Sunteți pe pagina 1din 10

EL AUTISMO INFANTIL.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

1. INTRODUCCIÓN

El autismo es un trastorno del desarrollo, permanente y profundo. Afecta a la


comunicación, imaginación, planificación y reciprocidad emocional. Los síntomas en
general son incapacidad de interacción social, aislamiento, estereotipias (movimientos
incontrolados de alguna extremidad, generalmente las manos. El autista no se hace,
nace. El bebé autista puede pasar desapercibido hasta el cuarto mes de vida, a partir de
ahí, la evolución lingüística queda estancada, no hay reciprocidad con el interlocutor, no
aparecen las primeras conductas de comunicación intencionadas (miradas, echar los
brazos, señalar...). Existen muchas hipótesis y líneas de investigación acerca del origen
del autismo (origen genético, factores ambientales, etc.) pero aún nos es desconocido.
No hay cura para los autistas, pero si pueden mejorar mucho su calidad de vida con la
ayuda de los pictogramas y la planificación de las actividades de la vida diaria

La heterogeneidad con que se presentan los casos de autismo, la multitud de síntomas o


características conductuales descritas, las controversias habidas (y por haber) sobre
cuáles son necesarias para diagnosticar el autismo, plantean a menudo problemas no
sólo en cuanto los criterios diagnósticos, sino que también nos encontramos con la
dificultad de establecer un punto de corte entre el autismo y otros trastornos que
comparten algunos síntomas, pero que no cumplen totalmente el conjunto de criterios
diagnósticos aceptados por la comunidad científica.

CARACTERÍSTICAS DEL AUTISMO


ALIMENTAC PSICOMOTO
LINGÜÍSTICA SENSORIAL RELACIÓN SUEÑO
IÓN R

- Lenguaje - Succión - No sonríen - Carecen de - Desinterés e - Insomnio


gestual alterada. al rostro movimientos indiferencia. precoz
limitado. humano. anticipatorios desde el
- Vómitos. - No aparición tercer mes.
- Alteración en - No de la sonrisa
la - Rechazo reconocen su - Movimiento como relación.
comprensión del pecho o imagen motor Aspecto serio. - Gritos y
lingüística. biberón. corporal en el estereotipado llanto en
espejo. . - Rechazo del exceso.
- Anomalías - Rechazo de contacto físico y
en la la - No mueven - Hipotonía o Carencia de - Reducción
actuación masticación. la cabeza, ni hipertonía. respuestas del tiempo
lingüística. los ojos al sociales. total de
llamarles. - Ausencia de sueño
- Ecolalia - Resistencia ajuste - Escasa aconsejable
inmediata o a los - Mirada corporal. reacción a .
Ecolalia cambios de vacía. estímulos
diferida. alimentación - Retraso en externos. - Terrores
. - Mirada HH. nocturnos.
- Confusión inespecífica. Motorices. - Aislamiento en
pronominal. - Falta de sí mismo.
apetito. - Mirada - Retraso
- Inmadurez periférica. psicomotor. - Reacciones
en la emocionales
estructuración - Estrabismos - Confusión inadecuadas.
sintáctica. funcionales. de
movimientos - Conducta
- Trastornos - Reaccionan de imitación socialmente
articulatorios como si no motora: inmadura y
oyesen. izqda. /dcha., difícil.
- Respuestas arriba/abajo,
retardadas. - Exploración delante/detrá - Ansiedad.
reiterada a s. - Enuresis.
- Voz través del
monótona y olfato, el
apagada. gusto y el
tacto.

2. Esquizofrenia infantil

La esquizofrenia infantil es una categoría diagnóstica que aglutina una gran cantidad de
trastornos infantiles. Desde tiempo atrás parece haber venido cumpliendo la función de
ser un cajón de sastre en el que incluían las antiguamente llamadas pseudopsicopatías,
alteraciones orgánicas e incluso alteraciones del lenguaje y de la inteligencia. Kolvin
(1971) plantea que los niños desarrollan las psicosis según dos modalidades. La primera
debuta antes de los 3 años, con características autistas. La segunda inicia la
sintomatología entre los 5 y los 15 años, con una significativa similitud a la esquizofrenia
adulta.

Podemos concluir que la esquizofrenia infantil se caracteriza, y por tanto se diferencia


del autismo, en que es de inicio más tardío (después de los 5 años), con presencia de
historia familiar de psicosis, alteraciones del pensamiento (delirios), alteraciones de la
percepción (alucinaciones), déficit psicomotrices y pobre salud física.

Por otra parte, las respuestas a los distintos tratamientos parecen discriminar entre
esquizofrenia y autismo infantil. La esquizofrenia responde mejor al tratamiento
psicofarmacológico, y el autismo responde mejor a las técnicas de modificación de
conducta.

AUTISMO ESQUIZOFRENIA INFANTIL

1) Se inicia antes de los 30 meses. 1) Posibilidad de un período de


desarrollo normal previo a su aparición.

2) Salud y apariencia externa buena. 2) Salud y apariencia variable.

3) Aislamiento social. 3) No necesariamente se da una


conducta de evitación social.

4) Graves alteraciones en el desarrollo 4) Variabilidad de las alteraciones


del lenguaje. lingüísticas.
5) Las etapas de mejora y avance son 5) Posibilidad de etapas o períodos de
totalmente excepcionales. mejora claramente observables.

6) No antecedentes familiares. 6) Riesgo de existencia de


antecedentes familiares.

7) De pronóstico más incierto. 7) Pronóstico más favorable.

8) Alteraciones sensorioperceptivas sin 8) Probabilidad de alucinaciones y


alucinaciones ni delirios. delirios.

9) Mayor incidencia en varones. 9) Se presenta por igual en ambos


sexos.

3. Disfasia evolutiva

La disfasia evolutiva se puede definir como un retraso en la adquisición del lenguaje y la


articulación. Por tanto los niños disfásicos comparten con los autistas diversa
sintomatología relacionada con la adquisición del lenguaje. Entre estas características
comunes cabría destacar la ecolalia, la inversión pronominal, los déficit de secuenciación
y los déficit en la compresión del significado de las palabras. También podemos observar
ciertos problemas sociales en los niños disfásicos, como consecuencia de sus problemas
en el lenguaje. No obstante, está claro que los déficit que presentan los autistas en el
lenguaje son más graves y complejos que los problemas de los niños disfásicos. Los
niños disfásicos conservan su capacidad comunicativa, mediante el uso del lenguaje no
verbal, manifiestan las emociones y son capaces de llevar a cabo juegos simbólicos.

AUTISMO DISFASIA EVOLUTIVA

1) No hay alternativas comunicativas. 1) Al no tener código verbal, búsqueda


de alternativas comunicativas.

2) Trastorno profundo del desarrollo. 2) Trastorno específico del desarrollo.

3) Imita bien, pero no está interesado 3) Imita muy bien, interesado por
en que sea un medio de aprendizaje y aprender. Usa un mecanismo para
mucho menos de comunicación. hacer llegar sus Habilidades.

4. Retraso mental

Otro diagnóstico diferencial que debe establecerse, casi de forma obligada, es con el
retraso mental. El denominador común entre autistas y niños mentalmente retrasados
es, en este caso, la capacidad intelectual. A pesar de que Kanner (1943) sostuviese que
los niños autistas estaban dotados de una inteligencia normal, ya ha quedado
demostrado, como hemos comentado en un apartado anterior, que los niños autistas
presentan una deficitaria capacidad intelectual que persiste a lo largo de su vida. Sin
embargo, aunque han aparecido casos de niños retrasados con sintomatología autista, lo
cierto es que los niños con retraso mental como los afectados por el síndrome de Down,
conservan su capacidad de interacción social y de comunicación, siendo incluso en
numerosos casos incluso mejor que la de los niños normales. Otro aspecto diferencial
entre autistas y retrasados mentales es el desarrollo físico, que permanece normal en los
primeros y se ve afectado en los segundos. En general, los niños con retraso mental
muestran un pobre rendimiento en todas las áreas intelectuales, en tanto que los niños
autistas pueden tener conservadas o incluso potenciadas las habilidades no relacionadas
con el lenguaje, como la música, las matemáticas o las manualidades.

AUTISMO RETRASO MENTAL

1) Sin estigmas, pueden aparecer al 1) Son más frecuentes los estigmas


cabo del tiempo algunos rasgos de físicos.
retraso por la no articulación
expresiva.

2) Alteración de las funciones 2) No tanta alteración comunicativa.


comunicativas.

3) Desarrollo afectivo más lejano a la 3) Desarrollo afectivo más cercano a lo


norma. normal.

4) El retraso no es generalizado, es por 4) Retraso generalizado de todas sus


áreas. áreas.

5) Más infrecuente causa que justifica 5) Más frecuente causa que justifica la
la patología. patología.

6) Presentación del cuadro a partir del 6) Presentación del cuadro al nacer.


año.

7) Si existen crisis epilépticas se 7) Si existen crisis epilépticas se


presentan en la adolescencia. pueden presentar en cualquier
momento.

8) Lenguaje más afectado.

5. Privación ambiental

Aunque no se puede considerar a la privación ambiental como una categoría


diagnóstica, si está claro, y la literatura refleja una gran diversidad de casos, que es un
agente causante de problemas y déficit en el desarrollo infantil. Así, la privación
maternal, el abandono, los abusos y malos tratos, y la institucionalización pueden
provocar efectos desoladores en le desarrollo infantil. Sin embargo, estos niños, a pesar
de que reflejen déficit o retraso en diversas áreas, como la psicomotricidad, el habla, la
afectividad, etc., cuando se les sitúa en un ambiente estimulante comienzan a recuperar
esas habilidades aparentemente perdidas o inexistentes, algo que no sucede en los
niños autistas, que en la mayoría de los casos no recuperan esas habilidades deficitarias.

6. Síndrome de Rett
El síndrome de Rett fue denominado así en reconocimiento al investigador pionero de
esta alteración infantil, el científico suizo Andreas Rett, que describió por primera vez el
síndrome en 1966 como un trastorno exclusivo del sexo femenino, ya que sólo lo detectó
en niñas. Sin embargo, y aunque en 1974 el profesor Rett describió nuevamente más
casos del mismo síndrome (21 niñas), no fue hasta 1980 cuando se reconoció la
existencia del mismo en la literatura científica, sobre todo a partir de la publicación de
Bengt Hagberg (1980), en la que describía otros 16 casos de niñas comparables a los
casos descritos por Rett.

Esta profusión de datos y los posteriores hallazgos de Tsai (1992) han provocado que
apareciese como categoría nosológica en las clasificaciones CIE-10 y DSM-IV.

Criterios diagnósticos del trastorno de Rett según la DSM-IV

Desarrollo normal durante al menos los primeros seis meses de vida,


manifestado por:
1. Aparente desarrollo normal prenatal y perinatal.
2. Aparente desarrollo psicomotor normal durante los primeros seis meses
de vida.
3. Normal perímetro craneal al nacer.
Aparición entre los 5 y los 48 meses de los siguientes fenómenos:
1. Desaceleración del crecimiento craneal.
2. Pérdida del uso propositivo adquirido de las manos, con desarrollo de
movimientos estereotipados de las manos (como de retorcer o de lavarse las
manos).
3. Pérdida inicial de la vinculación social (que a menudo se desarrolla
posteriormente).
4. Aparición de marcha incoordinada o de movimientos del tronco.
5. Marcado retraso y alteración del lenguaje expresivo y receptivo con
retraso psicomotor severo.

Rutter (1987) lo describió como un trastorno de deterioro progresivo asociado a una


ausencia de expresión facial y de contacto interpersonal, con movimientos
estereotipados, ataxia y pérdida del uso intencional de las manos. La existencia de este
trastorno hace necesario establecer un exhaustivo diagnóstico diferencial sobre todo en
el período inicial, cuando puede confundirse fácilmente con el autismo, ya que después
el curso y características de ambos difieren considerablemente.

Como criterios diferenciales con el autismo no se detecta en el síndrome de Rett el


ensimismamiento característico del autismo, ni las conductas estereotipadas o
ritualizadas.

Comparación entre síndrome de Rett y autismo infantil

Síndrome de Rett Autismo infantil


1. Desarrollo normal hasta los 6/8 1. Aparición en la primera infancia.
meses. 2. Las habilidades previamente
2. Pérdida progresiva del habla y adquiridas se mantienen.
de la función manual. 3. Las habilidades visoespaciales y
3. Profuso retraso mental en todas manipulativas parecen conservarse
las áreas funcionales. mejor que las verbales.
4. Microcefalia adquirida, retraso 4. Desarrollo físico normal en la
en el crecimiento, pérdida de peso. mayoría.
5. Movimientos estereotipados 5. Conductas estereotipadas
siempre presentes. variadas con manifestaciones
6. Dificultades progresivas en la complejas.
deambulación. Apraxia troncal y 6. Funciones motoras gruesas
coordinación corporal. normales en la primera década de la
7. Ausencia del lenguaje. vida.
8. Contacto ocular presente, a 7. En algunas ocasiones ausencia
veces muy intenso. del lenguaje. Si está presente,
9. Poco interés por la manipulación patrones peculiares. Trastornos
de objetos. comunicativos no verbales.
10. Crisis durante la infancia al 8. Contacto ocular inadecuado.
menos el 70% de los casos. 9. Conductas ritualistas
11. Bruxismo, hiperventilación con estereotipadas. Manipulación de
retención/expulsión del aire. objetos o autoestimulaciones
12. Pueden presentarse movimientos sensoriales.
coreiformes y distonías. 10. Crisis en el 25% de los casos
durante la adolescencia y la edad
adulta.
11. No es típico el bruxismo ni la
hiperventilación.
12. No existen movimientos
coreiformes ni distonias.

7. Síndrome de Asperger

El síndrome de Asperger ha sido hasta hace relativamente poco tiempo una contribución
científica proscrita por razones ajenas a la ciencia. A pesar de que Hans Asperger
describiera en 1944 un síndrome con características muy semejantes al síndrome
descrito por Kanner un año antes, no ha sido hasta los años ochenta cuando la
comunidad científica se ha interesado por el síndrome de Asperger.

Este síndrome es quizá el que más problemas acarrea en cuanto a su validez nosológica.
No está demostrado hasta qué punto es una entidad diferente del autismo o subtipo del
trastorno autista, ya que ambos presentan déficit cualitativos comparables. Una
descripción profana plantearía que los niños de Asperger parecen autistas de alto nivel,
esto es, sin la afectación en el desarrollo del lenguaje. El diagnóstico del síndrome de
Asperger requiere la manifestación de falta de empatía, estilos de comunicación
alterados, intereses intelectuales limitados y, con frecuencia, vinculación idiosincrásica
con los objetos. El CIE-10, que también cuestiona la validez diagnóstica de este
síndrome, incluye la presencia de conductas estereotipadas, repetitivas y restricción de
éstas. Plantea como criterio diferencial del autismo la adquisición del lenguaje y el
desarrollo cognitivo que con frecuencia son normales en los niños con síndrome de
Asperger, quienes tampoco presentan los problemas de comunicación asociados al
autismo. Las cifras apuntan a una ratio niño-niña de 8 a 1.

No obstante, estos datos clínicos no pueden considerarse como definitivos y se hace


necesario, más que en ningún otro caso, nuevas investigaciones con el fin de clarificar y
especificar si estos casos relatados como síndrome de Asperger representan una
variedad subclínica del autismo o alguna categoría diagnóstica completamente
diferente.

Criterios diagnósticos del síndrome de Asperger según el DSM-IV

Alteración marcada y sostenida en la interacción social manifestada por lo


siguiente:
1. Marcada ausencia de sensibilidad hacia los demás.
2. Ausencia de reciprocidad social o emocional.
3. Raramente busca consuelo o cariño en los momentos de malestar.
4. Fallos en desarrollar relaciones con compañeros de manera adecuada a
su nivel de desarrollo.
5. Imitación ausente o alterada.
Repertorio restrictivo, estereotipado y repetitivo de comportamientos,
intereses y actividades.
Ausencia de cualquier tipo clínicamente significativo de retraso general en el
desarrollo del habla (p. ej., utiliza palabras sueltas para los dos años, frases
comunicativas para los tres años).
Ausencia de cualquier retraso clínicamente significativo en el desarrollo
cognitivo, manifestado por el desarrollo adecuado para la edad de
competencias de autonomía personal, conducta adaptativa y curiosidad por
el entorno.
No clasificable en cualquier otro trastorno generalizado del desarrollo.

8. Trastorno desintegrativo infantil

De igual manera que con los dos trastornos anteriores (síndrome de Rett y síndrome de
Asperger), con el trastorno desintegrativo infantil se hace necesario el diagnóstico
diferencial de forma prioritaria.

En el trastorno desintegrativo infantil el criterio esencial es la manifestación de una


regresión profunda y desintegración conductual tras los 3 ó 4 años de un aparente
desarrollo normal, aunque las clasificaciones nosológicas adelantan la edad hasta los 2
años al menos. Con frecuencia se observa un periodo prodrómico al que se asocia la
presencia de irritabilidad, inquietud, ansiedad y una relativa hiperactividad; periodo al
que sigue la pérdida del habla y del lenguaje, de las habilidades sociales, alteración de
las relaciones personales, pérdida de interés por los objetos e instauración de
estereotipìas y manierismos.

Criterios diagnósticos del trastorno desintegrativo infantil según el DSM-IV

Desarrollo aparentemente normal hasta al menos los dos años, manifestado


por la presencia adecuada para la edad de comunicación verbal y no verbal,
relaciones sociales, juego y conducta adaptativa.
Pérdida clínicamente significativa de competencias previamente adquiridas
en al menos dos de las siguientes áreas:
1. Lenguaje expresivo o receptivo.
2. Conducta adaptativa o competencias sociales.
3. Control rectal o vesical.
4. Juego.
5. Competencias motrices.
Funcionamiento social marcadamente anormal, manifestado por cumplir los
tres primeros criterios del trastorno autista.

Como podemos observar en esta descripción clínica del trastorno desintegrativo, hay un
evidente solapamiento con la sintomatología del autismo. La importancia de estos casos
de aparición tardía radica en la frecuencia con que este trastorno va asociado a
alteraciones neurológicas progresivas (ya sean congénitas o adquiridas) como la
lipoidosis o la leucodistrofia.

En definitiva, encontramos dos razones fundamentales para diferenciar los trastornos


desintegrativos del autismo. La primera enfatiza que el periodo de desarrollo normal es
significativamente más largo de lo que usualmente se da en el autismo. La segunda
subraya que el patrón de regresión es diferente, ya que habitualmente implica la pérdida
de otras habilidades además de la comunicación y de las relaciones sociales. De igual
forma, tanto el curso como la descripción clínica del trastorno desintegrativo difieren del
síndrome de Rett.
CUADROS COMPARATIVOS PARA EL DIAGNOSTICO DEL AUTISMO CON OTROS
TRASTORNOS

AUTISMO PSICOSIS INFANTIL

1) No presencia de conducta 1) Presencia de conducta alucinatoria.


alucinatoria.

2) No pérdida esporádica de la 2) Conducta cíclica. Pérdida/no pérdida


coherencia. con la realidad.

3) Infrecuente presencia de 3) Presencia de antecedentes


antecedentes familiares. familiares.

4) Aparición antes de los 3 años. 4) El desarrollo continúa.

5) Habilidades De comunicación 5) Habilidades De comunicación no


dañadas. tienen por qué estar dañadas.

6) No sirven los fármacos para tratarlo. 6) Se usan fármacos para su


tratamiento.

AUTISMO DÉFICITS SENSORIALES

Mayor facilidad diagnóstica. AUDITIVOS:

Comunicación más limitada. - Dificultades diagnósticas en la


primera infancia.
Placer ante determinados ruidos y - Mayores posibilidades de
sonidos. comunicación gestual.

Retardo motor compensado antes de VISUALES:


los 5 años.
- Perdurabilidad del retardo motor
Acentuación de las alteraciones aunque con notoria mejoría.
conductuales. - Los trastornos comportamentales y
tendencia al aislamiento se dan en
Persistencia en su cuadro menor intendidad.
sintomatológico.

AUTISMO MUTISMO SELECTIVO

1) Su trastorno lingüístico difiere 1) Capacidad de intercomunicación


considerablemente del de los niños con fluida cuando habla.
mutismo selectivo.

2) Comienzo antes de los 30 meses. 2) Inicio entre los 3 y 7 años.


3) Variabilidad de interacción 3) Lazos afectivos estrechos
madre/hijo. madre/hijo.

4) Pronóstico muy incierto. 4) Pronóstico favorable.

5) Nivel de inteligencia variable. 5) Generalmente normalidad en su


nivel de inteligencia.

S-ar putea să vă placă și