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MOVIMIENTOS DE LA CORTEZA TERRESTRE

Desde sus orígenes, nuestro planeta está compuesto de diversas capas


que se formaron mientras los materiales pesados caían hacia el centro y
los más ligeros salían a la superficie. Entre algunas de las capas se
producen cambios químicos o estructurales que provocan
discontinuidades. Los elementos menos pesados, como silicio, aluminio,
calcio, potasio, sodio y oxígeno, componen la corteza exterior.

Las placas que forman la corteza terrestre se encuentran flotando sobre


materiales pastosos sometidos a fuertes presiones. Se desplazan
lentamente las unas con respecto a las otras. En el pasado estuvieron
unidas, después se separaron formando los actuales continentes.

Debido a estos movimientos y a la presión sobre los materiales internos,


se producen diversos fenómenos: plegamientos del terreno, fallas,
grietas, volcanes y terremotos. Vivimos sobre una superficie que, lejos
de permanecer estable, va cambiando a lo largo del tiempo.
LOS VOLCANES

Una de las manifestaciones más espectaculares de la actividad


geológica de la Tierra son, sin duda, los volcanes. Los hay de diferentes
tipos, según la manera en que sale la lava, y se encuentran distribuidos
por regiones concretas del planeta mientras que, en otras, no hay.

Los volcanes son también los únicos lugares donde podemos entrar en
contacto con los materiales del interior de la corteza o del manto, por lo
que suscitan un gran interés para las ciencias.

Erupciones volcánicas
Un volcán es una fisura de la corteza terrestre sobre la cual se acumula
un cono de materia fundida y sólida que es lanzada a través de la
chimenea desde el interior de la Tierra. En la cima de este cono hay una
formación cóncava llamada cráter. Cuando se produce actividad en un
volcán se dice que está en erupción.

Los volcanes son por lo general estructuras compuestas de material


fragmentado y corrientes de lava. A través de la chimenea sale la lava
que escurre por las laderas del cono, que se va formando por sucesivas
capas solidificadas, todas inclinadas hacia el exterior de la chimenea.

El material rocoso expulsado se encuentras entre 4 a 200 kilómetros de


profundidad, donde pueden alcanzar temperaturas superiores a los
1000°C. Habitualmente la lava recién emitida bordea temperaturas
entre 700 °C y 1200 °C, dependiendo de su composición química.

Las rocas que se forman a partir del enfriamiento del magma se llaman
rocas ígneas. Si el enfriamiento tuvo lugar en el interior de la tierra, y las
rocas fundidas no llegaron a emerger a la superficie, se llaman rocas
ígneas intrusivas. Cuando la roca se ha formado a partir del enfriamiento
de lava en la superficie, se denomina roca ígnea extrusiva. También
existen rocas ígneas enfriadas a gran profundidad que se llamas
plutónicas.
Magma y lava

El magma, masa espesa y viscosa, es la roca


fundida que se encuentra en la parte interna
del volcán sometida a grandes presiones, y
está constituido por gases que se encuentran
disueltos, pero en el momento de llegar a la
superficie, la presión disminuye, lo que
provoca su liberación explosiva y espontánea.
El material fundido que se arroja fuera del
volcán contiene menos gases y, para diferenciarlo del magma, se le
llama lava.

La lava en una erupción está cargada de vapor y de gases como el


dióxido de carbono, el hidrógeno, el monóxido de carbono y el dióxido
de azufre. Estos gases al salir violentamente ascienden a la atmósfera
formando una nube turbia que descarga, a veces, copiosas lluvias.

Los fragmentos de lava se clasifican en bombas, brasas y cenizas, que


son arrojadas fuera del volcán y dispersadas por todas partes. Algunas
partículas, grandes, vuelven a caer dentro del cráter. La velocidad de la
lava depende en gran parte de la pendiente de la ladera del volcán.

Muchos volcanes nacen en el fondo marino, como lo hicieron los


famosos Etna y Vesubio, las islas de Hawai y otras muchas islas
volcánicas del Océano Pacífico.

Enormes cuencas, muy parecidas a los cráteres, reciben el nombre de


calderas y están ubicadas en la cumbre de volcanes extintos o inactivos
y son ocupadas por profundos lagos. Algunas calderas se formaron
después de explosiones cataclísmicas que destruyeron completamente
el volcán, o cuando, después de sucesivas erupciones, la cono vacio no
soporta el peso de las paredes y se hunde.
TIPOS DE VOLCANES

La lava no sale siempre al exterior de la misma forma. A veces lo hace


de forma violenta, con grandes explosiones y enormes masas de gases,
humo, cenizas y rocas incandescentes que se pueden proyectar a varios
kilómetros de altura. Otras veces se derrama con suavidad, como
cuando hierve la leche en el cazo y no apagamos el fuego a tiempo.

Se han clasificado los volcanes en cuatro grandes grupos o tipos:


hawaiano, estromboliano, vulcaniano y peleano, aunque los hay que no
encajan exactamente en ninguno de ellos.

Los cuatro tipos comunes


Dependiendo de la temperatura de los magmas, de la cantidad de
productos volátiles que acompañan a las lavas y de su fluidez o
viscosidad, los tipos de erupciones pueden ser:

Hawaiano, de lavas muy fluidas y sin desprendimientos gaseosos


explosivos. La lava se desborda cuando rebasa el cráter y se desliza con
facilidad, formando verdaderas corrientes a grandes distancias.

Estromboliano. La lava es fluida, con desprendimientos gaseosos


abundantes y violentos. Debido a que los gases pueden desprenderse
con facilidad, no se producen pulverizaciones o cenizas. Cuando la lava
rebosa por los bordes del cráter, desciende por sus laderas y barrancos,
pero no alcanza tanta extensión como en las erupciones de tipo
hawaiano.

Vulcaniano, tipo de volcán se desprende grandes cantidades de gases


de un magma poco fluido que se consolida con rapidez. Las explosiones
son muy fuertes y pulverizan la lava, produciendo gran cantidad de
cenizas que son lanzadas al aire acompañadas de otros materiales.
Cuando la lava sale al exterior se consolida rápidamente, pero los gases
que se desprenden rompen y resquebrajan su superficie, que por ello
resulta áspera e irregular

Peleano. Entre los volcanes de las Antillas es célebre el de la Montaña


Pelada de la isla Martinica por su erupción de 1902, que ocasionó la
destrucción de su capital, San Pedro. Su lava es extremadamente
viscosa y se consolida con gran rapidez, llegando a tapar por completo
el cráter. La enorme presión de los gases, que no encuentran salida,
levanta este tapón que se eleva formando una gran aguja.

Erupciones especiales
No todas las erupciones volcánicas encajan en
uno de los cuatro tipos comunes. Algunas
merecen especial atención.

La explosión volcánica más formidable de las


conocidas hasta la fecha fue la del volcán
Krakatoa. Originó una tremenda explosión y
enormes maremotos. Se cree que este tipo de
erupciones son debidas a la entrada en
contacto de la lava ascendente con el agua o
con rocas mojadas, por ello se denominan erupciones freáticas.

Por otra parte, en los fondos oceánicos se producen erupciones


volcánicas cuyas lavas, si llegan a la superficie, pueden formar islas
volcánicas. Éstas suelen ser de corta duración en la mayoría de los
casos, debido al equilibrio isostático de las lavas al enfriarse y por la
erosión marina. Algunas islas actuales como las Cícladas (Grecia), tienen
este origen.

Hay volcanes que ocasionan gran número de víctimas, debido a que sus
cráteres están ocupados por lagos o cubiertos de nieve. Al recobrar su
actividad, el agua mezclada con cenizas y otros restos, es lanzada
formando torrentes y avalanchas de barro, que destruyen, todo lo que
encuentran a su paso. Un ejemplo actual fue la erupción del Nevado de
Ruiz (Colombia) en 1985. La cumbre estaba recubierta por un casquete
de hielo y, al ascender la lava, se recalentaron las capas, formando unas
coladas de barro que invadieron el valle del río Lagunilla y sepultaron la
ciudad de Armero.

Por último, las erupciones fisurales son las que se originan a lo largo de
una dislocación de la corteza terrestre, que puede tener varios
kilómetros. Las lavas que fluyen a lo largo de la rotura son fluidas y
recorren grandes extensiones formando amplias mesetas o traps, con un
kilómetro o más de espesor y miles de kilómetros cuadrados de
superficie. Ejemplos de vulcanismo fisural es la meseta del Deccan
(India).

FALLAS

Uno de los accidentes del terreno que se puede observar más fácilmente
son las fallas o rupturas de un plegamiento, especialmente si el terreno
es de tipo sefimentario. Las fallas son un tipo de deformación de la
corteza terrestre que finaliza en ruptura, dando lugar a una gran
variedad de estructuras geológicas.

Cuando esta ruptura se produce de forma brusca, se produce un


terremoto. En ocasiones, la línea de falla permite que, en ciertos puntos,
aflore el magma de las capas inferiores y se forme un volcán.

Partes de una falla


El plano de falla es la superficie sobre la que se ha producido el
movimiento, horizontal, vertical u oblicuo. Si las fracturas son frágiles,
tienen superficies lisas y pulidas por efecto de la abrasión. Durante el
desplazamiento de las rocas fracturadas se pueden desprender
fragmentos de diferentes tamaños.

Los labios de falla son los dos bordes o bloques que se han
desplazado. Cuando se produce un desplazamiento vertical, los bordes
reciben los nombres de labio hundido (o interior) y labio elevado (o
superior), dependiendo de la ubicación de cada uno de ellos con
respecto a la horizontal relativa. Cuando está inclinado, uno de los
bloques se desliza sobre el otro. El bloque que queda por encima del
plano de falla se llama "techo" y el que queda por debajo, "muro".
El salto de falla es la distancia vertical entre dos estratos que
originalmente formaban una unidad, medida entre los bordes del bloque
elevado y el hundido. Esta distancia puede ser de tan sólo unos pocos
milímetros (cuando se produce la ruptura), hasta varios kilómetros. Éste
último caso suele ser resultado de un largo proceso geológico en el
tiempo.

Tipos de fallas
En una falla normal, producida por tensiones, la
inclinación del plano de falla coincide con la
dirección del labio hundido. El resultado es un
estiramiento o alargamiento de los materiales, al
desplazarse el labio hundido por efecto de la fuerza
de la gravedad.

En las fallas de desgarre, además del movimiento


ascendente también se desplazan los bloques
horizontalmente. Si pasa tiempo suficiente, la
erosión puede allanar las paredes destruyendo
cualquier traza de ruptura, pero si el movimiento es
reciente o muy grande, puede dejar una cicatriz
visible o un escarpe de falla con forma de precipicio.
Un ejemplo especial de este tipo de fallas son
aquellas transformadoras que desplazan a las
dorsales oceánicas.

En una falla inversa, producida por las fuerzas que


comprimen la corteza terrestre, el labio hundido en
la falla normal, asciende sobre el plano de falla y, de
esta forma, las rocas de los estratos más antiguos
aparecen colocadas sobre los estratos más
modernos, dando lugar así a los cabalgamientos.

Las fallas de rotación o de tijera se forman por efecto del basculado


de los bloques sobre el plano de falla, es decir, un bloque presenta
movimiento de rotación con respecto al otro. Mientras que una parte del
plano de falla aparenta una falla normal, en la otra parece una falla
inversa.
Un macizo tectónico o pilar tectónico, también llamado "Horst", es una
región elevada limitada por dos fallas normales, paralelas. Puede ocurrir
que a los lados del horst haya series de fallas normales; en este caso,
las vertientes de las montañas estarán formadas por una sucesión de
niveles escalonados. En general, los macizos tectónicos son cadenas
montañosas alargadas, que no aparecen aisladas, sino que están
asociadas a fosas tectónicas. Por ejemlo, el centro de la península
Ibérica está ocupada por los macizos tectónicos que forman las sierras
de Gredos y Guadarrama.

Por último, una fosa tectónica o Graben es una asociación de fallas que
da lugar a una región deprimida entre dos bloques levantados. Las fosas
tectónicas se producen en áreas en las que se agrupan al menos dos
fallas normales. Las fosas forman valles que pueden medir decenas de
kilómetros de ancho y varios miles de kilómetros de longitud. Los valles
se rellenan con sedimentos que pueden alcanzar cientos de metros de
espesor. Así sucede, por ejemplo, en el valle del río Tajo, en la península
Ibérica.

LOS TERREMOTOS

Los terremotos, sismos, seismos, temblores de tierra, ... son reajustes de


la corteza terrestre causados por los movimientos de grandes
fragmentos. Por sí mismos, son fenómenos naturales que no afectan
demasiado al hombre. El movimiento de la superficie terrestre que
provoca un terremoto no representa un riesgo, salvo en casos
excepcionales, pero sí nos afectan sus consecuencias, ocasionando
catástrofes: caída de construcciones, incendio de ciudades, avalanchas y
tsunamis.

Aunque todos los días se registran una buena cantidad de terremotos en


el mundo, la inmensa mayoría son de poca magnitud. Sin embargo, se
suelen producir dos o tres terremotos de garn magnitud cada año, con
consecuencias imprevisibles.

Magnit Víctim
Año ud Lugar as
196
9.5 Sur de Chile 5.700
0
196
9.4 Alaska 131
4
193
8.9 Sanriku, Japón 2.990
3
190
8.9 Colombia 1.000
6
195
8.7 India/Assam/Tibet 1.530
0
189
8.7 Assam, India 1.500
7
190 Santiago/Valparaiso,
8.6 20.000
6 Chile
190
8.6 Kangra, India 19.000
5
195
8.6 Assam, India 1.526
0
189
8.6 Yakutat Bay, Alaska
9
192 180.00
8.5 Kansu, China
0 0
193
8.4 India/Nepal 10.700
4
194
8.4 Tonankai, Japón 1.330
6
192 200.00
8.3 Xining, China
7 0
193
8.3 Chillan, Chile 28.000
9
197 240.00
8.2 Tangshan, China
6 0
192 Kwanto,Yokohama, 143.00
8.2
3 Japón 0
190 8.2 San Francisco, 700
6 California
190
8.1 Asia cnetral 12.000
7
193
8.0 Ezrican, Turquía 23.000
9

Movimientos sísmicos
Las placas de la corteza terrestre están
sometidas a tensiones. En la zona de roce
(falla), la tensión es muy alta y, a veces,
supera a la fuerza de sujeción entre las
placas. Entonces, las placas se mueven
violentamente, provocando ondulaciones
y liberando una enorme cantidad de
energía. Este proceso se llama
movimiento sísmico o terremoto.

La intensidad o magnitud de un sismo, en la escala de Richter,


representa la energía liberada y se mide en forma logarítmica, del uno al
nueve. La ciencia que estudia los sismos es la sismologia y los científicos
que la practican, sismólogos.

La estadística sobre los sismos a través de la historia es más bien


pobre.Se tiene información de desastres desde hace más de tres mil
años, pero además de ser incompleta, los instrumentos de precisión
para registrar sismos datan de principios del siglo XX y la Escala de
Richter fue ideada en 1935.

Un terremoto de gran magnitud puede afectar más la superficie


terrestre si el epifoco u origen del mismo se encuentra a menor
profundidad. La destrucción de ciudades no depende únicamente de la
magnitud del fenómeno, sino también de la distancia a que se
encuentren del mismo, de la constitución geológica del subsuelo y de
otros factores, entre los cuales hay que destacar las técnicas de
construcción empleadas.

Los intentos de predecir cuándo y dónde se producirán los terremotos


han tenido cierto éxito en los últimos años. En la actualidad, China,
Japón, Rusia y Estados Unidos son los países que apoyan más estas
investigaciones. En 1975, sismólogos chinos predijeron el sismo de
magnitud 7,3 de Haicheng, y lograron evacuar a 90.000 residentes sólo
dos días antes de que destruyera el 90% de los edificios de la ciudad.
Una de las pistas que llevaron a esta predicción fue una serie de
temblores de baja intensidad, llamados sacudidas precursoras, que
empezaron a notarse cinco años antes.

Otras pistas potenciales son la inclinación o el pandeo de las superficies


de tierra y los cambios en el campo magnético terrestre, en los niveles
de agua de los pozos e incluso en el comportamiento de los animales.
También hay un nuevo método en estudio basado en la medida del
cambio de las tensiones sobre la corteza terrestre. Basándose en estos
métodos, es posible pronosticar muchos terremotos, aunque estas
predicciones no sean siempre acertadas.

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