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LA ESPERANZA EN LA NOCHE

Por: Octavio S. C.

La noche cae y es hora de que la soledad exista…

Llega con un resplandor indescriptible pintado oscuridad, una oscuridad fría y tenue que va acompañada
del inconfundible sonido de lo estático, de lo inmóvil, de ese ruido producido por las almas que en su
afán de descanso no descansan.

Una soledad triste y melancólica que hace vulnerable al más fuerte y cobarde al más osado; al triste más
miserable, y al miserable, cansado.

La noche me sigue, y va cubriéndome cada vez más con su manto de dolor, el mismo manto oscuro que
entre su irracionalidad no escucha las palabras que se mezclan con el silencio, el triste susurro, el triste
recuerdo que se incuba en mis entrañas de la manera más vil y me hace ser lo que soy.

Siempre me ha seguido desde tiempos remotos, un preterido con la esa misma soledad, la que me coge,
la que me estruja, y que entre sus dedos polvo queda que se lleva el tiempo. Me toma con fuerza tal que
después no queda nada, la nada del diamante más perfecto.

Con solo exhalar en su ser, ese sobre natural. Él no pertenece a este mundo, menos al mi mundo, el
mundo que existe cada vez que cierro mis humedecidos ojos, el mundo que al sentir su abominable
poder consuela seca mi llanto, pero solo un instante.

Hace decenios ella intenta asimilarme en una tierra de ébano, con el llanto de un dios, de un legado
aterrador, que hace que lo más sublime de un ser se consuma ante sus ojos, ojos perdidos entre el
destello negro emanado por sus articulaciones, Esos rayos que desprenden grandeza y a la vez miedo y
soledad. Yo aún espero su fin.

Mantengo la esperanza de que un halo de luz logre hacer frente a tal poderío macabro, ese halo que
logre desvanecer cada falange de lo sobrenatural, de esa monstruosidad, que intenta apoderarse de mi
mundo…

¿Solo es esperanza?....

Pues ella me da consuelo en esta noche de oscuridad eterna, porque mi mundo es mío y de la esperanza
que le da sustancia.

Sí, sé que vivo y lo seguiré haciendo.

Sabré que vivo mientras la noche necesite de mí y su soledad se alimente de mi pesar; el día que ella me
abandone estaré muerto y podré por fin seguir viviendo, pero yo aún espero…

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