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Este trabajo toma como base central el sistema educativo en la Capital Federal, donde
aun no se aplica la Ley Federal de Educación.
Es por ello que además de cumplir con las exigencias curriculares de la Universidad
CAECE, pretendemos hacer un humilde aporte, que tal vez sea importante para las
autoridades educativas.
Todos los años, por el mes de abril, recibimos el llamado o la visita de algún ex alumno
que nos pide una mano; empezaron a cursar el Ciclo Básico Común y ven que la
situación los agobia.
En algunos casos se trata de una situación lógica, producto del cambio brusco de
secundario a universidad. Es así que luego de unas semanas el alumno se va adaptando
al nuevo ritmo.
Pero también hay muchos casos de alumnos que sienten el cambio como algo imposible
de sobrellevar, lo que se evidencia en un alto índice de deserción en los primeros días de
clases.
Pues bien, hecho este resumen, pasamos a considerar los temas de este trabajo.
Un ejemplo.
Tomemos el caso de un curso de 4to ó 5to año de un bachillerato de la Ciudad de Bs. As.
Son tres horas semanales, supongamos que dos horas correspondan al día lunes y una al
jueves.
En el año 2000, no hubo clases los días lunes, en las siguientes fechas:
1° de mayo, 20 de junio, 31 de julio (exámenes previos), 21 de agosto, 11 de septiembre y
16 de octubre.
Los días jueves no hubo clases el 20 de abril, 25 de mayo, 17 de agosto y el 21 de
septiembre.
A esto que hay añadirle, en el caso de un quinto año, los días correspondientes al viaje de
egresados, y los de la evaluación de la calidad educativa, además hay que sumarle
algunas clases de repaso para dicha prueba.
Todo esto sin contar actos escolares, salidas didácticas y clases que se deben repetir
porque el ausentismo hoy día es muy grande por todas las circunstancias antes
mencionadas.
En síntesis, el tiempo es escaso, las circunstancias son distintas a las de otras épocas,
pero en vez de quejarnos debemos tener en claro que mientras tanto nosotros debemos
adaptarnos a la situación y estudiar y proponer alternativas con respecto a este tema tan
primordial.
¿CTS o ejercitación?
Como ya se ha dicho al comienzo de este trabajo, el mismo no pretende ser un paradigma
(para emplear un término que nos es muy familiar luego del paso por la Universidad) de lo
que debe ser la enseñanza de la Química, sino reflexionar sobre cómo enseñamos y cómo
podemos mejorar nuestra enseñanza.
Ahora bien, hay establecido un dilema en cuanto a los contenidos: enseñamos
CTS (Ciencia, Técnica y Sociedad) o ponemos especial énfasis en lo referente a la
ejercitación.
Si centramos los programas en contenidos CTS, seguramente nuestros alumnos llegarán
en condiciones deficientes para afrontar la Universidad.
Si nos centramos exclusivamente en ejercitación y problemas, es muy factible que los
alumnos no establezcan muchas relaciones entre la Química y el Mundo que los rodea.
Es así que existen alumnos que pueden resolver perfectamente problemas de todo tipo
(ácido- base, redox, estequiometría), escribir estructuras electrónicas, explicar qué
derivados origina el benceno y la posición de los sustituyentes, etc.
¿Pero esto significa que comprendan esos temas?
Seguramente no.
¿Es culpa de ellos?
No, así se los instruyó y así estudian.
¿Pero si logran buenos resultados, qué más pedir?
Esto nos hace acordar a un artículo del Dr. Mario Bunge, escrito en el Diario “La Nación”,
sobre los “pasadores de exámenes”, alumnos buenos o muy buenos, en algunos casos
con notas excelentes en las evaluaciones.
Después a olvidar y a preparar la mente para el examen que viene.
Aplicación de los conocimientos adquiridos: nula.
¿Y el enfoque CTS?
Es realista, seductor por el interés que puede propiciar al alumno por la Ciencia.
Pero comprender al Mundo, algo que concierne a todos los ciudadanos, no es lo único.
Tambien tenemos que desempeñarnos en él y para ello seguimos una carrera
universitaria.
Y es entonces donde nos exigen todo tipo de temas que implican una gran inversión
cognitiva: muchos problemas, mucha ejercitación.
¿Entonces eso significa estudiar Química en forma abstracta, alejada de la realidad?
Por supuesto que ese no es nuestro objetivo.
¿Qué proponemos?
Dice Aristóteles que la virtud es un justo medio entre dos extremos.
Basar nuestra enseñanza exclusivamente en CTS nos quita tiempo en el análisis de temas
primordiales en la prosecución de los estudios.
Por otra parte centrarnos en ejercitación extrema, problemas, ecuaciones, estructura
electrónica y sobre todo si estos son enseñados de manera abstracta y cerrada, nos
alejan de la realidad.
Creemos que se pueden conciliar las dos orientaciones señaladas.
Por ejemplo en el tema combustión, podemos tratar el tema del calentamiento global del
Planeta como consecuencia de las emisiones de dióxido de carbono; el de la producción
de monóxido de carbono; la dependencia exclusiva de la Sociedad del uso de
combustibles fósiles; el uso de fuentes alternativas de energía, etc.
No tiene sentido que los alumnos analicen temas muy complejos relacionados con la
concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, la energía de enlace carbono-
oxígeno en la molécula. Sí tiene sentido la discusión sobre si en realidad hay un aumento
en la temperatura global.
En resumen: tomamos un tema, lo explicamos relacionándolo con la realidad
macroscópica, nos centramos en una ejercitación suficiente pero no excesiva y hacemos
alguna experiencia sencilla acorde con el tema tratado.
Y algo importante, enseñamos Química, no Matemática, que el alumno razone cuando
escriba una ecuación, lo que ésta representa, su correspondencia con la realidad.
Y esto es conveniente que lo tengamos siempre presente, tanto nosotros como nuestros
alumnos.
Merceología ¿Por qué se eliminó?
Si se preguntara a los profesores de nuestra especialidad, qué les parecía la asignatura
Merceología, seguramente muchos dirían que era la Química más linda del secundario.
Incluso muchos ex alumnos tienen un recuerdo
grato de esta materia.
¿Y qué pasó?
Allá por el año 1988, un grupo reducido de profesores de unas pocas escuelas (¿elegidos
con qué criterio?) decide eliminar Merceología de los planes de estudio de los colegios
comerciales.
Así se sacó Merceología de cuarto y quinto año, incrementándose de dos a cuatro la carga
horaria de Elementos de Fisicoquímica.
A su vez se reestructuró el programa de esta última, en este caso con buen criterio, pues
los contenidos que tenía requerían de conceptos matemáticos que el alumno no poseía.
Sin embargo, como comentaremos más adelante, este
nuevo programa en muchos casos no es respetado.
¿Qué se perdió con Merceología?
Si fueramos egoístas diríamos fuentes de trabajo para los profesores de Química.
Pero reflexionando en función del alumno y futuro egresado, se dejó de lado una
asignatura hermosa, precursora de lo que ahora llamamos enfoque CTS, donde el alumno
aprendía Química y su relación con otros aspectos de la Sociedad: por ejemplo
alteraciones y adulteraciones más comunes de una mercadería, su producción, variedades
comerciales, etc.
El alumno de Comercial tenía una base, por si al final de sus estudios decidía seguir otra
carrera no relacionada con la especialidad de su colegio secundario.
La misma reestructuración mencionada dejó dos horas de Física en cuarto año. Dos horas
descolgadas donde los profesores “dan” un resumen de la materia y que parece ser un
aporte a la cultura general del alumno. Los mismos docentes muchas veces dicen:”Y
bueno, no me puedo poner en exigente en una materia que no tiene mucho que ver con la
especialidad que los chicos eligieron”.
Resumiendo, hoy en día en un colegio comercial, el alumno estudia un poco de Química
en tercero (y si se respeta el programa) y nada más.
A todo esto no viene mal una acotación: este año, en la periódica evaluación de la calidad
educativa que hace el Ministerio de Educación, se tomó por primera vez en todos los
colegios del país Física y Química.
Imaginen con la descripción anterior, que el alumno de quinto año de Comercial, no llega
con un gran caudal de conocimientos, no porque se le ha dejado de enseñar, sino porque
los temas los ha visto hace tiempo, y tiene en su cabeza muchísimos temas relacionados
con su especialidad (economía, contabilidad, derecho, impuestos), por lo tanto no se
puede esperar un buen rendimiento.
Y esto último nos lleva a otra reflexión: ¿Por qué no se evaluó Contabilidad?
El laboratorio
La Química es una ciencia experimental y una de las maneras de evitar su
“matematización” es concurrir al laboratorio, cuando el tema a desarrollar así lo requiera.
¡Qué mejor que dibujar y explicar con palabras una destilación, es hacerla en el
laboratorio!
Una reacción de oxidación es muy simple y fácil de realizar experimentalmente. Y a partir
del hecho experimental plantear las ecuaciones correspondientes. Luego sí explicar los
métodos deductivos que nos permiten conocer las fórmulas de las sustancias químicas,
las que coinciden con las determinadas por los correspondientes métodos experimentales
(difracción de rayos X, espectroscopía, etc.)
Ahora bien, hemos comentado con anterioridad que para muchos superiores, la calidad de
la enseñanza de la química coincide con el número de veces que concurrimos al
laboratorio.
Creemos que el número de prácticas debe ser el que corresponde con los temas tratados,
con el tiempo que se tenga y con la infraestructura de espacio y materiales disponibles.
La cátedra de Química del CBC de la UBA decide (en el primer cuatrimestre de 1998)
tomar una prueba diagnóstico conteniendo preguntas pertenecientes al curriculum de la
escuela media.
Los resultados de este trabajo son publicados en el volumen n°5 de “Educación en la
Química”, revista de la Asociación de Educadores en la Química de la República
Argentina.
Así la publicación nos informa que las preguntas formuladas no requerían cálculos
elaborados, y que se la administró a 323 alumnos de los 7800, distribuidos en las
diferentes sedes y horarios en que se dicta la materia.
La nota media obtenida fue 3,40 sobre 10.
Así por ejemplo, a un problema donde hay que calcular un volumen a partir de datos de
densidad y de masa, el porcentaje de respuestas correctas es del 47%.
Y cuando se pide que se deduzca el estado de agregación de una sustancia a partir de los
datos de sus puntos de fusión y de ebullición, el porcentaje de respuestas correctas es del
59%.
Tal como concluye el trabajo, y como surge de su resultado, es decepcionante que un
problema que involucra un simple despeje en una sencilla igualdad sea respondido
incorrectamente por un porcentaje tan alto de alumnos.
En la segunda pregunta (El punto de ebullición del etanol es 78,3 °C y su punto de fusión
es 117,3°C. Determinar en qué estado se encuentra la sustancia: a) a temperatura
ambiente, b) a –120°C, c) a 80°C) , el porcentaje de respuestas correctas aumenta, lo que
supone que las nociones de punto de fusión y de ebullición y el estado de un material
respecto a éstos a una determinada temperatura plantea menos dificultades al alumno, tal
vez, como destacan los autores, por no tener involucrados cálculos matemáticos del tipo
de la primera pregunta. No obstante, es muy alto el porcentaje de respuestas incorrectas,
para una pregunta tan sencilla para alumnos que terminaron la secundaria.
Pues bien ¿cómo es posible que un alumno que ingresa a la Universidad no sepa resolver
un problema como el de la primer pregunta?
Para nosotros, profesores de Química en tercer, cuarto y quinto año no es una novedad,
porque son las mismas dificultades que observamos al tratar los temas en los colegios.
¿Se han convertido en “burros”la mayoría de los alumnos?
No, seguro que no y en última instancia ellos no son los responsables.
¿Los culpables son nuestros colegas los profesores de Matemática?
Tampoco, seguramente cuando en su momento ellos enseñaron el tema, ejecitaron y
repasaron lo suficiente hasta que los alumnos lo aprendieron.
Lo mismo sucede en nuestro caso, los alumnos estudian, practican y aprueban la
evaluación respecto a un tema, pero después sucede que en una instancia posterior no lo
saben aplicar o lo hacen mal como lo demuestra el tipo de pruebas que estamos
comentando.
Hay otro ejemplo muy elocuente, que tuvo mucha difusión y que viene bien reiterarlo en
esta oportunidad.
El entonces decano de Medicina de la UBA, Guillermo Jaim Echeverry, decide tomar una
prueba diagnóstica similar a la comentada anteriormente, a alumnos de primer año de la
carrera.
Una de las preguntas del examen era: ¿Cuántas moléculas de agua hay en 18 g de esa
sustancia?
Echeverry planteaba, al conocer los resultados, que si bien es una pregunta básica y
sencilla de responder, por lo menos quien no la supiera contestara
haciendo uso del sentido común: muchísimas, billones, trillones, etc. Aunque un alumno
haya olvidado el significado del número de Avogadro y su valor, con muy poco
razonamiento, sabiendo que una molécula de agua es enormemente pequeña, en 18g de
agua debe haber una cantidad fantástica de moléculas de esa sustancia.
Pero grande fue su sorpresa cuando una gran cantidad de alumnos respondió que en 18g
de agua hay una molécula de esa sustancia. La llamó a esa “la pregunta del moleculón”.
Ahora bien, quienes respondieron así tal vez tenían algún concepto difuso del tema,
seguramente muchos confundieron mol con masa molecular relativa, pero como planteó el
Dr. Echeverry, un modesto razonamiento los podía hacer concluir que esa no era la
respuesta indicada.
Y volvemos sobre lo anterior, cuantas dificultades tenemos los profesores de Química al
enseñar este tema en cuarto año, debemos repasar lo que es notación científica y hasta
debemos enseñar como usar la calculadora científica.
¿Y entonces?
Creemos que el error es enseñar un tema, ejercitarlo y evaluarlo, y no tocarlo nunca más.
Si se seguiría practicando notación científica en los otros temas que siguen en los
programas de Matemática, no habrían estos inconvenientes (el tema notación científica se
estudia en la mitad del programa de segundo año).
Hoy en día hay muchos alumnos que son excelentes aprobadores de exámenes, tal como
lo narraba el epistemólogo Mario Bunge en un artículo
en el diario “La Nación”, aprenden un tema, pasan la evaluación y después a olvidar y
seguir el proceso con el tema siguiente.
Los temas que se aprenden deben ser aplicados continuamente, se deben utilizar algunos
minutos de cada clase a hacer repasos y cada tanto un repaso general de todos los temas
estudiados.
Esto insume tiempo, pero es preferible a que los alumnos olviden o pierdan los
conocimientos adquiridos.
¿Qué sentido tendría así la tarea educativa?
Encuesta a los alumnos del Ciclo Básico Común de la Universidad de Buenos Aires
(octubre de 2000, con el 1er parcial rendido y calificado)
Así las cosas, se decidió realizar un sondeo a los alumnos de la Asignatura Química del
CBC de la UBA.
Con la valiosa ayuda del tutor de este trabajo, Dr. Erwin Baumgartner y de los docentes de
las distintas sedes, se distribuyó una encuesta de nueve preguntas.
La muestra consta de cuatrocientos nueve alumnos distribuidos en las sedes: Ciudad
Universitaria, Avellaneda, San Isidro, Drago, Paseo Colón, Merlo y Paternal.
3-¿Trabajás? Si No
4-¿Si trabajás, cumplís una jornada laboral de? 6hs o menos 6hs o más
Si bien los que no trabajan tienen un mejor rendimiento, la diferencia no es tan grande
con los que trabajan.
Que la opción más elegida sea que el secundario no prepara para la Universidad acuerda
con los resultados de la pregunta anterior, donde un 70% considera que la enseñanza de
la Química es mala o regular en la escuela media. Es lógico deducir que una cosa es
consecuencia de la otra.
Se dedican pocas horas en los planes de estudio a la asignatura Química: es algo en que
coincidimos docentes y alumnos, con la carga horaria actual no es suficiente, hay temas
que ni se llegan a desarrollar y el choque es terrible cuando se los debe aplicar en la
Universidad.
Que un 23% reconozca que estudió poco en el secundario o en el CBC nos trae aparejado
un doble sentimiento, por una parte es un rasgo de sinceridad poco frecuente en cualquier
persona, lo más fácil es echarle la culpa al otro; pero, por otra parte ¿por qué estudió
poco?
Las razones pueden ser diferentes, en el secundario prevalezca tal vez la falta de
motivación o tal vez la materia haya sido desarrollada en forma totalmente alejada de la
realidad, como decíamos en otra parte, como una especie de matemática, con símbolos
además de números.
En la Universidad tal vez lo que haya desanimado al alumno es no poder seguir el ritmo,
algo de lo que se quejan también los alumnos en esta encuesta. Y ese punto se lo
dejamos a los profesores de la Universidad y del CBC en particular, lo importante es lo
que el alumno aprende y no lo que se le dé, uno no sólo es buen profesor si puede
“escupir” miles de palabras por clase.
Un 21% reconoce que se pierden muchas horas de clase en el secundario, es algo
indiscutible, y además debemos tener en cuenta las ausencias que en algunos casos son
justificadas y ajustadas a Estatuto, pero que interfieren negativamente en el proceso
educativo.
El 13% considera pobre el nivel de los profesores en el secundario.
Consideramos que no se puede generalizar, hay algunos docentes que no se actualizan,
que no concurren al laboratorio con sus alumnos, que incluso llegaron a dar la materia
porque el director los llamó porque se fue el profesor de Química, entonces llamó al de
matemática, física o biología; pero hay muchos que dominan ampliamente la materia, se
actualizan, están al tanto de las novedades, etc.
Es responsabilidad de los directivos que en ésta como en otras materias estén al frente
personas capacitadas y que se prepararon para ello.
También es función de las supervisiones verificar que los cursos estén a cargo de
personas idóneas.
Nueve por ciento de los consultados no tuvo Química en el secundario,
generalmente se trata de alumnos que estudiaron en un colegio comercial y sólo en tercer
año tuvieron “Elementos de Fisicoquímica”.
Por supuesto que si siguieron en un colegio comercial no se puede pretender dedicarle
muchas horas a materias que no sean las de su especialidad, pero el solo hecho que su
título le permita inscribirse en cualquier facultad, hace necesario que el alumno tenga una
base de estas materias en el último año de estudios.
La realidad es indiscutible, si un alto porcentaje de egresados de los colegios comerciales
sigue Medicina, Farmacia u Odontología es necesario que exista la asignatura Química en
sus planes de estudios. Algo que existía en otros tiempos, tal como lo mencionamos en
una parte de este trabajo.
También un nueve por ciento de los alumnos señala que la materia está mal dada en el
CBC.
Tal vez influyan sentimientos por no haber aprobado un examen, pero quizás el profesor
en algunos casos no se adapta a esta clase de alumno intermedio entre secundario y
universitario.
El dar la materia rápido no da “chapa “de buen profesor, si lo da ser claro y ponerse como
meta que el mayor número de alumnos comprenda el mayor número de temas, por
supuesto en un tiempo razonable.
También pensamos que de esta manera el CBC se sacaría de encima el estigma que lo
persigue y que usan como excusa muchos estudiantes: un filtro, para eliminar la mayor
cantidad de alumnos que sea posible.
Un cuatro por ciento no ve la relación de la Química con la carrera que eligió.
Algo que se da mucho en estudiantes de carreras relacionadas con la computación, que
es comprensible. Tal vez se les asignó esta asignatura por cuestiones que tienen que ver
con el razonamiento más que por sus contenidos.
OPCION NUMERO DE
RESPUESTAS
SECUNDARIO NO PREPARA PARA LA UNIVERSIDAD 311
SE DEDICAN POCAS HORAS A QUIMICA EN LOS PLANES DE ESTUDIO 118
DEL SECUNDARIO
ESTUDIE POCO EN EL SECUNDARIO Y/O EN EL CBC 95
SE PIERDEN MUCHAS HORAS EN FERIADOS, ACTOS, HUELGAS 85
NIVEL CONOCIMIENTOS DE LOS PROFESORES ES POBRE 53
NO TUVO QUIMICA EN EL SECUNDARIO 38
QUIMICA ESTA MAL DADA EN EL CBC 38
NO LE GUSTA QUIMICA, PORQUE NO VE RELACION CON LA 16
CARRERA QUE ELIGIO
Enseñar a razonar fue la opción más elegida (41% de las respuestas, 73% de los
encuestados).
Algo que es una de las grandes fallas de nuestro colegio secundario.
El alumno sabe que el razonamiento será la mejor herramienta para aprender y tener un
desempeño bueno en su carrera y es en la instancia universitaria donde se da cuenta que
sólo con un correcto razonamiento podrá entender los temas y resolver situaciones
problemáticas.
Más ejercitación es la opción que sigue (26% de las respuestas, 47% de los encuestados).
La abundancia y variedad en la ejercitación son aliados muy importantes para lograr un
buen rendimiento en cualquier estudio.
Parece una obviedad, pero a veces por programas muy extensos, falta de tiempo o
profesores muy estructurados que temen atrasarse es algo que no siempre se cumple en
la escuela media.
Más prácticas de laboratorio constituye una opción que representa el 20% de las
respuestas (35% de los consultados).
La escasez (en algunos casos la nulidad) de prácticas de laboratorio hace perder la
esencia de la Ciencia Química.
Ya no se trata de algún alumno de secundaria que quiere ir al laboratorio porque piensa
que es más divertido o porque en el aula se aburre. Son alumnos que empiezan la
Universidad, que tienen como prioridad aprender y entender, porque eso le permitirá
aprobar los exámenes y perciben que la realización de trabajos prácticos con su posterior
análisis permitirá una mejor comprensión de los temas de la asignatura (claro que recién
aquí se dan cuenta de lo necesario que hubiese sido tener experimentación en el
secundario).
Por último un 23% de los encuestados (13% de las respuestas), considera que debe haber
una mayor conexión con temas de la vida cotidiana.
Tratar de comprender el mundo desde el punto de vista de nuestra asignatura, nos lleva
no sólo a conocer los hechos, materiales, procesos que nos rodean, sino que ayudan a un
mejor aprendizaje de los mecanismos, leyes, estructura de la materia y demás cuestiones
con las que están vinculados.
Es así que establecer esas relaciones no sólo facilita el estudio y la comprensión, sino
también puede generar en el alumno placer por aprender.
MEDIDA ELEGIDA PARA EL PORCENTAJE DEPORCENTAJE NUMERO DE
SECUNDARIO ENCUESTADOS DE RESPUESTAS
RESPUESTAS
MAS EJERCITACION 47 26 193
MAS CONEXIÓN VIDA DIARIA 23 13 94
35 20 144
MAS PRACTICAS
LABORAT.
ENSEÑAR A RAZONAR 73 41 300
Sintetizando:
Pocos alumnos hacen comentarios adicionales, lo que nos lleva a reflexionar que puede
ser debido a dos circunstancias: o la encuesta fue bien concreta o la mayoría no tuvo
interés en añadir nada.
Los comentarios se refieren muchas veces a cuestiones del CBC y no del secundario.
Muy pocos alumnos dicen que también ellos tienen parte de responsabilidad en sus
dificultades (algo que se da en todas las edades, en todas las profesiones, incluida la
docente, en todos los órdenes de la vida: toda la culpa de mis problemas la tienen los
otros, infantilismo que le dicen).
En los comentarios adicionales se reafirman los datos del cuestionario principal, en el
sentido de la mala imagen del profesor de secundaria.
Se pide a los docentes del CBC mayor contemplación en la corrección de exámenes,
coherencia entre clases de ejercitación y lo que se toma en los parciales y dar más tiempo
para comprender los temas.
1-¿Qué temas te resultan más díficiles de desarrollar?¿Cuáles pensás que son las causas
de ello?
Estructura atómica, equilibrio químico, formuleo, magnitudes atómico-moleculares. En
general temas muy abstractos, con dificultad para motivar al alumno
Una colega lo sintetiza con un ejemplo: “la masa del mol de sacarosa no es para mis
alumnos algo que los desvele”.
3-¿Cuáles son las causas del gran bache entre secundaria y universidad?
a-Materias mal dadas en el secundario
b-Demasiado alto el nivel en la universidad
c-Los alumnos no están habituados a estudiar
d-Los alumnos no están habituados a razonar
e-Poco tiempo disponible para la materia en el secundario
f-Otras
Hay coincidencia en que los alumnos no están habituados a razonar y a estudiar y que el
tiempo disponible en el secundario para la materia no alcanza.
Dice un profesor: “El bache reside en las actividades demasiado abstractas en el
secundario, o con resoluciones mecánicas, además del escaso nivel de abstracción en los
alumnos”.
Una profesora señala que en la secundaria, si un alumno no sabe un tema básico se lo
explica antes de retomar el tema principal (si el alumno no sabe despejar, se lo enseño,
aunque no es mi función lo debo hacer para continuar con mis temas). Todo ello en la
universidad no ocurre.
11-¿Podés hacer un punteo de los temas que enseñás y de los que por una razón u otra
no lo hacés?
En general los temas que se tratan son: sistemas materiales, tabla periódica, configuración
electrónica (en forma básica, sin profundizar en regla de Hund o Principio de Pauli),
formuleo, gases, soluciones, estequiometría, reacciones Redox, hidrocarburos (básico, sin
extenderse en cuestiones que se verán a lo largo del año). Isomería.
Funciones químicas (grupos funcionales, nomenclatura, propiedades básicas).
Aminoácidos, glúcidos, lípidos, proteínas.
Hay algunos docentes que prefieren no profundizar tanto desde un principio el tema
formuleo, ya que se avanzará en él de todas formas a lo largo del año.
Orbitales, subniveles es un tema que muchos docentes prefieren darlo de manera básica,
ya que la experiencia indica que para el alumno es muy abstracto, que puede “recitar”,
como dice una colega, la regla de las diagonales, escribir correctamente configuraciones
electrónicas por subniveles y orbitales, pero no tener la más pálida noción de lo que ella
representa.
En hidrocarburos la situación es similar a la de fórmulas en Inorgánica, estudiar los
lineamientos básicos pero no utilizar mucho tiempo en cuestiones que se complementarán
a medida que se avance en el programa.
Funciones químicas: conocer los grupos funcionales, nombrar los compuestos, pero no
detenerse en mecanismos de reacción y en numerosas propiedades o reacciones que
hacen el tratamiento de los temas muy enciclopedista.
Además esto último nos permite llegar a tiempo con los temas glúcidos, lípidos, proteínas,
con gran conexión con la vida cotidiana e interesantes para los alumnos.
Todos responden afirmativamente. Algunos dicen que las clases en el laboratorio las
limitan debido a la inmadurez de algunos alumnos, que las toman como un momento de
esparcimiento en vez de una clase para aprender.
Se mencionan visitas didácticas, análisis de artículos periodísticos y realización de
monografías.
Algún docente nos dice en este último caso que el alumno tiende a bajar íntegro algún
archivo de Internet o de alguna enciclopedia como la Encarta.
Para evitar esto último es efectivo ponerle pautas adicionales a los trabajos, como por
ejemplo: limitar su extensión, pedir un número determinado de fuentes, solicitar cuando
sea posible una opinión personal, etc.
Las respuestas son variadas: no, sí, en algunos alumnos. en algunos temas.
Por supuesto que el interés del alumno va a estar influenciado por muchos factores, por
ejemplo: forma de dar la materia por parte del profesor, el tema que se estudie, los
recursos utilizados, la vinculación que tenga ese tema con la vida cotidiana, la realización
de experiencias, que sea un tema muy abstracto, etc.
Respuestas variadas: 60, 70, 80 %. Podemos pensar que se entendió la pregunta como
¿Qué porcentaje aprueba la materia?
Esto lo explicamos porque la experiencia nos muestra que surgen dificultades al principio
de analizar ciertos temas, las cuales en mayor o menor medida se van zanjando a medida
que vamos avanzando en los mismos.
Por lo tanto es posible que sin dificultad sea un número menor a los señalados el que
apruebe la materia.
Todos los consultados trabajan en colegios de Capital Federal y sólo dos de ellos lo hacen
en el polimodal de la provincia de Bs As en la especialidad Ciencias Naturales.
17-En un cuestionario relacionado, presentado a los alumnos que cursan Química del
CBC de la UBA, frente a la pregunta ¿Cuáles creés que son las causas del elevado
porcentaje de fracasos de Química en el CBC, una gran mayoría marca la respuesta “El
secundario no prepara para la Universidad”.
Podés dar una opinión sobre esto, por ejemplo:
a-Estoy de acuerdo
b-Creo que no es así
c-No es función del secundario preparar para la Universidad
d-Otras (especificalas)
Conclusiones finales
En otras épocas, había igual cantidad de horas de Química, y con lo que se aprendía en el
secundario se cursaba la Universidad con buen rendimiento¿Qué vienen a hablar que el
tiempo para la materia no alcanza?
Es cierto, pero los tiempos cambian, la escuela, los alumnos, la sociedad, el país, la
familia, en aquellas épocas eran otros.
Todos recordamos lo que era prepararse para el examen de ingreso al secundario, lo que
uno tenía que estudiar para los examenes bi, tri o cuatrimestrales.
Sin embargo en esas épocas los problemas de disciplina no existían y si se producían se
solucionaban rapidamente. Habían menos días de clases, con más feriados y sin embargo
se aprendía más que ahora.
El colegio secundario es mucho más que un lugar de enseñanza, también cumple una
importante función social.
Algo en lo que estamos totalmente de acuerdo. El profesor universitario, en general, no
considera si determinado alumno fracasó por problemas familiares, porque quedó
embarazada o fue papá, porque tiene que trabajar para mantener la familia. Y es lógico
que estos factores no influyan en las calificaciones (sí es contradictorio que no le interese,
sobretodo en un ambiente calificado de sensible hacia los problemas sociales).
Todo lo contrario ocurre en nuestro secundario. El docente cumple un rol social importante
de contención, de consejero, de ayuda.
Y esta función, que ennoblece espiritualmente al docente, influye en un menor rendimiento
de los cursos a su cargo.
Para complementar estas reflexiones citamos a Serafín Antúnez, quien nos dice en su
libro “El Proyecto Educativo de Centro”: “Se pide a las escuelas que proporcionen
instrucción y desarrollen en sus estudiantes capacidades múltiples y diversas; que sean
capaces de transmitir determinados valores, de interiorizar en sus alumnos unas
determinadas normas, de fomentar un conjunto de actitudes, que se relacionen
adecuadamente con el entorno, que se administren económicamente, que se gobiernen,
que se autoevalúen, que integren en su labor a otros miembros de la comunidad escolar,
que den respuesta adecuada a la diversidad, que generen prestaciones de carácter
complementario y asistencial, que solucionen sus conflictos, que………… “
A modo de despedida
Para terminar queremos señalar que este trabajo trató (y creemos que lo logró) de
emplear un lenguaje llano, y no palabras y frases grandilocuentes.
Fue nuestra intención considerar los temas como lo hacen los docentes en sus charlas
desacartonadas, “de sala de profesores”.
Tal vez en muchas cosas nuestros colegas no concuerden, pero lo importante es
reflexionar sobre nuestra profesión, para que el trabajo diario permita que los jovenes
estudiantes puedan en el futuro sacar provecho de lo aprendido en su paso por nuestras
aulas.
Bibliografía
M.Angelini y otros “Bajos rendimientos académicos, ¿Una percepción equivocada?”
Educación en la Química, Volumen 5, Nro 2, Agosto 1999.
Serafín Antúnez
“El Proyecto Educativo de Centro”
Editorial Graó, 1998.
R. Chang
“Química”, 6ta Edición, 1999.
1¿Qué temas te resultan más difíciles de desarrollar?¿Cuáles pensás que son las causas
de ello?
2 Ante la falta de tiempo ¿qué temas no tratarías?
3¿Cuáles pensás son la o las causas del gran bache entre Secundaria y Universidad?
a-Materias mal dadas en el Secundario (en promedio, no en tu caso particular).
b-Demasiado alto el nivel en la Universidad.
c-Los alumnos no están habituados a estudiar.
d-Los alumnos no están habituados a razonar.
e-Poco tiempo disponible para la materia en el secundario.
f-Otras (especificalas)
4-¿Creés que demasiados problemas y formuleo “matematiza” la materia y hace perder la
correspondencia de los temas con la vida cotidiana?
5-¿El enfoque Ciencia-Tecnología-Sociedad, debe ser prioritario, accesorio?
6-¿Qué críticas hacés con respecto a la forma con que te enseñaron la asignatura en el
secundario?
7-¿Qué críticas tenés con respecto a la formación que te dio el Profesorado?
8-En tu opinión, un alumno que aprueba química en tu escuela, termina sabiendo de la
materia:
Nada Poco Algo Lo suficiente Mucho
9-¿Cuál es tu sensación respecto a lo que terminan sabiendo los alumnos de otros
colegios?
Nada Poco Algo Lo suficiente Mucho
10-¿En qué años o ciclos enseñas Química?
11¿Podés hacer un punteo de los temas que enseñas y de los que por una razón u otra no
lo hacés?
12-¿Utilizás algunos recursos didácticos (fuera de tiza y borrador), como profesor?
13¿Notás en tus alumnos falta de interés por la materia?
14¿Qué porcentaje de alumnos aprueba sin dificultad la materia?
15¿Conocés el programa de Química del CBC?
16¿Si enseñas en el polimodal, en qué trayecto lo hacés?
17 En un cuestionario relacionado, presentado a los alumnos que cursan Química en el
CBC de la UBA, frente a la pregunta¿Cuáles creés que son las causas del elevado
porcentaje de fracaso de Química en el CBC, una gran mayoría marcó la respuesta: “El
secundario no prepara para la Universidad”. Podés dar alguna opinión sobre esto, por
ejemplo:
a-Estoy de acuerdo.
b-Creo que no es así.
c-No es función del secundario preparar para la Universidad.
d-Otras (especifícalas).
Hola.
Te solicitamos responder este sondeo. Sus resultados serán tenidos en cuenta como un
aporte para el mejoramiento de la enseñanza de la Química en el colegio secundario.
Podés poner tu nombre, apellido, apodo o sí querés dejá la hoja en forma anónima.
En las preguntas en las que hay varias opciones, marcá con una cruz la que se ajusta a tu
respuesta.
1.- ¿Qué carrera elegiste?
2.- ¿En qué clase de colegio, privado o estatal, estudiaste?
3.- ¿Trabajás? Si No
4.- ¿Si trabajas, cumplís una jornada laboral de? 6hs o menos Más de 6hs
5.- ¿Si estás cursando el CBC en la UBA, como te fue en Química?
1er parcial Aprobado Desaprobado
2do parcial Aprobado Desaprobado
Final Aprobado Desaprobado
6.- ¿Cómo fue para vos la enseñanza de la Química en el secundario?
Mala Regular Buena Muy buena
7.- ¿Cuáles creés que son las causas del elevado porcentaje de fracaso de Química en el
CBC?
( Podés marcar más de una opción)
a- El secundario no prepara para la Universidad.
b- Se le dedican pocas horas a la materia en los planes de estudio del secundario.
c- El nivel de conocimento de los profesores del secundario es muy pobre.
d- Se pierden muchas horas de clase en feriados, actos, huelgas, etc.
e- Personalmente no tuve Química en el secundario.
f- La materia está mal dada en el CBC.
g- En algunos casos, como el mío, no me gusta Química porque no veo relación con la
carrera que elegí.
h- Otras causas (por ej: estudié poco en el secundario, estudié poco en el CBC).
http://alipso.com/monografias/buena_quimica/