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Se
GORGIAS
FRAGMENTOS
Y TESTIMONIOS
AGUILAR
navn —BUENOS AIRES —wéuco& coneras
92.—Puarr, De glor. Athon,, 5, 348 C
La tragedia florecié y fue aclamada porque constituyé un.
elato y un especticulo maravillosos para los hombres ‘de
tentonces y porque proslajo con sus mitos y con sus pasiones. |
tun engafio, como dice Gorgias, de tal naturaleza que quien
cae en el se hace mis justo que quien no incurre en el mismo,
¥¥ que quien es engafado se hace més sabio que quien no s¢
deja engatiar. f
En efecto, se hace mis justo porque cumplié lo que habéa
prometido; se hace mis sabio porque quien no esté cacente
de sensbilidad es invadido por el placer de la palabra ®,
i
ELOGIO DE HELENA**
i
Perfeccién para Ia ciudad es el valor de sus habitantes,
‘para un cuerpo la belleza, para un alma la sabiduria, para ¢,
tun actién Ta virtud, para tin pensamiento Ta verdad. Las |
‘cualidades contrarias a €stas implican imperfeccién. En un
hombre, en una mujer, en un pensamiento, en una accién,
‘en wna ciudad, es preciso honrar con alabanzas lo que sea
‘digno de alabanza y cubrir de censuras lo que sea censure”
ble. Pues tan errnco € inexacto es censurar lo que debe
ser dlabado como alabar lo que debe ser censurado. Y es
obligacién de un mismo hombre proclamar la verdad y refi
tar a los que censuran a Helena, mujer sobre la. que ba |
HMegado a ser concorde y undinime la opinién de la tradicién |
poctica y el significado de su nombre, que leva. consign dl
recuerdo de acontecimientos infortunados
|
ces
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Yo quiero, razonando con ligica sobre la peyorativa tra-
icin a ella referente, liberarla de toda ‘acusacién y hacer
cesar la ignorancia, demostrando que sus acusadores estin
equivocados y descubriendo la verdad.
Todo el mundo sabe que por su origen y Tinaje Fue excel-
1 entre hombres y mujeres la persona a la que se refiere
ete discurso, En efecto, es sabido que como madre tuvo
a Leda® y como padre a un dios, aunque creido un mortal,
Zeus y Tindaro™', de los cuales uno, por setlo, fue ereido,
otro, por ufanarse de cello, fue discutido; y uno era el
xis poderoso de les hombres y cl otzo el sefor de todas las
cosas,
Por haber tenido tales padres gozé de una belleea igual
4 la de sna diosa, y esta belleza que tuvo no a mantuvo
oculta, Inflamé de muchisimas pasiones de amor a muchi-
simos hombres, y con un solo cuerpo consiguié muchos
pretendientes orgullosos por sus grandes cualidades, de los
cuales unos tenfan fortunas inmensas, otros gran renombre
por la antigiedad de su nobleza, otros belleza:por st vigor
sico, otros prestigio por la sabiduria adquirida, Y todos
quedaron bajo un amor ardiente y un deseo invencible
No voy a exponer quitn, por qué y cimo satisfio st
amor hacia Helena, apoderdndose dé ella. Pues decir cosas
ya sabidas a los que las saben confirma su saber, pero no
les produce placer. En consecuenicis, pasando por alto. en
ri discurso el tiempo de entonces, voy a penetrar en el
principio del discurso que voy a promunciar y voy a exponer
fas causas por las que era natural que se produjera la mar-
cha de Helena a Troya,36 concias
Hizo lo que hizo ya por decisién de la Fortuna, mandato
de Ios dioses 0 designio del Destino, ya raptada violenta-
mente, ya convencida con palabras.
‘Si por la primera causa, es un mérito para el que es
acusado ser acusado, dado que es imposible impedic la vo.
luntad de un dios con la previsién humana. Pues ha sido
cstablecido por la naturaleza no que el més fuerte sea domi-
nado por el més débil, sino que el mis débil sea dominedo
yy sometido por el més fuerte, y que el mis fuerte marque
fl camino y el més débil le siga. Y los dioses son més
fuertes que el hombre por su poder, su sabiduria y por otras
‘muchas cualidades. Por tanto, si se ha de atribuir la causa
Ja Fortuna o a la divinidad, hay que descargar a Helena
de su maka Fama,
Si fue raptada violentamente y sufti6 ilegel violencia,
¥ padecié injusta ofensa, es evidente que el culpable fue el
taptor, por haher inferido un ultraje, pero la raptada, por
haberle recibido, fue una desventurada, El bisbaro que
comete un acto bérbaro, merece ser castigado con la ley, con
Ja palabra y con la accién; con la ley, mediante la péedida
de sus derechos civiles; con la palabra, mediante una acust
60; con la accidn, mediante une sancién penal. Pero, la
‘que fue violentada, privada de su patria y alejada de sus
‘amigos godmo légicamente no seria compadecida antes que
ifamad:? El uno comete un delito, la otra lo padece. Por
tanto lo justo es compadecer a ésta y reprobar a aquél,
Si fue convencida y engaiada con su espisitu por Ia pa-
- Tabra, no es dificil en este caso defenderla y liberatla de
“toda acusiciin,
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FRAGMENTOS ¥ TESTIKONOS a7
{La palabra es un podetoso soberano, que con un peque-
sisimo y muy invisible cueepo realiza empresas absoluta
mente divinas, En efecto, puede climinar el temor, supti
tie I tristeza, infundie alegcia, aumentar la compasién, Voy
iM demosttar que esto es ast, pues es preciso ponerlo de ma-
pifiesto ante Ja opinién de los que me escuchan,
Yo considero y defino toda poesia como palabra con me-
ro, Esta infunde en los oyentes un estremecimiento prefado
Je temo, una compasién Hena de légrimas y una afioranza
‘ereana al dolor, de forma que el alma experimenta mediante
J palabra una pasién propia con motivo de la felicidad y la
sdversidad en asuntos y personas ajenas
Y ahora voy a pasar a otro argumento, Las sugestiones
inspiradas mediante Ia palabra producen el placer y par
ton el dolor, La fuerza de In sugestiin aduersindose de Ta
copinién del alma, la domina, la convence y la transforma
como por tna fascinacién. Dos artes? de fascinacién y
{de eneantamiento han sido ereadas, ls cuales sirven de ex
tavio al alma y-de engaio a la opinién, Y jeusntos han
engafado y engaian a cuntos y en cuintas cosas con
Jn exposicién habil de an razonamiento erréneo! Si todos los
hombres tuvieran completo recuerdo del pasado, comoeie
iniento del presente y previsiin del futuro, ese cazonamicnsy
no podtia engadarlos del modo como lo have. Pero es i
posible recordar cl pasado, conocer el presente y piece)
foruro, Y por ello la mayor parte de los hombres y en, la
mayor parte de las cuestiones toman la opinién como én
cejera del alma, Pero la opinién, siendo incierta e incon
* tente, artoja a los que se sirven de ella en infortunios:in-= conczas 5
consistentese inciestas. Y, por tanto, qué causa pudo impede.
que también y de un modo andlogo la sugestiin dominase
2 Helena, ain no siendo 1a primera vex, con el mismo
resultado que si hubiera sido raptada violentamente? Pues
la fuerza de la persuasidn, de la que nacié cl proyecto de
Helena, es imposible de resistir y por ello no da lugar @
censura, ya que tiene el mismo poder que el destino. Eq.
efecto, la palabra que persuade el alma oblign necesaria-
mente a esta alma, que ha persuadido, a obedecer sus man-
datos y a aprobar sus actos. Por tanto, el que infunde una
persuasidn, en cuanto priva de la libertad, obra injustamen:
fe, pero quien 5 persuadida, en cuanto es privada de la’
Jibertad por la palabra, sslo por error puede ser censurada,
En cuanto a que la persuasidn peoducida por la palabra
modela el alma como quiere, hay que fijarse en primer lugar
en las teorias de los Fsidlogos®®, quienes sustituyendo una
opinién mediante la exposicién de otea consiguen que lo que.
es increfble y oscuro se presente como evidente a los ojos
de le opinién®", En segundo lugar ca Ih: convincentes
argumentaciones de los discursos judiciales, con las que um
sélo discurso encanta y persuade a una gran multitd, siem-
pre que haya sido escrito con habilidad ¢ independiente-
mente de su vericidad. En tercer lugar en las discusiones
de materias filoséficas, en Jas que se muestra también Ja.
Inbilidad de la mente en cuanto hacen mutable la confianza
‘en una opinién, Y la misma proporcién hay entre el poder
de la palabra respecto a la disposicién det alma que entse
el poder de los medicamentos con xelacién al estado del
._ cuerpo. Ast como unos medicamentos expulsan del cuerpo
as
mtentEntos ¥ musritosos 9
unos humores y otses a otros distintes, unos eliminan la
enfermedad y otros la vida, asi también unas palabras pro-
dlucen tristeza, otras placer, otras temor, otras infunden en
Jos oyentes coraje, otras mediante una’ maligna persuasién
‘emponzofian y enganan el alma
Asi, pues, he demostrado que si fue convencida con la
palabra, no fue culpable, sino que tuvo mala suerte 2,
Y paso a exponer fa cuntta causa con el cuarto argumento,
Si lo que origin6 sus actos fue el amor, no es dificil que
‘efuda la acusaeiéin de culpabilidad en la que se dice que ha
incurrido. Las cosas que vemos tienen la naturaleza propia
{eqde cada una de ellas, no la que nosotros queremos, Adentés
ffosine Ja percepcién visual el alma es modelada en su
anodo de ser. Y asi, cuando la vista contempla personas ene
urigas revestidas de armadura guertera con omamentos guc-
| noms de bronce y de hierco, ya ofensivos ya defensives, se
ater y aterra al alma, de manesa que muchas veces huimos
ones de pavor aunque no haya un peligto en ef futuro,
1
dad de esta argumenticién se presenia “or po-
derosa a causa del temor que se deriva de la percepcién
visual, In cual, una yex que se ha producido, hace que se
Fenuncie“a actvar, aunque se sepa lo que es bueno sgiin
Ia ley y lo que es justo segin el derecho,
Por otra parte hay quienes a causa de haber tenido visiones
tervorficas, pierden instantineamente el juicio a consecuen-
cia de Jas mismas: hasta tal punto perturba y destruye a Ja
mente el temor. Y muchos caen en absurdas enfermedades,
en tereibles penalidades y en incurables locuras: hasta tal
} punto la vista grabé en su espfritu las imagenes de las cosasI
90 coneras
contempladas, Y paso por alto muchos ejemplos de visio
‘speluznantes, dado que son semejantes las que no cito a
ya indicadas.
En otro sentido Jos pintores, cuando representan de m
perfecto un solo cuerpo y figura usando de muchos col
¥y cuerpos2®, deleitan a la vista, La realizacién de estatuat
de hombres y de dioses produce en os ojos una dulce afes
‘Gdn, Y de esta forma unos objetos dan tristeza a la vist
otros deseo y a veces muchos objetos producen en. muchos
hhombres amor y deseo de muchos actos y cuerpos.
Por tanto, si el ojo de Helena originé en su alma de
y pasién amorosa del cuerpo de Alejandro, gqué hay en
tllo de asombroso? Si el amor es un dios, zedmo hubiera
jpdido tesistir y vencer el divino poder de los dioses quien
fs mis débil que ellos? Si se trata de una enfermedad hu
tana y de un error de la mente, no se ha de censurar como}
Si fuera una culpa, sino se ha de considerar como una mala
Suerte. Y, en efecto, ella marché a Troya, como marché, a)
causa de las insidias que padecié en su alma, no por volun
turin decisién de su espiritu; a causa de la inexorabilidad
ale} amor, no por intsigis de sw arte.
Cio es posible estimar justo el censurar a Helena, la
wil hizo lo que hizo enamorada o persuadida con palabras
‘ taptada con violencia, u obligada por el poder divino yf
‘que, por tanto, escapa por completo a toda acusacién?
He borado con mi rzonamiento la infamia de una mu:
ier, he mantenido la norma que estableef al principio de
foi diertaciin; he intentado destruir la injusticia de un.
teprshe y li ignorancia de una opinién; he querido escribir {
1
Fancnmsros ¥ restiMoMos 9
ste discurso como elogio de Helena, como un producto de
ii fantasla,
a LA DEFENSA DE PALAMEDES™*
La acusacién y la defensa no pueden versar sobre el hecho
ic motir, puesto que la naturaleza con voto manifiesto ha
cretodo la muerte a todos los mortales desde el mismo dia
su nacimiento. La cuestién se refiere al honor y al des
onor: si yo debo morir de modo natural 0 ser condenado
muerte manchado de las méximas infamias y de la més
cergonaasa acusacién.
Frente a estas dos posibilidades de muerte, vosotros tenis
poder absoluto sobre una, yo sobre la otra; yo sobre la que
¢s natural, vosotros sobre la que se produce con violencia,
Ficilmente porigis vosotros, si queréis, condenarme a muer-
te; pues tenéis poder para ello, mientras que yo ninguno
tena Sl basis Tia Ya Bela leet
see a Grecia, ya por sabér'con certeza que yo ke traicio-
nado a Grecia ante los barbaros, ya ed ee
fa sucedide, seré un hombre perfecto, g¥ etimo no lo seria
quien salva a su patria, a sus padres, a toda la Grecia y
sdems castiga al culpable? Pero si me acusé por envidia,
tiga 0 malquerencia, del mismo modo que en el caso
ease hombre excelente, asi en éste seria el mas
Dado que mi discurso ha de tratar sobre este problema,
ele qué punto partiré?, equé dixé en primer lugae?, zhacia
conde encaminaré mi defensa? Pues una acusacién carente