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27 8 06 Reportaje

El legendario Maserati 8CM, chasis 3020, recién comprado, corriendo el Gran Premio de Niza
en 1934, con Villapadierna al volante. El mismo auto, ahora rojo, el domingo en el Gran Premio
de Alemania, con Steffan Rettenmaier. Villapadierna pintaba de amarillo sus coches

70 años después
El desquite del Maserati 8CM
sus coches extrañamente de ama-
Locos y magníficos, todavía rugen los viejos cacharros que rillo había cogido incluso fuego,
pero todavía pilotaría en Deauvi-
inventaron las carreras. La pasada semana lo hizo el legendario lle: al día siguiente de la insurrec-
«bólido» que Villapadierna tuvo que abandonar por la Guerra Civil ción de Franco.

A la sombra de la leyenda
El verano antes había inscrito en
POR: R. V. ENVIADO ESPECIAL A NÜRBURGRING Nürburgring su fantástico Mase-
rati 8CM, núm. 3020, con el que ha-
orre un auto de Villa- diata guerra que se iba a desenca- bía corrido tan bien en Niza en el

C padierna». La frase se denar en Europa. 34, y se había estrellado en Móna-


escuchó el otro domin- El que luego sería más «céle- co en el 35, mientras Léhoux pilo-
go en el estruendo de bre» que campeón Pepe «Bande- taría su otro chasis 3019: un toma
los boxes de Nürbur- ras» Villapadierna — «Banderas» y daca ajeno al más personal que
gring, el «paddock» en uso más an- por su irrepetible muletazo con la Pepe practicaba con la propia
tiguo del mundo, en el Gran Pre- blanquinegra como director de amante de Léhoux, Hellé Nice «la
mio Oldtimer de Alemania, pero tantas salidas—, adelantado egre- reina del Bugatti», ambos a su vez
debió sonar igual hace 70 años. gio y tarambana incombustible, a espaldas del propio marido de la
Aquel julio del 36, naturalmente, venía de correr —trompo inclui- francesa. Léhoux iba a morir al
máquina y corredor no se perso- do— aquel último Penya Rhin del día siguiente del golpe militar, tal
naron. Con ser su final como pilo- 36, del duelo barcelonés entre Nu- vez víctima del volante de Farina
to ¿qué es una caída de parrilla an- volari y Caracciola (su Mercedes —apunta el historiador Gustavo
te la masiva tragedia desencade- iba a ser ya imparable). Aún víspe- Morales— en aquel Deauville en
nada ese verano para tantos? Al ra de la guerra y sobre la plancha que Villapadierna haría paradóji-
propio corredor le iban a matar a ardiente del GP de Túnez, aquel camente su último y mejor resul-
media familia en el Retiro madri- jaranero malagueño que pintaba tado de GP (en el primer Pedral-
leño, días después de aquel IX bes del 46 aún quiso ser copiloto
Grand Prix alemán al que no lle- de Palacio). Pues aquel Maserati
gó: encomendó su Maserati a 8CM, modelo engrandecido por
Juan Zanelli que sólo asistiría ya Aquel julio de 1936 Villapadierna no se Nuvolari, del que sólo hubo 19
al poderío de la «Flecha de Plata» personó en la salida del Gran Prix de ejemplares —el piloto español,
El votante del coche de de Rosemeyer y el nuevo auge ale- con el chasis 3020 y otro 3019, hoy
Villapadierna, con su San Cristóbal mán. El gran Zanelli se perdería Nürburgring. Su coche lo ha hecho ahora, en Inglaterra— rugía el domingo,
protector incrustado también para siempre en la inme- setenta años depués saldando una deuda de 70 años en
4-5 D 7 LOS DOMINGOS DE

Los Mercedes 300SL están entre los coches más bellos. Abajo, arreglo
en familia de los míticos Lolo y Cooper (Fórmula Junior) de los 60

fue penalizado hasta un tercer


puesto. Joseph y Stepha, dueños
de una fábrica familiar de fibras,
son unos apasionados de los co-
ches —Joseph, por cierto, está ca-
sado con una bilbaína de Las Are-
nas—. Empezaron con un Gogo-
móvil y hoy gastan sus sueños en
correr en alas de leyendas: Ste-
phan posee también el único Mi-
ller 122GP (1922) que queda. «No
se me ocurriría correr para ga-
el GP de Nürburgring, con un en- nantes en el registro histórico de nar. Es otra cosa». Además, sobre
tusiasta industrial alemán a sus aquel 8CM de 2.991 cc y 750 kilos, estas máquinas «vas tan descu-
mandos. uno de los primeros adquiridos di- bierto» que te matas fácilmente,
Como la senda de los elefantes rectamente por pilotos. como probó tanto entusiasta de
es la de los coches míticos: pocos Memorias de locos cacharros los años 20 y 30.
saben dónde acaban esos mons- entre el bramar y el champán del
truos que escribieron la historia Grand Prix Oldtimer, conmemo- Orgullo «oldtimer»
en asfalto, no sin sangre. «Es un ración de los 100 años del primer Aquí los autos de Rettenmaier se
auto legendario», reconoce Ste- Rally. En 1901 había habido un Pa- codean con el MG K3 (1935) de Ri-
phan Rettenmaier, su orgulloso rís-Berlín, que ganó Fournier so- chard Last, que con Hamilton, ga-
dueño, «quedan cinco y éste es co- bre Mors, y en 1903 un París-Ma- nó la Acerbo y Pescara del 35, y
nocido como el más auténtico. drid ganado por Louis Renault, pe- luego fue de Parnell; o con el
Siéntese...». Sobre este cuero co- ro el primer Grand Prix fue Le- BMW 328 de Ulrich Sauer, o el Ri-
rrió Villapadierna; y para él lo hi- Mans en 1906. En tiempos pione- ley TT Sprite (1936) de Klaus Wild-
cieron pilotos como Palacio, Lé- ros eran un fenómeno masivo bolz; o aún el Ferrari 246GP, de
houx o Zanelli. Bajo el volante, su —70.000 barceloneses en la meta Tony Smith, el último de Módena
San Cristóbal, patrón de carreras de Montjuïc del 36—, cruce entre con motor delantero, entre recuer-
y —ironías de don Juan— de solte- el fútbol, Hollywood y el gotha dos de Caracciola: «hijo de esta co-
rías. En estas codiciadas joyas (en aristocrático, muchos corredores marca, cambió el olor a sopa de
torno a 500.000 euros) quemadas eran jabatos de familias notables, buey por el del aceite, legendario
de aceite, cada pieza que se rompe desde Chiron a Féstetics, pasando e imbatible sobre las flechas de
tiene que volver a hacerse a ma- por príncipes como Nicolás de Ru- plata», reza la cochera 5 de Nür-
no. «El viejo compresor (8 cilin- manía, Birabongse, Starrabba o burgring, donde «sus duelos con
dros) casi me impide estar en esta Bagration, marqueses como Bri- Rosemeyer pasaron a los anales».
salida». Ingeniero y mecánicos si- vio, Belleroche, el mismo y malo- «Oldtimer» define a los vehículos
guen alimentándolo a mano hasta grado Portago, o condes como Uno de los coches participantes de antes de una guerra, que en Es-
el último segundo. A los mandos, Howe, Volpi, Lurani, Zborowski o en el Rally histórico del centenario, paña truncó el Penya Rhin y tanto
el 8CM tiene los pedales cambia- von Trips, entre otros muchos, y a la llegada a Nürburgring más, y en Europa catapultaría al
dos: «cuesta acostumbrarse: si de los que varios se mataron. automóvil alemán y desolaría el
vas a acelerar, frenas». Y el embra- continente; pero Nürburgring
gue sólo es para salir en este mo- Seda y sacos de dormir por el rugir brutal de un circuito cree que la fascinación excede es-
tor solera del 34 (209 kw), luego, En el centenario aún se cruza el mítico y el olor a aceite, confiesa quematismos: «Oldtimer son esos
las cuatro marchas se cambian só- señorío de los «gentlemen dri- Rettenmaier. En su caso, olor al autos recordados con gusto», dice
lo desde el volante. vers», pañuelos de Burberry's, y metanol con que singularmente el príncipe Ysenburg y Budingen,
El encargo en 1934 para la V Pen- mecánicos enviciados con la fami- carbura el 8CM de aquel conde pi- que preside el club.
ya-Rhin de éste y el número 3019 a lia en la furgoneta y el auto repa- loto, apresado al terminar la gue- Y el programa no ha dejado fue-
Maserati —pagado quizá con las rado en un transportín: caja de he- rra por usar sus coches para cru- ra la primera Fórmula 1 de los 50,
joyas de su madre, como dice la rramientas y saco de dormir, en zar gente de zona. No era el más los FJunior de Lurani, aquellos
leyenda— inauguró la inopinada vez de maletas de Vuitton. Todo rápido, pero sí el más cachondo, Lola y Brabham de los 60, la belle-
escudería Villapadierna —la pri- escribió de Villapadierna Javier za deportiva del Gran Turismo o
mera española—, con Joaquín Pa- del Arco. la aerodinámica de los 70, los Mi-
lacio, más avezado y que sería em- «Aparte su valor, estos autos nis, los monstruos Interserie, los
blemático luego para el Pegaso El «cacharro» de aquel español pionero del cuentan una historia», dice el her- Supersport de la CanAm... Seis-
Z-102/3. Nuvolari, Zehender, automovilismo es único. Su actual mano de Rettenmaier, Joseph, cientos representantes de seis dé-
Étancelin, Howe, Witney y Mme que posee el Maserati 250F (1954) cadas de leyenda sobre ruedas to-
Braillard —para el conde de Beau- propietario lo considera una joya, que de Stirling Moss y otro 6C/34, que maron la salida de honor. Y para
fort— son las otras figuras consig- alcanza los 280 kilómetros hora siempre gana, pero el domingo todos fue literal. 쮿

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