La evolución del karst3 hizo que se
L a historia que les voy a contar,
transcurre en plena Castilla La Vieja,
junto a los pueblos de Santovenia de
Oca, Zalduendo, Agés, Ibeas de Juarros y
Atapuerca; hoy en día pueblos brutalmente
golpeados por las consecuencias de la
emigración de las zonas rurales a Madrid,
Bilbao o Barcelona en las décadas de los 60 y
70; pero con un pasado próspero, muy
próspero,...
Hoy estos pueblos, están casi
abandonados, los pajares se hundieron hace
años y algunas casas están ahora ruinosas. Los
inviernos ahora son tristes, solo unas cuantas
familias apegadas a la Tierra, lo resisten.
Únicamente los veranos hacen revivir a los
pueblos con los hijos y los nietos venidos de la
capital. Desgraciadamente cada vez vienen
menos, antes cuando vivían los abuelos, venían
cada año, ahora nunca se sabe.
Lo que les quiero contar pasó cuando los
ríos Arlanzón, el Pico y el Vena discurrían más
altos que hoy, ya que hoy discurren encajados
en un bonito valle rodeado de sierras calizas,
robles y encinas.
Un grupo de hombres y mujeres vivían en
este valle. Se refugiaban en los abrigos que
ofrecían las cuevas de la sierra de Atapuerca, en
ellas trataban de entrar en calor porque el frío
fuera era grande. Desde sus refugios, acechaban
a los rinocerontes, bisontes, caballos, elefantes y
osos, que retozaban en la orilla del Arlanzón.
Del mismo río obtenían la cuarcita y el sílex1
con el que fabricaban sus hachas bifaces2. Estos
“hombres” pertenecían a la especie “Homo
Heidelbergensis”, considerados hasta hace muy
poco tiempo, el eslabón común entre nosotros,
los Homo Sapiens y los desaparecidos
Neardentales.
Los habitantes de la sierra de Atapuerca
eran muy fuertes, medían hasta 1,80 m. y
pesaban hasta 90 Kg. Se sabe que usaban pieles
para vestirse, que recolectaban frutos y bayas,
cazaban y carroñeaban. Incluso se sabe que no
tenían caries, que usaban palillos y que eran
diestros.
Este grupo de hombres presentaban una
cierta espiritualidad porque solían acumular a
sus muertos en una sima cercana a la entrada de
la cueva. Esta sima era también una trampa
natural para más seres vivos, acumulándose en
ella cientos de osos de las cavernas que
buscando un rincón donde asentar su yacija
hibernatoria, cayeron en el oscuro agujero,
quedando sepultados junto a sus ilustres
compañeros de sepultura.
1 6
Variedad de cuarzo que se talla formando bordes
muy cortantes.
2
Hacha tallada por las dos caras.
hundiera la entrada, y solo a través de una larga
travesía de casi 500 m. y una bajada por un pozo
vertical de 13 m. se puede alcanzar la
“sepultura”.
Pasaron 300.000 años y allá por 1.910 se
terminó el ferrocarril minero inglés que
transportaba hierro y carbón de la sierra
burgalesa de La Demanda a las boyantes
siderurgias vascas. A su paso por la sierra de
Atapuerca y fruto de la picaresca del ingeniero
Pablo Pradera con intereses en las canteras de la
zona el trazado del ferrocarril atravesó la sierra
de Atapuerca, en vez de bordearla, dejando al
descubierto rellenos de terra rossa4 que
atoraban las antiguas grutas hasta su techo.
Cuando Trinidad Torres, profesor de la
escuela de Ingenieros de Minas de Madrid, llegó
en 1.976, buscando en las cuevas de la trinchera
del ferrocarril, mandíbulas de Oso de las
Cavernas para su tesis doctoral, se encontró que
muchos visitantes habían estado antes en la
recóndita sima; haciendo pinturas rupestres,
buscando los bonitos huesos de oso o
simplemente dejando sus huellas y su basura.
Así se han encontrado pinturas de la edad de
bronce, otras del año 1.565, del 1.831 o
montones de carburo5, bolsas de plástico o
pilas,...
Así empezó todo, ya que Trinidad Torres y
Carlos Puch, descubrieron entre el amasijo de
barro revuelto, basura y huesos de oso, seis
dientes y dos trozos de mandíbula humana (AT-
1), lo que fue comunicado a su director de tesis,
Emiliano Aguirre, quien inició las excavaciones
de todo el conjunto.
Durante las excavaciones y a lo largo de
los años, se ha encontrado el yacimiento más
rico en fósiles humanos del mundo (incluyendo
el 85% de los restos postcraneales6 del
Pleistoceno Medio7 del mundo y el cráneo más
completo y mejor conservado del mundo.)
En los yacimientos de la trinchera del
ferrocarril (Gran Dolina y Galería), se han
encontrado huesos y útiles de sílex y que
atestiguan la existencia de un campamento
semitemporal.
En la Sima de los Huesos, la acumulación
y calidad de los restos óseos es extraordinaria,
habiéndose encontrado más de 3.000 fósiles
humanos (incluso los minúsculos huesos del
oído) de al menos 32 individuos, así como los
3
Relieve producido por la disolución de las calizas,
caracterizado por la formación de cavernas, simas,...
4
Arcilla procedente de la disolución de las calizas.
5
Carburo de Calcio, usado como combustible en
lámparas de iluminación.
Que no pertenecen al cráneo.
7
Período Geológico que comprende desde hace
150.000 hasta hace 800.000 años.
de más de 200 osos. En 1.992 se encontraron los Homo Ergaster africano (1,5 – 2 millones
cráneos 4,5 y 6, y en 1.993 la mandíbula del de años) y el Homo Sapiens; o sea nuestra
cráneo 5, resultando este, el cráneo fósil más especie.
completo y mejor conservado jamás descubierto - Nuestros “abuelos” eran caníbales y así lo
en todo el mundo, permitiendo hacernos una atestiguan numerosas marcas de
idea bastante precisa del aspecto de estos instrumentos de piedra en los restos óseos
hombres. Tal acumulación de restos de hombres fósiles.
de hace 300.000 años, de un mismo ámbito
geográfico, es un acontecimiento extraordinario, El 30 de Noviembre de 2.000, la
que permitirá hacer un estudio de dicha UNESCO declara a los Yacimientos de la
población sin tener que extrapolar conclusiones sierra de Atapuerca Patrimonio de la
de restos incompletos de distintas zonas Humanidad, ¡¡Bendito sea!!
geográficas o temporales.
Solamente por todo esto Atapuerca se Este yacimiento nos ha de proporcionar
merece un lugar muy destacado en la historia decenios de descubrimientos y respuestas a
del hombre, pero esto no es nada más que el la pregunta: ¿De donde venimos?
principio,... ¡Benditos los habitantes de la comarca
En 1.990 el profesor Emiliano Aguirre se de Atapuerca!, quizás estos pueblos tengan
jubila y pasa el testigo a un equipo de nuevo una existencia gloriosa.
multidisciplinar de jóvenes entusiastas: Juan
Luis Arsuaga, Jose Mº Bermudez de Castro y Es una pena que en la cercana
Eudald Carbonell. Hermosilla, no se descubra otro Atapuerca.
El yacimiento de la Gran Dolina, es un Esto es lo único que podría evitar que
corte de 18 m., producido por la trinchera del además del cementerio al lado de la iglesia
ferrocarril, en la cueva colmatada de derrubios y románica del siglo XII, donde están
arcillas. La excavación de toda la columna enterrados mis abuelos, surja otro
estratigráfica podrá durar decenios. En 1.990- cementerio: “Hermosilla de Bureba”; que
1.991 se descubrió en una pequeña cata en el en paz descanse.
nivel TD-4, industria lítica8 que supondría
presencia humana hace más de 700.000 años.
Esta circunstancia hizo replantearse la Jose Antonio Jiménez Angulo.
planificación de las excavaciones, Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos
comenzándose un sondeo de 6 m2 con el objeto
de poder alcanzar en corto tiempo (menos de 5
años) los niveles inferiores; había que abrir el
libro por las últimas páginas. El sondeo
comenzó en 1.993 y avanzaba rápido,
encontrando restos de fauna e industria lítica en
los niveles atravesados. El 6 de Julio de 1.994 se
alcanzó el nivel TD-6. El 8 de Julio se
descubrieron 3 dientes humanos de más de
700.000 años de antigüedad. En esa misma
campaña se encontraron 36 fósiles humanos y
en los dos años siguientes el número aumentó a
80, de distintas partes del esqueleto. En toda
Europa el número de fósiles de esta época se
reducía a 2.
Del estudio de estos fósiles con sus rasgos
“modernos” y a la vez “primitivos”, se derivan
dos conclusiones:
- Estos restos de antigüedad superior a
780.000 años, suponen la existencia de una
nueva especie, el Homo Antecessor, que
reemplaza al Homo Heidelbergensis (Sima
de los Huesos), como eslabón entre el
8
Instrumentos de piedra tallada por el hombre.

Lectura Recomendada:
La especie Elegida. Juan Luis Arsuaga.
Ediciones Temas de Hoy (Ed. de bolsillo)