Sunteți pe pagina 1din 28

SINCÉ: REMEMORAR EL PASADO, PENSAR EL FUTURO

Antonio Hernández Gamarra


Para Simón, para Pablo y para Alejandra,
con la esperanza de que siempre vuelvan
a sus orígenes.

INTRODUCCION

La amable invitación de los organizadores de la Semana de la Sinceanidad, para que


ante ustedes exponga algunas ideas en la mañana de hoy, merece mi gratitud y renueva mis
afectos de siempre para con Sincé y sus gentes, que nunca han dejado de ser mías.

Decidido a venir, la mayor dificultad para preparar los términos de esta tertulia fue
escoger la temática de la misma. Por un momento pensé en tratar alguno de los temas que,
desde la perspectiva del servicio público, he trajinado en los últimos años. La importancia
de derrotar el fenómeno inflacionario, la lucha contra la pobreza, la necesidad de mejorar la
gerencia pública o la lucha contra la corrupción fueron firmes candidatos para ese
propósito.

Sin embargo, después pensé que podría ser más útil conversar con ustedes sobre mis
vivencias juveniles y el Sincé que nos tocó en suerte a los muchachos de la década de los
años 50 del Siglo XX.

Aún cuando me pareció más apropiada esa idea terminé por desecharla, al pensar
que ese Sincé puede ser reconstruido con la memoria oral de tantos amigos aquí presentes,
si existe la voluntad para ello y si tenemos el buen cuidado de preservar aquellos
documentos que, en apariencia baladíes, terminan por ser con el correr de los años material


Conferencia con ocasión de la XVIII Semana de la Sinceanidad. Sincé, Noviembre 10 de 2006.El autor
agradece las observaciones y comentarios de Luis Bernardo Flórez, Albio Martínez Simanca, Adriana
Camacho y Cristo García Tapia, ninguno de los cuales es responsable de los juicios y opiniones emitidos en
este trabajo.

Ex-Miembro de la Junta Directiva del Banco de la República. Ex-Contralor General de la República.
www.soysince.com 1
valioso para reconstruir nuestra memoria histórica. Ojalá en otra ocasión podamos hacer un
coloquio sobre la vida en nuestro pueblo en esos años.

Ante esa perspectiva, me decidí por tratar de conversar con ustedes sobre el
florecimiento educativo que hubo en nuestro pueblo a principios del Siglo XX. Y eso es lo
que quiero hacer ahora, no sin antes señalar que se hace indispensable estimular y divulgar
la investigación histórica de nuestro municipio, a fin de que las nuevas generaciones
abreven en un pasado que fue ejemplar en múltiples manifestaciones. Sobre ello, debo
anotar que al consultar la página Web del municipio se observa que la historia se detiene a
fines del Siglo XIX y nada está allí consignado sobre lo que pasó aquí a lo largo del Siglo
XX.

Es una magnífica idea que exista un sitio Web sobre nuestro municipio, pero creo
que es necesario enriquecerlo dando a conocer nuestras manifestaciones culturales,
huyendo de la noción de que aquí lo único autóctono son las fiestas en corraleja y,
sobretodo, sintiéndonos orgullosos de la vida y la obra intelectual de muchos de nuestros
conciudadanos.

Antes de proseguir, preciso es señalar que el verdadero espíritu creador se


fundamenta en construir sobre lo construido. Aquí y siempre el progreso supone cuidarse
del pensamiento adámico que desconoce el pasado, es injusto con las creaciones de los
otros y normalmente se posesiona irreflexivamente de la verdad.

Por ello mismo, creo que es hora de rendir homenaje al trabajo de Lorenzo Ulloa
González, autor hace ya más de 30 años de la monografía de San Luis de Sincé la cual yo
usaré para algunos de los fines de esta exposición. Es hora de retomar la idea de Lorenzo
Ulloa y ojalá en un futuro cercano podamos contar con una versión mejorada de la historia
de nuestro querido pueblo.

www.soysince.com 2
TRES INTELECTUALES DE LA SINCEANIDAD

He dicho que hablaré del florecimiento educativo que hubo aquí a principios del
Siglo XX. Permítaseme iniciar diciendo cuales fueron los frutos del mismo. La
intelectualidad colombiana de los años 40 y subsiguientes del siglo pasado vio brillar con
luz propia, y especial espíritu creativo, a tres de nuestros conciudadanos: Carlos H Pareja,
Adolfo Mejía y Alfonso Romero Aguirre. Los tres nacidos en nuestro suelo con escasos 9
años de diferencia, entre fines del siglo XIX y principios del siglo XX.

La reputación de ellos es bien reconocida en los círculos intelectuales de nuestro


país; lo que casi no se menciona, y por demás se desconoce, es la sabia primigenia que
nutrió a estos creadores.

La hipótesis que yo quiero exponer ante ustedes es que Pareja, Mejía y Romero
fueron hijos de la buena educación que hubo aquí a principios del siglo XX. Buena
educación que se logró gracias a unos maestros de excepcional formación humanista y de
una honda vocación pedagógica.

Con la escasa información disponible, trataré de ser riguroso con la esperanza de


que esta idea encuentre eco, genere debate y, sobre todo, contribuya a reconstruir para
nuestra buena memoria el Sincé de principios del Siglo XX.

Antes de ir a los maestros haré una muy breve alusión biográfica del eximio trío de
discípulos de la escuela sinceana en los albores del pasado siglo.

Carlos H Pareja.- La de Carlos H Pareja- dijo Juan Gossaín con ocasión de una
presentación en la Casa de Poesía Silva, hace casi 20- años, “es la historia de un hombre
realmente asombroso: asombrosa es su vida, asombrosa su obra”1. Palabras que se
corroboran plenamente al leer la magnífica biografía que sobre Carlos H. Pareja escribió
Albio Martínez, que para nuestra fortuna hoy nos acompaña y en breve tomará la palabra.

1
Gossain, Juan. Simón Latino sus cuadernillos y su época. Pág. 39
www.soysince.com 3
Profesor universitario y escritor fecundo, la obra académica de Carlos H Pareja
incluye entre otras las siguientes: Obligaciones en el Derecho Civil Colombiano
(1926),Derecho Civil y Derecho Obrero (1926), Derecho Civil Soviético (1933), Curso de
Derecho Administrativo Teórico y Práctico (1937), Código Sustantivo del Trabajo (1951),
El Monstruo (novela histórica 1955), El Padre Camilo, El Cura Guerrillero (1968).

Pero además con el seudónimo de Simón Latino escribió, entre otras obras: Las
Campanas del Ángelus (1920), Seis Sonetos de Simón Latino (1922), Sacrificio (novela
corta .1923), Poemas en Prosa (1925), Canciones Humildes (1930) y Vida de Bolívar para
los Niños (1930).

Hombre de especial sensibilidad social, el trabajo intelectual de Simón Latino


estuvo guiado por la búsqueda de una sociedad colombiana más justa y más igualitaria.
Sobre el particular, en las notas para su autobiografía, Pareja señala “nunca tuve pasión por
la política colombiana; nunca me consideré conservador ni liberal, mis ideas por razones de
nacimiento, educación y pobreza han sido socialistas”2.

Pero más allá de sus publicaciones, la tarea intelectual más importante de Simón
Latino fue la fundación y el mantenimiento de la Librería La Gran Colombia en Bogotá y
con ella la edición de los Cuadernillos titulados “Poetas de ayer y de hoy”, con la cual fue
posible que durante 13 años al pueblo llegara la mejor poesía de nuestra lengua3.

Tamaña tarea divulgativa supuso que Simón Latino preparara en la mayoría de los
casos la presentación “a manera de síntesis, de la vida del poeta seleccionado y una
pequeña crítica a su obra”4. En ese oficio de crítico literario Simón Latino comentó y
evaluó la obra de César Vallejo, Alfonsina Storni, Amado Nervo, Rubén Darío, Francisco
Luis Bernárdez, Luis Carlos López, Pablo Neruda, Alberto Ángel Montoya, Antonio
Machado y Meira del Mar.

2
Pareja Carlos H. Autobiografía. Pág. 12
3
El número de éstos es incierto. Albio Martínez da cuenta de 36, Gossain de 38 y el propio Pareja de 40.
4
Martínez Simanca Albio. Simón Latino. Pág. 170.
www.soysince.com 4
En el primer número de los cuadernillos Pareja consignó que el objeto de las
publicaciones era “divulgar en cada número una selección –hecha por el Director- de los
mejores versos de los grandes poetas de ayer y de hoy de todos los países, especialmente
hispanoamericanos, con el objeto de hacerlos llegar al grueso público en un formato
económico, manuable y fácilmente coleccionable”5. Para más adelante señalar: “daremos
cabida en estos cuadernillos a todos los poetas de renombre en cada país, vivos o muertos,
antiguos y modernos, viejos o jóvenes, románticos o modernistas, sin distinción de escuelas
o tendencias, y antes bien procurando abarcarlas todas”6.

Del éxito de la empresa de los cuadernillos, dio cuenta Juan Gossaín en los
siguientes términos: “me parece que no se le hace justicia a Simón Latino si pensamos que
era un señor que vendía versos. Era un poeta, sabía lo que estaba haciendo. Su más grande
mérito, no obstante, no radica en sus virtudes intelectuales ni en sus propios versos…ni en
sus traducciones…ni en haber enseñado nuestras letras en las universidades más refinadas
de América del Norte. Lo que lo hace indispensable en la historia cultural de la lengua
castellana… es haber comprendido que la poesía política y estéticamente le pertenece al
pueblo. Y al pueblo la devolvió Simón Latino entre los manojos de cebollas y las cabezas
de ajos de las tiendas de barrio. Si solo bastara con hacerle una concesión a las cifras,
habría que recordar que los 38 fascículos de su colección vendieron más de dos millones de
ejemplares”7.

Todos esos méritos de Carlos H Pareja son relativamente conocidos, por eso en lo
que yo quiero hacer énfasis es en sus raíces y en sus querencias hondamente sinceanas.
Pareja fue hijo de del médico Sabas Pareja y de la modista Eugenia Gamboa Paternina y
nació aquí el 15 de julio de 1898. Su partida de nacimiento dice así: “En la Parroquia de la
Natividad, vulgo Sincé, a los dos días del mes de octubre del año del Señor, 1898, yo el
Cura Administrador de la Parroquia, bauticé solemnemente a una criatura que nació el 15
de julio del presente año, a la que nombré Carlos Henrique, hijo legítimo de Sabas Pareja y

5
Citado por Martínez Simanca Albio. Op.cit. 161
6
Citado por Martínez Simanca Albio. Op. Cit. 162
7
Gossaín Juan. Op. Cit. Pág. 47
www.soysince.com 5
Eugenia Gamboa P., y nieto de Eladio Gamboa y Francisca Paternina. Fueron padrinos:
Ignacio Oliver y Manuela Gamboa P., a quienes advertí todos sus deberes. Gabriel A.
Garrido, Pbro.”8.
Tres manifestaciones comprueban el hondo cariño que Simón Latino profesó por
nuestro pueblo. En noviembre 18 de 1927, cuando ya empezaba a brillar como poeta y
escritor, le envió a quien había sido su maestro aquí en Sincé, una fotografía con la
siguiente dedicatoria “a mi siempre querido maestro P. J. Romero Arrieta, con mi afecto
permanente”.

Además, en su biografía Albio Martínez consigna que “la abuela padecía penurias
económicas, no obstante matriculó a su nieto en la escuela primaria del pueblo, donde
aprendería las primeras letras. Allí sería determinante para su formación el encuentro con
sus profesores Pedro José Romero Arrieta y Pedro Antonio Florez Romero, quienes lo
estimularon continuamente en su proceso de aprendizaje…Después pasó a la escuela
secundaria a cargo de don Lisandro Ulloa”.9

En su autobiografía el agradecimiento para sus primeros maestros es cabal. Simón


Latino dice: “mis maestros de la escuela primaria me ayudaron y animaron, y empecé a
escribir versos pueriles a novias imaginarias”10.

En 1930, cuando Simón Latino publica Canciones Humildes. Versos pasados de


moda, además de a su esposa María del Pilar Pareja Vélez, el poemario es dedicado a Sincé
así:

“A la Tierra Querida
Si este libro de versos es la flor de mi vida
y en él lo dejo todo: mi dolor, mi cariño,
¿cómo no dedicárselo a la tierra querida
que supo mis precoces aventuras de niño? “ 11

8
Tomado de la autobiografía. Pág. 1
9
Albio Martínez. Op. Cit. Pág. 19
10
Carlos H Pareja. Autobiografía. Vancouver 1979. Manuscrito inédito. Pág. 1
11
Citado por Albio Martínez. Op. Cit. Pág.71
www.soysince.com 6
P.J. Romero Arrieta influyó de manera notable en la formación inicial de Simón
Latino. En su trabajo Albio Martínez muestra esa influencia de la siguiente manera: “Simón
Bolívar fue el personaje de su inspiración heredado de su maestro P J Romero Arrieta,
quien desde sus primeros años de escuela le había enseñado el valor del héroe. Los cantos
que destacan las hazañas del Libertador son la fuerza vital que anima el espíritu de su
maestro-guía, a quien recordamos nuevamente en su papel de conductor, tal como lo hacía
el otro Simón, don Simón Rodríguez” para luego añadir-: “paralelo al amor por los valores
patrios, el profesor P J Romero Arrieta les enseñaba a sus alumnos oratoria, latín y
gramática. En clase de preceptiva les hacía escribir composiciones en verso, siguiendo las
rigurosas reglas de la métrica. Era un hombre de pensamiento elevado, uno de los grandes
valores de la literatura y el periodismo del Caribe”12.

Adolfo Mejía Navarro.- En la publicación UN Periódico, fechada en octubre de 2004, se


puede leer: “el arte fue el hábitat natural de Adolfo Mejía, que pintó, escribió poesía, cantó
en corales, habló varios idiomas, con tanta maestría como compuso música”13.

Nacido el 5 de febrero de 1905, en el hogar formado por Adolfo Mejía Valverde y


Francisca Navarro, el maestro Adolfo Mejía “trasegó por la guitarra, la bandola y el tiple,
para luego incursionar por la flauta, el violín y el piano”14.

Cuando se fue de Sincé, a los 11 años, Mejía estudió en Cartagena en la escuela


anexa a la Normal de Institutores e inició estudios de Filosofía y Letras en la Universidad
de Cartagena, pero pronto los abandonó para ingresar al Instituto Musical de esa misma
ciudad. “Ya para 1922 tocaba el piano en la escuela de Francisco Lorduy, una agrupación al
estilo de las jazz band que habían llegado al caribe colombiano desde Panamá que se
convertirían en el vehículo sonoro más apropiado para la música colombiana, en especial la
de la costa atlántica, a partir de 1930. Así describe Esquivia la actividad de Mejía entre
1920 y 1930: ‘Durante diez años estudia por su cuenta, compone, anda de orquesta en

12
Albio Martínez. Op. Cit. Págs 76 y 77
13
UN Periódico. Octubre de 2004
14
Franco Burgos Joaquín. El siglo 30 de enero de 2005.
www.soysince.com 7
orquesta…Y es precisamente esta vida de bohemia artística la que va encaminándolo a un
provenir firme en el dominio de la música’”15.

Luego de su matrimonio en 1930, Mejía viaja a Nueva York donde prosigue su


formación bajo la influencia del músico argentino Terig Tucci, pero se ve precisado a
regresar al país probablemente por las limitaciones de toda índole que generó la Gran
Depresión.

Hacia 1933 Mejía viaja a Bogotá donde trabaja como bibliotecario en la Orquesta
Sinfónica e ingresa al conservatorio en donde, a pesar de no terminar sus estudios “pasó a
interesarse por la creación de obras para orquesta y piezas para piano”16.

A raíz del premio que obtuvo con su Pequeña Suite, “Mejía se hizo merecedor de
una beca de estudios en Francia e ingresó a la Escuela Normal de París, dedicada a la
preparación de pedagogos musicales, pero las condiciones impuestas por la Segunda Guerra
Mundial hicieron imposible todo viso de normalidad, y en 1940 Mejía se embarcaba de
regreso al continente americano no sin antes pasar un breve interludio en Ville sur Mer (sur
de Francia)”17.

Luego de algunas vicisitudes, en 1940 el Maestro Mejía regresa a Cartagena, en


donde asume la dirección de la banda de la Escuela Naval durante 10 años, crea el grueso
de su obra musical y se desempeña como docente en el Instituto Musical de Cartagena en
donde enseñó las cátedras de armonía, guitarra, chelo y dictado musical. Además de lo cual
se dedica a apoyar la celebración de los festivales musicales.

Casi todo eso es igualmente conocido, lo que no se sabe y no se destaca es que


Adolfo Mejía “hizo sus estudios de primaria en el Colegio de la Merced de don Lisandro

15
Duque Ellie Anne. Adolfo Mejía Navarro (1905-1973) y su obra para piano. Pág. 6. La síntesis que sigue es
tomada de este trabajo.
16
Duque Ellie Anne. Op. Cit. Pág. 8
17
Duque Ellie Anne. Op. Cit. Pág. 8
www.soysince.com 8
Ulloa, donde además recibió de él nociones de teoría de la música cuya parte práctica
aprendía de su propio progenitor”18.
Porque se debe saber que “Adolfo Mejía Valverde se ganaba la vida honradamente
como orfebre y le tomaba el gusto como músico. Cuentan que no hubo en su época, por
toda la región, quien punteara con mayor habilidad instrumentos de cuerda”19.

Por lo demás, su condición de nativo de este pueblo la cantó en una ocasión el


Maestro Mejía de la siguiente forma:

“No he venido aquí de mago


Aunque he venido de farra
No toco más la guitarra.
No soy de Santa Lucía,
Tampoco soy de Ibagué.
Soy un mozo de Sincé,
Me llaman Adolfo Mejía.”20

Y no se nos puede olvidar su poema a la mujer sinceana en cuyo inicio se lee:

“Eres orgullo de Bolívar,


Flor preciosa
Sinceana virtuosa y sin rival
Eres más pura que el perfume de una flor
Y más hermosa que el rubí del oriental”21

Alfonso Romero Aguirre.- Nacido en 1907, Alfonso Romero Aguirre es el tercero de los
intelectuales de Sincé que le dio luz al viejo Bolívar, fundamentalmente en ejercicio de la
política.

Hijo de Carmela Aguirre y de Sebastián Romero, poco me ha sido posible averiguar sobre
su infancia entre nosotros y todo parece indicar que desde muy temprana edad inició sus
estudios en la ciudad de Cartagena.

18
Ulloa González Lorenzo. Monografía de San Luis de Sincé. Pág. 160
19
Revista Semana No. 179, Marzo 25 de 1950.
20
Tomado de Franco Burgos Joaquín. Pág. 15
21
Revista Torre D’ Reloj. Sincé, septiembre de 2003. Pág. 44.
www.soysince.com 9
Concejal de la capital de Bolívar, Diputado a la Asamblea del Departamento,
Representante a la Cámara, Senador de la República, Presidente de los órganos del poder
legislativo, ocupó entre 1940 y 1942 el cargo de Contralor General de la República y fue
Segundo Designado a la Presidencia de la República.

Además de ello, fue un escritor de elevados quilates y entre sus obras se incluyen:
Historia de la Regeneración, El Sexo ante la Legislación Colombiana, Confesiones de un
Aprendiz de Estadista, El Partido Conservador ante la Historia, Nueve años de Gobierno
Liberal y Ayer, Hoy y Mañana del Liberalismo Colombiano.

A diferencia de Carlos H. Pareja y de Adolfo Mejía, de Romero Aguirre no he


encontrado alusión a sus vínculos afectivos con Sincé, hecho que quizá se explique por su
posición política radical, contraria a la que predominantemente se impuso aquí durante la
primera mitad del Siglo XX.

No obstante, mi hipótesis es que, como en los casos de Carlos H Pareja y Adolfo


Mejía, el ambiente familiar de Romero Aguirre se vio influido por el desarrollo educativo
que hubo en Sincé a fines del Siglo XIX y principios del siglo XX.

Antes de decir en que consistió ese desarrollo, bueno es señalar que el mismo se da
en el marco de la Guerra de los Mil Días, circunstancia en principio adversa para el
florecimiento intelectual que hubo aquí por esa época. Por ello es necesario caracterizar,
como lo hago enseguida, la significación de ese conflicto en nuestra región y en particular
aquí en Sincé.

UNA GUERRA ENTRE CABALLEROS

Los natalicios de nuestros tres mosqueteros estuvieron marcados por el estallido de


la Guerra de los Mil Días, su desarrollo y los primeros años del posconflicto.

www.soysince.com 10
En principio ello no creaba condiciones propicias a un desenvolvimiento cultural y
educativo notable. Sin embargo, mi hipótesis es que en las Sabanas del Viejo Bolívar la
Guerra de los Mil Días no tuvo impactos permanentes en el diario acontecer, ni fracturó
seriamente la estructura económica de la región.

Los indicios de mi hipótesis se basan en la corta duración que la guerra tuvo en


nuestra región, en el respeto por la población civil que manifestaron en su momento los
adalides del conflicto y el tono caballeresco que emplearon en las comunicaciones entre
ellos, en el escaso recuerdo colectivo sobre el impacto del conflicto en Sincé en particular,
y en el auge económico que se vivió en la Costa Atlántica con posterioridad al posconflicto.

A fines de agosto de 1900 el General Rafael Uribe Uribe, luego de la batalla de Palo
Negro y de poner fin a la campaña en Santander, para lo cual disolvió su ejército, que para
entonces contaba con menos de 200 hombres22, llegó al departamento de Bolívar y se
estableció en La Cansona, cerca del Carmen de Bolívar.

En el curso de escasos 90 días, Uribe Uribe entra a Sincelejo, libra un combate en


Juan Gordo23 y toma posesión y abandona, sucesivamente, a Magangué y Corozal.

Pero esos no son enfrentamientos de poderosos ejércitos, ni grandes batallas.


Manuel Antonio Pineda, en su Efemérides de la campaña del General Rafael Uribe Uribe
en Bolívar, da cuenta de que con posterioridad a la entrada a Sincelejo, en septiembre 9 de
1900, se formó en la plaza un total de “250 hombres entre Jefes, Oficiales y soldados, con
una dotación estos de 40 cápsulas cada uno”24.

Además, en la Junta de Oficiales que tuvo lugar en La Cansona el 8 de diciembre de


1900, cuando se decide que Uribe se dirija al Magdalena y se de por terminada la campaña
de Bolívar, se deja constancia de que fue imposible formar un grupo que mereciera el

22
Santa Eduardo. Rafael Uribe Uribe. Pág. 245
23
Corregimiento de Sincé en esa época, hoy conocido como Granada.
24
Pineda Manuel Antonio. Efemérides de la Campaña del General Rafael Uribe Uribe en Bolívar. Pág. 38
www.soysince.com 11
nombre de ejército25 y que entre las causas para que el resultado de la campaña no fuera
satisfactorio se contaba: “la escasez de pertrechos… (y) … lo exiguo de nuestro efectivos
que no han llegado a 800 hombres de armas, y la mala calidad de gran parte de la tropa”26.

En el caso del combate de Juan Gordo todo indica que se trató de una pequeña
refriega, pues escasamente demoró dos horas y en las filas liberales las bajas no llegaron a
la docena, al tiempo que capturaron del enemigo “siete cargas de pertrecho y 130 armas de
las clases de Gras y Remington”27. De igual manera, en la toma de Magangué se produjeron
dos bajas en las filas liberales, hubo diez heridos y quedaron en poder de los atacantes un
Remington y 600 tiros.

Todo esto es definitivamente bien distinto de la Batalla de Palo Negro que fue un
combate de grandes proporciones en donde las cifras de muertos de uno y otro bando se
estiman en cerca de 3.000, tras 15 días de ardorosos combates28.

El cerco de Magangué, su toma y la retirada, transcurren entre el 21 de septiembre y


el 4 de octubre de 1900, luego de lo cual, y de un sitio de siete días, Corozal cayó en manos
del ejército de Uribe Uribe. Aun cuando el 15 de octubre Uribe magnificó la caída de
Corozal al señalar que “siete días con sus noches hemos peleado: es la mitad de Palo
Negro, y parte de su desquite”29, esas palabras estuvieron destinadas a llenar de optimismo
a las tropas y a sus partidarios, más que a dar cuenta de una realidad tangible, como lo
prueba el abandono de la plaza sin combate alguno un mes después.

Además de ser de corta duración y de baja intensidad militar, no cabe duda de que la
guerra que se libró en las Sabanas del viejo Bolívar fue una guerra entre generales
caballerosos, a diferencia de la guerra de guerrillas en la que se convirtió el conflicto en el
interior del país luego de la batalla de Palo Negro. A este respecto Fernán González señala:
“desde la derrota liberal en Santander la mayoría de las acciones de la guerra de los tres

25
Pineda Manuel Antonio. Op Cit Pág. 108
26
Pineda Manuel Antonio. Op. Cit Pág. 109
27
Pineda Manuel Antonio. Op. Cit Pág. 53
28
Santa Eduardo. Op Cit. Pág. 246
29
Pineda Manuel Antonio. Op Cit Pág. 79
www.soysince.com 12
años (fueron) producto de la actividad guerrillera en el centro del país, especialmente en el
Valle del Magdalena, desde Honda hasta Neiva, con las vertientes cordilleranas que lo
circundan, llegando por el oriente hasta el Piedemonte Llanero y por el occidente hasta las
cercanías de Popayán”30.

En la campaña de Bolívar31 los contrincantes se trataron con especial deferencia y se


oponían a actos vandálicos que pudieran afectar la población civil. Así lo demuestra la bien
conocida carta de Uribe Uribe a Pedro Nel Ospina al abandonar Corozal y la
correspondencia que se cruzaron el Jefe del Liberalismo y Augusto Samper, entre fines de
septiembre y principios de octubre, con ocasión de la permanencia de Uribe en Magangué,
la cual transcribe íntegramente Julio H. Palacio32.

Otros documentos también constatan el repudio a los actos vandálicos. Así, Uribe
Uribe condenó de manera enfática la actividad guerrillera, como se puede ver en el Anexo
1, y prohibió “en absoluto el robo, el incendio y el saqueo”, mediante la Orden General
Orgánica que dio inicio al sitio de Corozal; y al caer esta plaza, la capitulación que se firmó
entre las partes contrincantes fue del siguiente tenor:

“Los suscritos a saber: Rafael Uribe Uribe, Jefe de Operaciones Militares en la


Costa Atlántica, y Milciades Rodríguez, Comandante de la 6º División del ejército del
Atlántico, hemos ajustado el convenio contenido en las siguientes cláusulas:

1ª - Rodríguez evacuará la Plaza de Corozal, que ha estado defendiendo con sus tropas;
2ª - Los jefes y oficiales de ellas tienen derecho a llevar sus espadas, revólveres, bagajes y
equipajes, previo registro de que estarán exentos los jefes principales, siempre que afirmen,
bajo su palabra de honor, que no llevan elementos de guerra ni fondos públicos;
3ª - Las clases y tropas dejarán sus armas y pertrechos;

30
González Fernán. Pág. 116
31
Como se conoce la lucha de Uribe Uribe en las sabanas de lo que hoy es Córdoba y Sucre.
32
Palacio Julio H. La Historia de mi vida. Crónicas Inéditas. Págs. 148 - 154
www.soysince.com 13
4ª - Los jefes, oficiales y clases recibirán pasaportes – salvoconductos que les permitan
dirigirse libremente para donde quieran, y que garanticen su seguridad personal y sus
bienes;
5ª - Los militares y empleados civiles que quieran retirarse del servicio y permanecer en sus
casas y haciendas podrán hacerlo previo empeño de su palabra de honor u otorgamiento de
fianzas que garanticen su neutralidad. En tal caso, no podrán ser obligados a pagar
empréstitos o contribuciones de guerra, ni se les impondrán expropiaciones de bienes
mientras no se acredite con el testimonio de personas fidedignas que han quebrantado la
fianza o la palabra solemnemente empeñada;
6ª- No se podrá obligar por la fuerza a tomar servicio en las filas de la revolución a los
soldados del gobierno que lo rehúsen.
7ª - Uribe se compromete bajo el sagrado de su palabra de honor a proteger a la población y
sus habitantes, evitando persecuciones a los partidarios del gobierno, ultrajes a las personas,
y todo inútil daño en las propiedades, y haciendo respetar las familias y sus hogares”33.

Además, en la capitulación se pactó que no se ocuparían para cuarteles las casas de


personas respetables, que los heridos no se podrían considerar como prisioneros de guerra y
que para “evitar conflictos en la interpretación de las cláusulas de este convenio, las partes
se atendrán a su sentido literal, y todo caso dudoso en lo relativo a las garantías que por él
se otorgan, se interpretará a favor de los militares y empleados del gobierno que tengan
derecho a reclamarlas”34.

Nada en la capitulación transcrita da pie para pensar en un conflicto atroz35. Cosa


bien distinta fue la guerra en otras regiones del país, como se comprueba al examinar la
correspondencia de dos contrincantes en los Llanos. El 6 de febrero de 1900 el General
liberal Avelino Rosas se dirigió al General conservador Mariano Ospina Chaparro en los
siguientes términos:

33
Pineda Manuel Antonio. Op. Cit. Págs. 76 - 77
34
Pineda Manuel Antonio. Op. Cit. Pág. 78
35
La escasa significación de la Guerra de los Mil Días en la Costa Atlántica también se refleja en el bien
documentado análisis que de ella hace Charles Bergquist, quien sobre el conflicto aquí se limita a decir
“después de Peralonso (Pedro Nel Ospina) organizó un ejército y lideró una exitosa campaña contra Rafael
Uribe Uribe en la Costa Atlántica a fines de 1900.” Bergquist Charles. Pág. 362.
www.soysince.com 14
“Dirijo a usted la presente comunicación para poner en su conocimiento la
resolución que he tomado en vista de los actos crueles y cobardes ejecutados por usted y la
fuerza de la dictadura que comanda (…) [en] la Boca de Monte de Cumaral (…) usted en
persona y con su espada, ultimó a uno de mis soldados, y después hizo flagelar
infamemente al capitán Montañez, por dos veces. Bien: a mi turno y en represalia, hice
ahorcar ayer a un traidor y espía que estuvo al servicio de usted (…) y esta tarde haré lo
mismo con otro individuo que tiene igual carácter, el cual podrá usted ver, si el tiempo lo
permite, en la Boca del Monte de Cumaral” -para finalizar diciendo-: “Tengo también en el
campamento al coronel Preafán y ocupará el primer turno en la lista de los ahorcados, si
usted no varía de proceder”36.

Por lo que hace específicamente al desarrollo de la guerra en Sincé no hubo en el


casco urbano combate alguno y la memoria de Manuel Antonio Pineda escasamente da
cuenta del día en el que el General Uribe Uribe pernoctó aquí camino a Magangué, por la
vía de Juan Gordo y Buenavista37.

Ella es quizá la razón por la que aquí en la memoria colectiva quedaron escasos
rastros de la guerra. Que yo recuerde, el único combatiente de quien tuve noticias por los
días de mi infancia a principios de los años cincuentas fue José Núñez, un soldado que se
ufanaba de su intervención en el conflicto, y desde luego también nos quedó el recuerdo de
Marcial Martínez “que fue corneta de Uribe”, al decir de Leonardo Gamarra, quien así
corrobora las palabras de Manuel Antonio Pineda, según se lee también en el Anexo 2.Mi
hermano Eutimio me dice que él también recuerda como participantes en la guerra al
soldado Ignacio Longo y al coronel Pedro María Navarro, quien vivió con la ilusión de
recibir del Estado una pensión de jubilación vitalicia para lo cual visitaba diariamente las
oficinas de la Telegrafía que entonces dirigía don Augusto Espinosa.

36
Tomado de Aguilera Peña Mario Pág. 55
37
De la estadía de Uribe en Sincé da cuenta el Anexo 2.
www.soysince.com 15
Es por demás significativo que en 1905 se designe alcalde a don Demetrio Muñoz,
un aguerrido combatiente liberal, en un pueblo como el nuestro en ese entonces de
arraigada mayoría conservadora, lo que también es indicio de que aquí no fueron hondas las
heridas de la guerra.

Pasando al impacto que la Guerra de los Mil días pudo tener sobre la estructura
económica de las antiguas Sabanas de Bolívar, hasta donde sé, ello está por estudiarse. .Sin
embargo, ese impacto debió ser de escasa significación, pues la base económica de la
región, que desde finales del siglo XIX empezó a ser la ganadería, difícilmente se pudo ver
afectada por un conflicto como el que acabamos de describir.

Ello no niega que transitoriamente los partidarios de uno y otro bando pudiesen
sufrir desmedros patrimoniales por las contribuciones impuestas por sus adversarios. Pero,
en lo esencial, una vez pasado el conflicto, el aparato productivo de la región, precario o no,
quedó intacto.

De hecho, las exportaciones de ganado a Cuba fueron especialmente importantes en


el período 1898-1906 y dinamizaron la economía regional que venía en ascenso desde
principios de los años 70 del Siglo, cuando la actividad pecuaria empezó un auge debido a
la introducción de pastos artificiales. A este respecto, Alberto Mendoza Candelo, en su
memoria histórica del Departamento de Sucre 1870-1950, dice:

“La llegada de los pastos exóticos, pará, guinea, yaraguá, que necesitaban cultivarse
como cualquier otro producto agrícola, en tierras fértiles y apropiadas, cambió totalmente el
status del uso y la tenencia de la tierra en las Sabanas; ahora los ganaderos tuvieron la
oportunidad de tener potreros a sus servicios, más inmediatos a sus residencias habituales
(…) Podemos, por lo tanto afirma que, al liberarse el ganadero de la dependencia de los
pastos naturales que únicamente se encontraban en ciertos sectores de la geografía sucreña,
por medio de los pastos exóticos, pudo iniciar la potrerización del territorio”38.

38
Mendoza Candelo Alberto. Pág. 168
www.soysince.com 16
Para ,más adelante, señalar: “al conjugarse varios factores esenciales: nuevos pastos
extranjeros, fáciles de cultivar en casi todos los terrenos; alto consumo interno de carne y la
consiguiente utilización de las pieles para producir zurrones con destino a las exportaciones
de tabaco; y la posibilidad de vender toda la producción ganadera por medio de la
exportación a países extranjeros y a los Estados del interior de la República, la expansión
ganadera cubrió no solamente a la región de Sabanas propiamente dicha, sino que alcanzó
los Montes de María y sus Distritos, la zona del Morrosquillo incluido San Onofre, la zona
de la Mojana y el Sinú en toda su extensión”39.

Por lo demás, la expansión local de la ganadería también debió verse favorecida por
el auge que tuvo Cartagena inmediatamente después del posconflicto, ya que Posada Carbó
afirma: “la apertura del ferrocarril hasta Calamar a finales del siglo, le dio nuevo impulso (a
Cartagena) pero su crecimiento parece haber sido realmente sorprendente entre 1905 y
1912”40.

Ese desenvolvimiento económico de la región se vio reflejado en el acontecer del


Municipio de Sincé. Según señala Lorenzo Ulloa, en su condición de Alcalde en 1905
Demetrio Muñoz Lara dio inicio a “una inusitada era de progreso y SINCÉ vive entonces
su edad de oro, en medio de la paz más absoluta y promisoria: se construyen puentes en el
cruce de todos los arroyos; se abren nuevos caminos de penetración y se acondicionan las
vías principales; se incrementa la educación pública con el establecimiento de nuevas
escuelas; las calles, antes intransitables, son arregladas en gran parte; la población es dotada
de magníficas aguadas y el municipio adquiere, para el funcionamiento de sus oficinas, una
casa acondicionada en la plaza principal”41.

PENSAR EL FUTURO

En adición a la buena Alcaldía de Demetrio Muñoz Lara, a quien “el Presidente de


la República, General Reyes (…) señaló a la opinión pública como alcalde modelo de la

39
Mendoza Candelo Alberto. Pág. 175
40
Posada Carbó Eduardo. Pág. 236
41
Ulloa González Lorenzo. Op. Cit. Pág. 149
www.soysince.com 17
nación”42, hubo entonces aquí un grupo de muy buenos educadores, entre los cuales se
destacan Juan B Espinosa Doria, Lisandro Ulloa Alvis, Cristian Castilla, Pedro José
Romero Arrieta y Pedro Antonio Florez Romero.

Como se deduce de la lectura de estas páginas, esos maestros, a principios del siglo
XX enseñaban aquí oratoria, latín, gramática, preceptiva, teoría de la música y, desde
luego, el rigor de la ciencia de los números. Fueron todos ellos excelsos pedagogos.

De Juan B. Espinosa Doria se dijo con ocasión de su fallecimiento “a la ardua labor


del magisterio dedicó la flor de sus años y se pudo ver dando muestras inequívocas de su
versación en la ciencia didáctica y de una especial vocación para transmitir los
conocimientos, haciendo ameno lo árido del aprendizaje…amante de las letras, deseaba que
la juventud hiciera en ella su mayor progreso; que esta población siguiera en línea recta a la
cima de la perfección”43.

En cuanto a Don Lisandro Ulloa Alvis, nació el 13 de junio de 1865 y “por si


mismo, sin ayuda de maestros, aprendió francés, inglés, matemáticas, música y en el año de
1888 fundó el Colegio de la Merced, establecimiento de enseñanza secundaria donde se
hacían casi completos todos los estudios de filosofía y literatura. El colegio sostenía un
crecido número de internos de las poblaciones circunvecinas que venían a estudiar a dicho
establecimiento. De él salió en lo general esa juventud que tuvo un gran brillo en la
ciudad”44.

Del Colegio de la Merced fue subdirector don Cristian Castilla, quien nació en 1875
y se distinguió además por ser un distinguido abogado, estudios que realizó de manera
autodidacta.

A estos maestros se une Pedro José Romero Arrieta de cuyas calidades profesorales
ya hemos dado cuenta.

42
Ulloa González Lorenzo. Op. Cit. Pág. 149
43
Ulloa González Lorenzo. Op. Cit. Pág. 150
44
Ulloa González Lorenzo. Op. Cit. Pagina 151
www.soysince.com 18
Sin duda, estos maestros merecen reconocimiento y, como dijo un día P.J. Romero,
debemos honrarlos porque “sirvieron y quisieron a su pueblo entrañablemente y merecen
que su memoria se conserve como ejemplo y guía de hombres de buena voluntad”45,
máxime cuando desarrollaron su tarea en un clima hostil. No se puede olvidar que el Sincé
de principios del siglo XX, pese a la loable tarea de don Demetrio Muñoz ,“no tenía agua
corriente ni luz eléctrica, ni hospital, ni edificios importantes, salvo la Iglesia Católica”46.

El mejor reconocimiento a la memoria de tan ilustres conciudadanos es que


mantengamos firme el propósito de hacer que la educación aquí sea de buena calidad.
Educación no solo para la instrucción sino también para la vida, lo cual supone inculcar en
los educandos la búsqueda de la excelencia académica, el culto por la libertad y el cultivo
de la tolerancia47.

La buena educación supone la excelencia académica porque gracias a ella es posible


contar con mejores conocimientos básicos y con mejores elementos conceptuales. Además,
porque hace posible acumular riquezas intelectuales a fin de cultivar el espíritu, fortalecer
el sentido humanístico y vigorizar el intelecto para hacerle frente a las dificultades que nos
depara este nuevo milenio.

También educación es libertad, porque la educación son las alas para volar lejos,
con confianza y seguridad, en la búsqueda de oportunidades individuales y colectivas que
reafirmen nuestras posibilidades de convivencia y de progreso social. Sin duda, la
educación es el ábrete Sésamo del futuro si logra, sin exclusiones ni privilegios, preparar a
todos los habitantes en las ciencias, las artes y las prácticas que los habiliten para sentirse y
reconocerse útiles en sus aportes a la vida colectiva.

45
Citado por Lorenzo Ulloa. OP. Cit. Pág. 147
46
Pareja Carlos H. Op. Cit Pág. 1
47
Este y los párrafos siguientes están tomados casi literalmente de un texto del autor titulado Educación para
la Excelencia, la Libertad y la Tolerancia. Publicado en Hernández Gamarra, Antonio. 2006.
www.soysince.com 19
Y no estoy hablando solamente de obtener más y mejores ingresos, que son
ingredientes tan arraigados de lo que hoy se denomina el éxito en el culto a los signos
monetarios. Pienso mejor, si me lo permiten, en una educación integral y consciente de sus
responsabilidades sociales que ofrezca un sentido de realización para una vida plena y
satisfactoria.

El profesor Amartya Sen, uno de los grandes pensadores de nuestra época y Premio
Nóbel de Economía en 1998, al hablarnos de la búsqueda de la libertad y decirnos que el
desarrollo es un proceso de expansión de las libertades fundamentales, nos propuso aceptar
una apuesta básica, a la cual los invito: apuntalar la educación como fuente de beneficios
para toda la comunidad, más allá de los réditos propios que obtiene la persona educada.

En ese sentido la educación facilita el cambio social, contribuye al progreso


económico y abre oportunidades para enfrentar la pobreza y la inequidad y para garantizar
los derechos básicos de la gente. Esto es, la educación es semillero de la libertad.

Finalmente, y por sobre todo, educación es tolerancia. Con esto quiero significar
que la educación es la forma insustituible para aprender y enseñar a vivir en paz y con
respeto por las ideas de nuestros contradictores. La educación tiene que conducirnos a
escuchar y valorar los argumentos de quienes no están de acuerdo con nuestras
concepciones, y a conceder que el diálogo es el mejor camino para encontrar, entre todos, la
verdad y la razón.

Cuando hablo de tolerancia, estoy discurriendo también sobre la necesidad de


defender la vitalidad de la democracia, es decir, que nadie sea atropellado o, peor aun,
acribillado por fuerzas oscuras y violentas al proclamar sus convicciones y perseverar, con
discernimiento y con argumentos, por hacerlas posibles.

Y, al mismo tiempo, juzgo imprescindible que nuestro sistema democrático se


obligue a dar abrigo a las diversas formas de expresión y disentimiento de la ciudadanía y a

www.soysince.com 20
ofrecer su tutela institucional para dirimir los conflictos con respecto a los preceptos de
convivencia, solidaridad y tratamiento justo y equitativo.

No es fácil hacer realidad estos ideales, pero desde luego, jamás se alcanzarán si no
se vislumbran como futuro y si no se derrota la creencia tan arraigada de que todo se
resolvería si los medios económicos destinados a la educación fueran más abundantes.

No desconozco que posiblemente se requiera dinero adicional para mejorar la


calidad de la educación, pero para lograrlo lo primero que debemos tener es la voluntad de
conseguirlo y esa es una actitud de carácter cultural que demanda dedicación y
perseverancia más que dinero.

Por lo mismo quiero invitar a los maestros de ahora para que, con el propósito de
honrar a los maestros de antes, se propongan la tarea colectiva de preparar un plan
conducente a mejorar la calidad de la educación aquí en Sincé. Plan para varios años de
trabajo que necesariamente pasa porque los docentes tengan una mayor y mejor formación.

Desde luego, el problema no estará del todo resuelto sino cuando hagamos realidad
la igualdad de oportunidades. Y para ello no basta que los niños vayan a la escuela. Es
necesario que los programas de nutrición escolar les garanticen su permanencia en
condiciones adecuadas a los requerimientos del aprendizaje.

Por eso, la segunda tarea que a mi juicio deberíamos emprender como una empresa
colectiva, libre de partidismos y de mezquindades, es que en los planes del municipio se
incluyan recursos para un buen programa de nutrición escolar.

Mejor nutrición para una mejor educación será nuestro tributo a Demetrio Muñoz
Lara, Juan B. Espinosa Doria, Lisandro Ulloa Alviz, Cristian Castilla, Pedro José Romero
Arrieta, Pedro Antonio Florez Romero, maestros del pasado que hicieron posible que en
San Luis de Sincé a principios del siglo XX nacieran para la posteridad Carlos H. Pareja,
Adolfo Mejía Navarro y Alfonso Romero Aguirre.

www.soysince.com 21
Mil gracias queridos amigos por invitarme a hablarles sobre mis hipótesis y
convicciones, mis recuerdos y mis lecturas sobre el pasado, el presente y el futuro de
nuestra tierra. Los convoco a todos para que convirtamos la XVIII Semana de la
Sinceanidad en una expresión permanente de lo que queremos y podemos hacer en
beneficio de nuestras gentes y en busca de su prosperidad.

www.soysince.com 22
ANEXO I
Tomado de Carlos Adolfo Urueta (1904)

DECRETO SOBRE GUERRILLAS


RAFAEL URIBE URIBE

JEFE DE OPERACIONES MILITARES EN LA COSTA ATLANTICA

CONSIDERANDO

1. Que con el nombre de guerrillas existen en el Departamento de Bolívar y en el del


Magdalena diversos grupos armados que, diciendo servir a la Causa Liberal, no
hacen sino desacreditarla con sus rapiñas y excesos;
2. Que la intención de los liberales que suministraron fondos para la compra de
armamento, fue la de que éste se destinara a formar Ejércitos capaces de defender
con honra la Revolución, de ningún modo para formar cuadrillas de bandoleros que
carecen de todo derecho para llevar un nombre político, puesto que sólo se ocupan
en satisfacer sus instintos de bandalaje; y
3. Que deshonran la noble profesión de las armas y son indignos de llevarlas los que
rehuyen hacer parte del Ejército, por eximirse de las fatigas del servicio y por no
afrontar los peligros de los combates, para no ocuparse sino en vivir del merodeo y
para volver contra ciudadanos inermes los fusiles que no les pertenecen,

DECRETA

Art. 1° Todas las guerrillas e individuos armados que existan en el Departamento de


Bolívar, marcharán inmediatamente a este campamento trayendo sus armas y municiones,
para ser organizados en Cuerpos sometidos a la disciplina de un Ejército regular.

Art. 2° Las partidas e individuos de igual clase existentes en el Departamento del


Magdalena, se concentrarán en el campamento del General Wenceslao Miranda.

Art. 3° Declarase desde ahora cuadrillas de malhechores a todos los grupos armados que
dentro del término de diez días no hubieren cumplido lo dispuesto en los artículos que
preceden, y excitase a todos los ciudadanos, sea cual fuere su poder político, a que les
nieguen toda especie de auxilios, a que resisten las exacciones y empréstitos que pretendan
imponerles, y a que los desarmen, aprehendan y remitan a la más inmediata autoridad
revolucionaria o del gobierno.

Art. 4° Siendo de interés social destruir las partidas de salteadores, las tropas liberales las
perseguirán activamente, en concurrencia con las del Gobierno y los cabecillas y secuaces
que fueren habidos serán entregados al Gobierno para que los juzgue de acuerdo con las
leyes, mientras la Revolución organiza un Poder Judicial permanente.

www.soysince.com 23
Art. 5° Es deber de los liberales denunciar la existencia de armas y municiones del Partido
en poder de particulares, y aquellos a quienes les fueren halladas desobedeciendo la orden
de entregarlas, serán penados con multa de $25 a $100.

Dado en el Cuartel General de Morroa, a diez de Octubre de mil novecientos.

El General en Jefe,

Rafael Uribe Uribe

www.soysince.com 24
ANEXO II
Tomado de Manuel Antonio Pineda (1939)

SEPTIEMBRE 18 (de 1900)

A las cinco de la mañana regresó el General Uribe con parte del ejército a mi Retén,
ordenándome lo siguiera, y poniéndonos en marcha llegamos a Sincé a las 10 a.m., donde
hubo estas novedades: ,

La muerte del joven Enrique Franco, conservador, a quien le hicieron fuego los de la
mosca por no haber querido hacer alto cuando se le previno; la prisión de los señores
Francisco Acosta (don Pachito), Francisco Romero y Salvador Gamarra por no haber
podido abonar a las 3 p.m. una contribución que le exigió el Intendente Pablo Emilio
Obregón. Esta providencia tomada contra tres liberales connotados, que, durante once
meses habían soportado las consecuencias de un régimen absolutista, nos hizo perder
opinión, hasta tal punto, que hubo deserciones especialmente de Oficiales; y muchos, que
pensaban tomar servicio, se abstuvieron de hacerlo. Los desertores según una situación
tomada por mí, de orden del General Uribe, no bajaron de cincuenta (50), casi todos del
Batallón Bolívar.

Con todo, luchamos con algunos liberales de Sincé para que no excitaran la deserción, y el
General Uribe tuvo a bien hacer la siguiente súplica: “perdonemos, dijo, al Intendente, y
esperemos triunfar para que todo se arregle. Son las nueve p.m. y amanezcamos en sana paz
para derrotar al enemigo”. Así concluyó todo. La palabra elocuente del Jefe fue suficiente
para calmar los ánimos. Se manejaron muy bien en esa crítica situación los siguientes
caballeros: Pedro y José Tomás Ucrós, Demetrio Muñoz, Pedro Antonio Flórez, Miguel
Merlano Flórez, Juan Gamarra y el Jefe Civil y Militar Coronel Donaldo Porto González.

También fue preso el conservador pacifista José G. Doria.

SEPTIEMBRE 19

No hubo novedad.

SEPTIEMBRE 20

A las ocho a.m. comenzó el ejército a salir de Sincé, tomando la vanguardia al Batallón
Reyes Lozano.

A las 11 a.m. llegamos a Juan Gordo, y resultó que el General y sus ayudantes nos
tropezamos con la mosca del enemigo en las calles del poblado, pues el Coronel Sadomé
Cárcamo. Jefe del “Lozano” al convencerse de la aproximación del enemigo, abandonó su
puesto huyendo vergonzosamente por la vía de San Antonio, razón por la cual, el combate
comenzó en las calles. Aparecen en mi cartera las siguientes anotaciones:

www.soysince.com 25
a) Que en el fragor del combate dí una viva a los Generales Uribe, Mercado Robles,
Villacob y Coroneles Manuel Álvarez, Pacho Tous, Sergio Camacho y Mayor
Ramón Rosales.
b) Que viendo en peligro al General Uribe, quien iba dirigiendo la línea de batalla en la
cual yo combatía, le tomé las riendas de la mula y le dije: “Usted se regresa, pues si
lo matan somos nosotros quienes perdemos”, y lo hice regresar.

El General, antes de devolverse me dijo: “Gracias, mijito”. Y volvió grupas en la mula


negra traída recientemente de Santander por los señores Gómez de Sincelejo. El la llamaba:
“Mi mula Gomera”.

El ejército y el del enemigo se dividieron en dos alas: una por el camino real y otra por la
posesión de los señores Mesa, y después de hora y media de batallar reñido tocó éste
retirada, y fuimos persiguiéndolo hasta el caserío de Buena Vista, adonde llegamos los de
vanguardia a las 3. p.m.

Allí propuse lo siguiente: Hay necesidad de poner un “retén” a la salida de Magangué, pues
el General llegará dentro de una hora más o menos, e incontinenti oigo una voz que me
dice, estando yo de espalda: “Pineda, aquí estoy yo”, Era el General Uribe que nos venía
picando la retaguardia.

En el tránsito tomamos algunos prisioneros, y machos soldados enemigos, de Antioquia y


Santander, murieron insolados en su carrera.

Cayeron en nuestro poder siete carcas de pertrechos, y ciento treinta armas de las clases de
gras y remington. Despertaron mucho entusiasmo en nuestras filas las dianas tocadas en el
fragor del combate por los cornetas de órdenes mayores, Marcial Martínez Dominiciano
Manrique, Néstor Pinzón, N. Plata. Los jefes vencidos fueron José Joaquín Alvarez
(Mocho) y José María de Vivero.

MUERTOS

Nemoroso Mendoza, oriundo del Carmen de Bolívar, fue un decidido joven liberal. Le
faltaba el brazo derecho, y con el izquierdo no pudo sujetar la yegüita ratona en que iba
combatiendo; se le encabritó y en vez de volver grupas avanzó hacia el campo enemigo:
una bala de gras le destrozó la cabeza.

Además murieron el sargento primero Carlos Jiménez, oriundo de Turbaco y diez


individuos de tropa.

www.soysince.com 26
BIBLIOGRAFÍA

AGUILERA PEÑA, Mario. 2006. “Canje o fusilamiento: los presos políticos en las guerras
del siglo XIX” En: Revista Análisis Político No. 58. IEPRI – Universidad Nacional Bogotá.

BERGQUIST, Charles. 1973. Coffee and Conflict in Colombia1886 – 1904. Origins and
outcome of the War of the Thousand Days. University Microfilms. Ann Arbor Michigan.

DUQUE, Ellie Anne. 2001. Adolfo Mejía Navarro (19045 -1973) y su obra para piano.
Extractos de la nota analítica escrita para el folleto del disco compacto Adolfo Mejía Obras
para Piano. Banco de la República. Bogotá.

FRANCO BURGOS, Joaquín. 2005 “En el Centenario de Adolfo Mejía 1905 – 2005”. En:
El Siglo (enero 30) Bogotá

GONZÁLEZ, Fernán. 2001. “De la Guerra regular de los generales – caballeros a la guerra
popular de los guerrilleros”. En: Memoria de un País en Guerra. Los Mil Días 1899 – 1902.
Editorial Planeta. Bogotá

GOSSAIN, Juan. 1988. “Simón Latino: sus cuadernillos y su época”. En: Revista Casa
Silva. Pág. 47 Bogotá

HERNÁNDEZ, Antonio. 2006. “Educación para la excelencia, la libertad y la tolerancia.”


En: Una contraloría creíble y respetada. Imprenta Nacional. Bogotá

MARTÍNEZ SIMANCA, Albio. 2004. Simón Latino y la Librería la Gran Colombia.


Instituto Distrital de Cultura y Turismo. Bogotá

MENDOZA CANDELO, Alberto. 2003. Memoria Histórica del Departamento de Sucre


1870- 1950. Tomo II. Multigráficas. Sincelejo.

PALACIOS, Julio H. 1992. La historia de mi vida. Crónicas Inéditas. Ediciones


UNINORTE. Barranquilla.

PAREJA, Carlos H. 1979. Autobiografía. Manuscrito Inédito

PINEDA, Manuel Antonio. 1939. Efemérides de la campaña del General Uribe Uribe en
Bolívar. Editorial Bolívar. Cartagena.

POSADA CARBÓ, Eduardo. 1994. “Proceso y estancamiento 1850 – 1950” En: Historia
Económica y Social del Caribe Colombiano. Ediciones UNINORTE. Barranquilla.

SANTA, Eduardo. 1998. Rafael Uribe Uribe. Editorial Planeta. Bogotá

SEMANA. 1950 El Compositor Adolfo Mejía. En: Revista Semana No. 179 (marzo 25)
Bogotá

www.soysince.com 27
ULLOA GONZÁLEZ, Lorenzo. Monografía de San Luis de Sincé. Tipografía Libertad.

UN Periódico. 2004 “Célebres Desconocidos” En: UN Periódico No. 64 (octubre 3)


Bogotá.

URUETA, Carlos Adolfo. 1904. Documentos Militares y Políticos relativos a la campaña


del General Rafael Uribe Uribe. Segunda Edición. Imprenta de Vapor. Bogotá.

www.soysince.com 28

S-ar putea să vă placă și