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—La preparación casera de cola.

Se ha hecho menos necesaria desde que en el comercio se han multiplicado gomas, colas y
pastas bien preparadas, resistentes y duraderas, en tarros y en tubos, para el papel, el
cartón y la porcelana.
Habrá que limitarse, pues, a no estar desprovistos de tales productos y a no fabricar, como
no sea conveniente, más que las de necesidad inmediata o de fácil preparación.
He aquí algunas de las más buenas y sencillas recetas:
—Cola de dextrina.
Disuélvase dextrina en igual peso de agua, calentando y removiendo en el baño maría. Es
inodora, tenaz y sirve para el papel.
—La cola de dextrina.
Con la adición del 2% de timol posee gran fuerza adhesiva, y las etiquetas pegadas con ella,
aunque estén en lugar húmedo, no se enmohecen.
—Para aumentar el poder adhesivo de la cola.
La adición a la cola precedente, como a cualquier solución de goma en agua, de 5 gr. de
sulfato de alúmina cristalizado disuelto en 20 gr. de agua por litro, aumenta grandemente el
poder adhesivo.
—Cola imputrescible.
Disuélvase en frío 1 gr. de ácido salicílico en 500 gr. de agua. Añádanse 15 gr. de glicerina y
40 de almidón. Póngase a hervir la mezcla en fuego lento. Es una cola imputrescible que se
conserva indefinidamente.
—El comunísimo engrudo de harina.
Obtenido desliendo con cuidado harina de trigo o de centeno en agua hirviendo, se hace más
adhesivo si se le añade una pulgarada de azúcar, y más conservable con otra de alumbre en
polvo.
—Para la conservación del engrudo de harina.
También la esencia de trementina añadida al engrudo de harina (5 % aproximadamente)
tibio, asegura su conservación.
—Para unir materiales heterogéneos.
Una simple solución de silicato de potasa con el 20 % de azúcar, es bastante fuerte, y,
extendida sobre superficies a pegar, une materiales heterogéneos.
—Cola para adherir fuertemente el vidrio y la madera.
Haciendo macerar en 100 gr. de agua 25 gr. de azúcar y 12 gr. de goma, y manteniendo
después algo la ebullición de la mezcla puesta al fuego en un recipiente de porcelana, se
tiene una cola que adhiere fuertemente al vidrio y a la madera.
—Para adherir una cola común sobre una superficie de lata.
Extiéndase sobre ella colodión.
—Pasta para escritorio.
Hágase almidón con 2 cucharadas de almidón de arroz mezclado con un poco de agua y
dilúyase en 500 gr. de agua con 1 cucharada de alumbre en polvo y 2 gr. de esencia de
clavo. Aparte, se ponen a remojar 2 gr. de gelatina durante 25 o 30 minutos. Se añade la
mezcla precedente a la gelatina ablanda y se pone todo a hervir a fuego lento hasta la
formación de una masa límpida, ni densa ni fluida. Es una excelente pasta para escritorio.
—Cola de carpintero.
Se rompe con el martillo una hoja de cola fuerte y se pone cubierta de agua a ablandar en
una vasija. La vasija se mete en el baño maría, y se remueve a menudo con el pincel hasta
que se ponga fluida. Se retira del fuego, pero se deja el recipiente en el baño maría,
empleándose caliente. No ponerla nunca a fundir directamente sobre el fuego.
—Cola de glicerina.
Si a una buena cola fuerte animal se le añade 1/4 de su peso de glicerina, pierde, en la
mayor parte de sus aplicaciones, el defecto de hacerse frágil después de seca y, por
consiguiente, el peligro de que, por cualquier accidente, los objetos unidos con ella se
despeguen. Puede entonces servir para revestir cueros y pieles, para dar elasticidad al
pergamino, en la encuadernación de libros, etc. Añadiéndole cera y amarillo de cromo,
como base para aplicar el rojo de anilina, se obtienen buenos efectos.
—Cola de pescado líquida y transparente.
Se disuelven 100 partes de ictiocola ordinaria en 125 de ácido acético; aparte, se hinchan
primero y después se funden, 20 partes de gelatina en 125 de agua; se mezclan las dos
soluciones y poco a poco se les incorporan, agitando, 20 partes de solución de goma laca.
—Cola transparente (1).
Sirve para los mismos usos que la precedente; se obtiene preparando en un mortero una
mezcla íntima de 2 partes de nitrato de cal, 25 de agua y 20 de goma arábiga en polvo.
Después de haber pintado en ella las partes que se han de juntar, se ajustan fuertemente
con un bramante y se dejan hasta que estén secas.
—Cola transparente (2).
Gelatina..........................120 Glicerina.................30
Agua...............................480 Alcohol.................150
—Cola inodora e inalterable.
Se vierten, agitando, 6 gr. de bórax pulverizado en 1840 gr. de una solución hirviente de
gelatina animal que marque 12° del areómetro; luego se pasa por un tamiz fino.
—Para pegar etiquetas sobre recipientes de vidrio o de porcelana (1).
A fin de que el papel de las etiquetas no se reblandezca en contacto con agua u otros
líquidos, se emplea el siguiente procedimiento: Se prepara una solución de 100 partes de
gelatina en 300 de ácido acético y se mezcla con 100 de glicerina. Al enfriarse la mezcla, se
solidifica, pero calentando se licua de nuevo; conservada largo tiempo, se liquida también a
la temperatura ordinaria.
—Para pegar etiquetas sobre recipientes de vidrio o de porcelana (2).
Una segunda solución se forma con 20 partes, en peso, de bicromato de potasa en 200 de
agua. Para usarlas, se mezclan 2 partes en peso de solución de gelatina, con una de solución
de bicromato, y se aplica la mezcla sobre la etiqueta con un pincel. Después de secas, las
etiquetas no se despegan con agua fría ni caliente, con éter ni con alcohol. El recipiente
donde se prepare la mezcla, así como el pincel, se han de limpiar inmediatamente después
de haberlo usado; de otro modo, la masa a ellos pegada se endurecería. La mezcla resulta
amarilla; se puede blanquear por adición de un poco de solución de formaldehído.
—Para pegar etiquetas sobre recipientes de vidrio o de porcelana (3).
La fórmula siguiente da excelente resultado aun para etiquetas de papel pergamino; se
hacen macerar separadamente, en un poco de agua, 120 gr. de goma arábiga y 30 de goma
tragacanto; se agita la solución de esta última hasta que se forme una emulsión viscosa y
luego se añade la solución de goma arábiga y se filtra sobre una tela fina; se añaden
entonces al liquido 120 gr. de glicerina, en la cual se hayan disuelto 2,5 gr. de esencia de
tomillo. Finalmente se completa el volumen del líquido hasta un litro, añadiendo agua
destilada. Es preciso conservarlo en botellas bien tapadas.
—Para pegar papel sobre cristal.
Es muy a propósito para ello el silicato de sosa. Si éste no tiene la consistencia de jarabe, se
le concentra con 25% de azúcar cande y un poco de glicerina. El papel aplicado con una capa
muy tenue de esta cola sobre el vidrio se adhiere tan fuertemente, que no se despega ni
siquiera empapándolo con agua, sino que es preciso rasparlo para quitarlo.
—Cola para adherir fuertemente al vidrio y a la madera.
La cola de la cual vamos a dar la composición, se adhiere fuertemente al vidrio y a la
madera. Se ponen en maceración 25 gr. de azúcar cristalizado y 12 de goma arábiga,
empleándose para ello 100 de agua. Se calienta en una cápsula de porcelana, agitando de
continuo, y se mantiene la ebullición hasta que la masa se haya fluidificado por completo.
—Esta otra tiene la propiedad de secarse rápidamente.
En un líquido constituido por 125 partes de alcohol industrial de 45° y 375 de agua, se
deslíen 250 de almidón; aparte se disuelven 30 de cola en 30 de agua, y a la gelatina
resultante se le añaden 20 de trementina de Venecia espesa. Luego se vierte, despacio y
agitando, esta mezcla en la papilla antes descrita. Esta cola es muy eficaz y adhesiva.
—Si se necesita una cola más adhesiva.
Se añade una cantidad de harina de centeno bien tamizada, igual al peso de la goma
arábiga, pero sin cocerla. Esta cola es mejor cuando empieza a fermentar; es tenacísima.
—Mucílago para fijar fragmentos de papel sobre cristal (1).
Se toma una cucharada de harina, 120 c. c. de agua y 3 decigramos de bicromato de potasa y
se mezcla la harina con el agua hasta formar una papilla homogénea, que se calienta,
agitando siempre, hasta la ebullición. Entonces se añade poco a poco el bicromato sin
interrupción. Se deja enfriar.
Este mucílago se ha de conservar al abrigo de la luz; es preferible emplearlo poco tiempo
después de su preparación. Se bañan en él los fragmentos de papel, se fijan sobre el cristal y
se exponen a la luz del sol durante un día.
—Mucílago para fijar fragmentos de papel sobre cristal (2).
—Para etiquetas impermeables.
Se toman dos cucharadas de almidón de arroz se deslíen en agua hasta formar un engrudo, y
se les añaden unos 500 c. c. de agua y, agitando continuamente una cucharadita de alumbre
en polvo. El total se hace pasar por una muselina a un vaso. En otro recipiente se
humedecen, durante veinte o veinticinco minutos, 2 gr. de gelatina; a ésta se añade el
engrudo de almidón, junto con 2 gr. de esencia de clavo, y se lleva el total a suave
ebullición, hasta que se forme una masa límpida, ni espesa ni fluida.
—Para madera, metal y goma elástica (1).
Se digiere en frío goma laca en escamas, en diez veces su peso de amoníaco líquido
concentrado (22 a 24° Bé.). La operación dura un mes aproximadamente, proporcionando un
líquido que se adhiere a la madera, al metal y a la goma elástica.
—Para madera, metal y goma elástica (2).
Se disuelven unos 30 gr. de bórax en 0,5 litros de agua hirviente, se añaden entonces 80 gr.
de goma laca y se hierve el total en un recipiente tapado, hasta que la goma laca se haya
disuelto. Esta cola es muy barata y da resultados excelentes.
—Para madera, metal y goma elástica (3).
Se hinchan durante algunas horas 4 partes de cola fuerte en 15 de agua; luego se calienta
ligeramente y cuando la masa esté límpida se diluye en 65 de agua hirviente. Aparte se
deslíen 30 de almidón en 20 de agua fría, de manera que no se formen grumos, y en este
líquido se vierte la gelatina descrita, agitando siempre; después de fría la masa, se le
agregan algunas gotas de solución fénica para evitar que fermente o se enmohezca.
—Para pegar tela sobre metal (1).
Se trituran 10 partes de almidón, 5 de azúcar y 0,5 de cloruro de cinc, con 100 de agua hasta
que se forme un líquido homogéneo y fluido, que se calienta luego lentamente para que
espese.
—Para pegar tela sobre metal (2).
Solución a) Se trata en caliente una solución de cola de huesos con el 1% de trementina y se
hierve una hora.
Solución b) Se disuelven 2 partes de goma laca en laminillas, en 3 de alcohol alcanforado y 4
de alcohol rectificado.
Solución c) Se mezclan 4 partes de caseína en polvo con 600 de agua, se añaden 10 de
amoníaco líquido y se disuelve en caliente, sin que llegue a hervir.
Poco antes de emplearlas, se mezclan las tres soluciones. Con esta cola se embadurna la
tela, se deja secar, se calienta ligeramente el metal, se comprime sobre él la tela y se seca
a calor moderado.
—Para cuero y cartón.
Cola fuerte.............50 Trementina................................2
Agua...................C. S. Engrudo de almidón.................100
Disuélvase la cola con un poco de agua, en caliente, y, después de retirado del fuego,
añádase la trementina y agréguese, agitando siempre, el engrudo de almidón, mientras esté
caliente.
—Para cuero y metales (1).
Se pinta el metal con un color a base de plomo (albayalde o minio). Cuando esté seco, se
cubre con la siguiente mezcla: Se reblandece cola de buena calidad en agua fría; luego se
disuelve en vinagre a calor moderado y se añade a la masa el tercio de su peso de esencia de
trementina; se mezcla bien de modo que se forme una pasta que se aplica, caliente todavía,
con un pincel. Se extiende entonces el cuero, aplicándole la cola en el punto deseado.
—Para cuero y metales (2).
Se embadurna el cuero con una solución diluida de cola calentada a la ebullición, y se
aplica, mediante una fuerte presión, sobre la superficie del metal, que de intento se habrá
dejado áspera. Se humedece el cuero con una solución de nuez de agallas; la combinación
del tanino con la gelatina de la cola da origen a una materia que adhiere fuertemente el
cuero al metal.
—Para cuero y metales (3).
Se hinchan en agua, por espacio de un día, partes iguales de cola fuerte y cola de pescado;
después se calienta en baño maría y se añade tanino puro hasta consistencia siruposa. Se
emplea en caliente, dejando luego que se seque bien el objeto pegado.
—Para marfil.
Se disuelven una parte de cola de pescado y 2 de glicerina, en 30 de agua; se filtra en
caliente y se evapora hasta la quinta parte de su volumen. Luego se añaden 0,5 partes de
alcohol, en el cual se habrá disuelto previamente un poco de almáciga, y se agrega 1 parte
de blanco de cinc. Se emplea en caliente.
—Para porcelana y mayólica (1).
Se mezclan 20 gr. de cola de pescado con un peso igual de ácido acético cristalizable y se
evapora la mezcla con precaución, hasta consistencia de jarabe, de modo que por
enfriamiento se convierta en una masa gelatinosa. Para emplearla, se licua calentándola en
el baño maría y e aplica con un pincel sobre las superficies de fractura que deben unirse.
—Para vidrio y mayólica (2).
Disuélvase cola de pescado en alcohol y se agrega un tercio de su peso de goma amoníaco: se
pone todo al baño maría hasta disolución perfecta. Reconócese que la cola es bastante
fuerte en que una gota, por enfriamiento, queda sólida.
—Para vidrio y porcelana.
Se tratan 20 gr. de gelatina blanca con 15 a 20 c. c. de alcohol de 90° y otro tanto de
vinagre; la mezcla se pone en un recipiente cerrado, sumergido en agua caliente. Al cabo de
algún tiempo, se habrá disuelto la gelatina, formándose una masa semilíquida. Este producto
se aplica en caliente sobre las superficies de fractura, se ata fuertemente el objeto y se le
deja por espacio de algunas horas. Conviene quitar a cola que escurra de las junturas
pegadas, antes de que pueda secarse, con un trapo mojado en agua caliente.
—Transparente, para porcelana.
En una botella se ponen 125 gr. de cloroformo y 150 de goma elástica cortada en
menudísimos trozos y se cierra perfectamente con tapón de cristal o de corcho. Al cabo de
algunos días, es decir, cuando la goma esté completamente disuelta, se agregan 30 gr. de
resina almáciga en lágrimas y se deja macerar el conjunto ocho o diez días.
—Manera sencilla de preparar cola líquida con cola de huesos.
Se disuelven en caliente 250 gr. de cola de carpintero en 1000 de agua, luego se añade una
mezcla de 10 gr. de peróxido de bario, 8 de ácido sulfúrico y 15 de agua y se calienta a baño
maría cuarenta y ocho horas, manteniéndolo a unos 80° C. De este modo se desarrolla ácido
sulfuroso y la cola pierde, su facultad de coagularse, toma un olor agradable que recuerda el
del jarabe y, si se evapora hasta unos 500 c. c., no se enmohece aun cuando se deje en
contacto con el aire mucho tiempo. Tiene gran poder adherente y reacción ácida. Reducida
a laminillas por evaporación, tiene el aspecto de la goma arábiga y puede considerarse como
un sucedáneo de esta materia.
—De almidón (1).
Se tritura el almidón en un mortero, con agua fría, de manera que se forme una papilla
espesa y sin grumos; se vierte sobre ella un chorrito de agua hirviente hasta que la cola, o
mejor, el engrudo, empiece a formarse, lo cual se advierte por la transparencia que toma la
masa; se añade entonces rápidamente el resto del agua, de modo que resulte en la
proporción total de 12 a 15 por 1 de almidón. Para conservarla, se puede añadir un poco de
alumbre al agua que sirva para la preparación.
—De almidón (2).
Se calientan hasta la ebullición 300 partes de almidón con 1000 de agua y 5 de bórax,
agitando la mezcla a fin de que no se queme; aparte se dejan reblandecer en agua durante
veinticuatro horas 250 gr. de cola de carpintero, y luego se calienta la gelatina así obtenida.
En cuanto ésta haya quedado fluida, se añade ácido acético bastante para que la cola se
mantenga líquida aun en frío. Entonces se mezclan una parte de la última solución y dos del
engrudo ya descrito quedando así hecha la cola.
—De almidón (3).
Se deslíen 500 partes de almidón o fécula en 600 de agua y a la mezcla se añaden 25 de
ácido nítrico ; se abandona el total cuarenta y ocho horas en una atmósfera tibia teniendo
cuidado de agitar de cuando en cuando, y finalmente se calienta media hora a la ebullición.
Por separado; se prepara un mucílago con 500 partes de goma arábiga y 100 de azúcar en
500 de agua, al que se agregan 5 partes de ácido nítrico calentando después hasta la
ebullición. Se mezclan los dos líquidos; una vez enfriada, la cola está hecha.
—De almidón (4).
Se deslíen 100 partes de almidón de trigo en 500 de agua, en la cual se habrán disuelto
previamente 10 partes de ácido oxálico, y se calienta la mezcla cuatro horas en baño maría
a 90º C., agitando con frecuencia. Se añade entonces a la mezcla cantidad suficiente de
creta o de mármol en polvo, para neutralizar su acidez (hasta que no se enrojezca el papel
azul de tornasol), y se filtra por un lienzo y se concentra a baño maría (80° C.) hasta que
alcance la consistencia deseada.
—De caseína (1).
Se tratan 10 partes de caseína depurada, con 12,5 de aceite de linaza cocido, se añaden 12
partes de aceite de ricino, se mezcla el total sobre el fuego, manteniéndolo en ebullición
continua, y a la mezcla, una vez seca, se le añade una pequeña cantidad de alumbre
disuelto en agua. Se deja sedimentar, se decanta el líquido lechoso que sobrenada, se trata
este último por una solución transparente de 120 partes de azúcar, y se agregan 60 partes de
dextrina. Finalmente, se hierve de nuevo la mezcla, y después de fría, se le añaden 730
partes de silicato de sosa líquido.
—De caseína (2).
Esta cola tiene la potencia adhesiva de la cola de carpintero, pero es siempre líquida y de
color amarillo claro. Puede emplearse sin calentarla y resiste la humedad. Se obtiene
tratando la caseína seca con una solución de bórax, o con amoníaco hasta ligera reacción
alcalina. La alcalinidad se reconoce con papel rojo de tornasol. Puede usarse sola o
mezclada con engrudo de almidón. Sirve muy bien para trabajos de marquetería en madera
blanca, porque no deja manchas, y, si se emplea como es debido, no deja ver la línea de
unión de las diversas piezas encoladas.
—De caseína (3).
Una mezcla de caseína fresca y cal cáustica produce una cola durísima, insoluble en el agua,
que se puede utilizar especialmente para pegar madera, metales, vidrio, etc. Sin embargo,
esta cola tiene la desventaja de no poderse conservar, porque se endurece a poco de
preparada. Algunos aconsejan que se prepare en caliente una solución de caseína en
amoníaco, embadurnar con ella la superficie que se desee pegar; pasar encima una mano de
lechada de cal y luego juntar fuertemente las dos piezas.
—De caseína (4).
Una nueva cola que se distingue por su extraordinaria fuerza adhesiva y su insolubilidad
(después de la desecación) en agua, petróleo, aceite, sulfuro de carbono, etc., consta de
una mezcla de caseína con una combinación tánica, por ejemplo, el tanato de cal. Se
prepara ante todo una solución tánica disolviendo tanino o hirviendo con agua partes
vegetales tánicas, y se trata luego esta solución con cal hasta que no se forme ya más
precipitado y la reacción sea alcalina. Se separa por decantación el precipitado del líquido y
se deseca en una corriente de aire a la temperatura ordinaria. Se mezcla el tanato de cal
obtenido con la caseína (en proporción variable desde 1 a 10 partes de ésta por cada parte
de aquél) y se pulveriza la masa resultante. Para utilizarlo, se trata el polvo con agua hasta
obtener la consistencia deseada.
—De caseína (5).
Se disuelve la caseína en una solución acuosa concentrada de bórax hasta saturación.
—De caseína (6).
Se incorporan 100 partes de caseína en la cantidad suficiente de solución de silicato de sosa,
para obtener una masa de consistencia de miel.
—Impermeable (1).
Se deja reblandecer, en agua cola ordinaria de buena calidad, extrayéndola del líquido antes
de que haya perdido su forma primitiva. Luego se disuelve en aceite de linaza común a fuego
moderado, hasta que se haya convertido en una gelatina. Esta cola sirve para unir materias
cualesquiera, y además de ser extraordinariamente adhesiva, tiene la ventaja de resistir el
agua y el calor.
—Impermeable (2).
Se deja hinchar 1 Kg. de cola de Colonia en agua durante doce horas, y aparte 150 gr. de
ictiocola en una mezcla de alcohol y de agua. Se disuelven luego ambas en baño maría, se
añaden 100 gr. de aceite de linaza y se pasa el líquido, todavía caliente, por una tela. Para
usarla, se trata esta mezcla como la cola común. El agua fría no tiene acción ninguna sobre
los objetos encolados, los cuales resisten bastante tiempo el contacto del agua caliente.
—Impermeable (3).
Se disuelven 60 gr. de sandáraca y 60 de almáciga en un litro de alcohol y se añade un litro
de esencia de trementina. Por separado, se prepara una solución muy fuerte de cola a la que
se añade una cantidad aproximadamente igual de ictiocola. Se calienta la solución alcohólica
casi hasta ebullición y se le añade lentamente la solución de cola a elevada temperatura,
hasta que se haya formado una mezcla capaz de pasar a través de una tela. Para usarla, se
trata esta mezcla como la cola común. El agua fría no tiene acción ninguna sobre los objetos
encolados, los cuales resisten bastante tiempo el contacto del agua caliente.
—Impermeable (4).
Se deja escurrir cola pura hinchada en agua y se funde a baño maría. Los objetos pegados
con esta cola, se mojan en solución de formaldehído antes que estén secos.
—Resistente al agua caliente.
Se prepara una solución espesa de gelatina bicromatada, se embadurnan con ella papeles o
telas ligeras (muselina) y se exponen a la luz viva del día, la cual insolubiliza la cola. Este
producto se empleó en Prusia para fabricar tripas artificiales destinadas a la preparación de
unos embutidos que consumía el ejército en campaña. Para ello se forman tubos de papel
pergamino, que se pegan con la preparación descrita, pudiendo luego cocerse los embutidos
con agua hirviente, protegidos por dichos tubos.
—Engrudo de almidón (1).
Mezclado en la proporción de 120 gramos por litro de agua y cocido lentamente, sin dejar de
moverlo, para que no se formen grumos, el almidón da un buen engrudo. Como en el de
fécula o harina, la adición de 25 gramos de resina en polvo aumenta su fuerza adhesiva.
—Engrudo de almidón (2).
Se prepara otra fórmula desliendo una parte de almidón en 10 partes de agua y vertiendo el
producto en un volumen cuádruplo de agua hirviente.
—Cola para pegar el empapelado (1).
Mejor que el engrudo de almidón, es el siguiente:
Dextrina....................................2 partes
Ácido acético.............................1 parte
Agua..........................................5 partes
Alcohol desnaturalizado................1 parte
Disuelta la dextrina en la mezcla de ácido acético y agua, se añade el alcohol removiendo.
Esta pasta sirve también para cartones, fotografías, etc.
—Cola para pegar el empapelado (2).
Para asegurar la perfecta adherencia también en caso de humedad a un engrudo más sencillo
de agua y harina, basta añadirle por kilogramo 10 gr. de barniz graso y 15 gr. de esencia de
trementina. Se extiende muy uniformemente la pasta para evitar manchas y grumos. No se
deje nunca la brocha llena sobre el papel.
—Adhesivo para cuero.
400 gramos de cera virgen, 1.300 gramos de aceite, 500 gramos de pez, 300 gramos de
resina.
—Cola blanca para papel.
Poner a remojo durante 12 horas, 30 gramos de dextrina en 50 gramos de agua. Calentar al
baño maría y añadir 20 gramos de glicerina y unas gotas de ácido salicílico. Verter en
caliente en tarros y tapar.
Si con el tiempo se endurece la cola, la reblandeceremos añadiéndole unas gotas de agua
caliente.
—Cola cerámica resistente al agua y al fuego para objetos de loza.
Calcinar conchas de ostras y pulverizarlas finamente. Mezclar este polvo con clara de huevo
hasta obtener una pasta consistente.
—Cola cerámica resistente al agua y al fuego para objetos de porcelana.
Mezclar cal muerta al aire con clara de huevo o queso tierno.
Aplicar la cola a las partes que se quieren unir y mantenerlas presionadas hasta que la
adherencia sea completa.
—Cola de almidón.
Desleír 1 parte de almidón en 10 partes de agua fría. Dejar a remojo 3 horas y luego hervir
durante 5 minutos removiendo para evitar los grumos. Dejar enfriar y añadir un pellizco de
alumbre.
—Cola de goma arábiga.
Disolver en agua goma arábiga y añadir unas gotas de alcohol o de ácido sulfúrico para evitar
su putrefacción. Decantar para eliminar la precipitación producida y echar un pellizco de
azúcar.
—Cola para pegar cauchos y metales.
Disolver en frío, durante 3 o 4 semanas, 10 partes de amoníaco concentrado y 1 parte de
goma laca.
—Cola para pegar etiquetas sobre cristal.
Disolver en caliente 100 partes de gelatina y 150 partes de ácido acético. Después añadir 5
partes de bicromato amónico en polvo. Conservar en sitio oscuro.
—Cola para superficies barnizadas.
Disolver al baño maría, en 800 Cl. de agua, 200 gramos de gelatina, 2 gramos de ácido fénico
y 20 gramos de sulforricinato amónico ácido.
—Engrudo.
Hervir 5 litros de agua. Desleír 1 Kg. de harina en 3 litros de agua fría. Una vez bien desleída
la harina, verter esta mezcla en al agua caliente removiendo constantemente. Sacar del
fuego y dejar enfriar cuando se espesa.
—Goma líquida para escritorio.
2.500 Cl. de agua, 80 Cl. de glicerina, 1.000 gramos de goma arábiga, 4 gramos de benzoato
sódico.
—Gomas vegetales.
En cualquier preparado en los que interviene la goma arábiga, ésta la podemos sustituir por
las exudaciones de muchos de los árboles como: almendros, cerezos, etc.
—Pegamento para sellos.
Disolver en 300 Cl. de agua tibia igual cantidad de dextrina. Dejar enfriar y añadir 30 Cl. de
alcohol y 20 gramos de ácido acético. Agitar para aclarar.
—Pegamento universal.
15 partes de barniz de copal, 10 partes de hidrato de cal, 5 partes de aceite secante, 3
partes de resina de colofonia y 2 partes de esencia de trementina
—Soldadura de objetos de celuloide.
Se hace con una cola compuesta de:
Raspaduras de celuloide………………….30 gr.
Acetona…………………………………...50 gr.
Alcohol de 90º……………………………30 gr.
Se distribuye por las partes a pegar, se aproximan éstas y se tienen juntas hasta que se
evapore el disolvente.
—Pegado de objetos de celuloide.
Para unir los trozos de celuloide, basta mojar las superficies de fractura con ácido acético
concentrado y ponerlas en contacto ejerciendo una fuerte presión.
—Soldadura de objetos de cuerno.
Se puede soldar el cuerno consigo mismo, restableciéndolo en agua caliente y manteniendo
fuertemente unidas las partes que hayan de soldarse.

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