Alan “Eidur” Cousland - Eidur Sunfire

Alan nació en Moth, en el seno de un grupo de “Les Zigeuner”.

En concreto, la madre de Alan, Leah Riverfell, había encandilado con sus sensuales danzas a un
soldado de Arkángel llamado Euron Cousland, establecido en la ciudad de Torda.
Después de la primera vez que compartieron lecho, el soldado apuntaba en el calendario cada
año las fechas en la que la caravana pasaba por la ciudad, para pedir permiso esos días.
Cuando al final cumplió con su tiempo obligatorio en el ejército, Euron Cousland decidió
quedarse y compartir la vida con Leah, antes que volver a la capital, abandonando así una
herencia y unas tierras que se suponía serian para él.

Alan fue un niño inesperado, el segundo de la pareja por detrás de Lila “Maná” Cousland, que
tenía cinco años más que él, pero no por eso menos querido. Por alguna razón, el bebé era una
especie de pozo anímico: Cuando reía, a todos se les escapaba la sonrisa, y cuando lloraba a la
gente se le caía el alma a los pies.

Cuando creció, la caravana se percató de otra peculiaridad: Lo que habían creído que era una
simple marca de nacimiento en el pecho del chico, resultó ser una especie de dibujo, un
“tatuaje” por llamarlo de alguna manera, que crecía y cambiaba con él. No es que se moviera
delante de uno mismo, incluso a alguien que lo viera cada día, le costaría darse cuenta, pero el
dibujo tenía cada vez más líneas, y se extendía cada vez más por el cuerpo.

Los ancianos del clan no sabían a qué atenerse, y estuvieron un tiempo atemorizados,
pensando que quizá sería una marca del diablo, pero no pasaba nada extraño, y como se ha
mencionado antes, se hacía querer.

Creció aprendiendo las artes de su pueblo y su cultura. En concreto pasaba mucho tiempo con
una de las ancianas, que le enseñó a echar las cartas y los misterios del ocultismo. De su
hermana mayor aprendió a dibujar, y su padre le consiguió una harmónica como la suya y le
enseñó a tocarla. Su madre, en cambio, le enseñó miles de adivinanzas, trucos y juegos
mentales: Por ejemplo, algunos días le ordenaba contar una cosa distinta, por ejemplo, las
personas que visitaban la carreta-tienda, y por la noche le preguntaba cuántas de ellas habían
sido mujeres, o cuantos habían venido en pareja, y cuántos de ellos tenían ojos azules; otros
días le proponía un misterio a resolver, como un asesinato, o descubrir a una de toda una lista,
dando muy pocos detalles, tan pocos que pareciera imposible.

Su vida fue casi como la de cualquier otro niño, hasta que sus poderes psíquicos “despertaron”
de forma accidental. Estaba durmiendo con los otros chicos en una de las caravanas, cuando su
compañero de litera Anders le despertó dándole golpes desde abajo. Alan se asomó, ofendido
porque le hubieran despertado a media noche, para encontrarse con la aterrada cara de su
amigo, que le hacía señales para que guardase silencio. Así lo hizo, y cuando empezaba a
perder la paciencia, lo escuchó: Una voz sibilante, que parecía venir de muy lejos, susurraba el
nombre de Anders. Cuando prestó más atención, se dio cuenta que de hecho venía desde
debajo de las literas, algo que su amigo sabía desde hace rato.
Entonces fue cuando Anders hizo lo que no había que hacer: Mirar debajo de la cama.
El cuerpo del chico fue succionado de forma violenta, sin darle tiempo a gritar ni a defenderse.
El que sí que gritó fue Alan. Todos los niños se despertaron, y de hecho, todo el campamento,
pero no tanto por el grito, sino por el inexplicable terror que padecieron todos de golpe. Todo
se sumió en el caos, muchos de Les Zigeuner huyeron sin sentido, lo más lejos posible, otros se
metieron en los escondites más recónditos que encontraron, las parejas se abrazaban de puro
terror. Fueron solo unos minutos, hasta que Lila –la hermana mayor de Alan, que siempre
había sido inmune a sus lágrimas de cocodrilo – llegó hasta su hermano y le abrazó. De golpe
todo se calmó, incluso Alan, que después de susurrar el nombre ancestral de su hermana,
Maná, cayó rendido.

No se sabe porqué Lila supo que el origen de aquello era su hermano, ni como lo paró. Al día
siguiente explicó la situación a los ancianos, y a la familia de Anders.

Nadie les echó de allí, de hecho les rogaron que no se fueran, pero los Cousland dejaron la
caravana una semana después. Se dirigían, por sugerencia de Lila, a Phaion Eien Seimon, para
buscar un barco que les llevase a Lannet. Quizás allí los Onmyoji pudiesen ayudarles.

Aunque no eran pobres, ni lo habían sido nunca, no tenían dinero para pagar cuatro pasajes en
un barco de pasajeros, y ningún capitán de barco comercial parecía querer llevarlos. Cuando ya
habían perdido la esperanza, encontraron quien les llevara: Hamil Aman, un Kushistaní dueño
de un mercancías al que al parecer obligaban a salir de viaje con la bodega medio vacía, y
necesitaba el dinero de los pasajes.

Cuando ya estaban en el barco, y a punto de zarpar, unos hombres armados subieron al barco,
escoltando a un hombre joven, cuya característica más extraña era que por debajo del
sombrero se adivinaba el color verde de sus cabellos, y amenazaron a Hamil. Por lo visto, éste
les debía dinero. El hombre mandó a sus hombres a saquear la bodega, y salieron con toda la
familia Cousland. El hombre del pelo verde les miró detenidamente, y dijo que se venderían
bien en Puerto Tahar y que con eso saldaría la deuda. Cuando estaba examinando a Alan, vio
que por debajo de la camisa se adivinaba un tatuaje, que a los 10 años le cubría medio pecho,
y empezaba a asomarle por el hombro derecho. Le obligó a quitársela, y lo examinó con más
detenimiento.

El hombre declaró que quizás se trataba de un Marduk, y que el chico solo valdría para pagar la
deuda de Hamil. Le tendió el chico a un hombre, que empezó a atarle, pero no acabó. En
cambio, cayó al suelo con espuma saliéndole por la boca, muerto. Lila gritó: “No os lo
llevaréis”, y otro más cayó al suelo. Solo quedaban dos y el hombre del pelo verde, pero este
reaccionó antes que Lila, y engatilló a Alan, poniéndole una daga en el cuello.

- Me dejarás salir con tu hermano, o le corto el cuello aquí mismo, y te cojo a ti en su

lugar.

Lila probó suerte una vez más, pero el hombre no cayó al suelo, y en cambio a ella le sangró un
poco la nariz. Su captor apretó el cuchillo y unas gotas de sangre asomaron por debajo de la
piel de Alan. No hubo más palabras, simplemente el secuestrador se llevó a Alan, y en cuanto
hubo salido de la habitación, los otros dos hombres murieron.
Alan fue llevado a una mansión, y conducido por sus pasillos hasta una especie de estudio. Allí
le colocó en un círculo dibujado en el suelo del que, por alguna razón, Alan no podía salir. Su
captor susurró unas palabras que no entendió, y pareció decepcionado.

Lo llevó entonces a un dormitorio pequeño, donde solo había un camastro, una ventana de
unos tres centímetros de ancho por cincuenta de alto, y un agujero en un rincón, para sus
necesidades. Momentos después, un hombre fue allí, y sin ningún miramiento, le puso un
hierro candente en el antebrazo izquierdo, marcándolo como esclavo. Lo dejó allí, a merced de
sus temores, durante una semana. Solo abrían la puerta una vez al día, para llevarle algo de
comida.

Después de ese tiempo, su amo volvió a colocarle en el círculo del que no se podía salir, y le
habló.

- Lo que tienes ahí no es un Marduk, por un momento estuve a punto de deshacerme de

ti, pero parece que has salido a tu hermana, y he recibido un consejo sobre cómo
manejarte. Lástima que no cogiera también a tu hermana.

De uno de los armarios, su captor sacó una caja. De ella extrajo lo que en su momento a Alan
le pareció un juguete: Una mosca de más o menos veinte centímetros, totalmente metálica e
inanimada. De sus bolsillos, extrajo un cristal azul, y lo metió en una ranura de la mosca. Esta,
de golpe, empezó a cambiar de forma, reestructurando sus placas, hasta ser una abeja.

- Funciona… Lucanor tenía razón. – susurró, mas para sí mismo que para su cautivo.

Llevó la abeja metálica hacia el niño, que no podía huir. La abeja se “despertó”, y voló hacia él.
Anduvo unos momentos por su cuerpo, hasta que se posó en su cabeza, y sin previo aviso, le
picó en la nuca.

Cuando despertó, ya no era él. Era como un espectador dentro de su propio cuerpo. Su “Amo”,
como quería que le llamase, le renombró como “Abdul”, sirviente en la lengua Jashú, y todas
las ordenes que él le daba, Abdul las cumplía.

Durante años, hizo uso de Abdul y de sus poderes, haciéndole que le acompañara en
reuniones, para intimidar a sus “clientes”, para hacer que los revoltosos se volviesen suicidas,
o cualquier uso que pudiera darle.

El año que Abdul cumplía los veinte, “El Amo” envió a Abdul junto a otros soldados a
exterminar a unos piratas que se dedicaban a asaltar los barcos de los negocios de los ricos,
mayoritariamente los suyos, y que estaban atracados en puerto.

Hubo una batalla, y todo estaba igualado, hasta que la capitán de los piratas, una exótica
mujer llamada Reina Castilla, eliminó a los dos soldados que guardaban a Abdul. Cogió al joven
por las muñecas, e iba a ensartarle con el sable, cuando vió la marca de esclavo. Entonces
cambió de parecer, y le dio en la cabeza con el pomo, dejándole inconsciente.
Abdul despertó en alta mar, atado al mástil, rodeado de la tripulación pirata, pero cerca de él
solo estaban Reina, y un hombre de etnia Ryuan, Keishiro Kato. Este le miró a los ojos y le dijo:

- Te han robado el nombre, y con él, han secuestrado tu vida. Yo te quito el nombre
impuesto, y te permito volver al antiguo, Alan “Eidur” Cousland.

Abdul murió en ese instante, y Alan volvía a ser él mismo.

En principio, los piratas de la Latirus – así se llamaba el barco – solo pretendían llevarle hasta
las costas de Gabriel. Ellos tenían “negocios” allí, y estaba lo bastante lejos de Phaion. Pero
para cuando hubieron llegado allí, Alan decidió permanecer con ellos, si se lo permitían.

Por consejo de Reina, adoptó otro nombre: Eidur Sunfire. El nombre era su “nombre
ancestral”, una costumbre zíngara, y el apellido se lo puso Reina, aludiendo a la marca en
forma de sol que tenía en la muñeca, marcándole como esclavo. Así su antiguo captor no lo
tendría tan fácil para encontrarle.

Seis años pasó en la tripulación de la Latirus, usando sus habilidades para ayudarles, hasta que
una noche, mientras él hacía guardia, alguien se coló en el barco y robó algo de la capitana.
Más que enfadada, Reina estaba aterrada, y nadie parecía entender el porqué, excepto
Keishiro.

Ella no le obligó a redimirse, de hecho le dijo que no podría haber hecho nada, pero Eidur se
sentía culpable, y se ofreció a intentar recuperar lo que fuera que le habían robado. Reina le
dijo que seguramente el ladrón habría llevado el objeto a Arkángel.

Eidur movió los contactos del grupo en Phaion, hasta encontrar a quien le había dado pasaje a
una sola persona hacia Arkángel: Le dijeron que había sido una mujer, de unos treinta años, y
se había registrado como Maná Riverfell. El nombre ancestral de su hermana, y el apellido de
soltera de su madre. Eidur sabía que no podía ser coincidencia, así que con más decisión aun si
cabe, pagó un pasaje hacia Arkangel en el próximo barco que partía.
Descripción
Su nombre autentico es Alan “Eidur” Cousland, pero ahora usa el nombre de Eidur Sunfire. Sus
amigos le llaman Mozzer (el gentilicio de Moth)

Es un chico bien parecido, de piel clara, pero con un leve tono oliváceo. No es un hombre
fornido, pero las tareas en el barco le han mantenido en buena forma. Tiene los ojos de un azul
muy intenso, que contrasta con el negro del cabello y las cejas. El cabello lo lleva corto y
peinado hacia atrás, pero generalmente lo lleva tapado con un pañuelo negro con dibujos
blancos. Además, se deja el perfil de la barba, imitando a uno de sus compañeros piratas.
Tiene un par de aros de plata en la parte alta de la oreja izquierda.

Viste una camisa roja y negra, normalmente abierta hasta la mitad y con las mangas recogidas.
Lleva unos pantalones de cuero negros y unos zapatos del mismo color. En las muñecas lleva
dos tiras de cuero enrolladas, cubriéndole medio antebrazo.

Tiene un tatuaje, una especie de “líneas ley”, que le cubre la mitad del pecho y casi todo el
brazo derecho. Algunas de las líneas se extienden hasta el hombro izquierdo, por debajo de la
cintura, y dos de ellas le cruzan verticalmente la cara en el lado derecho: una llega hasta media
frente, y la otra se queda a media mejilla.

Personalidad
Alegre y extrovertido son las palabras que más le definen, aunque quizás sus víctimas prefieran
“pervertido” y “maleducado”.

Nunca ha tenido pelos en la lengua, y su estancia en un barco pirata no ha ayudado a cambiar

eso, precisamente. Le encantan las mujeres y no hace ascos a los hombres, le gusta el dinero,
sobretodo el ajeno, y sobre todo es un adicto al sarcasmo, aunque nunca de forma
malintencionada.
Otros personajes mencionados
Lila “Maná” Cousland / Maná Riverfell

La hermana de Eidur es también una psíquica, pero no especifico la escuela. Es morena y tiene
los ojos azules, como su hermano. Después de que secuestraran a su hermano, el barco les
llevó hasta Lannet, pero no se sabe que sucedió después.
- Los detalles a elección del máster-

“El Amo”

En realidad es un enemigo que había creado yo como máster pero que nunca llegué a usar.
La idea es que es un Daeva – la raza está en “Los que caminaron con nosotros” – conjurador,
muy poderoso. Tiene a su servicio un “Al-Dijin”, y aunque sabe que éste solo le cuenta las
verdades a medias, piensa que es mejor conocer una carta de la mano que tiene el destino, a
no conocer ninguna. No se sabe porqué está interesado en los Ebudan, ni ninguno de los
motivos que le llevan a hacer lo que hace.

Con el viaje apresurado, Eidur ha sido descuidado, y un agente de “El Amo” le vio partir, y muy
posiblemente éste quiera recuperar su propiedad. (De aquí viene el “Enemigo poderoso (2))

Durante un momento menciona a Lucanor, puede conocerlo directamente… O simplemente

haber oído hablar de él o tener unos documentos escritos por él, que hablan sobre “La
Máquina”
- Los detalles a elección del máster-

Reina Castilla

Es una mujer cuarentona, muy sensual y sin ningún tipo de reparo. Si tiene ganas, se tira a lo
que sea, con la única excepción de su tripulación. Sabe por experiencia que cuando se acuesta
con un hombre, luego no hay manera de que obedezca.

Es pirata, si, pero tiene su código moral. No ataca a los pobres, ni roba a la gente media, se
dedica a asaltar barcos imperiales o de grandes comercios, destruye cargamentos “peligrosos”
como pólvora o veneno que podría estar agenciándose cualquier cártel, y si tiene la
oportunidad, libera los barcos de esclavos.

Todo esto lo hace siempre con un mínimo de cautela. Es una pirata “mediocre”, con solo un
barco de dos mástiles, y muchos otros tienen muchos más hombres y potencia de fuego. Así
que intenta no meterse con los más grandes.

La idea original, es que fuera una Selkie (no está en los manuales, es “inventada”, recogida de
leyendas populares.) Nadie excepto Keishiro lo sabe.
Una Selkie es una mujer/león marino. Cuando habitan el mar, toman su forma de león marino,
pero cuando quieren, pueden desprenderse de su “piel”, y volverse humanas. En teoría eso es
lo que guardaba en el baúl que le han robado, su piel, y sin ella no puede volver al mar.
En teoría su piel daría a un humano la capacidad de respirar bajo el agua y a alguien con el don
le permitiría usar conjuros de la Vía de Agua.

- Como antes, los detalles para el master. De hecho si quieres que no sea Selkie y lo que le han
robado sea otra cosa, por mi bien. Ella es la que le proporciona “Contactos (1, Bajos Fondos)” y
“Aliado Poderoso (1)” –

Keishiro Kato

Es un hechicero, un Onmyoji. No se conocen los detalles de porqué dejó su país natal, pero
sigue a Reina a todas partes y actúa como su consejero y su protector. Además es el único que
conoce su condición como Selkie. No es que esté enamorado de ella, entre ellos solo hay
respeto.

- Los detalles a elección del máster-

Aclaraciones
Lo primero, es humano 100%. El tatuaje es un añadido a parte mío, que no le da ninguna
ventaja ni nada, y que usare más que nada de forma “cinematográfica” cuando aprenda otros
poderes psíquicos. El “Amo” lo confunde con un Marduk (de los Ebudan) pero nada que ver.

Lo de la “Mosca-Abeja Mecánica”, es una parte de “La Máquina”, a la cual le hace unas

modificaciones. Con ella le implanta algo a Alan, que le hace más susceptible a la dominación –
De ahí viene la desventaja “Fácil Posesión” –

Lo de quitar y poner el nombre, y el nombre del alma, son cosas culturales, mezcla de las
tradiciones escocesas en las que parece que se basa Moth, y tradiciones gitanas en las que se
basan los Zigeuner. Me he tomado bastante tiempo documentándome, si ^_^.
En realidad podrías decir que cuando le da el nombre de “Abdul”, le está haciendo un conjuro
o algo que lo domina, y cuando le devuelven su propio nombre, lo están cancelando.

En teoría, su padre era un noble o un aristócrata en Arkángel, y aunque renunció a todo por
casarse con Leah, quizá Eidur pueda encontrar a los Cousland y ver si puede pedirles ayuda. (O
quizá no :P)