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No obstante, para que éste subsista, no puede permanecer estático. Todo lo contrario,
debe afirmarse, conservarse a sí mismo y vivir en perpetuo dinamismo, ante otros
centros de producción jurídica, política, económica y moral, cuyas normas son siempre
posibles y están virtualmente presentes en toda su existencia.
Desde otro punto de vista, el Estado de Justicia se utiliza para referirlo al conjunto de
instituciones que permiten hacer justicia. Es decir, de dirimir las pugnas que oponen,
por ejemplo, a simples particulares entre sí, o a éstos con el Estado.
Aun más, dentro del inmenso piélago de relaciones que se anudan y se expresan
normalmente en determinado país, el proceso tiene carácter excepcional. Por ello es
importante referirse al principio según el cual toda situación jurídica debe plantear la
problemática de su regulación por un juez. Se trata de cierto control potencial, eventual,
que constituye garantía del Estado de Derecho con respecto a las libertades públicas y a
los derechos de los particulares.
Tal actividad contralora, ejercida por el juzgador, se ejerce de diversas maneras. Por
ejemplo, el control del juez no es igual cuando se ejerce para verificar la regularidad de
la elección de un miembro del Parlamento, que el de un delegado del personal, o la
validez o nulidad de un matrimonio, de un contrato, o, en fin, el enjuiciamiento de un
delincuente.
Pero, cualquiera que sea el modo con que opera el Estado de Derecho, es necesario en
todos los casos, someterse a un procedimiento previamente establecido, el cual debe ser
manejado ante determinado organismo especializado dentro del tejido jurídico. Así se
diseña un proceso judicial, un litigio, cuyo coronamiento es la sentencia.
Existen, desde luego, diversas vías para establecer este control de determinada situación
jurídica por el juzgador. Pero su descripción y su análisis corresponden a disciplinas
autónomas del derecho, referidas a: procesos constitucionales, civiles, mercantiles,
penales, administrativos, etc., en sus diversas fases y modalidades.
Las relaciones normales entre Estado de Derecho y Estado de Justicia, constituyen el eje
fundamental en derredor del cual gira la existencia del orden jurídico-constitucional del
país.
Como punto de partida hay que recordar que las normas jurídicas no son las únicas, la
mayoría de las conductas están reguladas positivamente, es decir, en torno a unas pautas
impuestas y por tanto junto a las normas jurídicas encontramos: normas éticas-morales,
sociales. Este tema nos muestra cómo distinguir las normas jurídicas de las demás. Es
necesario diferenciar las normas de conductas de las leyes naturales. Esta diferenciación
ha recibido una respuesta fluctuante, está claro que en ambos casos se habla de leyes. Se
tratan de normas que pertenecen a dos esferas distintas: la esfera del ser y la esfera del
deber ser.
En la esfera del ser, el mundo de la naturaleza, del cosmos, los fenómenos no pueden
ser de otro modo y se aplica el principio de causalidad: causa-efecto. Por el contrario, el
mundo del comportamiento humano está dentro de la segunda esfera, y se dice que los
“fenómenos” del ser humano se aplican según el principio de finalidad y atendiendo a la
idea de libertad. Las normas de conducta humana son medios para conseguir fines. Otra
nota de las normas de la conducta humana es que las leyes de naturaleza son indicativas
o descriptivas, describen como son los fenómenos. Y las leyes de la conducta humana
son prescriptivas, es decir, mandan y ordenan unos determinados para lograr unos fines.
Hay algún autor importante como Kelsen que introduce unas teorías novedosas cuando
señala que en las normas de conducta rige más bien el principio de imputación que el de
finalidad.
La Sociología del Derecho estudia al derecho en su totalidad y en sus interacciones con
diferentes factores sociales (política, cultura, economía, etc.). Es un proceso científico
interdisciplinario, donde tienen cabida los aspectos económicos, políticos y valorativos.
La Sociología del Derecho no es tanto una especialidad, es más bien una perspectiva,
aplicada a las relaciones entre el derecho y la sociedad. No reemplaza a la ciencia
jurídica, trata de aportar nuevos elementos de análisis al derecho, busca incluir las
dimensiones sociales, históricas, culturales que interaccionan con la dimensión jurídica
y permiten entender de mejor manera los fenómenos jurídicos.
La facticidad del derecho: los problemas de eficacia, los comportamientos que influyen
en el derecho, las instituciones y organizaciones sociales, todos los hechos que influyen
en la génesis del derecho y en sus efectos prácticos
Pluralismo: tanto social, cultural y jurídico: Existen diversos sistemas jurídicos, no solo
el estatal, Pluralismo de fuentes de derecho, Pluralismo de medios de resolución de
conflictos
En las escuelas críticas del derecho y en las ciencias sociales los mitos del colonialismo
y de la modernidad están siendo cuestionados, pero no necesariamente dentro del
derecho.
Lo que queda claro es que ya no puede hablarse del derecho como un sistema
únicamente estatal, que resuelve todos los problemas y que es neutral a la realidad a la
que se aplica.
Entre derecho y sociedad se dan una serie de interacciones mutuas que son las que
estudia la sociología del derecho.
A). El derecho al normar, al regular las relaciones sociales las delimita, las precisa, las
fija y las convierte en relaciones jurídicas.
c). El aprendizaje social de la conducta que adquieren los miembros de los grupos
marginales.
El derecho como sistema de control social tiene frente a los otros, características
especiales dado que actúa sobre las relaciones de poder usando la fuerza en última
instancia. Su condición de sistema de control social determina sus funciones.
El conflicto existe cuando concurren en una relación social intereses contrapuestos y los
sujetos intervinientes no pueden arribar directamente a un acuerdo que le dé solución.
Los conflictos pueden ser jurídicos y no jurídicos. Una relación desemboca en conflicto
cuando no ha tenido eficacia en los sujetos intervinientes la función orientadora del
derecho.
c). La renuncia de una o de ambas que pone fin al conflicto, sin resolver el asunto a
fondo.
La legitimación del poder consiste en la actuación del derecho sobre el gobernante para
que éste no incurra en abuso, en arbitrariedad y las normas de comportamiento que
imponga con sus decisiones, coincidan con el consenso social y merezcan la aceptación
y adhesión de los miembros de la colectividad.
LOS FINES DEL DERECHO
Orden: consiste en que los individuos y las instituciones ocupen el lugar y desempeñen
las funciones que les corresponden, de acuerdo con los preceptos que rijan la
organización y la convivencia social.
Paz: el valor como la situación de una sociedad en que las relaciones entre sus
miembros discurren habitualmente sin violencia, y en que cada individuo está protegido
contra la agresión de los demás.
d). La prescripción.
e). La indemnización como reparación del daño.
Hay que diferenciar distintos modos de regular la conducta humana. Dentro de ellos:
Esta distinción está en conexión con la distinción de Kant entre los imperativos
hipotéticos y categóricos.
1º. El derecho globalmente no es más que un instrumento para conseguir los fines
políticos más variables y estos fines cambian históricamente.
1º. Es falsa la idea de que el derecho es solo un instrumento del estado para lograr los
fines más variados, el derecho tiene un sentido superior, nace para garantizar la paz, la
convivencia social, para evitar el continuo enfrentamiento de los seres humanos. Tiene
una vocación de Justicia.
3º. El iusnaturalismo reconoce que existen normas de organización, normas que carecen
de todo contenido ético pero esto no permite atribuir el carácter técnico a todo el
ordenamiento jurídico, porque el sistema es unitario y hay un gran número de normas
que tienen un contenido ético.
Aquí también entra lo que son los derechos humanos, libertades, facultades,
instituciones o reivindicaciones relativas a bienes primarios o básicos que incluyen a
toda persona, por el simple hecho de su condición humana, para la garantía de una vida
digna. Son independientes de factores particulares como el estatus, sexo, orientación
sexual, etnia o nacionalidad; y son independientes o no dependen exclusivamente del
ordenamiento jurídico vigente. Desde un punto de vista más relacional, los derechos
humanos se han definido como las condiciones que permiten crear una relación
integrada entre la persona y la sociedad, que permita a los individuos ser personas,
identificándose consigo mismos y con los otros.
Siendo el derecho una ciencia creada por y para el hombre con el fin de vivir
pacíficamente en sociedad regulando su relación con los miembros de la sociedad. Este
derecho, que es una expresión de la cultura de la sociedad, debe adecuarse a la
naturaleza del hombre.
El ser humano le otorga sentido al derecho, en cuanto a su dimensión social. Pero para
regular la vida en sociedad y las relaciones entre sujetos es indispensable conocer y
comprender la naturaleza del hombre para que se pueda determinar el tipo de regulación
que brindará el derecho para su vida en coexistencia.
EN EL CONTEXTO VENEZOLANO
Las funciones esenciales del Estado Social coinciden el Estado de Derecho, los pactos,
tratados y convenios suscritos por Venezuela. Su finalidad radica en crear, conservar y
comprometerse a materializar esos derechos para satisfacer las demandas y necesidades
de sus habitantes para lograr el bienestar general. Por ello, la justicia, la educación, la
salud, la seguridad social, el propender a un desarrollo integral de la sociedad y del
individuo, el establecimiento y la protección de los derechos humanos, siendo funciones
indelegables del Estado. Aquellas que pueden acometer con mayor eficacia y eficiencia
en la medida en que podríamos decir que son inherentes a la persona humana, es decir
funciones que cuadran al estado en virtud de los fines y medios que estén a su alcance,
así como la mejor preparación de sus actores gubernamentales para ejecutar las tareas
que la Constitución y las leyes de la República le emanan. Por lo tanto, el Estado
venezolano en tiempos de la modernidad, estimula a sus conciudadanos a fomentar el
espíritu de solidaridad, responsabilidad y ponderación en sus acciones ante otros
organismos que no se inscriben en la función social. En este sentido, el cumplimiento
de su función debe avocarse a orientar y apuntalar a la sociedad hacia la protección de
los derechos humanos. No basta establecer bases teóricas y leyes para el entendimiento
de estos derechos, sino que debe ir más allá, hasta llegar a la función de educar,
proteger, asistir y colaborar con aquellos ciudadanos y ciudadanas a quienes les han
sido conculcados sus derechos humanos.
En este orden de ideas el artículo 19, se refiere a que el Estado garantizará a toda
persona, conforme al principio de progresividad sin discriminación alguna, del mismo
modo, le da el privilegio de que toda persona debe gozar y ejercer de forma
irrenunciable, indivisible e interdependiente de los derechos humanos. También alude al
respeto y a las garantías que son obligatorio cumplimiento para los órganos del Poder
Público venezolano, conforme a la Constitución, a los tratados sobre derechos humanos
suscritos y ratificados por la República y de igual manera leyes que salgan del seno de
éstos y puedan ser desarrolladas.
Estas disposiciones serán cristalizadas en la medida en que cada país haya convenido
asumir como obligación en su carta política y sea capaz de adoptar las diferentes
medidas conforme a su derecho interno.
El Art. 27º de la Constitución señala que el proceso de amparo protege "los derechos y
garantías constitucionales, aun de aquellos inherentes a la persona que no figuren
expresamente en (la) Constitución o en los instrumentos internacionales sobre derechos
humanos"
Artículo 31º.- Toda persona tiene derecho, en los términos establecidos por los tratados,
pactos y convenciones sobre derechos humanos ratificados por la República, a dirigir
peticiones o quejas ante los órganos internacionales creados para tales fines, con el
objeto de solicitar el amparo a sus derechos humanos.
La construcción del Estado social de derecho y de justicia, que sea garante de la plena
participación del pueblo venezolano en los espacios de decisión de lo público,
constituye el fin último de esta delegación legislativa, que además contempla el fomento
del elemento ético como valor de máxima consideración al normar el manejo de la cosa
pública.
Los Capítulos I, II y II del Título VII del Estatuto constitucional venezolano, referidos
al Poder Judicial provocan un reconocimiento a la justicia como determinante de un
poder, con la misma configuración del resto de los demás órganos del Estado.
2) El Poder Judicial es, políticamente, el más débil de los poderes, porque la penetración
partidista puede desnaturalizarlo, desfigurarlo y hasta bastardearlo si no se arbitran las
fórmulas llamadas a solucionar tal situación.
3) Desde el punto de vista técnico es el más importante, porque los jueces se supone que
son y deben ser los llamados a interpretar el Derecho.
Actualmente vivimos una época de profundos cambios que han puesto en crisis campos
de la vida humana como los valores morales y el conocimiento en todas sus áreas. Estos
cambios tienen un doble carácter: estructural, porque trascienden determinadas
coyunturas en global, porque afectan favorable o desfavorablemente áreas de la vida
humana, economía, política, derecho, cultura, valores morales y religión.
Mas en nuestro entorno local, tenemos muchos puntos a tratar respecto a lo que en lo
actual se ve y se vive, tenemos a juntas comunales que no trabajan como deberían ya
que solo se beneficia un grupito de personas sin tener transparencia, ni rinden cuentas y
todo lo contrario a lo que dice el artículo 3 de la ley de juntas comunales.
Dicho esto mencionamos esos artículos ya que basado en eso gozamos de misiones de
para educación, salud gozamos también de oportunidades de trabajo y a la protección de
el mismo entre otros muchos otros beneficios.
Pudiéramos decir que se ve de todo un poco si se quiere ver desde el punto de vista
socio jurídico.
Para ello el estado realiza normas o estatutos los cuales nosotros como personas y/o
ciudadanos tomamos como deberes y derechos por que de allí es donde parte la buena
conducta que sería el deber ser ya queda de nuestra parte acatar esas normas para asi
poder tener una convivencia justa y adecuada.
Para ello hay distintos organismos los cuales velan por que esos deberes como también
derechos se cumplan.