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ISBN 970753025-1
TOTONACOS
CONSULTORÍA EN DEMOGRAFÍA
Constanza Rodríguez Hernández
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TOTONACOS
ELIO MASFERRER KAN
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CDI
972.004
C65
TOTON.
Masferrer Kan, Elio
Totonacos / Elio Masferrer Kan. México : CDI : PNUD, 2004.
39 p. : maps., retrs., tabs. (Pueblos indígenas del México contemporáneo)
Incluye bibliografía
ISBN 970-753-025-1
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Queda prohibida la reproducción parcial o total del contenido de la presente obra, sin contar previamente con la autorización
del titular, en términos de la Ley Federal del Derecho de Autor, y en su caso de los tratados internacionales aplicables. La
persona que infrinja esta disposición se hará acreedora a las sanciones legales correspondientes.
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Vocablo aceptado en el Acta de Acuerdos para la Sistematización de la Escritura de
la Lengua Tutunakú. Comunidad de Sabanas de Xalostoc, Coxquihui, Veracruz, 23-25
de octubre de 2003.
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El paisaje agrícola, Tuzamapan de Galeana, Puebla.
Fotógrafo Sergio Abbud, 1979.
Fototeca Nacho López, CDI.
tinúa con la prohibición que el sacerdote [sic] tanto trabajo, vete por toda la ve-
del Tajín hace a su hija de que siga viendo ga de este río y vas agarrando el río más
a su novio plebeyo; luego, ante la necedad grande que vayas encontrando. Ese río
de los enamorados, el novio tiene que huir nace un poco arriba de aquel cerro…3
bajo amenazas de muerte. La madrina de
éste le dice hacia dónde debe dirigirse pa- El cerro es el Cozoltépetl y el río, el Zem-
ra salvar la vida: poala; accidentes geográficos que son
fundamentales para delimitar las fronte-
Mira allá, aquella punta de cerro que se ras étnicas de los totonacos de la Sierra
ve allá es una montaña muy grande, y allá Norte de Puebla. El río Zempoala divide
en ese lugar, cerca de ese lugar debes irte; el territorio de la Sierra en dos mitades ét-
allá no te encontrarán y sólo así podrás
librarte de que te maten. Para que no dé 3
Idem.
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“Danza de los Quetzales” en la celebración al culto solar. Tuzamapan de Galeana, Puebla.
Fotógrafo Sergio Abbud, 1979.
Fototeca Nacho López, CDI.
o Manoel visita a las mujeres cada 28 días. taba qué pasaba en un eclipse; los totonacos
El eclipse de sol o de luna es parte de esa contestaban que “peleaban los hermanos y
lucha cosmológica, y se transforma también se podía ver en el agua”, y los mestizos res-
en un indicador étnico. pondían que “los totonacos eran tontos y
Durante mucho tiempo, para saber si el creían en eso”. La Semana Santa es vista co-
maestro bilingüe que estaba conversando mo una lucha entre Chichiní y P’apa, como
conmigo era indígena o mestizo, le pregun- un eclipse de sol, donde triunfa Chichiní y
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puede renovarse el mundo. En 1836 estalló día a Martín, la iguana. Un muchacho de-
una violenta rebelión totonaca, que duró cidió, una mañana, seguir a Martín para
dos años, contra la medida del obispo de ver a dónde iba. Le vio acostarse sobre
Puebla de prohibir la celebración de la Se- una enorme roca y al sentirla, advirtió
mana Santa, pues ésta ponía en peligro la que estaba caliente […]. Al volver a casa
reproducción simbólica del pueblo indio. el muchacho contó su descubrimiento a
Es importante recordar que los toto- su padre y éste previno a la Presidencia.
nacos prehispánicos son el único grupo Se decidió entonces partir la roca para
mesoamericano que tiene la sonrisa en el ver qué había abajo. Pero nadie lo logró
rostro de sus representaciones. Las caritas […]. Por último fue llamado Francisco, el
sonrientes arqueológicas tienen hoy su justa pájaro chiquito, que después de hacerse
10 representación entre los totonacos contem- rogar largamente comenzó a saltar sobre
poráneos, sonrientes, alegres y diplomáti- la roca […] a la vigésima quinta vez la
cos ante las situaciones más complejas, y roca se parte. De la grieta rota surge un
con una relación bastante respetuosa con rayo delgado como un hilo, y llega hasta
sus mujeres; no es extraño ver a los hom- el cielo. Al agrandar la grieta la gente vio
bres cuidando a los niños y dándoles sus que en el interior estaba como una yema
alimentos en la calle. Manejan un sentido de huevo, el Sol…4
de la cortesía y el respeto que les da un se-
llo inconfundible. Después esta yema de huevo es dada a
Según Alain Ichon, uno de los mitos tragar a una pequeña niña huérfana, quien
más difundidos en la Sierra Norte de Pue- queda encinta. A los nueve meses da a luz
bla es el del nacimiento del sol; existen al Sol, el cual ya tenía la forma de un hom-
muchas variantes de este relato, aunque brecito. Al ser él el Sol, todo lo que toca
destacan aquellas en donde el sol perma-
nece en forma embrionaria dentro de una 4
Alain Ichon, La religión de los totonacos de la
gran roca: Sierra, México, Instituto Nacional Indigenista (SEP -
Nuestros antepasados veían pasar cada INI, 16), 1973, pp. 63-66.
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Paternidad totonaca, no es extraño ver a los hombres cuidando a los niños. Nanacatlán, Puebla.
Fotógrafo Pablo Ortiz Monasterio, 1980.
Fototeca Nacho López, CDI.
agarra fuego; por eso también se le consi- nuevo y bello. Amanecía. Manoel persigue
dera el donador del fuego. Sin embargo, se siempre al Sol sin lograr atraparlo”.
ve obligado a partir, pues resulta muy pe-
ligroso que viva entre los humanos. En su LA REFORMULACIÓN DE LA
partida tiene que enfrentarse con la Luna IDENTIDAD Y LOS LÍMITES ÉTNICOS
o Manoel, el amante de todas las mujeres, La identidad no pasa necesariamente por la
que se enojó al saber del nacimiento del lengua; en Tetelilla de Islas, la población se
Sol. Así, se inicia una carrera entre el Sol y considera a sí misma totonaca, a pesar de
la Luna para ver quién de los dos logra salir haber perdido la lengua; emplean el cas-
antes por el Oriente. Engañado por el perro tellano para comunicarse, como resultado
del Sol, Manoel o la Luna, “llega demasia- de las políticas de aculturación lingüísticas
do tarde: el Sol salía ya por el Oriente, todo implementadas en los años cuarenta por la
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escuela rural mexicana. En otras comuni- dente; “se ponen de acuerdo entre los de
dades hubo un proceso de nahuatlización su raza”, me dijo en confianza.
de la población totonaca, no obstante ésta
mantiene su identidad totonaca y persiste LOS NUEVOS ESPACIOS DE LA
en su sistema mítico y religioso. ETNICIDAD Y LAS RELIGIONES
La etnicidad y los límites étnicos son ÉTNICAS
dinámicos y pueden reformularse estable- Aunque la población se identifica a sí mis-
ciendo aspectos de la conciencia étnica re- ma como totonaca, durante los últimos 30
feridos a la persistencia de otros aspectos años observamos un desarrollo sistemático
que analizaremos más adelante. Existen ca- de pérdida de población como resultado de
sos donde los límites étnicos se amplían pa- los procesos migratorios y del impacto de la 13
ra incluir nuevos sistemas mítico-religiosos, educación escolarizada. En la mayoría de
como sucede con el protestantismo totona- los pueblos se introdujeron nuevas institu-
co, que tiene la peculiaridad de reforzar la ciones educativas, los jardines de niños, la
etnicidad, e introduce la Biblia como reor- primaria completa y, en los últimos quince
ganizador de su visión del mundo. años, la telesecundaria. La enseñanza pre-
En las solidaridades étnicas pueden escolar ha sido exitosa en la castellaniza-
trascender las políticas e, incluso, las re- ción de los niños, lo cual impactó sobre la
des de compadrazgo, como me explicó un educación primaria, que se desarrolla en el
operador político mestizo convencido de sistema federal bilingüe y sólo en castellano
que el reciente triunfo de los candidatos dentro del sistema federal y estatal. En algu-
indios del Partido Acción Nacional en dos nos casos el sistema educativo fue un canal
comunidades totonacas se debía a estra- adecuado para la pérdida de la lengua; en
tegias étnicas de control político, las cua- otros, sirvió para reafirmar su etnicidad.
les tampoco eran ocasionales sino que se El impacto más notable está en los cam-
venían ejerciendo desde por lo menos 20 bios en los sistemas de visión del mundo de
años en forma tanto discreta como contun- los totonacos. A mediados del siglo XX la
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llaron prácticas religiosas más vinculadas llo del protestantismo implicó un fortale-
con el catolicismo del centro de México; cimiento de la etnicidad, pues empleó el
una vez de regreso a las comunidades, ya totonaco como lengua litúrgica y de evan-
no participan en las prácticas tradiciona- gelización; creó así un cuerpo de especia-
les e incluso, en algunos casos, las están listas religiosos indios (pastores y obreros
modificando. evangelistas) con mucha iniciativa, y desa-
rrolló gramáticas y escrituras propias, ade-
Católicos de la Iglesia autóctona: implica más de enriquecer la lengua al ampliar el
una reformulación del catolicismo tradicio- vocabulario y los espacios sociales de su
nal, en términos de ponderar lo cultural, utilización.
que se expresa en retomar las ceremonias A pesar de la gran diversidad de op-
tradicionales, donde la participación de los ciones religiosas que coexisten en casi to-
laicos es más activa y el papel de los ma- dos los municipios totonacos de la Sierra
yordomos tradicionales es menos significa- Norte de Puebla, algunos mitos y persona-
tivo. Se expresa también en un fuerte acti- jes míticos han podido mantenerse en la
vismo etnopolítico. memoria indígena. La conversión a alguna
otra religión no es garantía del abandono 15
Los evangélicos iniciaron un trabajo siste- total del cuerpo mítico simbólico de una
mático después de 1950 con la instalación comunidad; un buen ejemplo es Aktziní,
del Instituto Lingüístico de Verano (ILV) en un personaje que ha deambulado por todo
la región; logradas las primeras conversio- el territorio totonaco anunciando la llegada
nes crecieron los bautistas, quienes prefi- de huracanes y fuertes tempestades, que
rieron impulsar el desarrollo de una iglesia hacen recordar al hombre los tiempos del
evangélica étnica y las escuelas bíblicas de diluvio. En la mitología totonaca, Aktziní
la Sierra Totonaca; luego se expandieron puede ser pensado como el dios totonaco
los grupos pentecostales o pentecosteses, de la lluvia y, por lo tanto, se relaciona con
tanto nacionales como independientes, diferentes secuencias míticas y personajes,
generados por líderes locales. El desarro- entre otros la Sirena.
LA REFORMULACIÓN TERRITORIAL
La conversión a otra religión no es garantía del abandono total
del cuerpo mítico simbólico de una comunidad.
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El grupo doméstico que vive en la misma casa comparte el fogón y la elaboración de alimentos.
Pantepec, Puebla.
Fotógrafa Graciela Iturbide, 1979.
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Los totonacos ocupaban un extenso territo- debilidad, ya que vecinos más poderosos,
rio que abarcaba desde el Golfo de México como es el caso de los aztecas, los vieron
hasta la actual Sierra Norte de Puebla, del como reservas estratégicas de alimentos.
río Cazones, al norte, hasta el río de la An- Es importante destacar que los totona-
tigua, al sur; por sus características ecoló- cos trabajaban en forma colectiva milpas
gicas, en este territorio la producción agrí- dedicadas a los especialistas religiosos y
cola y silvícola era muy significativa, pues a sus jefes étnicos. Esto contrastaba con
las intensas precipitaciones, resultado de la política de los aztecas, quienes exigían
los vientos húmedos del Golfo de México, como tributo una cantidad fija de bienes;
permitía a los totonacos tener una produc- en el caso de una contingencia climática
ción de alimentos constante y casi segu- o productiva los grupos dominados esta-
ra. Esta fortaleza fue siempre su principal ban expuestos a hambrunas para cumplir
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las exigencias. Como consecuencia de es- ñoles y africanos. Algo similar sucedió en
tas contingencias los totonacos se insurrec- las tierras planas susceptibles de aprove-
cionaron contra la Triple Alianza y fueron chamiento agrícola y ganadero del Decli-
cruelmente reprimidos, después de lo cual ve del Golfo, aunque allí lograron mante-
les duplicaron los tributos. Ésta era la situa- ner mejores posiciones; no obstante, en un
ción cuando contactaron a Cortés. lento y sistemático proceso histórico fueron
La llegada de los españoles les permitió constantemente despojados de sus tierras y
abrigar esperanzas de sacudirse el yugo de arrinconados hacia las montañas y cerros
la Triple Alianza, sin saber que la cuestión que por su agreste geografía no eran sus-
sería aún más complicada. Les facilitaron ceptibles de ser explotados con la tecno-
los contactos con sus aliados tlaxcaltecas, logía europea de la época, como es el ca-
y conformaron así una ruta, iniciando un so de la Sierra Norte de Puebla. Asimismo,
sistema de alianzas que serían decisivas en su alianza contra Tenochtitlan hizo que no
la toma de Tenochtitlan; esta situación les fueran vistos como peligrosos en términos
permitiría también tener un mejor trato con militares para la Corona.
los nahuas, lo cual fue un elemento estraté- Los españoles respetaron durante el si-
18 gico en la reconstrucción de su población y glo XVI a los jefes étnicos totonacos y en el
en el mantenimiento de su etnicidad. siglo XVII iniciaron sus estrategias de des-
En la actualidad los totonacos han per- estructuración de la organización étnica
dido prácticamente la mitad del territorio tradicional, abocándose sistemáticamen-
que poseían al inicio de la invasión euro- te a descomponer las estructuras políticas
pea. En la franja costera fueron rápidamen- de origen prehispánico; las jefaturas étni-
te desalojados por el impacto de las gran- cas que abarcaban varios poblados fueron
des epidemias que trajeron los españoles sustituidas por cabildos indígenas en ca-
y por el desarrollo de la ganadería. En mu- da comunidad, creando autoridades que
chos casos fueron remplazados por espa- se renovaban todos los años. Después de
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Los festejos con música y danza son parte de la reproducción de su etnicidad. Pantepec, Puebla.
Fotógrafa Graciela Iturbide, 1979.
Fototeca Nacho López, CDI.
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rrotas en esta región. La insurrección más este. En la Semana Santa, el Santo Entierro
notable fue la dirigida por Mariano Olarte, (Cristo o Chichiní) tiene la cabeza hacia el
hijo de Serafín. Entre 1836 y 1838 se alzaron este, mirando hacia el oeste, porque preci-
con una serie de reivindicaciones sociales, samente él es el Sol. En los camposantos,
políticas y económicas, cuyo eje articulador en muchos casos, los enterramientos de
era la prohibición, por el obispo de Puebla, los totonacos están orientados este-oeste,
de que se celebrara la Semana Santa a la y los mestizos tienen su último descanso
usanza totonaca. El general Guadalupe Vic- en dirección norte-sur.
toria, el primer presidente mexicano, quien
había sido aliado de Serafín Olarte, negoció LA CONFIGURACIÓN DE LAS
con su hijo Mariano para resolver el con- REGIONES INTERÉTNICAS Y LA
flicto. Rápidamente percibió los elementos CONSOLIDACIÓN DE LOS MESTIZOS
étnico-religiosos y trató de convencer al Los mestizos desarrollaron durante la Refor-
obispo de que eliminara la prohibición de ma una nueva estrategia de desestructura-
la Semana Santa, pero éste, con poca sen- ción de los totonacos, que tenía varios ejes;
sibilidad, respondió que no imaginaba qué las medidas más notables eran la privatiza-
tenía que ver una cosa con la otra. ción de las tierras comunales, la expropia- 21
Nuestras investigaciones de campo ción de los bienes religiosos y la prohibi-
nos han permitido concluir que los fes- ción del culto público. Entre los totonacos
tejos totonacos de la Semana Santa son de Puebla casi no hubo haciendas, pero la
muy importantes en la reproducción de privatización de las tierras comunales, más
la etnicidad, pues están relacionados con un plan educativo forzoso en castellano,
el triunfo de Chichiní, el Sol. La importan- aunque en algunos casos llegaron a em-
cia de este astro es muy significativa: los plear lenguas indígenas, permitió incrus-
muertos, desde su velación hasta el entie- tar en las comunidades una generación de
rro, tienen la cabeza hacia el oeste para maestros que más tarde se convertirían en
que vean todos los días salir el sol en el los primeros residentes mestizos, quienes
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a su vez se apoderaron de las tierras in- nes interétnicas que conocemos. Durante
dígenas. La prohibición del culto público la Revolución mexicana, en muchas comu-
servía para eliminar el sistema de cargos nidades totonacas se logró desalojar a los
político-religiosos e imponer jefes polí- mestizos, quienes se replegaron hacia las
ticos, habitualmente nahuas o mestizos, plazas principales y secundarias, pero du-
designados por los caciques regionales. rante el gobierno de Maximino Ávila Ca-
La nacionalización de los bienes religio- macho (en los años treinta) consiguieron
so impactó no sólo sobre los templos que recuperar algunas de estas posiciones.
pudiera controlar el clero sino que impli-
có la pérdida de bienes de cofradías, que LA REFORMULACIÓN DEL
22 en muchos casos habían sido estrategias TOTONACAPAN POBLANO EN EL
para mantener el control de recursos pro- PERIODO POSREVOLUCIONARIO
pios mediante las formas tradicionales de El territorio totonaco fue escindido por los
organización indígena. procesos de atracción económica, social y
Dicha estructura político-militar-educa- política aplicados desde los centros recto-
tiva les sirvió de base para intensificar el res mestizos durante el siglo XX. La carretera
comercio de arriería, antecedente del se- México-Tuxpan y el desarrollo petrolero en
gundo conjunto de mestizos; los arrieros y Poza Rica dieron surgimiento a un eje eco-
comerciantes desarrollaron un sistema de nómico centrado en Huauchinango-Xicote-
plazas principales y secundarias en las que pec, que dividió el occidente de la Sierra
se asentaron, desde las cuales, aliados con totonaca y dejó marginado a Pahuatlan-Tla-
los jefes políticos y los maestros, configu- cuilotepec. La carretera de Teziutlan-Tlatlau-
raron una nueva clase en el poder —que quitepec a Tenampulco definió un margen
persiste hasta la actualidad— con la que oriental muy vinculado con Veracruz, mien-
están confrontados los totonacos. De esta tras que la carretera interserrana configuró
manera, en el siglo XIX y los primeros 40 dos centros rectores, Zacapoaxtla-Cuetza-
años del siglo XX se generaron las regio- lan y Zacatlán-Ahuacatlán-Tepango. Por su
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Los juegos de equipos son confluencia de observadores en las festividades.
Tuzamapan de Galeana, Puebla.
Fotógrafo Sergio Abbud, 1979.
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trazo hecho con criterios políticos quedó Si observamos estas nuevas áreas de in-
fuera de juego el eje Tetela de Ocampo- fluencia, los centros rectores económicos
Aquixtla, que había sido la posición domi- quedaron fuera de las tierras del Totonaca-
nante durante el Porfiriato y base del poder pan, en áreas de predominio nahua, mestizo
político de Juan Francisco Lucas y Gabriel e incluso criollo; esta situación produce una
Barrios, su hijo. Esta reformulación del es- relación de colonialismo interno que impli-
pacio implicó el desarrollo de procesos de ca una descapitalización permanente de los
diferenciación económica, social y política, totonacos, quienes deben realizar sus opera-
aunque en su interior los totonacos desarro- ciones comerciales y financieras fuera de su
llaron un núcleo identitario basado en un área de influencia, lo cual drena su econo-
conjunto de estrategias de resistencia étnica mía interna y fortalece permanentemente a
para mantener su cohesión e identidad. sus competidores.
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El poder e influencia que Juan Francisco siera. Los fragmentos que a continuación se
Lucas hizo sentir a lo largo y ancho de la reproducen dan cuenta de estos poderes,
Sierra Norte de Puebla, además de refun- y de alguna manera nos hablan de las pre-
cionalizar formas de identidad étnica, le ga- ocupaciones diarias que durante los once
nó la fama de nagual, es decir, de una per- años de Revolución se vivieron en algunas
sona con poderes extraordinarios capaz de regiones de la Sierra Norte de Puebla, y
convertirse en cualquier animal que él qui- que a la fecha aún se recuerdan:
[Una vez que Francisco Lucas estaba lograr que los ángeles aceptaran
convertido en pantera, una cotorra le su resurrección, si es que moría,
dijo] “¡ya te vi Francisco Loca!”. Con- Francisco Lucas dijo a sus solda-
testó Francisco: ”vas a ver malvada co- dos que tenía que ir a la Ciudad
torra”. Ya convertido en animal se trepó de México], entonces se convirtió
al árbol e hipnotizó a la cotorra, [que] en un animal. Llegando, luego se
ya no pudo volar y la acercó en la boca convierte de [sic] gato cuando el
del tigre y estaba arrepentida la pobre gobierno hace junta con los gene-
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cotorra cuando se la estaba tragando rales y Francisco entra en la Pre-
y le dijo la cotorra: “¡Auxilio!” Llora- sidencia y todo está escuchando
ba y decía: “¡Auxilio! ¡auxilio! ¡Villa de lo que se trataba […]. Y luego
y Zapata ya me está tragando Pancho él llegaba a su pueblo. Luego les
Loca!” […] Después Francisco Loca habló a su gente para que se pre-
estaba arrepentido. De inmediato fue paren [sic] porque van a llegar los
a confesarse con el padre […] y le soldados del gobierno. Y cuando
preguntaron a Francisco qué ha he- llegaban luego los tronaba…6
cho en su vida y dijo ”pues yo soy na-
hual, puedo convertirme en cualquier
animal”. Entonces contestó el padre, 6
Carlos Bravo Marentes, “Hombres-mito y hé-
”si puedes convertirte puedo ocupar- roes civilizadores. Juan Francisco Lucas. El Pa-
te como Espíritu Santo, puedes ir al triarca de la Sierra Norte de Puebla”, ponencia
presentada en el II Coloquio de Historia de las
cielo solicitando que cuando te mue-
Religiones en Mesoamérica, México, Universi-
ras puedas resucitar”. [Después de dad Nacional Autónoma de México, 1986.
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PARENTESCO Y COMPADRAZGO
La construcción de redes sociales está
28 basada en la complementariedad de pa-
rentesco, familia y compadrazgo. Es in-
teresante deslindar estos conceptos; en
términos estrictos, los totonacos recono-
cen mantener un sistema de parentesco
bilateral, pero con preeminencia patrila-
teral, virilocal y neolocal. Hay casos de
uxorilocalidad cuando los hijos varones
de una persona con tierras y otros recur-
sos no tiene descendencia masculina, o
éstos migraron, y necesita fuerza de tra-
bajo joven para mantener su producción
con trabajo familiar. Si bien los totonacos
tienen un concepto de parentela, éste no
Tradición y modernidad en las viviendas. necesariamente es el de familia, que en
Pantepec, Puebla.
muchos casos se confunde con el grupo
Fotógrafa Graciela Iturbide, 1979.
Fototeca Nacho López, CDI. doméstico; el cual está formado por pa-
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Se han establecido nuevas redes de compadrazgo cuya legitimación está fuera de lo religioso, como
los compadrazgos de generación en la graduación de los niños de la escuela.
Tuzamapan de Galeana, Puebla.
Fotógrafo Sergio Abbud, 1979.
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rientes por descendencia y alianza, pero tensiones familiares, pues por un lado el
incluye también agregados que pueden hijo varón quiere acumular para construir
ser muchas veces compadres que han un nuevo grupo doméstico y por el otro la
quedado solos y que viven en la misma suegra presiona para articular a la nuera
casa compartiendo el fogón y la produc- a la estructura patrilocal.
ción de alimentos. El concepto de resi- La tendencia patrilocal, que es común a
dencialidad influye notablemente en las todos los grupos con influencia mesoameri-
relaciones sociales, aunque el concepto cana, puede justificarse míticamente aten-
de neolocalidad entre los hijos varones diendo al carácter supuestamente más na-
es una tendencia constante que genera tural y doméstico de las mujeres, el cual
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permite delimitar de manera muy clara los ciales en el marco de una unidad residen-
espacios sociales asignados a cada uno de cial. Entre los totonacos de la Sierra Norte
los sexos. de Puebla, esta secuencia no aparece en
La secuencia mítica de la esposa-pe- relación con el origen del hombre, como
rro, ampliamente difundida en casi toda el sucede en otras regiones, sino que se limi-
área mesoamericana, es un buen ejemplo ta a explicar el nacimiento de un determi-
de cómo están pensadas las relaciones so- nado pueblo.
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maíz, frijol, calabazas y chiles; dentro de lugares el “Patrón del Monte” es visto co-
la milpa suelen tener un chilar, relativa- mo un personaje amenazador, debido a la
mente protegido contra los animales, don- tala sufrida.
de además de chiles cultivan otras plantas Un elemento importante en la iden-
comestibles. Es interesante destacar que en tidad étnica y local son las danzas tradi-
la milpa pueden encontrarse alrededor de cionales; Ichon las agrupa en cuatro tipos:
50 especies “protegidas”, tanto medicinales prehispánicas: “el Volador”; católicas (dan-
como comestibles, las cuales son preser- zas de conquista que rememoran la alianza
vadas en el proceso de desyerbe, aunque Cortés-totonacos): “Santiagueros” y “Moros
crecen espontáneamente. Esto no descarta y cristianos”; católicas, afro y europeas: las
algún tronco en descomposición que alber- danzas de la serpiente “Tocotinas”, “Negri-
ga ciertos gusanos e insectos, que pueden tos” y “Tambulanes”, y la forma devocional
también ser consumidos. Cosa distinta es más contemporánea, impulsada por el cle-
el cafetal; allí las transformaciones fueron ro: la danza de Navidad “los Pastores”.
más notables: al principio se mantenían Estas danzas han sido reelaboradas por
árboles que proporcionaban sombra, ade- los totonacos de acuerdo con su cosmovi-
más de leña; casi siempre sembraban maíz sión, y se transforman a tal grado en ele- 37
o frijol y mantenían especies espontáneas mentos identitarios, que incluso en comu-
protegidas, pero luego con el peligro de la nidades de fuerte presencia evangélica se
roya del cafeto (una combinación de ca- mantienen las mismas durante las fiestas
torce hongos), se cambiaron las plantas a patronales.
especies que no requerían árboles de som-
bra y que exigían una limpieza sistemática, A MODO DE CONCLUSIÓN
con lo cual la alteración ecosistémica fue Este ensayo nos permite conocer algu-
más profunda. La crisis del café nos colo- nos aspectos significativos de la visión del
ca frente a huertos totalmente cafeticultu- mundo y los modos de vida de los totona-
rizados, cuya conversión es más compleja. cos de México, quienes en estos momentos
Como resultado de la expansión del café y afrontan su desafío más notable: fortale-
el incremento de la población, los bosques cer su propia cultura frente a los dinámicos
están prácticamente eliminados, y con ello procesos de globalización por los que atra-
la fauna tradicional diezmada; en muchos viesan las sociedades contemporáneas.
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BIBLIOGRAFÍA
ÁVILA SORIANO, Abraham, “Algunos aspectos etnoherpetológicos en un municipio totonaco de la Sierra Norte de
Puebla. Tepango de Rodríguez”, tesis, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1987.
BRAVO MARENTES, Carlos, “Hombres-mito y héroes civilizadores. Juan Francisco Lucas. El Patriarca de la Sierra
Norte de Puebla”, ponencia del II Coloquio de Historia de las Religiones en Mesoamérica, México, Universidad
Nacional Autónoma de México, 1986.
________, Relatos revolucionarios, Huachinango, Puebla, Dirección General de Culturas Populares-Unidad Regional
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TOTONACOS
Viviendas 80 788
Notas
1
Se refiere a la población en hogares en donde el jefe, el cónyuge o algún ascendente declaró ser hablante de lengua
totonaca.
2
Incluye hablantes de totonaco y de otras lenguas indígenas de 5 años y más.
3
La diferencia entre la población ocupada y aquella en actividades agropecuarias está distribuida en otras actividades
económicas.
4
La diferencia entre la población ocupada y aquella sin ingresos está distribuida en otros rangos de ingresos.
Fuente: Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas / Programa de las Naciones Unidas para el Desa-
rrollo, “Sistema Nacional de Indicadores sobre la Población Indígena de México”, 2002, con base en XII Censo General
de Población y Vivienda, México, Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, 2000.
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Totonacos, de Elio Masferrer Kan, se terminó de imprimir en diciembre de 2004 en los talleres
de Impresora y Encuadernadora Progreso, S.A. de C.V., San Lorenzo Tezonco 244, Col. Paraje
San Juan, Deleg. Iztapalapa, C.P. 09830, México, D.F. El tiraje fue de 6 000 ejemplares.
Las tareas de digitalización y retoque de imágenes, composición tipográfica, diagramación
y cuidado de edición estuvieron a cargo de la Coordinación Editorial de la CDI.
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