Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Los antiguos métodos de enseñanza, en donde el profesor utilizaba una regla o una
vara para golpear a sus alumnos, están en vías de extinción. Parece inconcebible
que tan sólo una generación atrás, fueran vistos estos métodos como
indispensables para "meter" las matemáticas en la cabeza de los pequeños. Hoy en
día un maestro que tenga dos dedos de frente no se atrevería a levantar su mano
contra ninguno de sus pupilos, so pena de ser expulsado del plantel educativo.
Un padre de familia que abulta las estadísticas de violencia doméstica con su ira
desenfrenada merece nuestra reprobación. Una madre de familia que sienta a sus
hijos frente al televisor para que no molesten, sin censurar lo que ven, igual los
daña, o tal vez peor. La violencia doméstica tiene estas dos facetas: una física, otra
moral.
La violencia genera violencia, sin embargo, nuestros hijos no están recibiendo ese
mensaje. No necesito un estudio científico que me avale, es cuestión de sentido
común. La violencia engendra odio y rencor, deseos de venganza. El temor a la
supremacía de fuerza del enemigo aplaca los incidentes violentos, pero si el
sentimiento está arraigado surgen manifestaciones como el terrorismo, un
fenómeno imposible de erradicar mediante el uso de la fuerza.
Por otra parte, la paz no es sólo ausencia de violencia, la verdadera paz construye
lazos y relaciones personales que unen a los individuos y a las comunidades.
Entonces la violencia debe erradicarse mediante el perdón, que nunca es fácil, y la
comunicación, dos elementos siempre presentes en las relaciones humanas
constructivas.
Televisa y Televisión Azteca ya nos han puesto el ejemplo cancelando cada uno sus
noticieros sensacionalistas. ¡Felicidades para ellos!