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9 789707 530256

ISBN 970753025-1
TOTONACOS

Desde temprana edad los niños son sensibilizados en la danza y en la mención


de sus ancestros. Ciertos pasos que aprenden imitan al pájaro quetzal, del que
toma el nombre esta danza ritual que se relaciona con celebraciones al culto
solar. Tuzamapan de Galeana, Puebla.
Fotógrafo Germán Herrera, 1979.
Fototeca Nacho López, cdi.
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COORDINACIÓN ACADÉMICA
Enrique Serrano Carreto
Lilia Cruz-González Espinosa

CONSULTORÍA EN DEMOGRAFÍA
Constanza Rodríguez Hernández

SISTEMA DE INFORMACIÓN GEOGRÁFICA


Verónica Gámez Montes
José Alberto Salas Serrato
Laura Virginia García Vidales

SERVICIOS DE INFORMACIÓN Y CÓMPUTO


Eduardo Bello Jiménez
Patricia Moreno Hernández
María de Lourdes Ayala
Blanca Ramírez Martínez

NOTA SOBRE EL AUTOR


Elio Masferrer Kan es historiador y doctor en antropología social, así como investigador titular y coordinador de la licenciatura
en etnohistoria en la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Enfocado a la investigación en sociología de las religiones ha
realizado trabajo de campo especialmente en la Sierra Norte de Puebla. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores.

Fotografía 1a de forros y portada: En la milpa. Nanacatlán, Puebla.


Fotógrafo Pablo Ortiz Monasterio, 1980. Fototeca Nacho López, CDI.

Fotografía página 5: Detalle de la fotografía en pág. 12.

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TOTONACOS
ELIO MASFERRER KAN

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CDI
972.004
C65
TOTON.
Masferrer Kan, Elio
Totonacos / Elio Masferrer Kan. – México : CDI : PNUD, 2004.
39 p. : maps., retrs., tabs. – (Pueblos indígenas del México contemporáneo)
Incluye bibliografía
ISBN 970-753-025-1

1. INDIOS DE PUEBLA – TOTONACOS 2. TOTONACOS – HISTORIA 3.


IDENTIDAD ÉTNICA – TOTONACOS 4. TOTONACOS – RELIGIÓN Y MITOLOGÍA
5. TOTONACOS – RITOS Y CEREMONIAS 6. TOTONACOS – CONDICIONES
SOCIOECONÓMICAS 7. TOTONACOS – POLÍTICA Y GOBIERNO 8.
PARENTESCO 9. COMPADRAZGO 10. TOTONACOS – ETNOGRAFÍA 11.
DANZAS TOTONACAS I. t. II. Ser.

D.R. © 2004 Elio Masferrer Kan

Primera edición, 2004

D.R. © 2004 Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas


Av. Revolución 1279, Colonia Tlacopac, Delegación Álvaro Obregón,
C.P. 01010, México, D.F.

D.R. © 2004 Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo


Av. Presidente Mazarik 29, Colonia Chapultepec Morales, Delegación Miguel Hidalgo,
C.P. 11570, México, D.F.

ISBN 970-753-025-1 / Totonacos

ISBN 970-753-006-5 / Pueblos Indígenas del México Contemporáneo

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Queda prohibida la reproducción parcial o total del contenido de la presente obra, sin contar previamente con la autorización
del titular, en términos de la Ley Federal del Derecho de Autor, y en su caso de los tratados internacionales aplicables. La
persona que infrinja esta disposición se hará acreedora a las sanciones legales correspondientes.

Impreso y hecho en México

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TOTONACOS

TOTONACOS

ESTE ENSAYO APORTA UNA SINTÉTICA ETNOGRAFÍA DE LOS TOTONACOS 5


(tutunakú),1 poniendo especial énfasis en la configuración de la identidad
del grupo étnico, como resultado de un proceso histórico donde tuvieron
que atravesar conflictos y procedimientos de dominación. Después de más
de 500 años de opresión, dominación y políticas integracionistas, los to-
tonacos han logrado mantener una presencia significativa en la sociedad
pluriétnica del México contemporáneo. Manteniendo partes esenciales
de su visión del mundo, han pasado por un proceso complejo de pérdida
territorial, fases migratorias, conversiones religiosas y profundos cambios
socioeconómicos y políticos. En toda esta larga experiencia, los totonacos
supieron sortear todos los obstáculos y colocarse entre los diez grupos in-
dígenas más numerosos de México.

1
Vocablo aceptado en el Acta de Acuerdos para la Sistematización de la Escritura de
la Lengua Tutunakú. Comunidad de Sabanas de Xalostoc, Coxquihui, Veracruz, 23-25
de octubre de 2003.

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¿QUIÉNES SON LOS TOTONACOS? quienes en congreso decidieron solicitar


Las primeras fuentes históricas señalan que a la Secretaría de Educación Pública (SEP)
los totonacos se llaman así porque adora- que se acepte esta denominación como
ban a un dios llamado Totonac. Otras ver- propia. En las primeras frases de este mito
siones ponen énfasis en una interpretación se lee lo siguiente:
etimológica tutu (“tres”) y nacu (“corazón”):
tres corazones. Sobre el particular, algunos La tribu de los totonacas estaba gober-
analistas plantean que este término se re- nada por tres sacerdotes, esos sacerdo-
fiere a tres grandes centros ceremoniales, tes tenían dividido todo el Imperio toto-
Tajín, en Papantla, Zempoala, cerca de la naco. Eran como sacerdotes y tenían sus
antigua fundación del Puerto de Veracruz, esposas, pero no permitían, ya desde en-
y Yohualichan, en la Sierra Norte de Pue- tonces, que sus hijos e hijas se casaran
bla, cerca de Cuetzalan. Muchos entrevis- con gentes que no fueran de su misma
tados dicen que el nombre de la lengua es categoría. Tenían que casarse entre ellos
totonaca y que ellos en realidad se autode- mismos, y por eso cuentan que una vez
nominan totonacas y no totonacos como lo un muchacho se enamoró de una hija
6 hacen otros. Es interesante comentar que del sacerdote que estaban [sic] por allá
no hay referencias contemporáneas a To- en el Tajín…2
tonac y que los entrevistados se refieren a
sí mismos como hablantes de dicha lengua; Como puede observarse, para la gente de
no obstante, la identidad puede pasar por Zongozotla el mundo totonaco efectiva-
otras cuestiones. mente estuvo dividido en tres centros ce-
Entre los totonacos del municipio de remoniales, que se regían bajo un sistema
Zongozotla de Bonilla, Puebla, la pobla- teocrático y guardaban una estricta endo-
ción descompone su nombre étnico en gamia de casta, cuya trasgresión daría lugar
tutu y nacu, tal y como se ha expuesto; al poblamiento totonaco de la Sierra Nor-
no obstante, en su mito de origen es po- te de Puebla y, por lo tanto, al nacimien-
sible entrever una íntima relación entre la to del pueblo de Zongozotla. El mito con-
etimología del nombre étnico y aquellas
interpretaciones que lo refieren a la anti- 2
Leopoldo Trejo Barrientos, “La esposa-perro
gua existencia de tres grandes centros ce- mesoamericana. Análisis del mito de origen de
Zongozotla, una comunidad totonaca de la Sierra
remoniales; esta posición ha sido asumi- Norte de Puebla”, tesis, México, Escuela Nacional
da por los profesores bilingües totonacos, de Antropología e Historia, 2000, p. 101.

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El paisaje agrícola, Tuzamapan de Galeana, Puebla.
Fotógrafo Sergio Abbud, 1979.
Fototeca Nacho López, CDI.

tinúa con la prohibición que el sacerdote [sic] tanto trabajo, vete por toda la ve-
del Tajín hace a su hija de que siga viendo ga de este río y vas agarrando el río más
a su novio plebeyo; luego, ante la necedad grande que vayas encontrando. Ese río
de los enamorados, el novio tiene que huir nace un poco arriba de aquel cerro…3
bajo amenazas de muerte. La madrina de
éste le dice hacia dónde debe dirigirse pa- El cerro es el Cozoltépetl y el río, el Zem-
ra salvar la vida: poala; accidentes geográficos que son
fundamentales para delimitar las fronte-
Mira allá, aquella punta de cerro que se ras étnicas de los totonacos de la Sierra
ve allá es una montaña muy grande, y allá Norte de Puebla. El río Zempoala divide
en ese lugar, cerca de ese lugar debes irte; el territorio de la Sierra en dos mitades ét-
allá no te encontrarán y sólo así podrás
librarte de que te maten. Para que no dé 3
Idem.

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El término naco es empleado como un


El término naco es empleado como despectivo por los mestizos e incluso por
un despectivo por los mestizos, los miembros de la sociedad nacional; los
totonacos responden que quienes así los
pero los totonacos responden que
llaman les obsequian en realidad una corte-
quienes así los llaman les obsequian
sía, pues les dicen corazón. Siguiendo una
una cortesía. perspectiva similar, los totonacos denomi-
nan luwa a los mestizos, que quiere decir
víbora, lo cual puede tener varias lecturas,
nicamente diferenciadas: en su ribera sur ya que aun en la cosmovisión mestiza este
sólo habitan comunidades de habla na- reptil estaría vinculado con el mundo de
hua, mientras que en la norte únicamente abajo, en donde suele colocarse el infierno
existen asentamientos totonacos. El cerro en las tradiciones españolas de evangeliza-
Cozoltépetl, en cuyas faldas se encuen- ción. Durante mucho tiempo los mestizos
tra el municipio de Zongozotla, funciona se autodenominaron gente de razón y con-
como la última frontera del territorio to- sideran que los totonacos son tontos o na-
8 tonaco de la Sierra hacia el sureste, pues cos. En ocasiones, como estrategia defen-
más allá todas las comunidades son na- siva, un indígena puede decir de sí mismo,
huas. El recorrido del joven desde el Tajín como grupo: “aquí somos un poco tonti-
hasta Zongozotla no sólo sigue la vega del tos”. Debemos tener claro aquí que se trata
río Zempoala sino que también describe simplemente de una estrategia para ganar
la distribución geográfica de una de las tiempo y ver las intenciones del extraño.
tres variantes dialectales del totonaco, la Los totonacos asumen el origen del mun-
Zapotitlán-Papantla, cuyas comunidades do en el mito del Quinto Sol, donde se relata
más extremas en realidad son Zongozo- que se juntaron 400 dioses y encendieron
tla y Papantla. El simple hecho de que la una hoguera; de los dos hermanos convoca-
ruta de huida del joven coincida con un dos uno se animó a arrojarse al fuego y de
determinado dialecto del totonaco nos ha- él nació Chichiní (Sol); el otro hermano que
bla de la continuidad lingüística y cultural había titubeado se arrojó entonces a la ho-
que existió entre ambos extremos, misma guera, pero ésta ya se había apagado y sólo
que se expresa de manera clara en los mi- quedaban cenizas; también fue enviado al
tos serranos, los cuales ven en el Tajín el cielo, sería P’apa (Luna). Ambos hermanos
corazón de su identidad. siempre pelean, los dos son hombres; P’apa

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“Danza de los Quetzales” en la celebración al culto solar. Tuzamapan de Galeana, Puebla.
Fotógrafo Sergio Abbud, 1979.
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o Manoel visita a las mujeres cada 28 días. taba qué pasaba en un eclipse; los totonacos
El eclipse de sol o de luna es parte de esa contestaban que “peleaban los hermanos y
lucha cosmológica, y se transforma también se podía ver en el agua”, y los mestizos res-
en un indicador étnico. pondían que “los totonacos eran tontos y
Durante mucho tiempo, para saber si el creían en eso”. La Semana Santa es vista co-
maestro bilingüe que estaba conversando mo una lucha entre Chichiní y P’apa, como
conmigo era indígena o mestizo, le pregun- un eclipse de sol, donde triunfa Chichiní y

Los totonacos asumen el origen del mundo en el mito


del Quinto Sol.

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Se dice que cuando hay eclipse, el Sol y la Luna disputan. El Sol


es el dios del mundo de los hombres, se llama Francisco.

puede renovarse el mundo. En 1836 estalló día a Martín, la iguana. Un muchacho de-
una violenta rebelión totonaca, que duró cidió, una mañana, seguir a Martín para
dos años, contra la medida del obispo de ver a dónde iba. Le vio acostarse sobre
Puebla de prohibir la celebración de la Se- una enorme roca y al sentirla, advirtió
mana Santa, pues ésta ponía en peligro la que estaba caliente […]. Al volver a casa
reproducción simbólica del pueblo indio. el muchacho contó su descubrimiento a
Es importante recordar que los toto- su padre y éste previno a la Presidencia.
nacos prehispánicos son el único grupo Se decidió entonces partir la roca para
mesoamericano que tiene la sonrisa en el ver qué había abajo. Pero nadie lo logró
rostro de sus representaciones. Las caritas […]. Por último fue llamado Francisco, el
sonrientes arqueológicas tienen hoy su justa pájaro chiquito, que después de hacerse
10 representación entre los totonacos contem- rogar largamente comenzó a saltar sobre
poráneos, sonrientes, alegres y diplomáti- la roca […] a la vigésima quinta vez la
cos ante las situaciones más complejas, y roca se parte. De la grieta rota surge un
con una relación bastante respetuosa con rayo delgado como un hilo, y llega hasta
sus mujeres; no es extraño ver a los hom- el cielo. Al agrandar la grieta la gente vio
bres cuidando a los niños y dándoles sus que en el interior estaba como una yema
alimentos en la calle. Manejan un sentido de huevo, el Sol…4
de la cortesía y el respeto que les da un se-
llo inconfundible. Después esta yema de huevo es dada a
Según Alain Ichon, uno de los mitos tragar a una pequeña niña huérfana, quien
más difundidos en la Sierra Norte de Pue- queda encinta. A los nueve meses da a luz
bla es el del nacimiento del sol; existen al Sol, el cual ya tenía la forma de un hom-
muchas variantes de este relato, aunque brecito. Al ser él el Sol, todo lo que toca
destacan aquellas en donde el sol perma-
nece en forma embrionaria dentro de una 4
Alain Ichon, La religión de los totonacos de la
gran roca: Sierra, México, Instituto Nacional Indigenista (SEP -
Nuestros antepasados veían pasar cada INI, 16), 1973, pp. 63-66.

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“Voladores”, danza de raíz prehispánica que reproduce la mitología tradicional.


Pantepec, Puebla.
Fotógrafa Graciela Iturbide, 1979.
Fototeca Nacho López, CDI.

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Paternidad totonaca, no es extraño ver a los hombres cuidando a los niños. Nanacatlán, Puebla.
Fotógrafo Pablo Ortiz Monasterio, 1980.
Fototeca Nacho López, CDI.

agarra fuego; por eso también se le consi- nuevo y bello. Amanecía. Manoel persigue
dera el donador del fuego. Sin embargo, se siempre al Sol sin lograr atraparlo”.
ve obligado a partir, pues resulta muy pe-
ligroso que viva entre los humanos. En su LA REFORMULACIÓN DE LA
partida tiene que enfrentarse con la Luna IDENTIDAD Y LOS LÍMITES ÉTNICOS
o Manoel, el amante de todas las mujeres, La identidad no pasa necesariamente por la
que se enojó al saber del nacimiento del lengua; en Tetelilla de Islas, la población se
Sol. Así, se inicia una carrera entre el Sol y considera a sí misma totonaca, a pesar de
la Luna para ver quién de los dos logra salir haber perdido la lengua; emplean el cas-
antes por el Oriente. Engañado por el perro tellano para comunicarse, como resultado
del Sol, Manoel o la Luna, “llega demasia- de las políticas de aculturación lingüísticas
do tarde: el Sol salía ya por el Oriente, todo implementadas en los años cuarenta por la

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Manejan un sentido de la cortesía y el respeto que les da un


sello inconfundible.

escuela rural mexicana. En otras comuni- dente; “se ponen de acuerdo entre los de
dades hubo un proceso de nahuatlización su raza”, me dijo en confianza.
de la población totonaca, no obstante ésta
mantiene su identidad totonaca y persiste LOS NUEVOS ESPACIOS DE LA
en su sistema mítico y religioso. ETNICIDAD Y LAS RELIGIONES
La etnicidad y los límites étnicos son ÉTNICAS
dinámicos y pueden reformularse estable- Aunque la población se identifica a sí mis-
ciendo aspectos de la conciencia étnica re- ma como totonaca, durante los últimos 30
feridos a la persistencia de otros aspectos años observamos un desarrollo sistemático
que analizaremos más adelante. Existen ca- de pérdida de población como resultado de
sos donde los límites étnicos se amplían pa- los procesos migratorios y del impacto de la 13
ra incluir nuevos sistemas mítico-religiosos, educación escolarizada. En la mayoría de
como sucede con el protestantismo totona- los pueblos se introdujeron nuevas institu-
co, que tiene la peculiaridad de reforzar la ciones educativas, los jardines de niños, la
etnicidad, e introduce la Biblia como reor- primaria completa y, en los últimos quince
ganizador de su visión del mundo. años, la telesecundaria. La enseñanza pre-
En las solidaridades étnicas pueden escolar ha sido exitosa en la castellaniza-
trascender las políticas e, incluso, las re- ción de los niños, lo cual impactó sobre la
des de compadrazgo, como me explicó un educación primaria, que se desarrolla en el
operador político mestizo convencido de sistema federal bilingüe y sólo en castellano
que el reciente triunfo de los candidatos dentro del sistema federal y estatal. En algu-
indios del Partido Acción Nacional en dos nos casos el sistema educativo fue un canal
comunidades totonacas se debía a estra- adecuado para la pérdida de la lengua; en
tegias étnicas de control político, las cua- otros, sirvió para reafirmar su etnicidad.
les tampoco eran ocasionales sino que se El impacto más notable está en los cam-
venían ejerciendo desde por lo menos 20 bios en los sistemas de visión del mundo de
años en forma tanto discreta como contun- los totonacos. A mediados del siglo XX la

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“Santiagueros” de Tuzamapan de Galeana, Puebla.


Fotógrafo Germán Herrera, 1979.
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inmensa mayoría de la población practica- diciones totonacas prehispánicas. Los ma-


ba un catolicismo totonaco, resultado de la yordomos y otros cargos tradicionales tie-
fusión de sus tradiciones prehispánicas con nen un papel relevante. Durante mucho
el catolicismo colonial; esto se ha modifica- tiempo estos católicos fueron el paradigma
do a raíz de las transformaciones socioeco- de la estructura religiosa y simbólica de los
nómicas, culturales y religiosas. El 90 por totonacos contemporáneos; sin embargo,
ciento de la población es católica; en ella sus creencias han sufrido cambios significa-
podemos distinguir tres sectores: tivos, pues han surgido otras variantes.

Católicos tradicionales totonacos: mantie- Católicos renovados: la mayoría de ellos


nen una visión del mundo resultado de la tuvieron experiencias migratorias prolon-
fusión del catolicismo colonial con las tra- gadas en espacios urbanos, y allí desarro-

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llaron prácticas religiosas más vinculadas llo del protestantismo implicó un fortale-
con el catolicismo del centro de México; cimiento de la etnicidad, pues empleó el
una vez de regreso a las comunidades, ya totonaco como lengua litúrgica y de evan-
no participan en las prácticas tradiciona- gelización; creó así un cuerpo de especia-
les e incluso, en algunos casos, las están listas religiosos indios (pastores y obreros
modificando. evangelistas) con mucha iniciativa, y desa-
rrolló gramáticas y escrituras propias, ade-
Católicos de la Iglesia autóctona: implica más de enriquecer la lengua al ampliar el
una reformulación del catolicismo tradicio- vocabulario y los espacios sociales de su
nal, en términos de ponderar lo cultural, utilización.
que se expresa en retomar las ceremonias A pesar de la gran diversidad de op-
tradicionales, donde la participación de los ciones religiosas que coexisten en casi to-
laicos es más activa y el papel de los ma- dos los municipios totonacos de la Sierra
yordomos tradicionales es menos significa- Norte de Puebla, algunos mitos y persona-
tivo. Se expresa también en un fuerte acti- jes míticos han podido mantenerse en la
vismo etnopolítico. memoria indígena. La conversión a alguna
otra religión no es garantía del abandono 15
Los evangélicos iniciaron un trabajo siste- total del cuerpo mítico simbólico de una
mático después de 1950 con la instalación comunidad; un buen ejemplo es Aktziní,
del Instituto Lingüístico de Verano (ILV) en un personaje que ha deambulado por todo
la región; logradas las primeras conversio- el territorio totonaco anunciando la llegada
nes crecieron los bautistas, quienes prefi- de huracanes y fuertes tempestades, que
rieron impulsar el desarrollo de una iglesia hacen recordar al hombre los tiempos del
evangélica étnica y las escuelas bíblicas de diluvio. En la mitología totonaca, Aktziní
la Sierra Totonaca; luego se expandieron puede ser pensado como el dios totonaco
los grupos pentecostales o pentecosteses, de la lluvia y, por lo tanto, se relaciona con
tanto nacionales como independientes, diferentes secuencias míticas y personajes,
generados por líderes locales. El desarro- entre otros la Sirena.

LA REFORMULACIÓN TERRITORIAL
La conversión a otra religión no es garantía del abandono total
del cuerpo mítico simbólico de una comunidad.

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En un pozo cercano al pueblo de Zon- siguió sin que se diera cuenta. El


gozotla iba a pescar siempre un joven. padre del joven observó que és-
Un día se encontró a una muchacha te, antes de llegar al pozo empe-
lavando a la orilla del pozo al que iba zó a silbar con su flauta y a tocar
a pescar; llegó y la saludó y al mo- su tambor, tal como se ejecuta-
mento se enamoró de ella, pero no le ban en la “danza de los Volado-
platicó nada en ese momento. Con el res”. Mientras tanto la muchacha
pasar de los días, el muchacho volvió lo escuchó y se preparó para re-
a pescar y la encontró nuevamente la- cibirlo; él la encontró como ante-
vando; la muchacha había tendido su riormente, lavando. El padre del
ropa que tenía los colores que forman muchacho vio que de momento
el arco iris. El muchacho se sentó jun- se dieron un abrazo, y al hacerlo
to a ella y le empezó a platicar cosas la muchacha jaló al joven hacia el
de amor, y la muchacha aceptó las pa- pozo, se fueron dando de vueltas.
16 labras de amor del joven, diciéndole Se sorprendió de lo ocurrido y se
que tenía que seguir regalando sus ga- acercó apresuradamente a la ori-
llinas. Lo que al muchacho le pareció lla del pozo; tiempo después ob-
raro; no se daba cuenta que [sic] la servó que dentro del agua venían
muchacha se refería a los pescados. dando de vueltas la muchacha y
La muchacha aceptó al joven con la el joven como eran en vida, pero
condición de que arreglara una flau- ya no eran humanos, eran unas
ta de caña y un tambor pequeño co- culebras que estaban enredadas
mo el de los “voladores”; le dijo que una a la otra.5
cuando regresara al pozo, a lo lejos
viniera tocando su tambor y pitando 5
Abraham Ávila Soriano, “Algunos aspectos
su flauta. Cuando el joven volvió a etnoherpetológicos en un municipio totonaco
irse a la pesca, su papá se fijó bien de la Sierra Norte de Puebla, Tepango de Ro-
dríguez”, tesis, México, Universidad Nacional
que llevaba la flauta y el tambor y lo Autónoma de México, 1987.

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El grupo doméstico que vive en la misma casa comparte el fogón y la elaboración de alimentos.
Pantepec, Puebla.
Fotógrafa Graciela Iturbide, 1979.
Fototeca Nacho López, CDI.

Los totonacos ocupaban un extenso territo- debilidad, ya que vecinos más poderosos,
rio que abarcaba desde el Golfo de México como es el caso de los aztecas, los vieron
hasta la actual Sierra Norte de Puebla, del como reservas estratégicas de alimentos.
río Cazones, al norte, hasta el río de la An- Es importante destacar que los totona-
tigua, al sur; por sus características ecoló- cos trabajaban en forma colectiva milpas
gicas, en este territorio la producción agrí- dedicadas a los especialistas religiosos y
cola y silvícola era muy significativa, pues a sus jefes étnicos. Esto contrastaba con
las intensas precipitaciones, resultado de la política de los aztecas, quienes exigían
los vientos húmedos del Golfo de México, como tributo una cantidad fija de bienes;
permitía a los totonacos tener una produc- en el caso de una contingencia climática
ción de alimentos constante y casi segu- o productiva los grupos dominados esta-
ra. Esta fortaleza fue siempre su principal ban expuestos a hambrunas para cumplir

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las exigencias. Como consecuencia de es- ñoles y africanos. Algo similar sucedió en
tas contingencias los totonacos se insurrec- las tierras planas susceptibles de aprove-
cionaron contra la Triple Alianza y fueron chamiento agrícola y ganadero del Decli-
cruelmente reprimidos, después de lo cual ve del Golfo, aunque allí lograron mante-
les duplicaron los tributos. Ésta era la situa- ner mejores posiciones; no obstante, en un
ción cuando contactaron a Cortés. lento y sistemático proceso histórico fueron
La llegada de los españoles les permitió constantemente despojados de sus tierras y
abrigar esperanzas de sacudirse el yugo de arrinconados hacia las montañas y cerros
la Triple Alianza, sin saber que la cuestión que por su agreste geografía no eran sus-
sería aún más complicada. Les facilitaron ceptibles de ser explotados con la tecno-
los contactos con sus aliados tlaxcaltecas, logía europea de la época, como es el ca-
y conformaron así una ruta, iniciando un so de la Sierra Norte de Puebla. Asimismo,
sistema de alianzas que serían decisivas en su alianza contra Tenochtitlan hizo que no
la toma de Tenochtitlan; esta situación les fueran vistos como peligrosos en términos
permitiría también tener un mejor trato con militares para la Corona.
los nahuas, lo cual fue un elemento estraté- Los españoles respetaron durante el si-
18 gico en la reconstrucción de su población y glo XVI a los jefes étnicos totonacos y en el
en el mantenimiento de su etnicidad. siglo XVII iniciaron sus estrategias de des-
En la actualidad los totonacos han per- estructuración de la organización étnica
dido prácticamente la mitad del territorio tradicional, abocándose sistemáticamen-
que poseían al inicio de la invasión euro- te a descomponer las estructuras políticas
pea. En la franja costera fueron rápidamen- de origen prehispánico; las jefaturas étni-
te desalojados por el impacto de las gran- cas que abarcaban varios poblados fueron
des epidemias que trajeron los españoles sustituidas por cabildos indígenas en ca-
y por el desarrollo de la ganadería. En mu- da comunidad, creando autoridades que
chos casos fueron remplazados por espa- se renovaban todos los años. Después de

Las intensas precipitaciones permitía a los totonacos tener una


producción de alimentos constante, los aztecas los vieron como
reservas estratégicas de alimentos.

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las grandes pérdidas territoriales del siglo


XVI lograron retener la mayoría de sus tie- Mantuvieron formas productivas
rras y mantuvieron formas productivas tra- tradicionales, basadas en sistemas
dicionales, basadas en sistemas de recipro- de reciprocidad, orientadas hacia la
cidad, orientadas hacia la autosuficiencia,
autosuficiencia, con estrategias de
con estrategias de explotación de los dis-
explotación de los distintos pisos
tintos pisos ecológicos. Éstas permitían el
autoabastecimiento de productos mediante ecológicos.
la explotación, por los grupos domésticos,
de los diferentes microagroecosistemas, re-
sultado de la diversidad ecológica. Esto im- su sustitución por un clero diocesano que
plicó una economía saludable que no em- no conocía la lengua ni tenía mayor inte-
pleaba moneda para sus intercambios. rés en estudiarla. Un dato elocuente es que
Esta situación fue visualizada por los es- en 1750 había sólo 16 párrocos en todo el
pañoles y, en particular, por los sacerdotes, Totonacapan. La falta de recursos mineros
quienes, conscientes de esta peculiaridad, y agrícolas, y el escaso conocimiento que
preferían otras regiones más accesibles y tuvo el clero de la cultura totonaca de los 19
con mejores posibilidades de extracción de siglos XVI y XVIII facilitó este proceso de re-
diezmos y excedentes. Los totonacos paga- organización cultural y étnica, que le per-
ban su diezmo e impuestos en especie y en mitió a los totonacos llegar al siglo XXI con
trabajo, negándose a realizarlo en mone- un papel relevante en la población indíge-
da, pues no disponían de ella. Los españo- na mexicana.
les más interesados en la extracción de oro
y plata orientaron sus esfuerzos hacia otras LA RUPTURA DEL PACTO COLONIAL
regiones más atractivas. La presencia espa- Durante los primeros dos siglos de la Colo-
ñola entre los totonacos de la Sierra poblana nia la situación social estuvo relativamente
y la Sierra Alta veracruzana fue disminuyen- en calma; sin embargo, en la segunda mitad
do porque sus tierras no eran susceptibles del siglo XVIII las relaciones entre los totona-
de explotación con los recursos tecnológi- cos y los españoles entraron en un franco
cos de la época; también facilitó la situa- proceso de descomposición. Los mestizos
ción de los indígenas la secularización de en la zona veracruzana iniciaron el con-
las parroquias y el desalojo de los francisca- flicto con la invasión de las tierras de los
nos y agustinos de las regiones totonacas, y totonacos y éstos se sintieron lo suficiente-

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para mantener sus tierras y derechos ad-


En la actualidad los totonacos han quiridos durante el difícil periodo colonial,
perdido prácticamente la mitad del pero fueron reprimidos cruelmente por los
españoles; esta situación los llevó a aliar-
territorio que poseían al inicio de la
se con los independentistas, pero también
invasión europea.
fueron derrotados, y su principal líder, Se-
rafín Olarte de Coxquihui, fue ejecutado
por los realistas.
mente fuertes como para iniciar procesos La presión sobre sus tierras se intensificó
de resistencia política y militar. En un pe- en la costa veracruzana; durante el siglo XIX
riodo que va desde 1750 a 1820, los toto- protagonizaron nuevas rebeliones contra el
nacos protagonizaron una serie de revuel- reparto de las tierras comunales implemen-
tas en las regiones de Papantla y Orizaba tado por los liberales, sufriendo nuevas de-

20

Los festejos con música y danza son parte de la reproducción de su etnicidad. Pantepec, Puebla.
Fotógrafa Graciela Iturbide, 1979.
Fototeca Nacho López, CDI.

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TOTONACOS

rrotas en esta región. La insurrección más este. En la Semana Santa, el Santo Entierro
notable fue la dirigida por Mariano Olarte, (Cristo o Chichiní) tiene la cabeza hacia el
hijo de Serafín. Entre 1836 y 1838 se alzaron este, mirando hacia el oeste, porque preci-
con una serie de reivindicaciones sociales, samente él es el Sol. En los camposantos,
políticas y económicas, cuyo eje articulador en muchos casos, los enterramientos de
era la prohibición, por el obispo de Puebla, los totonacos están orientados este-oeste,
de que se celebrara la Semana Santa a la y los mestizos tienen su último descanso
usanza totonaca. El general Guadalupe Vic- en dirección norte-sur.
toria, el primer presidente mexicano, quien
había sido aliado de Serafín Olarte, negoció LA CONFIGURACIÓN DE LAS
con su hijo Mariano para resolver el con- REGIONES INTERÉTNICAS Y LA
flicto. Rápidamente percibió los elementos CONSOLIDACIÓN DE LOS MESTIZOS
étnico-religiosos y trató de convencer al Los mestizos desarrollaron durante la Refor-
obispo de que eliminara la prohibición de ma una nueva estrategia de desestructura-
la Semana Santa, pero éste, con poca sen- ción de los totonacos, que tenía varios ejes;
sibilidad, respondió que no imaginaba qué las medidas más notables eran la privatiza-
tenía que ver una cosa con la otra. ción de las tierras comunales, la expropia- 21
Nuestras investigaciones de campo ción de los bienes religiosos y la prohibi-
nos han permitido concluir que los fes- ción del culto público. Entre los totonacos
tejos totonacos de la Semana Santa son de Puebla casi no hubo haciendas, pero la
muy importantes en la reproducción de privatización de las tierras comunales, más
la etnicidad, pues están relacionados con un plan educativo forzoso en castellano,
el triunfo de Chichiní, el Sol. La importan- aunque en algunos casos llegaron a em-
cia de este astro es muy significativa: los plear lenguas indígenas, permitió incrus-
muertos, desde su velación hasta el entie- tar en las comunidades una generación de
rro, tienen la cabeza hacia el oeste para maestros que más tarde se convertirían en
que vean todos los días salir el sol en el los primeros residentes mestizos, quienes

Los festejos totonacos de la Semana Santa son muy importantes


en la reproducción de la etnicidad.

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El territorio totonaco fue escindido por los procesos de


atracción económica, social y política aplicados desde los
centros rectores mestizos durante el siglo XX.

a su vez se apoderaron de las tierras in- nes interétnicas que conocemos. Durante
dígenas. La prohibición del culto público la Revolución mexicana, en muchas comu-
servía para eliminar el sistema de cargos nidades totonacas se logró desalojar a los
político-religiosos e imponer jefes polí- mestizos, quienes se replegaron hacia las
ticos, habitualmente nahuas o mestizos, plazas principales y secundarias, pero du-
designados por los caciques regionales. rante el gobierno de Maximino Ávila Ca-
La nacionalización de los bienes religio- macho (en los años treinta) consiguieron
so impactó no sólo sobre los templos que recuperar algunas de estas posiciones.
pudiera controlar el clero sino que impli-
có la pérdida de bienes de cofradías, que LA REFORMULACIÓN DEL
22 en muchos casos habían sido estrategias TOTONACAPAN POBLANO EN EL
para mantener el control de recursos pro- PERIODO POSREVOLUCIONARIO
pios mediante las formas tradicionales de El territorio totonaco fue escindido por los
organización indígena. procesos de atracción económica, social y
Dicha estructura político-militar-educa- política aplicados desde los centros recto-
tiva les sirvió de base para intensificar el res mestizos durante el siglo XX. La carretera
comercio de arriería, antecedente del se- México-Tuxpan y el desarrollo petrolero en
gundo conjunto de mestizos; los arrieros y Poza Rica dieron surgimiento a un eje eco-
comerciantes desarrollaron un sistema de nómico centrado en Huauchinango-Xicote-
plazas principales y secundarias en las que pec, que dividió el occidente de la Sierra
se asentaron, desde las cuales, aliados con totonaca y dejó marginado a Pahuatlan-Tla-
los jefes políticos y los maestros, configu- cuilotepec. La carretera de Teziutlan-Tlatlau-
raron una nueva clase en el poder —que quitepec a Tenampulco definió un margen
persiste hasta la actualidad— con la que oriental muy vinculado con Veracruz, mien-
están confrontados los totonacos. De esta tras que la carretera interserrana configuró
manera, en el siglo XIX y los primeros 40 dos centros rectores, Zacapoaxtla-Cuetza-
años del siglo XX se generaron las regio- lan y Zacatlán-Ahuacatlán-Tepango. Por su

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23
Los juegos de equipos son confluencia de observadores en las festividades.
Tuzamapan de Galeana, Puebla.
Fotógrafo Sergio Abbud, 1979.
Fototeca Nacho López, CDI.

trazo hecho con criterios políticos quedó Si observamos estas nuevas áreas de in-
fuera de juego el eje Tetela de Ocampo- fluencia, los centros rectores económicos
Aquixtla, que había sido la posición domi- quedaron fuera de las tierras del Totonaca-
nante durante el Porfiriato y base del poder pan, en áreas de predominio nahua, mestizo
político de Juan Francisco Lucas y Gabriel e incluso criollo; esta situación produce una
Barrios, su hijo. Esta reformulación del es- relación de colonialismo interno que impli-
pacio implicó el desarrollo de procesos de ca una descapitalización permanente de los
diferenciación económica, social y política, totonacos, quienes deben realizar sus opera-
aunque en su interior los totonacos desarro- ciones comerciales y financieras fuera de su
llaron un núcleo identitario basado en un área de influencia, lo cual drena su econo-
conjunto de estrategias de resistencia étnica mía interna y fortalece permanentemente a
para mantener su cohesión e identidad. sus competidores.

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El poder e influencia que Juan Francisco siera. Los fragmentos que a continuación se
Lucas hizo sentir a lo largo y ancho de la reproducen dan cuenta de estos poderes,
Sierra Norte de Puebla, además de refun- y de alguna manera nos hablan de las pre-
cionalizar formas de identidad étnica, le ga- ocupaciones diarias que durante los once
nó la fama de nagual, es decir, de una per- años de Revolución se vivieron en algunas
sona con poderes extraordinarios capaz de regiones de la Sierra Norte de Puebla, y
convertirse en cualquier animal que él qui- que a la fecha aún se recuerdan:

[Una vez que Francisco Lucas estaba lograr que los ángeles aceptaran
convertido en pantera, una cotorra le su resurrección, si es que moría,
dijo] “¡ya te vi Francisco Loca!”. Con- Francisco Lucas dijo a sus solda-
testó Francisco: ”vas a ver malvada co- dos que tenía que ir a la Ciudad
torra”. Ya convertido en animal se trepó de México], entonces se convirtió
al árbol e hipnotizó a la cotorra, [que] en un animal. Llegando, luego se
ya no pudo volar y la acercó en la boca convierte de [sic] gato cuando el
del tigre y estaba arrepentida la pobre gobierno hace junta con los gene-
24
cotorra cuando se la estaba tragando rales y Francisco entra en la Pre-
y le dijo la cotorra: “¡Auxilio!” Llora- sidencia y todo está escuchando
ba y decía: “¡Auxilio! ¡auxilio! ¡Villa de lo que se trataba […]. Y luego
y Zapata ya me está tragando Pancho él llegaba a su pueblo. Luego les
Loca!” […] Después Francisco Loca habló a su gente para que se pre-
estaba arrepentido. De inmediato fue paren [sic] porque van a llegar los
a confesarse con el padre […] y le soldados del gobierno. Y cuando
preguntaron a Francisco qué ha he- llegaban luego los tronaba…6
cho en su vida y dijo ”pues yo soy na-
hual, puedo convertirme en cualquier
animal”. Entonces contestó el padre, 6
Carlos Bravo Marentes, “Hombres-mito y hé-
”si puedes convertirte puedo ocupar- roes civilizadores. Juan Francisco Lucas. El Pa-
te como Espíritu Santo, puedes ir al triarca de la Sierra Norte de Puebla”, ponencia
presentada en el II Coloquio de Historia de las
cielo solicitando que cuando te mue-
Religiones en Mesoamérica, México, Universi-
ras puedas resucitar”. [Después de dad Nacional Autónoma de México, 1986.

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LAS TRANSFORMACIONES ta industrial de Puebla y de otros estados.


SOCIOECONÓMICAS Y POLÍTICAS Luego, el control de precios del azúcar y
La Sierra totonaca había quedado al mar- la introducción de otros edulcorantes a su
gen de los espacios mercantiles hasta que vez dejó fuera del mercado el azúcar de
fue violentamente articulada a los ciclos caña serrana. La inmensa mayoría de los
mercantiles durante el Porfiriato; lo prime- productores se volcó hacia el café como
ro que se impuso fue la producción masiva principal cultivo agrocomercial; posterior-
de caña de azúcar, complementada con la mente, el incremento de la población y la
producción de algodón, en muchos casos estrategia de “ventajas comparativas” pro-
para autoconsumo y trueque local, a la vez dujo la cafeticulturización de la economía
que se introducía café. La caña sirvió ade- de los totonacos de la Sierra.
más de insumo para la elaboración local El ciclo del café duró durante 20 años,
de aguardiente, que fue impulsada por los hasta que a finales de los años ochenta
mestizos como una estrategia de control y Estados Unidos y los países consumido-
extracción de excedentes. A principios del res del Primer Mundo decidieron cancelar
siglo XX, el desarrollo de la industria textil el Convenio Internacional del Café y libe-
en el centro de Puebla y el cultivo del algo- rar el mercado internacional. Terminada la 25
dón en forma intensiva-extensiva en otros Guerra Fría, los países del Primer Mundo
estados de México dejó a la producción perdieron su interés por la suerte de los
serrana fuera del mercado, eliminando los países productores de café, en su mayo-
tradicionales cotones tejidos artesanalmen- ría tercermundistas o cuya producción es-
te, los cuales fueron sustituidos por la man- taba en áreas deprimidas. La cancelación

La reformulación del espacio, debida al crecimiento de la


infraestructura de comunicaciones, implicó el desarrollo de
procesos de diferenciación económica, social y política; los
totonacos desarrollaron un núcleo identitario basado en un
conjunto de estrategias de resistencia étnica para mantener
su cohesión e identidad.

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ría quebraron cuando perdieron los apoyos


Los países del Primer Mundo estructurales y, por el proceso inflacionario,
no pudieron pagar el financiamiento en dó-
perdieron su interés por la suerte
lares que habían recibido, al desplomarse
de los países productores de café, el precio internacional.
en su mayoría tercermundistas El Estado también había intervenido en
o cuya producción estaba en el mercado de productos básicos a través de
áreas deprimidas. Los costos se Conasupo, y en el mercado de insumos agrí-
incrementaron y el precio bajó. Las colas mediante Fertilizantes Mexicanos (Fer-
transferencias de la exportación timex). Con la reducción de Conasupo, la
privatización de Fertimex y la liquidación
de café entraron en una crisis y los
del Inmecafé, los costos se incrementaron y
procesos migratorios adquirieron el precio bajó, debido a la caída del precio
características masivas. internacional y por la debilidad de los pe-
queños productores que quedaron desam-
parados frente a los grandes compradores.
26 Sin embargo, el golpe definitivo vino con
del Convenio se expresó en México en la el ingreso de Vietnam y otros países asiáti-
liquidación del Instituto Mexicano del Ca- cos en el mercado, con lo cual se derrum-
fé (Inmecafé), organismo regulador que in- bó definitivamente el mercado, tanto por
tervenía en el mercado para definir un pre- la sobreoferta como por los ínfimos costos
cio sostén que remunerara adecuadamente de la mano de obra asiática.
a los productores, a la vez que realizaba Las comunidades indígenas, que ha-
compras, contribuía al mejoramiento pro- bían incrementado su capacidad de soste-
ductivo, realizaba pagos a cuenta de cose- nimiento de la población por las transferen-
cha y actuaba como cooperativa haciendo cias de la exportación de café, entraron en
un pago posterior en concepto de alcance, una crisis de la cual todavía no han salido;
de acuerdo con los resultados de la venta fue entonces cuando los procesos migrato-
en el exterior y el mercado nacional. Tam- rios adquirieron características masivas. La
bién alentó el desarrollo de Asociaciones sustitución del café por otro cultivo agro-
Regionales de Interés Colectivo (ARIC), es- comercial es muy difícil, debido a las con-
pecializadas en la compra, comercializa- diciones ecológicas y de mercado; asimis-
ción y exportación, las cuales en su mayo- mo, volver a la producción de milpa (maíz

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religiosa. La situación varió notablemen-


te entre las cabeceras municipales y las
presidencias auxiliares; en estas últimas
se mantuvieron los usos y costumbres en
la designación de las autoridades locales,
que habitualmente consiste en una asam-
blea popular donde se designan en forma
pública. Si bien el desempeño en los car-
gos religiosos es tomado en cuenta para la
designación de las autoridades, suele po-
nerse en estas posiciones a los vecinos que
tienen mayor educación formal o que son
líderes políticos; en otros casos, la presi-
dencia auxiliar es cedida a los mestizos,
quienes por sus facilidades en el manejo
del castellano pueden ser mejores ges-
tores; los regidores se ocupan de las ac- 27
ciones locales. Esto suele incrementar la
desconfianza, pues en muchas ocasiones
Fabricando vela. Pantepec, Puebla.
los indígenas tienen la convicción de que
Fotógrafa Graciela Iturbide, 1979.
Fototeca Nacho López, CDI. las autoridades mestizas hacen acuerdos
a sus espaldas.
Hasta la década de los ochenta se man-
y frijol) es imposible, pues la densidad de tuvo un sistema de organización social en
población es alta y el tipo de semillas y el barrios o cuadrillas, a veces localizadas y
suelo disponible no está en condiciones de en otras no, de acuerdo con los apellidos
mantener a la población. o según las familias extensas dominantes.
Las cuadrillas se organizaban para el traba-
ORGANIZACIÓN SOCIAL jo público gratuito o faenas, y también para
Y POLÍTICA otras actividades religiosas. Muchas veces
Durante el periodo liberal se eliminaron las mismas recibían de alguna manera cuo-
los sistemas de cargo político-religiosos, tas de las autoridades municipales, y tenían
quedando los cargos limitados a la esfera cargos diversos para garantizar la participa-

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ción comunitaria; asimismo, los jóvenes al cumplimiento y además el gobierno imple-


llegar a los 18 años debían asumirse como mentó una política de pagar todos los car-
semaneros (trabajaban un día a la semana gos municipales; igualmente, mediante los
durante un año) para la presidencia munici- programas de empleo emergente comen-
pal, acciones que coadyuvaban al desarro- zó a remunerar todos los servicios muni-
llo de una conciencia comunitaria. cipales, desestructurando este sistema en
En la actualidad este sistema de parti- aproximadamente diez años. Ahora sólo
cipación comunitaria está desmovilizado; se mantiene en ciertas comunidades, y es
la migración de los jóvenes les dificultó el motivo de orgullo de las mismas mantener
estas instituciones sociales. En términos
políticos es una forma de reorganización
social que plantea nuevas formas de con-
figuración de las facciones.

PARENTESCO Y COMPADRAZGO
La construcción de redes sociales está
28 basada en la complementariedad de pa-
rentesco, familia y compadrazgo. Es in-
teresante deslindar estos conceptos; en
términos estrictos, los totonacos recono-
cen mantener un sistema de parentesco
bilateral, pero con preeminencia patrila-
teral, virilocal y neolocal. Hay casos de
uxorilocalidad cuando los hijos varones
de una persona con tierras y otros recur-
sos no tiene descendencia masculina, o
éstos migraron, y necesita fuerza de tra-
bajo joven para mantener su producción
con trabajo familiar. Si bien los totonacos
tienen un concepto de parentela, éste no
Tradición y modernidad en las viviendas. necesariamente es el de familia, que en
Pantepec, Puebla.
muchos casos se confunde con el grupo
Fotógrafa Graciela Iturbide, 1979.
Fototeca Nacho López, CDI. doméstico; el cual está formado por pa-

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29

Se han establecido nuevas redes de compadrazgo cuya legitimación está fuera de lo religioso, como
los compadrazgos de generación en la graduación de los niños de la escuela.
Tuzamapan de Galeana, Puebla.
Fotógrafo Sergio Abbud, 1979.
Fototeca Nacho López, CDI.

rientes por descendencia y alianza, pero tensiones familiares, pues por un lado el
incluye también agregados que pueden hijo varón quiere acumular para construir
ser muchas veces compadres que han un nuevo grupo doméstico y por el otro la
quedado solos y que viven en la misma suegra presiona para articular a la nuera
casa compartiendo el fogón y la produc- a la estructura patrilocal.
ción de alimentos. El concepto de resi- La tendencia patrilocal, que es común a
dencialidad influye notablemente en las todos los grupos con influencia mesoameri-
relaciones sociales, aunque el concepto cana, puede justificarse míticamente aten-
de neolocalidad entre los hijos varones diendo al carácter supuestamente más na-
es una tendencia constante que genera tural y doméstico de las mujeres, el cual

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permite delimitar de manera muy clara los ciales en el marco de una unidad residen-
espacios sociales asignados a cada uno de cial. Entre los totonacos de la Sierra Norte
los sexos. de Puebla, esta secuencia no aparece en
La secuencia mítica de la esposa-pe- relación con el origen del hombre, como
rro, ampliamente difundida en casi toda el sucede en otras regiones, sino que se limi-
área mesoamericana, es un buen ejemplo ta a explicar el nacimiento de un determi-
de cómo están pensadas las relaciones so- nado pueblo.

Antes no existía Zongozotla, sólo ha- cocina, antes de ponerse su cuerito le


bía una casita allá por donde ahora arrojara el agua bendita que le había
está la iglesia. Allí vivía un hombre dado. Eso hizo el hombre. Esperó a
solo. Cuando éste salía a su rancho que la perrita estuviera enfrente de la
una perrita llegaba a su casita y da- puerta de la cocina y antes de poner-
ba tres vueltas a la cocina, después se su cuerito la baño [sic] con agua
se paraba en la puerta y se quitaba su bendita. La perrita se convirtió en
30
cuerito que colgaba en la puerta para una muchacha bien parecida. Como
entrar. Después salía la perrita y daba estaba desnuda el hombre partió sus
tres vueltas a la casita, pero en sentido pantalones en dos; con una parte le
contrario; se volvía a parar en la puerta tapó de la cintura para abajo, de mo-
de la cocina y se ponía su cuerito. do que quedó como falda de manta;
Cuando el hombre llegaba todo para que se sostuviera enredó el pe-
estaba cubierto de hojas de plátano y dazo de manta a la cintura de la mu-
la leña acomodada lejos de la lumbre. jer con una faja. Con la otra parte de
El hombre ya había visto lo que hacía su pantalón el hombre hizo un quex-
esta perrita, entonces decidió contar- quemitl para que se tapara la parte de
le al sacerdote lo que había visto y lo arriba del cuerpo. Una vez que vistió
que pasaba. El sacerdote le dijo que a la muchacha se casaron.7
esperara a que la perrita saliera de la
casita, diera las tres vueltas y cuando
estuviera enfrente de la puerta de la 7
Leopoldo Trejo Barrientos, op. cit., p. 101.

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Entre los totonacos predomina el com-


padrazgo en línea, que involucra a tres Ante el desarrollo del
o cuatro generaciones en la relación de protestantismo, que cuestiona
compadrazgo, configurando así redes so-
la relación de compadrazgo, las
ciales muy complejas que involucran por
comunidades han establecido
lo menos a tres generaciones. Hemos lo-
calizado alrededor de quince formas dis-
nuevas redes.
tintas de estructurar relaciones de com-
padrazgo, lo cual nos coloca frente a una
institución bastante flexible que permite UNA CRISIS DEMOGRÁFICA
a los actores generar constantemente re- PROFUNDA
laciones sociales —tanto verticales como Un aspecto que no podemos soslayar es
horizontales— legitimadas por procedi- que el incremento de población registrado
mientos religiosos, cuyo incumplimiento en las áreas indígenas como resultado de la
haría acreedor al trasgresor de castigos expansión cafetalera está llegando a su fin.
divinos. Existe también una celebración Los excedentes producidos en las zonas ca-
que involucra a todos los compadres de fetaleras no están en condiciones de garan- 31
una persona e incluye a la partera, con tizar la subsistencia de su población, que
quien también se entabla una relación de por el criterio de “ventajas comparativas”
compadrazgo o relación similar de origen se había transformado en compradora de
prehispánico. Dicha celebración, la Fies- alimentos y productora de agrocomerciales
ta de los Compadres, se realiza cuando el como el café. La crisis del mismo genera en
apadrinado tiene problemas de salud que mi opinión un proceso similar al de Irlan-
ponen en peligro su vida. da en el siglo XIX, cuando debido a la crisis
Ante el desarrollo del protestantismo, de la producción papera perdió cerca de
que cuestiona los procesos religiosos de le- la mitad de la población, por hambrunas o
gitimación de la relación de compadrazgo, procesos migratorios; en este caso, la caída
las comunidades han establecido nuevas del café y otros productos agrocomerciales
redes de compadrazgo cuya legitimación empujará a los totonacos y a otros indios
está fuera de lo religioso, como los com- de México a migrar hacia los centros urba-
padrazgos de generación en la graduación nos y las zonas agrícolas articuladas al Tra-
de los niños en la escuela, en sus distin- tado de Libre Comercio, tanto de México
tos niveles. como de Estados Unidos y Canadá.

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La cuestión coyuntural del café, inviable, ha llevado al regreso


de la producción milpera, de continuar esta tendencia la Sierra
podría expulsar a más de la mitad de su población activa.

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Ladrillera de la Cooperativa de Solidaridad Xanath Vainilla.


Morgadal, Veracruz.
Fotógrafo Víctor Gayol.
Fototeca Nacho López, CDI.

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33

Vestimenta de blusa bordada con quexquémitl. Tuzamapan de Galeana, Puebla.


Fotógrafo Sergio Abbud, 1979.
Fototeca Nacho López, CDI.

EL DESARROLLO Y LA CRISIS minación y al regreso a la producción mil-


ESTRUCTURAL pera para autosubsistencia; de continuar
La crisis estructural por la que atraviesa la esta tendencia, la Sierra podría expulsar
población totonaca cafeticultora de la Sie- a más de la mitad de su población activa,
rra Norte de Puebla excede la cuestión co- manteniéndose como referente simbólico
yuntural; su principal producto exportable, habitado por ancianos y niños con poca
el café, es inviable en términos de merca- población activa, la cual debe migrar pa-
do y no puede ser sustituido por ningún ra lograr su subsistencia. En el caso de mi-
cultivo legal. Esto ha llevado al abandono grantes exitosos y leales a su comunidad
de los cafetos, en algunos casos a su eli- de origen puede darse un cierto auge en la

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construcción, como resultado de la capi- totalmente blanca; el sombrero de palma


talización de las remesas; sin embargo, la tejida es de uso general, y habitualmente es
crisis urbana en México y las dificultades considerado un atributo femenino. Calzan
de la economía estadunidense complican huaraches (de suela de llanta de carro, con
cada vez más el futuro de los totonacos tirantes de piel), y en muchas ocasiones es-
de la Sierra. te término se utiliza para referirse al origen
étnico de un personaje amestizado: su pa-
ALGUNAS CUESTIONES dre era de huarache o su mamá usaba na-
ETNOGRÁFICAS guas. Las mujeres usan un vestido también
La vestimenta de los totonacos tuvo distin- de manta industrial, pero con un bordado
tos cambios, el más notable a principios en el cuello, que puede adquirirse aparte
del siglo XX, cuando se impuso la ropa de en el mercado. También pueden emplear
manta industrial. La manta es de algodón una blusa o quexquémitl y una falda de
que desplazó a las telas tejidas en forma manta blanca o de lana tejida, que en las
manual; los hombres visten el calzón, que zonas más frías generalmente es negra. El
es un pantalón similar al empleado en el abrigo típico de las mujeres es el rebozo,
34 siglo XVIII; en la costa veracruzana los hom- un chal ancho de algodón liviano en vera-
bres emplean una camisa muy similar a la no o de lana en invierno. Éste sirve también
de los marineros —con una especie de pa- para cargar a los niños en estado de lac-
ñuelo pegado al cuello, sobre la espalda—, tancia. Las mujeres habitualmente caminan

Las botas son usadas por los


danzantes y músicos.
Pantepec, Puebla.
Fotógrafa Graciela Iturbide, 1979.
Fototeca Nacho López, CDI.

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TOTONACOS

35

Casa tradicional con techo de zacate a dos aguas. Pantepec, Puebla.


Fotógrafa Graciela Iturbide, 1979.
Fototeca Nacho López, CDI.

descalzas y si usan calzado, casi siempre La casa totonaca tradicional constaba de


son sandalias de plástico. Estas pautas de un cuarto redondo, donde se cocinaba, co-
vestimenta cambian cuando los jóvenes mía y dormía; las paredes eran de carrizos,
tienen experiencias migratorias o sus pa- ramas o tablas, con techo de zacate a dos
rientes viajan a los centros urbanos; en mu- aguas y un tapanco donde se guardaban se-
chos casos los niños y las niñas comienzan millas u otros productos que deseaban pro-
a vestirse con ropa occidental, pues en la tegerse de los roedores. Las viviendas tienen
escuela los presionan para que abandonen también un altar familiar, ante el cual todos
la vestimenta étnica. En las zonas frías se los días se santiguan al despertarse y antes
emplean las cotorinas, gruesos chalecos de de irse a dormir. Las familias más próspe-
lana tejida en telar. ras tenían casas con dos espacios, uno pa-

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36

Pastoras y Santiagueros de las “danzas de Conquista“. Tuzamapan de Galeana, Puebla.


Fotógrafo Germán Herrera, 1979.
Fototeca Nacho López, CDI.

ra cocinar y comer, y otro para dormir. El to con plantas alimenticias y medicinales e,


techo podía ser de tejamanil, de madera o incluso, árboles frutales: naranjas, limas, li-
de barro cocido. Con los procesos migrato- mones y plátanos. Ahora la construcción
rios, los totonacos abandonaron esta forma expresa cambios en la visión del mundo;
constructiva e iniciaron la construcción de antes, las casas representaban el universo,
dormitorios de material moderno, aunque con sus puntos cardinales y el cielo. Asimis-
en muchos casos conservaban la cocina tra- mo, el piso era de tierra y junto al fogón se
dicional con leña. Cuando introducen gas enterraba la placenta y el cordón umbilical,
en la cocción de alimentos suelen demoler pues si se arrojaban al exterior, la vida del
la habitación de carrizos y ramas. La mayo- bebé se ponía en peligro.
ría de las casas tienen además una parte de Los totonacos llaman milpa al lugar don-
jardín con plantas ornamentales y un huer- de desarrollan sus cultivos de subsistencia:

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TOTONACOS

maíz, frijol, calabazas y chiles; dentro de lugares el “Patrón del Monte” es visto co-
la milpa suelen tener un chilar, relativa- mo un personaje amenazador, debido a la
mente protegido contra los animales, don- tala sufrida.
de además de chiles cultivan otras plantas Un elemento importante en la iden-
comestibles. Es interesante destacar que en tidad étnica y local son las danzas tradi-
la milpa pueden encontrarse alrededor de cionales; Ichon las agrupa en cuatro tipos:
50 especies “protegidas”, tanto medicinales prehispánicas: “el Volador”; católicas (dan-
como comestibles, las cuales son preser- zas de conquista que rememoran la alianza
vadas en el proceso de desyerbe, aunque Cortés-totonacos): “Santiagueros” y “Moros
crecen espontáneamente. Esto no descarta y cristianos”; católicas, afro y europeas: las
algún tronco en descomposición que alber- danzas de la serpiente “Tocotinas”, “Negri-
ga ciertos gusanos e insectos, que pueden tos” y “Tambulanes”, y la forma devocional
también ser consumidos. Cosa distinta es más contemporánea, impulsada por el cle-
el cafetal; allí las transformaciones fueron ro: la danza de Navidad “los Pastores”.
más notables: al principio se mantenían Estas danzas han sido reelaboradas por
árboles que proporcionaban sombra, ade- los totonacos de acuerdo con su cosmovi-
más de leña; casi siempre sembraban maíz sión, y se transforman a tal grado en ele- 37
o frijol y mantenían especies espontáneas mentos identitarios, que incluso en comu-
protegidas, pero luego con el peligro de la nidades de fuerte presencia evangélica se
roya del cafeto (una combinación de ca- mantienen las mismas durante las fiestas
torce hongos), se cambiaron las plantas a patronales.
especies que no requerían árboles de som-
bra y que exigían una limpieza sistemática, A MODO DE CONCLUSIÓN
con lo cual la alteración ecosistémica fue Este ensayo nos permite conocer algu-
más profunda. La crisis del café nos colo- nos aspectos significativos de la visión del
ca frente a huertos totalmente cafeticultu- mundo y los modos de vida de los totona-
rizados, cuya conversión es más compleja. cos de México, quienes en estos momentos
Como resultado de la expansión del café y afrontan su desafío más notable: fortale-
el incremento de la población, los bosques cer su propia cultura frente a los dinámicos
están prácticamente eliminados, y con ello procesos de globalización por los que atra-
la fauna tradicional diezmada; en muchos viesan las sociedades contemporáneas.

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PUEBLOS INDÍGENAS DEL MÉXICO CONTEMPORÁNEO

BIBLIOGRAFÍA

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TOTONACOS

CARACTERÍSTICAS DE LA POBLACIÓN EN HOGARES TOTONACOS, 20001


Total % Hombres Mujeres

Población en hogares totonacos 411 266 202 989 208 277


2
Hablantes de lengua indígena 239 856 58.3 118 064 121 792

No hablantes de lengua indígena 122 080 29.7 60 067 62 013

No especificado 49 330 12.0 24 858 24 472

Población de 0 a 4 años 48 016 11.7 24 192 23 824

Población de 5 a 14 años 109 641 26.7 55 800 53 841

Población de 15 a 24 años 80 063 19.5 39 060 41 003

Población de 25 a 44 años 93 677 22.8 44 317 49 360

Población de 45 a 64 años 57 117 13.9 28 394 28 723

Población de 65 y más años 21 143 5.1 10 364 10 779

Población de edad no especificada 1 609 0.4 862 747

Población de 15 años y más 252 000 122 135 129 865

Sin instrucción escolarizada 70 654 28.0 24 964 45 690

Con algún grado de primaria 113 778 45.2 59 273 54 505

Con posprimaria 64 860 25.7 36 656 28 204


39
No especificado 2 708 1.1 1 242 1 466

Población ocupada 135 023 103 446 31 577


3
Ocupados en actividades agropecuarias 76 126 56.4 66 244 9 882
4
Ocupados sin ingresos 35 062 26.0 29 280 5 782

Viviendas 80 788

Con agua entubada 39 386 48.8

Con drenaje 25 556 31.6

Con electricidad 62 470 77.3

Notas
1
Se refiere a la población en hogares en donde el jefe, el cónyuge o algún ascendente declaró ser hablante de lengua
totonaca.
2
Incluye hablantes de totonaco y de otras lenguas indígenas de 5 años y más.
3
La diferencia entre la población ocupada y aquella en actividades agropecuarias está distribuida en otras actividades
económicas.
4
La diferencia entre la población ocupada y aquella sin ingresos está distribuida en otros rangos de ingresos.

Fuente: Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas / Programa de las Naciones Unidas para el Desa-
rrollo, “Sistema Nacional de Indicadores sobre la Población Indígena de México”, 2002, con base en XII Censo General
de Población y Vivienda, México, Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, 2000.

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Totonacos, de Elio Masferrer Kan, se terminó de imprimir en diciembre de 2004 en los talleres
de Impresora y Encuadernadora Progreso, S.A. de C.V., San Lorenzo Tezonco 244, Col. Paraje
San Juan, Deleg. Iztapalapa, C.P. 09830, México, D.F. El tiraje fue de 6 000 ejemplares.
Las tareas de digitalización y retoque de imágenes, composición tipográfica, diagramación
y cuidado de edición estuvieron a cargo de la Coordinación Editorial de la CDI.

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