Sunteți pe pagina 1din 16

Aportacion al estudio de los paisajes agrarios de la Edetania.

Algunas consideraciones sobre la agricultura iberica



R. GONzALEZ VILLAESCUSA

Scripta in Honorem Enrique A. Ltobreqet Conesa, 2000, pages 325-339. [1996]

[TITRE 42]

APORTACION AL ESTUDIO DE LOS PAISA}ES AGRARIOS DE LA EDETANIA.

ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LA AGRICULTURA IBERICA

RICARDO GONzALEZ VILLAESCUSA CNRS-UMR 9966 Archeologie et Territoires

"Iampoco podemos hacernos una idea clara de la organizaci6n de los cultivos ... Si el sistema era de parcelas jamiliares, 0 habia una concentraci6n de la propiedad, es muy dificil que se averigiie. " (E. Llobregat, Contestania Iberica, 1972, 170-171)1

Los estudios realizados sobre la implantacion en el territorio de las sociedades ibericas se han centrado en la definicion de los territorios politicos. Los analisis derivados de la arqueologia espacial han dado lugar a modelizaciones sobre la distribucion de los antiguos asentamientos en el territorio, como consecuencia de la aparicion de estados que organizan el poblamiento y los asentamientos de sus "subditos", considerando que el caracter estrategico del emplazamiento de los asentamientos defensivos y la proximidad de los recursos naturales a las unidades de produccion condicionan su funcionalidad.

Con esta aportaci6n queremos hacer una propuesta sobre la organizacion de los espacios agrarios de la sociedad iberica edetana no excluyente, sin embargo, de las hipotesis planteadas anteriormente. La iniciativa de organizar y jerarquizar un territorio por parte de un "poder" en funcion de una estrategia militar, no puede

1 Con estas palabras se cuestionaba E. Llobregat la ftsionomia de los campos y el regimen de propiedad de la tierra que pudieron tener los iberos. La dificultad que apreciaba en resolver estos problemas no era retorlca ya que conoda la problematica de cerca. En 1974 fue el iinico arqueologo, entre un grupo de geografos, que particlpo en el volumen sobre las centuriaciones romanas en Espana (LLOBREGAT, 1974). Sirvan estas paginas como homenaje a alguien que ha sabido plantear las hipotesis mas sugerentes de la lnvestigadon valenciana, trabajando incansablemente y facilitando la labor de aquellos que trabajamos junto a el.

325

03D~

ser ajena a la necesidad de potenciar la capacidad agricola de los espacios productivos y a su control directo. La "militarizacion" de un territorio por medio de un sistema de atalayas como el que nos ocupa (BERNABEU et alii, 1987) es, en nuestra opinion, la consecuencia de la creacion de una estructura agraria y el control de los procesos de trabajo campesinos por parte de ese "poder". El miedo real a incursiones de rapifia externas y la defensa de los campos de cultivo serfa un factor que habria favorecido y legitimado el proceso.

La identificaci6n de los regimenes de propiedad de la tierra y las relaciones sociales que generan es vital para la caracterizaci6n de las formaciones sociales precapitalistas. Sin embargo, la investigaci6n sobre las sociedades protohist6ricas se ha centrado en el analisis de los intercambios de mercandas 0, en el mejor de los casos, en la caracterizaci6n de los procesos de trabajo, inferidos a traves del estudio de las areas de transfermaci6n de los productos agrfcolas (RUlZ, MOLINOS, 1993, 145-147 Y 171) Y de los restos fosilizados de los cultigenos que alli pueden encontrarse: las almazaras, semillas, p61enes ... Las sociedades precapitalistas realizan numerosos procesos de transformaci6n de los alimentos, su almacenamiento, e incluso producci6n en el mismo marco de los habitats. Del estudio de las zonas de transformacion -almazaras, molinos, fraguas ... -; de las estructuras de conservacion, almacen y redistribucion -almacenes, silos, graneros, dolia ... -; de su ubicaci6n espacial en el poblado -si se trata, 0 no, de estructuras colectivas y/o propias a cada unidad residencial-; de su cuantificaci6n -capacidad de creacion de un fondo de renta y su conservacion a largo plazo por parte de las comunidades-; y de la identificacion de los cultigenos -generadores de renta en especie como los cereales 0 productos no almacenables como son los del regadio (BARCELO, 1989, XXXVII)-; pueden inferirse algunos aspectos sobre las relaciones sociales del grupo estudiado.

Los cultivos han sido objeto de largos inventarios por los especialistas de la historia antigua. Pero estos listados son, mayoritariamente, de epocas avanzadas y se refieren a especies que despertaron el interes de los geografos, naturalistas y agr6nomos antiguos por su intercambio con Roma -principalmente los cereales, la vid, el olivo y algunos frutos- mientras que otras fueron silenciadas y obviadas por desinteres de los autores antiguos, siendo vitales, sin embargo, para comprender las estrategias de subsistencia cam pesina. Por poner s610 un ejemplo mencionaremos el caso de la achicoria, cultivo que se documenta gracias al analisis palino- 16gico realizado en el Puntal dels LIops 0 en Castell ones de Ceal (Iaen), que pudo tener como finalidad la alimentaci6n del ganado (RUlZ, MOLINOS, 1993, 102) Y que dificilmente encontraremos entre los cultivos mencionados por Estrab6n 0 Plinio.

En consecuencia, en los estudios al uso sobre la economla de la antigiiedad, asistimos ala multiplicacion de Iineas de intercambio y redistribuci6n de productos 0 de sus reveladores materiales con forma de recipientes ceramicos, sin que se haya prestado la debida atenci6n a las estructuras productivas que los generaron. Como si la aparicion de un excedente 0 fondo de renta comercializable fuera el resultado natural e inmanente de la relaci6n del hombre con el medio- y como si la distribuci6n y el intercambio fueran facto res independientes de la produccion. Reduciendo, asf, la economia de la anriguedad a sistemas de economia-mundo entre sociedades que intercambian productos, ignorando la naturaleza de las relaciones de producci6n y relegando indefinidamente el problema de la Iocalizacion de los escenarios productivos: los campos. Pese ala dificultad planteada por A. Ruiz y M. Molinos (1993, 148) no podemos renunciar a su localizacion, porque, aun siendo real esta dificultad, no pueden obviarse los resultados de la arqueologia del paisaje fuertemente desarrollada en los paises n6rdicos e Inglaterra y mas recientemente en Francia (CHOUQUER, 1996); disciplina

03D3~i

2 Vease, entre otros, la argumentaci6n en contra de esta relaci6n natural can el media en GODELIER, 1971, 202

326

que ha permitido identificar y excavar vastos sistemas de campos, parcelarios, cunetas y huellas de cultivo ori-

ginados en el neolftico y fuertemente desarrollados en la segunda Edad del Hierro. .

En las paginas que siguen nos proponemos plantear los indicios de la existencia de estructuras agrarias' antiguas: parcelarios protohistoricos que pueden relacionarse con los asentamientos del iberico pleno de la zona de Edeta-LHria, y parcelarios de epoca romana; e integrarlas en los datos que conocemos de los procesos de trabajo campesino iberico y su transformacion tras la romanizacion,

1. ESTRUCTURAS PARCELARIAS 1.1 Reticula centuriada

El punto de partida de esta hipotesis es la identificacion de una estructura parcelaria que ha pasado desapercibida para la investigacion pese ala evidencia de alguno de sus rasgos caracterizadores. Cualquier documento cartografico 0 fotograffa aerea pone en evidencia dos ejes que surgen de la ciudad de Lliria (fig. 1). La carretera Lliria-Olocau (W-6091) y la carretera Valencia-Ademuz (C-234) son perpendiculares entre S1. Laprimera se prolonga aproximadamente 4'2 km des de el centro de la ciudad, mientras que la segunda 10 hace en una distancia de 9'2 km. Su ortogonalidad podria indicar que se trata de una estructura parcelaria de tipo centuriado! orientada NG-35°18'E5. Un dato determinante en este sentido es el hecho de que esa misma orientacion se encuentra arqueologicamente verificada, aunque en medio periurbano, por la orientacion de la fachada de uno de los monumentos hallados en la c/San Vicente-Duque de Lliria. El yacimiento es una tfpica necropolis de tipo Grdberstrafien con dos monumentos funerarios q~e bordeaban una via de acceso a la ciudad de Edeta (CABRERA et alii, 1989). Aunque la excavacion se encuentra precisamente en un retranqueo de la via, la orientacion del tramo correspondiente a uno de los monumentos funerarios tiene una variacion, soslayable, de dos grados (NG-37° E).

Otros datos arqueologicos confirman la antigiiedad de la via Lliria-Olocau. A 10 largo de la misma y a la salida del actual rnideo urbano se encuentran habitats urbanos 0 periurbanos evidenciados por la aparicion del mosaico de los trabajos de Hercules 0 la pila de arco del PIa de l'Arc, que podrfa identificarse como un arco de entrada a la ciudad y el ninfeo atestiguado por la inscripcion hallada en el manantial de S. Vicente. En ambito rural se encuentra el yacimiento de Pitxeri (MARTIN, MASCARELL, 1969).

Un sondeo morfologico sobre la cartografia de la zona, partiendo de la hipotesis de que estos ejes fueran kardo y decumano maximos de una estructura parcelaria de epoca romanas, nos permitio identificar un buen muestreo de lineas del paisaje coincidentes con la orientacion propuesta: caminos y Ilmites administrativos principalmente debido a la naturaleza del documento consultado. La orientacion es la misma que la direccion estructural del valle del Turia en el tramo estudiado. El acondicionamiento formal de las Hneas iden-

3 Este trabajo forma parte de un proyecto de investlgacion postdoctoral de F.P.I. aprobado por el Ministerio de Educacion y Cultura:

El papel de la creaci6n parcelaria en la dinamica de los paisajes (formas, funciones y epistemologia parcelariasi estudios camparatioos en medias mediterrdneos),

4 Preferimos esta perifrasis al concepto de centuriaci6n. Este ultimo contiene la connotadon de deducciones, registro y catastros, dlferenciandolo, asl, de la necesaria organizacion parcelaria de los espacios agrarios.

5 Las orientaciones expresadas en este trabajo han sido transformadas en azimutales -respecto al Norte geograftco- para permitir comparaciones entre ellas.

6 Ambos ejes se cruzarfan en un lugar proximo al emplazamiento de los monumentos, at exterior de la ciudad, 10 que puede ponerse en relacion con la ratio proxima de Higinio Gromatico, De limitibus constituendis 180 y 181.

327

03n~

V A:

tificadas se acomoda bien a un ritmo de 20x20 actus equivalentes a un valor metrico de 706 m, aunque la mayorfa de los indicios conservados se encuentran en las lfneas que representan los multiples de dos centurias, 10 que podrfa ser la evidencia de una estructura intermediaria basada en un saltus de cuatro centurias (Varron, Res Rusticae, 1, 10, 2). La conservacion de lfneas isoclinas se extiende por el norte hasta las estribaciones de la Sierra Calderona, por el sur hasta la Sierra de los Bosques, por el oeste hasta la cuenca de Villar del Arzobispo y, por el este, hasta los terminos de Burjasot y Paterna",

La distribucion del poblamiento actual en la reticula hipotetica es altamente positiva. La iglesia de la Sangre de Llfria se halla en el trazado hipotetico del decumano, y la iglesia de Vilamarxant coincide con un cruce de ejes, mientras que las iglesias parroquiales de Villar del Arzobispo, Pedralba y Riba-Roja del Tiiria, se encuentran en el trazado de algunos ejes principales (limites de saltus). La ermita de S. Sebastian de la Pobla de Vallbona se encuentra en la prolongacion del decumano principals, trazado que mas al este, en termino de Betera y Paterna, vuelve a coincidir con el Camino viejo de Valencia a Llfria aunque ligeramente desviado de la orientacion general.

Algunos viejos caminos en desuso tambien son coherentes con la reticula propuesta. El ejemplo mas evidente es el Camino viejo de Xelva, cuyo trazado entre Llfria y Casinos corre paralelo al decumano principal a distancia de una centuria aproximadamente (fig. 2). 0 el Camino Viejo de Casinos (fig. 2), que tambien se encuentra a una centuria de distancia, al norte del mismo decumano. Mas hacia el oeste, en termino de Villar del Arzobispo, el Camino viejo de Xelva (fig. 1) vuelve a correr paralelo al sistema a 10 largo de casi 3'5 km. La antigiiedad de esta via fue defendida (pINGARRON, 1981, 78-81) en funcion de la dispersion de yacimientos, la existencia de carriladas, 0 incluso del miliario hallado en la poblacion de Losa del Obispo, de elocuente toponimo viario. Por otra parte tambien encontramos algunos trazados de caminos coincidentes con diagonales de centurias.

Otro aspecto topografico de gran interes es la existencia de un gran mimero de microtoponimos alusivos a mojones y coincidentes (Mojon Alto, la Mojonera, Cerro Mojon, Alto de los Mojones), 0 no (el Mojon, Mollo de Xest, Camino del Mollo y la Mojonera) con la reticula centuriada (fig. 1). A falta de una prospeccion e identificacion de los mismos, se hace necesaria una prudencia maxima ya que algunos de ellos podrian ponerse en relacion con los amojonamientos de 1772 (PINGARRON, 1981).

La conservacion diferencial de las lfneas isoclinas es menor en los relieves y en algunos sectores donde predominan otras orientaciones parcelarias, siendo mayor la concentracion de vestigios en la orilla izquierda del Turia, en la proximidad de los ejes principales y de las poblaciones de Llfria, la Pobla de Vallbona y Benaguasil. Uno de los vados mas sintomaticos es el que se encuentra en el PIa de Montero y PIa del Sort entre las ramblas Primera y Castellana.

0305 '!

7 La lnvestlgacion que realizamos sobre las centuriaciones de Valentia nos ha permitido apreciar que ellimite por el este de la pertica de Edeta coincide con el limite de influencia de la centuriacion que denominamos Valencia B (GONzALEZ VILLAESCUSA, 1996), publicada como la centuriacion de la acequia de Montcada.

8 Probablemente date de finales del siglo XIII el gesto politico que provoca el desvio del decumano principal. En 1282, el rey Pedro III autorizaba a los habitantes de la Pobla de Vallbona a desviar de su lugar la via Lliria-Valencia en su beneficio, destruir otras vias -quiza el trazado antiguo- y multar a los desobedientes (A.C.A. Cancilleria Real, Reg. 46, fol. 84 VO). La morfologia actual pone en evidencia esta desviacion del camino por polarizacion de la Pobla de Vallbona y la permanencia, como testigo del antiguo trazado, de la posicion de la ermtta de S. Sebastian y su camino de acceso.

328

1.2 Sistema parcelario coherente

En este sector, la interpretacion de las fotografias? puso de manifiesto la ausencia total de orientaciones parcel arias coincidentes con la estructura centuriada en el citado sector. AI sur de la carretera C-234, a distancia de una centuria aproximadamente, se conserva un limite con una fuerte impronta en el paisaje, el citado Camino Viejo de Xelva que parece cumplir una funcion de "pantalla" con el sistema centuriado (fig. 2). Entre la C-234 y dicho camino hay una gran permanencia de limites parcelarios isoclinos con la centuriacion, pero al sur existe una onentacion parcelaria dominante y diferenciada (NG-26° W), sernejante a la orientacion estructural del Sistema Iberico, y en el mismo sentido de la suave pendiente que forma el co no de deyeccion de la rambla Castellana, coincidiendo con la circulacion de las aguas de escorrentfa que se dirigen hacia la rambla Prim era.

EI comportamiento parcelario de este sector es sinuoso 10 y tiene una fuerte adaptacion a la mayo ria de los paleocauces perceptibles en la fotografia aerea (fig. 2). La morfologia parcelaria es semejante a la de un cohesive systems) 0 "sistema parcelario coherente" propio de los parcelarios protohistoricos (BOWEN, FOWLER, 1978). Los unicos yacimientosl- que se encuentran en la zona son los de Masia del Carril, de cronologia iberica incierta, y El Moncati con una cronologia inicial del siglo III a.c., perdurando hasta el siglo III d. de C. Pese a la sinuosidad del sistema parcelario, es perceptible una cierta regularidad y una serie de Iimites coincidentes con un ritmo metrico de unos 525 m.13 Precisamente en el trazado del eje mayor (3'4 km), que se encuentra en la bisectriz del cono de deyeccion de la rambla Castellana, se situ an los yacimientos citados. La gran permanencia del parcelario en este sector (en un espacio de U1.1as 750 ha) permite pensar en una conservacion de tipo relic 0 "reliquia", tal y como ocurre con algunos cohesive system ingleses del neolitico 0 de la edad del bronce, fosilizados y conservados hasta nuestros dias (BOWEN, FOWLER, 1978).

Iambien encontramos conservaciones fosiles que evidencian la existencia de limites antiguos del sistema parcelario. AI norte de la carretera Lliria-Pedralba, a la altura del kilometre cinco, se revela por conservaci6n diferencial de humedad en el subsuelo (damp-mark) una linea de unos 800 m de longitud que forma un angu- 10 recto. EI trazado curvo del angulo y 10 rectilineo de sus lados ponen de manifiesto su caracter artificial (fig. 2). El interes radica en la interrelaci6n de esta linea del paisaje con las parcelas actuales y con los paleocauces naturales. Nace al final de un limite parcelario y camino actual que mantiene la misma direccion; en este punto convergen, ademas del limite parcelario actual, los extremos distales de tres paleocauces naturales tambien revelados por la humedad remanente. Su trazado organico no ofrece dudas respecto a su origen natural, y as! han side interpretados por los trabajos de geomorfologia realizados en la zona (MARCH, 1992, 172 Y fig. 8). Como hemos dicho, los tres paleocauces convergen en el canal artificial fosil que desvia y conduce la hume-

9 Fotogramas 2607, 2609 Y 4471 del denominado "Vuelo Americano" de 1956

10 Lo que explica el amplio abanico de orientaciones comprendidas entre 20° y 30° aunque es predominante una orientacion a NG-26°-W.

11 Tambien denominados celtic fields durante largo tiempo por la investigacion inglesa.

12 Nuestro agradecimiento a H. Bonet, del S.I.P. de Valencia que ha puesto a nuestra disposicion el fichero de yacimientos elaborado a raiz del proyecto de investlgacion sobre pi tcrritorio de la antigua Edeta. Iambien agradecemos a H. Bonet y a B. Marti las observaciones y comentarios realizados sobre este texto.

13 Los primeros indicios podrian ponerse en relacion con metrologias romanas (15 actus) como griegas, arabes 0 egipcias ... En el estado actual de nuestra investigacion no podemos decantarnos por ninguna filiacion cultural de dicha cifra hasta un estudlo detallado de esa metrica, de sus rmiltiplos y submultiplos por medio de un filtrado informatizado.

329

0306

dad, aun hoy en dia, hacia el este, para terminar en un limite actual del parcelario, coincidente con el trazado de otro paleocauce que dirige las aguas de escorrentia hacia la rambla Primera.

Las consecuencias que pueden derivarse de este hecho conciemen a las tecnicas agricolas puestas en practica en ese paisaje. El canal fosfl no es una conduccion relacionable con el regadio14, pues 10 descrito se integra mejor en una red de concentracion y evacuacion de aguas de escorrentia, que en una red de dispersion como es la irrigacion. La morfologia parcelaria es distinta de los sistemas arborescentes que, en cualquier epoca, genera una red de canales de riego (GONZALEZ VILLAESCUSA, en prensa). En definitiva, el paisaje agrario observado es de secano, 10 que es coherente con todos los intentos de definicion de los sistemas agrarios ibericos,

Aunque la conservacion del parcelario es mayor en el sector descrito, hemos intentado apreciar la impronta que pudiera tener en las inmediaciones (fig. 3). En el espacio inmediato, al norte del Plade Montero, hasta el yacimiento de Castellet de Bernabe y entre las poblaciones de Lliria y Casinos, se aprecia la conservacion fosilizada de la misma orientacion. El limite mas importante que podrla articular todo el sistema es el de la carretera Lliria-Alcublas (NG-300 W), que mantiene la misma orientacion a 10 largo de una longitud de 13 km. El caserfo de Castellet de Bernabe, la atalaya de Tres Pies y el Xercol (iberico ple no los dos primeros e iberico sin mayor precision el ultimo), se encuentran en el trazado de esta via de comunicacion cuya antigiiedad tambien fue defendida por E. Pingarron (1981, 36 y ss.).

Esta observacion permite la constatacion de otras relaciones topograficas interesantes. En el piedemonte de la Monravana, oppidum mas importante del sector, se encuentra el yacimiento de Les Fites. El top6nimo se debe a la presencia de dos grandes "menhires" paralelepipedicos, uno de los cuales se encuentra seccionado y caido en el suelo (figs. 4, 1 Y 2). En la base, entre ambos cipos, se aprecia una estructura de piedras sin trabajar, entre las que se encuentran fragmentos de ceramica iberica no decorada. En la epoca en que fue identificada esta estructura, se hallaba delimitando una parcela "en linea recta con una pared bordeando un camino" (FLETCHER, 1947, 68). La orientacion del camino y de la estructura son coincidentes (NG-27°-W) y coherentes con el parcelario que nos ocupa. Creemos que puede proponerse la hipotesis de que se tratara de un sistema de bornes protoblstoricos fosilizados y englobados en los muros de piedra seca del paisaje rural actual, como en el caso de los "menhires protohistoricos" del Salento italianol>. Independientemente de la interpretacion que hagamos de la funcion de estos bornes, su importancia reside en la coherencia que muestra con la orientacion general del parcelario y en su cronologia, muy probablemente iberiea16.

La estructura de Les Fitesparece tener un caracter morfogenetico en el paisaje. En este punto confluyen siete caminos, uno de los cuales es la vereda de la Monravana, perpendicular al camino de Casinos y a los 26°W. El nodule puede tener su origen en un paso natural entre el cabezo de la Monravana y otra pequefia ele-

14 Esta zona no fue regada hasta los afios cincuenta cuando se activa el riego gracias al canal Campos del Turia, procedente del embalse de Benageber, Los cultivos tambien han cambiado desde esta transformaci6n que, en esencia, no ha modificado la morfologia agraria. Asi, hoy encontramos principalmente naranjos, mientras que en la fotografia aerea de 1956 se identifican cultivos arboncolas (principalmente algarrobo y olivo por 10 que pudimos apreciar sobre el terreno en las parcelas aun no transformadas) y suelos desnudos.

15 (COMPATANGELO 1989, 95·108) yespecialmente las figs. 11, 12 Y 15.

16 Los fragmentos ceramtcos que se encuentran entre las piedras de la "cimentaci6n" como consecuencia de las labores del campo contiguo y los hallados durante las prospecciones realizadas por el S.I.P. asi parece confirmalo. Por otra parte, E. Pingarr6n (1981, 36) describia la existencia de algunas piedras troncoc6nicas que pudieron haber sido bornes antiguos, aunque sin especificar de cuales se trataba, por 10 que ignoramos si entre los observados, se encontraba el de Les Fites.

330

0307 .'1

vacion. No se trata, pues, como el caso de un micleode habitacion que polariza una red de caminos confluyentes, sino de una vaguada, que pudo provocar el emplazamiento de un hito emblernatico en el paisaje a 10 largo de un limite de la estructura agraria. Jalonando este camino se encuentran, ademas de Les Fites, los yacimientos de la Bassa dels Pascuals y el Aljub de la Zarza 17.

Finalmente queremos aportar un dato arqueologico concluyente. La calle principal del oppidum de la Sefia (Villar del Arzobispo) (BONET, 1988, 253-257) se orienta a NG-24°·W, tan solo dos grados de diferencia con la orientacion principal del parcelario, y tres con la estructura de Les Fites. Este yacimiento se encuentra a unos 20 km de Lliria y ofrece el interes de encontrarse en llano, 10 que permite considerar las orientaciones sin que se encuentren condicionadas por el relieve, ademas de autorizarnos a extrapolar la extension de la estructura parcelaria a buena parte del territorio de la antigua Edeta. Las estructuras de las fases mas antiguas del asentamiento, fechables entre mediados del siglo VI a.c. y mediados del V a.c., ofrecen dos orientaciones, una de las cuales concuerda con la de la fase posterior.

La acumulacion de todos estos indicios permite plantear una solida hipotesis sobre la existencia de dos estructuras parcelarias, una relacionable con el periodo del Iberico plenol'', en la que se integra buena parte de los trazados viarios de la zona asf como los yacimientos de este periodo, y otra de tipo centuriado cuya conservacion diferencial parece concentrarse en la proximidad de los ejes principales. No obstante, repitamoslo, se trata de hipotesis de trabajo. Se hace necesaria, adernas de la conclusion del trabajo morfologico, una arqueologia de los parcelarios, es decir, la multiplicacion de las observaciones puntuales y positivas mediante la excavacion de cunetas, caminos 0 Iimites de parcelas antiguos que permitiran apreciar la cronologia, extension e impronta real de las estructuras identificadas en el paisaje. Por ultimo, y ante todo, distinguir los hechos observados y descritos hasta ahora, de la interpretacion y las consecuencias derivadas de su analisis (cronologia, consecuencias sociales ... ) que describiremos mas adelante.

2. TECNICAS AGRICOLAS Y PROCESOS DE TRABAJO CAMPESINOS

Cabria pensar que una sociedad con un importante discurso figurado en la ceramica decorada y en la estatuaria, ofreceria un abundante repertorio de representaciones sobre la vida agricola. No es asi. Las representaciones mayoritarias que encontramos en cualquier corpus sobre ceramica iberica (MAESTRO, 1989) son escenas de guerra y caza, propias de una aristocracia que manifiesta a traves del soporte ceramico un discurso explicito. Se trata de la conciencia de sf que tiene la clase dirigente de esa sociedad. Si la investigacion de la sociedad iberica dependiera del analisis del texto figurado sobre ceramica, se llegaria a la conclusion de una sociedad donde la caza estaria completamente sobrevalorada, mientras que la agricultura seria casi inexistente. Los estudios sobre la sociedad iberica que analizan las contradicciones de la vida material demuestran precisamente 10 contrario (RUIZ, MOLINOS, 1993, 107-108). No en vano en el mito originario de la cultura tartesica, ellegendario rey Habis "inventa" dos lab ores (agri-) culturales especial.

17 Otros asentamientos pertenecientes al iberico pleno tambien mantienen una relaci6n topograflca con el parcelario, directa -al borde de la red viaria- 0 indirecta -en la prolongaci6n de los ejes conservados activamente-: la Monravana, Lloma de Manoll, Foia II de Lliria, Cova Foradada, EI Ter~ y Concordia (lbertco pleno), Bassa dels Pascuals, Corral de Minguilla, La Foia de Casinos, Aljub de La Zarza, EI Clots II, 0 l'Arbreda (de cronologla iberica amplia: siglos IV- I a. C.), ademas de los ya citados.

18 Por cuestiones de espacio no nos detenemos en argumentar a contrario la lmposibilidad de que se trate de un parcelario bajomedieval 0 de cualquier otra epoca. EI conocimiento que empezamos a tener de los parcelarios bajomedievales 0 andalusies del Pais Valenciano impide cualquier confusi6n de este tipo. En este sentido vease nuestro articulo sintetico sobre la problematica de los paisajes valencianos desde la antigiiedad hasta la edad moderna (GONzAlEZ VILLAESCUSA, 1996).

331

0308

mente significativas en la evolucion de las sociedades: la labranza con bueyes y el pan de trigo (Justino, 44, 4, 11). Mas indirecta es la aportacion de la pequefia estatuaria en metal con representaciones de arados y yuntas que tendremos ocasion de examinar, pero el grueso de la informacion proviene de los conjuntos de herramientas estudiados desde antiguo.

Dos son las representaciones sobre tecnicas aratorias que se encuentran en la ceramica iberica (figs. 4, 3 y 4). De un lado, la que aparece en un recipiente de Alcorisa (ATRIAN, MARTINEZ, 1976, 94, fig. 19). De otro, el menos conocido y fragmentario procedente de Azaila19 (BOSCH GIMPERA, 1915,28-29, fig. 11). En ambos se representa una escena donde un personaje guia una yunta con una vara en la mana derecha, asiendo, con la izquierda, la esteva 0 mancera. Ambos arados son de tipo dental, aunque el de Azaila tiene mas diferenciada la insercion de la mancera y la cama en el dental, mientras que el ejemplar de Alcorisa muestra la mancera insertada casi en el mismo espacio, sin apenas separacion de la cama. El yugo, visible en el ejemplar de Alcorisa, es cornal, tipo desaconsejado por los autores antiguos (Columela, Rust. 2, 2, 22.) pero distinto del yugular de la yunta de bronce de La Bastida 0 del yugo de Covalta (PLA BALLESTER, 1968, 146, fig. 1). Del mismo yacimiento es el arado votivo en hierro que representa un arado dental de cama compuesta (PLA BALLESTER, 1950-1951,26).

La decoracion figurada de un oenochoe del Puntal dels Llops puede ofrecer un aspecto mas sobre el tema que nos ocupa. El motivo central es el de una lucha entre dos hombres con escudos y lanzas. Por detras de uno de ellos aparece una figura que se ha interpretado como un motivo arboriforme (MAESTRO, 1989, 94), tras el cual aparece un reticulado. Por detras de la segunda figura se encuentran tres reticulados mas, contiguos y de distinta orientacion, La asociacion de estas tramas con el motivo arboriforme es especialmente significativa. Algunos de los reticulados del Mont Bego son menos evidentes, aunque gozan de la ventaja de encontrarse rodeados de inequivocas representaciones de campesinos guiando yuntas de bueyes. Sin embargo, 10 que interesa, cualquiera que sea su lectura, es que la reticula forma parte del universo mental del alfarero, con 10 que ella conlleva de representacion de ortogonalidad, ritmos y modules.

Hemos comentado al principio q~e las estructuras encontradas en el habitat tambien permiten comprender algunos aspectos parciales de los procesos de trabajo. En la Edetania se ha definido un poblamiento, capitalizado por una ciudad (10-15 ha), agrupado en pueblos-aldeas ioppida entre 2 y 0'5 ha), caserfos 0 granjas fortificadas (2'5-0'1 ha), yatalayas (2'5-0'05 ha) (BONET, 1995, 521-530). La ciudad concentra y dirige una serie de funciones administrativas, religiosas y defensivas, aseguradas estas iiltimas por una serie de fortificaciones que controlan pasos estrategicos, y que parecen estar ocupadas por poblaciones ocasionales sin que sean ejercitos profesionales (Ibid., 527) que ocupan el espacio como una sola unidad funcional (Ibid., 525). En las atalayas se han identificado departamentos destinados al culto y almacenaje, aunque no de transformacion de productos agrarios, con la excepcion de un molino. En las aldeas, como La Sefia, se encuentran pren-

19 Se trata de dos kalathos con la misma figuracion decorativa aunque con ligeros matices, si bien algunos han pasado desapercibidos para los investigadores. El primero fue publicado por Bosch Gimpera (1915, 28, fig. 11) como una figura humana con cayado sin identificar la esteva del arado que ase con la mana derecha. J. Caro Baroja en 1949 10 public6 correctamente interpretado en su estudio La vida agraria tradicianal, reflejada en el arte espano; (1996, reimpr., 67, fig. 15) aunque descontextualiz6 el pequefio fragmento donde se encontraba la figura humana asiendo la mancera, el arranque del dental y de la cama del que contiene uno de los bueyes de la yunta. Mas tarde, restaurado el vaso, es publicado por E. Ma. Maestro (52, fig. 5) quien identifica, a juzgar por la reconstrucci6n, la cama curva del arado con la cola del buey. La segunda figuraci6n completa procedente de Aicorisa (ATRIAN, MARTiNEZ, 1976,94, FIG. 19), a unos 50 km de distancia de Azaila, permite restituir adecuadamente la escena de labor.

332

sas para la obtencion de aceite y vino a juzgar por los restos de semillas que alli se encuentran; 10 que evi-

dencia el destino al autoconsumo de la produccion. .

Los caserlos como Castellet de Bernabe (GUERIN, 1995), disponen de un sector provisto de espacios de transformacion -un area de molienda con tres molinos, por ejemplo-, de almacenaje y forja. Separados de una vivienda de 170 m2, identificada como la residencia de los propietarios de la explotacion, provista tambien de un area de molienda y un espacio de culto. El conjunto es, pues, la minima expresion productiva de comunidades autosuficientes en las que residen los senores 0 propietarios del caserfo.

Ahora se hace necesario considerar los distintos modelos economicos que se han diferenciado en el area iberica. Es decir, conocer como los sistemas agrarios aseguran la subsistencia de una sociedad, pero tambien, como se asegura la reproduccion de ese sistema: la prevision de las semillas, una vez deducida la renta 0 el tributo (BARCEL6, 1995,65).

En esencia, parece apreciarse una evolucion generalizada entre un sistema localizado preferentemente en el sur de la peninsula iberica, que hundirfa sus rakes en periodos precedentes, integrando el cultivo de cereales en escasa proporcion y el ganado vacuno. El segundo sistema estarfa bas ado en una mayor prop orcion de cereales aunque complementado con la oveja, que perjudica menos los campos agricolas, y el cerdo que suple la perdida carnica que representa la disminucion del buey (RUlZ, MOLINOS, 1993, 100 Y ss.). La crisis que provocarfa el paso de uno a otro sistema se situa en el siglo IV a.C., yes explicada como una ruptura del equilibrio demografico (Ibid., 107) que provocaria una mayor presion sobre los suelos.

3. CONSIDERACIONES FINALES

Existen indicios razonables que permiten proponer la existencia de una estructura parcelaria iberica. La constatacion de una agricultura evolucionada en el seno de una sociedad estratificada 0 el mero uso del arado asi permitian suponerlo-v, como ya habia side intuido por J. Rodriguez Blanco para la Celtiberia-'. Pero el mteres reside en validar las hipotesis planteadas, "modelizar partiendo de hechos arqueol6gicos y morfol6gicos incontestables" (CHOUQUER, 1995, 19) a partir de la excavacion de esas estructuras agrarias.

Una de los interrogantes a dilucidar es su origen y relacion con las comunidades campesinas de periodos precedentes. Diferenciar si se trata de un proceso de integracion y absorcion de comunidades aldeanas previas al iberico pleno -por ejemplo, La Sefia existe desde el siglo VI con una orientacion proxima a la del siglo V, y seria interesante identificar cuales son las transformaciones que se producen entre uno y otro periodo-. 0 si, por el contrario, se trata de una colonizacion e implantacion sobre un espacio productivo que

20 Sin embargo, el Intento de localizar parcelarios protohist6ricos al pie de La Bastida de les Alcuses, ha sido infructuoso por varias razones: 1.-Transformaci6n profunda del espacio por un parcelario medieval datable de finales del siglo XIII y atestiguado por la documentaci6n medieval; 2.- Acumulaci6n sedimentaria importante sobre los yacimientos y campos antiguos: y 3.- La escasa pervivencia del yacimiento de La Bastida es un factor negativo sobre las posibilidades que tiene una sociedad de llegar a construir un extenso sistema agrario (un parcelario no es un artefacto cuya construcci6n y acabado termine en unas horas 0 dias) y sobre el hecho de conservarse hasta nuestros dias

21 (1978, 175): "Con la aparicion de la ciudad como entidad compleja y no meramente urbanistica, la reificaci6n de los procesos sociales no hace sino extenderse (escritura ... ): las vias que cortan a un territorio son la prueba palpable de la materializaci6n de unas relaciones que no Jorzosamente son comerciales. Si uno de los medios de ordenar los campos es ponerle limite, las vias cumplen sobradamente esa Junci6n ya que centran los ejes del territorio y la posibilidad de situar esferas de influencia. "

333

0310

generaria las estructuras parcelarias, como parece desprenderse de la cronologia de la mayor parte de los asentamientos. Las atalayas parecen ser determinantes en este aspecto por su construcci6n simultanea y programada, y por su relaci6n directa con los caserios. Parece evidente que la construcci6n del sistema defensivo de frontera no se debe exc1usivamente a esa funcionalidad sino que, como se ha sugerido recientemente, hay una cierta necesidad de controlar eventuales "movimientos internos" (BONET, MATA, 1991,30), aunque sin especificar de quien serian esos movimientos. La "militarizaci6n" y creaci6n de un territorio tiene una fuerte relaci6n con la adquisici6n de tierras y el surgimiento de potenciales subditos necesitados de protecci6n y ... dominio (SETTIA, 1984, 155 Y ss.).

En nuestra opini6n, los movimientos internos aludidos pueden ser los de los propios campesinos. iNo es el proceso descrito y sugerido para Andalucia por A. Ruiz y M. Molinos=', un incastellamento protohistorico de concentraci6n del habitat disperso, cuya variante edetana es una servidumbre territorial pareja, como hemos visto, a una reordenaci6n de los espacios productivos? Pese al matiz que significa el modelo edetano con asentamientos dispersos, podria tratarse, al igual que el caso andaluz, de 10 que parece una constante hist6rica en los momentos en que surgen poderes centrales fortalecidos: los repetidos intentos de controlar las pequefias comunidades campesinas y reducir su autonomia. Lo cual causaria contlictos internos23, como los que suponen A. Ruiz y M. Molinos que surgirian con la aparici6n del sistema de torres-atalayas edetano (1993, 143), Y que habria que relacionarlo con el paso a manos privadas de las propiedades que pertenecian a la antigua comunidad.

Probablemente tenemos en la organizaci6n de los campos, como consecuencia de la construcci6n de un parcelario, las "obras monumentales" que buscan los autores repetidamente citados (Ibid., 161)24. La rotaci6n de las tierras, el mantenimiento de los caminos 0 la protecci6n militar, tambien son caracteristicas indirectas, y menos "monumentales", de la aparici6n de sociedades estatales (CHESNEAUX, 1969,26). Su caracter monumental y colectivo viene dado por la posible extensi6n del sistema descrito, los pequenos caserios aut6nomos no hubieran construido un sistema parcelario comun a todos ellos" y reconocible, por el momento, en una superficie de 136 km-.

La construcci6n de este vasto sistema debe asociarse a la misma autoridad que dirige los designios del territorio desde Edeta construyendo atalayas. El hecho de haber encontrado en la ciudad plomos escritos con numerales (BONET, 1995, 517), evoca los textos catastrales que aparecen en Oriente pr6ximo en fechas que oscilan entre el segundo milenio y el siglo VI a.c. (LIVERANI, 1996).

Si la construcci6n del parcelario, 0 la voluntad politica de hacerlo, se confirmara a finales del siglo V 0 principios del IV, seria anterior a la crisis que desencadena en el sur la transformaci6n del modelo basado en el ganado vacuno y el cereal en una producci6n cerealicola complementada con ovejas. En nuestra opini6n habria que bus car las causas de ambos fen6menos en un cambio de rumbo dirigido, bajo la intluencia de un

22 (RUIZ, MOLINOS 1993, 143, 192,259,262.265)

23 El incastellamento feudal provoco la denominada violencia feudal un milenio y medio despues.

24 Los celebres canales turdetanos (Estrabon 3, 2, 5) han sido poco explotados desde este punto de vista. Su construccion debio requerir importantes conocimientos tecnicos y enormes esfuerzos en trabajo y tiempo de la sociedad turdetana, El autor griego recuerda el interes que tenfan para el comercio exterior y entre los indfgenas al facilitar la navegacion. Vease tambien la identiflcacion de los mismos en la fotointerpretacion de la zona en (MENANTEAU 1978).

25 En la investlgacion inglesa se distinguen los cohesive system de los agregate system. Los segundos sedan consecuencia de la integraclon de pequefios sistemas de comunidades independientes. Por otra parte, los pequenos sistemas de regadfo propios de comunidades andalusies tambien generan parcelarios exclusivos de cada comunidad.

334

impulso exogeno, con la intencion de transformar una economia de subsistencia en la produccion de un fondo de renta comercializable, basado en el predominio del cereal. Las estrategias de resistencia -seleccion de tecnicas de cultivo y cultfgenos que permitan la subsistencia- que pudieron adoptar las comunidades campesinas es una cuestion tambien por determinar.

lDonde se encuentran, entonces, las estructuras de almacenamiento de esos fondos de renta? En el area iberica catalana y Languedoc parece un problema resuelto. En Cataluna se distinguen hasta seis tipos de estructuras atendiendo al sistema de almacenamiento y su regimen de propiedad: silos, campos de silos, graneros (PONS et alii, 1994). En Languedoc/Roussillon se constata una creciente capacidad de almacenaje desde el siglo VII y VI a.c., aumentando, con el paso del tiempo, la capacidad individual de los dolia y la de la propia comunidad: los contenedores pueden almacenar desde 2 hl en el siglo W, hasta 5'5 hl entre los siglos II-I a. C. El asentamiento de Lattara posee una capacidad total de 50 hl, y Enserune podria almacenar varias decenas de miles de hectolitros (pY, 1993,217-221).

En el Camp del Turia no solo no se han encontrado todavia silos, sino que ademas el mayor contenedor individual del Tossal de St. Miquel hallado en el departamento 15 (BONET, 1996, 114) no supera los 1501 de capacidad-s. En los caserios excavados solo se identifican almacenes domesticos, pero no grandes estructuras como las descritas para Cataluna 0 Languedoc. Probablemente, el fonda del problema sea el inconveniente que plantea la cebada -cultivo predominante en la zona- para su almacenamiento y conservacion (AMODRETTI, 1979, 60), 10 que podria conllevar la presencia de estructuras de molienda centralizadas y controladas.

La estructura parcelaria romana no parece hacer tabula rasa de la anterior. La ausencia absoluta de trazos del parcelario centuriado en el sector de PIa de Montero, y la perduracion del yacimiento de El Moncati hasta el siglo III d. de c., podria confirmar la pervivencia de esas franjas de las sociedades indigenas (VAlLAT, 1993, 117) Y el modelo de romanizacion propuesto para la zona (BERNABED et alii 1987, 150-153), fundamentado esencialmente en el descenso al llano de los caserios y oppida, y la ausencia de villae republicanas. En este sentido, es sintomatico que el yacimiento prototipico de este proceso, La Lloma de Manoll (Ibid., 1987, fig. 6), se encuentre en un cerro contiguo a una de las lineas de la estructura parcelaria iberica. Entre los siglos II-I a.c. desciende al piedemonte, desplazandose progresivamente hasta su definitivo emplazamiento de epoca alto imperial, limitrofe con el Camino Viejo de Casinos, y que se inscribe en el parcelario romano (fig. 2, 1 Y 2).

El descenso de los asentamientos al llano en epoca tardia podria implicar la innecesidad de transformar, en un primer momento, las estructuras agrarias preexistentes. Podria ser mas tarde, coincidiendo con la destruccion de Edeta entre 175-150 a.c. 0 en 44 a.c. (BONET, 1995, 528), cuando se construyera la parcelacion de tipo centuriado-". Acto que pudo significar la expropiacion de las tierras parceladas, y la retrocesion de las no asignadas a los antiguos propietarios indigenas. Pero eso sera motivo de otro trabajo.

Llfria, septiembre de 1996

26 Segun nuestros propios calculos,

27 Aunque hoy no se acepta el significado cronologico de las variaciones apreciadas en el pie romano como argumento definitivo, si se observan tendencias por etapas que tienen un valor meramente orientativo. El valor metrico de 706 m para un modulo de 20x20 actus podria relacionarse con la fecha mas reciente, siendo especialmente frecuente en las centuriaciones italianas del siglo I a. de C, en epoca de Sila, Cesar y los triunviros (CHOUQUER, FAVORY, 1992, 104 Y 112).

335

0312

BIBLIOGRAFIA

AMOURETII, M. C., 1979: "Les cereales dans l'Antiquite: espaces, mouture et conservation, liason et interferences dans la Grece Classique", en GAST, M., SIGAUT, F., Les techniques de conservation des grains a long terme. Paris, 57-104.

ATRIA.N JORDAN, P., MARTINEZ GONzALEZ, M., 1976: "Excavaciones en el poblado iberico del "Cabezo de la Guardia" (Alcorisa, Teruel)". Teruel, 55-56, 59-97

BARCELO, M. 1995: "Crear, disciplinar y dirigir el desorden. La renta feudal y el control del proceso de trabajo campesino: una propuesta sobre su articulacion", Taller d'Historia, 6, 61-72.

BARCELO, M., 1989: "El disefio de espacios irrigados en al-Andalus: un enunciado de principios generales", EI agua en las zonas aridas. Arqueologia e Historia, vol. 1. Almeria, XV-XLXI

BERNABEU, J., BONET, H., MATA, c., 1987: "Hipotesis sobre la organizacion del territorio edetano en epoca iberica

plena: el ejemplo del territorio de Edeta/Liria", Actas de las I fornadas del Mundo Iberica, 137-156.

BONET ROSADO, H., 1988: "La Sena", Memories arqueologiques a la Comunitat Valenciana. 1984-1985. Valencia. 253-257. BONET ROSADO, H., 1995: EI tossal de Sant Miquel de Lliria. La antigua Edeta y su territorio. Valencia.

BONET ROSADO, H; MATA PARREN-O, C. et alii, 1981: EI poblado iberico del Puntal dels Llops (EI Colmenar) (OlocauValencia. Serie de Trabajos varios del S.1.P. n? 71. Valencia.

BONET ROSADO, H; MATA PARREN-O, c., 1991: "Las fortificaciones ibericas en la zona central del Pais Valenciano",

Fortificacions. La problematica de l'Iberic pie: (Segles IV-III a.c.). Manresa. 11-35.

BOSCH GIMPERA, P., 1915: EI problema de la ceramica iberica. Madrid. BOWEN, H. c.; FOWLER, P.J. (eds.), 1978: Early land allotment. Londres.

CARO BAROJA, J., 1996: Tecnologia popular espanola. Barcelona. [Reimpresion de articulos].

CHESNEAUX, J., 1969: "Le mode de production asiatique. Quelques perspectives de recherche", en Sur le "mode de production asiatique". Paris. 13-45.

CHOUQUER, G., 1995: '~ux origines antiques et medievales des parcellaires", Histoire et Societes Rurales, 4, 11-46 CHOUQUER, G., (dir.) 1996: Les formes du paysage. Tome l-Etudes sur les parcellaires, Tome 2-Arcbeologie des parce-

llaires. Paris.

CHOUQUER, G., FAVORY, F., 1992: Les arpenteurs romains. Tbeorie et pratique. Paris. COMPATANGELO, R., 1989: Un cadastre de pierre. Le Salento romain. Paris.

FLETCHER, D., 1947: "Exploraciones arqueologicas en la comarca de Casinos", Serie Trabajos Varios del S.I.P., 10,65-87. GODELIER, M., 1971: "L'anthropologie economique", en COPANS, J. et alii, L'antbropologie. Sciences des societes

primitives? Paris 177-243.

GONzALEZ VILIAESCUSA, R., 1996: "Centuriations, alquerias et pueblas. Elements pour la comprehension du paysage valencien", en CHOUQUER, G. (dir.) vol. 2. Paris.

GONzALEZ VILIAESCUSA, R. (en prensa): "Paisaje agrario, regadio y parcelarios de la Huerta de Valencia. Nuevos planteamientos desde el analisis morfologico", Agricultura y regadio en al-Andalus. Sintesis y problemas. Aetas del coloquio de Almeria, 1995.

GUERIN, P., 1995: EI poblado del Castellet de Bernabe (LUria) y el horizonte iberico pleno edetano, Tesis doctoral inedita. Valencia.

LIVERANI, M., 1996: "Reconstructin the rural landscape of the ancient near east",}ournal 0/ the economic and social History of tbe Orient, 39, 1, 1-41.

LLOBREGAT, E., 1972: Contestania Iberica. Alicante.

0313 .~

336

;;,.

LLOBREGAT, E., 1974: '~vance de una prospeccion del catastro romano en la provincia de Alicante", en Estudios sobre centuriaciones romanas en Espana. Madrid. 91-100.

MAESTRO ZALDivAR, E. W., 1989: Cerdmica iberica decorada configura bumana. Zaragoza.

MARCH LEUBA, I., 1992: "Abanicos aluviales y procesos de erosion en la fosa de Casinos-Lliria", Cuadernos de Geografia, 52, 157-181

MARTIN, G., GIL-MASCARELL, M., 1969: "La romanizacion en el campo de Liria", Papeles del Laboratorio de Arqueologia de Valencia, 23-54.

MARTINEZ CABRERA, F., RIVAS HUESA, L., MIGUEL ARIAS, J.: "Monumentos funerarios romanos de Lliria", Lauro, 4, 1989, 243-251.

MENANTEAU, L., 1978: "Les anciens etiers de rive gauche des marismas du Gaudalquivir", Melanges de la Casa de Velazquez, 26, 5-43.

PINGARRON, E., 1981: Estructuras de poblamiento rural romano entre los rios Magro y Palancia, Tesis de licenciatura inedita. Valencia.

PLA BALLESTER, E., 1950-1951: "Un arado iberico votivo. Notas sobre los arados antiguos". Saitabi, VIII, 12-27.

PLA BALLESTER, E., 1968: "Instrumentos de trabajo lbericos en la region valenciana", en TARRADELL, M. (dir.): Estudios de economia antigua de la Peninsula Iberica. Barcelona.

PONS, E., MOLlST, M., nuxo, R., 1994: "Les estructures de combustio i d'enmagatzematge durant la protohistoria en els assentaments de la Catalunya litoral", Cota Zero, 10, 54-57

PY, M., 1993: Les gaulois du Midi. De la fin de I'Age du Bronze it la conquete romaine. Paris.

RODRIGUEZ BLANCO, J., 1978: "Relacion campo-ciudad y organizacion social en la Celtiberia Ulterior (s. II a.C),

Memorias de Historia Antigua, I, 167-168.

RUIZ, A., MOLINOS, M., 1993: Los iberos. Analists arqueol6gico de un proceso hist6rico. Barcelona.

SETTIA, A. A., 1984: Castelli e villaggi nell'italia padana. Popolamento, potere e sicurezza fra IX e XIII secolo. Napoles. VALLAT,]. P., 1993: "I'economie rurale: marche et productions", en LEVEAU, P., SILLIERES, P., VALLAT, J.P., Campagnes

de la Mediterranee Romaine. Paris, 107-117.

...

337

0314

-.

I.

"

ORGVleee

"".

EDETA --
IIbEAA _ ......
. "- -.....
, ,-
i !nfttI:, oemem.no
....,.
-, \--S ........,. mM importanW
10km
U\ ~
,J
...,~
... ' .. '

NG

v"E

Figura 1.- Restituci6n hipotetica del sistema centuriado de Edeta-Lliria.

2.000 m

NG

W"

Ei3 & ...... .,..,.,.... e:s;; ~,..._I.I)t. 1Sl1...._~

1 l.8t.Jen..MfnoIf6plal.."...rt.I) 2 lIIl.IofM."".CI*Iooplwlcl)

Figura 2.- Plano compilado del sector del PIa de Montero: fondo parce!ario fotointerpretado del fotograma n? 2609 del vuelo de 1956. Se aprecia la separaci6n neta entre los dos sistemas parce!arios.

.tt......,., Ib6rioc:IpIenO(IV-IQ •. C)

L.FDiII INrk:oo!b6rimTaniloflV·, •. C) CMfNOS~"u.I

· .,._, ....

· ._ • c-fw

· -

~ u ..... ~·y\'l·

en """"- ,,:1

2.000 m '\j

.c::..

Figura 3.- Esquema de interpretacion donde se distingue la conservaci6n activa del sistema coherente de la fosa de Casinos-Llfria relacionado con la cuenca hidrogcifica y los asentamientos ibericos. En recuadro el sector interpretado en la figura 2.

338

o 315rJ

5

o ..

2

3m

Figura 4.- 1) Planimetria esquernanca de la estructura de Les Fites. 2) "Borne" conservado de Les Fites (RGV 96082012). 3) Escena de laboreo del vase de Alcorisa segun P. Atrian y M. Martinez (1976). 4) Interpretacion de la escena de laboreo del vase de Azaila a partir de Bosch Gimpera (1915).

339

0316

S-ar putea să vă placă și

  • La Blanqueria.
    La Blanqueria.
    Document8 pagini
    La Blanqueria.
    Ricardo González Villaescusa
    Încă nu există evaluări
  • Sentencia Nº 199/2018 de La Sección Sexta de La Audiencia Provincial de Zaragoza
    Sentencia Nº 199/2018 de La Sección Sexta de La Audiencia Provincial de Zaragoza
    Document21 pagini
    Sentencia Nº 199/2018 de La Sección Sexta de La Audiencia Provincial de Zaragoza
    Ricardo González Villaescusa
    Încă nu există evaluări
  • Pacto Por La Arqueología Valenciana
    Pacto Por La Arqueología Valenciana
    Document1 pagină
    Pacto Por La Arqueología Valenciana
    Ricardo González Villaescusa
    Încă nu există evaluări
  • Tinajas 2 C
    Tinajas 2 C
    Document16 pagini
    Tinajas 2 C
    Ricardo González Villaescusa
    Încă nu există evaluări
  • Eólicos
    Eólicos
    Document6 pagini
    Eólicos
    Ricardo González Villaescusa
    Încă nu există evaluări
  • 1000 Razones para Cambiar
    1000 Razones para Cambiar
    Document11 pagini
    1000 Razones para Cambiar
    Ricardo González Villaescusa
    Încă nu există evaluări
  • Tinajas
    Tinajas
    Document20 pagini
    Tinajas
    Ricardo González Villaescusa
    100% (1)
  • Ambitus
    Ambitus
    Document9 pagini
    Ambitus
    Ricardo González Villaescusa
    Încă nu există evaluări
  • Almeria 2
    Almeria 2
    Document19 pagini
    Almeria 2
    Ricardo González Villaescusa
    Încă nu există evaluări
  • 01 Vertedero
    01 Vertedero
    Document149 pagini
    01 Vertedero
    Ricardo González Villaescusa
    Încă nu există evaluări
  • Pintura
    Pintura
    Document7 pagini
    Pintura
    Ricardo González Villaescusa
    Încă nu există evaluări
  • Marcapunica
    Marcapunica
    Document7 pagini
    Marcapunica
    Ricardo González Villaescusa
    Încă nu există evaluări
  • Arqritica
    Arqritica
    Document3 pagini
    Arqritica
    Ricardo González Villaescusa
    Încă nu există evaluări
  • 02 Marcas
    02 Marcas
    Document135 pagini
    02 Marcas
    Ricardo González Villaescusa
    Încă nu există evaluări
  • Saguntinus
    Saguntinus
    Document32 pagini
    Saguntinus
    Ricardo González Villaescusa
    Încă nu există evaluări
  • Arqueología Del Paisaje
    Arqueología Del Paisaje
    Document20 pagini
    Arqueología Del Paisaje
    José Matamoros
    Încă nu există evaluări
  • ¿Qué Arqueología Del Paisaje?
    ¿Qué Arqueología Del Paisaje?
    Document22 pagini
    ¿Qué Arqueología Del Paisaje?
    Ricardo González Villaescusa
    83% (6)
  • 06 Formentera
    06 Formentera
    Document40 pagini
    06 Formentera
    Ricardo González Villaescusa
    Încă nu există evaluări
  • Cornelius
    Cornelius
    Document10 pagini
    Cornelius
    Ricardo González Villaescusa
    Încă nu există evaluări
  • Cuando No Lo Era
    Cuando No Lo Era
    Document15 pagini
    Cuando No Lo Era
    Ricardo González Villaescusa
    Încă nu există evaluări
  • 11 BarrioCarmen
    11 BarrioCarmen
    Document29 pagini
    11 BarrioCarmen
    Ricardo González Villaescusa
    Încă nu există evaluări
  • 16 LaineGaule
    16 LaineGaule
    Document25 pagini
    16 LaineGaule
    Ricardo González Villaescusa
    Încă nu există evaluări
  • Ager Aesonensis
    Ager Aesonensis
    Document36 pagini
    Ager Aesonensis
    Ricardo González Villaescusa
    Încă nu există evaluări