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Tema 1: Introducción a la auditoría

1.1. La auditoría externa de los estados financieros

En términos generales, auditar, es examinar y verificar información, registros,


procedimientos, circuitos, etc. con objeto de expresar una opinión sobre su bondad
o su fiabilidad.

Auditoría de estados financieros: Es el examen y verificación de los


estados financieros de una empresa con el objeto de emitir una opinión
sobre la fiabilidad de los mismos.

Auditoría de informes económicos y financieros: Aparte de las “cuentas


anuales”, cualquier información puede ser sometida a examen o verificación
con objeto de opinar sobre su veracidad, transparencia y razonabilidad de
cálculo.

Auditoría interna: Tiene por objeto verificar los diferentes procedimientos


y sistemas de control interno establecidos por una empresa con el fin de
conocer si funcionan como se había previsto, al tiempo que ofrecen a la
gerencia posibles cambios o mejoras en los mismos.

Auditoría operativa: El objetivo es el examen de la gestión de la empresa


con el propósito de evaluar la eficacia de los resultados con respecto a las
metas previstas. Una auditoría de este tipo requiere la existencia previa de
un plan de actividades y presupuesto concreto de los resultados esperados.

Auditoría de sistemas: La finalidad es el examen y análisis de los


procedimientos administrativos y de los sistemas de control interno de la
compañía auditada, al objeto de establecer:

 La eficacia de los procedimientos administrativos en orden a asegurar


el registro de todas las transacciones efectuadas y su correcta
valoración.
 La idoneidad de los criterios contables utilizados.
 La funcionalidad de sus circuitos y sistemas administrativos al objeto
de eliminar las redundancias. Al finalizar el trabajo los auditores
exponen los puntos débiles que han podido detectar así como las
recomendaciones sobre los cambios convenientes a introducir, en su
opinión, en la organización de la compañía.

Auditoría económico-social: Actualmente se ha desarrollado este


concepto vinculado con la necesidad de evaluar la aportación que la empresa
hace al progreso humano o, dicho de otra forma, ponderar el cumplimiento
de su responsabilidad social.

1.2. Concepto y propósito

La auditoría nace por la necesidad de disponer de estados financieros veraces.

Es en términos generales un proceso, llevado a cabo conforme a unas normas,


mediante el cual los estados financieros de una sociedad se someten a un examen
y verificación de unos expertos cualificados e independientes (auditores), con el fin
de que emitan su opinión sobre la fiabilidad que les merece la información
económica-financiera contenida en los mismos. Esta opinión se comunica por medio
de un informe o dictamen de auditoría.
La definición internacional más aceptada dice que el objetivo de un examen de los
estados financieros de una compañía, por parte de un auditor independiente, es la
expresión de una opinión sobre si los mismos reflejan razonablemente su situación
patrimonial, los resultados de sus operaciones y los cambios en la situación
financiera, de acuerdo con los principios de contabilidad generalmente aceptados y
con la legislación vigente.

Los estados financieros auditados interesan y son útiles a una variedad de personas
y organismos por las siguientes razones:

1. A los directivos y administradores, porque es una forma de asegurarse que


la dirección se ha llevado de acuerdo con las políticas y procedimientos
establecidos. Es también una forma de garantizar la honestidad de la
gestión.

2. A los accionistas y propietarios, porque les muestra el rendimiento obtenido


y la forma como se maneja y conserva su patrimonio.

3. A los inversionistas, porque para invertir en acciones u obligaciones de la


compañía deben obtener información digna de confianza que les permita
conocer los rendimientos y situación económica.

4. A las entidades de crédito, porque cuando reciben solicitudes de crédito de


importancia necesitan conocer datos fiables con respecto a la solvencia de la
empresa, resultado de sus operaciones, capacidad de pago, etc.

5. A las autoridades fiscales, porque el dictamen involucra la expresión de la


buena fe del contribuyente, en cuanto que los estados financieros auditados
reflejan de forma razonable el cumplimiento que ha dado a sus deberes
fiscales y, en consecuencia, evita inspecciones de Hacienda que pueden
canalizarse a contribuyentes que no presentan estados contables auditados.
6. A los analistas financieros, porque todo su trabajo de organización, estudio y
análisis está basado en cifras homogéneas y comparables.

7. A los acreedores, proveedores y terceros en general, porque en caso de


tener que vender mercaderías, ofrecer servicios, sobrevengan quiebras,
suspensiones de pago, etc. contarán con información veraz que les permitirá
conocer el riesgo que tienen implícito en la sociedad.

8. A los trabajadores, porque la situación de la empresa les afecta de cara a las


negociaciones, participación en rendimientos, etc.

9. A los gobiernos, porque cualquier programa de política económica y social


debe fundamentarse en datos reales y veraces que permitan obtener
variables macroeconómicas precisas.

10. Al público en general, porque al enterarse la gran masa anónima de lectores


de los estados financieros auditados pueden juzgarlos en la forma debida y
tomar las decisiones pertinentes.

Los estados financieros cuando no han sido auditados son de difícil aceptación por
dos razones fundamentales:

a) Han podido ser realizados con honestidad pero de una manera descuidada.
Por ejemplo, se han podido omitir o inflar pasivos, sobrevalorar activos por
errores aritméticos, etc.

b) Han podido ser deliberadamente falsificados con objeto de encubrir fraudes,


evitar el pago de impuestos, obtener un préstamo bancario, etc.

1.3. La auditoría en España

La auditoría en nuestro país no ha tenido un desarrollo importante ni a nivel


legislativo no como práctica habitual en la gestión de los negocios, hasta fechas
recientes.

A partir de 1970 las empresas españolas comienzan a solicitar, de forma


esporádica, servicios de auditoría, que normalmente le son impuestos, con motivo
de negociaciones de compra-venta de sociedades, concesión de créditos bancarios,
exigencia de accionistas disidentes, etc.

Con la integración de España en la Unión Europea se potencia la transparencia


informativa económico-contable. La VIII Directiva del Consejo 84/253 CEE y la
promulgación de la ley de auditoría permiten un mejor conocimiento de la situación
económica, patrimonial y financiera de las empresas, obligando y ampliando el
ámbito de las entidades objeto de auditoría.

Las principales normas legales vigentes en España que atañen a la auditoría son las
siguientes:
REFORMA
MERCANTIL

Ley de Reforma Parcial y Ley de Auditoría de


Adaptación de la Legislación
Mercantil a las Directivas de la Cuentas (Ley 19/1988)
CEE (Ley 19/1989)

Adaptación de Modificada Ley


cuerpos legales (CC, 44/2002
TRLSA, LSL)

Reglamento Registro Reglamento Ley de


Mercantil (RD Auditoría (RD
1784/1996) 1636/1990)

Plan General de Modificaciones RD


Contabilidad (RD 180/2003 y RD 1156/2005

1643/1990)

Plan General de PGC de Pymes y los


Contabilidad (RD criterios específicos
1514/2007) para Micropymes

Normas Cuentas
Consolidadas (RD
1815/1991)

1.3.1. La auditoría en la Ley de Reforma de la Legislación Mercantil

En esta ley se incluyen entre otras la reforma del Código de Comercio, sociedades
anónimas, sociedades de responsabilidad limitada y sociedades en comandita por
acciones, y aparece la obligación más general y extensiva de auditar las cuentas
anuales.

1. Obligatoriedad y contenido de la auditoría

Las cuentas anuales y el informe de gestión deberán ser revisados por auditores
de cuentas, exceptuando de esta obligación a las sociedades que puedan
presentar balance abreviado (art. 203 del TRLSA).

La Ley de auditoría de cuentas obliga a someter a auditoría de cuentas a las


siguientes empresas:

a) Que coticen sus títulos en cualquiera de las Bolsas Oficiales de Comercio.

b) Que emitan obligaciones en oferta pública.

c) Que se dediquen de manera habitual a la intermediación financiera.


d) Que tengan por objeto social cualquier actividad sujeta a la Ley de
Ordenación del Seguro Privado.

e) Que reciban subvenciones, ayudas o realicen obras, prestaciones, servicios o


suministren bienes al Estado y demás organismos públicos dentro de los
límites que reglamentariamente se fijen.

f) Las empresas, incluidas las sociedades cooperativas, que superen los límites
establecidos por el gobierno mediante real decreto.

g) Aquellas sociedades en las que los accionistas con una participación igual o
superior al 5% del capital social así lo soliciten al Registrador Mercantil y
siempre que no hayan transcurrido tres meses desde el cierre del ejercicio a
auditar.

h) Por mandato judicial instado por quien acredite un interés legítimo.

i) También las entidades de previsión social, las instituciones de inversión


colectiva, las sociedades de garantía recíproca, los fondos de inversión
inmobiliaria, las sociedades anónimas deportivas, las entidades eléctricas,
las fundaciones, las cooperativas de viviendas, etc.

2. Régimen de habilitación de los auditores

Para poder encargarse de la auditoría debe estarse en posesión de la oportuna


habilitación administrativa como auditores de cuentas. Se entiende que tienen
tal habilitación los inscritos en el Registro Oficial de Auditores de Cuentas.

3. Nombramiento de auditores

 Por la Junta General de accionistas, por un periodo de tiempo determinado,


entre tres y nueve años. Podrán ser reelegidos anualmente una vez que
haya finalizado el periodo inicial.

 Se pueden designar una o varias personas físicas o jurídicas que deberán


actuar conjuntamente. Se designarán tanto auditores suplentes como
titulares.

 Si la junta no designa los auditores o estos no pueden cumplir sus funciones,


el registrador mercantil o el juez procederá a la designación de los
auditores.

 La remuneración de los auditores se fijará antes del inicio de sus funciones.


No podrán percibir ninguna otra remuneración.

4. Informe de los auditores de cuentas

Contendrá, al menos, detalle de los siguientes pormenores:

 Si se han observado las leyes y los estatutos en la redacción de las Cuentas


Anuales.

 Hechos que puedan presentar un peligro para la situación financiera de la


sociedad.

 La certificación de que las Cuentas Anuales y el Informe de Gestión son


correctos sin que proceda formular reserva alguna. En su caso, indicarán los
motivos por los que se han formulado las reservas.

5. Facultades y responsabilidades de los auditores


 Los auditores podrán obtener, sin limitación alguna, cuantos datos,
documentos, etc. precisen para efectuar su misión, así como las pruebas
que estimen necesarias.

 No podrán ser revocados, sin causa justa, por la Junta General antes de que
concluya su período de nombramiento.

 Podrán incurrir en responsabilidad civil.

1.4. Contenido del marco regulador en relación con la


organización de la auditoría

Nuestra legislación entiende la auditoría como una actividad y no como una


profesión, lo que, a su vez, ha condicionado la propia organización de la auditoría
en España. Así la LAC establece una organización de la auditoría que pivota sobre el
Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, quien recoge todas las funciones
concernientes a la auditoría en detrimento de las organizaciones profesionales que
agrupan a los auditores, a las que, sin embargo, reconoce como Corporaciones de
derecho público.

La organización de la auditoría en España puede esquematizarse de la siguiente


manera:

MINISTERIO DE ECONOMÍA

ICAC

ROAC
REGISTRO DE
ECONOMISTAS
INSTITUTO DE AUDITORES- REGISTRO GENERAL DE
AUDITORES (REA) (1982)
CENSORES JURADOS DE AUDITORES (REGA)
CUENTAS DE ESPAÑA (1985)

(IACJCE) (1945)

1.4.1. El Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC)

La Ley 19/88 de 12 de julio, de Auditoría de Cuentas, crea el ICAC como un órgano


autónomo administrativo dependiente del entonces Ministerio de Economía y
Hacienda que, como refleja en su denominación, detenta competencias tanto en el
campo de la normalización contable como en el de la regulación de la auditoría.

Las competencias básicas del ICAC son:

 Establecimiento de un Registro Oficial (ROAC).


 Determinación de normas para el examen de aptitud profesional, la
aprobación de su convocatoria y realización de la prueba.
 Homologación y publicación de Normas Técnicas de Auditoría (NTA).
 Control y disciplina de los auditores, a través de controles técnicos y el
ejercicio de la potestad sancionadora.
1.4.2. El Registro Oficial de Auditores de Cuentas (ROAC)

En el ROAC pueden inscribirse tanto personas físicas como personas jurídicas. Las
personas físicas que deseen inscribirse pueden hacerlo en alguna de las siguientes
categorías:

 Auditores ejercientes.
 Auditores ejercientes por cuenta ajena.
 Auditores no ejercientes.

Debiendo cumplir en cualquier caso los siguientes requisitos:

a. Ser mayor de edad.


b. Tener la nacionalidad española o la de algún Estado miembro de la Unión
Europea.
c. Carecer de antecedentes penales por delitos dolosos.
d. Obtener la correspondiente autorización del ICAC que el mismo concede a
quienes cumplan los requisitos de competencia.
e. Los inscritos como ejercientes deben prestar fianza como garantía de sus
responsabilices.

Las personas jurídicas deberán cumplir los siguientes requisitos:

a. Que todos los socios sean personas físicas.


b. Que la mayoría del capital de la sociedad y la mayoría de los derechos de
voto correspondan a socios inscritos en el ROAC como auditores ejercientes.
c. Que la mayoría de los administradores, y en su caso el administrador único,
sean socios inscritos en el ROAC como auditores de cuentas ejercientes.

Los auditores personas físicas causarán baja en el ROAC en los siguientes


supuestos:

a. Fallecimiento.
b. Incumplimiento de las condiciones exigidas para la inscripción.
c. Renuncia voluntaria.
d. Sanción.

Por su parte, las sociedades de auditoría causarán baja por los siguientes motivos:

a. Por renuncia voluntaria.


b. Por sanción.
c. Por incumplimiento de alguno de los requisitos establecidos como condición
para su inscripción (salvo que se haya debido a causas de fuerza mayor, que
se deberá abrir un período transitorio hasta que dichas causas se subsanen).
d. Por disolución de la sociedad.
e. Por no prestar la fianza correspondiente.

1.4.3. Relación de auditores

El ICAC debe publicar anualmente una relación actualizada de los auditores


inscritos en el ROAC, tanto personas físicas como jurídicas.

1.4.4. Las corporaciones de derecho público que agrupan a los auditores

Según nuestra legislación, pueden inscribirse en el ROAC profesionales de diversa


procedencia, estableciendo, con la consideración de Corporaciones de Derecho
Público que agrupan a los auditores de cuentas, y no en Colegios Profesionales, a
aquellas corporaciones ya existentes a la entrada en vigor de la LAC, y que son las
siguientes:

 Instituto de Auditores-Censores Jurados de Cuentas.


 Registro de Economistas Auditores, perteneciente al Consejo General de
Colegios de Economistas de España.
 Registro General de Auditores, perteneciente al Consejo Superior de
Colegios Oficiales de Titulares Mercantiles de España.

Para que una asociación o agrupación de auditores pueda alcanzar el carácter de


Corporación de derecho público es preciso que cumpla los requisitos establecidos en
el artículo 74 del RAC:

 Que en sus estatutos figure como única, o una de las actividades de sus
miembros, la auditoría de cuentas.
 Que al menos el 10% de los auditores inscritos en el ROAC pertenezca a la
Corporación.
 Que al menos el 15% de los auditores inscritos en el ROAC como ejercientes
pertenezca a la Corporación.

Las funciones que cumplen las Corporaciones de derecho público que agrupan a los
auditores son:

 Elaborar las normas técnicas de auditoría.


 Realizar, de manera conjunta y mediante convocatoria única, los exámenes
de aptitud.
 Organizar cursos de formación teórica.
 Organizar cursos de formación permanente.
 Efectuar controles de calidad.
 Proponer al ICAC la iniciación de expedientes sancionadores.

1.5. Principios de contabilidad en España

Se establecen los siguientes principios contables:

 Principios generales

o Principio de empresa en funcionamiento.

o Principio de uniformidad.

o Principio de importancia relativa.

 Principios relativos a gastos e ingresos

o Principio de prudencia.

o Principio del devengo.

o Principio de no compensación.

 Principios relativos al activo y al pasivo

o Principio de prudencia.

o Principio de no compensación.

No existe una prevalencia predeterminada de un principio sobre los demás, por lo


que, en los casos de conflicto entre principios contables, deberá prevalecer el que
mejor conduzca a que las cuentas anuales expresen la imagen fiel del patrimonio,
de la situación financiera y de los resultados de la empresa.

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