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Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación

Facultad de Filosofía y Educación


Departamento de Educación General Básica
Psicología del Desarrollo
Sede Graneros

Aprender
para la vida,
no para la
clase.
Nombre: Stephanie Rey Rey
Carrera: Licenciatura en Educación y Pedagogía General Básica, III Semestre
Asignatura: Psicología educacional
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Fecha: 21 de octubre 2010


Profesor: Andrés Marió

Aprender para la vida no para la clase.

El enfoque constructivista intenta explicar el origen del conocimiento humano. Éste


enfoque mantiene que una persona en sus aspectos cognitivos, sociales, y afectivos de
comportamiento no es producto sólo del ambiente, ni de sus disposiciones internas, sino
una producción propia que se va haciendo día a día como resultado de la interacción de
estos dos factores. Según el constructivismo el conocimiento es una construcción del ser
humano, que se realiza mediante los conocimientos que la persona ya posee o con los que
ya construyó su relación con el medio que lo rodea. El constructivismo es totalmente
subjetivo y se hace el mejor método de aprendizaje y adquisición de conocimientos
para el niño y alumno, conduciéndole a un aprendizaje perdurable en el tiempo y
significativo para él. “El aprender es construir conocimiento, y darle un significado al
objeto de estudio y, a su vez, encontrarle sentido” (www.monografias.com) En la sala de
clases el conocimiento teórico que el profesor entrega es poco significativo para el alumno,
solamente palabras sin sentido que no dicen nada, el alumno para un aprendizaje real no
solo necesita conocimientos teóricos, sino prácticos que son más significativos y conllevan
a un aprendizaje real y duradero. Al poner sus conocimientos teóricos en práctica el alumno
puede descubrir y explorar por él mismo cosas nuevas, resolver problemas y crear nuevos
desafíos que al resolver, los convertirá en aprendizaje. Al resolver problemas o
experimentar el alumno crea su propio conocimiento con “imágenes” esos aprendizajes son
los que el alumno recuerda más. Se trata de que el alumno aprenda por su cuenta, que él
cree su propio conocimiento. Al ser él quien descubre su propio conocimiento se internaliza
en su memoria y se hace propio y único de él, éste aprendizaje totalmente subjetivo que
pocas veces es fácil de transmitir y explicar es el aprendizaje verdadero, aquel que sirve
para la vida, para que el alumno pueda desenvolverse en su entorno. “La experiencia puede
designar el hecho de experimentar algo o de vivir ciertos acontecimientos que dejaran
marcas” (Crahay Marcel; 2002; 110) A través de la experiencia el alumno genera marcas
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perdurables en el tiempo, imágenes que dejan huella y sirven no solo para enfrentarse a
problemas en el presente sino, como base o soporte para problemas posteriores, el niño liga
sus experiencias previas que en un momento fueron significativas, para reestructurarlas o
estructurar nuevos aprendizajes que también se vuelven significativos y perpetuos en el
tiempo, estos aprendizajes son aquellos que el alumno descubre o resuelve por su cuenta y
que utiliza a lo largo de su vida. “A través de este modelo el alumno pueda utilizar
operaciones mentales de orden superior como juzgar, inferir, deducir, investigar,
seleccionar, sistematizar, y otras que le permitan formar mas estructuras cognitivas que, en
definitiva, lograran aprendizajes significativos y construir sus propios aprendizajes.”
(www.monografias.com) Las operaciones mentales totalmente subjetivas que se realizan a
través del enfoque constructivista son operaciones únicas, distintas para cada individuo y se
logran hacer importantes y perdurables por el proceso mental que se realiza, “obligando” a
todas los factores cognitivos a procesar la información o desarrollar soluciones a
conflictos, el alumno aprende a pensar, a construir su propio conocimiento, el aprendizaje
que el alumno hace le sirve para la vida y no solo para las evaluaciones. Ya que todos son
distintos, seres únicos e irrepetibles todos aprenden de distinta forma y de cierta manera el
niño adapta su aprendizajes y conocimietos a la vida que tiene. La educación tiene un papel
fundamental ayudar al niño a desarrollarse de acuerdo a su ambiente, se hace
imprescindible que cada alumno busque y construya su propio conocimiento ya que se trata
de que le sirva para desenvolverse en el entorno, de lo contrario todo conocimiento que el
niño realice no será significativo. El aprendizaje es un proceso subjetivo que se va
modificando o reestructurando constantemente a luz de las propias experiencias del
individuo. “Una estrategia adecuada para llevar a la práctica este modelo es
"El método de proyectos", ya que permite interactuar en situaciones concretas y
significativas y estimula el "saber", el "saber hacer" y el "saber ser", es decir, lo conceptual,
lo procedimental y lo actitudinal.” (www.mongrafias.com) El docente debe lograr que el
alumno cree su propio aprendizaje a través del aprender haciendo, se trata de que aprenda a
construirse, a generar su propio conocimiento y a distinguirse del resto, el alumno genera su
inteligencia resolviendo problemas y generando nuevas imágenes que le ayudan en su vida,
y que perdurarán en el tiempo. El profesor como mediador debe encargarse de facilitar al
alumno y entregar las herramientas y el contexto adecuado para que el alumno pueda
pensar, solucionar y darse cuenta por su propia cuenta de lo que puede hacer, deducir,
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afirmar o negar. El conocimiento se vuelve totalmente personal en el marco de que ningún


alumno piensa igual a otro, no han vivido las mismas experiencias y no todos los
aprendizajes se hacen significativos para todos los alumnos. El alumno debe aprender para
la vida y no para aprobar asignaturas ni obtener buenas notas; un aprendizaje real es aquel
que perdura en el tiempo.

El constructivismo forma distintas concepciones de realidad en los alumnos, un


conocimiento no es igual para ningún niño y la forma de enfrentarse ante conflictos y la
vida tampoco lo es. El constructivismo en su totalidad es subjetivo varía de alumno a
alumno no haciendo posible un conocimiento verdadero y absoluto en el aula de
clases, limitando al profesor para enseñar y evaluar equitativamente. Todos los
alumnos tienen distintas capacidades para adquirir conocimiento, aprenden de distinta
manera y distintas cosas; de modo que ningún niño sabe lo mismo que otro, ni entiende y se
enfrenta a problemas igual que los otros, no todos los niños resuelven de igual forma los
problemas. “El aprendizaje es una actividad solitaria. Casi un vicio solitario. Piaget,
Ausubel y la Psicología Cognitiva se basa en la idea de un individuo que aprende al margen
de un contexto social” (Carretero, Mario; 2004; 30) El individuo construye su aprendizaje
totalmente en solitario, solo es él quien piensa, reflexiona, saca conclusiones, resuelve y
forma su conocimiento; en conjunto con el contexto social el alumno interactúa para
producir su propio conocimiento, intercambia opiniones, busca posibles soluciones; y cada
persona del grupo forma su propio conocimiento, razona, reflexiona, y saca conclusiones
que construyen su aprendizaje individual. Si el niño aprende en solitario, es difícil para el
profesor evaluarlo en conjunto, debido a que todos los niños construyeron distintos
aprendizajes y conclusiones.

La tarea del profesor en el marco constructivista, es única y fundamental “todo lo


que se enseña al niño se le impide descubrirlo. Por tanto, el profesor debía estimular sobre
todo los procesos de descubrimiento y actividad por parte del alumno y no la transmisión o
exposición de conocimientos” (Carretero, Mario; 2004; 28) En el enfoque constructivista el
profesor debe limitar su papel sólo a guiar y estimular los procesos que ayuden al alumno a
descubrir conocimiento, el docente no debe entregar los conocimientos ni las respuestas a
los alumnos, sino que debe promover a que cada uno descubra y construya su
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conocimiento. Un profesor que entrega las respuestas y transmite conocimientos a sus


alumnos les impide pensar, construir su propia verdad y no los prepara para la vida que es
la principal tarea de la educación, el alumno no debe construir su conocimiento para
aprobar asignaturas o pasar de curso, debe aprender para la vida y esa es la principal tarea
que debe cumplir el profesor, promover que los alumnos sean independientes y autónomos,
que sean capaces de trabajar solos y construir sus propio aprendizaje. El profesor debe
evaluar no las conclusiones que los alumnos logren, sino el proceso que tuvieron que
realizar para llegar a esas conclusiones, el pensamiento y razonamiento, no el proceso final.
Si el alumno logra resolver problemas, buscar soluciones, obtener conclusiones por
“erróneas” que éstas puedan estar, el alumno está construyendo su aprendizaje para la vida,
construye como enfrentarse ante el futuro, está aprendiendo a pensar, a deducir a
reflexionar y a probar. “La contribución de Ausubel implica una visión del aprendizaje
basada en procesos internos del alumno y no sólo en sus respuestas externas” (Carretero,
Mario; 2004; 28) El aprendizaje real que el alumno realiza, es aquel que se hace
internamente, si el alumno no muestra respuestas externas no significa que no haya
construido aprendizaje, sino que no edificó su aprendizaje igual que el resto de los alumnos.
En este marco se hace difícil la evaluación para los alumnos, el profesor debe estar atento a
los avances y forma de trabajar de los alumnos más que a los resultados, por lo que debe
centrar su atención en el proceso mental que realiza el alumno, no solo con motivo de las
evaluaciones, sino como motivo de guiar su aprendizaje, el profesor debe conocer los
avances y procesos que el alumno realiza para poder ayudarlo a construir su aprendizaje.

En el aula de clases el profesor no debe y no puede evaluar a todos los alumnos de


igual manera, porque no construyen el mismo conocimiento. “La educación escolar
promueve el desarrollo en la medida en que promueve la actividad mental constructiva del
alumno, responsable de que se haga una persona única, irrepetible, en el contexto de un
grupo social determinado” (Coll, C; 1998; 15) La evaluación dentro de la sala de clases
debe ser promoviendo el pensamiento y no evaluando el resultado del alumno a un
determinado contenido, debido a que las concepciones de contenido pueden ser percibidas
y entendidas de forma distinta por cada uno, sin que ello significa que sea una concepción
errónea, sino que un alumno se encuentra en otro nivel de percepción y que será probable
cuando se enfrente a una nueva situación o contenido lo entienda de otra manera; así se
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hace difícil la evaluación por parte del profesor quien debe adoptar estrategias adecuadas
para medir y calificar a sus alumnos. Los niños deben lograr una mayor reflexión y
adaptación de los contenidos o experiencias que aprendan, ese logro se traduce en
aprendizaje.

No existen portadores de verdad, todo conocimiento significativo y perdurable en el


tiempo es verdadero; ya que cumple con el objetivo principal y último de la educación:
lograr que el niño pueda desenvolverse y tenga las herramientas necesarias para enfrentarse
ante la vida. Si bien el constructivismo limita al educador para evaluar, y enseñar al alumno
ya que todos aprenden de distinta forma, distintas cosas, y las conciben de forma diferente,
no porque algunos alumnos tengan más o menos capacidades, sino porque son personas
únicas e irrepetibles con distintos intereses, motivaciones y vidas; esto hace imposible una
evaluación única y estándar para todos los alumnos; las evaluaciones en cambio deberían
ser “a la medida” de cada alumno, ajustarse a cada niño y habilidades de los alumnos, ya
que existen alumnos que aprenden de distintas experiencias y estructuran de forma distinta
su mente, pero sería necesario también que el profesor enseñara a bases de experiencias
libres, como el alumno desee, y como le sea más fácil construir su aprendizaje. El
constructivismo es un buen enfoque de enseñanza ayuda al niño a construirse a sí mismo y
no a que lo edifiquen. El alumno logra resolver problemas a través de conocimientos
previos que va modificando conforme resuelve y enfrenta otros problemas, lo que le
permite desarrollar y ejercitar su pensamiento e inteligencia, al saber resolver conflictos el
alumno es capaz de enfrentar los problemas de la vida de mejor forma. Por la subjetividad
que produce el constructivismo, es imposible que el profesor evalúe a todos los
alumnos por igual, debe encontrar estrategias para evaluar y prestar atención a los
avances y resultados de cada uno de sus alumnos. Para que la evaluación sea justa,
teniendo en cuenta que los alumnos según sus estructuras mentales diferentes, aprenden de
distintas formas, ritmo y en distintas situaciones sin llegar al mismo resultado final, el
profesor no debería evaluar el resultado de un objetivo, sino el proceso que el alumno
siguió para llegar a cierta conclusión sea correcta o no, se hace necesario entonces que el
profesor tenga cursos con cantidad de alumnos reducida de forma que pueda lograr
visualizar los avances de cada alumno en particular, guiarlos de mejor forma y centrarse en
cada uno. El profesor debe evaluar el inicio, el proceso y el final del aprendizaje, debe
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enfocarse en el proceso mental y racional que el alumno hizo y no considerar un resultado


de un aprendizaje como bueno o malo, correcto o incorrecto de forma que el alumno pueda
traducir sus aprendizajes previos en aprendizajes nuevos significativos este o no en lo
correcto, haya llegado o no a un objetivo y los utilice como base para enfrentarse ante
nuevos problemas de la vida.

Bibliografía
Fuentes bibliográficas:

- Carretero, Mario. (2004) “Constructivismo y Educación”. Buenos Aires, Argentina;


Editorial Luis Viveres.
- Coll C. (1998) “El constructivismo en el aula”. España; Editorial Graó
- Crahay Marcel; (2002) “Psicología de la educación” Santiago de Chile; Editorial
Andrés Bello

Fuentes electrónicas:
Constructivismo en el aula
http://www.monografias.com/trabajos35/constructivismo-aula/constructivismo-aula.shtml
(13 Octubre 2010)

Fuentes de apoyo:
- Aznar M Pilar. (1992) “Constructivismo y Educación”. Valencia; Editorial Tirant
Lo Blanch.

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