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moda ‘vintage’:

prendas con historia


La ropa ‘vintage’ protagoniza el último gran fenómeno en el mundo de la moda.
Pero ya no hace falta que rebusques en el armario de tu madre ni en mercadillos o
que lleves una maleta vacía cada vez que viajas a Londres, porque el paraíso de la
ropa de segunda mano es ahora internet. Todas las épocas al alcance de tu ratón.
por patricia godes ilustración amaia niango

«Mi vida es una locura y mi casa está Hasta la moda hippie de los 60, sólo si eras rico riquísimo podías permitirte el lujo
a punto de estallar de tantos vestidos. de llevar impunemente las viejas camisas de tu abuelo. La segunda mano la vendían
Pero es mi gran pasión», exclama Julie los traperos y la adquirían sólo pobres de solemnidad. Tradicionalmente la moda evo-
Bergmans, una morenita de Oregon City lucionaba siempre hacia adelante. Pero en 1968 la película Bonnie and Clyde había
que viste estilo años 40 con trajes enta- puesto de moda los años 30 y en 1971 se estrenaba en off-Broadway un espectáculo
llados y sombreros con tul. «Colecciono crudo y alternativo sobre los adolescentes de 1959 titulado Grease. Paloma Picasso,
vintage desde el instituto y como tenía diseñadora debutante, rebuscaba en el Mercado de las Pulgas de París viejas joyas para
cierta experiencia de ventas en internet ensamblar sus mejores collares y, más o menos a la vez, las Pointer Sisters conseguían
fundé hace tres años Fab Gabs Vintage, en los traperos de San Francisco llamativos y preciosos vestidos de los 40. En 1974
una tienda dentro de Etsy.com llena de El Gran Gatsby redescubrió los locos años 20 y, de repente, vestirse como tu madre y tu
preciosos vestidos usados». abuela tenía más estilo que ir a la última.
Al igual que Fab Gabs Vintage, se han
establecido muchas tiendas vintage en Organza, tul y y satén al bies
Etsy.com, portal de artesanía y segun- El mercado de segunda mano se ha vuelto cercano y ágil gracias a internet y, lo mismo
da mano: TimelessVixen, Ingeniousrehab, que adquirimos mp3 en iTunes podemos comprar una amplia falda de rock’n’roll estam-
NodtoModvintage, Badgirlvintage, etc. pada en plátanos amarillos, una combinación de satén al bies de 1930 o un traje de
«Revuelvo rastros, herencias y casas de pedrería donado por Barbra para una subasta benéfica. La lista de tiendas vintage en
empeño», explica Julie. Como ella, sus Google es interminable y constituye un entretenimiento impagable para los amantes de
rivales en este negocio recorren constan- las cosas bellas y los estudiosos de la moda.
temente los Estados Unidos investigando Los precios rondan entre 90 y 400 euros pero hay un problema de tallaje: somos más
en pueblos y ciudades. altos y grandes que hace 40 y 50 años y los pocos modelos de talla M y L que salen a
Según el diccionario Merryam Webster, la venta desaparecen en minutos. A los vendedores de ropa vintage les encanta lo que
el adjetivo inglés vintage significa «añejo hacen y sus descripciones y advertencias resultan tan útiles como entretenidas. «Lo
o clásico», y se pronuncia más bien vintich adoro», exclama Julie.
que vinteich. Suele aplicarse a los vinos y, Los conocimientos y habilidad de los responsables de las tiendas para identificar pren-
por extensión, cualquier prenda de vestir das, estilos y años son sorprendentes. Suelen dar medidas exactas de espalda, pecho y
con un mínimo de veinte años de antigüe- cintura, caderas e instrucciones sobre cómo tomarlas. «Muchos trajes antiguos no llevan
dad se llama vintage en todos los idiomas etiqueta, y además las tallas varían mucho. Aconsejo que dejes margen para moverte
del mundo. cuando tomes tus medidas», explica Carol Baker, dueña de Dandelion Vintage.

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Carol vende prendas de la época victoriana y su oferta abarca hasta los 70 y 80. Su
blogspot donde cuenta cómo consigue las prendas, cómo las lava, plancha y cataloga
es más que fascinante. Como ella, Vinteageous posee un amplio escaparate de trajes
de novia. No es de extrañar: son vestidos que se llevan una sola vez y han llegado impe-
cables hasta hoy. Creaciones en seda, organza, tul y encaje a precios increíblemente
bajos. Los de acetato y poliéster pueden adquirirse por 30 modestísimos dólares. Más
difícil es encontrar ropa de calle, dado que se lleva a diario y difícilmente sobrevive en
buen estado.

Antigüedades de museo: una dimensión desconocida


Buenas bases de datos de recursos on-line para comprar moda vintage e informarse se
encuentran en Squidoo y Vintage Fashion Guild: foros, anuncios, recomendaciones y,
en esta última, un fantástico fichero de marcas y firmas de gran utilidad. El consultorio
a cargo de Ms. Vintage es tremendamente esclarecedor, tanto respecto a costumbres
del pasado como a consejos y utilidades.
Couture Allure es de Jody y Sarah, madre e hija con enorme preparación en el campo
de la moda y el comercio. Han dedicado años a establecer una red en la zona de Boston
«para rescatar las maravillas que todavía se esconden en las viejas mansiones de Nueva
Inglaterra», explican. En Decades INC puedes comprar los osados diseños sesenteros
de Ossie Clark y leer mucha información acerca de dónde y cómo se ha conseguido
cada prenda. Su blog no tiene precio.
Raras veces una prenda de segunda mano supera los 2.000 dólares, costando
por lo general menos de 200. Lo más caro son los materiales nobles, y el récord lo
ostentan los que están sin estrenar, especialmente si cuelga la etiqueta de la marca.
Pero… ¡Atención! Nos adentramos en la dimensión desconocida de las antigüedades de
museo. 25.000 dólares piden en Antique Dress por el modelo de Bob Mackie que Cher
llevó a los Oscar en 1983; y The Frock, favorita de Dita Von Teese, ofrece diseños de
Schiaparelli y Adrian y trajes de Marlene Dietrich, Agnes Morehead y Lisa Minnelli
siempre rondando los 7.000. Capas, brocados, gasas y tules anteriores al siglo xx
conforman la selección del coleccionista Christian Madrigal de San Francisco. tacular oferta vintage on-line que cabría esperar. Loge1
Existen verdaderos museos on-line donde se puede encontrar un corsé de está en Reims y sus propietarias han decidido presentar
1900 con etiqueta de la calle Fuencarral número 13 de Madrid, o el céle- su mercancía con el desorden de los puestos del Rastro:
bre guardarropa que Whitney Houston subastó para pagar deudas. «Puedes encontrar cosas que no se te ocurriría buscar». Pitti
Las vestimentas del xix y xviii son delicadas, sólo para mirarlas y… Vintage está por supuesto en Florencia y, aunque bonitas, no
¡Prohibido llevarlas! ¡Es imposible casarse con un traje de novia tiene tantas cosas como sus colegas norteamericanas.
de 1840 del tamaño de una niña de diez años del siglo xxi!
La moda vintage es un fenómeno de países ricos donde Si no lo encuentras, busca una buena copia
las mujeres de clase privilegiada dejan las prendas Para los que ponen reparos a la ropa usada si no era de su abuela
perfectamente nuevas gracias a la superabun- o de su tía, existen imitaciones contemporáneas de todo lo retro.
dancia de sus armarios y vestuarios. Las Unique Vintage reconstruye la época del charlestón, la del rock’n’roll y
dos largas guerras que padeció nuestro el twist con tallas y precios actuales. En Hollywood, Las Vegas y la Word
continente diezmaron los guardarro- Wide Web, Bettie Page Clothing vende ropa de pin-up en una página bonita
pas de las elegantes europeas y ni y divertida, y Vintagewesternwear se especializa en ropa de vaquero incluyen-
París ni Milán poseen la espec- do el correspondiente apartado para los altos y grandes.
La más auténtica de las tiendas de imitación es la de Esther Williams, cam-
peona de natación y actriz de Hollywood, con buenas copias de los trajes de baño
de 1945-56: drapeados y estampados hiperfemeninos y sensuales de la posguerra
para las sirenas de hoy en día. «El traje de baño es la menor cantidad de ropa que está
permitido llevar en público, así que… ¡Más vale que sea bonito!», declara la estrella.
Vintage chino y hawaiano; la era del jazz y la posguerra; los excesos de los 50 y la
imaginación de los 60; las líneas más convencionales de los 70 y las aberraciones de
los 80: la historia de la moda, de sus creadores, de las mujeres que las llevaron y de los
hombres y los niños que las amaron. Y todo, al alcance de un clic. Un traje playero de
1950 puede costar en Kitty Girl Vintage 65 dólares con confección artesanal excelen-
te y exclusiva para la compradora actual. En la tela, en los pliegues y en las costuras
va a estar grabado todo el talento de su creador y la habilidad de la costurera que lo
confeccionó. Y sin duda, también la felicidad de su dueña al poseer, disfrutar y sentirse
favorecida llevando algo tan bonito. n

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