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EN COLOMBIA
Docente
Esp. Carlos Hernán Mora Gómez
INTRODUCCIÓN
La primera infancia es la etapa de la vida que va desde el nacimiento hasta los 6 años. Las
experiencias vividas por los niños durante estos años influyen significativamente en sus
posibilidades futuras.
Los niños pobres que tienen acceso a una educación inicial de buena calidad ven
compensadas varias carencias en el presente y hacia futuro, tienen mayores posibilidades de
desarrollar sus competencias, permanecer en el sistema educativo y tener acceso a la
educación superior y a trabajos mejor remunerados.
No obstante, las características del desarrollo de los niños en este grupo de edad y el hecho
de que la gran mayoría de quienes se encuentran excluidos del sistema educativo son niños
pobres, obliga a diseñar estrategias que enfrenten simultáneamente sus necesidades
educativas, nutricionales y de protección mediante la integración de intervenciones que van
más allá de las propias de la escolaridad formal.
La determinación de brindar atención y educación a los niños durante sus primeros años de
vida, y en algunos casos de hacer obligatoria la educación preescolar, se ha presentado
sobre todo en el periodo de los últimos quince años. Esta medida se ha visto impulsada por
acuerdos-marco internacionales, promovidos en algunos casos por organismos como la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) (a través de su Comité
de Educación), o bien, por el interés de homologar las condiciones educativas de países que
constituyen bloques económicos, como en el caso de la Unión Europea y su proyecto de la
Red de atención a la infancia (Comisión Europea, 1996).
El diagnóstico que exponen dichos organismos se encamina a señalar que la educación hasta
los seis años, denominada infancia temprana, primera infancia o educación infantil, en
donde queda comprendido el nivel de preescolar, tiene implicaciones positivas en lo social,
económico y educativo a lo largo de toda la vida, compensando situaciones de desventajas
que pudieran tener los niños, y resulta favorable para los países hacer un espacio para el
preescolar en sus agendas nacionales de política educativa, al favorecer las condiciones para
que este servicio se lleve a cabo, lo que efectivamente ha implicado una demanda creciente
del servicio (Cortés y Muñoz, 2007).
Por esta razón se considera necesario abordar en primer lugar esta declaración de los
derechos sociales, económicos y culturales, en cuya manifestación se evidencian las
primeras referencias particulares acerca de la familia como “núcleo fundamental de la
sociedad”, y sus postulados apuntan hacia la libre conformación, la protección integral al
patrimonio, la honra, la dignidad, la intimidad, la igualdad de derechos y deberes de la
pareja y el respeto mutuo, entre otros. En este sentido las parejas contarán con el derecho a
decidir el número de hijos y tendrán el deber de sostenerlos y educarlos.
En este orden de ideas el derecho a la educación es, “una responsabilidad del Estado, la
sociedad y de la familia”, para lo cual establece su obligatoriedad “entre los cinco y
los quince años, y comprenderá como mínimo, un año de preescolar y nueve de
educación básica” esto hace innegable la precaria presencia de lo educativo en el
momento de la formación inicial de todo ser humano, como lo es la primera infancia de los 0
meses a los cinco años.
Por otra parte resulta interesante evidenciar que en esta enunciación, el Estado debe
procurar la defensa y garantía de los derechos fundamentales para sus miembros
ciudadanos, lo cual se hace visible, en cuanto a lo educativo, en la formulación de la Ley
General de Educación 115 (1994); la cual define como objeto primordial de la educación al
“proceso de formación permanente, personal, cultural y social que se fundamenta
en la concepción integral de la persona humana, de su dignidad, de sus derechos y
deberes”. Esta perspectiva a la vez, acoge las finalidades de la educación en el pleno
desarrollo de la personalidad, y en consecuencia establece como responsables directos al
Estado, la sociedad, y a la familia, como primera garante de la educación de los(as)
hijos(as), hasta la mayoría de edad, o hasta cuando ocurra cualquier clase o forma de
emancipación.
La manifestación explícita de una visión del niño(a) desde sus dimensiones de desarrollo
lo sitúa en la perspectiva de la individualidad, reconociendo la influencia de los contextos
sociales y culturales en los que se desarrolla y ubicándolo en dinámicas propias de acuerdo
con sus intereses, motivaciones, actitudes y aptitudes; su desarrollo se configura entonces a
partir de la integración de conocimientos, de maneras de ser, de sentir y de actuar; en la
interacción consigo mismo, con sus padres, con sus pares, docentes, con los objetos del
medio como producto de experiencia vivida. Como ser humano es considerado como una
totalidad, como un sistema de múltiples dimensiones, desde una visión integral la cual
determinará sus procesos evolutivos.
Indudablemente, la propuesta curricular por parte del Ministerio de Educación Nacional para
el nivel de Educación preescolar marco un hito en Colombia, ya que la mayoría e los
establecimientos educativos privados trabajaban con metodologías importadas de países
desarrollados.
El artículo primero del decreto consagra los derechos fundamentales del menor; se entiende
por menor, puntualizada el articulo 28, quien no haya cumplido los 18 años de edad. El
derecho a la educación contemplado en el artículo 7 y 311 afirma que quien tenga
obligación de darla y no la cumpla puede ser sancionado a prevención por el comisario de
familia, el defensor de familia, el alcalde municipal ò el inspector de policía (artículo 312)
Igualmente la ley 115 en la sección II establece los fines de la educación preescolar y los
objetivos específicos para este nivel.
b) El crecimiento armónico y equilibrado del niño, de tal manera que facilite la motricidad,
el aprestamiento y la motivación para la lecto-escritura y para las soluciones de
problemas que impliquen relaciones y operaciones matemáticas;
Para tal efecto se tendrá en cuenta que la ampliación de la educación preescolar debe ser
gradual a partir del cubrimiento del ochenta por ciento (80%) del grado obligatorio de
preescolar establecido por la Constitución y al menos del ochenta por ciento (80%) de la
educación básica para la población entre seis (6) y quince (15) años.
Por el cual se reglamenta parcialmente la Ley 115 de 1994, en los aspectos pedagógicos y
organizativos generales, igualmente aparecen estipulados los logros que se deben tener en
cuenta en este grado, al igual que las disposiciones tendientes a logar la articulación en el
servicio educativo.
El carné estudiantil expedido a nombre del menor, será el medio para acreditar la condición
de estudiante. Las autoridades podrán exigir su presentación cuando lo consideren
pertinente para verificar el cumplimiento de la obligatoriedad constitucional y legal.
PARAGRAFO. La atención educativa al menor de seis años que prestan las familias, la
comunidad, las instituciones oficiales y privadas, incluido el Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar, será especialmente apoyada por la Nación y las entidades territoriales. El
Ministerio de Educación nacional organizará y reglamentará un servicio que proporcione
elementos e instrumentos formativos y cree condiciones de coordinación entre quienes
intervienen en este proceso educativo.
Por la cual se adopta un diseño de lineamientos generales de los procesos curriculares del
servicio público educativo y se establecen los indicadores de logros curriculares para la
educación formal.
Los indicadores de logros aquí establecidos, se formulan desde las dimensiones del
desarrollo humano para el nivel de preescolar. Para los demás niveles de la educación
formal, estos indicadores se formulan desde las áreas obligatorias y fundamentales y desde
las intensificaciones y adiciones definidas en los artículos 23 y 31 de la Ley 115 de 1994. No
obstante, ello debe entenderse sin perjuicio de la organización formal que los mismos haga
el proyecto educativo institucional.
a) Dimensión Socio-afectiva
todo lo que hace, y mucho más aún cuando la actividad es lúdica, por ello las realiza con
entusiasmo o por el contrario se niega con gran resistencia a realizarlas.
Procurar un adecuado desarrollo socio - afectivo del niño implica facilitar la expresión de sus
emociones, tanto de ira, rabia, temor, llanto, como también de bienestar, alegría, gozo,
amor, entusiasmo, darle seguridad en sus acciones, facilitando la oportunidad de escoger,
decidir y valorar dentro de una relación de respeto mutuo, de aceptación, de cooperación
voluntaria, de libertad de expresión, de apreciación de sus propios valores y de solidaridad y
participación, hace parte de la formación para la vida, por cuanto permite a los niños ir
creando su propio esquema de convicciones morales y de formas de relacionarse con los
demás.
b) Dimensión Corporal
En el comienzo del preescolar, a los tres años de edad, ya ha concluido la fase fundamental
de mielinización de las neuronas, con lo cual se está en condiciones de realizar actividades
sensoriales y de coordinación de manera mucho más rápida y precisa. Es de resaltar la
maduración notable del lóbulo frontal sobre los cinco años, que permite importantes
funciones de regulación, planeamiento de la conducta y actividades que eran inicialmente
involuntarias, como es el caso de la atención, la cual por ejemplo, se va haciendo más
sostenida, menos lábil y más consciente. De igual forma la capacidad perceptiva es
fundamental para el desarrollo de las otras capacidades que se sintetizan o unifican en el
proceso de pensar.
mecánico y al cuerpo físico con agilidad, fuerza, destreza y no “como un medio para hacer
evolucionar al niño hacia la disponibilidad y la autonomía”.
c) En la dimensión cognitiva.
de realizar acciones en ausencia del modelo, realizar gestos o movimientos que vio en otros,
y pasar a jugar con imágenes o representaciones que tiene de esos modelos.
En el periodo de tres a cinco años de edad, el niño se encuentra en una transición entre lo
figurativo-concreto y la utilización de diferentes sistemas simbólicos, el lenguaje se convierte
en una herramienta esencial en la construcción de las representaciones, la imagen está
ligada a su nominación, permitiendo que el habla exprese las relaciones que forma en su
mundo interior.
Para entender las capacidades cognitivas del niño de preescolar, hay que centrarse en lo que
éste sabe y hace en cada momento, su relación y acción con los objetos del mundo y la
mediación que ejercen las personas de su contexto familiar, escolar y comunitario para el
logro de conocimientos en una interacción en donde se pone en juego el punto de vista
propio y el de los otros, se llega a cuerdos, se adecúan lenguajes y se posibilita el ascenso
hacia nuevas zonas de desarrollo.
La capacidad que logre la institución educativa y en especial el docente del nivel preescolar,
para ofrecer oportunidades, asumir retos, permitirá que el niño desde muy pequeño reciba
una atención apropiada para el logro de su propio desarrollo. Es desde el preescolar en
donde se debe poner en juego la habilidad del docente para identificar las diferencias y
aptitudes del niño, y en donde la creatividad le exigirá la implementación de acciones
pedagógicas apropiadas para facilitar su avance.
d) En la dimensión comunicativa.
Para el niño de preescolar, el uso cotidiano del idioma, su lengua materna en primera
instancia, y de las diferentes formas de expresión y comunicación, le permiten centrar su
atención en el contenido de lo que desea expresar a partir del conocimiento que tiene o va
elaborando de un acontecimiento, constituyéndose el lenguaje en la forma de expresión de
su pensamiento. Por tanto, las oportunidades que facilitan y estimulan el uso apropiado de
un sistema simbólico de forma comprensiva y expresiva potencian el proceso de
pensamiento.
Toda forma de comunicación que establece el niño se levanta sobre las anteriores, las
transforma en cierta medida, pero de ninguna manera las suprime, a mayor edad del niño,
con mayor flexibilidad utiliza todos los medios a su alcance. Entre más variadas y ricas son
sus interacciones con aquellos que lo rodean y con las producciones de la cultura, más
fácilmente transforma sus maneras de comunicarse, enriquece su lenguaje y expresividad e
igualmente diversifica los medios para hacerlo mediante la apropiación de las nuevas
posibilidades que le proporciona el contexto.
e) En la dimensión estética.
f) Dimensión espiritual
El espíritu humano crea y desarrolla mediante las culturas y en las culturas un conjunto de
valores, de intereses, de aptitudes, actitudes de orden moral y religioso con el fin de
satisfacer la necesidad de trascendencia que lo caracteriza.
Lo trascendente en el niño, por tanto, se puede entender como el encuentro del espíritu
humano con su subjetividad, su interioridad y su conciencia, estados profundos de la
dignidad y libertad del ser humano, lo cual supone que el adulto tenga un conocimiento de
las características propias de la subjetividad, la interioridad y la conciencia en formación del
niño.
La formación ética y moral en los niños, una labor tan importante como compleja, consiste
en abordar el reto de orientar su vida. La manera como ellos se relacionarán con su entorno
y con sus semejantes, sus apreciaciones sobre la sociedad y sobre su papel en ella, en fin,
aprender a vivir.
Desde los primeros contactos que los niños tienen con los objetos y personas que lo rodean,
se inicia un proceso de socialización que los irá situando culturalmente en un contexto de
Por el cual se establecen normas relativas a la prestación del servicio educativo del nivel
preescolar y se dictan otras disposiciones.
ARTÍCULO 1º. La educación preescolar hace parte del servicio público educativo formal y
está regulada por la Ley 115 de 1994 y sus normas reglamentarias, especialmente por el
Decreto 1860 de 1994.
ARTÍCULO 2º. La prestación del servicio público educativo del nivel preescolar se ofrecerá a
los educandos de tres (3) a cinco (5) años de edad y comprenderá tres (3) grados, así:
CAPITULO II
Orientaciones curriculares
c) Lúdica: Reconoce el juego como dinamizador de la vida del educando mediante el cual
construye conocimientos, se encuentra consigo mismo, con el mundo físico y social,
desarrolla iniciativas propias, comparte sus intereses, desarrolla habilidades de
comunicación, construye y se apropia de normas. Así mismo, reconoce que el gozo, el
entusiasmo, el placer de crear, recrear y de generar significados, afectos, visiones de
futuro y nuevas formas de acción y convivencia, deben constituir el centro de toda acción
realizada por y para el educando, en sus entornos familiar, natural, social, étnico,
cultural y escolar.
Artículo 12. El currículo del nivel preescolar se concibe como un proyecto permanente de
construcción e investigación pedagógica, que integra los objetivos establecidos por el
artículo 16 de la Ley 115 de 1994 y debe permitir continuidad y articulación con los procesos
y estrategias pedagógicas de la educación básica.
Cuando en 2002 el MEN expidió los lineamientos curriculares para preescolar se dijo que
reflexionar en torno a los principios del desarrollo humano y del sentido pedagógico era
pertinente y hacía posible entender por qué la educación preescolar tiene una función
especial que la hace importante por sí misma y no como preparación para la educación
primaria, lo cual destacó como un gran avance por cuanto educar a los niños y a las niñas
para la vida, para formar ciudadanos libres, democráticos y especialmente para ser niños es
la idea central que da sentido a la educación preescolar.
El derecho a la educación contemplado en el Artículo 28, afirma que Los niños, las niñas y
los adolescentes tienen derecho a una Educación De Calidad. Esta será obligatoria por
parte del Estado Incurrirá en multa hasta de 20 salarios mínimos quienes se abstengan de
recibir a un niño en los establecimientos públicos de educación.
10.La Política Educativa Para La Primera Infancia Abril 22 del 2009 (MEN)
A partir del 22 de abril del 2009, el Ministerio de Educación Nacional (MEN) expide La
Política Educativa Para La Primera Infancia, cuyo objetico es garantizar una mejor calidad de
atención integral enmarcada en el contexto de los derechos fundamentales de los memores:
salud, educación, nutrición, protección y participación.
BIBLIOGRAFÍA