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PETER HÜNERMANN

LOS ESCRITOS DE JON SOBRINO CONDENADOS


En una declaración del 15 de marzo de 2007 la Congregación para la
Doctrina de la Fe (CDF) ha condenado las dos obras centrales y más
difundidas del jesuita de El Salvador, Jon Sobrino. Se trata de “Jesucris-
to Liberador” (1991), traducida a cinco idiomas, y “La fe en Jesucristo”
(1999). Jon Sobrino pasa por ser, entre los teólogos latinoamericanos, el
más conocido internacionalmente y también el más valorado en el ám-
bito evangélico. En este artículo se valoran los argumentos de la CDF y
se hace una reflexión sobre el trabajo de los teólogos en nuestros días.

Qualitätssicherung? Der Fall Jon Sobrino ist eine Anfrage an die Arbeit
der Glaubenskongregation, Herder Korrespondenz 61 (2007) 184-
188.

En agosto de 2004 le fueron pondientes”. La CDF pone de ma-


comunicados los cargos a Jon So- nifiesto en varios puntos “notables
brino. Éste respondió a ellos en discrepancias con la fe de la igle-
marzo de 2005 con un extenso es- sia”. No se quería juzgar las inten-
crito de más de cien páginas. Jon ciones subjetivas del autor, sino
Sobrino había dejado leer y criti- sólo señalar que “determinados
car sus libros, antes de ser publi- enunciados no están de acuerdo
cados, a otros teólogos de renom- con la fe de la iglesia”.
bre, tanto de Sudamérica como de
Se enumeran seis puntos: 1)
Europa. Debido a los cargos de la
presupuestos metodológicos del
CDF, volvió a hacerlo, dejando
autor, 2) la divinidad de Jesucris-
leer sus libros en 2004 a un teólo-
to, 3) la encarnación del Hijo de
go europeo. En sus conclusiones
teológicas se diagnostica que en Dios, 4) la relación entre Jesucris-
las interpretaciones cristológicas to y el Reino de Dios, 5) la auto-
de Jon Sobrino no se encuentran conciencia de Jesucristo y 6) el va-
errores. lor salvífico de su muerte.
La CDF respondió en 2005: En las páginas siguientes ana-
“Se comprueba que la respuesta lizaremos, primero, los seis repa-
no es satisfactoria, aunque el autor ros de la CDF remitiéndonos a
ha matizado en parte su pensa- textos sacados de las obras de Jon
miento en distintos puntos, pero Sobrino. En la segunda parte ana-
en sustancia permanecen los erro- lizaremos el procedimiento y sus
res que fueron la causa de la repro- implicaciones para la situación ac-
bación de los enunciados corres- tual de la teología.
267
LOS REPAROS DE LA CDF

Presupuestos metodológicos los lugares extraños, que no son


del autor los “loci proprii”, los lugares pro-
piamente teológicos. Sin embargo,
estos otros “lugares” son necesa-
El primer reproche dice: “El
rios para ordenar correctamente y
lugar teológico fundamental” de
completar los contenidos que se
toda teología es sólo “la fe de la
extraen de los lugares teológicos.
iglesia”, no los pobres o “la igle-
El encaje que surge a partir del re-
sia de los pobres”. Parece ser que
conocimiento del “depositum fi-
Jon Sobrino no respeta este presu-
dei” y de la correspondiente situa-
puesto fundamental. La afirmación
ción del intérprete del mismo lo
de la CDF es simplemente falsa y
concibe Sobrino mediante el tér-
descansa en una lectura superfi-
mino “iglesia de los pobres”, fór-
cial: Jon Sobrino distingue entre
mula utilizada en Medellín y que
el “lugar eclesial” y el “lugar so-
ya emergió en las discusiones del
cial” de la cristología. Lo explica
Vaticano II. Con ello no se susti-
diciendo: “La fuente primera y to-
tuye o excluye de ninguna manera
talmente evidente” de la cristolo-
el fundamento, es decir, el deposi-
gía son “aquellos textos en los que
tum fidei. Por ello Jon Sobrino ha-
se ha expresado la revelación, es-
bla expresamente de la “eclesiali-
pecialmente el NT que, de forma
dad general” de la cristología y su
normativa, es interpretado por el
“concreción” en la iglesia de los
magisterio”. Ahora bien, este tes-
pobres. Ya Melchor Cano en su
timonio normativo y fundamental
época reprobó el desprecio y la ne-
puede ser visto e interpretado -y
gación de los “loci alieni” en su
de hecho lo es- desde puntos de
significado para la teología, tal co-
vista muy específicos. Se trata de
mo se encuentra en los Reforma-
interpretar este legado de la fe en
dores. Éstos se habían alejado de
cada y para cada época. Se trata de
la filosofía y de la razón: así, la
Cristo que está presente. Sobrino
teología se convertía en una “sanc-
afirma expresamente que se trata
ta rusticitas” (santa torpeza).
del modo en el que y a través del
que uno se acerca al testimonio. El segundo reparo metodológi-
En relación a este modo de acer- co consiste en el hecho de que So-
camiento habla del “lugar” o del brino no valoraría de manera ade-
“lugar social” que se ha de supo- cuada las expresiones del NT so-
ner en Latinoamérica para inter- bre la divinidad de Jesucristo, su
pretar el testimonio de Jesucristo conciencia filial, el sentido salví-
de un modo adecuado. Desde Mel- fico de su muerte y vería además
chor Cano se habla en metodolo- a los grandes concilios como con-
gía de la teología de “loci alieni”, trapuestos al contenido de los tex-

268 Peter Hünermann


tos del NT, hablando no sólo del to de un posible debilitamiento co-
carácter condicionado de las fór- mo de una fijación dogmática…
mulas dogmáticas, sino también de En el sentido del evangelista, la
una cierta peligrosidad de estas confesión de Tomás muestra que
fórmulas. Este segundo reproche la fe en Jesús, Hijo de Dios (cfr.
no está suficientemente argumen- 20,31), exigida por la comunidad,
tado. Más bien, se remite a los pun- implica el ser-Dios de Jesús. Sólo
tos siguientes, en los que supues- Él es el verdadero Hijo de Dios,
tamente emergen dichos fallos me- uno con el Padre, no sólo en su ac-
todológicos. Por ello debemos tuar sino en su esencia, pero el
considerar a fondo esta cuestión. evangelista todavía no piensa a
partir de la doctrina de las dos na-
turalezas, sino que une el ser-Dios
La divinidad de Jesucristo de Jesús con la función revelado-
ra y salvífica del Hijo: Él es el Me-
sías, el Hijo de Dios, es decir, Él
El cargo presentado dice: “Di-
es el Mesías en cuanto Él es el Hi-
ferentes afirmaciones del autor
jo de Dios, y es el Hijo de Dios en
tienden a minimizar la significa-
su obrar mesiánico. Esta compren-
ción de pasajes del NT en los cua-
sión funcional puede encontrarse
les se dice que Jesús es Dios… Se-
también expresada en la fórmula
gún el autor, en el NT la divinidad
personal de la confesión «Señor
de Jesús no está claramente afir-
mío y Dios mío»”. En una nota a
mada, sino que solamente se dan
este texto, Schnackenburg habla
los presupuestos: «En el NT (…)
de una “implícita expresión de
hay afirmaciones que llevan en ger-
esencia” (implizierte Wesensaus-
men al reconocimiento creyente de
sage). Precisamente esta diferen-
la divinidad de Jesús»”. El párrafo
cia a la que alude aquí Schnacken-
concluye: “La confesión de la di-
burg es la que tiene en mente Jon
vinidad de Jesucristo es un punto
Sobrino. Ya Grillmeier había he-
absolutamente esencial de la fe de
cho observar esta diferencia en su
la Iglesia desde sus comienzos y
está testificado desde el NT”. gran obra en tres volúmenes sobre
el concilio de Calcedonia, en la
Esta afirmación indiferenciada cual Bernhard Welte había dedica-
contradice el consenso amplia- do a esta problemática un extenso
mente extendido entre los exege- artículo de carácter sistemático.
tas católicos y evangélicos. Rudol-
ph Schnackenburg escribe en su En relación a estas citas del ca-
comentario a Juan 20,28 (la con- non neotestamentario, uno se pre-
fesión de fe de Tomás en su en- gunta qué obras exegéticas pueden
cuentro con el Señor Resucitado): haber consultado los autores de es-
“Al analizar esta confesión de la ta notificación. Cuando en ésta se
divinidad de Jesús en labios de To- afirma que Jon Sobrino niega la
más debemos tomar distancia tan- “continuidad” entre el NT y las
Los esritos de Jon Sobrino condenados 269
afirmaciones conciliares, puesto mo assumptus”. A esta conclusión
que dice que los textos neotesta- sólo se puede llegar cuando se par-
mentarios contienen «en germen» te de Calcedonia como única po-
la divinidad de Jesucristo, sólo se sibilidad de formulación del mis-
puede reaccionar con irritación. terio de Jesucristo y de su relación
¿Qué quiere decir entonces “ger- con el Padre. Esta visión ahistóri-
men”? ¿Qué significa la imagen ca implica una reducción impro-
del “germen”? cedente de la cristología.
En conexión con ello se critica
una afirmación de Sobrino en la
La encarnación del Hijo de que habla de la communicatio idio-
Dios matum de una manera breve e in-
debidamente simplificada. En su
posicionamiento, Jon Sobrino ya
Sobre la base de una corta cita
apuntó que acerca del teologúme-
de Sobrino, se da por supuesto que
no de la communicatio idiomatum
éste defiende una “teología del ho-
no tomó una posición más precisa
mo assumptus”, incompatible con
porque no se trataba de un hecho
la fe católica. No confiesa la uni-
central para su comprensión de la
dad de la persona de Jesucristo en
encarnación, y que estaba dispues-
dos naturalezas, la humana y la di-
to a corregir esta expresión o a ex-
vina. Tanto en su primer libro, “Je-
cluirla totalmente.
sucristo liberador”, como en el se-
gundo, “La fe en Jesucristo” (y en
éste último de manera mucho más
extensa), Sobrino discute los re- Jesucristo y el Reino de Dios
sultados de la moderna exégesis.
El título “Hijo de Dios” abarca una
En sus obras teológicas, Jon
inmensa extensión de significados,
Sobrino presenta a Jesucristo co-
que en los sinópticos se presenta
mo Mediador del Reino de Dios.
de forma diferente de como se pre-
Según él, Jesús es el “Mediador
senta en Juan, Pablo y las cartas
deuteropaulinas. Jon Sobrino se definitivo, último y escatológico”
refiere a O. Cullmann, F. Hahn, M. del Reino de Dios. Por esto se pue-
Hengel, A. Vögtle, J. Moingt. To- de también nombrar a Cristo “con
dos ellos se han ocupado de la las bellas palabras de Orígenes la
cuestión acerca del título “Hijo de «autobasileia de Dios», el Reino
Dios-Hijo del hombre”. Sobre la de Dios en persona”. De este me-
base de estos trabajos previos, So- diador subraya Sobrino la media-
brino pone en paralelo los diferen- ción universal del Reino de Dios,
tes significados. Y constituye una de la que forma parte tanto Moisés
desviación de su intención y de sus y la promesa de la tierra como
expresiones cuando se le imputa “Monseñor Romero y el anhelo de
que defiende una teología del “ho- justicia”. El reproche de la CDF
270 Peter Hünermann
dice: “No es suficiente hablar de emerge y brilla de la manera más
una relación o unión interna entre profunda y perfecta lo humano es-
Jesús y el Reino de Dios, o de una catológico como aquello que trae
«ultimidad como mediador» cuan- la salvación. Según Sobrino, no se
do esto nos remite a algo que es trataría de un poder especial que
distinto de Él mismo. Jesucristo y se añadiría a la humanidad de Je-
el Reino se identifican en cierto sucristo. Se pasa por alto que Jon
sentido”. Sobrino se inspira aquí en un to-
pos patrístico esencial, como el
Este reproche no es plausible,
que se encuentra en la antropolo-
en la medida en que Jon Sobrino
gía teológica de Máximo el Con-
intenta precisamente aclarar y de-
fesor (“Más allá del hombre, Jesu-
terminar este “cierto sentido”.
cristo realiza lo humano mostran-
Tampoco es cierto que Jon Sobri-
do que la energeia humana ha
no niegue en cierta manera la “uni-
crecido junto con la dynamis divi-
cidad y singularidad” de la media-
na”). Más bien se supone que con
ción de Jesucristo, o la “universa-
ello se minusvalora el hecho de
lidad e insuperabilidad” de la
que Cristo es el “Hijo muy amado
misma. Esto no significa que no
del Padre”.
habría que hablar de una media-
ción universal en el sentido de So-
brino. En este sentido se le confía
La autoconciencia de
a la iglesia la misión de Jesucris-
Jesucristo
to. La iglesia es la mediadora que
realiza esta misión en el Espíritu.
Por lo demás, el Espíritu sopla Jon Sobrino describe a Jesu-
donde quiere, y actúa en la histo- cristo (remitiéndose a autores co-
ria de los hombres en referencia al mo H.U. von Balthasar, Karl Rah-
Reino de Dios. ner, Helmut Riedlinger y otros teó-
logos) como aquél que hace su
En este contexto se le reprocha
camino en la fe en Dios, una fe pro-
a Jon Sobrino que sostenga que:
funda y plena. A partir de estas ex-
“el presupuesto de ser Mediador
corresponde a Jesús sólo a partir presiones Sobrino se remite no só-
de su humanidad: «la posibilidad lo a teólogos sistemáticos, sino
de ser Mediador no le correspon- también a exegetas que han inter-
de a Jesús a partir de una realidad pretado los correspondientes tex-
que fuera añadida a su humanidad, tos del NT. Contra esta posición se
sino a través de la consumación de objeta: “La unión hipostática y su
lo humano»”. El sentido de esta misión de revelación y salvación
expresión es precisado por el au- exigen la visión del Padre [se su-
tor: no se habla de “natura huma- pone que se trata de la visio beati-
na” sino de “lo humano”, de la rea- fica] y el conocimiento del plan de
lidad humana que el Hijo del hom- la salvación”. La notificación re-
bre realiza de tal manera que en Él mite a Jn 6,46; 1,8; Mt 11, 25-27;
Los esritos de Jon Sobrino condenados 271
Lc 10, 21-22. A los autores de la ladas después de los acontecimien-
notificación se les pasa por alto tos de Pascua y las palabras que
que, aunque Pío XII (Mystici cor- pueden ser atribuidas con mayor
poris) todavía habla de la visión verosimilitud a Jesús mismo du-
beatífica de Jesucristo en su vida rante su vida. A la hora de precisar
terrena, Juan Pablo II evita este estas últimas expresiones del NT
término, cosa que también hace el se dan entre los exegetas diferen-
Catecismo de la Iglesia Católica. tes posiciones. R. Pesch, por ejem-
Juan Pablo II habla de un “singu- plo, incluye Mc 14,24 (las palabras
lar conocimiento y experiencia de sobre el cáliz) entre las palabras
Dios” y el Catecismo de un “co- históricas de Jesús y acepta la idea
nocimiento interior e inmediato” de expiación en el contexto pre-
del Padre. pascual. En este punto, Sobrino
-que, por lo demás, cita a menudo
las interpretaciones neotestamen-
El valor salvífico de su muerte tarias de L. Boff, Schillebeeckx,
Dufour, González Faus- es más
moderado, pero a la vez acentúa
La pregunta de cómo Jesús ca-
que la interpretación post-pascual
minó hacia su muerte y cómo la
de la muerte de Jesús “tiene un im-
entendió fue muy discutida a raíz
portante núcleo histórico que
de la afirmación de Bultmann:
apunta a aquello que Jesús mismo
“Difícilmente puede esta ejecu-
pensó de su propia muerte”. Lo de-
ción ser entendida como conse-
cisivo es que Jesús afirma que su
cuencia necesaria de su actuación.
vida es una vida en favor de los
Aconteció, más bien, a consecuen-
demás, y que esto produce un fru-
cia de una falsa comprensión de la
to positivo en los demás. Es la
naturaleza de su misión, como al-
comprensión de la vida de Jesús
go político. Así, pues, sería, histó-
como servicio y finalmente como
ricamente hablando, un destino sin
“servicio sacrificial”. Jon Sobrino
sentido. Nosotros no podemos sa-
traduce al español una fórmula de
ber si o cómo Jesús encontró en
W. Tüssing: Jesucristo realiza su
ella un sentido. La posibilidad del vida y muerte como “pro-existen-
completo fracaso no debe ser ex- cia”. Fidelidad a Dios hasta el fi-
cluida”. Estas palabras, publicadas nal, servicio a los hombres hasta
en 1960, desencadenaron una gran el final: esta es la manera en que
cantidad de trabajos exegéticos Jesucristo vive, afronta su muerte
que Jon Sobrino asume en su obra. y muere. Pero con ello aparece en
Su resumen recuerda las tesis de- la vida y la muerte de Jesucristo
fendidas por H. Schürmann. Éste “lo humano verdadero”, el sentido
distingue cuidadosamente -como más profundo de la humanidad, y
la gran mayoría de los exegetas- esta humanidad perfecta es el lu-
entre las significaciones de la gar de la presencia de Dios. El
muerte de Jesús que fueron formu- amor de Dios está realmente pre-
272 Peter Hünermann
sente en la cruz en toda su profun- ta y anima a los hombres a produ-
didad. “Jesús es la iniciativa de cir en sí el homo verus, lo verda-
Dios, y la cruz también lo es: deramente humano”. Esta única
«Dios ha entregado a su propio Hi- referencia al par conceptual toma-
jo por nosotros» (Rom 3,28)”. “La do de la tradición aristotélico-es-
última palabra del NT sobre la cruz colástica manifiesta claramente
de Jesús es que en la cruz se ha ex- que Sobrino no está interesado en
presado el amor de Dios”. esta doctrina de las causas ni en su
exacta conceptualización sino que,
más bien, la utiliza en un sentido
El reproche contra la teología amplio como momento explicati-
de la cruz de Sobrino dice: “La sal- vo, remitiendo además a un tópico
vación parece limitarse a la apari- (topos) patrístico. En la cristología
ción del verdadero hombre, que se agustiniana, Jesucristo es com-
manifiesta en la fidelidad hasta la prendido como “ejemplar” (Geer-
muerte en cruz. La muerte de Cris- ling), con lo que la fuerza motriz
to es un ejemplo (exemplum) y no más honda es el Espíritu de Jesu-
un regalo, un don (sacramentum). cristo, que es el Espíritu del Padre.
La salvación se reduce a un mora- Y así como Sobrino designa a Je-
lismo”. A modo de explicación se sús mismo y a su cruz como “ini-
añade: “No se trata de una causa- ciativa de Dios”, del mismo modo
lidad eficiente, sino de una causa- su cruz, en cuanto expresión del
lidad ejemplar”. La frase en la que amor de Dios, es don de Dios a los
Jon Sobrino juega con el par con- hombres. En este contexto, Jon So-
ceptual de causalidad eficiente y brino cita numerosos textos de la
ejemplar dice: “La efectividad sal- escritura, como 1 Jn 4, 10; Rom 5,
vífica se manifiesta más bien en la 6-8, etc. No se ve de ninguna ma-
forma de una causa ejemplar que nera cómo puede estar esto en con-
en la forma de una causa eficien- tradicción con el decreto de Tren-
te. Pero eso no significa que no sea to sobre la justificación o con la
efectiva: en ella está Jesús, fiel y constitución sobre la Iglesia del
compasivo hasta el final, que invi- Vaticano II en su número 7.

EL CASO SOBRINO
Y LA SITUACIÓN ACTUAL DE LA TEOLOGÍA

El esbozo que precede debería máticos católicos y evangélicos.


haber puesto de manifiesto al lec- En sus escritos, Jon Sobrino dia-
tor con cultura teológica que, jun- loga también intensamente con co-
to a Jon Sobrino, se sientan en el legas católicos y evangélicos de la
banco de los acusados los más fa- teología sistemática. La notifica-
mosos exegetas y teólogos siste- ción opone a su proyecto una cris-

Los esritos de Jon Sobrino condenados 273


tología en la que las expresiones ello también los límites de dicho
de los concilios deberían encon- concilio y las preguntas inevita-
trarse ya en idéntica forma en los bles que se plantean hoy a la cris-
textos neotestamentarios. Las ar- tología. A mediados de los años 70
gumentaciones se mueven en es- precisó de nuevo estos análisis y
quemas conceptuales “metafísi- la situación de las tareas: “La Bi-
cos”, que también utilizan los con- blia expresa… el mensaje y la re-
cilios. Estos conceptos son: la velación de Jesús predominante-
naturaleza divina y la humana de mente como el acontecimiento de
Jesucristo, la unión hipostática, la la cercanía del Reino de Dios, que
doctrina de la anhipostasía1 de la se puso de manifiesto en una serie
naturaleza humana de Cristo, la específica de acontecimientos con-
doctrina aristotélica de las causas cretos. Por eso en la Biblia se des-
en su forma escolástica, etc. Se tra- cribe poco lo que es. Más bien, se
ta de un concentrado de cristolo- narra y se anuncia lo que aconte-
gía neoescolástica como criterio ció… En el acontecimiento acon-
para la teología de hoy. Por eso se tece algo y acontece de tal manera
explica el “shock” que la notifica- que, partiendo de sí mismo y
ción ha desencadenado entre los abriéndose, afecta y apela al cre-
teólogos. En este esquema no se yente o al hombre dispuesto a creer
pueden incorporar ni los descubri- y, caso de que se abra, lo acoge en
mientos exegéticos actuales ni su ser más propio”. Frente a esto,
nuevas expresiones sistemáticas. sucede que “a partir del concilio
La pregunta es: ¿es este tipo de de Nicea, en la Iglesia y en el pen-
teología el “portal” por el que ha samiento teológico domina la me-
de pasar necesariamente el cami- tafísica. Esto quiere decir que el
no de la investigación teológica en acontecimiento originario de la re-
el futuro? Esta notificación repre- velación desaparece en su calidad
senta el primer gran acto público de acontecimiento. La pregunta
del nuevo prefecto de la CDF y de principal ya no es: ¿qué acontece?
sus colaboradores. ¿Acaso es tam- o ¿qué sigue aconteciendo toda-
bién el nuevo modelo de la políti- vía?, sino: ¿qué es? –lo cual tiene
ca que Benedicto XVI piensa se- un sentido estático. Esta última
guir con los teólogos? Ambas co- pregunta no excluye la pregunta
sas serían fatales y piden una anterior por lo que ha sucedido y
corrección. sucede, pero va en otra dirección.
Ya hace 50, años Bernhard Se pregunta por lo que permanece
Welte hizo un detallado análisis de invariablemente en Jesús y por la
los presupuestos conceptuales de manera cómo esto puede ser obje-
la cristología conciliar, en especial to de comprobación. Así, del
de Calcedonia, descubriendo con acontecimiento de la salvación y
——————
(1) N.R. Es decir, la doctrina sobre la ausencia de hypostasis de la naturaleza humana de Cristo.

274 Peter Hünermann


de su narración y predicación, sur- mas de la doctrina de la Trinidad.
ge el objeto como esencia (ousía) Debe ser motivo de satisfacción el
de una nueva forma de pensar. Lo hecho de que se den numerosos
propio del pensar cristológico y trabajos filosóficos que puedan
cristiano antiguo se representa aportar resultados a la teología sis-
ahora sobre un nuevo plano, el me- temática en este difícil trabajo con-
tafísico, y así aparece el aconteci- ceptual.
miento como esencia y ya no co-
¿Qué se deriva de toda esta si-
mo acontecer”.
tuación? Destacan dos consecuen-
Como meta del trabajo teoló- cias:
gico, Welte propone dirigir la mi-
1. La relación entre el Papa y
rada “a través del lenguaje meta-
los obispos, por una parte, y los
físico al lenguaje bíblico”. “Así
teólogos, por otra, es de importan-
surgiría una posibilidad de inter-
cia insoslayable para el futuro de
pretación dinámica que, a través
la iglesia. La CDF ejerce hoy su
de la dogmática y los concilios,
función más importante en el con-
puede percibir la Biblia de un mo-
trol de calidad de la teología. La
do vivo, sin hacerle violencia, y
CDF ha de cuidar de que la teolo-
entender al mismo tiempo los
gía desarrolle verdaderamente la
grandes concilios y sus expresio-
ratio fidei. Si, desde la segunda mi-
nes como una interpretación vin-
tad del siglo XIX, se ha llegado a
culante del mensaje bíblico para
conflictos que han perjudicado se-
una época inconmensurablemente
riamente el prestigio de la iglesia
fructífera y problemática de nues-
y de su caminar en la fe, esto no
tra historia, pero que después de
se debe simplemente a las perso-
todo ya ha llegado a su fin”. No es
nas que trabajan en la CDF ni a su
ninguna casualidad que en Welte
mayor o menor formación. La ra-
y Sobrino surjan las mismas cate-
zón fundamental está en que la
gorías centrales: en lugar de “na-
CDF -icontinuadora del Santo Ofi-
turaleza humana”, por ejemplo, “la
cio- sigue teniendo la estructura de
aparición de lo verdaderamente
una institución premoderna de
humano” (Sobrino), o “el aconte-
censura, tal como existía en todos
cer del hombre entero” (Welte).
los Estados europeos. La moderna
En todas partes se está traba- garantía de calidad en la investi-
jando actualmente sobre esta exi- gación científica está estructurada
gencia teológica. Jon Sobrino en de otra manera, trabaja de modo
Latinoamérica está a favor de ella conjunto con las ciencias e inclu-
al igual que muchos otros teólogos ye a las autoridades científicas en
en Norteamérica y Sudamérica, en los procesos de decisión de carác-
Europa, Asia y África. Tal proce- ter científico-político y adminis-
so no sólo está en marcha en la trativo. La ratio fidei se ha de en-
cristología. Afecta también a los contrar hoy en medio de una so-
difíciles y fundamentales proble- ciedad de formación altamente
Los esritos de Jon Sobrino condenados 275
compleja, con sus difíciles proble- 2. En referencia al caso que aquí
mas y rechazos sociales, económi- nos concierne, la condena de los
cos, humanos. Apunta a un grado escritos de Jon Sobrino, sería ne-
de complejidad para el que no es cesario que, a la notificación pre-
adecuada técnicamente una insti- sente -como en las declaraciones
tución de censura anticuada. La sobre la Teología de la liberación-,
CDF necesita una nueva e inteli- le siguiera una segunda notifica-
gente configuración. ción que mostrase otro talante.

Tradujo y condensó: M. JOSÉ DE TORRES

(Viene de la página 242)


SUNG, JUNG MO. Doctor en Ciencias de la religión, maestría en Teología moral, estu-
dios de post-grado en Educación. Coreano de nacimiento, naturalizado brasileño.
Católico laico, es profesor de postgrado en Ciencias de la Religión de la Univer-
sidad Metodista de Saô Paulo. Entre sus obras: Teología y economía. Repensando la
Teología de la Liberación y utopías (1996); Deseo, mercado y religión (1999); Sujeto y
sociedades complejas: para repensar los horizontes utópicos (2005).
R. Humberto I, 254, ap. 121-A; 04018-030 Sao Paulo (Brasil).

TAMAYO, JUAN JOSÉ. Doctor en Teología y Filosofía y Letras. Director de la Cátedra


de Teología y Ciencias de las Religiones “Ignacio Ellacuría” de la Univ. Carlos III
(Madrid). Secretario General de la Asociación Española de Teólogos y Teólogas Juan
XXIII. Entre sus publicaciones: Adiós a la Cristiandad (2003); Diez palabras clave so-
bre paz y violencia en las religiones (2004); El cristianismo ante los grandes desafíos de
nuestro tiempo (2004).
c/ Ginzo de Limia 55, 1º B. 28034 Madrid (España).

THOMAS, M.C. Doctor en teol. Prof. de Antiguo Testamento en el Seminario Teoló-


gico Mar Thoma (Kottayam, Kerala).
Orthodox Theological Seminary; P.B. No. 98, Kottayam, Kerala -686001 (In-
dia).

TUÑÍ, ORIOL, S.J. Doctor en teología. Prof. de la Fac. de Teologia de Catalunya. Co-
laborador de Cristianisme i Justícia. Entre sus publicaciones: Jesús en comunitat
(1988); Escritos joánicos y cartas católicas (2007, 7ª ed.); Evangelis i sentit de la vida
(2002).
c/ Palau 3, 4t.; 08002 Barcelona (España).

276 Peter Hünermann

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