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Asociación CULTIVIDA
Hospice MADRE TERESA
RIONEGRINOS por la Vida

1.000
Reflexiones
a favor de la vida

2
Aborto
Eutanasia
Fertilización asistida
Clonación
Planificación familiar
Píldora del día después
Ligadura de trompas
Anticonceptivos
Vasectomía
Adopción
Cuidados paliativos

3
Las agrupaciones Pro-Vida son una buena noticia en un
ambiente que se caracteriza por un pensamiento que configura cada vez
más una convivencia humana sobre proyectos de muerte. Este
pensamiento aparece como "razonable" porque defiende la vida en el
estrecho espacio del presente y se muestra encantado con la ilusión de
hacerse dueño absoluto de la misma. En su desfachatez, reedita una vez
más su dramática caída ante la antigua tentación de la serpiente: "Serán
corno dioses".

"El ser humano, en su única e insustituible complementariedad


de varón-mujer, fue creado a imagen y semejanza de Dios y redimido
por Jesucristo. El pensamiento fuerte nace y se fortalece en esa
relación, y se debilita cuando se corta solo. Por eso, el matrimonio entre
un varón y una mujer, y la familia construida sobre esta base, es la
comunidad humana fundamental que se construye en el amor. Sólo el
amor puede salvar al hombre del abismo, sólo la amistad con la que
Dios nos sorprende en Jesucristo, puede devolvernos la vida", nos ha
recordado el Santo Padre, Benedicto XVI.
Andrés Stanovnik ofm

4
“Virgen de la Esperanza”, imagen de
María embarazada que se encuentra
en la Casa Generalista de los
Hermanos Maristas.

Roma, Italia

5
“Toda vida humana, en cuanto tal,
merece y exige ser siempre defendida
y promovida siempre.”

Benedicto XVI

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Prólogo
Domingo E R Basso, op1
Desde Caín y Abel el homicidio se ha cometido una
incalculable cantidad de veces. Una de sus modalidades es el aborto, el
crimen más abominable por ser cometido contra el inofensivo e
inocente niño no nacido. Sin embargo, en la actual "cultura de la
muerte" el homicidio por aborto es el más repetido y fomentado con las
iniciativas de los organismos estatales para aprobarlo legalmente o
despenalizarlo. Muchos persisten en sostener que la ley del aborto sería
positiva. Pero ¿por qué razones? Algunas constituyen prejuicios
insostenibles y resumen pura retórica. Una ley de aborto –se pretende–
sería "una conquista de la civilidad y del progreso", una superación de
la "esclavitud de la mujer", una manera de "conjurar" la explosión
demográfica. Esto claramente indica cuan intensamente se prefiere el
placer de la lujuria al derecho más fundamental de otra persona: su
derecho a la vida.

Es la señal de que paulatinamente se ha ido produciendo la


perversión de la antropología y el desprecio de los grandes valores. Se
ha defendido la libertad sexual extrema porque se la juzga una cuestión
de orden personal y se ha atacado frenéticamente la procreación
humana porque se la considera un asunto de repercusiones sociales. Si
se observa bien, es con el fantasma de la superpoblación como se
intenta justificar la barbarie. Esa excusa ha sido la causante del recurso
a cuatro medios intrínsecamente deshonestos. Primero, para mantener
la natalidad bajo un determinado límite, se ha "propagandeado" la
contracepción con toda clase de métodos artificiales, sean cuales sean
sus consecuencias. Segundo, si estos métodos resultan insuficientes, se
intenta imponer el asesinato de los nuevos seres que pueden ir
apareciendo mediante el aborto y el infanticidio, sobre todo en los
países subdesarrollados. Tercero, se incentiva la homosexualidad,
imaginando que la humanidad se dividirá en dos grupos: el procreador
y el no-procreador. Cuarto, se planea suprimir la clase de los jubilados
recurriendo a la eutanasia.

Si esos cuatro medios tienen éxito (y al parecer lo están


teniendo) se piensa que la humanidad ha llegado al apogeo del
progreso, aunque suponga para quienes no son meramente materialistas
la corrupción de todos los órdenes. El fin primario de la humanidad ha
sido colocado por el materialismo exacerbado en los bienes económicos
y financieros, lógicamente apartándola totalmente de Dios y de las
aspiraciones de una felicidad futura. Evidentemente tal concepto del

1
Doctor en Teología; ex rector de la Pontificia Universidad Católica Argentina; prof. de
Teología (UCA); prof. de Teología Moral {Centro de Estudios Institucionales, op), maestro de
Teología (Orden de los Predicadores de Santo Domingo); asesor eclesiástico del Consocio de
Médicos Católicos de Buenos Aires y de la Federación Latinoamericana de Asociaciones
Médicas Católicas; asesor de la Comisión Arquidiocesana para la Defensa de la Vida Humana y
Consultor de la Comisión de Fe y Cultura de la Conferencia Episcopal Argentina.
7
desarrollo de la conducta humana se aparta en forma radical de la
doctrina cristiana y de la ley natural. No cabe la menor duda.

Por otro lado, merece un detenido análisis la argumentación


que propone como objetivo o intención fundamental de la ley misma la
lucha contra el aborto clandestino. ¿Tiene verdadero valor esta razón?
Existen varias maneras de mostrar que no.

Frente a este panorama desolador hay mil cosas que decir. Lo


intenta este libro. Todo cristiano y todo hombre de buena voluntad no
debe perder la esperanza. Aunque se lo amenace si no se calla, está
obligado a proclamar valientemente la verdad. Quien tiene el privilegio
de poseer la luz, ha de esforzarse por hacerla resplandecer a su
alrededor.

Tal hermoso propósito alientan los autores. Los cristianos


están obligados a recordar la doctrina moral enseñada durante dos
milenios por la Iglesia de Jesucristo, tratando de comprender sus
fundamentos avalados por la misma filosofía racional. Aquí se les
proporciona con precisión una gran serie de reflexiones que deben
contribuir a educarlos a ellos mismos y convertirlos en instrumento de
la educación de los otros, sobre todo de niños y jóvenes. Por eso mismo
este libro será de gran utilidad. Merece una recepción cordial y un
agradecimiento sincero del conocimiento que proporciona, abundante,
justo y bien expuesto.

Quienes no sean cristianos pero se consideren mujeres y


varones de buena voluntad, deberán escuchar con atención y respeto las
tazones defendidas por los cristianos para sostener con firmeza cuanto
enseñan. Ciertamente no es imposible comprender la diferencia de nivel
de nobleza que alcanzaría la sociedad si se reconociese el gran respeto
por la vida y la virtud exigido por el cristianismo.

Son numerosos y graves los problemas suscitados en el mundo


entero por el persistente fenómeno del aborto procurado. Dicho
fenómeno se enumera indudablemente entre las realidades más
inquietantes de nuestra sociedad actual, porque todos los síntomas
indican una tendencia a incrementarlo. Y es preocupante ya desde el
punto de vista cuantitativo, sobre todo si se lo coteja con los más
comunes, y frecuentemente banales y falaces, argumentos aducidos por
quienes lo reclaman. Pero lo es sobre todo desde el punto de vista
cualitativo y cultural, si se añade un elemento mucho más peligroso
todavía: el silencio (en sus más variadas formas) con el que se intenta
encubrirlo.

Por eso se hace urgente el recurso responsable a la palabra y a


la acción. En este sentido es conveniente presentar una serie de
reflexiones sobre algunos aspectos del aborto relacionados ya sea con
los intentos de legislación, ya con la conciencia de nuestros
conciudadanos.

8
Es precisamente lo que efectúan los autores de este libro. Evito
repetir lo expuesto por ellos, pero sí recomiendo su atenta lectura.

Quiera Dios que, al menos los cristianos, se constituyan en eco


acreditado de este clamor dirigido a toda la sociedad por esta calamidad
amenazante de la humanidad entera.

9
Adhesiones
Por amor a la Vida
En la concepción de cada persona empieza una historia que
procede de Dios creador y redentor, que la ha pensado en Jesucristo, su
Hijo encarnado y le ha asignado como destino la santidad de la caridad
en la tierra y la plenitud de ella en la eternidad. Así de sagrada es la
vida de cada persona humana. Nadie es llamado a una vida pequeña,
porque su destino es la fraternidad universal, el señorío del mundo y la
comunión gloriosa con Dios. ¿Cómo no asombrarse ante la vida recién
concebida? ¿Cómo no estremecerse ante la amenaza del crimen del
aborto? ¿Cómo no comprometerse a invitar a todos al amor y a la
defensa de la vida frente a cualquiera de sus heridas? Que nadie se vea
amenazado porque no lo hayamos amado como Dios nos pedía, y que
seamos en verdad testigos del amor del Dios de la Vida.

Mons. Estanislao Esteban Karlic


Arzobispo Emérito de Paraná

Sonrisas frustradas de Dios


A comienzos del presente año, el 7 de enero, el Papa Benedicto
XVI bautizó en la Capilla Sixtina a trece niños recién nacidos. En su
homilía incluyó este párrafo, tan expresivo y bello: "Cada niño que
nace nos trae la sonrisa de Dios y nos invita a reconocer que la vida es
don suyo, un don que es preciso acoger siempre con amor y conservar
con esmero en todo momento".

Es oportuna la cita para ilustrar el "Día del niño por nacer",


que se celebra el 25 de marzo.

Esta visión teológica de la vida humana tiene su correlato y su


aval científico en las certezas proporcionadas por la biología, la
genética, la embriología y el derecho. En el instante en que el
espermatozoide fecunda al óvulo se hace presente un nuevo ser
humano. Es preciso recordarlo con admiración: el embrión unicelular es
una persona humana genéticamente identificable que inicia el
maravilloso proceso de su crecimiento; a los seis o siete días debe
implantarse en la mucosa uterina para proseguir su desarrollo vital
hasta el momento de salir a luz. Allí, en el seno de su madre, esa
pequeñísima criatura encuentra su nido, su hogar.

El insigne genetista Jérôme Lejeune decía: "Aceptar el hecho


de que una vez producida la fertilización ha surgido un nuevo ser
humano, ya no constituye una cuestión de gustos u opiniones. La
naturaleza humana del ser humano, desde la concepción a la vejez, no
es una hipótesis metafísica, sino una evidencia experimental". Lo
mismo expresaba Jean Rostand, premio Nobel de Biología: "Existe un
ser humano desde la fecundación del óvulo. El hombre, todo entero, ya
está en el óvulo fecundado; está todo entero, con todas sus
potencialidades". Al adherir a la Convención de los Derechos del Niño,
en 1989, nuestro país formuló esta reserva: En la noción de "niño" debe
10
entenderse incluido "a todo ser humano desde el momento de su
concepción y hasta los 18 años de edad". Este instrumento jurídico ha
sido incorporado a nuestra Constitución.

Sin embargo, en la Argentina de hoy, se intenta –con celo


digno de mejor causa– frustrar, suprimir, la sonrisa de Dios. No
podemos pensar otra cosa si reparamos en los dichos y en las decisiones
de funcionarios de la actual administración. El ministro de Salud de la
Nación dispuso el reparto gratuito, en todos los hospitales y centros
sanitarios, de la "píldora del día después". Su par de la provincia de
Buenos Aires se sumó inmediatamente a la iniciativa. Presentan esta
solución como un anticonceptivo de emergencia, y pretenden hacer
creer a la población que no tiene efectos abortivos. Más aún, ambos
quieren ser reconocidos como luchadores contra el aborto. ¡Otra, muy
diversa, es la verdad! La píldora en cuestión puede actuar inhibiendo la
ovulación o la penetración de los espermatozoides en el útero, pero su
finalidad principal consiste en producir tales alteraciones en la mucosa
uterina que impiden la implantación o anidación del embrión. El nuevo
ser ya concebido, si no se implanta, muere y es expulsado. Eso es un
aborto; "mi* coaborto" lo llaman algunos, como si dijéramos: un
"pequeño" asesinato.

Las autoridades y algunos titulados expertos en bioética se


valen de un subterfugio para justificar el estrago: afirman –sin
fundamento científico– que la vida humana comienza con la
implantación del embrión en el útero. Antes de ese momento sólo
habría un conjunto de células, no un ser humano; lo llaman pre-
embrión. Esta distinción es arbitraria; ni la biología ni la embriología la
avalan, pero se la usa como argumento para asegurar que puede
eliminarse el fruto de la concepción. Habría que alertar, de paso, sobre
el grave daño que puede provocar en la mujer la ingestión de esas
pastillas sin controles clínicos previos y sin un seguimiento posterior.
¡Y todo esto se presenta como un progreso para la salud de la
población!

Los proyectos oficiales que se están poniendo en práctica


lamentan el acceso prematuro de los adolescentes a la actividad sexual;
se les ofrece una falsa seguridad: información parcializada,
preservativos y anticonceptivos. Se puede recurrir también a una
solución más radical; la esterilización quirúrgica está al alcance de
varones y mujeres jóvenes, a partir de los 21 años. En declaraciones
recientes, el ministro de Salud de la Nación se complace en los
resultados iniciales de esta castración colectiva. Se felicita además de
que en la despoblada Patagonia haya arraigado la mentalidad
anticonceptiva; lo considera un logro sanitario. En cambio, parece
lamentar que en las provincias del Norte las familias se empeñen en
tener hijos; para el ministro eso equivale a una enfermedad. En suma,
es evidente que se están ejecutando las políticas eugenésicas y
antinatalistas propuestas por Sir Francis Galton, ideólogo del
imperialismo británico, adoptadas luego por los Estados Unidos para
los países subdesarrollados y promovidas actualmente por las Naciones
11
Unidas. Sus amargos frutos serán la disminución de la poblarán, la
destrucción de la familia, la deseducación de la juventud, la decadencia
cultural y moral de la Nación. Esta agresión a la vida con cobertura
sanitaria nos arrebata la esperanza, nos priva de la sonrisa de Dios.

Mons. Héctor Aguer


Arzobispo de La Plata

La vida no es negociable
"La vida es un principio no negociable", ha dicho el Papa
Benedicto XVI con palabras inspiradas de Profeta. Este libro trata de
esta cuestión primordial. Busca hacernos comprender y comprometer
con el don de la vida que Dios le ha dado al hombre y le ha confiado su
defensa, desde el momento mismo de su concepción hasta el fin natural
de ella. El mérito de esta obra es la de hacer eco a la doctrina secular de
la Iglesia que enseña que "la vida humana es sagrada siempre", no sólo
por la bondad de la vida humana en sí misma sino también por la
vocación de eternidad que posee toda persona, llamada a la comunión
con Dios. Además nos recuerda que "sólo Dios es Señor de la vida
desde su comienzo hasta su término: nadie, en ninguna circunstancia,
puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano
inocente" (Congregación para la Doctrina de la Fe, 5).

Gracias por ayudarnos a tomar más conciencia de la


inviolabilidad del derecho a la vida del ser humano y a recibir este
inestimable don, respetarlo, cuidarlo y acompañarlo responsablemente
hasta el final natural.

Que Dios, "que ama fa vida" (Sab 11,26), bendiga esta obra y
a sus autores.

Mons. Néstor Hugo Navarro


Obispo del Alto Valle (Río Negro)

Una nación es grande cuando respeta la vida del más débil


Fue el Papa Paulo VI quien, visitando las Naciones Unidas e
invitado a hablar a los representantes de todos los pueblos de la tierra,
preguntó: "¿Cuándo una nación es verdaderamente grande?" "¿Cuando
llega a la luna, cuando realiza viajes interplanetarios, cuando almacena
miles de bombas atómicas?" No.

Una nación es grande cuando respeta la vida del más débil. ¿Y


quién más débil que el niño por nacer, y quién más débil que el anciano
que va terminando la carrera de la vida?

Por eso, una nación que oficializa la muerte, que legaliza el


aborto y la eutanasia, no es una nación adelantada, del primer mundo,
es una nación atrasada que no respeta la vida e impone la ley del más
fuerte.

Y esta es una cuestión de humanidad. Defendemos la vida por


razones humanitarias; que no se engañe a los pueblos diciendo:
12
"Ustedes los católicos se oponen al aborto y a la eutanasia por motivos
religiosos". "No se preocupen; la Ley no es para ustedes". El respeto a
la vida es cuestión de y atañe a toda la humanidad; porque somos
humanos defendemos que la vida es sagrada desde la concepción en el
seno materno hasta su fin natural. La ley natural ordena respetar los
derechos de las personas en el seno materno, porque allí hay un
miembro de la familia humana. Respetar la vida es señal de progreso;
no nos dejemos engañar, el aborto y la eutanasia son un crimen de lesa
humanidad.

Mons. Rinaldo Fidel Bredice


Obispó de Santa Rosa (La Pampa)

Practicar la Solidaridad y la Misericordia


El Documento de Aparecida propone: "Para que los discípulos
y misioneros alaben a Dios, dando gracias por la vida y sirviendo a la
misma:

... g) Apoyar y acompañar pastoralmente y con especial


ternura y solidaridad a las mujeres que han decidido no abortar y
acoger con misericordia a aquellas que han abortado para sanar sus
graves he* í cuitarlas a ser defensoras de la vida" (11.469)

Confío en que este nuevo libro ayudará a poder alabar a Dios


por la vida que Él, en su bondad y amor, nos ha regalado, y evitará
tanto dolor y sufrimiento.

Es este el aporte que, como discípulos de Jesucristo y


misioneros de su Evangelio, debemos y podernos dar a este nuestro
mundo tan complicado y hostil para determinados valores.

Marcelo A. Melará, sdb


Obispo de Neuquén

Pedimos la compasión de Dios


El hombre se ha vuelto destructor. Parece que no quiere seguir
viviendo sobre la tierra, o parecería no querer que los otros vivan.

Para tener más riquezas, por un momento efímero de placer o


por ambición de poder y status frente a los demás, es capaz de las
mayores atrocidades, hasta la más brutal de ellas: asesinar a la criatura
más inofensiva, al no nacido.

Cierto, la criatura asesinada en el seno materno es un mártir, y


será un angelito de Dios, que gozará eternamente de la visión de Dios, y
seguramente será un intercesor a favor de quienes fueron instrumentos
de su muerte.

Pero también pienso en la carga que deberá soportar la madre


cuando tome conciencia de su pecado y del proyecto que quizás Dios
tenía para esa criatura a favor de la sociedad, de la Iglesia...

13
El mundo necesita de sabios y santos. ¿No habrán sido
eliminados los que ahora necesitamos?

¡Dios tenga compasión de la Humanidad!

Y Dios bendiga vuestra obra.

Mons. Aurelio J. Kühn


Obispo Prelado de Deán Funes (Córdoba)

La defensa de la vida humana no es una cuestión ideológica


Quizá nunca como antes de finales del siglo XX y principios
del siglo XXI se ha escrito y publicitado con tanta insistencia lo
atinente a los derechos humanos.

Dejando de lado los oportunismos ideológicos y sus


consecuentes manipulaciones, siempre atados a los grandes centros
económicos y de poder, la toma de conciencia en defensa de la dignidad
de la persona humana representa un avance valioso y significativo de la
humanidad toda.

De ahí que resulte llamativo que precisamente el derecho a la


vida, raíz y fundamento de todos los otros derechos, sea cuestionado y
pisoteado con tanta facilidad.

Los mercaderes de la muerte, sostenidos con vehemencia


inusitada por medios de comunicación, muchos de los cuales se venden
al mejor postor, llevan a cabo un constante martilleo para obtener sus
fines: dinero y poder,

Por todo lo expuesto, aplaudimos y felicitamos a quienes con


empeño y dedicación nos ofrecen un resumen de ciertos aspectos de
Bioética y de lo dicho por tantos preclaros pensadores y estudiosos del
tema.

La defensa de la vida humana desde el primer instante de su


concepción hasta su muerte natural, responde a un imperativo de la
inteligencia y del corazón y no a una cuestión ideológica.

La obra, como texto de consulta y de ayuda para quienes


aspiran a educarse e instruirse, ofrece el pensamiento de estudiosos
serios y reconocidos, de pastores celosos y de personas convencidas,
con fundamento, de que la vida, don y misterio, nunca puede ser ijada
al nivel de objeto inútil y descartable.

Fray Bérislav y Fray Jordán Ostojic


Sacerdotes franciscanos

“Yo he venido para que tengan Vida y la tengan en abundancia."


(Jn 10, 10)
Me uno a ustedes y a su libro para que el Señor de la Vida nos
conceda la gracia de entender el significado profundo de la palabra
14
Vida y así descubrir la dignidad de la persona humana en nosotros y en
los demás.

Que tengamos la fuerza para luchar por la Vida desde la


concepción hasta la muerte natural y también todo el tiempo entre esos
dos momentos, conscientes de que el amor no muere nunca y de que el
odio mata siempre, de golpe o de a poquito.

Paradójicamente, hasta los que están en contra de la Vida


quieren seguir viviendo.

Nuestra tarea será participar de la obra creadora de Dios para


que todos tengamos un "corazón de carne" que desee la Vida, que la
reciba y la cuide hasta el final, en la certeza de que ese final es el
principio de la verdadera Vida, la eterna.

No podemos reducir la Vida al aspecto físico, ni encontrar


palabras suficientes para describir su grandeza; no podemos abarcarla
del todo con nuestras palabras y pensamientos, porque no podemos
abarcar a Dios. Sentimos esa Vida como don y regalo que debemos
compartir. Así, con humildad y confianza, nos transformamos en
servidores de la Vida.

Participo de su lucha con esta adhesión.

Mario Marcos Ostojic


Presidente del Partido "Unión Republicana Croata"
República de Croacia.

Nacer, vivir y morir solo cuando Dios quiera


Un potro nace del óvulo de una yegua y del espermatozoide de
un padrillo. Un niño, una niña, biológicamente tienen una semejanza
con la concepción de un animal superior, pero en el instante en que el
espermatozoide del papá penetra el óvulo de la mamá, en el mismo
instante, Dios interviene y da a la nueva creatura, un alma inmortal,
libre, inteligente y eterna. Tenemos a la persona humana. Toda vida
concebida, toda vida nacida, pertenece a un papá, a una mamá y a Dios,

De ahí el valor sin igual de la vida humana y el derecho a


nacer, a vivir y a morir sólo cuando Dios quiera. Tanto el aborto, como
la eutanasia son crímenes de lesa humanidad y de lesa divinidad. No
hay ley, ni derecho, que puedan autorizar la interrupción de la vida que
viene, ni adelantar la muerte de quien se "va".

Hno. Eugenio Magdaleno fms


Director General del Colegio Champagnat (Buenos Aires)

AI servicio del Señor de la Vida


En esta nación herida que destronó a Cristo y se dedicó a
promover la contra natura y a asesinar inocentes, conforta y edifica ver

15
que aún quedan caballeros nobles y mujeres valientes que mantienen
sus sables enhiestos al servicio del Señor de la Vida.

Conociendo el celo apostólico de quienes nos invitan a


reflexionar sobre el valor sagrado de la vida humana, descuento el bien
que hará esta obra. Celebro su edición. Con afecto en Cristo y en la
Patria.

Lic. Mónica del Río


Editora del Boletín "Notivida"

Defender la vida no es una opción sino un deber


A modo de introducción no puedo dejar de nombrar las
palabras de santa Teresa Benedicta de la Cruz, Edith Stein, quien fue
víctima del totalitarismo genocida nazi como tantas personas inocentes
que hoy mueren en manos de otros totalitarismos:

"En el gran combate entre Cristo y Lucifer, han de formar el


frente aquellos que están llamados a formar hombres. Nuestra misión
más urgente es la de armarnos para este combate y mantenemos
constantemente armados"...

Los aliento con estas sinceras y humildes palabras a que


formemos parte de la primera fila en este combate para defender la
vida.

Defender la vida no es una "opción" que los cristianos y


especialmente los católicos tenemos sino que es un "deber" tanto de la
justicia como del amor, sabiendo que esta lucha forma parte de la
exigencia fundamental de la vida cristiana y de toda vida realmente
humana.

Defender la vida desde la concepción hasta su fin natural nos


sitúa más allá de todo fundamentalismo político o religioso. Nos obliga
a vivir la solidaridad con los más pobres e indefensos como principio
social y virtud moral que lleva a la determinación firme y perseverante
de empeñarse por el bien común, es decir por el bien de todos y cada
uno, sabiendo que todos somos verdaderamente responsables de todos
(cf Compendio de la doctrina social de la Iglesia, Pontificio Consejo
"Justicia y Paz",193).

Podemos perder algunas batallas en este mundo, pero el


triunfo definitivo es de Cristo. ¡Ánimo que Cristo ha vencido al mundo!

Dr. Cristian Viaggio


Hospice Madre Teresa

“… lo que hagan con el más pequeño de mis hermanos, lo hacen


conmigo..." (cf Mateo 25, 31-46)
Las palabras de Jesús siguen sonando hoy, y tienen tanta
vigencia como en aquel momento.

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El trabajo y la tarea de los grupos Pro Vida y de todas las
personas que defienden la Vida sigue siendo titánica, esforzada,
valiente y comprometida,

Por eso celebramos alegremente este libro con "Mil


Reflexiones a favor de la Vida" porque estamos seguros de que servirá a
mucha gente, dará ánimo y fortaleza a tantos otros y, sobre todo, Dios
mediante, podrá salvarles la Vida a muchos Niños por nacer.

Nuestra propuesta es "dejar de ser habitantes para convertirnos


en verdaderos ciudadanos, donde cada uno haga lo que tiene que
hacer". Que las familias sean el primer lugar donde los adolescentes
aprendan a amar y a ser amados. Es tarea de todos, padres, hijos,
educadores, y entonces habrá menos flagelos (abortos, drogas, delitos)
en nuestra Patria.

Con el cariño y el respeto de siempre, la Acción Católica de la


Basílica de Lujan adhiere a este libro y a su contenido y pone bajo la
protección de Nuestra Madre la Virgen de Lujan el camino que hoy
empieza a recorrer.

Osvaldo Parra - Edgardo Pighin


Acción Católica Argentina
Parroquia Ntra. Sra. de Luján (Luján, Bs. As.)

Por gratitud al donador de la Vida


Con gran gozo espiritual adhiero a todas y cada una de las
reflexiones que se enuncian en este libro con el propósito de iluminar
las conciencias de un modo directo, que no requiera un largo proceso de
elaboración de los contenidos.

Adherir a una propuesta que intenta defender y, a la vez,


promover la vida, exige la aceptación de realidades que escapan a
nuestro dominio: que nos preceden y sin las cuales nadie tendría senti-
do ni derechos. Entre las cuales realidades no nos es posible ignorar u
omitir aquella que resuena cuasi-espontáneamente –no se requiere
mucha formación coyuntural para percibirla– en nuestra conciencia: la
vida es un derecho porque antes es un don y nadie, a no ser el
Creador-donador, puede arrogarse su autoría.

Tal reconocimiento conlleva la asunción de actitudes


consecuentes. Es evidente que en la intimidad de la conciencia no
podemos autojustificar la apropiación del don de la vida –sobre todo de
la vida de otros– como si fuera algo que está a la merced de nuestro
arbitrio omnímodo y/o conveniencia de intereses: un don se recibe con
acción de gracias. Y es más evidente aún que la defensa de la vida,
incluso la propia vida, es un deber que nace de la humilde aceptación
del don: humildad que nos convierte en servidores de la vida y no en
amos.

Pbro. Héctor Eduardo Costa


Párroco de San Roque, Open Door, Luján
17
"'Rezarnos a Dios Padre para que, por mediación de
Jesús, por su Vida y Resurrección, y por intercesión
de María Madre de todos, cada niño concebido pueda
llegar a nacer. Porque queremos la paz, defendemos
la Vida, y creemos que la Vida humana es un Don de
Dios siempre"

Asociación Cultivida2, Luján, Bs. As.

2
En el documento original aparece como Asociación Cultivada
18
“Respeta, defiende, ama y sirve a la
vida humana, a toda vida humana”
Juan Pablo II, Evangelium Vitae, 5

19
Reflexiones

 Toda persona de buena voluntad sabe que el derecho a la vida es el


primero de todos los derechos humanos, el primer derecho de cada
persona. Cualquier orden –personal, familiar, social y de cualquier
índole– se construye sobre la aceptación honesta de este principio,
de esta verdad.

 "La muerte provocada o inducida del ser más pequeño no deja de


ser la muerte real de una persona, aunque solo tenga unas horas de
vida, o su estatura sea solo de unos milímetros o unos micrones" (†
Mons. Alfonso Delgado),

 "Nosotros reconocemos el sentido y el valor de la vida humana en


todos sus momentos y condiciones" († Mons. Jorge Novak).

 Estamos a favor del respeto y la protección de la vida y la dignidad


de toda persona desde la concepción hasta la muerte. El varón y la
mujer son personas, sujetos irrepetibles desde el momento de la
concepción. La ciencia afirma que la identidad de toda persona,
expresada en su ADN, ratifica su valor y su dignidad.

 La dignidad de una persona no depende de ninguna variable, como


su salud, su inteligencia o su edad, su sexo, su raza, su nacionalidad,
su religión, su condición social o económica. Los derechos
naturales surgen de su condición humana.

 La persona humana posee un alma espiritual. Las almas humanas


son creadas por Dios. Por eso toda la vida humana posee un carácter
sagrado.
20
7

 Toda la vida y la vida de todos. La persona humana, hecha a imagen


y semejanza de Dios, posee una dignidad única, que supera de
modo absoluto al resto de las criaturas. Para que haya relaciones
verdaderamente humanas, urge el respeto y el reconocimiento de
esa dignidad personal.

 El útero materno es la primera cuna natural de la vida. Recono-


ciendo esta evidencia, recuperamos el sentido de la dignidad
humana.

 Una comparación real y verdadera, pero que molesta y mucho.


Monseñor Gil Hellín, arzobispo de Burgos, se refiere a los abortos
en España, donde se han aceptado en un año 85.000 penas de
muerte en contra de niños por nacer: "La mayoría son despe-
dazados, otros envenenados, otros troceados con un cuchillo de
acero; cuando superan las 21 semanas se practica a la madre una
cesárea, se extrae al feto (niño) vivo y se lo deja morir".

Afirma que en 20 años de aborto legalizado en España, se ha cado la


vida a un millón de niños inocentes.

Y agrega: "Los horrores del nazismo y del stalinismo no están lejos


de una civilización que se autocalifica y presume de progresista y
democrática. Sin miedo de exagerar, se puede afirmar que estamos
ante una situación totalitaria, donde el más fuerte impone su ley
frente al más débil".

“La sociedad permanece adormecida y permite un genocidio sin


precedentes... Confío en que la verdad sobre el aborto termine
abriéndose paso como lo prueban los hornos crematorios de Hitler y
las purgas de Stalin."

10

 La vida es una realidad sagrada y debe ser custodiada como un don


de Dios desde la concepción hasta la muerte natural. Ese don refleja
la imagen y semejanza de Dios porque Él comparte su vida con su
criatura. No solamente lo hace superior en el orden biológico a
todos los otros seres vivientes, sino que le otorga su espíritu con
todas las facultades, como la razón, el discernimiento del bien y del
mal, la libre voluntad y su gracia. (Movimiento Cursillos de
Cristiandad)

21
11

 Lo que con empeño y valor hagamos hoy por promover y defender


la sacralidad e inviolabilidad de la vida humana y por la verdadera
libertad, será el servicio más eficaz y eficiente para nuestros
semejantes, para nuestro bien y el de nuestra descendencia. (Día de
los Santos Inocentes, Parroquias de Villa Mercedes, San Luis)

12

 La vida humana es inviolable y no se debe manipular.

13

 Toda persona merece respeto a su integridad física, psicológica,


social y espiritual, y goza de los derechos individuales desde el
momento en que es concebida.

14

 Bajo ningún pretexto se deberá someter la vida humana a la mani-


pulación, experimentación, comercialización, violencia o des-
trucción. (Boletín Notivida)

15

 "Cuando están en juego las exigencias fundamentales de la dignidad


de la persona humana, de su vida, de la institución familiar, de la
equidad del ordenamiento social, es decir, los derechos
fundamentales del hombre, ninguna ley hecha por los hombres
puede trastrocar la norma escrita por el Creador en el corazón del
hombre, sin que la sociedad misma quede herida dramáticamente en
lo que constituye su fundamento irrenunciable. Así, la ley natural se
convierte en la verdadera garantía ofrecida a cada persona para vivir
libre, respetada en su dignidad y protegida de toda manipulación
ideológica y de todo arbitrio o abuso del más fuerte." (Benedicto
XVI a la Comisión Teológica Internacional, 5/10/2007)

16

 "Miremos los titulares de los medios de «incomunicación»; fijé-


monos en los rostros de los hermanos, en las manos ensangrentadas
por tantas formas nuevas de violencia, escuchemos el grito
silencioso de niños no nacidos y denominados no deseados y ante el
peligro institucional de ser eliminados". (Mons, Balda-mero
Martini, Obispo de San Justo, Bs.As.)

22
17

 Estamos a favor de la vida. Queremos renovar la "cultura de la


vida".

18

 La defensa y promoción de la vida no son monopolio de nadie, sino


deber y responsabilidad de todos.

19

 Todos empezamos a ser de la misma manera; un óvulo y toda su


carga genética y un espermatozoide con la suya se unieron de
manera singular e irrepetible para dar paso a lo que nosotros somos.
Lo cierto es que el misterio de nuestra vida empieza allí, en el acto
sexual que, fértil, genera vida. Cada uno de nosotros es porque nos
dejaron ser. Sin embargo, hay miles y miles que no serán jamás
porque sus sueños, sus posibilidades, su lugar, han sido truncados
sin otra responsabilidad que la de haber sido llamados a ser y a no
haber sido. (Dra. Nuda San Mauro)

20

 Hoy ya nadie niega que el feto es una persona, que esa palabra
médica es todo un bebé. Se multiplican las pruebas para esta
afirmación.

 Dice el doctor Nathanson: "Estudiando el feto en el interior del


útero materno, se puede comprobar que es un ser humano con todas
sus posibilidades y características y deben otorgársele todos los
privilegios y ventajas que disfruta cada ciudadano en la sociedad
occidental."

21

 "El aborto es un terrible asesinato, doblemente criminal, porque se


trata de un ser inocente e indefenso en absoluto." (Madre Teresa de
Calcuta)

22

 "Cuando se hable del niño como una carga, nosotros interven-


dremos para insistir en que cada niño es un don único e irrepetible
de Dios." (Juan Pablo II)

23
23

 No aceptamos el aborto y lo condenamos junto a otras formas de


viciar los derechos humanos. Queremos organizamos socialmente
para la vida:

 Ayudando a las familias en dificultades y a las madres solteras;


brindándoles contención.

 Queremos ayudar y proteger a los niños.

 Pedimos que se legisle razonablemente la adopción.

 Necesitamos crear centros de orientación y asistencia para parejas en


dificultades.

 Aspiramos a educar en el amor.

 Y rogamos: María, Virgen y Madre, ayúdanos a defender la vida.


(Pastoral de la Salud de la diócesis de Morón, Buenos Aires)

24

 La vida humana comienza en el mismo momento de la concepción,


cuando los padres en un gran gesto de amor y entrega se abrieron a
ella para que cada uno de nosotros existiera. Allí estuvo presente el
espíritu de Dios. Fuimos creados para toda la eternidad. Somos
espíritu encarnado. Somos imagen de Dios. (Movimiento "Hogares
Nuevos")

25

 La vida es sagrada en todos sus momentos, y como familias cris-


tianas debemos protegerla desde la unión íntima de nuestro sacra-
mento del matrimonio, acompañando a nuestros hijos en cada niño
que encontremos en situación de abandono físico o espiritual; en
cada joven en riesgo, para que viva en plenitud sus virtudes; en cada
adulto y muy especialmente en cada enfermo, discapacitado,
anciano que necesite de nuestros cuidados paliativos, centrados en
el amor evangélico. (Movimiento "Hogares Nuevos")

26

 "El amor de Dios no hace diferencia entre el recién concebido, aun


en el seno de su madre, y el niño o el joven o el hombre maduro o el
anciano. No hace diferencia, porque en cada uno de ellos ve la
huella de su imagen y semejanza (Gn 1, 26). No hace diferencia,
porque en todos se ve reflejado el rostro de su hijo unigénito, en
quien «nos ha elegido antes de la creación del mundo (...)
24
eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos (...) según el
beneplácito de su voluntad»" (Ef 4-6). (Benedicto XVI a la
Academia Pontificia por la vida y al Congreso sobre "El embrión
humano en la fase de pre-implantación", 27/02/2006)

27

 Médicos, biólogos y otros científicos coinciden en afirmar que la


concepción o fertilización indica el comienzo de la vida de un ser
humano (...). Sobre esta afirmación existen abrumadoras
coincidencias en innumerables trabajos médicos, biológicos y
científicos. (Comité Judicial del Senado de los Estados Unidos,
1981)

28

 Muchos son los elementos que se denominan anticonceptivos, pero


que en realidad son abortivos porque ocasionan la muerte de una
vida humana actuando de diversa manera:

 Matando al embrión recién formado -cuando el espermatozoide


penetró en el óvulo, o en sus primeras divisiones celulares.

 Impidiendo la anidación del embrión en la mucosa uterina.

 Provocando contracciones uterinas que eliminan al embrión ya


anidado. (Consorcio de Médicos Católicos de Argentina)

29

 Basta abrir los ojos para advertir cómo todo valor humano y
cristiano tiende a ser barrido de las leyes y de las costumbres, y se
imponen en su lugar leyes y costumbres aberrantes, en especial en
lo concerniente a los valores fundamentales de la vida y de la
familia. Incluso hay presiones enormes que pretenden imponerle a
la Iglesia lo que ella debe enseñar y los criterios con los que se ha
de comportar." (Mons. Carmelo J. Giaquinta, obispo emérito de
Resistencia, Chaco)

30

 El aborto, penalizado o no por la ley positiva, es siempre un crimen,


pues se trata de eliminar la vida del niño no nacido en el vientre de
su madre. Todo aborto atenta contra el orden natural y, en nuestro
país, contra los preceptos positivos de la Constitución Nacional
Argentina". (Consorcio de Médicos Católicos de Buenos Aires
sobre el proyecto de atención sanitaria de "Abortos no punibles")

25
31

 "Si se cuestiona el derecho a la vida como anterior al poder del


Estado, se tambalea todo el edificio de los derechos humanos y el
principio de los ciudadanos." (†Cardenal arzobispo de Madrid,
Antonio M. Rouco Várela en el Congreso Internacional "Europa
por la vida")

32

 Renovando la vida. ¡Por fin! De a poco se empieza a revertir la


tendencia pro muerte para volver a defender la vida.

El Senado de Louisiana, Estados Unidos, vuelve a apostar a la vida y


prohibir todo tipo de aborto.

Define el embarazo como "tener a un ser humano no nacido dentro


del cuerpo (de la madre) desde la fase embrionaria y fetal hasta la
gestación total y el nacimiento".

Habla del ser humano no nacido como "el niño desde el primer
instante en que el espermatozoide penetra en el óvulo".

33

 "Los males que presenciamos surgen del olvido de Dios, del


«eclipse de Dios» que se expresa, por ejemplo, en los muchos
millones de abortos que se producen anualmente en todo el mundo.
La ley que ha de proteger al indefenso se utiliza para eliminar al
inocente (...) La madre que está para generar vida, es suspendida en
su maternidad." (†Cardenal Cañizares Llovera, arzobispo de
Toledo, España)

34

 “Debemos respetar la vida en todo momento, convencidos de que la


verdad, de hecho, encuentra fuerza en sí misma y no en el consenso
que recibe. (...)

El primer derecho de una persona humana es el derecho a vivir (...)


Es el derecho fundamental y condición para todos los demás. Por
esto, debe ser protegido más que ningún otro. (...)

La tradición es clara y unánime desde el principio en defensa de la


vida, desde el mismísimo momento de la concepción (...) Nadie está
en el mundo por casualidad. Todos somos queridos y elegidos por
puro amor de Dios. Todos hemos necesitado el amor y cuidado de
nuestros padres, de nuestras familias, de la sociedad entera".
(Obispos de las tres diócesis de Río Negro)

26
35

 Hay un principio de Derecho Natural que la legislación positiva


debe observar estrictamente según el cual nadie, en ninguna
circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo
a un ser humano inocente.

Ese precepto fundamental, inscripto en el corazón de todos los


hombres, se encuentra desconocido y vulnerado en el proyecto por
varias disposiciones, especialmente las que se refieren: 1º) a la per-
misión absoluta del aborto en los tres primeros meses de gestación
(Art. 93); 2º) a su justificación durante el resto del embarazo con
motivaciones genéricas ("peligro para la salud física o psíquica de la
madre") que equivale a su total despenalización (Art. 92, inc. a); 3º)
a que durante los nueve meses de gestación la madre y el médico
pueden disponer a su arbitrio de la vida humana inocente engendrada
después de una violación (Art. 92, inc. b) y 4º) a la atenuación y aún
la eximición de pena a quien practique la eutanasia con un enfermo
incurable o terminal (Art. 89)".

Tamañas agresiones contra la vida humana en sus tramos más vul-


nerables, cuando requieren mayor protección y respeto, contrastan
con la preocupación por preservar con sanciones penales las especies
amenazadas o en peligro de extinción (Art. 206/210).

El proyecto propone así una grave discriminación contra personas


humanas cuyo derecho a la vida se encuentra proclamado y
garantizado en instrumentos internacionales que tiene jerarquía
constitucional. (Declaración de la Corporación de Abogados
Católicos frente a un proyecto del Código Penal tendiente a
legalizar el aborto)

36

 No se puede invocar la libertad de opinión para atentar contra los


derechos de los demás, muy especialmente contra el derecho a la
vida.

37

 El pensamiento y la praxis humanista, como el pensamiento y la


praxis cristiana, convergen de manera impresionante y admirable
para poner de relieve el respeto a la vida.

38

 Dios nos pide transmitir las normas morales de respeto a la vida a la


luz de la fe y Él también ilumina a todos los hombres que, con
corazón sincero, tratan de "realizar la verdad" (Jn 3,21).

27
39

 El alma humana es creada directamente por Dios, infundida; es


alma espiritual y, por lo tanto, inmortal. El respeto a la vida humana
se impone desde que comienza el proceso de gestación.

40

 La genética ha demostrado que el "programa" de lo que será un ser


viviente, persona humana, individual, con sus notas características
bien determinadas, queda fijado desde la fecundación.

 La ciencia actual no da ningún apoyo sustancial a los defensores del


aborto.

41

 Nosotros proclamamos con humilde firmeza que ninguna razón


puede dar derecho a disponer de la vida del otro. La vida es un bien
tan importante y fundamental que ningún inconveniente, aunque sea
grave, puede darse como fundamento para decretar la muerte de
otro ser humano.

42

 En lo que se refiere a la vida, está claro que la violación de la ley


natural de no matar es un mal más grande que cualquier daño o
dificultad de orden económico o demográfico o de cualquier otra
índole.

43

 La vida de un niño prevalece sobre el juego de opiniones. No se


puede invocar la libertad de pensamiento para quitársela.

44

 Nosotros aspiramos a recibir a cada persona que llega, reconocien-


do su dignidad; queremos ayudar a las familias, a sus niños, a las
madres solteras, estimular la posibilidad de la adopción, teniendo la.
certeza de que siempre hay una alternativa posible al aborto.

45

 El verdadero desarrollo exige fidelidad a una conciencia que quiere


transitar por la rectitud y la verdad.

28
46

 La felicidad no se mide por la ausencia de penas y dolores, sino por


el sentido que le damos a nuestra vida y por el reconocimiento del
sentido que tiene la vida de los otros. Y frente a los sacrificios que
se deban asumir, a veces heroicos, adherimos a las palabras de
Jesús: "Felices los que lloran, porque ellos serán consolados" (Mt
5,5).

47

 Cualquier cosa que atenta contra la vida: homicidios de cualquier


clase, genocidios, el aborto, la eutanasia y el mismo suicidio
voluntario; cualquier cosa que viola la integridad humana, como las
mutilaciones, las torturas del cuerpo o de la mente, los intentos
sistemáticos para dominar la mente ajena; cualquier cosa que
ofende la dignidad humana, como las condiciones infrahumanas de
la vida, los encarcelamientos arbitrarios, las deportaciones, la
esclavitud, la prostitución, la trata de mujeres y de jóvenes; o
también las condiciones laborales deshonrosas, las que reducen al
trabajador a la mera condición de instrumento de lucro y no le dan
el valor de persona libre y responsable: todas estas prácticas y otras
parecidas son en sí mismas infamantes; y mientras degradan la
civilización humana, deshonran más a los que las hacen que a
aquellos que las sufren y son máximamente contrarias al honor
debido al Creador. (Gaudium et spes [Gozo y Esperanza],27)

48

 El aborto es la más grave agresión que el hombre puede hacer a su


hermano. Se ensaña con la vida recién comenzada, inocente e
indefensa. El aborto es, en verdad, el comienzo de la guerra. La
legislación permisiva, que se extiende como una negra sombra en
muchos países, algunos de vieja tradición cristiana, prepara por su
desprecio a la vida, los mayores crímenes, extendiendo las fronteras
de la muerte. ("La paz es obra de todos", Documento del
Episcopado Argentino, 18/11/1978)

49

 "El atentado contra la vida de un ser inocente e indefenso, como es


el ser humano en las etapas iniciales de su desarrollo, es abso-
lutamente injustificable e ilícito y está en pugna con las leyes del
derecho natural, de la moral y de la rectitud de conciencia." (Fermín
Merchante en El derecho a la vida, Bs.As., Ed. Paulinas)

29
50

 "Si, como debemos seguir sosteniendo, la concepción se inicia con


los primeros pasos de la multiplicación celular, la cual, en aquella
forma ininterrumpida y continua, comienza con la unión de los dos
pro-núcleos, y no termina hasta la muerte, no podemos negar su
condición de persona al ser ya en desarrollo, cualquiera sea el lugar
en que se encuentre: la trompa, el útero, la "nursery" o, más
adelante, el aula de una escuela, la bodega de un barco, una
vivienda rural, un palacio, un calabozo o una sala de hospital."
(Fermín Merchante Op.cit.)

51

 "La ciencia afirma que, en la continuidad del ciclo vital, no hay mas
que un principio: la concepción. (...) Con toda certeza, el embarazo
comienza en la concepción, y desde ese momento, se puede hablar
de aborto de un ser humano." (Dr. Paul Chauchard)

52

 "E1 aborto dentro de la familia interrumpe violentamente la vida de


uno de sus miembros. El ser que no nace, como consecuencia de un
aborto, era ya un ser humano que pierde así las innumerables
posibilidades que la vida presente y futura le hubieran Arrecido (...)
De ninguna manera los padres son propietarios de la vida del hijo
concebido y, por eso, cualquier atentado contra su vida es
gravemente injusto." (Dr. Carranza Casares)

53

 "La vida humana inocente, en cualquier condición en que se en-


cuentre, está substraída, desde el primer instante de su existencia, a
cualquier ataque voluntario y directo. Este es un derecho
fundamental de la persona humana, de valor general en la con-
cepción cristiana de la vida; válido tanto para la vida escondida en
el seno de la madre, como para la que ya ha visto la luz fuera de
ella; lo mismo contra el aborto directo y contra la directa muerte
del niño, antes, durante y después del parto."(Pío XII)

54

 "La vida del hombre ha de considerarse por todos como algo sa-
grado, ya que, desde su mismo origen, exige la acción creadora de
Dios. Por tanto, quien se aparta de lo establecido por Él, no solo
ofende a la majestad divina y se degrada a sí mismo y a la
humanidad entera sino que, además, debilita las energías de su
propio país." (Juan XXIÍÍ, Mater et Magistra [Madre y Maesr])

30
55

 "Toda vida humana debe ser incondicionalmente respetada (...) La


influencia del cristianismo había erradicado poco a poco estas
formas de barbarie (aborto, eutanasia, infanticidio), pero las
concesiones materialistas de un eugenismo profano tienden a
devolver el derecho de la ciudadanía a las prácticas más aberrantes
(...) No tengan miedo de ir contra la corriente, si es necesario,
frente a cuanto se piensa y se dice, en un mundo que se ha
paganizado en su comportamiento (...) Una colectividad que con
diversos pretextos se orientara hacia el aborto legalizado, iría contra
los esfuerzos realizados en siglos de civilización." (Pablo Vi ante la
Federación Internacional de Médicos Católicos. Washington, 1970)

56

 "Que los planes y los programas para la protección de la vida hu-


mana contra la muerte prevalezcan, y no las ilusiones de aquellos
que ven el progreso humano en el derecho a infligir la muerte en la
vida que ha sido recién concebida." (Juan Pablo II)

57

 La ciencia médica demuestra que el ser humano comienza en la


concepción.

58

 La educación para amar y entregarse en un proyecto de vida, es la


verdadera educación sexual.

59

 Frente a los llamados "niños no deseados", surge la promoción de la


adopción.

6o

 Nosotros creemos que hay, fundamentalmente, dos clases de


abortos: los espontáneos o involuntarios y los provocados. Los
segundos son asesinatos, se los llame inducidos, terapéuticos,
eugenésicos, sociales, sentimentales, legales, ilegales, clandesti-
nos, etc.

61

 "Todo país que ha aceptado el aborto es porque su gente no ha


aprendido a amar, sino que recurre a la violencia para obtener lo
31
que quiere. Por eso, el mayor destructor del amor y de la paz es el
aborto." (Madre Teresa de Calcuta]

62

 El niño es un don de Dios a la familia. Cada niño ha sido creado a


imagen y semejanza de Dios para que realice grandes obras; en
otras palabras, para amar y ser amado. (Madre Teresa de Calcuta)

63

 “La anticoncepción hace que el marido y la esposa centren toda su


atención en sí mismos y que no se ocupen del don de la vida que
hay en ellos. Cuando el marido y la esposa se aman
verdaderamente, cada uno dirige toda su atención al otro, de modo
recíproco, recurriendo al método natural de planificación familiar, y
nunca a los métodos anticonceptivos. Una vez que el amor vivo se
destruye con los métodos anticonceptivos, el aborto es algo que
entra fácilmente en la mentalidad de una pareja." (Madre Teresa de
Calcuta).

64

 "Millones de mujeres en todo el mundo que cada día luchan por la


vida, la respetan, la aman, la defienden, la cuidan...

Mujeres que viven su maternidad como un verdadero don de sí. Que


viven el gozo de que ha nacido un hombre en el mundo. Y también
sufren, tanto física como moralmente, por ese motivo...

Su solicitud por los hijos, especialmente cuando están enfermos o


van por mal camino, es la expresión del amor que reside en su
corazón." (Tommasella Monferrari)

65

 "La dignidad de un ser humano no está sujeta a que sea más o


menos inteligente o a que esté físicamente disminuido o completo y
fisiológicamente apto; depende de que sea un ser humano.
Conceder el derecho a vivir únicamente a los bien dotados es
racismo, que tiende siempre a considerar inservibles cada vez a más
número de defectos, orgánicos o no, inicialmente insignificantes, de
poca importancia." (Mauricio Rubiano en ¿Aborto u homicidio?
Colombia, San Pablo, Col. Defendamos la vida)

66

 "Si sustituyéramos el derecho a la vida, el don de la vida, por el


derecho a quitar la vida al hombre inocente, entonces no podríamos
32
dudar de que, en medio de todos los valores técnicos y materiales
con los que medimos la dimensión del progreso y la civilización,
quedaría quebrantado el valor esencial y fundamental que es la
razón justa y la medida del verdadero progreso: el valor de la vida
humana, o sea, el valor de la existencia del hombre." (Juan Pablo
II).

67

 "Si aceptásemos el derecho a quitar el don de la vida al hombre aún


no nacido, ¿lograremos defender después el derecho del hombre a la
vida en todas las demás situaciones?, ¿lograremos detener el
proceso de destrucción de las conciencias humanas?" (Juan Pablo
II)

68

 “Mi mayor remordimiento siempre ha sido no tener a mi hijo...


Nada en el mundo puede reemplazar a un hijo. Yo me di cuenta
cuando ya era tarde y nunca he dejado de reprochármelo". (Lo
afirmaba en 1976 Gloria Swanson, famosa actriz en las décadas de
1930 y 1940, como vocero del Año de la Mujer)

69

 Durante más de 30 años, a solas en la noche, lloré... Si hubiera una


sola cosa que pudiera volver a hacer en mi vida, sería tener ese
hijo." (Patricia Neal, célebre actriz de Holywood de las décadas del
50 y del 60, frecuente expositora en los encuentros Pro Vida en los
que manifiesta con coraje la convicción de que su propio aborto ha
dejado en ella una grieta emocional irremediable.)

70

 “Creo que en algunas cosas estoy de acuerdo con la Iglesia Ca-


tólica. A lo mejor no les va a gustar." Y al referirse a dos abortos
que se había realizado: "Soy una mujer muy sola. Daría todo mi
dinero, los premios otorgados por la Academia, mi carrera, por
poder tener ahora esos hijos..." (Shelley Winters, actriz, en Donahue
Show")

71

 La primera víctima del aborto es el niño que ha sido matado. Las


segundas víctimas son los padres. Ellos llevan en sus corazones el
don de la vida que han hecho pedazos. La decisión de abortar les
quita la vida del mismo modo como ellos hicieron con el hijito que
no nació.

33
En el momento del aborto muy pocas mujeres se atreven a pensar en
las consecuencias devastadoras que el aborto tiene para sus hijos y
también para ellas, "Nunca pensé que me iba a sentir tan mal", es el
clamor común de muchos padres de niños abortados.

"No hacerle caso a una herida nos protege de su desagradable


realidad, pero la herida permanece. Lo mismo sucede con las heridas
y cicatrices que un aborto deja en el corazón". (John Dillon en Un
camino hacia la esperanza, Colombia, San Pablo).

72

 "Una mujer me contó que, mientras aguardaba su turno en la


clínica, una joven de 17 años estaba esperando que le hicieran su
tercer aborto. La mujer, horrorizada, reprendió a la joven y ésta le
respondió: "¿De qué está hablando? Usted también está matando a
su bebé". Entonces ambas se pusieron a llorar…” (John Dillon,
Op.cit.)

73

 Estudio realizado por la doctora Anne Speckhard, de la Universidad


de Minesotta (USA) en mujeres que habían abortado en el primer
trimestre:

85% se sintieron sorprendidas por su reacción emocional.


65% pensaron en suicidarse.
31% intentaron suicidarse.
81% se sintieron víctimas de su aborto (se sintieron forzadas o no
recibieron información adecuada).
96% consideraron que el aborto es quitar la vida a una persona.
92% experimentaron sentimientos de depresión, rabia y culpa.
81% aceptaron que el aborto había hecho daño a su "auto-imagen".
69% declararon que sus vidas habían empeorado a causa del aborto.
40% de las parejas se separaron.

74

 Muchas mujeres no perciben que otras han sufrido sus mismas


reacciones porque les cuesta expresar los sentimientos y tienen
temor de que no se las entienda.

75

 La experiencia de la muerte, y un medio social que dificulta la


expresión de las emociones, hace que muchas veces se entierren
los pensamientos y sentimientos relacionados con la pérdida.
Pero el tiempo destruye estas defensas, porque están construidas
34
sobre la negación y la represión. El alma, la psique, el espíritu,
buscan la curación.

76

 “Toda mujer, cualquiera sea su edad, antecedentes o sexualidad


resulta traumatizada al interrumpir un embarazo. Un nivel de su
humanidad se ve afectado. Es parte de su propia vida. Al destruir el
embarazo se destruye ella misma. No hay forma de que el aborto
resulte intrascendente. Se trata de la fuerza de la vida... No
puede negarse que algo está siendo creado y que esta creación se
está produciendo físicamente... Algunas veces el trauma puede
hundirse en el inconsciente y no volver a aparecer. Pero no es
un hecho tan inofensivo como lo pregonan los defensores del
aborto. Hay que pagar un precio psicológico. Puede ser
alienación, puede ser pérdida del calor humano o enfriamiento
del instinto maternal. Algo ocurre en los niveles más
profundos de la conciencia de la mujer cuando destruye un
embarazo. Como psiquiatra yo lo sé." (Dr. Julio Fogel, obstetra y
psiquiatra)

77

 Muchas dificultades actuales pueden tener su origen en un aborto,


porque quita la vida al niño y a sus padres.

78

 Hay que reconciliarse espiritualmente y emocionalmente reco-


nociendo el hecho y pidiendo perdón. Entonces el hecho
traumático se convierte en una voz de esperanza, de sanación y
de reconciliación.

79

 La Iglesia Católica defiende la santidad de la vida humana desde la


concepción. Pero también anuncia el perdón y la misericordia
sin límites de Dios.

80

 Muchas parroquias y diócesis, o grupos, ayudan con programas de


reconciliación y sanación a quienes están sufriendo a causa del
aborto. Es la forma de decirles: "Nos preocupamos por vos y
compartimos tu dolor".

35
81

 Las circunstancias en que llega una vida pueden o no ser las me-
jores. Pero ninguna vida es una equivocación.

82

 La persona humana, cualquiera sea la circunstancia en que haya


sido concebida, es templo del Espíritu de Dios. Ese ser humano es
único, irremplazable, sagrado.

83

 La vida humana de la mujer que ha abortado también es preciosa y


sagrada a los ojos de Dios.

84

 La terapista Anne Saltenberger en su libro Toda mujer conoce


la verdad de los peligros del aborto legal, afirma que los terapistas
se encuentran con pacientes que los buscan por problemas
supuestamente no relacionados con el aborto, pero a través de la
terapia resulta evidente que la raíz de la actual dificultad es una
reacción a un aborto. Los conflictos no resueltos, ocultos en el
inconsciente, originaron los nuevos problemas y sólo al
reconocer su culpa y su afición reprimidas estas mujeres pueden
mejorar su salud emocional.

85

 El Señor está siempre dispuesto a perdonar. Pero el camino de la


sanación es doloroso y exige confianza en la misericordia de
Dios y valentía para reconocer los hechos. La verdad de los propios
errores puede resultar desagradable. Cuando los que te rodean o las
leyes te dicen: "Está bien lo que hiciste, no te sientas culpable",
nosotros queremos decir que mires a los ojos de la verdad sobre
la vida, la reconozcas y aceptes poder expresar tu remordimiento, tu
culpa y tu arrepentimiento.

86

 “Anne, de 80 años, había abortado hacía 60 años. Nunca habló de


su dolor. Durante todo ese tiempo, guardó el secreto, tratando de
olvidar, reprimía cualquier sentimiento; pero el recuerdo y el dolor
siempre aparecían. Finalmente, un día leyó en el periódico acerca
del 'Proyecto Raquel' y esa misma tarde vino a verme. Tenía en la
mano el artículo sobre la pastoral del post-aborto y con lágrimas en

36
los ojos me dijo: «Padre, esta es la respuesta a mis oraciones
durante 60 años»." (John Dillon, Op.cit.)

87

 Nosotros proponemos a las personas que han abortado que estén en


paz con Dios, con su hijo no nacido, y con ellas mismas.

88

 Dios quiere que seamos canal de su misericordia.

89

 Abrazar la verdad es el camino hacia la resurrección. Pero vivido


en un ambiente de compasión y reconciliación, en el camino hacia
una nueva vida.

90

 Con la píldora del día siguiente RU 486, u otros abortivos simi-


lares, las madres podrán abortar en su propia casa, transformando el
propio hogar, como lugar físico, en un lugar de aborto. Lo mismo
vale para los dispositivos intrauterinos.

91

 Síndrome post-aborto

 Baja autoestima. El concepto que uno tiene de sí mismo puede ser


afectado por el peso de la culpa y el remordimiento por la muerte del
hijo eliminado. Y a veces la baja autoestima influye en la decisión
de abortar: "Yo no sirvo para nada y tampoco el hijo que llevo
adentro".

 Culpa crónica y aguda. Se siente como una traición a la conciencia


y a los propios valores. Suele suceder cuando la mujer permite que
su conciencia ceda frente a la propuesta de otros. Muchos cuentan
que el sentimiento de culpa surgió después de un sentimiento inicial
de alivio. Se puede presentar en diversas formas, como cambios
bruscos de carácter, falta de energías y de interés, llanto frecuente,
incapacidad para tomar decisiones, tristeza profunda.

 Pensamiento de suicidio. Ideas o intentos de quitarse la vida para


poner fin a un dolor psicológico. Sentirse indigno de seguir vi-
viendo después de haberle quitado la vida al propio hijo.

37
 Relaciones rotas. Tendencia a alejarse de quienes estuvieron in-
volucrados con la realización del aborto. Los matrimonios y los
noviazgos son afectados.

 Pesadillas y sueños desasosegados. Ansiedad. Muchas mujeres oyen


en sus sueños el llanto de un niño a quien no pueden encontrar.
Otras ven figuras que representan a su hijo muerto. Estos síntomas
suelen afectar a personas que trabajan en la industria del aborto:

 "Sueño con fetos y a mis compañeras les pasa lo mismo; sueños de


abortos, de cubetas, de sangre salpicada en las paredes; árboles por
los que suben fetos. Soñé que dos hombres me arrastraban y que
en forma repugnante decían: «hagámosle un aborto». Comencé a
gritar. Sentí que me succionaban y me arrancaban
dolorosamente todo mi ser. Sentí que me abrían y me rasgaban
unos instrumentos que solo hacen lo que se les ordena." (Rally
Tisdale, enfermera. Testimonio publicado en Harpers Magazine,
1988)

 Regresiones. Consiste en "revivir" la experiencia. Hay mujeres


que tuvieron regresiones al dar a luz, debido a que se encuentran en
la misma posición (boca arriba, los pies colocados en estribos,
etc.).

 A una chica que obligaron sus padres... a abortar cuando tenía 18


años, después de la intervención, le llevaron un ramo de rosas
“por su valentía". Desde entonces, siente nerviosismo y ansiedad
cuando ve rosas. Otros reviven esos momentos al pasar por el
hospital o clínica donde abortaron, al oír hablar de abortos, al ver a
un niño que tendría la edad de su hijo abortado.

 Rabia. Amargura, resentimiento, frustración contra quienes


participaron del episodio del aborto. Suele surgir esta rabia por no
haber recibido suficiente información, por sentirse obligada a
abortar, por no haber sido tratada con respeto.

 Rabia contra la pareja, contra el personal de la clínica, contra los


“amigos” que sugirieron el aborto y lo trasladan también contra
Dios.

 Otros síntomas:

Drogas, alcohol, promiscuidad.


Disfunción sexual.
Fobias y trastornos compulsivos.
Incapacidad para expresar emociones.
Miedo a los niños.
Incapacidad para alegrarse con el embarazo de otra persona.
Incapacidad para relacionarse con el otro sexo.
Maltrato a los propios hijos.
38
Búsqueda del hijo compensatorio.
Realización de un matrimonio compensatorio.
Conflicto acerca de lo que representa ser padre o madre.
Reacciones en la fecha del aniversario.
Culpa de "sobreviviente". Algunas mujeres dicen: "Yo sobreviví,
pero mi hijo no." y así expresan su complejo de culpa. Otras
confiesan: "No creo que merezca vivir después de lo que hice. No
puedo creer que haya abandonado a mi hijo."

92
 El perdón de Dios. Muchas mujeres que abortaron se han alejado de
Dios, de la Iglesia, de la práctica religiosa, de la vida sacramental,
por desconfianza, pensando que Dios no les perdonará este pecado.
Temen a un Dios vengador, interpretan sus sufrimientos como un
castigo de Dios, no se sienten dignas de orar o de pedirle a Dios que
las ayude o guíe. Es necesario que en nosotros la expresión de la
misericordia de Dios.

93

 Muchos esposos o novios que no tomaron parte en la decisión de


abortar, sienten resentimiento y culpabilidad y sienten des-
confianza hacia la mujer, como si su relación mutua hubiera sido
vulnerada. Cuando sí han participado en la decisión e incluso han
forzado a tomarla, sienten culpa y dolor. Perciben que cuando
debían haber sido fuertes, se mostraron moralmente débiles. Ven
afectada su imagen de "padre" por haber desprotegido al hijo. El
síndrome post-aborto se da tanto en los hombres como en las
mujeres.

94

 Habitualmente los abortos que se dan con motivo, excusa o pretexto


de salvar la relación, suelen concluir en fracaso. El aborto subraya la
debilidad de una relación. "La decisión de aceptar al hijo fortalece la
relación; la decisión de abortar pone en duda la relación." (David C,
Reardon, en Aborted Women, Silent No More [Mujeres que abortan:
no más silencio] Westchester, Illinois, U.S.A.: Crossway Books, 1987)

95

 Estadísticamente, la mayoría de los abortos actuales se da entre


adolescentes y jóvenes de entre 15 y 24 años. El hecho del trauma
del aborto siendo tan jóvenes y la dificultad emocional para
elaborar el duelo por la muerte del hijo, podría impedir el desa-
rrollo hacia la madurez.

39
96

 "Hay que recordar que cuando una joven (o un joven) tiene una
relación sexual, está buscando algo más que placer físico... Es
síntoma de su búsqueda de amor, de realización, de madurez.
Cuando una joven ha sido convencida por su novio, sus amigos o
por la sociedad de practicarse un aborto en lugar de tener el hijo,
se le está diciendo que su búsqueda es equivocada… En lugar de
animarla a aceptar las consecuencias de sus actos es animada a
"madurar" a través de la destrucción del niño. Se la lleva así a
participar en la destrucción y no en el crecimiento; se la expone al
miedo de la muerte en lugar de exponerla a la alegría la vida."
(Dr. Reardon)

97

 “El aborto es 'pecado' porque destruye la vida. Pero no solo es eso;


como pecado, el aborto va quitando la vida interior de la madre
del niño, del padre del niño y, realmente, de la sociedad. El único
que puede reemplazar esa pérdida de vida es el mismo Dios, dador de
toda vida, visible e invisible." (John Dillon, Op.cit.)

98

 “Llama la atención que, cuando aparece la palabra "pecado" en el


Evangelio es en relación con el perdón. Jesús es el vencedor del
pecado y esto es lo que lo hace acercarse a los pecadores, hacerse
amigo de ellos y llamarlos a la conversión (Mt 9,10; Lc 7,34). Jesús
no legitimó el pecado. Llamó a la conversión y con su bondad
mostró a los hombres la misericordia divina y su actitud de
perdón. El pecador solo necesita pedir perdón (Lc 18,33 ss.); hay
alegría en el cielo por el regreso del pecador." (John Dillon, Op.cit.)

99

 El Espíritu Santo puede soplar vida y resurrección en el cuerpo


muerto del niño no nacido. Y Él puede ofrecer una nueva
esperanza y la reconciliación al papá y a la mamá y a la familia
de este niño. Jesús confió a los apóstoles el poder de perdonar
(Jn 20,21).

100

 Nosotros poseemos, por gracia de Dios, un alma "espiritual”.


Ella integra la mente, el cuerpo, las emociones y el alma. Le da
vida a nuestro ser. Integra nuestra personalidad. El aborto rompe
estas dimensiones humanas: el cuerpo de la mujer se deshonra y su
mente no quiere mirar al pasado. Las emociones se quiebran y se

40
desintegran y el alma se siente separada de Dios. Se produce
una confusión de identidad –"¿Sigo siendo la persona buena y
llena de amor que yo creía que era?"– y una confusión del
sentido de la vida –"¿Hacia dónde va mi vida?... Y ¿Dios qué
piensa de mí? ¿Qué pasó con mi hijo?" La sanación comienza
con el reconocimiento del hecho. Y con la confianza en la mi-
sericordia del Señor.

101

 "El sentimiento de compasión (sufrir con el que sufre, llorar con el


que llora) nos hace ver nuestra esperanza de perdón en los ojos
del amigo y nuestra rabia en sus palabras hirientes. Cuando otro
mata, sabemos que también nosotros podíamos haberlo hecho;
cuando otro da vida, sabemos que también nosotros podríamos
hacerlo." (Henri Nouiven)

102

 "Tenemos que mostramos sensibles y afectuosos para consolar a los


que sufren. Es preciso entrar en la tristeza de la otra persona,
sintonizar con su experiencia, darles seguridad, sufrir su dolor.
Una persona sin sentimientos no puede hacerlo y si insiste
bruscamente en ignorar el dolor o hacerlo a un lado, la persona
afligida no se siente comprendida. Quien vaya a consolarla, sólo
podrá ayudarla si sintoniza su experiencia. Por favor, no haga
nada, simplemente esté ahí: lo que más necesita la otra persona es
su empatía." (Sydney Callahan)

103

 "En relación con las madres y sus hijos, se nos recuerda un grupo de
seres humanos terriblemente necesitados de autoafirmación: los
no nacidos. La destrucción de vidas humanas inocentes es la forma
más definitiva de no afirmación. Pero su efecto sobre la madre no
es menos grave, puesto que ella destruye el ser que está
destinado a autoafirmarla de manera única. El aborto es una
forma de autodestrucción psíquica y, si se practica en gran escala,
tendrá consecuencias gravísimas sobre la sociedad que lo permite.
El aborto es un acto de agresión, no un acto de afirmación.
Aconsejar a una mujer que aborte es negarla –todo lo contrario
afirmarla– y empujarla aún mas hacia su soledad y aislamiento.
Es provocar una depresión que, desde nuestra experiencia, es
maligna e incurable." (Baars Corad y Anna Terruwe, psicólogos)

41
104

 La oración y la reflexión de la Palabra de Dios son un medio


importante de sanación de las heridas del aborto. Pueden descubrir
que Dios sana y perdona, que Jesús salvador murió por ellos.

105

 Muchos textos bíblicos y de la oración de los salmos expresan


pensamientos y emociones que los padres pueden compartir y en los
cuales se pueden sentir reflejados. Sin duda, pueden verse reflejados
en personajes bíblicos. En María Magdalena, que es perdonada por
Jesús. En Pedro, que lo niega tres veces y es perdonado y puesto
como piedra de la Iglesia naciente. En el apóstol Pablo, que se
transforma de perseguidor en evangelizador. En los dolores de
Raquel, esposa de Jacob, y en los dolores de María que, en Jesús, se
hace Madre de todos...

106

 El sacramento de la Reconciliación es la celebración del proceso de


sanación y de perdón.

107

 El testimonio de muchos hombres y mujeres certifica que la


fortaleza que han recibido en ¡a eucaristía los hizo capaces de en-
frentar y superar las sombras de su pecado.

108

 "Una reflexión especial quisiera tener para ustedes, mujeres que han
recurrido al aborto. La Iglesia sabe cuántos condicionamientos
pueden haber influido en su decisión, y no duda de que en muchos
casos se haya tratado de una decisión dolorosa e incluso dramática.
Probablemente la herida no ha cicatrizado en su interior. Es verdad
que lo sucedido fue y sigue siendo profundamente injusto. Sin
embargo, no se dejen vencer por el desánirno y no abandonen la
esperanza. Antes bien, comprendan lo ocurrido e interprétenlo en su
verdad. Si aún no lo han hecho, ábranse con humildad y confianza al
arrepentimiento. El Padre de toda misericordia las espera para
ofrecerles su perdón y su paz en el sacramento de la Reconciliación.
Se darán cuenta de que nada está perdido y podrán pedir perdón
también a su hijo que ahora vive en el Señor. Ayudadas por el
consejo y cercanía de personas amigas y competentes, podrán estar
con su doloroso testimonio entre los defensores más elocuentes del
derecho de todos a la vida. Por medio de su compromiso por la vida,
coronado eventualmente con el nacimiento de nuevas criaturas y

42
expresado con la aceptación y la atención hacia quien está más
necesitado de cercanía, serán artífices de un nuevo modo de mirar
la vida del hombre." (Juan Pablo II, Evangelium Vítae [El
Evangelio de la Vida], 99).

109

Ayúdame a sentir tu perdón, Señor,


para recuperar mi propia integridad.
Estoy destrozada, odio esa parte de mí
de la cual no puedo desligarme.
Debo recuperarla para volver a mi plenitud.
Injustamente te acusé de haberme abandonado,
cuando fui yo la que te cerró la puerta.
No permitas que vuelva a alejarme de ti.
No importa las pruebas que me mandes,
déjame sentir tu amor y verlas a través de él.
Ayúdame a enfrentar mi culpa
poder dejar de buscar excusas para evitar mi dolor.
Sé que me has confiado al padre John.
Confío en él y siento tu presencia cuando estoy con él.
Ayúdale a ayudarme a mí y a todas las personas
que comparten el dolor del pecado que hemos cometido.
Cuídanos, Señor, y ayúdanos a sanarnos.
Y sobre todo, cuida a nuestros hijos.
Los hemos puesto en tus manos.
Permite que María, Madre de todos nosotros,
los cuide hasta que podamos reunimos con ellos.
Cuéntale a nuestros hijos cuánto los amamos
y cuanta falta nos hacen.
Gracias, Señor. Cathy.

Oración de Cathy, quien acude a la Reconciliación y recibe en la


persona del padre John el amor misericordioso del Padre.

110

 Carta a una hija no nacida

Querida hija:

No sé por dónde comenzar. Si estuvieras aquí, sé que te abrazaría tan


fuerte que nunca más te dejaría ir. Yo lloraría y tú llorarías y no
necesitaríamos palabras, ¿verdad? Pero tú no estás aquí y es mi
culpa. Quisiera poder regresar en el tiempo para cambiar las cosas.
Pero no puedo hacerlo y no puedo hacerte regresar.

43
Tuve miedo, hija, mucho miedo. También tú debiste sentirlo porque
dicen que el niño en el seno materno siente las emociones de la
madre. Eras tan pequeña y tan indefensa, y yo te di la espalda. Lo
siento. Tenía miedo de no estar lista para ser tu mamá. Conocía a tu
papá pero a ti no te conocía. Tenía miedo de hacerle daño y de
destruir la posibilidad de un futuro feliz. Estaba confundida y fui
débil. EL corazón me decía que deseaba tenerte y que todo saldría
bien, pero no le hice caso.

Te deseaba, hija. Siempre te deseé. Quiero que me creas. Me da pena


no haber seguido los dictados de mi corazón. Por mi culpa no
podemos estar juntas en esta vida, pero algún día lo estaremos en
una mejor vida. ¿Podrías esperarme? ¿Podrías perdonarme y rezar
por mí?

Lo que estoy viviendo es muy doloroso. Pero encuentro consuelo al


saber que tú estás a salvo con Dios. Contigo están personas muy
especiales: tres de tus abuelos. Pídeles que intercedan por mí y
también por tu padre. Ayúdanos a perdonarnos mutuamente y a
perdonamos a nosotros mismos. Ayúdanos a tener fe.

Perdóname, perdóname por mi miedo y mi ignorancia. Perdóname


por mi falta de fe y de confianza en Dios. De ahora en adelante,
cuando vaya a visitar la tumba de mi abuela, pondré flores para ti
también. A ella siempre le dejo flores color lila. Creo que a ti te
gustarán las rosadas. Cuando las veas, te recordarán cuanto te amo.
Deja que tus lágrimas y mis lágrimas se mezclen con la lluvia para
mantenerlas vivas año tras año como símbolo de nuestro amor.
Adiós, hija mía, adiós. Hasta que volvamos a encontrarnos. Tu
mamá

 Somos tomos todos mortales insensatos; aceptamos lo que el mundo


nos impone, aunque el corazón nos diga que está mal. Nos sentimos
débiles, perdidos, solitarios a pesar de que todos hablan a la vez.
Qué difícil es aislar las voces. La verdad no es siempre la más fuerte.

 Le- hecho, hecho está; pero queda el dolor. Tan fuerte después de
tantos años. Pisoteado, alejado, cualquier cosa para evitar la verdad.

 ¿Estás en paz? Es mi único consuelo. Te negué la oportunidad de


vivir, hijo mío, pero no la posibilidad de amar. Mi camino es más
largo, pero encontraré la Luz. Por ahora, busca consuelo en los
brazos de Dios, mientras los míos no pueden abrazarte. (Escrito por
la madre de un hijo abortado en 1988).

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111

ORACIONES DE ESPERANZA

Padre compasivo y misericordioso, conocedor de las mentes y de los


corazones, solo tú conoces la fe de este padre y de esta madre...

Concédeles el consuelo de creer que el hijo cuya muerte lloran


está en manos de tu misericordia.

Y, por tu misericordia y tu perdón, concédele a (nombres) el don de


tu amor reconciliador.

Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y


reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los
siglos de los siglos.

R. Amén.

112

 Tú eres, Señor, autor y defensor de la vida,

Tú eres nuestra morada final.

Te encomendamos este niño (nombre) confiando en tu misericordia


y en tu amor paternal; te pedimos le concedas la eterna felicidad.

Vuelve tu mirada hacia (nombre) quien ha sufrido esta pérdida por el


pecado. Fortalécelo/la en la fe, la esperanza y el amor reconciliador.

Ayuda a (nombre) con tu misericordia y tu paz para que pueda un


día reunirse con su hijo para alabarte eternamente.

Te lo pedimos por tu Hijo, Jesucristo, nuestro Señor.

R. Amén,

113

 Señor Dios, bondadoso y solícito, confiamos a tu amor este pequeño


(nombre). Recíbelo en la vida eterna.

Te pedimos por su padre y su madre que, tristes y afligidos, acuden a


ti por la pérdida de su hijo. Concédeles fortaleza y valor, y ayúdalos
en su pena y su dolor, para que puedan un día reunirse con su hijo en
la paz de tu Reino.

Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor.

R. Amén.

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114

 El alma paterna y el alma materna vislumbran toda la entrega y


donación que significa dar vida a una persona. Y darla imitando a
Dios, cuidándola en todo momento, haciéndose cargo de ella hasta
estar dispuestos a dar la propia. ¡Cuántas personas lo viven así!

115

 Ser mamá o papá es una espera y sorpresa, pero es también cons-


tancia de todos los días, alegría en el trabajo, dolor, confianza en
Dios que se muestra como Padre misericordioso y como Madre que
es incapaz de olvidarse del hijo.

46
“Queremos reivindicar la presencia
de Cristo ya en el seno materno,
presencia que resitúa la realidad del
niño por nacer. Aquí se
fundamenta nuestro sí a la vida."
Cardenal Jorge Bergoglio

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