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LAS PRUEBAS ESCRITAS EN LOS EER DE HISTORIA.

Prof. Carlos Sifuentes M.

Agosto de 2008.

El presente escrito busca establecer criterios para valorar las pruebas


escritas para los EER que elaboran los docentes de Historia del Sector IV de
Educación Secundaria Técnica en el Valle de México. Sin embargo, los criterios
aquí enunciados pueden ser transferidos para la elaboración de de pruebas
escritas a aplicarse en otros contextos como el diagnóstico inicial o la
evaluación de un bloque.

Para elaborar una prueba escrita debemos definir en primer lugar el


propósito y sus contenidos, establecidos estos podemos pasar a definir el tipo
de preguntas más adecuadas para cada contenido y la cantidad de preguntas
por contenido, una vez definido esto pasamos a formular las preguntas de la
prueba.

En una prueba escrita buscamos evidenciar los aprendizajes logrados


por el alumno en un bloque, unidad o periodo de estudio determinado, por lo
que las preguntas de la prueba deben versar sobre los contenidos que se
esperaba aprendieran los alumnos. Los contenidos a aprender pueden ser
conceptuales, procedimentales o actitudinales; los contenidos conceptuales
pueden ser de dos tipos: los básicos y los específicos.

Para el caso de la asignatura de Historia los contenidos a aprender están


señalados en los tres ejes del programa: comprensión histórica (conceptuales),
manejo de información histórica (procedimentales) y conciencia histórica
(actitudinales); la comprensión histórica abarca dos tipos de contenidos: las
categorías o conceptos generales de la Historia (conceptos básicos), y los
contenidos específicos del periodo (1). La prueba escrita nos debe proporcionar
evidencias de si el alumno aprendió todos estos contenidos, o bien, de cuales si
logro aprender y cuáles no aprendió, por lo que se deben formular preguntas
que representen a todos estos contenidos.

Si el EER está basado en una prueba escrita esta debe abarcar todos los
contenidos del curso, esto es, la prueba debe abarcar los siguientes
contenidos:

– Conceptos generales de la historia: temporalidad, cambio, cronología,


medición del tiempo y causalidad; evento, coyuntura y estructura
(etapas y fases); ámbitos sociales, sincronía y diacronías; sujetos de la
historia.
– Contenidos específicos de cada bloque: comprensión de los cinco
periodos del programa: ubicación temporal, eventos y cronología de los
mismos en los diversos ámbitos sociales, fases de los procesos, sujetos
relevantes (individuales y colectivos), relaciones de causalidad.
– Manejo de información histórica: búsqueda, selección, procesamiento,
organización y presentación.
– Actitudes: valoración del pasado, de los eventos y la memoria histórica;
uso del conocimiento histórico para definir posiciones ante problemas
del presente.

El número de preguntas se debe determinar en primer lugar por el


tiempo que se considera razonable someter a un adolescente a una prueba de
corte intelectual, que no debería ser mayor de dos horas; en segundo término
por el grado de dificultad de las preguntas que en el caso de historia son de
nivel medio y bajo (por su grado de abstracción), por lo que en dos horas un
alumno de tipo medio pueden responder de 50 a 60 preguntas. Las preguntas
se deben distribuir entre los cuatro contenidos señalados llevando la mayor
carga el de los contenidos específicos por ser más extenso, en segundo lugar
los conceptos generales por ser los contenidos básicos, en tercero el manejo de
información y el cuarto las actitudes; estos dos últimos con menor espacio
debido a que recuperar evidencias de su aprendizaje en un prueba escrita tiene
mayores dificultades. La proporción podría ser la siguiente: 1) 50%, 2) 20%, 3)
15% y 4) 15%. Se pudieran formular preguntas en las cuales a la vez que se
pusiera en evidencia el dominio de conceptos básicos se expresara el nivel de
comprensión histórica de un evento o proceso.

Para la redacción de las preguntas se debe tener en cuenta que estas


deben promover el razonamiento y no sólo la memorización; entendiendo por
razonamiento que el alumno para contestarlas tenga que realizar alguno de los
siguientes procesos del pensamiento: observar, comparar, diferenciar, analizar,
deducir, sintetizar, inducir, inferencias, silogismos, sin excluir la memorización,
ya que no se plantea eliminarla sino disminuir su relevancia en el aprendizaje
de la Historia.

El tipo de preguntas tiene que ver que el número de alumnos a los que
se les va a aplicar la prueba, si el número es reducido se pueden hacer
preguntas abiertas o de respuesta breve, si el número es elevado es más
práctico, por el trabajo de revisión y calificación, que las preguntas sean de
respuesta única mediante opciones codificadas: opción múltiple, de
correlación, de ordenamiento, de falso y verdadero, etc.

No está de más insistir que la evaluación de un alumno no se puede


reducir a responder una prueba escrita estandarizada. Para evaluar el
aprendizaje logrado por los alumnos el docente debe buscar evidencias del
mismo mediante variadas estrategias y mecanismos. Una prueba escrita es un
instrumento que nos proporciona información del aprendizaje de un alumno en
relación a un estándar, esta información debe ser analizada por el
docente en relación al contexto de aprendizaje y junto con otras
informaciones acerca del aprendizaje logrado recuperadas mediante
otras mecanismos, deben servir para que el docente reflexione y emita su
juicio de valor, esto es, su evaluación.

No debemos cometer el error de reducir la evaluación a la aplicación de


pruebas escritas, porque esto nos llevaría a abandonar el concepto de
evaluación como emisión de un juicio de valor, y caer en la concepción de tipo
conductista de que la evaluación es la medición del aprendizaje.
(1) El programa de Historia usa la frase “conceptos básicos” para referirse a
algunos conceptos de las Ciencias Sociales que cobran relevancia para el
estudio de un periodo histórico, por ejemplo en el bloque 1 sugiere como
conceptos básicos los de capitalismo, ciencia, conquista, contrarreforma,
etc., para el bloque 4 sugiere los de descolonización, dictadura,
existencialismo, etc. Aquí usamos conceptos básicos para referirnos a las
categorías generales de la Historia, los conceptos básicos a que alude el
programa quedarían comprendidos en los contenidos específicos del
periodo histórico.

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