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INTRODUCCIÓN
Las caídas son un verdadero problema clínico entre la población anciana, debido a su
alta frecuencia y sus consecuencias físicas, psicológicas y sociales.
Este gran síndrome geriátrico es causa importante de mortalidad, inmovilidad e
institucionalización prematura, además de ser un importante marcador de fragilidad en
la edad avanzada, así como un factor de riesgo de deterioro y mal pronóstico.
Una caída tiene múltiples factores precipitantes y predispone a muchos factores de
riesgo. (Figura 1)
Puede constituirse un primer indicador de un problema agudo (infección, hipotensión
postural y arritmias) formar parte de una patología crónica (Parkinsonismo, demencia,
neuropatía diabética) o simplemente ser un marcador de la progresión “normal” de los
cambios relacionados con la edad en la visión, deambulación y fuerza.
Figura 1: Elementos
multifactoriales de las Caídas
CAÍDA
DEFINICIÓN
EPIDEMIOLOGÍA
Las caídas son extremadamente comunes en las personas de la tercera edad. Cada año
una de tres personas de 65 años o más que viven en la comunidad sufren una caída; esta
tasa se incrementa conforme avanza la edad y es más alta en las personas que viven en
asilos. Este síndrome causa considerable mortalidad y morbilidad. El 75% de muertes
en este grupo etáreo son causadas por una caída. La tasa de mortalidad se incrementa
dramáticamente conforme avanza la edad, especialmente en poblaciones de más de 70
años. Se estima que el 1% de personas que han sufrido una caída y que desarrollaron
fractura de cadera presentaron una tasa de mortalidad del 20-30% dentro del primer año
de su fractura. Los factores predisponentes al daño causado por una caída se deben a la
alta frecuencia de enfermedades clínicas (por ejemplo osteoporosis) y los cambios
relacionados con la edad (disminución de los reflejos protectores), que hacen que una
caída relativamente leve sea muy peligrosa. Aunque muchas caídas no causan daños
serios, cerca de un 5-10% de adultos mayores que se caen cada año presentan daños
serios, como fracturas (húmero, muñeca, pelvis y cadera), trauma craneoencefálico o
laceraciones serias. También se relacionan con una considerable morbilidad a largo
plazo; un 25-75% de las personas que han sufrido una caída y que presentaron fractura
de cadera no recuperan su nivel de funcionalidad prefractura en la deambulación o
actividades cotidianas.
Adicionalmente a la muerte y los daños físicos, una caída puede tener otras
consecuencias muy serias. Las caídas a repetición son una causa común de admisiones a
centros de cuidado, originan a otro gran síndrome geriátrico, el Síndrome de
Inmovilidad que puede ocasionar infección respiratoria, contracturas musculares y
articulares, úlceras por presión, el síndrome ansioso pos caída que puede dar origen a
restricción en las actividades diarias y pérdida de confianza en la capacidad de
deambulación con la consiguiente disminución de la capacidad funcional, depresión y
aislamiento social.
Factores Demográficos:
- Edad (especialmente > 75 años)
- Vivir solo
Factores Históricos:
- Uso de bastón o andador
- Caídas previas
- Enfermedades agudas
- Patologías crónicas, especialmente trastornos neuromusculares
- Medicamentos, especialmente el uso de cuatro o más drogas (polifarmacia) Æ ansiolíticos,
benzodiazepinas, antidepresivos tricíclicos, tranquilizantes mayores (fenotiazinas y butirofenonas),
antihipertensivos (β bloqueadores, diuréticos), corticosteroides, AINES, anticolinérgicos,
hipoglicemiantes orales y cualquier fármaco que afecte el equilibrio
Factores Físicos:
- Alteraciones cognitivas
- Reducción de la visión incluidos los cambios relacionados con la edad (disminución de la agudeza
visual, capacidad de acomodación, alteraciones en la percepción de profundidad, presbicia, disminución
de la visión nocturna, disminución en la visión periférica)
- Dificultades para levantarse de la silla
- Problemas en los pies (Halux)
- Cambios neurológicos incluidos los relacionados con la edad (inestabilidad postural, disminución del
tiempo de reacción y de la integración a nivel central de la visión, alteraciones en la percepción de
propiocepciones, sensaciones vibratorias, vestibulares
- Disminución de la audición, incluidos los cambios relacionados con la edad (presbiacusia, excesiva
acumulación del cerumen)
Otros
- Factores ambientales Æ pobre iluminación, pisos irregulares y resbaladizos
- Comportamiento
EVALUACIÓN
Screening
Los pacientes con factores de riesgo para el desarrollo de una caída deben ser
interrogados sobre alguna caída en un periodo de tiempo determinado. Se debe realizar
una investigación específica en las personas de la tercera edad que están en instituciones
de cuidado.
Una simple caída no siempre es un signo de un problema mayor e incrementa el riesgo a
desarrollar otra, puede ser simplemente un evento aislado. Se deben evaluar las caídas
recurrentes, definidas como más de dos caídas en un periodo de seis meses, para buscar
causas que se pueden tratar. Se debe realizar una evaluación inmediata a las caídas que
producen algún tipo de daño o que están relacionadas con enfermedades de tipo agudo,
pérdida de conciencia, fiebre o presión arterial anormal.
Historia
La historia clínica es esencial para determinar el mecanismo de la caída, pérdida o no de
conciencia, factores de riesgo específicos para el desarrollo de la misma, cualquier
alteración que contribuya a su producción. Un elemento crítico en la obtención de la
historia clínica es la revisión de la medicación que esta tomando el paciente. Algunos
pacientes atribuyen su caída a una “mera casualidad”, pero el Médico debe determinar si
la caída ocurrió por un obstáculo en el ambiente u otro factor.
Se debe averiguar sobre la actividad que estaba realizando el paciente justo antes de la
caída, especialmente sí la actividad involucró cambios posicionales. Se debe preguntar
sobre los detalles de caídas previas y si la caída actual tuvo el mismo o diferente
carácter.
Examen Físico
Debe ser completo y cuidadoso. Destaca la medición de la presión arterial y pulso, que
debe hacerse con el paciente en decúbito, luego de 5 minutos de reposo, y 3 minutos
después de ponerse de pie: si hay descenso de la presión sistólica de 20 mmHg o más
existe ortostatismo. Si no hay cambio en frecuencia cardiaca puede sospecharse
alteraciones de barorreceptores. En el corazón debe buscarse soplos de estenosis aórtica,
insuficiencia mitral, así como miocardiopatía hipertrófica, todos comunes en edad
avanzada. El masaje de seno carotídeo sólo puede efectuarse bajo estricta vigilancia y
en aquellos pacientes sin enfermedad cerebrovascular ni anomalías de conducción. Se
define como síndrome del seno enfermo si se verifica asistolia o pausa sinusal mayor a
3 segundos o una caída de presión sistólica superior a 50 mmHg. Se deben buscar
signos de anemia y efectuar un examen neurológico cuidadoso.
La nemotecnia I HATE FALLING (cuadro 3), puede ayudar al Médico a recordar los
hallazgos físicos claves en el paciente que se cayó o va a sufrir una caída; se enfoca a
problemas comunes que son susceptibles de tratamiento.
Una visita al sitio donde vive el paciente tiene gran valor para medir factores de riesgo
modificables y poder determinar adecuadas intervenciones. Es muy importante
determinar peligros ambientales, uso de alcohol y apego al uso de medicamentos.
Sí
Sí
No
Historia clínica
Información acerca de caídas
Revisión de medicación
Historia funcional dirigida
Examen físico
Signos vitales, incluida presión arterial
ortostática
Exámenes de visión y audición
Evaluación de marcha y equilibrio
Examen neurológico
Examen funcional
Exámenes de laboratorio
Evaluación de la seguridad del hogar
Causas de la caída o de una caída por Sí
suceder Tratar
No
TRATAMIENTO
PREVENCIÓN
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