. 1. Razones en favor fáctica que la mera igualdad
cia de amplios grupos margina- Se trata de medidas que, aun- de la discriminación positiva formal no puede disolver:
dos o discriminados atenta con- que formalmente discriminato- Las estrategias argumentativas “Hay que admitir que no basta con
tra valores democráticos tan ele- rias, están destinadas a eliminar esgrimidas para justificar los di- garantizar la igualdad en los derechos
mentales como la igualdad o la o a reducir las desigualdades de versos programas de acción po- por encima de la diferencia racial para
justicia social con los que se hecho y se aplican, preferente- sitiva exhiben generalmente, se- conseguir una igualdad efectiva, entre
otras razones porque hay una desigual-
identifica el orden constitucional mente, en el ámbito laboral y gún Boxill (1995), dos modali-
dad heredada, que impide hablar de
de la mayoría de los Estados. De educativo. Lo característico de dades diferentes, que en los igualdad en el punto de partida y exige
ahí que la erradicación de tales estos programas sociales especia- debates públicos suelen emplear- un trato desigual, es decir, medidas de
situaciones represente un autén- les y reglamentaciones de cuotas se conjunta o alternativamente: discriminación positiva” (Lucas, 1994,
tico reto para cualquier sociedad es que se establecen en virtud de se tratan o bien de argumentos 192).
democrática. criterios étnicos o de género. De de carácter retrospectivo o bien
Entre las iniciativas surgidas este modo, en numerosas uni- de argumentos de carácter pros- En un sistema democrático
en esa dirección en los últimos versidades norteamericanas y en pectivo. Los argumentos de ca- respetuoso con los derechos hu-
tiempos destacan, como es sabi- diferentes departamentos de la rácter retrospectivo inciden en manos no es admisible (en base
do, los programas de carácter so- Administración se ha reservado que las medidas de trato prefe- al principio de no discrimina-
cial diseñados para compensar a un número mínimo de plazas rente deben ser consideradas co- ción) que existan minorías opri-
los miembros de los grupos mi- para determinadas minorías: en mo una compensación por da- midas o perseguidas, esto es, que
noritarios que hayan estado in- primer lugar, en favor de los ños indebidos recibidos en el a determinados grupos huma-
mersos sistemáticamente en una afroamericanos descendientes de pasado, que suponían graves vio- nos les sean denegados la titula-
situación de desventaja1. Así, esclavos y, luego, también a laciones del principio de igual- ridad y el disfrute de los dere-
desde finales de la década de los otros grupos tan heterogéneos dad de oportunidades. Por su chos que poseen los otros miem-
cincuenta empezaron a implan- como mujeres, americanos na- parte, los argumentos de carácter bros de la comunidad. Si bien
tarse en Estados Unidos deter- tivos o aborígenes, latinos, asiá- prospectivo defienden tales me- esta formulación negativa no
minados mecanismos de inter- ticos, etcétera. Afectan no sólo a didas en virtud de consecuen- suele cuestionarse, no sucede lo
vención en favor de las minorías las administraciones públicas, si- cias supuestamente buenas al mismo con la justificación del
tradicionalmente marginadas, no también a las empresas pri- contribuir a equiparar oportu- reconocimiento activo de dere-
conocidos bajo el nombre de vadas, de tal manera que, si no nidades, así como a socavar los chos a las comunidades minori-
“acción positiva” (affirmative ac- cumplen con los cupos asigna- estereotipos raciales y sexuales. tarias presentes en un determi-
tions), “discriminación positiva” dos a los diferentes grupos mi- De hecho, en todos esos casos nado Estado ni con ciertas me-
o “discriminación a la inversa”. noritarios, pierden el acceso a antes mencionados, tanto en didas de intervención activa,
Esas acciones surgieron como créditos y contratos públicos y Norteamérica como en Europa promovidas con el fin de que los
hasta pueden ser sancionadas. se suelen presentar tales accio- miembros de esas comunidades
Siguiendo este mismo mode- nes como medidas tendentes a no pierdan su identidad cultural
1 El término minoría o grupo minori- lo, diversos países de Europa, así solventar una discriminación y/o puedan acceder a bienes bá-
tario hace referencia a elementos cualita- como la propia Unión Europea, histórica, a reparar o a compen- sicos (educación, trabajo, sani-
tivos más que a cuantitativos o estadísti-
cos; indica la circunstancia de cualquier a través de la directiva sobre sar alguna injusticia profunda- dad, etcétera) en igualdad de
grupo de personas que recibe un trato igualdad de trato de 9 de febre- mente arraigada en las actitudes, oportunidades reales con el res-
discriminatorio, diferente e injusto res- ro de 1976, han adoptado me- comportamientos y estructura to de la población.
pecto de los demás miembros de la socie-
dad. Un grupo tal se define, por tanto,
didas promocionales en favor de de una sociedad, de modo que En principio, la mera noción
por su posición de subordinación social y las mujeres para facilitar su ac- determinados grupos menos fa- de derechos particulares (que
no por su número. Así, v. gr., las mujeres, ceso a determinados puestos de vorecidos se ven forzados a lu- podría confundirse con la cate-
a pesar de representar la mitad de la po- la Administración pública. Con char en continua desventaja. goría de fuero o privilegio, en el
blación de cualquier sociedad, constitu-
yen de hecho una minoría en numerosas la misma finalidad, algunos par- Mediante la concesión de opor- sentido de “hacer una excep-
sociedades. Cfr. Osborne, 1996. tidos políticos europeos han es- tunidades especiales en favor de ción”) parece entrar en flagrante

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contradicción con el principio turales, puestas en vigor con la gumentos esgrimidos para pos- equitativa e imparcial de bienes
democrático de igualdad de de- finalidad expresa de fomentar la tergar a determinados individuos y derechos.
rechos y, más concretamente, integración de los grupos mino- en sus aspiraciones a ocupar un Tras estas reflexiones resul-
con aquella interpretación del ritarios. puesto de trabajo o a acceder a ta paradójico observar cómo
mismo que exige que todos los una plaza escolar. Este filósofo Dworkin (que, como ya se ha se-
hombres y mujeres deben ser 2. Cuestionamiento del derecho señala que el mayor ñalado, considera que ningún
considerados de igual modo y de la discriminación positiva riesgo de tales prácticas estriba objetivo social que viole los de-
que reclama que la ley se mues- El mantenimiento de estas me- en que lo que se inicia de forma rechos individuales se puede jus-
tre consecuentemente neutral o didas políticas es, sin embargo, localizada y temporal acabe con- tificar aunque contribuya al bie-
“ciega”, por principio, ante las objeto de fuertes controversias. virtiéndose en un modo de pro- nestar general) acaba defendien-
diferencias que presenten los su- Con cierto fundamento, se obje- ceder permanente y extensivo do, con algunas matizaciones, la
jetos individuales y que, por tan- ta que estos programas estatales (que sea además interiorizado discriminación positiva como
to, desconozca el conjunto de representan un tipo de interven- por los beneficiados como dere- un medio efectivo para solucio-
particularidades que conforman ción legal caracterizada por un chos adquiridos), contravinien- nar un problema social. Esta in-
la complejidad real de la condi- injustificable sesgo paternalista, do su razón inicial, que no era consistencia interna de la pos-
ción humana. Sin embargo, da- dado que, de alguna manera, de- otra que la superación de toda tura de Dworkin revela, en cual-
do que las condiciones de parti- terminados ciudadanos son tra- clase de discriminación. quier caso, el enorme grado de
da no son iguales para todos los tados como menores de edad. Los problemas no surgen tan- complejidad teórica y práctica
miembros de una sociedad, di- Los liberales americanos de ca- to en el nivel de la justificación de la cuestión, que sin duda ad-
cha aplicación ciega de normas rácter conservador, los llamados teórica de los principios que ri- mite consideraciones contra-
no hace sino consagrar la desi- “libertarios”, sostienen por su gen la llamada política de cuotas puestas.
gualdad originaria: aplicar es- parte que las tentativas de rectifi- como en el de la aplicación prác- En la ya dilatada práctica de
trictamente el principio de igual- car legalmente las circunstancias tica de esa política. Un modo de los sistemas de cuotas se observa
dad a situaciones de hecho desi- desiguales conducen “inevitable- proceder serio y respetuoso re- que las mayores dificultades sur-
guales es conculcar el principio mente, como en una pendiente quiere que en cada situación gen, como ocurre con cualquier
mismo. La igualdad formal, resbaladiza, a la intervención so- concreta se considere el modo decisión política, cuando se ha
conseguida en parte, ha dejado cial opresiva” (Kymlicka, 1995, de evitar que los derechos legíti- de resolver en el plano indivi-
al descubierto de manera paten- 174). Además, es cierto que los mos de una persona particular dual el conflicto jurídico provo-
te un trato fáctico desigual. Sólo defensores de esas políticas tien- puedan ser sacrificados en aras cado por la colisión de derechos
si se posterga el principio de den a silenciar con controverti- del objetivo político de la pro- igualmente protegibles. Este es-
igualdad formal ante la ley, y si- bles argumentos utilitaristas el moción social de los grupos des- collo saltó a la palestra en Euro-
multáneamente se realza el prin- quebranto de los derechos indi- favorecidos. En definitiva, de lo pa con ocasión de una sentencia
cipio de igualdad real de opor- viduales que algunos sujetos han que se trata es de ser consecuen- del Tribunal de Justicia de la
tunidades, estaría justificado (y, de padecer por el hecho de per- te en la crítica del principio rec- Unión Europea, con sede en Lu-
además, adquiriría pleno senti- tenecer a la mayoría social, in- tor del utilitarismo y tomarse, xemburgo, hecha pública el 17
do) articular medidas que pro- cluso aunque no sean miembros una vez más, los derechos de to- de octubre de 1995 (caso Ka-
curasen la equiparación de los privilegiados de la misma2. dos los ciudadanos en serio. lanke c. Freie Hansestadt Bre-
participantes en el campo de Así se manifiesta, por ejemplo, Ciertamente, la negación de de- men). Este fallo ha sido poste-
juego, por lo menos hasta que un claro liberal (o, en términos de rechos a algunos individuos e, riormente refrendado en térmi-
puedan entrar de nuevo en vigor política europea, un progresista) incluso, a grupos enteros puede nos generales por el Tribunal
las antiguas reglas ciegas, esto es, como Ronald Dworkin (1984, resultar una fuente de utilidad Federal alemán de lo laboral
hasta que nadie pueda verse per- 327-348; 1994, 182-190), que para el conjunto de la sociedad, (Bundesarbeitsgerichte, marzo
judicado por su empleo (cfr. ha analizado críticamente los ar- pues no son –siguiendo la fa- 1996). El Tribunal de Luxem-
Taylor, 1993, 63). Si se siguen mosa distinción de John Rawls– burgo otorgaba la razón a un in-
estas pautas, nada impide que necesariamente irracionales des- geniero superior (el señor Ka-
encuentren un sitio en una con- 2 Éstas son, por ejemplo, las circuns- de el punto de vista del cálculo lanke) que perdió un concurso
cepción de la justicia como im- tancias del principal caso judicial sobre de utilidad personal o grupal, de promoción interna en el ser-
parcialidad ciertas medidas de discriminación inversa en Estados Uni- pero son profundamente irrazo- vicio municipal de parques y jar-
dos, Regents of the University of California
carácter temporalmente limita- vs. Allan Bakke, que fue fallado por la Su- nables desde el punto de vista de dines de la ciudad-Estado de
do, normas meramente coyun- prema Corte el 5 de julio de 1978. la justicia o de la distribución Bremen porque, en igualdad de

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LUCESY SOMBRAS DE LA DISCRIMINACIÓN POSITIVA

capacitación profesional, su señalar que no se sostiene –en el Brown vs. Board of Education, la mo tales comunidades (cfr. Tay-
oponente era una mujer (la se- sentido de que no se compadece Corte Suprema sostuvo que la lor, 1993, 63-64).
ñora Glißman, también inge- con los hechos– que la decisión cláusula de igual protección an- A pesar de que la sensibilidad
niera superior). El señor Kalan- de la municipalidad de Bremen te la ley incluida en la decimo- hacia las minorías forma parte
ke se amparaba precisamente en sea una aplicación incondicio- cuarta enmienda (promulgada de lo que se conoce como “co-
la Directiva 76/207/CEE, rela- nal de la preferencia de las mu- tras la Guerra de Secesión) pro- rrección política”, son cada día
tiva a la aplicación del principio jeres, porque existían también híbe a los Estados federados la más quienes desde tribunas pro-
de igualdad de trato entre hom- otros requisitos que fueron con- segregación racial en las escuelas gresistas alzan su voz en favor de
bres y mujeres. El fallo ha le- siderados previamente: una mis- públicas. Recientemente, en la revisión de los programas de
vantado una auténtica polvareda ma capacitación entre las perso- 1989, la Corte ha decidido que discriminación positiva para las
por la rotundidad con que esta- nas que optan al procedimiento la misma cláusula prohíbe tam- minorías debido a sus efectos
blecía la ilegalidad (más bien, su de selección y una infrarrepre- bién ciertas clases de discrimi- perversos. Se denuncia que unas
no adecuación al derecho co- sentación de las mujeres en el nación positiva (cfr. Dworkin, políticas bienintencionadas, eso
munitario) de la regulación ju- sector laboral afectado (median- 1994, 182). sí, rehabiliten, alimenten e insti-
rídica de la “discriminación po- te la correspondiente certifica- Una argumentación de talan- tucionalicen una noción cientí-
sitiva” en favor de la mujer en la ción oficial). A favor de medidas te diferente contra el carácter ficamente tan sospechosa y polí-
distribución de cargos de la Ad- como las tomadas por la ciudad temporal de los actuales sistemas ticamente tan perniciosa como
ministración pública. La sen- de Bremen, debería subrayarse de cuotas es la desarrollada por es la de la división de la huma-
tencia proscribe una forma de- que, de hecho, ya han mostrado Charles Taylor. Su preocupación nidad en razas y géneros. La
terminada de acción positiva su virtualidad como programas es la justificación de regulaciones aplicación de datos biológicos
consistente en imponer la prefe- de aprendizaje social a largo pla- jurídicas específicas que prote- favorece, por un lado, la reac-
rencia de una persona por su zo, ya que han posibilitado que jan a la minoría francófona en tualización del antiguo sistema
mera pertenencia al sexo feme- se sometieran a discusión públi- Canadá, que en la región de de separación por razas y contri-
nino en aquellos sectores labo- ca los motivos que justificaron la Quebec constituye a su vez la buye, por otro, al empobreci-
rales en los que las mujeres estén discriminación tradicional de las mayoría social, con el fin de ase- miento de la noción de diversi-
infrarrepresentadas. El Tribunal minorías constituidas en razón gurar el mantenimiento y el flo- dad cultural.
Europeo encontró rechazable, de género o de raza. Y si esto es recimiento de su identidad cul- La misma definición pública
en particular, el automatismo en valorable positivamente, enton- tural. Considera que los siste- de determinados atributos de
la aplicación de la normativa, es ces el fallo del Tribunal Euro- mas de cuotas suelen quedarse identidad –étnica, cultural, se-
decir, la prioridad absoluta e in- peo representa, como sostiene cortos, pues suelen proyectarse xual, religiosa, etcétera–, que se
condicional de las mujeres en Sybille Raasch (1995, 495), un con un limitado horizonte tem- requiere necesariamente para
un nombramiento o promo- paso atrás en ese necesario pro- poral, en congruencia cierta- poner en práctica medidas de
ción, pues, al impedirse la nece- ceso de aprendizaje colectivo. mente con la esperanza de que discriminación positiva, puede
saria consideración ponderada Dos años después de la sen- gradualmente se nivele el campo conllevar algunas consecuencias
de los casos particulares, se dis- tencia del caso Kalanke, en no- de juego de tal manera que las no previstas ni deseadas. No
crimina negativamente a los va- viembre de 1997, el Tribunal de viejas reglas ciegas puedan retor- puede descartarse el peligro de
rones con capacidades similares Justicia de la Unión Europea ha nar a su antiguo vigor sin discri- que semejantes rasgos de identi-
y se sobrepasan los límites de la corregido su propia doctrina, minar (negativamente) a nadie. dad se erijan en rasgos de exclu-
excepción establecida en el apar- dictaminando ahora la legalidad Pero lo que se precisa, en reali- sión social que contribuyan a
tado 4 del artículo de la Direc- prima facie de la discriminación dad, son medidas de carácter consolidar los estereotipos nega-
tiva Comunitaria. positiva en favor de la mujer3. permanente que respondan a la tivos existentes y agudicen aún
De la sentencia del Tribunal En cualquier caso, las fluctua- aspiración legítima de las comu- más la marginación de ciertas
de Luxemburgo no cabe, sin ciones de la jurisprudencia eu- nidades culturales, y no sólo de comunidades y grupos sociales.
embargo, deducir el cuestiona- ropea sobre las distintas formas los individuos, a no perder nun- No parece tan claro que las polí-
miento de la acción positiva en de discriminación social no son ca su identidad y a sobrevivir co- ticas de “acción positiva” desa-
su conjunto como mecanismo muy diferentes de las observa- rrolladas en tales términos favo-
idóneo para la erradicación de bles en la jurisprudencia nortea- rezcan, en contra del criterio ex-
las desigualdades que tienen ori- mericana sobre la materia. En promoción tengan la misma capacidad y presado por Kymlicka (1996),
gen en el sexo (género), sino tan 1954, en su decisión del caso haya más hombres que mujeres en el sec- la integración de las minorías en
tor afectado. Debe descartarse la prioridad
sólo una desautorización en toda la mayoría social. En ningún ca-
en favor de las mujeres “cuando uno o va-
regla de un modo particular de rios de los criterios inclinen la balanza en so deberían pasarse por alto las
aplicarse. La adopción de medi- favor del candidato masculino”. El tribu- posibles consecuencias fatales de
3 En la sentencia sobre el denominado nal toma en cuenta el hecho de que, ante
das de discriminación positiva aplicar el factor étnico o de gé-
caso Marschall, del 11 noviembre de una promoción, “en caso de igual capaci-
en favor de determinadas mino- 1997, el Tribunal de Luxemburgo decla- tación existe la tendencia a preferir a los nero pensando ingenuamente
rías no debe convertirse nunca, ra con menos paliativos la legalidad de la hombres en detrimento de las mujeres que siempre va a ser tenido en
como afirma el tribunal, en un discriminación positiva en favor de la mu- como consecuencia de los prejuicios te- cuenta sólo para beneficiar a las
jer (en el caso Kalanke la había declarado naces y de las ideas estereotipadas sobre la
expediente fácil para excluir a ilegal cuando se aplica de forma “absolu- función y las capacidades de la mujer”. En
minorías en desventaja: nada ni
nadie a priori sin antes examinar ta e incondicional”): “A menos de que consecuencia, declara legal una ley que nadie nos garantiza desgraciada-
con objetividad cada solicitud o haya motivos relativos a la persona de un “tiene por objetivo preciso y limitado au- mente que, en manos de un gru-
candidato masculino que hagan inclinar torizar medidas aparentemente discrimi-
candidatura. po de ideología racista en el po-
la balanza a su favor”. Admite así un cier- natorias que intentan eliminar o reducir
En contra de la sentencia del to automatismo (sic) siempre y cuando las desigualdades de hecho que pueden der, el sistema de cuotas no fue-
Tribunal de Luxemburgo, cabe los demandantes de un empleo o de una existir en la realidad de la vida social”. ra empleado precisamente en

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JUAN CARLOS VELASCO ARROYO

contra de esas minorías. Tam- Charles Taylor, por ejemplo, encontradas de esencialistas y da crisis por la que pasa el mo-
poco debería ignorarse que, co- se halla entre los defensores de deconstruccionistas sobre el ca- delo de armónica mezcla racial
mo afirma el reputado crítico li- los estudios multiculturales, non literario en el sistema edu- que idealmente constituiría la
terario de la revista Time Robert pues encuentra en ellos una ma- cativo son de difícil conciliación. base social de Estados Unidos y
Hughes (1994, 214), “el multi- nera práctica de ampliar el hori- Sobre este último asunto con- su orgullo como nación, tal co-
culturalismo populista también zonte epistemológico y axioló- sidero preciso señalar que algu- mo sostiene José Ángel Valente
puede convertirse rápidamente gico. Considera además, ahora nos experimentos llevados a ca- (Abc Cultural, Madrid, 8-12-
en una forma de racismo inver- retomando un argumento de bo para incorporar en los curri- 1995) a propósito de otro tér-
so”. Una política centrada en la Frantz Fanon, que puede ser cula las diferentes culturas son, mino en boga:
defensa del derecho a la diferen- una forma adecuada de modifi- al menos, bastante discutibles. “Lo ‘políticamente correcto’ es un
cia corre además el riesgo de car la imagen de inferioridad in- Incluso desde posiciones libera- vago concepto sociológico inventado
que, bajo capa de “igualdad en la culcada a las culturas subyuga- les no etnocéntricas se afirma en Estados Unidos para navegar –sin
diferenciación, se perpetúe o das por los grupos dominantes que los estudios académicos del ofender demasiado visiblemente a na-
die– en el proceloso mar del multicul-
reinstaure la añeja desigualdad (cfr. Taylor, 1993, 96-107). De multiculturalismo se han con-
turalismo. Concepto o, mejor dicho,
que tradicionalmente ha perju- forma algo confusa, Taylor ar- vertido en algo bastante medio- instrumento verbal, para encubrir el in-
dicado a las minorías precisa- guye también que los estudios cre. Lo que empezó como algo menso fracaso del melting pot de grupos
mente por ser diferentes” (Ruiz multiculturales ponen de mani- positivo (la revisión y amplia- étnicos o sociales o culturales irreme-
Miguel, 1994, 291). fiesto la igualdad axiológica de ción del canon literario e histó- diablemente no aglutinados. Instru-
En definitiva, ¿cómo pueden todas las culturas y su pareja rico mediante el reconocimiento mento, en tal sentido, profundamente
superficial o hipócrita”.
superarse las discriminaciones his- contribución al patrimonio uni- de la cultura de algunos grupos:
tóricas con la ayuda de las cate- versal. Este razonamiento puede hispanos, negros, indios nortea- Los propulsores del movi-
gorías de raza y sexo que las ori- ser, sin embargo, perturbador, mericanos, orientales, mujeres u miento de la “corrección políti-
ginaron? Pero, ¿puede vencerse la pues no parece una buena tácti- homosexuales) ha desembocado ca” han hecho esfuerzos ímpro-
herencia de la segregación sin re- ca argumentativa relacionar la en un cierto caos educativo. La bos con el fin de destruir el
currir a tales categorías? Estas dos necesidad de restañar los daños civilización occidental y sus orí- lenguaje –mediante afectados
preguntas conforman los dos personales producidos por el genes, en bloque, se han conver- retorcimientos– sin cambiar en
cuernos del dilema con el que se desprecio del entramado cultu- tido en el malo de la película. nada la realidad: “Las palabras
enfrentan las actuales políticas ral de los individuos y grupos Ahora, en lugar del estudio de la no son hechos y la nomencla-
orientadas a la integración de las con la cuestión del valor com- literatura convencional, todo el tura sola no cambia nada”, afir-
minorías (Ostendorf, 1992). parativo de cada cultura (cfr. empeño se centra en enseñar a ma Hughes (1994, 34). En el
Wolf, 1993, 112-113, y Haber- cada grupo la historia de su per- terreno de la estética, se inspiran
3. Una cobertura ‘ad hoc’ mas, 1993, 172-173). secución, corriéndose así el ries- en un difuso concepto relativis-
de la discriminación positiva: El establecimiento de un ca- go de que los estudiantes igno- ta que niega la posibilidad de
estudios multiculturales non literario multicultural en las ren todo o casi todo lo que res- normas y juicios sobre el arte;
y ‘corrección política’ aulas universitarias es una deci- pecta a la base cultural común en la teoría política, sustituyen
Los programas de integración de sión polémica que ha sido, de del país en el que moran. la categoría de clases sociales por
las diferentes minorías aplicadas hecho, fuertemente cuestiona- Los estudios académicos del las de raza y sexo como divisio-
en el ámbito educativo nortea- da. La excelencia literaria como multiculturalismo, entre los que nes significativas en la sociedad
mericano se han convertido en criterio de inclusión en los pro- abundan los women’s studies, los y en los ámbitos de poder; nie-
un foco de atención para los crí- gramas de la materia ha sido black studies o los gay and les- gan, finalmente, que la civiliza-
ticos del multiculturalismo en- abandonada, según sus propul- bian studies, se han configuran- ción occidental sea la matriz on-
tendido como proyecto social y sores, en aras de la integración do desde la denominada “empa- tológica de nuestros problemas
político de convivencia entre di- de las diversas culturas. Esto no tía metodológica” o, dicho con básicos, por lo que, de modo
ferentes grupos y comunidades4. sólo ha sido criticado, sino que otras palabras, desde el supuesto consecuente, bregan por redu-
En muchas universidades ameri- incluso se ha llegado a proponer de que sólo las mujeres pueden cir drásticamente su posición en
canas se han desarrollado nue- un modelo alternativo: “el ca- entender a las mujeres o sólo los los programas universitarios (cfr.
vos planes de estudios que bus- non occidental”, tal como Ha- homosexuales a los homosexua- Riotta, 1992).
can alterar, ampliar o eliminar el rold Bloom (1995) tituló su ya les. No es difícil desvelar los in- El problema provocado por
canon de autores acreditados que famoso y controvertido libro. En convenientes de una tesis que, un lenguaje público que subraya
hasta la fecha sólo incluían varo- favor de esta obra puede aplicar- llevada hasta sus últimas conse- y pone el énfasis en las diferen-
nes blancos muertos (o “pálidos se el juicio general que emitía cuencias, impediría la comuni- cias no es, sin embargo, baladí.
patriarcas machistas”, Hughes, Amy Gutmann contra aquella cación entre los miembros de Si se abandonan los presupues-
1994, 116). forma de plantearse la cuestión una sociedad al faltar el necesa- tos universalistas y se acentúan
cultural: “No es necesario, de rio horizonte de significación las tendencias particularistas, las
ninguna manera, denigrar las compartido, que hace las veces políticas en favor de la coexis-
4 En la práctica diaria, los paladines de
grandes obras o defender un re- de trasfondo de inteligibilidad. tencia pacífica de diferentes cul-
la bondad de un lenguaje “políticamente
lativismo sin normas para preo- La metodología adoptada por turas mediante mecanismos de
correcto”, los defensores de los estudios cuparse por el modo en que la esos estudios no promueve ni fa- discriminación positiva pueden
multiculturales y los valedores de la dis- crítica esencialista del multicul- vorece la concordia social. Puede degenerar, sin embargo, en un
criminación positiva resultan ser las mis- turalismo incide en la idolatría contemplarse, ciertamente, la ejercicio teórico con efectos per-
mas personas, aunque, a decir verdad, en-
tre todos estos asuntos no existe una cla- intelectual” (Gutmann, 1993, proliferación de esos estudios co- versos tales como el manteni-
ra conexión. 32). En todo caso, las posturas mo una muestra más de la hon- miento de las diferencias étnicas

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LUCESY SOMBRAS DE LA DISCRIMINACIÓN POSITIVA

y el olvido de las desigualdades comodín con casi tantos signifi- mente las tensiones entre los BOXILL, Bernard R.: ‘Igualdad, discri-
sociales de carácter económico cados variopintos como bocas grupos portadores de diferentes minación y trato preferente’, en Peter
(que, sin embargo, no han desa- hay para pronunciarlo”, cierta- culturas (llámense etnias, nacio- Singer (ed.): Compendio de ética, Alian-
za, Madrid, 457-468, 1995.
parecido). Eso es lo que ocurre mente asevera, y éste es el valor nes, etcétera), esas voces pueden
con la retórica del separatismo positivo que quisiera atribuirle contribuir empero a aumentar DWORKIN, Ronald: Los derechos en serio,
cultural surgida como retoño aquí, que “las gentes de raíces la confusión sobre la naturaleza Ariel, Barcelona, 1984.
bastardo –y no como conse- distintas pueden coexistir” (Hug- de los problemas sociales más la- –– El dominio de la vida, Ariel, Barce-
lona, 1994.
cuencia legítima– del discurso hes, 1994, 97). Si bien este obje- cerantes, que no es étnica ni cul-
multiculturalista, pues, en reali- tivo político es completamente tural sino económica: la persis- HABERMAS, Jürgen: Die Einbeziehung
dad, supone su negación más legítimo e incluso progresista, el tente desigualdad en el acceso a des Anderen, Surhkamp, Francfort,
completa en cuanto que rechaza multiculturalismo no ha de pre- los bienes materiales. 1996.
el diálogo intercultural, esa cons- sentarse como una utopía de re- En las universidades nortea- HUGHES, Robert: La cultura de la que-
tructiva y sugerente actitud de cambio para una izquierda deso- mericanas, que auspiciaron la ar- ja, Anagrama, Barcelona, 1994.
“aprender a ver a través de las rientada tras el fin de las certi- ticulación normativa de un
KYMLICKA, Will: Filosofía política con-
fronteras” (Hughes, 1994, 110), dumbres que define este final de comportamiento “políticamen- temporánea, Ariel, Barcelona, 1995.
por la que aquel discurso en siglo, sino como un nuevo elen- te correcto” y lo configuraron –– ‘Derechos individuales y derechos
principio aboga5. Debería te- co de problemas, categorías y va- como movimiento social, se de grupo en la democracia liberal’, en
nerse en cuenta que una retórica lores que podría (y necesitaría) tiende a concebir esa corriente Isegoría, núm. 14, 5-36, 1996.
política centrada en el particula- ser complementado por otros como la culminación intelectual LUCAS, Javier de: El desafío de las fron-
rismo imposibilita la articula- procedentes de los nuevos y vie- y práctica de los diversos pro- teras, Temas de Hoy, Madrid, 1994.
ción coherente de los restantes jos movimientos sociales. gramas de discriminación posi-
OSBORNE, Raquel: ‘¿Son las mujeres
motivos universalistas sobre los El hecho de que en ciertos lu- tiva en favor de determinadas
una minoría?’, en Isegoría, núm. 14,
que se han de apoyar necesaria- gares las diferencias de género o minorías marginadas iniciados 79-93, 1996.
mente quienes hoy se han deci- la etnicidad se hayan convertido en los años sesenta. Desde otros
dido por la defensa del pluralis- en categorías decisivas para con- sectores sociales se considera, OSTENDORF, Berndt: ‘Der Preis des
Multikulturalismus. Entwicklungen in
mo cultural: siderar en términos políticos las por el contrario, que dicho có-
den USA’, en Merkur, núm. 46, 846-
“La defensa de las minorías y sus de- diferencias sociales –desplazando digo tendrá efectos letales para la 862, 1992.
rechos puede parecer a primera vista incluso al concepto de clase– no pacífica convivencia ciudadana.
una manifestación de multiculturalis- debería utilizarse como coartada Sin llegar a extremos catastrofis- RAASCH, Sibylle: ‘Der EuGH zur
mo, pero a menudo lleva en sentido Frauenquote’, en Kritische Justiz, núm.
para soslayar las enormes desi- tas, los que piensan así quizá no
contrario a un comunitarismo encerra- 4, 493-498, 1995.
gualdades económicas que sub- anden muy equivocados en la
do en sí mismo y, por tanto, hostil a la
coexistencia con culturas diferentes” sisten de manera pertinaz. Sin medida en que los programas de RIOTTA, Gianni: ‘Political correct. Asal-
caer en dramatismos, “hoy día discriminación positiva, y en ge- to a la cultura occidental’, en CLAVES
(Touraine, 1995, 14).
DE RAZÓN PRÁCTICA, núm. 21,
puede seguir hablándose de la co- neral las políticas en favor de la
22-27, 1992.
La cuestión estribaría enton- existencia del Tercer y el Primer convivencia multicultural, pre-
ces en cómo reclamar el recono- Mundo” en el interior tanto de tenden efectivamente acabar con RUIZ MIGUEL, Alfonso: ‘La igualdad
cimiento de las diferencias cul- los países subdesarrollados como la engañosa tranquilidad del sta- como diferenciación’, en AA VV, De-
rechos de las minorías y de los grupos di-
turales con un discurso exento de los desarrollados (Ostendorf, tu quo. Hasta el momento, di-
ferenciados, Escuela Libre, Madrid, 283-
de un vocabulario universalista. 1992, 860). Si las diferencias eco- chas medidas han logrado ya 295, 1994.
La dificultad parece insuperable, nómicas siguen siendo relevan- transmitir la idea de que lo polí-
pues, como sostiene Wellmer tes, entonces, como sostiene tico no puede seguir basándose TAYLOR, Charles: El multiculturalismo y
‘la política del reconocimiento’, FCE,
(1996, 100), Hughes (1994, 75) en referencia en una supuesta homogeneidad
México, 1993.
“una ‘política de las diferencias’, sea al ámbito educativo –aunque po- cultural ni, por tanto, concebir-
en lo tocante a minorías culturales o en dría extenderse también a otros se sin la consideración de las se- TOURAINE, Alain: ‘¿Qué es una socie-
lo tocante a culturas no occidentales, sectores–, “una política más equi- ñas simbólicas de identidad co- dad multicultural?’, en CLAVES DE
no puede practicarse en absoluto sin un RAZÓN PRÁCTICA, núm. 56, 14-
tativa […] sería ligar la preferen- lectiva. Esto representa, sin du-
trasfondo de principios morales y jurí- 25, 1995.
cia en la admisión universitaria a da, uno de los cuestionamientos
dicos de tipo universalista”.
la pobreza del estudiante, y no a contemporáneos más radicales
Aunque el término multicul- su raza ni a su sexo”. de los fundamentos normativos
turalismo “se ha convertido en un Las voces en favor de una ar- de las teorías clásicas de la de-
ticulación multiculturalista de la mocracia. n
sociedad, perceptibles en un sec-
5 Un objetivo buscado, pero aún ape-
tor militante de la academia y
de la prensa, son, ciertamente, [Este artículo ha sido elaborado gracias a
nas alcanzado, por la discriminación po- la financiación de una Ayuda a la Investi-
sitiva y la educación en lo “políticamente algo positivo, pues suponen un gación, patrocinada por la Fundación Ca-
correcto” sería el fomento del diálogo in- contrapeso frente a la tendencia ja Madrid.
tercultural: que los jóvenes de las nuevas
generaciones tengan menos prejuicios so-
a la uniformización cultural que
ciales; que, por ejemplo, los jóvenes blan- caracteriza al proceso de globali- Bibliografía
cos se comuniquen más fácilmente con zación en que estamos inmersos. BALLESTRERO, M. Vittoria: ‘Acciones po-
los negros y que éstos a su vez pujen por Dejando a un lado el posible sitivas’, en Doxa, núm. 19, 91-109, 1996.
encontrar fórmulas diferentes al tradicio- Juan Carlos Velasco Arroyo es in-
nal círculo victivismo-revanchismo en el riesgo de legitimar de este modo BLOOM, Harold: El canon occidental, vestigador del Instituto de Filosofía del
que se han movido hasta ahora. un fundamentalismo que ali- Anagrama, Barcelona, 1995. CSIC.

70 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90n


TEORÍA POLÍTICA

COSMOPOLITISMO
Y PATRIOTISMO
MARÍA JOSÉ VILLAVERDE

E
n el siglo XVIII la élite ilus- taire, luchador incansable contra del etnocentrismo y su defensa de cómo debe ejercerse el poder po-
trada era tan mayoritaria- el fanatismo religioso, Montes- los valores culturales que trascien- lítico. Así, condena taxativamente
mente cosmopolita que, en quieu, D´Alembert, y Bernardin den las fronteras, es Montesquieu, todo poder absoluto y defiende
los años sesenta, el término era si- de Saint-Pierre, apóstol de las que encarna, según afirma el ca- los Gobiernos “suaves”, que guían
nónimo de philosophe. En esa mis- teorías internacionalistas y paci- ballero de Joucourt en la Enciclo- a los ciudadanos siguiendo sus in-
ma época Diderot definía como fistas, quien en su Proyecto de paz pedia, el patriotismo más perfecto, clinaciones naturales, sin forzar-
verdaderos cosmopolitas a quie- perpetua de 1712, exhortaba a la el universal, aquél que defiende les, utilizando la razón en lugar
nes frecuentaban el salón del ba- creación de una confederación de los derechos de toda la humani- de la coacción. No porque las le-
rón de D´Holbach, para diferen- 24 naciones para garantizar la paz dad. La preocupación que late en yes sean más duras, afirma, se res-
ciarlos de los apátridas y neocíni- en Europa, proyecto que, en su Las cartas persas por la suerte que petará más a los Gobiernos y se
cos representados por Fougeret de opinión, impulsaría una unión si- correrá el género humano, la aper- cometerán menos crímenes.
Mombron, quien en su libro El milar en Asia. tura hacia el exterior que propone Libertad, razón, tolerancia y
cosmopolita o el ciudadano del En sus Pensamientos sobre la como medio para superar los lí- derechos individuales, eran valores
mundo, escrito en 1751, afirmaba Administración pública, Voltaire mites impuestos por la propia cul- compartidos en el Siglo de las Lu-
que todas las patrias eran igual de desmitifica el amor a la patria, de- tura, y la reivindicación del viaje ces por una comunidad de inte-
detestables. finiéndolo como una mezcla de de conocimiento, que a él perso- lectuales cosmopolitas, que desde
Aunque la palabra no aparece amor propio y de prejuicios. Y nalmente le abrió horizontes nue- finales del XVII se conocía con el
en la edición de 1694 del Dic- en su artículo “Patria” del Dic- vos, son un claro reflejo de su cos- nombre de República de las Le-
cionario de la Academia france- cionario filosófico, califica al pa- mopolitismo. Pero Montesquieu tras. Pero la solidaridad cultural
sa, sí está recogida en el Diccio- triotismo romano –el modelo por simboliza también el ideal ilustra- así forjada trascendía las fronteras
nario de Trévoux de 1721, si excelencia ensalzado por Rousse- do por su apego a los derechos in- nacionales y religiosas, y viajeros
bien tiene un significado ambi- au–, de fanático, por convertir a dividuales y por su denuncia del como lady Montagu descubrían
guo que oscila entre “un hombre los hombres en enemigos y fo- poder absoluto, tanto en el plano entre los effendi o letrados musul-
que no tiene residencia fija” y mentar la propia grandeza a ex- político como en el personal. En manes de Belgrado a espíritus
“alguien que no es extranjero en pensas del empobrecimiento aje- Las cartas persas muestra un ejem- emancipados, deístas, y conoce-
ninguna parte”. En la edición de no. A ese sentimiento excluyente plo de las atroces consecuencias dores de los librepensadores in-
1771, la definición es ya, sin em- y agresivo opone el sentir del cos- que se derivan del empleo de la gleses, mientras otros como Casa-
bargo, inequívoca. mopolita, que no desea que su coacción y de la violencia en el nova se encontraban con auténti-
Los cosmopolitas del siglo de país sea ni más grande ni más pe- terreno de las relaciones persona- cos philosophes como el sabio
las Luces se caracterizaron por la queño, ni más rico ni más pobre les, que se traducen en la infelici- turco Josouff.
defensa de la tolerancia religiosa, que las naciones vecinas. Conse- dad del opresor y la muerte del Estos vínculos entre intelec-
por el pacifismo como respuesta a cuente con esos ideales universa- oprimido. La obra expresa sus du- tuales se reforzaron a través de las
las guerras por la hegemonía eu- listas, Voltaire se exilió volunta- das sobre la posibilidad de que el recientemente creadas academias,
ropea (aunque hubo excepciones riamente en Ferney, Suiza, y se hombre y la mujer puedan desa- que rivalizaban por atraer a los
como en el caso de la interven- negó siempre a reconocer una pa- rrollar libremente su personalidad grandes pensadores de la época
ción rusa en Polonia, que Voltaire tria y a identificarla con el lugar en el marco de determinadas ins- sin atender a su nacionalidad. Re-
apoyó por considerar que llevaba de nacimiento. De este modo tituciones sociales. Y su convic- cordemos, por ejemplo, que Vol-
las luces a un país semifeudal), y cuando se pregunta cuál es la pa- ción de que, cuando éstas se vuel- taire era miembro de la Royal So-
por su demanda de una política tria de un judío de Coimbra que ven tan opresivas que ya no hay ciety de Londres, de la Academia
de reformas y un uso racional del sufre persecución por sus ideas margen para la libertad indivi- de Edimburgo y del Instituto de
poder, frente al Absolutismo. Re- religiosas, o la de un monje cató- dual, la única alternativa es el sui- Bolonia, entre otros. A ello con-
chazaron asimismo las institucio- lico que anhela el cielo, o la de un cidio, último ejercicio de la liber- tribuyeron también las logias ma-
nes políticas nacionales y locales campesino arruinado, responde tad personal con el que conclu- sónicas (Casanova, por ejemplo,
cuando éstas entraban en conflic- que la patria es el lugar que nos yen, en efecto, Las cartas persas. estaba afiliado a la de París y a la
to con la razón o con los derechos acoge y donde nos encontramos En el ámbito político, Mon- de Turín), algunas de las cuales
del individuo. bien, relativizando así el amor al tesquieu se decanta abiertamente aceptaban a mujeres, como el
Entre sus exponentes destacan terruño y los lazos que nos unen por el individuo, tanto a la hora Mopsorden instituido en Colo-
figuras como Diderot y Condor- a nuestros compatriotas. de elegir entre los intereses indivi- nia en 1740 o las logias de adop-
cet, pioneros en la reivindicación Otro de los grandes cosmopo- duales y los de la colectividad, co- ción a partir de 1775. La red de
de los derechos de la mujer, Vol- litas de la época por su rechazo mo al plantearse la cuestión de logias que se extendía por las prin-

72 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90


n
cipales ciudades europeas (todos fluencia de Diderot), la ruptura
los puertos franceses contaban al con el cosmopolitismo ilustrado
menos con una) y acogía a los via- se puede fechar con toda claridad
jeros deseosos de conocer el mun- en la primera versión de El con-
do, impulsó de manera conside- trato social, enviada al editor Rey
rable la unión de la intelligenzia. en diciembre de 1760. Libro mal-
Estos lazos propiciaron los in- dito, del que Rousseau afirmaba
tercambios y los descubrimien- en carta a su editor Delvaux que
tos científicos, muchos de los era una obra imposible de com-
cuales fueron fruto de la colabo- prender y que habría que reha-
ración de investigadores de di- cer. Libro interpretado a voluntad
versos países. Es el caso del des- por los distintos actores del drama
cubrimiento de la electricidad en revolucionario, tanto por los ja-
el que participaron Gray en In- cobinos como por los contrarre-
glaterra, estableciendo la distin- volucionarios de 1789, que fun-
ción entre cuerpos conductores y Jean-Jacques Rousseau damentaron sus tesis en él. Libro,
no conductores, Dufay en Fran- en fin, en cuyo nombre se corta-
cia, diferenciando la electricidad el defensor de intereses dinásticos reconstruir los vínculos sociales ron innumerables cabezas en la
positiva y la negativa, los cientí- para simbolizar los intereses na- debilitados, el sentimiento de per- guillotina en aras de la realización
ficos de Leyde, Nollet con sus cionales. María Teresa de Habs- tenencia al grupo, la homogenei- de ese utópico ideal de sociedad
experiencias sobre la electricidad burgo y luego su hijo José II se dad de la colectividad, y la frater- que en él se esbozaba.
de los cuerpos, Coulomb, Volta, dispusieron a convertir los frag- nidad perdida por el desarrollo del En El contrato social aparecen,
etcétera. mentados Estados de la Casa de capitalismo y del interés privado. sin embargo, varias ideas, corro-
Pero a mediados del XVIII el Austria en una nación alemana, e Su sueño se hizo realidad en par- boradas en el resto de su obra po-
cosmopolitismo triunfante estaba incluso un declarado francófono te en ese gran proceso creador de lítica, que deberían hacernos re-
siendo cuestionado por las ideas y cosmopolita como Federico II la identidad nacional que fue la flexionar sobre la conveniencia de
patrióticas que estaban calando en de Prusia se adhirió a la nueva Revolución Francesa, que si bien seguir considerando a Rousseau
la sociedad europea. El término tendencia en sus Cartas sobre el no creó una nueva sociedad ni un heredero de la Ilustración y un
cosmopolita adquirió connota- amor a la patria, de 1779. Si bien destruyó la aristocracia, sino tan abanderado de la Democracia
ciones negativas en la cuarta edi- es cierto que las élites aristocráti- sólo el principio aristocrático en el moderna. Es cierto que en dicho
ción del Diccionario de la Acade- cas resistieron el embate del sen- que se basaba el antiguo régimen, texto Rousseau defiende la igual-
mia francesa de 1762, que califi- timiento nacional, salvo excep- como señaló Tocqueville, sí afir- dad y la libertad, pero como ya
caba de mal ciudadano a quien ciones como Hungría, los círcu- mó nuevos valores, entre ellos el demostró en el siglo pasado Ben-
renuncia a su patria. E incluso, en los burgueses por el contrario, y patriotismo. jamin Constant, se trata de la
el artículo “Patria” de la Enciclo- en especial la burguesía de nego- Aunque su noción de patrio- igualdad y de la libertad antiguas,
pedia, aunque se advertía en con- cios, lo acogieron con júbilo, co- tismo no tiene exactamente el características de la ciudad-Estado
tra de sus excesos, se ensalzaba el mo lo prueba el hecho de que el mismo significado que le darán grecorromana, en la que no exis-
patriotismo como la virtud públi- patriotismo alemán nació en los nacionalistas del siglo XIX, tían derechos individuales y en
ca que induce a renunciar a uno Hamburgo, ciudad de comercio Rousseau dio origen al culto ro- donde el ciudadano estaba some-
mismo en aras del bien común, y por excelencia. mántico del grupo, y fue también tido por entero a la colectividad, a
como la pasión que impulsa a Este nuevo valor en alza, el el artífice del sentimiento nacional la que debía inmolar su vida si era
realizar acciones heroicas y vale- amor a la patria de raíces greco- y de la identidad nacional en tor- preciso. Es ese tipo de patriotismo
rosas. En 1764-1765 hubo pro- rromanas, que durante la Edad no a los cuales se articula nuestro el que Rousseau exalta: “un ver-
puestas en Nîmes para crear una Media había perdido todo signifi- mundo moderno. A pesar de que dadero republicano mama junto
Academia de Historia de la Pa- cado debido a la visión universa- en sus primeras obras (sobre todo con la leche de su madre el amor
tria. Paralelamente el despotismo lista de la sociedad feudal, tuvo en el Discurso sobre el origen de la a su patria. Dicho amor llena to-
ilustrado se revistió de patriotis- como principal valedor en el siglo desigualdad entre los hombres y en da su existencia; no ve más que su
mo, probablemente para ocultar XVIII a Rousseau. Ajeno al sentir el Discurso sobre la Economía polí- patria y no vive más que para
sus objetivos expansionistas, y el cosmopolita, el gran objetivo del tica) ensalza en algún momento el ella”. Su máximo exponente es esa
soberano dejó de aparecer como ginebrino fue, por el contrario, humanitarismo (debido a la in- mujer espartana que al recibir la

Nº 90 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


n
73
COSMOPOLITISMO Y PATRIOTISMO

noticia de la muerte de sus cinco sometidas a la autoridad de sus esencial es ser bueno con la gente ría, sino un ente abstracto y me-
hijos en el campo de batalla, corre padres o maridos. con la que vivimos, con nuestros tafísico que se sitúa por encima
presurosa al templo a dar gracias El fervor patriótico de Rou- compatriotas, aun a costa de ser de los individuos reales y que de-
por la victoria. sseau alcanza su cenit en Las Con- inicuos con el resto de la huma- cide por ellos. Al individuo “se le
Patriotismo exclusivista y exal- sideraciones sobre el Gobierno de nidad”. Los pueblos antiguos, obligará a ser libre”. Esta frase la-
tador de las diferencias, como se Polonia, obra que contrasta nota- añade, juzgaban lícito robar y pidaria del Contrato social resume
pone de manifiesto en los proyec- blemente con el proyecto de cons- matar a los extranjeros y, consi- bien el pensamiento de Rousseau.
tos de constitución que escribe titución elaborado por Mably, deraban sinónimas las palabras Con la utilización de la coacción
para los corsos y los polacos en quien pretendía acabar con el os- extranjero y enemigo. Incluso los el ginebrino pretende crear hom-
1765 y en 1770-1771 respectiva- curantismo y difundir la filosofía romanos después de la aparición bres nuevos, ciudadanos y patrio-
mente. Textos con los que pre- de las luces entre los polacos. Si del cristianismo, circunscribían tas ejemplares y sacrificados, dis-
tende fomentar la conciencia na- Mably les anima a ensanchar sus su humanitarismo a las fronteras puestos a edificar una sociedad
cional y afianzar el amor a la pa- conocimientos y a estudiar el de- de su Imperio. ideal de hombres libres e iguales.
tria mediante costumbres que les recho europeo, Rousseau, por el Esta legitimación de la xeno- Pero como escribía un giron-
diferencien de otros pueblos y, ri- contrario, les circunscribe al es- fobia, este patriotismo que re- dino liberal a finales de 1792:
tos, ceremonias y tradiciones que tudio del derecho y de la historia nuncia explícitamente a los valo- “Los principios, en su abstracción
levanten barreras infranqueables polacos, de los grandes héroes na- res humanitarios, fanático y des- metafísica (…) no pueden servir
y les impidan mezclarse con ellos. cionales y de sus gestas heroicas, humanizado, en palabras de uno de fundamento a un Gobierno;
Patriotismo tradicionalista que de todo aquello que fomente la de sus contemporáneos, el abate un principio no puede ser rigu-
busca el enraizamiento del hom- memoria colectiva. En su afán Bergier, está en los antípodas del rosamente aplicado a una asocia-
bre a la tierra y a la familia, ata- por reforzar la identidad nacio- sentir ilustrado que, como señala ción política por la simple razón
duras eternas que obstaculizan el nal, les exhorta encarecidamente a Voltaire, induce a respetar los de- de que un principio no admite
abandono de la patria. Rousseau que se vistan con el traje nacional rechos de todos los pueblos del imperfecciones. Ahora bien, há-
concibe, en efecto, la agricultura y, a que recuperen todo tipo de mundo. Pero Rousseau no cree gase lo que se haga, los hombres
como escuela de valores, como el costumbres, gustos, juegos, fiestas en el género humano al que con- son imperfectos”. Como rubrica
único oficio honorable para el ciu- y ceremonias característicos de sidera una pura abstracción, una Montesquieu, que nos dejen ser
dadano, frente al comercio, la in- Polonia. En este contexto, la edu- idealización de los Enciclopedis- como somos.
dustria y la corrupción de la vida cación adquiere un papel decisivo tas. Las ideas de fraternidad uni- Más allá de la contraposición
urbana, en línea con el pensa- al encauzar las opiniones y los versal, de solidaridad internacio- cosmopolitismo-patriotismo, lo
miento grecorromano y en con- gustos, y convertir a los ciudada- nal, el sentimiento de pertenencia que se pone de manifiesto en el
traposición a las tesis de los ilus- nos en “patriotas por inclinación, a la humanidad, son para él un siglo de las Luces es la existencia
trados y los fisiócratas. Este culto por pasión, por necesidad”. Se mito, y los deberes del ciudadano de dos visiones del mundo en-
a la tierra se ve reforzado con el trata de lograr que “un niño des- se alzan siempre por encima de frentadas: una, defensora de los
culto a la familia: el requisito que de que abre los ojos no vea más los del hombre. De ahí, que su derechos del individuo y del pro-
impone a los corsos para acceder a que la patria y hasta su muerte noción de patria contraste abier- greso (con todas las ambigüeda-
la ciudadanía es tener un lote de no vea otra cosa”. Siendo la meta tamente con la de Voltaire, a la des que evoca este término), la
tierra, estar casado y tener dos hi- de la educación formar patriotas, que califica de “execrable”. Si pa- otra, tradicional y anclada en el
jos vivos. El inmovilismo se acen- no debe ser dejada bajo ningún ra Voltaire “la patria está en cual- pasado. La concepción ilustrada,
túa aún más al prohibir a los va- concepto en manos de extranje- quier parte en donde nos encon- innovadora desde el punto de vis-
rones abandonar su circunscrip- ros, que podrían promover una tramos bien”, para Rousseau “só- ta científico, genera los primeros
ción bajo la amenaza de perder su formación humanitaria y cosmo- lo se está bien en la patria”, e balbuceos del evolucionismo,
terreno. En este marco cerrado y polita que destruiría el carácter incluso se podría añadir, parafra- cuestiona las verdades religiosas
autárquico, la mujer carece de to- nacional. seando su tesis, que sólo existi- tradicionales, y da los primeros
da posibilidad de desarrollar su Y es que, como afirma en las mos por y para la patria. pasos hacia el ateísmo, a la vez
individualidad, quedando relega- Cartas escritas desde la Montaña, Pero además, el patriotismo que explora las posibilidades de la
da en aras de la familia, al papel publicadas en 1764, el patriotis- rousseauniano somete al indivi- razón humana para construir un
tradicional de esposa y madre, de mo y el humanitarismo son in- duo a una colectividad idealizada mundo mejor y gozar de él desde
procreadora y educadora de ciu- compatibles. En efecto, las filoso- y utópica a la que debe sacrificar un cierto hedonismo. La repre-
dadanos. Esta concepción pa- fías y las religiones humanitarias su individualidad, e incluso sus sentada por Rousseau, incrustada
triarcal salta a la luz en el modelo crean hombres justos, moderados más elementales derechos como en un rígido moralismo y en la
educativo que traza en Emilio, y y amantes de la paz, y en este sen- la vida, la libertad religiosa, la li- negatividad de la visión de un pa-
que contrasta brutalmente con las tido son beneficiosas para el gé- bertad de expresión, y la libertad raíso perdido para siempre, de-
concepciones ilustradas de Dide- nero humano, pero contribuyen a de reunión, quedando suprimi- fensora de la colectividad frente al
rot o de Condorcet, que subra- debilitar los lazos políticos y, por dos estos dos últimos derechos en individuo, aparece repleta de año-
yan la igualdad de la mujer y su ello, son muy perjudiciales para los debates, en aras de la forma- ranza hacia los valores del pasado
derecho a recibir la misma educa- los Estados nacionales. Como de- ción de la voluntad general. El po- Dios, Patria, Virtud. n
ción que los hombres. Pero tam- clara en carta a Leonard Usteri el der absoluto de la colectividad se
bién queda patente en el ámbito 30 de abril de 1763: “El patrio- ejerce así sin misericordia contra
religioso, al negarles la libertad de tismo exige la exclusión”. “Todo aquél que disiente, contra todo
creencia y el libre examen, –dere- patriota, escribe en 1762 en Emi- aquél que no acepte la voluntad María José Villaverde es profesora ti-
tular en la Facultad de Ciencias Políticas
chos que otorga sin embargo a to- lio, es duro con el extranjero (…) general, que no es la voluntad de de Madrid y autora del libro Rousseau y
dos los varones– manteniéndolas que no es nada a sus ojos. Lo todos ni la voluntad de la mayo- el pensamiento de las Luces.

74 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90n


SEMIÓTICA

CULTURA Y EXPLOSIÓN
JORGE LOZANO

E
l 28 de octubre de 1993 fa- dose en un ambicioso proyecto “La serpiente crece, cambia de piel. donde estudió y tuvo como ma-
llecía en Tartu (Estonia) Yu- de crear una Tipología de la Cul- Es la exacta expresión del progreso estro, entre otros, a Vladimir J.
ri Mijailovich Lotman, po- tura y últimamente ha ido perfi- científico. Para permanecer fieles a sí Propp. La misma San Petersbur-
mismas el proceso de desarrollo cultu-
cos meses después de que apa- lando una Teoría e Historia de la ral debe mudar repentinamente en el
go o Leningrado de Eijembaun,
reciera publicado Cultura y Cultura, como el propio Lotman momento oportuno. La vieja piel está Tomasevki, Tynianov o Bajtin.
explosión (Kul’tura i Vzryv), últi- define a la semiótica, establecien- ahora estrecha y frena el crecimiento Y la misma San Petersburgo que,
mo libro que escribiera o, mejor do nuevas fronteras y revisando o en vez de favorecerlo. En el curso de mi a finales del siglo XIX, contó en
aún, que dictara, y que en espera rechazando sus propios concep- actividad de estudioso, la Escuela de su Universidad con científicos
Tartu y yo a veces hemos debido libe-
de sus No-memorias puede servir tos, rehusando “la pesadilla de la de la talla de Mendeleiev o de
rarnos de la vieja piel…
de testamento de una importan- ortodoxia metodológica”, como Sólo queda esperar que después de su discípulo Vernadski, que tan-
te obra semiótica que comenzó gustaba de decir. En diferentes haberse liberado de la piel, la serpiente, to influirá mucho tiempo des-
en 1960 cuando dictaba ‘Leccio- escritos, Lotman se ha referido a cambiando de color y aumentando de pués en la obra de Lotman. La
nes sobre poética estructural’, la serpiente como símbolo de la tamaño, mantenga la propia integridad”. proximidad de Lotman a las
que fueron publicadas en 1964 sabiduría. En sus No-memorias Yuri M. Lotman había nacido ciencias –amén de su reconocida
en el primer número de los em- (Ne-memuary) se puede leer: en 1922 en San Petersburgo, vocación por la entomología– es
blemáticos Trudy po Znakovym tan temprana que en uno de sus
systemam (Cuadernos sobre los sis- primeros trabajos (Métodos exac-
temas de signos), revista de la lla- tos en la ciencia literaria soviética)
mada Escuela de Tartu Moscú, sostiene cómo a través de las ma-
cuyo máximo representante fue temáticas, la teoría de la infor-
precisamente él junto a su íntimo mación, la cibernética… se pue-
colaborador y coautor de tantos de superar la contraposición
artículos Boris A. Uspenski. decimonónica entre ciencias
Debe destacarse del título de exactas y ciencias humanas.
la revista la explícita referencia a La fascinación que encontró
los “sistemas de signos”. En efec- Jakobson en la teoría de la in-
to, no ha sido preocupación de formación (tras la lectura de la
esta escuela el signo (“aliquid Teoría matemática de la comuni-
quod stat pro aliquo”, decían los cación de Shannon y Weaver
estoicos; “something which [1949]) para elaborar su
stands for something in some modelo de la comunica-
respect or capacity”, decía Char- ción debió contagiar tam-
les Sanders Pierce), sino “los sis- bién a Lotman, quien en
temas de signos”, las relaciones La estructura del texto artís-
entre los signos. El signo, para tico recurre al método del ma-
ellos, es objeto de ciencia, pero temático Kolmogorov para la
no de investigación. Objeto de mediación de la entropía del len-
investigación son los “sistemas guaje. El entusiasmo informa-
de modelización secundarios” (el cionalista le llevó a definir la cul-
arte, los mitos, la religión…), tura, objeto prioritario de inves-
siendo la lengua natural, que tigación, como “conjunto de la
crea y modeliza el mundo, el sis- información no hereditaria acu-
tema de modelización primario. mulada, conservada y transmiti-
En estas más de tres décadas da por los diferentes colectivos
de investigaciones semióticas se de la sociedad humana” o “me-
ha ido modificando y redefinien- moria no hereditaria de la colec-
do el propio campo de la disci- tividad”.
plina que comenzó considerán- En Cultura y explosión, Lot-
dose justamente “la ciencia de la man revisa ésta y otras definicio-
comunicación”, fue desarrollán- Napoleón/Stalin nes herederas de la teoría de la

Nº 90 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


n
75
CULTURA Y EXPLOSIÓN

información. Para él las teorías las matemáticas, de los conjun- crecen las plantas es modificado ra. Para definir la frontera recu-
científicas que analizan la circu- tos, acaso inspirado en otro san- por su crecimiento; y la atmós- rre otra vez al vocabulario de las
lación de los mensajes enrique- petersburgués, G. Cantor). fera en que viven los organismos matemáticas: la frontera en ma-
cen nuestro conocimiento sobre Una vez más interviene su se modifica por su propia pre- temáticas es un conjunto de
las formas de transmisión, acu- inalterable premisa: el punto de sencia. puntos que pertenecen simultá-
mulación y conservación de la partida de cualquier sistema se- Si utilizamos el modelo de la neamente al espacio interior y
información, pero no añaden miótico no es el signo singular comunicación, no estamos en al espacio exterior. La función
nada al conocimiento sobre el aislado sino la relación que exis- presencia aquí de algo que pueda de toda frontera –desde la mem-
modo en que nacen, en la cade- te, al menos, entre dos signos; el ser descrito en términos de trans- brana de la célula viva hasta la
na que va del emisor al destina- punto de partida resulta ser no el ferencia de información de un biosfera de Vernadski, hasta la
tario, nuevos mensajes. Una re- modelo aislado, sino el espacio emisor (el ambiente) a un desti- semiosfera– se reduce a limitar
presentación ideal de un emisor semiótico. Su preocupación por natario (el organismo) ni conce- la penetración de lo exterior, a
y un destinatario dotados de có- el espacio semiótico le llevó años bido como el pasaje de una señal filtrarlo y a elaborarlo para su
digos iguales es perfecta, pero el atrás a proponer el concepto de que se mantiene inalterada en posterior adaptación. Caracte-
valor de la información será mí- semiosfera (en un artículo O se- este proceso. Estamos, por el rístico de la semiosfera es la se-
nimo y la información misma ri- miosfere, 1984, dedicado a Ro- contrario, frente a continuos paración de lo propio respecto a
gurosamente limitada. Sería el man O. Jakobson, in memo- procesos de transformación, asi- lo ajeno, el filtro de los textos
caso de actos de habla como las riam) en clara analogía con el de milables a verdaderas operaciones externos y la traducción de éstos
órdenes o de casos “abstractos” biosfera de V. Vernadski (San Pe- de traducción de una lengua (la al propio lenguaje. Un procedi-
particulares de un modelo nor- tersburgo 1863, Moscú 1945), del mundo externo) a otra (la de miento que consiste en la se-
mal que no puede no ser pluri- eminente biogeoquímico de sa- un determinado sistema vivo), miotización de lo que entra de
lingüístico. ber enciclopédico que escribió como sostiene Tagliagambe, afuera y su conversión en infor-
El modelo de la comunica- Pensamiento filosófico de un na- quien recuerda cómo el mismo mación. A la estructura de la
ción basado en un iluso modelo turalista, en donde afirma: “El Vernadski no se cansó de subra- frontera de la semiosfera –movi-
monolingüístico consintió la hombre, como en general todo yar que ese “gran sistema” en el ble y penetrable– pertenecen to-
identificación cara al estructu- lo que es vivo, no constituye un interior del cual la vida se mani- dos los mecanismos de traduc-
ralismo entre lengua y código objeto en sí mismo, indepen- fiesta y se desarrolla –la biosfera– ción que están al servicio de los
(donde código equivalía a una dientemente del ambiente que es un complejo “mecanismo de contactos externos.
estructura creada, artificial e in- le circunda” o “la biosfera (pelí- transformación y traducción”. Y El mundo de la semiosis no
troducida con un acuerdo ins- cula, zona de la corteza terrestre un “sistema de confín”. está fatalmente cerrado en sí: for-
tantáneo); Lotman dirá que la que se encuentra en la superficie No es extraño que Lotman ma una estructura compleja y
lengua es el código más su his- de nuestro planeta y acoge todo quedara fascinado (sic) con la heterogénea que continuamen-
toria, trasladando a la traduc- el conjunto de la materia viva) lectura de Vernadski, como hace te “juega” con el espacio que le es
ción y transformación de siste- tiene una estructura perfecta- constar en una carta a Boris Us- externo. De ahí la importancia
mas una comunicación que pa- mente definida que determina penski (19-3-1982). Estamos in- del diálogo –no sólo en el senti-
reciera reducirse a simple sin exclusiones todo lo que acae- mersos en un espacio semiótico do de Bajtin (el diálogo precede
transmisión de información. La ce en su interior”. del que formamos parte, insiste al lenguaje y lo genera)–, de la
misma naturaleza del acto inte- Para Vernadski (como ha no- nuestro autor. Es imposible, definición del lugar que ocupa
lectual, dirá en varias ocasiones, tado S. Tagliagambe, Epistemo- pues, separar al hombre del es- la cultura en el espacio extra cul-
puede ser descrito en términos logía de Confine) si es verdad que pacio de las lenguas, de los sig- tural (la cultura no sólo constru-
de traducción de una lengua a ningún organismo podría exis- nos, de los símbolos. Un espacio, ye su organización interna sino
otra. Si el ruido, por ejemplo, tir en ausencia de un ambiente el de la semiosfera, fuera del cual que construye al mismo tiempo
era una anomalía debido a im- en el que moverse y actuar, tam- es imposible la existencia de la su desorganización externa), de
perfecciones técnicas en el mo- bién es verdad que el ambiente, semiosis; sólo la existencia de tal la relación del sistema con el
delo físico-matemático de la co- entendido no como simple “es- universo hace realidad el acto mundo que se extiende más allá
municación, en esta nueva pers- cenario físico” extremo a los or- significativo particular. de sus límites, la relación entre lo
pectiva el ruido puede ser visto ganismos sino como mundo en “Imaginemos la sala de un museo dinámico y lo estático, entre lo
como estructurador de nuevos el que están inmersos, no tiene en el cual estén expuestos objetos que homogéneo y lo heterogéneo.
pertenecen a diferentes siglos, inscrip-
sentidos; la no-comprensión ningún sentido fuera de la refe- ciones en lenguas notas e ignotas, ins-
En esta perspectiva hay que
normal es un mecanismo de rencia de la vida y sus manifes- trucción para descifrarlos, un texto ex- señalar una gran innovación en la
sentido tan importante como la taciones concretas. Visto así, plicativo redactado por los organizado- propuesta de Lotman que altera
comprensión. Por ello, propone continúa Tagliagambe, se susti- res, los esquemas de itinerarios para ver toda una tradición inmanentista
introducir el concepto de ten- tuye la noción de adaptación por la exposición, las reglas de comporta- en el modo en que la semiótica,
miento para los visitantes. Si colocamos
sión, de resistencia de fuerzas la de “construcción”, lo que per- ora heredera del estructuralismo,
también a los visitantes con sus mundos
que los espacios de emisión y re- mite poner en evidencia cómo semióticos, tendremos algo que recuer- ora del método formal o forma-
cepción oponen el uno al otro. los organismos elijan, sobre la da el cuadro de la semiosfera”. lismo, encaraba su objeto de aná-
La comunicación lingüística se base de su propia organización lisis, esto es el texto, dispositivo
diseña para nosotros, dice, como interna, los trozos y fragmentos La valoración de los espacios pensante lo llama Lotman. El
una tensa intersección de actos del mundo externo relevantes interior y exterior no es signifi- texto era visto como una entidad
lingüísticos adecuados e inade- para su existencia física, hacién- cativa. Significativo para Lot- separada, aislada, estable y autó-
cuados (es frecuente en Lotman dolo más y mejor habitable para man es el hecho mismo de la noma. Tras los trabajos de Lot-
el recurso a términos propios de su progenie. El terreno en que presencia de un confín o fronte- man, el texto es visto como un

76 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90


n
espacio semiótico en el interior disputa entre la señora Prosta-
del cual los lenguajes interactúan, kova y su siervo el sastre Trishka,
se interfieren y se autoorganizan que tanto le gustaba a nuestro
jerárquicamente. Puesto que la autor:
dimensión del signo no es perti- “… Señora Prostakova… un sastre
nente –como enseñó Hjelms- aprende de otro, éste de un tercero; pe-
lev–, la cultura en su totalidad ro el primer sastre ¿de quién aprendió?
puede ser considerada como un Contéstame, bestia.
Trishka: pues, el primer sastre, pue-
texto; pero, advierte Lotman, es
de que cosiera peor que yo incluso…”.
un texto complejamente organi-
zado que se descompone en una Frente a la herencia formalis-
jerarquía de “textos en los textos” ta que veía el texto como un sis-
y que forman complejas tramas tema cerrado, autosuficiente, or-
de textos. Así, puesto que la pro- ganizado sincrónicamente y ais-
pia palabra “texto” encierra en su lado (aislado no sólo en el
etimología el significado de tra- tiempo –del pasado y del futu-
ma, se le devuelve al concepto ro–, sino aislado también espa-
“texto” su significado inicial. Al cialmente del público y de todo
hablar de “texto dentro del texto” aquello que se situara fuera del
se quiere subrayar el papel de los mismo texto), Lotman, que al-
límites del texto, ya sea de los ex- guna vez dijo “el texto crea a su
tremos que los separa del no tex- público a imagen y semejanza”,
to, ya sea de los internos que di- ve en el texto la intersección de
viden sectores de diferente codi- los puntos de vista entre el autor
ficación. y el público. Aislar sectores de la
En Cultura y explosión, Lot- cultura del espacio histórico que
man pone el ejemplo de cómo lo circunda fue en el comienzo
sobre el fondo de una tradición de los estudios semióticos una
que incluye el pedestal o el mar- elección “en parte obligada y en
co en el dominio del no texto, el parte polémica” (sic). Ahora, en
arte de la época barroca los in- cambio, sostiene que el desple-
troduce en el texto, transfor- garse el objeto de la semiótica
mando, por ejemplo, el pedes- sobre el vasto espacio de la his-
tal en una roca y ligándolo de toria, la misma frontera entre se-
manera temática en una única miótica y mundo externo se
composición con la figura. El convierte, en esta perspectiva, en
ejemplo que da Lotman como objeto de análisis. De este modo
característico de la inserción del la irrupción en el sistema de lo
pedestal en el texto del monu- que es extrasistémico constituye
mento es la roca sobre la cual una de las fundamentales fuentes
Falconet ha situado su Pedro el de transformación de un mode-
Grande en San Petersburgo. lo estático en un modelo diná-
“Paolo Trubeckoi, proyectando el mico.
monumento a Alejandro III, introduce Así las cosas, el pasado se de-
en él una cita escultórea de la obra de ja aferrar en dos manifestacio-
Falconet: el caballo era puesto sobre una nes: la memoria directa del texto,
roca. La cita tenía, sin embargo, sentido
polémico: la roca que bajo los zócalos de
encarnada en su estructura in-
Pedro confería a la estatua un empuje terna, en su inevitable contra-
hacia adelante, en Trubeckoi se trans- dicción, en la lucha inmanente
formaba en barranco y abismo. Su ca- con el sincronismo interno; y ex-
ballero había cabalgado hasta el límite y ternamente como correlación
se había detenido pesadamente sobre el
con la memoria extratextual. El
precipicio”.
futuro se presenta como el espa-
Al parecer el sentido era tan cio de los estados posibles. El
explícito que ordenaron al escul- presente, a su vez, en relación
tor sustituir la roca con el tradi- con el futuro, es un estallido de
cional pedestal. espacio de sentido todavía no
Como la “memoria del géne- desplegado. Contiene en sí to-
ro” introducido por Bajtin, el das las posibilidades de desarro-
texto en Lotman restaura el re- llo futuras. Subraya Lotman que
cuerdo y genera nuevos senti- la elección de una de ellas no es-
dos. Merece la pena traer aquí la tá determinada ni por las leyes ni

Nº 90 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


n
CULTURA Y EXPLOSIÓN

por la casualidad ni por la pro- sale de las manos del historiador su interacción. La dinámica de mitad de los treinta los unifor-
babilidad: en el momento de la posteriormente organizado. El los procesos, en la esfera de la mes de las jerarquías superiores
explosión estos mecanismos se momento casual, imprevisible, lengua y de la política, de la mo- fueron modificados para realzar
vuelven inactivos. La elección de la explosión interrumpe la ca- ral y la moda, demuestran las di- una mayor representatividad y
del futuro se realiza, insiste Lot- dena de causas y efectos a la que ferentes velocidades de movi- solemnidad. Sólo los máximos
man, como casualidad. el historiador le aplica una regu- miento de estos procesos. dirigentes continuaron en sim-
Cabe recordar aquí la hipóte- laridad que le consiente conver- No es extraño que en Cultu- plicidad espartana, alcanzando
sis del premio Nobel Llya Pri- tir un proceso explosivo –campo ra y explosión, donde se ocupa cotas extremas en el caso de Sta-
gogine según la cual en las es- minado de gran densidad infor- del “espejo”, del “sueño”, del lin (que mantenía la posición de
tructuras que no se encuentran mativa– en un proceso gradual “loco y el tonto”, del “dandi” o quien observa). Hubo transfor-
en constante equilibrio un cam- como un río con un potente pe- admirablemente de “el honor y maciones significativas en el final
bio casual puede devenir el inicio ro orientado fluir. la gloria”, dedique también al- de la guerra: en un brindis al
de una formación estructural (y Una de las preguntas que sub- gunas páginas a un tema recu- pueblo ruso, pronunciado du-
sus conceptos de “bifurcación” yacen en Cultura y explosión es: rrente en su obra como el de la rante las celebraciones por la vic-
y “fluctuación”). El momento de ¿sobre qué se basa el desarrollo moda, que con sus constantes toria, Stalin usó expresiones que
la explosión se coloca en la in- de la cultura sobre la gradualidad epítetos “caprichosa”, “voluble”, testimoniaban su profunda in-
tersección del pasado y futuro o la explosión? Pregunta que “extraña”, que subrayan la au- seguridad: brindó a la paciencia
en una dimensión casi atemporal queda abierta pero que permite sencia de motivación, la aparen- del pueblo ruso y al hecho de
(la idea de atemporalidad no es- indagar sobre la imagen que die- te arbitrariedad de un movi- que no hubiese echado a sus pro-
tá ligada a la real cronología del ra de Clio en uno de sus últimos miento, se convierte para él en pios dirigentes, admitiendo de
proceso, que en la realidad pue- textos: Clio se presenta, no como metrónomo del desarrollo cul- modo tan imprudente haber
de durar incluso mucho; la caída una pasajera en una vagón que tural. Permite observar la cons- considerado esta posibilidad del
del Imperio Romano, por ejem- rueda por los raíles de un punto tante lucha entre la tendencia a todo real. Desde aquel momen-
plo, sería en esta perspectiva un a otro, sino como una peregrina la estabilidad, a la inmovilidad, to, también él tuvo en cuenta el
típico proceso explosivo aunque que va de encrucijada en encru- y la orientación opuesta hacia la punto de vista del observador:
se haya dilatado algunos siglos). cijada y elige un camino (a dife- novedad, la extravagancia: todo adoptó el uniforme de gran ma-
Desde el punto de vista del rencia del círculo, el triángulo, el entra en la representación de la riscal, se hizo condecorar con la
que lo describe, lo que no ha su- cuadrado, que simbolizan fuer- moda, casi visible encarnación insignia del Orden de la Victoria
cedido es interpretado como im- zas sobrehumanas superiores, la de la novedad inmotivada. La etcétera. La ostentosa seguridad
posible, del mismo modo que lo encrucijada en sánscrito ya sig- moda es siempre semiótica, de quien observa y controla todo
acaecido es proclamado lo único nificaba la elección, el destino, transformando lo insignificante y a todos dejaba el puesto, con-
posible, incluso “fundamental e los principios humanos: la razón en significativo. El vestido es un cluye Lotman, a la inseguridad
históricamente predetermina- y la conciencia). texto que se dirige a alguien; por de un hombre preocupado por el
do”. A la casualidad se le atribu- A diferencia de la historiogra- eso es fundamental el punto de propio aspecto.
ye fatalmente el peso de lo que es fía francesa (la escuela de los An- vista del observador. De este último libro de Lot-
normal e inevitable. Para referir- nales), que estudia los procesos Cuenta en otros textos Lot- man se puede decir lo que él
se a la “casualidad”, Lotman, co- de longue durèe, procesos lentos, man la ostentosa simplicidad del mismo dice de los descubri-
mo en tantas ocasiones, recurre a transformaciones lentas e imper- uniforme de Napoleón, quien, mientos que tienen el carácter
Pushkin: ceptibles, invariantes históricas, sin embargo, prestaba gran aten- de explosiones intelectuales: no
“No digan: no puede ser de otro mo- la escuela de Tartu Moscú ha ido ción a los uniformes de sus ma- pueden ser descifradas desde el
do. Si eso fuera verdad, entonces el his- desplazándose, en la semiótica riscales y de sus generales, a su pasado y no es posible prever de
toriador sería un astrónomo y los acon- del arte (hija de la explosión), ha- teatralidad y espectacularidad: su manera unívoca sus consecuen-
tecimientos de la vida de la humanidad cia el estudio de procesos explo- asesor era el célebre actor Talma. cias. n
estarían predichos en los calendarios, lo
sivos. Pero, advierte Lotman, es- La simplicidad del uniforme de
mismo que los eclipses solares. Pero la
Providencia no es un álgebra. La men- tudiar los procesos de larga du- Napoleón destacaba sobre el ma-
ración de extensión plurisecular nierismo de sus oficiales y corte- [Este texto es el prólogo al libro de
te humana, según la expresión del vul-
Yuri M. Lotman Cultura y explosión,
go, no es un profeta sino un adivino: ve y estudiar el relámpago de la ex- sanos. En la descripción de Lot- que publicará próximamente la edito-
el curso general de las cosas y puede ex- plosión de brevedad atemporal man se subraya que, en este caso, rial Gedisa].
traer de éste profundas suposiciones, a son dos aspectos del análisis his- el emperador es quien observa
menudo justificadas por el tiempo, pe-
ro le es imposible prever la casualidad,
tórico que no sólo no se exclu- que la corte y el mundo entero
poderoso, instantáneo instrumento de la yen sino que se presuponen el no son sino un espectáculo
Providencia”. uno en el otro. La cultura como montado para él; en cuanto a él,
conjunto complejo se halla for- si también constituye un espec-
La mirada del historiador es mada por extractos que se desa- táculo, puede presentar sólo el
un proceso secundario de trans- rrollan a diferente velocidad, de espectáculo de su propia gran-
formación retrospectiva. El his- modo que cualquier corte sin- deza indiferente a la propia es-
toriador mira al acontecimiento crónico muestra la simultánea pectacularidad.
con una mirada dirigida del pre- presencia de varios estados. Las Otro ejemplo es la evolución
sente al pasado, mirada que por explosiones en algunos extractos del modo de vestir de Stalin. En
su propia naturaleza transforma pueden unirse a un desarrollo los años veinte el uniforme de
Jorge Lozano es profesor titular en
el objeto de la descripción. El gradual en otros. Esto, sin em- todos los dirigentes del partido la Universidad Complutense. Autor
cuadro de los acontecimientos bargo, dice Lotman, no excluye era semimilitar. A partir de la de El discurso histórico.

78 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90


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CASA DE CITAS

PAUL LÉAUTAUD
Paul Léautaud (1872-1956), hijo de una pareja vinculada al duda el monumental Journal littéraire, escrito entre 1893 y
teatro, fue educado por su padre tras la separación del matrimo- 1956. Por sus más de seis mil páginas desfilan dos guerras mun-
nio; vivió una juventud bohemia y después de cumplir el servi- diales; las sucesivas amantes que pueblan su agitada vida senti-
cio militar empezó a publicar poemas en diversas revistas, entre mental; sus reflexiones sobre la literatura, el paso del tiempo y el
ellas Mercure de France, en la que ocupó el puesto de secretario envejecimiento; más de medio siglo de vida cultural francesa, y
de redacción entre 1908 y 1941. escritores como Marcel Schwob, Valéry, Gide, Apollinaire, Léon
De su producción literaria destacan las tres narraciones auto- Bloy, Pierre Louijs, Scha Guitry, Louis Aragon… En su diario,
biográficas que cimientan su prestigio: Le petit ami (1902), sobre uno de los más intensos ejercicios de literatura íntima que ha da-
las complejas relaciones con su madre, In memoriam (1905), que do el siglo, Léautaud se muestra alternativamente sarcástico, cí-
recrea con inamovible crudeza la agonía de su padre, y Amours nico, lapidario, virulento, obsceno, misógino, mezquino, tierno
(1907). Las tres están recopiladas en la edición española en el vo- y lúcido, siempre sincero.
lumen Amores, Versal, 1991. Pero su obra más importante es sin Selección y traducción: Mauricio Bach

n La única fe que no he perdido es la fe en negligencias del estilo; el tono de sinceri- de las letras! Sin duda prefiero a los
los diccionarios. dad y naturalidad ganará mucho. primeros en todos los aspectos.
(27 de febrero de 1900). (22 de enero de 1906). (20 de febrero de 1909).

n Ser un gran escritor, ¿no consiste en haber n ¿Qué es un escritor? Tal vez el más n Las tragedias de Corneille y Racine,
creado una manera de sentir y por consi- artificial de los hombres, aquél que no sobre todo, han hundido nuestro teatro
guiente una manera de pensar? experimenta, escucha ni ve nada sin al introducir la declamación. Y Rousseau
(18 de marzo de 1901). inmediatamente pensar en plasmarlo en y Chateaubriand han hundido nuestra
un libro, utilizarlo literariamente. literatura al introducir igualmente la decla-
n No sólo existe la pedantería de los erudi- (11 de febrero de 1906). mación. No hay nada más despreciable
tos. También la de los ignorantes, la de las que un escritor que declama.
personas que no han leído más que dos o n Resulta sorprendente el miedo que (11 de agosto de 1913).
tres libros en la escuela primaria y no pier- existe en nuestros días a escribir lo que
den la ocasión de citarlos, no importa a uno piensa tal y como lo piensa. Los n La guerra es el regreso legal al estado
cuento de qué. artículos de periódicos y revistas, incluso salvaje.
(8 de noviembre de 1903). los más osados, resultan tan anodinos (3 de enero de 1916).
como los académicos. A uno le mueve
n En mi vida, y cada vez soy más consciente el interés, a otro el miedo, a otro la n ¡Cómo se cambia con la edad! Antes,
de ello, me ha movido más el deseo de las amistad. Todos se cubren mutuamente después de gozar, lo olvidaba por completo.
cosas que las cosas mismas. Todo se parece, de elogios y los peores cretinos son Actualmente, varias horas después, reme-
las mujeres son todas iguales, las metas ya celebrados como genios. Hay una gran moro el gozo, sigo acariciando mentalmen-
conseguidas dejan de ilusionar y aquello bajeza intelectual, una gran mediocridad te lo que mis manos y mis labios han acari-
que uno decide, al cumplirse, le hace la- intelectual, una gran estupidez en el ciado. Con la edad uno se percata mucho
mentar haber rechazado otra opción que fondo de todo esto. más del precio de la belleza y el placer.
podría haberse convertido en realidad. (28 de noviembre de 1906). (29 de abril de 1916).
(17 de enero de 1904).
nEstúpido como un héroe de Corneille, n ¡Oh, la juventud seria, la juventud estudio-
n Hay un cierto arte en evitar las frases per- me decía esta mañana. Es una buena defi- sa! Qué caro se acaba pagando. Tener casi
fectas, las frases bonitas, que no es menos nición de la estupidez. sesenta años, el rostro hecho un asco, estar
delicado que el arte de buscarlas. (22 de noviembre de 1908). desdentado y sentir esa juventud de los sen-
(16 de junio de 1905). tidos, ese ardor viril, esa frescura de la pa-
n Hay algo que me atrae de esos ilustres sión. Un sufrimiento que no deseo a nadie.
nEl auténtico talento literario consiste sin bohemios, esos escritores de talento, (21 de agosto de 1930).
duda en escribir libros del mismo modo célebres, que han permanecido al margen,
que se escriben cartas. Todo lo que va cuyo personaje, cuya personalidad acaba nEn ocasiones me entretengo contemplan-
más allá no es sino énfasis, pose, retórica, siendo tan interesante como su obra. ¡El do lo que ha sido mi vida. ¿Mi infancia?
ampulosidad. Hay que dejarse llevar, no escritor que ha triunfado, el pontífice, el Una réplica en miniatura de todo lo
buscar las frases, incluso reírse de las autor que nada en dinero, el “burgués” que vendría después. ¿Mi literatura? Una

Nº 90 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


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PAUL LÉAUTAUD

sucesión de victorias considerables sobre Uno se duerme definitivamente, le meten trador de novelas o de todos esos otros tra-
mí mismo, ya que siempre he carecido de en una caja y le echan tierra encima. ¡Y se bajos destinados a pagar el alquiler.
ilusiones, de ambición, de algún ideal. acabó! (22 de mayo de 1939).
(27 de octubre de 1930). (3 de abril de 1933).
n El cine y la radio transformarán la guerra
nEs gracias a los malos escritores que se n Esta mañana pensaba en cuáles serían en espectáculo, casi en divertimento, para
aprenden las mejores lecciones, comproban- los únicos libros imprescindibles en mi los civiles de todos los países. Durante un
do al leerlos todo lo que no hay que hacer. biblioteca: La Rochefoucauld; un par de discurso radiofónico, el comandante de las
(5 de mayo de 1931). comedias de Molière, una de ellas fuerzas polacas ha dicho en un determina-
El misántropo; los cuentos de Voltaire; do momento: “Pueden ustedes escuchar el
n Nunca se llega a conocer a nadie de Chamfort; El sobrino de Rameau, y la ruido de los cañones”. Y los “cineastas”, co-
verdad. Puedes frecuentar a alguien desde Vida de Henri Brulard, los Recuerdos de mo los llaman, filman los combates, los
hace veinte años, creer que lo conoces, y ese egotismo y la correspondencia de Stendhal. bombardeos, a la población que huye, y
alguien, un buen día, repentinamente, a También pensaba en los escritores que, esas imágenes serán proyectadas en los ci-
propósito de cualquier cosa, te revela un por la naturaleza de su obra, han debido nes de todo el mundo y la gente irá a verlas
aspecto de él que echa por tierra todo el de experimentar más placer escribiendo como iría a ver un espectáculo cualquiera.
personaje que te habías construido. Shakespeare, Saint-Simon, Molière, (22 de septiembre de 1939).
(29 de mayo de 1931). Voltaire, Balzac, Proust.
(8 de diciembre de 1934). n “Los combates son algo noble. Morir com-
n La manía de conmemorar y glorificar batiendo es una muerte hermosa. Permane-
en la que se ha caído en esta época ya no n Estas reuniones en torno a una tumba, cer a bordo cuando el buque se hunde es un
conoce límites. Hay que encontrar cada dos años después de la muerte del finado, alto ejemplo de honor, etcétera”. Mientras
día un gran hombre al que rendir tributo. las flores, los discursos… Cuando uno los hombres se crean todo esto serán escla-
Hoy los periódicos anuncian que se va a se imagina el bonito espectáculo que debe vos y la humanidad un espectáculo lamen-
colocar una placa en la casa de la calle de tener lugar a dos metros bajo tierra table. La retórica está por todas partes, ri-
Chanoinesse en la que vivía Trimouillat. resultan ridículas. giéndolo todo, embruteciéndolo todo.
¡Trimouillat! Un cantante de segunda fila, (28 de marzo de 1935). (28 de diciembre de 1939).
apenas conocido en vida. París pronto
será como un cementerio, con tantos n La preocupación por la posteridad que n ¿Qué es la literatura? ¿Qué es escribir, se
monumentos y placas conmemorativas. tienen ciertos escritores siempre me ha trate de verso o de prosa? Una enfermedad,
Habrá que tomar precauciones desde el hecho reír. ¿Qué puede importarnos lo que una locura, una divagación, un delirio…
momento en que uno haya escrito tan sólo dirán –o no dirán– de nosotros cuando ¡Además de un acto pretencioso!
tres líneas que hayan leído 20 personas, ya no estemos aquí? (11 de febrero de 1946).
para estar tranquilo una vez muerto y (4 de abril de 1936).
evitar el ridículo: dejar dicho en las dispo- n Es un privilegio de los ancianos no encon-
siciones testamentarias no sólo que no n Todos estamos encantados con los libros trar nada digno ni interesante, en compara-
se quieren ni flores ni coronas ni discursos, que publicamos. Estamos convencidos de ción con lo que conocieron en sus años
sino tampoco ninguna “Sociedad de que son superiores a los de los demás. Si mozos. Me desentiendo con sumo placer
amigos”, ni monumento, ni placa hemos utilizado poco tiempo para escribir- tanto del arte, como de la sociedad, las cos-
conmemorativa. los, exclamamos: “¡Esa gente que dedica tumbres, la política o el universo entero. Y
(23 de julio de 1931). tres años a escribir un libro!”. Si hemos uti- no pido disculpas. Bien al contrario.
lizado tres años: “¡Esos chapuceros que es- (Sin fecha, 1946).
n Le Quotidien da la noticia de la muerte criben un libro en tres meses!”.
del rey de los lapones: “Era famoso porque (3 de agosto de 1937). n Como escritor siempre me he mantenido
sabía escribir”. De cuántos escritores fran- al margen de la ambición, la exhibición, la
ceses de hoy día no se puede decir ni si- n Envejecer posee el encanto, algo melancó- reputación y el enriquecimiento. Para mí
quiera eso. lico, amargo, pero real, de irse dando cuen- sólo cuenta una cosa: el placer. Esta pala-
(12 de mayo de 1932). ta de lo que ya no se tiene: un rostro joven, bra, placer, representa para mí el motor de
años por delante, inconsciencia, ligereza de todas las acciones humanas.
n Los cuadros, los objetos artísticos, los li- espíritu y cuerpo. (4 de marzo de 1951).
bros: completamente inútiles. Yo también (22 de diciembre de 1938).
los amo, sé apreciarlos. Me detengo para n ¿Qué es un hombre que escribe un diario?
mirarlos. Los compro. Pero en realidad no n Ser escritor consiste en revelar en lo que Un charlatán, un coleccionista de conversa-
son sino bobadas, pura retórica. Y todos los se escribe a un hombre, un carácter, un es- ciones, de anécdotas. Es algo que no requie-
que escriben, pintan y esculpen: niños píritu, cualidades o defectos, facultades de re talento alguno. No tiene nada de creativo.
grandes que se entretienen. observación, de juicio, de evolución; con- (Noche del 2 al 3 de enero de 1952).
(Sin fecha, 1932). siste en dar testimonio de una personalidad
grande o pequeña, agradable o desagrada-
n Resulta curioso cómo nos habituamos a ble, eso es lo de menos. Consiste también [Estas citas han sido extraídas del Journal littératire.
Mercure de France, París, 1986].
la idea de la muerte, a ver morir a la gente en tener un estilo acorde a la personalidad
que nos rodea y a representarnos, pensando de uno, que permite reconocer al autor sin
en ellos, el fenómeno en el que consiste eso. mirar la firma; no consiste en ser un perpe- Mauricio Bach es crítico literario y traductor.

80 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 90n

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