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«Mi vida es una locura y mi casa está Hasta la moda hippie de los 60, sólo si eras rico riquísimo podías permitirte el lujo
a punto de estallar de tantos vestidos. de llevar impunemente las viejas camisas de tu abuelo. La segunda mano la vendían
Pero es mi gran pasión», exclama Julie los traperos y la adquirían sólo pobres de solemnidad. Tradicionalmente la moda evo-
Bergmans, una morenita de Oregon City lucionaba siempre hacia adelante. Pero en 1968 la película Bonnie and Clyde había
que viste estilo años 40 con trajes enta- puesto de moda los años 30 y en 1971 se estrenaba en off-Broadway un espectáculo
llados y sombreros con tul. «Colecciono crudo y alternativo sobre los adolescentes de 1959 titulado Grease. Paloma Picasso,
vintage desde el instituto y como tenía diseñadora debutante, rebuscaba en el Mercado de las Pulgas de París viejas joyas para
cierta experiencia de ventas en internet ensamblar sus mejores collares y, más o menos a la vez, las Pointer Sisters conseguían
fundé hace tres años Fab Gabs Vintage, en los traperos de San Francisco llamativos y preciosos vestidos de los 40. En 1974
una tienda dentro de Etsy.com llena de El Gran Gatsby redescubrió los locos años 20 y, de repente, vestirse como tu madre y tu
preciosos vestidos usados». abuela tenía más estilo que ir a la última.
Al igual que Fab Gabs Vintage, se han
establecido muchas tiendas vintage en Organza, tul y y satén al bies
Etsy.com, portal de artesanía y segun- El mercado de segunda mano se ha vuelto cercano y ágil gracias a internet y, lo mismo
da mano: TimelessVixen, Ingeniousrehab, que adquirimos mp3 en iTunes podemos comprar una amplia falda de rock’n’roll estam-
NodtoModvintage, Badgirlvintage, etc. pada en plátanos amarillos, una combinación de satén al bies de 1930 o un traje de
«Revuelvo rastros, herencias y casas de pedrería donado por Barbra para una subasta benéfica. La lista de tiendas vintage en
empeño», explica Julie. Como ella, sus Google es interminable y constituye un entretenimiento impagable para los amantes de
rivales en este negocio recorren constan- las cosas bellas y los estudiosos de la moda.
temente los Estados Unidos investigando Los precios rondan entre 90 y 400 euros pero hay un problema de tallaje: somos más
en pueblos y ciudades. altos y grandes que hace 40 y 50 años y los pocos modelos de talla M y L que salen a
Según el diccionario Merryam Webster, la venta desaparecen en minutos. A los vendedores de ropa vintage les encanta lo que
el adjetivo inglés vintage significa «añejo hacen y sus descripciones y advertencias resultan tan útiles como entretenidas. «Lo
o clásico», y se pronuncia más bien vintich adoro», exclama Julie.
que vinteich. Suele aplicarse a los vinos y, Los conocimientos y habilidad de los responsables de las tiendas para identificar pren-
por extensión, cualquier prenda de vestir das, estilos y años son sorprendentes. Suelen dar medidas exactas de espalda, pecho y
con un mínimo de veinte años de antigüe- cintura, caderas e instrucciones sobre cómo tomarlas. «Muchos trajes antiguos no llevan
dad se llama vintage en todos los idiomas etiqueta, y además las tallas varían mucho. Aconsejo que dejes margen para moverte
del mundo. cuando tomes tus medidas», explica Carol Baker, dueña de Dandelion Vintage.
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Carol vende prendas de la época victoriana y su oferta abarca hasta los 70 y 80. Su
blogspot donde cuenta cómo consigue las prendas, cómo las lava, plancha y cataloga
es más que fascinante. Como ella, Vinteageous posee un amplio escaparate de trajes
de novia. No es de extrañar: son vestidos que se llevan una sola vez y han llegado impe-
cables hasta hoy. Creaciones en seda, organza, tul y encaje a precios increíblemente
bajos. Los de acetato y poliéster pueden adquirirse por 30 modestísimos dólares. Más
difícil es encontrar ropa de calle, dado que se lleva a diario y difícilmente sobrevive en
buen estado.
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