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LITERATURA I

Cuadernillo de actividades de aprendizaje


Derechos Reservados ©
Número de registro en trámite
2010 Secretaría de Educación Pública/Dirección General del Bachillerato
José María Rico 221 Col. del Valle 03100 Delegación Benito Juárez
ASIGNATURA Cuadernillo de Actividades de Aprendizaje
ISBN en trámite
©Secretaría de Educación Pública. México, junio de 2010.
Subsecretaría de Educación Media Superior. Dirección General del Bachillerato DCA, DSA
ISBN: En trámite Derechos Reservados
Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I

PRESENTACIÓN

Dentro del marco de la Reforma Educativa en la Educación Básica un recorrido en la línea del tiempo para revisar los diferentes
y Media Superior, La Dirección General del Bachillerato incorporó movimientos literarios. En el segundo bloque aprenderás sobre
en su plan de estudios los principios básicos de la Reforma Integral el género narrativo (épico) desde sus orígenes, identificando los
de la Educación Media Superior (RIEMS), cuyos propósitos son subgéneros y comprendiendo su estructura.
consolidar la identidad de este nivel educativo en todas sus
modalidades y subsistemas que permitan, además, una educación El tercer bloque te permitirá reconocer las diferencias estructurales
pertinente para el alumnado que posibiliten que establezcan una entre fábula y epopeya, definiendo las características de cada
relación entre la escuela y su entorno, acorde con los contextos subgénero y encontrando las similitudes. Mientras que en el cuarto
social, histórico, cultural y globalizado que actualmente vivimos. bloque aprenderás sobre las diferencias y similitudes entre la
leyenda y el mito.
Bienvenido a este tercer semestre y a la asignatura de
Literatura I, la cual tiene como antecedentes las El quinto bloque hará referencia al cuento desde
materias de Taller de Lectura y Redacción I sus orígenes, incluyendo su estructura,
y II, y te encaminará hacia el el contexto y el nivel intertextual.
reconocimiento de los contextos Y finalmente en el sexto bloque
de producción literaria nos llevará por los diferentes
(autor) y los contextos caminos que dieron origen
de recepción (lector) a la novela y a través de
ubicados en la línea del la lectura descubrirás
tiempo, donde, a sus características,
través de la lectura, la contextualidad, el
ubicarás tu propio nivel intertextual, el
contexto para desar- nivel retórico y los
rollar las cuatro diferentes tipos de
habilidades básicas en novela.
el plano del lenguaje:
escuchar, hablar, leer y Para facilitar su manejo,
escribir. todos los Cuadernillos de
Actividades de Aprendizaje
La finalidad de este Cuadernillo de Actividades de Aprendizaje están estructurados a partir de cuatro secciones en cada bloque
es continuar desarrollando tus habilidades lectoras, analíticas de aprendizaje: ¿Qué voy a aprender? Se describe el nombre y
y de redacción, así como de investigación e indagación. Es una número de bloque, las unidades de competencia a desarrollar, así
herramienta interdisciplinaria, que te permitirá crear textos como una breve explicación acerca de lo que aprenderás en cada
narrativos, líricos y dramáticos; además de que podrás reconocer bloque.
los diferentes contextos ubicados en una línea del tiempo.
Desarrollando competencias. En esta sección se presentan
Recuerda que seguimos desarrollando diferentes competencias las actividades de aprendizaje para desarrollar las competencias
como la comunicación, la resolución de problemas, trabajo en señaladas en el programa de estudios, para lo cual es necesario
equipo, etc.; por lo cual se plantean diversos ejercicios para tu compromiso y esfuerzo constantes por aprender, ya que se
trabajar de forma individual, en parejas o en equipos, y que te implementan actividades que tendrás que ir realizando a lo largo
permitirán resolver problemas de significado textual; usando con del curso: en forma individual, en binas o parejas, en equipos o
eficacia registros lingüísticos diversos, según el contexto; y te en forma grupal. Dichas actividades van enfocadas a despertar
proporcionarán los recursos necesarios para ser más propositivo en ti el interés por investigar en diferentes fuentes, para que
y contestatario en la interacción discursiva; así como flexible y desarrolles habilidades y destrezas que propicien tu aprendizaje.
creativo al producir textos.
¿Qué he aprendido? En esta sección te presentamos actividades
La asignatura está conformada por seis bloques, en el primero de consolidación o integración del bloque que te permitirán
identificarás a la Literatura como expresión artística, reconocerás verificar cuál es el nivel de desarrollo de las competencias que
su intención comunicativa (el lenguaje literario) y realizarás posees en cada bloque de aprendizaje.
A lo largo del Cuadernillo podrás encontrar señaladas, a través de viñetas, estrategias de organización del trabajo o de evaluación
como los siguientes:

Trabajo en pareja

Coevaluación

Trabajo en equipo

Autoevaluación

Trabajo en grupo

Potafolios de evidencia

Ideas 0 sugerencias

Quiero aprender más. En esta sección la consulta de diversas fuentes de información actualizadas, que son importantes para
complementar y consolidar lo aprendido. Es por ello que encontrarás varias sugerencias de estos materiales, los cuales serán el
medio a través del cual podrás investigar y descubrir otros asuntos y tópicos por aprender.

Como podrás darte cuenta, acabamos de presentarte un panorama general de la asignatura y las características de los
Cuadernillos de Actividades de Aprendizaje. Ahora sólo falta que tú inicies el estudio formal de Literatura, para lo cual te
deseamos:

¡MUCHO ÉXITO¡
Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I

ÍNDICE

Bloque I 6
Identifica la literatura como arte.

Bloque II 15
Reconoce el género narrativo.

Bloque III 21
Diferencia la fábula de la epopeya.

Bloque IV 29
Diferencia la leyenda del mito.

Bloque V 38
Comprende las características del cuento.

Bloque VI 53
Comprende las características de la novela.
¿Qué voy a aprender?

BLOQUE I

Identifica la literatura como arte.

UNIDAD DE COMPETENCIA
Ubica a la Literatura como una expresión artística a través de la lectura
de diversos textos para proyectar sus emociones
en los diferentes momentos de su vida.

En este bloque conocerás la definición de literatura, reconocerás la intención comunicativa y la función poética, identificando
el Lenguaje literario y sus formas de presentación.

Asimismo, aprenderás sobre los movimientos literarios y comprenderás que la literatura es una forma de expresión artística en
diversos ámbitos del arte, que te permitirán integrar los elementos del proceso comunicativo con la literatura para proyectar
y expresar emociones de manera asertiva.

Leerás diversos textos que representan contextos históricos diferentes, que expresan el pensamiento de distintas épocas.

Recuerda comenzar con la elaboración de tu glosario. Al final de este Cuadernillo de Actividades de


Aprendizaje puedes encontrar un espacio para incluir las palabras o frases nuevas, con el fin de que
puedas consultarlas y te ayuden a lo largo del desarrollo de la asignatura.

6
Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I

Desarrollando competencias

Para iniciar este primer bloque, nombren a un encargado para que anote en el pizarrón las ideas, y mediante una lluvia de
ideas enlisten todas las palabras que recuerden relativas a lo que entienden por Literatura y redacten una definición entre
todos.

Ahora busca en sitios de internet confiables o en materiales bibliográficos la definición de Literatura, ¿Coinciden las definiciones?
Identifica cuáles fueron las semejanzas y realiza un diagrama de Venn, como se muestra en el ejemplo.

Elementos diferentes: Elementos diferentes:


Elementos
iguales:
La obra ene 4 personajes La obra ene 3 personajes
Las
Se desarrolla en el campo Se desarrolla en la ciudad
protagonistas
son mujeres

La forma de expresión propia de la literatura es, el lenguaje literario.

Sabemos que desde que el hombre existe ha sentido la necesidad de comunicarse, de expresar sus sentimientos, de cultivar su
imaginación y lo ha hecho por medio de la palabra. Ésta puede utilizarse de distintas maneras: unas veces lo principal es transmitir
ideas claras y exactas; mientras otras se pretende impresionar al receptor a través de un mensaje elaborado especialmente con
tal finalidad. Esto es lo que se conoce como el lenguaje literario.
Reúnanse en parejas e investiguen sobre los tópicos que a continuación se mencionan. Con la información que recaben,
elabora un esquema o cuadro sinóptico en donde expliques cada uno de ellos.
Los tópicos a investigar son:
1. Objetivo de la función poética
2. Características del lenguaje literario, marcas de literariedad.
3. Clasificación del lenguaje literario.

7
Bloque uno
Al final realicen una planearía sobre cada uno de los tópicos y anota las conclusiones a las que llegaron.

Recuerda que son válidos todos los recursos expresivos; cuando el lenguaje se utiliza para producir belleza, para llamar la
atención sobre sí mismo, actúa en él la función poética. Lo importante no es tanto lo que se dice sino cómo se dice. El
escritor pretende suscitar en el receptor una serie de sensaciones de belleza, creatividad e influencia a través de su mensaje.

Lee con atención el siguiente fragmento y menciona si este texto literario cumple con una función poética, clasifica el tipo
de lenguaje literario al que pertenece y enlista las marcas relativas a literatura que encuentres en él.

LOS DOS COMPADRES

Anónimo

Estos eran dos compadres: uno muy rico, el otro pobre. Muy aficionados los dos a las carreras, cada uno
tenía su “bueno” (que es como la gente llama al caballo, o al gallo, probados en la cancha o el reñidero).

Dizque el compadre Pobre llevaba ganadas muchas carreras; de todas partes llegaban los desafíos; él aceptaba,
y donde iba allí ganaba; ya se corría la voz de que no habría quien le ganara al “bueno” del compadre
Pobre. El “bueno” del compadre Rico en cambio, así como ganaba perdía; unas veces sí, otras no… Y ya
dizque su dueño vivía molesto, y envidioso viendo que el otro no perdía nunca…

Un día no pudo más, y fue a visitar al compadre Pobre.

-Vea, compadre –le dijo el Rico–; se me ha puesto que su “bueno” no ha de ser tanto como se dice por
ahí… si no es cosa de malas artes, como no falta quien malicie. Y yo quiero salir de dudas.

-Y… compadre –dizque el Pobre le había contestado con humildad–; si quiere salir de dudas… Fije
nomás lugar y día.

¡La carrera se corrió! Dizque al principio el “bueno” del compadre Rico iba adelante sacándole cada vez
más ventaja al “bueno” del compadre Pobre…Y ya todas las paradas se estaban volcando para el lado del
Rico… ¡Cuando quien le dice que, en eso, faltando ya poco para la raya, el compadre Pobre pegó un chirlo
en el cogote de su “bueno”, que se estiró como goma… y todos lo vieron llegar a la raya sacándole medio
cuerpo al “bueno” del Rico!

Dizque entonces los pocos que habían parado por el “bueno” del Pobre se llenaron de plata; sólo él, el Pobre,
apenas había salvado la parada, que era todo lo que había podido apostar. Mucha rabia había juntado en
aquella ocasión el compadre Rico, que resolvió tomar otro camino para salirse con la suya. Fue a visitar
al Pobre a su casa. Empezó por las buenas.

-Vea compadre –le había dicho–; he determinado comprarle su “bueno”. Diga nomás lo que pide.

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Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I
-No tiene precio, compadre –dizque le había contestado el Pobre con tranquilidad.

-¡Cueste lo que cueste! –había insistido.

-No porfíe, compadre. Ya se lo he dicho mi “bueno” no tiene precio. No se lo vendo a nadie… por más
plata que tenga.

Furioso dizque se había retirado el Rico, que juró que las cosas no podían quedar en eso; y decidió acabar
de una vez, por la fuerza. Tanto lo persiguió al Pobre que un día éste, para librarse, determinó alejarse del
lugar, y así lo hizo montando su “bueno”.

No cejó por eso el compadre Rico, que montado en su “bueno”, continuó la persecución, sin cuartel y
sin tregua. La distancia se iba acortando cada vez más… y ya el Pobre comenzaba a desesperar, porque
también las fuerzas de su “bueno” tendrían su límite…

Pero hizo empeño con toda el alma, le dio un chirlo, más bien como si lo acariciara, en el cogote a su
“bueno”, ¡y entonces vio que a éste le nacían alas a los costados, y se convertía en una Paloma, y así pudo
de nuevo sacar ventaja! Pero ni eso detuvo al compadre Rico que entonces pegó un rebencazo terrible
en las ancas y otra en el cogote de su “bueno”, que dio un estirón y se convirtió en un Gavilán y en esta
forma continuó persiguiendo a la Paloma, sin darle el respiro, a través de desiertos y mares, acortando
cada vez más la distancia…

Hasta que por último, dizque viéndose ya mal la Paloma, enfiló en dirección a un Palacio que había
divisado a lo lejos, se metió por una ventana que estaba abierta, y convertida en un Anillo de oro, fue a
caer a los pies de una Niña que estaba en su aposento tejiendo.

La cuál recogió el Anillo, y se lo puso en su dedito, donde vio que brillaba con fulgores muy hermosos.

Entonces, dizque recién el compadre Rico comprendió que no había nada qué hacer, y se dio por vencido.

Canal Feijoo, Bernardo (Compilador). “Los dos compadres” (versión reducida).

La leyenda anónima argentina. Buenos Aires, Paidós, 1969

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Bloque uno
En plenaria comenten los resultados obtenidos de la lectura y saquen sus conclusiones.

El lenguaje empleado en la literatura difiere del que utilizamos coloquialmente. Sus modalidades de presentación pueden
ser prosa (forma natural del lenguaje, no sujeta a ritmo ni métrica) y verso (palabra o reunión de palabras que contienen
medida y cadencia).

Ahora bien, a lo largo de la historia, la Literatura ha sufrido grandes cambios y transformaciones, relacionadas con
cada época y cultura. Debido a ello, se suele hablar de distintos Movimientos Literarios en un intento de realizar una
clasificación general de las distintas etapas por las que ha evolucionado la Literatura. En este bloque abordaremos los
siguientes tópicos: la Literatura Antigua, Moderna y Contemporánea.

En equipos de 4 o 5 personas, elijan uno de los tres tópicos que consideren interesante.

Una vez elegido el tópico, deberán investigar sobre él, para elaborar un breve artículo de no más de una cuartilla, en donde
indiquen los rasgos distintivos de la Literatura Antigua, Moderna y Contemporánea, para presentarlo posteriormente en
plenaria ante el grupo.

Con la información obtenida de la plenaria, elabora una Rueda de atributos de cada una de las épocas, como el ejemplo que
se muestra. Deberás incluir información como las principales características literarias, los contextos históricos en los que
se desarrollaron, la obras literarias más representativas de la época y sus autores.

En algunos casos la Género literario en el que se


épica no es escrita,
sino mas bien contada hechos
oralmente LITERATURA
ANTIGUA

LA EPOPEYA

A continuación se presentan varios fragmentos de distintos libros, clasifica a cuál de los tres grupos de literatura corresponde
cada uno y menciona las diferencia que existen entre una y otra.

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Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I

TARTUFO

(fragmento)

“ Orgón. Buenos días, hermano


Cleanto. Ya me iba, y me alegra veros de regreso: poco florido está el campo en este tiempo.
Orgón (a Cleanto). Dorina... Aguardad, cuñado, os lo ruego. Para quedar tranquilo, dejadme que
me informe de las nuevas de aquí (A Dorina). ¿Han ido bien las cosas estos días? ¿Qué hay por
aquí? ¿Qué tal la gente?
Dorina. Anteayer estuvo la señora con fiebre hasta la noche. Y tuvo una jaqueca que no podéis
figurar.
Orgón. ¿Y Tartufo?
Dorina. ¿Tartufo? Como una rosa; grueso y gordo, la tez fresca y la boca roja.
Orgón. ¡Pobrecillo!
Dorina. Cenó solo delante de ella, y con la mayor devoción se comió un par de perdices y media
pierna de cordero picada.
Orgón. ¡Pobrecillo!
Dorina. En toda la noche no pudo cerrar los ojos. No la dejaban dormir unos calores que le
dieron y tuvimos que estar a su lado velándola hasta el amanecer.
Orgón. ¿Y Tartufo?
Dorina. Incitado por un dulce sueño, entróse en su aposento saliendo de la mesa y al punto se
metió en la cama calientita; y, sin que le molestara nada, durmió hasta la mañana.
Orgón. ¡Pobrecillo!
Dorina. A la postre, vencida por nuestras razones, decidióse a sufrir la sangría, con lo que se
sintió aliviada en el acto.
Orgón. ¿Y Tartufo?
Dorina. Despertó animoso, como es natural; y, después de fortalecer el alma contra todos los
males, se tomó cuatro larguísimos tragos de vino en el desayuno, para compensar la sangre que
había perdido la señora.
Orgón. ¡Pobrecillo!
Dorina. En fin, los dos están ya bien. Y, antes que subáis, voy a anunciar a mi señora vuestro
vivo interés por su convalecencia. “

MOLIERE

Tartufo en una ilustración del siglo XIX.

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Bloque uno
EL DESTIERRO 

(fragmento)
.
-Cronista:
De los sus ojos tan fuerte mientre llorando,
Tornaba la cabeza e estábalos catando;
Vio puertas abiertas e uzos sin cañados,
Alcandaras vazias sin pieles e sin mantos
Y sin falcones y sin adtores mudados.
Suspiro mio Çid, ca a mucho había grandes cuidados,
Fablo mio Çid bien y tan mesurado:
-Cid:
Grado a Ti, Señor Padre, que estas en alto.
¡Esto me han vuelto míos enemigos malos!
-Cronista:
Allí piensan de aguijar, allí sueltan las riendas.
A la exida de Bivar hobieron la corneja diestra,
Y entrando a Burgos hobieron la siniestra.
Meçio mio Çid los hombros e engrameo la tiesta.
-Cid:
¡Albriçia, Albar Fañez, ca echados somos de tierra!
.
.
Nota: se conserva un manuscrito copiado en 1307 atribuido a Per Abatt; consta de 3.730 versos.
Su autor: anónimo

LA METAMORFOSIS

(fragmento)

Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama
convertido en un monstruoso insecto. Estaba tumbado sobre su espalda dura, y en forma de caparazón y, al
levantar un poco la cabeza veía un vientre abombado, pardusco, dividido por partes duras en forma de arco,
sobre cuya protuberancia apenas podía mantenerse el cobertor, a punto ya de resbalar al suelo. Sus muchas
patas, ridículamente pequeñas en comparación con el resto de su tamaño, se agitaban desvalidas ante los ojos.

“¿Qué me ha ocurrido?”, pensó.

No era un sueño. Su habitación, una auténtica habitación humana, si bien algo pequeña, permanecía tranquila
entre las cuatro paredes harto conocidas. Por encima de la mesa, sobre la que se encontraba extendido un
muestrario de paños desempaquetados -Samsa era viajante de comercio-, estaba colgado aquel cuadro que
hacía poco había recortado de una revista y había colocado en un bonito marco dorado. Representaba a una
dama ataviada con sombrero y boa de piel, que estaba allí, sentada muy erguida y levantaba hacia el observador
un pesado manguito de piel, en el cual había desaparecido su antebrazo.

FRANZ KAFKA

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Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I
Si es necesario, vuelvan a leer los fragmentos para identificar las características de cada uno y ubicarlos en alguno de los
3 períodos literarios.

Fuentes de información

Bibliografía

• Aguiar e Silva, Vítor Manuel. Teoría de la literatura. Madrid: Editorial Gredos, S.A., 1972. pp. 10-13.
• Barthes, Roland. Placer del texto y lección inaugural. México: Siglo XXI, 1986.
• Eagleton, Terry. Una introducción a la teoría literaria. Bogotá: Fondo de cultura económica, 1988.
• Diccionario de la Real Academia Española. “Literatura”.
• Moliner, María. Diccionario de uso del español. “Literatura”. Madrid: Editorial Gredos, 1988.
• Kayser, Wolfgang. Interpretación y análisis de la obra literaria. Versión española de María D. Mouton y V. García Yebra. Madrid: Editorial Gredos, 1992.
• Mignolo, Walter. Dispositio. “La lengua, la letra, el territorio: La crisis de los estudios literarios coloniales”.
Department of Romance Languages, University of Michigan. Vol. XI, Nos. 28-29, pp. 137-160.
• Castagnino, Raúl H. ¿Qué es la literatura?. La abstracción “Literatura, naturaleza y funciones de lo literario”. Buenos Aires: Editorial Nova, 1992.
• Gómez de Silva. Diccionario internacional de literatura y gramática. “Literatura”. México: Fonda de cultura económica, 1999.

Sitios en internet

• DEFINICION (Web en línea)


http://www.definicion.org/literatura.
[Consulta: 04/06/2010]

• FOLKLORE (Web en línea)


http://www.folklore.cl/leyendas.html
[Consulta: 04/06/2010]

• LENGUA Y LIITERATURA (Web en línea)


http://lenguayliteratura2bac.wikispaces.com/file/view/Lenguaje_literario.pdf
[Consulta: 05/06/2010]

• LETRALIA (Web en línea)


http://www.letralia.com/206/ensayo02.htm
[Consulta: 05/06/2010]

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Bloque uno

¿Qué he aprendido?

Es hora tanto de corroborar y de evaluar los aprendizajes que obtuviste referente a la intención comunicativa a través de los
lenguajes literarios y sus formas de presentación que te permiten integrar los elementos del proceso comunicativo con la
literatura para proyectar y expresar emociones de manera asertiva.
Esta actividad está planteada para autoevaluarte y a la vez, que haya una evaluación por parte de los compañeros de grupo y
que los productos obtenidos formen parte de tu portafolio de evidencias.
Recuerda que puedes consultar tus apuntes en esta sección.
1.- De manera individual elige un tópico de tu interés, y elabora un texto literario, con una extensión no mayor a una cuartilla.
En él deberás plasmar la función poética y los aprendizajes obtenidos sobre el lenguaje literario.
Una vez que tengan sus textos, elijan de manera aleatoria a 4 o 5 de sus compañeros para que expongan sus textos ante el resto
del grupo. Al finalizar las exposiciones lleven a cabo un ejercicio de retroalimentación en el cual puedan señalar los puntos de
mejora que tienen sus compañeras y compañeros tanto en relación al trabajo que presentaron como a la exposición como tal.
Terminadas las exposiciones, formen grupos de 4 o 5 personas y elaboren un periódico mural, en el cual expliquen qué es la
literatura y los distintos movimientos literarios, incluyan los textos que crearon como ejemplos. Pidan permiso en su centro
educativo para pegar los periódicos en el plantel y que puedan dar a conocer el trabajo de esta asignatura.

Quiero aprender más

Ahora que has terminado este bloque, te recomendamos los siguientes sitios, en los cuales puedes continuar aprendiendo sobre
los tópicos que has visto.

Bibliografía: Fuentes de información


• De la Torre, Francisco J. y Silvia Dufóo Maciel. Taller de Lectura y Redacción 2.México, McGraw Hill, 2005.
• Prado Gracida, María de Lourdes. Taller de Lectura y Redacción 2. México, ST Editorial, 2005.
• Paredes, E. A. Método integrado de ejercicios de Lectura y Redacción. México, Limusa, 2005.
• Paredes, E. A. Prontuario de Lectura, Lingüística, Redacción, Comunicación oral y nociones de Literatura. México, Limusa, 1999.
Canal Feijoo, Bernardo (Compilador). “Los dos compadres” (versión reducida). La leyenda anónima argentina. Buenos Aires, Paidós, 1969.

Sitios en internet

• DEFINICION (Web en línea) • BIBLIOTECAS VIRTUALES (Web en línea)


http://www.definicion.org/literatura. http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/Articulos/literatura.asp
[Consulta: 04/06/2010] [Consulta: 04/06/2010]
• FOLKLORE (Web en línea) • LA LENGUA (Web en línea)
http://www.folklore.cl/leyendas.html http://lalengua.info/funciones-del-lenguaje/
[Consulta: 04/06/2010] [Consulta: 05/06/2010]
• LENGUA Y LITERATURA (Web en línea) • LETRALIA (Web en línea)
http://lenguayliteratura2bac.wikispaces.com/file/view/Lenguaje_literario.pdf http://www.letralia.com/206/ensayo02.htm
[Consulta: 05/06/2010] [Consulta: 05/06/2010]

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Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I

¿Qué voy a aprender?

BLOQUE II

Reconoce el género narrativo.

UNIDAD DE COMPETENCIA
Describe las características del género narrativo en textos literarios para
expresarse con un léxico pertinente.

Existen diversas expresiones literarias, que permiten expresar al autor o los autores ideas, pensamientos, sentimientos, historias,
entre otras ideas.
En este bloque reconocerás al género narrativo como una expresión literaria que utiliza el autor para relatar historias o sucesos,
generalmente imaginarios, conocerás el origen y desarrollo de este género, identificando sus características, así como los subgéneros
de la narrativa y los tipos de narrador.
A lo largo del desarrollo de este bloque además de conocer las características de este género, podrás llevarlo a la práctica, teniendo
la oportunidad de escribir algunas narraciones, teniendo así la oportunidad de poner en práctica tu creatividad y tu imaginación.

Desarrollando competencias

Para dar inicio a este segundo bloque, identificaremos los géneros literarios existentes y en particular, ahondaremos en el género
narrativo.
Hasta aquí puede afirmarse que todos los textos tienen la finalidad de comunicar; sin embargo, dependiendo de su intención
comunicativa y el manejo del lenguaje, se habla de géneros y subgéneros. La retórica clásica los ha clasificados en tres grupos
importantes: Lírico, Narrativo y Dramático.
Formen equipos de 5 personas, dividan los 3 grupos literarios e investiguen acerca de ellos, sus características, antecedentes
históricos, clasificación o tipos y principales exponentes.
Con la información que encuentren elaboren un mapa conceptual en el cual expliquen las características del grupo que les fue
asignado, asimismo, mencionen por lo menos dos ejemplos de cada género.
Seleccionen a tres de los equipos para que expliquen su mapa conceptual ante el resto del grupo, los equipos que no expongan
pueden participar activamente complementando la información que presentan sus compañeros.

15
Bloque dos
Si has estado atenta o atento a las exposiciones te será sencillo completar el siguiente cuadro:

Principales características de la
Principales características Principales
de la características
Principales de la de la Principales
características características
Principales característicasdel
delgé-
Narrativa. Narrativa. Lírica Lírica nero Dramático
género Dramático

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____________________ ____________________ ____________________

____________________ ____________________ ____________________

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Vamos a complementar la información que hasta ahora tenemos sobre estos tres géneros literarios, nombren a una
persona para que en el pizarrón y con ayuda del grupo, elaboren una línea del tiempo en donde se describa el origen de
estos géneros literario al finalizar respondan:

¿Qué influencias sociales y culturales se dieron para que surgiera dicho género?

¿Cómo influenciaron a la sociedad de ese tiempo?

¿Cuál es el género que más llamó tu atención?

¿Por qué?

¿Consideras que los tres géneros estén vigentes en la actualidad?

¿Por qué?

¿Cómo influye cada uno de estos géneros en la sociedad actual?

Describan un ejemplo de cada uno de estos géneros en su forma actual.

Ahora vamos a identificar las características de los géneros en algunos ejemplos.

16
Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I
A continuación se presenta un fragmento de la obra literaria “EL RASTRO DE TU SANGRE EN LA NIEVE” de Gabriel García
Márquez. Identifica las características del género narrativo al que pertenece.

EL RASTRO DE TU SANGRE EN LA NIEVE

“Al anochecer, cuando llegaron a la frontera, Nena Daconte se dio cuenta de que el dedo con el anillo
de bodas le seguía sangrando. El guardia civil con una manta de lana cruda sobre el tricornio de charol
examinó los pasaportes a la luz de una linterna de carburo, haciendo un grande esfuerzo para que no lo
derribara la presión del viento que soplaba de los Pirineos. Aunque eran dos pasaportes diplomáticos en
regla, el guardia levantó la linterna para comprobar que los retratos se parecían a las caras.

Nena Daconte era casi una niña, con unos ojos de pájaro feliz y una piel de melaza que todavía irradiaba
la resolana del Caribe en el lúgubre anochecer de enero, y estaba arropada hasta el cuello con un abrigo
de nucas de visón que no podía comprarse con el sueldo de un año de toda la guarnición fronteriza. Billy
Sánchez de Ávila, su marido, que conducía el coche, era un año menor que ella y casi tan bello y llevaba
una chaqueta de cuadros escoceses y una gorra de pelotero. Al contrario de su esposa, era alto y atlético y
tenía las mandíbulas de hierro de los matones tímidos. Pero lo que revelaba mejor la condición de ambos
era el automóvil platinado, cuyo interior exhalaba un aliento de bestia viva, como no se había visto otro
por aquella frontera de pobres. Los asientos posteriores iban atiborrados de maletas demasiado nuevas y
muchas cajas de regalos todavía sin abrir. Ahí estaba, además el saxofón tenor que había sido la pasión
dominante en la vida de Nena Daconte antes de que sucumbiera al amor contrariado de su tierno
pandillero de balneario.

Cuando el guardia le devolvió los pasaportes sellados, Billy Sánchez le preguntó dónde podía encontrar
una farmacia para hacerle una cura en el dedo a su mujer, y el guardia le gritó contra el viento que preguntaran en
Indaya, del lado francés. Pero los guardias de Hendaya estaban sentados a la mesa en mangas de camisa,
jugando barajas mientras comían pan mojado en tazones de vino dentro de una garita de cristal cálida y
bien alumbrada, y les bastó con ver el tamaño y la clase del coche para indicarles por señas que se internaran en
Francia. Billy Sánchez hizo sonar varias veces la bocina, pero los guardias no entendieron que los llamaban,
sino que uno de ellos abrió el cristal y les gritó con más rabia que el viento...”

La siguiente actividad la pueden realizar en parejas, plasma mediante un gráfico como la que se muestra abajo, las características
del género narrativo que encontraste en el texto.

En términos generales, se dice que pertenecen al género narrativo aquellas obras que relatan una historia y poseen una
dimensión artística. Y de acuerdo con sus características literarias, se clasifican en subgéneros de la misma narrativa.

Formen equipos de 5 personas y busquen en Internet o en materiales bibliográficos, los subgéneros de la narrativa .
Mediante un cuadro comparativo analicen y discutan las características de cada una de ellos.

Una vez concluido, realicen exposiciones grupales para homologar las características de cada subgénero.

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Bloque dos
La narración se puede definir como el hecho de contar uno o varios acontecimientos que, protagonizados por un número
variable de personajes, se han producido en un espacio y un tiempo determinados. También se identifican varios tipos de
narradores, los cuales se caracterizan de acuerdo con su participación en la historia, su conocimiento o dominio de los hechos
y su intervención en el relato.

Reúnanse en parejas y busquen en sitios de internet confiables o en materiales bibliográficos, los tipos de narradores
existentes, y mediante un esquema identifiquen las características de cada uno.

A continuación se presenta un fragmento de la fabula “El Divorcio”, de Vicente Riva Palacio, identifica el tipo de narrador.

EL DIVORCIO

Vicente Riva Palacio

Querido lector:
Quizá lo que voy a referir lo habrás escuchado o leído alguna vez: pero eso me tiene muy sin cuidado,
porque recuerdo una de las máximas famosas del barón de Andilla, que dice: Si alguien te cuenta algo, es
grosería decirle: por supuesto, lo sabía.
Y como yo estoy seguro de tu buena educación, y además este cuento puede serte de mucha utilidad,
prosigo con mi narración, seguro de que, si la meditas, me la tendrás que agradecer más de una vez en
el camino de tu vida.
El león, como es sabido, es el rey de los animales cuadrúpedos; llegó a cansarse de la leona, su casta
esposa, y buscando medios para repudiarla, o cuando menos de pedir el divorcio, vino a descubrir que el
mal aliento de la regia dama causa era, según la opinión de distinguidos jurisconsultos de su reino, más
que suficiente para pedir la separación y quedar libre de aquel yugo matrimonial que tanto le pesaba.
Un día, cuando menos lo esperaba la augusta matrona, sin ambages ni circunloquios le dijo el león, que
no por ser monarca dejaba de ser animal:
-Mira, hijita, que yo me separo de ti desde hoy, y voy a pedir el divorcio porque tienes el aliento cansado,
con un si es y no es, tufillo de ajos podridos.
La leona que con ser animal no dejaba de ser hembra, sintió que el cielo se le venía encima, no tanto por
el divorcio, cuanto por aquel defectillo que en los banquetes y bailes de la corte podía, sin duda ponerla
en ridículo.
-¿Qué tengo el aliento cansado? –exclamó tartarrugiendo de ira- ¿Qué tengo el aliento cansado? Eso no
me lo pruebas tú, ni ninguno de los de tu familia; que las hembras de mi raza hemos tenido siempre el
aliento más agradable y oloroso que carne de cabrito primal.
-No me exaltes –contestó el león– que yo estoy seguro de lo que digo, y te lo puedo probar, no por mi
dicho, sino por el de nuestros vasallos.
-Que vengan –dijo con exaltación la leona-, me sujeto a la prueba;
y a ver si hay bestia que tal calumnia pueda sostener.
Seguro el león de su triunfo en aquel juicio pericial, citó para el segundo día, y con acuerdo de su real
esposa, a los principales personajes de la corte; y los dos consortes pasaron la noche en cuevas muy
apartadas para evitar una escena matrimonial, peligrosa en aquella ocasión en que la monarquía no
estaba de lo más bien asegurada.

Riva Palacio, Vicente. “El divorcio”, en Lozano, Lucero. Lecturas para adolescentes. Tomo 2, México, Libris,
1999, p. 16.

18
Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I
En nuestra vida diaria, utilizamos la narrativa como la forma de comunicación ordinaria, porque lo habitual en nuestras
conversaciones es contar los hechos que han sucedido.

Fuentes de información

Bibliografía
• De la Torre, Francisco J. y Silvia Dufóo Maciel. Taller de lectura y Redacción 2.México, McGraw Hill, 2005.
• Prado Gracida, María de Lourdes. Taller de Lectura y redacción 2. México, ST Editorial,2005.
• Paredes, E. A. Método integrado de ejercicios de Lectura y Redacción. México, Limusa, 2005.
• Paredes, E. A. Prontuario de Lectura, Lingüística, Redacción, Comunicación oral y nociones de Literatura. México, Limusa, 1999.
• Graves, Robert. Los mitos griegos. México, Alianza, 1994, pp. 356-358.
• Lozano, Lucero. Taller de Lectura y Redacción 2. México, Libris, 2000.
• Riva Palacio, Vicente. El divorcio, en Lozano, Lucero. Lecturas para adolescentes. Tomo 2, México, Libris, 1999, p. 16.

Sitios en internet

• DEFINICION (Web en línea)


http://www.definicion.org/literatura.
[Consulta: 04/06/2010]

• FOLKLORE (Web en línea)


http://www.folklore.cl/leyendas.html
[Consulta: 04/06/2010]

• BIBLIOTECAS VIRTUALES (Web en línea)


http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/Narrativa/GarciaMarquez/Rastrodesangre.asp]
[Consulta: 06/06/2010]

• LENGUA Y LITERATURA (Web en línea)


http://lenguayliteratura2bac.wikispaces.com/file/view/Lenguaje_literario.pdf
[Consulta: 06/06/2010]

• LETRALIA (Web en línea)


http://www.letralia.com/206/ensayo02.htm
[Consulta: 06/06/2010]

19
Bloque dos

¿Qué he aprendido?

Es hora tanto de corroborar y de evaluar los aprendizajes que obtuviste sobre el género narrativo, sus características,
subgéneros narrativos y tipos de narrador.
En parejas redacten un texto tomando como ejemplo uno de los subgéneros estudiados, respetando la estructura del texto
narrativo.
Planeen una exposición en donde puedan presentar todos los textos que elaboraron, pueden invitar a compañeros de otros
grupos para que califiquen sus trabajos.
Pueden organizar un concurso a nivel escuela, antes de dar inicio al concurso elaboren una lista de los puntos a calificar en
donde tomen a consideración tanto los elementos para elaborar su texto, la creatividad para la presentación y cómo realizaron
la misma, al final pidan a los asistentes que con base en las calificaciones obtenidas elijan a los tres primeros lugares.

Quiero aprender más

Ahora que has terminado este bloque, te recomendamos los siguientes sitios, en los cuales puedes continuar aprendiendo sobre
los tópicos del bloque.

Bibliografía
• Aguiar e Silva, Vítor Manuel. Teoría de la literatura. Madrid: Editorial Gredos, S.A., 1972. pp. 10-13.
• Barthes, Roland. Placer del texto y lección inaugural. México: Siglo XXI, 1986.
• Eagleton, Terry. Una introducción a la teoría literaria. Bogotá: Fondo de cultura económica, 1988.
• Diccionario de la Real Academia Española. “Literatura”.
• Moliner, María. Diccionario de uso del español. “Literatura”. Madrid: Editorial Gredos, 1988.
• Kayser, Wolfgang. Interpretación y análisis de la obra literaria. Versión española de María D. Mouton y V. García Yebra. Madrid: Editorial Gredos, 1992.
• Mignolo, Walter. Dispositio. “La lengua, la letra, el territorio: La crisis de los estudios literarios coloniales”. Department of Romance Languages,
University of Michigan. Vol XI, Nos. 28-29, pp. 137-160.
• Castagnino, Raúl H. ¿Qué es la literatura?. La abstracción “Literatura, naturaleza y funciones de lo literario”. Buenos Aires: Editorial Nova, 1992.
• Gómez de Silva. Diccionario internacional de literatura y gramática. “Literatura”. México: Fonda de cultura económica, 1999.

Sitios en internet

• DEFINICION (Web en línea) • LENGUA Y LITERATURA (Web en línea)


http://www.definicion.org/literatura. http://lenguayliteratura2bac.wikispaces.com/file/view/Lenguaje_literario.pdf
[Consulta: 04/06/2010] [Consulta: 06/06/2010]
• FOLKLORE (Web en línea) • LETRALIA (Web en línea)
http://www.folklore.cl/leyendas.html http://www.letralia.com/206/ensayo02.htm
[Consulta: 04/06/2010] [Consulta: 06/06/2010]
• BIBLIOTECAS VIRTUALES (Web en línea)
http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/Narrativa/GarciaMarquez/Rastrodesangre.asp]
[Consulta: 06/06/2010]

20
Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I

¿Qué voy a aprender?

BLOQUE III

Diferencia la fábula de la epopeya.

UNIDAD DE COMPETENCIA
Interpreta las diferencias estructurales de la fábula y la epopeya en textos
modelo relacionados con su contexto personal empleándolas en su ámbito
escolar, social, cultural y familiar.

En este bloque aprenderás sobre el origen y el desarrollo de la fábula y la epopeya, identificarás las características de estos dos
subgéneros y reconocerás las diferencias de los mismos.

Lo lograrás a través de la lectura de diversos textos; trabajarás y colaborarás de manera cordial y respetuosa con tus
compañeros de grupo.

21
Bloque tres

Desarrollando competencias

En el bloque anterior, aprendiste que el género narrativo tiene a su vez, cuatro subgéneros menores, entre los que se
encuentran la Fábula y la Epopeya.
Entendamos la fábula como una composición breve en la que los personajes casi siempre son animales u objetos, que presentan
características humanas como el habla, el movimiento, etc. Y tienen como finalidad concluir con una enseñanza o moraleja de
carácter instructivo.
Y la epopeya es una composición poética, cuyos tópicos giran en torno a acciones heroicas o religiosas de interés nacional
y de corte popular. Generalmente tratan sobre hazañas políticas que involucraban a una sociedad, y se desarrollan en espacios
reales o fantásticos, son contadas mediante un lenguaje espontáneo, y a la vez culto.
Para dar inicio a este tercer bloque, se organizarán en grupos de 5 personas e investigarán sobre el origen y el desarrollo de
cada uno de los subgéneros narrativos, con el fin de identificar las características literarias de cada uno, sus modalidades, su
estructura, el lenguaje que utilizan. En plenaria realizarán una retroalimentación de los resultados obtenidos.
De manera individual, elaborarás un mapa conceptual en donde identifiques los elementos constitutivos de una fábula y de
una epopeya.
Para iniciar la comprensión de estos subgéneros narrativos, lee con mucha atención los textos que a continuación se presentan.

EL BURRO FLAUTISTA

Tomás de Iriarte
Esta fabulilla,
salga bien o mal,
me ha ocurrido ahora
por casualidad.
Cerca de unos prados
que hay en mi lugar,
pasaba un borrico
por casualidad.
Una flauta en ellos
halló, que un zagal
se dejó olvidada
por casualidad.
Acercóse a olerla
el dicho animal,
y dio un resoplido
por casualidad.
En la flauta el aire
se hubo de colar,
y sonó la flauta
por casualidad.
«iOh!», dijo el borrico,
«¡qué bien sé tocar!
¡y dirán que es mala
la música asnal!»
Sin regla del arte,
borriquitos hay
que una vez aciertan
por casualidad.

Texto recuperado el 4 de abril de 2007 en la página electrónica: http://wwwbibliotecasvirtuales.com/biblioteca/literaturainfantil/fabulas/elburroflautista.asp

22
Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I
AQUILES

Aquiles fue el primero de los héroes de la Grecia y el terror de sus enemigos. Conquistó varias ciudades,
entre ellas a Tebas. Durante el sitio de Troya, Agamenón le arrebató a una esclava llamada Briseida. Esto
le ofendió a tal punto que se metió en su tienda y no quiso tomar, más parte en los combates, lo cual dio
mucha ventaja a los troyanos.

Pero, habiendo muerto Héctor (hijo del Rey de Troya, Príamo) a Patroclo, amigo íntimo de Aquiles, volvió
éste a empuñar las armas para vengar aquella muerte, lo que hizo dándosela a Héctor, cuyo cadáver
arrastró atado a su carro alrededor de la ciudad y del sepulcro de Patroclo. Después de esto, y, ablandado
por las súplicas y lágrimas del anciano Príamo, le desenvolvió el cadáver de su hijo.

Príamo había llevado consigo a la tienda de Aquiles a su familia, y éste se enamoró de Polixena, hija de
aquél, y se la pidió a su padre. Éste se la concedió, y, estándose efectuando en el templo la ceremonia
nupcial, Paris, hermano de Héctor, tiró una flecha a Aquiles, que le hirió en el talón y le mató.

Al saber la muerte de su hijo, salió Tetis con un coro de Nereidas del seno de las ondas y vino a llorar a
su hijo. También las nueve Musas dejaron oír sus lamentos, porque era Aquiles gran poeta y músico. A los
diecisiete días fue enterrado este héroe en un suntuoso sepulcro, que se le construyó en el promontorio
Sigeo, a la orilla del Helesponto. Fue reverenciada su memoria como la de un semidiós. Se le erigió un
templo y se establecieron fiestas en su honor.

Textos tomados de Bobes, J. M. Cuentos españoles de tópico mitológico. España, Ediciones Akal, 2005.

De cada una de las lecturas, deberás identificar: quién es el autor, la época en la que fue escrito, el género al que pertenece,
la forma en que está escrita (verso o prosa), los personajes, el espacio y el tiempo en el que se desarrollan, las acciones
principales, así como identificar la moraleja ó características de actos heroicos realizados, los valores morales y culturales
implícitos.

Aquiles en la corte del rey Licomedes (detalle).


Colección Borghese, Museo del Louvre (París).

23
Bloque tres
Deberás plasmar tus hallazgos en un cuadro comparativo, en donde se aprecien las características de cada uno de los
subgéneros, tal como se muestra en el ejemplo.

EL BURRO FLAUTISTA AQUILES

SUBGENERO LITERARIO
AUTOR

EPOCA

FORMA EN QUE ESTA ESCRITA VERSO


CONTEXTO LITERARIO
TIPO DE NARRADOR
PERSONAJES PRINCIPALES
ESPACIO Y TIEMPOEN EL QUE SE
DESARROLLA
LENGUAJE UTILIZADO
Uso de epíteto, hipérbole,

símil, metáfora, etc.

ACCIONES PRINCIPALES

MORALEJA O CARACTERÍSTICAS DE
ACTOS

HEROICOS REALIZADOS

VALORES MORALES Y

CULTURALES IMPLÍCITOS

24
Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I
Lee con atención:

EL MAESTRO Y EL NIÑO
Jean de la Fontaine

En esta fábula intento demostrar la presunción vana de un necio:

Cuando estaba jugando a las orillas del Sena, un niño cayó al agua, mas por gracia divina se hallaba allí
un sauce con cuyas ramas se salvó el pequeño. Pasó por allí un maestro de poco entendimiento, y el
infante gritó:

-¡Auxilio que me ahogo!

Ante dichos gritos, el maestro se volvió, e imprudentemente y fuera de situación, empezó a sermonear
al infante:

-¡Mira qué travieso, a dónde le ha llevado su locura! ¡Gasta tus horas cuidando esta clase de prole!
¡Desdichados padres, pobre de ellos velando a todo momento por esta turba inmanejable! ¡Cuánto deben
padecer, y cómo lamento su destino!

Después de tanto hablar, sacó al niño de las aguas.

Censuro aquí a muchos más de lo que se imaginan. Habladores y criticones y pedantes pueden reflejarse
en el escrito anterior; cada uno de ellos forma un pueblo numeroso; sin duda el Creador bendijo esa
prolífica casta.

¡No hay tópico sobre el que no piensen ejercer su habladuría! ¡Siempre tienen una crítica que hacer! ¡Pero
amigo, líbrame del apuro primero, y después suelta tu lengua!

Identifica la moraleja y elabora una reseña a partir de dicha moraleja.

25
Bloque tres
TESEO

Trató de liberar a su patria del tributo de siete doncellas, que estaban obligados a pagar a Minos, rey de
Creta. Estas pobres doncellas eran pasto de un monstruo, medio toro y medio hombre, hijo de Minos y
Pasifae, y que se mantenía de carne humana.

Encerró Minos a este monstruo en un laberinto, que, al intento, mandó construir por Dédalo, hábil
arquitecto, discípulo de Mercurio. De este laberinto no se podía salir una vez que en él se entraba. La
primera víctima fue el mismo Dédalo, a quien con su hijo Ícaro encerró Minos allí por quejas que de él
tenía.

Dédalo fabricó unas alas, que colocó a su hijo y que le pegó con cera, recomendándole que huyese
volando, pero que no se acercase mucho al Sol para que no se derritieran sus ligamentos. Ícaro no hizo
caso de la recomendación de su padre; remontó su vuelo de manera que la cercanía del Sol derritió la cera,
se desprendieron sus alas y cayó al mar, en que se ahogó.

Por eso se dice de las personas que se remontan y envalentonan sin mérito, ni causa, que lo hacen con
alas de Ícaro.

Teseo fue, pues, a Creta, pero, antes de entrar en el laberinto, recibió de Ariadna, hija de Minos, un ovillo
de hilo, que fue deshilando al tiempo que penetraba en el laberinto; de manera que, después que con
sus acostumbrados bríos hubo muerto el terrible Minotauro, guiado por el hilo, pudo hallar la salida del
laberinto. Teseo había convenido con su padre Egeo que, si salía bien de su empresa, pondría a su regreso
velas blancas en sus barcas, pero (como se dice que, con las glorias, se pierden las memorias) se le olvidó,
y Egeo, viendo aparecer las barcas sin la convenida señal, conjeturó que su hijo había sido devorado por
el Minotauro, y, desesperado, se tiró al mar, por lo cual adquirió éste el nombre de mar Egeo.

Realiza una reseña de la epopeya anterior.

Nombren a un encargado de anotar en el pizarrón las ideas y mediante una lluvia de ideas enlisten todas las diferencias
que existen entre un subgénero y otro.

En equipos de 5 personas elaboren una epopeya sobre algún hecho que haya sucedido en su comunidad ó una fábula sobre
alguna situación que se haya presentado en su escuela, al final expóngalas en plenaria y posteriormente el resto del grupo
señalará las áreas de oportunidad.

26
Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I
Sitios en internet

• DEFINICION (Web en línea)


http://www.definicion.org/literatura.
[Consulta: 04/06/2010]

• FOLKLORE (Web en línea)


http://www.folklore.cl/leyendas.html
[Consulta: 04/06/2010]

• BIBLIOTECAS VIRTUALES (Web en línea)


http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/Narrativa/GarciaMarquez/Rastrodesangre.asp]
[Consulta: 06/06/2010]

• LENGUA Y LITERATURA (Web en línea)


http://lenguayliteratura2bac.wikispaces.com/file/view/Lenguaje_literario.pdf
[Consulta: 06/06/2010]

• LETRALIA (Web en línea)


http://www.letralia.com/206/ensayo02.htm
[Consulta: 06/06/2010]

Fuentes de información

Bibliografía

• De la Torre, Francisco J. y Silvia Dufóo Maciel. Taller de lectura y Redacción 2.México, McGraw Hill, 2005.
• Prado Gracida, María de Lourdes. Taller de Lectura y redacción 2. México, ST Editorial,2005.
• Paredes, E. A. Método integrado de ejercicios de Lectura y Redacción. México, Limusa, 2005.
• Paredes, E. A. Prontuario de Lectura, Lingüística, Redacción, Comunicación oral y nociones de Literatura. México, Limusa, 1999.
• Graves, Robert. Los mitos griegos. México, Alianza, 1994, pp. 356-358.
• Lozano, Lucero. Taller de Lectura y Redacción 2. México, Libris, 2000.
• Riva Palacio, Vicente. El divorcio, en Lozano, Lucero. Lecturas para adolescentes. Tomo 2, México, Libris, 1999, p. 16.

Busto de Homero. Mármol,


copia romana de un original helenístico del siglo II aC.
Museos Capitolinos, Roma, Italia

27
Bloque tres

¿Qué he aprendido?

Estas actividades están planteadas para autoevaluarte y a la vez, que haya una evaluación por parte de los compañeros de
grupo y que los productos obtenidos formen parte de tu portafolio de evidencias.

Actividades

A) De manera individual escribe en no más de una cuartilla, una fábula y en otra una epopeya, en ambos textos deberás
identificar perfectamente las características de cada uno de los subgéneros narrativos.

B) En equipos de 5 personas, deberán elegir uno de los textos escritos por alguno de sus compañeros y por medio de un
sociodrama, deberán presentarlo a todo el grupo (las representaciones deberán ser equitativas en cuanto al número
de fábulas y epopeyas).

C) Al finalizar cada representación, los demás integrantes del grupo llevarán a cabo el ejercicio de retroalimentación,
pidiendo en primera instancia que sean los mismos integrantes del equipo los que califiquen su actuación, posteriormente
el resto del grupo señalará las áreas de oportunidad, así como los aciertos que tuvó cada presentación.

Quiero aprender más

Ahora que has terminado este bloque, te recomendamos los siguientes sitios, en los cuales puedes continuar aprendiendo sobre
los tópicos del bloque.

Sitios en internet

• DEFINICION (Web en línea) • BIBLIOTECAS VIRTUALES (Web en línea)


http://www.definicion.org/literatura. http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/Articulos/literatura.asp
[Consulta: 04/06/2010] [Consulta: 04/06/2010]
• FOLKLORE (Web en línea) • La lengua (Web en línea)
http://www.folklore.cl/leyendas.html http://lalengua.info/funciones-del-lenguaje/
[Consulta: 04/06/2010] [Consulta: 05/06/2010]
• LENGUA Y LITERATURA (Web en línea) • LETRARIA (Web en línea)
http://lenguayliteratura2bac.wikispaces.com/file/view/Lenguaje_literario.pdf http://www.letralia.com/206/ensayo02.htm
[Consulta: 05/06/2010] [Consulta: 05/06/2010]

Bibliografía
• Aguiar e Silva, Vítor Manuel. Teoría de la literatura. Madrid: Editorial Gredos, S.A., 1972. pp. 10-13.
• Barthes, Roland. Placer del texto y lección inaugural. México: Siglo XXI, 1986.
• Eagleton, Terry. Una introducción a la teoría literaria. Bogotá: Fondo de cultura económica, 1988.
• Diccionario de la Real Academia Española. “Literatura”.
• Moliner, María. Diccionario de uso del español. “Literatura”. Madrid: Editorial Gredos, 1988.
• Kayser, Wolfgang. Interpretación y análisis de la obra literaria. Versión española de María D. Mouton y V. García Yebra. Madrid: Editorial Gredos, 1992.
• Mignolo, Walter. Dispositio. “La lengua, la letra, el territorio: La crisis de los estudios literarios coloniales”. Department of Romance Languages, Univer-
sity of Michigan. Vol XI, Nos. 28-29, pp. 137-160.
• Castagnino, Raúl H. ¿Qué es la literatura?. La abstracción “Literatura, naturaleza y funciones de lo literario”. Buenos Aires: Editorial Nova, 1992.
• Gómez de Silva. Diccionario internacional de literatura y gramática. “Literatura”. México: Fonda de cultura económica, 1999.

28
Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I

¿Qué voy a aprender?

BLOQUE IV

Diferencia la Leyenda del Mito.

UNIDAD DE COMPETENCIA
Interpreta las diferencias estructurales de la leyenda y el mito en textos
modelo relacionados con su contexto personal empleándolas en su ámbito
escolar, social, cultural y familiar.

En este bloque conoceremos el origen y el desarrollo de la leyenda y el mito, identificaremos las características de estos dos
subgéneros y clases de mitos existentes y reconoceremos las diferencias de los mismos.

Identificaremos a través de la lectura de diversos textos, los aspectos contextuales y textuales de ambos géneros, trabajando y
colaborando de manera cordial y respetuosa con tus compañeros de grupo.

Desarrollando competencias

Como vimos en el bloque II el género narrativo tiene a su vez 4 subgéneros menores, los primeros fueron la Fábula y la
Epopeya y en este bloque aprenderemos sobre la Leyenda y el Mito.
La leyenda es una narración ficticia, basada en hechos reales, y se sitúa en un tiempo y un lugar preciso y real
La leyenda pertenece al folclore y por ello corresponde a la más arraigada sabiduría de un pueblo, expresa los deseos, los
anhelos, los temores, los ideales y sueños que son parte de la visión global que tiene ese pueblo de su propia historia y de
sus relaciones con la naturaleza.
Y el mito por su parte es una narración maravillosa situada fuera del tiempo histórico y protagonizada por personajes por
seres sobrenaturales o extraordinarios, tales como dioses, semidioses, héroes o monstruos.
Para dar inicio a este cuarto bloque, se organizarán en grupos de 5 personas para investigar sobre los siguientes tópicos:
el origen y el desarrollo de cada uno de los subgéneros narrativos, características literarias de cada uno, sus modalidades,
su estructura, el lenguaje que utiliza.
Una vez realizada la investigación cada equipo seleccionará un tópico y realizarán una exposición ante el grupo. En
plenaria realizarán una retroalimentación de los resultados obtenidos.
De manera individual elaborarás un mapa conceptual en donde se identifiquen los elementos constitutivos de un mito y
una leyenda.

29
Bloque cuatro
A continuación se presentan dos textos, léelos con mucha atención e identifica a que género narrativo pertenecen.

EL CALLEJÓN DEL MUERTO

Corría el año de 1600 y a la capital de la Nueva España continuaban llegando mercaderes, aventureros y
no pocos felones, gentes de rompe y rasga que venían al Nuevo Mundo con el fin de enriquecerse como
lo habían hecho los conquistadores. Uno de esos hombres que llegaba a la capital de la Nueva España con
el fin de dedicarse al comercio, fue don Tristán de Alzúcer que tenía un negocio de víveres y géneros en
las Islas Filipinas, pero ya por falta de buen negocio o por querer abrirle buen camino en la capital a su
hijo del mismo nombre, arribó cierto día de aquel año a la ciudad.
Después de recorrer algunos barrios de la antigua Tenochtitlán don Tristán de Alzúcer se fue a radicar en
una casa de medianía allá por el rumbo de Tlaltelolco y allí mismo instaló su comercio que atendía con la
ayuda de su hijo, un recio mocetón de buen talante y alegre carácter.
Tenía este don Tristán de Alzúcer a un buen amigo y consejero, en la persona de su ilustrísima, el
Arzobispo don Fray García de Santa María Mendoza, quien solía visitarlo en su comercio para conversar
de las cosas de Las Filipinas y la tierra hispana, pues eran nacidos en el mismo pueblo. Allí platicaban al
sabor de un buen vino y de los relatos que de las islas del Pacífico contaba el comerciante.
Todo iba viento en popa en el comercio que el tal don Tristán decidió ampliar y darle variedad, para lo cual
envió a su joven hijo a la Villa Rica de la Vera Cruz y a las costas malsanas de la región de más al Sureste.
Quiso la mala suerte que enfermara Tristán chico y llegara a tal grado su enfermedad que se temió por su
vida. Así lo dijeron los mensajeros que informaron a don Tristán que era imposible trasladar al enfermo
en el estado en que se hallaba y que sería cosa de medicinas adecuadas y de un milagro, para que el joven
enfermo de salvara.
Henchido de dolor por la enfermedad de su hijo y temiendo que muriese, don Tristán de Alzúcer se
arrodilló ante la imagen de la Virgen y prometió ir caminando hasta el santuario del cerrito si su hijo se
aliviaba y podía regresar a su lado.
Semanas más tarde el muchacho entraba a la casa de su padre, pálido, convaleciente, pero vivo y su padre
feliz lo estrechó entre sus brazos.
Vinieron tiempos de bonanza, el comercio caminaba con la atención esmerada de padre e hijo y con
esto, don Tristán se olvidó de su promesa, aunque de cuando en cuando, sobre todo por las noches en
que contaba y recontaba sus ganancias, una especie de remordimiento le invadía el alma al recordar la
promesa hecha a la Virgen.
Al fin un día envolvió cuidadosamente un par de botellas de buen vino y se fue a visitar a su amigo y
consejero el Arzobispo García de Santa María Mendoza, para hablarle de sus remordimientos, de la falta
de cumplimiento a la promesa hecha a la Virgen de lo que sería conveniente hacer, ya que de todos modos
le había dado las gracias a la Virgen rezando por el alivio de su vástago.
-Bastará con eso, -dijo el prelado-, si habéis rezado a la Virgen dándole las gracias, pienso que no hay
necesidad de cumplir lo prometido.
Don Tristán de Alzúcer salió de la casa arzobispal muy complacido, volvió a su casa, al trabajo y al olvido
de aquella promesa de la cual lo había relevado el Arzobispo.
Más he aquí que un día, apenas amanecida la mañana, el Arzobispo Fray García de Santana María
Mendoza iba por la calle de La Misericordia, cuando se topó a su viejo amigo don Tristán de Alzúcer, que
escuálido, ojeroso, cadavérico y con una túnica blanca que lo envolvía, caminaba rezando con una vela
encendida en la mano derecha, mientras su enflaquecida siniestra descansaba sobre su pecho.
El Arzobispo le reconoció enseguida, y aunque estaba más escuálido y delgado que la última vez que se
habían visto, se acercó para preguntarle.

30
Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I
-¿A dónde váis a estas horas, amigo Tristán Alzúcer?
-A cumplir con la promesa de ir a darle gracias a la Virgen-, respondió con voz cascada, hueca y tenebrosa,
el comerciante llegado de las Filipinas.
No dijo más y el prelado lo miró extrañado de pagar la manda, aun cuando él lo había relevado de tal
obligación.
Esa noche el Arzobispo decidió ir a visitar a su amigo, para pedirle que le explicara el motivo por el cual
había decidido ir a pagar la manda hasta el santuario de la Virgen en el lejano cerrito y lo encontró
tendido, muerto, acostado entre cuatro cirios, mientras su joven hijo Tristán lloraba ante el cadáver con
gran pena.
Con mucho asombro el prelado vio que el sudario con que habían envuelto al muerto, era idéntico al
que le viera vestir esa mañana y que la vela que sostenían sus agarrotados dedos, también era la misma.
-Mi padre murió al amanecer -dijo el hijo entre lloros y gemidos dolorosos-, pero antes dijo que debía
pagar no sé qué promesa a la Virgen.
Esto acabó de comprobar al Arzobispo, que don Tristán Alzúcer estaba muerto ya cuando dijo haberlo
encontrado por la calle de la Misericordia.
En el ánimo del prelado se prendió la duda, la culpa de que aquella alma hubiese vuelto al mundo para
pagar una promesa que él le había dicho que no era necesario cumplir.
Pasaron los años...
Tristán el hijo de aquel muerto llegado de las Filipinas se casó y se marchó de la Nueva España hacia la
Nueva Galicia. Pero el alma de su padre continuó hasta terminado el siglo, deambulando con una vela
encendida, cubierto con el sudario amarillento y carcomido.
Desde aquél entonces, el vulgo llamó a la calleja de esta historia, El Callejón del Muerto, es la misma que
andando el tiempo fuera bautizada como calle República Dominicana.

Franco Sodja, C. Leyendas Mexicanas de antes y después de la Conquista. EDAMEX, 1996.


Texto recuperado en la página electrónica:
http://mexico.udg.mx/historia/leyendas/llorona.html, el día 10 de abril de 2007.

31
Bloque cuatro
NARCISO
Narciso era tespio, hijo de la ninfa azul Liríope, a la que el dios fluvial Cefiso había rodeado en una
ocasión con las vueltas de su corriente y luego violado. El adivino Tiresias le dijo a Liríope, la primera
persona que consultó con él: “Narciso vivirá hasta ser muy viejo con tal que nunca se conozca a sí mismo”.
Cualquiera podía excusablemente haberse enamorado de Narciso, incluso cuando era niño, y cuando llegó
a los dieciséis años de edad su camino estaba cubierto de numerosos amantes de ambos sexos cruelmente
rechazados, pues se sentía tercamente orgulloso de su propia belleza.
Entre sus amantes se hallaba la ninfa Eco, quien ya no podía utilizar su voz sino para repetir tontamente
los gritos ajenos, lo que constituía un castigo por haber entretenido a Hera con largos relatos mientras
las concubinas de Zeus, las ninfas de la montaña,
eludían su mirada celosa y hacían su escapatoria. Un día en que Narciso salió para cazar ciervos, Eco le
siguió a hurtadillas a través del bosque sin senderos con el deseo de hablarle, pero incapaz de ser la primera
en hablar. Por fin Narciso, viendo que se había separado de sus compañeros, gritó:
-¿Está alguien por aquí?
-¡Aquí! –repitió Eco, lo que sorprendió a Narciso, pues nadie estaba a la vista.
-¡Ven!
-¡Ven!
-¿Por qué me eludes?
-¿Por qué me eludes?
-¡Unámonos aquí!
-¡Unámonos aquí! –repitió Eco, y corrió alegremente del lugar donde estaba oculta a abrazar a Narciso.
Pero él sacudió la cabeza rudamente y se apartó:
-¡Moriré antes de que puedas yacer conmigo! –gritó.
-Yace conmigo –suplicó Eco.
Pero Narciso se había ido, y ella pasó el resto de su vida en cañadas solitarias, consumiéndose de amor y
mortificación, hasta que sólo quedó su voz.
Un día Narciso envío una espada a Aminias, uno de sus pretendientes más insistentes, y cuyo nombre
lleva el río Aminias, tributario del río Helisón, que desemboca en el Alfeo. Aminias se mató en el umbral
de Narciso pidiendo a los dioses que vengaran su
muerte.
Ártemis oyó la súplica e hizo que Narciso se enamorase, pero sin que pudiera consumar su amor. En
Donacón, Tespia, llegó a un arroyo, claro como si fuera de plata y que nunca alteraban el ganado, las
aves, las fieras, ni siquiera las ramas que caían de los árboles que le daban sombra, y cuando se tendió
exhausto, en su orilla herbosa para aliviar su sed,se enamoró de su propio reflejo. Al principio trató de
abrazar y besar al bello muchacho que veía ante él, pero pronto se reconoció a sí mismo y permaneció
embelesado contemplándose en el agua una hora tras otra. ¿Cómo podía soportar el hecho de poseer y no
poseer al mismo tiempo? La aflicción le destruía, pero se regocijaba en su tormento, pues por lo menos
sabía que su otro yo le sería siempre fiel pasara lo que pasase.
Eco, aunque no había perdonado a Narciso, le acompañaba en su aflicción, y repitió compasivamente sus
“¡Ay! ¡Ay!” mientras se hundía la daga en el pecho, y también el final “¡Adiós, joven, amado inútilmente!”
cuando expiró. Su sangre empapó la tierra y de ella nació la blanca flor del narciso con su corolario rojo,
de la que se destila ahora en Queronea un ungüento balsámico. Éste es recomendado para las afecciones
de los oídos (aunque puede producir dolores de cabeza), como un vulnerario y para curar la congelación.

Graves, Robert. Los mitos griegos. México, Alianza, 1994, pp. 356-358.

32
Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I
Ahora formen nuevamente equipos de 5 personas y elaboren un rompecabezas, en donde identifiques por cada una de
las lecturas sus características de género, los personajes y el lenguaje que manejan y el mito y péguenlos en el periódico
mural de su centro educativo.

Reúnanse en parejas y busquen en sitios de internet confiables o en materiales bibliográficos, los tipos de mitos existentes,
y mediante un esquema identifiquen las características de cada uno.

LA PINCOYA

La Pincoya es una sirena o ninfa que a veces anda acompañada por su marido, el Pincoy, ambos son
rubios. En algunas ocasiones abandona el mar y excursiona por ríos y lagos.
Su misión es fecundar los peces y mariscos bajo las aguas y de ella depende la abundancia o escasez de
estos productos. Atrae o aleja de la costa a los peces y mariscos.
Cuando un pescador ve de mañana surgir de las profundidades de las aguas a la Pincoya y ésta danza en
la playa mirando hacia el mar extendiendo sus hermosos brazos, hay alegría en todos, porque este baile
es anuncio de pesca abundante. Si danza mirando hacia la costa, alejará a los peces.
Si la Pincoya no favorece con pesca a un lugar, quiere decir que ha arrastrado la abundancia a otros más
necesitados.
Para ser favorecido por la Pincoya, es necesario estar contento, por eso los pescadores se acompañan de
amigos y amigas alegres y reidores.
Si se pesca o marisca con mucha frecuencia en el mismo lugar, la Pincoya se enoja y abandona aquel
frente, que luego queda estéril.
En la hermosa laguna Huelde, ubicada a escasos cuatro kilómetros de Cucao, nació la Pincoya, mujer
muy bella y de tez blanca ligeramente bronceada, cabellos de oro y que, de la cintura hacia abajo, tiene
la forma de un pez.
Antiguamente habitaba una enorme caverna en forma de salón rocoso y tenía por costumbre bañarse en
la laguna y el río Puchanquin.
Desde los roqueríos, mediante un suave y prolongado silbido, emerge desde el fondo de las aguas un

33
Bloque cuatro
tronco de oro macizo sobre el cual trepaba y, sentada allí, peinaba sus cabellos. A veces, durante la noche,
entonaba embrujadas canciones amorosas, a las cuales nadie podía resistirse.
Muchas personas buscaron a la Pincoya para obtener sus favores, y ella desapareció del lugar para no
volver. Se cree que ella fue robada desde la laguna Huelde para llevar prosperidad y abundancia a playas
lejanas.
Desde entonces, las aguas tomaron el color oscuro que hoy tienen y pese a que muchos han intentado
imitar el silbido de la sirena, el tronco de oro aún está sumergido esperando a su hermosa dueña.

Texto recuperado el día 11 de abril del 2007 en la página electrónica: http://www.folklore.cl/leyendas.html

Diosa Madre
Los aztecas, antes llamados mexicas, se ubican entre los grupos hablantes de náhuatl del norte de México
y antecesores de los asentados durante la etapa chichimeca. El siguiente mito sobre Coatlique se tomó de
la página web La Civilización Azteca:

Coatlique, cuyo nombre significa «La Señora de la Falda de Serpientes», era la diosa Tierra de la vida y la
muerte en la mitología azteca. Su apariencia era algo horrible; representada como una mujer extraña con
una falda de serpientes y con un collar de corazones de las víctimas de los sacrificios. Esta diosa, sedienta
de sacrificios, tenía los senos flácidos y afiladas garras en pies y manos.

Según cuenta la leyenda, Coatlique fue fecundada en primer lugar por un cuchillo de obsidiana y, a raíz de
este embarazo, dio a luz a la diosa Coyolxanuhqui, conocida con el nombre de «Campanas Doradas» y a un
grupo de vástagos que se convirtieron en estrellas.

La diosa Coyolxanuhqui era identificada con la luna y estaba asociaba con un grupo de 400 deidades-
estrella, conocidas con el nombre de Huitznauna, que se encontraban bajo su control. Además esta
divinidad asociada a la luna, tenía poderes mágicos con los que podía provocar importantes daños.
Después Coatlique volvió a quedar embarazada por una bola de plumas. Encontramos distintas versiones
sobre el encuentro de Coatlique con esta bola. Según una de las interpretaciones, la diosa encontró esa
bola mientras estaba en su templo y esa bola tocó su pecho.

En otras versiones, Coatlique recogió la bola de plumas la guardó en su pecho; más tarde cuando fue a
buscarla, ya no la encontró y, al mismo tiempo, se percató de que había quedado nuevamente embarazada.
Coatlique se dispuso entonces a contar a su prole lo sucedido, pero ese misterioso embarazo ofendió a sus
hijos, que consideraron la historia de su madre del todo increíble.

Según marcaba la tradición, una diosa únicamente podía dar a luz en una sola ocasión; esa ocasión en la
que daba vida a la auténtica y original descendencia divina y nunca más. Así Coyolxanuhqui y sus hermanos
consideraron aquel embarazo como un ultraje y, encabezados por Coyolxanuhqui, decidieron matar a su
propia madre. Durante el embarazo Coyolxanuhqui decapitó a su madre, ayudada por sus hermanos. Sin
embargo, de forma inmediata el feroz dios Huitzilopochtli, que se encontraba en el vientre de su madre
Coatlique, apareció armado y con ayuda de una serpiente de fuego, asesinó a muchos de sus hermanos
y hermanas. Los cuerpos de los hermanos se transformaron en estrellas. Mientras que Huitzilopochtli en
un ataque de furia decapitó a Coyolxanuhqui y lanzo su cabeza al cielo, donde se convirtió en la luna; su
cuerpo, lo arrojó a una profunda garganta en una montaña, donde su cuerpo yace para siempre.
Publicado por Juan Carlos Alonso en 4:39 PM Etiquetas: Colombia, Panamá, México, Creación, México Azteca, Origen Dioses

34
Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I
De cada una de las lecturas, deberás identificar: quién es el autor, el origen y la época en la que fue escrito, el género al que
pertenece, la forma en que está escrito, el contexto literario, el tipo de narrador, los personajes o situaciones reales que se
presenten, el espacio y el tiempo en el que se desarrollan, las acciones principales, el lenguaje literario utilizado, los valores
morales y culturales implícitos.

Deberás plasmar tus hallazgos en un cuadro comparativo, en donde se aprecien las características de cada uno de los
subgéneros, tal como se muestra en el ejemplo.

LA PINCOYA DIOSA MADRE


AUTOR

ORIGEN

ÉPOCA

GÉNERO O SUBGÉNERO

FORMA EN QUE ESTÁ ESCRITO

CONTEXTO LITERARIO

NARRADOR

PERSONAJES O SITUACIONES REALES QUE


REPRESENTAN
ESPACIO

TIEMPO

AMBIENTACIÓN

LENGUAJE UTILIZADO Uso de epíteto,


hipérbole, símil, metáfora, etc.
VALORES MORALES Y CULTURALES IM-
PLÍCITOS

Coatlicue, divinidad azteca, madre de Huitzilopochtli.

35
Bloque cuatro
Forma pareja con alguno de tus compañeros de grupo e identifiquen alguna leyenda que conozcan los miembros de su
familia y un mito que sea conocido en su comunidad y plásmenlos en una hoja de rotafolio, agreguen imágenes y/o dibujos
para hacerlo más atractivo, asegúrense de que ambas redacciones cumplan con los aspectos contextuales y textuales de
cada uno de los géneros.

Organicen el Día de las Leyenda y Mitos, y presenten al resto del grupo la leyenda y mito que trabajaron.

Organicen una exposición dentro del aula con los mitos y leyendas que trabajaron, pueden llevar libros de leyendas o artículos
relacionados con ellas para hacerlo más atractivo, inviten a sus compañeros del plantel para que visiten la exposición, así
como a otros profesores, y expliquen la importancia de esa obra, su trascendencia artística y social, y cómo presenta una
ampliación de la visión del mundo que les rodea y contribuye a generar un ambiente de libertad de expresión, respeto y
armonía. Al final del recorrido pídanles a los visitantes que les den su opinión en cuanto al contenido de la exposición y la
explicación que les dieron para que evalúen su actividad.

Cierren la actividad comentando en plenaria su experiencia en la organización y los resultados del evento.

Sitios en internet

• DEFINICION (Web en línea)


http://www.definicion.org/literatura.
[Consulta: 04/06/2010]

• FOLKLORE (Web en línea) Fuentes de información


http://www.folklore.cl/leyendas.html
[Consulta: 04/06/2010]

• LENGUA Y LITERATURA (Web en línea)


http:/lenguayliteratura2bac.wikispaces.com/file/view/Lenguaje_literario.pdf
[Consulta: 05/06/2010]

• BIBLIOTECAS VIRTUALES (Web en línea)


http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/Narrativa/GarciaMarquez/Rastrodesangre.asp]
Consulta: 06/06/2010]

• LETRARIA (Web en línea)


http://www.letralia.com/206/ensayo02.htm
[Consulta: 05/06/2010]

Bibliografía

• De la Torre, Francisco J. y Silvia Dufóo Maciel. Taller de lectura y Redacción 2.México, McGraw Hill, 2005.
• Prado Gracida, María de Lourdes. Taller de Lectura y redacción 2. México, ST Editorial,2005.
• Paredes, E. A. Método integrado de ejercicios de Lectura y Redacción. México, Limusa, 2005.
• Paredes, E. A. Prontuario de Lectura, Lingüística, Redacción, Comunicación oral y nociones de Literatura. México, Limusa, 1999.
• Graves, Robert. Los mitos griegos. México, Alianza, 1994, pp. 356-358.
• Lozano, Lucero. Taller de Lectura y Redacción 2. México, Libris, 2000.
• Riva Palacio, Vicente. El divorcio, en Lozano, Lucero. Lecturas para adolescentes. Tomo 2, México, Libris, 1999, p. 16.
• Gómez de Silva. Diccionario internacional de literatura y gramática. “Literatura”. México: Fonda de cultura económica, 1999.

36
Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I

¿Qué he aprendido?

Es hora tanto de corroborar y de evaluar los aprendizajes obtenidos sobre el origen de la leyenda y el mito, sus características,
los tipos de mitos existentes y las diferencias entre los dos subgéneros narrativos, así como su aplicación en tu entorno.
Ya hemos visto mitos y leyendas de tu comunidad, de igual manera en el mundo existen muchas más, en equipos de
trabajo de 3 personas seleccionen algún país del mundo que consideren de interés, procuren que cada equipo elija un país
diferente, investiguen por lo menos dos de sus leyendas y mitos más populares. Asegúrense de que algún equipo trabaje
sobre México.
Una vez que cuenten con información al respecto elaboren carteles en los cuales den a conocer estos mitos y leyendas,
recuerden que deberán poner en práctica su creatividad en la elaboración de los mismos, incluyan imágenes y fuentes de
información.
Teniendo los carteles elaborados, expónganlos ante el resto del grupo, o mejor aún pidan permiso a las autoridades de su centro
educativo para que puedan exponerlos y pegarlos en diferentes partes del plantel, para que sus demás compañeros conozcan
lo que están haciendo en esta asignatura, si son varios grupos los que llevan esta materia pueden organizar un concurso de
carteles entre los diferentes grupos.
Cada equipo deberá exponer su cartel, incluyendo la explicación sobre las características literarias con las que deben
cumplir los mitos y leyendas, al finalizar las exposiciones lleven a cabo un ejercicio de retroalimentación en donde sus
compañeros de grupo o las personas que asistan a la exposición puedan darles a conocer sus opiniones acerca del trabajo
que realizaron y sobre su manera de realizar su trabajo; recuerda que la retroalimentación no es una crítica, se trata de ir
mejorando en tu desempeño académico y personal.

Quiero aprender más

Ahora que has terminado este bloque, te recomendamos los siguientes sitios, en los cuales puedes continuar aprendiendo sobre
los tópicos del bloque.
Sitios en internet

• HISTORIAS Y LEYENDAS (Web en línea) • BIBLIOTECAS VIRTUALES (Web en línea)


http://www.historiayleyendas.com www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/Mitologia/index.asp
[Consulta: 04/06/2010] [Consulta: 05/06/2010]

• FOLKLORE (Web en línea) • WIKIPEDIA (Web en línea)


http://www.folklore.cl/leyendas.html http://es.wikipedia.org/wiki/Mitos_y_Leyendas
[Consulta: 04/06/2010] [Consulta: 05/06/2010]

Bibliografía
• De la Torre, Francisco J. y Silvia Dufóo Maciel. Taller de lectura y Redacción 2.México, McGraw Hill, 2005.
• Prado Gracida, María de Lourdes. Taller de Lectura y redacción 2. México, ST Editorial,2005.
• Paredes, E. A. Método integrado de ejercicios de Lectura y Redacción. México, Limusa, 2005.
• Paredes, E. A. Prontuario de Lectura, Lingüística, Redacción, Comunicación oral y nociones de Literatura. México, Limusa, 1999.
• Graves, Robert. Los mitos griegos. México, Alianza, 1994, pp. 356-358.
• Lozano, Lucero. Taller de Lectura y Redacción 2. México, Libris, 2000.
• Riva Palacio, Vicente. El divorcio, en Lozano, Lucero. Lecturas para adolescentes. Tomo 2, México, Libris, 1999, p. 16.
• Gómez de Silva. Diccionario internacional de literatura y gramática. “Literatura”. México: Fonda de cultura económica, 1999.

37
¿Qué voy a aprender?

BLOQUE V

Comprende las características del cuento.

UNIDAD DE COMPETENCIA
Define las características del cuento mediante la lectura de textos
representativos y las aplica en la redacción de relatos involucrados con su
contexto particular.

Un cuento es una narración que permite al autor expresar una historia, puede ser real o imaginaria, contada a través de
personajes que viven una serie de experiencias o acontecimientos en un lugar y tiempo determinado, existen cuentos cortos
o populares, o cuentos más extensos denominados cuentos literarios.

En este bloque conoceremos el origen de este género narrativo, el desarrollo que ha tenido a lo largo del tiempo, identificaremos
sus características, reconoceremos mediante lecturas el nivel contextual e intercontextual de éste género, sin dejar a un lado
que practicarás este género narrativo a través de la creación de cuentos de tu propia autoría.

Desarrollando competencias

Ya hemos analizado cuatro de los seis subgéneros en los que se subdivide el género narrativo, ahora toca el turno
de conocer el subgénero del Cuento.
El cuento es una narración breve de hechos imaginarios o reales, protagonizada por un grupo reducido de personajes y con un
argumento sencillo.

38
Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I
Para iniciar el quinto bloque lee con atención el siguiente fragmento del cuento Tres caras de Matías Gárate.

Tres caras
Matías Gárate

Dos minutos para las ocho, me quedé dormido otra vez. Tengo que correr, mi primera clase es con el
Gustavo, seguro que el anciano ya está anotando mi nombre en la próxima lista de suspendidos. Subo
las escaleras, falta poco para llegar a la sala. Me encuentro tan desesperado que no veo a la persona que
va doblando por el pasillo. ¡Zas! Choco de frente y caemos al piso.
-¡Ouch!- exclamo frotando mi cabeza, siento como si hubiera golpeado una pared.
-¿Estás bien?- me pregunta tendiéndome la mano. Por lo visto el que salió peor parado fui yo.
-Eso creo- respondo poniéndome de pie-. No veía por dónde iba.
Por primera vez me fijo con quién tropecé. Una chica de pelo castaño me mira preocupada con unos
intrigantes ojos plateados. Debe tener más o menos mi edad, qué raro, nunca antes la había visto
por el colegio. El sonido del timbre me devuelve a la realidad.
-¡Ah! Tengo que irme.
-Cálmate un poco- me aconseja.
Al fondo del pasillo se cierra la puerta de mi clase, ahora sí, ya no tiene sentido correr. Respiro profundo
y trato de hacerle caso. Solo puedo esperar la clemencia del profesor y que el chichón en mi cabeza
justifique el atraso.
-¿Quién eres?- pregunto a la chica.
Pero a mis espaldas ya no hay nadie. Bueno, supongo que lo averiguaré otro día.

Suspiro mientras voy camino a mi casa, me suspendieron, siento como si mis pies fueran de plomo y se
rehusaran a llegar a mi hogar. Si mis padres se enteran tengo un castigo garantizado. Mejor no les digo,
mañana se me ocurrirá algo, un resfriado o vagar por el centro hasta la tarde, cualquier cosa que me
mantenga alejado de la escuela.
Es pensando en esto que veo a un niño jugando a la pelota por la vereda. Añoro cuando mi vida era así
de sencilla, sin exámenes ni deberes, solo divertirse con cosas tan simples como patear una pelota por la
acera. Cierro los ojos y río para mis adentros, ¿en qué estoy pensando? Ya casi sueno como un anciano.
Cuando vuelvo a fijarme, noto que la pelota está en medio de la calle, el niño va corriendo a buscarla, y
un auto se acerca peligrosamente.
-¡Cuidado!- grito.
No me escucha. El conductor sigue sin verlo. No lo pienso dos veces y salgo disparado, todo sucede en
segundos, un bocinazo, el rostro de sorpresa del niño, sus ojos plateados abiertos de par en par, y un dolor
sordo en el hombro sobre el que caigo.
-Imbécil- grita el conductor mientras se aleja en su auto.
Maldigo al tipo para mis adentros. Me levanto adolorido y busco al niño, no está. Tampoco hay indicio
de que lo hayan atropellado, de él solo queda un chalequito rojo entre mis manos. Pareciera que
sencillamente se esfumó en el aire.
Trato de poner mis pensamientos en orden cuando distingo una pequeña silueta doblando la esquina.
Tal vez estoy algo paranoico, pero tengo que averiguar quién es ese niño, y si sus ojos eran en verdad
plateados.
Está atardeciendo, el cielo bañado por un brillo anaranjado y la suave brisa me animan a continuar.
Doblo por decenas de calles y cruzo muchas plazas, pero cada vez que creo ver a mi objetivo, se vuelve a
esfumar.
Mi obsesiva persecución me lleva hasta el metro, no hay manera de que a tan corta edad sea más rápido
que yo, un motivo más para descubrir su identidad. Bajo al subterráneo cuando un anciano sentado al
pie de las escaleras llama mi atención. Habría jurado que sus ojos eran del mismo color plateado que los

39
Bloque cinco
del niño y la chica del colegio.
Busco por el andén, pero no hay rastro de mi objetivo. Ahora sí lo perdí, no hay manera de que encuentre
a una persona entre aquella multitud. Decepcionado salgo del subterráneo, echo un vistazo a las escaleras,
ya no está el anciano, en su lugar va subiendo la chica con la que choqué en la mañana, aún vestida con
el uniforme escolar.
-¡Espera! ¿Quién eres?- grito, pero ella no se detiene.
Suficiente, tengo que saber qué pasa con esos ojos plateados; la última vez que me enteré, los lentes de
contacto no estaban de moda. Tomo la otra salida del metro y la espero allí. Va pasando con el rostro rojo
y la respiración entrecortada, como si viniera de una maratón. Me mira y lanza un hondo suspiro, sé que
ahora no pasará de largo.
-¿Qué es lo que quieres?- pregunta.
-Que me digas quién eres.
-¿Y no me dejarás tranquila hasta que lo haga?
Mi mirada habla por sí misma. No sé en qué momento me habré enfrascado tanto en encontrar la conexión
entre los ojos plateados, solo sé que algo me llama a saberlo, y que me arrepentiré para siempre si desisto.
La chica cierra sus ojos y suelta un risita.
-Ojalá fuera tan sencillo- una mirada llena de misterio se calva en mí-. Sígueme y te contestaré.
Asiento con la cabeza y juntos caminamos por las calles hasta uno de los barrios más antiguos y abandonados
de la ciudad. Está oscureciendo y apenas distingo el camino, la mayoría de los faroles están rotos y no
hay luna que brille en el cielo. Más de alguna vez me tropiezo por las grietas en el asfalto descuidado.
Podría ser el camino perfecto a la boca del lobo, pero ya no importa.
Mi guía señala una casona abandonada al otro lado de la calle, el jardín está lleno de maleza y un empedrado
apenas visible lo recorre. La madera del porche está podrida y apesta a humedad ¿Para qué escogería este
lugar?
Le da un empujoncito a la puerta que por poco se sale de sus bisagras. Me hace un gesto para que pase y
enciende una lámpara de aceite. Investigo mí alrededor, parece un living antiguo, sillones remendados,
mesas y sillas rotas, armarios a los que le falta una puerta, y sin embargo falta el polvo y las telarañas que
caracterizan a los lugares verdaderamente abandonados.
-Aquí es donde vivo- me dice una voz rasposa de anciano.
Me volteo para encontrarme con que en lugar de la chica del colegio está de pie frente a mí el viejo de las
escaleras del metro, apoyado en su bastón de madera mirándome con sus ojos plateados.
-¿Qué…
Pero antes de que termine mi pregunta una espesa niebla gris salida de la nada rodea el cuerpo del hombre.
No entiendo qué pasa, en qué tipo de macabra película me habré metido. La niebla se disipa poco a poco,
dejando a un niño con una pelota roja.
-No te he dado las gracias por salvarme del auto, así que para contestar a tu pregunta…
La niebla lo cubre una vez más como un manto fantasma que al desvelarse deja de nuevo a la chica de
cabello castaño mirándome con tristeza.
-No sé quién soy. Tampoco estoy segura de qué soy. Solo sé que puedo usar alguno de estos tres rostros a
mi antojo. Mi memoria, mi propio nombre, si es qué alguna vez tuve uno; no recuerdo nada. Vago por ahí
usando mis tres caras esperando encontrar a alguien que me reconozca, pero no he hallado a nadie.
Se ve deprimida, bajo la débil luz de la lámpara distingo una lágrima rodar por su mejilla; y la sorpresa
inicial da paso a una tranquila aceptación, hasta volverse compasión. No me imagino a mí mismo
despertar un día sin recuerdos. Más aún, saber que ni siquiera tengo un rostro fijo. Tímidamente me
acerco a “ella” y apoyo una mano sobre su hombro.
-Entonces, ¿cómo puedo llamarte?
Me mira sorprendida, pero traga saliva y responde:
-Aris. Puedes llamarme Aris.
-Aris- no puedo creer lo que voy a decir-, cuenta conmigo para ayudarte a recuperar tu memoria.

40
Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I
Ahora realizaremos un trabajo en grupo. Nombren a un encargado para que anote en el pizarrón las ideas, y mediante una
lluvia de ideas enlisten los elementos comunicativos del texto, las partes y las características que componen al cuento.

De manera individual busca en sitios de internet confiables o en materiales bibliográficos todo lo relacionado con el cuento,
su definición, origen y desarrollo, las características del género e investiga sobre la estructura interna y externa que lo
componen.

¿Existen coincidencias entre lo que plantearon en el pizarrón y lo que encontraron en su investigación? Identifica cuáles fueron
las semejanzas y realiza un diagrama de Venn

Recuerda que el cuentista debe tener la habilidad para relacionar los elementos: atmósfera o ambiente,
tono, personajes, escenario o contexto.

A continuación organícense en equipo para leer en voz alta la siguiente lectura.

HARRISON BERGERON
Kurt Vonnegut Jr.

Corría el año de 2081, y por fin todos los hombres eran iguales. No eran sólo iguales ante Dios y ante
la ley. Eran iguales en todos los sentidos. Ninguno era más listo que ningún otro. Ninguno era mejor
parecido que ningún otro. Ninguno era ni más fuerte ni más ágil que ningún otro tampoco. Toda esta
igualdad se debía a las Enmiendas números 211, 212 y 213 de la Constitución, así como a la incesante
vigilancia de los agentes de la Jefa de Impedidores de los Estados Unidos.
Había ciertas cosas de la vida, sin embargo, que aún no estaban bien del todo. El mes de abril, por
ejemplo, todavía sacaba de sus casillas a la gente por el simple hecho de no ser primavera. Y fue en ese
viscoso mes cuando los agentes de la Jefa de Impedidores se llevaron a Harrison, el hijo de George y Hazel
Bergeron, un chico de catorce años de edad.
Fue trágico, sin duda, pero George y Hazel no podían detenerse a pensar mucho en el asunto. Hazel
tenía una inteligencia enteramente término medio, lo que significaba que no podía pensar en nada sino
de manera repentina y breve. Y George, si bien su inteligencia superaba con mucho la normal, tenía un
pequeño radio en su oreja que funcionaba como impedidor mental. Por ley, se le exigía llevarlo todo el
tiempo. Estaba sintonizado con un transmisor del gobierno. Cada veinte segundos, aproximadamente,
el transmisor enviaba un agudo ruido para evitar que gente como George se aprovechara injustamente
de su inteligencia.
George y Hazel estaban viendo la televisión. Había lágrimas en las mejillas de Hazel, pero por el momento
había olvidado qué las causaba.
En la pantalla de televisión aparecía un grupo de bailarinas.
George sintió de pronto un zumbido en la mente. Sus pensamientos huyeron despavoridos, como bandidos
ante el ruido de una alarma contra ladrones.
–¡Qué bonito baile, qué bonito acaban de bailar! –dijo Hazel.
–¿Qué? –dijo George.
–El baile; bailaron lindo –dijo Hazel.
–Si, dijo George. Trató de pensar un poco acerca de las bailarinas. No eran tan buenas; no bailaban mejor
de lo que cualquier otra gente lo habría hecho, que no le dijeran.
Estaban amarradas con pesas a modo de fajas, y les colgaban bolsas de perdigones; además, estaban

41
Bloque cinco
enmascaradas, para que nadie, al ver un movimiento libre y gracioso o una cara bonita, se fuera a alborotar.
George jugaba con la vaga idea de que quizás los bailarines deberían estar libres de impedidores. Pero no
llegó lejos con su idea porque de inmediato otro ruido en el radio de su oreja disipó sus pensamientos.
George respingó. También respingaron dos de las ocho bailarinas. Hazel lo vio respingar.
Como ella no tenía impedidor mental, tuvo que preguntar a George cómo había sido el ruido que él
acababa de oír.
–Sonó como si alguien estuviera dando de martillazos a una botella de leche –dijo George.
–A mí me parecería bien interesante eso de estar oye y oye tanto sonido distinto –dijo Hazel, algo
envidiosa-. ¡Se les ocurre cada cosa!
–Hmm –dijo George.
–Pero, si yo fuera la Jefa de Impedidores, ¿sabes qué haría? –dijo Hazel. Hazel, de hecho, se parecía
extraordinariamente a la Jefa de Impedidores, una mujer de nombre Diana Moon Glampers-. Si yo fuera
Diana Moon Glampers –dijo Hazel- los domingos enviaría puro repiqueteo de campanas; puro repiqueteo.
Como en honor de la religión.
–Si fuera puro repiqueteo podría pensar –dijo George.
–Bueno; pero quizá los enviaría bien fuerte –dijo Hazel-. Creo que sería buena como Jefa de Impedidores.
–Tan buena como cualquiera –dijo George.
–¿Quién sabe mejor que yo lo que significa ser normal? –dijo Hazel.
–Eso sí –dijo George. Empezó a pensar vislumbrantemente en su hijo anormal que estaba ahora en la
cárcel, su hijo Harrison, pero en eso una salva de veintiún cañonazos sonó en su mente y detuvo el
pensamiento.
–¡Rayos! –dijo Hazel. Ese ruido sí que fue increíble, ¿no? Tan increíble que George estaba blanco y
tembloroso, y había lágrimas en los bordes de sus enrojecidos ojos. Dos de las ocho bailarinas habían
sufrido un colapso y yacían en el piso del estudio, con las manos en las sienes.
–De pronto te ves todo cansado –dijo Hazel. ¿Por qué no te acuestas en el sofá, para que tu bolsa
impedidora descanse sobre los cojines, amorcito mío? -se refería a las cuarenta y siete libras de perdigón
que colgaban, en una bolsa de lona, del cuello de George, con un candado. Anda, ve y descansa la bolsa
un ratito –dijo ella-. No me importa si por un rato no eres igual a mí.
George pesó la bolsa con sus manos. –No me molesta –dijo-. Ya ni cuenta me doy de que la llevo encima,
no es sino una parte más de mí mismo.
–Has estado muy cansado últimamente; como rendido –dijo Hazel-. Si pudiéramos hacerle un hoyito a la
bolsa, por abajo, chiquito, y sacar aunque fuera pocas de las bolitas de plomo; sólo unas pocas.
–Dos años de prisión y dos mil dólares de multa por cada bola que saque. –dijo George-.
No es ninguna ganga.
–Si pudieras sacar unas pocas cuando vienes del trabajo –dijo Hazel-. Digo, tú no andas compitiendo con
nadie ni nada por aquí. Nomás te sientas y ya.
–Si tratara de salirme con la mía –dijo George-, luego otros tratarían de salirse con la suya; y pronto
estaríamos otra vez en la Edad Media, con todos compitiendo contra todos los demás. No te gustaría
eso, ¿o sí?
–Me chocaría –dijo Hazel.
–Ya ves –dijo George-. Apenas empieza la gente a hacer trampas con la ley, ¿qué crees que le sucede a la
sociedad?
Si a Hazel no se le hubiese ocurrido una respuesta a esta pregunta, George no habría podido proporcionarla
tampoco. Una sirena hacía explosión en su mente.
–Supongo que se haría pedazos –dijo Hazel.

42
Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I
–¿Qué cosa se haría pedazos? –dijo George.
–La sociedad –dijo Hazel sin certidumbre-, ¿no me estabas hablando de eso?
–No sé –dijo George.
El programa de televisión fue interrumpido de pronto para pasar un boletín de noticias.
Al principio no era muy claro a qué se refería el boletín, pues el locutor, como todos los locutores, tenía
un grave problema del habla. Durante aproximadamente medio minuto, y en medio de un estado de
extrema agitación, el locutor intentó decir: -Señoras y
señores…
Finalmente se dio por vencido y entregó el boletín a una de las bailarinas para que ella lo leyera.
–¡Muy bien! –dijo Hazel respecto al locutor-. Intentó. Eso es lo que importa. Trató de hacer todo lo posible
con lo que Dios le dio. Deberían aumentarle el sueldo, por el enorme esfuerzo que hizo.
–Señoras y señores –dijo la bailarina, leyendo el boletín. Debía de ser extraordinariamente bella, pues la
máscara que llevaba era horrible. Y era fácil advertir que ella era la más fuerte y la más graciosa de todos
los bailarines, pues las bolsas impedidoras que le colgaban eran tan grandes como las que colgarían de
hombres que pesaran doscientas libras.
Y de inmediato se vio en la necesidad de pedir disculpas por su voz; era muy injusto que una mujer
tuviera una voz como la de ella, y peor que la usara. Su voz era una melodía cálida, luminosa, atemporal.
–Perdonen –dijo, y empezó de nuevo a leer, dando a su voz un tono neutro que no incitara a nadie a la
competencia.
–Harrison Bergeron, de catorce años de edad –dijo con graznido de grajo-, acaba de escapar de la cárcel,
en donde se encontraba detenido bajo la sospecha de conspirar contra el gobierno. Es genio y atleta,
tiene menos impedidores de los que debería tener,
y debe considerársele extremadamente peligroso.
Se proyectó en la pantalla una fotografía de los archivos policiacos de Harrison Bergeron.
Primero la proyectaron de cabeza, luego de lado, luego de cabeza una vez más y finalmente bien. La
fotografía mostraba a Harrison de cuerpo entero contra un fondo graduado en pies y pulgadas. Medía
siete pies exactamente.
El resto del aspecto de Harrison consistía en disfraces y ferretería. Nadie había cargado nunca impedidores
más pesados. Había crecido más rápido que la imaginación de los agentes de la Jefa de Impedidores para
elaborar impedidores que le quedaran bien.
En vez de un pequeño radio que sirviera como impedidor mental, Harrison llevaba un inmenso par de
audífonos, y anteojos con cristales gruesos y ondulantes. Los anteojos debían no sólo volverlo medio
ciego sino además darle dolores de cabeza a modo de
golpes.
Colgaban, por todo su cuerpo, pedazos de hierro viejo. Ordinariamente, los impedidores que se daban a la
gente fuerte revelaban cierta simetría, de una nitidez militar, pero Harrison no parecía sino un basurero
ambulante. En la carrera de la vida, Harrison llevaba encima trescientas libras.
Y para contrapesar la belleza de su semblante, los agentes de la Jefa de Impedidores le exigían usar todo
el tiempo una pelota de hule roja sobre su nariz, así como le exigían que mantuviera sus cejas rasuradas
y que cubriera sus parejos y blancos dientes con casquetes negros, para que dieran el aspecto de estar
rotos y no alineados.
–Si cualquiera de ustedes viera a este chico –decía la bailarina- no traten, repito, no traten de razonar
con él.
En eso se oyó el chillido de una puerta que alguien o algo separaba con violencia de sus bisagras.
Gritos y especies de ladridos de terror surgían del aparato de televisión. La fotografía de Harrison Bergeron

43
Bloque cinco
que aparecía en la pantalla, saltaba y saltaba, como si estuviera bailando al son de un terremoto.
George Bergeron identificó correctamente el tal terremoto, y cómo no lo iba a hacer cuando su propia
casa en más de una ocasión había bailado al mismo estrepitoso son.
–Dios mío –dijo George- ¡ése debe ser Harrison!
Apenas se dio cuenta, el sonido de un choque automovilístico en su mente hizo volar sus pensamientos.
Cuando George logró abrir los ojos después del estruendo en su mente, la fotografía de Harrison no
aparecía más en la pantalla del televisor. En su lugar, el propio Harrison, vivo, respiraba. Rechinante, rudo,
enorme, Harrison ocupaba el centro del estudio.
La perilla de la puerta desarraigada estaba aún en su mano. Bailarinas, técnicos, músicos y locutores,
estaban arrodillados ante él, esperando la muerte.
–¡Soy el Emperador! –gritaba Harrison-. ¿Me oyen? ¡Soy el Emperador! ¡Todos deben hacer de inmediato
lo que yo ordené! –dijo, pateando el piso; el estudio se sacudió.
–¡Aun así como me ven –gritó-, estropeado, con trabas, extenuado; aun así soy mejor gobernante que
cualquier hombre que jamás haya existido! ¡Ahora vean cómo me convierto en lo que puedo convertirme!
Harrison desgarró las correas de su arnés como si fueran de papel de china mojado y no correas
garantizadas para soportar cinco mil libras de peso.
Los impedidores de chatarra de Harrison cayeron estrepitosamente al suelo.
Harrison forzó sus pulgares debajo de la barra del candado que afianzaba el arnés de su cabeza. La barra
chasqueó como si fuera apio. Harrison hizo pedazos sus audífonos y sus anteojos al lanzarlos contra la
pared. Arrojó su nariz redonda de hule, y reveló a un hombre que habría aterrorizado al propio Thor, dios
del trueno.
– ¡Ahora elegiré a mi Emperatriz! –dijo, mirando a la gente de rodillas a sus pies-. ¡Que la primera mujer
que se atreva a ponerse de pie reclame su cónyuge y su trono!
Después de un momento, una bailarina se levantó, balanceándose como un sauce.
De la oreja de la bailarina, Harrison arrancó el impedidor mental, y de su cuerpo todos los impedidores
físicos, con maravillosa delicadeza. Finalmente, le quitó la máscara. Era deslumbrantemente bella.
–Ahora –dijo Harrison, tomando a la bailarina de la mano-, ¿mostramos a la gente el significado de la
palabra danza? ¡Música! –ordenó.
Los músicos subieron a gatas a sus asientos, y Harrison los despojó de sus impedidores también.
–Toquen lo mejor que puedan –les dijo-, y los haré barones y duques y condes.
Empezaron a tocar. La música al principio era normal: común, simple, falsa. Pero Harrison agarró dos de
los músicos y los zarandeó como si fueran batutas a la vez que tarareaba la música tal y como él quería
que la tocaran. Y lanzó a los músicos de nuevo a sus asientos. Empezó a sonar de nuevo la música, mucho
mejor tocada que antes.
Harrison y su Emperatriz se limitaron a escuchar durante un rato: escuchaban con seriedad, como si
estuvieran sincronizándola con los latidos de sus corazones.
Concentraron su peso en los dedos de sus pies.
Harrison colocó sus grandes manos alrededor de la delgada cintura de la muchacha, haciéndola percibir
la ingravidez de la que en unos momentos sería dueña.
Y entonces, en una explosión de alegría y gracia, ¡saltaron hacia el aire!
No solo abandonaron las leyes de la Tierra; también las de la gravedad y del movimiento quedaron atrás.
Giraron, danzaron, oscilaron, brincaron, cabriolaron, chozparon y bailaron. Corvetearon como venados
en la luna.
El techo del estudio tenía treinta pies de alto, pero cada salto acercaba más a los bailarines a su tope.

44
Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I
Pronto se hizo evidente que sus intenciones eran besar el techo. Lo besaron.
Y entonces, neutralizando la gravedad con amor y pura voluntad, permanecieron suspendidos en el aire,
unas pulgadas más abajo del techo, y se besaron largamente; larguísimamente.
Fue en esos momentos cuando Diana Moon Glampers, la Jefa de Impedidores, entró al estudio con una
escopeta de doble cañón y de alto calibre. Disparó dos veces, y el Emperador y la Emperatriz murieron
antes de llegar al suelo.
Diana Moon Glampers cargó de nuevo la escopeta. La apuntó a los músicos y les dijo que tenían diez
segundos para ajustarse de nuevo sus impedidores.
En ese instante el bulbo del aparato de televisión de los Bergeron se fundió.
Hazel volvió la mirada para comentar el apagón con George. Pero George había ido a la cocina por una
cerveza. George regresó con la cerveza, hizo una pausa mientras una señal impedidora lo sacudía, y luego
volvió a sentarse.
–¿Has estado llorando? –dijo a Hazel.
–Sí –dijo ella.
–¿Por qué motivo? –dijo él.
–Se me olvidó –dijo ella. Algo bien triste en la tele.
–¿Qué era? –dijo él.
–Está todo confuso en mi mente –dijo Hazel.
–Olvida las cosas tristes –dijo George.
–Siempre lo hago –dijo Hazel.
–Así me gusta –dijo George. Respingó. En su mente sentía el sonido de una máquina remachadora.
–¡Rayos! Acabas de oír algo increíble –dijo Hazel.
–Lo mismo digo yo –dijo George.
–¡Rayos! –dijo Hazel- Acabas de oír algo increíble.

Ciencia Ficción. 5ª ed., México, Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), 1984, pp. 31-37.

45
Bloque cinco
Ahora en equipos de 5 personas mediante un esquema identifiquen los aspectos externos e internos de dicha lectura.

Reúnanse en parejas y busquen en sitios de internet confiables o en materiales bibliográficos, de qué se compone el nivel
intertextual de un cuento, una vez identificado este tópico, y dado que nuestro país es rico en cultura narrativa, busquen
en fuentes de información un cuento indígena e identifiquen el nivel intercontextual del texto.

Lee con atención.

MACARIO
Juan Rulfo

Estoy sentado junto a la alcantarilla aguardando a que salgan las ranas. Anoche, mientras estábamos
cenando, comenzaron a armar el gran alboroto y no pararon de cantar hasta que amaneció. Mi madrina
también dice eso: que la gritería de las ranas le espantó el sueño. Y ahora ella bien quisiera dormir. Por eso
me mandó a que me sentara aquí, junto a la alcantarilla, y me pusiera con una tabla en la mano para que
cuanta rana saliera a pegar de brincos afuera, la apalcuachara a tablazos... Las ranas son verdes de todo a
todo, menos en la panza. Los sapos son negros. También los ojos de mi madrina son negros. Las ranas son
buenas para hacer de comer con ellas. Los sapos no se comen; pero yo me los he comido también, aunque
no se coman, y saben igual que las ranas.

Felipa es la que dice que es malo comer sapos. Felipa tiene los ojos verdes como los ojos de los gatos. Ella
es la que me da de comer en la cocina cada vez que me toca comer.

Ella no quiere que yo perjudique a las ranas. Pero a todo esto, es mi madrina la que me manda a hacer
las cosas... Yo quiero más a Felipa que a mi madrina. Pero es mi madrina la que saca el dinero de su bolsa
para que Felipa compre todo lo de la comedera.

Felipa sólo se está en la cocina arreglando la comida de los tres. No hace otra cosa desde que yo la
conozco. Lo de lavar los trastes a mí me toca. Lo de acarrear leña para prender el fogón también a mí me
toca. Luego es mi madrina la que nos reparte la comida. Después de comer ella, hace con sus manos dos
montoncitos, uno para Felipa y otro para mí. Pero a veces Felipa no tiene ganas de comer y entonces son
para mí los dos montoncitos.

Por eso quiero yo a Felipa, porque yo siempre tengo hambre y no me lleno nunca, ni aún comiéndome la
comida de ella. Aunque digan que uno se llena comiendo, yo sé bien que no me lleno por más que coma
todo lo que me den. Y Felipa también sabe eso... Dicen en la calle que yo estoy loco porque jamás se me
acaba el hambre. Mi madrina ha oído que eso dicen. Yo no lo he oído. Mi madrina no me deja salir solo a
la calle. Cuando me saca a dar la vuelta es para llevarme a la iglesia a oír misa. Allí me acomoda cerquita
de ella y me amarra las manos con las barbas de su rebozo. Yo no sé por qué me amarra mis manos; pero
dice que porque dizque luego hago locuras. Un día inventaron que yo andaba ahorcando a alguien; que le
apreté el pescuezo a una señora nada más por nomás. Yo no me acuerdo. Pero, a todo esto, es mi madrina
la que dice lo que yo hago y ella nunca anda con mentiras. Cuando me llama a comer, es para darme mi
parte de comida, y no como otra gente que me invitaba a comer con ellos y luego que me les acercaba
me apedreaban hasta hacerme correr sin comida ni nada. No, mi madrina me trata bien. Por eso estoy
contento en su casa. Además, aquí vive Felipa.

46
Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I
Felipa es muy buena conmigo. Por eso la quiero... La leche de Felipa es dulce como las flores del obelisco.
Yo he bebido leche de chiva y también de puerca recién parida; pero no, no es igual de buena que la
leche de Felipa... Ahora ya hace mucho tiempo que no me da a chupar de los bultos esos que ella tiene
donde tenemos solamente las costillas, y de donde le sale, sabiendo sacarla, una leche mejor que la que
nos da mi madrina en el almuerzo de los domingos... Felipa antes iba todas las noches al cuarto donde yo
duermo, y se arrimaba conmigo, acostándose encima de mí o echándose a un ladito.

Luego se las ajuareaba para que yo pudiera chupar de aquella leche dulce y caliente que se dejaba venir
en chorros por la lengua... Muchas veces he comido flores de obelisco para entretener el hambre. Y la
leche de Felipa era de ese sabor, sólo que a mí me gustaba más, porque, al mismo tiempo que me pasaba
los tragos, Felipa me hacia cosquillas por todas partes. Luego sucedía que casi siempre se quedaba
dormida junto a mí, hasta la madrugada. Y eso me servía de mucho; porque yo no me apuraba del frío
ni de ningún miedo a condenarme en el infierno si me moría yo solo allí, en alguna noche... A veces no
le tengo tanto miedo al infierno. Pero a veces sí. Luego me gusta darme mis buenos sustos con eso de
que me voy a ir al infierno cualquier día de éstos, por tener la cabeza tan dura y por gustarme dar de
cabezazos contra lo primero que encuentro. Pero viene Felipa y me espanta mis miedos. Me hace cosquillas
con sus manos como ella sabe hacerlo y me ataja el miedo ese que tengo de morirme. Y por un ratito
hasta se me olvida...Felipa dice, cuando tiene ganas de estar conmigo, que ella le cuenta al Señor todos
mis pecados. Que iré al cielo muy pronto y platicará con Él pidiéndole que me perdone toda la mucha
maldad que me llena el cuerpo de arriba abajo. Ella le dirá que me perdone, para que yo no me preocupe
más. Por eso se confiesa todos los días. No porque ella sea mala, sino porque yo estoy repleto por dentro
de demonios, y tiene que sacarme esos chamucos del cuerpo confesándose por mí. Todos los días. Todas
las tardes de todos los días. Por toda la vida ella me hará ese favor. Eso dice Felipa. Por eso yo la quiero
tanto... Sin embargo, lo de tener la cabeza así de dura es la gran cosa. Uno da de topes contra los pilares
del corredor horas enteras y la cabeza no se hace nada, aguanta sin quebrarse. Y uno da de topes contra
el suelo; primero despacito, después más recio y aquello suena como un tambor. Igual que el tambor que
anda con la chirimía, cuando viene la chirimía a la función del Señor. Y entonces uno está en la iglesia,
amarrado a la madrina, oyendo afuera el tum tum del tambor... Y mi madrina dice que si en mi cuarto
hay chinches y cucarachas y alacranes es porque me voy a ir a arder en el infierno si sigo con mis mañas
de pegarle al suelo con mi cabeza. Pero lo que yo quiero es oír el tambor.

Eso es lo que ella debería saber. Oírlo, como cuando uno esta en la iglesia, esperando salir pronto a la
calle para ver cómo es que aquel tambor se oye de tan lejos, hasta lo hondo de la iglesia y por encima
de las condenaciones del señor cura...: “El camino de las cosas buenas esta lleno de luz. El camino de
las cosas malas es oscuro.” Eso dice el señor cura... Yo me levanto y salgo de mi cuarto cuando todavía
está a oscuras. Barro la calle y me meto otra vez en mi cuarto antes que me agarre la luz del día. En la
calle suceden cosas. Sobra quien lo descalabre a pedradas apenas lo ven a uno. Llueven piedras grandes y
filosas por todas partes. Y luego hay que remendar la camisa y esperar muchos días a que se remienden
las rajaduras de la cara o de las rodillas. Y aguantar otra vez que le amarren a uno las manos, porque si
no ellas corren a arrancar la costra del remiendo y vuelve a salir el chorro de sangre. Ora que la sangre
también tiene buen sabor aunque, eso sí, no se parece al sabor de la leche de Felipa... Yo por eso, para
que no me apedreen, me vivo siempre metido en mi casa. En seguida que me dan de comer me encierro
en mi cuarto y atranco bien la puerta para que no den conmigo los pecados mirando que aquello está a
oscuras. Y ni siquiera prendo el ocote para ver por dónde se me andan subiendo las cucarachas. Ahora
me estoy quietecito. Me acuesto sobre mis costales, y en cuanto siento alguna cucaracha caminar con
sus patas rasposas por mi pescuezo le doy un manotazo y la aplasto. Pero no prendo el ocote. No vaya a
suceder que me encuentren desprevenido los pecados por andar con el ocote prendido buscando todas
las cucarachas que se meten por debajo de mi cobija... Las cucarachas truenan como saltapericos cuando
uno las destripa. Los grillos no sé si truenen. A los grillos nunca los mato.

Felipa dice que los grillos hacen ruido siempre, sin pararse ni a respirar, para que no se oigan los gritos

47
Bloque cinco
de las ánimas que están penando en el purgatorio. El día en que se acaben los grillos, el mundo se llenará
de los gritos de las ánimas santas y todos echaremos a correr espantados por el susto. Además a mí me
gusta mucho estarme con la oreja parada oyendo el ruido de los grillos. En mi cuarto hay muchos. Tal
vez haya más grillos que cucarachas aquí entre las arrugas de los costales donde yo me acuesto. También
hay alacranes. Cada rato se dejan caer del techo y uno tiene que esperar sin resollar a que ellos hagan su
recorrido por encima de uno hasta llegar al suelo. Porque si algún brazo se mueve o empiezan a temblarle
a uno los huesos, se siente en seguida el ardor del piquete.

Eso duele. A Felipa le picó una vez uno en una nalga. Se puso a llorar y a gritarle con gritos queditos a la
Virgen Santísima para que no se le echara a perder su nalga. Yo le unté acute, saliva. Toda la noche me la
pasé untándole saliva y rezando con ella, y hubo un rato, cuando vi que no se aliviaba con mi remedio,
en que yo también le ayudé a llorar con mis ojos todo lo que pude... De cualquier modo, yo estoy más a
gusto en mi cuarto que si anduviera en la calle, llamando la atención de los amantes de aporrear gente.
Aquí nadie me hace nada. Mi madrina no me regaña porque me vea comiéndome las flores de su obelisco,
o sus arrayanes, o sus granadas. Ella sabe lo entrado en ganas de comer que estoy siempre. Ella sabe que
no se me acaba el hambre. Que no me ajusta ninguna comida para llenar mis tripas aunque ande a cada
rato pellizcando aquí y allá cosas de comer. Ella sabe que me como el garbanzo remojado que le doy a
los puercos gordos y el maíz seco que le doy a los puercos flacos. Así que ella ya sabe con cuánta hambre
ando desde que me amanece hasta que me anochece. Y mientras encuentre de comer aquí en esta casa,
aquí me estaré. Porque yo creo que el día en que deje de comer me voy a morir, y entonces me iré con
toda seguridad derechito al infierno.

Y de allí ya no me sacará nadie, ni Felipa, aunque sea tan buena conmigo, ni el escapulario que me regaló
mi madrina y que traigo enredado en el pescuezo... Ahora estoy junto a la alcantarilla esperando a que
salgan las ranas. Y no ha salido ninguna en todo este rato que llevo platicando. Si tardan más en salir,
puede suceder que me duerma, y luego ya no habrá modo de matarlas, y a mi madrina no le llegará por
ningún lado el sueño si las oye cantar, y se llenará de coraje. Y entonces le pedirá a alguno de toda la
hilera de santos que tiene en su cuarto, que mande a los diablos por mí, para que me lleven a rastras a
la condenación eterna, derechito, sin pasar ni siquiera por el purgatorio, y yo no podré ver entonces ni a
mi papá ni a mi mamá que es allí donde están... Mejor seguiré platicando... De lo que más ganas tengo
es de volver a probar algunos tragos de la leche de Felipa, aquella leche buena y dulce como la miel que
le sale por debajo a las flores del obelisco...

Obras completas de Juan Rulfo, en Biblioteca Virtual. México, 2006.

48
Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I
Nombren a un coordinador y con base a la lectura anterior, comenten en plenaria los siguientes aspectos:

a) ¿Qué opinan de la forma en la que está escrito?

b) ¿Qué opinan del lenguaje utilizado?

c) ¿Cuáles son los valores morales y culturales implícitos?

d) ¿Desde su punto de vista cuál es la importancia de este género en la literatura?

Lleguen a conclusiones generales y elaboren un reporte de las mismas para su portafolio de evidencias.

Organicen un concurso de cuentos breves dentro del grupo, con tema libre. La intención es que participen todo el grupo
ya sea de manera individual o en parejas. Nombren a un jurado de por lo menos 3 compañeros para que seleccionen los
tres mejores cuentos, organícense para solicitar en la dirección un diploma de reconocimiento para los tres ganadores.

Si cuentan con los medios necesarios, elaboren un blog en Internet y suban los mejores cuentos para compartirlos con los
cibernautas.

Bibliografía.
• Oseguera, Eva Lydia. Literatura cuento y novela I. México, Publicaciones Cultural,2005.
• Villaseñor López, Victoria Yolanda. Literatura I. 2ª ed., México, Nueva Imagen,2001, (Colección Ciencia Educativa).
• Zacaula, Frida y otros. Lectura y Redacción de Textos. 2ª ed., México, Santillana,2005.
• Diccionario Zamora de Literatura Universal. 2ª ed., Colombia, Zamora Editores LTDA, 2002.
• Chorén, Josefina y otros. Literatura Mexicana e Hispanoamericana. 3ª ed., México,Publicaciones Cultural, 2004.
• Lozano, Lucero. Lecturas para adolescentes, Tomo 2. México, Libris, 2000.
• Lozano, Lucero. Lecturas para adolescentes, Tomo 3. México, Libris, 2001.
• Diccionario de Sinónimos, antónimos e ideas afines. México, Larousse, 2000.
• Ortografía reglas y ejercicios. México, Larousse, 2001.
• Oseguera, Eva Lydia. Literatura 1 cuento y novela. México, Publicaciones Cultural, 1996.
• Diccionario usual, diccionario enciclopédico. 7ª ed., México, Larousse, 1997.
• Cortázar, Julio. “Julio Cortázar, vida”, en Literatura Mexicana e Hispanoamericana de Chorén de Ballester Josefina y otros. 3ª ed., México, Publicaciones Cultural,2004.
• Ciencia Ficción. 5ª ed., México, Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONA CYT), 1984, pp. 31-37.

Sitios en internet

• WIKIPEDIA (Web en línea)


http://es.wikipedia.org/wiki/Kurt_Vonnegut
[Consulta: 07/06/2010]

• WIKIPEDIA (Web en línea)


http://es.wikipedia.org/wiki/Rosaura_Barahona
[Consulta: 07/06/2010]

• MEP.GO (Web en línea)


http://www.mep.go.cr/ccientificos/ccientificos.asp
[Consulta: 08/06/2010]
Fuentes de información
• DIRAC (Web en línea)
• http://www.dirac.es/sei/juego/libros/oral.htm
[Consulta: 08/06/2010]

• METROFLOG (Web en línea)


www.metroflog.com
[Consulta: 10/06/2010]

49
Bloque cinco

¿Qué he aprendido?

En ésta sección se tiene planeada una actividad que te permitirá evaluar los aprendizajes obtenidos sobre el cuento, su origen,
características, su redacción, así como su aplicación en tu entorno.

Ahora que tenemos claro qué es un cuento y los aspectos, tanto internos como externos, que lo constituyen, de manera
individual y a partir de la imagen que a continuación se presenta escribe un cuento.

Recuerda que para escribir un cuento es necesario tomar en consideración los siguientes puntos:

1. A partir de la imagen que se presenta deberás concebir a un personaje a quien lo mueva un interés, un valor o un
afecto o afección.

2. Debes pensar en un segundo personaje, el cual compita con el primero por los mismos intereses u objetivos o bien,
represente un complemento del primero.

3. Imagina un obstáculo narrativo, puede ser interno o externo; el obstáculo interno es una limitación física o
psicológica; el obstáculo externo es un rechazo que viene de afuera del personaje, como el racismo o el sentimiento
de superioridad, que limitan las posibilidades de acercamiento entre los hombres.

4. Crea el escenario idóneo de la acción con los elementos del tiempo y espacio.

5. Imagina una situación límite, donde las cosas ya no pueden seguir como estaban, esto es, debes buscar un clímax que
lleve a un desenlace.

Toma en cuenta que tanto el ser humano como el personaje literario son seres que, mientras estén vivos,
tendrán la capacidad de respuesta y de interacción comunicativa y social, lo cual significa que ante una
situación dada podrán reaccionar de distintas maneras y que derivado de esto el cuento regularmente posee
un desenlace sorpresivo, aun siendo realista.

50
Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I
Organízate con tu profesor para que cada uno de ustedes pase a contar su cuento y el resto del grupo realizará una
evaluación del mismo, tomando en consideración los siguientes puntos:

Autor o autora:
RASGOS
1. Secuencias básicas
2. Argumento o historia
3. Narrador
4. Personajes
5. Tópico
6. Espacio
7. Tiempo
8. Ambiente
9. Figuras retóricas (mínimo 3)
10. Niveles de contenido: social, político, económico, religioso, etc.
11. Contexto de producción estilo
12. Impacto
13. Fluidez
14. Mensaje efectivo y original
15. Vocabulario acertado y diverso
16. Ortografía
17. Legibilidad
18. Puntuación
19. Distribución de las ideas en párrafos
20. Organización textual
21. Coherencia
22. Mensaje original
23. Cohesión
24. Vocabulario acertado y diverso
VALOR PUNTOS OBTENIDOS
Calificación:

51
Bloque cinco

Quiero aprender más

Ahora que has terminado este bloque, te recomendamos los siguientes sitios, en los cuales puedes continuar aprendiendo sobre
los tópicos del bloque.

Sitios en internet

• DEFINICION (Web en línea)


http://www.definicion.org/literatura.
[Consulta: 04/06/2010]

• FOLKLORE (Web en línea)


http://www.folklore.cl/leyendas.html
[Consulta: 04/06/2010]

• LENGUA Y LITERATURA (Web en línea)


http:/lenguayliteratura2bac.wikispaces.com/file/view/Lenguaje_literario.pdf
[Consulta: 05/06/2010]

• BIBLIOTECAS VIRTUALES (Web en línea)


http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/Narrativa/GarciaMarquez/Rastrodesangre.asp]
Consulta: 06/06/2010]

• LETRARIA (Web en línea)


http://www.letralia.com/206/ensayo02.htm
[Consulta: 05/06/2010]

Fuentes de información
Bibliografía

• Del Río, María Asunción. Literatura. México, Mc Graw Hill, 2004.


• Fournier Marcos, Celinda. Análisis Literario. México, Thompson, 2003.
• Martínez Hernández, Maribel y otros. Literatura I. México, Pearson / Prentice Hall,2007.
• Oseguera, Eva Lydia. Literatura, cuento y novela I. México, Publicaciones cultural,2005.
• Carreter, Fernando Lázaro y Correa Calderón, Evaristo. Cómo se comenta un texto literario. México, Publicaciones Cultural, 1991.
• Flores, Ángel. Narrativa hispanoamericana. Historia y antología (8 tomos). México, Siglo XXI, 1985.
• Lavín, Mónica. Leo, luego escribo. México. Lectorum, 2001.
• Oseguera, Eva Lydia. Para leer literatura latinoamericana. México, Publicaciones Cultural, 2000.
• Villaseñor López, Victoria Yolanda. Literatura I. 2ª ed., México, Nueva Imagen, 2001, (Colección Ciencia Educativa).
• Sainz de Robles, Federico. Diccionario de la literatura. España, Aguilar, 1972.
• Zacaula, Frida y otros. Lectura y Redacción de Textos. 2ª ed., México, Santillana, 2005.

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Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I

¿Qué voy a aprender?

BLOQUE VI

Comprende las características de la novela.

UNIDAD DE COMPETENCIA
Define las características de la novela mediante la lectura de textos
representativos y las aplica en la valoración crítica de su contenido,
artístico social, como un acercamiento a su contexto particular.

En este bloque identificaremos el concepto de la novela y sus características, identificaremos a través de distintos textos
literarios, los contextos en los que se desarrolla una novela, sus aspectos internos y las figuras literarias utilizadas con mayor
frecuencia.
Asimismo, identificaremos con base al contenido el tipo de novela de que se trata.

Desarrollando competencias

Ahora que ya identificamos perfectamente la fábula, la epopeya, la leyenda, el mito y el cuento, y poniendo en práctica los
conocimientos adquiridos en los bloques anteriores, estudiaremos en este último bloque la novela.
Empezaremos identificando que la novela es una narración de hechos reales o ficticios que describe pasiones y costumbres; y
procura representar la vida a través de la acción, los personajes y los caracteres ficticios que rodean al hombre en su dimensión
social o individual.
La trama, el argumento, los personajes, las acciones y las ideas son elaborados en referencia a la experiencia humana; su
estructura es producto de la fantasía, que debe ser posible aunque no esencialmente real, y constituye la ficción del autor, lo
importante es que parezca real y el lector dé crédito del suceso; ya que se interesa en el hombre, analiza y contempla situaciones,
profundiza inquietudes o problemas de nuestros semejantes.

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Bloque seis
Iniciaremos este bloque buscando en sitios de internet confiables o en materiales bibliográficos, información que nos
permita contestar las siguientes preguntas:
a) ¿De dónde viene y qué significa la palabra “Novela”?

b) ¿Cuáles son las características de la novela?

c) ¿Qué elementos del relato se encuentran en una novela?

d) Menciona los elementos de la estructura presentes en la novela.

Reúnanse en equipos de 5 personas e intercambien y revisen sus respuestas realicen un mapa conceptual y expóngalo.

Lee con atención el siguiente texto.

EL DECAMERÓN
Giovanni Boccaccio

PROEMIO (Fragmento)

COMIENZA EL LIBRO LLAMADO DECAMERÓN, APELLIDADO PRÍNCIPE GALEOTO, EN EL QUE SE


CONTIENEN CIEN NOVELAS CONTADAS EN DIEZ DÍAS POR SIETE MUJERES Y POR TRES HOMBRES
JÓVENES HUMANA cosa es tener compasión de los afligidos, y aunque a todos conviene sentirla, más
propio es que la sientan aquellos que ya han tenido menester de consuelo y lo han encontrado en otros:
entre los cuales, si hubo alguien de él necesitado o le fue querido o ya de él recibió el contento, me
cuento yo. Porque desde mi primera juventud hasta este tiempo habiendo estado sobremanera inflamado
por altísimo y noble amor (tal vez, por yo narrarlo, bastante más de lo que parecería conveniente a mi
baja condición aunque por los discretos a cuya noticia llegó fuese alabado y reputado en mucho), no
menos me fue grandísima fatiga sufrirlo: ciertamente no por crueldad de la mujer amada sino por el
excesivo fuego concebido en la mente por el poco dominado apetito, el cual porque con ningún razonable
límite me dejaba estar contento, me hacía muchas veces sentir más dolor del que había necesidad. Y en
aquella angustia tanto alivio me procuraron las afables razones de algún amigo y sus loables consuelos,
que tengo la opinión firmísima de que por haberme sucedido así no estoy muerto. Pero cuando plugo a
Aquél que, siendo infinito, dio por ley inconmovible a todas las cosas mundanas el tener fin, mi amor, más
que cualquiera otro ardiente y al cual no había podido ni romper ni doblar ninguna fuerza de voluntad
ni de consejo ni de vergüenza evidente ni ningún peligro que pudiera seguirse de ello, disminuyó con
el tiempo, de tal guisa que sólo me ha dejado de sí mismo en la memoria aquel placer que acostumbra
ofrecer a quien no se pone a navegar en sus más hondos piélagos, por lo que, habiendo desaparecido
todos sus afanes, siento que ha permanecido deleitoso donde en mí solía doloroso estar. Pero, aunque
haya cesado la pena, no por eso ha huido el recuerdo de los beneficios recibidos entonces de aquéllos a
quienes, por benevolencia hacia mí, les eran graves mis fatigas; ni nunca se irá, tal como creo, sino con
la muerte. Y porque la gratitud, según lo creo, es entre las demás virtudes sumamente de alabar y su
contraria de maldecir, por no parecer ingrato me he propuesto prestar algún alivio, en lo que puedo y a
cambio de los que he recibido (ahora que puedo llamarme libre), si no a quienes me ayudaron, que por

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Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I
ventura no tienen necesidad de él por su cordura y por su buena suerte, al menos a quienes lo hayan
menester. Y aunque mi apoyo, o consuelo si queremos llamarlo así, pueda ser y sea bastante poco para
los necesitados, no deja de parecerme que deba ofrecerse primero allí donde la necesidad parezca mayor,
tanto porque será más útil como porque será recibido con mayor deseo. ¿Y quién podrá negar que, por
pequeño que sea, no convenga darlo mucho más a las amables mujeres que a los hombres? […]

PRIMERA JORNADA (Fragmento)

COMIENZA LA PRIMERA JORNADA DEL DECAMERÓN, EN QUE, LUEGO DE LA EXPLICACIÓN DADA POR
EL AUTOR SOBRE LA RAZÓN POR QUE ACAECIÓ QUE SE REUNIESEN LAS PERSONAS QUE SE MUESTRAN
RAZONANDO ENTRE SÍ, SE RAZONA BAJO EL GOBIERNO DE PAMPÍNEA SOBRE LO QUE MÁS AGRADA A
CADA UNO.

Cuando más graciosísimas damas, pienso cuán piadosas sois por naturaleza, tanto más conozco que la
presente obra tendrá a vuestro juicio un principio penoso y triste, tal como es el doloroso recuerdo de
aquella pestífera mortandad pasada, universalmente funesta y digna de llanto para todos aquellos que
la vivieron o de otro modo supieron de ella, con el que comienza. Pero no quiero que por ello os asuste
seguir leyendo como si entre suspiros y lágrimas debieseis pasar la lectura. Este horroroso comienzo
os sea no otra cosa que a los caminantes una montaña áspera y empinada después de la cual se halla
escondida una llanura hermosísima y deleitosa que les es más placentera cuanto mayor ha sido la dureza
de la subida y la bajada. Y así como el final de la alegría suele ser el dolor, las miserias se terminan con
el gozo que las sigue. A este breve disgusto (y digo breve porque se contiene en pocas palabras) seguirá
prontamente la dulzura y el placer que os he prometido y que tal vez no sería esperado de tal comienzo
si no lo hubiera hecho. Y en verdad si yo hubiera podido decorosamente llevaros por otra parte a donde
deseo en lugar de por un sendero tan áspero como es éste, lo habría hecho de buena gana; pero ya que
la razón por la que sucedieron las cosas que después se leerán no se podía manifestar sin este recuerdo,
como empujado por la necesidad me dispongo a escribirlo.

Digo, pues, que ya habían los años de la fructífera Encarnación del Hijo de Dios llegado al número de mil
trescientos cuarenta y ocho cuando a la egregia ciudad de Florencia, nobilísima entre todas las otras ciudades
de Italia, llegó la mortífera peste que o por obra de los cuerpos superiores o por nuestras acciones inicuas
fue enviada sobre los mortales por la justa ira de Dios para nuestra corrección que había comenzado
algunos años antes en las partes orientales privándolas de gran cantidad de vivientes, y, continuándose
sin descanso de un lugar en otro, se había extendido miserablemente a Occidente. Y no valiendo contra
ella ningún saber ni providencia humana (como la limpieza de la ciudad de muchas inmundicias ordenada
por los encargados de ello y la prohibición de entrar en ella a todos los enfermos y los muchos consejos
dados para conservar la salubridad) ni valiendo tampoco las humildes súplicas dirigidas a Dios por las
personas devotas no una vez sino muchas ordenadas en procesiones o de otras maneras, casi al principio
de la primavera del año antes dicho empezó horriblemente y en asombrosa manera a mostrar sus dolorosos
efectos. Y no era como en Oriente, donde a quien salía sangre de la nariz le era manifiesto signo de
muerte inevitable, sino que en su comienzo nacían a los varones y a las hembras semejantemente en las
ingles o bajo las axilas, ciertas hinchazones que algunas crecían hasta el tamaño de una manzana y otras
de un huevo, y algunas más y algunas menos, que eran llamadas bubas por el pueblo. Y de las dos dichas
partes del cuerpo, en poco espacio de tiempo empezó la pestífera buba a extenderse a cualquiera de sus
partes indiferentemente, e inmediatamente comenzó la calidad de la dicha enfermedad a cambiarse en
manchas negras o lívidas que aparecían a muchos en los brazos y por los muslos y en cualquier parte del
cuerpo, a unos grandes y raras y a otros menudas y abundantes. Y así como la buba había sido y seguía
siendo indicio certísimo de muerte futura, lo mismo eran éstas a quienes les sobrevenían. Y para curar
tal enfermedad no parecía que valiese ni aprovechase consejo de médico o virtud de medicina alguna;
así, o porque la naturaleza del mal no lo sufriese o porque la ignorancia de quienes lo medicaban (de los

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Bloque seis
cuales, más allá de los entendidos había proliferado grandísimamente el número tanto de hombres como
de mujeres que nunca habían tenido ningún conocimiento de medicina) no supiese por qué era movido
y por consiguiente no tomase el debido remedio, no solamente eran pocos los que curaban sino que casi
todos antes del tercer día de la aparición de las señales antes dichas, quién antes, quién después, y la
mayoría sin alguna fiebre u otro accidente, morían. Y esta pestilencia tuvo mayor fuerza porque de los
que estaban enfermos de ella se abalanzaban sobre los sanos con quienes se comunicaban, no de otro
modo que como hace el fuego sobre las cosas secas y engrasadas cuando se le avecinan mucho. Y más
allá llegó el mal: que no solamente el hablar y el tratar con los enfermos daba a los sanos enfermedad o
motivo de muerte común, sino también el tocar los paños o cualquier otra cosa que hubiera sido tocada
o usada por aquellos enfermos, que parecía llevar consigo aquella tal enfermedad hasta el que tocaba. Y
asombroso es escuchar lo que debo decir, que si por los ojos de muchos y por los míos propios no hubiese
sido visto, apenas me atrevería a creerlo, y mucho menos a escribirlo por muy digna de fe que fuera la
persona a quien lo hubiese oído. Digo que de tanta virulencia era la calidad de la pestilencia narrada que
no solamente pasaba del hombre al hombre, sino lo que es mucho más (e hizo visiblemente otras muchas
veces): que las cosas que habían sido del hombre, no solamente lo contaminaban con la enfermedad
sino que en brevísimo espacio lo mataban. De lo cual mis ojos, como he dicho hace poco, fueron entre
otras cosas testigos un día porque, estando los despojos de un pobre hombre muerto de tal enfermedad
arrojados en la vía pública, y tropezando con ellos dos puercos, y como según su costumbre se agarrasen
y le tirasen de las mejillas primero con el hocico y luego con los dientes, un momento más tarde, tras
algunas contorsiones y como si hubieran tomado veneno, ambos a dos cayeron muertos en tierra sobre
los maltratados despojos. De tales cosas, y de bastantes más semejantes a éstas y mayores, nacieron
miedos diversos e imaginaciones en los que quedaban vivos, y casi todos se inclinaban a un remedio muy
cruel como era esquivar y huir a los enfermos y a sus cosas; y, haciéndolo, cada uno creía que conseguía
la salud para sí mismo. Y había algunos que pensaban que vivir moderadamente y guardarse de todo lo
superfluo debía ofrecer

gran resistencia al dicho accidente y, reunida su compañía, vivían separados de todos los demás recogiéndose
y encerrándose en aquellas casas donde no hubiera ningún enfermo y pudiera vivirse mejor, usando con
gran templanza de comidas delicadísimas y de óptimos vinos y huyendo de todo exceso, sin dejarse
hablar de ninguno ni querer oír noticia de fuera, ni de muertos ni de enfermos, con el tañer de los
instrumentos y con los placeres que podían tener se entretenían. Otros, inclinados a la opinión contraria,
afirmaban que la medicina certísima para tanto mal era el beber mucho y el gozar y andar cantando de
paseo y divirtiéndose y satisfacer el apetito con todo aquello que se pudiese, y reírse y burlarse de todo
lo que sucediese; y tal como lo decían, lo ponían en obra como podían yendo de día y de noche ora a esta
taberna ora a la otra, bebiendo inmoderadamente y sin medida y mucho más haciendo en los demás casos
solamente las cosas que entendían que les servían de gusto o placer. Todo lo cual podían hacer fácilmente
porque todo el mundo, como quien no va a seguir viviendo, había abandonado sus cosas tanto como a sí
mismo, por lo que las más de las casas se habían hecho comunes y así las usaba el extraño, si se le ocurría,
como las habría usado el propio dueño. Y con todo este comportamiento de fieras, huían de los enfermos
cuanto podían. Y en tan gran aflicción y miseria de nuestra ciudad, estaba la re134 verenda autoridad de
las leyes, de las divinas como de las humanas, toda caída y deshecha por sus ministros y ejecutores que,
como los otros hombres, estaban enfermos o muertos o se habían quedado tan carentes de servidores que
no podían hacer oficio alguno; por lo cual le era lícito a todo el mundo hacer lo que le pluguiese. Muchos
otros observaban, entre las dos dichas más arriba, una vía intermedia: ni restringiéndose en las viandas
como los primeros ni alargándose en el beber y en los otros libertinajes tanto como los segundos, sino
suficientemente, según su apetito, usando de las cosas y sin encerrarse, saliendo a pasear llevando en las
manos flores, hierbas odoríferas o diversas clases de especias, que se llevaban a la nariz con frecuencia
por estimar que era óptima cosa confortar el cerebro con tales olores contra el aire impregnado todo del
hedor de los cuerpos muertos y cargado y hediondo por la enfermedad y las medicinas. Algunos eran de
sentimientos más crueles (como si por ventura fuese más seguro) diciendo que ninguna medicina era
mejor ni tan buena contra la peste que huir de ella; y movidos por este argumento, no cuidando de nada

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Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I
sino de sí mismos, muchos hombres y mujeres abandonaron la propia ciudad, las propias casas, sus
posesiones y sus parientes y sus cosas, y buscaron las ajenas, o al menos el campo, como si la ira de Dios
no fuese a seguirles para castigar la iniquidad de los hombres con aquella peste y solamente fuese a oprimir
a aquellos que se encontrasen dentro de los muros de su ciudad como avisando de que ninguna persona
debía quedar en ella y ser llegada su última hora. Y aunque estos que opinaban de diversas maneras no
murieron todos, no por ello todos se salvaban, sino que, enfermándose muchos en cada una de ellas y en
distintos lugares (habiendo dado ellos mismos ejemplo cuando estaban sanos a los que sanos quedaban)
abandonados por todos, languidecían ahora. Y no digamos ya que un ciudadano esquivase al otro y que
casi ningún vecino tuviese cuidado del otro, y que los parientes raras veces o nunca se visitasen, y de
lejos: con tanto espanto había entrado esta tribulación en el pecho de los hombres y de las mujeres, que
un hermano abandonaba al otro y el tío al sobrino y la hermana al hermano, y muchas veces la mujer a
su marido, y lo que mayor cosa es y casi increíble, los padres y las madres a los hijos, como si no fuesen
suyos, evitaban visitar y atender. Por lo que a quienes enfermaban, que eran una multitud inestimable,
tanto hombres como mujeres, ningún otro auxilio les quedaba que o la caridad de los amigos, de los que
había pocos, o la avaricia de los criados que por gruesos salarios y abusivos contratos servían, aunque
con todo ello no se encontrasen muchos y los que se encontraban fuesen hombres y mujeres de tosco
ingenio, y además no acostumbrados a tal servicio, que casi no servían para otra cosa que para llevar a
los enfermos algunas cosas que pidiesen o mirarlos cuando morían; y sirviendo en tal servicio, se perdían
ellos muchas veces con lo ganado. Y de este ser abandonados los enfermos por los vecinos, los parientes y
los amigos, y de haber escasez de sirvientes se siguió una costumbre no oída antes: que a ninguna mujer
por bella o gallarda o noble que fuese, si enfermaba, le importaba tener a su servicio a un hombre, como
fuese, joven o no, ni mostrarle sin ninguna vergüenza todas las partes de su cuerpo no de otra manera
que hubiese hecho a otra mujer, si se lo pedía la necesidad de su enfermedad; lo que en aquellas que se
curaron fue razón de honestidad menor en el tiempo que sucedió. Y además, se siguió de ello la muerte de
muchos que, por ventura, si hubieran sido ayudados se habrían salvado; de los que, entre el defecto de los
necesarios servicios que los enfermos no podían tener y por la fuerza de la peste, era tanta en la ciudad
la multitud de los que de día y de noche morían, que causaba estupor oírlo decir, cuanto más mirarlo.
Por lo cual, casi por necesidad, cosas contrarias a las primeras costumbres de los ciudadanos nacieron
entre quienes quedaban vivos. Era costumbre, así como ahora vemos hacer, que las mujeres parientes y
vecinas se reuniesen en la casa del muerto, y allí, con aquellas que más le tocaban, lloraban; y por otra
parte delante de la casa del muerto con sus parientes se reunían sus vecinos y muchos otros ciudadanos,
y según la calidad del muerto allí venía el clero, y él en hombros de sus iguales, con funeral pompa de cera
y cantos, a la iglesia elegida por él antes de la muerte era llevado. Las cuales cosas, luego que empezó a
subir la ferocidad de la peste, o en todo o en su mayor parte cesaron casi y otras nuevas sobrevivieron
en su lugar. Por lo que no solamente sin tener muchas mujeres alrededor se morían las gentes sino que
eran muchos los que de esta vida pasaban a la otra sin testigos; y poquísimos eran aquellos a quienes
los piadosos llantos y las amargas lágrimas de sus parientes fuesen concedidas, sino que en lugar de ellas
eran por los más acostumbradas las risas y las agudezas y el festejar en compañía; la cual costumbre las
mujeres, en gran parte pospuesta la femenina piedad a su salud, habían aprendido óptimamente.

Y eran raros aquellos cuerpos que fuesen por más de diez o doce de sus vecinos acompañados a la iglesia;
a los cuales no llevaban sobre los hombros los honrados y amados ciudadanos, sino una especie de
sepultureros salidos de la gente baja que se hacían llamar faquines y hacían este servicio a sueldo
poniéndose debajo del ataúd y, llevándolo con presurosos pasos, no a aquella iglesia que hubiese antes
de la muerte dispuesto, sino a la más cercana la mayoría de las veces lo llevaban, detrás de cuatro o
seis clérigos con pocas luces y a veces sin ninguna; los que, con la ayuda de los dichos faquines, sin
cansarse en un oficio demasiado largo o solemne, en cualquier sepultura desocupada encontrada primero
lo metían. De la gente baja, y tal vez de la mediana, el espectáculo estaba lleno de mucha mayor miseria,
porque éstos, o por la esperanza o la pobreza retenidos la mayoría en sus casas, quedándose en sus barrios,
enfermaban a millares por día, y no siendo ni servidos ni ayudados por nadie, sin redención alguna
morían todos.

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Bloque seis
Y bastantes acababan en la vía pública, de día o de noche; y muchos, si morían en sus casas, antes con el
hedor corrompido de sus cuerpos que de otra manera, hacían sentir a los vecinos que estaban muertos;
y entre éstos y los otros que por toda parte morían, una muchedumbre. Era sobre todo observada una
costumbre por los vecinos, movidos no menos por el temor de que la corrupción de los muertos no los
ofendiese que por el amor que tuvieran a los finados. Ellos, o por sí mismos o con ayuda de algunos
acarreadores cuando podían tenerla, sacaban de sus casas los cuerpos de los ya finados y los ponían
delante de sus puertas (donde, especialmente por la mañana, hubiera podido ver un sinnúmero de ellos
quien se hubiese paseado por allí y allí hacían venir los ataúdes, y hubo tales a quienes por defecto de
ellos pusieron sobre alguna tabla. Tampoco fue un solo ataúd el que se llevó juntas a dos o tres personas;
ni sucedió una vez sola sino que se habrían podido contar bastantes de los que la mujer y el marido, los
dos o tres hermanos, o el padre y el hijo, o así sucesivamente, contuvieron. Y muchas veces sucedió que,
andando dos curas con una cruz a por alguno, se pusieron tres o cuatro ataúdes, llevados por acarreadores,
detrás de ella; y donde los curas creían tener un muerto para sepultar, tenían seis u ocho, o tal vez más.
Tampoco eran éstos con lágrimas o luces o compañía honrados, sino que la cosa había llegado a tanto
que no de otra manera se cuidaba de los hombres que morían que se cuidaría ahora de las cabras; por lo
que apareció asaz manifiestamente que aquello que el curso natural de las cosas no había podido con sus
pequeños y raros daños mostrar a los sabios que se debía soportar con paciencia, lo hacía la grandeza de
los males aún con los simples, desaprensivos y despreocupados. A la gran multitud de muertos mostrada
que a todas las iglesias, todos los días y casi todas las horas, era conducida, no bastando la tierra sagrada
a las sepulturas (y máxime queriendo dar a cada uno un lugar propio según la antigua costumbre), se
hacían por los cementerios de las iglesias, después que todas las partes estaban llenas, fosas grandísimas
en las que se ponían a centenares los que llegaban, y en aquellas estibas, como se ponen las mercancías
en las naves en capas apretadas, con poca tierra se recubrían hasta que se llegaba a ras de suelo. Y por
no ir buscando por la ciudad todos los detalles de nuestras pasadas miserias en ella sucedidas, digo que
con un tiempo tan enemigo que corrió ésta, no por ello se ahorró algo al campo circundante; en el cual,
dejando los burgos, que eran semejantes, en su pequeñez, a la ciudad, por las aldeas esparcidas por él y
los campos, los labradores míseros y pobres y sus familias, sin trabajo de médico ni ayuda de servidores,
por las calles y por los collados y por las casas, de día o de noche indiferentemente, no como hombres
sino como bestias morían. Por lo cual, éstos, disolutas sus costumbres como las de los ciudadanos, no
se ocupaban de ninguna de sus cosas o haciendas; y todos, como si esperasen ver venir la muerte en el
mismo día, se esforzaban con todo su ingenio no en ayudar a los futuros frutos de los animales y de la
tierra y de sus pasados trabajos, sino en consumir los que tenían a mano. Por lo que los bueyes, los asnos,
las ovejas, las cabras, los cerdos, los pollos y hasta los mismos perros fidelísimos al hombre, sucedió que
fueron expulsados de las propias casas y por los campos, donde las cosechas estaban abandonadas, sin ser
no ya recogidas sino ni siquiera segadas, iban como más les placía; y muchos, como racionales, después
que habían pastado bien durante el día, por la noche se volvían saciados a sus casas sin ninguna guía
de pastor. ¿Qué más puede decirse, dejando el campo y volviendo a la ciudad, sino que tanta y tal fue la
crueldad del cielo, y tal vez en parte la de los hombres, que entre la fuerza de la pestífera enfermedad y
por ser muchos enfermos mal servidos o abandonados en su necesidad por el miedo que tenían los sanos,
a más de cien mil criaturas humanas, entre marzo y el julio siguiente, se tiene por cierto que dentro de
los muros de Florencia les fue arrebatada la vida, que tal vez antes del accidente mortífero no se habría
estimado haber dentro tantas? ¡Oh cuántos grandes palacios, cuántas bellas casas, cuántas nobles moradas
llenas por dentro de gentes, de señores y de damas, quedaron vacías hasta del menor infante!

¡Oh cuántos memorables linajes, cuántas amplísimas herencias, cuántas famosas riquezas se vieron quedar
sin sucesor legítimo! ¡Cuántos valerosos hombres, cuántas hermosas mujeres, cuántos jóvenes gallardos
a quienes no otros que Galeno, Hipócrates o Esculapio hubiesen juzgado sanísimos, desayunaron con
sus parientes, compañeros y amigos, y llegada la tarde cenaron con sus antepasados en el otro mundo!

A mí mismo me disgusta andar revolviéndome tanto entre tantas miserias; por lo que, queriendo dejar
aquella parte de las que convenientemente puedo evitar, digo que, estando en estos términos nuestra

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Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I
ciudad de habitantes casi vacía, sucedió, así como yo después oí a una persona digna de fe, que en la
venerable iglesia de Santa María la Nueva, un martes de mañana, no habiendo casi ninguna otra persona,
oídos los divinos oficios en hábitos de duelo, como pedían semejantes tiempos, se encontraron siete
mujeres jóvenes, todas entre sí unidas o por amistad o por vecindad o por parentesco, de las cuales
ninguna había pasado el vigésimo año ni era menor de dieciocho, discretas todas y de sangre noble y
hermosas de figura y adornadas con ropas y honestidad gallarda. Sus nombres diría yo debidamente si
una justa razón no me impidiese hacerlo, que es que no quiero que por las cosas contadas de ellas que se
siguen, y por lo escuchado, ninguna

pueda avergonzarse en el tiempo por venir, estando hoy un tanto restringidas las leyes del placer que
entonces, por las razones antes dichas, eran no ya para su edad sino para otra mucho más madura
amplísimas; ni tampoco dar materia a los envidiosos (prestos a mancillar toda vida loable), de disminuir
en ningún modo la honestidad de las valerosas mujeres en conversaciones desconsideradas. Pero, sin
embargo, para que aquello que cada una dijese se pueda comprender pronto sin confusión, con nombres
convenientes a la calidad de cada una, o en todo o en parte, entiendo llamarlas; de las cuales a la primera, y
la que era de más edad, llamaremos Pampínea y a la segunda Fiameta, Filomena a la tercera y a la cuarta
Emilia, y después Laureta diremos a la quinta, y a la sexta Neifile, y a la última, no sin razón, llamaremos
Elisa. Las cuales, no ya movidas por algún propósito sino por el acaso, se reunieron en una de las partes
de la iglesia como dispuestas a sentarse en corro, y luego de muchos suspiros, dejando de rezar
padrenuestros, comenzaron a discurrir sobre la condición de los tiempos muchas y variadas cosas; y luego
de algún espacio, callando las demás, así empezó a hablar Pampínea:

—Vosotras podéis, queridas señoras, tanto como yo haber oído muchas veces que a nadie ofende quien
honestamente hace uso de su derecho. Natural derecho es de todos los que nacen ayudar a conservar
y defender su propia vida tanto cuanto pueden, y concededme esto, puesto que alguna vez ya ha
sucedido que, por conservarla, se hayan matado hombres sin ninguna culpa. Y si esto conceden las leyes,
a cuya solicitud está el buen vivir de todos los mortales, ¡cuán mayormente es honesto que, sin ofender
a nadie, nosotras y cualquiera otro, tomemos los remedios que podamos para la conservación de nuestra
vida! Siempre que me pongo a considerar nuestras acciones de esta mañana y de las ya pasadas y pienso
cuántos y cuáles son nuestros pensamientos, comprendo, y vosotras de igual modo lo podéis comprender,
que cada una de nosotras tópico por sí misma; y no me maravillo por ello, sino que me maravillo de que
sucediéndonos a todas tener sentimiento de mujer, no tomemos alguna compensación de aquello que
fundadamente tememos. Estamos viviendo aquí, a mi parecer, no de otro modo que si quisiésemos y
debiésemos ser testigos de cuantos cuerpos muertos se llevan a la sepultura, o escuchar si los frailes
de aquí dentro (el número de los cuales casi ha llegado acero) cantan sus oficios a las horas debidas, o
mostrar a cualquiera que aparezca, por nuestros hábitos, la calidad y la cantidad de nuestras miserias.
Y, si salimos de aquí, o vemos cuerpos muertos o enfermos llevados por las calles, o vemos aquellos a
quienes por

sus delitos la autoridad de las públicas leyes condenó al exilio, escarneciéndolas porque oyeron que sus
ejecutores estaban muertos o enfermos, y con descompensado ímpetu recorriendo la ciudad, o a las
heces de nuestra ciudad, enardecidas con nuestra sangre, llamarse faquines y en ultraje nuestro andar
cabalgando y discurriendo por todas partes, acusándonos de nuestros males con deshonestas canciones.
Y no otra cosa oímos sino «los tales son muertos», y «los otros tales están muriéndose»; y si hubiera quien
pudiese hacerlo, por todas partes oiríamos dolorosos llantos. Y si a nuestras casas volvemos, no sé si a
vosotras como a mí os sucede: yo, de mucha familia, no encontrando otra persona en ella que a mi criada,
empavorezco y siento que se me erizan los cabellos, y me parece, dondequiera que voy o me quedo, ver
la sombra de los que han fallecido, y no con aquellos rostros que solían sino con un aspecto horrible, no
sé en dónde extrañamente adquirido, espantarme. Por todo lo cual, aquí y fuera de aquí, y en casa, me
siento mal, y tanto más ahora cuando me parece que no hay persona que aún tenga pulso y lugar donde
ir, como tenemos nosotras, que se haya quedado aquí salvo nosotras. Y he oído y visto muchas veces que

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Bloque seis
si algunos quedan, aquéllos, sin hacer distinción alguna entre las cosas honestas y las que no lo son, sólo
con que el apetito se lo pida, y solos y acompañados, de día o de noche, hacen lo que mejor se les ofrece;
y no sólo las personas libres sino también las encerradas en monasterios, persuadiéndose de que les
conviene aquello que en los otros no desdice, rotas las leyes de la obediencia, se dan a deleites carnales,
de tal guisa pensando salvarse, y se han hecho lascivas y disolutas. Y si así es, como manifiestamente se
ve, ¿qué hacemos aquí nosotras?, ¿qué esperamos?, ¿qué soñamos? ¿Por qué somos más perezosas y lentas
en nuestra salvación que todos los demás ciudadanos?

¿Nos reputamos de menor valor que todos los demás?, ¿o creemos que nuestra vida está atada con
cadenas más fuertes a nuestro cuerpo que la de los otros, y así no debemos pensar que nada tenga
fuerza para ofenderla? Estamos equivocadas, nos engañamos, qué brutalidad es la nuestra si lo creemos
así, cuantas veces queramos recordar cuántos y cuáles han sido los jóvenes y las mujeres vencidos por
esta cruel pestilencia, tendremos una demostración clarísima. Y por ello, a fin de que por repugnancia o
presunción no caigamos en aquello de lo que por ventura, queriéndolo, podremos escapar de algún modo,
no sé si os parecerá a vosotras lo que a mí me parece: yo juzgaría óptimamente que, tal como estamos,
y así como muchos han hecho antes que nosotras y hacen, saliésemos de esta tierra, y huyendo como de
la muerte los deshonestos ejemplos ajenos, honestamente fuésemos a estar en nuestras villas campestres
(en que todas abundamos)y allí aquella fiesta, aquella alegría y aquel placer que pudiésemos sin traspasar
en ningún punto el límite de lo razonable, lo tomásemos. Allí se oye cantar los pajarillos, se ve verdear
los collados y las llanuras, y a los campos llenos de mieses ondear no de otro modo que el mar y muchas
clases de árboles, y el cielo más abiertamente; el cual, por muy enojado que esté, no por ello nos niega
sus bellezas eternas, que mucho más bellas son de admirar que los muros vacíos de nuestra ciudad. Y es
allí, a más de esto, el aire asaz más fresco, y de las cosas que son necesarias a la vida en estos tiempos hay
allí más abundancia, y es menor el número de las enojosas: porque allí, aunque también mueran
los labradores como aquí los ciudadanos, el disgusto es tanto menor cuanto más raras son las casas y los
habitantes que en la ciudad. Y aquí, por otra parte, si veo bien, no abandonamos a nadie, antes podemos
con verdad decir que fuimos abandonadas: porque los nuestros, o muriendo o huyendo de la muerte,
como si no fuésemos suyas nos han dejado en tanta aflicción. Ningún reproche puede hacerse, por
consiguiente, a seguir tal consejo, mientras que el dolor y el disgusto, y tal vez la muerte, podrían
acaecernos si no lo seguimos. Y por ello, si os parece, tomando nuestras criadas y haciéndonos seguir
de las cosas oportunas, hoy en este sitio y mañana en aquél, la alegría y la fiesta que en estos tiempos
se pueda creo que estará bien que gocemos; y que permanezcamos de esta guisa hasta que veamos (si
primero la muerte no nos alcanza) qué fin reserva el cielo a estas cosas. Y recordad que no desdice de
nosotras irnos honestamente cuando gran parte de los otros deshonestamente se quedan.

Habiendo escuchado a Pampínea las otras mujeres, no solamente alabaron su razonamiento sino que,
deseosas de seguirlo, habían ya entre sí empezado a considerar el modo de llevarlo a cabo, como si al
levantarse de donde estaban sentadas inmediatamente debieran ponerse en camino. Pero Filomena, que
era discretísima, dijo:

—Señoras, por muy óptimamente dicho que haya estado el razonamiento de Pampínea, no por ello es
cosa de correr a hacerlo así como parece que queréis. Os recuerdo que somos todas mujeres y no hay
ninguna tan moza que no pueda conocer bien cómo se saben gobernar las mujeres juntas y sin la
providencia de algún hombre. Somos volubles, alborotadoras, suspicaces, pusilánimes y miedosas, cosas
por las que mucho dudo que, si no tomamos otra guía más que la nuestra, no se disuelva esta compañía
mucho antes y con menos honor para nosotras de lo que sería menester: y por ello bueno es tomar
providencias antes de empezar. […]

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Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I
Comenta con tus compañeros de grupo lo que dice el fragmento anterior y realicen el llenado de la siguiente tabla:

Elementos de la estructura interna presentes en la lec-


tura.

Mencionen cual es la historia o argumento de la lectura.

Identifiquen quien es el narrador y sus características.

Mencionen los personajes que participan en la novela, su


tipo y características.

De qué manera se narra la historia.

Identifiquen la época a la que pertenece.

Describan el tiempo y espacio en el que se desenvuelve


la historia.

Armen equipos de cuatro integrantes máximo, y realicen la lectura de una novela que les llame la atención, pueden
seleccionar alguna de las siguientes:

- Aura, de Carlos Fuentes

- Noticias del Imperio, de Fernando del Paso

- Las batallas en el desierto, de José Emilio Pacheco

61
Bloque seis
También pueden ubicar alguna que haya en su centro de información documental. Una vez que la hayan leído elaboren un
Collage con los elementos principales de la novela y preséntenla al resto del grupo. De ser posible tomen una fotografía
con su teléfono celular o con alguna cámara fotográfica y anéxenla a su portafolios de evidencias.

Escojan a alguien para que escriba en el pizarrón y mediante lluvia de ideas, identifiquen cuales son las figuras literarias
usadas con más frecuencia en el subgénero de las novelas.

El subgénero literario de la novela se puede clasificar en diversos tipos:


Por el tono que mantiene la obra, se habla de:
• novela satírica.
• novela humorística .
• novela didáctica.
Por la forma:
• autobiográfica.
• epistolar.
• dialogada .
• ligera.
Atendiendo a su contenido, las novelas pueden ser:
• De aventuras.
• Bizantina.
• Caballeresca.
• Libros de caballerías.
• De ciencia ficción.
• Cortesana.
• Costumbrista o de costumbres
• De espías y thrillers.
• Fantástica.
• Ficción criminal.
• Gótica.
• Histórica.
• Morisca.
• Negra.
• Pastoril.
• Picaresca.
• Policial.
• Romántica.
• Sentimental.
• Social
• De terror.
Hay que añadir a esta lista otras tipologías que toman como criterio el estilo de la obra y entonces se habla de:
• Realista.
• Naturalista.
• Existencial.
• O, si se consideran sus argumentos, puede hablarse de
• Psicológica.
• Novela de tesis. Novela testimonio.

62
Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I
Recupera el equipo con el que venías trabajando y divídanse los diversos tipos de novela que existen y busquen en sitios
de internet confiables o en materiales bibliográficos, las características de cada uno, identifiquen las obras literarias
representativas del tipo de novela que les haya tocado investigar y seleccionen una para que, después de leerla, elaboren
una canción que sea el tema de la novela, pueden ambientarla con los medios que tengan a su alcance: botellas, tambores,
etc. Presenten al resto del grupo, el resumen de la novela y la canción que elaboraron, al final de todas las presentaciones,
comenten cuál canción les pareció más creativa, tanto en la letra como en la música que improvisaron.

Cierren la actividad con una matriz en la que expongan las características principales de cada uno de los diversos tipos de
novela estudiados.

Bibliografía. Fuentes de información


• Del Río, María Asunción. Literatura. México, Mc Graw Hill, 2004.
• Fournier Marcos, Celinda. Análisis Literario. México, Thompson, 2003.
• Martínez Hernández, Maribel y otros. Literatura I. México, Pearson / Prentice Hall, 2007.
• Oseguera, Eva Lydia. Literatura, cuento y novela I. México, Publicaciones cultural, 2005.

Complementaria:

• Carreter, Fernando Lázaro y Correa Calderón, Evaristo. Cómo se comenta un texto literario. México, Publicaciones Cultural, 1991.
• Flores, Ángel. Narrativa hispanoamericana. Historia y antología (8 tomos). México, Siglo XXI, 1985.
• Lavín, Mónica. Leo, luego escribo. México. Lectorum, 2001.
• Oseguera, Eva Lydia. Para leer literatura latinoamericana. México, Publicaciones Cultural, 2000.
• Villaseñor López, Victoria Yolanda. Literatura I. 2ª ed., México, Nueva Imagen, 2001, (Colección Ciencia Educativa).
• Sainz de Robles, Federico. Diccionario de la literatura. España, Aguilar, 1972.
• Zacaula, Frida y otros. Lectura y Redacción de Textos. 2ª ed., México, Santillana, 2005.

Sitios en internet

• WIKIPEDIA (Web en línea)


http://es.wikipedia.org/wiki/Kurt_Vonnegut
[Consulta: 07/06/2010]

• WIKIPEDIA (Web en línea)


http://es.wikipedia.org/wiki/Rosaura_Barahona
[Consulta: 07/06/2010]

• MONOGRAFIAS (Web en línea)


http://www.monografias.com/trabajos/cuentolatam/cuentolatam.shtml
[Consulta: 07/06/2010]

• MEP.GO (Web en línea)


http://www.mep.go.cr/ccientificos/ccientificos.asp
[Consulta: 08/06/2010]

• DIRAC (Web en línea)


http://www.dirac.es/sei/juego/libros/oral.htm
[Consulta: 08/06/2010]

• METROFLOG (Web en línea)


www.metroflog.com
[Consulta: 10/06/2010]

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Bloque seis

¿Qué he aprendido?

Te invitamos ahora a evaluar los aprendizajes que has obtenido sobre la novela, sus características, los contextos en los que
se desarrolla, las figuras literarias empleadas en la novela y su aplicación en la vida cotidiana.

Conoces ahora como se redacta una novela y los tipos de novela que existen, organicen el Día de la Novela, en el cual cada
quien leerá un fragmento de una novela que seleccione, y expliquen la importancia de esa obra, su trascendencia artística
y social, y de qué manera se relaciona con su vida cotidiana.

Al finalizar cada representación, los demás integrantes del grupo llevarán a cabo el ejercicio de retroalimentación, señalando
las áreas de oportunidad, así como los aciertos que tuvo cada presentación.

Quiero aprender más

Ahora que has terminado este bloque, te recomendamos los siguientes sitios, en los cuales puedes continuar aprendiendo sobre
los tópicos del bloque.
Sitios en internet

• DEFINICION (Web en línea)


http://www.definicion.org/literatura.
[Consulta: 04/06/2010]

• FOLKLORE (Web en línea)


http://www.folklore.cl/leyendas.html Fuentes de información
[Consulta: 04/06/2010]

• LENGUA Y LITERATURA (Web en línea)


http:/lenguayliteratura2bac.wikispaces.com/file/view/Lenguaje_literario.pdf
[Consulta: 05/06/2010]

• BIBLIOTECAS VIRTUALES (Web en línea)


http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/Narrativa/GarciaMarquez/Rastrodesangre.asp]
Consulta: 06/06/2010]

• LETRARIA (Web en línea)


http://www.letralia.com/206/ensayo02.htm
[Consulta: 05/06/2010]

Bibliografía

• De la Torre, Francisco J. y Silvia Dufóo Maciel. Taller de lectura y Redacción 2.México, McGraw Hill, 2005.
• Prado Gracida, María de Lourdes. Taller de Lectura y redacción 2. México, ST Editorial,2005.
• Paredes, E. A. Método integrado de ejercicios de Lectura y Redacción. México, Limusa, 2005.
• Paredes, E. A. Prontuario de Lectura, Lingüística, Redacción, Comunicación oral y nociones de Literatura. México, Limusa, 1999.
• Graves, Robert. Los mitos griegos. México, Alianza, 1994, pp. 356-358.
• Lozano, Lucero. Taller de Lectura y Redacción 2. México, Libris, 2000.
• Riva Palacio, Vicente. El divorcio, en Lozano, Lucero. Lecturas para adolescentes. Tomo 2, México, Libris, 1999, p. 16.
• Gómez de Silva. Diccionario internacional de literatura y gramática. “Literatura”. México: Fonda de cultura económica, 1999.

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Cuadernillo de actividades de aprendizaje / Literatura I

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