Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
foliar
LA TECNOLOGÍA AGRÍCOLA DEL SIGLO 21
ABRIL 2004
2
e-mail: humbertoangel833@yahoo.com
ESTUDIOS REALIZADOS:
UNIVERSITARIOS
Universidad Nacional de Colombia
Facultad de Agronomía – Palmira
Título: Ingeniero Agrónomo – 1963
ESPECIALIZACIÓN
New Mexico State University
Las Cruces, New Mexico, USA.
Título: Master of Science – 1975
EXPERIENCIA LABORAL
Hoechst Colombiana.
Jefe Sección Nacional de Equipos y Aplicaciones
Enero de 1980 – Diciembre 1989
Cali - Colombia
BERTHOUD (Francia)
Director Equipos y Aplicaciones para Colombia. 1990.
NACIONAL DE FUMIGACIONES
Gerente y Asesor Técnico.
Armenia – Quindío – Colombia
1991 – 1999
LA FERTILIZACIÓN FOLIAR
1. Prólogo
2. Historia
7. Generalidades.
11. FOTOSÍNTESIS.
28. BIBLIOGRAFÍA.
5
1. PRÓLOGO.-
Uno de los desafíos durante este siglo 21, lo constituye la producción más eficiente
de alimentos para enfrentar el hambre y la pobreza simultáneamente.
Una de las técnicas más difundidas y que está alcanzando gran auge en muchos
países en la nutrición de cultivos es: la “fertilización foliar.”
Las raíces y tallos de las plantas terrestres son órganos funcionalmente separados,
aunque dependientes. El tallo recibe los nutrientes a partir de la raíz y por el
contrario, los metabolitos son translocados a la raíz, vía tallo.
Las plantas pueden alimentarse a través de las hojas mediante la aplicación de sales
nutritivas disueltas en agua. Los nutrientes penetran en las hojas de las plantas a
través de aperturas denominadas estomas.
Esta es una práctica cada vez mayor, llamada “aplicación foliar”, especialmente útil
para la corrección de deficiencias de elementos micronutrientes que tienden a ser
inmovilizados en el suelo (Krantz et al., 1962).
La fertilización foliar es una práctica agronómica poco investigada, razón por la cual
existe aún controversia y confusión sobre sus alcances.
La eficiencia actual de los fertilizantes aplicados al suelo es baja, alrededor del 10%
para el fósforo y entre 30 y el 50% para el potasio y el nitrógeno. La mayoría del
boro en el suelo no está disponible para las plantas.
Los cultivos necesitan los microelementos en cantidades muy pequeñas (gramos por
hectárea), por lo general, pero estos pocos gramos pueden representar la diferencia
entre la obtención de altos rendimientos y el fracaso de la cosecha.
9
10
Las deficiencias de MICROELEMENTOS provocan síntomas característicos en las
plantas, pero puede ser demasiado tarde para adoptar las medidas correctivas
después que estas han aparecido, puesto que el daño ya estará hecho, afectando la
producción. (Barrera, B. L. CORPOICA, Tunja)
Introducción
Desde el punto de vista del costo efectivo, las aplicaciones foliares son menos caras
que las realizadas al suelo para corregir deficiencias de micronutrientes, debido entre
otras razones, a que se necesitan menores cantidades de producto y su aplicación
puede realizarse simultáneamente con la de pesticidas.
Las aspersiones de urea han sido la fuente más usual de Nitrógeno vía foliar. En
frutales y otros cultivos como piña y caña de azúcar es una práctica casi tradicional.
Al aplicar los fertilizantes foliares sobre el follaje, éstos penetran en pocos minutos a
los espacios extracelulares del limbo foliar y allí quedan protegidos de los períodos
de lluvia. Luego se van asimilando en un período de 1 a 4 días y se reparten por
toda la planta vía floema cumpliendo sus múltiples funciones nutritivas y
estabilizadoras del balance nutricional. (Coljap).
14
5. VENTAJAS DE LA FERTILIZACIÓN FOLIAR.
D. Con cultivos de área foliar grande (cítricos) y aquellos en los cuales la carga
de frutos es grande (aguacates y mangos, etc.)
Como se sabe, la cutícula que recubre la epidermis de las hojas es una barrera inicial
al paso de sustancias acuosas: en especial, la capa de cera es fuertemente
hidrófoba, por ello para que se puedan introducir las soluciones es necesario que
éstas sean de naturaleza lipófila, o bien será preciso añadir ciertas sustancias como
los surfactantes, humectantes o penetrantes, que faciliten la adhesión a la superficie
foliar.
La mayoría de los fertilizantes foliares están en forma mineral, y los nutrientes son
más o menos absorbidos por las hojas dependiendo del anión al que van unidos; por
ejemplo, en estudios hechos en plantas de café, la fertilización foliar resulta más
efectiva si el nitrógeno se aplica como urea, el fósforo como fosfato amónico, el
potasio como cloruro, nitrato o sulfato y el azufre, cobre, hierro y zinc como sulfatos.
EFICIENCIA.
17
Las aplicaciones de foliares se pueden usar para ayudar a las plantas a recuperarse
de estrés por transplante, daño por viento u otras condiciones climáticas extremas.
Tal parece que los fertilizantes foliares que llevan una solución nutritiva completa
influyen más en el incremento global de rendimiento de un cultivo que cuando se
aplican 2 o 3 nutrimentos. Rodríguez (1997) probó tres fertilizantes foliares en el
cultivo de tomate que contenía todos los nutrimentos esenciales, encontrando
diferencias de rendimiento del 21% sobre los testigos.
7. GENERALIDADES.
18
Los suelos vírgenes suelen contener cantidades adecuadas de todos los elementos
necesarios para la correcta nutrición de las plantas. Pero cuando una especie
determinada se cultiva año tras año en un mismo lugar, el suelo puede agotarse y
ser deficitario en uno o varios nutrientes. En tal caso, es preciso reponerlos en forma
de fertilizantes.
Si por alguna razón, aparecen síntomas de carencia de uno o más nutrientes, esto se
debe a un estado de desnutrición aguda. (Stoller).
Casi todos los suelos contienen fósforo, potasio, azufre, magnesio, calcio, hierro,
cobre, zinc, manganeso, boro y molibdeno.
19
El agua de los pozos del “cinturón del maíz” americano y las aguas subterráneas de
muchas partes de Europa occidental presentan una peligrosa acumulación de
nitratos. Concentraciones que exceden con mucho los límites legalmente
autorizados aparecen no sólo en los arroyuelos que drenan las áreas de cultivo, sino
también en los ríos principales, como el Mississippi o el Rin.
El nitrógeno que termina llegando a las laguna, los lagos y las bahías oceánicas
suele causar eutrofización, es decir, la abundancia en las aguas de un nutriente cuya
concentración previa era escasa. El resultado es que las algas y las cianobacterias
encuentran pocas restricciones para crecer; su posterior descomposición priva de
oxígeno a otras criaturas y produce la reducción (o la eliminación) de determinadas
especies de peces y crustáceos.
Mientras que los problemas de eutrofización se deben a las grandes distancias que
pueden recorrer los nitratos disueltos, la persistencia en el suelo de productos
nitrogenados provoca también problemas, pues contribuye a la acidificación de
muchos suelos cultivables, junto con los compuestos azufrados que se forman
durante los procesos de combustión y después precipitan desde la atmósfera.
La reacción del óxido nitroso con el oxígeno excitado contribuye a la destrucción del
ozono de la estratosfera (donde estas moléculas sirven de pantalla reflectora frente a
los peligrosos rayos ultravioleta), mientras que más abajo, en la troposfera,
promueve el calentamiento excesivo producido por el efecto invernadero. La vida
media del oxido nitroso atmosférico es superior a un siglo.
Además, un exceso de NITRÓGENO origina en los cultivos, hojas grandes con color
amarillo oscuro; así mismo, las células foliares son grandes, pero la resistencia
mecánica disminuye y aumenta la susceptibilidad al ataque de enfermedades,
especialmente de tipo fungoso. Además, la producción de excesivo follaje va en
detrimento de la formación de tubérculos, por lo cual se obtienen producciones
reducidas (Hooker, 1986). El retraso en la maduración es también un síntoma
asociado al excesivo suministro de Nitrógeno. (NUTRIMÓN).
Los nitratos de los fertilizantes radiculares son tóxicos para el hígado y el sistema
neurológico. El excesivo uso de fertilizantes nitrogenados puede provocar que los
alimentos absorban nitratos, que al ser consumidos se convierten en nitrosamina,
una sustancia que puede generar mutaciones en las células y, por lo tanto, hacer
susceptibles a las personas a desarrollar cáncer con el paso del tiempo. (Gaceta
Universitaria, Ciudad México. Mayo de 2000).
Esos mismos nitritos a partir de la conversión de los nitratos puede combinarse con
las aminas provenientes del metabolismo de las proteínas para formar las
cancerígenas nitrosaminas.
Los vegetales son la principal fuente de nitratos en la dieta humana. Por eso la
Comisión Europea ha elaborado el reglamento 315/93 con el fin de proponer a cada
Estado miembro la elaboración de un Código de buenas prácticas agrícolas que
orienten al agricultor para producir hortalizas con el mínimo contenido posible de
nitratos.
Una tendencia muy importante, que cada vez tiene más acogida es la fertilización
orgánica, pero debido a que la población mundial aumenta a gran velocidad, es
necesario tener una gran eficiencia para lograr la satisfacción de necesidades
alimentarias cada vez mayores, lo que requiere investigación, criterios muy amplios y
una buena dosis de creatividad.
Así pues, estudiando las estipulaciones elaboradas por la Comisión del Códex
Alimentarius, la legislación de la Unión Europea, las normas básicas del IFOAM, y
la Resolución 544 del Ministerio de Agricultura, encontramos la autorización para el
empleo en agricultura orgánica de varias presentaciones de elementos menores y
oligoelementos y de otros productos de aplicación foliar, que ayudarán al agricultor a
mejorar su producción de una manera amistosa con la naturaleza.
Por fortuna ya existen en nuestro país, empresas que ponen a disposición de los
agricultores orgánicos diversas formulaciones de fertilizantes foliares que cumplen
con las legislaciones citadas.
24
9. FISIOLOGÍA DE LA NUTRICIÓN FOLIAR.
Las plantas pueden alimentarse a través de las hojas mediante la aplicación de sales
nutritivas disueltas en agua. Los nutrientes penetran en las hojas de las plantas
a través de aperturas denominadas estomas. Estas estructuras se encuentran
tanto en la superficie foliar superior (haz), como inferior (envés), y juegan un papel
importante en la absorción de nutrientes por vía foliar.
Sin embargo, los estomas no son la única posibilidad de absorción de los nutrientes
a través del follaje. Se ha comprobado que también puede haber penetración a
través de espacios submicroscópicos denominados ectodesmos que se encuentran
en las hojas. Además se sabe que la cutícula de las hojas se dilata al humedecerse,
produciéndose espacios vacíos que permiten la penetración de soluciones nutritivas.
25
El proceso de absorción de nutrientes por vía foliar tiene lugar en tres etapas: en la
primera etapa, las sustancias nutritivas aplicadas a la superficie penetran la cutícula
y la pared celular por difusión libre; en la segunda etapa, las sustancias son
absorbidas por la superficie de la membrana plasmática; en la tercera etapa, pasan
al citoplasma.
VELOCIDAD DE ABSORCIÓN
La velocidad de absorción de los nutrientes por vía foliar es muy variable ya que
depende de varios factores. Los principales son:
b) Especie cultivada
c) Ión acompañante
Los demás elementos, con la posible excepción del magnesio (Mg), requieren como
mínimo un día para alcanzar la misma magnitud de absorción. El fósforo (P), se
destaca porque su absorción es relativamente más lenta, requiriendo hasta cinco (5)
días para ser absorbido en un 50%.
El gráfico de la próxima página nos ilustra como una planta utiliza el agua y los
nutrientes provenientes del suelo y el oxígeno del aire para la FORMACIÓN DE
CARBOHIDRATOS, grasas y proteínas. Cuanto más abundante sea esta
FORMACIÓN, mayor será la cantidad de alimento o fibra que la planta producirá.
29
30
TRANSLOCACIÓN
Una vez que ha tomado lugar la absorción, las sustancias nutritivas se mueven
dentro de la planta utilizando las siguientes vías:
Según Ramírez y Lora (1983) el movimiento por el xilema es poco afectado por las
actividades metabólicas, puesto que se realiza por células muertas. Los productos
aplicados al suelo se mueven principalmente de esta manera. El transporte por el
floema puede ser hacia el ápice o hacia la raíz. Este es el principal medio de
transporte para las materias aplicadas a las hojas.
Para alcanzar los tejidos conductores, las sustancias aplicadas tanto a las hojas
como la raíz, pueden moverse de célula a célula pasando por el protoplasma, por las
paredes o por los espacios intercelulares. Las sustancias aplicadas a las hojas se
mueven principalmente a través del citoplasma. El movimiento por el floema se
realiza de lugares de síntesis de compuestos orgánicos a lugares de
utilización.
Esta es una de las condiciones en las cuales la utilización de la nutrición foliar cobra
mayor alcance. Las situaciones de emergencia son aquellas que resultan en
limitantes drásticas para la nutrición del cultivo a través del sistema radicular. Las
más importantes se discuten a continuación.
SEQUÍA
ENCHARCAMIENTO
Las caídas bruscas de temperatura, que ocurre en algunas zonas de clima frío,
provocan pérdidas importantes de follaje en cultivos como papa, hortalizas, pastos,
etc. En este caso, la aplicación de fertilizantes por vía foliar permite restaurar
rápidamente el área foliar afectada. Además, se ha encontrado que las aplicaciones
foliares de K, administradas con criterio preventivo, pueden atenuar los daños
causados por las heladas.
La ocurrencia de suelos salinos y alcalinos (con exceso de sodio) es cada vez más
frecuente. Estas condiciones adversas afectan drásticamente la productividad
agrícola. Los efectos adversos de la salinidad y exceso de sodio (Na) en el
desarrollo vegetal se relacionan con los siguientes procesos:
33
a) Inhibición de la toma de agua.
c) Efectos tóxicos.
Tal como se indicó anteriormente, uno de los factores que controla la absorción
activa de nutrientes por la raíz es el balance catiónico. En general, la constitución de
la cubierta catiónica en la fase cambiable del suelo, debe mantener la siguiente
frecuencia considerada normal: Ca>Mg>K>Na.
DESARROLLO R A D I C U L A R L I M I T A D O
Una adecuada alimentación vía radicular exige, como es obvio, un buen crecimiento
de la raíz. Desafortunadamente, con frecuencia se presentan en el suelo
condiciones físicas o químicas que limitan el desarrollo radicular, afectando la
absorción de nutrientes. Algunas de estas situaciones se describen a continuación:
a) Toxicidad de aluminio (Al). Esta es, sin duda, la condición adversa más común
en el medio tropical. El exceso de Al se presenta en suelos ácidos e inhibe el
desarrollo radicular, afectando la absorción de agua y nutrientes.
c) Nivel freático alto. En los valles y altiplanos suele ser frecuente la condición de
un nivel de agua subterránea cercano a la superficie, en particular durante la
época de lluvia. El nivel freático alto es una barrera que impide el normal
crecimiento del sistema radicular, ya que se genera un efecto análogo al del
encharcamiento o inundación, lo cual, de hecho limita la absorción de nutrientes
vía raíz.
Los iones nutritivos pueden ser arrastrados por las aguas de drenaje que percolan a
través del suelo. Este proceso se denomina lixiviación. El N es el elemento que está
más sujeto a este proceso, en particular cuando el N se encuentra en forma de
nitrato (NO³), que es un ion débilmente retenido en el suelo y, por tanto, altamente
móvil.
FIJACIÓN
a) pH del suelo
b) Contenido de óxidos de Fe y Al
c) Tipo de arcilla
36
d) Contenido de materia orgánica
e) Contenido de arcillas amorfas
f) Tipo de fertilizante fosfórico
g) Forma y época de aplicación del fertilizante
PÉRDIDAS E N F O R M A D E G A S
INMOVILIZACIÓ N
En suelos tropicales, la eficiencia del potasio (K) aplicado como fertilizante está entre
el 20 y el 60%, con un promedio del 40%. La mayor parte de K aplicado se pierde
por lixiviación.
Con esto en mente, se considera la aplicación de todos los nutrientes por vía foliar,
en estados tempranos del ciclo vegetativo (15 a 45 días desde la germinación), como
una fertilización de tipo preventivo. Se señala además, que esta modalidad de
abonamiento contribuye a la alimentación inicial de la planta, lo que impulsa el
desarrollo rápido del sistema radicular, el cual a su vez podrá aportar más rápido con
nutrientes al crecimiento del cultivo.
39
En cultivos anuales o de ciclo corto, la aplicación foliar debe efectuarse temprano en
el ciclo. Esto se debe a que entre los primeros cuarenta a sesenta días después de
la germinación, dependiendo de la especie y variedad, ocurre la formación o
diferenciación de las células que darán origen posteriormente a flores y frutos.
INFORMACIONES AGRONÓMICAS. INSTITUTO DE LA POTASA Y EL FÓSFORO. N° 25. OCTUBRE DE
1.996.
NITRÓGENO.
Nitrógeno Orgánico.
Nitrógeno inorgánico.
Se presenta en forma de iones amonio (NH4 +) y nitrato (NO3-) que son rápidamente
disponibles para las plantas. Si bien las plantas pueden absorber tanto iones NH 4
como NO3, es esta última forma de N la que más absorben las plantas (Sarasola y
Rocca , 1975). Los fertilizantes nitrogenados suplen el N en estas dos formas.
MINERALIZACIÓN.
La mineralización del N es la transformación microbiana de las formas orgánicas de
N a NH4. De esta forma el nitrógeno orgánico pasa a una forma inorgánica que
pueda ser absorbida por las raíces de la planta o transformada a NO3. La
mineralización de N se incrementa con la temperatura y con humedad adecuada,
pero no excesiva.
NITRIFICACIÓN.
El NH4 mineralizado de las formas orgánicas y el NH4 añadido al suelo en los
fertilizantes se transforma en NO3 mediante el proceso microbiano denominado
nitrificación. Este proceso se lleva a cabo en dos fases. En la primera el NH 4 es
oxidado formando nitrito (NO2) mediante la intervención de las bacterias
Nitrosomas. En la segunda fase el NO2 se transforma en NO3 con la intervención de
las bacterias Nitrobacter.
EN LAS DOS FASES ES INDISPENSABLE LA PRESENCIA DE OXÍGENO (O2). POR ESTA RAZÓN LA NITRIFICACIÓN
OCURRE RÁPIDAMENTE EN SUELOS BIEN AIREADOS Y SE REDUCE SIGNIFICATIVAMENTE EN SUELOS ENCHARCADOS.
VOLATILIZACIÓN.
El N del suelo puede perderse por volatilización, que es proceso que transforma NH4
en gas amoníaco (NH3). Este proceso está principalmente asociado con la
aplicación superficial de los fertilizantes nitrogenados. Las pérdidas de NH3 son
favorecidas por suelos de pH naturalmente alto o por reacciones que elevan
temporalmente el pH como sucede con la urea.
La LEY DEL MÍNIMO formulada por Justus Von Liebig en 1840, plantea que la
producción de un cultivo está limitada por el nutriente que se encuentre en menor
proporción de acuerdo con sus adecuados niveles. Y que, por lo tanto, al
incrementar el nivel de éste nutriente deficitario, como en el caso del BORO (B) en la
gráfica, la producción estará limitada por el siguiente elemento de déficit, en este
caso el Zinc (Zn) y así sucesivamente.
Sólo cuando las hojas del barril lleguen a la misma altura, éste tendrá su máxima
capacidad, lo cual significa que en las cosechas, a medida que se corrigen las
deficiencias de los diferentes nutrientes, se podrá lograr la máxima producción de
acuerdo con el potencial genético de la planta a cultivar y siempre y cuando las
condiciones del cultivo sean adecuadas, como son el oportuno control de malezas,
plagas y enfermedades, nivel hídrico adecuado y las demás condiciones
agronómicas necesarias.
Y todo ello se debe a unos minúsculos organoides presentes en la célula vegetal, los
cloroplastos, y a una molécula, la clorofila.
Los cloroplastos son organoides celulares de forma más o menos aplanada que
contienen en su interior un complicado sistema de membranas.
Las plantas superiores usan estos sistemas especializados para conducir hacia las
hojas, el agua y los minerales esenciales para la fotosíntesis. Los productos
orgánicos de la síntesis (azúcares, almidones, lípidos y proteínas) se distribuyen
hacia los órganos y células para su nutrición o almacenamiento. Estas funciones de
transporte dentro de la planta las realiza un sistema de conductos o vasos que se
conocen como tejidos vasculares.
Los tejidos vasculares son el xilema y el floema. El primero conduce el agua y los
minerales desde la raíz hacia las hojas. El floema distribuye los productos
elaborados en las hojas hacia los demás órganos. En las plantas de tallo leñoso, el
xilema es central y corresponde a la madera; el floema es periférico y constituye la
parte interna de la corteza. Cada uno de ellos presenta células especializadas para
la conducción, fibras de soporte y células que almacenan alimento y agua. En las
plantas herbáceas, se presenta una disposición en haces vasculares, en los que el
floema rodea el xilema.
Los dos constituyentes del sistema vascular de las plantas superiores -el floema y el
xilema- portan sendos tipos de savias. Por los vasos del floema circula la solución
de sustancias orgánicas elaboradas en las hojas; su flujo desciende para repartirse
por toda la planta. Por los vasos leñosos del xilema fluye, en forma ascendente, el
agua con las sales disueltas procedentes del suelo, desde la raíz hacia las hojas y se
le llama savia bruta. El fluido que circula por el floema se denomina savia
descendente o savia elaborada.
47
XILEMA.
Se aplica éste término a los elementos leñosos de las plantas, que están
conformados por este tejido. Existen dos tipos de células que conducen soluciones
por el xilema: las traqueidas y los elementos vasculares o vasos. Las traqueidas son
células alargadas con extremos puntiagudos y engrosamiento en las paredes. Los
elementos vasculares son células cilíndricas, de diámetro ligeramente mayor que las
traqueidas, que pueden alcanzar hasta tres metros de longitud.
Estos forman un tubo continuo que se conoce como el vaso del xilema. Las
traqueidas y los elementos vasculares mueren al llegar a la madurez. Además, el
xilema sirve como soporte a la estructura de la planta.
FLOEMA.
Hay tres tipos de células del floema: los elementos del tubo criboso, las células
acompañantes y las fibras del floema. Los elementos del tubo criboso tienen como
48
función principal el transporte de nutrimentos. Las paredes de estas células
presentan poros que se localizan en las zonas donde las células del mismo conducto
entran en contacto. Por este hecho se les da el nombre de células cribosas, y al
conducto que forman, tubo criboso. El citoplasma de las células del floema fluye en
forma circular. Las moléculas sintetizadas se mueven dentro de esta corriente
citoplasmática y pasan, de célula en célula, a través de los poros.
Por el floema fluyen varias sustancias de importancia comercial: los taninos del
mangle, que se usan para curtir pieles; el látex o caucho natural, que se extrae del
árbol del caucho, y algunas sustancias farmacológicas, como la morfina, que se aísla
del capullo de la flor de amapola.
.
49
12. DIFERENCIAS ENTRE LA FERTILIZACIÓN RADICULAR Y LA
FERTILIZACIÓN FOLIAR
Los fertilizantes aplicados al suelo, para poder se asimilados por las plantas
necesitan de un suelo húmedo para poder disolverse y ser tomados por las raíces.
Esto NO ocurre en épocas de sequía.
Si las raíces sufren daños por las labores con azadón, maquinaria (arados) o por
ataques de insectos, se pierde la capacidad de tomar el fertilizante.
Si el suelo es muy alcalino o muy ácido los nutrientes son fijados por las arcillas y no
pueden ser tomados en forma adecuada por las raíces de las plantas.
En esta forma obtendremos colinos de café precoces, fuertes y aptos para un buen
desarrollo y producción después del transplante.
La acumulación del agua por falta de drenaje reduce el espacio con aire del suelo.
Esto limita el intercambio gaseoso reduciendo la entrada de oxígeno atmosférico (O2)
(indispensable para el proceso de respiración) y evitando la salida de dióxido de
carbono (CO2) (producto de la respiración).
En ausencia de oxígeno, las raíces pueden sufrir daños severos e incluso morir. En
estos casos la eficiencia de uso de fertilizantes radiculares es muy baja, debido a
que la energía proveniente del proceso de respiración en las raíces es parcialmente
utilizada en la absorción de nutrimentos y en condiciones de exceso de humedad la
respiración se reduce y la energía producida es mínima. (Pizarro, 1985) en MANUAL
DE NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DEL BANANO. Instituto de la Potasa y el
Fósforo. Quito – Ecuador. 1995.
54
16. IMPORTANCIA, FUNCIONES Y SÍNTOMAS VISUALES DE LA DEFICIENCIA
DE LOS DIFERENTES ELEMENTOS EN LA NUTRICIÓN VEGETAL.
DEFICIENCIA DE NITRÓGENO
Se presenta primero en las hojas viejas.
Síntomas:
Los frutos se vuelven amarillos, crecen poco y ser caen con facilidad.
55
DEFICIENCIA DE FÓSFORO.
Síntomas:
Las hojas de los cafetos presentan manchas amarillas en las cuales hay
coloraciones rojas.
En casos severos, se produce una caída total de las hojas de las ramas que
tienen frutos en maduración.
56
DEFICIENCIA DE POTASIO.
Síntomas:
Síntomas:
En las ramas que tienen frutos en maduración se caen las hojas más viejas.
58
DEFICIENCIA DE HIERRO.
Síntomas:
Las hojas toman un color verde pálido, menos las nervaduras que conservan
el color verde normal.
DEFICIENCIA DE BORO.
Síntomas:
La yema terminal de las ramas muere. Esto hace que la planta produzca
nuevos brotes y que aparezcan ramas en forma de abanico.
60
DEFICIENCIA DE ZINC.
Para corregir ésta deficiencia procure mantener un pH del suelo por encima de 4.7.
DEFICIENCIA DE MANGANESO.
Para corregir esta deficiencia procure rebajar el pH del suelo si éste es superior a
5.6.
Síntomas:
Zn Fe Cu B Ca Mg S N P K
pH bajo X X X X
Materia X X X X X
orgánica
alta
Lixiviación X X X X X X
Exceso de X X X X X X X X X X
humedad
Malos X X X X X X X
drenajes
Mala X X X X X X X X X X
aireación del
suelo
Suelos X X X
orgánicos
N P K Ca Mg S Fe Cu B Zn Mn
Fotosíntesis X X X X
Síntesis de clorofila X X X
Síntesis de hormonas X
Síntesis de proteínas X X X
Síntesis de carbohidratos X X X
Síntesis de grasas - aceites X X
Síntesis de vitaminas X
Síntesis de aminoácidos X X
Nodulación y fijación de N X X X
Regulador de respiración X X X
Regulador de crecimiento X X X X
Regulador de agua X X
Regulador de maduración X X X X
Activación enzimática X X X X X
Reproducción celular X X X X
Fecundación X X X
63
Desarrollo radicular X X X
Resistencia tejidos X X
Metabolismo carbohidratos X X
CALIDAD COSECHA X X X X X X X X X
ELEMENTOS MAYORES:
Normalmente las planta disponen de enormes reservas de carbono (C) y oxígeno (O)
en el aire y por ello, estos elementos NO son limitantes. En contraste, es muy
frecuente la ocurrencia de deficiencias nutricionales en los elementos que proceden
del suelo, especialmente en el caso de aquellos que son requeridos en cantidades
altas, tales como el nitrógeno, fósforo y potasio. Esto se debe a que en muchos
casos los suelos, especialmente aquellos que han sido sometidos a cultivo intensivo
por mucho tiempo, no están en capacidad de suministrar los nutrientes en la cantidad
y calidad exigida por las cosechas.
NITRÓGENO
Hojas pequeñas.
Pérdida del intenso brillo o del color verde oscuro de las hojas.
Maduración precoz.
Junto al Boro, conforman los uracilos, a partir de los cuales se desarrollan unos
organelos celulares denominados ribosomas donde nace la actividad meristemática
en la planta, es decir sin este elemento no hay metabolismo.
65
FÓSFORO
Escasa floración.
66
Caída de flores.
Retraso en la maduración.
Los suelos derivados de cenizas volcánicas tienen alta capacidad para inmovilizar
(fijar) fósforo (P) en la superficie de los minerales amorfos. Esta es la principal
limitante de estos suelos. Por eso, para obtener un adecuado rendimiento de
tubérculos en estos suelos volcánicos es necesaria la alta aplicación de fósforo en
cada ciclo. Los suelos dominados por complejos humus-Aluminio parecen tener un
mayor potencial de fijar fósforo, lo cual aparentemente es difícil de satisfacer. El
análisis de suelos NO predice satisfactoriamente el estado de FÓSFORO en el suelo.
(MONÓMEROS).
POTASIO
Junto con el nitrógeno, el potasio es absorbido en cantidades altas por las plantas.
Este elemento juega un papel importante en el metabolismo de los carbohidratos y
proteínas, en el control de la transpiración y del contenido de agua en las células. Es
cofactor enzimático, interviene en la fotosíntesis y controla y regula la actividad de
varios elementos minerales. El potasio tiene una función específica en la economía
del agua en la planta, ya que controla el movimiento de los estomas y, al activar su
cierre, limita la transpiración, generando en la planta resistencia a la sequía. A través
del control enzimático favorece la síntesis de los compuestos polimerizados, tales
como las proteínas y carbohidratos. Además, controla la translocación y
acumulación de los azúcares especialmente en frutos y tubérculos.
Una función del Potasio es regular la entrada de Carbono (CO2) en las plantas a
través de los estomas, diminutos poros principalmente ubicados en el envés de las
hojas (parte inferior), cuya función es abrirse y cerrarse y es regulada por el
suplemento de Potasio. En plantas bien provistas de Potasio se incrementa el
número y tamaño de los estomas por unidad de área, facilitando de ésta manera el
67
intercambio de CO2 y oxígeno (O2) del tejido de la hoja. La regulación en la apertura
y cerrado de los estomas ejerce efecto en la tasa de transpiración, evitándose
pérdidas innecesarias de agua en la transpiración. (Instituto de la potasa y el fósforo,
1991; Kumar, Tesha y Akunda, 1982).
Otra función básica del Potasio es la de facilitar el rápido flujo de los productos de la
fotosíntesis dentro de la planta (floema), promoviendo de esta manera el
almacenamiento de éstos compuestos en órganos como las semillas, tubérculos y
frutos. La tasa del transporte del agua y nutrientes en el interior de los tejidos
conductores (xilema) se incrementa con un alto suplemento de Potasio. (Instituto de
la potasa y el fósforo, 1988).
Guerrero (1989) anota que tanto el nitrógeno como el potasio pueden ser
fácilmente absorbidos por las hojas y transportados hacia los sitios de crecimiento
activo como hojas nuevas, frutos jóvenes, ramas en crecimiento y meristemos
apicales.
AZUFRE
b) Formación de la clorofila.
Los síntomas de deficiencia de Azufre son muy similares a los generados por la
deficiencia de Nitrógeno. En ambos casos la planta se torna amarillenta. Sin
embargo, la deficiencia de Nitrógeno genera clorosis general del follaje, en tanto que
la del Azufre se localiza en las hojas más jóvenes. Además el crecimiento de los
brotes y los tallos se tornan duros, leñosos y delgados.
Como se ve, el hecho de que el azufre esté involucrado como esencial en la síntesis
de clorofila, sugiere el papel primordial que puede tener este elemento sobre los
componentes de productividad en los cultivos como son tallos, hojas, raíces, granos
y aceites.
MAGNESIO
También presenta menor cuajado y alternancia de cosecha. Una buena y una mala
al período siguiente en los cultivos perennes.
72
Un buen suministro de Magnesio le da a la planta resistencia a la fitotoxicidad
causada por algunos herbicidas.
Una alta proporción del Magnesio absorbido contribuye a la regulación del pH celular
y al balance electroquímico.
La cantidad necesaria de magnesio para las plantas cultivadas cada día aumenta,
debido entre otras por el uso de variedades mejoradas que aumentan el promedio de
producción, por eso las deficiencias de magnesio también, simultáneamente, se
incrementan y para poder corregirlas es necesario aumentar el suministro de este
elemento.
Se presentan además:
Clorosis entre las nervaduras de las hojas más viejas formando una V verde
o bronceada.
73
Caída excesiva de hojas.
Muerte descendente.
De otra parte, las plantas requieren para su nutrición cantidades muy pequeñas de
los siguientes elementos: hierro (Fe), manganeso (Mn), cobre (Cu), zinc (Zn), boro
(B) y molibdeno (Mo).
COBRE
El cobre induce formación de polen viable, por ello las más altas demandas de cobre
se presentan en la floración.
En comparación con otros compuestos, los del cobre tienen una toxicidad
relativamente baja, y esto beneficia al aplicador, al consumidor y al medio
ambiente. Mabbett.
En las plantas nuevas las hojas se pueden curvar hacia abajo, quedando “colgadas”
como si estuvieran marchitas. (Malavolta).
BORO
75
Se usa en cítricos cuando las naranjas resultan amargas y con poco jugo. La
deficiencia de Boro disminuye la translocación de jugos. Los azúcares se
transportan desde las hojas a los frutos por acción del Boro y el Potasio.
La deficiencia de Boro (19-27 ppm) puede ser una de las causas de la muerte
descendente (DIE-BACK).
El efecto de fertilizar con Boro, produjo incrementos en los rendimientos, por efecto
en la reducción de la infertilidad, por aumento de macollamiento o frutos por unidad
de superficie y por mayor llenado de granos, debido a que el Boro es esencial en el
crecimiento del tubo polínico, en la germinación del polen y en la translocación de los
carbohidratos. (PANTOJA, C.L y B: García. ICA - Pasto).
Las mazorcas de maíz no llenan con grano las puntas por deficiencia de Boro. Hay
aborto.
En hojas nuevas se presenta color verde sin brillo y puede presentar formas
raras.
Entrenudos cortos.
Caída de flores.
ZINC
Muerte descendente.
78
Hojas pequeñas y estrechas.
HIERRO
El hierro puede ser absorbido por las raíces de las plantas en forma iónica o como
sales orgánicas complejas. También es absorbido por las hojas cuando se aplican
pulverizaciones foliares de sulfato de hierro y sales complejas de hierro llamadas
quelatos. Aunque el ión férrico puede ser absorbido por las plantas, la forma activa
metabólicamente es el ión ferroso.
CALCIO
En el caso del tomate, su deficiencia produce una mancha grande y seca en la punta
del fruto.
MANGANESO.
El pastoreo debe ser rotacional y dependiendo del tamaño de los potreros, ojalá con
cerca eléctrica. Tanto el CORTE como el PASTOREO NO se deben hacer por
debajo de 5 a 7 cm. de altura, para evitar la remoción de los alimentos de reserva
que se localizan en la base de los tallos de pasto y que permiten su rápida
recuperación y crecimiento.
La calidad del forraje producido se puede considerar alta y suficiente para satisfacer
en gran proporción los requerimientos nutricionales de los animales.
Del manejo del pasto depende en gran proporción la producción de carne y leche.
En rotación se debe pastorear cuando aparezcan las primeras espigas y se debe
retirar el ganado cuando el pasto baje a entre 7 y 10 cm. de altura.
El Boro y otros elementos menores parecen ser limitantes en suelos de clima frío y
medio ácidos. Las cantidades de elementos mayores y otros pueden ser altas,
especialmente de Fósforo, Potasio, Calcio, Azufre y Magnesio. Estos elementos se
deben aplicar al comienzo de cada época de lluvia, complementados con cantidades
suficientes de Boro, Zinc y Cobre. El fertilizante de mantenimiento se puede aplicar
en dosis de 50 a 100 Kg/ha. después de cada corte. (ABOCOL).
En segundo lugar se afecta la calidad del forraje, medida por diferentes parámetros
como son el contenido de los distintos nutrimentos utilizados por el animal, como
proteína, minerales o por las variaciones en la digestibilidad del pasto.
El tercer efecto se manifiesta por un incremento en el rendimiento, el cual puede
estar representado por un aumento en la producción de carne o leche por animal, o
por un incremento en la capacidad de carga o por ambos.
El Azufre está muy relacionado con el metabolismo del Nitrógeno, tanto en la planta
como en el animal. Contenidos adecuados de Azufre aumentan el contenido de
proteína de los forrajes, ayudan a prevenir las intoxicaciones por nitritos y
nitratos y mejoran la digestibilidad de la fibra y la materia seca, debido a un mejor
funcionamiento de las bacterias del rumen.
Los principales desórdenes que se pueden presentar en los animales, y que han sido
relacionados con solo fertilización nitrogenada (urea), son:
FERTILIZACIÓN DE MANTENIMIENTO.
Está encaminada a suministrar los nutrientes extraídos por los pastos, con el objeto
de que la producción de forraje no decaiga aceleradamente, y de esta manera se
conserve un buen nivel de productividad en el hato.
Además del sistema normalmente usado de nutrición a través de las raíces, las
plantas también pueden asimilar nutrimentos a través de las hojas, mediante la
fertilización foliar. Para que se presente una absorción significativa de nutrimentos
a través de las hojas, es necesario que éstos se encuentren en una forma fácilmente
asimilable desde el punto de vista químico.
Los compuestos orgánicos que forman los minerales con el ácido EDTA (disodio de
calcio) se denominan quelatos y son fácilmente absorbidos por las plantas
superiores.
De acuerdo con Salazar, F., las fuentes orgánicas más comunes en la fertilización
foliar son los sulfatos de Fe, Zn, Mn y Cu; los tetraboratos de Na y NH4.
QUELATOS SINTÉTICOS.
Son compuestos formados por la conformación de un ión metálico con un agente
quelatante (usualmente orgánico) en una estructura de anillo que evita que el catión
pueda combinarse con estas sustancias para formar compuestos insolubles. El más
importante es el EDTA, ácido etilen diamino tetra acético.
87
QUELATOS NATURALES.
Son compuestos orgánicos naturales que contienen grupos reactivos similares a los
agentes quelatantes sintéticos. Generalmente son derivados de la madera. Aunque
no son verdaderos quelatos, pues el mecanismo de enlace no es un enlace
coordinado verdadero, tiene menor estabilidad y son más fácilmente degradados por
los microorganismos que los Quelatos sintéticos verdaderos. Pueden ser:
Las aplicaciones de los fertilizantes foliares se pueden realizar entre cada 15 días y 1
mes, dependiendo del estado del cultivo, de la producción esperada, de la clase de
cultivo (las hortalizas reciben tratamiento con mayor frecuencia que los cultivos de
mayor duración y tamaño) y a los pastos de corte o pastoreo en rotación, se deben
aplicar entre 3 a 5 días después de retirar el ganado.
En aplicación con bomba de espalda manual equipadas con boquillas de cono hueco
se recomiendan entre 60 y 120 litros por hectárea.
MITOS Y REALIDADES
La mayoría de las personas conocen muy poco sobre el uso de los fertilizantes y por
tanto no saben cómo realmente los alimentos llegan a sus mesas. Esto no es
ninguna sorpresa, ya que cada día que transcurre, menos personas se dedican a la
agricultura, no solo en nuestro país, sino en todo el mundo.
Esta realidad hace que cuando se cuestiona el uso de los fertilizantes comerciales,
generalmente hay mucho desconocimiento en las afirmaciones que se hacen o
existen deformaciones sobre la verdad y en algunos casos son mentiras de personas
interesadas. Pero lo lamentable del caso, es que muchas personas creen en estas
informaciones.
MITO:
“Los fertilizantes comerciales son productos químicos dañinos al medio
ambiente, vida silvestre y a las personas”.
REALIDADES:
94
Los fertilizantes contienen nutrientes de origen natural que las plantas
necesitan para crecer y producir alimentos.
Los nutrientes contenidos en los fertilizantes son los mismos nutrientes que
contienen.
MITO:
“Pero los fertilizantes comerciales son fabricados por industrias”.
REALIDADES:
Los nutrientes principales en la mayoría de los fertilizantes (Nitrógeno,
Fósforo y Potasio), provienen de la tierra y del aire. Estos no son fabricados
por el hombre, sino que existen en la naturaleza.
El Potasio (K), se obtiene mediante la evaporación del agua del mar y está
presente en depósitos de la tierra donde alguna vez en tiempos lejanos
estuvo ocupado par mares.
Las plantas al igual que los humanos necesitan una dieta balanceada.
MITO:
“Si los nutrientes están contenidos en el suelo y el aire, ¿por qué añadir más?
REALIDADES:
En realidad, los agricultores no están añadiendo nutrientes a los suelos, sino,
reemplazando aquellos que son extraídos por los cultivos.
Aunque el nitrógeno como parte del aire está presente en cualquier lugar, la
mayoría del fósforo y potasio requerido por los cultivos están por lo regular
muy lejos de los suelos agrícolas.
MITO:
“¿Porqué no dejan que la naturaleza provea los nutrientes? Los suelos
contienen todos los nutrientes que las plantas necesitan.
REALIDAD:
No es cierto que los suelos contengan todos los nutrientes que los cultivos
necesitan y en algunos casos éstos no necesariamente están dedicados a la
agricultura.
MITO:
“La agricultura orgánica no usa fertilizantes”.
REALIDADES:
En la agricultura orgánica si se usan fertilizantes, pero en forma de estiércol,
compost, humus, etc.
Los nutrientes contenidos en los fertilizantes son los mismos, sean estos
orgánicos o comerciales.
MITO:
Si los nutrientes son los mismos, ¿porqué nos los usamos todos en forma
orgánica?
REALIDADES:
Existen dos (2) grandes razones:
MITO:
La agricultura orgánica protege el medio ambiente y la vida silvestre, mientras
que la agricultura convencional no las protege.
97
REALIDADES:
En cualquier tipo de agricultura, sea orgánica o convencional, el uso eficiente
y responsable de fertilizantes comerciales en aplicaciones foliares no hace
ningún tipo de daño al medio ambiente y la vida silvestre. La cantidad y la
calidad de los alimentos producidos con la agricultura convencional, ha
permitido a la población mundial alimentarse de manera adecuada. Millones
de hectáreas adicionales serían necesarias cultivar para alimentar al mundo
si nos vamos a un sistema único de métodos orgánicos y produciríamos
menos alimentos.
MITO:
“La productividad de los cultivos es la misma tanto cuando se usan métodos
orgánicos que cuando se usa agricultura convencional”.
REALIDADES:
Los costos de producción son mayores y la producción o cosecha es
muchísimo menos en la agricultura orgánica. Por esta razón, los alimentos
producidos con el sistema orgánico son también más caros.
MITO:
“Los alimentos producidos en la agricultura orgánica, son más seguros, más
sanos y más nutritivos”.
REALIDADES:
Muchas personas tienen esta impresión, debido a que palabras “natural” y
“orgánico”, han llegado a significar “bueno y bueno para usted”, sin embargo,
no existe ninguna evidencia científica que asegure esa superioridad
nutricional.
MITO:
98
“Agricultura de alta productividad suena como: más fertilizantes para producir
mas toneladas y esto es lo único que le importa a los agricultores
comerciales”.
REALIDADES:
La agricultura es un negocio, es una forma de vida.
MITO:
“Podríamos alimentar al mundo sin fertilizantes comerciales”.
REALIDADES:
Sin el uso de fertilizantes comerciales, se presentarían las siguientes
situaciones, por lo menos:
3) Sin fertilizantes comerciales, hoy en día, habría que sembrar casi toda la
superficie terrestre. Gracias a estos fertilizantes, esto no es así.
¿Por qué?
1) Por lo menos la mitad (50%) menos de alimentos que los producidos
actualmente.
22. BIBLIOGRAFÍA.
11. Mabbett, Terry. El Cobre y los cultivos. En : Agricultura de las Américas, Dic.
1999.
19. Tisdale, S.,W. Nelson, J. Beaton y J. Havlin. 1993. Soil fertility and
fertilizers. MacMillan Publishing Company. New York, EEUU. 634 p.