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Llevas cinco o seis horas trabajando sin darte un respiro, o recogiendo la casa y
preparando la cena para los niños, o te encuentras cansada y dolorida después de la
jornada de trabajo. No esperes a que el estrés te altere los nervios o te haga caer
enferma. Cada vez que te sientas tensa para y haz alguno de los ejercicios de
emergencia que te proponemos:

c! "   ¿Has visto cómo se estiran los animales después de
dormir o estar mucho tiempo tumbados en la misma postura? Haz tú lo mismo. Sentada
y luego de pie, estira brazos y piernas como cuando te levantas de la cama. Después
sacude uno por uno cada brazo y pierna como si quisieras sacar la tensión de ellos.
Finalmente, sigue con tu actividad intentando estar más erguida, con los hombros hacia
atrás, la cabeza arriba y la guata dentro.

# $ ¿Te duele todo y estás nerviosa y cansada? Para


solamente durante cinco minutos para hacer unos estiramientos de cabeza, brazos,
espalda y piernas. Cierra los ojos mientras los haces, respira antes de realizar el
movimiento y suelta el aire al estirar. Si estás en casa, ponte a cuatro patitas, pasa un
brazo por debajo del otro y apoya el hombro y la cabeza; repite con el otro. Luego ponte
en la posición de Alá, con los brazos estirados y la frente apoyada. Para terminar,
túmbate boca arriba, cierra los ojos y piensa en algo agradable.

%!  c$ El cenicero lleno de cigarrillos, los ojos irritados de


mirar al computador, muchos problemas en la cabeza... Lo mejor es salir a tomar el aire.
Aprovecha la hora de la comida o la salida del trabajo para caminar tranquilamente
durante al menos 15 minutos. Al desentumecer el cuerpo y respirar aire renovado
enseguida te sentirás mejor. Cuando regreses a casa o al trabajo, abre una ventana si el
ambiente sigue estando cargado.

&'   ¿Estás enfadada o sientes que si no descargas energía vas a explotar?


Nada más fácil que cansarte un poco haciendo algo de ejercicio. ¿Cómo? Subiendo las
escaleras que se te pongan por delante. En el trabajo, si hay varios piso s, súbelas y
bájalas un par de veces. Al terminar tu jornada, busca alguna escalera que te pueda
servir para desahogarte. Si estás en casa, salte a la escalera y cánsate un poquito
subiendo y bajando.

$(    ¿Nadar te relaja y te alivia el dolor de espaldas? No hace falta que
vayas corriendo a una piscina. Ponte de pie e imita el movimiento de nadar de espaldas
o de pecho. Después de dar unas cuantas brazadas cierra los puños y has círculos más
intensos con los hombros, hacia delante y hacia atrás. Te sorprenderá lo bien que te
sentirás
])  $ Cuando no puedas soportar más las presiones externas,
desconecta tu mente. Si estás en el trabajo, conecta unos parlantes al computador, pon
música suave y deja la pantalla en negro. En casa haz lo mismo y siéntate con las
piernas cruzadas o túmbate en algún lugar cómodo. Primero, simplemente respira
profundamente. Después, intenta dejar la mente en blanco o pensar en algo agradable.
El movimiento de las olas o en el sonido del agua corriendo resulta muy relajantes.

*+   '  Tumbarse solamente 15 minutos nos puede ayudar a sentirnos
totalmente en forma. Lo importante es que no te duermas demasiado tiempo, ya que las
siestas largas te dejan después atontada. En el trabajo, si nadie te ve, recuéstate sobre la
mesa de trabajo y cierra los ojos... pero conecta la alarma del celular por si acaso.

,-    Si conoces alguna de estas disciplinas orientales, no dudes en
ponerlas en práctica tú sola cuando te sientas estresada. Practica algunos de los
movimientos que conoces, aunque sean de iniciación, eso distraerá tu mente y
despertará tu cuerpo. Si haces alguna otra actividad en un gimnasio o con un entrenador
personal, imita alguno de los ejercicios o estiramientos que haces habitualmente en
clase y que te hacen sentir bien.

.     Ésta es una solución de emergencia para grandes sobrecargas de


tensión. Si eres muy nerviosa y de vez en cuando necesitas descargar adrenalina, utiliza
una comba cuando no tengas tiempo de hacer ejercicio. Saltar durante 15 minutos
supone poner en movimiento todo tu cuerpo de forma intensiva. Sin olvidar la cantidad
de calorías que se queman saltando y la tonificación que experimentan tus músculos.
Por algo es el entrenamiento que emplean los boxeadores. Después de saltar te sentirás
cansada, pero también relajada y mucho más ágil.

c /      Apretar algo entre las manos como si


quisieras romperlo es una reacción muy típica cuando estamos nerviosos. Haz lo mismo
pero con una pelotita o un animalito de goma. Si imaginas que estás apretujando a tu
jefe, tu pareja o la persona que te estresa, te sentirás mucho mejor. Además, si tienes
problemas de articulaciones o circulación, hacer estos ejercicios con las manos te
ayudará a mejorarlos.

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