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11 ORGANIZACIÓN DE LOS VIVEROS.

11.1 Objetivos del negocio:

Los viveros constituyen un sector más de la actividad económica del sector agrario y debe ser entendido
como cualquier otro negocio, es decir, sobre la base de la rentabilidad; esto significa que han de cuidarse todos y
cada uno de los factores que contribuyen a maximizar los beneficios y, en cualquier caso, a producir plantas
teniendo en cuenta:
 La calidad, según las exigencias del mercado o las Normas establecidas en los Reglamentos Técnicos
correspondientes, cuando la especie a producir está sujeta a alguno ( Cítrico, Viña, Frutales de Hueso
y Pepita, Olivos ).
 A costes competitivos. En este sentido es preciso decir que el mercado de plantas vivas es un mercado
complicado, en absoluto abierto a informaciones fiables y con un problema añadido: que se trabaja
con mercancías perecederas que en muchas ocasiones el exceso en la oferta, hace que bajen los
precios de venta de forma alarmante ( siempre es preferible vender mal que tirar, dicen los
productores ). El problema que ocasiona esta política de precios es que una vez que han bajado, luego
no suelen reponerse.
Esta situación obliga a cuidar al máximo los costes de producción; cuando, como ocurre en los trabajos de
un vivero, se realizan labores repetitivas que consumen mucha mano de obra, es fundamental cuidar la
organización, ya que pequeñas pérdidas de tiempo multiplicadas por muchos movimientos, por ejemplo, suponen a
final de año importantes pérdidas. Esto significa, por ejemplo, que hay que organizar y coordinar las labores de
recogida de material, tener dispuestos los materiales y elementos auxiliares necesarios, etc., para que los operarios
rindan al máximo.

11.2 Labores de cultivo:

Aunque cada sistema de propagación tiene sus propias labores ( que hemos descrito en los temas
anteriores ), hay una serie de labores culturales comunes, que vamos a describir a continuación:
 Transplantes y endurecimientos:
El transplante de las plántulas obtenidas por esquejado a raíz desnuda pueden ser plantadas directamente
en los contenedores de crianza o prepararlas con un endurecimiento o aclimatación previa. La aclimatación
supone un coste añadido, pero tiene la ventaja de que las pérdidas se producen durante la misma y solamente
se plantan los esquejes que tienen un buen sistema radicular, con lo cual, por ejemplo, los lotes resultan más
homogeneos, aunque el sistema radicular es mejor cuando se planta directamente, en particular si por falta de
previsión no se hace el transplante definitivo en su momento y las raíces envejecen en el recipiente donde se
han aclimatado.
El transplante de los esquejes no tiene más que un par de recomendaciones:
 Procurar que las raíces no se doblen hacia arriba, en contra de su geotropismo.
 Apretar el substrato lo suficiente y regar a continuación, para asegurar el contacto con las raíces, para
que formen raíces nuevas lo más rapidamente posible.

 Eliminación de malas hierbas:

Los substratos compuestos por materiales artificiales ( turbas, perlita, etc. ) no suelen traer semillas de
malas hierbas, pero pueden contaminarse durante la crianza de las plantas. Por el contrario, cuando se utilizan
tierras o arenas ( a no ser que procedan de canteras muy profundas ) si portan, por desgracia, muchas semillas
de malas hierbas que, en cuanto se comienza a regar nacen y ensucian los contenedores, al tiempo que
compiten con la planta. Por eso conviene eliminarlas lo antes posible. Podemos recurrir, en el caso concreto de
las plantas cultivadas en contenedor a alguna de las siguientes soluciones:
 Utilizar herbicidas de preemergencia antes del transplante ( Oxifluorfen, Tiazopir ); es preciso realizar
pruebas previas de dosis, porque la información es nula y puede provocar problemas de toxicidad en
las plantas a cultivar.
 Colocar los contenedores en el lugar definitivo y regar varias veces, para provocar la nascencia de las
malas hierbas, utilizando herbicias de contacto para eliminarlas.
 Eliminación manual.
La mejor solución está en el coste: la más barata.

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En cuanto a las plantas cultivadas en el suelo el desherbado puede ser mecánico, manual o químico, o
utilizando ( según el estado de desarrollo de las plantas uno u otro ). También se pueden usar acolchados
plásticos.

 Podas y entutorados:
Las plantas cultivadas, tanto en contenedor como en el suelo, deben tener la forma que el mercado
demanda. Por ejemplo, muchas plantas ornamentales, tanto de exterior como de “interior” se pueden formar
según dos modelos básicos:
 En forma arbustiva, con varias ramas de desarrollo similar que, saliendo a nivel de la superficie del
substrato, dan a la planta una forma más o menos redondeada. Esto obliga, cuando se trata de plantas
obtenidas a partir de semilla o por esqueje “de punta”, a eliminar la dominancia apical, por medio de
pinzamientos o empleando productos químicos, para provocar la brotación de algunas de las yemas
laterales.
 En forma de arbolito, que obliga a todo lo contrario, es decir, a la eliminación de los brotes laterales,
lo antes posible, hasta que el tronco alcanza la altura deseada, en cuyo momento hay que procurar el
desarrollo ( expontáneo o provocado con pinzamientos ) de yemas laterales para formar una “copa”.
Cuando es imprescindible que los troncos se formen rectos hay que recurrir al entutorado de las
plantas. En cultivo en contenedor se suelen colocar tutores individuales, normalmente hechos con
caña de bamboo, no demasiado caras, de fácil manejo y con un aspecto bastante decorativo. Como
tardan bastante tiempo en pudrirse ( la parte enterrada ) suelen aguantar el tiempo suficiente para
concluir el periodo de crianza.
En el cultivo en suelo se suelen utilizar alguna de las siguientes soluciones:
 Tutores individuales, confeccionados con el material más barato disponible. Se emplean, por
ejemplo, palos de Castaño o cabillas de hierro.
 Entutorado en seto, colocando soportes ( de madera tratada, vigas de hormigón o metálicos )
en los extremos de las líneas y varias filas dobles de alambre galvanizado acerado o
molofilamento de poliamida, que dejan entre ellos las plantas.

 Fertilización:
En los semilleros y aunque se usen substratos a base de turbas fertilizadas suele ser necesario
complementar la nutrición de las plántulas con aportaciones periódicas para completar la crianza de las
mismas, ya que las pequeñas dimensiones de los cepellones no disponen de nutrientes suficientes. Se deben
emplear preferentemente abonos cristalinos o líquidos, muy solubles y sin resíduos, preferentemente ricos en
Fósforo, con objeto de potenciar la formación de raíces. Siempre es recomendable aportar abono en cada riego
que abonar cada dos o tres días, por ejemplo, ya que de esta forma se aumenta innecesariamente la salinidad
del medio de cultivo.
En cualquier caso, siempre hay que tener en cuenta cual va a ser el destino posterior de las plantas ya que
si en vez de ir a otro invernadero van a ser transplantadas al aire libre deben estar más “duras” que en el
primer caso, porque de esta forma estarán mejor aclimatadas y soportarán mejor el transplante. Si aparecen
problemas puntuales, por ejemplo, síntomas de carencia de Hierro, deben ser corregidos de inmediato con
aportación de quelatos.
Cuando se trata de criar planta “grande”, en contenedor, aunque se emplean turbas abonadas también se
deben complementar con aportaciones de abono. Recordar que el Nitrógeno es el elemento que hace crecer a
las plantas, sin olvidar el efecto sinérgico de los otros dos macronutrientes.
Cuando se emplean abonos de liberación lenta ( con las precauciones debidas ) no es necesario el uso de
fertilizantes, tanto en cultivo en contenedor como en cultivo en suelo. En este último caso se deben hacer
aportaciones importantes de Nitrógeno, para forzar el crecimiento de las plantas.

 Tratamientos fitosanitarios:
Hablaremos de ellos más adelante.

11.3 Arranque de las plantas:

Cuando las plantas se han cultivado en el suelo y se ha concluido su formación es preciso proceder a su
arranque y acondicionamiento para su venta. Cuando se trata de especies caducifolias es preciso esperar a la caída
de las hojas; en las especies de hoja perenne se debe esperar hasta que bajen lo suficiente las temperaturas, a finales
de otoño, para que se encuentren en estado de reposo. El arranque puede ser manual o mecánico. En cualquier caso,
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para facilitarlo se suelen cortar las raíces a 25-30 cm. de profundidad con la ayuda de un apero consistente en una
cuchilla acoplada al tractor que, a veces, lleva un suplemento para tumbar las plantas.
Las plantas de hoja perenne se sacan con cepellón que, cuando es manual se hace con la ayuda de palines o
con máquinas. Una vez formado el cepellón se debe acondicionar envolviéndolo con papel y/o plástico para que no
se desmorone.
Mención especial requiere la preparación de árboles ejemplares escayolados. El escayolado consiste en la
formación “in situ” de un recipiente que contenga al cepellón, antes de la extracción de la planta y se realiza en las
siguientes etapas:
 Apertura de una zanja alrededor del árbol, tanto más grande cuanto mayor sea el tamaño del árbol.
 Colocación sobre el cepellón de una malla “gallinera” que sujete la tierra del mismo.
 Colocación de plastas de yeso sobre la malla, dejando que fragüe; se deben dejar varios orificios de 6-8
cm. de diámetro para permitir la salida de las raíces.
 A los pocos días del escayolado el árbol está listo para ser arrancado, tirando manual o mecanicamente
para romper las raíces del fondo del cepellón.
 Conviene dar una poda severa a la parte aérea, para equilibrar la copa con las raíces. Estas operaciones
convienen hacerlas durante la fase de reposo invernal.
También las Palmáceas tienen una form algo diferente de tratamiento y extracción. Cocretamente:
 Nunca deben arrancarse en un periodo frío, ya que las raíces no soportan las bajas temperaturas.
 Antes o inmediatamente después del arranque se deben eliminar las hojas exteriores y recoger el
resto, envolviéndolas con mallas de plástico, por ejemplo, para limitar la transpiración.
 El transporte se debe hacer en camión cerrado o, si las dimensiones de las plantas no lo permiten,
protegiendo los cepellones o, al menos, colocando los cepellones en la parte anterior de la plataforma
o góndola.
 Se deben transplantar lo antes posible y regar, además de las raíces la copa, para reducir la
transpiración.
11.4 Preparación de expediciones:
El sistema de organización de las ventas en los viveros suele dar prioridad a los pedidos por fecha de
recepción y confirmación; de esta forma, se reservan las plantas a medida que llegan dichas confirmaciones ( y las
señales a cuenta correspondientes ), ya que hay que tener en cuenta que las existencias de los viveros son,
necesariamente, limitadas y diferentes en cada Campaña. Cuando se agotan las existencias normalmente ( y así
aparece recogido en las Condiciones de Venta, a las cuales se obliga el comprador ) se sirve la variedad más
parecida ( salvo indicación expresa del comprador ). Esto nos lleva, una vez más, al tema de la previsión: es preciso
hacer los pedidos con tiempo suficiente o pedir los plantas “por encargo” para asegurarse el suministro, una vez
llegado el momento de la plantación.
En cualquier caso hay que tener en cuenta que el volumen de las mercancías a expedir en un vivero es
grande y se debe organizar para evitar atascos y situaciones de caos, el uso de etiquetas identificativas y/o códigos
de color ( obligatorias, por otra parte tanto en la planta autorizada, amarilla, como en las certificada, azúl ).
Las plantas de hoja caduca, una vez preparadas para su venta, se pueden conservar por periodos cortos en
almacenes a la sombra y frescos o, para periodos más largos ( semanas ) en cámaras frigoríficas.
Por el contrario, las plantas de hoja perenne no se deben mantener más de 3-4 días a oscuras, por lo que
deben almacenarse hasta el momento de su carga al aíre libre, manteniendo los cepellones húmedos.
En el caso concreto de los Cítricos, el Reglamento Técnico obliga, entre otras muchas cosas, a la
identificación de los plantones, antes de su extracción del suelo, por medio de unas marcas de pintura plástica en el
tronco, según el código de Florida. Posteriormente, los manojos de plantones ( en 10 o 12 unidades ) se etiquetan
según las Normas de la UE.

11.5 Condiciones generales de venta:

Las condiciones que los viveros suelen imponer para la formalización de sus ventas son bastante
homogéneas. A título de ejemplo a continuación se reproducen las de un vivero comercial y de una Casa
suministradora de semillas silvestres:

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11.6 Control de los cultivos:

Siempre es conveniente dejar constancia escrita o archivada de otra forma de las incidencias de cada
partida de plantas producida en el vivero. Estos controles sirven también para que los responsables del vivero
aprendan para futuros cultivos. Los controles pueden ser:
 Técnicos; como veremos en el Tema 12, la Administración obliga a los viveros a cumplimentar una
Ficha Técnica del Cultivo, a efectos de posibles problemas fitosanitarios. También, cuando se cultivan
plantas Certificadas el Reglamento Técnico obliga a recoger las incidencias de cada cultivo. En los
semilleros de hortalizas también es preceptivo la cumplimentación de un Libro de Cultivo, que debe estar
a disposición de los inspectores de la Delegación del Ministerio de A. P. y A. cuando lo requieran; son
obligatorias las anotaciones referentes al control de las plagas transmisoras de virosis.
 Administativos: entre los que incluyen los citados en el punto anterior y otros de tipo interno y que
posibilitan la cumplimentación del Pasaporte Fitosanitario que debe acompañar, obligatoriamente, cada
partida de plantas salida del vivero ya que, en caso contrario, pueden ser paralizadas por la Guardia Civil,
concretamente por el Seprona.
 Económico: para conocer los resultados puntuales de cada tipo de planta producida que nos permitirá
repetir o abandonar dicho cultivo.

11.7 Carga y expedición:

Las operaciones de carga de las plantas se suelen realizar de forman manual, sobre todo cuando se trata de
árboles, arbustos o planta ornamental en contenedor “grande”. Cuando se trata de plantas ornamentales en maceta
se suelen utilizar los mismos “carriers” que se usan para el transporte.
Las plantas forestales cuando se han cultivado en bandejas de varios usos ( que disponen de patas para
poder ser apiladas ) se cargan paletizadas. Cuando se han cultivado en bandejas de un solo uso, no apilables, se
preparan en el interior de cajas de cartón.
Las plantas de Rosal, por ejemplo, a raíz desnuda, se acondicionan en el interior de cajas de cartón,
protegidas con bolsas de plástico.
Las plántulas de hortaliza se pueden expedir de tres modos:
 Colocadas en estanterías situadas en camiones que, los semilleros tienen para prestar ese servicio
adicional al cliente.
 Colocando las bandejas en posición horizontal, fondo contra fondo y planta contra planta, siendo
el mismo cliente o en camiones o remolques ( cuando se trata de partidas grandes ) el que las
lleva a las parcelas donde han de ser transplantadas.
 Extrayendo las plantas con sus cepellones en el mismo vivero y acondicionándolas en cajas de
plástico, por ejemplo.

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