Sunteți pe pagina 1din 17

E - 18-096-A-10

Cáncer de riñón
H Lang
V Lindner
C Roy
D jacqmin Resumen. - El cáncer de riñón representa del 2 al 3 % de los cánceres en adultos y su inciden-
cia ha aumentado. El coeficiente por sexos es de dos hombres por cada mujer. En el 70 % de
los casos se trata de carcinomas de células convencionales. Los factores histopronósticos más
determinantes son el estadio tumor-nodo-metástasis (TNM) y el grado histológico de Fuhrman.
La importancia de los factores genéticos es evidente tanto en los cánceres familiares como en
la enfermedad de von Hippel-Lindau. Gracias a la ecografía abdominal de rutina, la proporción
de hallazgo casual ha aumentado al 60 %. La tomografía computadorizada (TC) sigue siendo
el examen de referencia para el diagnóstico positivo pero el diagnóstico por resonancia mag-
nética (RM) permite un mejor análisis de las lesiones pequeñas y de los quistes complicados o
sospechosos. La evolución del tratamiento de los carcinomas localizados debería basarse en la
laparoscopia y/o en la cirugía conservadora utilizando las nuevas tecnologías principalmente en
el caso de lesiones multifocales en las enfermedades hereditarias. En el estadio metastásico,
parece que, antes que la inmunoterapia, debe realizarse la nefrectomía total ampliada. Debido
a la reducida eficacia de la asociación interferón/interleucina, resulta conveniente en
primera
instancia, cuando sea posible, resecar las metástasis.
0 2003, Editions Scientifiques et Médicales Elsevier SAS, París. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: cáncer de riñón, anatomopatología de riñón, radiología de riñón, tratamiento


del cáncer de riñón, cirugía del cáncer de riñón.

Introducción Epidemiología
Pese a los recientes progresos de la inmunoterapia, el cáncer 1

EPIDEMIOLOGÍA DESCRIPTIVA
de riñón sigue siendo un tumor de pronóstico desfavorable
en sus estadios avanzados. El tratamiento siempre es qui- El cáncer de riñón representa del 2 al 3 % de los cánceres del
adulto [591. Después de los cánceres de próstata y de vejiga es
rúrgico, sea cual fuere el método utilizado en primera ins- el tercer tumor urológico. Se desarrolla a expensas del parén-
tancia. Recientemente se han constatado progresos princi-
palmente en materia de diagnóstico por RM y por factores quima renal y representa entre el 80 y el 85 % de la totalidad
de los tumores renales ~59~. Su incidencia ha aumentado en
genéticos. América del Norte y en el norte de Europa. En los Estados
Actualmente, nuevas tecnologías -tanto para el tratamien-
to quirúrgico con nuevos métodos de destrucción tisular, Unidos, en 1998, se diagnosticaron aproximadamente 30 000
nuevos casos con 12 000 decesos [43]. En Europa, la incidencia
como para la terapéutica de formas avanzadas- están en

pleno desarrollo y parecen prometedoras. global varía entre 5,4 y 20 por cada 100 000 hombres y entre
3,3 y 11,1 por cada 100 000 mujeres. En Francia, la incidencia
bruta en 1995 era de 11,9 y de 5,5 por cada 100 000 hombres
" ID="I5.40.3">[17)
y mujeres respectivamente, es decir 4 910 nuevos casos
diagnosticados con 3 060 decesos durante ese mismo año. La
supervivencia a los 5 años aumentó del 30-40 al 50-60 % de
1960 a 1990 ílli. En un estudio francés realizado entre 1992 y
1994, se constató que la edad media de los pacientes opera-
dos era de 62 años y que los hombres superaban a las muje-
Hervé Lang : Praticien hospitalier. res en una proporción de dos a uno. Las principales caracte-
_

Didier Jacqmin : Professeur des Universités, praticien hospitalier, chef de service.


Service de chirurgie urologique.
rísticas anatomopatológicas eran la predominancia de los
Véronique Lindner : Maitre de conférences des Universités, praticien hospitalier, service d’anato- carcinomas de células convencionales en el 66 % de los casos,
mie pathologique. _
la presencia de metástasis ganglionares en el 12 % de los
Catherine Roy : Professeur des Universités, praticien hospitalier, chef de service, service de radio-
logie B. casos y de metástasis viscerales en el 6 % de los casos. El com-
~

_
-

Hópitaux universitaires de Strasbourg, hópitaí civil, 1, place de rHôpital, BP 426, 67091 Stras-
bourg cedex, France. promiso suprarrenal y de la vena cava inferior se observó en
el 4 % de los casos mientras que la frecuencia de la multifo- Factores genéticos
calidad era del 14 % " ID="I6.2.6">[17]. La ecografía y la TC han permitido
La enfermedad de von Hippel-Lindau es una facomatosis de
que la frecuencia de hallazgos casuales aumente considera- transmisión autosómica dominante. Las características de los
blemente al pasar del 13 % en 1982 al 59 % en 1997 ~ *1. Estos cánceres de riñón que se presentan durante esta afección son
últimos tumores presentaban un estadio, un grado y una fre- la multifocalidad, la bilateralidad, la aparición a una edad
cuencia de metástasis significativamente más bajos " ID="I6.6.7">[SO,84].
temprana y el tipo histológico de células convencionales " ID="I6.65.9">(17].
El cáncer de riñón puede presentarse en otras facomatosis
FACTORES DE RIESGO como la esclerosis tuberosa de Bourneville y el síndrome de

Numerosos estudios han permitido establecer el papel de los Sturge-Weber.


factores de exposición del medio ambiente tales como el Por último, existen formas familiares de los tumores tubulo-
tabaco u otros factores preexistentes como la obesidad o las papilares del riñón.
predisposiciones genéticas.
Tabaco
Aspectos genéticos
El consumo de cigarrillos estaría asociado con un aumento
significativo del 35 % de riesgo de presentar un cáncer de

GENES SUPRESORES DE TUMOR


riñón ~9z~. Este riesgo aumenta proporcionalmente al consu- Y CÁNCER DE RIÑÓN
mo, con un riesgo relativo de 1,1, 1,9 y 2,3 para los fumado- En las formas hereditarias de cáncer de riñón, los
res ocasionales, regulares o importantes respectivamente " ID="I6.17.7">1421.
pacientes
desarrollan a menudo lesiones bilaterales o multifocales a
Dejar de fumar durante más de 10 años disminuye significa- una edad más temprana que en las formas esporádicas. Este
tivamente las consecuencias en un 30 %. hecho se debe, probablemente, a que los pacientes con formas
hereditarias han heredado una copia no funcional del gen
Exposición profesional supresor de tumor y, por lo tanto, un solo acontecimiento
sobre la otra copia basta para introducir la tumorogénesis. En
Algunos factores de exposición profesional aumentan el las formas esporádicas de cáncer de riñón, se requieren dos
riesgo relativo del cáncer de riñón. Por orden decreciente acontecimientos separados en el órgano afectado para inacti-
estos factores de riesgo son: el cadmio, los hornos de coque,
la industria siderúrgica, los productos petrolíferos y del var las dos copias del gen. Esto podría explicar la aparición

amianto " ID="I6.25.2">(17]. Recientemente, se ha constatado una relación más tardía de las formas esporádicas, a menudo solitarias.
exposición al tricloretileno y el cáncer de riñón l~l.
entre la
Formas familiares de cáncer de riñón y gen supresor
Factores alimentarios de tumor de la enfermedad de von Hippel-Lindau
El régimen alimentario parece influir en la aparición de cán- La enfermedad de von Hippel-Lindau es la causa más fre-
cer de riñón. El aumento del índice de masa corporal se aso- cuente de las formas familiares de cáncer de riñón. Esta
cia a un incremento lineal del riesgo en ambos sexos y parti- enfermedad está asociada a un riesgo elevado de cáncer de
cularmente en la mujer 111. Se ha demostrado un efecto pro- riñón (más del 70 % después de los 60 años). El cáncer de
tector relacionado con el consumo de frutas, verduras y caro- riñón puede estar asociado a hemangioblastomas de la reti-
teno y un efecto inverso en caso de ingesta regular de carnes na o del cerebelo, a feocromocitomas y a quistes pancreáti-
o de aves 1591. cos, renales o epididimarios. La aparición a una edad tem-
prana, la elevada frecuencia de multifocalidad y el alto ries-
Diabetes go de recidiva son factores esenciales para practicar una
Un reciente estudio retrospectivo sobre 153 862 pacientes, ha cirugía conservadora en estos pacientes. Los pacientes y su
familia deben tener seguimiento constante para permitir una
permitido confirmar que, en comparación con la población detección precoz de este cáncer. El gen de la enfermedad de
general, el riesgo de cáncer de riñon en los pacientes diabé- von Hippel-Lindau se encuentra ubicado en el brazo corto
ticos es significativamente más elevado " ID="I6.39.6">149]. Sin embargo, es del cromosoma 3 en posición 3p25-26 y funciona como un
importante analizar estos resultados considerando la estre- gen supresor de tumor.
cha correlación que existe entre diabetes y obesidad.

Pacientes sometidos Otras formas familiares de cáncer de riñón


trasplantes
a

Muchos estudios permiten suponer que los pacientes some- También existen formas familiares de cáncer de riñón sin
tidos a un trasplante renal pueden favorecer el desarrollo de enfermedad de von Hippel-Lindau. Se trata frecuentemente
tumores malignos. Uno de los más frecuentes es el cáncer del
de una translocación equilibrada que afecta al brazo corto
riñón nativo. El riesgo es aproximadamente 100 veces más del cromosoma 3 en posición 3p14. Igualmente se han des-
elevado que en la población general y hasta la fecha no se ha crito formas familiares de cáncer de riñón con tumores papi-
lares. Estos tumores a menudo son bilaterales y multifocales.
podido determinar ningún factor significativo. Se considera Están asociados a una trisomía 7, deleciones del brazo largo
apropiado plantear sistemáticamente un control ecográfico de los cromosomas 11 y 21. Se ha descrito un subgrupo con
del riñón nativo como parte del seguimiento de los pacien-
una translocación entre el cromosoma X y el cromosoma 1
tes sometidos a trasplantes 1211.
(t(X;1) (pll; q21)). Aún se desconoce el papel exacto de estas
alteraciones.
Hemodiálisis displasia multiquística
con
En la esclerosis tuberosa, las mutaciones de los genes TSC1
En los pacientes sometidos a hemodiálisis se ha observado el
aumento de la incidencia del cáncer de
(16p) y TSC2 (9q34) son frecuentes. Aparentemente, actúan
riñón, principalmente como genes supresores de tumor.
en los que presentan displasia multiquística. La aparición a una
edad temprana, la antigüedad de la diálisis, la marcada predo-
minancia masculina, la multifocalidad en el 50 % de los casos, Formas esporádicas
la bilateralidad en el 9 % y el predominio de la arquitectura En las formas esporádicas de cáncer de riñón, la alteración
tubulopapilar constituyen las principales características " ID="I6.59.6">[17]. genética que se observa con más frecuencia en el tejido

2
tumoral (del 45 al 90 % de los casos) es una pérdida de hete- Cuadro 1. -

Clasificación de los tumores de riñón en adultos.


rocigotia en el brazo corto del cromosoma 3. La pérdida del
alelo 3p es un acontecimiento precoz que no está en correla-
ción con el grado ni con el estadio y cuyas regiones claves
son 3p25-26 (68 %), 3p21 (77 %) y 3p12-14 (49 %). La pérdida
del alelo 3p no se observa en los tumores papilares. En los
tumores cromófobos, se observan pérdidas en posición 2p
(40 %) y 17p (46 %); se han constatado otras pérdidas en
posición lp, 6p, lOp, 13q y 21q. En los tumores papilares se
observó una trisomía 7 y 17 en el 100 y el 81 % de los casos
respectivamente. También se detectaron pérdidas de hetero-
cigotia-heterocigotia en posición 21q.

CÁNCER DE RIÑÓN Y ONCOGENES


Los resultados de los estudios de los oncogenes en el cáncer
de riñón son menos numerosos que los que afectan a los
genes supresores de tumor. La familia del gen Ras no parece
intervenir en el cáncer de riñón. La familia erbB podría estar
implicada en un estadio precoz en la tumorogénesis del cán-
cer de células convencionales. La sobreexpresión del vascular
endothelial growth factor (VEGF) es característica de todos los
subtipos de cáncer de riñón y podría estar correlacionada con
la hipervascularización de estos tumores. La expresión del
protooncogén c-myc es elevada en el cáncer de riñón en un
estadio tardío. El protooncogén C-met se constató en el 87 %
de los casos de cáncer de riñón.

RELACIÓN ENTRE ANATOMOPATOLOGÍA


Y ALTERACIONES GENÉTICAS
El cáncer de riñón de células convencionales se asócia con CARCINOMA DE CÉLULAS RENALES
una pérdida de heterocigotia en posición 3p, con una ganan-
cia de ácido desoxirribonucleico (ADN) en posición 5q, 8p, Definición y terminología
9p y con una pérdida de heterocigotia en posición 14q. El carcinoma de células renales es el tumor de riñón más fre-
El cáncer papilar está asociado a las trisomías 7 y 17 y a una cuente ya que representa aproximadamente del 80 al 85 % de
pérdida del cromosoma Y, a una mutación del gen Met, a los cánceres de riñón.
ganancias de ADN sobre los cromosomas 12,16 y 20 y a pér- Se trata del grupo de tumores malignos de origen epitelial
didas de heterocigotias en 9p, llq, 17p, 21q y a fusiones de desarrollados a partir de las estructuras renales tubulares
los genes PRCC-TFE3. Los tumores cromófobos se asocian a maduras. El origen tubular deformado proximal parece ser
pérdidas de heterocigotias en lp, 2p, 6p, 13q, 21q y una pér- el más probable. Estos tumores corresponden a adenocarci-
dida del Y. El oncocitoma se asocia a reorganizaciones en los nomas pero la nomenclatura actual los designa con el nom-
cromosomas 1, Y y llq. bre de carcinoma de células renales.
Recientemente este grupo ha sido clasificado 140,78] en varias
Función en la oncogénesis categorías:
En conclusión, se han descrito numerosas alteraciones gené-
-

CCR convencionales, que incluyen los CCR claros y aci-


ticas asociadas al cáncer de riñón. En algunas situaciones dófilos ;
como en las formas familiares, el papel de estas alteraciones
-

CCR cromófobos;
es claro pero en la mayoría de las formas esporádicas, no se
-
CCR papilares;
cuenta con suficientes bases para determinar la función -

CCR de tipo canal colector o de Bellini;


exacta de estos genes alterados y si constituyen la causa o la -
CCR no clasificados;
consecuencia de la tumorogénesis. Esta nueva clasificación toma en cuenta tanto las caracterís-
ticas morfológicas como las genéticas y el potencial evoluti-
vo de cada uno de estos tumores [S7J.

Anatomía A lo largo del tiempo se han utilizado diferentes términos


patológica para designarlo: hipemefroma, tumor de Grawitz, epitelio-
El carcinoma de células renales (CCR) y algunos tumores ma de células claras o incluso adenocarcinoma.

benignos como el oncocitoma y el angiomiolipoma repre-


sentan aproximadamente el 90 % de los tumores de riñón. El Carcinoma de células renales convencionales
examen anatomopatológico ocupa un lugar clave en el reco- (claras ylo acidófilas)
nocimiento de estos tumores.
Entre los carcinomas de células renales, se trata de la forma
El examen anatomopatológico se realiza en la pieza de más frecuente representando aproximadamente el 70 % de
nefrectomía total o parcial. Se basa en un examen macroscó- ellos (60,781.
pico minucioso asociado a muestras tomadas de una pieza
operatoria que permiten el diagnóstico histológico y la
determinación de algunos factores pronósticos. Aspecto macroscópico (fig. 1)
Se distinguen los tumores primitivos de origen epitelial, La mayoría de estos tumores aparecen aislados (4 % de mul-
mesenquimatoso, blastematoso y las metástasis (cuadro 1). tifocalidad en un riñón y del 0,5 al 3 % de bilateralidad) y

3
la corteza y de consistencia blanda. Pueden existir territorios
1 Aspecto macroscópico de necrosis y de hemorragia dentro del tejido tumoral. A
de un carcinoma de
menudo es más multifocal (39 %) que los otros tipos de CCR,
células renales del polo
con un porcentaje importante de bilateralidad (4 %) y de aso-
inferior del riñón: en el ciación a adenomas corticales renales [1,60].
tejido tumoral de color
amarillo se localizan
formaciones de tejido Aspecto microscópico (fig. 2C)
modificado con caracte- Se considera que
rísticas hemorrágicas y un tumor es un CCR papilar cuando pre-
fibrosas. senta unaarquitectura papilar o tubulopapilar predominante
sin células de citoplasma claro [1]. Estas papilas están formadas
por un eje conjuntivovascular tapizado de células neoplásicas.
Las células neoplásicas son acidófilas o basófilas según la can-
tidad abundante o no del citoplasma. Las atipias nucleares
son variables pero el núcleo por lo general, es de tamaño
pequeño con atipias discretas a veces más marcadas 11,60.89].

Carcinoma de células cromófobas


Esta forma representaría alrededor del 5 % de los neoplas-
mas renales; Thoenes la individualizó en 1985 ~8’~. Se caracte-
riza por un aspecto morfológico particular (inicialmente
definido con microscopio electrónico) y con un pronóstico
más favorable que los otros CCR; no obstante, presenta la
posibilidad de evolución negativa con aparición de metásta-
sis y muerte si, 89].

suelen ser periféricos. Por lo general, el límite entre el tumor Aspecto macroscópico
y el tejido renal está bien definido, por lo menos al principio, Aparece como un tumor que puede alcanzar un tamaño con-
con formación de una seudocápsula. Durante el crecimiento
siderable, de 2 a 22 cm (en promedio 8 cm), bien delimitado,
del tumor, esta seudocápsula será invadida por extensión de color claro, beige, homogéneo sin territorio de necrosis o
directa o por nódulos satélites.
El tejido tumoral es de color característico, amarillo azafrán.
de hemorragia y a menudo unilateral [58,60,78.89J.
Los tumores voluminosos se caracterizan por presentar terri-
torios de necrosis a veces seudoquística, con hemorragia roja
Aspecto microscópico (fig. 2D)
oscura, trabéculas de fibrosis y calcificaciones. La arquitectura es generalmente sólida, a veces trabecular o
Los CCR convencionales de células claras pueden tomar una alveolar. Las células tienen un aspecto muy particular con
forma particular con predominancia quística, uni o multi- una variación de tinte del citoplasma debida a la relación
entre la cantidad de microvesículas y de mitocondrias. El
quística (5 % de los CCR).
citoplasma, abundante, a veces es acidófilo pálido (rico en
microvesículas) y a veces acidófilo (más rico en mitocon-
Aspecto microscópico (figs. 2A, B) drias) condensado en la periferia, con límites bien definidos
El color amarillo del tumor se debe al contenido citoplasmá- que le dan un aspecto de célula vegetal. Estas microvacuolas
tico rico en lípidos y también en glucógeno. Este contenido citoplasmáticas aparecen coloreadas en azul por la colora-
lipídico se disuelve durante la técnica histológica y dará el ción de hierro coloidal de Hale. El núcleo es central o excén-
aspecto visual de células vacías y claras. Con estas células se trico, con contornos a menudo discretamente irregulares y
mezclan células de citoplasma acidófilo (rojo en coloración un nucléolo levemente perceptible «°-89~.
hematoxilina-eosina) en proporción variable. Los núcleos Este tipo de CCR no debe confundirse con un oncocitoma y
tienen tamaño y forma variables según los tumores, aspecto el diagnóstico diferencial se realiza a partir de datos morfo-
que da lugar a la valoración pronóstica de cuatro grados de lógicos (cf. infra) obtenidos gracias a la coloración de Hale,
Fuhrman [26], que se estudiará posteriormente.
que resulta positiva sólo en el nivel apical para los oncocito-
La arquitectura de estas células puede ser de tipo acinoso, mas mientras que es difusa y homogénea en todo el cito-
tubular, incluso quístico o en capas en el seno de un estroma plasma para los CCR cromófobos (15].
poco abundante pero que incluye una abundante red de
estructuras vasculares sumamente finas y comunicantes ~58-bo,89~.
Carcinoma de tipo canal colector o de Bellini
Se trata del tipo de CCR menos frecuente (menos del 1 %).
Carcinoma papilar (o cromófilo) Puede presentar aspectos morfológicos sumamente varia-
Este tipo histológico representa entre el 10 y el 15 % de los bles que dificultan su diagnóstico. Presenta un marcado pre-
neoplasmas renales pero responde a criterios macroscópicos dominio en la población masculina, aparece más temprana-
e histológicos claramente definidos [78]. Se caracteriza por mente que los otros tipos de CCR, entre los 45 y los 55 años
anomalías citogenéticas diferentes de los otros CCR una
y y clínicamente se caracteriza por ser un neoplasma agresivo,
agresividad menor que los CCR convencionales ~5’.891 a menudo metastásico en el momento de su hallazgo y de
evolución rápida [58,76,89J.
Aspecto macroscópico
Se trata de un tumor que mide por lo menos 0,5 cm de eje Aspecto macroscópico
mayor, lo que lo diferencia del adenoma cortical renal que, El tumor es generalmente más pequeño que los CCR con-

histológicamente, presenta el mismo aspecto 1"1. Es de color vencionales, en promedio mide aproximadamente 5 cm y es
beige o amarillo, predominantemente sólido, claramente de color blanco grisáceo. En general, está mal delimitado y
delimitado por una seudocápsula fibrosa gruesa, limitada en se encuentra ubicado en la región medular, desde donde se

4
2 Los diferentes tipos histológicos del carcinoma de células renales.
A. Tipo convencional, de células claras, arquitectura acinosa (hematoxilina-eosina, x 50).
B. Tipo convencional, de células claras y acidófilas, de arquitectura acinotubular (hematoxilina-eosina, x 50).
C. Tipo papilar, cuyo eje conjuntivovascular es rico en macrófagos espumosos (hematoxilina-eosina, x 50).
D. Tipo de células cromófobas, con citoplasma de aspecto «vegetal» (hematoxilina-eosina, x 50).
E. Tipo canal colector o de Bellini, con células acidófilas atípicas que conforman tubos rodeados de un estroma de reacción fibrosa (hematoxilina-eosina, x 50).

extenderá hacia el centro de la corteza, con posible deforma- Diferenciación sarcomatoide


ción del árbol pielocalicial. A veces, el tumor toma un aspec-
Esta diferenciación puede estar presente en cualquier tipo de
to multiquístico por dilatación de los canales que lo consti-
CCR por lo cual no representa un tipo particular de CCR en
tuyen [60,89]. la nueva clasificación (40,78]
pero indica el carácter agresivo, de
pronóstico desfavorable del carcinoma del que deriva.
Aspecto microscópico (fig. 2E) Constituye territorios blancuzcos, necroticohemorrágicos y
mal delimitados. A nivel microscópico, las células neoplási-
El CCR de tipo canal colector está formado por estructuras
cas, con frecuencia atípicas, muestran un citoplasma fusifor-
tubulares, más o menos dilatadas, a veces papilares, tapiza-
das por una capa de células largas, acidófilas, con núcleo pro- me, similar al de los sarcomas. Estas células conservan sin
minente en «clavo de tapicero». Estas estructuras infiltran el embargo un carácter inmunohistoquímico de tipo epitelial
que permite su diagnóstico diferencial con un sarcoma, así
tejido renal produciendo el desarrollo de una reacción estro- como la existencia de zonas de transición con los territorios
mal desmoplásica que, sin embargo, deja intactas algunas
carcinomatosos 1111.
estructuras renales (tubos y glomérulos) [76]. La existencia de
una displasia del revestimiento de los canales colectores aso-
ciada a este tipo de carcinoma refuerza la hipótesis de su ori- FACTORES PRONÓSTICOS HISTOPATOLÓGICOS
gen a partir de los canales colectores tal como se deduce tam-
bién de los datos inmunohistoquímicos [38,761. Recientemente, Estadificación
se ha relacionado con este tipo de CCR al carcinoma medular, El examen anatomopatológico permite definir un estadio p
caracterizado por su aparición sobre todo en hombres jóve- (para pathological) tumor-node-metastase (TNM) del CCR. Este
nes, con un rasgo drepanocítico o con una hemoglobinopatía estadio pTNM se revisó en 1997 íll (cuadro 11).
SC, de evolución rápidamente negativa 131.
Grado nuclear
a Carcinoma de células renales clasificadas
no
El grado representa un criterio pronóstico independiente del
Este diagnóstico se establece cuando el neoplasma no res- estadio clínico, en particular en los estadios poco avanzados
ponde a los criterios macroscópicos y microscópicos de los (Tl y T2). Aunque se conocen las dificultades de reproduci-
otros tipos histológicos. Representa aproximadamente del 4 bilidad y de aplicación de estos sistemas de diagnóstico, el
al 5 % de los CCR. que se utiliza con más frecuencia es el grado nuclear de

5
Cuadro II. - Clasificación tumor-nodo-metastase (TNM) y patholo- FACTORES PRONÓSTICOS GENÉTICOS
Y MOLECULARES [20,27]
gical tumor-nodo-metastase (pTNM) de los carcinomas de células
renales (International Union Against Cancer). La mayoría de los diferentes marcadores biomoleculares
descritos aquí no se utilizan en forma rutinaria y, algunos
están en curso de evaluación.

Ploidía
La citometría permite medir el contenido de ADN (ploidía)
del tejido tumoral y su índice de proliferación (células en
fase S). Si bien la aneuploidía representa un marcador tumo-
ral para algunos carcinomas (en particular de origen mama-
rio y colorrectal), los estudios realizados en cuanto a su fun-
ción en el CCR resultan contradictorios.

Marcadores de la proliferación
Se estudió el interés pronóstico de los diferentes marcadores
de proliferación en el CCR tales como la cuantificación de los
organizadores nucleolares (AgNOR), la fracción de las célu-
las en fase S en citometría en flujo e incluso el índice de mar-
cado inmunohistoquímico del Ki-67. La evaluación de la fase
S parece de poco interés. Por el contrario, los resultados
obtenidos para los AgNOR y el Ki-67 resultan prometedores
ya que su expresión podría estar correlacionada con el grado
tumoral y la supervivencia del paciente.

Marcadores de la apoptosis
Algunos estudios describieron la hiperexpresión de la pro-
teína p53 y Bcl2 pero no parece ser un factor pronóstico inde-
pendiente. Otras moléculas como la ciclina A y la p21 están
aún en fase de evaluación.
Fuhrman (de 1 a 4) reconocido por su valor pronóstico ~’°,~,z9,
53,541. Se basa en las atipias nucleares, toma en cuenta el tama-
ño del núcleo, su contorno, la existencia y el tamaño del OTROS TUMORES RENALES FRECUENTES
nucléolo e incluso la existencia de células extrañas y mons- Y SU DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
truosas. El grado obtenido corresponde al más elevado CON EL CARCINOMA DE CÉLULAS RENALES
incluso si éste está presente sólo focalmente ~26~ .
a Oncocitoma

Tipo celular
Se trata de un tumor de origen epitelial cuya frecuencia es

aproximadamente del 2 al 3 % [1,6<),89].


De manera simplificada, la agresividad de los CCR aparece El oncocitoma considera
el
se como un tumor benigno.
en siguiente orden decreciente: canal colector, células con-
vencionales, papilares, cromófobas. Sin embargo, se debe
señalar el carácter negativo de un eventual componente sar- Aspecto macroscópico (fig. 3)
comatoide asociado [23,27,57]. En general, su ubicación es unilateral y se encuentra aislado
(en más del 95 % de los casos); se presenta como un tumor
Invasión bien delimitado, no encapsulado, de color marrón claro, sin
venosa microscópica necrosis aunque a veces se distinguen algunos focos de alte-
En las diferentes series estudiadas, la frecuencia de la inva- raciones hemorrágicos y excepcionalmente quísticos. La
sión angiomatosa variaba de 22 a 36,5 % considerando todos cicatriz fibrosa central característica sólo aparece en los
los estadios. Dicha frecuencia parece estar relacionada con la tumores más voluminosos (aproximadamente 50 % de los
progresión metastásica y con la supervivencia " ID="I10.20.7">1", 171. casos) [2,6<),891.

ELEMENTOS DEL INFORME ANATOMOPATOLÓGICO Aspecto microscópico (fig. 4)


Para que el tratamiento de un paciente sea eficaz, en el infor- Por definición, el oncocitoma está formado únicamente por
me anatomopatológico ~23~ deben figurar una serie de ele- células de citoplasma acidófilo, es granuloso, debido a su
mentos indispensables: abundancia de mitocondrias identificables con microscopio
-

tipo histológico; electrónico. El núcleo generalmente es redondeado, unifor-


-

existencia de un componente sarcomatoide y la evaluación me, a veces con nucléolo pero sin mitosis. Las células se dis-
de proporción con relación al volumen tumoral global;
su tribuyen en pequeños nidos o en cordones, dentro de un
estroma laxo y vascular [2,601.
-

grado nuclear de Fuhrman;


-
estadio pTNM;
-
existencia de una invasión venosa microscópica; a Angiomiolipoma
-

calidad macroscópica e histológica de las secciones qui- Se trata de un tumor mesenquimatoso benigno que aparece
rúrgicas vascular, ureteral y renal; con más frecuencia en mujeres de alrededor 40 años y repre-
-

aspecto de la mucosa del segmento ureteral y de la pelvis senta del 0,5 al 2 % de los tumores renales. Algunos (menos
renal; del 50 %) pueden formar parte de una facomatosis, especial-
-

suprarrenal. mente de una esclerosis tuberosa de Bourneville.

6
constituido por células de morfología semejante a la de las
3 Aspecto macroscópico de un
oncocitoma: el tejido tumoral es
células intersticiales.
marrón claro y está ubicado alrede- -

Leiomioma: tumor muscular liso, aparece bien delimita-


dor de una gran cicatriz fibrosa do, es de color beige y microscópicamente está constituido
central. por células fusiformes regulares organizadas en fascículos.
-

Lipoma: se trata de un tumor amarillo y blando formado


por células adiposas maduras; debe diferenciarse del angio-
miolipoma.
-

Hemangioma: Los hemangiomas son cavernosos más


que capilares. Cuando son multifocales, pueden formar par-
te del síndrome de Klippel-Trenaunay o de Sturge-Weber.
-

Linfangioma: de carácter excepcional, se presenta sobre


todo en el paciente joven y su arquitectura es cavernosa 1601.

. Tumores mesenquimatosos malignos (sarcomas)


El leiomiosarcoma es el sarcoma de riñón más frecuente,
4 Aspecto microscópico de un junto con los
liposarcomas, fibrosarcomas, histiocitofibro-
oncocitoma constituido por células mas malignos, rabdomiosarcomas, angiosarcomas y osteo-
acidófilas granulosas distribuidas sarcomas. Se trata de tumores generalmente de gran tamaño
en pequeños nidos separados por

una fina red vascular (hematoxili- y de pronóstico desfavorable [601.


na-eosina, x 100).
Tumores blastematosos
-

Nefroma mesoblástico (o tumor de Bolande): excepcional-


mente han descrito casos en el adulto. Está formado por
se
una proliferación de células fusiformes estructuradas en fas-

cículos, que se ubican en territorios residuales de la corteza


renal (tubos o glomérulos). Contrariamente a lo que sucede
en los casos pediátricos, esta lesión tiene una evolución más
bien favorable en el adulto 158,60,79].
-

Nefroblastoma:
es un tumor que se produce excepcional-
mente adultos. Se trata de un neoplasma embrionario
en
desarrollado a partir del blastema metanefrógeno. Se pre-
senta como un tumor redondo, sólido, a veces quístico, beige
El angiomiolipoma es una lesión bien delimitada pero no blancuzco, solitario, bien delimitado y de tamaño variable.
encapsulada que ejerce presión sobre el tejido renal cortical En su forma clásica, la más característica, presenta tres com-
o medular, de color variable, entre amarillo y beige, según la
ponentes : blastematoso, epitelial y estromal. Sin embargo,
proporción de los diferentes componentes tisulares " ID="I1 .15.7">[2 ,60]. puede ser sólo bifásico o monofásico, a menudo con un com-
Está formado por vasos de gruesas paredes, fascículos mus- ponente epitelial. El nefroblastoma tiene un pronóstico des-
culares lisos y tejido adiposo maduro; estos tres componen- favorable en adultos [58, 601.
tes se encuentran agrupados de modo aleatorio y en propor- -

Sarcoma de células claras: es un tumor pediátrico maligno,


ción variable y pueden presentar alteraciones hemorrágicas de pronóstico desfavorable. Excepcionalmente puede afectar
y algunas atipias de las células musculares lisas. a adolescentes y a adultos
jóvenes. Su diagnóstico anatomo-
patológico es difícil puesto que se trata de una lesión poco
TUMORES PRIMITIVOS RENALES POCO FRECUENTES conocida en adultos. Se caracteriza por su componente de
células claras, vesiculosas, agrupadas en cordones en su
Tumores epiteliales forma clásica y con aspectos muy variables 160].
Tumor de renina (de células yuxtaglomerulares)
Tumores neuroendocrinos
Este tumor benigno es unilateral, a menudo de pequeño
tamaño, generalmente sólido, a veces quístico. Las células Entre estos tumores de espectro amplio, que abarcan desde
que lo integran son de forma variable, desde redondas hasta tumores neuroendocrinos bien diferenciados, como los car-
fusiformes pero uniformes, con citoplasma granuloso [601. cinoides, pasando por los carcinomas neuroendocrinos poco
diferenciados llamados «de células grandes», hasta los carci-
Adenoma metanéfrico nomas de células pequeñas (denominados PNET), en la
actualidad sólo los que corresponden a ambos extremos han
Este tumor es excepcional y podría presentarse sobre todo en sido descritos en la literatura como tumores del riñón y se
la población femenina. Macroscópicamente es un tumor re-
dondeado constituido por pequeñas células regulares de presentan en forma excepcional [SB,60,79J.
arquitectura variable, habitualmente papilar. El adenoma
metanéfrico se considera como un tumor benigno [301. Linfoma maligno no Hodgkin
Se trata, frecuentemente, de una localización secundaria o
a Tumores no epiteliales
.

adyacente, que aparece durante la evolución de un linfoma


Tumores mesenquimatosos maligno no Hodgkin y que se debe a una invasión ganglio-
nar retroperitoneal.
tumores mesenquimatosos benignos En la mayoría de los casos, se trata de linfomas no Hodgkin,
- Fibroma medular: se tratade un tumor, localizado en la difusos, de grandes células de fenotipo B y, más excepcional-
médula, es pequeño, su diámetro no supera 0,6 cm; está mente, de linfomas periféricos angiocéntricos de fenotipo T I60J.

7
METÁSTASIS RENALES Además de estar relacionada con el síndrome paraneoplási-
Su difícil puesto que se co, la hipercalcemia puede ser secundaria a una afección
diagnóstico, por lo
general, no es
metastásica ósea.
producen en un contexto de neoplasma conocido. A menu-
do, son múltiples, a veces bilaterales. El carcinoma primitivo -

La hipertensión está vinculada a una elevación del nivel


frecuentemente es pulmonar, mamario, digestivo, ovárico, de renina plasmática en los pacientes con un cáncer de riñón
en un estadio avanzado. Por otra parte,
renal contralateral o un melanoma maligno 1601. puede ser secunda-
ria a una fístula arteriovenosa situada en el tumor, una
hipercalcemia, una obstrucción ureteral, una metástasis cere-
bral o a una poliglobulia.
Clínica -

La poliglobulia está relacionada con la producción cre-


ciente de eritropoyetina, por el tumor o por el tejido renal
CIRCUNSTANCIAS DEL HALLAZGO sano en respuesta a la hipoxia inducida por el tumor.
-
El síndrome de Stauffer se caracteriza por una afección de
Hallazgo casual la función hepática (elevación de las fosfatasas alcalinas, de
La utilización cada vez más frecuente de la ecografía, de la la alfa-2-globulina y de las transaminasas) asociada a zonas
TC abdominal y, más recientemente, de la RM ha permitido de necrosis intrahepáticas no metastásicas, fiebre y leucope-
aumentar aproximadamente al 60 % el diagnóstico de cáncer nia. Su presencia plantea un pronóstico muy desfavorable.
de riñón en un estadio presintomático " ID="I12.13.7">148,50]. -

Otras manifestaciones paraneoplásicas: se han descrito otras


manifestaciones como la fiebre de duración prolongada
Manifestaciones urológicas (secreción del tumor de sustancias pirógenas o respuesta
inmune por la liberación de citocinas), anemia (secreción del
La tríada clásica (hematuria, dolor y masa lumbar) se tumor de una sustancia tóxica que provoca una sideración
encuentra sólo el 10 % de las formas sintomáticas y gene-
en medular o de anticuerpos antieritrocíticos), síndrome infla-
ralmente está asociada a un estadio avanzado. Habi- matorio, síndrome de Cushing (secreción de unas sustancias
tualmente, se presentan uno o dos de estos síntomas, los más adrenocorticotrophic hormone [ACTH]-like), galactorrea (hiper-
frecuentes son la hematuria y el dolor. La hematuria, clásica-
mente macroscópica, total, espontánea y caprichosa, puede
prolactinemia), amilosis y neuromiopatía.
presentarse en forma aislada en el 20 % de los casos. El dolor
lumbar puede deberse a hemorragias intratumorales, a com-
EXAMEN CLÍNICO
presiones, a una migración de un coágulo por dentro del
uréter o a invasiones nerviosas. . Anamnesis
Un varicocele de aparición reciente es típico pero se presen- Evalúa el estado general del paciente y la evolución de los
ta excepcionalmente. signos clínicos percibidos por él. Investiga antecedentes
El hematoma espontáneo retroperitoneal conlleva a pensar familiares de cáncer de riñón o la noción de formas heredi-
sistemáticamente en un cáncer de riñón.
tarias como la enfermedad de von Hippel-Lindau.

a Signos generales t Examen físico


La alteración del estado general incluye astenia y anorexia; Debe investigarse una masa lumbar por medio de la palpa-
el adelgazamiento no es específico del cáncer de riñón. En el ción bimanual con percepción de un contacto lumbar.
10 % de los casos, estos signos se presentan aislados y son Un varicocele de reciente aparición permite suponer una
reveladores. extensión del tumor de riñón hasta la vena renal en el lado
izquierdo y hasta la vena cava inferior al lado derecho.
Un síndrome cava inferior refleja una invasión de la vena
Manifestaciones relacionadas con una localización
cava inferior.
secundaria
La diseminación a distancia se investiga por palpación del
Los sitios metastásicos por orden de frecuencia son: pulmo-
hueco supraclavicular izquierdo, la palpación del hígado, el
nes, ganglios, hígado, huesos, cerebro, suprarrenal, riñón examen pulmonar, la palpación de los relieves óseos, etc.
contralateral. Las metástasis sincrónicas afectan entre el 15 y
el 25 % de los casos. En el 28 % se presentan como formas Finalmente, un examen general completa el examen físico
sintomáticas y el 9 % corresponde a hallazgos casuales " ID="I12.40.9">[17]. para evaluar el estado general y orientar el tratamiento a
seguir.
Manifestaciones relacionadas con un síndrome
paraneoplásico
En el 10 al 40 % de los cánceres de riñón, existen una o varias Diagnóstico por imágenes
manifestaciones de este tipo que remiten con la ablación del del cáncer de riñón
tumor y reaparecen en caso de recidiva. Estos síndromes son
generados por una producción de hormonas específicas del La amplia difusión de la ecografía abdominal como examen
tumor o por la respuesta inmune al tumor. Estas hormonas exploratorio ante cualquier síndrome abdominal o anomalía
pueden producirse en el riñón sano y en cantidad anormal biológica y, en menor grado, la utilización de la TC conllevan
(prostaglandina, 1-25 dihidrocolecalciferol, renina, eritropo- a que del 30 al 50 % de los cánceres renales se descubran
yetina) o elaborarse específicamente en el tumor (parathyroid casualmente. Por lo tanto, se ha incrementado la cantidad de
hormone-related protein: PTHrP, glucagón; human chorionic tumores renales que plantean problemas de diagnóstico
gonadotrophin: HCG, insulina). Un aumento del nivel de diferencial entre lesión benigna y maligna.
interleucina 6 podría ser la causa de muchos de estos sín- Con base en estas consideraciones, la evaluación de exten-
dromes paraneoplásicos. sión preterapéutica se realiza mediante la TC y la RM cuyas
-

La hipercalcemia está vinculada a la producción de PTHrP indicaciones, en el contexto clínico, aún no están bien estruc-
por el tumor primitivo o por uno de los sitios de metástasis. turadas.

8
EXÁMENES EN CASO DE SOSPECHA particular en su segmento retrohepático. La extensión cava se
DIAGNÓSTICA [18.45,701 manifiesta como una masa ecógena endoluminal parcial o
totalmente oclusiva con deformación del borde anterior de la
ecografía renal (fig. 5) vena cava y ensanchamiento localizado de ésta. Cuando el
El cáncer de riñón desorganiza la arquitectura normal del trombo resulta parcialmente oclusivo, puede apreciarse su
riñón. Puede tomar distintos aspectos: formación redondea- movilidad. Por el contrario, el análisis de la vena cava infe-
da de ecogenicidad variable pero diferente de la del parén- rior infrarrenal es más difícil de realizar en imágenes en blan-
quima renal normal. El límite de detección, con los equipos co y negro y requiere una evaluación doppler. El código color
actuales, es cercano a 1 cm. Aunque la ecografía orienta facilita la localización exacta del extremo distal del trombo
hacia el diagnóstico de masa sólida, no permite el diagnósti- gracias a los flujos circulantes que llenan la luz aún permea-
co de una formación de naturaleza maligna. Por lo tanto, ble de la vena cava. La presencia de una neovascularización
cuando se plantea una sospecha diagnóstica, es conveniente del trombo neoplásico a veces es visible con doppler color. El
evaluar el riñón contralateral para buscar una lesión bilate- nivel del trombo debe evaluarse mediante una ecografía car-
ral. El aporte del doppler color para el diagnóstico de las díaca o mejor con una ecografía transesofágica. Esta última
masas renales resulta limitado. Los registros en doppler pul- también permite, si es necesario, monitorear el tumor duran-
sado muestran señales arteriales con demodulación sisto- te el intraoperatorio. Una compresión de la vena cava por
diastólica o de tipo venoso y a veces generadas por shunts una hipertrofia ganglionar retroperitoneal puede ser difícil
arteriovenosos de circulación rápida. En caso de tumor quís- de distinguir de un trombo en la cava. La extensión ganglio-
tico o de necrosis masiva, el doppler puede identificar seña- nar se subestima en un examen ecográfico. Cuando es visible,
les de flujo dentro de la pared o tabiques intratumorales se observan masas policíclicas de ecogenicidad variable, de
aunque sigue siendo menos sensible que los otros métodos ecógeno a hipoecógeno, alrededor de los hilios renales y a la
de diagnóstico por imágenes. altura del retroperitoneo.
La ecografía permite realizar, de modo muy sencillo, el diag- Asimismo, las metástasis hepáticas deben investigarse
nóstico diferencial con un quiste renal simple. Sin embargo, mediante ecografía cuya fiabilidad es satisfactoria.
en las otras lesiones benignas, sólo aporta elementos de El diagnóstico diferencial con localizaciones secundarias
orientación. El angiomiolipoma es típicamente hiperecóge- renales de otro cáncer resulta imposible en ecografía pues
no, homogéneo aunque también se han descrito cánceres éstas son totalmente inespecíficas. Sólo su carácter multifo-
renales con las mismas características. La hipertrofia de una cal y bilateral puede orientar el diagnóstico en un contexto
colonia de Bertin es una trampa clásica en el diagnóstico de
tumor renal por ecografía. Típicamente, se trata de una masa
neoplásico.
continua con el parénquima periférico y cuya ecoestructura
es idéntica a la de la corteza sana. La cicatriz fibrosa central Otros exámenes
hipoecógena es típica y la distribución radial de los vasos
intratumorales, descrita en arteriografía, también puede ser Urografía intravenosa
identificada con doppler color en el oncocitoma. Su papel en el diagnóstico de cáncer de riñón se limita al
La ecografía permite comenzar directamente la evaluación de hallazgo casual ante una sintomatología urinaria. Sólo per-
extensión. Aunque la afección de la vena renal a veces puede mite visualizar lesiones voluminosas de desarrollo exorre-
resultar difícil de confirmar, la vena cava inferior puede nal, situadas sobre la convexidad del riñón o a nivel del seno
explorarse mejor por ecografía en un paciente ecógeno, en renal deformando así las cavidades pielocaliciales.

9
Arteriografía seudoquístico, con una pared gruesa e irregular y/o un
tumor intraquístico muy coloreado tras inyección de pro-
Se indica en casos excepcionales. Permite realizar una carto-
ducto de contraste, sugiere un neoplasma necrosado.
grafía arterial aunque ésta puede practicarse actualmente Muchas circunstancias plantean dificultades diagnósticas:
mediante métodos de imágenes en corte con equipos de últi-
una masa quística de elevada densidad antes de la inyección
ma generación. debido a hemorragia intralesional, un quiste polar, una dila-
tación de las cavidades cuyo llenado aparece en los cortes
EXÁMENES DE DIAGNÓSTICO DEFINITIVO tardíos, un quiste complicado de paredes gruesas pero regu-
Y EVALUACIÓN PRETERAPÉUTICA " ID="I14.7.4">[16, 411 lares. La falta de realce de la densidad, tras inyección de pro-
ducto de contraste en los cortes realizados tardíamente,
Examen por tomografía axial computadorizada orienta hacia una infección o una hemorragia reciente (alre-
(TC) (figs. 6, 7) dedor de 30 a 50 UH para la infección mientras que una

Diagnóstico por TC hemorragia reciente tiene una densidad más elevada de 70 a


80 UH). Sin embargo, la densidad espontánea de la sangre se
La TC con adquisición en espiral e inyección de producto de modifica con el tiempo: disminuye y se vuelve más hetero-
contraste es el método ideal tanto para el diagnóstico como génea.
para la evaluación de extensión de rutina de los tumores Si la técnica es satisfactoria, la TC es fiable para la detección
renales. Permite confirmar la existencia de un tumor y reali- de lesiones de 1 cm, o inferiores, pero los tumores pequeños
zar una evaluación locorregional. de 1 a 1,5 cm se detectan con dificultad ya que el valor de la
El diagnóstico de proceso tumoral tisular se basa en los densidad se altera por el efecto del volumen parcial.
siguientes argumentos: masa histológica que absorbe el El examen por TC permite eliminar otras entidades. El quis-
líquido de contraste de manera más heterogénea que homo- te simple no plantea problemas si supera 1,5-2 cm. Por el con-
génea (realce netamente superior a 10 UH), frecuentemente trario, la aparición de tabiques, calcificaciones finas y regula-
necrótica o necroticohemorrágica en caso de lesiones volu-
res con un contenido hiperdenso del quiste requiere otros
minosas. Excepcionalmente es hipovascular factor que exámenes complementarios o un seguimiento. Tabiques
orienta hacia un tumor papilar. Los tumores de células con-
realzan intensamente gruesos y que se pueden medir, calcificaciones irregulares o
vencionales, clásicamente, se a causa
un tumor endoquístico o incluso un aspecto multilocular
de lahipervascularización. En la etapa tardía, después de la constituyen signos orientadores que imponen ecografía y RM
inyección de producto de contraste, la masa se vuelve hipo- con inyección de producto de contraste. El cáncer necrosado,
densa con relación al parénquima renal. El aspecto heterogé-
voluminoso, plantea pocos problemas diagnósticos.
neo se debe a la necrosis, la hemorragia o a calcificaciones
El diagnóstico de angiomiolipoma, en teoría, es sencillo. La
que se observan en los procesos voluminosos. Los contornos
son regulares o irregulares, a veces con una seudocápsula. presencia de densidades negativas antes de la inyección de
Las lesiones de los polos superior e inferior se aprecian producto de contraste es patognomónica. A veces, el diag-
nóstico resulta difícil cuando hay muy poca grasa.
mejor gracias a las reconstrucciones en los planos frontal, En todos los otros tipos tumorales, se encuentran algunos
sagital y también oblicuo, posibles en la actualidad con los elementos de orientación.
escáneres de última generación. Un tumor de gran tamaño,
que ejerce presión sobre los órganos adyacentes, plantea el Los tumores papilares son clásicamente hipovascularizados y
problema de su origen, en particular suprarrenal. Un tumor de pequeño tamaño. Son poco densos antes de la inyección,

6 TC tras inyección del producto de contraste.


Epitelioma de células claras del borde anterior
del riñón derecho.
A. Adquisición en fase temprana. El tumor
presenta una toma de contraste intensa y hete-
rogénea.
B. Adquisición en fase tardía. Caída de la den-
sidad con persistencia de un aspecto heterogé-
neo con zonas hipodensas.

7 TC tras inyección de producto de contraste en


fase tardía. Proceso tumoral voluminoso de la
parte media e inferior del riñón izquierdo.
A. Corte pasando por el polo inferior.
B. Cote pasando por la parte media del riñón. El
tumor invade el seno, se extiende por la vena
renal hasta alcanzar la vena cava inferior que
queda libre. Obsérvese el intenso .yheterogéneo
realce de la masa tumoral (flecha).

10
se realzan tardíamente de forma leve y homogénea con La TC es más eficaz para detectar metástasis pulmonares o
adquisición retrasada. Por el contrario, algunas lesiones la presencia de adenopatías mediastinales que la placa sim-
papilares son idénticas a un cáncer de células convenciona- ple de tórax.
les con la presencia de zonas necróticas. En definitiva, la TC es el examen más fiable ya que permite
El oncocitoma presenta típicamente un aspecto estrellado en confirmar el diagnóstico de tumor renal y, al mismo tiempo,
«rayos de rueda». No obstante, esta característica no es espe- realizar una evaluación locorregional. Por el contrario, en
cífica ya que sólo aparece en el 30 % de los casos. En la prác- caso de lesión voluminosa o de extensión venosa detectada,
tica, cualquier lesión tisular que se realza después de la la apreciación topográfica es más eficaz mediante RM.
inyección del producto de contraste, sin que pueda detectar-
se tejido graso, se debe considerar como un tumor sólido,

potencialmente maligno. Para el diagnóstico diferencial con Resonancia Magnética (RM)


los otros tumores malignos, existen algunos elementos de
Los últimos avances tecnológicos de RM, sobre todo la apa-
orientación.
rición de secuencias rápidas, han permitido acortar los tiem-
Las metástasis renales tienen la particularidad de ser múlti-
pos de los exámenes (30 a 40 minutos) y utilizar producto de
ples y bilaterales. contraste, ofreciendo nuevas perspectivas para la explora-
Los linfomas se presentan en cuatro formas diferentes: nódu- ción del aparato urinario. Sus aplicaciones inmediatas son la
lo sólido aislado de pequeña dimensión, totalmente inespe- evaluación de extensión de los tumores y la detección y
cífico ; nódulos múltiples y bilaterales de tamaño variable caracterización de las pequeñas masas sospechosas que
con nefromegalia sin deformación de los contornos del mediante TC no se pudieron identificar. Se indica en caso de
riñón; encapsulamiento perirrenal bilateral; adenopatías insuficiencia renal (pues el producto de contraste utilizado
retroperitoneales voluminosas. Las zonas tumorales se real- no es nefrotóxico), de alergia al yodo y también ante una
zan moderadamente después de la inyección del producto contraindicación del uso de radiaciones ionizantes. La eva-
de contraste. luación morfológica es excelente gracias al contraste de la
imagen en los dos tipos de secuencias utilizadas (señales Tí~
y T2) y al análisis morfológico multidireccional (plano fron-
Evaluación de extensión locorregional tal o frontal oblicuo) para planificar una cirugía parcial. La
Las espículas o nódulos en la grasa perirrenal con un engro- principal limitación técnica es la necesidad de una total
samiento de las fascias perirrenales conllevan a pensar en inmovilidad del paciente, indispensable para lograr buena
una extensión extracapsular en el espacio perirrenal. Estos calidad de imagen.
elementos tienen una especificidad baja.
La extensión venosa hasta la vena renal puede visualizarse
directamente en forma de nódulo tumoral intraluminar que
Diagnóstico por RM
aumenta el calibre del vaso. Se trata de una masa intralumi- Los criterios semiológicos son similares a los de la TC y se

nar, hipodensa, homogénea o no, que se realza después de la basan en el análisis de la señal y la cinética de la toma de
contraste. El cáncer renal en su forma clásica se caracteriza
inyección del producto de contraste de manera similar al
realce del proceso tumoral. Su diagnóstico es más difícil del en T~ por una isoseñal o una señal levemente inferior a la de

lado derecho que del izquierdo por la oblicuidad de la vena la corteza renal, a veces discretamente heterogénea con
renal derecha. La TC detecta la existencia de varias venas zonas de señal aumentada en el tumor provocadas por el

renales y/o una extensión en las venas lumbares. A la altura componente hemorrágico. En T2, tiene una señal intensa,
de la vena cava inferior, una laguna hipodensa, rodeada de generalmente heterogénea, que expresa la presencia de
zonas necróticas o, en algunas ocasiones, una iso o hiposeñal
producto de contraste, debe ser diferenciada del fenómeno con relación al parénquima circundante. Estas dos últimas
de flujo laminar en la etapa inicial antes que la sangre opaci-
ficada de los miembros inferiores se mezcle con la sangre formas son más frecuentes en las lesiones pequeñas. La
venosa renal. Un voluminoso tumor deforma los contornos inyección del producto de contraste genera una intensifica-
de la vena cava cuyo calibre aumenta. Si bien la TC sugiere ción de la señal. Las secuencias dinámicas después de la
el diagnóstico de trombo en la vena cava inferior, en muchos inyección muestran, en los tumores hipervascularizados, un
casos, la localización del trombo sigue siendo díficil de esta- realce de la señal intenso y precoz con interrupción de la
blecer en el plano axial. Es posible realizar reconstrucciones diferenciación corticomedular y más tardíamente un realce
de planos múltiples con equipos de última generación. La de señal menos intenso y heterogéneo.
cavografía presenta graves insuficiencias para este diagnós- La RM es cada vez más eficaz para detectar tumores peque-
tico y se indica excepcionalmente. ños. La sensibilidad, considerando todos los tipos de lesio-
La extensión ganglionar se investiga a la altura de los hilios nes, varía de 91,1 a 93,8 % para la TC y de 91,6 a 93,5 % para
renales y de las cadenas lumboaórticas. Clásicamente, se la RM pero con mejores resultados de la RM para lesiones de
trata de nódulos situados alrededor de los gruesos vasos dimensión pequeña (inferiores a 3 cm) " ID="I15.1 7.7">[S,74.75I. Los cánceres de
retroperitoneales de densidad tisular y que se realzan des- pequeño tamaño tienen la particularidad de ser homogé-
pués de la inyección del producto de contraste. Son numero- neos, bien delimitados y poco vascularizados, contrariamen-
sos y, cuando son voluminosos y están agrupados, forman te a los cánceres de gran tamaño generalmente heterogéneos
masas de contornos policíclicos que ejercen presión sobre las e hipervascularizados 111. Este carácter hipovascular se mani-
estructuras vasculares. Un ganglio de más de 1,5 cm de diá- fiesta en un realce muy leve o nulo en fase precoz después
metro debe ser considerado como posible metástasis. de la inyección y leve en fase tardía.
La extensión a las vísceras adyacentes es difícil de apreciar. En resumen, la RM detecta las lesiones de 1 cm, e incluso
La pérdida de ribete grasoso entre dos órganos no es un ele- inferiores y mejora la caracterización de las masas indeter-
mento formal en la medida en que el fenómeno del volumen minadas mediante TC, en particular para el diagnóstico de
parcial es importante. La afección hepática se evalúa mejor quiste complicado o sospechoso.
con ecografía. La TC es un examen sensible para el diagnós-
tico de invasión parietal y/u ósea por contigüidad en el caso
de un tumor de gran tamaño. Sin embargo, la gammagrafía
Evaluación de extensión locorregional (fig. 8)
ósea es la más sensible para establecer las localizaciones El único signo fiable de extensión tumoral en el espacio peri-
secundarias en todo el esqueleto. rrenal es la presencia de trabéculas o espículas peritumora-

11
8 RM. Tumores renales voluminosos derechos con
trombo cava.
A. Plano sagital, ponderación TZ. El trombo mide
de 5 a 6 cm de eje craneocaudal; su polo superior
llega a la altura del lóbulo caudado con la casi tota-
lidad de la vena cava retrohepática libre. La vena
cava infrahepática está libre (flecha).
B. Plano frontal, ponderación Tl tras inyección
con saturación de grasa y secuencia tardía. El
trombo está en hiposeñal en este tipo de secuencia.
Se extiende en retrohepática hasta llegar a las
venas suprahepáticas (flecha).

les de señal leve a moderada en Ti o en T2. Su detección se


aumenta por el uso de secuencias con saturación de grasa y
Tratamiento, resultados
con inyección de producto de contraste para probar su real- y seguimiento
ce habitualmente de baja intensidad. La RM tiene las mismas
limitaciones que la TC. La sensibilidad de esta señal es del 60 CÁNCER DE RIÑÓN LOCALIZADO
al 70 %, la especificidad, superior al 94 %. El tamaño del
tumor no es un criterio fiable. Tratamiento
El aporte principal de la RM en el marco de la evaluación de Nefrectomía total ampliada
extensión de un tumor renal es que permite determinar la
invasión venosa. El mayor problema es localizar el extremo
o
Principios
proximal del trombo (con relación a las venas suprahepáti- El tratamiento quirúrgico es el único tratamiento eficaz del
cas, a la aurícula derecha y en intracardíaca) y la eventual cáncer de riñón en el estadio localizado. La nefrectomía total
extensión tumoral o sobre todo sanguínea infrarrenal. La ampliada es el tratamiento de referencia. La suprarrenalec-
ventaja de la RM consiste en realizar secuencias en el plano tomía y la linfadenectomía sistemáticas actualmente son
frontal y sagital. Son muy útiles para evaluar la extensión motivo de controversia. Las vías de acceso más utilizadas
craneal de un trombo en el interior de la cava, con buena son retroperitoneales y transperitoneales. La principal ven-
resolución y excelente contraste. La RM ofrece una eficacia taja de la vía transperitoneal es el acceso del pedículo vascu-
del 100 % para la invasión de la vena cava y del 80 % para la lar antes de cualquier movilización del tumor. La frecuencia
afección de la aurícula y además permite precisar las dimen- de complicaciones es aceptable. La principal es la efracción
siones de la lesión. La secuencia de angio-RM con inyección esplénica en los tumores del polo superior del riñón izquier-
del producto de contraste que asocia una fase precoz arterial do ~56’. Algunos prefieren la vía retroperitoneal que permite
y posteriormente una tardía, venosa "ll, se utiliza actualmen- acceder directamente a la cavidad renal y evitar los inconve-
te con resultados satisfactorios tanto para las venas renales nientes inherentes a la laparotomía.
como para la vena cava inferior (sensibilidad y especificidad
del 100 %). La RM permite diferenciar un trombo tumoral de o
Suprarrenalectomía
un trombo de origen sanguíneo, que frecuentemente se
encuentra en la porción proximal de la vena cava inferior
Actualmente, la mayoría de los autores consideran que la
suprarrenalectomía debe
no se realizar sistemáticamente ~e’,~°~.
infrarrenal. Estos trombos de origen sanguíneo dan una
En los cánceres de riñón en estadio local, la incidencia de la
señal leve a moderada y no se realzan después de la inyec-
afección suprarrenal es baja (0,6 %). Algunos criterios de la
ción. De todas formas, la RM es el mejor método de detec-
evaluación radiológica preoperatoria (TC y/o RM) conlle-
ción y de evaluación de un trombo venoso, con una eficacia
extremadamente elevada y valores predictivos negativos
van a practicar suprarrenalectomía: suprarrenal anor-
una

aproximados al 98-99 %. mal, tumor de riñón de estadio superior o igual a T3, locali-
zado en el polo superior o multifocal 1831.
En cuanto a la afección ganglionar, tanto la RM como la TC
tienen los mismos criterios semiológicos basados en el tama-
ño. Las limitaciones son las mismas, es decir una invasión
o
Linfadenectomía
En el marco del cáncer de riñón localizado, el interés de la
microscópica en un ganglio de tamaño normal o una hiper- linfadenectomía es aún incierto.
plasia inflamatoria en ganglios de más de 1,5 cm. Su eficacia
es idéntica (90 % de fiabilidad global). La RM es más eficaz Un estudio aleatorizado de la Organización Europea de
que la TC para distinguir una adenopatía de una circulación Investigación sobre el Tratamiento de los Cánceres (EORTC)
colateral. Actualmente, se desarrollan productos de contras- demostró: que no hay incremento de morbididad de la linfa-
te ferromagnéticos específicos de la red linfática, que permi- denectomía extendida durante la nefrectomía total ampliada;
tirían aumentar la fiabilidad para las lesiones de aproxima- la baja incidencia de las linfadenectomías positivas (3,3 %) en
damente 1 cm ~5~. los pacientes no sospechosos en preoperatorio [6]; los resulta-
En resumen, la RM tiene dos ventajas principales con res- dos no son mejores en términos de supervivencia por la lin-
pecto a la TC: una mejor detección y una mejor caracteriza- fadenectomía extendida [351 y, por último, parece que la linfa-
ción de las pequeñas lesiones con signos cancerígenos; una denectomía extendida en los pacientes que padecen invasión
evaluación de extensión precisa, en particular de los trombos ganglionar sin metástasis a distancia 17] no ofrece ninguna
venosos. ventaja terapéutica.
12
o Embolización La multifocalidad representa su principal inconveniente. Un
La embolización se indica en forma excepcional para el tra- estudio reciente sobre 372 nefrectomías radicales demostró
tamiento de urgencia en caso de hemorragia masiva o para 16,4 % de multifocalidad. La multifocalidad es independiente
el tratamiento paliativo de un tumor en un paciente que no
del tamaño del tumor principal [36,73]: 12,5 % entre 1 y 20 mm,
se puede operar.
23,4 % entre 21 y 30 mm,10,2 % entre 31 y 40 mm y 16,7 % en
tumores superiores a 40 mm " ID="I17.69.6">1 1. Ningún criterio histológico
está correlacionado con la multifocalidad í3l] . La evaluación
o
Laparoscopia/lumboscopia preoperatoria de la multifocalidad sigue siendo un proble-
El objetivo es realizar una intervención oncológica equiva- ma para la detección de los pequeños nódulos satélites (del
lente a la de la cirugía convencional reduciendo la morbidi- 15 al 42 % de sensibilidad) y para la determinación de su
dad por el carácter levemente invasivo de la laparoscopia. carácter maligno (cf. apartado radiología).
Publicaciones recientes describen una mejor recuperación A partir de los resultados de la cirugía conservadora de pri-
postoperatoria después de una laparoscopia gracias a una mera elección, se observa una supervivencia global y especí-
significativa disminución de la analgesia y de la duración de fica de 5 años en 485 pacientes (310 tenían un tumor inferior
la hospitalización " ID="I17.13. ">167]. Las pérdidas sanguíneas son leves pero a 4 cm); en términos porcentuales la supervivencia fue del 81

disminuyen en forma variable en comparación con los tumo- y 92 % respectivamente (311. Los resultados de 107 pacientes
res del mismo estadio operados con cirugía convencional ~6’~. muestran, a largo plazo, una supervivencia específica de 5
Las complicaciones descritas habitualmente pueden ser años en el 88,2 % y de 10 años en el 73 % 111. Estos resultados
mayores, como las heridas vasculares, digestivas y espléni- se confirman en una serie comparativa reciente en la cual no
cas, o menores, como los hematomas sobre los orificios de se establece diferencia significativa en términos de supervi-
los trocares. vencia entre los tumores pTl (TNM 1997) tratados con ciru-
Los resultados oncológicos parecen ser satisfactorios y debe- gía conservadora y los tratados con cirugía radical.
rán confirmarse a través de un seguimiento a largo plazo " ID="I17.21.1 ">[37,67].
o Alternativas recientes

Cirugía conservadora Radiofrecuencia.


Un estudio reciente de fase II ha analizado los efectos de la
o
Principios radiofrecuencia en cuatro pacientes tratados por 14 tumores.
Se basan en la exéresis completa de la lesión con un márgen El tratamiento consistía en una punción bajo control ecográ-
de seguridad de parénquina sano y la grasa perirrenal adya- fico intraoperatorio seguida de la exéresis quirúrgica del
cente. Sólo la enucleación no se somete a estas reglas. La eco- tumor. No se encontró toxicidad alguna y la función renal
resultó similar en pre y postoperatorio " ID="I17.93.7">[8 1. Estos resultados
grafía intraoperatoria puede ser un aporte considerable para son absolutamente alentadores para el tratamiento percutá-
orientar la intervención sobre tumores intraparenquimato-
neo bajo control TC o RM de los cánceres de riñón familiares.
sos 1131. La calidad de la hemostasia puede mejorarse con la
utilización de pegamento de fibrina, de láser Yag, de láser de Crioterapia.
argón; recientemente se han incorporado bisturíes de ultra- Consiste ubicar una sonda en el seno del tumor, median-
en
sonido, de microondas, de water jet, de radiofrecuencia o de te convencional o acceso laparoscópico 1241. La fre-
cirugía
pegamento quirúrgico. cuencia de complicaciones parece mínima. Otros estudios
deberán confirmar estos resultados y evaluarlos en el campo
o Indicaciones y límites con respecto al tratamiento radical de la oncología.
Cirugía conservadora por necesidad.
La cirugía conservadora por necesidad se debe al interés de a Resultados
la preservación nefrónica del riñón. Es el tratamiento de El pronóstico y la supervivencia de los pacientes afectados
elección en pacientes que presentan un cáncer en su único de cáncer de riñón dependen de diferentes factores. En la
riñón, un tumor bilateral o un riñón no funcional o apenas práctica, los factores histológicos como el estadio TNM y el
funcional " ID="I17.40.2">[47]. En condiciones excepcionales, para tumores de grado nuclear, son los más eficaces.
hilios voluminosos, puede ser necesaria la cirugía ex vivo 1*1.
La enfermedad de von Hippel-Lindau se caracteriza por su
Según el estadio
aparición a una edad temprana, la frecuencia de la multifo- De acuerdo con la clasificación TNM, la supervivencia espe-
calidad, la bilateralidad y la elevada recurrencia local. Se
trata a menudo de tumores de evolución lenta y de grado cífica de 5 años para los estadios pTl, pT2, pT3 es del 83, 57
bajo 166,721. En estas condiciones, debe establecerse un trata- y 42 % respectivamente 1851. Parece que la asociación de un
miento específico. Recientemente se propuso un seguimiento compromiso capsular (pT3a) y de la invasión de la vena
renal (pT3b) agrava significativamente el pronóstico y no
por imágenes para tumores pequeños, inferiores a 2,5-3 cm. cada uno de ellos tomados independientemente 1821.
Cuando el tumor alcanza 3 cm, se recomienda una cirugía
conservadora " ID="I17.50.2">1 41. Las tumorectomías parecen lícitas cuando
se presentan hasta cinco o seis lesiones en un mismo riñón " ID="I17.51.12">í"1. Según la histología
El uso de la ecografía intraoperatoria es extremadamente efi- El grado nuclear de Fuhrman es el más utilizado. Representa un
caz en estos casos 1131 . Las nuevas tecnologías en desarrollo
factor pronóstico que se considera significativo e indepen-
deberían encontrar en estos casos, sus mejores indicaciones diente. La reproductibilidad interobservadores es un obstá-
(ultrasonido focalizado, crioterapia, radiofrecuencia, etc.). culo que podría minimizarse mediante el agrupamiento en
Cirugía conservadora de primera elección. dos clases: con una supervivencia de 5 años para el 70 % en
Los tumores pequeños esporádicos con un riñón contralate- los grados bajos (I y II) e inferior al 50 % en los grados ele-
ral normal constituyen en la actualidad una correcta indica- vados (III y IV) 1101.
ción de cirugía conservadora. Existe consenso entre la mayo- La invasión venosa microscópica es un factor pronóstico sig-
ría de los autores con respecto a los criterios «tumor único» y nificativo para quienes lo han estudiado 144,87],
«diámetro de la lesión inferior a 4 cm» para lograr una inter- El tipo histológico pone de manifiesto un pronóstico signifi-
vención oncológicamente satisfactoria asociada a un benefi- cativamente más desfavorable en caso de un tumor sarco-
cio en cuanto a la preservación nefrónica del riñón " ID="I17.63.10">[31,651. matoide ~"~.

13
Seguimiento postoperatorio rencial con una cicatriz quirúrgica, teóricamente es fácil, ya
Frecuencia que la densidad de esta última es identica a la del parénqui-
ma sano después de inyección. Si la duda persiste, existen
Las recomendaciones se establecen según la frecuencia y el varias alternativas: seguimiento TC, examen RM, segui-
período de aparición de las recidivas, de acuerdo con el esta- miento RM, exploración quirúrgica.
dio TNM. Importantes series recientes muestran en los esta- Las metástasis hepáticas, por lo general, se individualizan
dios localizados (pTl-3, NO-X y MO), una evolución metastá- adecuadamente en ecografía. La TC es más eficaz para iden-
sica en el 24 al 30 % de los casos. Se descompone respectiva- tificar una metástasis suprarrenal. El examen TC abdominal
mente para los pTl, pT2 y pT3 en 7, 27 y 40 % de evolución debe complementarse, obligatoriamente, con un examen
metastásica con medianas de diagnóstico de 38, 32 y 17 torácico.
meses respectivamente 146]. En la práctica y de rutina, el examen TC toracoabdominal
En estas condiciones, parece lícito proponer para los pacien- debe realizarse periódicamente después de un examen post-
tes pTl: un examen clínico, una evaluación hepática, una operatorio de referencia (de 1 a 3 meses después de la cirugía).
determinación de fosfatasas alcalinas y una radiografía de
tórax cada año. Para los pacientes pT2 y pT3, estos exámenes
deberían realizarse cada 6 y cada 3 meses respectivamente, CÁNCER DE RIÑÓN EN ESTADIO LOCALMENTE
AVANZADO
luego cada 6 meses durante 3 años y finalmente, una vez al
año. Un escáner abdominal debería realizarse a los 2 y a los Tratamiento
5 años 146]. En un estudio exclusivo sobre las nefrectomías
parciales, se recomienda realizar un escáner abdominal cada Invasión de la vena cava inferior por un trombo
6 meses durante 2 años en los pacientes pT3 [32].
Agrupando todas las series, la invasión de la vena cava infe-
rior presenta en el 5 al 10 % de los cánceres de riñón.
se
Naturaleza e interpretación Según clasificación de Keamey, que es la más utilizada, se
la
La recidiva tumoral es la complicación tardía más importan- distingue la invasión infrahepática por debajo del borde
te. La ecografía es más fiable para el análisis del riñón con- inferior del hígado (estadio A), retrohepática (estadio B) y
tralateral y del parénquima hepático mientras que la TC es el suprahepática por encima de las venas suprahepáticas
examen de rutina más sensible para el seguimiento oncoló- pudiendo alcanzar la aurícula derecha (estadio C). Para
gico. Debido a su fiabilidad para la detección tumoral, la RM adaptar la táctica operatoria, es indispensable determinar
con la mayor precisión posible la altura de la cabeza del
ocupa actualmente un lugar importante en la detección de tumor en preoperatorio, mediante los cortes frontales y sagi-
las recidivas en los pacientes de alto riesgo que requieren un
tales obtenidos por la RM o la TC multibarras (cf. apartado
seguimiento especial, evitando el uso iterativo de radiacio-
nes ionizantes (como por ejemplo luego de nefrectomía par- radiología). Por el contrario, la invasión de la pared de la
vena cava inferior es difícil de evaluar. Una ecocardiografía
cial, enfermedad de von Hippel-Lindau) y en caso de insufi-
ciencia renal mínima o de mayor grado ya que el producto puede completar la evaluación para determinar una even-
de contraste inyectado no es nefrotóxico. tual extensión a la aurícula derecha.
Los principios quirúrgicos son variables de acuerdo con el
Después de cirugía radical, el aspecto TC de la recidiva en la nivel del trombo y sus características.
cavidad de nefrectomía es variable con diversos tipos de ano-
malías asociadas o no. Se trata clásicamente de una masa de La frecuencia de complicaciones sigue siendo elevada. En
contorno redondeado o nodular, regular o no, con una absor- una serie reciente de 93 pacientes, la mortalidad periopera-

ción del contraste homogénea o más frecuentemente hetero- toria es del 6,3 % y aumenta al 40 % en el grupo con trombo
génea. La recidiva local puede abarcar toda la extensión de la supradiafragmático " ID="I18.105.2">[7 ]. La morbididad varía del 30 al 60 %.
cavidad de nefrectomía. Una formación de pequeñas dimen- Está representada esencialmente por sepsis, hemorragias y
siones en la cavidad de la nefrectomía plantea problemas de disfunción hepática.
diagnóstico diferencial con una zona de fibrosis. Esta última,
teóricamente es más homogénea antes y después de la inyec- Extensión a los órganos adyacentes
ción del producto de contraste pero sin ninguna característi-
La extensión por contigüidad del cáncer de riñón, además de
ca morfológica específica en TC. La comparación con un exa-
la fascia de Gerota, puede alcanzar el psoas, el hígado, el
men TC anterior es fundamental. Cualquier aparición o cre-
cimiento de una masa en la cavidad de nefrectomía indica páncreas, el bazo, el colon, el duodeno, el diafragma, etc.
una recidiva. En RM, la fibrosis antigua, estable, tiene una
Frecuentemente, este tipo de lesión se acompaña de metás-
tasis ganglionares o viscerales.
hiposeñal homogénea en secuencia ponderada en T2. Pero El principio del tratamiento consiste en realizar una nefrecto-
también puede presentarse una señal aumentada en la fibro-
sis inflamatoria, como en los casos de recidiva tumoral. En mía radical asociada a la exéresis de todas las estructuras no
caso de duda, se propone una punción-biopsia guiada por vitales que han sido invadidas. En caso de exéresis incom-
TC. La recidiva ganglionar puede ubicarse también en el pleta, actualmente se recomienda proponer un tratamiento
espacio retrocrural y puede estar aislada, sin masa en la cavi- adyuvante por inmunoterapia más que la radioterapia 141.
dad de nefrectomía. En caso de recidiva retroperitoneal, la
RM permite una mejor apreciación morfológica de su exten- a Resultados
sión. Si se sugiere un tratamiento médico, es importante con-
tar con dimensiones precisas en el seguimiento evolutivo Invasión de la vena cava inferior por un trombo
(mediciones de ambos ejes en el plano axial con identificación Las indicaciones de nefrectomía con extracción del tumor de
del nivel lesional). Una recidiva en la vena cava inferior se la vena cava inferior no se han establecido claramente. La
debe a la exéresis parcial de una masa tumoral o a la invasión supervivencia a los 5 y 10 años en caso de resección comple-
por contigüidad de una recidiva local. El aspecto es el de un ta es del 55,7 y 44,6 % respectivamente 163]. Para algunos auto-
trombo tumoral banal [12]. res, este tipo de cirugía parece justificarse fundamentalmen-
Después de cirugía conservadora, la recidiva en el riñón ana- te para tumores T3c NOMO, el compromiso ganglionar o la
liza con los mismos criterios TC que un tumor inicial. Con presencia de metástasis a distancia alteran significativamen-
una técnica de examen correcta, cualquier lesión comprendi- te el pronóstico 111. Por el contrario, Nesbitt no estableció di-
da ente 0,5 y 1 cm debe diagnosticarse. El diagnóstico dife- ferencia significativa en la supervivencia a los 5 años para los

14
Esta resistencia del cáncer de riñón a la quimioterapia podría
pacientes cony sin extensión ganglionar o metastásica [64],
cuya frecuencia es del 31,3 y 45 % respectivamente. Lo ante- explicarse por la expresión del gen MDR 1 en las células
rior se ha confirmado seleccionando pacientes metastásicos tumorales.
que podrían ser sometidos a una resección de metástasis o a
una inmunoterapia adyuvante, con una supervivencia del Radioterapia
43 % en caso de metástasis pulmonares únicas ~6’l Puesto que generalmente se considera que el cáncer de riñón
es radiorresistente, las indicaciones de radioterapia son limi-
Extensión a los
órganos adyacentes tadas. En la actualidad, se considera que existen indicaciones
de alcance antálgico sobre algunas metástasis óseas en dosis
En caso de exéresis parcial, la cirugía no es útil desde el
de 30 a 40 Gy.
punto de vista oncológico con una supervivencia a 1 año del Para las metástasis cerebrales, el tratamiento de referencia es
12 %. Aun en el caso de practicar cirugía macroscópicamen-
una radioterapia de 30 Gy asociada a corticoterapia. En caso
te completa, la supervivencia a 5 años es aproximadamente
del 5 % «9· 63] de metástasis única en esta localización, debe intentarse la
cirugía, si es posible, en asociación con una radioterapia
postoperatoria de 36 Gy para mejorar el control local.
a Seguimiento
Más del 90 % de las recidivas ocurren en los 3 años, en caso Cirugía
de cáncer localmente avanzado sin metástasis viscerales. En En el cáncer metastásico de riñón, la cirugía puede utilizarse
estas condiciones, se recomienda realizar un escáner abdo- en diferentes circunstancias:
minal y una radiografía de tórax cada 6 meses durante 3 -
Cuando el tumor es voluminoso, sintomático y provoca
años y luego una vez por año 1711.
hemorragias a repetición, se debe realizar una nefrectomía
total ampliada con fines paliativos.
CÁNCER METASTÁSICO DE RIÑÓN -
Para las metástasis únicas que representan otra indica-
ción de la cirugía. Algunos pacientes presentan superviven-
. Introducción cia prolongada con tratamientos iterativos de metástasis
Uno de cada dos pacientes presenta, en el momento del aparentemente aisladas.
En caso de nefrectomía ampliada en los pacientes metas-
diagnóstico o durante su evolución, metástasis de su cáncer
-

de riñón. Hasta el momento, los tratamientos utilizados en tásicos antes de inmunoterapia.


este caso no han demostrado ser eficaces. Los sitios de El interés de la nefrectomía total ampliada en los pacientes
metástasis más frecuentes son el pulmón, los ganglios y, con con metástasis antes de inmunoterapia fue confirmado por
menor frecuencia, el hígado, el esqueleto, el cerebro, la dos estudios prospectivos aleatorizados. El primero de ellos,
suprarrenal u otros órganos como la tiroides o la vagina. Este de la EORTC, comparó dos grupos de pacientes: un primer
hecho explica la necesidad de efectuar, en cualquier enfermo grupo de 41 pacientes tratados por nefrectomía total amplia-
con cáncer de riñón, una evaluación de extensión mínima da + interferón alfa recombinante a 5NIU/m2 tres veces por
que incluya un escáner abdominal y torácico. Si en uno de semana, un segundo grupo de 42 pacientes tratados por
estos exámenes se encuentran localizaciones o algo que inmunoterapia sola. Uno sólo de los pacientes operados no
llame la atención, se debe completar la evaluación con una pudo recibir inmunoterapia. En el grupo cirugía + inmuno-
gammagrafía ósea y un escáner cerebral. terapia, se observaron cinco respuestas completas con una
En caso de metástasis, puede tratarse de una metástasis mediana de supervivencia de 17 meses; en el grupo tratado
única que, si es extirpable, debe ser tratada quirúrgicamente con inmunoterapia sola, se observó una respuesta completa

y en caso contrario, debe someterse a tratamiento médico o y la mediana de supervivencia fue de 7 meses. Esta diferen-
a irradiación. Si las metástasis son múltiples, requieren fun- cia es estadísticamente significativa. El segundo estudio es el
damentalmente un tratamiento médico, teniendo en cuenta de South West Oncology Group (SWOG): se compararon dos
los elementos que actualmente tienen valor pronóstico para grupos de 103 pacientes según las mismas modalidades. El
el cáncer de riñón: estado general, período de aparición de la seguimiento promedio fue de 187 días y la supervivencia
metástasis con respecto al diagnóstico del cáncer de riñón, media fue de 12,5 meses en el grupo con cirugía y de 8,1
cantidad de sitios metastásicos, edad y pérdida de peso. meses en el grupo sin cirugía. Estas diferencias también son

significativas estadísticamente. Actualmente, parece que en


Modalidades
pacientes afectados por tumores metastásicos, cuando es
terapéuticas posible, se indica la cirugía antes de la inmunoterapia.
En el cáncer metastásico de riñón se han probado varios
tipos de tratamientos: hormonoterapia, quimioterapia, Inmunoterapia
radioterapia, cirugía e inmunoterapia. Durante los años 80, dos agentes se han estudiado amplia-
mente en investigaciones de fase II y se ha demostrado una
Hormonoterapia actividad antitumoral leve. Se trata del interferón alfa y la
interleucina 2.
Los progestágenos como el acetato de medroxiprogesterona,
los antiestrógenos como el tamoxifeno o los antiandrógenos
como la flutamida se han probado con resultados tan sólo
a
Interferón alfa
anecdóticos. Los resultados de los primeros estudios no se El interferón alfa permite obtener una respuesta que no
han confirmado por estudios aleatorizados. supera el 20 % con supervivencias prolongadas en algunos
casos. Los factores predictivos de respuesta al interferón son
un buen estado general, antecedentes de nefrectomía y una
Quimioterapia predominancia pulmonar de las metástasis. En este subgru-
El cáncer de riñón es sumamente resistente a la quimiotera- po, se constataron respuestas hasta del 30 %. El plazo de res-
pia sistémica y no existen agentes estándar. Nunca se han puesta al tratamiento, habitualmente es de 3 a 4 meses y se
observado respuestas superiores al 4 o al 5 %; sin embargo, caracteriza por una regresión lenta de la masa tumoral. Una
algunas respuestas significativas a la vinblastina han favore- respuesta parcial puede observarse hasta un año después del
cido su utilización. Estos resultados no se han confirmado. inicio del tratamiento. La duración de la respuesta excepcio-

15
nalmente supera los 2 años, pero en todas las series, se des- oAsociación de citocinas
cribieron supervivencias a largo plazo (superiores a 5 años). Varios ensayos abordaron los tratamientos combinados. La
Dos estudios recientes confirmaron la mejora de la supervi- interleucina 2 se asoció a la utilización de linfocitos asesinos
vencia con el interferón alfa con relación a los resultados de
otros tratamientos 155,68]. Los efectos secundarios que se obser-
(LAK cells) y a los tumor infiltrative lymphocytes (TIL). Los
resultados fueron similares a los obtenidos con utilización
varon con más frecuencia son un síndrome seudogripal rela-
de interleucina 2 sola pero con mayor toxicidad y costes
tivamente grave, anorexia, náuseas y diarreas, alteraciones
de la atención, neutropenia, trombocitopenia, elevación de superiores.
transaminasas y eventualmente eritema y prurito. Estos La combinación más interesante fue la asociación de inter-
efectos secundarios deben tomarse en cuenta para analizar leucina 2 con el interferón alfa 2a recombinante. La publica-
las consecuencias sobre la calidad de vida de estos pacientes ción que hace referencia a este campo es la de Négrier et al 162],
con pronóstico desfavorable. que comparó interleucina 2 + interferón alfa, versus inter-
leucina 2 sola, versus interferón alfa solo. Este estudio
o Interleucina 2 demostró la superioridad de la asociación de ambos medica-
mentos comparada con el interferón solo o la interleucina 2
La utilización de interleucina 2 en el cáncer metastásico de
riñón ha sido aprobada por la Food and Drug Administration sola, con respuestas del 18,5, 7,4 y 6,5 % respectivamente. Sin
(FDA) gracias a un estudio realizado en 255 pacientes trata- embargo, este resultado está asociado a un aumento de los
efectos secundarios en el grupo combinado y no existe dife-
dos con dosis elevadas de interleucina 2 sola en bolos. La res-
rencia en cuanto a la supervivencia. Otras asociaciones tam-
puesta observada fue del 14 % y la duración media de res- bién se utilizaron, como el 5-fluorouracil (5-FU) + interferón
puesta fue de 23 meses. Estos resultados fueron obtenidos en o 5-FU + interferón + interleucina 2, sin que hasta el momen-
un grupo de pacientes seleccionados. En una revisión de la
to se hayan obtenido resultados definitivos. Otros estudios
literatura que incluye 39 series publicadas, con 1 291 pacien-
asociaron retinoides con inmunoterapia. Los interesantes
tes, la respuesta no fue significativamente diferente según el
modo de administración, lo que parece indicar que las bajas resultados obtenidos en estudios preliminares aún no se han
dosis o la vía de administración subcutánea dan resultados confirmado con estudios de fase III.
En conclusión, se puede afirmar que en la actualidad, ningún
semejantes a los del bolo en dosis elevada. En la totalidad de
las series, se constató una respuesta cercana al 20 %, con apro- estudio de fase III ha comprobado que la terapéutica combi-
ximadamente 15 % de respuestas parciales y 5 % de respues- nada, aporte un mayor beneficio en términos de superviven-
tas completas. Los efectos secundarios de este tratamiento cia, comparada con la utilización aislada del interferón o de
son aún más graves que los del interferón; dependen de las la interleucina 2. Estos resultados confirman la reducida efi-
dosis, se manifiestan por hipotensión con retención hídrica, cacia de los tratamientos disponibles actualmente para el
alteraciones del ritmo a veces con isquemia miocárdica, cáncer metastásico de riñón y debe impulsar la investigación
edema pulmonar, disnea, síndrome gripal, náuseas, vómitos, de nuevas modalidades terapéuticas (vacunas, utilización de
trombocitopenia, anemia e incluso insuficiencia renal. células dendríticas, trasplantes medulares, etc.).

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Lang H, Lindner V, Roy C et lacqmin D. Cancer du rein. Encycl Méd Chir (Editions Scientifiques et Médicales Elsevier
SAS, Paris,tous droits réservés), Néphrologie - Urologie, 18-096-A-10, 20 02, 16 p.

Bibliografía
[1 ] Amin MB, Corless CL, Renshaw AA, Tickoo SK, Kubus j, [11] Cangiano T, liao), Naitoh 1, Dorey F, Figlin R, Belldegrun A. [23] Eble IN. Recommendations for examining and reporting
Schultz DS.Papillary (chromophil) renal cell carcinoma: Sarcomatoid renal cellcarcinoma: biologic behavior, prog- tumor-bearing kidney specimensfrom adults. Semin Diagn .:
histomorphologic characteristics and evaluation of con- nosis, and response to combined surgical resection and Pathal1 998; 15 : 77-82
ventional pathologic prognostic parameters in 62 cases. immunotherapy. 1 Clin Oncoll 999; 17:523-528
AmJSurgPatholl997;21 : 621-635 [24] Edmunds T8 Ir, Schulsinger DA, Durand DB, Waltzer WC.
[12] Choyke PL, McCiellan MW.WagnerjR, RayfordW, LynejC, Acute histologic changes in human renal tumors after
[2] AminMB,CrottyTB,TickooSK,FarrowGM.Renaloncocy- Linshan WM. Renal cancer : preoperative evaluation with cryoab)ation.;fndoum<2000;14:139-143
toma : a reappraisal of morphologic features with clinico- dual-phase three-dimensional MR angiography. Radiology
pathologicfindings 80cases./<m~urgPot<)o<1997; 21 : 1997;205:767-771 [25] Fergany AF, Hafez K5, Nocick AC. Lang-term results of
1-12
[13] Choyke PL, Pavlovich CP, Daryanini KD, Hewitt SM, nephron sparing surgeryfor lc>calized renal cell carcinoma: ’

Linehan WM, Walther CM. Intraoperative ultrasound 1 0-year follow-up. 1 Urol 2000; 163:442-445
[3] AveryRA,Harris/E,DavisCJ,BOrgaonkarDS,ByrdJC,Weiss
RB. Renal medullary carcinoma. Clinical and therapeutic during renal parenchymal sparing surgery for hereditary [26] Fuhrman SA, Lasky LC, Limas C. Prognostic significance os
aspects of a new described tumor. Cancer 1996 ; 78 : renal cancers: a 10-year experience. / Urol 2001 ; t65 : morphologic parameters in renal (ell carcinoma. Am) Surg
128-132 397-400 Pathol 1982; 6 : 655-663

[4) BelldegrunA,KooAS, BochnerBetal.lmmunotherapyfor [14] Chretien Y, Chauveau D, Richard S, Droz D, Correas JM, [27] Gelb AB. Renal cell carcinoma: current prognostic factors.
advanced renal cell cancer: the role of radical nephrec- Mejean A et al. Traitement de la maladie de von Hippel- Union internationale contre le cancer (UICC) and the
Lindau avec atteinte rénale. Prog Uro11997; 7: 939-947 American joint Committee on Cancer (AICC). Cancer
tomy. Eur Uroll 990;lB (supp12):42
[15] Cochand-Priollet B, Molinié V, Bougaran J, Bouvier R, 1997 ; 80 : 981-985
[5] Bellin MF, Roy C, Kinkel K, Thoumas D, Zaim S, Vanel D
et al. Lymph node metastases: safety and effectiveness of Dauge-Geoffroy MC, Desligniéres S et al. Renal chro- [28] Gelb AB, Shibuya RB, Weiss LM, Medeiros 11. Stage I renal
MR imaging with ultrasmall superparamagnetic iron oxide mophobe cell carcinoma and oncocytoma: a comparative cell carcinoma : a clinicopathologic study of 82 cases. Am/J
particles- initial clinical experience. Radiology 1998; 207: morphologic, histochemical, and immunohistochemical Surg Pathol1993;17: 275-286
799-808 study of 124 cases. Arch Pathol Lab Invest 1997 ; 121 :
1081-1086 . [29] Grignon DI, Ayala AG, El-Naggar AK, Wishnow K¡, Ro JY, .
[6] Blom JH, Van Poppel H, Marechal JM, jacqmin D, Sylvester Swanson DA et al. A clinicopathologic and DNAflow cyto-
[16] Cohan RH, Sherman LS, Korobkin M, Bass JC, Francis IR.
R, SchroderFH etal. Radical nephrectomywith and without Renal masses: assessment of corticomedullary-phase and metric analysis of 103 cases. Concerl 989; 64:2133-2140
lymph node dissection: preliminary results of the EORTC
randomized phase protocol 30881. Eur Urol1999 ; 36 : nephrographic-phase CT scans. Radiology 1995 ; 196 :
445-451
[30] GrignonDJ,EbIeJN.Papillaryandmetanephricadenomas
:41-53
~
570-575 of kidney. Semin Diagn Pathol1998;1 S
[7] Blom/,SChroderFH,VanPoppeletaLThetherapeuticvalue [17] Coulange C, Rambeaud JJ. Cancer du rein de I’adulte. Prog [31] HafezKS,FerganyAF,NovickAC.Nephronsparingsurgery
of lymph node dissection in conjunction with radical Urolt 997; 7 : 733-909 for localized renal cell carcinoma: impact of tumor size on
nephrectomy in non-metastatic renal cancer. Result of an [18] Davidson Al, Hartman DS, Choyke PL, Wagner BI. Radio- patient survival, tumor recurrence and TNM staging. 1 Urol
EORTC phase III study. EORTC Genitourinary Group. EAU logic assessment of renal masses: implications for patient 1999;162:1930-1933
Proc1994;313:A597 care. Rodiology 1997; 202 :297-305 [32] HafezKS,NovickAC,CampbeIISC.Patternsoftumorrecur-r-
[8) Bosniak MA, Rofsky NM. Problems in the detection and [19] De Kernion 18, Ramming KP, Smith RB. The natural history rence and guidelines for follow-up after nephron sparing
characterization of small renal masses. Radiciogy 1996 ; of metastatic renal cell carcinoma: a computer analysis. surgeryforsporadic renal cell carcinoma. Um~1997; 157: -

198 : 638-6411 ]Uroll978; 120:148-152 2067-2070


[9] Brauch H, Weirich G, Hornauer MA, Storkel S, Wohl T, [20] DelahuntB.Histopathologicprognosticindicatorsforrenal [33] Hólthoffer H, Miettinen A, Paasivuo R, Lehto VP, Linder E,
cell carcinoma. Semin Diagn Patholl 998 ; 15 : 68-76 Alfthan O et al. Cellular origin and differentiation of renal
Bruning T. Trichloroethylene expose and specific somatic
mutations in patients with renal cell cancer. / Natl Concer [21] Doubiet ID, Peraldi MN, Gattegno B, Thiebault P, Sraer ID. carcinomas. Afluorescence microscopicstudywith kidney-
tnst1999;91 :854-861 Renal cell carcinomaof native kidneys: prospective studyof specific antibodies, antiintermediate filament antibodies,
129 renal transplant patients. / Urol 1997;158 : 42-44 and lectins. Lab lnvest 1983; 49 : 317-326
[10] Bretheau D, Lechevallier E, De Fromont M, Sault MC,
Rampa¡ M, Coulange C. Prognostic value of nuclear grade [22] Eble IN. Angiomyolipomas of kidney. Semin Diagn Pathol [34] International union against cancer. TNM classification of
of renal cell carcinoma. Cancer1995; 76: 2543-2549 1998;15:21-40 malignant tumors. New York: Wiley-Uss, 1997: 180- 182

16
[35] jacqmin D, Blom IH, VanPoppel H et al. Valeur de la lym- [56] Mejean A, Vogt B, Quazza JE, Chretien Y, Dufour B. Mortal- [74] Semelka RC, Hricak H, Stevens SK, Finegold R, Tomei E,
phadénectomle dans le cancer du rein non métastatique. ity and morbidity after nephrectomy for renal cell carci- Carroll PR. Combined gadolinium-enhanced and fat-
Résultats prélirninaires d’une étude phase 11l de I’EORTC. noma using a transperitoneal anterior subcastal incision. saturation MR imaging of renal masses. Radiology 1991 ;
[abstract]. Prog Ufof) 992; 2 (suppl) : A3 Eur Urol1999 ; 36 : 298-302 178:803-809
[36] lacqmin D, Saussine C, Roca D, Roy C, Bollack C. Multiple [57] MochH, GasserT,AminMB, Torhorst), 5auterG, Mlhatsch [75] Semeika RC, Shoenut IP, Kroeker MA, MacMahon RG,
tumors in the same kidney: incidence and therapeutic M). Prognostic utility of the recently recommended histo- Greenberg HM. Renal lesions: controlled comparison
implications. Eur Urol 1992; 21 : 32-34 loaic class’rfication and revised TNM staging system of renal between CT and 1.5 MR imaging with non enhaneed and
[37] janetschek C, jeschke K, Peschei R, Strohmeyer D, Henning ci, 1 carcinoma.
A swiss experience of 588 tumors. Cancer
gadolinium-enhanced fat-suppressed spin-echo and
K, Bartsch G. Laparoscopic surgery for stage TI renal cell 2000;89:604-614 breast-hold FLASH techniques. Radiology 1992 ; 182 :
425-430
carcinoma: radical nephrectomyand wedge resection. Eur [58] Molinié V, Cochand-PriolletB, Staroz F, V~eillefond A, etles
Uro12000; 38:131-138 membres du GETUR. Classifica60n des tumeurs primitives [76] Srfgley]R,EbIeJN.Collectingdudcarcinomaofthekidney.
[38] Kennedy SM, Merino MI, Linehan WM, RobertsJR, Robert- du rein de I’adulte. Ann Pathol 1998; 18: 29-47 Semin Diagn Pathol 1998; 15 : 54-67
son CN, Neumann RD. Collecting duct carcinoma of the
[59] Motzer Rj, Bander NH, Nanus DM. Renal-cell carcinoma. [77] Staehler G, Brkovic D. The role al radical surgery for renal
kidney. Hum Pathol 1990; 21 :449-456 N Engl ¡ Med 1996; 335 : 865-875 cell carcinoma with extension into thevena cava. J Urol
[39] Kinouchi T, Mano M, Saiki S, Meguro N, Maeda O, Kuroda 2000;163:1671-1675
M et al. Incidence rate of satellite tumors in renal cell carci- [60] Murphy WM, Beckwith IB, Farrow GM. Tumors of the
noma. Cancer1999; 86:2331-2336 kidney, bladder and related urinary structures. Atlas of [78] Stórkel S, Eble IN, Adlakha K Amin M, Blute ML, Bostwick
tumor pathology, 3rd series, fascicle 13. Washington DC: DG et al. Classification of renal cell carcinoma: workgroup
[40] Kovaa G, Akhtar M, Beckwith SI, Bugert P, Cooper CS, Armed Forces lnstitute of Pathotogy, 1994 n°1. Union intemat’ronale centre le cancer (UICC) and the
Delahunt B et al. The Heidelberg das§ ica60n of renal cell American loint Committee on Cancer (AJCC). Cancer
tumours./fotf)o< 1997; 183:131-133 [61 Naitoh 1, Kaplan A, Dorey F, Figlin R, Belidegrun A. Meta- 1997; 80 : 987-989
static renal cell carcinoma with concurrent inferior vena
[41] Kupka ~.. ZoellerG, Schmidt et aL. Helical CT 01 the kidneys caval invasion: long-term survival after combination [79] Thiounn N, Vieillefond A, Valeri A, Négrier S, Merran S,
in the corticomedullary and nephrographic contrast Descotes JL et al. Tumeurs rares du rein. Prog Ura12000; 10
0
therapy with radical nephrectomy, vena caval thrombec-
phases: detection of renal masses and staging of renal cell tomy and postoperative immunotherapy. 1 Urol 1999 ; (suppt1):7-144
carcinoma. Radialagyl995; 197 (P) : 147 162 :46-50 [80] Thoenes W, Stórkei S, Rumpelt Hj. Human chromophobe
[42] La Vecchia C, Negri E, D’Avanzo B. Smoking and renal cell [62] Négrier S, Escudier B, Lasset C, Douillard JY, Savary Che- cell renal carcinoma. Virchows Arch t 985 ; 48 : 207-2711
carcinoma. CancerRes1990; 50:5231-5233 vreau C et al. Recombinant human interleukine 2, recom-
[1] ] Thoenes W, 5tórkef S, Rumpelt HI. Chmmophabecell renal
[43] LzndissH,MurtayT,Bcldens,YfingoPA.CancerstaGs6cs, binant human interferon alpha 2a, or both in metastatic carcinoma and its vañants. J Pathcl 1 988 ; 1 sus : 277-287
1998. CACancer Clin 1998; 48: 6-29 renal cell carcinoma. N Engl J Med 1998; 338 : 1272-1278
[44] LangH,LindnerV,SaussineC,HavelD,FaureF,JacqminD. Nelson IB, Marshall FF. Surgical treatment of locally
[82] Thrashet]8, PaulscnDf. Kidneytumors: prognostic factors
[63] in renal cancer. Uro/Clin North Am 1993; 20 : 247-262
Microscopic venous invasion: a prognostic factor in renal advanced renal cell carcinoma. In :Comprehensive text-
cell carcinoma. Eur Urol 2000; 38 : 600-605 book of genitourinary oncology. Philadelphia : Lippincott- [83] Tsui KH, Shvarts O, Barbaric Z, Figlin R, De Kemion IB,
[45] Levine E. Malignant renal parenchymal tumors in adults. Williams and Wilkins, 2000:183-201 Belidegrun A. ls adrenalectomy a necessary component of
In : Pollack HM ed. Clinical
radical nephrectomy? UCLA experience with 511 radical
urography. Philadelphia : WB [64] Nesbitt JC, Soltero ER, Dinney CP, Walsh GL, Schrump DS, nephrectomies. 1 Uro12OOO; 163:437-441l
Saunders, 1990:1216-1291 Swanson DA et al. Surgical management of renal cell car-
[46] LevyoKslaton]W,5wansanDA,0inneyCP.stagespeclffc cinoma with inferior vena cava tumor thrombus. Ann [84] Tsui KH, Shvarts O, Smith RB, Figlin R, De Kernion JB, Bell-
guidelines for surveillance after radical nephrectomy fa Thorac Surgl 997; 63 : 1592-1600 degrun A. Renal cell carcinoma: prognostic significance of
local renal cell carcinoma. Uro/1998; 159:1163-1167 incidentaly detected tumors. t/m< 2000; 163: 426-430
[65] Novick AC. Nephron-sparing surgery for renal cell carci-
[47] Licht MR, Novick AC. Nephron-Sparing surgery for renal noma. BU Umfl 998; 82 : 321-324 [85] Tsui KH, Shvarts O, Smith RB, Figlin RA, De Kemion 18,
cell carcinoma.] Umf 1993; 149:1 -7 Belldegrun A. Prognostic indicators for renal cell carci-
[66] NovickAC,StreemSB.Long-termfollow-upafternephron- noma : a multrvariate analysis of 643 patients using the
[48] ÉghtfoctN,Conlonm,KreigerN,BissettR,Desaim,Watce sparing surgery for renal cell carcinoma in von Hippel- revised1997 TNM staging criteria. Uro) 2000 ; 163 :
P et al. Impact of non invasive imaging on increased inci- Lindau disease. J Uro11992;147:1488-1490 1090-1095
dental detecüon of renal cell cancer. Eur Urol 2000 ; 37 :
521-527 _ [67] Ono Y, Kinukawa T, Hattori R, Yamada S, Nishiyama N,
’ [86] van der Velden 11, van Bockel jH, Zwartendijk J, vanKrfeken
Mizutani K et al. Laparoscopic radical nephrectomy for IH, Terpstra 11. Long-term results of surgical treatment 01
[49] Lindblad P, Chow WH, Chan J, Bergstrom A, Wolk A,
renal cell carcinoma: a five-year experience. Urology 1999; renal carcinoma in solitarykidneys byextracorporeal resec-
Gridley G etal. The role of diabetes mellitus in the aetiology 53:280-286 tion and autotransplantation. Sr/ Urol1992; 69:486-490
of renal cell cancer. Diobetologia 1999 ; 42 : 107-172
[50] Luciani LG, Castari R, Tallarigo C. Incidental renal cell [68] Pyrhónen S, Salm’rven E, Ruutu M, Lehtonen T, Nurmi M, [87] van Poppel H, Vandendriessche H, Boel K, Mertens V,
Tammela T et al. Prospective randomized trial of interferon Coethuys H, Haustermans K et al. Microscopic vascular
carcinoma-age and stage characterization and clinical alpha 2a plus vinblastine versus vinblastine alone in invasion is the most relevant prognosticator after radical
imptications:studyof1 092 patients (1982-1997). Umkpr patients with renal cell cancer. J Uin Oncol 1999 ; 17 : nephrectomy for clinically nonmetastatic renal cell carci-
2000;56:58-62 2859-2867 noma. Uran997; 158 :45-49
(51] Mancilla-JimenezR,StanIeyR/,BIathRA.Papillaryrenalcell [69] RenshawAA, HenskeEP, Loughlin KR, ShapiroC, Weinberg
carcinoma: a clinical, radiological, and pathologic study of [88] Walther CM, Shawker TH, Libutti SK, Lubensky 1, Choyke
DS. Aggressive variants of chromophobe renal cell carci- PL, Venzon D et al. A phase 2 stucy ofradio frecuency inter-
34 cases. Cáncer 1976; 38 : 2469-2480
noma. Cancer1996; 78 :1756-1761 stitiai tissue abtation of iocaiized rena! tumors. / UfDf 2000;
[52] Mcloughlin IK, Lipworth L. Epidemiologic aspectsof renal 163:1424-1427
cell cancer. Semin Oncot2OOO; 27 : 115-123 [70] Remek RH. Imaging in the staging of renal cell carcinoma.
Eur Radioll 996 ; 6 :120-128 [89] Weiss 4 Gelb A8, Meideros1. Adult renal epithelial neo-
[53] Medeiros 11, Gelb AB, Weiss LM. Renal cell carcinoma. plasms. Am J Clin Pathol 1 995 ; 103: 624-635
Pronostic sign’rficance of morphologic parameters in 121 [71] 5aidijKNewhou*jH,Sawczukls.Radiolagicfollow-upof
cases.Cancer 1988; 61 :1639-1651 patients with Tí -3a, b, orT4N+M0 renal cell carcinoma [90] Wunderiich H, Schlichter A, Reichelt O, Zermann DH,
[54] Medeiros L], Jones EC, Aizawa S, Adalpe HC, Cheville ]C, after radical nephrectomy. Urologyl998; 52 :1000-1003 janitzky V, Kosmehl H et al. Real indications for adrenalec-
Golstein NS et al. Grading of renal cell carcinoma: Work- [72] Salome F, Colombeau P, Fermeaux V, Cazaux P, OumasjP, tomy in renal cell carcinoma. Eur Umll 999 ; 35 : 272-276
group n°2. Union internationale contre le cancer (UICC) Pfe’rfer P et al. Renal lesions in von Hippel-Lindau disease: [91 ] Yoshiba SO, lmam A, Olson CA, Taylor CR. Proximal renal
and the American loint Committee on Cancer (AjCC). the benign, the malignant, the unknown. Eur Ura/1998 ; tubular surface membrane antigens identified in primary
Concer 1997; 80:990-991 34 :383-392 and metastatic renal cell carcinomas. Arch Pathol Lab Med
[55] Medical research council renal cell cancer collaborators. [73] SchlichterA, Wunderlich H, Junker K, Kosmehl H, Zermann 1986;110:825-832
interferon alpha and survival in metastatic renal carci- DH, Schubert1. Where are the limits of elective nephron- [92] Yuan IM, Casyelao ]E, Gago-Dominguez M, Yu MC, Ross
noma: early results of a randomised controlled trial. Lancet sparing surgery in renal cell carcinoma? EurUro12000; 37: RK. Tobacco use in relation to renal cell carcinoma. Cancer
1999;353:14-17 517-520 Epidemiol Biomark Prev1998 ; 7: 429-4333

17

S-ar putea să vă placă și