Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
ABSTRACT
The Chachopo granite (GC), exposed in the Chachopo region (Mérida-Venezuela), is a plutonic body, formed
by three apofisis. It was petrographically and geochemically studied for characterization and determination of
its magmatic relations, evolutionary signatures and the tectonic environment of emplacement. The GC is found
in intrusive gradational sinuous contact with the Iglesias Complex and in straight abrupt fault contact with the
Mucuchachí and Palmarito formations. GC can be differentiated into two principal subfacies, a graindioritic-
monzogranitic subfacies in the central part of the area and a sienogranitic subfacies; the first subfacies has
medium grain, equigranullar; the second has thick grain and phenocrystot potassium feldspar can be
observed. This body is very tectonized. Geochemical signature analysis showed that the body is
peraluminous, it can be classified as a S-type. It can be estimated from the multi-element and rare earth
diagram patterns that the two subfacies of the GC are comagmatic. In concurrence with the tectonic
discrimination diagram variation, it was obtained that GC could have been emplaced in a subduction ected to
great tectonic stresses and it was formed from the partial fusion of pelitic meta-sedimentary rocks.
Key words: Geochemistry, granitoids, petrology, Venezuelan Andes.
Figura 3. Microfotografías del GC: a) granos nuevos y subgranos en cuarzo; b) mirmequita; c) cristal de
plagioclasa sericitizada; d) cristal de feldespato pertítico con inclusiones de plagioclasa; e) cristal de
muscovita plegado y f) cristal de biotita cloritizado.
que las rocas estuvieron sometidas a procesos de alteración. La relación K/Rb indica que la alteración se
debe probablemente a procesos post-magmáticos, interacción de fluidos con la roca (Clarke, 1992, Shaw,
1968). El producto de alteración más difundido, identificado a través de la petrografía, fue la clorita a partir de
biotita, el otro producto de alteración encontrado fue el epidoto a partir de plagioclasas.
atribuida a fraccionamiento de plagioclasa. En el diagrama multi-elemental (figura 4e) se observa que hay un
enriquecimiento en elementos de alto radio iónico en comparación con los elementos de alto potencial iónico
(HSFE). El enriquecimiento en Th y LREE concuerdan con la existencia de minerales accesorios ricos en
estos elementos, como por ejemplo, el epidoto. Del diagrama REE (figura 4f) con pendiente negativa es
típico de granitos tipo “S”.
DISCUSIÓN
Fuente y diferenciación magmática
Los atributos del GC presentan una buena correlación con los atributos de un cuerpo tipo S propuestos por
Chappell y White, 1974; con índice de saturación de alúmina ASI>1,1; corindón normativo 4,1-5,7%; conteni-
do de sílice entre 72,75 y 74,39%; medio Sr, bajo Ca, medio Rb. El gráfico de Frost et al., 2001, permiten
clasificar al GC como un granitoide variable entre calco-alcalino y álcali-cálcico. De acuerdo a ésto y en
correlación con los estudios de Sylvester, 1998, sobre un grupo grande de granitos post-colisionales fuerte-
mente peralumínicos, el GC pudo formarse a partir de la fusión parcial de rocas meta-sedimentarias;
probablemente las rocas que originaron el cuerpo eran de tipo pelítico (figura 4c). La mayoría de las mues-
tras presenta más Na2O que CaO, con un promedio de 4,3 veces más Na2O que CaO, según Aguado et al.,
2005, el cociente Na2O/CaO en magmas peralumínicos está predominante controlado por la relación entre
las plagioclasas y las arcillas en la fuente magmática, lo que refuerza que una fuente magmática predomi-
nantemente pelítica debería presentar un alto cociente y una mezcla de fundidos corticales disminuiría la
relación.
El proceso antatéctico involucrado en la formación del magma del GC pudo resultar de la descompresión de
la corteza engrosada por un orógeno asociado a una concentración de fluido próxima a la zona de máximos
esfuerzos, lo que puede ser correlacionado con lo planteado por Barbarin, 1999, quien propone que los
granitos de dos micas, como el GC, pueden ser generados en las zonas donde existe corteza engrosada
como el resultado de la convergencia de litósferas continentales. Adicionalmente, el autor indica que los
magmas de dos micas deben contener grandes cantidades de agua proporcionadas por las zonas de
esfuerzos, que concentran y canalizan las aguas en la corteza y producen plutones alineados con las
150 GEOMINAS, Vol. 38, N° 53, diciembre 2010
Indicios petrogenéticos del granito de Chachopo ...
estructuras tectónicas. Esto pudo producir en la región de Chachopo, plutones de dirección NE-SW parale-
los a la dirección del límite de la convergencia.
Si se considera que el GC proviene de la fusión parcial de rocas meta-sedimentarias, se podría postular que
el fraccionamiento químico del cuerpo se dio principalmente durante la meteorización, la sedimentación y
subsiguiente fusión parcial de las rocas que lo generaron. La fusión parcial que generó el GC pudo darse
probablemente, debido a la reducción de la presión, en el ambiente post-orogénico, aunado a ascensos de
flujos de agua de las últimas etapas de la actividad relacionada a la subducción.
De acuerdo a Müller-Lorch et al. (2006), el decrecimiento de la relación K2O/Na2O a medida que se tiene un
incremento en la concentración de SiO2, puede indicar una etapa de cristalización de feldespatos a partir de
un fluido a bajas temperaturas, así, rápidamente la composición del fluido se moverá a altos cocientes de
Na/K, a medida que la fase cristalina incorpora más K que Na, haciendo que las últimas fases que cristalicen
a partir de este fluido sean más ricas en Na.
CONCLUSIONES
El GC un granitoide emplazado, en rocas con metamorfismo regional de medias P/T del Complejo Iglesias
(Neoproterozoico?). Mineralógica y químicamente es un plutón homogéneo y, de acuerdo a las signaturas
geoquímicas, es de carácter peralumínico y variable entre calco-alcalino y álcali-cálcico. Probablemente se
formó en un ambiente de convergencia de placas tipo arco volcánico, en un posible margen de tipo andino,
teniendo una fuente magmática: fusión de meta-pelitas de la corteza (tipo S).
AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecemos al Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico (CDCHT)- ULA
por el financiamiento de este estudio, bajo el código de proyecto I-925-06-02-C. También al personal del ICT-
UCV y al Ing. Víctor Mendoza.
REFERENCIAS
Aguado, B. Valle, M. R. Azevedo, R., Nolan, J. y Martins, E. (2005). Origin and emplacement of syn-orogenic
Variscan granitoids in Iberia the Beiras massif. Journal of the Virtual Explorer, 2005 issues, Vol. 19.
Barbarin, B. (1999). A review of the relationships between granitoid types, their origins and their geodynamic
environments. Lithos, Volume 46, Nº 3, 605-626.
Batchelor R. A y Bowden, P. (1985). Petrogeneric interpretation of granitoid rock series using multicationic
parameters. Chemical Geology, 48. 43-55.
Bowen y Tuttle (1950). The system NaAlSi3O8–KAlSi3O8–H2O, Journal of Geology 58. 489–511.
Boynton, W.V. (1984). Cosmochemistry of the rare earth elements: meteorite studies. En: Handerson, P.
(Ed.), Rare Earth Geochemistry. Elsevier, 63–114.
Burkley, L. (1976). Geochronology of Central Venezuelan Andes. Tesis Doctoral no publicada. Department of
Geology, Case Western Reserve University. Estados Unidos de América.
Chappell B. W. y White A. J. R. (1974). Two contrasting granite types. Pacific Geology 8. 173-174.
Clarke, D. B. (1992). Granitoid Rocks. Editorial Chapman & Hall.
Cordani, U., García, R., Pimentel de B., N., Etchart, H. (1985). Comentarios sobre Dataciones
Geocronológicas en la Región de Los Andes Centrales. Memoria VI Congreso Geológico Venezolano,
tomo III, pg. 1571-1585.
Frost, B.R., Barnes, C.G., Collins, W.J., Arculus, R.J., Ellis, D.J. y Frost, C.D. (2001). A Geochemical
Classification for Granitic Rocks. J. of Petrology, V. 42, Issue 11, 2033-2048.
Irving, T. N. y Baragar, W. R. A. (1971), A guide to the Chemical classification of the common volcanic rocks,
Can. J. Earth Sci., vol 8, 523-548.
Ishikawa, Y., Sawaguchi, T., Iwaya, S. y Horiuchi, M. (1976). Delineation of prospecting targets for Kuroko
deposits based on modes of volcanism of underlying dacite and alteration haloes. Mining Geology vol 26,
105–117.
Janousek, V., Farrow, C. M., Erban, V. (2008). Programa GCDkit (Geochemical Data Toolkit), versión 2.3,
Disponible en línea en la página: http://www.gla.ac.uk/gcdkit
Maaløe, Sven y Wyllie, Peter J. (1975). Water content of a granite magma deduced from the sequence of
crystallization determined experimentally with water-undersaturated conditions. Contributions to
Mineralogy and Petrology. Volume 52, Nº 3. 175-191.
Ministerio de Energía y Minas (MEM) (1997). Léxico Estratigráfico de Venezuela. Boletín de Geología,
Publicación Especial 12, MJ Editores.
Müller-Lorch, D., Marks, M.A.W. y Markl, Gregor (2006). Na and K distribution in agpaitic pegmatites. Lithos,
In Press, Available online 2 October 2006.
Olmeta, M.A. (1968). Determinaciones de edades radiométricas en rocas de Venezuela y su procedimiento
por el método K-Ar. Bol. Geológico 10 (19).Caracas. 339-344.
Pearce, J., Harris N. B. W. y Tindle, A. G. (1984). Trace element discrimination diagrams for tectonic interpre-
tation of granitic rocks. Journal of Petrology 25, 956-983.
Ramírez, Carlos, García J., Raúl y Campos, Víctor (1971). Geología de la Región de Timotes, estados
Mérida, Barinas y Trujillo. Memoria del IV Congreso Geológico Venezolano, Tomo II. Caracas,
Venezuela. 898-934.
Rudnick, R.L., Tomascak, P.B., Njo, H.B., Gardner, L.R. (2004). Extreme lithium isotopic fractionation during
continental weathering revealed in saprolites from South Carolina. Chemical Geology Vol 212 (1–2),
45–57.
Schubert, C. (1968). Geología de la Región Barinitas- Santo Domingo. Andes Venezolanos, Sur Orientales.
Bol. Geológico 9 (19).182-261.
Shand (1943). The eruptive Rocks, Segunda Edición, editorial John Wiley.
Shaw, D.M. (1968). A review of K–Rb fractionation trends by covariance analysis. Geochimica et
Cosmochimca Acta 32, 573–576.
Streckeisen, A. (1976). To each plutonic Rock its proper name. Earth Science Rev. Bd. 12 p.1-33.
Sylvester, P.J. (1998). Post-collisional strongly peraluminous granites. Lithos 45, 29-44.