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Morelos
ƠQue los empleos los obtengan sólo los americano. Que no se admitan
extranjeros, si no son artesanos capaces de instruir y libres de toda sospechaƞƦ
Y luego vamos por ahí gimoteando acerca de los daños que nos han causado
los estadunidenses. Nadie nos ha tratado peor de com o lo hemos hecho
nosotrosơ
Antes, advierte que en materia de predicciones Ơno la haceơ porque Ơfallo hasta
en los pronósticos deportivos por eso no com pro el Melate. C ompro boletos
para sacarme la casa y no pasa nadaơ, dice riendo, por lo que no puede saber
en qué parará esto.
Inquirimos sobre los límites que puede tener un proceso así sostenido en el
petróleo; recordamos el periodo gubernament al del presidente López Portillo:
En el caso de Venezuela su vigencia, Ơsu límite es el precio del petróleo y que
pueda Chávez seguir gastando como lo está haciendo en sus políticas
asistenciales.
ƠRepito, yo no estoy en contra de lo asistencial, pero cua ndo es una medida
exclusiva, única, sí porque no está acompañada de programas que incidan en la
infraestructuraơ.
.
Luego, González de Alba puntual iza: ƠPara mí, el populista se caracteriza por la
compra del futuro votante por el clientelismo. El populista lo que busca es hacer
clientela y no le importa la deuda que pueda dejar detrás. Ahora sí que Ɲdetrás
de mí el diluvioƞ, lo dijeron Luis Echeverrí a y Luis XIV.
Y acude al ejemplo familiar: ƠEs como comprar la felicidad de tus hijos sacando
la tarjeta de crédito para todas las peticiones que hagan y todos los juguetes
que quieran. Claro, después te va a llegar la cuenta y con todo y tus hijos te
van a echar de la casa. Acabas peorơ, remata.
ƠDudo de que eso que ha avanzado electoralmente en América Latina sea todo
de izquierda; no sé si llamarlo así, una parte sí lo es, digamos que de Chile no
tengo ningún resquemor en llamar a este proceso de izquierda; lo mismo a
Brasil con Lula tampoco tengo dudas. Sin embargo, calificar de izquierda a un
militar golpista como Chávez, yo creo que ya es excederse en el uso del
términoơ, explica.
Y remacha: ƠQue Chávez se diga de izquierda, eso ya es otra cosa. Que sea
amigo de Fidel Castro, bueno hay que preguntarse, si la izquierda está
representada por Fidel. Eso de llamar de izquierda a todos aquellos que a sí
mismos se hacen llamar de izquierda es un errorơ.
Porque Ơ¿quién va a decir que no hay que terminar con la miseria extrema?
Como siempre, el asunto es el cómo, en esto es en lo que no nos ponemos de
acuerdo. Yo creo que el cómo de la izquierda no puede ser el reparto de
limosna porque ésa es la receta del Cristianismo, que lleva dos mil años y no ha
funcionado: dar de comer al hambriento y de beber al sediento. Bueno, das de
comer una vez, pero otra ya noơ.
La izquierda latinoamericana tiene que hallar una vía propia Ơpero que creo que
no hay que ir a descubrir el agua tibia, el camino está marcado. Es la apertura
a los mercados, a los capitales, etc. como está haciendo China, país que no se
ha quitado todavía su denominación de comunista. Está abierta a todos los
capitales en todas las áreas: la más grande hidroeléctrica del mundo la están
construyendo capitales extranjeros en China. En México está prohibido.
Solamente en nuestro país y Corea del Norte no se permite esta inversión
privada, nacional o extranjera, en energíaơ.
El modelo tiene que ser por el rumbo del crecimiento y no en las dádivas, en la
limosna cristiana, remarca González de Alba.
ƠAntes teníamos como modelo a los países de la órbita soviética, entonces por
decenios se pensó que la receta tendría que ir por el rumbo de la expropiación
de los medios de producción o de la desaparición de la propiedad privada. Esa
era la visión del mundo y vimos q ue esto fracasó. Lo vimos venirse abajo
porque iba en contra de lo que todos los seres humanos tenemos imbuido por
millones de años de evolución, que es la propiedadơ.
Porque Ơcuando tenemos una utopía que pretende hacer desaparecer rasgos de
lo que nos caracteriza como humanos, lo que vemos es la utopía convertirse en
un infierno, que es lo que hemos venido haciendo a lo largo del siglo XX.
ƠOtra utopía fue el nacionalsocialismo, hay que ver con todas sus letras esto: se
decían socialistas, iban a social izar la propiedad y en lo que acabamos fue que
la propiedad no se socializó, sino que se estatizó, terminó en manos del
gobierno y lo mismo pasó con el comunismoơ.
Y pasa a un ejemplo mexicano: ƠQue es lo que ahora nos pasa con Pemex. Yo
no tengo un centavo de esta empresa. Me dicen que es mío porque es de los
mexicanos y yo soy mexicano, pero no me reparten utilidades. Y me deberían
dar un dineral cada año. ¿Dónde está?
ƠEs una empresa del gobierno mexicano y como tal la manejan, es propiedad
de ellos que la usan para sus propios fines. Ya lo vimos en las elecciones
presidenciales pasadas con la campaña de Labastida, ya no sabemos si fueron
mil millones o mil quinientos millones porque en el camino se desapareció una
buena parte de la lana, porque no le l legó ni siquiera a Labastida de aquello
que salió del sindicato.
En cuanto a Hugo Chávez, el autor de Las mentiras de mis maestros, exclama
que éste tiene sus representantes en México: ƠDel modelo chavista, sea eso lo
que sea y se le llame como se le llame (yo diría que es un golpismo disimulado)
sabemos hasta quiénes son, porque será muy fácil encontrar los nombres de los
diputados del PRD que fueron a la marcha convocada por Chávez en Caracas.
Así que por supuesto que hay representantesơ.
Ahora, en cuanto al modelo Chile, expresa: Ơde una izquierda moderna, es
decir, del modelo chileno también los hemos visto en el propio PRD a
representantes a punto de irse o de ser echados, tenemos gente que piensa
con sensatezơ, finaliza.