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Por Oriana Fallaci

La rabia y el orgullo
Con este extraordinario relato, Oriana Fallaci quiso que, el 11 de septiembre, el Apocalipsis
rompe un silencio de décadas. La más célebre se abriese a poca distancia de su casa. En es-
escritora italiana vive gran parte del año en tas páginas plasma qué sintió. Ideas fuertes.
Manhattan totalmente aislada. Pero el destino Ideas para razonar y reflexionar.
E pides que hable, esta Estaba en casa. Mi casa está situa- porque, en ese mismo momento, guerra siempre vi trastos que ex-

M vez. Me pides que rompa,


al menos esta vez, el silen-
cio por el que he optado y que,
da en el centro de Manhattan y, a
las nueve en punto, tuve la sensa-
ción de un peligro inminente que
volvió la voz a mi tele, transmi-
tiendo un coro de gritos salvajes.
Realmente salvajes: «¡Oh God,
plotan en abanico. En la guerra
siempre oí un gran ruido. En
cambio, las dos Torres no explo-
desde hace años, me he impuesto quizás no me alcanzase, pero que oh, God, God, God, Gooooooo- taron. La primera implosionó y se
para no mezclarme con las chicha- ciertamente me iba a afectar pro- od!». Y el avión penetró en la se- tragó a sí misma. La segunda, se
rras. Y lo hago. Porque he sabido fundamente. Era la sensación que gunda Torre como un cuchillo que fundió, se disolvió. Por el calor
que, incluso en Italia, algunos se se siente en la guerra, durante el corta un trozo de mantequilla. se disolvió como un trozo de
alegraron, como aquella tarde se combate, cuando con todos los po- mantequilla al fuego. Y todo su-
alegraron en televisión los palesti- ros de tu piel sientes las balas o el TROZO DE HIELO cedió, o al menos así me pareció
nos de Gaza. «¡Victoria, victo- cohete que silba, estiras las orejas y Eran las nueve y cuarto. Y no me a mí, en medio de un silencio de
ria!». Hombres, mujeres y niños. gritas al que está a tu lado: pidas que recuerde lo que sentí tumba. ¿Es posible? ¿Reinaba re-
Siempre que se pueda seguir defi- «¡Down! ¡Get down!» (¡Al suelo. durante aquellos 15 minutos. No almente ese silencio o estaba den-
niendo como hombre, mujer o ni- Echate al suelo!). Tardé un poco en lo sé, no lo recuerdo. Era como un tro de mí?
ño al que hace una cosa así. reaccionar. ¡No estaba ni en Viet- trozo de hielo. Incluso mi cerebro
nam ni en una de las numerosas y estaba helado. Ni siquiera recuer- Tengo que decirte también que,
He sabido que algunas chicharras horribles guerras que, desde la II do si algunas cosas las vi sobre la en la guerra, siempre vi un núme-
de lujo, políticos o supuestos po- Guerra Mundial, han atormentado primera o sobre la segunda Torre. ro limitado de muertes. Cada
líticos, intelectuales o supuestos mi vida! Estaba en Nueva York, La gente que, para no morir abra- combate, 200 ó 300 muertos. Co-
intelectuales, amén de otros indi- caramba, una maravillosa mañana sada viva, se lanzaba por las ven- mo máximo, 400. Como en Dak
viduos que no merecen la califi- de septiembre del año 2001. tanas desde el piso 80 ó 90, por To, en Vietnam. Y cuando termi-
cación de ciudadanos, se compor- ejemplo. Rompían los cristales de nó la batalla y los americanos se
tan sustancialmente de la misma Pero la sensación siguió apoderán- las ventanas y se lanzaban al va- pusieron a rescatar a sus heridos y
forma. Dicen: «Les está bien em- dose de mí, inexplicable, y enton- cío como si se lanzasen de un a contar a sus muertos, no podía
pleado a los americanos». ces hice lo que no suelo hacer avión en paracaídas, y caían len- dar crédito a mis ojos. En la ma-
nunca por la mañana. Encendí la tamente. Agitando las piernas y tanza de Ciudad de México, aqué-
Me siento muy, muy indignada. televisión. El sonido no funciona- los brazos, nadando en el aire. Sí, lla en la que incluso a mí me hirió
Indignada con una rabia fría, lú- ba, pero la pantalla, sí. Y en todos parecía que nadaban en el aire. Y una bala, recogieron al menos 800
cida y racional. Una rabia que eli- los canales, aquí hay casi 100 ca- no acababan de llegar abajo. Ha- muertos. Y, cuando creyéndome
mina cualquier atisbo de distan- nales, veía una Torre del World cia el piso 30, aceleraban. Se po- muerta, me llevaron al tanatorio,
ciamiento o de indulgencia. Una Trade Center que ardía como una nían a gesticular, desesperados, los cadáveres que había a mi alre-
rabia que me invita a responder- gigantesca cerilla. ¿Un cortocir- supongo que arrepentidos, como dedor me parecían un diluvio.
les y, sobre todo, a escupirles. cuito? ¿Una avioneta estrellada si gritasen «Help, help». Y quizás
Les escupo a todos ellos. Indig- contra la Torre? ¿O un atentado te- lo gritasen de verdad. Por fin, caí- Pues bien, en las dos Torres tra-
nada como yo, la poetisa afroa- rrorista planeado? Casi paralizada, an en el suelo y paf. bajaban casi 50.000 personas. Y
mericana Maya Angelou, rugió permanecí fija ante la pantalla y, pocos tuvieron el tiempo sufi-
también: «Be angry. It's good to mientras la miraba fijamente y me Mira, pensaba estar vacunada ciente para salir de ellas. Los as-
be angry, it's healthy» (Indignaos. planteaba esas tres preguntas, apa- contra todo y, esencialmente, lo censores no funcionaban, obvia-
Es bueno estar indignados. Es sa- reció un avión. estoy. Ya nada mente, y para bajar a pie desde
no). No sé si indignarme es salu- Blanco y grande. me sorprende. Ni los últimos pisos se tardaba una
dable para mí. Un avión de lí- siquiera cuando eternidad. Siempre que se lo per-
nea. Volaba bají- me indigno y me mitiesen las llamas. Jamás sabre-
Pero sé que no les sentará bien a simo. Y volando irrito. Pero en la mos el número exacto de muer-
ellos, a los que admiran a Osama bajísimo se diri- guerra siempre vi tos. ¿40.000, 45.000...? Los ame-
bin Laden, a los que le expresan gía hacia la se- a gente que mue- ricanos no lo dirán jamás. Para no
comprensión, simpatía o solidari- gunda Torre co- re asesinada. subrayar la intensidad de este
dad. Con tu petición se ha encen- mo un bombarde- Nunca había vis- Apocalipsis. Para no dar una sa-
dido un detonante, que hace mu- ro que apunta a to a gente que tisfacción más a Osama bin La-
cho tiempo que quiere explotar. su objetivo y se muere matándo- den e incentivar otros apocalipsis.
Ya lo verás. arroja sobre él. se, es decir, lan-
Entonces me di zándose sin para- Y además, los dos abismos que
Me pides que cuente cómo he vivi- cuenta de lo que caídas del piso han absorbido a decenas de miles
GAMMA

do yo este Apocalipsis. Que escri- estaba pasando. 80, 90 ó 100. de criaturas son demasiado pro-
ba, en suma, mi testimonio. Ahí va. Me di cuenta, Además, en la fundos. Como máximo, los opera-
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rios desenterrarán trozos de girse a la muerte, habían pasado dad para desmentirse, sería ca- ñana mi subconsciente me lo
miembros esparcidos por todas por el peluquero. ¡Qué buen paz de responderme que tengo advirtió con una profunda in-
partes. Una nariz aquí y un bra- corte de pelo! ¡Qué bigotes en- razón. Pero cambiemos de dis- quietud y una rara sensación de
zo, allá. O una especie de barro, gominados, qué barbas tan bien co. Como todo el mundo sabe, peligro? ¿Por qué crees que,
que parece café machacado, y recortadas, qué patillas tan bien estoy muy enferma y, hablando contrariamente a mis costum-
que es, en realidad, materia or- igualadas...! de Arafat, me sube la fiebre. bres, encendí el televisor? ¿Por
gánica. Los residuos de los cuer- qué crees que entre las tres
pos que en un momento quedan ¡Cómo me gustaría poder decir- Prefiero hablar de la invulnera- cuestiones que me planteaba
reducidos a polvo. El alcalde le cuatro cosas bien dichas al bilidad que muchos en Europa mientras ardía la primera Torre
Giuliani envió otros 10.000 sa- señor Arafat! Entre él y yo no atribuían a Estados Unidos. y la voz de mi tele no funciona-
cos. Pero no los utilizaron. hay buen feeling. Nunca me ¿Qué tipo de invulnerabilidad? ba, estaba la del atentado? ¿Y
perdonó ni las repetidas dife- Cuanto más democrática y abier- por qué crees que apenas apare-
¿Qué siento por los kamikazes rencias de opinión que tuvimos ta es una sociedad, más expuesta cido en pantalla el segundo
que murieron con ellos? Ningún durante aquel encuentro ni el está al terrorismo. Cuanto más avión lo comprendí todo?
respeto. Ninguna piedad. Ni si- juicio que hice sobre él en mi li- libre es un país y menos gober-
quiera piedad. Yo que, casi bro Entrevista con la historia. Y nado está por un régimen poli- Por ser Estados Unidos el país
siempre, termino cediendo a la por mi parte, tampoco le he per- cial, más sufre o se arriesga a su- más potente del mundo, el más
piedad. A mí, los kamikazes, es donado nada. Ni siquiera el que frir las matanzas que durante rico, el más poderoso, el más
decir, los tipos que se suicidan un periodista italiano, que se tantos años se produjeron en Ita- moderno, cayeron casi todos en
para matar a los demás, siempre presentó ante él imprudente- lia, en Alemania y en otras zonas esa insidia. A veces, incluso los
me parecieron antipáticos, co- mente diciendo que era «amigo de Europa. Y ahora tienen lugar, propios americanos. Y es que la
menzando por los japoneses de mío», se encontrase al instante agigantadas, en Norteamérica. invulnerabilidad de Norteaméri-
la II Guerra Mundial. con una pistola apuntándole al No en vano los países no demo- ca nace precisamente de su
corazón. No nos cráticos, gober- fuerza, de su riqueza, de su po-
Sólo los consideré beneficiosos volvimos a ver nados por regí- tencia, de su modernidad. Es la
para bloquear la llegada de las más. Pecado. Estaba en casa. Mi casa menes policia- habitual historia del pez que se
tropas enemigas, prendiendo Porque, si lo vol- está situada en el centro les, han alberga- muerde la cola.
fuego a la pólvora y saltando viese a ver de de Manhattan y, a las do y financiado
por los aires con la ciudad, en nuevo, o mejor nueve en punto, tuve la y ayudan a los Nace también de su esencia
Turín. Nunca los consideré sol- dicho, si me con- sensación de un peligro terroristas. multiétnica, de su liberalidad,
dados. Y mucho menos los con- cediese audien- inminente que quizás no de su respeto por los ciudada-
sidero mártires o héroes, como cia, le gritaría en me alcanzase, pero que Por ejemplo, la nos y por los huéspedes. Por
aullando y escupiendo saliva las narices quié- Unión Soviéti- ejemplo, cerca de 24 millones
ciertamente me iba a
me los definió Arafat en 1972, nes son los márti- ca, los países sa- de americanos son árabes-mu-
cuando lo entrevisté en Amán, res y los héroes.
afectar profundamente. télites de la sulmanes. Y cuando un Mustafá
el lugar donde sus mariscales Unión Soviética o un Mohamed viene, por ejem-
entrenaban incluso a los terro- Le gritaría: Ilustre señor Arafat, y la China Popular. La Libia de plo de Afganistán, a visitar a un
ristas de la Beider-Meinhoff. los mártires son los pasajeros de Gadafi, Irak, Irán, Siria, el Lí- tío, nadie le prohíbe apuntarse a
los cuatro aviones secuestrados bano arafatiano, el propio Egip- una escuela para aprender a pi-
KAMIKAZES y transformados en bombas hu- to, la propia Arabia Saudí, el lotar un 757. Nadie le prohíbe
Los considero tan sólo vanido- manas. Entre ellos, la niña de propio Pakistán, obviamente inscribirse en una universidad
sos. Vanidosos que, en vez de cuatro años que se desintegró Afganistán y todas las regiones (una costumbre que espero que
buscar la gloria a través del ci- en el interior de la segunda To- musulmanas de Africa. En los cambie) para estudiar química y
ne, de la política o del deporte, rre. Ilustre señor Arafat, los aeropuertos y en los aviones de biología, las dos ciencias nece-
la buscan en la muerte propia y mártires son los empleados que esos países siempre me he sen- sarias para desencadenar una
en la de los demás. Una muerte trabajaban en las dos Torres y tido segura. Serena como un re- guerra bacteriológica. Nadie. Ni
que, en vez del Oscar, de la pol- en el Pentágono. Ilustre señor cién nacido que duerme pláci- siquiera si el Gobierno teme
trona ministerial o del título de Arafat, los mártires son los damente. Lo único que temía que el hijo de Alá secuestre un
Liga, les procurará (o eso cre- bomberos muertos por intentar era ser arrestada porque ponía a 757 o eche un puñado de bacte-
en) admiración. Y, en el caso de salvarlos. ¿Y sabe usted quiénes parir a los terroristas. rias en el depósito de agua y de-
los que rezan a Alá, un lugar en son los héroes? Son los pasaje- sencadene una hecatombe. (Di-
el paraíso del que habla el Co- ros del vuelo que iba a estrellar- En cambio, en los aeropuertos y go si, porque, esta vez, el Go-
rán: el paraíso donde los héroes se contra la Casa Blanca y que en los aviones europeos siem- bierno no sabía nada y el pape-
gozan de las huríes. se estrelló en un bosque de Pen- pre me he sentido nerviosilla. Y lón de la CIA y del FBI no tiene
silvania, porque se rebelaron en los aeropuertos y en los parangón. Si fuese el presidente
Son incluso vanidosos física- contra los terroristas. aviones americanos, realmente de Estados Unidos los echaría a
mente. Tengo ante mis ojos la nerviosa. Y en Nueva York, dos todos a patadas en el culo por
fotografía de dos kamikazes de Ellos sí que están en el paraíso, veces más nerviosa. En Was- cretinos).
los que hablo en mi libro Ins- ilustre señor Arafat. La desgra- hington, no. Debo admitirlo.
ciallah, la novela que comienza cia es que ahora sea usted el je- Realmente no me esperaba el SIMBOLOS
con la destrucción de la base fe de Estado ad perpetuum, que avión contra el Pentágono. Y dicho esto, volvamos al razo-
americana (más de 400 muer- se comporta como un monarca, namiento inicial. ¿Cuáles son
tos) y de la base francesa (más que visita al Papa y afirma que A mi juicio, en suma, nunca ha los símbolos de la fuerza, de la
de 350 muertos) en Beirut. Se el terrorismo no le gusta y man- sido un problema de si, sino un riqueza, de la potencia de la mo-
habían hecho sacar esta foto an- da condolencias a Bush. Y qui- problema de cuándo. ¿Por qué dernidad americana? No son el
tes de ir a morir y, antes de diri- zás con su camaleónica capaci- crees que el martes por la ma- jazz y el rock and roll, el chicle
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o la hamburguesa, Broadway o cia, déjame levantar una peana como yo, hace como si estuvie- cuando les vi olvidarse de todas
Hollywood. Son sus rascacielos. para el alcalde de Nueva York. se sano y sigue trabajando. Pero sus diferencias, me quedé de pie-
Su Pentágono. Su ciencia. Su Ese Rudolph Giuliani al que no- yo trabajo en una mesa, caram- dra. Lo mismo me pasó cuando
tecnología. Esos rascacielos im- sotros, los italianos, deberemos ba, y sentada. oí a Bill Clinton (una persona ha-
presionantes, tan altos, tan be- dar gracias de rodillas. Porque cia la cual nunca sentí ternura al-
llos que, al alzar los ojos, casi tiene un apellido italiano y es El, en cambio... Parecía un ge- guna) declarar: «Apretémonos en
olvidas las pirámides y los divi- de origen italiano y está que- neral de ésos que participan di- torno a Bush, tened confianza en
nos palacios de nuestro pasado. dando como un héroe ante todo rectamente en la batalla. Un nuestro presidente». Y lo mismo
Esos aviones gigantescos, exa- el mundo. Es una gran, un gran- soldado que se lanza al ataque me pasó cuando esas mismas pa-
gerados, que se utilizan como en dísimo alcalde, Rudolph Giulia- con la bayoneta calada. «Ade- labras fueron repetidas con fuerza
otro tiempo se utilizaban los ve- ni. Te lo dice una que nunca es- lante, vamos, vamos, arriba. Va- por su mujer, Hillary, ahora sena-
leros y los camiones, porque to- tá contenta por nada y con na- mos a salir de esto lo más pron- dora por el estado de Nueva
do se mueve a través de los die, comenzando por sí misma. to posible». Pero podía hacer York. Y cuando fueron reiteradas
aviones. Todo. El correo, el pes- Es un alcalde digno de otro eso, porque la gente era, es, co- por Lieberman, el ex candidato
cado fresco y nosotros mismos grandísimo alcalde con apellido mo él. Gente sin vanidad y sin demócrata a la Vicepresidencia
(no olvidemos que la guerra aé- italiano, Fiorello La Guardia, a pereza, habría dicho mi padre, y (sólo el desaparecido Al Gore
rea la inventaron ellos. O al me- cuya escuela deberían ir mu- con cojones. En cuanto a la ad- permaneció escuálidamente ca-
nos la guerra aérea desarrollada chos de nuestros alcaldes. Ten- mirable capacidad de unirse, a llado). Y cuando el Congreso vo-
hasta la histeria). drían que presentarse humilde- la forma de cerrar filas de una tó por unanimidad aceptar la gue-
mente, incluso con ceniza en la manera casi marcial con la que rra y castigar a los responsables.
Ese terrible Pentágono, esa for-
taleza que da miedo sólo con
mirarla. Esa ciencia omnipre-
sente y casi omnipotente. Esa
extraordinaria tecnología que,
en pocos años, cambió por com-
pleto nuestra vida cotidiana,
nuestra milenaria manera de co-
municarnos, comer y vivir. ¿Y
dónde les ha golpeado el reve-
rendo Osama bin Laden? En los
rascacielos y en el Pentágono.
¿Cómo? Con los aviones, con la
ciencia, con la tecnología.

By the way. ¿Sabes qué es lo


que más me impresiona de este

EPA
triste millonario, de este fallido
playboy que, además de cortejar
a las princesas rubias y retozar cabeza, ante él para preguntarle: los estadounidenses responden ¡Ojalá Italia aprendiese esta lec-
en los night club (como hacía en «Sor Giuliani, por favor, díga- a las desgracias y al enemigo, ción! Está tan dividida nuestra
Beirut, cuando tenía 20 años), se me cómo se hace». El no delega pues, tengo que decirte que me Italia. ¡Es un país tan lleno de
divierte matando a la gente en sus deberes en el prójimo, no. ha sorprendido incluso a mí. facciones y tan envenenado por
nombre de Mahoma y de Alá? No pierde tiempo en tonterías ni sus mezquindades tribales! En
El hecho de que su desmesurado en medrajes personales. No se Sabía, sí, que esa capacidad ha- Italia, se odian incluso en el seno
patrimonio provenga también de divide entre el cargo de alcalde bía explotado en los tiempos de del mismo partido. No consiguen
los beneficios de una Corpora- y el de ministro o diputado. Pearl Harbor, cuando el pueblo estar juntos ni siquiera cuando
tion especializada en demolicio- (¿Hay alguien que me esté es- se fundió en torno a Roosevelt y tienen el mismo emblema, el
nes y que él mismo sea un ex- cuchando en las tres ciudades Roosevelt entró en guerra contra mismo distintivo. Celosos, llenos
perto demoledor. La demolición de Stendhal, es decir, en Nápo- la Alemania de Hitler, la Italia de bilis, vanidosos y mezquinos,
es una especialidad americana. les, en Florencia y en Roma?). de Mussolini y el Japón de Hiro sólo piensan en sus propios inte-
Hito. La había advertido, sí, des- reses personales. En la propia ca-
Cuando nos vimos, te noté casi Llegó instantes después de la pués del asesinato de Kennedy. rrera, en la propia gloria, en la
sorprendido de la heroica efica- catástrofe, entró en el segundo Pero después de todo esto, había propia popularidad de periferia.
cia y de la admirable unidad rascacielos y corrió el peligro venido la Guerra de Vietnam, la Por los propios intereses perso-
con la que los americanos han de transformarse en cenizas co- lacerante división ocasionada nales se desprecian, se traicio-
afrontado este Apocalipsis. mo los demás. Se salvó por los por la Guerra de Vietnam y, en nan, se acusan y se escupen...
Pues, sí. A pesar de los defectos pelos y por casualidad. Y al ca- cierto sentido, esa guerra me ha-
que continuamente se le echan bo de cuatro días, volvió a po- bía recordado su Guerra Civil de Estoy absolutamente convenci-
en cara, y que yo misma les ner en pie la ciudad. Una ciudad hace siglo y medio. da de que, si Osama bin Laden
echo en cara (aunque los de Eu- que tiene nueve millones y me- hiciese saltar por los aires la To-
ropa y, especialmente, los de dio de habitantes y casi dos sólo Por eso, cuando vi a blancos y rre de Giotto o la Torre de Pisa,
Italia son todavía peores), Esta- en Manhattan. Cómo lo hizo, no negros llorar abrazados, y digo la oposición le echaría la culpa
dos Unidos es un país que tiene lo sé. Está enfermo, como yo, el bien abrazados, cuando vi a de- al Gobierno. Y el Gobierno se la
grandes cosas que enseñarnos. pobre. El cáncer que va y viene, mócratas y republicanos cantar echaría a la oposición. Y los je-
A propósito de la heroica efica- le ha mordido también a él. Y, abrazados God bless America, fecillos del Gobierno y de la
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oposición se las echarían a sus HUMILLACION blo entero. Por ejemplo, los ope- que dicha Revolución comenzó
propios compañeros y camara- Y sentí también una especie de rarios irreductibles que excavan en 1789, es decir, 13 años des-
das de partido. Y dicho esto, dé- humillación. Porque no me pue- entre las ruinas para sacar alguna pués de la Revolución America-
jame que te explique de dónde do imaginar a los operarios ita- oreja o alguna nariz de las criatu- na, que comenzó en 1776. (Otra
nace la capacidad de unirse que lianos enarbolando la bandera ras masacradas por los hijos de particularidad que ignoran o
caracteriza a los americanos. tricolor y rugiendo Italia, Italia, Alá. O para recoger esa especie fingen olvidar los del «qué bien
Italia. En las manifestaciones y de café molido, que es lo único empleado les está a los america-
Nace de su patriotismo. No sé si en los comicios he visto enarbo- que queda de los fallecidos. nos». ¡Raza de hipócritas!).
en Italia habéis visto y entendi- lar muchas banderas rojas. Ríos
do qué pasó en Nueva York y lagos de banderas rojas. Pero El hecho es que América es un Es un país especial, un país en-
cuando Bush fue a dar las gra- siempre he visto enarbolar muy país especial, mi querido amigo. vidiable, además, porque aque-
cias a los operarios (y opera- pocas banderas tricolores. Mal Un país al que hay que envidiar, lla idea es entendida y asumida
rias) que excavan entre los es- dirigidos o tiranizados por una del que hay que estar celosos, por ciudadanos a menudo anal-
combros de las dos Torres in- izquierda arrogante y devota de por cosas que nada tienen que fabetos o con poca instrucción.
tentando encontrar algún super- Los ciudadanos de las colonias
viviente y sólo extraen narices y americanas. Y porque es mate-
dedos. Y sin embargo, no ce- rializada por un pequeño grupo
den. Sin resignarse y si les pre- de líderes extraordinarios, por
guntas cómo lo hacen, te res- hombres de una gran cultura y
ponden: «I can allow myself to de una gran calidad. The Foun-
be exhausted, not to be defea- ding Fathers, los Padres Funda-
ted» (Puedo permitirme estar dores, los Benjamin Franklin,
exhausto, pero no estar derrota- los Thomas Jefferson, los Tho-
do). Todos. Jóvenes, jovencísi- mas Paine, los John Adams, los
mos, viejos y de mediana edad. George Washington, etc. ¡Gente
Blancos, negros, amarillos, ma- muy distinta de los abogadu-
rrones y violetas... chos (como justamente los lla-
maba Vittorio Alfieri) de la Re-
¿Los habéis visto o no? Mientras volución Francesa! ¡Gente muy
Bush les daba las gracias, ellos diferente de los sombríos e his-
no paraban de agitar sus banderi- téricos verdugos del Terror, los
tas americanas, levantar el puño Marat, los Danton, los Saint
cerrado y rugir: «USA, USA, Just y los Robespierre!
USA». En un país totalitario, ha-
bría pensado: «¡Qué bien se lo Los Padres Fundadores eran ti-
ha montado el poder!». En Nor- pos que conocían el griego y el
teamérica, no. En Estados Uni- la Unión Soviética, las banderas ver con su riqueza, etc. Es un latín como nunca lo conocerán
dos, estas cosas no se organizan. tricolores se las han dejado país envidiable porque ha naci- los profesores italianos de griego
No se manipulan ni se ordenan. siempre a los adversarios. Y do de una necesidad del alma, la y latín (si es que existen todavía).
Especialmente en una metrópoli tengo que decir que tampoco necesidad de tener una patria, y Tipos que en griego habían leído
desencantada como Nueva York los adversarios han hecho muy de la idea más sublime que el a Aristóteles y a Platón y que, en
y con operarios como los opera- buen uso de ella, pero, al menos hombre haya concebido jamás: latín, se habían leído a Séneca y
rios de Nueva York. no la han despreciado, gracias a la idea de la libertad, o de la li- a Cicerón. Y que se habían estu-
Dios. Y lo mismo digo de los bertad esposada con la idea de diado los principios de la demo-
Son grandes tipos los operarios que van a misa. la igualdad. Es un país envidia- cracia griega más que los mar-
de Nueva York. Más libres que ble porque, en aquella época, la xistas de mi época estudiaban la
el viento. No se les puede mani- En cuanto al patán con la camisa idea de libertad no estaba de teoría de la plusvalía (si es que
pular. No obedecen ni a sus sin- verde y la corbata verde, ni si- moda. Y mucho menos, la de realmente se la estudiaban).
dicatos. Pero si le tocas la ban- quiera sabe cuáles son los colo- igualdad. Sólo hablaban de ellas
dera, si le tocas la patria... En in- res de la tricolor y estaría encan- algunos filósofos llamados ilus- Jefferson conocía incluso el ita-
glés, no existe la palabra patria. tado de retrotraernos a la guerra trados. Estos conceptos sólo se liano (le llamaba toscano). En
Para decir patria hay que unir entre Florencia y Siena. Resulta- encontraban en un carísimo li- italiano hablaba y leía con gran
dos palabras. Father Land, Tierra do: hoy, la bandera italiana se ve braco llamado Enciclopedia. facilidad. De hecho, junto con
de los Padres. Mother Land, Tie- sólo en las Olimpiadas, si, por las 2.000 vides, los 1.000 olivos
rra Madre. Native Land, Tierra casualidad, se gana una medalla. Y aparte de los escritores y de- y los cuadernos de música que
Nativa. O decir simplemente My Peor aún: se ve sólo en los esta- más intelectuales, aparte de los escaseaban en Virginia, el flo-
country, mi país. Pero sí existe el dios, cuando hay un partido de príncipes y de los señores que rentino Filippo Mazzei, en
sustantivo patriotismo. Y excep- fútbol internacional. Unica oca- tenían dinero para comprar el li- 1774, le llevó varias copias de
tuando Francia, no me imagino sión, también, en la que se puede braco o los libros que habían un libro escrito por un tal Cesa-
un país más patriótico que Esta- oír el grito de Italia, Italia. inspirado el libraco, ¿quién sa- re Beccaria titulado De los deli-
dos Unidos. ¡Me emocioné tanto bía algo de la Ilustración? ¡No tos y de las penas.
viendo a esos operarios apretan- Hay, pues, una gran diferencia era algo que se pudiese comer
do el puño y enarbolando las entre un país en el que la bandera la Ilustración! Ni siquiera ha- Por su parte, el autodidacta
banderitas mientras rugían USA, de la patria es enarbolada por los blaban de la libertad y de la Franklyn era un genio. Científico,
USA, USA, sin que nadie se lo gamberros en los estadios, y un igualdad los revolucionarios de impresor, editor, escritor, periodis-
mandase! país en el que la enarbola el pue- la Revolución Francesa, dado ta, político e inventor. En 1752,
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descubrió la naturaleza eléctrica hombre se le cortan los cojones, decir de parecer racistas (pala- Dios. Pero no tengo intención al-
del rayo e inventó el pararrayos. ya no es un hombre», decía mi bra totalmente inapropiada, por- guna de dejarme matar por serlo.
Casi nada. Con estos líderes ex- padre. Decía también que, en vez que el discurso no es sobre una
traordinarios, con estos hombres de rescatar a la plebe, el comunis- raza, sino sobre una religión), Lo vengo diciendo desde hace
de gran calidad, en 1776, los ciu- mo convertía a todos en plebe y no os dais cuenta o no queréis 20 años. Desde hace 20 años.
dadanos, a menudo analfabetos o mataba a todos de hambre. daros cuenta de que estamos an- Con cierta moderación, pero
poco instruidos, se rebelaron con- te una cruzada al revés. con la misma pasión, hace 20
tra Inglaterra. Hicieron la Guerra A mi juicio, Estados Unidos res- años escribí sobre este asunto un
de la Independencia y la Revolu- cata a la plebe. Son todos plebe- Habituados como estáis al doble artículo de fondo en el Corriere
ción Americana. yos en Norteamérica. Blancos, juego, afectados como estáis por della Sera. Era el artículo de una
negros, amarillos, marrones, la miopía, no entendéis o no que- persona acostumbrada a estar
LIBERTAD E IGUALDAD violetas, estúpidos, inteligentes, réis entender que estamos ante con todas las razas y todos los
Y a pesar de los fusiles y de la pobres y ricos. Incluso los más una guerra de religión. Querida y credos, de una ciudadana acos-
pólvora, a pesar de los muertos plebeyos son precisamente los declarada por una franja del Is- tumbrada a combatir contra to-
que conlleva toda guerra, no hi- ricos. En la mayoría de los ca- lam, pero, en cualquier caso, una dos los fascismos y todas las in-
cieron una guerra con los ríos sos, son maleducados y grose- guerra de religión. Una guerra tolerancias, de una laica sin ta-
de sangre de la futura Revolu- ros. Se ve rápidamente que no que ellos llaman yihad. Guerra búes. Pero era también el artícu-
ción Francesa. No la hicieron son nada refinados y que no se santa. Una guerra que no mira a lo de una persona indignada con
con la guillotina ni con las ma- apañan con el buen gusto o la la conquista de nuestro territorio, los que no olían el tufo de una
tanzas de La Vendée. La hicie- sofisticación. A pesar del dinero quizás, pero que ciertamente mira guerra santa que se acercaba y
ron con un pergamino que, jun- que se gastan en vestirse, por a la conquista de nuestra libertad contra los que les perdonaban
to a la necesidad del alma (la ejemplo, son tan poco elegantes y de nuestra civilización. Al ani- demasiado a los hijos de Alá.
necesidad de tener una patria), que, a su lado, la reina de Ingla- quilamiento de nuestra forma de
concretaba la sublime idea de la terra parece chic. Pero están res- vivir y de morir, de nuestra forma CULTURA
libertad o de la libertad esposa- catados. Y en este mundo no de rezar o de no rezar, de nuestra Hacía en dicho artículo un razo-
da con la igualdad. La Declara- hay nada más fuerte y más po- manera de comer, beber, vestir- namiento que sonaba, más o
ción de la Independencia. tente que la plebe rescatada. Te nos, divertirnos o informarnos... menos, así, hace 20 años: «¿Qué
rompes siempre los cuernos sentido tiene respetar a quien no
«We hold these truths to be self- contra la plebe rescatada. No entendéis o no queréis en- nos respeta? ¿Qué sentido tiene
evident... Consideramos eviden- Y contra Estados Unidos se han tender que si no nos oponemos, defender su cultura o su presun-
te esta realidad. Que todos los roto siempre todos los cuernos. si no nos defendemos, si no lu- ta cultura, cuando ellos despre-
hombres son creados iguales. Ingleses, alemanes, mexicanos, chamos, la yihad vencerá. Y cian la nuestra? Yo quiero
Que son dotados por el Creador rusos, nazis, fascistas y comunis- destruirá el mundo que, bien o defender nuestra cultura y les
de ciertos derechos inaliena- tas. Por último se los han roto in- mal, hemos conseguido cons- informo que Dante Alighieri me
bles. Que, entre estos derechos, cluso los vietnamitas que, des- truir, cambiar, mejorar, hacer un gusta más que Omar Khayan».
está el derecho a la vida, a la li- pués de su victoria, han tenido poco más inteligente, menos hi- Se abrieron los cielos. Me cru-
bertad y a la búsqueda de la fe- que pactar con ellos, de tal forma pócrita e, incluso, nada hipócri- cificaron. «¡Racista, racista!».
licidad. Que para asegurar estos que, cuando un ex presidente de ta. Y con la destrucción de
derechos los hombres deben Estados Unidos va a hacerles una nuestro mundo destruirá nuestra Fueron los propios progresistas
instituir gobiernos...». visita, tocan el cielo con un dedo. cultura, nuestro arte, nuestra (en aquella época se llamaban
«Bienvenido señor presidente, ciencia, nuestra moral, nuestros comunistas) los que me crucifi-
Y ese pergamino, que desde la bienvenido señor presidente». valores y nuestros placeres... caron. El mismo insulto me lo
Revolución Francesa en adelan- Con los hijos de ¡Por Jesucristo! dedicaron cuando los soviéticos
te todos hemos bien o mal co- Alá el conflicto invadieron Afganistán. ¿Recuer-
piado o en el que nos hemos será duro. Muy No entendéis o no queréis ¿No os dais dan a aquellos barbudos con so-
inspirado, constituye todavía la duro y muy largo. entender que estamos ante cuenta de que los tana y turbante que antes de dis-
espina dorsal de Estados Uni- A no ser que el una guerra de religión. Osama bin Laden parar los morteros, elevaban pre-
dos. La linfa vital de esta na- resto de Occiden- Querida y declarada por se creen autoriza- ces al Señor? «¡Allah akbar!
ción. ¿Sabes por qué? Porque te decida ayudar, una franja del Islam, pero, dos a mataros a ¡Allah akbar!». Yo los recuerdo
transforma a los súbditos en razone un poco y en cualquier caso, una vosotros y a perfectamente. Y al ver unir la
ciudadanos. Porque transforma les eche una ma- guerra de religión. vuestros hijos, palabra de Dios a los golpes de
a la plebe en pueblo. Porque la no. porque bebéis vi- mortero, me ponía malita. Me
invita o la exige a gobernarse, no o cerveza, porque no lleváis parecía estar en el medievo y de-
expresar su propia individuali- No estoy hablando, como es ob- barba larga o chador, porque vais cía: «Los soviéticos son lo que
dad, buscar su propia felicidad. vio, a las hienas que se relamen al teatro y al cine, porque escu- son. Pero hay que admitir que,
viendo las imágenes de las ma- cháis música y cantáis canciones, haciendo esta guerra, nos están
Todo lo contrario de lo que hacía tanzas y se burlan diciendo porque bailáis en las discotecas o protegiendo incluso a nosotros.
el comunismo, prohibiendo a la «qué bien les está a los ameri- en vuestras casas, porque veis la Y les doy las gracias». Se vol-
gente rebelarse, gobernarse, ex- canos». Estoy hablando a las televisión, porque vestís minifal- vieron a abrir los cielos. «¡Ra-
presarse y colocando a Su Majes- personas que, sin ser estúpidas da o pantalones cortos, porque cista, racista!». En su ceguera ni
tad el Estado en el trono que an- ni tontas, están sumidas todavía estáis desnudos o casi en el mar siquiera querían oírme hablar de
tes habían ocupado los reyes. «El en la prudencia y en la duda. Y o en las piscinas y porque hacéis las atrocidades que los hijos de
comunismo es un régimen mo- a esas les digo: ¡Despertaos, por el amor cuando os parece, donde Alá cometían con los militares a
nárquico, una monarquía de viejo favor, despertaos de una vez! os parece y con quien os parece? los que hacían prisioneros. (Les
cuño. Por eso, le corta los cojo- Intimidados como estáis por el ¿No os importa nada de esto, es- cortaban los brazos y las piernas,
nes a los hombres. Y cuando a un miedo de ir a contracorriente, es túpidos? Yo soy atea, gracias a ¿recuerdan? Un pequeño vicio al
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LA RABIA Y EL ORGULLO

que se habían dedicado ya en el la supervivencia de nuestra ci- tendéis ni esto, ni siquiera esto? en Alemania, en el Reino Uni-
Líbano con los prisioneros cris- vilización, Nueva York somos Blair lo ha entendido. Vino aquí do, en España... Pero en Italia,
tianos y hebreos). todos nosotros. y le renovó a Bush la solidari- donde las mezquitas de Milán,
dad de los británicos. No una de Turín y de Roma están reple-
No querían que lo contase. Y América somos todos. Los italia- solidaridad de pacotilla, sino tas de bellacos que aplauden a
para hacerse los progresistas nos, los franceses, los ingleses, una solidaridad basada en la ca- Osama bin Laden, de terroristas
aplaudían a los estadounidenses los alemanes, los austriacos, los za a los terroristas y en la alian- que esperan hacer saltar por los
que acongojados por el miedo a húngaros, los eslovacos, los pola- za militar. Chirac, no. Como sa- aires la Cúpula de San Pedro,
la Unión Soviética llenaban de cos, los escandinavos, los belgas, bes, hace dos semanas estuvo ninguno. Cero. Nada. Ninguno.
armas al heroico pueblo afgano. aquí en visita oficial.
Entrenaban a los barbudos, y Explíquemelo, señor Cavaliere.
con los barbudos al barbudísimo Una visita prevista desde hace ¿Es que son tan incapaces sus
Osama bin Laden. ¡Fuera los ru- tiempo, no una visita ad hoc. policías y sus carabineros?
sos de Afganistán! ¡Los rusos Vio las masacres de las dos To- ¿Son tan ineptos sus servicios
tienen que salir de Afganistán! rres, supo que los muertos son secretos? ¿Son tan estúpidos
un número incalculable e, inclu- sus funcionarios? ¿Es que todos
Pues bien, los rusos se fueron so, inconfesable, pero no se los musulmanes de Italia son
de Afganistán. ¿Contentos? Pe- conmovió. Durante una entre- unos santos? ¿Es que ninguno
ro desde Afganistán los barbu- vista en la CNN, mi amiga Ch- de los hijos de Alá que hospe-
dos del barbudísimo Osama bin ristiane Amanpour le preguntó damos tiene nada que ver con lo
Laden llegaron a Nueva York más de cuatro veces de qué for- que ha sucedido y está suce-
con los barbudos sirios, egip- ma y en qué medida pensaba lu- diendo? ¿O es que por investi-
cios, iraquíes, libaneses, palesti- char contra esta yihad y, las gar, por descubrir y por arrestar
nos y saudíes que componían la cuatro veces, Chirac evitó dar a los que hasta hoy no ha descu-
banda de los 19 kamikazes una respuesta. Se escurrió como bierto ni ha detenido, teme que
identificados ¿Contentos? Peor una anguila. Me daban ganas de le canten la cantinela habitual
aún. Ahora, aquí, se discute del gritarle: «Monsieur le Presi- de racista, racista? Ya ve que yo
próximo ataque que nos golpea- los españoles, los griegos, los dent, ¿recuerda el desembarco no.
rá con armas químicas, biológi- portugueses. Si se hunde Améri- en Normandía? ¿Sabe cuántos
cas, radiactivas y nucleares. Se ca, se hunde Europa. Si se hunde americanos murieron en Nor- ¡Por Jesucristo! No le niego a
dice que la nueva catástrofe es Occidente, nos hundimos todos. mandía para expulsar a los ale- nadie el derecho a tener miedo.
inevitable, porque Irak les pro- Y no sólo en sentido financiero, manes de Francia?». El que no tiene miedo a la gue-
porciona los materiales. Se ha- es decir en el sentido que me pa- rra es un cretino. Y el que quie-
bla de vacunación, de máscaras rece que es el que más os preocu- Excepto Blair, en el resto de los re hacer creer que no tiene mie-
de gas, de peste. Hay quien se pa. (Una vez, cuando era joven e demás líderes europeos veo po- do a la guerra, tal y como he es-
está preguntando ya cuándo ingenua, le dije a Arthur Miller: cos Ricardos Corazón de León. crito mil veces, es un cretino y
tendrá lugar... ¿Contentos? «Los americanos miden todo por Y mucho menos en Italia, don- un estúpido a la vez. Pero en la
Algunos no están ni contentos el dinero, sólo piensan en el dine- de el Gobierno no ha descubier- vida y en la historia hay casos
ni descontentos. Se muestran ro». Y Arthur Miller me contestó: to ni arrestado a ningún cómpli- en los que no es lícito tener
indiferentes. Norteamérica está «¿Ustedes no?»). ce de Osama bin Laden. ¡Por miedo. Casos en los que tener
muy lejos y entre Europa y Nos hundimos en todos los sen- Dios, señor Cavaliere, por miedo es inmoral e incivil. Y
América hay un océano... Pues tidos, querido amigo. Y en el Dios! A pesar del temor de la los que, por debilidad o falta de
no, queridos míos. No. El océa- lugar de campanas, encontrare- guerra, en todos los países de coraje o por estar acostumbra-
no no es más que un hilo de mos muecines, en vez de mini- Europa han sido descubiertos y dos a tener el pie en dos estri-
agua. Porque cuando está en faldas, el chador, en vez de co- arrestados algunos cómplices de bos se sustraen a esta tragedia, a
juego el destino de Occidente, ñac, leche de camello. ¿No en- Osama bin Laden. En Francia, mí me parecen masoquistas. ■

En esta segunda entrega, Oriana Fallaci re- dental. «En cada experiencia dejo jirones de
flexiona, al hilo de su vivencia de los ata- mi alma», escribió la prestigiosa periodista
ques del 'Martes Negro', sobre el mundo is- italiana hace años. Una vez más, es absolu-
lámico y sus diferencias con la cultura occi- tamente cierto.

Los hijos de Alá


¿ QUE por qué quiero hacer
este discurso sobre lo que
tú llamas 'contraste entre
como si fuesen dos realidades
paralelas, de igual peso y de
igual medida. Porque detrás de
Partenón y su descubrimiento de
la Democracia. Está la antigua
Roma con su grandeza, sus le-
sus puentes y sus calzadas.
Está un revolucionario, aquel
Cristo muerto en la cruz, que nos
las dos culturas'? Pues, si quieres nuestra civilización están Ho- yes y su concepción de la Ley. enseñó (y hay que tener paciencia
saberlo, porque a mí me fastidia mero, Sócrates, Platón, Aristóte- Con su escultura, su literatura y si no lo hemos aprendido) el con-
hablar incluso de dos culturas. les y Fidias, entre otros muchos. su arquitectura. Sus palacios y cepto del amor y de la justicia.
Ponerlas sobre el mismo plano, Está la antigua Grecia con su sus anfiteatros, sus acueductos, Está incluso una Iglesia, que nos
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LOS HIJOS DE ALA

dio la Inquisición, de acuerdo. miente cada cinco minutos. Sus Esta es, pues, mi respuesta a tu de Torquemada cuando dirigía la
Que torturó y quemó 1.000 veces antepasados no inventaron los pregunta sobre el contraste de Inquisición. De hecho, es impo-
en la hoguera, de acuerdo. Que números ni las matemáticas. In- las dos culturas. En el mundo sible dialogar con ellos. Razo-
nos oprimió durante siglos, que ventaron la grafía de los núme- hay sitio para todos, digo yo. nar, impensable. Tratarlos con
durante siglos nos obligó sólo a ros, que también nosotros, los En su casa, cada cual hace lo indulgencia o tolerancia o espe-
esculpir y a pintar cristos y vírge- infieles, utilizamos, y las mate- que quiere. Y si en algunos paí- ranza, un suicidio. Y el que crea
nes, y que casi asesina a Galileo máticas fueron concebidas casi ses las mujeres son tan estúpi- lo contrario es un iluso.
Galilei. Pero también contribuyó al mismo tiempo por todas las das que aceptan el chador e in-
decisivamente a la Historia del antiguas civilizaciones. En Me- cluso el velo con rejilla a la al- Te lo dice una que conoció bas-
Pensamiento, ¿sí o no? sopotamia, en Grecia, en la In- tura de los ojos, peor para ellas. tante bien ese tipo de fanatismo
dia, en China, en Egipto y entre Si son tan estúpidas como para en Irán, Pakistán, Bangladesh,
Y, además, detrás de nuestra ci- los mayas... Sus antepasados, aceptar no ir a la escuela, no ir Arabia Saudí, Kuwait, Libia,
vilización está el Renacimiento. ilustre señor Arafat, sólo nos han al doctor, no hacerse fotografí- Jordania, el Líbano y en su pro-
Están Leonardo da Vinci, Mi- dejado unas cuantas bellas mez- as, etcétera, peor para ellas. Si pia casa, es decir, en Italia. Una
guel Angel, Rafael o la música quitas y un libro con el que, des- son tan necias como para casar- que lo ha experimentado incluso
de Bach, Mozart y Beethoven. de hace 1.400 años, nos rompen se con un badulaque que quiere en muchos y muy variados epi-
Con Rossini, Donizetti, Verdi las crismas mucho más que los tener cuatro mujeres, peor para sodios triviales y grotescos, con
and company. Esa música sin la cristianos nos la rompían con la ellas. Si sus maridos son tan bo- los que ha tenido confirmación
cual no sabemos vivir y que en Biblia y los hebreos con la Torá. bos como para no beber vino ni absoluta de su fanatismo. Nunca
su cultura, o en su supuesta cul- cerveza, ídem. No seré yo quien olvidaré lo que me pasó en la
tura, está prohibida. Pobre de ti Y ahora veamos cuáles son los se lo impida. Faltaría más. He embajada iraní de Roma, cuando
si tarareas una cancioncilla o méritos que adornan al Corán. sido educada en el concepto de fui a pedir un visado para viajar
los coros de Nabucco. ¿Se puede hablar realmente de libertad y mi madre siempre de- a Teherán, para entrevistar a Jo-
méritos del Corán? Desde que cía: «El mundo es bello porque meini, y me presenté con las
Y por último está la ciencia. Una los hijos de Alá casi destruyeron es muy variado». Pero si me uñas pintadas de rojo. Para ellos,
ciencia que ha descubierto mu- Nueva York, los expertos del Is- pretenden imponer todas esas signo de inmoralidad. Me trata-
chas enfermedades y las cura. lam no dejan de cantarme las cosas a mí, en mi casa... ron como una prostituta a la que
Yo sigo viva, por ahora, gracias alabanzas de Mahoma. Me ex- hay que quemar en la hoguera.
a nuestra ciencia, no a la de Ma- plican que el Corán predica la Porque la verdad es que lo pre- Me querían obligar a quitarme el
homa. Una ciencia que ha inven- paz, la fraternidad y la justicia. tenden. Osama bin Laden afirma esmalte. Y si no les hubiese di-
tado máquinas maravillosas. El (Por lo demás, lo que todo el pla- cho lo que tenían que quitarse
tren, el coche, el avión, las naves dice hasta Bush, neta Tierra debe ellos, o incluso cortarse...
En su casa, cada cual
espaciales con las que hemos ido pobre Bush. Y es ser musulmán,
a la Luna y quizás pronto vaya- lógico que Bush
hace lo que quiere. Y si que tenemos que Nunca olvidaré tampoco lo que
mos a Marte. Una ciencia que ha tenga que tran- en algunos países las convertirnos al me pasó en Qom, la ciudad santa
cambiado la faz de este planeta quilizar a los 24 mujeres son tan estúpidas Islam, que por de Jomeini, donde como mujer
con la electricidad, la radio, el millones de mu- que aceptan el chador e las buenas o por fui rechazada en todos los hote-
teléfono, la televisión... Por cier- sulmanes esta- incluso el velo con rejilla las malas él nos les. Para entrevistar a Jomeini
to, ¿es verdad que los santones dounidenses, con- a la altura de los ojos, hará convertir, tenía que ponerme un chador,
de la izquierda no quieren decir vencerlos de que peor para ellas. que para eso nos para ponerme el chador tenía
todo esto que yo acabo de enu- cuenten todo lo masacra y nos que quitarme los vaqueros y pa-
merar? ¡Válgame Dios, qué bo- que saben sobre los eventuales seguirá masacrando. Y esto no ra quitarme los vaqueros quería
bos! No cambiarán jamás. Pues parientes o amigos o conocidos puede gustarnos, no. Debe dar- utilizar el coche con el que había
bien, hagamos ahora la pregunta fieles de Osama bin Laden). nos, por el contrario, razones viajado desde Teherán. Pero el
fatal: y detrás de la otra cultura, más que suficientes para matarle intérprete me lo impidió. «Está
¿qué hay? ¿Pero cómo se come eso con la a él. usted loca, loca de remate, hacer
historia del ojo por ojo y diente una cosa así en Qom es correr el
Busca, busca, porque yo sólo por diente? ¿Cómo se come con CRUZADA riesgo de ser fusilada». Prefirió
encuentro a Mahoma con su Co- el chador y el velo que cubre el Pero la cosa no se resuelve, ni se llevarme al antiguo Palacio Real,
rán y a Averroes con sus méritos rostro de las musulmanas, que termina, con la muerte de Osama donde un guardia piadoso nos
de estudioso (los comentarios hasta para poder echarle una bin Laden. Porque hay ya dece- acogió y nos dejó la antigua Sala
sobre Aristóteles, etc.), al que ojeada al prójimo esas infelices nas de miles de Osamas bin La- del Trono.
Arafat encasqueta el honor de tienen que mirar a través de una den, y no están sólo en Afganis-
haber creado incluso los núme- tupida rejilla colocada a la altu- tán y en los demás países árabes. De hecho, yo me sentía como la
ros y las matemáticas. De nuevo ra de sus ojos? ¿Cómo se come Están en todas partes, y los más Virgen que para dar a luz al Ni-
chillándome en la cara, de nue- eso con la poligamia y con el aguerridos están precisamente ño Jesús se refugia junto a José
vo cubriéndome de pollos, en principio de que las mujeres de- en Occidente. En nuestras ciuda- en el pesebre del asno y del
1972, me dijo que su cultura era ben contar menos que los came- des, en nuestras calles, en nues- buey. Pero a un hombre y a una
superior a la mía, muy superior llos, no deben ir a la escuela, no tras universidades, en los labora- mujer no casados entre sí, el
a la mía, porque sus antepasados deben hacerse fotografías, etc? torios tecnológicos. Una tecno- Corán les prohíbe estar en la
habían inventado los números y ¿Cómo se come eso con el veto logía que cualquier idiota puede misma estancia con la puerta
las matemáticas. a los alcoholes y con la pena de manejar. Hace tiempo que co- cerrada y, hete aquí, que de
muerte para el que beba? Por- menzó la cruzada. Y funciona pronto la puerta se abrió. El
MEMORIA que también esto está en el Co- como un reloj suizo, sostenida mulá dedicado al control de la
Pero Arafat tiene poca memoria. rán. Y no me parece tan justo, por una fe y una perfidia sólo moralidad irrumpió gritando
Por eso cambia de idea y se des- tan fraterno ni tan pacífico. equiparable a la fe y a la perfidia «vergüenza, vergüenza, pecado,
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LOS HIJOS DE ALA

pecado». Y, para él, sólo había estaban también allí. O mejor dania, Husein. Pero esos dos primos, cuñadas encinta e, in-
una forma de no terminar fusi- aún, mira las fotos que uno de eran tan musulmanes como yo cluso, parientes de los parien-
lados: casarnos. Firmar el acta ellos consiguió. católica. tes. Una tienda situada al lado
de matrimonio que el mulá nos del bello Palacio del Arzobispa-
restregaba en las narices. De todas formas, lo que quiero Pero aterricemos y veamos la do, en cuyas escalinatas dejaban
subrayar no es esto. Lo que quie- conclusión de mi razonamiento. sus sandalias o las babuchas
El problema era que el intérpre- ro subrayar es que, concluido el Una conclusión que seguro no que, en sus países, alinean fuera
te tenía una mujer española, una acto, los 20.000 fieles (muchas les gustará a muchos, dado que de las mezquitas. Y junto a las
tal Consuelo, que no estaba dis- mujeres entre ellos) abandona- defender la propia cultura, en sandalias y a las babuchas, las
puesta en absoluto a aceptar la ron las tribunas y bajaron al te- Italia, se está convirtiendo en botellas vacías de agua con la
poligamia y, además, yo no que- rreno de juego. un pecado mor- que se lavaban los pies antes de
ría casarme con nadie. Y mucho No de una forma tal. Y dado que, la oración. Una tienda colocada
Pero la cosa no se
menos con un iraní con esposa despavorida, no. intimidados por frente a la catedral con la cúpu-
española y que no estaba dis- De una forma resuelve, ni se termina, la palabra «racis- la de Brunelleschi y al lado del
puesta en absoluto a aceptar la ordenada y so- con la muerte de Osama ta», impropia- Bautisterio con las puertas de
poligamia. Al mismo tiempo, no lemne. Lenta- bin Laden. Porque hay ya mente utilizada, oro de Ghiberti.
quería morir fusilada ni perder mente compu- decenas de miles de todos callan co-
la entrevista con Jomeini. En sieron un cortejo Osamas bin Laden, y no mo conejos. Yo Una tienda, por fin, amueblada
ese dilema me debatía cuando... y, siempre en están sólo en Afganistán. no voy a levantar como un vulgar apartamento: si-
nombre de Dios, tiendas a La Me- llas, mesas, chaise-longues y col-
Te ríes, ¿verdad? Te parecen pisaron a los cadáveres. Siempre ca. Yo no voy a cantar padre- chones para dormir y hacer el
tonterías. Pues, entonces, no te gritando «¡Allah akbar, Allah nuestros y avemarías ante la amor, y hornos para cocer la co-
cuento el final de este episodio. akbar!». Los destruyeron como a tumba de Mahoma. Yo no voy a mida y apestar la plaza con el hu-
Para hacerte llorar te contaré el las Torres Gemelas de Nueva hacer pipí en el mármol de sus mo y con el olor. Y, gracias a la
de 12 jovencitos impuros que, York. Los redujeron a un tapiz mezquitas ni a hacer caca a los inconsciencia del ENEL que ilu-
terminada la guerra de Bangla- sanguinolento de huesos rotos. pies de sus minaretes. mina nuestras obras de arte cuan-
desh, vi ajusticiar en Dacca. do quiere, luz eléctrica gratis.
Los ajusticiaron en el estadio de REHENES ESTADOUNIDENSES Cuando me encuentro en sus
Dacca, a golpes de bayoneta en Y así podría seguir hasta el infi- países (de los que no guardo Gracias a una grabadora, los
el tórax o en el vientre, ante la nito. Podría contarte cosas nun- buen recuerdo), jamás olvido gritos de un vociferante muecín
presencia de 20.000 fieles que, ca dichas, cosas para ponerte que soy huésped y extranjera. que puntualmente exhortaba a
desde las tribunas, aplaudían en los pelos de punta. Sobre el Estoy atenta a no ofenderles los fieles, ensordecía a los infie-
nombre de Dios. Chillaban chocho de Jomeini, por ejem- con costumbres, gestos o com- les y tapaba el sonido de las
«¡Allah akbar, Allah akbar!». plo, que después de la entrevis- portamientos que para nosotros campanas. Y junto a todo esto,
ta celebró una asamblea en son normales, pero que para los amarillos regueros de orina
Lo sé, lo sé, en el Coliseo, los Qom para declarar que yo le ellos son inadmisibles. Los trato que profanaban los mármoles
antiguos romanos, aquellos an- acusaba de cortarle los pechos a con obsequioso respeto, obse- del Bautisterio (¡qué asco! ¡Tie-
tiguos romanos de los que mi las mujeres. De tal asamblea sa- quiosa cortesía, me disculpo si nen la meada larga estos hijos
cultura se siente orgullosa, se lió un vídeo que durante meses por descuido o ignorancia in- de Alá! ¿Cómo hacían para lle-
divertían viendo morir a los fue transmitido por la televisión frinjo algunas de sus reglas o gar al objetivo, separado de la
cristianos como pasto de los le- de Teherán, de tal forma que, supersticiones. verja de protección y, por lo
ones. Lo sé, lo sé, en todos los cuando al año siguiente volví a tanto, distante casi dos metros
países de Europa, los cristianos, Teherán, fui arrestada apenas Y este grito de dolor y de indig- de su aparato urinario?). Junto a
aquellos cristianos a los que, a puse el pie en el aeropuerto. Y nación te lo he escrito teniendo los regueros amarillos de orina,
pesar de mi ateísmo, les reco- las pasé canutas, muy canutas. ante los ojos imágenes que no el hedor de la mierda que blo-
nozco la contribución que han siempre eran las apocalípticas queaba el portón de San Salva-
hecho a la Historia del Pensa- Era la época de los rehenes es- escenas con las que comencé mi dor del obispo, la exquisita igle-
miento, se divertían viendo ar- tadounidenses. Podría hablarte discurso. A veces, en vez de di- sia románica (del año 1000) que
der a los herejes. Pero, desde de aquel Mujib Rahman que, chas imágenes, veía otras, para se encuentra a la espalda de la
entonces, ha llovido mucho. siempre en Dacca, había orde- mí simbólicas (y por lo tanto, plaza del Duomo y que los hijos
Nos hemos vuelto más civiliza- nado a sus guerrilleros que me indignantes), de la gran tienda de Alá habían transformado en
dos, e incluso los hijos de Alá eliminasen por ser una europea con la que, el verano pasado, los un cagatorio. Lo sé de primera
deberían haber comprendido peligrosa, y menos mal que un musulmanes somalíes hollaron, mano.
que ciertas cosas no se hacen. coronel inglés me salvó, po- ensuciaron y ultrajaron durante
niendo su propia vida en peli- tres meses la plaza del Duomo Lo sé bien porque fui yo la que
Tras los 12 jovencitos impuros, gro. O de aquel palestino, de de Florencia. Mi ciudad. te llamé y te rogué que hablases
mataron a un niño que, para in- nombre Habash, que me mantu- de ellos en el Corriere, ¿recuer-
tentar salvar al hermano conde- vo durante 20 minutos con una Una tienda levantada para cen- das? Llamé también al alcalde,
nado a muerte, se había abalan- metralleta colocada en la sien. surar, condenar e insultar al Go- que tuvo la amabilidad de venir
zado sobre los verdugos. Los ¡Dios mío, qué gente! Los úni- bierno italiano que les alberga- a mi casa. Me escuchó y me dio
militares le rompieron la cabeza cos con los que mantuve una re- ba, pero que no les concedía los la razón: «Tiene razón, toda la
a puntapiés con sus botas. Y si lación civilizada fueron el po- visados necesarios para pasear- razón...». Pero no hizo levantar
no me crees, vuelve a leer mi bre Alí Bhutto, el primer minis- se por Europa y no les dejaba la tienda. Se olvidó del tema o
crónica y la crónica de los pe- tro de Pakistán, ahorcado por introducir en Italia la horda de no fue capaz de conseguirlo.
riodistas franceses y alemanes ser demasiado amigo de Occi- sus parientes: madres, abuelos, Llamé incluso al ministro de
que, presos del terror como yo, dente, y el bravísimo rey de Jor- hermanos, hermanas, tíos, tías, Exteriores, que era un florenti-
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LOS HIJOS DE ALA

no, un florentino de esos que se la tienda. Dentro de la plaza excelencia, ¿no le molestaría los hijos de Alá en Italia se les
hablan con acento muy florenti- de los Uffizi, a los pies de la demasiado apartarse un poquito llama «trabajadores extranje-
no y, por lo tanto, perfecto co- Torre de Giotto. Delante de la para dejar pasar a la gente?». Se ros». O «mano de obra que ne-
nocedor de la situación. Tam- Logia de Orcagna, alrededor de lo comen vivo. Lo agreden con cesitamos». No hay duda algu-
bién él me escuchó. Y me dio la la Logia de Porcellino. Frente a sus navajas. O, como mínimo, na de que algunos de ellos tra-
razón: «Sí, sí, tiene usted toda la Biblioteca Nacional, a la en- insultan a su madre y a su pro- bajan. Los italianos se han vuel-
la razón». Pero no movió un de- trada de los museos. En el genie. «Racista, racista». Y la to unos señoritingos. Van de va-
do para quitar la tienda. Y no Puente Viejo, donde de vez en gente lo soporta todo, resigna- caciones a las Seychelles y
sólo eso sino que, además, rápi- cuando se lían a cuchilladas o a da. No reacciona ni siquiera vienen a Nueva York a comprar
damente contentó a los hijos de tiros. En todos los lugares en cuando les gritas lo que mi ropa en Bloomingdale's. Se
Alá que orinaban en el Bautiste- los que han pretendido o conse- abuelo gritaba durante la época avergüenzan de trabajar como
rio y cagaban en San Salvatore guido que el municipio les fi- del fascismo: «¿No os importa obreros y como campesinos y
del Obispo (me da la sensación nancie (sí, señor, les financie). nada la dignidad? ¿No tenéis un no quieren que se les asocie ya
de que de las abuelas, las ma- poco de orgullo, cabestros?». con el proletariado.
dres, los hermanos y hermanas, En el atrio de la iglesia de San
los tíos y tías, los primos y las Lorenzo, donde se emborrachan Sé que eso pasa también en ¿Pero aquellos de los que estoy
cuñadas encinta están ya donde con vino, cerveza y licores, raza otras ciudades. En Turín, por hablando qué trabajadores son?
querían estar. Es decir, en Flo- de hipócritas, y donde profieren ejemplo. Esa Turín que hizo ¿Qué trabajo hacen? ¿De qué
rencia y en las demás ciudades todo tipo de obscenidades a las Italia y que, ahora, ya casi no forma suplen la necesidad de
de Europa). mujeres. (El verano pasado, en parece una ciudad italiana. Pa- mano de obra que el ex proleta-
ese atrio, me las dijeron incluso rece Argel, Dacca, Nairobi, rio italiano ya no cubre? ¿Vaga-
Entonces cambié de sistema. a mí, que soy ya una mujer ma- Damasco o Beirut. En Venecia. bundeando por la ciudad con el
Llamé a un simpático policía yor. Y, como es lógico, les plan- Esa Venecia en la que las palo- pretexto de las mercancías para
que dirige la oficina de seguri- té cara. Sí, sí les planté cara. mas de la plaza de San Marcos vender? ¿Zanganeando y estro-
dad de la ciudad y le dije: Uno sigue todavía allí, dolién- fueron sustituidas por tapetes peando nuestros monumentos?
«Querido agente, no soy un po- dole los genitales). En medio de con la mercancía y, donde in- ¿Rezando cinco veces al día?
lítico. Por eso, cuando digo que las históricas calles, donde cam- cluso Otelo se sentíría a dis-
voy a hacer una cosa, la hago. pan a sus anchas con el pretexto gusto. En Génova. Esa Génova Además, hay otra cosa que no
Además conozco la guerra y de vender sus mercancías. Por donde los maravillosos pala- entiendo. Si realmente son tan
hay ciertas cosas que me son fa- pobres, ¿quién les da el dinero
miliares. Si mañana por la ma- para el viaje en los aviones o en
ñana no levantan la jodida tien- los barcos que los traen a Italia?
da, la quemo. Juro por mi honor ¿Quién les da los 10 millones
que la quemo y que ni siquiera por cabeza (10 millones como
un regimiento de carabineros mínimo) necesarios para com-
conseguirá impedírmelo. Y por prarse el billete? ¿No se los es-
esto que acabo de confesarle, tará pagando, al menos en parte,
quiero, además, ser arrestada, Osama bin Laden, con el objeti-
llevada a la cárcel esposada. vo de poner en marcha una con-
Así termino saliendo en todos quista que no es sólo una con-
los periódicos». quista de almas, sino también
una conquista de territorio?
Pues bien, siendo más inteligen-
te que todos los demás, al cabo Y aunque no se lo dé, esta histo-
de pocas horas hizo levantar la mercancías entiendo bolsos y cios que Rubens admiraba tan- ria no me convence. Aunque
tienda. En el lugar de la tienda maletas copiadas de modelos to fueron secuestrados por nuestros huéspedes fuesen abso-
quedó sólo una inmensa y re- protegidos con sus respectivas ellos y se deterioran como be- lutamente inocentes, aunque en-
pugnante mancha de suciedad. marcas y, por lo tanto, ilegales. llas mujeres violadas. En Ro- tre ellos no haya ninguno que
Toda una victoria pírrica. Pírrica Amén de sus postales, lapice- ma. Esa Roma donde el cinis- quiera destruir la Torre de Pisa o
porque no influyó para nada en ros, estatuillas africanas que los mo de la política, de la menti- la Torre de Giotto, ninguno que
los demás estúpidos que, desde turistas ignorantes creen que ra, de todos los colores, los quiera obligarme a llevar el cha-
hace años, hieren y humillan a la son esculturas de Bernini, o ro- corteja con la esperanza de dor, ninguno que quiera quemar-
que era la capital del arte, la cul- pa. («Je connais mes droits [Co- conseguir su futuro voto y me en la hoguera de una nueva
tura y la belleza. Pírrica porque nozco mis derechos]», me espe- donde los protege el mismísi- Inquisición, su presencia me
no desanimó para nada a los tó, en el Puente Viejo, uno al mo Papa. (Santidad, ¿por qué alarma. Me produce desazón. Y
otros arrogantísimos huéspedes que vi vender ropa). no los acoge, en nombre del se equivoca el que se plantea es-
de la ciudad: a los albaneses, su- Dios único, en el Vaticano? A te fenómeno a la ligera o con op-
daneses, bengalíes, tunecinos, RESIGNACION condición, que quede claro, de timismo. Se equivoca, sobre to-
argelinos, paquistaníes y nigeria- Y si al ciudadano se le ocurre que no ensucien incluso la Ca- do, quien compara la oleada mi-
nos, que con tanto fervor contri- protestar, si les responde que pilla Sixtina, las estatuas de gratoria que se está abatiendo
buyen al comercio de la droga y «esos derechos los vas a ejercer Miguel Angel y los cuadros de sobre Italia y sobre Europa con
de la prostitución, por lo que pa- a tu casa», se le tacha inmedia- Rafael). la oleada migratoria que nos
rece no prohibido por el Corán. tamente de «racista, racista». condujo a América en la segun-
Mucho cuidado con que un po- TRABAJO da mitad del siglo XIX, incluso
Sí, sí, están todos donde estaban lícía municipal se le acerque y En fin, ahora soy yo la que no a finales del XIX y comienzos
antes de que mi policía levanta- le insinúe: «Señor hijo de Alá, entiende. No entiendo por qué a del XX. Y te digo el porqué. ■
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MI PATRIA, MI ITALIA

La escritora concluye su experiencia en los tenía que decirlas. Las he dicho. Ahora de-
ataques del 11 de septiembre con una refle- jadme en paz. La puerta se cierra de nuevo y
xión sobre la patria. «Algunas de estas cosas no quiero volverla a abrir».

Mi patria, mi Italia
O hace mucho tiempo tuve bo una decisión del Parlamento tico y en el Mid West había toda- al catolicismo las infamias que

N la oportunidad de captar
una frase pronunciada por
uno de los miles de presidentes
invitando o solicitando a nuestros
huéspedes a abandonar sus paí-
ses. «Venid, venid, que os necesi-
vía muy poca gente. Y California
estaba casi vacía. Pues bien, Ita-
lia no es un continente. Es un pa-
me impuso durante siglos, co-
menzando por la Inquisición que
quemaba incluso a las abuelas,
del Consejo que honraron a Italia tamos. Si venís os regalamos una ís muy pequeño y muy poblado. pobres abuelas, y a pesar de que
desde hace décadas. «¡Mi tío finca en Chianti». Han llegado no esté en absoluto de acuerdo
también fue emigrante! ¡Recuer- aquí por propia iniciativa, con Dos: Estados Unidos es un país con los curas y no entienda nada
do a mi tío marchar con la maleta sus malditas pateras y ante las bastante joven. Piense que la Gue- de sus plegarias, me gusta tanto
de tela a América!» O algo así. barbas de los policías que inten- rra de la Independencia tuvo lugar la música de las campanas... Una
Pues no, querido. No. No es lo taban hacerles regresar. Más que a finales del 1700, se deduce, pues, música que me acaricia el cora-
mismo. Y no lo es, por dos moti- una emigración es, pues, una in- que apenas tiene 200 años y se en- zón. Me encantan también esos
vos bastante sencillos. vasión efectuada bajo la consigna tiende por qué su identidad cultural cristos y esas vírgenes y esos
de la clandestinidad. Una clan- no está todavía bien definida. Ita- santos pintados o esculpidos. In-
destinidad que preocupa porque lia, por el contrario, es un país muy cluso tengo la manía de los ico-
no es una clandestinidad bonda- viejo. Su historia tiene al menos nos. Me gustan también los con-
dosa y dolorosa. Es una clandes- 3.000 años. Su identidad cultural ventos y los monasterios. Me
tinidad arrogante y protegida por es, pues, muy precisa y, dejémonos proporcionan un sentido de paz
el cinismo de los políticos que de tonterías, no está dispuesta a y, a veces, incluso envidio a sus
cierran un ojo y, a veces, los dos prescindir de una religión que se inquilinos. Y, además, admitá-
ante ella. llama la religión católica y de una moslo: nuestras catedrales son
iglesia que se llama la Iglesia cató- más bellas que las mezquitas y
Nunca olvidaré las asambleas lica. La gente como yo suele decir: las sinagogas, ¿sí o no? Son más
con las que los clandestinos lle- «No quiero tener tratos con la Igle- bellas también que las iglesias
naron las plazas de Italia, el año sia católica. Pero claro que los te- protestantes.
pasado, para conseguir sus per- nemos. Y muchos. Me guste o no.
misos de residencia. Sus rostros Nací en un paisaje de iglesias, con- RELIGIONES
turbios y feos. Sus puños alza- ventos, cristos, vírgenes y santos. Mira, el cementerio de mi familia
dos, amenazantes. Sus voces ai- La primera música que oí al venir es un cementerio protestante.
radas que me retrotraían al Tehe- al mundo fue la música de las Acoge a los muertos de todas las
rán de Jomeini. No lo olvidaré campanas. Las campanas de Santa religiones, pero es protestante. Y
jamás, porque me sentí vejada María del Fiore, cuyos tañidos so- una bisabuela mía era valdense.
El primero es que, en la segunda por los ministros que decían: focaba con su cháchara el muecín Una tía abuela, evangélica. A la
mitad del XIX, la oleada migrato- «Querríamos repatriarlos, pero de la época de la tienda. Y con esa bisabuela valdense no la conocí.
ria hacia América no se realizó de no sabemos dónde se esconden». música y en medio de ese paisaje Pero sí conocí, en cambio, a la tía
una forma clandestina ni por pre- ¡Estúpidos! En nuestras plazas crecí. Y a través de esa música y abuela evangélica. Cuando era ni-
potencia de quien la efectuaba. había miles de ellos y ciertamen- de ese paisaje aprendí qué es la ar- ña, me llevaba siempre a las fun-
Fueron los americanos los que la te no se escondían en absoluto. quitectura, qué es la escultura, qué ciones de su iglesia en Vía de
querían y la solicitaron. Y por me- Para repatriarlos, hubiera bastado es la pintura y qué es el arte. Y a Benci en Florencia y, Dios mío,
dio de una disposición concreta con ponerlos en fila, por favor, través de esa iglesia (después re- cómo me aburría... Me sentía to-
del Congreso. «Venid, venid, que querido señor, acomódese, y chazada) comencé a preguntarme talmente sola en medio de aque-
os necesitamos. Venid y os regala- acompañarlos a un puerto o a un qué es el Bien, qué es el Mal... llos fieles que sólo cantaban sal-
mos un buen trozo de tierra». Los aeropuerto. ¡Por Dios! mos, con aquel cura que no era
estadounidenses han hecho inclu- un cura y que sólo leía la Biblia,
so una película sobre el tema, pro- El segundo motivo, querido so- ¿Lo ves? He escrito «por Dios». en aquella iglesia que no me pa-
tagonizada por Tom Cruise y Ni- brino del tío de la maleta de tela, Con todo mi laicismo, con todo recía una iglesia y que, excepto
cole Kidman, cuyo final me llamó lo entendería incluso un escolar mi ateísmo, estoy tan impregna- un pequeño púlpito, sólo tenía un
muchísimo la atención. Se trata de de primaria. Para exponerlo, bas- da de la cultura católica que for- gran crucifijo. Nada de ángeles,
la escena en la que los desgracia- tan un par de elementos. Uno: ma parte incluso de mi forma de ni de vírgenes, ni de incienso...
dos corren para plantar su bande- América es un continente. Y en expresarme. Adiós, gracias a Echaba de menos incluso el olor
rita blanca en el terreno que será la segunda mitad del XIX, es de- Dios, por Dios, Jesús, Dios mío, del incienso y me hubiera gusta-
suyo, pero sólo los más jóvenes y cir cuando el Congreso estadou- Madonna mía, qué Cristo... Estas do estar en la vecina basílica de la
los más fuertes lo consiguen. Los nidense dio su visto bueno a la frases me vienen espontáneas. Santa Cruz donde había todas es-
demás se quedan con un palmo de inmigración, dicho continente es- Tan espontáneas que ni siquiera tas cosas. Las cosas a las que es-
narices y algunos mueren en la taba casi despoblado. La mayoría me doy cuenta de que las pro- taba acostumbrada. En mi casa de
carrera. de la población se condensaba en nuncio o las escribo. ¿Quieres campo, en Toscana, hay una pe-
los estados del Este, es decir, en que te las diga todas? A pesar de queña capilla. Está siempre cerra-
Que yo sepa, en Italia nunca hu- los estados de la zona del Atlán- que no le haya perdonado jamás da. Desde que murió mi madre,
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MI PATRIA, MI ITALIA

nadie entra en ella. Pero, a veces, plantado cara a la Unión Soviéti- zo austriaco. Por esta tricolor, mis rum, pontifican desde las pantallas
yo voy a limpiarle el polvo, a ca, hoy hablaría ruso. Le quiero tíos paternos soportaron todo tipo televisivas con monstruosos erro-
controlar que los ratones no ha- bien a mi marido y me resulta de penalidades en las trincheras del res de sintaxis. Tampoco es la Ita-
gan allí sus nidos y, a pesar de mi simpático. Me encanta, por ejem- Carso. Por esta tricolor, mi padre lia de los jóvenes que, teniendo ta-
educación laica, me encuentro en plo, el hecho de que cuando llego fue arrestado y torturado en Villa les maestros, se ahogan en la igno-
ella muy a gusto. A pesar de mi a Nueva York y entrego mi pasa- Triste por los nazi-fascistas. Por es- rancia más escandalosa, en la su-
anticlericalismo, me muevo en la porte con el certificado de residen- ta tricolor, toda mi familia hizo la perficialidad más ingenua y en el
capilla como pez en el agua. Y cia, el aduanero me diga con una Resistencia. Una Resistencia que vacío más absoluto. De ahí que a
creo que la mayoría de los italia- gran sonrisa: «Welcome home». hice incluso yo. En las filas de Jus- los errores de sintaxis ellos añadan
nos te confesaría lo mismo (A mí Me parece un gesto tan generoso y ticia y Libertad, con el nombre de los errores de ortografía y si les
me lo confesó Berlinguer). tan afectuoso. Además, me recuer- guerra de Emilia. Tenía 14 años. preguntas quiénes eran los Carbo-
da que Estados Unidos siempre ha Cuando al año siguiente, me dieron narios, quiénes eran los liberales,
¡Santo Dios!, (me río), te estoy sido el refugium peccatorum de la el alta en el Ejército Italiano-Cuer- quién era Silvio Pellico, quién era
diciendo que nosotros, los italia- gente sin patria. Pero yo, Sir, ya po de Voluntarios de la Libertad, Mazzini, quién era Massimo D'A-
nos, no estamos en las mismas tengo una patria. Mi patria es Ita- me sentí tan orgullosa. ¡Jesús y zeglio, quién era Cavour, quién era
condiciones que los estadouni- lia. Italia es mi ma- María, había si- Victor Emmanuel II, te miran con
denses: mosaico de grupos étni- dre. Sir, amo a Italia. Entre nosotros no hay do un soldado la pupila cerrada y la lengua floja.
cos y religiosos, mescolanza de Y coger la ciudada- italiano! Y No saben nada. Como máximo, es-
cabida para los muecines,
1.000 culturas, abiertos a cual- nía americana me cuando me in- tos pequeños idiotas sólo saben re-
quier invasión y, al mismo tiem- parecería renegar de
para los minaretes, para formaron de
citar los nombres de los aspirantes
po, capaces de rechazarlas todas. mi madre». los falsos abstemios, para que, al darme de a terroristas en tiempos de paz y de
Te estoy diciendo que, precisa- su jodido medievo, para alta, me corres- democracia, ondear las banderas
mente porque está definida desde También le dije que su jodido chador. pondían 14.540 negras y esconder el rostro detrás
hace muchos siglos y es muy mi lengua es el italiano, que en ita- liras, no sabía si aceptarlas o no. de pasamontañas. Ineptos.
precisa, nuestra identidad cultu- liano escribo y que, en inglés, me Me parecía injusto aceptarlas por
ral no puede soportar una oleada traduzco y basta. Con el mismo es- haber cumplido mi deber con la pa- Y tampoco me gusta la Italia de
migratoria compuesta por perso- píritu con el que me traduzco en tria. Pero las acepté. En casa, nadie las chicharras que, después de leer
nas que, de una u otra forma, francés, sintiéndola una lengua ex- tenía zapatillas. Y con ese dinero esto, me odiarán por haber escrito
quieren cambiar nuestro sistema tranjera. Y también le conté que, compramos zapatillas para mí y pa- la verdad. Entre un plato de espa-
de vida. Nuestros valores. Te es- cuando oigo el himno nacional me ra mis hermanas. guetis y otro, me maldecirán, de-
toy diciendo que entre nosotros conmuevo. Que cuando escucho el searán que sea asesinada por uno
no hay cabida para los muecines, «Hermanos de Italia, la Italia que Naturalmente, mi patria, mi Italia, de sus protegidos, es decir, por
para los minaretes, para los fal- está despierta, parapá, parapá, para- no es la Italia de hoy. La Italia ja- Osama bin Laden. No, no. Mi Ita-
sos abstemios, para su jodido pá» se me hace un nudo en la gar- ranera, cazurra y vulgar de los ita- lia es una Italia ideal. Es la Italia
medievo, para su jodido chador. ganta. Ni siquiera me doy cuenta lianos que piensan sólo en jubilar- que soñaba de muchacha, cuando
Y si lo hubiese, no se lo daría. de que, como himno, es más bien se antes de los 50 y que sólo se fui dada de alta del Ejército Italia-
Porque equivaldría a echar fuera malucho. Sólo pienso: es el himno apasionan por las vacaciones en el no-Cuerpo de Voluntarios de la Li-
a Dante Alighieri, a Leonardo da de mi patria. Por lo demás, el nudo extranjero y por los partidos de bertad, y estaba llena de ilusiones.
Vinci, a Miguel Angel, a Rafael, en la garganta también se me pone fútbol. La Italia tonta, estúpida, Una Italia seria, inteligente, digna
al Renacimiento, al Resurgimien- cuando contemplo la bandera blan- pusilánime de esas pequeñas hie- y valiente y, por lo tanto, merece-
to, a la libertad que hemos con- ca, roja y verde que ondea al vien- nas que, por estrechar la mano de dora de respeto. Y cuidado con el
quistado bien o mal, a nuestra to. Forofos de los estadios aparte, una estrella de Hollywood, vende- que me toque a esa Italia o con el
patria. Significaría regalarles Ita- se entiende. Tengo una bandera rían a su propia hija a un burdel de que se ría o se burle de ella. Cui-
lia. Y yo, no les regalo Italia. blanca, roja y verde del XIX. Toda Beirut, pero si los kamikazes de dado con el que me la robe o con
llena de manchas, de manchas de Osama bin Laden reducen miles el que me la invada. Porque para
Soy italiana. Se equivocan los ton- sangre y toda roída por la polilla. Y de neoyorquinos a una montaña de mí es lo mismo que los que la in-
tos que me creen ya estadouniden- si bien en el centro está el escudo cenizas que parece café machaca- vaden sean los franceses de Napo-
se. Nunca he pedido la ciudadanía saboyano (sin Cavour y sin Victor do, dicen contentos: «Les está león, los austriacos de Francisco
estadounidense. Hace años, un Emmanuel II y sin Garibaldi que se bien empleado a los americanos». José, los alemanes de Hitler o los
embajador americano me la ofre- inclinó ante esa insignia, no habría- comparsas de Osama bin Laden.
ció a través del celebrity status y, mos conseguido la Unidad de Ita- La Italia escuálida, cobarde, sin al- Y me da lo mismo que, para inva-
tras haberle dado las gracias, le lia), la guardo como oro en paño. ma, de los partidos presuntuosos e dirla, utilicen cañones o pateras.
respondí: «Sir, estoy bastante vin- La conservo como una joya. ¡He- incapaces que no saben ni ganar ni
culada a América. Me peleo siem- mos muerto por esta tricolor! Ahor- perder, pero saben como pegar los Te saludo afectuosamente, mi
pre con ella, le echo en cara mu- cados, decapitados, fusilados. Ase- grasientos traseros de sus represen- querido Ferrucio, y te advierto: no
chas cosas y, sin embargo, estoy sinados por los austriacos, por el tantes a las poltronas de diputados, me pidas nada nunca más. Y mu-
profundamente vinculada a ella. Papa, por el duque de Módena, por de ministros o de alcaldes. La Ita- cho menos que participe en polé-
América es para mí un amante o, los Borbones. Con esta tricolor he- lia todavía mussoliniana de los fas- micas vanas. Lo que tenía que de-
incluso, un marido al que siempre mos hecho el Resurgimiento. Y la cistas negros y rojos que te indu- cir lo dije. Me lo han ordenado la
permaneceré fiel. Siempre que no unidad de Italia y la guerra en el cen a recordar la terrible profecía rabia y el orgullo. La conciencia
me ponga los cuernos. Me gusta Carso y la Resistencia. de Ennio Flaiano: «En Italia, los limpia y la edad me lo han permi-
este marido. Y no me olvido ja- fascistas se dividen en dos catego- tido. Pero ahora tengo que volver
más de que si no hubiese decidido Por esta tricolor mi tatarabuelo ma- rías: los fascistas y los antifascis- al trabajo y no quiero ser molesta-
luchar contra Hitler y contra Mus- terno, Giobatta, luchó en Curtatone tas». Tampoco es la Italia de los da. Punto y final. ■
solini, hoy hablaría alemán. No ol- y en Montanara y quedó horrenda- magistrados y de los políticos que, COPYRIGHT: CORRIERE DELLA SERA
vido jamás que si no le hubiese mente desfigurado por un trabuca- ignorando la consecutio-tempo- TRADUCCIÓN DE JOSÉ MANUEL VIDAL

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