Magistrado Ponente. SILVIO FERNANDO TREJOS BUENO Proceso. Ordinario de Mayor Cuantía. Dte. JOSE PRIETO HERNANDEZ Ddo. GUILLERMO GARNICA RUIZ y HECTOR ALFONSO PARRA SIERRA
A. H E C H O S :
1. Las partes suscribieron una promesa de permuta, en virtud de la cual
José Prieto Hernández se comprometió a transferir el dominio de una finca ubicada en la jurisdicción de Facatativá, y Guillermo Garnica Ruiz y Héctor Alfonso Parra Sierra el de dos casas situadas en Bogotá.
2. El valor de la permuta fue fijado por los contratantes en la suma de $
4'900.000.oo, precio que dieron a la finca, señalando también que las casas de Bogotá tenían un valor de $ 2'500.000.oo. Para completar el saldo del precio pactado, Garnica y Parra acordaron pagarle a Prieto $ 2'400.000.oo, mediante cheques.
3. Las partes acordaron cumplir la promesa mediante escrituras
separadas, a título de venta y por precios ficticios, omitiendo toda referencia al contrato de permuta. Así, por medio de las citadas escrituras públicas otorgadas en Facatativá, Prieto cumplió sus obligaciones diciendo vender a favor de Garnica, como se había acordado; por su parte, Garnica y Parra otorgaron dos escrituras en Bogotá, mediante las cuales le transfirieron a Prieto dos casas, individualmente cada uno, también a título de venta.
4. Las escrituras correspondientes fueron registradas, salvo la
correspondiente a la transferencia que Parra le hizo a Prieto de la casa de su propiedad, por encontrarse embargada.
5. El justo precio de los predios rurales era de $ 13'050.000, suma a la
que se debe agregar el valor de las mejoras que allí existían, superior a $ 2'000.000, de todo lo cual Prieto sólo recibió $ 4'900.000; el justo Corte Suprema de Justicia – Sala Casación Civil Expediente No. 6913 Magistrado Ponente. SILVIO FERNANDO TREJOS BUENO Proceso. Ordinario de Mayor Cuantía. Dte. JOSE PRIETO HERNANDEZ Ddo. GUILLERMO GARNICA RUIZ y HECTOR ALFONSO PARRA SIERRA
precio de los inmuebles prometidos por los demandados fue
señalado por éstos al otorgarse la promesa de permuta.
6. Finalmente, de la suma de $ 2'400.000 que se fijó como saldo en
dinero en el contrato de permuta, Garnica y Parra le adeudan a Prieto la suma de $ 110.000, suma incorporada a un cheque no pagado por la causal de cuenta cancelada.
Durante el trámite del proceso uno de los demandados el señor Garnica
contestó la demanda, afirmando que cumplió sus obligaciones y proponiendo la excepción de prescripción de la acción o prescripción de la pretensión de rescisión por lesión enorme; Parra compareció al proceso a través de curador ad-litem, quien se atuvo a lo probado en el proceso.
B. P R E T E N S I O N E S :
Pretende el demandante que se declare que son relativamente simuladas
las ventas contenidas en las escrituras públicas números 993 de 28 de septiembre de 1978, la aclaratoria 1472 del 30 de diciembre de 1978, y la 414 del 26 de abril de 1980, otorgadas en la Notaría de Facatativá, y las ventas contenidas en las escrituras públicas números 3246 del 21 de julio de 1978 y 2634 del 21 de abril de 1980, otorgadas la Notaría 5ª de Bogotá, con las cuales las partes encubrieron un contrato de permuta y que acreditada la unidad jurídica de ésta, se declare su resolución por incumplimiento de los demandados y por ende, resueltas las mismas ventas; se condene a los demandados a pagarle la indemnización de los perjuicios materiales y morales causados por el incumplimiento; se ordenen las restituciones mutuas; y se informe el contenido de la sentencia a los registradores y notarios correspondientes para los fines legales pertinentes. Corte Suprema de Justicia – Sala Casación Civil Expediente No. 6913 Magistrado Ponente. SILVIO FERNANDO TREJOS BUENO Proceso. Ordinario de Mayor Cuantía. Dte. JOSE PRIETO HERNANDEZ Ddo. GUILLERMO GARNICA RUIZ y HECTOR ALFONSO PARRA SIERRA
De manera subsidiaria pide que se haga la misma declaración de
simulación relativa y que, en consecuencia, se declare la rescisión por lesión enorme de la permuta y de las ventas mencionadas, solicitando igualmente que se oficie a los registradores y a las notarías pertinentes, se efectúen las correspondientes restituciones mutuas y se paguen los perjuicios causados.
C. FALLO DE PRIMERA INSTANCIA.
La sentencia dictada en primera instancia fue la siguiente:
a) declaró no probada la excepción propuesta; que son: relativamente
simuladas las ventas contenidas en todas las escrituras públicas otorgadas; que el negocio prevalente consumado entre las partes fue un contrato de permuta; la resolución del contrato de permuta por incumplimiento de la parte demandada en el pago total del precio; b) Condenó a Parra a pagar la indemnización por los perjuicios ocasionados por su incumplimiento; ordenó a Garnica la entrega de la finca de Facatativá y lo condenó a pagar los frutos percibidos o los que hubiera podido percibir a partir de la fecha de contestación de la demanda; condenó a Prieto a pagar en favor de Garnica las mejoras útiles realizadas en la finca antes de la fecha de contestación de la demanda y a entregarle la suma de $2’400.000.oo, con su correspondiente indexación a partir del 1° de septiembre de 1978, fecha en que se culminó de cancelar tal cantidad como parte del precio; también ordenó a Prieto entregar al demandado Garnica el inmueble ubicado en Bogotá y a pagarle los frutos percibidos o los que hubiera podido percibir a partir de la fecha de presentación de la Corte Suprema de Justicia – Sala Casación Civil Expediente No. 6913 Magistrado Ponente. SILVIO FERNANDO TREJOS BUENO Proceso. Ordinario de Mayor Cuantía. Dte. JOSE PRIETO HERNANDEZ Ddo. GUILLERMO GARNICA RUIZ y HECTOR ALFONSO PARRA SIERRA
demanda; c) Ofició a las Notarías correspondientes del Círculo de
Bogotá y Facatativá, y a las respectivas oficinas de Registro de Instrumentos Públicos, comunicándoles las decisiones correspondientes.
D. FALLO DE SEGUNDA INSTANCIA
El actor y el demandado Garnica interpusieron recurso de apelación; a lo
cual el Tribunal revocó el fallo, negando las súplicas de la demanda. Los fundamentos para denegar la simulación relativa, se pueden sintetizar así:
1. No hay duda que los contratantes pretendieron celebrar un contrato de
permuta y no uno de compraventa, debido a que a los inmuebles que Garnica y Parra debían entregar al actor, se les dio un mayor valor que la suma dada en dinero efectivo como saldo del precio.
2. Empero, esa convención inicial no fue cumplida por ninguno de los
contratantes y se desistió de ella para celebrar un nuevo negocio jurídico. Si bien los contratantes se comprometieron a suscribir las escrituras de transferencia correspondientes, tal convenio no se cumplió.
3. Los instrumentos públicos atacados no son la consumación de la
promesa de permuta, sino la conclusión de una nueva y distinta convención. Si las escrituras eran consecuencia de la promesa, debió probarse un pacto escrito entre los contratantes para modificar la fecha de suscripción de las mismas; y como esa prueba no se adujo, no existe relación de causalidad entre la promesa aportada y las escrituras objeto de censura. Corte Suprema de Justicia – Sala Casación Civil Expediente No. 6913 Magistrado Ponente. SILVIO FERNANDO TREJOS BUENO Proceso. Ordinario de Mayor Cuantía. Dte. JOSE PRIETO HERNANDEZ Ddo. GUILLERMO GARNICA RUIZ y HECTOR ALFONSO PARRA SIERRA
4. El principio probatorio consagrado en el artículo 177 del Código de
Procedimiento Civil, deriva en el imperativo que le asiste a las partes de demostrar los hechos en que edifican las pretensiones o excepciones, de tal suerte que si no lo hace se somete al resultado adverso a sus peticiones. El expediente es muestra clara y contundente de la orfandad probatoria de la parte actora, en lo que atañe con la simulación relativa. En los interrogatorios absueltos por los demandados no se avizora confesión alguna en el sentido de que hubo acuerdo de voluntades para fingir las compraventas y el verdadero negocio era una permuta. Es normal que los interrogados se refieran a la promesa, por tratarse del convenio inicial, pero no fueron cuestionados acerca del nuevo pacto verbal, que se quiso hacer constar por escrito con posterioridad a la enajenación de los predios rurales, mediante documento de octubre de 1980 suscrito por los demandados.
5. Por el contrario, se aportó prueba de la inexistencia de la simulación: el
mismo actor en demanda anterior contra Garnica, que culminó en un fallo inhibitorio, confesó en los hechos que mediante escritura dio en venta a éste último el dominio que ejercía sobre unos inmuebles rurales, o sea que descartó cualquier acto simulado de los demandados, pues si realmente lo que se convino fue una permuta, desde ese instante debió alegarse y probarse.
6. Esta confesión tiene mérito probatorio y plena credibilidad, por cuanto se
hizo por apoderado judicial con facultad para ello, dado que esa autorización se presume para la demanda conforme al artículo 197 del Código de Procedimiento Civil. Siendo imperioso para el actor demostrar que tal confesión no era concordante con la realidad negocial convenida, no logró hacerlo en este proceso, por lo que la manifestación de la primera demanda adquirió un carácter pétreo y creíble. Corte Suprema de Justicia – Sala Casación Civil Expediente No. 6913 Magistrado Ponente. SILVIO FERNANDO TREJOS BUENO Proceso. Ordinario de Mayor Cuantía. Dte. JOSE PRIETO HERNANDEZ Ddo. GUILLERMO GARNICA RUIZ y HECTOR ALFONSO PARRA SIERRA
E. FALLO DE CASACION.
Ante la Sentencia de Segunda Instancia se formuló el Recurso
Extraordinario de Casación, formulando dos cargos, de los cuales solo se atendió uno, el cual hace relación al artículo 368 del Código de Procedimiento Civil, que se refiere a:
Cargo primero:
Con fundamento en la causal 1ª del artículo 368 del Código de
Procedimiento Civil, se acusa a la sentencia de violar indirectamente, a causa de manifiestos errores de hecho, los artículos 1546, 1584, 1602, 1618, 1766 y 1958 del Código Civil; y el artículo 267 del Código de Procedimiento Civil, por falta de aplicación; censura que divide el recurrente en tres partes, correspondientes a los medios de prueba examinados.
La Corte Suprema de Justicia – Sala de Casación Civil al analizar el cargo,
con los medios de prueba de la sentencia impugnada, permite concluir que el Tribunal incurrió en evidentes errores de apreciación probatoria, así mismo trascendentes, en cuanto lo indujeron a negar la acción de simulación propuesta. Sus conclusiones son, por ello, contraevidentes, en la medida en que están en contravía de la certeza que estas imponen, de manera manifiesta y perceptible. Creer que se celebró un negocio nuevo entre la permuta y las compraventas, que debió probarse un pacto para modificar la fecha de los actos notariales y que existe orfandad probatoria en lo que concierne con la simulación pedida en el proceso, son los errores de fondo de la sentencia, cuyo carácter trascendente salta a la vista, dado que de no haber incurrido en ellos la resolución en la segunda instancia habría sido diversa y necesariamente confirmatoria del fallo apelado. Corte Suprema de Justicia – Sala Casación Civil Expediente No. 6913 Magistrado Ponente. SILVIO FERNANDO TREJOS BUENO Proceso. Ordinario de Mayor Cuantía. Dte. JOSE PRIETO HERNANDEZ Ddo. GUILLERMO GARNICA RUIZ y HECTOR ALFONSO PARRA SIERRA
Conforme, entonces, con la exposición anterior, el cargo está llamado a
prosperar.
F. CONCEPTO PERSONAL
Analizando la sentencia escogida sobre el tema en estudio de los
procesos Ordinarios de Resolución de Contrato, pude observar que conforme a los hechos señalados en el libelo de la demanda, el demandante suscribió un contrato de promesa de permuta, y los demandados no cumplieron con lo estipulado al punto que el señor Parra, ofreció una casa que tenía pendiente un embargo, lo cual, no permitió materializar el negocio, y a ello se suma el saldo no cancelado con el cheque.
El Juez Ad – quo al dictar el fallo de primera instancia, atiende la
solicitud del demandante por considerar que no había simulación y que por el contrario se disponía la resolución del contrato de permuta por incumplimiento en el pago del precio, fallo que estuvo ajustado a la realidad pues los elementos probatorios demostraban el contrato y el incumplimiento por parte de los demandados.
Ahora, si observamos el fallo de segunda instancia dictada por el
Tribunal se hace alusión al incumplimiento de ambas partes, tanto del demandante, como de los demandados, al punto de indicar el Magistrado que no había nexo de causalidad entre el contrato y las escrituras, es decir, que se había celebrado un nuevo negocio jurídico. Lo cual, no comparto pues tenemos claramente que el Tribunal no analizo el verdadero contenido y alcance del contrato de permuta.
Por último, la decisión de la Corte fue ajustada en todo y a cuanto
derecho se trata, pues analizó tanto los contratos, como las escrituras, las respectivas declaraciones de los demandados en donde Parra Corte Suprema de Justicia – Sala Casación Civil Expediente No. 6913 Magistrado Ponente. SILVIO FERNANDO TREJOS BUENO Proceso. Ordinario de Mayor Cuantía. Dte. JOSE PRIETO HERNANDEZ Ddo. GUILLERMO GARNICA RUIZ y HECTOR ALFONSO PARRA SIERRA
renunciaba a los derechos sobre la finca y además a desembargar el
inmueble. Así mismo, donde indicaban que el contrato legalmente celebrado era el de la permuta. De haberse realizado un estudio de los documentos, no se hubiera incurrido en los errores de hecho, y por el contrario se habría establecido que la intención de los contrates era la de permutar bienes.