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EL ANTIPOSITIVISMO JURIDICO DE RONALD DWORKIN Rodolfo L. Vico (h} Sumario: I. Un concepto de derechb. 1. Normas y principios. 2. La teoria de adjudicacién. II. El antipositivismo juridico de Dworkin. 1. Bl antipositivismo ideoldgico. 2. El antipositivismo tesrico. 3, Et antipo- sitivisme metodolégico o conceptual. 4. ¢Es incoherenfe o ineficaz la ofensiva antipositivista dworkiniana? II, Conchssién. EI objetivo del presente trabajo es, basicamente analizar hasta donde puede afirmarse que la teoria juridica elaborada por el profesor de Ox- ford se enrola con las doctrinas que denostan contra el positivismo juridico, o desde otro punto de vista, hasta donde cabe rotular a Dworkin como un pensador iusnaturalista, Para alcanzar aquel propésito, se torna necesario describir previamente el concepto de derecho que es po- sible desentrafiar de la obra del profesor americano. Quedan delineadas asi las dos partes que abarcar4n estas paginas: por un lado, e inicial- mente, procuraremos perfilar la nocién dworkiniana acerca del derecho, y por el otro, intentaremos en un segundo momento, calificar a la teoria juridica en estudio desde la polémica opcién entre iuspositivismo e iusnaturalismo. I. Un cONcEPTO DE DERECHO No resulta facil encontrar una definicién estricta del derecho en la obra del sucesor de Hart en Oxford, sin embargo, es posible hallar ele- mentos que permiten elaborar una que responda fundamentalmente a sus postulados insistente y apasionadamente defendidos, Dworkin ha admitido que el derecho “existe en tres sentidos”:? a) el derecho como organizacién social, es decir, aquellos rasgos que permiten determinar cuando en una determinada sociedad hay derecho: 6) el derecho en + Ronald Dworkin en la “Introduccién” de La filosofia del derecho (obra en It que recoptia articulos de diversos autores), México, Fondo de Cultura Econémica, 1980, pp. 8 y ss. 296 RODOLFO L. VIGO cuanto leyes o reglas especificas, y c) el derecho como “fuente peculiar de la que emanan ciertos derechos, deberes, poderes y relaciones inter- personales” y que los juristas declaran o describen a través de “propo- iones juridicas”, discutiendo ademas sobre la validez o verdad de tales proposiciones. Al mismo tiempo de formular esta distincion, ha precisado ef profesor de Oxford sobre la intima relacién que se com- prueba entre los tres sentidos. En el presente trabajo se privilegia el ultimo de los sentidos, pues analizaremos el derecho en cuanto proposi- ciones juridicas usadas por los juristas para declarar o describir dere- chos y deberes, y los problemas en términos de validez o verdad que las mismas ofrecen; aunque necesariamente se proyectaran los prable- mas y sus respuestas al derecho tomado en los dos sentidos restantes. En la bisqueda propuesta, nos parece claro que, al menos negativa- mente, cabe descartar un concepto de derecho reducido a un sistema de normas juridicas usadas directa o indirectamente por la comunidad. La pretensién de identificar al derecho con sélo las normas, sean ellas legislativas o jurisprudenciales, o la suma de ambas, queda desechada en el marco teorico dworkiniano. Es que el derecho para Dworkin “es cuestién de derechos y deberes”, pero advierte con fuerza que la deter- minacién de los mismos es segiin “los estandares que estipulan los de- rechos y deberes que un gobierno tiene el deber de reconocer e imponer, en principio por lo menos, por mediaci6n de instituciones tan familiares como los tribunales y la policia’.? La labor de los juristas se dirige, precisamente, a dilucidar e indicar los derechos y deberes de los ciuda- danos; para ello “echan mano de estandares que no funcionan como normas, sino que operan de manera diferente, como principios, directri- ces politicas y otros tipos de pautas”.* La tentacién que se deriva de dicha afirmacién, es pretender definir al derecho come un conjunto de normas y principios; sin embargo, Dworkin, polemizando con Ri- chards, precisa: “Al rechazar la idea de que el derecho es un sistema de normas, no era mi intencién de reemplazar esa idea por la teoria de que el derecho es un sistema de normas y principios. No hay nada a lo que se pueda Hamar ‘el derecho’ en cuanto a colecci6n de proposiciones discretas, cada una de ellas con su propia forma candnica.”* Cuando el poder politico o los juristas argumentan, razonan o deciden, recurren a normas, a principios 0 a directirces; todo esto, de distinta manera, integra el mundo del derecho, 2 Dworkin, Ronald, Los derechos en serio, Barcelona, Ariel, 1984, p. 103. 8 Idem., p. 72. 4 Idem., p. 470. EL ANTIPOSITIVISMO JURIDICO DE RONALD DWORKIN 297 Aguella clasica f6rmula positivista de reducir el derecho a las nor- mas queda impugnada por Dworkin por “insuficiente”, dado que des- conoce ese sector del mundo juridico que integran las directrices politi- cas y los principios en sentido estricto; pero de ahi también la necesidad de justificar esos nuevos elementos juridicos ignorados por el normati- vismo. Al respecto, por de pronto, recordemos que en el lenguaje dwor- kiniano “directriz politica” es un tipo de estandar “que propone un objetivo que ha de ser alcanzado, generalmente una mejora en algun rasgo econémico, politico o social de la comunidad”, mientras que "prin- cipio" en un sentido estricto (en sentido genérico abarca el conjunto de los estandares que no son nermas) es “un estandar que ha de ser observado, no porque favorezca 0 asegure una situacién econémica, politica o social que se considera deseable, sino porque es una exigen- cia de la justicia, la equidad 0 alguna otra dimensién de la moralidad” * Conforme a esta distincién, se deriva que es propio del Poder Legisla- tivo recurrir a argumentos politicos para justificar decisiones politicas por medio de las cuales se favorece 0 protege algun objetivo o meta colectiva de la comunidad en cuanto todo; mientras que el Poder Judi- cial justifica sus decisiones politicas con argumentos de principios, de- mostrando que las mismas respetan o aseguran algin derecho indi- vidual, 1. Normas y principios En su ataque contra la creencia positivista de que el derecho es un “sistema de normas” a la que Dworkin descalifica por su insuficiencia Yy por no responder “‘a la complejidad y la sutileza de nuestras propias practicas”," ya hemos visto que enarbola Ja bandera de estandares que no son normas, pero que sin embargo operan en la dilucidacién de de- rechos y deberes. No caben dudas que esta distincion entre normas y principios en sentido genérico (comprensivo del conjunto de estandares que no son normas: directrices politicas y principios en sentido estric- to) ha dado lugar a una larga lista de comentarios, gran parte de ellos de tono critico; 7 de todas maneras, a los fines de aprehender un concep- 5 Idem., p. 72. © Idem., p. 101. * Ver Carrié, G., Principios juridicos y positivismo juridico, Buenos Aires, Abe- ledo Perrot, 1970, y “Professor Dworkin’s Viesw on Legal Positivism", en Indiana Law Review, vol. 55, mim, 2, 1979-1980; Raz, J., “Legal Principles and the Limits of Law’, 81, Yale Law Journal, 823 (1972); Sartorius, R., “Social Policy and Judicial Legislation”, en American Philosophical Quarterly. 151, 1971; Christie, G.,

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