Analisis historiografico
de algunos trabajos
etnomusicol6égicos sobre la
musica mexicana
Randall Kohl
ste trabajo toma, como punto de partida, otros dos que escribi ante-
riormente: “Un andlisis historiografico de la musica porfiriana con
insistencia en el estado de Veracruz”, mi primera experiencia con
la metodologia historiografica que, aunque el curso se limité a la época de
Porfirio Diaz, me permitié hacer un repaso general con respecto a la
musica mexicana. Mi objetivo principal en ese trabajo fue analizar los
estudios histérico-musicales de y sobre el porfiriato con el fin de identi-
ficar corrientes historiograficas. Una de mis hipétesis era que existen
corrientes historigrAfico-musicales que no necesariamente coinciden con
las historiogréfico-politicas. Por el hecho de que no existen muchos traba-
jos del siglo XIX, especificamente sobre la musica, la gran mayoria de los
veinticinco textos que revisé fueron fuentes secundarias como La muisica
de México (1984) de Julio Estrada, e Historia de la musica popular mexi-
cana (1989) de Yolanda Moreno Rivas.
Entre las conclusiones de ese trabajo que importan aqui se encuen-
tran: 1) pocos de los investigadores reciben una preparacién especifica
tanto en la musica como en la historia; 2) raramente se usa un método
cientifico, con objetivos, metodologia, hipétesis, etcétera, mencionados
explicitamente; 3) los textos sobre la misica cldsica presentan la historia
con una percepcién lineal y progresiva y los referidos a la musica folkléri-
ca, normalmente, no hacen ninguna referencia temporal; 4) en general,
no se discute el concepto de regién; sin embargo, la ciudad de México se
presenta, frecuentemente, como el centro de las actividades musicales;
1 Para el curso Historiografia del porfiriato, con la Dra, Heather Fowler-Salamini,
durante el semestre agosto 1998-febrero 1999,
109también es muy comitin que se enfoque a los musicos individuales como
una “regién”; y 5) dificilmente se encuentran perspectivas histérico-musi-
cales que correspondan a las histérico-politicas aunque, en algunos tra-
bajos, se detecta una suerte de “revisionismo”, en el sentido de que
algunos autores toman la responsabilidad de revisar las fuentes pri-
marias y secundarias con la intencién de dispersar mitos y errores.
Para el segundo trabajo, “Musica y regionalidad: hacia una definicién
de la misica regional”,? revisé muchos de los textos “clasicos” de 1a etno-
musicologia, como Musica folklérica y tradicional de los continentes occi-
dentales (1985), de Bruno Nettl, y algunos que son muy especificos
tematicamente, como The “son jarocho”: The History, Style, and
Repertory of a Changing Mexican Musical Tradition (1979), de Daniel
Sheehy. El propésito de ese trabajo fue analizar los conceptos que existen
acerca de la miisica regional, tomando en cuenta que la etnomusicologia
es, esencialmente, el estudio regional de la musica. Las conclusiones de
este trabajo me impresionaron profundamente: aunque es posible formar
regiones basadas en los elementos musicales, la mayoria de los textos
etnomusicolégicos no lo intentan, prefiriendo basarse en la simple
geografia fisica para la construccién de sus “regiones”.
Lo que propongo en este trabajo es un estudio relacionado con estos
dos anteriores pero, al mismo tiempo, mds profundo y mas especifico en
sus limites. Mi objetivo principal es analizar cuatro trabajos —tres
articulos y un libro— todos de los afios 90,° todos con un enfoque, al
mismo tiempo, etnomusicolégico e histérico-regional y todos sobre tradi-
ciones mexicanas. Mi hipétesis —esperanza, realmente— es que los
estudios de este tipo han realizado una transformacién, al final de siglo
XX, hacia una metodologia mas en linea con la del campo de la Historia y
los Estudios Regionales contemporaneos.
Los textos analizados son los siguientes:
1) Ethnomusicology. Historical and Regional Studes (1993), Helen
Myers, [coord.], capitulo Xv, “Regional Studies: Latin America”, de
Gorard Béhague.
2 Para el curso Teorfas de los estudios regionales, con el Dr. Joaquin Gonzalez M,
durante el semestre marzo-julio, 1999.
3 Ninguno de los textos aqui presentados fueron incluidos en los dos trabajos anteriores.
4 El libro incluye manifestaciones musicales de todo el mundo; sin embargo, para los
propésitos de este trabajo, me enfocaré al capitulo especificamente dedicado a América
Latina,
1102)“The Bolero: The Birth, Life and Decline of Mexican Modernity”
(1999), de Mark Pedelty.
3) “Strike Up the Tambora: A Social History of Sinaloan Band Music”
(1999), de Helen Simonett.
4) “La décima comprometida en el Sotavento veracruzano de principios
del siglo xIX a la Revolucién” (1998), de Ricardo Pérez Monfort.
Para los propésitos de este andlisis, divido el estudio entre las siguientes
categorias:
1) informacién biogr&fica sobre los autores
2) marcos teéricos
3) contenido y la organizacién
4) construccién de la regién
5) uso de fuentes
6) perspectiva histérico-musical
Los autores
Helen Myers es profesora de misica del Trinity College, en Hartford,
Connecticut, y consejera técnica en etnomusicologia para la serie The
Norton/Grove Handbooks in Music. Ha hecho investigaciones sobre la
misica hindi en la India y entre los inmigrantes hindwes del Caribe. Ha
escrito articulos para The New Grove Dictionary of Music (1980) y es
autora de Felicity Trinidad: the Musical Portrait of a Hindu Village
(1984).
Gerard Béhague es jefe de Area de Etnomusicologia en la Facultad de
Musica, de la Unversity of Texas, en Austin. Es especialista en las misi-
cas de Sudamérica y Africa occidental, con énfasis en Brasil y los paises
andinos. Ha escrito extensamente sobre la musica popular y folklérica y
entre sus muchas publicaciones estan: Music in Latin America (1979),
The Beginning of Musical Nationalism in Brazil (1971) y Perfomance
Practice: Ethnomusicological Perspectives (1984). También fundé y es
actualmente el coordinador de la Latin American Music Review.
Mark Pedelty es catedratico en la School of Interdisciplinary Studies,
en Miami University, en Oxford, Ohio. Es autor del estudio etnogréfico
sobre periodistas en El Salvador, War Stories: The Culture of Foreign
Correspondents (1995). Sus intereses recientes se enfocan a la masica y
la ideologia mexicana con énfasis en la cultura chilanga de México, D. F.
Helen Simonett recibié su doctorado en Etnomusicologia de la
Universidad de California, en Los Angeles, e hizo su trabajo de campo en
Sinaloa, México. Sus trabajos se han enfocado en la musica de los inmi-
111grantes, la identidad cultural y la mtisica mexicana. Actualmente es
maestra en la Universidad de Zurich.
Ricardo Pérez Monfort recibié su doctorado en Historia por la Facultad
de Filosofia y Letras de la Universidad Nacional Auténoma de México. Es
profesor de la misma facultad e investigador en el Centro de
Investigaciones y Estudios Superiores en Antropologia Social (CIESAS). Se
especializa en los asuntos culturales mexicanos de los siglos XIX y XK,
sobre todo los del estado de Veracruz y el son jarocho, Entre sus varias
publicaciones esta: Tlacotalpan, La Virgen de la Candelaria y los sones
(1996).
2. Los marcos tedricos
Ethnomusicology. Historical and Regional Studies es el segundo volumen
de una serie de dos textos, el primero del cual se llama Ethnomusicology:
an Introduction. La intencién de los dos tomos, en su conjunto, es propor-
cionar los recursos metodolégicos para el estudio cientifico de la musica
de otras culturas. Dice Myers, en el prefacio al segundo volumen:
Although these companion volumes do not remotely resemble a ‘World Music Survey’,
they do make available the tools by which one may look at the music of other cultures
systematically and scientifically, historically and geographically. A second timely factor
relates to the teaching of ethnomusicology; there has been up till now no adequate intro-
duction to the subject to serve as a textbook for music majors, be they historians, theo-
rists, composer, performers or educators. (xxvii)
El objetivo especifico de este segundo texto es dar un esquema de la his-
toria temprana de la etnomusicologia y explorar las manifestaciones més
recientes de ella. Una suposicién interesante que hace Myers en la intro-
duccién del texto es que los diversos continentes del mundo han inspirado
sus propios estilos de investigacién. Aunque los estudios contenidos en este
texto estan escritos por investigadores locales y extranjeros, segtin Myers,
es “responsabilidad ética” de la etnomusicologia ayudar a los investi-
gadores indigenas a observar, rescatar y analizar su propia misica (13).
Pedelty, en “The Bolero: The Birth, Life, and Decline of Mexican
Modernity”, manifiesta que en el México posrevolucionario, la mo-
dernidad interactué con las fuerzas de la ideologta, el género, las clases
sociales y la econom{a. El objetivo de su articulo es examinar cémo estan
representadas esas fuerzas por el nacimiento, la vida y el declive de un
estilo de misica popular: el bolero. Su hipétesis, pues, es que el bolero
instruia a la poblacién urbana en su nuevo ambiente moderno:
112.-. [the bolero] instructed the new, modern lifestyle form its outset, marshaling Mexican
modernity throughout to the present as it confronts emerging postmodern and postde-
velopment challenges. (31)
Su metodologia analitica consiste en escrutar el papel del bolero como un
nucleo intertextual para las industrias nacientes de la radio, la fono-
grafia y el cine y compararlo con las otras tradiciones populares musi-
cales: el corrido y la ranchera.
Aunque muy cuidadosa en presentar sus datos y en establecer su
regién (ver abajo), Helena Simonett, en “Strike Up the Tambora: a Social
History of Sinaloan Band Music” es sorprendentemente laxa al definir su
marco teérico. Dentro del texto, sélo menciona que el estudio de cualquier
comunidad decimonénica es arduo, mas aun en el caso de la musica
regional del noroeste de México. Donde se pueden deslindar mejor sus
limites teéricos es en alguna de las noventa y ocho (j!) notas al final. Por
ejemplo, en la primera, hay una revisién de unos estudios pasados; la 34,
junto con su texto corporal respectivo, es un ejemplo de “lectura entre
lineas” de una fuente; y las 75, 79 y 82, entre otras, revelan el uso de la
historia oral como instrumento de investigacién.
En el mismo sentido, Pérez Monfort, en “La décima comprometida en
el Sotavento veracruzano de principios de siglo XIX a la Revolucién”, tam-
poco se preocupa por establecer su marco teérico. Lo tnico que hace —en
lo que cuenta como su introduccién— es relacionar el son jarocho con la
misica “de protesta” en América Latina. Dice:
A fines de la década de los aiios aesonta y principios de los aiios setenta, de este aiglo XX
desde luego, un interés particular por la misica lntinoamericana llamada “de protesta”
se dejé sentir en ciertos sectores urbanos tanto de México como de otros paises lati-
noamericanos. Apelando a algunas formas, géneros ¢ instrumentaciones folkléricas, esta
misica también fue identificada como “social” o “comprometida”...(21),
A partir de entonces, primero lentamente pero después con bastante solidez y hasta con
prisa, el quehacer sonero de los veracruzanos se ha visto revalorado y refuncionalizado,
‘al grado que ya puede darse cuenta hoy de “un movimiento jaranero" que marcha con
una salud envidiable hacia derroteros por demas amables y creativos (22).
Como hipétesis, Pérez Monfort sugiere que las letras del son jarocho
expresan en cancién lo que el pueblo no se atreve a decir directamente:
“Parte de esta ‘moda musical’ consistia en que sus compositores e inter-
pretes, por lo general, pretendian ser voz de un sector de la
poblacién...” (21).
1133. Contenido y organizacion
Dado su titulo y los marcos teéricos del texto de Myers, la seccién
“Regional Studies: Latin America”, de Gerard Béhague, es muy decepcio-
nante. Sintetiza y evalia muy brevemente la historia de la etnomusi-
cologia en América Latina y, luego, enlista los estudios m4s significativos
que se han hecho. Con respecto especificamente a los dedicados a México:
primero, hay muy pocos —sélo se incluyen unos veinte autores—; y,
segundo, la gran mayoria son de los decenios 60, 70 y 80—; los mas
recientes, de 1984, son Los instrumentos de percusién en México, de J.
Arturo Chamorro, y “La musica popular de México”, de E. Thomas
Stanford, en La musica de México, de Julio Estrada [coord.]. Asimismo,
los puntos acertados en “Conclusions”, aunque verdaderos —por ejemplo,
que falta atencién hacia la etnomusicologia en las universidades de
América Latina y el Caribe y que hay una escasez de grabaciones con-
fiables— no proceden de los datos presentados en el cuerpo del capitulo.
Pedelty, en cambio presenta un texto bastante complejo: empieza con
“An Ironic Revolution” que da el contexto socio-histérico precursor, inclu-
so con los cambios de los contenidos liricos en el bolero y el correspon-
diente contexto politico; sigue con “Cultural Origins and Development of
the Bolero”, en que se exponen los origenes y su subsecuente evolucién,
su conexién con el danzén y los puertos de entrada de Veracruz y
Yucatan, el papel de Agustin Lara y el Salén México en su desarrollo,
hasta una interpretacién de la influencia de las clases socio-econémicas.
En la seccién “The Bolero in Early Radio, Film and Television”, pro-
pone un esquema de los centros de poder misico-comerciales, mientras
en “Bolero Modernity” introduce el efecto de la periferia representada por
el campesino y la mujer. “The End of the Bolero Era” documenta el
surgimiento de la masica ranchera y el declive de la popularidad del
bolero y su nexo con un sentido proporcional del nacionalismo. La ulti-
ma seccién, “Living Lara”, toca el tema del espfritu vivo del bolero que
existe en grupos modernos como Café Tacuba, El Tri y Maldita Vecindad.
Sus conclusiones (que la modernidad, irénicamente, se esta convirtiendo
en su propia tradicién y que el bolero ha podido mantenerse como una
tradicién viva —algo, segan el autor, que no han hecho los sones ni los
corridos—) son interesantes tanto por ser incisivas como debatibles.
A pesar de la falta de marco tedrico, Simonett también despliega una
exposicién bastante completa y compleja sobre la musica de banda en
Sinaloa. Empieza con una breve resefia del estado en el siglo XIX, incluso
con algunos aspectos econémicos y de transporte. Luego, en “Life in the
City and Music Entertainment”, explica el efecto que la presencia militar
114tuvo para la misica en Mazatlan y Culiacén. Esto lo contrasta con la vida
musical en el campo, para seguirlo con un anilisis de los festivales popu-
lares y su resultante interaccién entre las clases sociales. Las dos partes
Pposteriores a esas tltimas son las mds interesantes —no sélo de los textos
aqui revisados, sino entre todos los que he analizado durante este doctora-
do— porque pertenecen a los pocos que definen explicitamente la regién
segun las caracteristicas musicales (ver abajo). Tal vez por no concretar
sus objetivos, tampoco tiene conclusiones precisas: sélo manifiesta que la
tecnologia moderna ha tenido gran repercusién sobre la musica de banda.
El articulo de Pérez Monfort es el primero de una serie sobre la décima
en Veracruz, aunque también menciona su relacién con el resto de pais.
Presenta este autor varios ejemplos de la décima, incluso uno de 1812,
dedicado a la lucha independentista; otro de 1823, una sdtira sobre
Agustin de Iturbide; uno mas de 1827, en honor al Congreso nacional; y
algunos mAs, sin fechas precisas, con comentarios sobre Antonio Lépez de
Santa Anna, Benito Judrez y Porfirio Diaz, entre otros. También encuen-
tran lugar en los versos ciertos hechos histéricos como la invasién
norteamericana y la Revolucién. A pesar de su orden cronolégico, el
articulo carece de organizacién (hay una seccién “II” pero no “t” ni ningu-
na subsecuente) y las muchas fotos de jaraneros que lo acompaiian sirven
de adorno, pero no agregan nada sustancial al texto.
4. Construccién de la regién
Béhague, como el resto del libro de Myers, sigue la tendencia comin a
muchos de los estudios “clasicos”, la de definir la regién geo-politica-
mente; y Pérez Monfort deja de lado cuales son los limites del Sotavento
veracruzano. Contradictoriamente, estos dos autores, que entienden su
regién por la geografia, no la demuestran con un mapa.
‘Aunque no la define asi, es obvio que Pedelty concibe su regién dentro
de un esquema centro-periferia con las empresas de la radio, el cine y la
television, y su correspondiente localidad en la ciudad de México como el
centro. Particularmente interesante es su andlisis de la periferia, repre-
sentada o canalizada via el campesinado del porfiriato y la Revolucién, la
especializacién tecnolégica y el predominio femenil.
No obstante, es en “Strike Up the Tambora” donde se encuentra el tinico
intento de construir regiones de estilos musicales a través de las caracteris-
ticas musicales. Esto lo hace Simonett principalmente a través de la
instrumentacién particular de las bandas: tanto las fotos agregadas como
el apéndice 1 ilustran bien las diferencias entre los ensambles de Sinaloa,
Zacatecas, Morelos y Michoac4n, Guerrero y el Istmo de Tehuantepec.
1155, Uso de fuentes
Con respecto a las fuentes, se encuentra una gran diversidad de tipos y
funciones. El capitulo de Béhague, por ejemplo, ya es, en cierta forma, un
andlisis historiogrAfico, y por eso, casi en su totalidad, es una bibliografia
més o menos anotada de fuentes importantes. Su bibliografia efectiva
llama la atencién por el namero de entradas —330—, y por el hecho de
que est4 organizada no alfabética sino cronolégicamente.
Pérez Monfort basa su articulo en muchas fuentes secundarias, como
Glosas y décimas de México (1957) de Vicente T. Mendoza; Los jarochos
(1979) de J. L. Melgarejo Vivanco; y Crénica de la Revolucién en
Tlacotalpan (sin fecha) y Coleccién de décimas jarochas de cuarteta obli-
gada (1980) de Humberto Aguirre Tinoco. Entre las muy pocas fuentes
primarias esta La historia cantante (1879), sin mencién de su autor.
La bibliografia de Pedelty revela, también, un uso extenso de fuentes
secundarias, como El Corrido Mexicano (1995), de Vicente T. Mendoza;
La hora intima de Agustin Lara (1990), de Alejandro Aura; e Historia de
la musica popular mexicana (1979), de Yolanda Moreno Rivas. Con
respecto a su anélisis socio-critico, el autor usa la teoria cinematogréfica
de Carlos Monsivais.
Para un articulo breve, Simonett emplea un registro muy amplio de
fuentes, incluso algunas primarias que datan de la primera mitad del
siglo XIX: Memoria estadistica del estado de Occidente (1828) de Juan M.
Riesgo y Antonio J. Valdés, un documento oficial de la administracién del
gobernador de Sinaloa; Mexico about 1850 (1858) de Carl Christian
Sartorius, un inmigrante aleman que vivié en México; y Los Gringos: Or,
an Inside View of Mexico and California (1849) de Henry A. Wise, un ofi-
cial militar estadounidense que participé en el bloque contra Mazatlén
durante la Guerra con Estados Unidos. Ademds, cita muchos periédicos
de la época y a varios informantes personales, También aprovecha
fuentes secundarias importantes como Historia de la miisica popular en
Sinaloa (1980) de Manuel Flores Gastélum; e Historia de la misica popu-
lar mexicana (1989) de Yolanda Moreno Rivas.
6. Perspectiva
Especificar la perspectiva historiografica de un texto esencialmente etno-
musicol6gico siempre ha sido, en mi poca experiencia, lo ms dificil. Sin
embargo, en estos cuatro trabajos, se notan ciertas semejanzas (si no
influencias) con algunos métodos analiticos histérico-sociales. Por ejem-
plo, Béhague hace mencién de la dominacién de la miisica europea en
116América Latina, junto con el control cultural que han ejercido las elites;
esto parece indicar elementos de dependentismo y marxismo. Asimismo,
Pérez Monfort hace hincapié en los “miembros de cierta clase medio-
media més o menos educada que se ponia del lado de las causas popu-
lares que a su vez consideraba justas y dignas de abanderar” (21). Esto,
con su limite temporal muy extenso, revela una inclinacién hacia la
Escuela de los Annales.”
Como ya mencioné, Pedelty emplea un modelo centro-periferia que impli-
ca una tendencia dependentista aunque no respecto de los poderes extran-
jeros sino de los nacionales que controlaban los medios de comunicacién. Su
interpretacién del bolero como un fenémeno popular entre las clases bajas
para imitar las clases altas quizds también refleja el marxismo.
Simonett, como Pérez Monfort, parece ser discipula de los annalistas:
sus marcos temporales son muy largos —empieza en el decenio de 1820 y
termina en la actualidad; destaca el papel interactivo de las clases
sociales y muestra mucho interés por las redes econdémicas y de trans-
portacién.
Conclusiones
Esta pequefia muestra indica que hay mas investigadores con una
preparacién mds seria para la investigacién histérico-etnomusicolégica
aunque todavia es raro cuando su educacién incluye las dos Areas, la his-
toria y la etnomusicologia. En general, los autores atienden a un método
cientifico con mayor apreciacién por las historias de las culturas popu-
lares; sin embargo, el concepto de construir una regién musical todavia es
fordnea a la disciplina. Donde se ve mayor desarrollo, en términos histo-
riogréficos, entre estos estudios de los afios 90 y los de mis investiga-
ciones anteriores, es en la afiliacién hacia una perspectiva particular. La
Escuela de los Annales, si podemos tomar los resultados de este andlisis
como una indicacién, parece tener mAs influencia entre los etnomusicélo-
gos histéricos.
Asimismo, el articulo de Béhague, sobre América Latina, y el texto de
Myers, en general, sirven bien de referencia pero no como una ilustracin
cientifica en si. Pérez Monfort tampoco parece tener las habilidades —ni
musicales ni organizacionales— suficientes para analizar la historia del
son jarocho. En ese respecto, sigue, desafortunadamente, la escuela de
“Corriente francesa de la historia social surgida a mediados del siglo XX y que ha influi-
do notablemente en la historiografia mexicana,
117otros investigadores mexicanos, como Rubén Campos. Pedilty es alta-
mente interesante e impecable en su detalle; sin embargo, Smonett pre-
senta una historia muy bien investigada y documentada, coi una abun-
dancia de notas que complementan la linea principal, adm4s de un
andlisis socio-histérico adecuado y completo.
Bibliografia
Myers, Helen, coord. Ethnomusicology. Historical and Regional Studies. Nuva York: W. W.
Norton, 1993.
Pedelty, Mark. “The Bolero: The Birth, Life and Decline of Mexican Modenity” en Latin
American Music Review, vol. 20, n’im. 1, Austin: University of Texas, 199.
Pérez, Ricardo Monfort, “La décima comprometida en el Sotavento Veracruano de princi-
pios de siglo XIX a la Revoluci6n” en Son de! Sur, nam. 7, Jaltipan, Veraruz: Centro de
Documentacién y Ensefianza del Son Jarocho, 1998.
Simonett, Helena. “Strike Up the Tambora: A Social History of Sinaloan and Music en
Latin American Music Review, vol. 20, nam. 1 , Austin: University of Texs, 1999.
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