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PROPOSITO DE UN MINISTERIO APOSTOLICO

Comunión. Los líderes, comprometidos con la misión de la iglesia, dedican tiempo para fomentar
el compañerismo unos con otros, para comer juntos, para una sana recreación, para vivir como
familias y para disfrutar de la unión que Cristo ha hecho en su muerte y resurrección.

Evangelización. El MFG es un Ministerio de impacto porque cada creyente tiene un proyecto de


trabajo personal; donde todos trabajan para que todas las personas que acepten a Jesús sean
bautizadas e instruidas en su nueva vida en Cristo, conduciéndoles a su madurez espiritual. El reto
para los líderes es que a través del trabajo personal, cada creyente, procure generar nuevos
creyentes y establecer nuevas células o grupo familiares.

Discipulado. En nuestro Ministerio, el estudio de la Biblia es una responsabilidad y un anhelo


ineludible, sus miembros escuchan lo que Dios dice a través de las Escrituras, son creyentes que
meditan de día y de noche en la Palabra de Dios. Un Ministerio que oye la voz de Dios se mantiene
vivo y fuerte y, para mantener eso, toda nuestra vida, alma, cuerpo y mente está bajo el señorío
de Cristo y bajo la autoridad de Su Palabra. A través de las enseñanzas nuestro Ministerio desarrolla
un programa educativo que le permite crecer sanamente, manteniéndose apegada a la sana
doctrina bíblica, cuidando no solo de lo que es el espiritual sino que de lo emocional también.

Adoración Y Guerra. Dedicamos tiempo para adorar y celebrar la grandeza del Señor a través de
alabanzas, danzas, teatro y todas las formas de expresión que glorifican el nombre del Señor, con
instrumentos, banderas…
Servicio. Mantenemos un programa de servicio que ayuda a resolver los problemas sociales,
morales, emocionales y espirituales de los hermanos y de los amigos que se atienden. Somos un
Ministerio de impacto, una comunidad cristiana generosa, donde ofrendar se hace con alegría y
responsabilidad para poder atender integralmente las necesidades de la obra del Señor.

Intercesión y Guerra. Bajo el Comando del Espirito Santo planificamos momentos exclusivos para
la oración intercesora a través de vigilias, semanas o días de oración, ayunos y otros.
Comprendemos la autoridad que tenemos como Iglesia para atar y desatar, ejerciéndola con fe y
como soldados guerreros conscientes que tenemos Jehová Sabao, El Señor de Los Ejércitos delante
de nosotros peleando nuestra batalla.

La Gran Comisión.

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