Dar marcha atrás para luego avanzar, buena
estrategia para la toma de decisiones.
Autor: Jesús Ronald Ordóñez Astaiza.
Resumen – Todas las decisiones tienen que ver con el
futuro. NO obstante, decidir qué se debe hacer y cómo
se debe hacer se basa, por naturaleza, en las
experiencias del pasado. Para mirar hacia delante es
necesario mirar hacia atrás. Es tan natural que ni
siquiera pensamos en ello. No obstante, comprender
mejor la dirección de las pautas de pensamiento puede
ayudar a evitar las trampas mentales que dan lugar o
las malas decisiones.
PARA MIRAR HACIA DELANTE DEBEMOS APRENDER A
MIRAR ATRÁS.
En este mundo tan acelerado, en el que el
tiempo es un recurso tan escaso, nos vemos
enfrenados a tomar muchas decisiones todos
los días, decisiones que tienen que tomarse ya,
sin tiempo para la reflexionar o analizar la
situación que se nos presenta, raramente nos
paramos a pensar en nuestra forma de pensar.
Sabemos que cada decisión es el resultado de
un proceso complejo que frecuentemente
entraña dos tipos diferentes de reflexión: mirar
hacia atrás para comprender el pasado y mirar
hacia adelante para predecir el futuro.
Si queremos mirar hacia delante, hacia la
solución del problema que queremos resolver,
deberíamos tener la capacidad de mirar hacia
atrás; decidir qué se debe hacer y cómo se debe
hacer se basa, por naturaleza, en las
experiencias del pasado, así la solución que
busquemos afecte nuestro futuro.
Pensar hacia atrás implica tratar de determinar
las causas del problema que estamos tratando,
requiere capacidad de juicio, establecer
vínculos entre los acontecimientos que generan
la situación, todo para lograr explicar un
acontecimiento; en cambio pensar hacia
delante no depende de la intuición, sino de
agrupar y sopesar una serie de variables y
después hacer una predicción.
Estas dos formas de pensar se complementan y
al final permiten que el tomador de decisiones
tenga el panorama más claro y facilitan la toma
de la decisión más adecuada.
En cuanto al pensamiento hacia delante, es más
factible realizar una buena predicción
basándonos en un modelo estadístico que
involucre las observaciones encontradas
realizando un mirada hacia atrás, que
basándonos en nuestra intuición, esto porque la
mayoría de las predicciones humanas son
menos exactas que prácticamente
cualquier modelo estadístico, hasta el más
simple.
Sin embargo, la mayoría tenemos más fe en
nuestra capacidad de juicio que en los modelos
estadísticos.
Muchas veces las personas tomamos decisiones debe agrupar y sopesar una serie de variables y
basados en nuestra experiencia o en las después hacer una predicción usando un
experiencias de otras personas, es decir modelo que debe basarse en mirada atrás del
miramos hacia atrás, pero erramos en realizar problema.
una predicción adecuada, basados en esa
experiencia y en los datos históricos o
estadísticos que se puedan obtener de esa Aunque las reglas explícitas o los modelos son
retrospección; muchas veces es al contrario, los mejores instrumentos que se pueden
realizamos predicciones basados en datos emplear para razonar hacia delante, la intuición
estadísticos y no echamos una mirada o las nociones de causa pueden ejercer
retrospectiva al problema ; la dos formas de frecuentemente una poderosa influencia sobre
toma de decisiones estarían incompletas, ya las predicciones que hacemos.
que la mejor forma de hacerlo es, mirar hacia
delante, hacer nuestras predicciones
basándonos en un análisis retrospectivo del
problema, determinando las causas y
estableciendo los vínculos entre los
acontecimientos que generan la situación, para
luego aplicar un modelo estadístico que
involucre todas las variables identificadas y
hacer la predicción más adecuada que nos
permita tomar la mejor decisión.

CONCLUSIÓN

Pensar hacia adelante y hacia atrás nos ayuda a

evitar las trampas mentales en la toma de
decisiones.

Pensar hacia atrás es una tarea primordialmente

intuitiva y sugestiva. Entraña la búsqueda de
pautas, el establecimiento de vínculos entre
acontecimientos aparentemente inconexos,
pruebas de posibles cadenas de causas para
explicar un acontecimiento y encontrar una
analogía o una teoría que nos sirva de ayuda a
la hora de pensar hacia delante.

Pensar hacia delante depende de un tipo de

planteamiento matemático o simulación del
problema,: quien tenga que tomar la decisión,