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Proclama del golpe de Estado de Primo de Rivera

ESPAÑOLES: Ha llegado para nosotros el momento más temido que esperado (porque
hubiéramos querido vivir siempre en la legalidad y que ella rigiera sin interrupción la vida
española) de recoger las ansias, de atender el clamoroso requerimiento de cuantos, amando la
patria, no ven para ella otra solución que libertarla de "los profesionales de la política, de los
hombres que por una u otra razón nos ofrecen un cuadro de desdichas e inmoralidades que
empezaron en el 98 y amenazan a España con un próximo fin trágico y deshonroso. La tupida
red de la política de concupiscencias ha cogido en su malla, secuestrándola, hasta la voluntad
real. Con frecuencia parecen pedir que gobiernen los que dicen que no dejan gobernar,
aludiendo a los que han sido su único, aunque débil freno, y llevaron a las leyes y costumbres
de la época ética sana, el tenue tinte de la moral y la equidad que aún tienen; pero en la
realidad se avienen fáciles y contentos al turno y al reparto y entre ellos mismos designan la
sucesión.
Pues bien, ahora vamos a recabar todas las responsabilidades y a gobernar nosotros u
hombres civiles que representen nuestra moral y doctrina. Basta ya de rebeldías mansas, que
sin poner remedio a nada, dañan tanto y más a la disciplina que está recia y viril a la que nos
lanzamos por España y por el rey.
Este movimiento es de hombres: el que no sienta la masculinidad completamente
caracterizada, que espere en un rincón, sin perturbar los días buenos que para la patria
preparamos. ESPAÑOLES: ¡VIVA ESPAÑA Y VIVA EL REY!

Diario de Barcelona, 13 de septiembre de 1923.

Caracterización:
Este texto es un documento de carácter político, ya que se trata de una proclama en la que el
General Miguel Primo de Rivera, autor del texto, manifestaba sus intenciones de tomar el poder
en España mediante un golpe de Estado. Está datado en el 13 de septiembre de 1923, mismo
día en el que se produce el golpe de Estado, por lo que se puede afirmar que se trata de una
fuente primaria. El destinatario es público, ya que claramente va dirigido al pueblo español
(“ESPAÑOLES”) , aunque esté publicado en un periódico local (Diario de Barcelona, ya que
Primo de Rivera era en ese momento Capitán General de Cataluña). Como finalidad tiene
justificar su acto anticonstitucional ante la población.

Contexto histórico:
Con la subida al trono de Alfonso XIII en 1902 se inició una segunda etapa de la Restauración
que, teóricamente, se había convertido en un sistema político reformista basado en ideas
regeneracionistas tras el desastre colonial de 1898. Pero fue una etapa difícil, con la crisis de
1909 (la Semana Trágica) y la crisis de 1917 (crisis no solo política, sino también militar y
social). Esto provocó que fuera una etapa muy desequilibrada, ya que hubo muchos gobiernos
diferentes en pocos años (pero siempre partidos dinásticos) y una cada vez más fuerte
oposición política al sistema (movimientos obreros, republicanos, nacionalistas).
A ello se le sumó que en el Protectorado de Marruecos surgió una sublevación rifeña en la que
el ejército español, intentando frenarla, fue ampliamente derrotado en Annual (1921), perdiendo
todo el territorio y miles de soldados. En Europa, tras el inicial éxito para la democracia que
supusieron el fin de la Primera Guerra Mundial y la Conferencia de Paz de Paris (1918-1919),
poco a poco se habían impuesto las dictaduras, como la de Italia en 1922 (Mussolini llega al
poder tras la Marcha sobre Roma) y la de Portugal (Salazar) en 1926; mientras, en Rusia
estaba triunfando la Revolución Bolchevique, presentando una nueva alternativa y modelo a los
trabajadores del mundo.

Análisis del texto:


La proclama se inicia con un llamamiento, “ESPAÑOLES”, para reclamar la atención. Se podría
dividir el texto en dos partes:
En la primera parte, Primo de Rivera justifica el Golpe de Estado como una única salvación de
libertar a la Nación de “los profesionales de la política”. También hace una referencia al
desastre del 98, donde España perdió las colonias de Cuba, Filipinas y Puerto Rico, culpando
de ello a la generación de políticos que habían estado gobernando hasta entonces. Con esto
pretende atacar al sistema político reformista que había estado vigente durante toda la
Restauración, basado en el turnismo, al que también critica de corrupto denominándolo “La
tupida red de la política de concupiscencias“. Este turnismo o turno pacífico consistía en una
alternancia en el poder entre los dos grandes partidos, el conservador y el liberal, con la
finalidad de evitar los pronunciamientos como forma de acceder al poder y excluir al resto de
partidos y opciones políticas, garantizando a cambio el orden y la estabilidad en el país. El
poder de un partido u otro estaba previamente garantizado por el monarca (aunque el texto
plantea la situación contraria, “han cogido en su malla, secuestrándola, hasta la voluntad real”),
el cual, cuando un partido se debilitaba, llamaba al jefe del partido de la oposición para acceder
al gobierno. Se organizaban entonces unas elecciones manipuladas (pucherazo, encasillado)
para conseguir un número de diputados suficiente para tener la mayoría parlamentaria y poder
gobernar.
Así, Primo de Rivera recoge en pocas palabras el funcionamiento del sistema político español
(“Con frecuencia parecen pedir que gobiernen los que dicen que no dejan gobernar”)
criticándolo y tachando a todos los políticos de hipócritas (“pero en la realidad se avienen
fáciles y contentos al turno y al reparto y entre ellos mismos designan la sucesión”). Primo
utiliza en todo este párrafo un lenguaje claramente regeneracionista para conseguir atraer a la
población. Primo utiliza aquí claramente un lenguaje regeneracionista para atrae apoyos a su
acción.

En la segunda y última parte del texto, expone sus objetivos (“recabar todas las
resposabilidades y gobernar”), justificándolos “por España y por el rey” (plantea claramente que
no está contra el rey, sino contra sus gobiernos). Es curioso - y propio del entorno militar- el
hecho de que relacione la masculinidad con todos aquellos que sienten la patria (“este
movimiento es de hombres“), y atribuye la responsabilidad de gobernar exclusivamente a
militares y “hombres civiles que representen nuestra moral y doctrina.”, rechazando cualquier
posible oposición (que esperen en un rincón, sin perturbar). Destaca de nuevo la idea de
masculinidad, identificándolas con la disciplina (recia y viril disciplina). Finalmente, termina el
texto prometiendo “días buenos que para la patria preparamos.” y con una enérgica afirmación:
“ESPAÑOLES: ¡VIVA ESPAÑA Y VIVA EL REY!”
Comentario del texto:
El 13 de septiembre de 1923, en plena crisis política y social, el general Miguel Primo de Rivera
se pronuncia contra la legalidad constitucional, declarando el Estado de Guerra y exigiendo al
monarca que fuese el ejército quien tomara el poder.
Se produce entonces el golpe de Estado, por el que Primo de Rivera suspende el régimen
parlamentario constitucional. Esta acción militar apenas tuvo resistencia (únicamente de
anarquistas y socialistas, que junto con los nacionalistas fueron perseguidos por el nuevo
régimen) ya que el resto del ejército no se quiso enfrentar a Primo de Rivera y el rey apoyó
rápidamente la acción, al igual que la opinión pública y gran parte de los partidos.

A través de este manifiesto, el general y los sectores que le apoyaron defendieron su acción
como una solución para poner fin a la crisis política y la conflictividad social que atravesaba el
país, ya que España se encontraba en una situación de inestabilidad y bloqueo del sistema
político parlamentario y de conflicto social.

Pero algunos estudios de historiadores más recientes plantean otras causas para justificar el
Golpe de Estado:
· El miedo a que el Parlamento juzgase a los militares por el expediente Picasso, en el
cual se exponían los hechos sucedidos en el Desastre de Annual (1921) y en el cual hubo más
de 20.000 muertos. Tras el golpe no hubo responsabilidad alguna por este desastre.
· También estaba el temor por parte de las clases altas a una revolución social debido a
las revoluciones obreras y campesinas, además de la influencia de los republicanos y los
nacionalistas.
· Además, el último gobierno de la Restauración, un gobierno de concentración
presidido por García Prieto, pretendía democratizar el sistema, y para ello se iba a realizar una
reforma de la constitución, que incluía una nueva ley electoral.

Así la dictadura, para muchos historiadores, no pretendía acabar con la Restauración, sino que
tenía el objetivo de evitar que se instaurara una democracia o existiera la posibilidad de una
revolución obrera. Por ello fue apoyada también por las personas que se veían “perjudicadas”,
como los políticos de los partidos turnistas, ya que así podían seguir conservando su poder.
Aún con todo, fue una solución anticonstitucional para frenar la posible reforma del sistema,
que abría las puertas a nuevas aventuras golpistas (como ocurrió el 18 de julio de 1936).

Este régimen duró apenas siete años. Tuvo que enfrentarse a la crisis económica del 29 y a
una fuerte oposición, formada principalmente por líderes de los partidos republicanos,
nacionalistas, comunistas, anarquistas, algunos sectores del ejército (se produjeron numerosas
conspiraciones militares, como la “sanjuanada”) y la mayor parte de los intelectuales.
Aunque el mayor conflicto se produjo con el republicanismo y los nacionalismos, también el
PSOE rechazó la continuidad del régimen, pronunciándose más adelante a favor de la
República.

El Rey se dio cuenta entonces de que la dictadura ponía en peligro la permanencia de la


monarquía. Alfonso XII retiró así su confianza a Primo de Rivera, que acabó dimitiendo el 30 de
Enero de 1930. Pero el Rey se había comprometido demasiado con la dictadura, y el fracaso
de los partidos monárquicos en las elecciones municipales de 1931 provocaron su abdicación y
el comienzo de la Segunda República.

Valoración
Este texto es claramente subjetivo porque tiene como finalidad justificar el Golpe de Estado, un
acto inconstitucional, dando razones en contra del sistema político de la Restauración.
Tiene un gran valor histórico ya que es una fuente primaria donde los propios protagonistas de
los acontecimientos defienden, a su manera, sus acciones: el resurgimiento del poder militar en
España y los intentos de supervivencia de unos grupos políticos y sociales concretos - y que
habían dominado la política hasta ahora- ante los nuevos vientos que traía el siglo XX.

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