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¿QUE ES LA IGLESIA ADVENTISTA DEL 7MO DÍA?

La Iglesia Adventista del Séptimo Día es una denominación


cristiana distinguida por su observancia del sábado, y por su énfasis en
la inminente segunda venida de Jesucristo. Creemos firmemente que
somos el pueblo que Dios ha levantado en este tiempo final para
restaurar las verdades bíblicas y dar al mundo el último mensaje de
amonestación en preparación para la segunda venida de Jesús
(Apocalipsis 14:6-12).

Nuestra denominación surgió en cumplimiento de la profecía


bíblica descrita en Apocalipsis 10. Esta profecía se cumplió a través del
reavivamiento espiritual producido por la predicación del inminente
retorno de Jesús a esta tierra, la cual dio origen al Movimiento Millerita
en los Estados Unidos (movimiento precursor de la iglesia) a mediados
del siglo XIX. La Iglesia Adventista se estableció oficialmente en 1863.

La iglesia, siguiendo el ejemplo de Jesús, quien predicaba,


enseñaba y sanaba (Mat. 4:23), tiene un ministerio integral. Por eso
administra numerosas escuelas, universidades, hospitales y casas
editoras en todo el mundo, así como una destacada organización
humanitaria conocida como ADRA (Agencia Adventista de Desarrollo y
Recursos Asistenciales).

Nuestro Nombre:

El nombre Adventista del Séptimo Día refleja nuestras creencias


fundamentales como iglesia. “Adventista” revela nuestra convicción
apasionada en la cercanía del pronto regreso de Jesús (advenimiento).
“Séptimo Día” hace referencia al sábado bíblico, el cual desde la
Creación siempre ha sido el séptimo día de la semana o sábado.

Nuestra Misión:

La misión de la Iglesia Adventista del Séptimo Día es proclamar a


todas las naciones el evangelio eterno en el contexto del mensaje de los
Tres Ángeles de Apocalipsis 14:6-12, llevándolos a aceptar a Jesús como
su Salvador personal y unirse a su iglesia para prepararlos para el
pronto retorno del Señor Jesucristo.

CÓMO ESTÁ ORGANIZADA

La Iglesia Adventista del Séptimo Día está organizada en una forma


representativa de gobierno eclesiástico. Esto significa que la autoridad
en la Iglesia proviene de la feligresía procedente de las Iglesias locales.
La responsabilidad ejecutiva es concedida a los órganos representativos
y oficiales para administrar la iglesia. Cuatro Niveles de la estructura de
la iglesia llevan desde el creyente individual hasta la organización de la
iglesia en todo el mundo:

1. La iglesia local compuesta de creyentes individuales


2. La Asociación/Misión local, compuesta de un determinado número
de iglesias locales en varias provincias.
3. La Unión, compuesta de las Asociaciones/Misiones dentro de su
territorio (a veces compuesto de varias provincias, todo un país o
varios países)
4. La Conferencia General representa la expresión de la Iglesia
Adventista del Séptimo Día a nivel mundial. Sus miembros
directivos se definen en la Constitución de la Conferencia General.
Para facilitar sus actividades a nivel mundial, la Conferencia
General ha establecido oficinas regionales, conocidas como
Divisiones de la Conferencia, las cuales han sido asignadas por la
decisión del Comité Ejecutivo en sus Concilios Anuales.

Cada nivel es “representativo”, el cual es un reflejo del proceso


democrático de formación y elección. Las Iglesias locales eligen a sus
propios oficiales y juntas de iglesia a través del voto de la mayoría. Las
iglesias eligen a sus delegados para las reuniones administrativas
(congresos) cada tres o cuatro años.

Un proceso similar se usa para los congresos de la Unión y de la


Conferencia General que se realizan cada 5 años. En esas reuniones se
eligen a las juntas y oficiales así como también se presentan informes y
se deciden reglamentos y procedimientos administrativos.

Cada nivel constituyente de la iglesia opera una variedad de


instituciones. Los adventistas vemos en la comisión evangélica y en el
ejemplo de Jesús y sus apóstoles la responsabilidad que tenemos como
seguidores de servir a la persona en su totalidad. En su afán de
alcanzar al mundo, los adventistas han seguido desde sus inicios el
modelo de desarrollar instituciones educativas, de cuidado de la salud,
de publicaciones y otras.

Administrativamente, la iglesia mundial tiene 13 Divisiones, las


cuales están compuestas de Iglesias agrupadas por un conjunto de
misiones, campos, o estados dentro de uniones de Iglesias.
Las Divisiones Mundiales y sus sedes:

Africa Oriental (ECD) Nairobi, Kenya


Euro-Africana (EUD) Berna, Suiza
Euro Asiática (ESD) Moscú, Rusia
Interamericana (IAD) Miami, Estados Unidos
Norteamericana (NAD) Silver Spring, Estados Unidos
Asia-Pacifico Norte (NSD) Koyang City, Corea.
Sudafricana (SID) Pretoria, Sudáfrica.
Sudamericana (SAD) Brasilia, Brasil.
Pacífico Sur (SPD) Wahroonga, Australia.
Sudasiática (SUD) Tamil Nadu, India.
Asia-Pacifico Sur (SSD) Cavite, Filipinas.
Transeuropea (TED) St. Albans, Inglaterra.
Africa Centro Occidental (WAD) Abidjan, Cote d'Ivoire.
ESTADÍSTICAS MUNDIALES

 Presidente actual: Ted N. C. Wilson


 Membresía: 17 millones
 Iglesias: 65,961
 Pastores: 15,813
 Crecimiento: 5% por año (aprox. 1 millón de miembros
nuevos por año)
 Países: Presencia en 201 países. (La ONU registra un
total de 230 países)
 Centros educativos: 7.442 universidades, colegios, institutos y
escuelas; con cerca de 69,000 profesores y
1.400.000 estudiantes
 Centros de Salud: 168 hospitales y sanatorios; 130 hogares
de ancianos; 433 clínicas y dispensarios médicos;
33 orfanatos; 10 aviones médicos
 Sitio web: adventist.org

Somos una iglesia en crecimiento constante. El promedio de


crecimiento es de casi un millón de nuevos miembros cada año. Es decir,
se añaden a nuestra iglesia un miembro cada 35 segundos. A nivel
mundial, la iglesia está duplicando su tamaño cada 12 años.
Altas concentraciones de adventistas se encuentran en Centro y Sur
América, a lo largo del África, Las Filipinas y muchas otras áreas. En
composición, el 39% de adventistas son africanos, 30% hispanos, 14%
del este de Asia y 11% blancos o caucásicos.

CREENCIAS FUNDAMENTALES
Los Adventistas del Séptimo Día aceptan la Biblia como su único credo y
mantienen ciertas creencias fundamentales como siendo la enseñanza de las
Escrituras Sagradas. Estas creencias, de la manera como son presentadas aquí,
constituyen la comprensión de la expresión de la enseñanza de las Escrituras
por parte de la Iglesia. Puede haber revisiones de estas declaraciones en una
asamblea de la Asociación General, cuando la Iglesia es llevada por el Espíritu
Santo a una comprensión más completa de la verdad bíblica o encuentra mejor
lenguaje para expresar las enseñanzas de la Santa Palabra de Dios.

1. Las Sagradas Escrituras


Las Sagradas Escrituras, el Antiguo y el Nuevo Testamento, son la Palabra
de Dios escrita, dada por inspiración divina por intermedio de santos
hombres de Dios que hablaron y escribieron al ser movidos por el Espíritu
Santo.
Razones bíblicas: II Pedro 1:20 y 21; II Tim. 3:16 y 17; Sal. 119:105; Prov.
30:5 y 6; Isa. 8:20; Juan 10:35; 17:17; I Tes. 2:13; Heb. 4:12.
2. La Trinidad
Hay un sólo Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo, una unidad de tres Personas
coeternas. Dios es inmortal, omnipotente, omnisciente, encima de todo, y
siempre presente.
Razones bíblicas: Deut. 6:4; 29:29; Mat. 28:19; II Cor. 13:13; Efes. 4:4-6; I
Pedro 1:2; I Tim. 1:17; Apoc. 14:6 y 7.
3. Dios Padre
Dios, el Eterno Padre, es el Creador, el Originador, el Mantenedor y el
Soberano de toda la creación. Él es justo y santo, compasivo y clemente,
tardo en airarse, y grande en constante amor y fidelidad.
› Razones bíblicas: Gén. 1:1; Apoc. 4:11; I Cor. 15:28; Juan 3:16; I Juan 4:8;
I Tim. 1:17: Éxo. 34:6 y 7; Juan 14:9.
4. Dios Hijo
Dios, el Hijo Eterno, se encarnó en Jesucristo. Por medio de Él se crearon
todas las cosas, se reveló el carácter de Dios, se efectuó la salvación de la
humanidad y se juzga el mundo. Jesús sufrió y murió en la cruz por
nuestros pecados y en nuestro lugar, fue resucitado entre los muertos y
ascendió para administrar en el santuario celestial a nuestro favor. Vendrá
otra vez para la liberación final de Su pueblo y la restauración de todas las
cosas.
› Razones biblicas: Juan 1:1-3 y14; 5:22; Col. 1:15-19; Juan 10:30; 14:9;
Rom. 5:18; 6:23; II Cor. 5:17-21; Lucas 1:35; Filip. 2:5-11; I Cor. 15:3 y 4;
Heb. 2:9-18; 4:15; 7:25; 8:1 y 2; 9:28; Juan 14:1-3; I Ped. 2:21; Apoc.
22:20.
5. Dios Espíritu Santo
Dios, el Espíritu Santo, desempeñó una parte activa con el Padre y el Hijo
en la Creación, Encarnación y Redención. Inspiró a los escritores de las
Escrituras. Llenó de poder la vida de Cristo. Atrae y convence a los seres
humanos; y los que se muestran sensibles, son renovados y transformados
por Él, a imagen de Dios. Concede dones espirituales a la Iglesia.
› Razones bíblicas: Gén. 1:1 y 2; Lucas 1:35; II Pedro 1:21; Lucas 4:18;
Hechos 10:38; II Cor. 3:18; Efes. 4:11 y 12; Atos 1:8; Juan 14:16-18 y 26;
15:26 y 27; 16:7-13; Rom. 1:1-4.
6. Dios es el Creador
Dios es el Creador de todas las cosas y reveló en las Escrituras el relato
auténtico de Su actividad creadora. En seis días hizo el Señor los Cielos y
la Tierra y todo lo que tiene vida sobre la Tierra, y descansó el séptimo día
de esa primera semana.
› Razones bíblicas: Gén. 1;2; Éxo. 20:8-11; Sal. 19:1-6; 33:6 y 9; 104; Heb.
11:3; Juan 1:1-3; Col. 1:16 y 17.
7. La Naturaleza del Hombre
El hombre y la mujer fueron formados a imagen de Dios con individualidad
y con el poder y la libertad de pensar y actuar. Como han sido creados
como seres libres, cada uno es una unidad indivisible de cuerpo, mente y
alma, y dependiente de Dios en cuanto a la vida, respiración y todo lo
demás. Cuando nuestros primeros padres desobedecieron a Dios, negaron
su dependencia de Él y cayeron de sua elevada posición abajo de Dios. La
imagen de Dios en ellos, fue desfigurada, se volvieron mortales. Sus
descendientes comparten esa naturaleza caída y de sus consecuencias.
› Razones bíblicas: Gén. 1:26-28; 2:7; Sal. 8:4-8; Hechos 17:24-28; Gén. 3;
Sal. 51:5; Rom. 5:12-17; II Cor. 5:19 y 20.
8. El Gran Conflicto
Toda la humanidad está involucrada en un gran conflicto entre Cristo y
Satanás, en cuanto al carácter de Dios, Su Ley y Su soberanía sobre el
Universo. Ese conflicto se originó en el Cielo, cuando un ser creado,
dotado de libertad de elección, por exaltación propia, se convirtió en
Satanás, el adversario de Dios, y condujo la rebelión de una parte de los
ángeles. Él introdujo el espíritu de rebelión en este mundo. Observado por
toda la Creación, este mundo se convirtió en el palco del conflicto
universal, dentro del cual será finalmente reivindicado el Dios de amor.
› Razones bíblicas: Apoc. 12:4-9; Isa. 14:12-14; Ezeq. 28:12-18; Gén. 3;
Gén. 6-8; II Pedro 3:6; Rom. 1:19-32; 5:19-21; 8:19-22; Heb. 1:4-14; I Cor.
4:9.
9. Vida, Muerte y Resurrección de Cristo
En la vida de Cristo, de perfecta obediencia a la voluntad de Dios, y en Su
sufrimiento, muerte y resurrección, Dios proveyó el único medio de
expiación del pecado humano, de modo que los que aceptan esa expiación
por fe, puedan tener vida eterna, y toda la Creación comprenda mejor el
infinito y santo amor del Creador.
› Razones bíblicas: Juan 3:16; Isa. 53; II Cor. 5:14, 15 y 19-21; Rom. 1:4;
3:25; 4:25; 8:3 y 4; Filip. 2:6-11; I Juan 2:2; 4:10; Col. 2:15.
10. La Experiencia de la Salvación
En infinito amor y misericordia, Dios permitió que Cristo se convirtiese en
pecado por nosotros, para que en Él fuésemos hechos justicia de Dios.
Guiados por el Espíritu Santo reconocemos nuestra pecaminosidad, nos
arrepentimos de nuestras transgresiones y tenemos fe en Jesús como
Señor y Cristo, como Sustituto y Ejemplo. Esta fe que acepta la salvación,
viene del poder de la Palabra y es el don de la gracia de Dios. Por medio
de Cristo somos justificados y libertados del dominio del pecado. Por
medio del Espíritu, nacemos de nuevo y somos justificados.
Permaneciendo en Él, participamos de la naturaleza divina y tenemos la
seguridad de la salvación, ahora y en el Juicio.
› Razones bíblicas: Sal. 27:1; Isa. 12:2; Jonas 2:9; Juan 3:16; II Cor. 5:17-
21; Gál. 1:4; 2:19 y 20; 3:13; 4:4-7; Rom. 3:24-26; 4:25; 5:6-10; 8:1-4, 14,
15, 26 y 27; 10:7; I Cor. 2:5; 15:3 y 4; I Juan 1:9; 2:1 y 2; Efes. 2:5-10;
3:16-19; Gál. 3:26; Juan 3:3-8; Mat. 18:3; I Pedro 1:23; 2:21; Heb. 8:7-12.
11. Crecimiento en Cristo
Por su muerte en la cruz Jesús triunfó sobre las fuerzas del mal. El subyugó
los espíritus de demonios durante Su ministerio terrestre y quebró su
poder y tornó cierto su destino final. La victoria de Jesús nos da victoria
sobre las fuerzas del mal que continúan procurando controlarnos, mientras
caminamos con El en paz, alegría, y con la certeza de Su amor. Ahora el
Espíritu Santo vive con nosotros y nos da poder. Continuamente
comprometidos con Jesús como nuestro Salvador y Señor, somos libres del
fardo de nuestros hechos pasados. No más viviremos en la oscuridad, con
miedo de los poderes del mal, ignorancia, y la falta de sentido de nuestro
antiguo modo de vida. En esa nueva libertad en Jesús, somos llamados a
creces en semejanza a Su carácter, comulgando con El diariamente en
oración, alimentándonos de Su Palabra, meditando en eso y en Su
providencia, cantando sus alabanzas, reuniéndonos juntos en adoración, y
participando en la misión de la Iglesia. A medida que nos entreguemos al
servicio de amor a aquellos a nuestro alrededor y al testimonio de Su
salvación, Su constante presencia con nosotros a través del Espíritu
transforma cada momento y toda tarea en una experiencia espiritual.
› Razones bíblicas: Salmos 1:1, 2; 23:4; 77:11, 12; Colosenses 1:13, 14;
2:6, 14, 15; San Lucas 10:17-20; Efesios 5:19, 20; 6:12-18; I
Tesalonicenses 5:23; II San Pedro 2:9; 3:18; II Corintios 3:17, 18;
Filipenses. 3:7-14; I Tesalonicenses 5:16-18; San Mateo 20:25-28; San Juan
20:21; Gálatas 5:22-25; Romanos 8:38, 39; I San Juan 4:4; Hebreos 10:25.
12. La Iglesia
La Iglesia es la comunidad de creyentes que confiesan a Jesucristo como
Señor y Salvador. Nos unimos para adorar, para comunión, para
instrucción en la Palabra, para celebrar la Cena del Señor, para el servicio
a toda la humanidad y para la proclamación mundial del Evangelio. La
Iglesia es la Familia de Dios. La Iglesia es el cuerpo de Cristo.
› Razones bíblicas: Gén. 12:3; Hechos 7:38; Mat. 21:43; 16:13-20; Juan
20:21 y 22; Hechos 1:8; Rom. 8:15-17; I Cor. 12:13-27; Efes. 1:15 y 23;
2:12; 3:8-11 y 15; 4:11-15.
13. El Remaneciente y su Misión
La Iglesia universal se compone de todos los que verdaderamente creen
en Cristo; pero, en los últimos días, un remaneciente ha sido llamado, a fin
de guardar los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. Este remaneciente
anuncia la llegada de la hora del Juicio, proclama la salvación por medio
de Cristo y predice la aproximación de Su segundo advenimiento.
› Razones bíblicas: Mar. 16:15; Mat. 28:18-20; 24:14; II Cor. 5:10; Apoc.
12:17; 14:6-12; 18:1-4; Efes. 5:22-27; Apoc. 21:1-14.
14. Unidad en el Cuerpo de Cristo
La Iglesia es un cuerpo con muchos miembros, llamados de toda nación,
tribu, lengua y pueblo. Todos somos iguales en Cristo. Mediante la
revelación de Jesucristo en las Escrituras, compartimos la misma fe y
esperanza y extendemos un solo testimonio para todos. Esta unidad
encuentra su fuente en la unidad del Dios triuno, que nos adoptó como
Sus hijos.
Razones biblicas: Sal. 133:1; I Cor. 12:12-14; Hechos 17:26 y 27; II Cor.
5:16 y 17; Gál. 3:27-29; Col. 3:10-15; Efes. 4:1-6; Juan 17:20-23; Santiago
2:2-9; I Juan 5:1.
15. El Bautismo
Por el bautismo confesamos nuestra fe en la muerte y en la resurrección
de Jesucristo y testimoniamos nuestra muerte al pecado y nuestro
propósito de andar en novedad de vida, siendo aceptados como miembros
por Su Iglesia. Y por inmersión en el agua se sigue la instrucción en las
Escrituras Sagradas y la aceptación de sus enseñanzas.
Razones biblicas: Mat. 3:13-16; 28:19 y 20; Hechos 2:38; 16:30-33; 22:16;
Rom. 6:1-6; Gál. 3:27; I Cor. 12:13; Col. 2:12 y 13; I Pedro 3:21.
16. La Cena del Señor
La Cena del Señor es una participación en los emblemas del cuerpo y de la
sangre de Jesús, como expresión de fe en Él, nuestro Señor y Salvador. La
preparación incluye el examen de conciencia, el arrepentimiento y la
confesión. El Maestro instituyó la Ceremonia del lavamiento de pies para
representar renovada purificación, para expresar la disposición de servir
uno al otro en humildad semejante a la de Cristo, y para unir nuestros
corazones en amor.
Razones bíblicas: Mat. 26:17-30; I Cor. 11:23-30; 10:16 y 17; Juan 6:48-63;
Apoc. 3:20; Juan 13:1-17.
17. Dones y Ministerios Espirituales
Dios concede a todos los miembros de Su Iglesia, en todas las épocas,
dones espirituales. Siendo otorgados por la actuación del Espíritu Santo, el
cual distribuye a cada miembro como le place, los dones proveen todas las
aptitudes y ministerios que la Iglesia necesita para cumplir sus funciones
divinamente ordenadas. Algunos miembros son llamados por Dios y
dotados por el Espíritu para funciones reconocidas por la Iglesia en
ministerios pastorales, evangélicos, apostólicos y de enseñanza.
› Razones bíblicas: Rom. 12:4-8; I Cor. 12:9-11, 27 y 28; Efes. 4:8 y 11-16;
II Cor. 5:14-21; Hechos 6:1-7; I Tim. 2:1-3; I Pedro 4:10 y 11; Col. 2:19;
Mat. 25:31-36.
18. El Don de Profecía
Uno de los dones del Espíritu Santo es la profecía. Este don es una
característica de la Iglesia remaneciente y fue manifestado en el
ministerio de Ellen G. White. Como la mensajera del Señor, sus escritos
son una continua y autorizada fuente de verdad y proporcionan consuelo,
orientación, instrucción y corrección a la Iglesia.
› Razones bíblicas: Joel 2:28 y 29; Hechos 2:14-21; Heb. 1:1-3; Apoc. 12-
17; 19:10.
19. La Ley de Dios
Los grandes principios de la Ley de Dios son incorporados en los Diez
Mandamientos y ejemplificados en la vida de Cristo. Expresan el amor, la
voluntad y los propósitos de Dios acerca de la conducta y de las relaciones
humanas, y son obligatorios a todas las personas, en todas las épocas.
Esos preceptos constituyen la base del concierto de Dios con Su pueblo y
la norma del juicio de Dios.
› Razones bíblicas: Éxo. 20:1-17; Mat. 5:17; Deut. 28:1-14; Sal. 19:7-13;
Juan 14:15; Rom. 8:1-4; I Juan 5:3; Mat. 22:36-40; Efes. 2:8.
20. El Sábado
El bondadoso Creador, después de los seis dias de la Creación, descansó
el séptimo día e instituyó el Sábado para todas las personas, como
recordativo de la Creación. El cuarto mandamiento de la inmutable Ley de
Dios requiere la observancia de este sábado del séptimo día como día de
descanso, adoración y ministerio, en armonía con la enseñanza y práctica
de Jesús, el Señor del Sábado.
› Razones biblicas: Gén. 2:1-3; Éxo. 20:8-11; 31:12-17; Lucas 4:16; Heb.
4:1-11; Deut. 5:12-15; Isa. 56:5 y 6; 58:13 y 14; Lev. 23:32; Mar. 2:27 y
28.
21. Mayordomía
Somos mayordomos de Dios, responsables por el uso apropiado del
tiempo y de las oportunidades, capacidades y posesiones, y de las
bendiciones de la Tierra y sus recursos que Él colocó bajo nuestro cuidado.
Reconocemos el derecho de propiedad de parte de Dios, por medio del fiel
servicio a Él y a nuestros semejantes, y devolviendo los diezmos y dando
ofrendas para la proclamación de Su Evangelio y para la manutención y el
crecimiento de Su iglesia. › Razones bíblicas: Gén. 1:26-28; 2:15; Hageo
1:3-11; Mal. 3:8-12; Mat. 23:23; I Cor. 9:9-14.
22. Conducta Cristiana
Somos llamados para ser un pueblo piadoso, que piensa, siente y actúa de
acuerdo con los principios del Cielo. Para que el Espíritu recree en
nosotros el carácter de nuestro Señor, solo nos involucramos con aquellas
cosas que producirán en nuestra vida, pureza, salud y alegría semejantes
a las de Cristo.
› Razones bíblicas: I Juan 2:6; Efes. 5:1-13; Rom. 12:1 y 2; I Cor. 6:19 y 20;
10:31; I Tim. 2:9 y 10; Lev. 11:1-47; II Cor. 7:1; I Pedro 3:1-4; II Cor. 10:5;
Filip. 4:8.
23. Matrimonio y Familia
El casamiento fue divinamente establecido en el Edén y confirmado por
Jesús como unión vitalicia entre un hombre y una mujer, en amoroso
compañerismo. Para el cristiano, el compromiso matrimonial es con Dios, y
con el cónyuge, y solamente debe ser asumido entre parejas que
comparten la misma fe. Referente al divorcio, Jesús enseñó que la persona
que se divorcia del cónyuge, a no ser por causa de fornicación, y se casa
con otro, comete adulterio. Dios bendice a la familia y quiere que sus
miembros se ayuden uno al otro a alcanzar completa madurez. Los padres
deben educar sus hijos a amar al Señor y a obedecerle.
› Razones bíblicas: Gén. 2:18-25; Deut. 6:5-9; Juan 2:1-11; Efes. 5:21-33;
Mat. 5:31 y 32; 19:3-9; Prov. 22:6; Efes. 6:1-4; Mal. 4:5 y 6; Mar. 10:11 y
12; Lucas 16:18; I Cor. 7:10 y 11.
24. El Ministerio de Cristo en el Santuario Celestial
Hay un santuario en el Cielo. En él, Cristo intercede en nuestro favor,
haciendo accesibles a los creyentes los beneficios de Su sacrificio
expiatorio ofrecido una vez por todas, en la cruz. Él es nuestro gran Sumo
Sacerdote y comenzó Su ministerio intercesor en ocasión de Su ascensión.
En 1844, a final del período profético de los 2.300 días, inició la segunda y
última etapa de Su ministerio expiatorio. El juicio investigador revela a los
seres celestiales quien entre los muertos será digno de formar parte en la
primera resurrección. También se hace manifiesto quien, entre los vivos,
está preparado para la traslación a Su reino eterno. La terminación del
ministerio de Cristo señalará el fin del tiempo de gracia para los seres
humanos, antes del Segundo advenimiento.
› Razones bíblicas: Heb. 1:3; 8:1-5; 9:11-28; Dan. 7:9-27; 8:13 y 14; 9:24-
27; Núm. 14:34; Ezeq. 4:6; Mal. 3:1; Lev. 16; Apoc. 14:12; 20:12; 22:12.
25. La Segunda Venida de Cristo
La segunda venida de Cristo es la bendita esperanza de la Iglesia. La
venida del Salvador será literal, personal, visible y universal.
› Razones biblicas: Tito 2:13; Juan 14:1-3; Hechos 1:9-11; I Tes. 4:16 y 17; I
Cor. 15:51-54; II Tes. 2:8; Mat. 24; Mar. 13; Lucas 21; II Tim. 3:1-5; Joel
3:9-16; Heb. 9:28.
26. Muerte y Resurrección
El salario del pecado es la muerte. Pero Dios, el único que es inmortal,
concederá vida eterna a Sus redimidos. Hasta aquel día, la muerte es un
estado inconsciente para todas las personas.
› Razones biblicas: I Tim. 6:15 y 16; Rom. 6:23; I Cor. 15:51-54; Ecles. 9:5
y 6; Sal. 146:4; I Tes. 4:13-17; Rom. 8:35-39; Juan 5:28 y 29; Apoc. 20:1-
10; Juan 5:24.
27. El Milenio y el Fin del Pecado
El milenio es el reinado de mil años de Cristo con Sus santos, en el Cielo,
entre la primera y la segunda resurrección. Durante este tiempo serán
juzgados los impíos muertos. Al fin de ese período, Cristo con Sus Santos y
la Ciudad Santa descenderán del Cielo a la Tierra. Los impíos muertos
serán entonces resucitados y, con Satanás y sus ángeles, cercarán la
ciudad; pero el fuego de Dios los consumirá y purificará la Tierra. El
Universo quedará eternamente libre del pecado y de los pecadores.
› Razones biblicas: Apoc. 20; Zac. 14:1-4; Mal. 4:1; Jer. 4:23-26; I Cor. 6; II
Pedro 2:4; Ezeq. 28:18; II Tes. 1:7-9; Apoc. 19:17, 18 y 21.

28. La Nueva Tierra


En la Nueva Tierra, en que habita la justicia, Dios proveerá un hogar
eterno para los redimidos y un ambiente perfecto para vida, amor, alegría
y aprendizaje eternos, en Su presencia.
› Razones bíblicas: II Pedro 3:13; Gén. 17:1-8; Isa. 35; 65:17-25; Mat. 5:5;
Apoc. 21:1-7; 22:1-5; 11:15

LA IGLESIA LOCAL
La Iglesia Local, es el primer y más importante nivel en lo que se
refiere a la dirección y administración de nuestra organización.

Está compuesta por todos los miembros bautizados y es dirigida


por una Junta Directiva la cual ha sido nombrada por la iglesia reunida
en pleno, durante el período de las elecciones eclesiásticas al final de
cada año.

El Pastor

El pastor de la iglesia es designado por la organización


administrativa inmediatamente superior, que en este caso es la
Asociación Occidental Panameña. Su período de servicio en cada distrito
pastoral puede ser de hasta 5 años en promedio.

El pastor es el responsable de velar por el cuidado, alimentación y


discipulado tanto de los miembros de las diferentes iglesias y grupos
asignados bajo su responsabilidad. Así como de la obra de evangelismo
en el territorio de dichas iglesias.

La Junta de Iglesia

La junta de iglesia está compuesta por los dirigentes principales de


la iglesia. Tiene diversas responsabilidades importantes, pero su función
principal consiste en proporcionar alimento espiritual a la iglesia y dirigir
la obra de planear y fomentar el evangelismo en todas sus fases.

Entre las responsabilidades de la junta de la iglesia se cuentan las


siguientes:

1. La alimentación espiritual.
2. El evangelismo en todas sus fases
3. La conservación de la pureza doctrinal.
4. La defensa de las normas cristianas.
5. La recomendación de cambios en la feligresía de la iglesia.
6. Las finanzas de la iglesia.
7. La protección y el cuidado de la propiedad de la iglesia.
8. La coordinación de los departamentos de la iglesia.
Los miembros de la junta son designados cada año por la comisión
de nombramientos en ocasión de las elecciones regulares de los
dirigentes de la iglesia.

DIRIGENTES DE LA IGLESIA
Nuestro Dios es un Dios de orden. Su iglesia también debe revelar
esta característica en su accionar. Con esa finalidad cada año se realizan
las elecciones eclesiásticas a fin de nombrar a los miembros que serán
los encargados de dirigir la iglesia durante el siguiente año. A tales
hermanos se les llama dirigentes de iglesia. A continuación
mencionaremos algunos de ellos:

ANCIANOS.- Después del pastor, los ancianos son los dirigentes de


mayor responsabilidad dentro de la iglesia. El anciano es el dirigente
religioso de la iglesia en ausencia del pastor y por precepto y ejemplo
debe procurar continuamente conducir a la iglesia hacia una experiencia
cristiana más profunda y plena. Entre sus deberes están los de predicar,
enseñar, aconsejar y velar por el funcionamiento de todos los
departamentos y actividades de la iglesia.

SECRETARIO.- El secretario/a de la iglesia desempeña uno de los


cargos importantes en la iglesia, y de su debido ejercicio depende en
gran parte el funcionamiento eficiente de la misma.
Entre sus principales funciones están la de llevar un registro en actas de
las reuniones de la junta directiva y reuniones administrativas que se
realizan. También velar por el traslado de los miembros a otra iglesia,
registrar los nuevos miembros que ingresan a través del bautismo,
profesión de fe o traslado de feligresía.

TESORERO.- El tesorero es el custodio de los fondos sagrados que los


miembros entregan a través de los diezmos y ofrendas.
Estos fondos son: (1) fondos de la Asociación, (2) fondos de la iglesia
local, y
(3) fondos pertenecientes a los Departamentos de la iglesia local.
El tesorero debe depositar todos los fondos en un banco en una
institución financiera en una cuenta abierta a nombre de la iglesia, a
menos que la Asociación autorice otro sistema.
Debe velar para que se utilicen conforme a lo presupuestado en la Junta
de Iglesia y también enviar puntualmente los fondos destinados a la
Asociación (los diezmos y el 40% de las ofrendas)
El tesorero puede incentivar grandemente la fidelidad en la devolución
del diezmo y profundizar el espíritu de liberalidad por parte de los
miembros de la iglesia.

DIACONOS.- La Biblia respalda definidamente el cargo de diácono en la


iglesia del Nuevo Testamento (1 Tim. 3:13). Basándose en esta
autoridad la iglesia elige a algunos de sus miembros para que sirvan en
forma eminentemente práctica, ocupándose de diversos aspectos de los
servicios de la iglesia y de la prosperidad de la iglesia.
Los diáconos deben cuidar los bienes de la iglesia. Sus deberes
consisten en ver que el edificio se mantenga limpio y bien reparado, y
que el terreno en el cual está ubicada la iglesia se conserve aseada y
atrayente. Esto incluye también la responsabilidad de velar por que se
haga la limpieza. Los diáconos generalmente tienen la responsabilidad
de dar la bienvenida miembros y visitantes y de ayudarles a conseguir
asiento, cuando esto sea necesario.

Otro importante deber de los diáconos es la visitación de los miembros


en sus hogares.

DIACONISAS.- Las diaconisas han de hacer su parte en el cuidado de


los enfermos, los menesterosos y los necesitados, cooperando con los
diáconos en esta obra. Las diaconisas preparan el pan para la Santa
Cena. También arreglan prolijamente la mesa para esta ocasión,
también en la celebración del rito de humildad prestando la asistencia
necesaria especialmente a las mujeres visitantes o que se han unido a la
iglesia recientemente.

CULTOS Y REUNIONES

Cada iglesia debe ordenar sus reuniones según parezca necesario.


Las más esenciales para el culto, el estudio y la actividad de la iglesia
son: el culto del sábado, el servicio de Santa Cena, la reunión de oración,
la escuela sabática, la reunión de jóvenes y la reunión misionera. Las
sesiones administrativas para atender debidamente los asuntos de la
iglesia son también esenciales.

El Servicio de Comunión (Santa Cena)

En la Iglesia Adventista del Séptimo Día se acostumbra celebrar el


servicio de comunión una vez por trimestre. Esta ceremonia incluye el
rito del lavamiento de los pies y la Cena del Señor. Debiera constituir
una ocasión muy sagrada y gozosa, tanto para la congregación como
para el ministro o anciano.

La reunión de oración

Las reuniones de oración (cultos los días miércoles) deben ser los
cultos más interesantes que se tengan. Están destinados para ser un
período de refrigerio espiritual al estudiar una breve porción de la Biblia
y, sobre todo, dedicar un tiempo especial para compartir testimonios de
bendiciones y oraciones contestadas, así como orar los unos por los
otros.

La Escuela Sabática

La escuela sabática ha sido adecuadamente llamada “la iglesia


dedicada al estudio”. Es uno de los cultos más importantes que se
realizan en relación con la obra de nuestra iglesia. Sábado tras sábado
la mayor parte de nuestra feligresía y miles de simpatizantes se reúnen
en la escuela sabática para estudiar sistemáticamente la Palabra de
Dios. Debieran asistir a la escuela sabática todos los miembros de la
iglesia, jóvenes o ancianos, niños, pastores y dirigentes de la iglesia. El
tiempo que se acostumbra dedicar a la escuela sabática es una hora y
veinte minutos.

La Sociedad de Jóvenes Adventistas.

La Sociedad de Jóvenes Adventistas es la organización que agrupa


a los jóvenes de la iglesia local, con el fin de que lleven a cabo reuniones
y diversas actividades. Dirigidos por un líder juvenil designado por la
junta de nombramientos, los jóvenes deben trabajar juntos en el
desarrollo espiritual, mental y físico individual de todos los miembros de
la sociedad, interacción social cristiana y un activo programa designado
a compartir la fe, que sirva de apoyo a los planes generales diseñados
para la ganancia de almas establecidos por la iglesia local.

Por lo general, las reuniones de esta sociedad se realizan los


sábados por la tarde.

Los Grupos Pequeños

La vida del cuerpo está en sus células. De igual manera, la base de


nuestra iglesia se encuentra en los grupos que la conforman. Los Grupos
Pequeños son la organización base de nuestra iglesia compuesta por 3
hasta 12 miembros que se reúnen semanalmente en las casas de los
integrantes para confraternizar, orar, estudiar la Biblia y compartir la fe.

Es en el grupo pequeño donde el miembro recién bautizado es


integrado a la iglesia. Pues la dinámica de la reunión “familiar” le
permite cultivar amistades cristianas, conocer más cabalmente las
Escrituras, desarrollar sus talentos y habilidades para convertirse en un
verdadero discípulo.
Todo miembro recién bautizado debe necesariamente pertenecer
a un Grupo Pequeño, de lo contrario corre el peligro de volverse un mero
espectador y aún desanimarse en su vida cristiana.

PRIVILEGIOS Y RESPONSABILIDADES DE LOS NUEVOS MIEMBROS

Pertenecer a la iglesia de Dios es un privilegio único que entraña


para el alma grandes satisfacciones. Dios tiene el propósito de reunir a
un pueblo desde los lejanos confines de la tierra, a fin de constituirlo en
un solo cuerpo, el cuerpo de Cristo, la iglesia de la cual él es la cabeza
viviente. Todos los que son hijos de Dios en Cristo Jesús, son miembros
de su cuerpo, y dentro de esta relación pueden disfrutar del
compañerismo mutuo y de la comunión con su Señor y Maestro.

Junto con el maravilloso privilegio de pertenecer a la iglesia de


Jesucristo aquí en esta tierra, están también las responsabilidades que
consigo traen.

Al estar nuestro nombre escrito en los libros de la iglesia, también


lo están en los libros del cielo (Luc 10:20; Mat 18:18), por lo tanto nos
convertimos en representantes del reino de los cielos aquí en la tierra (2
Cor. 3:2). Nuestro estilo de vida y nuestro testimonio deben demostrar
que pertenecemos a Jesús, que hemos pasado del reino de las tinieblas
al reino de la luz.

Se espera que, por la gracia de Dios, y por el poder transformador


del Espíritu Santo, el nuevo creyente incorpore en su vida los nuevos
hábitos de un cristiano adventista. La fiel observancia del sábado y la
asistencia a la iglesia ese día debe ser el resultado natural de una vida
de comunión con Jesús.

Sus hábitos de alimentación y su estilo de vestir deben armonizar


con los principios bíblicos que ahora conoce y practica (Lev.11; 1Tim.
2:9). Así también se espera que el nuevo creyente esté dispuesto a
dedicar parte del tiempo que el Señor le concede (“seis días trabajarás y
harás toda tu obra”-Exo 20:10) para el servicio misionero dentro y fuera
de la iglesia.

NORMAS DE VIDA CRISTIANA


El estudio de la Biblia y la oración
La vida espiritual se sostiene por medio del alimento espiritual.
Debemos mantener y/o adquirir el hábito del estudio devocional de la
Biblia y la oración si queremos crecer en la vida cristiana. Dios tiene una
programación diaria para nuestra vida en su Palabra y solo la podemos
conocer buscando su Palabra en la primera hora de cada mañana. (Mat.
6:33; Sal 5:3)

La iglesia prepara materiales de estudio devocional de las


Escrituras para sus miembros. La devoción matutina es un libro de
lecturas devocionales para cada día del año. La guía de estudio de la
Escuela Sabática es un programa de instrucción sistemática que cada
miembro de iglesia estudia durante cada día de la semana, ambos
materiales los puede solicitar al secretario de Ministerio Personal de su
iglesia.

Relación con la comunidad

Aunque nuestra ciudadanía está en los cielos; desde donde


también esperamos al Salvador (Fil 3:20), estamos todavía en el mundo
y somos parte integrante de la sociedad humana, y debemos compartir
con nuestros semejantes ciertas responsabilidades en los problemas
comunes de la vida.
Aun cuando debemos abstenernos de toda lucha política y social,
debemos mantener siempre, tranquila y firmemente, una actitud
intransigente en favor de la justicia y la rectitud en los asuntos cívicos,
junto con una estricta fidelidad a nuestras convicciones religiosas.
Tenemos la sagrada responsabilidad de ser ciudadanos leales de los
gobiernos a los que pertenecemos, dando “a César lo que es de César, y
a Dios, lo que es de Dios” (Mat. 22:21).

La observancia del sábado


La debida observancia del sábado es una evidencia de nuestra
fidelidad a nuestro Creador y de nuestra comunión con nuestro
Redentor.
En un sentido especial, la observancia del sábado es una prueba
de obediencia. El sábado ocupa un lugar muy especial en la vida de los
adventistas del séptimo día. El séptimo día de la semana, desde la
puesta del sol del viernes hasta la puesta del sol del sábado (Lev.
23:32), es un regalo de Dios, una permanente señal de su gracia.

Es un día de deleite para la adoración de Dios y el compañerismo


con los demás (Isa. 58:13). El creyente le da la bienvenida al sábado con
gozo y gratitud. “Pero el amor de Dios ha puesto un límite a las
exigencias del trabajo. En su día reserva a la familia la oportunidad de
tener comunión con él, con la naturaleza y con sus prójimos” (La
educación, p. 251).

Las horas del sábado pertenecen a Dios, y se deben usar


solamente para él. Nuestro propio placer, nuestras propias palabras,
nuestros propios negocios, nuestros propios pensamientos, no deben
encontrar lugar en la observancia del día del Señor (Isa. 58:13).
Reunámonos a la puesta del sol el viernes, en el seno de la familia, y
demos la bienvenida al santo sábado con oración y cánticos, y
terminemos el día con oración y expresiones de gratitud.

La salud y la temperancia
Pertenecemos a Dios en cuerpo, alma y espíritu. Es, por lo tanto,
nuestro deber religioso observar las leyes de la salud, tanto para nuestro
propio bienestar y felicidad, como para poder servir más eficientemente
a Dios y a nuestros semejantes. El apetito debe ser dominado. La salud
se promueve por la observancia inteligente de los principios de higiene
que tienen que ver con el aire puro, la ventilación, la vestimenta
adecuada, la limpieza, el ejercicio y la recreación apropiados, el sueño y
el descanso adecuados, y la alimentación sana y equilibrada. Dios
proveyó al hombre abundante variedad de alimentos, suficiente para
satisfacer todas las necesidades dietéticas. Las frutas, los granos, las
nueces y los vegetales preparados en forma sencilla, “complementados
con leche o crema, constituyen el régimen más saludable” (Consejos
sobre la salud, p. 113).
Cuando se practican los principios de la vida sana, no se sentirá la
necesidad de estimulantes. El uso de sustancias intoxicantes y de
narcóticos de cualquier clase está prohibido por la ley de la naturaleza.
La abstinencia del uso de bebidas alcohólicas y de tabaco fue, desde los
primeros días de este movimiento, una condición para ser miembro de la
Iglesia Adventista del Séptimo Día.

La Vestimenta
La verdadera religión, que entra en cada aspecto de la vida, tiene
que tener una influencia modeladora en todas nuestras actividades.
Nuestros hábitos de vida deben basarse en principios y no en el ejemplo
del mundo que nos rodea. Las costumbres y las modas pueden cambiar
con los años, pero los principios relativos a la debida conducta son
siempre los mismos. La vestimenta es un factor importante en el
carácter cristiano.
Los cristianos deben evitar la ostentación llamativa y “los adornos
profusos”. La vestimenta debe ser, hasta donde sea posible, “de buena
calidad, de colores apropiados y adecuados para el uso. Deberíamos
escogerla por su durabilidad más bien que para la ostentación”. Nuestra
indumentaria debe caracterizarse por la “modestia”, la “belleza”, la
“gracia” y “las cualidades propias de la sencillez natural” (Mensajes
para los jóvenes, p. 350).
“El vestir sencillamente y abstenerse de ostentar joyas y adornos
de toda clase está de acuerdo con nuestra fe” (Joyas de los testimonios,
t. 1, p. 350). En las Escrituras se enseña con claridad que el uso de joyas
es contrario a la voluntad de Dios. “...no con peinado ostentoso, ni oro,
ni perlas, ni vestidos costosos” es la admonición del apóstol Pablo (1
Tim. 2:9). El llevar joyas y ornamentos es un esfuerzo por atraer la
atención que no está de acuerdo con el olvido de sí mismo que debe
manifestar el cristiano.
Los padres cristianos deben hace valer el peso de su ejemplo,
instrucción y autoridad para inducir a sus hijos e hijas a vestirse con
modestia, y conquistar así el respeto y la confianza de quienes los
conocen. Que nuestros hermanos se consideren bien vestidos sólo
cuando hayan cumplido con las normas de la modestia en el uso de una
vestimenta de buen gusto y conservadora.

La música
La música es una de las artes más sublimes. La buena música no
sólo proporciona placer, sino que también eleva la mente y cultiva las
más finas cualidades. Dios usó a menudo los cantos espirituales para
conmover el corazón de los pecadores y llevarlos al arrepentimiento. La
música degradada, por el contrario, destruye el ritmo del alma y
quebranta la moralidad.
Debe ejercerse gran cuidado en la elección de la música. Cualquier
melodía que participe de la naturaleza del jazz, el rock u otras formas
híbridas semejantes, o cualquier expresión del lenguaje que se refiera a
sentimientos tontos y triviales, serán rehuidas. Usemos sólo buena
música en el hogar, en las reuniones sociales, en la escuela y en la
iglesia.

RELACIÓN PASTOR FELIGRÉS


En la Iglesia Adventista, la gran mayoría de pastores tienen varias
iglesias a su cargo. Al conjunto de iglesias y grupos que atiende se le
denomina Distrito Pastoral. Es por eso que probablemente el pastor solo
pueda predicar una vez al mes en tu iglesia. Sin embargo, él siempre
estará interesado en su bienestar espiritual.

Por eso, llame a su Pastor cuando...

1. CUANDO ATRAVIESA POR UN GRAVE PROBLEMA. La mayoría de


ministros han sido entrenados para ayudar a la gente con su familia,
personal y otros problemas. Los consejos de un líder espiritual, junto
con sus oraciones por la guía divina, le permitirá hacer frente a sus
problemas con confianza.

2. CUANDO ALGUIEN SE INTERESA EN LA IGLESIA. Cuando


encuentre jóvenes y adultos que están en su comunidad, y otros que no
se han unido a una iglesia local.

3. CUANDO TENGA ALGUNA ENFERMEDAD. Su pastor es tan cerca


como su teléfono. Su presencia, consejo y la oración será útil. Su pastor
le agradecerá su llamada telefónica cuando usted, un ser querido o un
amigo está enfermo. Llámele antes de ir al hospital si es posible.

4. CUANDO ALGUIEN MUERE. Su pastor debe ser notificado cuando


hay una muerte en la familia. Él puede dar consuelo y consejo en este
momento difícil.

5. CUANDO USTED DEBE HACER UNA DECISIÓN IMPORTANTE. Si


usted es una persona joven y se enfrentan a una decisión de ir a la
universidad, la elección de un curso de estudio, o la elección de un
trabajo, haga una cita para ver a su pastor. El punto de vista de su líder
espiritual debiera ser considerado.

6. CUANDO HAY UNA BODA. Su pastor debe ser consultado antes de


establecer la fecha de la boda. Es recomendable y hasta necesario que
su pastor tenga sesiones de aconsejamiento pre matrimonial antes de
oficiar la ceremonia.

7. CUANDO ALGUIEN DESEA SER CRISTIANO. Feliz de hecho es el


pastor que se le pide que hable con alguien que desea hacerse cristiano.
Dile a tu pastor sobre los amigos que están interesados en saber más
acerca de la fe cristiana.

DATOS DE INTERÉS

Asociación Occidental Panameña


Coquito, Vía Interamericana, David-Chiriquí
Teléfonos: 722-2471, 722-2171. Web:
www.asociacionoocidentalpanama.org

Unión Centroamericana del Sur:


Urbanización Montenegro, Etapa 3. Alajuela-Costa Rica
Teléfono: (506) 2442-2042
Web: www.uacas.org
División Interamericana
8100 S.W. 117th Avenue. Miami, Florida 33183-4827
Teléfono: 1 (305) 403-4700
Web: www.interamerica.org

Librería Adventista Alfa y Omega:


Calle C Sur (vía rápida) al lado de Toledano, David
Teléfono: 775-4720

Radio Adventista: Visión Global Radio


Av. Libertad, Doleguita
Teléfono: 7740577
Web: www.visionglobalradio.com

Pastor de su iglesia

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