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El marco de análisis del conflicto está definido desde las relaciones sociales en
términos de oposición de intereses, valores, recursos y alternativas para el
logro de objetivos y metas.
"Situación que opone uno o varios estados con otro u otros, o con grupos de
individuos o también con individuos aislados protegidos por el derecho de gerentes,
respecto de la satisfacción de un interés simple o por la existencia, extensión o
ejercicio de un derecho".
Todo conflicto tiene unos elementos que nos permiten entenderlo, con el fin de
intervenir en su regulación o transformación, según Pedro Valenzuela.
- Negociación: es el marco dentro del cual las partes consiguen acuerdo satisfacer sus
particulares objetivos.
La mediación
La mediación se orienta para evitar una escalada del conflicto que conduzca a un
mayor deterioro o a la violencia. Se procura que no se presenten comportamientos
destructivos, y se genere un espacio de reflexión y de diálogo para buscar acuerdos y
obtener objetivos mutuos.
La mediación es expresión de civilidad; opera a partir de la anuencia de las partes,
que así establecen una relación de cooperación. Se busca, entonces, que los
enfrentados asuman responsabilidad en los compromisos adquiridos y reconozcan los
límites de sus intereses en relación con los del otro.
1. Surgimiento.
El surgimiento de un conflicto no ocurre como producto de un acto o de un suceso. No
se trata del desprendimiento de algo, ni de una ruptura. El surgimiento es la iniciación
del proceso y lleva consigo el germen de sus elementos. Es la puesta en marcha del
conflicto con sus componentes fundamentales.
2. Etapa de Latencia.
A partir del surgimiento, el conflicto inicia una Etapa de Lactancia. Nadie se percata de
él -ni siquiera sus actores-, pero está allí: evoluciona en silencio. El conflicto toma
para sí todos aquellos elementos que lo alimentan, que calzan en él como parte
orgánica, que encajan y se adhieren de manera natural para construir una dinámica
propia que le permita consolidarse y extenderse.
Esta etapa, el conflicto es la enfermedad que toma fuerza al interior del ser humano
sin que éste, ni aquellos que le rodean, se percaten de su existencia. La enfermedad
no ha mostrado sus signos pero es indudable que avanza y progresa hasta lograrlo.
Se trata de un periodo que no puede medirse en el tiempo pero que finalmente arroja
resultados y evidencias.
3. Manifestación.
Cuando el conflicto ha logrado un desarrollo latente considerable, estalla con
manifestaciones. Sucede como un la cáscara del huevo que, incapaz de contener más
al polluelo, es picoteado por éste y permite que asome su cabeza. Por lo regular, las
manifestaciones a través de las cuales se muestran los conflictos, contienen signos de
violencia. Los actores se han percatado de la contradicción e inician una nueva etapa
del conflicto: La evidencia.
4. Etapa de Evidencia.
A partir de sus manifestaciones, el conflicto logra hacerse evidente. Aparece en todas
sus dimensiones y muestra el proceso en desarrollo de su estructura. En su evolución
y crisis, encarna igualmente la búsqueda de alternativas.
En esta etapa, los actores inician la búsqueda de resolución a su conflicto. Definen las
formas o estilos de contener, y eligen las estrategias de acuerdo con la vía de
resolución escogida o exigida.
5. Madurez.
Cuando la dinámica de la confrontación permite a sus actores comprender la
necesidad de resolver y transformar el conflicto, se cree reconocer el momento de su
madurez. En la vía violenta ocurre cuando uno de los actores, virtualmente derrotado,
ofrece su rendición para evitar mayores daños. A través de la negociación ocurren
cuando, por diversos motivos o circunstancias, los actores deciden acordar una salida
para el conflicto. En este contexto, la intervención de terceros, la desescalada del
conflicto y la toma de decisiones con respecto a la resolución definitiva, se hacen mas
propicias.
6. Resolución – Transformación.
Al hablar de conflictos no empleamos el término "solución". Un conflicto no resulta
similar a un problema de matemáticas cuya solución señala el final de todo asunto en
relación con sus enunciados. El conflicto no muere, no culmina: simplemente, se
transforma. Transforma sus procedimientos, sus dinámicas, sus escenarios, los
objetivos de sus actores, las correlaciones de fuerza, los mecanismos de
confrontación... En el mejor de los casos, puede resolver, incluso, los motivos de
contradicción y alcanzar la reconciliación como punto cimero. Sin embargo, logrará
sólo eso: resolver.
3. Pretender resolverlo por vías de hecho, que de suyo, no se resuelve por el contrario
genera un nuevo conflicto ampliado.
4. Acudir a los medios alternativos para una resolución más directa y sencilla, con la
participación de las partes.