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“comunicación y sociedad: tres hipótesis”

capítulo 1 (págs. 33-48)


dominique wolton

en lo que respecta a la comunicación no existe un discurso “natural”; todos


estamos involucrados en ella, razón por la cual debemos precisar lo que nos interesa y el
lugar desde donde hablamos.
resumiré las tres hipótesis que subyacen a mis investigaciones. ellas caracterizan
una posición “empírico-crítica” que sostiene la importancia teórica de la comunicación
y su adecuación al modelo de la democracia de masas, al mismo tiempo que critica las
constantes discrepancias entre los actos y las referencias. mediante la utilización de la
palabra “empírico”, queremos destacar la necesidad de indagaciones concretas. esta
tradición fue trazada en los estados unidos, entre las dos grandes guerras, por
investigadores que habían huido, en su mayoría, del fascismo en europa. comenzaron a
trabajar con hipótesis críticas y hostiles acerca de los medios. fueron ellos quienes
inauguraron las investigaciones sobre la radio y, luego, la televisión. se trata de p.
lazarsfeld, b. berelson, w. schramm, e. katz y t. adorno, entre otros.
esta posición empírico-crítica se mantiene relativamente minoritaria. dentro de la
comunidad científica que trabaja sobre la comunicación, las posiciones dominantes son,
en conjunto, más críticas, y existe, además, una minoría de trabajos apologéticos, en
concordancia con la ideologia de la comunicación actual. a continuación, en los otros
medios culturales, que denominamos un poco abusivamente élites, la actitud no es más
favorable, ya que estos grupos ven en los medios una amenaza para su cultura. el lugar
considerable que más tarde ocupó la comunicación no modificó esta actitud; por el
contrario, incluso acentuó en las élites culturales un fenómeno de rechazo. durante más
de una generación, no hubo más que sorna e indiferencia acompañadas del siguiente
estereotipo: los individuos se mantienen pasivos ante los medios y son manipulados por
ellos. esta reacción, finalmente identificable en los trabajos de la escuela de frankfurt,
sigue teniendo vigencia todavia hoy.
luego surgió en las élites una actitud más instrumental que, por otra parte, no es en
absoluto incompatible con la primera. la comunicacidn está en el corazón de la ciudad,
qué mejor entonces que utilizarla con el fin de “hacerse conocer”, sin que ello lleve a
valorar, sin embargo, ni la comunicacón ni la capacidad crítica del público. digamos que
la actitud mayoritaria de las élites culturales es hoy de indiferencia teórica respecto de
la información y de la comunicación, redoblada por el sentimiento creciente de que es
necesario servirse de ella. volvamos a las tres hipótesis.

1. hipótesis nº 1:
la comunicación, condición de la modernización
el éxito masivo de la comunicación surge de la conjunción de dos fenómenos: la
comunicación es una necesidad fundamental y una característica esencial de la
modernidad. es el vínculo entre los dos lo que explica el lugar que ocupa en nuestras
sociedades desde hace dos siglos.
la comunicación como aspiración remite a las bases de toda la experiencia
humana. expresarse, hablar a otro y compartir con él, esto es lo que define al ser
humano. la comunicación es el medio para entrar en contacto con el otro, que es el
horizonte, lo que todos deseamos y tememos a la vez, porque aproximarse al otro nunca
es fácil. solo la comunicación permite manejar esta relación ambivalente entre uno
mismo y el otro. el lenguaje esta en el centro de esta experiencia, y ello explica el éxito
de todas las técnicas que, poco a poco, llevaron cada vez mas lejos el sonido de la voz y
la imagen del rostro, en esta búsqueda siempre dificil de la relación con el otro, donde
se mezclan el simple deseo de expresión y la voluntad de comprensión mutua. para
comprender la fuerza de esta palabra, y desde ya su ambivalencia, es necesario volver a
su etimología, donde encontramos los dos sentidos en el origen de su éxito.
el primer sentido, surgido en el siglo xii (1160), proviene del latín y remite a la
idea de comunión, de compartir. es el sentido que todos buscamos en la comunicación.
la laicización progresiva de la palabra no cambiará nada de esta significación profunda.
la comunicación es siempre la búsqueda del otro y de un compartir.
el segundo sentido se manifiesta en el siglo xvi; quiere decir transmisión, difusión.
esta ligado al desarrollo de las técnicas, comenzando por la primera entre ellas, la
imprenta. comunicar es difundir, mediante escritos, libros y periódicos, luego mediante
el teléfono, la radio y el cine, y, finalmente, mediante la televisión y la informática. sin
olvidar el tren, el automóvil y el avión. técnicas físicas que tuvieron un papel
complementario fundamental. en un siglo, las comunicaciones físicas y luego
mediáticas se volvieron omnipresentes; y su referencia, su legitimidad y su ideal eran el
primer sentido de la palabra, a saber, el compartir. es para “comunicarse” mejor, para
comprenderse mejor, que se desarrollaron las técnicas, aunque rápidamente los intereses
económicos, políticos e ideológicos desnaturalizaron este ideal, que permanece no
obstante como la referencia común. existe también una utopía latente en el fondo de
toda técnica de la comunicación.
es, entonces, teniendo en mente esta ambivalencia insuperable, que utilizaré la
palabra comunicación en el presente libro. la comunicación remite simultánemente a su
dimensión normativa (el compartir como valor e ideal) y a su dimensión funcional (la
difusión y la interacción como hechos). por otra parte, es esta ambivalencia la que hace
posible una crítica de la comunicación.
la segunda razón del éxito de la comunicación es el fuerte vínculo que existe entre
ella y el modelo cultural occidental de la modernización. aunque las necesidades de
intercambio existen en todas las sociedades, solo sucitaron semejante entusiasmo en
nuestra cultura. ha sido en el seno de nuestra cultura occidental –europea en esa época-
y no en otro lugar en donde surgió el modelo de la comunicación ligada al individuo. el
reconocimiento de la persona, que está en el centro de los valores cristianos nutrió el
lento y profundo surgimiento de la modernidad a partir del siglo xvi. Ésta, rompiendo
con las referencias trascendetales, planteará los principios de la libertad y del respeto al
individuo desde una perspectiva laica, a fin de cuentas poco alejada de la referencia
cristiana de la persona. en esto la modernidad, que se había constituido contra las
referencias cristianas, acaba siendo finalmente su hija: tiene en su centro la referencia a
la comunicación que marca ya el vínculo con la tradición. la comunicación, con el
surgimiento de la idea de ser libre, susceptible de anudar las relaciones a su modo,
expresará y reforzará la modernidad, planteando el principio de la separación entre lo
espiritual y la temporal. secularización, racionalización, modernización,
individualización y, luego, comunicación van juntas. la historia de estas filiaciones,
apenas hecha pero apasionante, es indispensable para comprender porqué y cómo el
movimiento de modernización finalmente llegó a esa otra visión del mundo, la nuestra,
en la que medimos poco la singularidad, y que consiste en poner al individuo, la
persona, el sujeto, el hombre, en el centro de los sistemas económico, social y político.
esto no significa la desaparición de toda referencia trascendental, sino la aceptación de
la separación de los órdenes. desde el momento en que el hombre es la única cara en el
cielo, en la tierra y en la naturaleza para organizar la ciudad, los mercados y la política,
el recurso a la comunicación, con esta ambiguedad funcional y normativa fundamental,
constituye un precioso aliado. volvemos a encontrar la importancia de este concepto
tanto en el nivel del individuo como en el de las relaciones entre el individuo y la
colectividad; en efecto, nunca podrá decirse lo suficiente que la comunicación no es
solamente un valor individual, sino que esta tambien en el origen de un principio de
organización de las relaciones sociales menos jerárquicas.
¿por qué este rodeo acerca de los vínculos entre la comunicación y la modernidad?
para comprender la importancia teórica de la comunicación. esta no surge solamente, y
nunca en primer lugar, de la eficiencia de las herramientas ni del progreso de las
industrias del mismo nombre; resulta, en primera instancia, del vínculo existente entre la
“explosión” de la comunicación y los valores fundamentales de la cultura occidental, en
su definición del individuo y de un cierto modelo de relaciones sociales. por otro lado,
la aparición de teorías contemporáneas de la comunicación, a partir de la cibernética en
la decada de 1940, vinculadas a los trabajos de n. wiener, y su éxito creciente se
explican por la filiación entre estas nuevas utopías y el estatuto de la comunicación en la
cultura occidental.
esta es sin duda la hipótesis central del presente libro: el vínculo entre la
comunicación como aspiración humana fundamental y la comunicación como
paradigma central de la cultura occidental. es esto lo que, desde mi punto de vista,
justifica la importancia teórica de la cuestión de la comunicación.
tres consecuencias resultan de esta hipótesis.
1) primero, comprendemos mejor el éxito auténticamente fantástico de todas
las técnicas de comunicación que, desde el teléfono a la radio, desde la
televisión a la informática, son presentadas y percibidas como medios
para aproximarse al ideal de la comunicación. las autopistas de la
información, el actual “estadio supremo” del desarrollo de estas técnicas,
¿no son consideradas como la “auténtica” red que permite “finalmente”
una comunicación directa e interactiva entre millones de individuos?
2) segunda consecuencia: la dualidad estructural de las dos dimensiones:
normativa y funcional, impide la victoria de la segunda. así como la
información y la comunicación son valores del patrimonio cultural
europeo, demasiado importantes para ser totalmente instrumentalizados
en las técnicas del mismo nombre, tambien es poco probable que la
dimensión funcional de la comunicación, necesaria para la gestión de
sociedades complejas, sea suficiente para restarle vitalidad al ideal
normativo que existe en las problemáticas de la comunicación. en una
palabra, me aparto de la hipótesis central de la escuela de frankfurt, que,
sin negar la referenda ideal de la comunicación, ve en la multiplicación de
las técnicas, en el crecimiento de las industrias culturales y en el
crecimiento de los grandes grupos de comunicación la prueba de su
reificación y de su alienación en las categorías de la dominación
económica y de la influencia ideológica. siempre existe una elección
posible, una capacidad crítica de los individuos. con la comunicación,
como con cualquier práctica social, pueden existir mecanismos de
dominación, pero no de alienación. esta última supondría la desaparición
de la autonomía y de la capacidad crítica del individuo.
3) tercera consecuencia: la comunicación es una cuestión tan importante
para los equilibrios sociales, culturales, políticos y económicos como la
salud, la defensa, la investigación y la educación. no só1o por razones
financieras, sino también porque hoy en día la vida cotidiana, el trabajo,
la educación, la salud… están organizados, redistribuidos en torno de las
problemáticas de la comunicación y de las técnicas que la sustentan. la
paradoja es que, a pesar de esta omnipresencia, no existe todavía una
toma de conciencia de la importancia cardinal de los problemas teóricos
de la comunicación.
¿cuándo reconoceremos que cuantos más teléfonos, computadoras, televisores,
medios interactivos, redes… haya, lo más importante es saber que harían las sociedades
con esas técnicas y no, como se escucha tan a menudo, saber que sociedad será creada
por ellas? en una palabra, ¿cuándo reconoceremos que el problema es socializar las
técnicas y no tecnificar la sociedad?

2. hipotesis n° 2: la comunicación, apuesta de la sociedad individualista de masas


la sociedad individualista de masas es tanto una realidad como un modelo, en el
sentido de que el mayor problema que encuentra -la crisis de la relación entre el
individuo y la colectividad- es en buena medida el resultado de la victoria de dos
movimientos contradictorios: uno en favor de la libertad individual y el otro en favor de
la igualdad. la sociedad individualista de masas es la heredera de esas dos tradiciones,
contradictorias pero no jerarquizables. es, por un lado, la libertad, en la prolongación de
la tradición liberal -en gran parte inglesa- del siglo xviii, tanto en el plano económico
como en el político, fundante de la tradición individualista. es, por otra parte, la herencia
de la tradición socialista del siglo xix, que insiste en la igualdad social y en la
legitimidad del número y de las masas, en nombre de las cuales se organizó toda la
lucha por la emancipación colectiva durante dos siglos. no olvidemos que el sufragio
realmente universal recién se generalizó a fines de la segunda guerra mundial. el modelo
de sociedad europea valora entonces, por un lado, al individuo, en la tradició liberal
jerárquica, y, por el otro lado, al número y la masa, en la tradición socialista igualitaria.
el éxito de la comunicación está en relación directa con este modelo de sociedad,
donde tiene un doble papel. por un lado es funcional por organizar las relaciones entre
las grandes masas en el marco de la economía mundial. por otra parte es normativo en el
marco de un modelo político de democracia de masas. los dos aspectos no están
directamente vinculados; puede haber economía de mercado de masas sin democracia
de masas. la originalidad del modelo europeo consiste en adoptar los dos: el individuo la
tradición liberal y el número en la tradición de la democracia igualitaria. la
comunicación establece el vínculo entre esas dos referencias que son la libertad y la
igualdad, con la doble dimensión funcional y normativa. en síntesis, la sociedad
individualista de masas se caracteriza por este triangulo de tres dimensiones esenciales:
el individuo, las masas y la comunicación.
pensar la comunicación en este modelo de sociedad es pensar la.”masificacíon”,
perceptible en los mercados de la televisión, de las redes, de las nuevas técnicas de
comunicación, como en la creación de grandes museos o grandes exposiciones
mundiales. pero es tambien pensar la “individualización”, con los medios electrónicos,
la fragmentación de lo audiovisual y las promesas de la internet, donde un individuo
tiene la sensación de poder dialogar “naturalmente” con cualquier otro de un extremo al
otro del planeta. en realidad, incluso esta comunicación mediatizada individual supone
la existencia previa de una infraestructura colectiva. pero, curiosamente, esta condición
no se percibe. el resultado, en todo caso, es que el triangulo de la sociedad individualista
de masas (el individuo, la masa, la comunicación) se encuentra en simetría con el de la
modemidad (tecnología, economía, sociedad).
este vínculo entre la técnica y la sociedad explica innegablemente el éxito de las
dos ideologías que hoy en día rodean la revolución de la comunicación: la ideología
técnica y la ideología económica.
la ideología técnica confiere a la técnica el poder de transformar radicalmente la
sociedad. posee dos versiones: una optimista, le asigna a cada nueva tecnología la
responsabilidad de resolver las contradicciones anteriores y facilitar de ese modo el
surgimiento de una sociedad libre, abierta y comunicacional; la otra, pesimista, prevé,
con la generalización de esas herramientas, la creación de un control social, político o
policial totalitario. en los dos casos, la técnica, como fuerza autónoma, modela la
sociedad. volvemos a encontrar el poder de la ideología técnica.'1
la ideología económica se basa en las previsiones vinculadas a la eficacia de esas
herramientas y en algunos principios: crear mercados libres; suprimir las restricciones
estatales de otra época; facilitar la creation de una economía mundial de la
comunicación que asegurará más paz y comprensión. el modelo cultural de
negociaciones del gatt (acuerdo general de tarifas y comercio) y luego de la omc
(organizaci6n mundial del comercio) se basa desde hace unos cuantos años en esta
ideología perfectamente visible en el brazo de hierro que las industrias estadounidenses
colocaron sobre el resto del mundo, y más particularmente sobre europa.
es inútil recordar que estas dos ideologías tienen cada vez más éxito. ¡pero debiera
interrogarse a la historia, porque los mismos discursos optimistas o pesimistas que
acompañan hoy en día a las autopistas de la información acompañaron ayer la llegada
del teléfono, de la radio, de la televisión o de la informática! ¿por qué no miramos más
frecuentemente el espejo retrovisor? y, sobre todo, ¿por qué olvidamos de que manera
los discursos “giran”? las mismas profecías que hoy en día no hablan más que de los
prodígios de la informática, de la multimedia, de la internet… , que crean empleos, a la
vez que un nuevo modelo de crecimiento, es decir, de sociedad, denunciaban hace
apenas veinte años los efectos devastadores que tendrían las técnicas de comunicación.
todo sería desempleo, destrucción de la división del trabajo, desaparición de las
profesiones y atentado a las libertades, individuales y colectivas. veinte años después,
estas amenazas no se confirmaron, y ni la telemática ni las redes dieron origen a un
nuevo modelo de trabajo o de sociedad. sin embargo, los discursos cambiaron de
sentido para volverse eminentemente favorables a todas esas técnicas. como si la
persistencia de la crisis económica hubiese conducido a la idea de que la “sociedad de la
información” relanzaría el crecimiento.

1existen trabajos sobre la ideología de la comunicación (que es necesario distinguir de la ideología


técnica, aunque forme parte de esta última) pero no tuvieron demasiado impacto. encontramos una vez
más el desfasaje entre el discurso de los industriales, de los hombres públicos, de los medios y las
ciencias sociales. así como los primeros son eminentemente favorables a las nuevas técnicas de
comunicación y transmiten la ideología de la comunicación, las ciencias sociales hacen un análisis crítico
basado en argumentos sociales, históricos, técnicos, aunque no por ello son escuchadas. podemos citar
principalmente: p. breton, l'utopie de la communication. le mythe du village planetaire, la découverte,
1995; p. flichy, l'innovation technique. recents developpements en sciences sociales. vers une nouvelle
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decouverte, 1996; l. sfez, critique de la communication, seuil, 1990.
dos consecuencias resultan de esta hipótesis.
1) todo se discute. los cambios no caen del cielo. existe un margen de maniobra, a
pesar del discurso de las industrias técnicas, con tanta frecuencia retomado sin distancia
por los medios, que repite que las técnicas de comunicación cambiarán todo, en el
trabajo, el ocio, la educación, la industria… volvemos a encontrar aquí el impacto del
determinismo tecnológico, tan familiar para la ideología modernista.
para escapar de esta tiranía de la urgencia que caracteriza los discursos sobre las
técnicas de comunicación, es necesario tomar distancia. este es el papel del
conocimiento. pero con la siguiente paradoja: el conocimiento, reclamado por todo el
mundo, no interesa si no va en el sentido de las modas del momento. ¿un ejemplo de
esta pereza frente al análisis? el discurso sobre la pasividad del público. a pesar de la
cantidad de trabajos que muestran por qué el espectador no es pasivo frente a la
televisión, por qué los medios masivos son probablemente menos alienantes que los
medios individualizados, por qué la comunicación política es algo distinto del
marketing…, las ideas no progresan.
el conocimiento tiene en este sector menos impacto que los discursos definitivos
de industriales o de personalidades que jamás trabajaron en estos temas, no conocen
nada de las bibliografías ni de los trabajos, pero proyectan su filosofía implícita o
explícita de la vida y de la sociedad sobre la comunicación. sin embargo, esta distancia
para el análisis es indispensable para compensar la ausencia de distancia teórica e
histórica. también para intentar, mediante investigaciones comparativas, comprender
cómo las mismas técnicas y los mismos servicios son acogidos de modo diferente por
las sociedades.
2) la segunda consecuencia concierne a la problemática de la comunicación
generalista. Ésta es esencial, no porque corresponda a la primera forma técnica de la
radio y de la televisión, sino porque traduce una hipótesis sobre el papel de los medios
en la sociedad. durante mucho tiempo se creyó que los medios generalistas, o medios
masivos, eran demasiado restrictivos, estaban demasiado ligados a un cierto estado de la
técnica, y que pronto desaparecerían en beneficio de medios temáticos individualizados.
para resumir, los medios generalistas corresponderían al primer estadio de la historia de
las técnicas de la comunicación; mientras que los medios individualizados e interactivos
pertenecerían al futuro. en realidad, la opción “generalista”, como lo veremos con
mayor detalle, expresa una cierta visión de las relaciones entre la comunicación y la
sociedad, y no un estadio de las técnicas de comunicación.
cuando más fragmentada y frágil se vuelve la sociedad debido a la exclusión o a
otras formas de jerarquía, mayor es la importancia de la radio y la televisión
generalistas, porque ellas son un vínculo entre los medios sociales. contrariamente a las
apariencias, el progreso no intenta calcar la comunicación sobre las jerarquías de las
comunidades, como lo permiten las nuevas técnicas, sino al contrario ofrecer, gracias a
los medios generalistas, puentes entre los gustos y las preocupaciones de diferentes
grupos sociales. a pesar de sus límites, la radio y la televisión generalistas están más
cerca de una problemática de interés general que la panoplia de medios temáticos, cuya
fuerza y debilidad son corresponder al estado de fragmentación de la sociedad.
recordar la preeminencia de una problemática social y cultural sobre las lógicas
técnicas tiene otra ventaja: la de eliminar la dicotomía que opone los medios
audiovisuales, dominados por la oferta de un programa, donde el público estaría en una
posiciónn “pasiva”, a los medios de la teleinformática que, desde la microcomputadora
a las redes, pondrían al publico en una posición “activa”, ligada a una 1ógica de la
demanda. esta distinción no es más que parcialmente exacta, porque en los dos casos el
usuario es activo. cuando la oferta domina, él descodifica, filtra, acepta o rechaza los
mensajes recibidos. cuando domina la demanda, también elige.

3. hipótesis n° 3: la inteligencia del público


la recepción desempeña un papel fundamental en toda problemática de la
comunicación, pero este papel esta sumamente subvalorado. por recepción, debe
entenderse los públicos. uno de los estereotipos mas permanentes consiste en
desvalorizar la recepción. pero, como ya dije, son los mismos individuos los que votan,
los que escuchan la radio y los que miran la televisión. ¿cómo admitir, por un lado, la
inteligencia de los ciudadanos, al punto de hacer de ellos la fuente de la legitimidad
democrática por medio del sufragio universal, y suponer, por el otro, que el público de
los medios es influenciable e idiota?
es el mismo individuo el que está en la base del sistema democrático con el
sufragio universal, y el que está involucrado en la comunicación. es necesario entonces
optar. ¡si el ciudadano es to bastante inteligente como para discernir los mensajes
políticos y el origen de la legitimidad, lo es también para discernir los mensajes de la
comunicación! la comunicación es aquí inseparable del sufragio universal.
esta capacidad crítica, característica del ciudadano en sus relaciones con la
comunicación y la política, explica también la problemática de mis investigaciones: el
objetivo no es denunciar la tiranía que la comunicación ejerce sobre el modelo
democrático, ni, en una versión irénica, encontrar en las técnicas de comunicación el
instrumento de una sociedad de la comunicación. es, más bien, pensar las relaciones
entre los dos.
las consecuencias de esta hipótesis son tres.
1) si se piensa en interacción y no en alienación, la cuestión es saber de que
manera las evoluciones cualitativas de la sociedad están “en resonancia”, con la
explosión de las técnicas de comunicación. ¿cómo puede haber, por un lado, técnicas de
comunicación cada vez más eficaces y, por el otro, usuarios cada vez más pasivos o
dominados? esto indica, además, la dificultad teórica de separar información y
comunicación. no existe, por una parte, un mensaje “bueno”, la información, y, por la
otra, una comunicación “mala” que la desnaturaliza. es esto lo que intentan hacernos
creer los periodistas, para responder a las críticas de las que son objeto. ellos harían el
buen trabajo, producir información, mientras que, por otro lado, el comercio de la
comunicación la pervertiría. sin embargo, todos están sujetos a las mismas reglas
económicas. además, esta distinción no es posible desde un punto de vista histórico. ¿de
qué vale el desarrollo de la información sin la técnica de la prensa escrita y, luego, el
teléfono, la radio y la televisión? no se trata de que porque hoy en día la 1ógica
económica es más favorable a las industrias de la comunicación que a las de la
información, sea necesario separar la buena información de la mala comunicación. tanto
es así que el trabajo esencial del periodista se encuentra entre la información y la
comunicación; él es el intermediario entre el espectáculo del mundo y los ciudadanos.
aunque esta unidad estructural entre información y comunicación pueda ser frustrante,
es indispensable y va mucho más allá de la información política.
2) así como no puede haber comunicación sin capacidad crítica del público, ni
absorción de la dimensión normativa por la dimensión funcional, también es
fundamental recordar que la dimensión universal de la comunicación no se agota en las
lógicas actuales de la globalización y la mundialización. los tres planos son, y deben
mantenerse, separados. la mundialización de las técnicas existe, pero no conduce a la
aldea global, porque ¡nunca existió una mundialización de los contenidos de la
comunicación! la globalización pertenece al vocabulario económico y designa una
realidad de la economía, que se hizo mundial debido a la ampliación de los mercados, a
la producción y la estandarización de los productos a escala mundial, a la interconexión
de los servicios y a un libre intercambio generalizado.
¿cuál es el riesgo? presentar la globalización y la mundialización como la
instrumentalización de la referencia a lo universal. en nombre de un cierto
universalismo, ligado a la idea del pacifismo, se desarrollaron ayer el correo, luego, el
telégrafo y el teléfono, primeras revoluciones mundiales de la comunicación. todos los
hombres debían volverse hermanos. era la época de las grandes asociaciones y de las
exposiciones universales. existía ciertamente una ambiguedad bien conocida en estas
referencias, que eran principalmente las de europa, pero la tierra aún no había sido
conquistada desde el punto de vista geográfico. hoy en día, la situación es diferente. no
solamente el mundo ha sido conquistado, sino que sobre todo las dos guerras mundiales
y luego la guerra fría mostraron los límites de esta filosofía universalista de la historia.
las circunstancias no son en absoluto mas simples desde la caida del comunismo, ya que
asistimos a una desintegración de sistemas de valores al mismo tiempo que a una
escalada de los irredentismos. simultaneamente el mundo económico se volvió la ley, y
la comunicación funcional, con las redes bancarias, los flujos transfronteras de datos, la
multiplicación de los satélites de telecomunicaciones, la única realidad. en todo caso, el
horizonte casi banal de los paises ricos. de allí a confundir esta mundialización y
globalización con una instrumentalización de lo universal, no hay más que un paso,
franqueado a menudo por todas las industrias de la comunicación. la referencia a lo
“mundial” parece haber absorbido la del “universalismo” o, peor haberle dado una
transcripción práctica. como si mundialización, globalización y universalismo se
hubiesen vuelto sinónimos …
es indispensable entonces recordar todo lo que continúa separando la referencia
universalista de las otras dos referencias. el universalismo es un valor, la globalización y
la mundialización, realidades. ¡la internet, red mundial y global, no es, contrariamente al
discurso dominante, la encarnación de la referencia universalista de la comunicación! es
simplemente una red técnica que se inscribe en una economía global indiferente a las
fronteras. de la misma manera, la cnn no es “la primera cadena de información
mundial”, sino simplemente una cadena informativa estadounidense cuyo punto de vista
sobre la información mundial es en primer lugar un punto de vista estadounidense.

3) el caracter mundial de las tecnicas no basta para crear una comunicación


mundial. salvo que se sucumba a la ideología técnica que reduce un modelo de sociedad
a una infraestructura técnica.
el debate ya tuvo lugar con motivo del surgimiento de la sociedad industrial ¿Ésta
daría origen a un solo tipo de sociedad? la historia demostró, principalmente a traves del
enfrentamiento entre regímenes capitalistas, comunistas y socialistas, que las ideologías
son mas fuertes que la existencia de un modelo técnico de la sociedad. la existencia de
un mismo modelo industrial no dio origen a un modelo identico de sociedad; la misma
infraestructura técnica no basta para crear una organizacion social y política idéntica. un
fenomeno semejante se producira con el tema de la “sociedad de la información”.
suponiendo que el principio de acumulacion de riqueza del mañana sea la informacion,
como ayer lo fue el capital, esto no dará origen, sin embargo, a un modelo idéntico de
sociedad que sería la sociedad de la informacion; aun cuando todas las sociedades
intercambian información, como ayer intercambiaban bienes y capitales. esta realidad
común será interpretada, además, por diferentes ideologías y sistemas de valores según
las regiones del mundo. así, la infraestructura de la “sociedad de la información”, como
ayer la de la sociedad industrial, dará origen finalmente a diversos modelos políticos y
culturales de la sociedad. la técnica donminante no crea un modelo dominante de
sociedad, lo que contradice al discurso marxista, para el cual las infraestructuras
técnicas determinan las relaciones sociales.
es fundamental tener en mente esta distinción entre técnica dominante y modelo
dominante de la sociedad. aunque más no sea para evitar la confusión ideológica de la
que muchas veces recordé sus peligros. presevar la diferencia de naturaleza, de
referencia y de lógica entre globalización, mundialización y universalismo permite
apoyarse en el valor del universalismo para combatir los inevitables daños ligados a la
globalizacion y a la mundialización de las técnicas de comunicación.
encontramos siempre el mismo desafío intelectual: mantener distancia entre las
palabras.

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